1. ¿POR QUÉ ES TRASCENDETE LA PROFESIÓN DEL ABOGADO?
Trascender en la vida es dejar huella en otras personas de lo que se fue, de lo que se hizo, de lo que se cosechó en otros seres humanos; sea, es la suma de todos aquellos aspectos generados adrede o no necesariamente, que permiten recordar a una persona de manera única. Podríamos relacionarlo como ese deseo último, y verdaderamente importante, de pasar por el mundo haciendo el bien. Trascender también abarca lo que profesionalmente se haga en bien del propio sujeto y de los demás. Por tanto, el ejercicio de la profesión de abogado es, así lo proponemos como definición, un servicio personal dado a otro (o a los otros) que debe trascender en beneficio del crecimiento de cada uno, y por ello, en pro de la sociedad que se verá directamente beneficiada. Es por ello que el abogado trasciende por medio de su labor en la sociedad, en la cual este se desarrolla. 2. ¿POR QUÉ CONSIDERA QUE EL ABOGADO DEBE DEFENDER LA VIDA, LA LIBERTAD Y EL HONOR? La misión del abogado no consiste solo en defender el interés de su cliente, sino que tiene como fin último “la consolidación del Estado de Derecho; la justicia y el orden social”, tal como lo establece el Código de Ética del Abogado. Por ello, podría decirse, que el abogado “representa al cliente ante el sistema jurídico, pero también representa al sistema jurídico ante el cliente”. En consecuencia, si bien la defensa celosa del interés del cliente es un deber fundamental para el abogado, no es esta su única obligación, sino que debe cumplir también otros deberes que derivan de la finalidad última de su profesión.
3. ¿POR QUÉ EL ABOGADO DEBE SER UNA PERSONA DE BIEN Y
PRACTICAR LAS VIRTUDES HUMANAS CARDINALES? El ejercicio de la abogacía igual se debe entender bajo un claro sentido de servicio. Y “servir” resulta ser un concepto que supera con creces el ejercicio de una determinada profesión, pero se puede servir basado en diferentes objetivos. Entonces, el abogado, en ejercicio de su función, debe ser un modelo o líder para el resto de colegas en el ejercicio de la función pública; se trata de una máxima de vida: cumplir todos los preceptos éticos, morales o de probidad no solo en razón de desempeñar un determinado cargo público, sino por el simple hecho de ser ciudadanos. Esto hace ver que la profesión es un servir a la sociedad, bajo la previa razón de ser que se le dé al hecho de haber escogido estudiar la carrera, y ahora ejercerla. Es un trascender en la vida, un dejar huella.
4. ¿POR QUÉ UN ABOFADO DEBE SER UNA PERSONA PROBA?
La profesión de abogado, en particular, a causa de la clase de trabajos al mismo referente, coloca constantemente a quien ella se dedica, en situaciones muy dadas a poner a prueba la rectitud de su conciencia. De ahí la necesidad de que en su ánimo vayan asentándose desde que principia el estudio de su carrera, las nociones de buen gobierno interior que han de guiarle en el curso de su vida profesional. Pretender alcanzar éxito como abogado subsume el hacerlo, pero bajo preceptos de probidad; eso es una exigencia implícita de la profesión. El lego en derecho debe comprender que su profesión esencial en el quehacer nacional, mismo que se refleja en su labor privada o pública,