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DÍA TERCERO ...............................................................................................

73
DÍA CUARTO ................................................................................................ 74
NOVENA A NUESTRA SEÑORA DEL
DÍA QUINTO................................................................................................. 75 PERPETUO SOCORRO I
DÍA SEXTO .................................................................................................... 76
DÍA SÉPTIMO ............................................................................................... 77
DÍA OCTAVO ................................................................................................ 78
DÍA NOVENO ............................................................................................... 78
EXPLICACIÓN DE LA IMAGEN DE N. SRA DEL PERPETUO SOCORRO .......80

ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS


֘ En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo. Amen.
¡Oh madre del Perpetuo Socorro! tú conoces todos los
dolores de mi vida y sobre todo la horrible pena que hoy me
trae a tus plantas maternales.
Adoro la Divina voluntad y beso resignado la mano de mi
Dios que me prueba; y hoy, como ayer y como siempre,
confío en su infinito Poder y en su misericordia infinita.
Pero Él puso en tu corazón las riquezas de su bondad y en
tus manos los tesoros de su Omnipotencia. Por eso acudo a
ti, madre mía del Perpetuo Socorro.
Señora y madre mía, las sombras del dolor me envuelven
por todas partes, y no sé a qué puerta llamar para tener
algún consuelo en esta amargura que me ahoga. Los
hombres, unos me son adversos, otros me persiguen, otros
me olvidan, los más me miran con indiferencia. Los pocos
que parecen compadecerse de mí se declaran impotentes
para remediar mi mal.

~ 84 ~ ~1~
Sólo me quedas tú, madre mía del Perpetuo Socorro. Por eso
a ti acudo lleno de confianza y amor. ¡Eres la madre de Dios!
ÍNDICE
¡Eres mi madre! Jesús aprieta tus Manos para depositar en NOVENA A NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO I ....... 1
ellas su misericordia y su amor. El primer milagro que obró ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS ........1
en su vida mortal lo obró movido por tus súplicas. ¿No DÍA PRIMERO................................................................................................. 3
puedes hacer ahora otra súplica como aquélla en favor mío? DÍA SEGUNDO............................................................................................... 5
Madre mía del Perpetuo Socorro vengo a pedirte un milagro, DÍA TERCERO ................................................................................................. 7
y que este milagro sea para gloria de Dios, alabanza tuya y DÍA CUARTO .................................................................................................. 9
santificación de mi alma. (Se hace la petición). DÍA QUINTO..................................................................................................11
Aquí vendré nueve días seguidos a tus plantas. ¿Quedará tu DÍA SEXTO .................................................................................................... 13
maternal corazón insensible a mis ardientes y humildes DÍA SÉPTIMO ................................................................................................15
súplicas? Porque eres buena, porque eres fiel, porque eres DÍA OCTAVO .................................................................................................17
según el plan Divino, Dueña de todos los tesoros de Dios, DÍA NOVENO ............................................................................................... 19
por eso confío en ti. ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS ............................ 21
Sin embargo, que ahora y siempre se haga la voluntad de NOVENA A NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO II ... 24
Dios, así en la tierra como en el Cielo. Tú, madre mía, ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS .....24
hallarás en tu maternal corazón recursos poderosos para GOZOS ..........................................................................................................26
que descienda el bálsamo del consuelo ahí donde siga el DÍA PRIMERO............................................................................................... 27
dolor purificando mi vida DÍA SEGUNDO.............................................................................................32
Oh, madre del Perpetuo Socorro, ¡en ti confío! DÍA TERCERO ............................................................................................... 37
DÍA CUARTO ................................................................................................42
DÍA QUINTO................................................................................................. 47
DÍA SEXTO .................................................................................................... 53
DÍA SÉPTIMO ...............................................................................................58
DÍA OCTAVO ................................................................................................63
DÍA NOVENO ............................................................................................... 67
NOVENA A NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO III .. 71
ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS ......71
DÍA PRIMERO................................................................................................71
DÍA SEGUNDO............................................................................................. 72
~2~ ~ 83 ~
DÍA PRIMERO
(Oración preparatoria para todos los días pág. 1)
¿Qué me dice tu Santa imagen, oh madre del Perpetuo
Socorro? Que eres madre de Dios. Ese Niño que descansa en
tus brazos y que te llama con inefable cariño madre, es Dios,
el Hijo de Dios, tu verdadero Hijo…. Así lo declaran esas
letras misteriosas que están al lado de las mejillas del Divino
infante.
Te lo anunció el Arcángel San Gabriel cuando te saludó llena
de gracia y bendita entre las mujeres…. Lo viste por primera
vez cuando en la cueva de Belén salió de tus purísimas
entrañas como un rayo de la Divinidad… Tuviste la dicha
inefable de llevarlo en tus brazos y vivir toda tu vida en su
compañía. Ni en la cruz quiso que te apartaras de Él….
¡Madre de Dios! A cada hora, a cada instante, en todos los
climas y bajo todos los siglos, la Santa Iglesia cae rendida a
tus Plantas y proclama este título excelso que es la base de
todas tus grandezas y el fundamento de todos tus
privilegios: Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros.
Ante la gran madre de Dios, ¿puede presentarse una ruin y
pecadora criatura de este mundo? Las puertas del palacio de
los reyes y de los poderosos cerradas están para los
mendigos…, pero abiertas están de par en par las puertas del
palacio de María para todos los pecadores y desgraciados. Y
cuando más pecadores y desgraciados son con más piedad y
ternura son recibidos.
Por eso, ¡oh madre del Perpetuo Socorro!, de la tierra vengo
y sin más títulos que mis miserias me he atrevido a
presentarme ante tu solio maternal…. Aquí te traigo escrito
con lágrimas y con sangre el memorial de todas mis
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amarguras. Fíjate, Señora y madre mía, en la pena que hoy 3. Estrella en el velo de la Virgen. Ella es la Estrella del
me trae hasta aquí y verás que todo está perdido, que se han mar… que trajo la luz de la luz al mundo en tinieblas… la
desvanecido todas las esperanzas humanas. Sólo me quedas estrella que nos conduce al puerto seguro del Cielo.
tú. 4. Inicial griega para "San Miguel, el arcángel". Sostiene la
también un día la reina Ester, que era tu figura, se presentó lanza y la esponja de la Pasión de Cristo.
triste y llorosa ante el rey Asuero. "Señor le dijo si he hallado 5. Inicial griega para "San Gabriel, el arcángel". Sostiene la
gracia en tu presencia, te pido gracia para mi pueblo cruz y los clavos.
injustamente condenado a muerte…" Y la compasiva reina 6. La boca de María. Es pequeña para significar un
fue escuchada…. recogimiento silencioso. Ella habla poco.
Y yo te digo también a ti, madre de Dios, Señora y madre 7. Los ojos de María. Son grandes para todos nuestros
mía, ten piedad de mí…. Estoy condenado al dolor, al problemas. Están vueltos siempre hacia nosotros.
hambre, al trabajo y a las garras de las injusticias humanas. 8. Túnica roja. Los colores que llevaban las vírgenes en los
Madre del Perpetuo Socorro, nadie te llamó y lo tiempos de Cristo.
desamparaste. En ti confío. 9. Iniciales griegas para "Jesucristo".
Rezar 3 avemarías. 10. Las manos de Cristo. Con las palmas boca abajo y
(Oración final para todos los días pág. 11) dentro de las de su madre, indican que las gracias de la
redención están bajo su custodia.
11. Fondo amarillo. Es el símbolo del cielo, donde Jesús y
María están ahora entronizados. El amarillo también brilla
a través de sus ropas, mostrando así la felicidad celestial
que puede traer a los cansados corazones humanos.
12. Manto azul oscuro. Es el color que usaban las madres
en Palestina. María es las dos cosas a la vez: virgen y
madre.
13. Mano izquierda de María. Sostiene de manera posesiva
a Cristo. Ella es su madre. Es una mano consoladora para
todo el que acuda a ella.
14. Sandalia caída. ¿Ha casi perdido Jesús su sandalia
corriendo hacia María en busca de consuelo ante el
pensamiento de su Pasión?

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EXPLICACIÓN DE LA IMAGEN DE N. SRA DEL
PERPETUO SOCORRO
DÍA SEGUNDO
(Oración preparatoria para todos los días pág. 1)
Examina el cuadro al lado. ¿Qué me dice tu Santa imagen, oh madre del Perpetuo
Atemorizado por la visión de Socorro? Que eres mi madre. El Hijo de Dios, que es a la vez
dos ángeles que le muestran los
Hijo tuyo, descansa en tus brazos…. El hijo pecador, que es
instrumentos de la Pasión, el
Niño Jesús ha corrido hacia su el hombre, que en el dolor y en el amor fue engendrado al
madre, perdiendo casi una de pie de la cruz, reza a tus Pies. ¡Soy yo! Jesús busca su
sus pequeñas sandalias en su consuelo y socorro en tu corazón y aprieta tus Manos
precipitada huida. María lo maternales, y tú, en ellas, lo recibes y lo llevas con amorosa
sostiene en sus brazos de complacencia…. ¡Es tu Hijo! Pero al verme rezando a tus
manera protectora y amorosa. plantas, cargado de pecados y abatido bajo el peso de tantos
Pero presta atención a sus ojos. males, me miras a mí… ¡y que mirada la tuya tan dulce y
Su mirada esta fija no en Jesús misericordiosa! Sólo las madres miran así…. No lo
sino en nosotros. ¿No es este extraño…. ¡también yo soy tu hijo!
detalle un toque de genialidad? Madre mía, si no tienes brazos donde puedas llevarme,
¿Qué mejor manera de expresar el interés de Nuestra déjame que arrime mi frente a tu corazón, que entre en Él y
Señora en nuestras vidas y crecimiento espiritual? que allí te cuente mis penas y te ofrezca mis plegarias. Los
Las pequeñas manos de Jesús también están sujetas a las hijos no necesitan emplear muchas palabras para que las
de María como una forma de recordarnos a nosotros que, madres se den cuenta de los dolores que los matan y de las
así como en la tierra él se puso enteramente en sus manos penas que los ahogan. Mira, madre mía, a este hijo tuyo, a
buscando protección, así ahora en el cielo él nos confía a quien las lágrimas han arrastrado hasta ti. Mírame y verás
cada uno de nosotros en sus tiernos y amorosos cuidados. en la pupila de mis ojos que estoy triste, que me asfixio entre
Este es el mensaje principal del cuadro, un icono bizantino, sombras, que estoy completamente solo, y que sin ti la vida
que, no obstante, está repleto de otros símbolos. He aquí será imposible…. Nunca con más verdad que hoy te he
algunos de ellos: dicho: madre mía, sólo tú me puedes salvar.
1. Iniciales en griego para "Madre de Dios" ¿Me oyes? La fe me afirma que sí y mi corazón halla en este
2. Corona. Fue añadida al cuadro original por orden de la pensamiento un consuelo inefable. Me oyes, y tu corazón
Santa Sede en 1867. Es un tributo a los muchos milagros maternal se compadece de mis miserias. Ahí tienes en tus
obrados por Nuestra Señora bajo la advocación del brazos a tu Hijo y hermano mío Jesús; pídele por mí…. Las
"Perpetuo Socorro". oraciones de las madres siempre hallan eco en su corazón….
Una madre, sólo con las lágrimas silenciosas, le pidió que le
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devolviera al hijo que llevaban a enterrar…. y volvió a la vida amémosla nosotros. ¡Que honra la nuestra amar a la madre
el muchacho. Otra madre se echó a sus Pies y le pidió piedad de Dios! Amémosla, entregándonos a Ella con entera
para su pobre hija, que estaba atormentada del demonio…. confianza, por ser nuestra verdadera madre. María es
En aquel momento Satanás dejaba aquella alma que nuestra bienhechora; es nuestro perpetuo socorro. Por
fieramente atormentaba. nuestra parte, prometámosle recurrir constantemente a su
¿Serás tú, madre del Perpetuo Socorro, menos oída que misericordia; prometámosle sinceramente perseverar en
aquellas madres desoladas? Sólo pensarlo me parece un nuestros ejercicios o practicas diarias de devoción en honor
crimen. Di, pues, a tu Hijo: Hijo mío, esta alma está suyo, y experimentaremos cuan cierta es esta sentencia: que
atormentada de muchos males. Un dolor muy grande, sobre el verdadero devoto de María no puede condenarse.
todo en estos momentos, tortura su corazón. Óyela, cúrala, Rezar 9 avemarías.
sálvala. Oración
Madre mía, estoy en tus manos y en las manos de Jesús. ¡Oh madre del Perpetuo Socorro! Yo os consagro mi cuerpo
Rezar 3 avemarías. con todos sus sentidos, y mi alma con sus potencias. De aquí
en adelante quiero serviros con fervor, invocaros sin cesar y
(Oración final para todos los días pág. 11) trabajar por ganar corazones que os amen. ¡Oh madre mía!
Haced que no pase día alguno de mi vida sin que os invoque
con amor filial.

