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LA REFORMA PROTESTANTE Y LOS CONFLICTOS EUROPEOS 71 •

todo aparecía implicado, de modo que lo que se califica de religioso aún era un
entramado imprescindible en todas las realizaciones colectivas. El intento de dar
una orientación o un orden distintos a las creencias e incluso a las prácticas del
culto no significaba caracterizar a un sector consistente de por sí, sino tocar una zona
neurálgica.
Era indispensable subrayar al menos de pasada ese aspecto tanto para no sor-
prenderse de la confusión que produce la Reforma como para señalar la dificul-
tad de analizarla de modo Adecuado. Antes de afrontar su rápido examen hay que
poner de relieve el carácter de larga duración propio de su desarrollo. La Refor-
ma del siglo )(vi no sólo maduró a partir de los siglos XIV y xv, sino que afectó
LA REFORMA PROTESTANTE profundamente también a todo el siglo xvn europeo, tuvo repercusiones signifi-
Y. LOS CONFLICTOS EUROPEOS cativas en otros continentes y en Ocasiones éstas se prolongaron con gran fuerza
hasta el xvm. Con este propósito queda dicho también que el conjunto de tales
1 1,--PRELMBUL0-
procesos no resultaría comprensible si se pusieran sus aspectos religiosos en una
esfera apartesiendo su indisolubilidad recíproca particularmente evidente y pre-
1 •
sente en los siglos xvi y xvn.
Ningtin gran acontecimiento de la historia occidental es tan complejo como la Uno de los pocos elementos que diferencian en gran manera la segunda fase
Reforma," en partelporqne ha sido reducida sobre todo a un fenómeno de la reli- del Medievo, más o menos a partir del año 1000, de la fase siguiente denominada
giosidad. Aurahoy --y probablemente baStailtednitS en los últimos tiempos que
moderna, es la clara divergencia dé la escala con respecto ala que ha de medir los
entes— es considerada algo propio de la esfera espiritual (tanto más cuanto que el
acontecimientos históricos. Más allá de algunas relaciones esporádicas con Chi-
desarrollo de la cónciencia europea ha llevado a sentirla en varios aspectos más
na e India y a pesar de los vigorosos intercambios con Levante y los paises afri-
como un hecho personal que como una dimensión colectiva). Aun siendo algo
canos del Mediterráneo, en esa ulterior fase medieval Occidente siguió caracteri-
instintivo considerar desde semejante punto de vista las manifestaciones religio-
zándose en su conjunto por un notable repliegue en sí mismo, así como por la
sas concretas precedentes, seria más apropiado al mundo medieval tardío y del
compartimentación entre las áreas que lo componían (pese a la existencia de re-
4ncien Rágime verlas como parte integrante de un todo y elemento inseparable
laciones comerciales no desdeñables). La situación empezó a invertirse a partir
.itanto del conjunto de las vivencias como de los conceptos subyacentes a todas las
de la segunda mitad del siglo xv, para modificarse luego a ritmo cada vez más rá.:
demás actividadesifundarnentales, mentales y sociales. •
pido en los dos siglos siguientes. En la interdependencia que se fue establecien-
En el panorama actual, fragmentado por las especializaciones, puede parecer do progresivamente entre las áreas y las potencias de Europa centrooccidental y
legitimo considerar necesario mi conocimiento general de los factores teológicos
i
meridional, la Reforma desempeñó un papel de aceleración, revelándose como
para hacerse una risión exacta del período de la Reforma en su conjunto. Apre- uno de sus factores más acentuados. En contrapartida, la contemporánea expan-
ciación plausible á ,condición de no considerar tales factores como autónomos y sión otomana desempeñó una función en apariencia correspondiente, aunque en
regidos ti,nicamenie por una lógica propia, sirio como funcionales con respecto a lo esencial más bien marginal. Las relaciones entre España, Francia, Inglaterra, el
.los modos de peridar, de sentir y de actuar dalas comunidades eccidentales, Si se Imperio de los Habsburgo y los paises escandinavos se hicieron muy estrechas
quiere salir de la tensión que opone lo «material» a lo «espiritual» y de la debido a la reagrupación de sus estados en formaciones confesionales mucho más
subor• dinación de uno al otro, es preciso renunciar a aislarlos y a hacer de ellos absorbentes que su participación en la luchacontra el imperio turco. Por otra par-
dos campos contrarios, al menos en él estudio de In sociedad en la cual y por la te, este últjmo hizo sentir su peso más decisivo en las décadas en que la Reforma
cual _se entrelazaban y se sostenían el uno al otro. trastornaba a Europa, cqn mayorintensidad, 'es decir, aproximadamente entre
En ettlima de la Reforma se-Cncontrabart incrustados, intexpenetrados y es- 1530 y 1580.
trechamente unido• lo político, lo económico, lo social, lo religioso y lo cultural, a
pesar de nuestra...teldencia a distinguirlos on precisión excesiva. A su manera, Desdelni punto de vista general hay que otorgar un puesto relativo tanto a los
lasdistiacion4-opludas actualmente sjri eácieitImedida comprensibles y apli- tormentos espirituales dé los individuos considerados protagonistas de la Refor-
cables también a.lps siglos xtv-xv o XVI-XVII. Los viajes de exploración, la con- ma como a los debates teológicos. Unos y otros tuvieron sin duda notable impor-
'siguiente,nnipliación del área marítima euttpely las colonizaciones correspon- tancia, pero la medida real de su incidencia sigue siendo opinable. Mientras que
dientes fueron pro'cesos del siglo xvi bastante autónomos, aparte del impacto de la Atención a ellos dedicada resulta más bien excesiva en un plano global, por el
la llegada de los metales preciosos americanos, que estableció fuertes nexos en- contrario es insuficiente la búsqueda de los subyacentes significados mentales y'
tre tales fenómenós. La Reforma venía a ser una especie de cocción en que casi sociales de algunas de las tomas de posición de los reformadores del siglo xvi. Es
72 • EL SIGLO mayor prioridad a una -visión o a
un .pu,ntode vista que a otros: Ni
obvio que en la lectura de los
siquiera cuando un historiador afu-
4 fenómenos no hay que otorgar
ma que entre los cristianos de los
,
12A/94d%
siglos xv y xvi el sentido del pecado convencido de su salvación por la
se hizo particularmente agudo y fe gracias.a Cristo, era llevado a
doloroso es posible certificarlo una especie de activismo terrenal
(aunque esto se tradujese en (orinas
con pruebas indirectas o parciales y .medidas diferentes entre
ni puede bastar con el hecho de luteranos, por un lado, y calvinistas,
que tal fuera el caso de Lutero. por otro). Pero semejantes
Con argumentos de no menor formulaciones espirituales y
importancia se puede sostener teológicas son precisamente
que en eine' período se hizo interpretables también son
áspero y decisivo el sentido de la legibles, e incluso más
legítimamente, como expresión de
muerte física más que la sólidas convicciones terreno,
espirituaTraun ambos económicas y sociales. No es ex-
sentimientos tuvieran un nexo y traño que la Reforma
una relación recíprocos atrajera,particularinente a las
esenciales. Sin duda alguna se clases en ascenso, sobre todo en
han investigado los motivos dalol las zonas anglosajonas, desde los
ecos ,y la repercusiones susci- comerciantes y los burgueses hasta
los artesanos y-citarnos habían
tados por les tesis del reformador llegado al gobierno de las
alemán, pero el probletriase comunidades ciudadanas, En las
planteamás allá de la visión nuevas 'halas de posición religiosa
puramente cristiana, dado que en la no podía dejar de verse el
sociedad de entonces no actuaban reconocimiento y la consagración
solamente condicionamientos o de una dignidad al menos igual de
exigencias de naturaleza religiosa los laicós y los miembros del estado
eclesial,
o estrictamen-
te cristiana.  Siempre desde
Pcir poner sólo un ejemplo, es una perspectiva similar hay
sabido que a partir de lanero la que hacer otras
actitud de los reformadores observaciones, in-
respecto a la mendicidad se reveló dependientemente de los
severa e incluso hostil..AI reco- apoyos sociales y de las
nocimiento de la figura de Cristo justificaciones
en el pobre y en el indigente o ideológicas que las tesis
miserable vino ' a oponerse la reformadoras pudieran
convicción de la ascesis ofrecer, en primer lugar
santificante y del valor del trabajo a los campesinos. Los
por si mismo, Asf, las sociedades  diezmos' y la
protestantes ea general, fiscalidad eclesiástica
diferenciándose de las católicas, gravaban en general, a
pusieron el, acento en la amplios estratos del
realización progresiva del reino,de mundo laico, hasta el
punto por ejemplo de que
Dios sobre la de- los Obispos imponían una
peráiguiendo de modo más multa anual por
tajante y convencido el éxito de sus concubinato. En
iniciativas individuales y de clase. particular en los países
Pero no es fácil sostener que de lengua alemana,
semejantes tendencias fueran aunque más ampliamente
básicamente de naturaleza en los anglosajones, estos
religiosa en mayor medida que gravámenes suscitaban
dictados por exigencias un malestar cada vez más
específicamente mundanas. Sin acentuado, Mucho antes
ninguna* duda, un fiel que debía de Lutero, no obstante,
sentirse siempre como pecador se:asentó la convicción
ante Dios y que a la vez estaba de que el diezmo se
fundase en la ley cualquier estamento laico,
humana, nó en la divina de•modo que incluso después se
ni tampoco en la natural: mantuvo en la parte católica, que
su aplicación formaba hizo valer con vigor semejantes
parte de las costumbres, instancias. Se-podría citare' caso
aunque basándo- de Johann Eck, campeón de la
ortodoxia romana y gran
LA REFORMA
PROTESTANTE Y LOS
adversario teológico' de los
coNainc-ros EUROPEOS reforniadores. Míos antes de la
revuelta luterana, este hombre
desplegó su propia competencia
se en el consentimiento de los bíblica y canónica para resolver la
fieles. Por un lado, los cuestión de la legitimidad o como
refOrmadores admitieron que mínimo de los intereses sobre el
correspondía a estos últimos dinero invertido. Tanto su obra
contribuir incluso en el ámbito como sus intervenciones se
material al funcionan:tiento de su desplegaron con el retraso propio
iglesia. Por Pticr, sin embargo, de los ambientes financieros de la
está claro que la fundamentación Alemania meridional respecto a
de la exención del pago de los los italianos, aunque también con
diezmos promovió una la expresa•solicitud de los Pugger
justificación teórica que de quedar resguardados, y sin
contribuyÓ'''al vasto 'prO11-0-51a. duda con" lela convicción todavía
secillarización de-lel:e:vienes más fuerte de no tener ya que
eclesiásticos en los países someterse a ciertas
reformados. Siendo campesina prevaricaciones o
gran. parte de la pollalión, además, pretensiones'eclesiástieas.
no podía dejar de parecer una No se pódrá decir, pues, que de
injusticia la tentativa de extender la Reforma se haya dado
los diezmos a las cosechas y prioritaritunente•una versión
hacer'de ellos una especie,de económica y social, ni que ese
canorede arrendamiento. Los movimiento haya tenido que ver
privilegies . del clero, que con el espíritu capitalista. Todavía
incluían impuestos sobre los menos se puede compartir la
productos en venta en el mercado opinión de que podé tener éxito
y sobre las actividades en tanto que se dedicó a combatir
mercantiles, y eliminar las pretensiones del
afectabaredirectamentea otras clero, suprimiendo su supuesto
clases. fundamento en la ley divina. Ni
Se hará evidente, en suma, puede pensarse que la acción de
que en las sociedades de la los mismos eclesiásticos
Europa septentrional y central, queanim' aron semejante
bastante más que en las contestación no tuviera más
meridionales, en los siglos xv y sostén que motivos espirituales y
xvi se era ya capaz de hacer valer cristianos, dado que se
las exigencias de la vida civil consideraban intérpretes de
incluso en detrimento de las todos los fieles y en particular de
tradiciones favorables al clero. los que estaban comprometidos
Esto se verificó naturalmente de con la vida activa. Así, no fu•un
modo más visible entre los fenómeno exclusivo de
gobiernos y los príncipes; que Alemania proporcionar una base
tuvieron un papel decisivo y muy teórica y una legitimación a la
notable en la consolidación de la práctica de los negocios y de las
Reforma. Tales actitudes se transacciones de capital líquido.
apoyaban en una amplia base El mundo de los negocios
reivindicativa,. presente en requería una financiación cada
vez más ágil de las inversiones y
sobre todo del comercio a gran
distancia, entonces en expansión.
Ni la matriz alemana ni el ímpetu
de Linero hubieransido suficientes
paidatacer de la Reforma un
movimiento. victorioso y menos
aún europeo: los presupuestos de
su éxito, en•efecto, estaban ya
muy presentes en amplias zonas
Centroseptentrionales del
continente. Si algo hay que
explicar—como por cierto se ha
hecho de modo bastante
convincente— es, en definitiva,
cómo y por qué la Reforma no
se impuso en los estados ibéricos
ni en los italianos, dado
LA REFORMA, PROTESTANTE Y LOS CONFLICTOS EUROPEOS 75
74 EL SIGLO XVI en efecto, no sólo porpredicadares
su pronunciado nivel de evolución y teólogos, sino también por
económica y social. Obviamente, no pedagogos, juristas, consejeros de
sorprende que ese movimiento no príncipes e. incluso artistas.
penetrase en la 'mayor parte de la Se ha puesto yade relieve que en
península balcánica, no sólo! el siglo xvi el estudio del derecho
ampliamente ,dominada por los canguis- 4 té un ámbito espeeífico
turcos, sino también calificable como propio en contraposición a la teología.
zona todavía subdesarrollada. Pero dejando esto aparte, hay que
Si además se.fija la atención en la recordar qüe al menos durante todo el
esfera más propiamente cultural, uno se siglo xv en la mayor parte de las
encuentre con la imposibilidad de regiones ceiitrooccidentales europeas,
verificar si realmente la instrucción se desde Lisboa a Riga y desde Londres a
difundió más intensamenteen las Ragusti, subsistía una articulada, sólida
áreas que se hicieron protestantes que y vasta cultura mercantil constituida no
en las que siguieron siendo católicas. sólo por, práctica ',cotidiana, sino
La vasta expansión de la lectura que también por racionalidad consciente y
parece haber tenido lugar haciá fines valores éticos propios. Sin el apoyo de
del siglo xv constituyó sin duda un esa cultura y sin el recurso a los clásicos
elemento potencialmente fa- paganos antiguos, difíciltriente los
 vorablb a la juristas podrían haberse convertido en
Referma: con todo, hasta su los mejores intétpretee de les
manifestación detonante lo fue gabiernos civiles ni de sus
en una medida reivindicaciones andeclesiásticaseSin
primordialmente indirecta. Fue j las convicciones autónomamente
precisamente el mensaje de los maduras en la esfera de la magistratura
reforma' dores de las ciudades;-Estado Y de las cortes
loigee.seponvirtió en un potente de los soberanos, las instancias políticas
factor de promoción cultural, y del siglo ¡XVI no hübieran pOdido dar
no sólo por el puesto eminente prueba•e tanta seguridad al entrometerse
y esencial asignado por ellos en cuestioneidogmáticas-y'. én la
al conocimiento de las lagislación sobre problemas en
Escritu raIy-p-O-É-10.--aTdopcion
-
apariencia estrictamente ,
de las lenguas vulgares para su r e l i g i e s o S .
goce colectivo. Por un lado, Ha sido necesario subrayar,
cuantos en la sociedad estaban pues, que el volcán de la Reforma
descojas de aprender o tenido la no expulsó su lava desde un magma
instrucción adecuada be de simple espiritualidad y que la
hallaban entonces capacitados masa de sus lapilli no fue
para articular sus propias exclinivineíbrifnélnaturaleza
necesidades re,. ligiosas — teplégicael3a.Reforma protestante
aunque. en eealiciad no fueran las gozó de un sustrato no Menor y
únicas—, mientras que en el quizá-m6,s amplio yenrariatoitte
la ReVOILlión francesa casi tres
pasado solamente el clero había
siglos posteriór. Ésta coronó ene
tenido principalmente-los medios
fase de caracteres que ya no eran
para hacerlo. Pero las
defmibles como medievales; dado
necesidades feeron
que sus estructuras, aunque fueran
entonces mucho más que
desarticuladas, ya no eran tales. En
exclusiva y preeminente-
todo caso .se avino plenamente a la
. melle cristianas. La elite de los
calificación de revolucionaria,
reformadores estuvo compuesta,
aunque pasados kis primeros
decenios su curso se canalizara virtud se hacía necesaria para
.entre renovados y firmes nturos reaccionar mejor frente a las que
de Contención (como sucede parecían ser formas de decadencia
habitnahnente en coyunturas y adulteración. Efectivamente, en-
sitnila res). La Reforma fue un tre los siglos xr y xrv se produjo un
vuelco de épocas que con todo fendineno que no tenía nada de
derecho pudo determinar paradójico: cuanto más peso había
un antes netamente distinto del ganado la Iglesia, en la esfera
después. Participó en ella todo el política, cuanto más indiscutido era
Occidente euro-
su prestigio cultural y más
peo, en gran parte directamente o
si no indirectamente, y lo hizo en aumentaban sus recursos
todo ámbito temporales, tanto más tina parte del
clero y luego'también de los laicos
 y en cualquier se convencía de que había dege-
esfera; a diferencia de los nerado y había dejado de cumplir
movimientos telúricos, sus sus principales cometidos. De este
seismos siguieron modo la idea de reformarla se nutrió
transmitiéndose a lo largo de un de una imagen del cristianismo que
siglo de una zona a otra y se fue forjando progresivamente por
siguieron reapareciendo hasta el reacción frente a aquello en que el
siglo xvrer. cristianismo se habla convertido
efectivamente. Sería, sin embargo, un
2.LOS PRÓDROMOS DE LA acto de parcialidad sostener que el
REFORMA cristianismo propuesto por los
La cristiandad occidental reformadores fuera más genuino:
acariciaba desde hacía mucho sus adversarios no creían menos
tiempo el proyecto de reformar la que ellos, pero se hacían una idea
Iglesia. Tal exigencia fue sentida al distinta de la función de la Iglesia.
menos desde el siglo xi y se Durante siglos chocaron una
satisfizo de vez en cuando poco o concepción más espiritual con otra
mucho, aunque nunca de modo más temporal y política en el propio
completo. La idea_germinti.en seno de la Iglesia. Como los
cuanto el funcionamiento de la partidarios de la primera estaban-
Iglesia empezó a resultar decep- en minoría y los partidarios de la
cionante —al menos para algunos segunda tenían en su poder la orga-
de sus miembros—, lo que dejó ver nización eclesiáltict- más de una
claramente la ruptura existente vez los segundos condenaron e
entre la vida atribuida a los hicieron persegukeemo herejes a
primeros cristianos y la que los Plmeros.
aparecía ante los ojos. La imagen Las dos tendencias se enfrentaron
de un cristianismo primitiVo durante mucho tiempo, y a medida que
ejemplar era en parte, mítica y en pa-
parte ideológica. Es evidente, en , iabants airos, grupos de laicos iban
efecto, que la preparación mental acercándose a los clérigos que
propia del Medievo no permitía a defendían la reforma. Esta
los cristianos ir rigurosamente en tendencia de los laicos .no puede
busca de documentos y vestigios sorprender, dado que la concepción
del comportamiento de sus política de la Iglesia los situaba a un
antecesores-. la investigación de nivel claramente inferior al de los
carácter histórico y científico aún micrabros del clero. Los
tenía que renacer. Pero la idea de eclesiásticos no dudaban en
una primera fase de pureza y de reivindicar para sí toda suerte de
privilegios, haciendo de la
comunidad cristiana un conjunto en fieles súbditos. El fenómeno se
que ellos eran gobernantes y los acentuaba hasta tal punto que los

