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“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 1


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Venciendo a satanás
© Pablo Salinas
Todos los derechos reservados

Registro de Propiedad Intelectual


Inscripción Nº 282.870

El texto Bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas


en América Latina © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso.

Texto tomado de la Biblia, la Palabra de Dios para todos™ (PDT™) © 2005


Centro Mundial de Traducción de la Biblia. Utilizado con permiso.

Publicado en Caldera, Chile


Octubre del 2017

Este libro llega a usted, en forma, totalmente gratuita.

“…Ustedes han recibido gratuitamente, así que también den gratuitamente.”


(Mateo 10:8) (PDT)

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A nombre de: Jean Pablo Salinas Gómez


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Rut: 13.351.473-2
Ciudad: Caldera
Provincia: Copiapó
Región: Atacama
País: Chile
Teléfono Móvil: +56954202922

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Prologo

Este libro no sustituye a la Biblia, de hecho, está completamente inspirado por ella, y
principalmente, habla lo que contiene, las Sagradas Escrituras. Por lo cual, este libro está bajo
y sujeto a la Palabra de Dios. Este libro no fue creado, para fines académicos o teológicos. No
fue pensado, para institutos bíblicos, o filósofos religiosos. Ese libro fue creado, para la gente
común y corriente, para el cristiano promedio, para el creyente, que está recién comenzando,
en la Fe. Para el pastor de población. Para el hermano esforzado, que muchas veces, no tiene
acceso a una buena enseñanza, o un buen discipulado. Porque no tiene los medios, o porque
el lenguaje de los libros, es demasiado difícil de entender, por causa del tecnicismo teológico.

Este libro, no está exento de error, por lo cual, usted podrá encontrar probablemente, algunos
errores, que se me escaparon. Y eso es bueno, porque eso demuestra, que yo soy humano, y la
Biblia, es el único libro perfecto. Tengo errores, porque Dios, a nadie le da entendimiento
pleno, de Su Palabra. A todos nos da un poco, y de esta forma, siendo uno en Cristo, entre
todos nos edificamos.

De esta forma, el Señor nos cuida, de que no nos pase lo mismo, que aquel querubín, que se
creyó más, que su Creador. Todos nosotros, somos ignorantes en muchas áreas, y muchas
veces, nos sentimos sabios, en nuestra propia opinión; nos volvemos soberbios y altivos. Y
empezamos a mirar con menosprecio, al hermano que poco entiende, y lo apuntamos con el
dedo, como si fuera un ignorante salvaje. Y al que consideramos, que sabe más que nosotros,
lo vemos grande, y eso también está mal. En Cristo somos todos iguales. Todos cometemos
errores. Pero de ese poco entendimiento, que Dios me da, es lo que quiero compartir.

Tal vez habrá muchos detalles, que se me escaparán; alguna coma, alguna tilde, textos Bíblicos
que quizás, usted hubiera puesto, o ideas que quizás, Dios no me entregó en su momento.
Creo que lo que está escrito, así será escrito. Como instrumento de Dios, creo que su Palabra
es viva, y ésta nos habla en su momento preciso, por medio del Espíritu Santo, que habita
dentro de nosotros. Creo que el mejor consejo, que les puedo dar, es este:

“Examinen todo y quédense con lo bueno. Manténganse alejados de todo lo malo.”


(1 Tesalonicenses 5) (PDT)

En este libro, sólo utilizo, dos versiones de la Biblia; una es la versión, Reina Valera 1960
(RVR 1960), y la otra es la versión, Palabra de Dios para todos (PDT). Utilizo la versión Reina
Valera 1960, porque es la versión, más popular y aceptada, que se utiliza en español. Para los
que no saben, y creen que Reina Valera es una reina, de algún reinado, o país lejano. Déjeme
aclarar, que no es una monarca cristiana, que tradujo la Biblia. Reina Valera, no es una mujer,
sino los apellidos, de quienes realizaron esta versión; Casiodoro de Reina, cuya versión se
publicó en 1569, y más luego Cipriano de Valera, quién hizo una competente revisión, a la
versión original, de Casiodoro de Reina en 1602. Y que luego fue revisada en el año 1960.

La otra versión que utilizo, es la (PDT) “Palabra de Dios para todos”. Esta es mi versión favorita,
la que más me gusta, porque comunica, de una forma muy agradable, y fácil de entender, los
significados del texto original. Porque en lugar de ser una barrera, para la comprensión, es un

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medio, para que cualquier lector, descubra el mensaje de la Biblia. Esta versión, tiene fidelidad
a los idiomas originales (hebreo, arameo y griego). Es una versión, que no es fácil de conseguir,
ya que no fue creada, para fines comerciales, en un principio fue creada, para ser utilizada en
cárceles, hospitales, barrios populares, etc. Para uso evangelístico, por su facilidad de lectura y
comprensión.