~6~ ~ 79 ~
DÍA OCTAVO DÍA TERCERO
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro auxilia a sus (Oración preparatoria para todos los días pág. 1)
devotos en el Purgatorio. ¿Qué me dice tu Santa imagen, oh madre del Perpetuo
Socorro? Que eres Corredentora del mundo. En la magna
Muy dignas son de compasión las almas del Purgatorio, procesión conmemorativa de la Redención del linaje
porque padecen tormentos atroces y no pueden ayudarse a humano, avanzan los ángeles con los instrumentos de la
sí mismas; pero María las socorre con la más tierna Pasión, y en medio, escoltados por todos los siglos y por
misericordia. La Santísima Virgen alivia a aquellas almas todos los hombres, amados, aclamados, venerados, avanzan
tan queridas, rogando por ellas, y a veces hasta desciende a los dos únicos héroes de esta empresa divina: Cristo Jesús y
aquel lugar de tormentos para consolar y confortar a sus tú, madre mía.
fieles siervos; más aún: su poderosa y maternal intercesión
se emplea en abreviar el tiempo de sus penas y en librarlas No vivo entre sombras; camino a la luz de los resplandores
de aquel fuego purificador. de la fe. Por eso, creo y confieso que solo mi Dios y Padre
Jesucristo me podía redimir.
Rezar 9 avemarías.
Creo y confieso que, por glorificarte a ti y por otros fines
Oración altísimos dignos de la Sabiduría Divina, te asoció a esta gran
¡Oh María! ¡Cuántos pecados he cometido en todo el curso obra de la redención del mundo.
de mi vida, y cuan escasa ha sido mi penitencia! ¡Oh cuan Creo y confieso que, habiendo escogido Jesús, la cruz como
largo y cuan terrible habrá de ser para mí el Purgatorio, si instrumento de salvación, no hay para nadie redención sin
vos no me otorgáis vuestro auxilio! En vos pongo toda mi cruz.
confianza. ¡Oh Virgen del Perpetuo Socorro! postrado a
vuestros pies os suplico me obtengáis la gracia de no caer ni Creo y confieso que mis dolores y penas, las angustias del
aun en las más leves faltas, y la de expiar todos mis pecados alma y los tormentos del cuerpo, son los instrumentos
en esta vida. Espero que no me negareis esta merced. benditos que la Providencia amorosa emplea para purificar
mi alma, para expiar mis pecados, para labrar mi corona
DÍA NOVENO eterna y para acercarme más a Jesús.
Pero también creo y confieso que Dios en la vida sabe
Consagrarse a Nuestra Señora del Perpetuo mezclar y santificar las tristezas y las alegrías, y que nos lleva
Socorro y servirla con fidelidad es hacer cierta la al cielo, a veces derramando lágrimas, a veces cantando
perseverancia. himnos de gratitud y de amor.
En este día consagrémonos a María; y para esto hagamos Adoro, madre mía, los planes divinos sobre mí. Permite, sin
por Ella lo que Ella hace por nosotros. María nos ama; pues embargo, que te diga como decía mi redentor en el Huerto
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de Getsemaní: "Aparta de mí este cáliz…, cura mis dolores…, aceptar con resignación, a lo menos, todas las penas que
remedia mis penas. Mira que el cáliz de mi corazón rebosa Dios me envíe. Alcanzadme, madre mía, la gracia de no
de amargura…" quejarme nunca en mis trabajos.
Madre mía, cúrame, sálvame, y cantaré tus misericordias
por los siglos de los siglos. DÍA SÉPTIMO
Rezar 3 avemarías. Nuestra Señora del Perpetuo Socorro ampara a sus
devotos en la hora de la muerte.
(Oración final para todos los días pág. 11)
El instante solemne en que morimos decide de nuestra
suerte feliz o desgraciada por toda una eternidad. Esa es la
hora en que el demonio despliega toda su astucia y todas sus
fuerzas para ver de ganar una nueva alma. Pero no
desmayemos: tengamos confianza, porque esa también es la
hora de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. No en balde
dice tan a menudo todo fiel cristiano: Santa María madre de
Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de
nuestra muerte. Allí estará, pues, a nuestro lado, a la hora de
la muerte, para que podamos pasar felizmente del tiempo a
la eternidad.
Rezar 9 avemarías.
Oración
¡Oh María! cuando pienso en las angustias de mi última
hora tiemblo y me siento lleno de confusión. No me
abandonéis, madre mía, en tan críticos momentos:
concededme la gracia de que os invoque entonces con mas
fervor que nunca, a fin de expirar con vuestro dulcísimo
nombre y el de vuestro Santísimo Hijo en los labios.

~8~ ~ 77 ~
Oración
¡Oh María! Si he tenido la desgracia de pecar, yo mismo he
DÍA CUARTO
sido el autor de esta desgracia. ¡Ah! Si yo os hubiera (Oración preparatoria para todos los días pág. 1)
invocado, vos hubierais acudido en mi socorro y yo no ¿Qué me dice tu Santa imagen, oh madre del Perpetuo
hubiera caído. Haced, madre mía, que en la hora del peligro Socorro? Que eres por disposición divina dueña de todos los
me acuerde de vos y os invoque diciendo: ¡madre mía, bienes de Dios y dispensadora de todas sus gracias.
socorredme! Así saldré con la victoria. Cuando la Iglesia te llama madre de la Divina Gracia
proclama que eres madre de Jesús, que es la Gracia y vida
DÍA SEXTO del mundo… Cuando te dice auxilio de los cristianos,
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro asiste a sus confiesa que eres amparo del pueblo cristiano en los
devotos en todas las necesidades y trabajos de la momentos más angustiosos de su historia.
vida. Cuando te llamamos madre del Perpetuo Socorro,
reconocemos y confesamos que eres la depositaria de todos
Nuestra naturaleza tiene horror a las contradicciones y los bienes de Dios. No lo pudieras ser si tu misericordia y tu
trabajos de esta vida los cuales son, empero, favores poder no abarcaran todos los momentos de todos los
señalados que Dios hace a las almas que le aman. La hombres hasta el fin del mundo.
verdadera sabiduría consiste en descubrir los tesoros
inestimables de méritos que se hallan encerrados en las Por eso vengo a tus plantas y te suplico con todo mi corazón.
humillaciones y en los trabajos. ¿Quién, pues, nos dará a Si acudo a los Santos, ellos tienen que acudir a tu poder
conocer este tesoro? María Santísima, la reina de los omnipotente, si acudo a Jesús, Jesús me envía a ti, porque
mártires. Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, que pasó Él mismo te ha constituido dispensadora de todos sus
toda su vida entre penas y dolores, nos enseñará, con su bienes…
ejemplo, que en este valle de lágrimas la cruz es la herencia Aquí estoy, aquí me tienes llamando con fe y confianza a las
de los elegidos y nos hará más llevaderos los trabajos de este puertas de tu misericordia.
penoso destierro. Óyeme y exclamaré con tu gran siervo San Alfonso: "todo lo
Rezar 9 avemarías. bueno que de Dios recibimos, lo recibimos por la intercesión
Oración de María".
¡Oh María, madre y Señora nuestra del Perpetuo Socorro! Óyeme y mi corazón agradecido repetirá con el Santo
¿Cómo quejarme de mis trabajos, cuando considero Pontífice Pío X: "confesemos que es madre de misericordia,
vuestros acerbos dolores? Vos sois verdadera madre de Dios, porque todos los bienes y todas las gracias que Dios concede
y vuestra vida fue vida de dolor y sufrimiento: quiero, pues, a los desgraciados hijos de Adán, dispuso la Divina

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Providencia que pasaran por las manos de la Virgen deseo sincero de salir del pecado y que acudan a Ella
Santísima". pidiéndole la fuerza necesaria para romper las cadenas con
Óyeme y suspenderé mi corazón al pie de tu Santa imagen, y que los tiene esclavizados la culpa.
mi lengua dirá a todos los hombres: "con la Virgen del Rezar 9 avemarías.
Perpetuo Socorro me vinieron todos los bienes. Bendita y Oración
glorificada sea, por los siglos de los siglos". ¡Oh misericordiosa Abogada y refugio de los pecadores
Rezar 3 avemarías. ¡Mucho he ofendido a Dios! En vuestras manos pongo mi
(Oración final para todos los días pág. 11) salvación eterna. ¡Oh madre del Perpetuo Socorro! Haced
que no vuelva ya a tener la inmensa desgracia de
corresponder con vil ingratitud a vuestros continuos favores.
Alcanzadme de vuestro Hijo la gracia de una conversión
sincera, para que en adelante le ame con todo mi corazón.

DÍA QUINTO
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro defiende a
sus devotos en las tentaciones.
La vida del cristiano sobre la tierra es una lucha constante.
Rodeados estamos de enemigos por doquiera; de enemigos
de todas clases, que se conjuran contra nosotros,
maquinando nuestra perdición y ruina; ¿quién nos
defenderá en medio de tantos peligros? La que
continuamente vela por sus hijos: Nuestra Señora del
Perpetuo Socorro, que por sí sola es más terrible que un
ejército puesto en orden de batalla; la que es torre de David,
fortaleza inexpugnable, de la cual penden mil escudos,
armadura de los fuertes, y al mismo tiempo madre nuestra;
madre tan tierna y amorosa, que más desea Ella
concedernos su socorro, que nosotros alcanzarlo.
Rezar 9 avemarías.

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disminuye la vehemencia de las tentaciones; María conserva
en sus hijos, la gracia santificante y el amor de Dios, y les
DÍA QUINTO
consigue la perseverancia; María suaviza nuestras penas (Oración preparatoria para todos los días pág. 1)
temporales y espirituales. ¿Qué me dice tu Santa imagen, oh madre del Perpetuo
Por último, es María nuestro socorro perpetuo, porque nos Socorro? Que eres reina de todos los ángeles. Por eso, ahí
socorre a todas horas y en todos los instantes. Es nuestro tienes a tu lado a los dos grandes príncipes de la corte
socorro en el momento oportuno, en el formidable trance de celestial. En actitud de religiosa veneración esperan tus
la muerte y en medio de las llamas del Purgatorio. órdenes, al mismo tiempo que reconocen tu excelsa
Rezar 9 avemarías. autoridad. He ido llamando de puerta en puerta. Todas se
me cerraron: la puerta de la riqueza, la puerta de la amistad,
Oración la puerta de la gratitud, la puerta de la ciencia, la puerta del
¡Oh Señora Nuestra, madre del Perpetuo Socorro! ¡Cuántos poder… hasta la puerta de la caridad y de la misericordia…
tesoros de gracias y bendiciones proporcionáis a los
individuos y a las familias que a vos se consagran ¡Oh madre Solo una puerta me queda abierta, la puerta donde tu
mía! Dignaos recibirnos a todos como a hijos vuestros y Perpetuo Socorro aguarda con los infinitos tesoros de tu
derramar sobre todas las familias de los que estamos aquí Poder y tu misericordia.
vuestros insignes favores. Madre mía, un ángel guio a Tobías en un escabroso viaje y
llevó a su familia de parte de Dios, la curación, la felicidad y
DÍA CUARTO el amor. Otro ángel descendió sobre la obscura cueva donde
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro ayuda a sus el profeta Daniel estaba encerrado, para darle la comida del
devotos a salir del pecado. cuerpo y los consuelos del alma. Ahí a tu lado están esos dos
Uno de los principales oficios en que ejercita su solicitud Arcángeles de la corte del cielo: San Rafael y San Gabriel.
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro es el de sacar a las Diles que me ayuden y me salven, y al punto se acabaran los
almas del pecado. A la manera como una madre llora y gime amargos dolores que me atormentan.
sobre el cadáver de su hijo, a quien desearía poder resucitar, ¿Es Satanás el que, por permisión de Dios, me persigue y me
María siente ardentísimos deseos de que vuelvan los acosa como al Santo Job? ¿Son los hombres los que,
pecadores a la vida de la gracia. Su grande ocupación
ingratos e injustos, se ensañan implacables conmigo? Hay
consiste en interceder por ellos sin cesar; y Ella se gloria en
ser su infatigable Abogada y en alcanzarles la gracia de la momentos, madre mía, en que la tristeza, el desaliento y la
verdadera conversión, con tal que tengan a lo menos el desesperación me ahogan.

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Madre mía, si a ti y a tu Hijo presentaron esos Arcángeles penas, en vuestros desfallecimientos, en vuestras dudas; y si
los instrumentos de dolor, que me traigan a mí el bálsamo alguna vez llegareis, por desgracia, a caer, después de
de tu misericordia. vuestra caída venid: yo soy la madre del Perpetuo Socorro;
yo os consolare, yo os confirmare, os defenderé, y os
Pero… que no se haga mi voluntad, sino la voluntad de Dios. conduciré a la Patria bienaventurada del cielo.
Rezar 3 avemarías. Rezar 9 avemarías.
(Oración final para todos los días pág. 11)
Oración
¡Oh dulce madre mía! Si en vos no viese yo mi perpetuo
socorro, mis pecados me inducirían a temer que no había
misericordia para mí. Pero vos sois la misericordia perpetua:
después de Dios en vos quiero poner toda mi confianza, y
desde ahora, me propongo acudir siempre a vos en todas
mis necesidades. ¡Oh madre del Perpetuo Socorro! Dignaos
socorrerme en todo tiempo y en todo lugar, en mis
tentaciones y dificultades, en todas las miserias de esta vida,
y sobre todo en la hora de la muerte.