114~. amo roa


76
EL SX01.0 Xvi
sacerdotes no deseaban que Ios laicos leyeran. y conocieran los libros sagTados: LA REFORMA PROTESTANTE Y LOS CONFLICTOS EUROPEOS 77
todavía menos habrían tolerado que discutieran su contenido y sus implicaciones.
La Iglesia se arrogaba el monopolio 'dé la interpretación de las Escrituras, de la • la colectividad; por otro lado, consideraba-contrario a la ley divina el•voto de cas-
definición ele las .creencias e incluso de la predicación. El culto estaba organiza tidad de las monjas y reprobable la mendicidad de los monjes. Aunque era tedio,
do de modo que los sacerdotes fueran los Intermediarios indispensables entre el go, el _teórico inglés expresaba; re, aecioreee de la sociedad laica frente ala Igle-
hombre y Dios, entre los fieles y Cristo, la Virgen o los -santos. Le mala de««los sia y sus obras ejercieron una influencia notable.° gran parte de sus críticas serían
creyentes aceptaba este planteamiento de la vida religiosa porque no -disparara de nuevamente asumidas,por,lós retadores del siglo xvi. Y a Wycliff atacó a fon-
los medios intelectuales o morales para orientarse por sí sola ni paii -oponerse a do las indulgenCias, la pretensión Ills ecrésiásticos .de exNuclerlas y traficar en
la función de los eclesiásticos. El sacerdote aparecía al ri¡istrio' derrip5 corno el cierto modo con ellas; se opuso no sólo a la infalibilidad pontificia, sino también
hombre docta y el ser consagrado, aquel que vivía de modo distinto al de los de- ala utilidad de tener un papa. Estos puntos de -vista se difundieron desde Inglate-
más sin contraer vínculos de familia, que sabía suministrar los Medios para hacer rra. (donde, sin embargo, su éxito inmediato no fue relevante) hasta el
propicia a la divinidad y provocar su augurada intervención, y que además podía continente y en particular hasta Bohemia, donde fueron introducidos en 1401
conjurar las insidias de las fuerzas maléficas y demoníacas. Por ello parecía nor- por Jerónimo de Praga. Jan Hus (1369-1415) y sus`seguidOres los corroboraron en
mal que el clero ocupase el-primer rango social, que se le pagasen los diezmos, gran parte, afirmando por ejemplo que nadie podía-hacerse pasar por
representante de Cristo o de Pedro si no imitaba su comportamiento. •
que se le legasen los bienes inmuebles y las propiedades territoriales de i por-
Lo que las personas religiosamente sensibles consideraban relevante era la
Iglesia tancia notable, que, legislara en materia de coráportarniento. El ascendiente de
notable ruptura entre el incremento del sistema de prácticas y devociones exter-
Iglesia era tanto mayor cuanto que, en nombre de Dios y de la fe, ejercía un alto
nas a que parecía reducirse el cristianismo y. la relativa despreocupación oficial
control sobre la cultura, el arte y la enseñanza, además de supervisar o incluso ad- poda adhesión interior y la comunión espiritual con Dios. Intérpretes de está in-
ministrar directamente las principales instituciones asistenciales. satisfacción fueron los «Hermanos de la vida comunitaria», fundados por Geert
Lo que intentaban los reformadores no era sustraer a la Iglesiael ejercicio de Groote (1340-1.384), que inicialmente se difundieron sobre todo en el área holan-
esas funciones, sino disciplinario según determinados criterios. Por su parte, la
Iglesia habla rechazado a algunos y casi absorbido a otros, ya que se trataba sobre desa y flamenca, así como el movimiento de la Devotio moderna. Ambos ponían
todo de oposiciones internas: la autoridad política apenas se había propuesto en primer plano la necesidad de una experiencia religiosa más íntima y personal,
invadir este campo y por lo general sostenía las posiciones oficiales de la jerar- reavivada por la lectura de los textos sagrados, Frente al culto de la innumerable
quía eclesiástica. cohorte de santos protectores y a la ostentosa veneración de sus reliquias, se que-
Después de que la cuna pontificia se estructurase en.los siglos xut y xrv co- ría reafirmada centralidad del papel salvador y del ejemialo moral dado por Cris-
. to. A este propósito hay.que citar la importancia de la obra titulada precisamente
nio un potente organismo burocrático-y centralizador, muChos intentaron aprove- Imitación de Cristo, A estas-corrientes de reavivada piedad no tardaron en unir-
se, sobre todo en el noroeste de Europa, instancias humanistas que propugnaban
charse déla crisis del papadoproducidaconelgrancismadeccidentepara tiritarsuspoderes.Elllamadopartidoconciliar(quesosteníalaO el retorno a las fuentes originales de la inspiración cristiana. Del mismo modo
superioridad del concilio sobre el papa) encauzó los esfuerzos de quienes querían que él humanismo laico había dignificado las obras de los clásicos antiguos des-
instaurar una forma de gobierno más colegiada y menos autoritaria. Los éxitos de cuidadas, deformadas o transmitidas fragmentariamente y ensalzaba los valores
esta tendencia fueron más aparentes que reales, aunque durante muchos arios que contenían, el humanismo cristiano se aplicó al estudio más riguroáo de los
permaneció reunido en Deslice un concilio de prelados que, sin la participa.ción del textos sagrados para captar su forma más auténtica o para extraer mejor su espí-
ritu. Junto a esta lectura más atenta del Antiguo y del Nuevo Testamento se con-
papa e incluso contra sil voluntad, intentaron proponer una serie de reformas (1431- solidé el conocimiento y la autoridad de la literatura patrística, particularmente
1449). Como ya se ha puesto de manifiesto,. los papas de la segunda mitad del de los escritos de san Agustín.
-
siglo xv y principios del xvi se vieron absorbidos en gran medida ponla política La espiritualidad de la Devotio moderna y también el eva,ngelistno de cuño
italiana y no Revaron a cabo ninguna acción de gran alcance para responder a las humanista —que tuvo su mayor exponente en Erasmo— estaban reservados
exigencias refonnadonts. Mas éstas siguieron manifestándose en el interior de la más a las elites que a las masas. La lenta y constante búsqueda de una perfección
Iglesia, Durante todci el siglo xv se sucedieron una serie de iniciativas y tentati vas y elevación moral se traducía al menos implícitamente en un itinerario ético
arduo, que sólo unos pocos eran capaces de recorrer. Esta búsqueda se fundaba
encaminadas a rePrinzir abusos disciplinarios manifestados en las órdenes aso- tanto en una discipllea interior como en la confianza de poder recorrer con las
ciaciones religiosas. propias fuerzas el camino dula virtud y de la salvación. Un prolongado hábito
monásticas, a introducir formas res sobrias de piedad, a fundar cofradías y aso- colectivo, al contrario, bahía acostumbrado a los fieles al logro de las metas
Muy pronto algunos reaccionaron de modo radical. Desde la segunda mitad religiosas por vías más fáciles e inmediatas, como las prácticas piadosas,
las:limosnas, los votos, las indulgencias o el recurso a la intercesión de la
del siglo. xxv, John Wiclef (1330-1384) habla sostenido que los príncipes tenían Virgen y de los santos.
derecho a expropiar-al clero y a distribuir y administrar sus bienes en interés de
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EL SIGLO XVI
LA REFORMA PROTESTANTE Y LOS CONFLICTOS EUROPEOS 79
xvii y el xviii, la naturaleza llegará gradualmente a ser la instancia
suprema.tanto en las dimensiones de la política y eI derecho como en las de la
moral y el conocimiento científico, convirtiéndose finalmente en un criterio de
referencia para la verdad religiosa.

3. LUTERANISMO Y ANABAPTISMO

Mientras el nuevo emperador Carlos V estaba apoderándose


definitivamente de Lombardía y preparaba su supremacía sobre la península
italiana, el Imperid del que acababa de tomar posesión era presa de agitaciones a
las que el soberano intentaba hacer frente. •
La causa ocasional de los desórdenes fueron las tomas de posieión de un
monje agustino, Martín lanero (1483-1546), que entró en polémica con un domí-
nico apropósito de la asignación de indulgencias en el territorio alemán. Antes de
presentar y hacer circular sus 95 «tesis» (otoño de 1517),'Lutero había atravesa-
do una crisis interior que le había llevado a aproximarse a convicciones
dogmáticas contrarias a la doctrina tradicional. Impugnaba el derecho del papa
a distribuir los frutos de los méritos de Cristo y de los santos, aunque ésto se
encuadraba en una visión de conjunto a la que no pensaba renunciar. En la
primavera de 1518, al transmitir al pontífice 97 justificaciones de sus tesis
propuestas el año anterior, no dejaba de subrayar a modo de conclusión que no
se había retractado de ellas. Para Lutero, todo cristiano no podía ser sino un
pecador, digno de ser condenado sin apelación posible si no creía profundamente
poder salvarse sólo gracias a la misericordia de Dios (ésta era la justificación por
la fe). Por consiguiente, los sacramentos perdían su importancia como canales
de distribución de la pida divina: lo que contaba era una iluminación interior
por la que cada uno se aseguraba de que no le sería imputada su propia miseria
moral. Tal diálogo directo entre el creyente y Dios devaluaba no sólo los
sacramentos, sino también las buenas obras como títulos de mérito, así como la •

acción de los intermediarios entre el Salvador y los fieles. Estos últimos, pues,tc
eran todos de igual dignidad y todos sacerdotes, teniendo pleno derecho no sólo
a leer sino también a emprender el libre examen de las Escrituras, única base y
referencia infalible.
El luteranismo gozó de toda una serie de circunstancias favorables. Ante
todo, su divulgador tenía que haber sido entregado al cardenal Cayetano, legadosI
pontificio en Alemania: por•l contrario„el elector Federico de Sajonia lo sustrajo a
tal procedimiento; sosieniendo que Tio se tenía que arrestar al acusado antes de
que fuera juzga-dd como hereje por una universidad alemana y tras una discusión
públieaMuando luego León X declaró heréticas 41 proposiciones sacadas de los
escritos de Lutero y lo excomulgó (15 de junio de 1520), el fraile pudo impune-
mente echar a las llamas la bula papal ante los profesores y estudiantes de Wit-
tenberg. Al alio siguiente, más de un centenar de caballeros le escoltaron hasta la
Dieta d•Worrns, a cuya presencia había sido convocado. Protegido por un salvo-
conducto, rechazó retractarse y la Dieta lo expulsé del Imperio, aunque siguió
siendo defendido por el elector de Sajonia, cuya escolta le condujo a lugar
Quien Quien hubiera querido impugnar la
validez de tales formas de piedad y sustituir,
la.s, sólo hübiera obtenido un éxito amplio
y popular indicando a los fieles una senda accesible y
exenta de obstáculos,continuos.
I Una coyuntura particularmente favorable permitió a los
reformadores protestantes obtener en breve tiempo gran
número de seguidores y sobre todo dar vida a iniciativas
duraderas. Los resultados conseguidos no fueron en
modo alguno
provocados, ni menos
por la actividad aún adecuadamente explicados,
de las coi
fradías evangélicas O de la Dévotio moderna, ni por la
influencia humanista, ni
por el desdén haciados abusos eclesiásticos, ni por el
conjunto de ataques y de
cifticas que circtflatbn en 31)s siglos XLV y xv. Sí hubo un
elemento, en cambio,
1•e :i
qu pudo desempeñar un papel importante y que surgió
precisamente a lo largo
de los siglos xlv y xv', elemento que se concretó en una
concepción diferente de Dios y de las relaciones del
hombre con él.
El sentimiento de la divinidad es sin duda uno de los
menos fáciles de escu--- diliarrirey-ain ernbarg'o en los
siglos las, y xv ese sentimiento derivé bastante cla-
I
raml ente hacia varias.formás bastante divergentes. La
versión eclesiástica lo re-
priesentabralaajo un aSpecto antropomórfico, a la vez rey
providente y juez, tan
p5óximo allombre ¿pm° para que los intermediarios
(como la Virgen y los san. i tos) hicieran sentir el contacto
con él como algo fácil y casi directo. Contra esta l .
• .:t
representación tradicional se delineaba otra que, pot el
contrario, hacía de Dios un ser insondable y tejano, superior
a cualquier intento de comprensión por parte dá:liornbre,
severo é inescrutable. La primera imagen era
innegablemente más pó:pular y extendida,,ianagradable y
familiar como la de un padre comprensivo e inidifigenteaLa
segur da tenía sus precedentes en la teología negativa del
Medievo, quelportía a la diVinidad en la cima de una
amplísima escala de seres y subrayaba su
incognoscibilidad trascendente. De ello se derivaba, tanto
para Ockham cern° para.../Yeliff, que el hambre se
salvaba o se condenaba solamente por la WItuttad
insondable.de Dios. En otros términos: a la figuración
reconfortante y acomodaticia del Padre Eterno, inclinado
al perdón y a disponer las cosas como el !hombre
esperaba, se contraponía una imagen más autónoma y
severa, precisa-
' nta • le

ma porqbe a la labilidad de la moral hecha de


indulgencia y de intercesiones
sei quería oponer otra; hecha de rigor y de temor, fundada
en la conciencia de la
80 inluficiencia humana:y de la necesidad de atribuir todo
mérito a Dios. Aparte de esos aiquetipos"contrapuestos de lo
divino existía un tercero que actuaría cada vez .n
ampliamente, aunque poco a poco, en el desarrollo de
la
sensibilidad;' Este arquetipo era de hecho más bien de cuño
pagano y se basaba en el•sappesto de qué Dios se
identificaba casi con la naturaleza. Ésta era la raíz
.Ire
.

