Вы находитесь на странице: 1из 6

DE A NIVERSARIO

CIENCIA-TECN OLOGÍA-SOCIED A D

El movimiento CTS en México,


¿vencedor vencido?
Vicente Talanquer*

Abstract tivista les impone, parecen generar explicaciones


Science-Technology-Society (STS) as a reform move- plausibles y coherentes de algunos de los fenómenos
ment in science education has been highly influential observados en el salón de clases.
in the development of new curriculum materials for En la actualidad, el constructivismo es el para-
elementary and secondary education in Mexico. digma dominante entre los investigadores de la edu-
However, it faces the challenge posed by traditional cación en ciencias, con las ventajas y desventajas que
teaching practices and the lack of real support for the esto acarrea. Por ejemplo, el número de investigacio-
implementation of STS-based activities in the class- nes en esta área, y las publicaciones asociadas a ellas,
room. se han multiplicado de manera notable en los últimos
veinte años y ya pueden distinguirse diversas áreas
de especialización entre las que se cuentan: teorías
La revolución alternativas, resolución de problemas, metas curricu-
No se puede negar que la manera de pensar ----que no lares, desarrollo de habilidades intelectuales, razona-
de actuar, desgraciadamente---- sobre la educación en miento crítico, asuntos de género, multiculturalismo,
ciencias ha sufrido un cambio radical en los últimos evaluación, formación de docentes, estrategias edu-
25 años. Sin mucho temor a equivocarme diría que cativas (Gabel, 1994). Sin embargo, también es cierto
en este periodo hemos sido testigos de una auténtica que, como buena teoría hegemónica, el constructi-
revolución ----en el sentido más kuhniano del término, vismo ha comenzado a dirigir, filtrar y acotar nues-
del pensamiento educativo----, y que un nuevo para- tras maneras de pensar sobre el fenómeno educativo,
digma ya domina nuestras reflexiones, ideas e interpre- limitando el análisis crítico de otras interpretaciones
taciones de lo que ocurre en las aulas y en la mente alternativas o minimizando la importancia de las
de los que aprenden física, química o biología (Kuhn, anomalías (Solomon, 1994a). Adicionalmente, hay
1982). Desde mi punto de vista, este cambio de que reconocer que si bien el constructivismo ocupa
paradigma ha sido impulsado por tres fuerzas distintas. ya un lugar central en el discurso de la enseñanza de
Por un lado se reconoce claramente la influencia las ciencias, la distancia entre el dicho y el hecho
de nuevas teorías cognitivas del aprendizaje, que sigue siendo abismal. El conductismo, en su mani-
sustentadas en los avances recientes en el área de festación tradicional del ‘‘yo hablo y tu me escuchas’’,
procesamiento de la información y en las no tan sigue siendo el amo y señor en nuestras aulas.
nuevas ideas de Piaget y Vygotskii, han construido La transformación que a lo largo del siglo XX
un lenguaje y una estructura de pensamiento que hoy sufrió nuestra manera de pensar sobre la ciencia, y
día es una guía invaluable en la investigación sobre sobre el quehacer de los científicos, puede identifi-
el fenómeno educativo (Pozo, 1997; 1998). El cons- carse como el segundo motor de la revolución en la
tructivismo, con la enorme vaguedad y amplitud de educación de las disciplinas científicas. Las ideas de
significados asociados con este término, ha permiti- pensadores como Popper, Kuhn, Lakatos y Feyera-
do configurar exitosos programas de investigación bend han sacudido la visión inductivista tradicional
guiados por un principio básico: el sujeto que apren- sobre la construcción del conocimiento científico, y
de participa activamente en la construcción de su han abierto la puerta a la discusión y a la reflexión
propio conocimiento (Bodner, 1986; Díaz Barriga, sobre la ciencia como forma válida de conocer el
1998). Dichos programas, desarrollados alrededor mundo (Chalmers, 1984). Su impacto sobre la edu-
de ideas tales como: aprendizaje significativo, teorías cación de las ciencias se ha dado a varios niveles,
alternativas, conflicto cognitivo, asimilación, rees- desde en la selección y organización de los conteni-
tructuración, cambio conceptual, aprendizaje coope- dos, hasta en el desarrollo y puesta en práctica de
rativo, y con los matices que cada corriente construc- modelos y estrategias didácticas en el aula.
Por ejemplo, la visión sobre la ciencia que se
* Facultad de Química, UNAM / Department of Chemistry, resume en el siguiente conjunto de enunciados
University of Arizona. (Chalmers, 1984):
Octubre de 2000 381
DE A NIVERSARIO