DÍA TERCERO
Venerar a nuestra Señora del Perpetuo Socorro es
medio seguro para conseguir todos los tesoros del
cielo.
Consideremos cada una de las palabras de esta advocación:
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. María es Señora, es
decir, madre de Dios, reina poderosa del cielo y de la tierra.
María es nuestra: nuestra, por ser madre del Redentor de los
hombres, Abogada de los pecadores, madre de misericordia
y Corredentora; y nuestra, sobre todo, por su maravillosa
ternura de madre. María es nuestro socorro, porque con él
nos libra de la mayor de las desgracias de esta vida, o sea del
pecado María vela por nosotros, quita las ocasiones y
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instrumentos de su futura Pasión, y que al verlos el adorable
infante se llena de espanto, y busca en su dulce madre
DÍA SEXTO
protección y amparo. Con lo cual quiere decirte que, a (Oración preparatoria para todos los días pág. 1)
imitación suya, debes tú también buscar siempre en María el ¿Qué me dice tu Santa imagen, oh madre del Perpetuo
socorro perpetuo en medio de las aflicciones de la vida Socorro? Que eres la Consoladora de todas las penas. Todo
presente. en tu cuadro santísimo me habla de la Pasión de Cristo y de
Rezar 9 avemarías. tu propia Pasión. La lanza, la esponja, la cruz y, sobre todo,
Oración tu mirada impregnada de amargura y la actitud angustiosa
del Hijo de tu Alma…
¡Oh Salvador mío, Jesucristo! Al contemplaros en brazos de
vuestra madre, veo que en medio de vuestro santo temor os Ahí está todo el Calvario. Tú y Jesús son las dos víctimas. Él
derramará en ti la sangre de sus venas…. Tú, madre mía,
estrecháis con Ella y me decís a mí que os imite, recurriendo
yo también a la que es mi perpetuo socorro. Quiero, pues, derramarás todas las lágrimas del dolor.
entregarme a Ella sin restricción alguna. ¡Oh María! Dios ha Y esta tu dolorosa Pasión duró toda tu vida. Era Jesús Niño,
querido honraros, comunicando al culto de vuestras descansaba amoroso en tu regazo, y ya la visión de sus
imágenes virtud milagrosa. Inspiradme ¡oh madre del tormentos le amargaba la vida.
Perpetuo Socorro! confianza ilimitada en vuestra poderosa también para mí tiene que haber una cruz; también yo tengo
bondad. que morir en un Gólgota.
Es verdad de mi fe, porque es la doctrina que brotó de los
DÍA SEGUNDO Labios de Jesús:
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro quiere que "El que quiera venir en pos de mí, tome su cruz y sígame. Si
acudamos a Ella en todas nuestras necesidades. no hacen penitencia, todos irremisiblemente perecerán".
Vemos que la Virgen Santísima del Perpetuo Socorro, Y el apóstol San Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, ha
cuando el Niño Jesús estrecha su mano, en vez de volver sus escrito en una de sus cartas: "todos los que quieran vivir
miradas a Él las vuelve a nosotros. Sin duda quiere así piadosamente en Cristo Jesús, tendrán que ser
mostrarnos su ardiente deseo que acudamos a Ella. Con esta perseguidos".
tierna y amorosa mirada nos está, pues diciendo a todos: Yo Adoro, madre mía, la voluntad Divina y te digo lo que te
soy madre de Dios, pero también soy madre vuestra. ¿Qué decía tu gran devoto San Alfonso: "Si quieres que sea
mayor deseo puede tener una madre que el de ayudar y perseguido, despreciado y calumniado…, si quieres que esté
socorrer a sus hijos? Venid, pues, hijos míos, a mí. Acudid a enfermo, encarcelado y atormentado…, si quieres que
mí en todas vuestras necesidades y miserias; en vuestras
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padezca tristezas en el alma y hambre y dolores en el cuerpo, NOVENA A NUESTRA SEÑORA DEL
hágase la Divina voluntad".
Pero el mismo Jesús que nos prueba, quiere que acudamos
PERPETUO SOCORRO III
resignados y llenos de confianza a ti. Por eso a ti acudo,
consoladora de los afligidos… Por eso llamo a tus puertas,
Alegría de las almas tristes… Por eso te llamo a ti, esperanza
de los desesperados… Por eso invoco tu nombre, que resume
todas las bondades, madre del Perpetuo Socorro… madre,
consuélame, ampárame y mi corazón te amará eternamente.
Rezar 3 avemarías. ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS
(Oración final para todos los días pág. 11)
֘ En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo. Amen.
Virgen Santísima, socorro perpetuo de las almas que se
acogen a vuestro amor maternal: dignaos pedir por mí a
vuestro santísimo Hijo y Señor nuestro Jesucristo, para que
le sean agradables todos mis pensamientos, palabras y
acciones de este día y toda mi vida.
Aceptad, ¡Oh tierna madre mía! el corto obsequio que os
ofrezco en esta Novena, y alcanzadme el favor que en ella os
pido, si conviene para mayor gloria suya, honra vuestra y
bien de mi alma. Amén.

DÍA PRIMERO
Jesucristo quiere que en nuestros trabajos
acudamos a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
Levanta la vista ¡oh cristiano! y contempla a la Virgen del
Perpetuo Socorro. Mira al Niño Jesús, que con sus
manecitas temblorosas toma y estrecha la mano de su tierna
madre. ¿Qué ha sucedido? Que dos ángeles le presentan los
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socorro hasta verme en el cielo, alabándoos y cantando DÍA SÉPTIMO
vuestras misericordias por toda la eternidad.
(Oración preparatoria para todos los días pág. 1)
Sed amada, sea alabada, sea eternamente bendita,
¿Qué me dice tu santa imagen, oh madre del Perpetuo
¡oh Virgen del Perpetuo Socorro! mi esperanza, mi Socorro? Que eres la última esperanza del hombre en esta
amor, mi madre, mi refugio y mi vida. Amén. vida. Que cuando todos los nombres se despiertan con el
alma sombría y desesperada sin rayo de luz, sólo tu nombre
del Perpetuo Socorro brilla en el fondo del alma como la
última sonrisa de la misericordia de Dios.
Ese Hijo Divino que llevas en tus brazos ha visto los
tormentos que le prepara el pueblo judío. Ese pueblo
implacable pedirá que su sangre caiga sobre él. Jesús ve con
pena como se arranca de sus brazos y se aleja. Eso indica la
sandalia que cuelga de su pie. No ha podido desprenderse
del todo…, porque Dios nunca abandona completamente al
hombre
¡Qué gran lección nos dan la Justicia y la misericordia
Divinas! ¡Hemos pecado! La Justicia Divina nos condena,
nos rechaza… Nuestro pecado contra un Dios que ha muerto
por nosotros es demasiado grande. ¡No merecemos
perdón!... Y huimos ante la infinita Justicia.
Pero no hemos podido separarnos del todo de Dios… No nos
resolvemos a darle el postrer adiós de despedida a su madre
y nuestra madre María… Su amor y su nombre lo llevamos
muy metido dentro del alma… Sólo una débil correa nos une
a Jesús: la devoción a su madre…
La Santa Iglesia, ante el lecho de los moribundos, para
alcanzar para ellos perdón y gracia en esa hora tremenda,
reza: "Acuérdate, Señor, que, a pesar de los pecados de su
juventud, no negó tu fe".

~ 70 ~ ~ 15 ~
Y yo te digo: "madre mía, dos cosas guardo en mi alma como llevarlos al cielo. El día de su gloriosa Asunción, dice una
suprema esperanza: la fe en mi Jesús… y tu amor, madre piadosa tradición quedó vacío el purgatorio, porque María
mía del alma". había pedido y conseguido de Jesucristo el llevar consigo a
Por eso vengo hoy a tus plantas… El mundo me rechaza…, la gloria todas las almas que entonces gemían en aquel lugar
los hombres me abandonan…, la familia se olvida de mí…, donde el fuego purifica de toda mancha. Y es de creer que
hasta la misma conciencia me persigue…. Y, entre tanto, los con sus ruegos y súplicas tiene el singular privilegio de
males me asedian y los dolores me atormentan… Mi corazón libertar, según le plazca, las ánimas del purgatorio y
y mi cuerpo sangran por todos los poros.
especialmente las de sus hijos más devotos. Se, pues, devoto
Madre mía, tú eres mi última esperanza. A ti acudo. sincero de esta tierna madre, para que sientas también los
Necesito un milagro y te lo pido. dulces efectos de su maternal socorro, cuando estés en el
te lo pido y lo espero, y mi lengua te alabará toda la vida. purgatorio. Aún más, pídele que te consiga, antes de morir,
Rezar 3 avemarías. la gracia de hacer un acto de amor tan perfecto, que puedas
volar al cielo sin pasar siquiera por esas llamas
(Oración final para todos los días pág. 11) purificadoras.
(Se pide lo que se desea conseguir de Nuestra Señora del
Perpetuo Socorro)
(Gozos pág. 14)
Oración
¡Oh madre del Perpetuo Socorro! Oh vos que nunca
abandonáis a vuestros hijos, y los socorréis perpetuamente
en la vida, en la muerte, hasta en el mismo purgatorio, ved
aquí a vuestros pies a un pobre pecador que, lleno de
confianza a vos acude y a vos se entrega. Muchos y grandes
son los pecados que he cometido; espero, ¡oh madre mía!
¡Que me hayan sido perdonados, pero no sé si he hecho por
ellos la debida penitencia! Es probable que tenga que acabar
de expiarlos en el purgatorio. ¡Ah! ¡Si tal fuese mi suerte, no
dejéis de visitarme en aquella terrible prisión! Consoladme
entonces y aliviad mis penas. En resumen, sed mi perpetuo
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frecuencia; y la amorosa madre, al oír que la invocan, les DÍA OCTAVO
proporciona su maternal socorro; dirige sus ruegos a Dios
(Oración preparatoria para todos los días pág. 1)
con los que son socorridas dichas almas y quedan
refrigeradas como con celestial rocío en sus grandes ¿Qué me dice tu santa imagen, oh madre del Perpetuo
sufrimientos. Socorro? Que, en la noche obscura de la tormenta, tú eres la
Estrella que brilla en el cielo de la vida, como rayo de luz,
Además, como reina soberana, ejerce en aquella prisión su
como guía de los navegantes.
dominio y plenipotencia, tanto para aliviar, como para librar
Por eso el artista que pintó tu devota imagen dibujó sobre tu
de sus penas a estas santas prisioneras; y en cuanto a
Frente una estrella. Desde entonces, la Santa Iglesia, en la
aliviarlas, aplicando San Bernardino de Sena al asunto que letanía, que es la poesía del amor, te invoca y te dice:
no ocupa aquellas palabras del Eclesiástico: “me paseé por Estrella de la mañana, ruega por nosotros.
las olas del mar”, dice, esto es, visitando y socorriendo las
Desde entonces San Bernardo, el heraldo de tus grandezas, a
necesidades y penas de mis devotos que son mis hijos. Se todos los que en la nave de Pedro van bogando hacia el
llaman olas las penas del purgatorio, añade el citado santo, Cielo, les dice: "cuando los envuelvan las nieblas, cuando
porque son transitorias, a diferencia de las del infierno que bramen los vientos, cuando los abismos abran sus fauces
nunca pasan; y se llaman olas del mar, porque son penas inmensas, cuando las olas se levanten como montañas de
muy amargas. hirviente espuma, amenazándolos con una muerte cierta,
Afligidos de estas penas, los devotos de María son a menudo miren esta Estrella, llamen a María…"
visitados y socorridos por Ella. María misma reveló a Santa Desde entonces, todos los marineros que surcan los mares te
Brígida que Ella era la madre de todas las almas que se invocan en medio de los horrores de la tempestad. En medio
hallan en el purgatorio, porque todas las penas que merecen de una loca tempestad apareciste tú, madre del Perpetuo
por las culpas que cometieron en vida, en cierto modo se van Socorro. Te colgaron de un mástil roto, te invocaron y se
calmaron las olas y renació la calma.
mitigando de hora en hora por sus ruegos. Ni se desdeña la
piadosa madre de bajar a veces a aquella santa cárcel para Aquí tienes a tus plantas, ¡oh madre del Perpetuo Socorro!, a
un alma que va bogando por el mar de la vida hacia el puerto
visitar y consolar a sus afligidas hijas. ¡Cuánto importa,
del Cielo...… y la tormenta me ha sorprendido.
pues, dedicarse al culto de esa bondadosa reina, ya que no
olvida de sus devotos en las purificadoras llamas del ¡Soy un náufrago! Estoy bebiendo las aguas salobres de
todas las amarguras humanas… Me ahogan ya las olas de las
purgatorio!
tentaciones del infierno.
Mas, no sólo consuela, socorre, visita María a sus hijos en la
cárcel de la expiación, sino que a veces los saca de allí para
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Los vientos locos del dolor y del hambre me lanzan contra
los escollos de la desesperación.
DÍA NOVENO
(Oración preparatoria para todos los días pág. 13)
Sólo me queda una tabla, a la cual me agarro con
desesperadas angustias, tu nombre bendito… Sólo en el Consideración
Cielo obscuro, que por todas partes me rodea, veo una Nuestra Señora del Perpetuo Socorro auxilia en el
estrella: es la que brilla en tu Frente.… La vi de niño como purgatorio a sus devotos
una sonrisa de tu amor…. La veo ahora como una mirada de
¿Por ventura se limitará el ejercicio de la misericordia de
tu misericordia. Parece que en esta tempestad horrenda que
me ahoga me dices: "ten esperanza; los míos no se hunden María al umbral de la eternidad o ante el tribunal de
jamás en los abismos. Naufragan, pero los recogen mis Jesucristo? ¡Oh no! Considera que su socorro es perpetuo.
brazos amorosos"…. Con solicitud material sigue favoreciéndonos, hasta que nos
Lo sé, madre mía; lo creo… Lo he experimentado mil veces vea a su lado en la gloria. Esta piadosa madre socorre a sus
en mi vida. Sálvame una vez más. Estrella bendita, que luces devotos, no sólo en todas las necesidades de la vida y de la
en la frente de mi madre del Perpetuo Socorro, guíame…. muerte, sino también en el purgatorio. Como las almas allí
Voy a ti…, voy a Dios…, voy al Cielo… Madre mía ¡gracias! detenidas necesitan de mayor auxilio, porque son más
Rezar 3 avemarías. atormentadas, y no pueden aliviarse por sí mismas, esta
reina de misericordia se ocupa con más eficacia en
(Oración final para todos los días pág. 11) socorrerlas.
Ante todo, el solo oír pronunciar su Santísimo nombre alivia
a esas infelices presas. Se consuelan al pensar que el socorro
de su madre es perpetuo, y se extiende por lo tanto también
a esta prisión horrorosa. Un día le dijo Jesús, como lo oyó
Santa Brígida: “tú eres mi madre, la madre de misericordia,
el consuelo de los que se hallan en el purgatorio” y la
bienaventurada Virgen misma dijo a la citada santa que, así
como a un pobre enfermo afligido y abandonado en su lecho
de dolor, le complacían las palabras de consuelo que se le
dirigían, así también aquellas almas se consolaban con sólo
oír su nombre. Este nombre es para sus hijos queridos de
grande alivio en aquella cárcel, para los que le invocan, con
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tremendas angustias de que yo seré entonces presa.
Fortificadme cuando el demonio quiera arrojarme en la
DÍA NOVENO
desesperación, por el recuerdo de los pecados, que he (Oración preparatoria para todos los días pág. 1)
cometido. Obtenedme la gracia de invocaros entonces más a ¿Qué me dice tu santa imagen, oh madre del Perpetuo
menudo que nunca, a fin de que espire pronunciando Socorro? Que eres de verdad lo que tu nombre consolador
vuestro dulcísimo nombre junto con el de vuestro adorable encierra: Perpetuo Socorro de todos los hombres, y, por
Hijo, y muera amando a mi Dios y amándoos a vos, para ir tanto, Perpetuo Socorro mío…
después a amaros eternamente en el paraíso. Eres Perpetuo Socorro de todos los hombres. Eva, dice San
Ejemplo Bernardo, fue la maldición para todos sus hijos. Desde aquel
día aciago, todos los hombres arrastraban desde la cuna, la
Una señora de los estados pontificios, se fue un día a Roma
cadena de la maldición Divina. Pero, tú madre mía, has sido
para venerar la milagrosa imagen de Nuestra Señora del
nuestra bendición… todos al nacer levantan los ojos a ti y
Perpetuo Socorro. Un Padre a quien se dirigió, le preguntó ven en ti la madre querida, que ha de aplastar la cabeza de la
cuál era el motivo que la había determinado a emprender un infernal serpiente, que quiere inocularnos el veneno de la
viaje tan largo. Le respondió: mi marido me dijo varias veces culpa y de la muerte.
que en esta iglesia se veneraba una imagen de la Virgen muy
Eres Perpetuo Socorro en todos los tiempos… todos los días,
milagrosa, llamada Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Él desde el primer día del mundo, sale el sol y sus rayos
se encomendaba a ella con frecuencia y recibió muchas espléndidos comunican al mundo la fecundidad, la belleza y
gracias por su intercesión; hace poco que murió. Estando la vida… No hay nadie que se esconda de tu luz
próximo a morir, me dijo que veía a su cabecera a Nuestra bienhechora… Desde que tú, ¡oh madre mía!, fuiste
Señora. Recibió tanto consuelo con esta aparición que predestinada para ser madre de Dios y madre nuestra, tus
parecía no sentir los dolores de la muerte, y expiró tan suave manos benditas han dejado caer sobre el mundo la lluvia de
y santamente que no tengo duda alguna acerca de su las gracias Divinas… Y se apagará el sol en el alto Cielo, y
salvación, y mi mayor felicidad sería morir como él.” aún seguirás tú derramando sobre todos los predestinados
Sed amada, sea alabada, sea eternamente bendita, las alegrías de la gloria de Dios.
¡Oh Virgen del Perpetuo Socorro! mi esperanza, mi Eres Perpetuo Socorro en todas las edades de la vida… El
amor, mi madre, mi refugio y mi vida. Amén. niño te envía besos de amor; el joven te cuenta sus luchas; el
hombre de edad madura te consulta sus empresas; las
familias crecen, viven y rezan a tus plantas; y los ancianos
entran confiados a la eternidad, cuando al morir han podido
dirigirte una última mirada.