be éfica de todo don y toda virtud; no estando


corrompida y siendo originaria-
rn4nte•huen a, todos,15S hombres, aunque en grados
diversos, e.Ntrafan de ella sus
cualidades Y la iirdis4qtible capacidad-de realiz.ar el. bien,
así ¿O1110 todo cuanto
 led era- útil.' Esa natnikezz, concebida como
fijara", superior, se hallaba tambilnett la base de
las:leyes y los derechos fundamentales, definidos
precisamente cómo «naturales». Constituía a la vez la raiz
de la dignidad de todos los inclivictios, de la esfera
atitónoma de su racionalidad y de' su ética, y justificaba
sus in; dativas económical y sociales. En el transcurso
del siglo xvt, e• incluso del
EL SIGLO XVI Sólo Girolamo
Savonarola había
ro.. Sin lugar a dudas podido Utilizar en
aquel fraile agustino análogas
supo apelar al Genthrtiento circunstancias el
nacional de los alemanes, nuevo
entre qteienes encontró descubrimiento
en breve tiempo gran tipográfico,
número de seguidores. . aunque treinta
Con. todo, esta afioseriás, tarde la
solidaridad no fue el imprenta alemana
único elemento de que constituía un
se valió; se le unió instrumento
 otro no mucho ettás
menos importante: evolucionado, que
la propaganda por Lutero empleó a
medio de la fondo y
imprenta. La deliberadamente,
edición Sin embargo, el
clandestina de sus reformador encontró la
iniciales 95 tesis mayor caja de
conoció un éxito resonancia en la voz de
muy notable, que sus propios seguidores, a
tampoco faltó a la los que había reconocido
densa lista de sus con su teoría del
escritos sacerdocio universal el
posteriores, derecho a tratarlos
redactados con problemas religiosos y
uneexcelentaia- eclesiásticos. Aunque
lento de polemista.
en . la disputa pública de solamente el terreno más
Leipzig (julio de 1519) fértil para una revuelta
con Johann Eck éste. le andamena y
habla obligado a antipontificia, sino que
reconocer que el concilio era además el más apto,
.
de Constanza ya había, dividido políticamente
condenado corno heréti- como estaba, para la
cos algunos de los formación de partidos
asertos que él había opuestos. En 1525
vuelto á sostener, Lutero algunos príncipes
enseguida tuvo alemanes se aliaron para
ardorosos-partidarios: hacer frente a la
desde Carlstadt hasta propagación de la nueva
von Hutten, desde doctrina: inmediatamente
Franz von Sic fingen se coaligaron para
hasta Felipe Melanchton. defenderla el elector Juan
Este último a finales de de Sajonia, sucesor de
1521 presentaba or- Federico, y Felipe
denadamente la doctrina daHesse. La discordia
luterana en una más viva se había
afortunada y pequeña instalado así en el corazón
obra titulada Loci del Imperio, con todas las
conununes. Aquel ventajas .de parte de los
mismo año la ciudad de disidentes, que aquel
Constaaza rechazaba mismo afeo consiguieron
aplicar el edicto . de en la Dieta de Spira el
Worms-y en'1525 bacía rechazo de la aplicación
lo mismo la Dieta de del edic-
lertiremberg. Entre 1522 t o
y 1525 otras ciudadel, de Worms. Cuando en
1529 una nueva Dieta
como 'Erfurt, quiso volver a ponerlo
en vigor,
Magdeburgo,
Halberstadt, Breslau.y seis príncipes y catorce
Bremen, así como ciudades protestaron,
centros suabos similares, ganándose el epíteto de
protestantes, que desde
adoptaban e]
entonces designaría aJos
luteranismo. En seguidores de Lutero (y
Kiinigsberg el propio luego también a • los
obispo lo imponía en su demás reformadores de
diócesis: el gran maestre análoga inspiración). En
de los caballeros marzo de 1513 los
teutónicos, 'una vez protestantes llegaron a
secularizada la orden, establecer un auténtico
hacía otro tanto en pacto aunado, llamado
Prusia. Liga de Esmalcalda: era
Como se vio desde el la prueba de que la-
principio, el apogeo de la pequeña nobleza y
nueva doctrina habla muchas burguesías
sidopmmovido por los ciudadanas habían
apoyos seculares: .sin descubierto en el
.ellos,» su suerte habría luteranismo perspectivas
sido completamente que concordaban con sus
distinta. Alemania no era objetivos.•
En una medida basta  tantes en sus
entonces inhabitual e territorios. e
,
impresionante, todo tipo Si bien el pontífice
de autoridades civiles, pudo excomulgara aquel
bajo la fácil justificación arzobispo, que fue después
dele salvaguarda del destituido, ni el papa ni el
orden público e in- mismo emperador
LA REFORMA pudieron hker nada
PROTESTANTE contra los príncipes laicos
Y LOS que sin dudarlo manejaron
CONFLICTOS el movimiento reformador
EUROPEOS en beneficio propio. Se
atribuyeron toda una serie
cluso en nombre de su de poderes, como doterse
propia conciencia, se de instrumentos para
aprestaron a tomar ejercer el ius reformandi
posiciones en el campo independientemente de
de las creencias y las cualquier control de los
prácticas cultuales. Así, eclesiásticos o los
en Zúrich, a comienzos teólogos. El príncipe visto
de los años veinte, el como obispo se
burgomaestre enel transforMó en Soberano
consejo de la ciudad en el pleno sentido de la
proclamaron Su .dere- palabra, ampliando su
cho a intervenir en esta estructura administrativa,
materia. En otros interfiriendo en los
términos: la nombramientos
responsabilidad política eclesiásticos y en la
de los magistrados, formillación de la
sobre todd"We.leáree. doctrina. Hubo, pues, una
alemana, se tradujo; en, Reforma desde arriba
J,a reivindicación de acompañada de
legislar en el terreno centralizacioneS territo-
dogináticol:cultural y' riales y que • conllevaba
eclesiástico'''. libo. visitase inspecciones
incluso casos oficiales, así como
paradójicos, como el confiscaciones de bienes
del arzobispo de eclesiásticos. De acuerdo
Colonia Hermann von con la estructura del
Wied. Aunque su Imperio germánico, los
 preparac juristas de la
ión teológica era parte•protestante
escasa, este sostuvieron a fines de
príncipe del 1530 que los príncipes
Imperio otorgó electores no debían ser
gran crédito al considerados súbdites del
reformador emperador,' sino
Martín. Bucero y asociados con él para el
le prometió gobierno de Alemania.
introducir varias ,
Serían, pues, estados
innovaciones territoriales contrarios a los
protes-
Habsburgo los que
hicieran posible la no sorprende que en el
victoria protestante en la campo de los ritos el
Dieta de Augs- conflicto no. pareciese
burgo de 1555. tan tenso a los
Por lo demás, las contemporáneos. Mucho
prédicas 'de Lutero no se más llamativa era la
limitaron a los problemas consecuencia de la
religiosos, y las doctrina- según la cual
consecuencias derivadas todos los cristianos eran
de ello pudieron aparecer partícipes del sacerdocio,
como las novedades más lo que conllevaba que el
interesantes. Aunque clero no había de ser ya
algunos de sus seguidores una casta separada, que
adoptaron posiciones más sus miembros podían
radicales que él, Lutero casarse y que habían de
no revolucionó la vida abolirse los conventos.
cultural del fiel. El El mismo Lutero se casó
confesionario se con una monja,
conservó y gran parte del Katharina von Bora, con
servicio•religioso siguió la que tuvo seis hijos.
desarrollándose corno Estas innovaciones
antes. Lutero no tenía un sugerían otras, o al
programa litúrgico muy menos muchosintentaban
claro e innovador. Los esforzadamente llevarlas a
luteranos mantuvieron cabo. En <Una situación
prácticas y tradiciones que se había hecho tan
parecidas, y sobré todo a fluida trataron de
nivel popular no hubo en imponen sus exigencias
este ámbito graves varias categorías
tensiones. Hasta 1550 sociales: en primer lugar
aproximadamente, los campesinos, con
muchos sacerdotes tantas aspiraciones
siguieron celebrando sin insatisfechas desde hacía
dificultades tanto para tiempo. Lutero sostenía
los viejos creyentes que
como para los nuevos, y •
 . Itt■ I 1 14 . . •
G T i , , • t

82 tendían a rebelarse frente


la: fe la daba la gracia dé a los abusos y los
Dios, sin relación alguna gravámenes feudales o a
con el grade de la partición de laos tierras
instrucción, y que todo comunaleS.
cristiano era un hombre !. Es fácil imaginar qué
libre no subordinado a poderoso grupo•de seguidores
nadie. Lo que en realidad tuvo Thomas Müntzer
quería decir es que esa  (11489-
libertad no era la 1525) cuando anuncié
exterior, política o social, a los campesinos que
sirio la in. terior, Percales eran ellos los elegidos,
masas rurales no los destinadosl
percibían del todo la vencer á los
distinción del teólogo y príncipes y los
grandes personajes De hecho, en 1534
que querían impedir los anabaptistas con-
triunfo del. Evangelio. siguieron
Los predicadóres apOderarse de
radicales o «profetas de Ivltinster, en
Zwickau», cárnd se Westfalia, e
ildm15 a su núcleo más instaurar un régimen
radical, que se pusieron a radical bajo la guía
la cabeza de los alde- de Juan de Leyden.
 /nos, dieron Durante casi un año
origen; al se impuso el reparto
movimiento de todos los bienes
anabaptista. Según (incluidas la casa y la
ellos, en efecto, alimentación) y se
tenían qUe volveráe instituyó la
a baudzai para poligamia: se'deciaró
constituir fuera de curso el
comunidades de dinero. Pero-la
santos, en cuyo seno represión por parte de
todo-sería-repartido las tropas episcdpales
equitativamente -Los no tardó. en
mismos luteranos, imponerse y en
príncipes y nobles dispersar a los
sobre todo; exaltados (24 de
tornaron .las armas junio de 1535). •
contra los Lutero dedujo de esas
revoltosos. Tras experiencias que las masas
varias vacilaciones alemanas eran incapaces
de asumir la
Llitero se inclinó á responsabilidad de sil
fOor de los nobles y propio destino espiritual y
los exhortó a que había que salvaguardar
exterminarlos, corno el orden constituido de
efectiVamente modo que los príncipes
asegurasen el éxito de su •
aleaeció
ea•Prankenhaulen S forma. Se percaté de
(15 de.mayo de que sin su apoyo ésta no
podría consolidarse, pero
1525): Müntzer fue en contrapartida hizo
captu'iMo y luego suyas las exigencias del
ejecutado. 1-a breve Estado. Era innegable que
llamarada que la doctrina del sacerdocio
ardiera en el verano universal reforzaba. los
de 1525 en eltsur de poderes de los
Alemania se reavivó gobernantes y que el
lutera-
un decenio más
..
tarde:en el valle del
Rin. Allí reapareció niismo les atribuía
aun más viva la una•mayor
convicción de que el responsabilidad social. Si
fin de los tiempos la autoridad civil tenía el
estaba cerca e la a deberdereformar la
instaurarse Iglesia,:y tutelarla, de ello
nnai.•ueva Jerusalén. se derivaba que dicha
autoridad no erliconitaría égida a todos los creyentes.
resistencia aunque se Cierta:riente no podía
inmiscuyera en cuestiones encontrarse prueba más palmaria
religiosas. Era obvio que y decisiva de la pérdida de
en la situación aleinana el prestigio y autoridad del
luterábismo constituía pontífice romano, y además la
para los príncipes un división alf introducida revelaba
arma centra el emperador hasta qué punto se había
y los señores que seguían. impuesto la preponderancia del
siendo católicos. pon poder civil sobre el religioso.
todo, aún era mis claro Anteriormente los soberanos
quecon esl alianza entre tampoco habían tolerado que se
eltrono.*: el altar implantasen en sus territorios las
protestante se introducía
diversas creencias o las doctrinas
contrarias a la común ortodoxia:
en laieséena'edroPe‘ala
dé todos modos, más allá de
prernisá ¿le toda aria
cada Estado la religión seguía
¿leva Se134-de conflictos siendo única no sólo en su
gaves. La política del interior, sino también en el ex-
continente se volvía terior. Ahora uní número cada
singularmente vez más importante de príncipes
complicada, dado que a no vacilaban en _abrazar
las contienda dínástiCas unnfonua de-religión nueva y
y a laá:rivalidades pa muy discordante, y seguían
Ti. suintinifda de las exigiendo a sus súbditos que.
potencias se atladían los siguieran e imitaran. Por lo
cómo motivo de conflicto demás, esto no excluía lo que
las disensiones y a veces sucedió: no sólo que un
hostilidades de país tuviera que pasar de una
naturaleza religiosa. confesión a otra, sino incluso
Pdra consolidar él éxito que volviera a la anterior o
de'sus doctrinas, Lutero aceptara una tercera, siguiendo
no vaciló en emprender los cambios de postura de sus
un canalllo gobernantes.
perfectamente conocido
y practicado, y ello pese
a que sus implicaciones 4. PRIMERA DIFUSIÓN DE LA
LA REFORMA PROTESTANTE Y LOS REFORMA
CONFLICTOS EUROPEOS
Mas la obra de Lutero
eran una importante novedad en n'o tuvo sólo estos
el marco de una situación resultados, y ello se debió
profundamente cambiada. De
modo que la gran aportación a sus notables
del luteranismo fue la ruptura repercusiones en el
de la unidad confesional propia ámbito cultural.
del mundo católico. Convencido de que la
Con ayuda de los príncipes, Biblia era un texto
Lutero no dudó en constituir accesible a cualquiera
una auténtica iglesia diferente que la leyese con los ojos
de la de Roma, que hasta de la fe, preparó una edi-
entonces había reunido bajo su ción alemana completa,
ilustrada por Lucas promovida, fueron las
Cranach (1534): la obra autoridades municipales
tuvo antes de su muerte 84 quienes suprimieron el
ediciones diferentes y 253 consistorio central de
reimpresiones, con pastores que se había
innegables beneficios instituido. Los
para la lengua nacional. reformadores de dicha
El sector de la enseñanza ciudad tuvieron que
fue profundamente contentarse con los
influido por el consejos parroquiales, en
luteranismo, ya que pasó los que había también
de manos de la Iglesia a representantes del
las de los magistrados gobierno civil. Se
seglares: se intentó llevar tendía,pues, a la
a cabo una enseñanza aplicación de un principio
general obligatoria, laica que seguía sin te-
y técnica, además de
religiosa. Desaparecidas
las órdenes monásticas,
la asistencia social fue
confiada a las parroquias
y a las comunidades: gran
número de monasterios
fueron transformados en
hospitales o manicomios.
En conjunto, las
colectividades luteranas
se vieron investidas de
toda una serie de deberes
sociales, lo que contribuyó
al desarrollo del sentido
cívico de las poblaciones.
Lutero no fue sino el primero
de una larga lista de
reformadores que intenta-
., ron organiaar iglesias
alió/lomas que
respondiesen a sus
doctrinas pero fueran
obedientes al poder
constituido: Así, en
Estrasburgo Martín Bucero
(1491-1551) nunca negó a
los magistrados civiles la
facultad de dar directrices
a la iglesia lo- cat'En
T'asilen, donde
Ecolampadio (1482-1531)
había intentado mejor
salvaguardar la
independencia dula
comunidad religiosa por él
• re

85
LA REFORMA PROTESTANTE Y LOS CONIL1CTOS EUROPEOS
84 EL SIGLO XVI
La difasidn de la Refonna entorno a 1530
ner en cuenta la libertad de laeconcieneias: cuius regio ciu.9 religia; todos hablan
de acostumbrarse a seguir la confesión de su propio estado.
Suecia (que comprendía también Finlandia). independiente desde 1523, se
orientó progresivamente hacia la Reforma. Tras la Dieta de Vásteras (1527), el
representante oficial del partido católico fue expulsado del país y el poder espiri-
tual quedó concentrado en manos del rey Gustavo Vasa (1523-1510); 14e-Ileeó a
cabo una enérgica política eclesiástica, confiscando vastas 'propiedades que ha-
bían pertenecido al clero. Entre 1526 y 1536 Dinamarca y Noruega se acogieron
al luteranismo, que naturalmente siguió difundiéndose „peril 'apea y engro-
sando la Liga de.Esmalcalda, La gran victoria militar que obtuvo Carlos V sobre
los protestantes alemanes en Mi lelberg (24 de abril de 1547) no pudo restablecer
la situación y sus efectos fueron pasajeros. Alemania, aunque reconoció como
emperador al hermano de Carlos V, Fernando de Habsburgo, se vio dividida en
el plano religioso en dos zonas desiguales. Mientras Baviera y la parte occidental
(valles del Mose. y del Mosela ¡gran parte del valle del Rin) seguían siendo ca-
tólicas, el resto —cerca de dos•ercios del territorio— fue desde entonces protes-
tante: la Paz de Augsburgo (1555) sancionó esta división confesional:
El primer gran país externo al Imperio que adopta el protestantismo fue In-
glaterra, 'donde las instituciones eclesiásticas no gozaban de mucho prestigio y
habían sido vigorosamente atacadas desde tiempos de Wycliff, La segregación
respecto de Romaesin embargo, se produjo por motivos singulares y de modo
muy concreto. Pues Enrique VIII, que incluso había escrito un tratado contra r Y r'Wb" beem911914Phern
Latero y en defensa de la doctrina tradicional, se dirigió al papa en 1527 para ob- l'irviThboutir./105.'a"'"--1-Nrds,li:93,:i„,.bur::.;:5*.-
tener la anulación de su matrimonio con Catalina de Aragón. No habiéndole ..ucl.13:11::::. Y.: o ,, m.m71:.nen
obtenido, decidió pese a ello casarse con Ana Dolerle, sirviéndose de la anula- 1..."'..5«.'.
)
ción dictada por el arzobispo de Canterbury, Thomas Cranmer (mayo de 1533).
La energía que tan escasamente había mostrado Roma contra Lutero y sus pri-
meros seguidores se.manifestó ahora: el rey, la reina y el prelado fueron exco-
mulgados (julio de 1534). Pero Enrique VIII ya.habfa adoptado medidas auda-
ceá y no se echó atrás. En febrero de 1531 se había hecho reconocer como
protector y jefe supremo de la iglesia de Inglaterra; al ano siguiente habla impe- 1. Estados y ciudades adheridos ata reforma luterana. 2. Ciudades adheridas a la reforma de
dido que se recaudaran en su reino y se enviaran a Roma las «anualidades» ha- Suizay de Estrasburgo. 3. Reforma anglicana. 4. Zonas cor¡ notables infiltraciones, de la
bituales. Tras la condena papal, en noviembre de 1534 se atribuyó el derecho a Reforma- 5. Acuerdos políticos y religiosos de Wittenberg. :
reprimir la herejía y a excomulgar, exigiendo a la vez y sin encontrar casi resis-
tencia que los miembros del clero, la magistratura, la burocracia y la universidad 1543 incluso recomendó la devoción a la Virgen y a los santos y prohibió la lec-
jurasen reconocerlo como supremo jefe religioso: todo adulto estaba igualmen- tina privada de-la Biblia. "
te obligado a ello. Suprimidos los monasterios, sus vastos bienes fueron confis-
cados por la corona, que a su vez los vendió asegurándose así el valioso apoyo La coherencia de la política religiosa aún menguó' con los sucesores de Enri-
que VIII, en parte porque el primero, Eduardo VI (1547-1553), subió al trono 1549
de la clase terrateniente que los adquirió. Desde entonces eligieron los Obispos, con
como antes, los cabildos de las catedrales, si bien la lista de los candidatos tenía sólo nueve años. Entre 1547 y 1548 se sintió la influencia luterana; y entre
gire ser aprobada previamente por el rey. Las.ceremonias católicas y el culto de y 1553 la calvinista, con una sucesión de cambios eclesiásticoá y litúrgicos (gran
las imágenes se mantuvieron, así comó las oraciones.por los difuntos y el dog- parte de las obras de arte sacro se perdieron al tiempo que los altares eran susti-
tuidos por simples mesas). Los cinco años siguientes de reinado de María Tudor
ma de la transustanciación eucarística. En torno a 1536 pareció que el soberano
abría las puertas al luteranismo, pero al año siguiente restableció la práctica de
los siete sacramentos y en '1538 prohibió el matrimonio de los sacerdotes; y en
EL SIGLO Preponderante que.adoptó la,
XVI
satisfacción de las necesidades de la
.(1553-1558) permitieron a Inglaterra sociedad laica y las exigencias
volver a ser católica: el Parlamento
terrenas. El punto crucial de la actitud
aceptó la reconciliación con Roma,
religiosa luterana —el compromiso
aunque rechazó restituir las tierras
directo del cristiano con Dios, el pacto
confiscadas a la «Iglesia (3. de enere.de
de la fe que se proclamó y que los
1555). Una minoría de protestantes, no
también los: demás reformadores
obstante, cometió varios actos
adoptaron— remitía a una autonomía in-
sacrílegos y la reina desencadenó una
dividual que se oponía a la disciplina
severa represión que mandó a ;la
dogmática,
hoguera a 273 personas,. entre ellas el
El éxito de las distintas reformas
arzobispo Cranmer. Esto provocó pro-
señaló el inicio de la decadencia del
fundos resentimientos Y una duradera
monopolio cultural en sentido lato, y
aversión popular al catolicismo,
por tanto también civil, del cristianismo
Además de los motivos personales de
en la vida de Occidente. Pero no
Enrique VIII, la separación de la
tardaron en surgir nuevos problemas,
iglesia-inglesa se ',debió a la escasa
pues la necesidad de una organizaciÓn
implantación en la población de la Iglesia
eclesiástica seguía sintiéndose con
tradicional y a cierto ¡anticlericalismo de
fueza.. En el seno del vasto fenómeno
la burguesía y de la pequeña nobleza. Sus
protestante se manifestaron tendencias
representantes en el .;Parlamento
opuestas tanto a la izquierda COmb a
favorecieron la política de lá corona,
la derecha del tumbo central luterano:
que tendía a subordinar la esfera
eliminar eón más las Contradicciones,
eclesiástica a los intereses de estado.
dar.araplio cursq a la crítica yea la
libertad de pensamiento y de conducta y
ERASZvIO, ZUINGLIO Y CALMO Volver a asumir la dirección de las
La revolución luterana había conciencias y de las creencias.
provocado en los países del norte de Circunstancias una vez más.de
Europa, directa o indirectamente, naturaleza no religiosa permitieron que la
repercusiones no sólo religiosas, sino segunda tendencia prevaleciera'solire.la-
palnera.. En uña fase daihoque frontal
también políticas y sociales, además de
e inevitable era natural que la dureza
culturales. Pese a sus turbulencias y sus de tal posíciones d'octrin'aleS, afirgilaS
conflictos, pese a las tensiones)/ los y nuevas,. volviera a imponerse
traumas, la situación del siglo xv sobre•la tolerancia y el plural-falo:
esnuichtsinio más sencilla que la del epritodo, una vez abiertaS las
siglo siguiente. En el transcurso.del compuertas, las agües no siempre
siglo XV fueron aumentando la inco- pudieron per reconducidas al interior
Modidad frente al magisterio de la del embalse y a menudo lo fueron
Iglesia y la exigencia de formular sólo.provisionalmente. Frente a las
autónomamente lospropios juicios iglesias que se reconstituían se
morales. Por otro lado, en los siglos xlv mUltiplicarodlas sectas y pulularon
y xv la religión había desempeñado de quienes de un modo u otro preferían
modo bastante inadecuado sus
funciones éticas en la sociedad. Las LA REFORMA PROTESTANTE Y
LOS CONFLICTOS EUROPEOS
reformas del siglo xvi se diferenciaron 87
de las precedentes corrientes en
apariencia análogas por una insólita apartarse de la ortodoxia. A la
dosis de anticlericalismo ypor el puesto primera reforma, llamada grosso
modo luterana, le siguieron muy racionalidad y una búsqueda de la
pronto por un lado la heterodoxia conciliación, así como de la disposición
manifiesta y el liberalismo más o a la tolerancia. Lutero y Erasmo, tras
menos oculto, y por otro las unas buenas relaciones iniciales, no
confesiones de nuevo rígidamente podían dejar de enfrentarse, y de modo
encuadradas. significativo lo hicieron en el campo
Un primer ejemplo de este de .1a capacidad del hombre para
trabajoso encauzamiento de las colaborar con la gracia divina. Erasmo
opciones y de los más complicados no quiso admitir que después del
procesos éticos y religiosos es el de pecado original el cristiano hubiera
Erasmo y sus seguidores, que eran en perdido por completo la posibilidad de
muchos casos influyentes. El contribuir a realizar buenas acciones. El
humanista holandés, en efecto, encar- humanista no podía aceptar que, tras el
naba tendencias aparentemente sacrificio de Cristo, que había
contradictorias, muy características de la redimido al hombre, sin la gracia la
época y compartidas por gran número razón y la voluntad del fiel hubieran
de fieles. En especial una forma de quedado radicalmente corruptas e
anticlericalismo que se expresaba, impotentes.
por ejemplo, en la ironía referente a Con todo, en su obra de 1524
un pontífice como Julio II, que se sobre el libre albedrío (a la que
servía de la espada con más placer Linero respondió al año siguiente con
que de la tiara, o la crítica abierta del la suya sobre el «siervo albedrío»)
fomento por el clero de fOrmas de Erasmo insistía además en que no era
culto supersticiosas. En segundo lícito poner en peligro la unidad de los
lugar, -una-clara tendencia a-situar el creyentes por una cuestión. tan ardua:
núcleo -de 1a-religiosidad en el él permanecía en el seno de la Iglesia
mensaje evangélico y en la «filosofía romana (como también permanecieron
de Cristo», que hacía del HoMbre- gran Arta de sus seguidores). Lo
Dios centro y modelo de la vida ética. contrario sucedió con el sin embargo
En tercer Jugar, una simbiosis de erasmiano Ulrico Zuinglio (1484-
humanismo y cristianismo que im- 1531) y sus partidarios. Este
pedía considerar al hombre reformador suizo, tras haber intentado
totalmente desprovisto de medios suprimir varias prácticas
para salvarse, de modo que valoraba, supersticiosas en su época de
incluso en el plano religioso, la Erlsiedeln, pasó a ser
voluntad y la capacidad de educarse. párroco de la catedral de Zúrich, y
Desde tal punto de vista Erasmo entre 1520 y 1525 impulsó a esta
consideraba que la cultura era un . ciudad hacia el protestantismo.
elemento vital de las creencias y un Admirador de los grandes escritores
fermento crítico de carácter laicó e antiguos e inclinado a admitir que se
implícitamente antidogmático. La «vía salVaron aun siendo paganos, Zuinglio
erasmiana» respondía bien a las creía en la predisposición del hombre
exigencias de la minoría culta, y fueron a la virtud. Dios. era fuente de la bon-
muchos quienes la siguieron y dad, aunque las criaturas no pudieran
practicaron en .numerosos paises participar de ella; de ahí que la forma
europeos e incluso en el ejercicio de más auténtica de culto fuera el
las funciones directivas y de gobier- esfuerzo por alcanzar un grado de
no. Esto no implicaba una ruptura justicia e integridad moral cada vez
institucional, antes bien una mayor más elevado. Zuinglio se diferenciaba
bastante claramente tanto
8 . Con
todo,
8d
Dios
el conce
suizo día
es• los,
le medfo
libera s
ba de p91.1-
la eblde-
necesi cer a
dad de su ley
pecar sólo a
y le los
permit elegid
ía os; a
cumpl los
ir la escogi
vo dos
luntad por él;
de y al
Dios. mismc
Sin a
duda tiemp
alguna o,
el coino
mensa existía
je y el la
sacrifi predes
cio de tinació
Cristo n, los
habían predes
hecho tinado
conoc s .
er la .tenían
impos que
ibilida constit
d de uirse
hacer en una
el bien co-
y munid
vencer ad
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92 EL SIGLO XVI LA RE FORMA PROTESTA NTE Y L OS CONFLICTOS EUROPE OS 93