El conocimiento científico es conocimiento pro- ideas de personajes como Francis Bacon, adquirió
bado. Las teorías científicas se derivan, de algún forma y empezó a cobrar influencia a inicios de la
modo riguroso, de los hechos de la experiencia década de 1980, sobre todo en los niveles preuniver-
adquiridos mediante la observación y la experi- sitarios. Aunque pueden identificarse diferentes
mentación. La ciencia se basa en lo que podemos posiciones dentro de esta corriente educativa, los
ver, oír, tocar, etc. Las opiniones y preferencias promotores del enfoque CTS han puesto sobre la
personales y las imaginaciones especulativas no mesa de discusión la necesidad de educar en ciencias
tienen cabida en la ciencia. La ciencia es objeti- para formar ciudadanos responsables, con los cono-
va. El conocimiento científico es conocimiento cimientos, habilidades y actitudes necesarias para
fiable porque es conocimiento objetivamente enfrentar problemas individuales y sociales y tomar
probado. decisiones en un mundo donde los productos de la
ciencia y la tecnología son parte esencial de la vida
representa, quizá, la opinión más popular sobre el cotidiana. Es gracias a los esfuerzos de los partida-
conocimiento científico, pero no necesariamente la rios de este movimiento que la búsqueda y promo-
más acertada. Sin embargo, esta posición ha sido ción de la ‘‘alfabetización científica y tecnológica’’ de
la guía inconciente detrás la mayoría de los planes y todos los estudiantes, se ha convertido en meta cen-
programas educativos de las disciplinas científicas tral de la mayoría de los planes y programas de
desarrollados en los últimos ciento cincuenta años. estudio a nivel básico, medio y medio superior en el
Hoy día, su cuestionamiento ha hecho tambalearse mundo (Bybee, 1993).
la creencia de que existe un modo único de hacer Las múltiples aspiraciones de los seguidores de
ciencia, así como la idea de que el experimento la corriente CTS también han logrado concretarse en
siempre precede a la postulación de la teoría, o la algunos programas específicos. Entre ellos se cuen-
visión reduccionista de las ciencias (‘‘el todo es igual tan proyectos como el SISCON y SATIS, en la Gran
a la suma de las partes’’ o ‘‘la química es sólo física Bretaña; Science in Society, en Canadá, y CEPUP, en
aplicada’’, por ejemplo). los Estados Unidos; en el área de la Química destaca
A nivel educativo, las consecuencias de la discu- la propuesta CHEMCOM, patrocinada por la Ameri-
sión filosófica sobre la ciencia se manifiestan de can Chemical Society (Garritz, 1994; Membiela,
diversas maneras; las encontramos en los debates 1997). La influencia de estas propuestas sobre los
sobre la posibilidad de enseñar ‘‘el método científi- programas de corte más tradicional ha sido, sin
co’’ o los denominados ‘‘procesos del pensamiento embargo, variada. De hecho, se podría afirmar que
científico’’ (Millar, 1987; 1989); en el cuestionamien- la filosofía, metas y propuestas didácticas surgidas
to de los objetivos y alcances de la enseñanza prác- de la corriente CTS han tenido mayor impacto y
tica (Gabel, 1994); en el desarrollo de estrategias mejor recibimiento entre los educadores y docen-
educativas basadas en modelos de indagación cien- tes de los países en vías de desarrollo que en sus
tífica (Chiappetta, 1998); en el desarrollo de propues- lugares de origen (Solomon, 1994b), donde muchas
tas curriculares centradas más en conceptos unifica- veces han sido abiertamente rechazadas o pasiva-
dores de carácter general (organización y sistemas, mente relegadas.
interacción y cambio, patrones y procesos, jerarquía A diferencia de la posición ante las modernas
y diversidad) que en contenidos temáticos específi- teorías del aprendizaje y de la filosofía de la ciencia,
cos (AAAS, 1997), y en la reflexión sobre el papel que que han ganado amplia aceptación entre los investi-
la historia y la filosofía de las ciencias deben jugar en gadores del fenómeno educativo en las disciplinas
la formación de los nuevos docentes y en los propios científicas, la actitud ante las propuestas del movi-
programas de las asignaturas científicas (Gil, 1991; miento CTS tiende a ser cauta y, muchas veces,
Furió, 1994). contradictoria. Quizás en parte esto se deba a la
Junto a las dos influencias hasta aquí destacadas, beligerancia de las posiciones más extremas de la co-
la corriente educativa conocida como Ciencia-Tec- rriente, que buscan supeditar la enseñanza de los
nología-Sociedad (CTS) se erige como una tercera contenidos científicos al análisis y discusión de la
fuerza impulsora de la transformación de la enseñan- problemática social en la que son relevantes. El
za de las ciencias (Ziman, 1980; Yager, 1996). El hecho es que en la actualidad el movimiento CTS
movimiento CTS, de origen esencialmente anglosa- parece vivir en la contradicción generada por la
jón y con una larga tradición filosófica ligada a las amplia aceptación, en teoría, de algunos de sus prin-
382 Educación Química 11[4]
DE A NIVERSARIO