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Eres Perpetuo Socorro en todas las penas. Cuando el cuerpo las presenta al Juez su Hijo, y así les alcanza ciertamente la
siente las mordeduras del dolor…, cuando la conciencia se salvación.
agita entre las sombras de los remordimientos…, cuando la cristiano; aunque hayas sido pecador, no dejarás de probar
tristeza se mete en el alma y clava sus garras despiadadas…, este consuelo, con tal que de hoy en adelante procures vivir
cuando falta el pan y cuando huye la paz…, cuando la familia
bien y servir a esta agradecida y benignísima Señora. En tus
nos abandona y el mundo nos persigue…, cuando todas las
angustias y en las tentaciones con que te asaltará el demonio
criaturas parece que se conjuran contra nosotros, y cuando
el infierno mismo nos rodea con sus olas de fuego…, aún en la muerte para hacerte desesperar, Nuestra madre del
entonces hay un lugar en el mundo donde estamos seguros, Perpetuo Socorro te dará fortaleza y vendrá ella misma a
donde podemos cantar y bendecir a Dios: tu corazón, ¡oh defenderte. Y con tal madre y Protectora, ¿qué podrás
madre del Perpetuo Socorro! temer, oh pecador?
Por eso a ti acudo, y te llamo y te invoco; te llamaré y te (Se pide lo que se desea conseguir de Nuestra Señora del
invocaré hasta que al fin oigas mi angustiosa voz. Nueve días Perpetuo Socorro)
hace que vengo a tus plantas a pedirte un milagro porque (Gozos pág. 14)
sólo tú me puedes salvar de este apurado trance… Que no se Oración jaculatoria
diga que tu Perpetuo Socorro no se ha compadecido de mi
¡Oh madre del Perpetuo Socorro! Rogad por nosotros ahora
miseria.
y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Adoro la voluntad Divina, pero confío en ti… Si es necesario
Obsequio
que venga mil veces a tus pies, aquí me verías. Resiste, si
puedes a mis lágrimas…, vuelve de lado tu rostro si tu Encomendarse tres veces al día, a Nuestra Señora del
corazón no me mira. Perpetuo Socorro para conseguir una feliz muerte.
¡Oh madre del Perpetuo Socorro! Para gloria de tu nombre, Oración
que llena el mundo, y que tantos tristes ha consolado, y a ¡Oh madre del Perpetuo Socorro! ¿qué será de mi cuando
tantos enfermos ha curado, y a tantos huérfanos ha recogido, esté al punto de entregar mi alma a Dios? Desde ahora,
y a tantas víctimas ha glorificado, mírame y sálvame. cuando considero mis pecados, ¡cuando pienso en este
Rezar 3 avemarías. momento terrible que ha de decidir mi salvación o de mi
(Oración final para todos los días pág. 11) perdición eterna! Cuando medito en mi último suspiro y en
el juicio que lo ha de seguir, me pongo a temblar y me
confundo. ¡Oh madre mía del Perpetuo Socorro! No me
abandonéis en aquella tremenda hora; ¿qué sería de mí si
vos me abandonaseis en ese momento supremo? ¡Ah!
Virgen santa, Esperanza mía, venid a mi socorro, en las
~ 20 ~ ~ 65 ~
Oh hermano mío, cuán dichoso serás, si en el trance de la ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
muerte te hayas ligado con las cadenas del amor a Nuestra
Invocaciones para todos los días
Señora del Perpetuo Socorro. Cadenas son estas de salvación
y de gloria eterna. No, esa tierna madre no sabe abandonar a ¡Oh madre mía, Perpetuo Socorro de todos los que sufren y
sus verdaderos devotos en aquel trance supremo. Madre es de todos los que lloran! Permíteme que, recostada mi frente
del Perpetuo Socorro, y como los ha socorrido en el tiempo abatida sobre tu corazón de madre, te diga mis penas y te
del destierro, así se muestra también su dulzura en la hora exponga mis deseos, porque sólo tú eres mi esperanza en
de la muerte, y se la alcanza dulce y dichosa. esta hora tristísima en que me acosan todos los males.
Y, ante todo, mostrándose digna del hermoso nombre que - Por tus inefables alegrías cuando por un portento de Dios
lleva, envía al príncipe San Miguel, con todos los ángeles al te viste al mismo tiempo Virgen y madre.
socorro de sus fieles hijos moribundos para que vayan luego ¡Oh madre del Perpetuo Socorro, óyeme!
a defenderlos de las asechanzas de los demonios, y a recibir - Por tu gozo dulcísimo cuando por vez primera se miró
las almas de todos aquellos que continuamente se han Jesús en tus ojos y te dio el nombre dulcísimo de madre.
encomendado a ella. ¡Oh madre del Perpetuo Socorro, óyeme!
No se contenta con enviar a los ángeles al socorro de sus - Por la maternal complacencia de tu corazón cuando viste
devotos; ella misma vendrá en persona a asistirlos en los como tu Hijo accedía a tus súplicas y obraba el primer
últimos momentos. milagro en las bodas de Caná.
Desde aquel gran día en que tuvo la suerte y al mismo ¡Oh madre del Perpetuo Socorro, óyeme!
tiempo el dolor de asistir a la muerte de su hijo Jesús, que es
- Por la santa satisfacción de tu espíritu cuando
cabeza de los predestinados, obtuvo la gracia de asistir
contemplabas los milagros de tu Jesús en favor de sus
también a todos estos en tan terrible trance; por esto la
hermanos y tus hijos, los hombres.
santa Iglesia nos hace rogar que nos socorra especialmente
en el trance de la muerte; “ruega por nosotros pecadores, ¡Oh madre del Perpetuo Socorro, óyeme!
ahora y en la hora de nuestra muerte” - Por tu gozo divino cuando viste como Jesús obraba el
Y esto se halla conforme con lo que la Virgen Santísima dijo milagro de los milagros, la Divina Eucaristía para vida,
a Santa Brígida, hablando a sus devotos: “Entonces, hija sustento y alegría de todos tus hijos redimidos.
mía, yo como Señora y madre de ellos, cuando mueran, ¡Oh madre del Perpetuo Socorro, óyeme!
saldré a su encuentro para que tengan consuelo y refrigerio”. Por tu mirada de misericordia.
La amorosa reina cubre entonces con su manto esas almas, y ¡Oh madre del Perpetuo Socorro, óyeme!

~ 64 ~ ~ 21 ~
Por tu nombre de madre del Perpetuo Socorro, símbolo de
poder y de bondad
DÍA OCTAVO
(Oración preparatoria para todos los días pág. 13)
¡Oh madre del Perpetuo Socorro, óyeme!
Consideración
Por los continuos y estupendos milagros que haces en favor
de los que invocan este nombre tuyo dulcísimo. Nuestra Señora del Perpetuo Socorro ampara a
sus devotos en la hora de la muerte.
¡Oh madre del Perpetuo Socorro, óyeme!
Considera que, aunque en todo tiempo y circunstancia,
Para que el poder de Jesús sea reconocido y celebrado. necesita el hombre del benigno socorro de María, nunca
¡Oh madre del Perpetuo Socorro, óyeme! empero como en las angustias de la muerte, que son las
Para que tu amor y misericordia sean de todos glorificados. mayores que pueden experimentarse en el mundo.
¡Oh madre del Perpetuo Socorro, óyeme! terribles, si, muy terribles son las penas de los moribundos.
Todo conspira a hacer terribles aquellos últimos instantes: el
Para que mi corazón, agradecido, te ame y te invoque
siempre. recuerdo de los pecados cometidos, el temor de los juicios
incomprensibles de un Dios ofendido, la incertidumbre de la
¡Oh madre del Perpetuo Socorro, óyeme! eterna salvación; todo, todo. Entonces especialmente se
Para que tu nombre sea en todo el mundo, conocido, amado arma el infierno y emplea todas sus fuerzas para apoderarse
y alabado. de aquella alma que va a pasar a la eternidad, pues, sabe que
¡Oh madre del Perpetuo Socorro, óyeme! le queda poco tiempo para ser juzgada y que, si antes no
logra perderla, será salva para siempre. Por esto el espíritu
maligno, acostumbrado a tentarla en vida, no se contenta
Oración final
con estar solo para tentarla en la hora de la muerte, sino que
¡Oh María! Ya que para inspirarme confianza, te quisiste llama a sus compañeros que le ayuden. Dicen que estando
llamar madre del Perpetuo Socorro, yo (mencionar su para morir San Andrés Avelino, diez mil demonios se
nombre), aunque indigno de ser inscrito en el afortunado juntaron en su celda a tentarlo.
número de tus siervos, deseando no obstante participar de
Mas si entonces tenemos a favor nuestro el poderosísimo
los benéficos efectos de tu misericordia, postrado ante tu
socorro de María, ¿quién podrá vencernos? Y ¿cómo podrá
trono te consagro mi entendimiento, para que piense
siempre en el amor que mereces; te consagro mi lengua, esa bondadosa madre negarnos su socorro si somos
para que ensalce tus grandes prerrogativas y propague tu perseverantes en pedirlo? Reveló ella misma a Sta. Gertrudis
devoción; te consagro mi corazón, para que después de Dios, que concede a sus devotos en el artículo de la muerte otros
te ame sobre todas las cosas. tantos socorros cuantas veces lo hayan implorado en la vida.

~ 22 ~ ~ 63 ~
estado de embriaguez. Un día su infeliz esposa, cansada de Recíbeme ¡Oh gran reina!, en el venturoso número de tus
lo mucho que sufría con las imperfecciones del marido, se siervos; acógeme bajo tu protección; socórreme en todas mis
lamentó de su suerte ante un devoto de Nuestra Señora del necesidades espirituales y temporales, especialmente en el
Perpetuo Socorro. Movido éste a compasión dio una medalla peligroso trance de mi agonía. ¡Oh madre del Perpetuo
de esa Virgen a la afligida esposa, aconsejándole que todos Socorro! Sé que me amas más de lo que yo puedo amarme a
mí mismo; por eso, te constituyo Señora y Árbitro de mis
los días encendiera un cirio en honor de su querida madre.
intereses y de todas mis cosas. Dispón, pues, libremente de
Prometió la mujer hacerlo así, y comenzó a rezar el Santo mí y de cuanto me pertenece conforme te agrade.
Rosario, ante la milagrosa medalla. Volvió el marido aquel Bendíceme, ¡Oh madre mía!, y con tu poderosa intercesión
día a una hora bastante avanzada como acostumbrada pero fortalece mi flaqueza, a fin de que, sirviéndote fielmente en
no ebrio. esta vida, pueda alabarte, amarte y darte gracias en la otra
Transcurrido algún tiempo, la mujer contaba llena de alegría eternamente.
a su piadoso consejero, que le preguntaba cómo estaba su ¡Oh madre, madre del Perpetuo Socorro, ruega por mí!
marido: “Desde que principié a honrar a Nuestra Señora del ¡Seas amada, seas alabada, seas invocada, seas eternamente
Perpetuo Socorro, se halla corregido; sólo volvió a su bendita, ¡Oh Virgen del Perpetuo Socorro!, mi esperanza, mi
antiguo vicio una vez que distraídamente me olvidé de amor, mi madre, mi refugio y mi vida. Amén.
cumplir la promesa hecha a la madre de Dios”.
Así premia la Virgen Santísima a sus devotos. ֘ En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo. Amen.
Sed amada, sea alabada, sea eternamente bendita,
¡Oh Virgen del Perpetuo Socorro! mi esperanza, mi
amor, mi madre, mi refugio y mi vida. Amén.