En la segunda clécada_del siglo xvi Maquiavelo había criticado con vigor ló- Genealogía de Carlos V
gico la visión cristiana expresando una clara preferencia por la religión de los
antiguos paganos. En•1537.Bonaventure des Périers había tachado a Cristo de
irrx- BORGOÑA HABSBURGO ' , 1 * Atóm CASTILLA
postor en su Cyntbalum niundi; hacia 1531 Miguel. Servet había publicado es- I 1 1
critos en que negaba el dogma de la Trinidad: en su Christianisnzi •estitutia, de M- axirniliano -1"-- ''' .7 ::-,...., 'Fernando JI /sil& l'.:

1553, el médico español negaba además el pecado original: Hacia 1520 Carlstadt, (1493-15191 i.. (1479-1516) (1474-15044" — -
I_____________1 '
en nombre de la prioridad del espíritu sobre la letra, había atribuido a las Escri- 1
turas una importancia relativamente secundaria, tnaistiendo en la inspiración in-
terior cine transforma y deifica gradualmente al elegidoanonio tantos otros li- Isabel Juana Catalina
Felipe eI Hermoso Margarita Juan /casa con
t la Loca
bertinos espirituales, Carlstadt era partidario de una comunidad libre de laicos Enrique VIII
de Inglaterra)
iluminados. No todos los anabaptistas fueron partidarios desde su aparición de la
violencia para implantar el reino de Dios. Desde Suiza hasta el sur de Alemania, María Tudor

desde Austria'hasta Moravia y los Países Bajos, otros (como Balthasar Hub-
maier) reivindicaban el derecho a.organizar su propia secta con independencia de
los estados y las iglesias del Estado.. Sebastian Franc4 (1499-1542), por su parte, Isabel Fernando! María Catalina
(case con
Carlos V (emperador: 1658-1554) (cesa can
era hostil a toda iglesia organizada así como a las ceremonias, a las imágenes sa- anos
(1616/555) (casa con
(casa con Luis II Juan lli de
(case con Isabel Cristián II de Hungría) Portugal)
gradas y a los edificios de' ulto, mientras que Sébastien Castellion (1516-1563) de Portugal) Dinamarca)' A n a d e H u n g r í a )
negaba el derecho a.dar muerte abso herejes. Libertad, razón y tolerancia eran va-
lores que seducían, aunque sólo fuera por contraste con la ferocidad de las luchas r---- • Isabel • Mi:dm/llano II
religiosas y con eI renacido dogmatismo. Juan Dorotea Cristina
(emperador: 1504-1570
(caia con
Francisco Sforza,
duque de Milán)
7. CARLOS Ana de Austria

• Juhn de Austria madi jp ana


Exactamente a un siglo de distancia, dos emperadores, Segismundo y Carlos María Felipa II
de Portugal 0551159
(Ilegítimo)
V, tuvieron que hacer frente a la herejía, a la reforma de: la Iglesia y al:peligro
turco: los comportamientos de uno y de otro fueron, análogos. Al menos exte- 1_________
1`I Felipe III
riormente, sin embargo, el poder de Carlos V parecía mayor que el de su prede- Don Carlos
(1598-1921)
015681
cesor: además de la corona húngara, unía a su cetro imperial la corona española
y la joveripotencia transoceánico, de los castellanos, en continuo desarrollo. Et1.
contrapartida, frente a los dominios de los Habsburgo (tan extensos que en su te-
rritorio nunca se ponía el sol) se erigía ahora no sólo el expansionismo otomano, Frente a la herejía, desde luego Carlos V no se mostró inactivo. En los Países
sino tarnbiln la decidida. acción de Francia. Carlbs V soñaba con restablecer el Bajos organizó un sistema de vigilancia religiosa semejante al de la Inquisición
prestigio del Imperio. y convertir a su jefe en árbitro de los destinos continenta- española e hizo publicar toda una serie de ordenanzas sumamente rigurosas. Los
les. No obstante, pese a perseguir su objetivo durante más de tres décadas, fi- más perseguidos fueron los anabaptistas, relegados a la clandestinidad y reduci-
nalmente tuvo que reconocer que no lo había 'alcanzado. Como había acaecido dos a grupos aislados. Frente ala propagación del luteranismo el emperador pro-
en Italia en el siglo xv, en el ámbito de la .europa del xvr las fuerzas existentes movió rápidamente la convocatoria de un concilio con la esperanza de subsanar
eran demasiado vigorosas para que un solo Estado, por grande que fuera su po- las divisione¿ confesionales. Pero sus esfuerzos fueron demasiado tardíamente
der, pudiera someterlaS o al menos dirigirlas y armonizarlas.' Corno antes en Ita- coronados por el éxito, del mismo modo que fracasaron los dedicados directa-
lia, ahora en Europa cada Estado perseguía una política absolutamente exenta de
mente a obtener la paz en Alemania. En 1530, en Augsburgo, Melanchton,•orta -
prejuicios y abierta a todas las alianzas 'que parecieran eficaces y provechosas.
voz de los protestantes, intentó un encuentro con los interlocutores católicos,
Francia sola no podía hacer-frente a loá 'Habsburgo, cuyos territorios práctica-
mente la rodeaban hacia .1530; pero no le fue difícil apoyarse en los principales pero el propio Carlos ,V rechazó en bloque las confesiones de fe 'de los reforma-
adversarios del emperador para liberarse en definitiva del bloqueo -a que estaba dores. En 1541, en Ratisbona, el legado pontificio logró incluso llegar a un acuer-
sometida. do con los luteranos sobre el problema crucial de la justificación por la fe, pero
los términos del acuerdo no fueron aprobados por el papa ni por Lutero y Calvi-
94 EL SIGLO XVI LA REFORMA PROTESTANTE Y LOS CONFLICTOS EUROPEOS

no, En el ámbito eclesiástico quedaba la posibilidad del concilio, que


finalmente se inició en 1545. Pero en. el ámbito político, especialmente en el
alemán, se dio primero la palabra e las armas (que se batieron en Mühlberg), y
luego a la constatación de la imPosibilidad de entenderse. La paz religiosa de
Augsburgo no hizo sino sancionar la división entre principados católicos y
principados protestantes (cursis regio, eius religio).
La actividad de Carlos V no fue en lo esencial más afortunada en su enfren-
tamiento con Francia, pues a partir de 1530 Francisco I no vaciló en emprender
dos caminos poco acordes con su titulo de rey Cristianísimo, aunque política-
mente rentables: el apoyo a los príncipes protestantes, adversarios del
emperador,
entendimiento.con los turcos. Fue ya con apoyo francés como el duque de
Baviera, católico pero contiario a los Habsburgo, se alió con el landgrave
luterano de liesse para restituir al dtique de Württemberg el Estado que en 1.522
le había quitado Fernando, hermano de Carlos. V. Más tarde, a partir de 1536, se
reanudaron las hostilidades entre el emperador y Francisco 1, que sólo
concluyeron tras la muerte de ambos, después de una sucesión de tratados de paz y
fases de conflictosermados y victorias alternas en diversos frentes. El nuevo rey
de Franela, Enrigne 1:1 (1547-1559), intensificó todavía más sus vínculos con
los príncipes protestantes alernanes, lo qué le permitió ocdPar, con su
conformidad, las plazas fuerteljmperialés de Mera, Toul y Verdón (primavera-
verano de 1552). En el campó italiano, en cambio, los franceses vieron cómo se
les escapaba de las manos una pieza con laque habían contado: la república de
Siena. Atacada por fuerzas conjuiltas hispabeflorentinas, tras un largo asedio se vio
obligada a capitular, quedando anexionada al ducado de Cosme I de Médicis
(1556). Mientras un cuerpo expedicionario enviado por Enrique 11 intentaba
aprovechar el favor del Pcintífice Pablo IV Para poner fin a la hegemonía
española en la península italiana, Felipe'lI (1556-'1598), sucesor de su padre
Carlos V, que había abdicado, ordenaba atacar dire¿tainente a Francia. El
condestable de Montmorency fue claramente derrotado !por Manuel .Filiberto
de Saboya ante las murallas de San Qtünfit. gire fue sitiada y tomada (agosto de
1557). Aunque esta victoria no pudo s'e- adecuadamente! aprovechada con una
marcha sobre París, Francia aceptó Poco después firmar• tratado de Cateau-
Carnbrésis (3 de abril de 1559). Enrique Il abandonaba oficralmente sus
pretensiones al reino de Nápoles y al Milanesado incluso aceptaba evacuar el
territorio saboyano, que era. desde 1536 óptima base O
Tartida para las
'Intervenciones franceses en Italia. Junto con Saboya, se devolvía el Piamonfe
duqiie Manuel Filiberto, con excepción de Pinerolo y Sa' li zzo, A partir de
entonces el principado, así reconstituido, gravitará durante varias décadas en
la ;órbita española, al igual que la Toscana de los Médicis y Génova.
Pinalmente Francia renunciaba también: a sus derechos sobre Artois Flandes,
aasíaiioVaja reciente.conquistdae*Córcega, que volvía a quedar bajo dominio de
la república fi ger.
Mientras que los príncipes luteranos alemanes habían sido algo más que un
obstáculo para Carlos V, al sustraeile muchas fuerzas en su prolongada lucha
Contra Francisco 1 yi Enrique II, un adversario aún más temible que el francés lo
divo ocupado durante'décadas en el opuesto frente balcánico y en el berberisco
96 EL SIGLO XVI LA REFORMA PROTESTANTE Y LOS CONFLICTOS EUROPEOS 97
del norte de África. A diferencia de los estados occidentales, el imperio otomano
tenla como objetivo principal la expansión armada en dirección a Europa. Esto
es, toda su estructura interna estaba concebida en fiinción.de la guerra, de modo
que el organismo estatal venía a ser una inmensa máquina bélica. Como todo ti-
tular de una propiedad territorial (rimar). que.,Istuvieya por encima de un rédito
determinado se hallaba obligado COMO rnUitto'aprestar servicio_militar a c4ba-
llo, a su vez quien militara. en el ejército victorioso podía ser dotado dollnios te-
rritoriales ettlantieva región conquistada. Por otra parte el timar lin se transmitía
necesariamente de padres atijosade modo 'que" las dearal podían ser redistribui-
das entre quienes se distinguielen en la .guerra: En cuanto a los pueblos someti-
dos, por un-lado quedaban obligados.-párla administración turca a pagar un con-
junto de tributos y prestaciones variables Según, .1aS.necesidades bélicas, y por
otro.. muchoá de sus integrantes —para conservar la posesión de sus tierras o
eventualmente para recuperarlas— participaban en las operaciones militares jun-
to a los turcos.
Así pues no es sorprendente la serie casi ininterrumpida de derrotas cristia-
nas, ya ceie ninguna potencia europea estaba organilada de un modo tan vasto y
coherente en función del ataqué y-la expansión armada. Al empuje agresivo, ba-
sado en la labor de hacer, a guerraSanta contra los infieles no musulmanes, se
unía el interés peraonal'deloloontbatientes, basado enla perspectiva no sólo del
botín inmediato, sino .tiirribiln,de beneficios notablel y vitalicios obtenidos
tras cada conquista. IneliiSO lareligión de lás comunidades sometidas era aprove-
chada por los otomanose.a.Cainbio del pern* liso para practicar sus cultos respecti-
vos, esos pueblos tenían que abonar tributos especiales que financiaban las fu-
turas campañas' En cuanto a las fuerzas armadas, además de utilizar las
propias e inducir a reforzarlas a elementOs de los pueblos, sometidos, no dudaban en
constituir milicias escogidas haciendo uso de su autoridad sobre los jóvenes de las
poblaciones cristianas. Estos jóvenes, originarios sobre todo de los Balcanes, eran
deportados, sometidos a un rígido adiestramiento militar, convertidos a la reli-
gión musulmana e integrados en un cuerpo especial de infantería cuyoá miem-
bros se denominaban jenízaros. Verdaderos »soldadoS profesionales que. incluso
tenían prohibido casarse (al Menos hasta la primera mitad del siglo xvi), los jení-
zaros constituían el micle&y la flor del ejército: eran entre 20.000 y 30.000 hom-
bres y formaban la fuerzaarrnatia Más disciplinada de la época.
A fines del siglo xv y comienzos del xvi la expanáión turca quedó relativa-
mente frenada en los Balcanes, fueraprir la prolongada y eficaz resistencia de los
húngaros o por el conflicto que enfrentó al sultán y al sha de Persia. Selim 1
(1512-1520) atacó a los persas. y sus tropas incluio :lógraron ocupar Tabriz
(1514), pero no. doblegar al adversario. En otra dirección, sin embargo, los oto-
manos obtuvieron enseguida resultados muy notables, pues enfrentados de
nuevo a Egipto, alcanzaron la clamorosa victoria que en vano liatikan'intentado
obtener en una guerra precedente entre 1484 y 1491. En 1516 las fuerzas•turcas
ocupaban Siria, Palestina y el mismo
Egipto. Incluso Arabia, que basta
entonces dependía de Egipto, pasó a
estar bajo sil dominio, que se extendía
así hasta el golfo Pérsico y. el océano
Índico.
• EL SIGLO XVI
LA REFORMAykOTESTANTE Y LOS CONFLICTOS EUROPEOS