cipios básicos, y la reticencia o la dificultad para tiva la que se encuentra más arraigada entre los
darle el espacio y tiempo necesarios para que cobre administradores de la educación y muchos docentes
realidad en las aulas. Promotora de la revolución en mexicanos.
la educación en ciencias, la corriente Ciencia-Tecno-
logía-Sociedad se enfrenta ahora con el reto de so- México y la resistencia pasiva
brevivir, sin diluirse hasta volverse irreconocible, los Las ideas de la corriente CTS han tenido un impacto
embates de sus detractores y las buenas intenciones determinante en el desarrollo curricular de la educa-
de seguidores e intérpretes que han llenado los pro- ción científica preuniversitaria en México. A nivel
gramas de ciencias con temas de interés individual básico, el llamado Programa para la Modernización
y social, sin cambiar un ápice la filosofía y las estra- Educativa (1989-1994) dio lugar a la transformación
tegias de enseñanza. de los planes y programas de estudio de la escuela
Gran parte de la discusión surgida alrededor del primaria y secundaria en 1993, y en su enfoque se
enfoque CTS se ha centrado en su visión sobre los revela la influencia de dicha corriente (SEP , 1994;
propósitos de la educación en ciencias, y de las in- 1997). Así, en la actualidad el propósito central de
vestigaciones en esta área (Yager, 1984; Good, 1995). la enseñanza de las Ciencias Naturales en la escuela
En el proceso, las propuestas de dicha corriente primaria ‘‘es que los alumnos adquieran conocimien-
educativa han sido muchas veces trivializadas. Quizá tos, capacidades, actitudes y valores que se manifies-
fuera apropiado decir que hoy día existen diversas ten en una relación responsable con el medio natural,
preconcepciones o teorías alternativas alrededor de en la comprensión del funcionamiento y transforma-
las siglas CTS. Por ejemplo, para algunos el enfoque ciones del organismo humano y en el desarrollo de
CTS implica renunciar al objetivo de que los estudian- hábitos adecuados para la preservación de la salud
tes comprendan los conceptos básicos de la ciencia, y el bienestar’’ (SEP , 1994). A este nivel, los conteni-
y conciben los nuevos cursos como una serie de dos del programa están organizados en cinco ejes
conferencias de divulgación científica. Para otros, se temáticos, uno de los cuales se denomina explícita-
trata de sustituir los contenidos científicos por discu- mente Eje Ciencia, Tecnología y Sociedad. En la
siones políticas y sociológicas sobre el impacto de la escuela secundaria, por su parte, la educación en
ciencia y la tecnología en nuestro mundo. Es tam- ciencias se divide en asignaturas específicas (Biolo-
bién común considerar que el trabajo consiste úni- gía, Física, Química), pero en todas ellas se plantea
camente en desarrollar cursos en los que los temas como prioridad establecer ‘‘una vinculación conti-
científicos se agrupan bajo un título atractivo (Ali- nua entre las ciencias y los fenómenos del entorno
mentos y nutrición, Agua para la vida, Energía y natural que tienen mayor importancia social y per-
sociedad), y se incluyen discusiones sobre temas de sonal’’ (SEP, 1997).
interés social. En particular, es esta última perspec- En el bachillerato la situación es más difícil de
Octubre de 2000 383
DE A NIVERSARIO