~ 62 ~ ~ 23 ~
NOVENA A NUESTRA SEÑORA DEL Obsequio
PERPETUO SOCORRO II No pasar un día sin rezar tres Avemarías, a Nuestra Señora
del Perpetuo Socorro, para conseguir la gracia de invocarla
al día siguiente.
Oración
¡Oh madre mía del Perpetuo Socorro! en vuestras manos
pongo mi salvación eterna: en vuestras manos deposito mi
pobre alma: os confío mi perseverancia, abogad por mí,
ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS infeliz pecador. Tomadme bajo vuestra protección y esto me
basta. Sí, porque si Vos me protegéis, nada tengo que temer.
֘ En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
No temo por mis pecados, porque vos remediaréis el mal
Santo. Amen.
que me han causado. No temo a los demonios, porque sois
Acto de contrición
más fuerte que todo el infierno; no temo siquiera a mi justo
Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, creador, Juez, porque una sola palabra vuestra aplaca su justa
Padre y Redentor mío, por ser vos quien sois y porque os indignación. No, nada temo. ¡Ay! con todo, madre mía, un
amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos temor me asalta, y es él de olvidarme de vos, de cesar un día
ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, de llamaros en mi socorro, y así perderme por la eternidad.
apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme
¡Oh tierna madre mía! obtenedme la gracia de
y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.
encomendarme siempre a vos; y si ahora prevéis que un día
Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de hubiere de abandonaros, haced que muera hoy a vuestros
todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en
pies, antes que el mundo sea testigo de tamaña ingratitud.
vuestra bondad y misericordia infinita, que los perdonareis,
por los méritos de vuestra preciosísima sangre, pasión y mas no. ¡Oh María! no os olvidaré, antes bien que se seque
muerte, y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar mi diestra, que se paralice mi lengua si un día no he de ir a
en vuestro santo amor y servicio, hasta el fin de mi vida. cantar vuestras misericordias por los siglos de los siglos.
Amén. Amén.
Ejemplo
En cierta ciudad de Inglaterra, un hombre dado
completamente a la bebida llegaba diariamente a su casa en
~ 24 ~ ~ 61 ~
feliz sino disfrutando de los cuidados de su madre, ¿qué no Oración inicial
haría para conservarlo a su lado? Ahora bien, nuestra Oh Santísima Virgen María, que, para inspirarnos una
augusta reina sabe que no hay felicidad para nosotros, sus confianza sin límites, quisisteis tomar el dulcísimo nombre
hijos muy amados, sino en la fidelidad en su servicio que se de madre del Perpetuo Socorro, yo os suplico me socorráis
halla íntimamente unido al Servicio del Señor, y por eso en todo tiempo y en todo lugar: en mis tentaciones, después
proporciona a sus devotos su maternal socorro, abundante y de mis caídas, en mis dificultades, en todas las miserias de la
perpetuamente. vida y sobre todo en el trance de la muerte. Concededme, oh
amorosa madre, el pensamiento y la costumbre de recurrir
Cuando un alma, que ha sido primero su devota, quiere siempre a vos; porque estoy cierto de que, si soy fiel en
abandonarla, esa tierna madre se mantiene, por decirlo así, invocaros, vos seréis fiel en socorrerme. Obtenedme pues
a la puerta de su corazón y llama hasta que le abra, es decir, esta gracia de las gracias, la de acudir a vos sin cesar con la
hasta que la infiel vuelva a su primer fervor. Tenemos, pues, confianza de un hijo, a fin de que por la virtud de mi súplica
un medio infalible de asegurarnos la perseverancia en la constante obtenga vuestro perpetuo socorro y la
devoción a María; basta pedirle la gracia de suplicarla perseverancia final. Bendecidme, ¡Oh tierna y cuidadosa
siempre, pedirle hoy la gracia de pedir mañana y todos los madre! y rogad por mí ahora y en la hora de mi muerte. Así
días. En resumen, alma devota de Nuestra Señora del sea.
Perpetuo Socorro, graba en tu memoria esa máxima del gran
Doctor San Alfonso: Estoy seguro de que me salvaré, si
invoco sinceramente a María: estoy seguro de invocarla, si le
pido la gracia de hacerlo siempre, y esta petición de rogarla
con constancia no me cansaré de repetirla.”
(Se pide lo que se desea conseguir de Nuestra Señora del
Perpetuo Socorro)
(Gozos pág. 14)
Oración jaculatoria
¡Oh madre del Perpetuo Socorro! concededme vuestro
omnipotente auxilio y haced que os lo pida sin cesar.