Esta espectacular ampliación del imperio fue acompañada inmediatamente Reparto del imperio de Carlos V
por otra. Especialmente tras la expulsión de los moros de su reino de Granada, en
los núcleos litorales del norte de África se habían constituido numerosas bases de
piratas musulmanes, en particular en Bujía: el intenso tráfico marítimo de aque-
lla zona se vela así expuesto a sus ataques inesperados. Los españoles reaccio-
naron vigorosamente (corno antes los portugueses en las costas marroquíes) pa-
sando a la ofensiva. En 1497 habían ocupado Melilla, en 1505 Mers-el-Kebir, en
1509 Orón y en 1510 Bujía y Trípoli. Finalmente en 1515, aunque sin ocuparla,
habían logrado neutralizar Argel estableciendo una guarnición en el islote que
controlaba la entrada a su piterto. Pero, entretanto, fuerzas navales turcas com-
puestas en buena parte por unidades corsarias armadas en el Egeo habían empe-
zado a establecerse en el norte de África. Tras apoderarse primero de la isla de
Djerba y hiego de Cherehell, su jefe aceptó la invitación de los argelinos a esta-
blecerse en su ciudad, pero sucumbió en un encuentro armado con los españoles
ante las murallas de Tremecén. El mando de los corsarios fue asumido entonces
por su hermano Khaireddin, conocido luego como Barbarroja. Para enfrentarse
mejor a los españoles,. Khaireddin apeló directamente al Diván, que lo nombró
lugarteniente suyo (1516). De este modo se instalaba en el Mediterráneo occi-
dental" el poder 'otomano: a partir de 1525 la ¡ibsesión de Argel se haría
definitiva y en 1529 caía el islote dominado por los españoles.
Carlos V no podía asistir inactivo a estos progresos otomanos, sobre todo
porque, tras haber pido nombrado capitán y bajá por el sultán, en 1534 Barbarroja
se había apoderado de Tánez. La reacción del emperador fue inmediata y estuvo
coronada por el éxito; en '1535 él mismo participó en la expedición que logró
recuperar Thez y poner,una guarnición española en La Goleta. Pero la situación
en el.mar no tardó en complicarse, dado que en el mismo año Francia se aseguró
la cooperación naval del sultán y de Barbarroja. Al año siguiente, cuandose rea-
nudó el conflicto entre el emperador y Francisco 1, una flota francoberberisca
pudo ya efectuar un ataque contra las Baleares y las costas españolas. La con-
tienda entre el Imperio germánico y el turco estaba abierta, pues además Solimán
(1520-'1566), sucesor de Selim, había reemprendido enérgicamente el avance en
los Balcanes. En 1521 caía en sus manos la importantísima fortaleza. de Belgra-
do. Ellataqiie que a continuación lanzó contra Hungría concluyó con la decisiva
victoria de Mohács (1526)- Además de perder en ella la vida el soberano húnga-
ro se deárnoronó todo su reino, pasando en gran parte a quedar bajo dominio oto-
mano (el restó pasaba a los Habsburgo). La ofensiva del sultán no había finaliza-
do: tres años más tarde sus tropas llegaban ante Viena y la sometían a'un asedio,
aunque en vano.
A su hijo Felipe il rademís de les posesiones de
S1Ibien éste sería el punto máximo -
.. 'del avance turco P Cr tierra, sus éxitos na-
-
ultramar). A su hermano Fernando I.
váles en caYnbicrno habían terminado. . N'ya imicerle frente se había constituido
-

una imponente coalición marítima formada por los venecianos, los españoles y el
pontífice. Alrededor de doscientas-de sul.unidades se reunieron cerca-de la forta-
leza de La Prevésa frente a casi ¿los tantos navíos musulmanes al mando de Bar-
barroja, que habla reunido sus fuerzas en el golfo de Arta. Tras un conato de
enfrentamiento; *eh la noche del 26 al 27 de septiembre de 1538 uno de los .co-
.
100 Serenísima•
EL SIGLO XVI consciente
stasuperioridad, du-
mandantes cristianos, Andrea rantedos décadas se
Doria, levantó el bloqueo, enseñoreó del atar Jónico y
permitiendo a la flota turca del.Mediterráneooccidental, ha-
empezar a salir a mar abierto. En ciendo incursiones repentinas por
efecto, mientras la armada de la las costas y realizando:desembarcos
coalición estaba fondeada, sin ser estorbada.. Carlos 'V intentó
Barban.* la alcanzó y le presentó recuperar Argel, pero la empresa;
batalla. En un primer momento entorpecida por la estación delirio
Andrea Doria se aprestó a desfavorableafracasó
socorrer a las.aaves atacadas, lamentablemente causando•
pero luego ordenó hacerse a la notables pérdidas (1541). Andrea
vela hacia Corfú. Dado que el Doriasólo logró obtener un éxito
resto de la flota cristiana no pudo en:155 1,.al atacar y tomar Djerba,
seguirlo, Barbarroja se lanzó en base del corsario Dragut. Junto con
su persecución: aunqtte sin unidades frafietesas, este último
infligir graves pérdidas al contraatacó en .1553y arrebató
adversario, el almirante turco
Córcega a los genoveses en
transformó así aquel
beneficio del rey Cristianísimo. En
enfreltarratanfo zt una
v i c t o r i a , , 1560 unaexpedició• naval
Más que en el plano hispanopontificia intentaría en
auténticamente naval venció en el vano ocupar Trípoli, en poder de
plano mural y carate. gico. La Dragut: el almirante turco la
coalición• formada entre las sorprendió en aguas de Djerba y
poteiicias crisharlas no pudo le infligió pérdidas gravísimas. El
reconstruirse durante largo tiempo, Mediterráneo casi se había
entre otras .razones porque los convertido en un lago otomano,
venecianos quedaron muy mientras que los movimientos de
resentidos por las la mayor potencia europea, la
pérdidaapadecidas (varias islas del española, quedaban condicionados,
archipiélago egeo, además de al menos hasta Lepanto, por la
Nauplia y Monemvasia en el amenaza que constituía el imperio
Peloponeso) como consecuencia de turco.
la paz que tu-'vieron que firmar por
separado con el sultán. De. todos
modos fue la batalla de La
Prevesa•a qiie demostró que la
potencia marítima turca había
superarlo claramen- • te.a
cualquierfuerza marítima Cristiana
considerada por separado. Los
venecianos empezaron a practicarla
táctica Ilarnada,del scrinso, esto es,
de la «evitación», in•erponiendo
regularmente desde entonces una
prudente superficie marina entre
Sus unidades navales y las
otomanas cada vez que
éáa.s.avantaban. Pero la flota
turca ya nunca volvió a atacar a la

49125
1. HACIA NUEVAS MONTERAS
POLÍTICAS Y RELIGIOSAS

L Tradicionahnente se
entendido por Contrarreforma el
ha
A conjunto de medidas eclesiásticas e
iniciativas político-religiosas
C promovidas en gran parte por la
Iglesia de Roma, y por ella
O aprovechadas, para hacer frente a la
N propagación del pro, testantismo.
T Adecuadamente se ha puesto
además da relieve que incluso antes
R de desencadenarse el movimiento
A luterano, la Iglesia católica ya
había realizado reformas y estaba
R reorganizándose. Más tarde,
R cuando empezaron a imponerse las
E confesiones
renovación
protestantes,
del catolicismo
la

F prosiguió en buena parte por su


O propia cuenta y no ya sólo como
reacción a lo que sucedía en el
R norte de Europa. Atendiéndose
M únicamente a los fenómenos
A religiosos, debería hablarse más
de reforma católica que de
Contrarreforma. Pero ea realidad
Y el desarrollo de su espiritualidad,
y sobre todo sus
L iniciativas.eclesiásticas,
estuvieron rally separadas de la
rio

A adopción de posiciones políticas,


S diplomáticas y militares, además
de culturales y sociales. Las
vicisitudes protestantes ejercieron
P una influenbia decisiva, y en
O varios casos incluso determinante,
sobre tales tomas de posición, que
T en su conjunto merecen ser
E llamadas Contrarreforma. Es
N absolutamente imposible decir en
qué se hubiera convertido el
C catolicismo de haber podido
I proseguir la obra de
reestructuración interna
A emprendida en el Siglo kv yen las
S primeras décadas del siguiente
haber tenido que enfrentarse a los
PROTESTANTE movimie:ntoa protestantes, si bien
S: 1564-16.94 a nada conduce preguntárselo. En
cambio es forzoso constatar que si
bien al catolicismo no le
faltaron.energías'para reaccionar
ante lo que iba a ser el mundo
reformado, si bien en tal proceso
supo manifestar upa fuerza
autónoma y una fisonomía propia,
la mayoría .de las manifestaciones
efectivas en que tales energías se
concretaron estuvieron más o
menos condicionadas por la
obligación de luchar contra tan
gran adversario. De aquí que, si
bien si en el plano de la historia
religiosa subsisten dudas
legítimas sobre el término a
adoptar, en el plano de la historia
general no pueda evitarse hablar
de. ontrarreforma. Desde esta
óptica más abarcadora, las nuevas
formas de piedad o las
profundizaciones espirituales, en
sí y por sí consideradas, no
cuentan tanto domo la inmensa
lucha que abarcó. casi todos los
ámbitos y convulsionó a casi
todo el continente europeo. •
102 EL SIGLO XVI. 4t LA CONTRARREFORMA Y LAS POTENCIAS PROTESTANTES 103
Por ello no usamos aquí la expresión Contrarreforma en un sentido estrictamente  ía convicciones muy precisas en la materia, podía plantearse
eclesiástico. Hasta principios del siglo XVI católico equivalía a cristiano, o más contradicciones :internas difíciles de superar. Estos dramas fueron la regla,
exactamente designaba a la parte de la cristiandad que se consideraba más auténtica, no la excepción, en los ' países del norte, donde no faltaron las ejecuciones
en oposición al variado conjunto de las iglesias ortodoxas orientales. .En el capitales ni los asesinatos del
transcurso de las décadas examinadas en el capítulo anterior la situación :cambió
radicalmente y la Europa fiel a Roma se encontró dividida en dos campos `enfrentados. propio soberano por motivos políticos y religiosos. En lo esencial puede afirmarse
Este fenómeno duró alrededor de un siglo, entre mediados del xvr y /mediadoS del xvn. con seguridad que los intereses estatales y nacionales se impusieron cada vez más
Pero no hubiera tenido ninguna eficacia reducir la historia de esos cienlaiioa al único por encima de las exigencias confesionales. Con todo, estas últimas fuerón en
muchos casos factores de crisis internas profundas y de mengua de la capacidad de
denominador común de la Contrarreforma, del que sí nos :servimosl en cambio para su
acción internacional, así como un profundo obstáculo para el reforzamiento del
fase crucial. Hay que subrayar, en efecto, que la ''amalgama de religión y política, de poder central:
la que ya se habían producido unos primeros :amagos destacados, cristalizó de modo
cada vez más vasto y exasperado en la segunda parte del siglo xvir. Así como .en En cierta medidtelas luchas confesionales hicieron más incierta y lábil la dirección
tales condiciones es imposible, como se ta dicho; distinguir lo que pudo haber de de los asuntos públicos. Estas luchas, en efecto, contribuyeron a dar libre curso a los
autónomo en la reforma católica de lo :;que-tuvo:de-efectivo en-la-Contrarreforma, motivos objetivos de descontento y a los conflictos sociales. Las revueltas de los
del mismo modo suele ser difícil la distinción•entremanifestaciones ideológicas y campesinos fueron numerosas, aunque regularmente reprimidas, y los
aspectos religiosos de los diversos • movimientos de la nobleza y de la burguesía pudieron desarrollarse .con más
 fen►5rnenris. Precisamente porque el cristianismo representaba no facilidad. Cuando había razones económicas o políticas para oponerse a la acción
sólo la matriz ;dominante da la cultura, sino también la doctrinal, de la monarquía., las ideas de la Reforma servían de óptimo pretexto para resistirse
dimensión exclusiva del mundo occidental, fue inevitable que las luchas a su autoridad, desde Francia hasta Escocia y desde Inglaterra basta Austria.
políticas, sociales y culturales sacaran 'del sistema cristiano de pensamiento ecialraente entre los seguidores del calvinismo, lo que contaba no era tanto la voluntad
y de expresión las armas y los argumentos :con que ladaparte afirmada su del soberano como el modo en que ejercía su cometido. Como se sostenía que todo
propia verdad. Este fenómeno no se contradice con hombre tenia que cumplir ciertas obligaciones con Dios, no se consideraba que
simultánea decadencia, progresiva y sustancial, del rirestigio de las iglesias, ellaríncipe pudiera sustraerse en lo esencial a esta regla fundaren-. tal. Por eso los
,porque el abusa del recurso al aval religioso hacía cada vez más transparente la calvinistas constituyeron un fermento de indudable relevancia política y de ciar' o
Instrumelnaliaación de la propia religión y su dependencia del éxito en los en- alcance internacional. El frente común que al menos en parte constituyeron las
frentamientos polacos y•ociales. El uso ideológico de las doctrinas de naturale- potencias protestantes de la segunda mitad del siglo xvi se debió a su propio
iza religiosa se traduce poco a poco en una devaluación de su valor originario. impulso, y no al' de los luteranos. Gracias sobre todo a aquél el protestantismo se
Él primer ejemplo lo aporta el significado del término «herejía». En la Euro- convirtió en una bandera de lucha continental y muy pronto mundial. Las potencias
pa del siglo xvi muy pronto se convirtió en hereje todo aquel que no era partida- que siguieron siendo católicas, y en primera instancia las dominadas por los
Habsburgo, tuvieron que enfrentarse largamente a un desafío del que cada vez
rio de la propia fe, Hasta entonces la herejfa•ra el error y el delito de unos pocos
salían menos victoriosas. Así, entre las 'décadas anteriores a 1550 y las
frente a la verdad Compartida Corahnente por la inmensa mayoría. Naturalmente,
siguientes se dio una gran diversidad. Ala lucha básicamente militar entre las
esta convicción, que justificaba ante la conciencia pública el ostracismo e inclu- distintas potencias para asegurar su predominio o su presenciasen el escenario
so la muerte de los culpables impenitentes, no desapareció ni mucho menos de re- europeo, desarrollada sobre todo en Italia, siguió la contienda entre dos grandes
 enté. Aunque noen todas canes se llegó a los extremos de la bloques cuyos intereses ideológicos estaban perfectamente ensamblados con los
Inquisición española (qué condenó en masa a todos los protestantes de los políticos y los económicos.
Países Bajos rebeldes), 'la ira dogmática siguió•siendo ingrediente~acado
de las encarnizadas contiendas ael siglo xvi:Con todd, en mayor medida que
por la sensata reflexión de este ;nartquel.pensador, esa ira empezó galecrecer
,

cuando un mismo país se vio afectado por discordias doctrinales y 2. REORGANIZACIÓN CATÓLICA Y CONCILIO DE TRENTO
dividido de manera que se convertía en presa fácil de La historia religiosa del siglo xv está constelada de figuras de eclesiásticos,
influencias,extranjeras. El principio-aegún el cual euius regio eius religio así como de laicos, que ei-T varios país¿s se hicieron promotores de una disciplina
'no era, et'l; efecib7eKremedio de todas los finales.. adá princrpe intentaba monástica más rigurosa, de una vida cristiana más severa y de una práctica más
ciertamente mantener o,i.nipotier en su Estado la u—nitalfeligiosa,-pero a sobriR e haeljnacita a la caridad. Numerosos miembros del clero, así como muchos
veces él mismo no sabía si inclinarse claramente por ueq. parte o por otra, 'fieles, se dieron cuenta de-que hacía falta poner remedio a los abusos de toda ín-
aparte de que si te- dole que degradaban el culto y las ceremonias mancillando al tiempo la propia