caracterizar, por la gran diversidad de planes y pro- de contenidos (cada libro consta de cuatro blo-
gramas existentes en los diferentes subsistemas (Ga- ques de este tipo), en la que los estudiantes se enfren-
rritz, 1999). Además, es común que no exista cohe- tan con situaciones problemáticas de carácter social
rencia entre las metas y enfoques de la educación de o personal y en las que se ven obligados a tomar
las distintas disciplinas científicas. Sin embargo es decisiones con base en su experiencia, conocimien-
posible distinguir algunos ejemplos muy claros, tos, habilidades y valores.
como el de los nuevos programas para la enseñanza Dentro de los nuevos libros de Ciencias Natura-
de la Química en la Escuela Nacional Preparatoria les para la escuela primaria mexicana también se
(ENP ) y el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) incluye un quinto bloque integrador (llamado ‘‘Pon-
en la UNAM. En el primer caso, por ejemplo, abier- gamos todo junto’’), en el que se propone una activi-
tamente se opta por un enfoque de la disciplina en dad colectiva que busca que los alumnos relacionen
el que se enfatiza el impacto de la ciencia y la los contenidos básicos y pongan en juego las habili-
tecnología en la vida actual, y se plantea como dades que se trabajaron en el ciclo escolar. La toma
finalidad del curso que los alumnos adquieran los de decisiones, la búsqueda y sistematización de in-
conocimientos fundamentales ‘‘a un nivel informa- formación, así como el fortalecimiento de actitudes
tivo’’, que les permitan efectuar la integración entre y valores son centrales en este bloque. Así, por
ciencia, tecnología y sociedad (UNAM, 1997). En la ejemplo, en el libro de tercer grado los alumnos y
propuesta del CCH, se busca promover un enfoque alumnas se enfrentan con el reto de aplicar sus
que integre las relaciones Hombre-Ciencia-Natura- conocimientos y tomar decisiones para sobrevivir en
leza-Tecnología y la interacción de los contenidos una isla desierta (Barahona, 1997). A lo largo de las
con aspectos sociales (UNAM, 1996). ocho semanas que se dedican al proyecto, los estu-
Dado un enfoque en el que se definen propósitos diantes deben identificar la flora y fauna de su isla,
y objetivos, y una propuesta de estructura para los las cadenas alimenticias principales, las posibles
contenidos, su concreción en las aulas depende en fuentes de agua y alimentos, los recursos disponibles,
gran medida de la actitud, motivación y preparación los posibles problemas de salud que deben enfrentar,
de los docentes y de los recursos disponibles. Es las reglas de convivencia social que les gustaría
ahí donde surgen los problemas, dada la universal establecer, entre otras cosas. En sexto grado, el pro-
tendencia a invertir grandes esfuerzos en la creación yecto consiste en tratar de reconstruir las condicio-
de hermosos planes, pero destinar pocos recursos en nes de vida y las costumbres de una civilización
la creación de condiciones para llevarlos a cabo. ficticia del pasado; para ello deben formular hipóte-
Pero seamos justos, en México éste es un problema sis basadas en evidencias encontradas por un grupo
disparejo. de arqueólogos en áreas como recursos disponibles,
En la escuela primaria mexicana, la promoción alimentación, vida en familia, organización social,
del nuevo enfoque en la enseñanza de las Ciencias crecimiento de la población (Barahona, 1999).
Naturales cuenta con la enorme ventaja de la exis- Hoy día, este material está en las manos de la
tencia de libros de texto de carácter nacional que mayoría de los niños, niñas, maestros y maestras de
guían el trabajo de los docentes en el aula. Aunque primaria mexicanos. Adicionalmente, estos últimos
la reforma de los planes y programas de estudio a cuentan con ‘‘Libros para el maestro’’ que presentan
este nivel se dio en 1993, la transformación de los reflexiones y sugerencias didácticas para apoyar su
libros de texto para Ciencias Naturales no se inició labor (García, 1997-1999). Sin embargo, el reto es
hasta 1996, con el libro para el tercer grado, y se enorme. La mayoría de los docentes a este nivel
concluyó en 1999, con la publicación del libro para tienen una formación pobre en Ciencias Naturales y
el sexto grado (Barahona, 1996-1999). Los nuevos desconocen las nuevas propuestas educativas en el
textos representan, sin duda, un buen esfuerzo para área. Sus deficiencias formativas los llevan a relegar
darle realidad a la nueva propuesta educativa e la enseñanza de las ciencias frente a la de otras
incluyen numerosas actividades centradas en la pro- disciplinas, como lengua, historia y matemáticas, y
moción del enfoque CTS, sobre todo en temas rela- cuando la enfrentan tienden a hacerlo de manera
cionados con la prevención de enfermedades y tradicional, abusando del verbalismo, evitando la
el cuidado de la salud, y la protección y conservación realización de experimentos en el aula y la introduc-
del ambiente. En particular destacan las actividades ción de temas en los que se sienten inseguros. En un
integradoras que se proponen al final de cada bloque país en el que durante años la prioridad en educación
384 Educación Química 11[4]
DE A NIVERSARIO