~ 60 ~ ~ 25 ~
GOZOS Iglesia. Imposible es que se condene, el que disfruta del
(Después de la consideración de cada día) socorro poderosísimo de María. Palabra consoladora que
- Socorro sois perpetuo: - Si ruge la tormenta, debe llenarnos de confianza y devoción. Mas esto se
entiende con la condición de que se viva sin pecados, o se
Venid pues, os imploro, Si mi virtud declina,
desee a lo menos salir de ellos; porque si alguno quisiese
Venid a mi socorro, Estrella matutina,
pecar con la esperanza de que la Santísima Virgen le salvará,
Oh madre de bondad. Mis fuerzas alentad. Venid… por culpa suya se haría indigno e incapaz de que le
- Oíd, ¡Oh Virgen Pura! - A vuestro fiel devoto protegiese. Es pues verdad ¡Oh madre del Perpetuo Socorro!
Las preces fervorosas, Dad ánimo constante, que, si soy vuestro fiel servidor, me salvaré infaliblemente.
Que suben amorosas Su paso vacilante Os serviré, pues, os amaré os invocaré siempre.
A vuestro santo altar. A la virtud guiad. Venid… Sin embargo, alma cristiana, no estés todavía tranquila
Venid… - A mi voluble pecho tocante a tu perseverancia; todavía te debe quedar un temor.
Sin duda, María Santísima te salvará, si la invocas; pero,
- Manchado por la culpa, Librad de la flaqueza;
¿serás siempre fiel en invocarla? ¿no serás inconstante en su
La frente doblo y lloro, Prestadle fortaleza,
servicio? ¿no dejarás un día de serle devoto? tan grande es la
A vuestros pies imploro Que viva sin pecar. Venid... volubilidad de nuestro corazón que mañana dejará lo que
Clemencia y caridad. - En la postrera lucha, hoy ha abrazado. ¿Acaso todos los que eran devotos de la
Venid… Con la terrible muerte, Virgen en un principio, han perseverado en su servicio? A
- Al alma descuidada Feliz será mi suerte esta gran miseria, que se llama inconstancia, todavía
Librad de la tibieza, Si logro yo exclamar. Venid… encontramos remedio en Nuestra madre del Perpetuo
Y dadle con presteza Socorro. Ella misma es quien nos ha de ayudar a ser
- En la prisión del fuego,
Fervor en la piedad. perseverantes en su servicio. Si todas las gracias pasan por
Sed dulce redentora: manos de María ¿Por qué no pasaría por ellas también esa
Venid… Mis penas, gran Señora, gracia especialísima de las gracias, la de invocarla
- En este triste valle, Dignaos aliviar. Venid… perpetuamente? Y su mismo nombre de Perpetuo Socorro
Del padecer cansado, - Me sea permitido ¿no es una garantía fuerte de que nos socorrerá
Os pido, desdichado, Oh madre tan querida, perpetuamente? Pues, si nos socorre perpetuamente ¿cómo
Consuelo celestial. Por tierna despedida, podríamos desfallecer en su amor y olvidarla? Si una madre
Venid… Cantaros sin cesar. Venid… según la naturaleza supiese que un hijo suyo no pudiese ser
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DÍA SÉPTIMO DÍA PRIMERO
(Oración preparatoria para todos los días pág. 13) (Oración preparatoria para todos los días pág. 13)
Consideración Consideración
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro concede a Título de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
sus devotos la constancia en su servicio Entre los innumerables títulos bajo los cuales la piedad
¡La perseverancia! gran problema, cuestión capital de vida, cristiana se complace en invocar a la Virgen Santísima,
tormento perpetuo de las almas que quieren salvarse. ¿No pocos habrá que sean tan a propósito para ensanchar
habéis dicho temblando al veros rodeado de tantos peligros, nuestro corazón, y llenarlo de ilimitada confianza, como el
y sobre todo al ver caer almas que parecían confirmadas en nombre dulcísimo de madre del Perpetuo Socorro, nombre
el bien, al sentir enfurecerse pasiones violentas, y al que tanto le agrada.
examinar vuestra propia inconstancia, ¿no habéis dicho: Ay Para convencerte de ello, considera por una parte lo que es
me salvaré yo? Me han sido perdonadas mis culpas, espero la vida del hombre sobre la tierra, y por otra lo que significa
estar en gracia de Dios, pero ¿perseveraré bien hasta el fin? el nombre de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
¿cuál será mi sentencia en el juicio? ¿me hallaré en el
¿Qué es, en efecto, la vida sino una cadena de miserias,
número de los predestinados? ¿cuál será en fin mi suerte en
peligros, angustias y trabajos? En el orden temporal, ¿quién
la eternidad? Reflexiones aterradoras, preguntas cuya
está siempre exento de la enfermedad o de la pobreza?
incierta respuesta llena de congojas el corazón. Santa
¿quién es el que nunca tiene que llorar? En el orden
Teresa, escribiendo sobre este particular no comprendía
espiritual, ¿quién sabrá siempre precaverse de la gran
cómo la pluma no se le caía de la mano. San Pablo, después
desgracia del pecado, de los lazos de la tibieza de la
de haber predicado a los demás, temía ser del número de los
importunidad de las tentaciones? ¿quién no flaquea de
réprobos y San Jerónimo respondía de antemano al sonido
cuando en cuando en el servicio de Dios, en la práctica de la
de la trompeta del juicio final con gritos de espanto.
virtud, y no se cansa a veces en el camino del bien? ¿En fin
¿Cómo pues salir de esta duda abrumadora? ¿cómo qué cristiano no se estremece al pensar en el decisivo y
encontrar garantías de tranquilidad? Un gran santo nos lo difícil trance de la muerte, en el fuego purificador del
dice: ¿De qué sirve mover estas cuestiones agitadas por los purgatorio?
sabios si te salvarás, o te perderás? Si somos verdaderos
¡Ah! a la vista de tantas miserias y necesidades, el alma
hijos de María, seremos ciertamente del número de los
abatida se siente desfallecer y quisiera prorrumpir en llanto.
escogidos. Esta es doctrina de todos los Doctores de la
~ 58 ~ ~ 27 ~
Mas, al oír el nombre dulcísimo de madre del Perpetuo ¡Oh! La más santa de las criaturas, hacedme santo. Estas son
Socorro, se serena, cobra ánimo y sigue alegre su camino las gracias que os pido. No permitáis que desfallezca en la
hacia la eternidad. ¿Por qué? ¡Ah! porque entonces siente práctica de la virtud, oh María, madre mía, amor mío, vida
que sus gemidos no se pierden en un desierto, sino que mía, mi refugio, mi consuelo, mi Perpetuo Socorro. Amén
encuentran un eco favorable en el corazón de una madre que Ejemplo
quiere y puede socorrerle siempre. En efecto, Virgen del Las penas interiores atormentaban hasta tal punto a una
Perpetuo Socorro significa: remedio a todos los males que señora de Finales, que padecía grave detrimento en su paz y
nos aquejan remedio no de un día, sino perpetuo: desde la su salud. Habiendo oído hablar en 1873 de Nuestra Señora
cuna hasta el cielo; socorro en todo y siempre socorro.
del Perpetuo Socorro y de las numerosas gracias que
Perpetuo socorro quiere decir: consuelo en las aflicciones, prodiga, tomó varias imagencitas en miniatura e hizo, con el
en la pobreza, en la enfermedad, en los trabajos; fuerza para consentimiento de su padre, el voto de ir a Roma para visitar
salir del pecado, sea mortal, sea venial y para no recaer en él. el santuario de Nuestra Señora, si llegaba a recobrar la
Perpetuo socorro quiere decir: constancia en el servicio del
tranquilidad de su alma. La escuchó la Sma. Virgen. A penas
Señor y de la misma Virgen, y por tanto perseverancia final.
hubo formulado su voto, se sintió libre de sus padecimientos
Perpetuo Socorro quiere decir: valor en la práctica de la
interiores y junto con la paz, volvieron las fuerzas, el sueño,
virtud; protección especial en la tremenda hora de la
el apetito y, en una palabra, la salud del alma y la del cuerpo.
muerte; alivio pronto y eficaz en la horrenda cárcel donde
Sed amada, sea alabada, sea eternamente bendita,
penan las almas justas, pero aún deudoras a la divina
¡Oh Virgen del Perpetuo Socorro! mi esperanza, mi
justicia, antes de entrar en la patria celestial. Perpetuo
amor, mi madre, mi refugio y mi vida. Amén.
socorro significa, que aun cuando ocurran circunstancias o
situaciones en que todo pareciese desesperado, todavía
queda un recurso seguro: la protección de la Virgen
Santísima.
Ya ves, oh hombre, cualquiera que seas, y en cualquier
trabajo que te encuentres no tienes motivo de desalentarte;
hallas en Nuestra Señora del Perpetuo Socorro una
bondadosa madre que te socorre en todas tus miserias, si en
ella confías; te socorre continuamente hasta verte un día
sentado a su lado en el cielo.
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(Se pide lo que se desea conseguir de Nuestra Señora del Bendito seas, pues, el Señor que en su infinita misericordia
Perpetuo Socorro) nos ha dado su bienaventurada madre como refugio y
(Gozos pág. 14) auxilio oportuno en toda tribulación, y bendita la que es el
Oración jaculatoria Perpetuo Socorro de los desterrados hijos de Eva en este
valle de lágrimas: Oh madre del Perpetuo Socorro, qué
¡Oh madre del Perpetuo Socorro! Quiero ser fiel imitador de
consuelo, que dulzura siente el alma al sólo pronunciar
vuestras virtudes, ayudadme en tan noble empresa.
vuestro nombre; es para la lengua que lo profiere una miel
Obsequio exquisita, para el oído que lo escucha una armoniosa
Rezar el santo rosario en honor de Nuestra Señora del melodía y para el corazón que lo saborea la más pura y santa
perpetuo Socorro, para conseguir el don de no flaquear alegría.
nunca en la práctica de la virtud. (Se pide lo que se desea conseguir de Nuestra Señora del
Oración Perpetuo Socorro)
¡Oh madre mía del Perpetuo Socorro! ¿Cómo es posible que (Gozos pág. 14)
siendo vos tan santa, haya de ser yo tan malo? Hoy no vengo Oración jaculatoria
a pediros bienes temporales, sino cosas que serán más
¡Oh madre del Perpetuo Socorro! que vuestro nombre nunca
agradables a vuestro corazón. Vos sois humildísima:
se aparte de mis labios, nunca se aleje de mi corazón.
alcanzadme pues la humildad y el amor a los desprecios. Vos
que fuisteis pacientísima en las penas de la vida, obtenedme Obsequio
la paciencia en las contrariedades. Vos que vivisteis siempre Una visita a la imagen de Nuestra Señora del Perpetuo
desprendida de todo lo criado, obtenedme el desapego de Socorro rezándole diez Ave Marías y encomendándole todas
todas las criaturas. Vos que fuisteis siempre pura y limpia, sus necesidades y las de su familia.
conseguidme una perfecta pureza de corazón. Vos que Oración
estuvisteis llena de amor a Dios, conseguidme el don del ¡Oh madre mía del Perpetuo Socorro! la ingratitud con que
santo y puro amor. Vos que fuisteis toda caridad para con el hasta ahora he pagado las misericordias de Dios y las
prójimo, alcanzadme que ame a mis hermanos santa y vuestras, merecería que en justo castigo me privaseis de
eficazmente. Vos que estuvisteis siempre unida a la voluntad vuestros favores, pues, el ingrato ya no es digno de nuevos
de Dios, obtenedme la misma gracia, sobre todo en mi beneficios; mas, ¡Oh dulce madre mía! por grande que sea
elección de estado, y una completa conformidad con todas mi ingratitud, mayor es vuestra bondad; no os desdeñéis,
las disposiciones de la divina Providencia. En una palabra pues, de socorrer a un pobre pecador que en vos confía.
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vuestro corazón rebosa de caridad para con todos, y nunca corazón. ¿Quién te concederá ese favor sino la Virgen que en
se ha oído decir que algún desgraciado se haya alejado de su frente lleva la estrella de la fe y la cruz que es toda nuestra
vuestros pies sin haber enjugado sus lágrimas. No os esperanza, y en sus brazos el amor mismo, al divino Jesús?
olvidéis de mis miserias; interceded por mí ante ese Dios de ¿La herida de una injuria recibida no quiere cerrarse en tu
bondad que nada os rehúsa y mostrad una vez más que sois corazón? Invoca a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, y
digna del dulce nombre del Perpetuo Socorro. lograrás hacer bien a los que te tienen ofendido. Por fin, tú
Ejemplo estás en la flor de tu edad, la elección de estado te tiene
Corrían los últimos años del siglo XV, cuando la sangrienta preocupado, sabes que quien no está en su vocación, por
persecución con que los turcos, afligían a los cristianos de la más que corra, corre desviado. ¡Oh! ¡Cuán grandes son los
Isla de Creta, precisó a un piadoso mercader a abandonar aprietos del angustiado corazón! Invoca a Nuestra Señora
para siempre el suelo patrio y a buscar un seguro asilo bajo del Perpetuo Socorro, Ella te dará luz y fortaleza para que
el cielo de la Italia. puedas conocer y seguir tu vocación. A cuántas personas
inciertas acerca de la elección de estado ha ayudado Ella,
A penas llegada a alta mar la embarcación que lo conducía,
iluminándolas a más sobre las vanidades del siglo, e
fue asaltada por una violenta tempestad, y en pocos
inflamándolas en el amor a su Dios, al punto de
instantes el huracán rompió sus velas y las embravecidas
abandonarlo todo y consagrarse al Señor por medio de los
olas destrozaron su timón. Los tripulantes, al ver perdida su
votos sagrados de religión. Y últimamente, tú que has
nave y hecha el juguete de las olas, aterrados y despavoridos,
escogido ya tu vocación y quieres obrar tu santificación en el
esperaban la muerte que les iba a dar por sepulcro las
siglo, hazte devoto de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
profundidades del Océano.
y lo alcanzarás.
En medio de aquella pavorosa escena, sólo el mercader de
¡Oh! Con cuánta velocidad adelantan en el camino de la
Creta se mostraba sereno. Había en sus palabras aliento y en
perfección aquellos que se consagran al culto de Nuestra
sus ojos brillaba la confianza. Y cómo el peligro arreciara,
Señora. Esa preciosa devoción parece que les da alas para
aquel piadoso viajero corre al interior del barco, busca su
volar hasta la cumbre de la santidad, y si no, díganlo los
equipaje y dando voces de esperanza, vuelve sobre cubierta
sacerdotes que la han inculcado a sus penitentes. ¡Ah! Sólo
trayendo en sus manos la imagen de Nuestra Señora del
en el cielo se conocerá cuántas almas han llegado a la
Perpetuo Socorro. “Mirad exclama, dirigiéndose a la afligida
perfección, por este medio tan fácil. Dedicados, pues, almas
tripulación; ved aquí la Estrella del mar; ved aquí el Faro de
piadosas, desde ahora, al servicio de esa bondadosa madre, y
los navegantes, invoquémosla en nuestra angustia; ¡Ella nos
seréis un día su corona en la gloria.
salvará!” Al decir estas palabras, el mercader alzaba la
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favorecernos a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro? preciosa imagen ante los consternados tripulantes que se
Cobrad ánimo, almas generosas, vuestra madre os ayudará. agruparon de rodillas a sus pies.
¿No veis que Ella os presenta al Niño Jesús? ¿Y para qué, De la tierra suben las plegarias y del cielo bajan los
sino para animaros a la práctica de la virtud? El solo saber prodigios, según San Agustín.
que su rey lo está contemplando, da valor al guerrero en los Efectivamente: no bien acababan los viajeros de invocar a
combates. ¡Ah! Si, cuando se nos hace difícil el bien, cuando María con ese grito poderoso de la fe, cuando el huracán
estamos ya para desfallecer, fijemos nuestros ojos en la recogió sus vientos y el gran Océano aquietó sus olas. Brilló
imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. La vista del el sol en el firmamento y mecida la nave por blanda brisa,
niño adorable que un día nos ha de premiar, nos alentará y fue a clavar sus anclas en las hermosas playas de Italia.
tendremos valor de practicar las virtudes más heroicas.
Tal es el primer prodigio con que se ostenta ante la faz de la
Hijos de María, quisierais ser verdaderamente virtuosos; cristiandad la imagen milagrosa de Nuestra Señora del
pero siempre sentís en vuestro interior ese fondo de amor Perpetuo Socorro. Ella quiso se iniciaran sus favores en una
propio que envenena vuestras buenas obras; invocad a deshecha tempestad, para enseñarnos que, en todas las
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, y en breve, vuestro tormentas de la vida, por más perdidos que nos veamos,
espíritu, como el suyo, no buscará ya sino el beneplácito y será siempre vida, dulzura y esperanza nuestra.
gloria de Dios. ¿Eres el blanco de continuas
Sed amada, sea alabada, sea eternamente bendita,
contradicciones? ¿la paciencia te falta? Invoca a menudo a
¡Oh Virgen del Perpetuo Socorro! mi esperanza, mi
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, y serás manso y
amor, mi madre, mi refugio y mi vida. Amén.
humilde corazón tú anhelo es vivir desprendido de todo
apego desordenado a la criatura y siempre ese miserable
corazón se complace en las vanidades del mundo; invoca a
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, y comprenderás la
vanidad de todo lo criado. El blanco lirio de la castidad te
tiene enamorado, quisieras conservarlo inmaculado, o
volver a adquirirlo, si por desgracia lo has perdido; invoca a
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y pronto cantará de ti
El que se apacienta entre azucenas: como lirio entra espinas,
así es mi amada entre las vírgenes.” La fe, la esperanza, la
caridad, reinas de las virtudes, quieren fijar su trono en tu
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DÍA SEGUNDO DÍA SEXTO
(Oración preparatoria para todos los días pág. 13) (Oración preparatoria para todos los días pág. 13)
Consideración Consideración
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro ayuda a sus Nuestra Señora del Perpetuo Socorro sostiene a
devotos a salir del pecado sus devotos en la práctica de las virtudes
En los hombres, los títulos muchas veces no son más que Si fuera suficiente evitar el pecado para ser del todo
vanas denominaciones que no corresponden a la realidad. agradable al Señor, allí pararía el benigno oficio de nuestra
En María, al contrario, los títulos son siempre la expresión madre; para esto sólo nos suministraría su perpetuo
de la más comprobada verdad: y así la Virgen Santísima se Socorro. Pero Dios no se contenta con no ser ofendido, exige
llama y es en verdad el Perpetuo Socorro de todos los servicio positivo, quiere que seamos perfectos. Sed perfectos
desventurados que a Ella recurren. Considera que hay, sin como vuestro padre celestial es perfecto y al efecto quiere
embargo, una especie de desgraciados para quienes la que nos dediquemos al ejercicio de todas las virtudes
amantísima madre parece reservar sus miradas de mayor cristianas. Mas ¡cuántas dificultades no se encuentran en el
ternura, y a quienes hace objeto especial de su más camino que conduce al monte santo de la perfección! Parece
compasiva solicitud: son los pobres pecadores. Y es fácil que el bien, sólo por ser bien, ya es contrario a nuestra
comprender el motivo de esa predilección. naturaleza corrompida. Almas justas, que os habéis
El amor maternal crece a medida que es mayor la desgracia consagrado a la práctica de la piedad, ¿no lo habéis
de un hijo. Ahora bien, ¿qué desgracia mayor que el estar experimentado? ¡Oh! ¡cuán árido es y estéril nuestro
separado de Jesús y encadenado a la oprobiosa esclavitud corazón, cuán incapaz de producir fruto alguno, digno de
del demonio? Perdiendo la gracia santificante, el infeliz se vida eterna, si no bajan a fecundizarlo las celestiales aguas
ha hecho blanco de la cólera divina contra él clama la ira de de la gracia! Cuando un alma quiere santificarse de veras,
Dios, y si la muerte le sorprendiese, ¡ay! ¡qué desdicha! su renunciar a sí misma, adelantar cada día en la perfección,
suerte sería la de los réprobos. Por eso, la más bondadosa de entonces experimenta lo que dice el autor de la imitación:
las madres agota con sus hijos, los pecadores, todo el tesoro “que la santificación no es un juego de niños, ni trabajo de
de misericordia y ternura de su maternal corazón. Atráelos un día”, entonces siente la necesidad de un socorro poderoso
con la dulzura de su nombre de madre del Perpetuo Socorro, y perpetuo, de un auxilio continuo. ¡Ah! Y este socorro
con la fama de sus milagros, y hasta con su misericordiosa perpetuo ¿acaso no lo tenemos? ¿por qué arredrarnos? ¿por
mirada. ¡Cuántos pecadores no se han sentido conmovidos y qué volver atrás ante la dificultad? ¿no tenemos para
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el principal, debían cooperar a la dolorosa empresa. convertidos al cruzar su mirada con la de esta Virgen
Adormecieron a la enferma con una bebida soporífica y la milagrosa! Esa mirada, llena de tristeza y compasión, parece
fijaron en la plancha de operación. El principal se hallaba en que dice al pecador: Desgraciado, ¿hasta cuándo? ¿hasta
este momento algo distante y el cirujano encargado de cuándo contristarás con tus culpas al tierno Hijo que ves en
empezar la arriesgada tarea le preguntó por cuál de las tres mis brazos? ¿hasta cuándo le presentarás hiel y vinagre,
heridas había de comenzar. Por la más grande, le fue inutilizando su pasión y muerte? hasta cuándo me
contestado. Mas he aquí que el cirujano no encuentra cáncer contristarás a mí, tu madre, y clavarás en mi corazón una
alguno. Muy animoso se acerca el principal a la enferma, y tras otra cruelísimas espadas? hasta cuándo te obstinarás en
cual no es su asombro al no encontrar tampoco ni rastro del correr hacia el abismo sempiterno? hijo mío, sólo oye el
terrible mal. Sin embargo, afirma solemnemente a los corazón: palabras maravillosas que iluminan el
médicos que están presentes que la víspera y esta mañana entendimiento, ablandan el corazón endurecido, lo
misma ha visto tres horribles canceres en el pecho de la enternecen, y al fin, le arrancan ese grito del pródigo
enferma. Añadió que esta desaparición era para él un gran arrepentido: “Pequé, mi Dios, perdón, perdón”. Corren sus
misterio. lágrimas abundantes y la Virgen las presenta a su Hijo
Desatan a la enferma y la despiertan. No sintiendo dolor amado, y el pecador está convertido. Decid sino, vosotros los
alguno, pregunta por qué ya la sueltan. La aseguran que la que delante de su imagen habéis encontrado el
operación no era necesaria, supuesto que el mal ya había arrepentimiento, la vida, el perdón, la paz y alegría de
desaparecido enteramente. Habiéndose convencido ella vuestro corazón.
misma del hecho, principió a dar gracias a Nuestra Señora
Cómo extrañarse, pues, que entre los portentos que
del Perpetuo Socorro, declarando a los médicos incrédulos,
cuotidianamente obra la Virgen del Perpetuo Socorro,
pero pasmados, que esto era obra de la buena madre, en
figuren en primera línea a millares las conversiones
cuyo honor este mismo día acababa una novena.
estupendas debida a su intercesión! tan cierto es aquello que
Sed amada, sea alabada, sea eternamente bendita,
un piadoso escritor decía: “No conozco medio más eficaz ni
¡Oh Virgen del Perpetuo Socorro! mi esperanza, mi
más pronto para conseguir la conversión de un pecador que
amor, mi madre, mi refugio y mi vida. Amén.
el inspirarle una tierna y sincera devoción a Nuestra Señora
del Perpetuo Socorro” ¿Y por qué ha querido esa imagen
portentosa ser confiada a una congregación de misioneros,
sino para hacerse misionera ella también, acompañarlos
hasta los pueblos más apartados, e ir en busca de los ovejas
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descarriadas hasta en las chozas más desconocidas y casa y tanta persecución de parte de mis prójimos, la
olvidadas? enfermedad atormenta mi cuerpo y las penas interiores
Por lo tanto, pecador amado, cualquiera que sea el número y devoran mi alma. En estos apuros a quién he de acudir, oh
la gravedad de tus culpas, por empedernido que esté tu Señora y madre mía, sino a vos que sois ¡madre del Perpetuo
corazón, todo aún no está perdido para ti. ¡Aliéntate! ¡Cobra Socorro! Permitid, pues, que os diga con San Bernardo:
ánimo! Acude a nuestra madre del Perpetuo Socorro, y “Acordaos, ¡Oh piadosa Virgen María! que jamás se oyó
alcanzarás el perdón. Ella es refugio segurísimo del pecador decir que fuese abandonado de vos ninguno de cuantos han
que quiere sinceramente volver a su Dios. Dila, pues, con acudido a vuestro amparo, implorado vuestro socorro y
todo tu corazón: “Oh madre del Perpetuo Socorro, lleno de reclamado vuestro auxilio. Animado con esta confianza, a
confianza en vuestra bondad y misericordia, me arrojo a vos también acudo ¡Oh Virgen de vírgenes! y gimiendo bajo
vuestros pies. Vengo herido de la flecha del arrepentimiento. el peso de mis pecados, me atrevo a parecer ante vuestra
Pésame de haber ofendido a mi Dios: madre mía, presencia. No desechéis mis súplicas, ¡Oh madre del Verbo
alcanzadme el verdadero arrepentimiento y perdón” Y verás Divino! antes bien oídlas y acogedlas benignamente. Amén.
que esta benigna madre te hará volver a la gracia y la Ejemplo
amistad de tu Dios. Amén. A fines del año 1883, mientras los librepensadores de los
(Se pide lo que se desea conseguir de Nuestra Señora del Estados Unidos celebraban su reunión anual en Rochester, y
Perpetuo Socorro) en sus discursos impíos negaban la existencia de Dios y de
(Gozos pág. 14) sus obras, he aquí que de repente un hecho muy maravilloso
ocupó la prensa americana y es el siguiente:
Oración jaculatoria
En la ciudad de Boston, una directora de colegio tuvo un
¡Oh madre del Perpetuo Socorro! alcanzadme el perdón de horrible cáncer en el pecho que había brotado en tres
mis pecados, y la gracia de llorarlos perpetuamente. puntos. Los médicos más distinguidos de Boston, habiendo
Obsequio examinado el mal, lo juzgaron incurable, a menos del feliz
Rezar una Salve por la conversión de los pecadores más éxito de una operación quirúrgica. La enferma, aunque con
endurecidos. repugnancia, tuvo que consentir en ello; pero antes comenzó
Oración una novena a nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Ocho
días ya se habían pasado, sin conseguir el resultado
¡Oh madre mía del Perpetuo Socorro! al verme tan
apetecido, y la operación debía hacerse el día después.
despreciable y manchado, no debería atreverme a venir a
Varios profesores distinguidos de la universidad, entre ellos
vos y llamaros mi madre; mas no quiero que mis miserias
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devotamente a esta bondadosa madre, exponiéndola con me priven del consuelo y de la confianza de que me siento
filial confianza todas nuestras necesidades, estemos seguros penetrado al pronunciar vuestro dulce nombre. No merezco
que en ella tendremos nuestro perpetuo alivio, aliento y que me oigas; soy un miserable pecador, lo conozco mas ¡ay!
consuelo. Amén. el mal está hecho: vos podéis remediarlo, os suplico
(Se pide lo que se desea conseguir de Nuestra Señora del encarecidamente, madre mía, venid a mi socorro, tened
Perpetuo Socorro) piedad de mí. Sé que amáis aún a los pecadores más
(Gozos pág. 14) míseros, y vais en busca de ellos para salvarlos. Merezco el
Oración jaculatoria infierno, es verdad, soy el más miserable de los pecadores,
mas no necesitáis venir en busca mía, me presento
En todas mis dificultades y miserias, venid a mi socorro, oh
madre de bondad. espontáneamente a vos con la firme esperanza de que no me
desecharéis. Heme aquí a vuestras plantas, socorredme.
Obsequio
¡Madre mía! no me alejaré de vuestros pies sino cuando
Cuando se presente algún trabajo, decir: ¡Oh madre del vuestro Hijo me haya dicho como a la Magdalena: “tus
Perpetuo Socorro! Alejad este cáliz de mi o dadme virtud y pecados te quedan perdonados”
fortaleza para llevarlo por amor a mi Dios.
Ejemplo
Oración
Entre los muchos prodigios que hizo Nuestra Señora del
¡Oh madre del Perpetuo Socorro! de la misma manera que
Perpetuo Socorro en la isla de San Mauricio (África), se
se presenta a una gran reina un pobre llagado y andrajoso,
refiere la siguiente conversión. Una joven rodaba por la
me presento a vos que sois la reina del cielo y de la tierra.
pendiente del vicio, para poder dar rienda suelta a sus
Desde el excelso trono en que estáis sentada, os ruego no
pasiones, había abandonado la casa paterna. Asegurase que
desdeñéis de volver vuestros ojos misericordiosos hacia este
es imposible que creatura alguna haya podido caer jamás a
infeliz pecador. Por eso, Dios os ha enriquecido tanto para
socorrer a los pobres, y os ha constituido reina de la un abismo más hondo de corrupción como la desventurada
misericordia, a fin de que podáis aliviar a los miserables. joven isleña. Su desolada madre que lloraba en silencio con
Miradme, pues, y tened piedad de mí. No ignoro que vuestro amargas lágrimas la perdición de su hija acudió a la Virgen
piadoso corazón halla consuelo en socorrer a los miserables. del Perpetuo Socorro, para obtener la conversión de la
Consolad pues hoy vuestro piadoso corazón y consoladme joven: comenzó una novena, y al segundo día, he aquí que
también a mí, ya que tenéis ocasión de socorrerme. Ved, oh esta acierta a pasar por la puerta de la iglesia, entra a ella y
tierna madre, las angustias de mi corazón, ved los aprietos se encuentra frente a la imagen de la Santísima Virgen. A su
de mi familia. ¡Ay! tantos motivos de aflicción en mi propia pesar, la Efigie atrae las miradas de la infeliz pecadora. Era
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lo bastante para quedar vencida: raudales de lágrimas salen heridas de nuestro corazón llagado en el de nuestra madre
de sus ojos, se ahoga el pecho en sollozos y el dardo del celestial.
arrepentimiento se abre paso hasta herir ese durísimo Por fin, esta tierna madre, no sólo ve nuestras miserias y
corazón. La amante y afligida madre venía al templo para muestra su corazón abierto y enternecido por nuestras
continuar su novena y ¡cuál no serían su estupor y gozo al desgracias, sino que tiene extendidas las manos en ademán
encontrar allí a su hija! Enajenada de alegría, vuela en busca de socorrernos con toda premura. Y este piadoso oficio lo
del Padre misionero y vuelve a toda prisa en compañía de él, ejerce de continuo con nosotros. ¿hace otra cosa que
para mostrarle aquella Magdalena bañada en llanto a los prestarnos socorro en todas nuestras necesidades? ¡Ah! Por
pies de María del Perpetuo Socorro, a quien debe la poco que dirijamos el pensamiento a los muchos y
maravilla de su conversión. Esto sucedió en el año 1878. trabajosos males a que estamos sujetos en la vida,
Sed amada, sea alabada, sea eternamente bendita, echaremos de ver que en todo nos defiende, alivia y protege.
¡Oh Virgen del Perpetuo Socorro! mi esperanza, mi A penas advirtió en las bodas de Caná la falta de vino, el
amor, mi madre, mi refugio y mi vida. Amén. rubor del esposo y la turbación de los comensales, cuando
movida a compasión representó a su Hijo aquella necesidad
rogándole dulcemente que le aplicase el oportuno remedio;
pues no de otro modo ahora que gloriosa en el cielo está
sentada a la diestra de su Hijo, le expone continuamente
todas nuestras necesidades. Le suplica sin cesar o que alivie
nuestras miserias o que suministre poderoso socorro para
sufrirlas con humilde resignación, según redunde esto o
aquello, en mayor gloria suya y provecho nuestro espiritual.
Ahora bien; si tales son los benignos efectos que todos los
días experimentamos del amoroso socorro de María ¿Cuál
no deberá ser nuestra gratitud para con una madre tan
benéfica, ¿cuál nuestro afecto a una madre tan tierna, ¿cuál
nuestra confianza en una madre que tanto nos ama y tanto
se interesa por nosotros? Ella está con los ojos siempre fijos
sobre nuestras miserias, con el corazón siempre propenso a
compadecerse de ellas, y con las manos siempre abiertas en
actitud de remediarlas. Acudamos, pues, continua y
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confortarle en sus padecimientos. Aprendamos del celestial DÍA TERCERO
Niño a acudir en nuestras penas y trabajos a la compasiva
madre del Perpetuo Socorro. Perpetuas son nuestras (Oración preparatoria para todos los días pág. 13)
miserias; mas ¡Oh consuelo! Perpetuo también es el socorro. Consideración
¡Pobre alma! No te desalientes. Tu madre ve las muchas y Nuestra Señora del Perpetuo Socorro asiste a sus
variadas calamidades que te aquejan; Ella ve lo que devotos para salir de la tibieza
atormenta tu cuerpo y aflige tu alma. Inmensa es la ternura de Nuestra Señora para con los
¿Eres pobre! No la pasan desapercibidos los aprietos de tu grandes pecadores, lo hemos visto ayer; pero no lo es menor
familia, ni las angustias de tu corazón, ni las lágrimas que te para con otra clase de almas necesitadas, que se llaman
cuesta la falta de medios con que procurarte los alimentos o tibias, y se encuentran en un estado casi tan peligroso como
satisfacer a los acreedores o acomodar honestamente a tus el del pecado mortal.
hijos. Esas almas negligentes que a veces frecuentan los
¿Estás enfermo? Ella ve el dolor que te consume, el tedio sacramentos, si bien quieren evitar el pecado mortal, con
que te apesadumbra, el temor que te oprime, los días que todo no parecen juzgar conveniente que Dios sea servido con
pasas sin alivio, las noches que cuentas sin descanso. fidelidad, y no reparan en llenar su vida de faltas veniales
¿Eres el blanco de la envidia o furor ajeno? ¿Se te calumnia? voluntarias y deliberadamente: con ligereza despachan sus
¿Encuentras en tu propia familia motivos de aflicción? Esta oraciones y demás devociones; oyen misa, tal vez se
compasiva madre presencia tu amargura, las injusticias que confiesan y comulgan; mas lo hacen por rutina o respetos
se te hacen en los tribunales, los daños que te irrogan tus humanos, sin fruto, sin adelanto en la virtud, cóleras,
émulos, los desafueros y agravios que recibes de tus mentiras, murmuraciones, juicios temerarios, palabras
parientes. Ella cuenta tus lágrimas. Esto con todo lo demás mordaces, envidias, flojedad, vanidad, inmodestias,
que te apremia, ella lo ve sin alejar de ti ni un momento su conversaciones peligrosas o inútiles, apego desordenado a
penetrante y benigna mirada. las cosas de la tierra y otras faltas semejantes encuentran
Y no solo lo ve, parece que lo siente más vivamente que tú fácilmente su asiento en el corazón de las personas tibias.
mismo. Madre es de misericordia; y por esto, así como ve Pondera el gran riesgo de condenarse en que se hallan por
con ojos de madre nuestras miserias, con corazón de madre esto, Santa teresa vio el lugar que le estaba destinado en el
se conduele de ellas. De tal modo que, como al pie de la Cruz infierno, si no se enfervorizaba. Al sentir de San Crisóstomo,
las llagas del cuerpo sacrosanto de Jesús se reflejaban en el más debemos temer el pecado venial de costumbre que el
corazón amante de María, así se reproducen todas las pecado mortal, porque, dice ese gran santo, el pecado mortal
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es un monstruo que de por sí inspira horror, mientras que la DÍA QUINTO
tibieza nos deja tranquilos y despreocupados. Y ¿acaso no es
contra el tibio que Nuestro Señor ha proferido estas (Oración preparatoria para todos los días pág. 13)
tremendas palabras: “Ojalá fueses frío”, es decir, estuvieras Consideración
en pecado mortal. ¿Quién lo creyera, si el mismo Dios no lo Nuestra Señora del Perpetuo Socorro favorece a
dijera? “Mas, por cuanto eres tibio, estoy para vomitarte de sus devotos en todas las necesidades y penas de la
mi boca” De lo vomitado ¿quién no tiene horror? Por eso vida.
escribe San Gregorio: “Un pecador todavía no convertido, no Consideremos que el mundo es un lugar de prueba, un valle
desespero de verlo salvo; pero sí, desespero de la salvación de lágrimas y llanto. ¿Quién lo ignora? “El hombre, dice Job,
de un alma que ha caído en la tibieza.” Sentencia terrible que nacido de la mujer, es de corta duración sobre la tierra y se
confirman los doctores cuando enseñan que es casi halla lleno de trabajos y de miserias” su camino es el del
imposible que un tibio se convierta. ¡Oh alma descuidada! Calvario.
basta cometer un pecado venial habitual y deliberadamente tal es la condición de todo mortal. Por eso, dice el autor de la
para ser tibio y hallarse en este peligro. ¿Qué será, pues, de ti imitación de Cristo, el hombre necesita de consuelo. Y este
que cometes tantas faltas con la facilidad con que traga el consuelo ¿dónde lo encontrará nuestro acongojado corazón?
sediento el agua? Pero entonces, ¿ya no habrá remedio para ¿Por ventura en los amigos y allegados nuestros? ¡Ah no!
mí, y tendré que abandonarme a la desesperación, me dirá el Ellos ordinariamente miran con indiferencia nuestras
alma que se encuentra en este estado? tribulaciones, no los conmueven nuestras lágrimas, y si
¡Oh alma desgraciada! difícil es que te conviertas. Con todo, alguno se enternece al ver nuestro dolor, a menudo no tiene
no te desesperes. Piensa que lo que es imposible a la tierra, como mitigarlo, quisiera; pero es impotente. ¿A quién
al cielo no lo es. Si quieres con todas las veras de tu voluntad pediremos socorro en la pobreza, consuelo en las aflicciones,
sacudir este funesto yugo, te indicaré un medio tan eficaz consejo en las dudas? ¿A quién? Sino a la que es el Perpetuo
Socorro de los mortales.
como fácil. Alza la vista, contempla la imagen de tu
bondadosa madre del Perpetuo Socorro. ¿no vez en su frente Mira, alma angustiada, mira como el divino infante se toma
una brillante estrella? Es el símbolo de tu esperanza. Por en de la mano de su tierna madre. Ha visto la Cruz y los
Ella tu confianza principia a servirla con fidelidad, y sentirás instrumentos de la pasión que le presentan los ángeles y se
tu corazón transformarse. La devoción a esta madre del ha atemorizado, y su corazón ha dicho “mi dolor está
bello amor es incompatible con la negligencia culpable. ¡Oh siempre ante mis ojos”. Mas ¿dónde busca consuelo? En su
buena madre que le tiende la mano para apoyarle y