;MIL M.o"
conducta de sus ministros. Una de las grandes esperanzas era un concilio, enten- mente de arriba y que venciera a la vez la resistencia a iniciarla del papado y de
dido como órgano colegiado y coordinador de una reforma que no viniese única- la curia pontificia. Ya en el siglo xv los países en gire más se concretó tal reorga-
104 EL SIGLO XVI pontificio: una reforma católica hubiera sido posible sin una reactivación siste-
in.ática del papado. Ciertamente, en mayo de .1512 se había convocado un coneja
nización católica. fueron Esp.a.qa. e Italia, es decir, precisameete los qué se pondrí- lio —el V de Latrárk—, pero Julio lJ decidió a convocarlo 105
an luego a la cabeza de la Contrarreforma. sobre todo por motivos políticos, y su desarrollo demostró
• El cardenal espallol Jiménez de Cisneros (1436-1517) contribuyó quee-er papado aún estaba lejos de asumir sus propias responsabilidades tedos
notable- modos, en teoría este concilio también pudo ser de utilidad: en él se
Mente a robustecer las estructuras eclesiásticas de su país• y no fue.ajeno a la ger- tórnarblithedidas para reorgakkar.1 curiapontificia y reducir el cúmulo de
minación del espíritu" de expansión misionera que tanto_ caracterizó a la espiritua- beneácios encomiendas; pero en gran parte todo ello fue papel mojado. Ni León
lidad católica del siglo xvn. Cisneros anticipó algunas de las =1`lidea/de-cern/01 X (1513-1521), ni Adriano VI (15214523), ni Clemente VII (15234534) tomaron
de la práctica religiosa que después se hicieron sistemáticas: por ejemplo, en iniciativas importantes, y 'ello pese a: que el pe-. ligo luterano era cada vez más
1503 mandó elaborar en Toledo el censo de quienes nolabían participado en la
manifiesto. Sólo con Pablo In -Funesto empezó a cambiar el ambiente de
comunión pascual. A finales del siglo xv bromovió -loIsinodos para imponer a
Roma, coja; demostró la elevación al cardenalato de hombres como Gasparo
los sacerdotes la residencia en sus parroquias, la instrucción necesaria para la pre-
dicación y el catecismo de los niños. Este alto prelado-se había distinguido ade- Contarili, l'acopo Sadoleto, Oían Pietro Carda y Reginald Pole. Otros
más por acciones .drásticas, como la confiscación de los libros árabes hallados eclesiásticos abiertos a las exigencias de la reforma. ingresaron en el Sacro
en el reino de Granada (qué eri parte. mandó a la hoguera) y el bautismo en masa de Colegio, como Giovanni Morone, Marcelo Cervini, Juan Álvarez de
Toledo, etc.
millares de musulmanes. Por otro lado Cisneros fundó en Alcalá de Henares una Pablo 111.(1534-1549) fue, además, el papa que logró organizar el ansiado
universidad de nueva concepción provista de Facultad de Derecho, cuyas ense-
concilio. En un primer momento lo. convocó en Mantua (1536), cuando aún per-
ñanzas estaban ampliamente articuladas para un mejor conocimiento de la filoso-
sistía la esperanza de que los prelados fieles a Roma pudieran reunirse con los re-
fía mistiana y una peofundización en las doctrinas teológicas. Cisneros no sólo
admitió en la nueva universidad a las tres tendencias principales de la escolástica presentantes protestantes. Pero esta esperanza no duró•nucho tiempo, fuera por
(tomismo, escutismo y norninalismo), sino que además no dudó en introducir el
,
las dificultades objetivas (se había reanudado la guerra entre Carlos V y Francisco
estudio del griego,y el hebreo: precisamente en Alcalá se imprimió entre 1514 y 1) o por las duras condiciones propuestas por Lutero (en sus «artículos de Es-
1517 la Biblia trilingüe. malcalda» de 1537). En un segundo momento se intentó celebrar el concilio en
Las numerosas iniciativas de aquel cardenal español preludiaban plenamente Vicenza, pero el éxito fue aún menor. Hubo que esperar hasta 1542,.pero entre-
las de la Contrarreforma. En Italia se habían distinguido a partir del siglo xv ecle- tanto se había apreciado claramente que la conciliación ya no era posible. La
siásticos' reformadores y predicadores celosos, y además surgieron órdenes reli- asamblea ya no, podía proponerse como objetivo más que reorganizar un, catoli-
giosas nuevas, coxne los mínimos, fundada por san Francisco de Paula. Este im- cismo geográficamente restringido, una estructura eclesiástica poi' oposición a
pulso prosiguió en la península itálica á lo largo de las primeras décadas del siglo otra. Tal fue la obra del concilie convocado en Trento 'en junio de 1542, que .
xvi con.la fundación de las órdenes religiosas de los teatinos en 1524 (por inicia- nalmente Iio pido inaugurarse hasta dielembrede 1545: Signo de los tiempos: en
tiva de Gaetano da Thiene y de Crian PietrOCarafa) y de los barnabitas de Mima 1542 Pablo EU había creado la Congregación de la Inquisición.
Maria Zaccaria en 1530: No tardaron en aparecer los filipenses, a iniciativa de
Felipe Neri (1548), y los fatebenefratelli de san Juan. de Dioá (1540). Estas Sucesión de los papas desde 1492 hasta .1823
nuevas órdenes se distinguían de las medievales por una mayor inserción en la vida
cotidiana de los fieles, a quienes se intentaba asegurar la asistencia material y es- Alejandro VI (Rodrigo Borgia) 1492-1503
piritual, así como la instrucción cristiane. Se manifestaba sin lugar a dudas un Pío •1u (Francesco Tocieschial Ficcoloraini) (septiembre-Octubre 1503)
nuevo fervor religioso, en modo alguno provocado por la exigencia de Zullo' II (Giuliano della Rovere) • 1503-1513
reaccionar a la Reforma. Por otra parte, esta última se difundió muy poco en la León X (Giovanni de' Medid) 1513-1521
península ha-liana,. excepción hecha de numerosas adhesiones o
simpatías- Adriano VI (Adrian Florensz) 1522 1523
-

individuales o de algún entorno muy localiiado, como el veneciano. Clemente VII (Giulio de' /vio:lie» 1523 1534
-

Pese a todo ello la reforma católica procedía muy lentamente, aun cuando Pablo III. (Aleasandro Farnesio) 1534-1549
cabe suponer que con el tiempo su ritmo se habría acelerado un poco de no ha- Julio 111 (Giovanni Maria de' Ciocchi del. Monte) 1550-1555
berse agigantado rápidamente la amenaza protestante. Era necesario recuperar un Mar¿elo II (Marcelo Cervini) (abril-mayo 1555)
largo período de despreocupación doctrinal durante el cual el clero casi se habla Pablo IV (atan Pietro Carafa) 1555-1559
desinteresado de ja enseñanza de laS verdades. dogmáticas- fundamentales. En el Pío V (Antonio'Ghislieri) 1566-1572
sigio.xv,:tanto en' l plano de las prácticas religiosas como en el de la predicación Gregorio XIII (Ligo Boncompagni) 1572-1585
se había insistido casi exclusivamente en la moral, en detrimento de la base teo- Sixto V (Felice Percal-) 1585-1590
lógica. Además se sentía graveniente la ausencia o la discontinuidad del impulso
LA CONTRARREFORMA Y LAS POTENCIAS PROTESTANTES ,
106 EL SIGLO XVE LA CONTRARREFORMA Y LAS POTENCIAS PROTESTANTES 107
Sucesión de los papar desde !492 hasta 1823 das. Se revaloró la función de la oración, entendida como un vínculo con
Dios que no requería la intervención del sacerdote; de ahí la elaboración de
Urbano VII (Giambattista Castagna) (septiembre 1590) Gregorio
XIV (Niccolb S fondrati) 1590-1591
manuales para favorecer los impulsos de los fieles. Naturalmente se confirmó la
eficacia de los sacramentos, que se intentó aplicar de modo cada vez más
Inocencio IX (Giovanni Antonio Facchinetti) (octubre diciembre 1591)
regular y controlado. Debido al temor de que el cristiano laico se arrogase
-

Clemente VIII (Ippolito Aldobrandini) 1592-1605


León*XI (AlesSandro Medici) (abril 1605) cometidos sacerdotales, el clero quedó como un cuerpo opuesto al laicado y la
Pablo N'T.(Carnillo Borghese) 1605-1621 Gregorio XV misa conservó su carácter de ceremonia sacra, sin aproximar verdaderamente al
(Alessaúdro Ludovisi) 1621-1623 Iiibánd VITT (Maffeo celebrante a la masa de los presentes. La figura.clave de la reforma católica resultó
Barberini) 1623 1644
-
ser la del obispo. Por un. lado se prohibió la acumulación de cargos episcopales;
Inocencio X (Giovanni Battista Pamphili) 1644-1655 y por otro se ordenó a los prelados que hicieran en sus diócesis visitas pastorales
 ;Alejafidró VII (Fabfo Chigi) 1655-1667 Clem¿nte IX regulares y .minuciosas: lin cuidado no menos evidente se dedicó a la función
(Giulio Rospigliosi) 3667-1669 del sacerdote, y especialmente a su formación. Los seminarios se convirtieron
 Clemente X (Einilici Altieri) 1670 1676 en una pieza fundamental-de las renovadas _instituciones eclesiásticas: los de
Inocencio XI (Benedetto
-

Odesealchi) 1676-1689 , •
 Alelin-dro-VIII (Pietro Ottóboni) 1689-1691 Roma, Milán, Rieti (1564), Yrifes-(1565) y Reims (1567) fueron los primeros
. Inocencia XII (Antonio Pignatelli) 1691-1700 de una densa red que cubrió todo el mundo católico. Se llamó «pontificios» a
Clemente X1 (Gin Francesco Albani) 1700-1721 Inocencio los seminarios con características particulares y orientados a la función
xu.,t(Wfjchelangellp Coral) 1721-1724 Benedicto XIII (Pier contrarreformista; surgieron en territorios de los Habsburgo, como Viena (1574),
Francesco Orsini) -1.724 1730 Cleálenie XII (Lorenzo
- Dillingen (1576), de Gratz, Ohniitz y Braunsberg (1578), Falda (1584) e Ingolstadt
1
Corsini) 1730-1740 • Benedicto XIV •Prospero Lambertini) (1600). La creación de universidades católicas estuvo también estrechamente
1740-1758 Clemente XIII (Carlo Rezzonico) .1758-1769 • vinculada al nuevo impulso difundido por los países fieles a Roma. Se
Clemente•IV (Lorenzo Ganganelli) 1769-1774 Pío VI r.
implantaron precisamente en las-zonas fronterizas con el mundo 'protestante, de
(Giovanni Angelo Braschi). 1775-1799 Dillingen (1554) a Douai (1559), de Ohnlitz (1573) a Werzburg (1575), de Pont-h-
' Pío VII (Baroaba Chiaramonti) 1800-1823
■■•••••■••■■■••••■•■,..,.......
Meusson (1582) a Gratz (1586), Paderborn (1615), Salzburgo (1625), Münster
y Osnabrack (16W). •
1
. . mente el concilio la iniciativa de,la Contrarreforma: todos la No fueron éstas las únicas iniciativas puestas en marcha. En 1568 se
1
asumieron como . dos fue'ion aprobidei por una bula: de Pío IV(559- publicaron un catecismo y un breviario, a los que siguió en 1570 un misal. El
1564) en enero de 1564. La deramente notable, y también lo•fue la
1

masa de disposiciones prácticas adoptalargo y no caanclUyeron hasta 1563, tras índice de libros prohibidos, que ordenó redactar por primera vez Pío IV en 1559,
un traslado a Polonia (1547-1549) y una larga interrupción le diez años (1552-
1562). Hay que subrayar que las papas sucesores de Pablo 111, aunque cada volvió a publicarse en 1564, siendo confirmado en 1571 por una auténtica
uno a su modo, no quisieron dejar exclusiva-sobre todo Pablo TV Carda, que
llegó a acusar como sospechosos de herejía a cosa propia y con una energía sin Congregación del Índice, que desde entonces se encargó su puesta al día
precedentes. En esta actuación se distinguió cardenales ilustres Como Pele y
Marone. Por otra parte, las decisiones tridentin'as no hubieran'Sido suficientes sistemática. Se hizo todo lo posible por crear escuelas dominicales
de no haber contado con el apoyo del poder polírico en'Ios'dbiersol estados
(cosa que no fue posible en Francia durante muchas decenios). A menudo, sin obligatorias en las que se enseñaba a los niños las verdades.fundamentales de
embargo, esas decisiones fueron asumidas muy dificultosamente, debido a las
consecuencias políticasy nacionales de algunas imPortan. tes! la fe. Se instauró progresivamente un ambiente de vigilancia cultural y'de
Weiliones,teológicas: polioluidos los trabajos, los decretos emanamayor parte de
los estados habanos (beles() Venecia), Portugal' y España los aceptaran de rigidez doctrinal, mientras que todo el clero, tanto el regular como el secular,
inmediato.
era sometido a un adiestramiento apropiado al ejercicio de sus funciones. Aun
cuando se sabe que todavía a fines del siglo xvi más de la mitad de los sacerdotes
de los cantánes católicos suizos Vivía en con-• cubinato,la actividad con vistas a
corregir los desórdenes qué habían dañado al ambiente eclesiástiorafue
infatigable y eficaz.
 Loa trabajoS de los prelados se prolongaron durante un El élpirituda apostolado se revigorizó, animando especialmente a los miem-
bros de his'nuelias órdenes. Entre éstas se distinguió la Compañía de Jesús, fun-
dada en 1524 por Ignacio de Loyola(1491-1556), que fue muy pronto la milicia
más activa de la Igleáia. Los jesuitas supieron compaginaila firmeza de la disci-
período insólitamente El Conjuntó de las posiciones doctrinales plina con la habilidad de su acción concreta sobre los laicos, y en particular
sobre las clases sociales superiores, Para las que organizaron colegios muy'
eficientes. La formación por ellos puesta en práctica se proponía abarcar
todas'las facultades de los fieles, pues estaban convencidos de que hasta los
definidas o confirmadas fue verda- sentidos habían de utilizarse para desarrollar la espiritualidad cristiana. De
acuerdo con esta directriz,
108 EL SIGLO XVI LA CONTRARREFORMA. Y LAS POTENCIAS FROTE STANTIS . 109

mitigaron las penitencian y privaciones físicas e incrementaron la ascesis moral. rarnente de las regiones en que el calvinismo estaba tomando la delantera. En pri-
Los jesuitas insistieron particularmente en la práctica de los ejercicios espirituaa mer lugar, sin embargo, hay que subrayar que los intentos de realizar un sincre-
. les,. concebidos para adiestrar en la concentración interior y educar la voluntad tismo de luteranismo y calvinismoliessemlsolaron en una serie de fracasos tanto
para abrazar los dictámenes religiosos. El hombre no dabía sentirse disminuido, en el siglo xvi como en el XVII. La Confessio heivetica, de 1566, señaló la ruptu-
sino potenciado por la vida cristiana vivida intensamente:Jadevoción a la-Iglesia ra entre la iglesia dé Linero ~dadas por Zuinglio Calvino. Éstas se dife-
no podía ir separada de la. actividad ni de las satisfacciones mundatas- ranciaban especialmente por la do8trkli de raeucaristka; p.ollaaddmás, las lutera-
La nulliiple realidad de la Contrarreforma tuvo también un símbolo urbanís- nos admitían. que Jesús había muerto por todos los hombres y'no hacían propios
tico en el nuevo rostro que con el paso de los_ilos adoptó la ciudadde Roma. La los rigores de la predestinación. Es necesario añadir que las luteranos distaban
urbe de finales del siglo xv tenía muy poco de capital. lata el cristiano, la ciudad mucho de poseer la eficacia y la. agresividad de sus.éniulas. Sus iglesias dé ata -
santa por excelencia era todavía Jerusalén; aunque ésta fuera de- hecho meta de do tenían pocos medios y sus pastores alemanes vivían en condiciones incó-
peregrinación de Una ínfima minoría.- La ciudad del Tiber era aún a principios modas: el desapego de las tradiciones católica « s no era suficientemente claro y
del - siglo XVI una aglómeración en•gran parte descuidada, cuYa.raducida consistencia profundo, especialmente entre los laicos. Con toda, tia faltó 'un esfuerzo de defi-
urbanística parecía paca cosa en el amplio -espacio rodeado por las antiguas mu- nición teológida, que dirigió en particular el canciller de la Universidad de Tu-
rallas imperiales. Desde la época de Pablo III Farnesio el aspecto de la ciudad binga, Jacobo Andrea. Este esfuerzo culminó en el Libro.de concordia, publica-
cambió sin parar, y a fines del siglo xvi apenas era reconocible. Mientras en el do en 1580, que sintetizaba los- puntos capitales de ja fe luterana y atenuaba la
Capitolio .se concretaba la nobleadisposición espacial concebida por Miguel doctrina de la predestinación.
Ángel, la nueva basílica de San Pedro iba tomando cuarto poco a poco, hasta Los oasis de tolerancia eran sumarn.erite raros en.esa coyuntura. Entre ellos
que -su cúpula vino a destlearae sobre .1a ciudad. Los palacios surgían cada: vez más siguió distinguiéndose Basilea, donde sobrevivía el espíritu de Erasmo e impe-
numerosos, ricos e imponentes y. fue la •Roma cristiana la que fue. mayoritaria- raba un liberalismo editorial. La palabra cedía ante la lucha abierta y armada, a
mente revalmilada. Vituperada por .Lutero cama 'Miserable Babilonia, los papas la que no renunciaban sobre todo los calvinistas. Su doctrina estaba impregnada
aceptaron el desafío .e hicieron de ella .la capital -digna de la.catolicidad de rigor y'de radicalismo potencialmente revolucionario y-airara a los miembros de
renovada. . Las iglesias se convirtieron en puntos neurálgicos del espacio las diversas clases sociales, desde los artesanos hasta los nobles•y los banqueros,
ciudadano; en particular las -basilicas, meta obligada de -los cada vez más Se ha afirmado a menudo que tras el tratado derateanCambrésis se acentuó en •
numerosos peregrinos, •Nuevas arterias se abrieron:para comunicarlas entre sí y algunos países, en primer lugar en Francia y los Países Bajos,-el malestar eco-
canalizar a los visitantes, que en el año santo 'de 1600 fueron medio millón. Los nómico y social. En aquel momento, sin embargo, esta actitud no fue exclusiva
jesuitas edificaron el célebre Colegio Romano (1551), centro y cúspide de todo de tales zonas: si bien el, calvinismo pudo aprovecharse de esa actitud precisa
su sistema escolar, así como la iglesia. de su larden —llamada <di GesÚls—, sin que mente.allí, es necesario identificar también otros factores que la secundaron. La
las demás órdenes se quedaran atrás.'A los ojos de toda el mundo Roma podía historia de las décadas de guerra religiosa que agitó a Francia no puede prescin-
presentarse como la ciudad santa del orbe católico, espléndida en sus monumentos, dir, por ejemplo, de la posición particular de esa potencia, que. no había renun-
alegre en sus fuentes, sugestivapor sus obeliscos y venerable por loa -magníficos ciado a desempeñar el papel de antagonista de. España. En muchas ocasiones,
cofres de reliquias que los hugonotes (nombre que tomaron primero en Ginebra. y después en Francia los
eran sus templos. seguidores de Calvino) pudieron presentarse como campeones de la política na-
cional en demérito del partido católico, al que era muy fácil acusar de
conniven cia con España. A los calvinistas les ayudó, además, que una parte de
-

3. La OFENSIVA CALVINISTA: LAS GUERRAS DE RELIGIÓN EN FRANCIA la nobleza y de los príncipes viera en las reivindicaciones de los reformados
untiodo de ejercer mayor influencia en el reino en detrimento dele centralismo
Mientras el catolicismo tensaba sus fuerzas para asegurar la salvación de las monárquico. Finalmente, no se puedepasar por alto que' rancia se encontró a
almas-y su triunfo terrena, elprotestantismo se mostraba igualmente activo. Mu- partir de 1559 con una serie de soberanos demasiado jóvenes para ejercer
chas iniciativas de un campo tuvieron su paralelo en el otro, desde la espiri- plenamente sus funciones (Francisco II, aunque legalmente mayor do edad,
tualidad hasta la casuística, desde los-libros de oraciones hasta la instrucción. tenía apenas quince años cuando' sucedió a su padre, mientras que Carlos X
Mientras surgían las universidades católicas no faltaban las fundaciones de uni- ni- siquiera tenía diez - cuando llegó á ser rey, a fines de 1560) o que no estaban
versidades protestantes, de Leyden a Erfuxt, de Wittenberg a Basilea, Ginebra, a la altura de *su cargó,
Marburgo, Tubinga, Rostock, Jena, etc. Incluso las figuras más destacadas ofre- como Enrique III (1574-1589).
cían caracteres bastantes análogos, como Ignacio de Loyola y Calvino. El mundo Lo ocurrido en Francia en.La segunda mitad del•liglOcvl fue sumamente
ptotestante era más variado e indudablemente menos compacto que el católico.
,
sig' nificativo. Ante todo, algunos hombres políticos —como el almirante Gaspar de
En su seno la zona luterana, en particular la alemana, se distinguía bastante cla Coligny— aspiraron a emprender una acción importante en el concierto europeo.
LA CONTRARREFORMA Y LAS POTENCIAS PROTESTANTES 111
110 EL SIGLO XVI

