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Con relación a las historias sobre el origen de sus creaciones, tenemos por
ejemplo el Turrón de Doña Pepa, esclava que en agradecimiento elabora este
postre que “se lo ofreció al Señor de los Milagros en agradecimiento por haberla
curado de una artritis que le había imposibilitado usar las manos”. Así, ahora ese
dulce se encuentra relacionado a la celebración de este Cristo moreno
La repostería peruana está poblada de deliciosos postres, y no podemos
quedarnos sólo en sus representaciones o el resultado de sus preparaciones, sino
que también es interesante relacionarnos con su rica historia que se remonta a la
época en que llegaron los españoles y cuya cultura culinaria se mezcló con la de
los habitantes originarios, que con el tiempo fueron evolucionando producto de las
diferentes influencias culturales recibidas a través del tiempo en sus postres.
La Repostería Colonial
"Es cosa increíble y que pone admiración, ver la inmensa cantidad de dulces que
se gastan en estas Indias, que yo tengo para mí, que no debe haber región en
todo el universo donde se consuma tanta suma; y con todo eso, sobra tan grande
copia de azúcar cada año, que se cargan muchos navíos de ella para España..."
Bernabé Cobo
En el Perú, donde funcionó uno de los principales virreinatos, se establecieron las
familias más adineradas que practicaron una culinaria exquisita en la que se
acostumbraba beber café muy temprano, se almorzaba entre las 10 y 11 a.m., se
comía de 4 a 5 p.m., y la cena se servía a las 6. A mediodía se servía "el Once",
que consistía en una copa de algún afamado "aguardiente". Se le llamaba así,
porque cuenta con once letras, según Pablo Patrón.
Las ciudades que fundaron los españoles en todo el Perú fueron pobladas por
importantes familias que se dedicaron a la agricultura, formando importantes
haciendas; sus casas eran grandes y cómodas, se vivía con lujo y se practicaba
una excelente cocina y gran repostería.
Huaraz se hizo conocido por sus dulces como Cajetas Cuarteadas, de Manjar
blanco y Jalea de Membrillo, de fantástico color rubí; los Huevos a la Nieve,
Mermelada de Cidra, Huevos Molles, Fachendas incomparables, Molletes,
Maicillos y muchas otras delicias.
Caramanduca caliente
música para los dientes.
Azúcar, clavo y canela,
para rechinar las muelas,
¡Revolución!,...
El Turrón de Doña Pepa, uno de los más logrados dulces limeños, recorre
nuestras calles, junto al Señor Morado, cada mes de Octubre. Cuentan que fue
preparado por primera vez en 1880, por una mujer negra llamada Josefa
Marmanillo o Josefa Piérola. -Piérola era el nombre de su amo- Ella se lo ofreció al
Señor de los Milagros en agradecimiento por haberla curado de una artritis que la
había imposibilitado de usar las manos.
El turrón se vendió por primera vez en una galería que había en la esquina de la
Pileta de la Encarnación y que pertenecía a José Piérola.
En Ica se preparaban dulces, que aún se siguen haciendo, como las Tejas de
Limón, Naranja y Pecanas, el Manjar blanco de Frutas, el Frejol y Pallar Colado,
Higos Verdes Calados, Dulce de Nísperos de Palo, entre muchos otros.
LA PASTELERIA PERUANA
El azúcar llegó a Europa en la Edad Media, donde se usó para condimentar toda
clase de alimentos. Los boticarios la utilizaron en la preparación de pócimas y
medicinas, además, la recomendaban para curar toda clase de males, incluido el
mal de amor.
Durante los primeros años de la llegada de los españoles a Perú, llegó la caña de
azúcar gracias a la visión del conquistador y primer gobernador de Trujillo don
Diego de Mora, quien la trajo de México y la sembró en su hacienda del valle de
Chicama. En 1549, en el Perú ya había cuatro trapiches que molían caña y
producían azúcar.
Durante las décadas de 1950 y 1960, el Perú fue uno de los productores de
azúcar más importantes del mundo para luego tener una estrepitosa caída en las
décadas de 1970 y 1980 por la implementación de la reforma agraria y luego el
terrorismo, como resultado de esto nos convertimos en importadores de azúcar.
Los primeros afectados serían los pequeños agricultores y sus familias, luego las
medianas y grandes empresas. No todas las tierras de caña pueden convertirse a
cultivos de agro exportación; además, este proceso de reconversión, al ritmo
actual, tomaría casi 100 años.
Como vimos la caña de azúcar traída desde la India fue uno de los principales
insumos que se usaron para poder desarrollar un especialización, los datos que se
tienen de la llegada de caña de azúcar datan con el segundo viaje de Cristóbal
Colon y posteriormente la llegado de los peninsulares con sus diferentes regiones
que se mezclaron junto con los productos nativos y crearon lo que se conoce hoy
como repostería peruana.