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¡tened piedad de nosotros!” A penas oyó esta invocación, el cuantas almas han salido de la tibieza el mismo día que han
joven, a pesar del furor que lo enajenaba, soltó el arma empezado a ser sus devotas!
fratricida y, con la mansedumbre de un cordero, abrazó a su Lo que te falta es el poderoso amor que teme disgustar al
hermano, diciéndole con calma: “¡Hagamos la paz! ¡te lo amable Jesús; pues, Ella es la madre de esta ferviente
ruego!” La piadosa hermana cogió el estilete y lo llevó al caridad que hermosea las almas; mas desea concedértela
altar de Nuestra Señora, como un trofeo de la victoria que que tú recibirla. ¿Quieres que se renueve para ti el milagro
esa poderosa reina acababa de ganar sobre una de las de Caná? Invócala con ardor. Ella te presentará al divino
pasiones más terribles del corazón humano. Niño que descansa en su brazo, diciéndole: “Vinum non
Sed amada, sea alabada, sea eternamente bendita, habet” Hijo mío, ved, esa pobre alma no tiene amor
¡Oh Virgen del Perpetuo Socorro! mi esperanza, mi verdadero; y luego tu frialdad se convertirá en fervor, como
amor, mi madre, mi refugio y mi vida. Amén. el agua se convirtió en vino. Nuestra Señora te inspirará un
vivo deseo de consagrarte sin reserva al Señor; te dará un
gusto especial para la meditación de las verdades eternas, te
comunicará una singular devoción al Augusto Sacramento
de nuestros altares; y así podrás romper las cadenas que te
aprisionan, y volver a ser las delicias del Corazón Sagrado de
Jesús.
(Se pide lo que se desea conseguir de Nuestra Señora del
Perpetuo Socorro)
(Gozos pág. 14)
Oración jaculatoria
¡Oh madre del Perpetuo Socorro! no permitáis que caiga en
la tibieza, y si por desgracia hubiese caído en ella, haced que
pronto me levante.
Obsequio
Hacer antes de que se acabe la novena una confesión seria y
fervorosa como si hubiera de ser la última.

