Evangelii Nuntiandi

Esta exhortación apostólica de Pablo VI, lo publica diez años después de la

conclusión del Concilio Vaticano II, centrada en la evangelización en el mundo
contemporáneo. Presenta un enfoque misional desde la profunda conciencia de la Iglesia.

Se formula unas preguntas ¿qué la eficacia tiene en nuestros días la escondida de la

Buena Noticia, capaz de sacudir profundamente la conciencia del hombre? ¿hasta dónde y
cómo esta fuerza evangélica puede trasformar verdaderamente al hombre de hoy? ¿con que
métodos hay que proclamar el Evangelio para que su poder sea eficaz? (n.4). En síntesis: la
Iglesia, ¿es más o menos aparta para anunciar el evangelio y para inserirlo en el corazón
del hombre con convicción, libertad de espíritu y eficacia? (n.4).

Por lo tanto, la misión de la Iglesia, que nace de la evangelización de Jesús, es llevar

el evangelio a todas las personas, esto pasa gracias a que Ella se evangeliza a sí misma
como depositaria y contenido del Evangelio que quiere comunicar (Cfr. N15). Si la Iglesia
se aparte de esta misión seria negar su propia esencia, su misión principal, para la cual esta.

La evangelización consiste en transformar al mundo, y esto es solo posible mediante

la transformación de cada hombre por medio del bautismo y la vida según el Evangelio. Lo
más importante para esta evangelización, es el testimonio de cada persona, son estos
testigos los maestros de la transmisión del mensaje de coherente del cristianismo.

Hay que anunciar el Evangelio, quien lo acoge se convierte automáticamente en

transmisor: es imposible que un hombre haya acogido la Palabra y se haya entregado al
Reino sin convertirse en alguien que a su vez da testimonio y anuncia (n. 24) Por lo tanto,
hace un llamado a dar un lugar a la Palabra, e este mundo que da tanta importancia a la
imagen.

El documento, incentiva a desplegar la evangelización jamás interrumpida, usar

todos los medios, pero también no olvidarse de realizar la transmisión de persona a persona,
de dar el realizar la unión intima entre Palabra y sacramento. La Iglesia misionera, que es
impulsada por el Espíritu Santo para evangelizarse y evangelizar a toda la humanidad.
 Comentario.

En lo personal, me llamo mucho la atención el juego que hace Pablo VI. Toma a
Jesús como principal evangelizador, mensaje y misionero, desde la experiencia que los
apóstoles han tenido de Él, por medio del Espíritu Santo se convierten es testimonio y
transmiten el mensaje de Jesús y a Jesús mismo a los demás.

La Iglesia, como receptora y custodiadora del mensaje, se encarga de transmitir

constantemente, esta Buena Nueva. La Palabra, que se ha hecho carne, sigue subsistiendo
en la Iglesia, y ella la comunica a la humanidad. Pero esta Iglesia, no solo es la estructura,
sino que cada seno familiar, como Iglesia principal – inicial. En ella se dan los primeros
pasos a la vida cristiana y al contacto con Jesús – la Palabra.

Esta comunidad eclesial familiar, evangeliza por su testimonio al mundo y a la

misma Iglesia Universal. Es un ciclo donde el Espíritu Santo se va haciendo lugar para ir
transmitiendo constantemente el mensaje, esto hace que sea una evangelización al mundo y
a si mismo.