La difusión del calvinismo en la segunda mitad del siglo xvi venirse al catolicismo, se presentó como campeón de la política nacional y se
consolidó luchando contra la intervención española. En segundo lugar, la debi-
lidad de la monarquía, que afligió durante décadas al país, la obligó a oscilar al-
ternativamente entre el partido hugonote y el católico, que intentaban a la vez
condicionar su acción. Esto contribuyó a prolongar el conflicto interno, ininte-
Aberdeen
rrumpidamente marcado por enfrentamientos sangrientos y treguas y edictos de
erth pacificación. Poco a poco los hugonotes vieron que se les iba reconociendo un
Edimburgo
'quina margen cada vez más amplio de libertad e incluso la posesión de algunas plazas
fuertes como garantía de tales concesiones. La contienda interna no podía sino ra-
.
dicalizarse y llevar al país al marasmo. Con todo, precisamente la asperezadel
conflicto, además de su duración, llevó a sugerir la búsqueda de una tercera vía,,
PP.11ias"Nos Poznart-
. que excluyera el completo predominio de una de las partes sobre la otra, a fin de
,

"
. . -Guiaras 1.3trecht.itt ••••-, " <2; salvar la unidad nacional. •
s° len
ósltb  •.
sane
_Esta-perspectiva-fue -avanzada por los llamados politiquee, fuerte grcrpc de
4.2\
t• • ,  recovie 1 moderados que propusieron superar las nefastas consecuencias del principio:
Rudn sedee ;.," gunkaelt,"1 culos regio eius religio. Así, la solución finalmente adoptada por el edicto de
ilsoux
P
Nantes de 1598 sancionó un notable hecho nuevo: la existencia de un reino don-
Estresbu go „ tft 147115:5; 1Presburg
 triza de coeXistían dos religiones distintas, sin comprometer por ello la indispensable
nlie
Beauarin V ntIs %Ion solidez nacional y estatal. Con su acción, Enrique IV encamó este difícil éxito.
 Angers . nen, I••
.,„"pOrMans ,
0
Por un lado, no tardó en abjurar (1593) del calvinismo, una vez heredada la coro-
 Nanteir I Wi11:111
° 4«.
u na; por otro, no sólo no persiguió a los hugonotes, sino que incluso los reconoció
:! P rigueu
LyO n14•
tiii‘gd ° como súbditos con igualdad de derechos. El edicto de Nantes fue aceptado de
sP., forma duradera por los calvinistas, dado que no les quitó nada de cuanto habían con-
O fO SA v A „ , 51
tueca 47
quistado y añadió incluso concesiones suplementarias, como la facultad de fre-
cuentar cualquier escuela y poseer las propias. Por lo demás, a todo cabeza de
0

familia reformado le fine lícito escoger la confesión de sus hijos; a condición de


jurar fidelidad al soberano, cualquier protestante podía ocupar cargos públicos. El
111111 objetivo era evitar que los hugonotes constituyeran un estado dentro del Estado,
corno de hecho habían intentado hacer hasta entonces, controlando directa o in-
C:3 414 s. directamente la administración pública en varias regiones y manteniendo en
ss pie un ejército casi permanente. Este objetivo no se consiguió plenamente,
0 ; 100 200 300 400 sao pues el rey no tuvo más remedio que dejar bajo su control los lugares fortificados
Kildrnatro • • • • • , que ocupaban y que eran unos 150.
1. *nidos adheridos al calvinismo:" 2. Regiones con predominio de calvinistas. 3. Regio- Los inconvenientes de tal situación.se sentirían en las décadas siguientes. No
nes non fuertes infiltraciones calvinistas. 4. Dominios de la casa de Saboya. 5, Valdenses. obstante, la estructura dualista que se instauró marcó el fin del sueño de Francia
una potencia calvinista. En la época del edicto de Nantes los protestantes eran
cerca de un millón, es cíircfr, una clara minoría; eso sí, ocupaban sólidamente so-
; bre todo regidnea periféricas del reino. Superado el escollo de la sedición, re-
Como intentaron sacappartido de las dificultades del adversario ibérico, Felipe II constituida la autoridad regia y reanudado el impulso del centralismo estatal, el
les pagó haciéndose •,aliado del partido católicely rió sólOejerciendo presiones mi- tierilip6 empezca jugar a favor de la religión tradicional de la mayoría: los refor-
 .litares; aino'interainlealdo además con-sus laj'éreitos- de la vecina mados siguieron siendo la parte hostigada de la nación. Ciertamente, este resul-
Flandes en las 'contiendas internas frá.ia-cedás. Para el monarca español, se tado fue debido también a la fuerza del partido de los Guisa, que había sabidb
trataba no sólo de debilitar a Francia y de intentar tomarla Vejo su organizarse con la Ligue no menos eficazmente que los hugonotes y había impe-
tutelaasino también de procurar-evitar que dicho reino fuera a engrosar dido que éstos se instalaran en el norte y el este del país: Finalmente París se re-
el frente protestante que ya se perfilaba. Por otra Parte, el .ékito finalide veló como un auténtico bastión del catolicismo; a finales de siglo, aunque tenía
quien había sido uno de los jefes de los hugonotes, Enrique'de Barbón (el
filiar° Enrique IV), se debió también a que, además, de con- a
112
EL SIGLO XVI
4.

ESPAÑA CONTRA LOS PAISES entre sus súbditos flamencos —


cerca de 200.000 habitantes, no había en l'a capital más protestantes, que en el
gran núcleo hugonote rae melca

BAJOS E INGLATERRA de 1555 a 1559—, no estaba


hecho para comprenderlos.
Las guerras deleligión- Éstos estaban muy apegados a
franceses habían vuelto a poner sus autonomías tradiciona.les,
en primer plano a facciones mientras que Felipe tenía
aristocráticas opuestas (en vocación de soberano absoluto;
particular a los Montmorericee el protestantismo había
los Coligny y los Borbón por penetrado en la región y Felipe
un laday a los Guisa por otro) consideraba la herejía con
que se disputaron el horror. El soberano, en suma,.
predOminio o al menos miraba Flandes como una de las
intentaron 'asegurárselo. Con diversas posesiones de la
este objetivCa`tanto la Liga corona que estaban fuera de las
católica como. los hugonotes fronteras españolas. Sólo
hacían presión sobre los Estados parcialmente consciente de su
Generales Y las asambleas, valor económico y estratégico,
intentado hacer valer el anteponía a estos intereses los
principio según el cual los de la fidelidad ala religión
representantes de los diversos tradicional. A todo ello se
grupos sociales debían añadía un último factor: los
controlar el ejercicio del poder Países Bajos estaban
soberano. Francia atravesó geográficamente mucho más
entonces su crisis más grave y aislados de España que, por
sólo por un concurso de ejemplo, el Milanesado y el
circunstancias pudo evitar un reino de Nápoles; gobernarlos,
cambio de régimen y volver así pues, era posible; mantenerlos
a una monarquía fuerte. 'Lo que por
no se logró en Francia se la fuerza era cosa muy distinta:
realizó, gracias a. unas Al volver a España, Felipe
circunstancias mucho más II dejó en laregión como regente
favorables, en los Países Bajos. a su hermanastra Margarita,
En el momento en que decidió duquesa de Patina. Pero los.
retirarse del trono Carlos .V flamencos no tardaroreen darse
asignó el Imperio germánico a su cuenta de que el rey intentaba
hermano menor Fernandb y todo gobernar no tanto a través del
el. resto (el Milanesado,• el Consejo de regencia Armado por
reino de Nápoles, Sicilia, grandes personalidades locales
Cerdeña y el imperio de como por medio de 'un
ultrainar) a su hijo Felipe, junto Consistorio secreto compuesto
con el título de rey de España. por sus hombres de confianza. El
En este reparto a Felipe'llle to- más importante de éstos era.
caron también los Países Bajos, Antonio Perrenot de Granvela, de
donde había nacido.Carlos V. quien se sirvió el soberano para
Pero el nuevo.soberano había una secunde operación destinada.
sido educado y formado a completar el control. del país •e
únicamente en España, y inspirada en el clima del concilio
aunque residió algunos años trideetince En los Países Bajos, en
efecto, había sólisccuateo sedes ferina de resistencia nacional,
episcopales, que además atrayendo a sus filas inclino a
dependían de primados externos. muchos nobles moderados y
Para que coincidieran la originariamente católicos. Un 113
estructura eclesiástica y la gran terrateniente corno
política, Felipe n eleve la sede Guillermo de Orange se adhirió
de Malinas a la 'cate- gorra de oficialmente a su confesión en
arzobispado, poniendo a 1573, pero para entonces ya se
Grarivela a su cabeza, y había desencadenado una
promovió lis institución de insurrección guerriller• guiada
catorce nuevos obispados. La por tierra y por mar por los
reacción contra estas medidas de llamados.gueux
desmembra- (desharrapados).
La población no podía dejar
LA. CONTRARREFORMA Y LAS
POTENCIAS PROTESTANTES
de ver en la actividad de la
Inquisición un atentado al
mierxtb fue muy Viva. Tras haber conjunto de sus tradicionales
consentido en 1560 que las tropas «privilegios» cívicos. En el gran
españolas, mal vistas por los centro comercial de Amberes se
flamencos, abandonaran la temía que la intervención
región, en 1564 el rey hizo que inquisitoriel pudiese alejar, la
Granvc- . la volviera a España preciosa presencia de aquellos
para calmar el descontento. banqueros de religión no
En esta situación ya tensa católica. De este modo,. en las
samdstraban muy activos los florecientes provincias de los
calvinistas, que se habían Países Bajos los faetores
implantado bastante políticos y económicos se
v4erosamente en los Países unieron estrechamente a los
Bajos; al ser Perseguidos, eclesiásticos, en un prOceso de
hacían todo lo posible compleja transición desde las
paratralfoerriar.el instituciones precedentes a la
enalestarpollco local ennna au- conciencia nals o menos clara
téntica resistencia a la autoridad. de los.derechos modernos. En
Inconscientemente, fue el propio eierto sentido, el primero de dos
rey de España quien animó la derechos parecía ser la libertad
constitución de una oposición de creencias. La reivindicación
organizada. No sólo quiso que se protestante de la fe individual se
acrecentara el rigor de la lucha había convertido, además, en la
antiprotestante; sino que además, de los derechos innatos y, CR
y como consecuencia de los cierta Medida, eaturales, no
disturbios de 1566, decidió revocables por los poderes
sustituir a la regente Margarita temporales. La convicción de
por el duque de Alba, El ilustre un derecho, de conciencia
general no llegó soloesino independiente de la obediencia
alfrente de unos 2.0,000'801- al Estado fue una de las vías de
dados y con consignas de paso hacia la afirmación de
extrema severidad. Permaneció inalienables derechos
en el país desde el verano de perponales.
1567 hasta finales de 1573 y Además, el apego interno al
aplicó medidas tan drásticas que conjunto de los «privilegios»
desencadenaron una auténtica locales simbolizaba una tradición
guerra. Los calvinistas cada vez de libertad. Los Estados
estuvieron menos solos en la Generales de los Paises Bajos
lucha, que empezó a adoptar desempeñaban la función
esencial de aprobar los impuestos obligaciones a que se estimó que
requeridos por el príncipe, para , el rey se había comprometido,
cuya aplicación el asentimiento exactamente como si se tratase de
de sus diputados era considerado un acuerdo recíproco. A medida
indispensable. Así, la noción de que la. aceiÓn• española se
«privilegio» representaba el mostraba más dura con los
sagrado vínculo que unía a los súbditos, éstos tendían a asimilar
súbditos a su soberano•y loe tradicionales «privilegios» a
constituía en definitiva el apoyo una forma de contrato, como si se
legítimo y reconocido 'del • hallaran en un contexto de
control de su actuación. gobierno constie tucional. Era
Precisamente la defensa de. tales una presión animada por las
«privilegios» desempefió una convicciones, calvinistas
función central y se ejerció para referentes al
reclamar la.subdivisión de las
114 EL SIGLO 51V1 LA CONTRARREFORMA Y LAS POTENCIAS PROTESTANTES 115
Los Países Bajos derecho de resistencia a la autoridad contraria a la fe verdadera y conducía a la disolución del
deber de obediencia en los casos en que el príncipe no hubiera observado la relación de
reciprocidad que se daba por supuesta entre él y sus súbditos. Los gueux del mar manifestaron
r una fuerza agresiva e indomable; hasta el punto de tomar posesión de casi todas las ciudades de
Zelanda y de Holanda. El radicalismo calvinista encontró' én esta Circunstancia el mejor terreno
para desplegar su capacidad organizadora y su rigor ideológico. La dureza de la acción española
hizo aceptables incluso las más enérgicas iniciativas de los revoltosos, inclinados explícitamente
a convertir a los católicos a su confesión. Despuéé de que Guillermo de Orange aceptara
(1572) las funciones de gobernador de Holanda, se empezó a delinear una fragmentación del
país entre una parte septentrional cada vez más independiente de España y una zona meridional
aún bajo su Control efectivO. A ello se llegó explícitamente en 1579, al proclamarse primero la
Unión de-ArrásIgne comprendía aproximadamente el sur valón y estaba animada por la
-