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Oración Oración jaculatoria
Aquí me tenéis ¡Oh madre mía! yo soy una de aquellas almas ¡Oh madre del Perpetuo Socorro! no nos dejéis caer en la
infelices que merecía verme abandonada de vuestro Hijo y tentación mas libradnos de todo mal. Amén.
de vos, en el miserable estado de tibieza en que vivo tantos Obsequio
años ha: mas las nuevas luces que Él me comunica hoy por Acostumbrarse a no discutir con la tentación y a clamar
vuestra intercesión, y esa voz misteriosa que me llama a inmediatamente a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
servirle con fervor, son señales de que todavía no me ha
Oración
abandonado ¡Oh bondadosa madre! no tengo fervor, no amo
a Jesús, como debiera amarlo, y con todo, deseo ser toda de ¡Oh madre mía del Perpetuo Socorro! Bendigo y doy gracias
Él. Ayudadme, a aborrecer sumamente el pecado venial, a mi Dios por haberme inspirado tanta confianza en vos,
enfervorizadme. Rogad, no ceséis de rogar por mí para que porque sé que esa confianza es para mí una prenda de
salga de mi tibieza, y sirva a Dios con fervor hasta llegar al salvación. ¡Ah! ¡Desgraciado de mí! Si en lo pasado he caído
cielo, donde estaré al abrigo de todo peligro de perder a mi en el pecado, ha sido por no haber recurrido a vos. Espero ya
Dios, en seguridad de amarlo siempre, y de amaros a vos haber sido perdonado por los méritos de Jesús y vuestra
también, oh madre del Perpetuo Socorro, por toda la poderosa intercesión. Pero puedo perder de nuevo la gracia
eternidad. Amén. de Dios, el peligro no ha cesado, el enemigo no duerme. ¡Ay!
Cuántas nuevas tentaciones me quedan por vencer. Oh
Ejemplo
dulcísima Soberana, protegedme, recibidme bajo vuestro
La tisis, figura de la tibieza, esa terrible enfermedad que manto, no permitáis que caiga. Prestadme vuestro perpetuo
hasta hoy se burla de la ciencia humana, aquejaba a una socorro, y obtenedme que, en los asaltos del infierno, no me
señorita de N. América, desde hacía cinco años, durante dos olvide de invocaros, repitiendo sin cesar madre del Perpetuo
de los cuales no había podido levantarse de su lecho. Ambos Socorro, no permitáis que pierda a mi Dios.
pulmones estaban atacados y uno de ellos perdido casi por
Ejemplo
completo. Varios médicos eminentes habían declarado que
no quedaba ya esperanza alguna de salvarla y que no se En Roma, dos hermanos, hijos de buenos padres tuvieron
podía hacer más que aliviar a la pobre enferma en sus cierto día una disputa en la cual se acaloraron a tal punto
padecimientos. Habiendo oído hablar esta de las que uno de ellos tomó un estilete para herir al otro. Una
extraordinarias curaciones debidas a la invocación de hermana de los desgraciados jóvenes, que presenciaba la
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, se sintió animada de escena, lanzó un grito de espanto y exclamó con un acento
una gran confianza en Ella, y rogó a su madre que de indecible dolor: “¡madre mía del Perpetuo Socorro!
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revestida de oro purísimo, contenía el maná caído del cielo, comenzase una novena en la iglesia de los Padres
y dos ángeles la cubrían con sus blancas alas. Por medio del redentoristas, donde se veneraba la milagrosa imagen. EL
arca del Señor alcanzaba el pueblo de Dios sus victorias; noveno día, cuando la madre se preparaba para ir a hacer la
cayeron las murallas Jericó; fueron vencidos los Filisteos, última visita a la imagen, la enferma le pidió licencia para
porque el arca santa estaba con Israel. Pues ¿no ves del acompañarla. La pobre madre, creyendo que su hija
mismo modo brillar el oro de la divina caridad en el corazón deliraba, se abstuvo de complacerla. Mas, he aquí que, al
amante de esa bondadosa madre? ¿No ves a Jesús, el dulce instante la joven se levanta y se viste sin ayuda de persona
maná de nuestras almas en sus maternales brazos? ¿no ves a alguna. Acompañó a su feliz madre a la iglesia, y después de
los dos ángeles en el fondo de su cuadro, con sus alas haber orado, con el fervor que es fácil imaginar, al pie del
extendidas? ¿No es por medio de su socorro poderosísimo altar de su celestial Libertadora, volvió a su casa
que tantos cristianos han conseguido la victoria sobre sus perfectamente sana. Grande fue la sorpresa del médico
enemigos? ¡Cuántas almas adornadas con la gracia del cuando, al hacer su visita ordinaria, encontró a la enferma
Señor estarían sumidas en el pecado, si no hubieran en pie; pero esa sorpresa subió de punto cuando supo que en
invocado a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en el la mañana había salido de casa. ¡Mi hija está sana! Mi hija
momento de la tentación! está sana. repetía la madre, enajenada de gozo. El médico,
Toma, pues, ¡Oh alma cristiana! la firme resolución de que era un incrédulo a carta cabal, no hallaba que pensar de
nunca entrar sola en el combate con los enemigos de tu lo que veía. Examinó minuciosamente los pulmones y
salvación, sino acompañada de María Santísima; su socorro reconoció que estaban sanos e intactos. Cuando se le hubo
perpetuo te servirá de escudo, y así alcanzarás otras tantas contado todo lo ocurrido, no pudo menos que exclamar:
victorias, cuantos combates tuvieres que sostener. ¡Oh Pues bien, si es que hay en la tierra hechos que se puedan
madre del Perpetuo Socorro! Vos sois para nosotros el arca llamar milagros, ¡este es ciertamente uno de ellos!
santa del Señor con vos ganaremos victorias, ante vos huirán Sed amada, sea alabada, sea eternamente bendita,
despavoridos los enemigos de nuestra salvación; en toda ¡Oh Virgen del Perpetuo Socorro! mi esperanza, mi
tentación invocaremos vuestro perpetuo socorro, y vos amor, mi madre, mi refugio y mi vida. Amén.
perpetuamente nos socorreréis.
(Se pide lo que se desea conseguir de Nuestra Señora del
Perpetuo Socorro)
(Gozos pág. 14)

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DÍA CUARTO Cristiano ¿qué harás en esta lucha tan terrible con el mundo,
la carne y el demonio? ¿Dejarás caer las armas declarándote
(Oración preparatoria para todos los días pág. 13) vencido? No: ¡eso sería una cobardía grande y criminal! ¡Ah!
Consideración ¡No sea tal nuestra conducta! Antes bien, acudamos en todas
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro defiende a las tentaciones a Nuestra Señora, y su perpetuo socorro nos
sus devotos de las tentaciones alcanzará la victoria.
Considera que uno de los mayores aprietos en que el Del Emperador Constantino se cuenta que, teniendo que
hombre necesita de un modo especial el socorro perpetuo de presentar una batalla decisiva a Licinio, enemigo de los
María, es la tentación, esa perpetua y encarnizada lucha en cristianos, levantó los ojos al cielo, y vio en el firmamento
que estamos empeñados contra los enemigos de nuestra una cruz brillante con esta inscripción: “con este signo
salvación. Todos, justos y pecadores, nos sentimos vencerás”. Lo que se verificó por la completa derrota de
inclinados al mal. El mismo San Pablo, después de haber Licinio.
sido arrebatado al tercer cielo, exclamó todavía llorando: ¡Ay Alma cristiana, que estás continuamente en guerra con
de mí, siento en mi cuerpo una ley del todo contraria a la del tantos enemigos, el cielo te presenta el mismo lábaro en la
espíritu! Me ha sido dado un aguijón, el ángel de Satanás imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Mira el
que me abofetea.” velo que cubre la virginal frente de la celestial reina; en él
Quizás, hermano mío, podrías tú tener el mismo lenguaje; tú verás también una cruz que te promete el socorro
también sientes esta ley funesta del pecado que quiere poderosísimo de la compasiva madre de Dios.
dominar el espíritu, esos impulsos vehementes de pasiones María es terrible contra las potestades del infierno, como un
hambrientas de placer; a ti también te tienden lazos satanás ejército en orden de batalla. Es torre de David fabricada con
y un mundo engañador; y a veces te ves en gran riesgo de baluartes; de ella cuelgan mil escudos. Contra esta torre
sucumbir por la misma vehemencia de la tentación. ¡Oh! vendrán a embotarse las agudas flechas del enemigo. Es Ella
Entonces qué aprietos, qué sobresaltos los del alma que quien aplastó la cabeza de la infernal serpiente, y las
desea salvarse; se ve rodeada de tantos y tan poderosos potestades del abismo huyen al solo oír pronunciar su
enemigos; siente su propia debilidad y flaqueza, y con todo, santísimo nombre.
tiene que vencer a todos sus enemigos juntos, so pena de Cristiano, ¿te has fijado alguna vez con detención en la
perderse tal vez por una eternidad. ¿Qué posición tan imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro? ¿No te
crítica? recuerda su vista los prodigios obrados en otro tiempo por el
arca santa del Señor? En efecto, el arca de la alianza estaba
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