ha sido más la cantidad de los servicios educativos


que se ofrecen que la calidad de los mismos, las
condiciones de trabajo en la mayoría de la escuelas
limitan enormemente cualquier intento de innova-
ción curricular o didáctica.
Este panorama es aún más preocupante en los
niveles medio y medio superior, donde la implemen-
tación de los planes y programas de estudio queda
en manos de docentes con escasa o nula formación
didáctica, y depende del libre mercado de los libros
de texto disponibles. Los maestros de secundaria y
bachillerato en México son contratados para trabajar
por horas en la mayoría de los casos, y sólo se
requiere que hayan completado una licenciatura en
el área científica o tecnológica. La mayoría de ellos
se dedica a la docencia por necesidad, y lo hacen
guiados por la intuición y el ‘‘sentido común’’ (Gil,
1991); cargan con la responsabilidad de la enseñanza
de múltiples grupos, no tienen tiempo para reflexio-
nar sobre su práctica docente, y no cuentan con el
apoyo y los recursos adecuados.
La realidad es, entonces, que las ideas asociadas
al movimiento CTS han tenido una influencia deter- maestros enfrenten el mismo futuro. Como primer
minante sobre los educadores en ciencias encarga- punto habría que señalar la urgente necesidad de
dos del diseño de planes y programas de estudio en profesionalizar la labor docente a nivel medio y
México, y del desarrollo de varios libros de texto y medio superior en México. Es inconcebible que en
materiales de apoyo para la docencia, pero han nuestro país sólo una pequeña fracción de los docen-
tenido muy poco efecto sobre el pensar y el actuar tes de secundaria y preparatoria sean personal de
de los docentes. La actitud hacia la propuesta de tiempo completo en un centro educativo determina-
reforma es, en esencia, de resistencia pasiva. Ya sea do. Resulta también inaceptable que la mayoría de
porque la sienten como una imposición, porque no ellos no adquiera una formación básica en educación
comulgan con las ideas, porque no la entienden, de las ciencias, y que las oportunidades de supera-
porque no se sienten preparados para ponerla en ción sean tan limitadas. Sería deseable que las insti-
práctica, porque carecen de los recursos necesa- tuciones educativas de nivel superior, como la
rios, porque los aterra toda posibilidad de cambio o UNAM, tomaran un papel más activo en la formación
porque ni siquiera se han enterado de ella, los maes- y certificación de maestros del nivel bachillerato, y
tros han reinterpretado la propuesta adaptándola a crearan condiciones adecuadas para la labor educa-
los viejos esquemas. La memorización de los datos tiva en los centros educativos de nivel medio supe-
y fórmulas de la ciencia pura está siendo sustituida rior asociados a ellas.
por la memorización de datos y fórmulas de la Por otro lado, habría que iniciar un proceso de
ciencia aplicada; la complejidad y abstracción de los reflexión colectiva entre los docentes de ciencias a
modelos científicos está siendo reemplazada por la nivel nacional, para definir un conjunto mínimo de
complejidad y abstracción de los modelos científicos metas o estándares que sirvan de guía en la labor
aplicados al entendimiento de complicados proble- educativa a todos los niveles. En México todo pro-
mas sociales y tecnológicos. ceso de reforma educativa se siente como una impo-
La dificultad de los docentes para actuar como sición porque nunca surge de la discusión entre
verdaderos agentes de cambio en el salón de clases aquellos que tendrán la responsabilidad de imple-
se debe en gran medida a las limitaciones asociadas mentarla. No necesitamos cambiar de nuevo los
a su formación, y a las condiciones en que realizan actuales planes y programas de estudio; lo que nece-
su trabajo. Es por ello urgente emprender acciones sitamos es ponernos de acuerdo en las metas y
para remediar su situación y prevenir que los nuevos propósitos, y en las mejores maneras para alcanzarlos.
Octubre de 2000 385
DE A NIVERSARIO