Haarlern aristocracia católica local) y después la de Utrecht, que reagrupaba las regiones flamencas y
HOLANDA-
. • - • Leiden calviniStas. Estas últimas proclamaron además su república independiente, llamada precisamente
La Haya de las Provincias Unidas (julio de 1581). En contrapartida, el poder español se estabilizó
Brielle progresivamente en la zona meridional, en gran parte gracias a la habilidad táctica y política del
nuevo gobernador, Alejandro Farnesio, que entre 1579 y 1585 volvió a ocupar los grandes
\Mere núcleos de Toumai, Ypres, Brujas, Gante, etc.
A lvliciedmelduargn
Hay que tener en cuenta además que varios elementos contribuyeron a que esa región
Vlisaingen siguiera siendo católica, donde la propiedad eclesiástica ocupaba un lugar predominante (las
Oatenil tres cuartas partes del suelo en la zona de Cambrai, la mitad en la de Namur y porcentajes
!Nleuihrpea
Dunkerque relevantes también en Artois, Brabante y en Flandes propiamente dicho). La Contrarreforma, en
efecto, había realizado una ofensiva notable, con toda una serie de fundaciones de seminarios
(al de Ypres en 1565 sucedieron los de Atrás y Brujas en 1571, de Lov "aína en 1579, de
Douai en 1586, de Lieja en 1592, de Malinas en 1595, de Amberes en 1602 y de Gante en 1612),
A su vez, los jesuitas concentraron allí sus esfuerzos y abrieron muchos colegios, de Touniai
(1562) a Dinaut .(1573), de Saint-Orner (1566) a Douai (1568) y a Amberes (1573); entre
1584 y 1592 fueron inaugurados los de Ypres; Conrtrai, Valenciennes, Gante y Lille (y entre 1592
y 1625 se fundarán otros 27 establecimientos escolares de la Compañía de Jesús).
Mientras tanto, la contienda no tardó en cambiar de aspecto, pues se
internacionalizó: para evitar que Farnesio avanzara demasitidg en su reconquista,
Inglaterra intervino en el conflicto, aunque ala declarar abiertamenteda guerra
a Eipaña.
Ciudades en las núa ernp06 la rebelión de1572.  La indudable superioridad militar terrestre del soberano español y su alta
con,Cienoia. de paladín de la propia fe se vieron enfrentadas no sólo a las reivindicaciones
PaTses de la Generalidad Incerrdm"
a las Provincias Unidas en 1648. de los Países Bajos, sino a todo un conjunto de fuerzas que de diversos modos obstaculizaron sus
 -• • t. designios. Se trataba de energías eón no coaligadas, aunque a la larga resultaron suficientes pera
E:3 Unión de Utracht in 1579. transformar una 4, revuelta local en .un auténtico conflicto internacional con
1 resultados
desfavorables para la monarquía española. Desde el principio pareció claro que Felipe n no se iba a
Países Bajos españoles en 1646.
encontrar
sólo l•ffrente a las presiones de unos súbditos descontentos o reacios, sino a toda una se-
4 Mediterráneo,. tenía que retirar algunas dé los Países Bajosamientras que los
116
EL 114
,,„V hugonotes franceses constituían una . seria amenaza a las puertas del reino
SIGLO XVI
ibérico: El desarrollo de los -acontecimientos en los.Palles Bajos sólo
rie de se puede compreeder adecuadamente enmarcándolo en las circunstancias de la
dificultades de 'época, al estar aquella región situada eit unaaabea
otro tipo. M iieurálgicá
del eafrentainiento.que se estaba perfilando en Occiderite.entte el
poder de frente p r o t e s t a n t a . y e l c a t ó l i c o . . . •
EsParla en efecto, tenía sus límites. Si necesitaba tropas para hacer frente al sultán en el
Por otra parte, como bien demostraron lás peripelalde hilacha que siguió, España nunca ibéricos.
permitía A medida
que que pasaban-losallos
sus súbditos practicaran y- us golpes
una piratería activadeenmano. resultaban
perjuicio fructodo,
de los tuosos; los
ingleses adquirían
partidarias una.
católicos deexperiencia
la oceánica
pretendiente no inferior
María Estuardo;a la de
con los esabiertamente
evidentes, y los a los
gueux
tuvo posibilidades de IleVar a cabo una acción naval egcaz en aguas a• de los "Paíse,S Bajos. La del mar encontraron en sus puertos refirgio acogedor..Isabel intentaba
. no
marina de guerra •era su punto débil, mientras que, sobre todo en la primera fase del. enendstarse
muy demasiado
diferente: con España
las simpatías .de paraingleses
los evitar que
porésta apoyase
Orange eranseguida un rumbo
considerado la
enfrentamiento; resultó' ser la carta principal de los insurrectos. Sus puertos, en efecto, poseían posibilidad de casarse amena; Lbs acontecimientos
'que el soberano español; muerta María Tudor (1558), había tomaron•nga historia desde
una: flota muy. numerosa, con tripulaciones desde hacía tiempo acostumbradas —al contrario Las relaciones entre Felipe II y la reina Isabel (1558-1603) tenían ya. una lar-
de las.espatiolas--- a la maniobra y a la navegación por los mares nórdicoS. Era bastante
fácil•ransformar sus ágiles barcbs mercantes en. navíos armadós, aptos para realizar.operaciones • !Estas nuevas rivalidades, se. inscribían -sobre el fondo de un evidente rencor
militares mediante el empleo cada vez más •decuado de la artillería de a bordo. Además, el confesional; En 1559 Isabel se.habfa hecho proclamar «suprema gobernante temporal
dominio del: rrar aseguraba unas Preciosas relaciones con la aliada natural de tris sublevados: la, y espiritual del reino» y había vuelto a poner en vigor la legislación anticatólica con
Inglaterra de baben. En el plano ,estratégico, pues, Es- • paila no partía de una posición de el Acta de Uniformidad, que castigaba a quien no seguía el culto oficial. También
segura ventaja, obligada como estaba a actuar en aquel escenario, para ella lejano, casi por influjo de la vecina- Escocia, donde en 1560 el Parlamento haba aceptado el
exclusiVamente por medio de fuerzas expedicionarias terrestres. calvinismo de John. Knox, los puritanos qua se inspiraban en él esta.vatedia~doie
poaInglaternade modo progresivo: La reina no bs favo-
recía; convencida de que el episcapalismo anglicano aseguraba mejor.la defensa r de
las prerrogativas del Estado; en contrapartida, eI ptiritanismo hacía muchos prosélitos en
los Comunes, donde reforzaba la oposición' a la política de la. coro-
na. Estas dificultadetli internas contribuyeron a explicar que las relaciones entre
pañoles, conociendo cada vez mejor sus debilidades 'y valorando la perspectiva de
competir con ellos en el mar.
LA CONTRARREFORMA Y LAS POTENCIAS PROTESTANTES 117 la fase de represide•ás o menos inevitáble ala de arderle° conflicto político y militar
entre dos frentes opuestos. e
Inglaterra y España no se precipitaran a un auténtico conflicto hasta después de gítima lusitana
y-emparentado cemd estabE•c'on la dinastía portuguesa, había anexionado a España Portugal y do claro que la alineación religiosa segula.la.pauta de lá-lucha política y ecian6- mica.
sus dominios de ultramar (1580). La piratería inglesa se intensificó y creció tr'partir de 1580 aproximadaProvincias Unidas.
ridad la «yocac.iri)* detreY'.y.la de Tos estados, dado que taniii'el Uno como los 1585. Felipe II, que también había vacilado durante mucho:tiempo, mente; en 1585 Isabel
Mientras tanto, Felipe II, desaparecido el último miembrode la dinastía leotros aceptaba enviar un cuerpo expedicionario en ayuda de las decidió finalmente salir al
hablanTrecibldo.antoridad y poder de Dios y de las leyes del país. Para sos e n h a c e r d e encuentro del enemigo e inició los preparativos paró construir una gran flota. El
e s t a d o s e l a u t é n t i c o r e c e p t á c u l o d e l a s o b e r a n í a . tener la causa de lee sublevadas adversado tomó una actitud; que no tenía 'nada de ociosa: mientras católica Marfa
en- la lucha, cada vez más encarni:zada•no se tardó. Seirtejante'PaSOaftradadoera. jtilibda.1581, Estuardo era eliminada de la escena y obligada a subir al patíbulo (febrero de 1587),
las naves de Francis bralce atacaban el Puerto de Cádiz e incendiaban los navíos allí
cuando estas instancias se arrogaion el derecho ingaditri:de-derrocar al monarca. En cierto
concentrados. El gran enfrentamiento tuvo lugar al año siguiente, cuando en aguas del
modo los estados se convirtieron en el terrend en gire empegó it realizarse la reeolución
canal de la Mancha entraron en contacto las unidades ibéricas —bautizadas
política de la región, en tanto que el•rápidealesariono.deldáituación hacía de ellos el trámite
imprudentemente con el nombre de «Armada Invencible»— y las inglesas. El combate
y el crisol de un viraje histórito..OraciaS PO:pero de sus representantes, los grupos
se prolongó alrededor de una semana y se resolvió con uradesastre para. los españoles,
mercantiles y burgueses .de.lasciudades .(entre las que se había terminado dando la•primacía a dallados más que por el adversario, por una tempestad ante la cal no encontraron
Amsterdam) .fuerbir riany pronta mayoritarios en las asambleas. Más que una base jurídica fue refugio
esa.plataforina. locioecOnóMica lo que les aseguró un nando como instancias
deiinteresesloalles precisos: de ahí que lo auténtico poder. Representh.ntesde Desde haga algunos aeonelialianpuestaraxplícitán : re* enam Plano de pa-
la•colectividad, lapa estados siguieron funciograran cimentar la coexisteficier de provincias Las proporciones mundiales de la contienda se habían hecho evidentes, aco-
:celosas . de sus .particularismos. Además, con el paso del tiempo:en sus asambleas se adecuado.
pered6unamayor conciencia del propio papel soberano..A medida que se inipapla la. necesidad El frente protestante obtuvo pronto nuevos éxitos. Mauricio de Nassau, sucesor de
de tina administración estatal independiente y coherentease adeirti6 el carácter indispensable Guilleinao de °ranga, ocupaba al mando del ejército de las Provincias Unidas Breda. en
de la organización 'eficaz de, un gobierno. central...Desde 1577, en efecto, se había pasado da 1590 y Nimega y Deventer en 1591; 'tras la muerte de Alejandro

571
il 1 8 EL SIGLO XVI
LA CONTRARREFORMA Y LAS POTENCIAS PROTESTANTES 119
'Farnesio, Felipe 11 aceptaba reconstituir en los Países Bajos una especie de esta- r.
do borgoñón satélite bajo la soberanía de su hija Isabel y del marido de ésta, el ar-
ichicluqueAlberto. Mientras tanto la armada de las Provincias Unidas comenzaba a
i

hacer su aparición incluso en los lejanos océanos: dos de sus escuadras surca-Iban
victoiiosainente los mares del archipiélago indonesio en 1595 y en 1598. En 11596
Drálce repelía su incursión en Cádiz y se permita permanecer allí unos quince
días, saqueando e incendiando. Ante estas y otras demostraciones de los límites de
sa potencia., la orgullosa España empezó a pensar en negociar. La primera paz
concertada fue la de Vervins (1598), entre Felipe II y Enrique IV; la selgunda fue
estipulada entre Felipe ffi y la Inglaterra de Jacobo el soberano que había tuirificado
bajo su cetro JOS reinos de Inglaterra y Escocia (1604). En 1606 el monarca español
proponía un armisticio a las Provincias Unidas y al año siguiente se suspendieron
las hostilidades: el 9 de abril de 1609 se firmaba una treMa-de doce-años. Como se-
trataba de un puro reconocimiento de hecho, consagraba innegablemente la
existencia de las Provincias Unidas, las últimas llegadas al grupo de las grandes
potencias europeas: el reconocimiento oficial del Estado calvinista, que no se producirá
hasta 1648, será sobre todo un acto formal.

5. DESDEEL MEDITERRÁNEOHASTA LAEUROPA SEPTENTRIONAL YORIENTAL


Las luchas de la segunda mitad del siglo xvi entre las potencias de Europa oc-
cidental estaban consagrando nuevas relaciones de fuerzas y nuevos equilibrios
que caracterizarían la fisonomía de la historia mundial en el siglo siguiente. Efec-
p.vamente, se puede situar en los años finales del siglo xvi el inicio del
traspaso áe la sriptemacia de España a las potencias marítimas protestantes.
Vicisitudes relativamente simétricas, aunque en parte de signo opuesto, tuvieron
lugar durante el mismo período en el Mediterráneo. La mitad del siglo xvr, en
efecto, había 1.eñalado 91 apogeo:de la expansión otomana tanto en el mar como en
los Balcanes. Pero mientras que,e1 mundo germánico tardaba en organizarse
contra el avance turco, la catolicidad Meridional preparaba sus energías para la
contraofensiva. Un actor no menor de este proceso cada vez más vasto era la
concreción de un. impulso religioso en el que participaban muchos elementos de
la nobleza católica europeas empezando por la italiana y la ibérica. En 1559 nacía
la orden de los caballeros de San Esteban, can sede en Pila y base marítima en
Livorno. También por 'entonces volvía a fortalecer sus filas la orden de Malta en la
isla en que los 'eaballeros expulsados de Rodas se•habían establecido finalmente
tras una efímera estancia en Trípoli (Libia).
. PrecisahnentS efi. Malta, en el curso dl aun gran ataque lanzado por Solimá.n el
IVIainifico. y porD-1 Yagut, la marea rurca-Elicicprintera vez con un obstáculo
Insalvable y se Vio, obligada á retroceder (1565). El nuevo sultán, Selim II, deci-
dió poco después atacar de nuevoyla Serenfsiina y apoderarse de Chipre. A pe-
Ittr de la distancia que separaba a la isla de las bases cristianas, opuso una fuerte
asistencia: Famagusta inmovilizó a los atacantes desde agosto de 1570 basta
agosto de. 1571. Mientras tanto, establecida una vez más la alianza entre Venecia
120 .

E
L
S
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G
___'411.1.11,
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O
eialenirtY6res intermediaribs ontre
X
V el Báltico y los demás mares. El
I
y los españoles, las respectivas dominio delas.agiiai bálticas, sin
tropas se unieron y fueran al embargO, siguió siendo muy
encuenteo de la armada eeerniga. disputado:: las potencias :que-le.:
Era tarde para salvar Chipre, pero pretendían estaban aún más
no para demostrar que la armada divididas entre sr que las
de la Santa Liga reunida podía inediteiráneas. TrehaberOcupado la
hacer frente victoriosamente a la ciudad de Novgorod (1478), . Iván
musulmana: el 7 de octubre: de 111 no sólo había expulsado de
1571 la flota turca selle mercadereS hanseátices, sino
claramente. derrotada de que había intentado también,
LepanteEl efecto psicológico fue aunque en Vanoaestablecerse.en las
notable y desde. entonces los costas del Báltico. Medio siglo
otomanos, pese a su praiita después tal empresa fue
reacciÓn y su ataque contra reemprendidasaper Iván IV el
:
Túnez (ocupada por los españoles Terrible (1533-1584): su
en 1573r/tomada de nueva ocupación do Narva, no 9bstante,
pOr•o•otoinartos al año siguiente), suscitó maa extendida reacción
no buscaron ya el enfrentamiento contra la nueva presencia rusa..
directo en el Polacos ..y:fittian6S,
particularmente sensibles a este
mar„oxiteneledos.e.como sus
peligro, formaron en 15111a Unión
adverSarios con la gula de corso.
de Lublin. En diciembre del arlo
Antes de acabar eisiglo iniciarán
siguiente, un tratado firmado no
también los.H16sbergoalurigie
sólo por la potencias
Balcanes.
bálticase(aexcepeión de Rusia),
te, la ofensiva terreltrepara
sino también por Inglaterra,
recuperarlas tierras ocupadas por los
Escocia,' España y-Franaa,.
turcos en los
pclamaba la libertad de navegación:
En la segunda mitad del siglo
En este período al enriquecimiento
xviel Mediterráneo se estaba
de lOsi proclamaba
abriendo de nuevo también a las
. holandeses correspondió el del
marinas atlánticesepriniero á la
mayor productor de trigo: Polonia; su
inglesa y luego a la hOlandesa, Un
puerto de
fenómeno similar, e incluso Pantzig superará desde entonces en
an4..acentuado„ estaba prosperidad al mayor centro de la
produciéndose en el Báltico, decaden-
hasta:entonces objeto de 'contienda. te Nansa: Labeck.
labre todo entre daneses, suecos y A los destinos de Polonia se
hanseáticose En mayo de 1544 el aproximaron los de Suecia en la
tratadci dé Spira había proclamado segunda mitad del siglo xvz, sobre
que los estrechos del Sund tenían todo.después de que el futuro
que quedar delhre tráfico y limitaba monarca sueco Juan III se casara
el importe de los derecho de'paso: con la hermana de Segis.mundo II
Lbs mayorea,beeeficiatiós.-de esta Augusto (1548-1572). A la muerte
garantfa ioternacional fueron los de este último, extinguida la
holandeses, que pasaron aá- dinastía de los Jagellón y
convertida en electiva la monar-
quía polaca, primero fue renunció definitivamente a sus
nombradoray Enrique de Anjou, pretensiones (1589). El nuevo
que se apresuró a dejar el país en soberano (1587-1632) tenía una
cuanto se convirtió en heredero del sólida formación católica y no
trono francés (1574). Juan III, a vaciló en hacer suyos los objetivos
pesar de haber propuesto entonces de la Contrataeforma. Como
su candidatura, no logró impedir consecuencia, a la muerte de su
padre Juan Hl, hubo de enfrentarse
la elección del príncipe de
a sus propios súbditos suecos,
Transilvania Esteban Batbory desde hacía tiempo y
(1576-1586). Suecos y polacos s mayoritariamente adheridos al
encontraron unidos por primera luteranismo. El duque CarloS, su
vez en la guerra común. contra tío, se puso al frente del partido
Iván IV. protestante. Cuando Segismundo
dentados, 16s primeros desembarcó en Kalmar para
lograron arrebatar al adversario restablecer su autoridad, Carlos
Estonia y la ciudad de Narva, salió a su encuentro y le obligó a
mientras los segundos
conquistaban Livonia (1579- hacerse de nuevo a la mar (1598).
1581). Mientras el catolicismo vela cómo
Suecia se le escapaba, intentaba
LA CONTRARREFORMA Y extenderse por los territorios de
LAS POTENCIAS
Europa oriental: en octubre de
PROTESTANTES 1596 se promulgó en Btzesc
(Brest-Litovsk) una unión,
Pero se había entablado una confesional entre las iglesias
partida confesional romana y ortodoxamtena.
sinitduineamente en ambos países. Como ya hemos mencionado,
Tras haber Manifestado sus el fin del siglo xvx vio cómo se
simpatías por la confesión romana producían los primeros síntomas.
y haber acogidq a los jesuitas en de una reconquista católica de las
su reino, Jean Illabiuró del tierras ocupadas por los turcos. El
protestantismo (1578). En papado se consagraba a la difícil
Polonia, a la política tolerante de reconstrucción de un frente
Segismundo II Augusto (que en antiotornano, especialmente
1555 había concedido la libertad difícil debido a gire las dos
religiosa)ano tardó en suceder el mayorespotencias de la zona
influjo de la Contrarreforma. A la fieles a Roma —Polonia y el
muerte de Esteban Imperio de-los Habsburgo— tenían
B•itliorl'aÉleatirióla lucha por kt intereses divergentes. Rodolfo de
atacesión en el trono polaco, que Habsburgo se aseguró el apoyo
opuSo al archiduque akáximiliano del príncipe de Transilvania,
de Habsburge y al heredero del Segismundo Bathory, que
trono sueco, Segismundo. La Dieta consiguió sobre los turcos
polaca, al estar divida, no Unabriliante victoria en
pudorVitar que los pretendientes Giurgevo • (1595). Menos éxito
tomaran las armas. Segismueo no tuvieron las operaciones lanzadas
sólo obligó al adversario, a • por los imperiales contra los
abandonar Cracovia, sino que le otomanos en la frontera turco-
hizo retroceder hasta &leste hasta húngara. Ha de señalarse que
hacerlo prisionera: no le fue enrstas opera- .clones participaron
concedida la libertan hasta que contingentes de las más variadas
procedencias del mundo católico:
valones, españoles e incluso
franceses. La guerra del Danubio
terminó con la tregua de Száva-
Torok, de noviembre de 1606: el
sultán renunciaba al tributo que
le habían estado pagando los
Habsburgo. Pese a la
confirmación del estatuto
autónomo de que gozaba, con el
tratado de Viena de julio de 1606
el principado de Transilvania
méntenía los vínculos que desde
hacía aproximadamente medio
siglo lo unían a la Hungría
austríaca. Las ambiciones
polacas, aunque sin ignorar
Moldavia y Valaquia, se
orientaren sobre todo en
dirección a las tierras rusas,
concretándose en la.conquista de
Esmolensko.-E1 proyecto, ya
acariciado por Esteban Bathory,
de anexionar Moscovia a Polonia
fracasó debido a la resistencia del
pueblo ruso,•aunque los reiterados
intentos realizados tras la muerte
de Iván IV condujeron a que en
1617 el príncipe Ladislao, hijo de
Segismundo III, estuviera a punto
de convertirse en zar. En cambio
"fileron notables los resultado de
la política de unión religiosa con
los ortodoxos. Esta unión fue
aprovechada por los magnates
polacos contra los cosacos, que
se oponían a su penetración en
Genealogía de (os soberanos rusos
1,4

Iván ELI Rurik


(1462-1505)
t
Reman Jur'evit (t 1543). • ' Buil'', III
(1503-1533)

Nikita Ronjan rvit (i' 1586)


- Feodor Nititil Romanov (Patriarca Filarete, tRomanovua
Anastásia 1633) (f 1560) Iván IV•el Terrible
(casada en 1547 con el zar Iván IV) (1533-1584)

IAX 01DIS 13
 I
'Miguel
I AlejoFeOdorovit
Micitajlovil(1613-14545)
(1645-1676) zar . I
ly Fiodor I Dimi1
.1 (1584-1598) tri
Sofij, participe en el reino 1682-1619, t 1704- • I (t 1590)
. Feudar lfI (1676-1682) Iván Ped
V (1682-1689) t 1696
ro- el Grande (1682-1725)
' • "r.,
r casado en segundas nupcias en 1712
Catalina I, 1725-1727
1• '1 •
Catalina (t 1733) Ana
(del priMer matrimonio; Alejo
f 1718) Asta (t 1728)
Isabel
. Isabel (Ana Leopoldovna) (1730-1740)
tz. g (1741-1762)
c o .ca rsmeme Regente 1740.41, t 1746Aleksecvit (1727-1730) Pedro pedal 111 (f 1762)
vjen 2. =1:2‘. ir tei 5 rs Iván Vi Antnnovit (nacido 23 agosto 1740; casado en 1745 con Sofía de Arthalt-Zerbst
emperador 28 octubre. 1740 — 6 diciembre 1741; Cnralinall la Grande (1762-1796)
asesinado 16 julio 1764) Pablo 1 (1796-1801)

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