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Se le suele llamar a la actitud de tomar al cuerpo propio como fuente de placer y eso
sucede en las perversiones.
Sin embargo, hay un momento en el desarrollo de todo humano en el cual es normal y
esperable la etapa del “narcisismo primario”: entre lo autoerótico y el amor de objeto
externo. Tiene que ver con tomar a toda la unidad del yo como objeto sexual.
Esquizofrenia: delirio de grandeza + extrañamiento del mundo exterior.
En las neurosis de transferencia: histeria, fobias y neurosis obsesivas también tienen
un extrañamiento del mundo exterior pero la energía que se saca del mundo exterior
va a transferirse a los objetos de la fantasía.
Mientras que en la psicosis esta energía se retira del exterior y se pondrá sobre el yo.
De ahí el delirio de grandeza, que es una forma de manejar la sobreinvestidura del yo.
A este delirio de grandeza, Freud lo va a llamar “narcisismo secundario”, porque se
apoya en este narcisismo primario.
Tanto en niños como en pueblos primitivos encontramos el narcisismo primario: por
ejemplo, creen en la magia o en la omnipotencia de sus pensamientos porque creer
que si piensan mucho en algo se va a cumplir, y eso es una visión narcisista del mundo.