Algunas de las ideas del enfoque CTS han co- Garritz, A.; Talanquer, V., ‘‘Advances and Obstacles
brado fuerza en nuestro país porque la filosofía de- to the Reform of Science Education in Secon-
trás de ellas, la propuesta de ‘‘ciencia para todos’’, dary Schools in Mexico’’, pp. 75-92. In: S. Ware
resulta muy atractiva. En un país donde la pobreza, (Ed), Science and Environment Education Views from
la marginación y las marcadas diferencias en el Developing Countries, The World Bank: Washing-
acceso a los recursos son el pan nuestro de cada día, ton, DC, 1999.
no es extraño que un llamado a educar a todos en Gil Pérez, D., ¿Qué hemos de saber y saber hacer
beneficio de todos encuentre eco. Sin embargo, no los profesores de ciencias?, Enseñanza de las Cien-
basta con que unos pocos, los que dirigen y planean, cias, 9[1] 69-77 (1991).
estén convencidos; eso es sólo la primera batalla. La Good, R. et al., The Domain of Science Education,
guerra requiere de soldados reflexivos y comprome- Science Education, 69[2] 139-141 (1985).
tidos, con la preparación y el apoyo suficiente para Kuhn, T.S., La estructura de las revoluciones científicas.
hacer de ellos un aliado, y no saboteadores incon- Breviarios No. 213. Fondo de Cultura Económica:
cientes o enemigos declarados. ! México, 1982.
Membiela Iglesia, P., Una revisión del movimiento
Bibliografía educativo Ciencia-Tecnología-Sociedad, Ense-
AAAS, Ciencia: conocimiento para todos, SEP: México, ñanza de las Ciencias, 15[1] 51-57 (1997).
1997. Millar, R.; Driver, R., Beyond Processes, Studies in
Barahona, A. et al., Ciencias Naturales. Tercer grado, SEP, Science Education, 14, 33-62 (1987).
México, 1996; Ciencias Naturales. Cuarto grado, Millar, R., ‘‘What is Scientific Method and can it be
SEP, México, 1997; Ciencias Naturales. Quinto gra- taught?’’ pp. 165-177. In: Wellington (Ed.), Skills
do, SEP, México, 1998; Ciencias Naturales y Desa- and Processes in Science Education: A Critical Analy-
rrollo Humano. Sexto grado, SEP, México, 1999. sis. Routledge: New York, NY, 1989.
Bodner, G.M., Constructivism: A Theory of Know- Pozo, J.I., Teorías cognitivas del aprendizaje, Quinta
ledge, J. Chem. Educ., 63[10] 873-878 (1986). Edición. Morata: Madrid, 1997.