Lo que se puede entender entonces es que no hay nada puro sino más bien se
puede encontrar una riqueza de diferentes partes del mundo que llegaron en Lima
para poder quedarse, las frutas secas se cocinan con harina, manteca y otros
ingredientes más que forman parte de la increíble mistura de los representantes
de la naturaleza.
Conocida en Perú y en otras partes son los turros sin embargo cada zona en
donde se encuentran recursos diferentes son aprovechados para poder crear el
arte culinario, los primero libros de la repostería en América datan del siglo XVII y
que desde Centro América empezaron a propagarse para desarrollarse en
diferentes zonas del Perú, así por ejemplo tenemos zonas a lo largo del Perú
como Trujillo, Lima, Moquegua, Cuzco.
Sabemos entonces que el papel de los conventos han marcado muchas cosas
para el desarrollo de los postres en esta parte del mundo, se mezclaba por
ejemplo las cosas de vino y postre al mismo tiempo, desde allí salieron todos
estos postres con sus primeras influencias de España y que luego recibieron los
recursos de cada zona para reinventarse y crear postres limeños como los limones
rellenos, trabajos que han perdurado a lo largo de los siglos y que
lamentablemente algunos de ellos ya se han quedado en el olvido.
Flora Tristán fue una francesa que llegando a las tierras peruanas, estuvo
hospedada en los conventos de Santa Rosa y Santa Catalina en Arequipa. Todo
esto que se veía de una persona de otra parte del continente hacía ver que ya los
productos se estaba especializando y que dejaban de lado la parte el viejo
continente para poder tener un propia versión y ser autentica.
Hay tantos postres que se pueden encontrar como la tradicional bola de hora, que
tiene la forma de media bola y que se puede usar para todo tipo de eventos,
además de ello también se empezaban a usar confiterías lugares donde los
postres cumplían también un papel importante para su venta al público.
Los pregoneros eran personas que ofrecían sus productos con frases ingeniosas y
cada una pasaba por horas especificas que según se cuenta en las crónicas no
era necesario tener un reloj ya que cualquiera podía saber de las horas
especificas sabiendo el canto de los vendedores, la relación entre el casero y el
vecino se estaban empezando a mezclar en la sociedad que tenía todas las
sangres. Pancho Fierro es uno de los acuarelistas más notables de la época
colonial y es gracias a este artista es que se ha podido rescatar la existencia de
estos personajes que formaron parte de la vida cotidiana de la ciudad de Lima.
Hoy las acuarelas de Pancho Fierro las pueden encontrar en algunos museos de
Lima.
Es indudable que la presencia de los negros del Africa que llegaron a América
también generaron un boom de una dulcería, la población negra que más se
destaca hoy en día son las zonas de Chincha (en el sur) y Zaña (en el norte) allí
tenemos a los postres como el ranfañote que son postres que eran usados por los
esclavos les daban utilidad a los panes fríos que sobraban y con ello generaban el
dulce con su sello y estilo peculiar.
Con el paso del tiempo las regiones también cumplieron su papel así tenemos a
Ica con sus tejas, Chincha con su frejol colado, Trujillo con sus King Kong y Lima
con el maíz morada entre otras ciudades más. Una de los postres que son uno de
mis favoritos es la sabrosa mazamorra morada.
La Mazamorra morada de hoy en día también se le acompaña con arroz con leche
que guarda ahora una fuerte influencia árabe también, cada persona lleva una
manera especial de poder cocinar su postre, los postres peruanos y limeños van
teniendo un eje a lo largo de sus diferentes regiones utilizando tubérculos también
como la papa y el camote.
Los alfajores que fueron productos que llegaron con los españoles especialmente
de la zona de Andalucía hicieron que en estas zonas también se tenga el alfajor
que se vaya modificando y vaya adquiriendo características distintas que hace que
sea muy diferente de lo que se conoce de la zona del país Europeo.
Escribir este post sobre los dulces es hablar de muchos otros dulces más que
pueden ser grandes embajadores de esta especialidad allí tenemos a los
picarones, hay hoy en día algunos debates de como provienen el nombre de este
postre sin embargo lo que nadie pude discutir es que los picarones son uno de los
postres más difundidos en el Perú.
Los postres de hoy en día también se han ido adaptando a los paladares
internacionales haciendo que los productos se vayan suavizando y conquistando
los corazones de las personas que llegan a conocer los postres tradicionales del
Perú, hoy tenemos no solo suspiros de la limeña sino también suspiro de la
chirimoya y así poco a poco se va jugando con los sabores para crear nuevos
productos siempre respetando los procedimientos que han pasado de generación
en generación, hay un trabajo pendiente que se debe de desarrollar que nosotros
estamos listas y listos para contribuir al éxito de que la repostería sea una de las
mejores representantes del Perú.