Bybee, R.W., Reforming Science Education. Social Pers- Pozo, J.I.; Gómez Crespo, M.A., Aprender y enseñar
pectives and Personal Reflections, Teachers College ciencia, Morata: Madrid, 1998.
Press: New York, NY, 1993. SEP, Educación básica. Primaria. Plan y programas de
Chalmers, A.F., ¿Qué es esa cosa llamada ciencia?, Siglo estudio 1993, México, 1994.
XXI Editores: Madrid, 1984. SEP, Educación básica. Secundaria. Plan y programas de
Chiappetta, E.L.; Koballa, T.R.; Collette, A.T., Scien- estudio 1993, México, 1997.
ce Instruction in the Middle and Secondary Schools, Solomon, J., The Rise and Fall of Constructivism,
Fourth Edition. Merrill-Prentice Hall: Columbus, Studies in Science Education, 23, 1-19 (1994a).
Ohio, 1998. Solomon, J; Aikenhead, G.. STS Education. Interna-
Díaz Barriga, F.; Hernández Rojas, G., Estrategias tional perspectives on Reform. Teachers College
docentes para un aprendizaje significativo, McGraw Press: New York, NY, 1994b.
Hill: México, 1998. Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Furió Mas, C.J., Tendencias actuales en la formación CCH. Área de Ciencias Experimentales. Programas de
del profesorado de ciencias, Enseñanza de las Estudio para las Asignaturas: Química I y II, Méxi-
Ciencias, 12[2] 188-199 (1994). co, 1996.
Gabel, D. L. (Ed.) Handbokk of Research on Science Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Teaching and Learning, NSTA: New York, NY, ENP. Programa de Estudios de la Asignatura de:
1994. Química III. México, 1997.
García, N. et al., Libro para el Maestro. Ciencias Natu- Yager, R.E., Defining the discipline of science edu-
rales. Tercer Grado, SEP, México, 1997; Libro para cation, Science Education, 68, 35-37 (1984).
el Maestro. Ciencias Naturales. Cuarto Grado, SEP, Yager, R.E, (Ed.). Science/Technology/Society as Reform
México, 1998; Libro para el Maestro. Ciencias Na- in Science Education, State University of New
turales. Quinto Grado, SEP, México, 1999. York Press: Albany, NY, 1996.
Garritz, A., Ciencia-Tecnología-Sociedad. A diez Ziman, J., Teaching and Learning about Science and
años de iniciada la corriente, Educ. quím., 5[4] Society, Cambridge University Press: Bath, GB,
217-223 (1994). 1980.
386 Educación Química 11[4]

Вам также может понравиться