Con ambas versiones, puedo tomar un equilibrio, en la lectura de la palabra de Dios. Pues la
versión Reina Valera 1960 (RVR 1960), es una traducción “literal”, es decir, palabra por
palabra, que se enfoca en el lenguaje original, hacia el emisor. Además es una traducción
“idiomática”, es decir, concepto por concepto, que se enfoca en el lenguaje, al que se traduce,
hacia el receptor. Y la gracia que tiene, la versión palabra de Dios para todos (PDT), es que es
una traducción “parafraseada”, es decir, que es un lenguaje popular, que se enfoca en el
receptor, pero con un lenguaje sencillo. Palabra por palabra, nos acerca a los originales, pero
perdemos el concepto, y concepto por concepto, nos puede alejar, del significado de las
palabras. La parafraseada, nos ayuda a aclarar el concepto, a que nos lleva las palabras
originales. Con estas dos versiones, podemos tener, los tres tipos de traducciones que existen,
y por ende, nos ayudará más, a entender la Biblia. Y así podremos tener un equilibrio, para
disfrutar el máximo su contenido.

Este libro, solo tiene referencias Bíblicas, ya que no ha sido producto, del estudio de otros
hermanos, pastores o escritores. Lo que escribo en este libro, es producto de mis propios
estudios, del conocimiento que he aprendido, a través de estos trece años, desde que conocí a
mi Salvador, mi Señor y Dios, Jesucristo. Del conocimiento, que me han enseñado, mis
pastores y hermanos, que me han formado. Del conocimiento de mi esposa, quien desde que
nació, ha estado en el evangelio de Jesucristo, y siempre me ha apoyado. Del conocimiento, de
mi propia experiencia con Dios, y de la experiencia que tuve, antes de conocerlo.

Si usted logra ver, frases o enseñanzas, que otros escritores han mencionado. No ha sido mi
intención copiar su trabajo, ni apropiarme de sus ideas. Pues todo está en mi cerebro, porque
Dios me creo, de una forma especial; yo tengo síndrome de asperger, condición del espectro
autista, no soy enfermo, solo soy diferente. Y gracias, a esta forma especial que tengo, es que
puedo almacenar, mucha información en mi mente. Así que, si hay alguna frase famosa, que
alguien haya dicho, y no hago mención de su nombre, no es porque no lo quiera reconocer.
Sino simplemente, porque para mí, solo es una información almacenada, que no logro
recordar, de donde vino, o quien lo dijo. Solo logro recordar el concepto, de esa información
que recuerdo.

“Cuando hagan cualquier trabajo, háganlo de todo corazón, como si estuvieran trabajando
para el Señor y no para los seres humanos.” (Colosenses 3:23 (PDT)

“Podemos confiar por completo en lo que dijeron los profetas y está muy bien que ustedes
sigan cuidadosamente sus palabras. Sus profecías son como una lámpara que alumbra en la
oscuridad hasta que llegue el amanecer en el que Cristo, como la estrella de la mañana, les
traerá nueva luz al corazón.” (2 Pedro 1:19) (PDT)

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“El que hable, que hable de acuerdo con las palabras de Dios; el que sirve, que sirva con el
poder que Dios da. Que todo lo que hagan sea para alabar a Dios por medio de Jesucristo, a
quien pertenecen el poder y la gloria para siempre. Así sea.” (1 Pedro 4:11) (PDT)

Introducción

Venciendo a satanás, es la lucha diaria, que el creyente tiene, contra el enemigo de nuestras
almas. Una lucha, que vamos venciendo, día tras día. Este libro, es solo una pequeña ayuda,
para que usted, pueda ir venciendo a satanás, a cada momento. Este libro, no se trata de
luchas místicas y fantasiosas, de rezos repetitivos, o de conjuros religiosos. No se trata, de
actos proféticos, ni de decretos y unciones apostólicas, realizadas bajo del mar, o tirando sal
sobre la tierra, para derrotar al diablo.

Este libro, nos ayudará a entender, a como vencer a satanás, por medio, de nuestra forma de
vivir, que es conforme a los deseos, de nuestro Señor y Dios. De cómo, las enseñanzas de
Cristo, si las ponemos en práctica, van a ir derrotando al enemigo, gradualmente, de nuestras
vidas. Hasta poder completar, una victoria completa, sobre satanás. Para Jesús, el maligno ya
está derrotado, ya está vencido, y lo ha puesto bajo nuestros pies. Ahora es la hora, de que
podamos aprender, a como poder tomar esa promesa, y hacerla realidad, con el testimonio de
nuestras vidas.

Este libro, es el resultado parcial, de cómo en mi vida personal, como cristiano. He podido ir
venciendo a satanás, día tras día, a través de la Palabra de Dios, y del poder, de Su Santo
Espíritu. Siendo yo convertido, desde el satanismo; pues antes de conocer a Dios, yo fui un
seguidor de satanás, un adorador del diablo y la muerte. Pero hoy, soy un hijo de Dios, que
logró ver y seguir, el camino, la verdad y la vida. Y que cada día, en mi vida, el diablo está
vencido. Y por esa autoridad, que me entregó Jesucristo, escribo este libro.

Venciendo a satanás, es una afirmación del presente, es algo que actualmente, estamos
haciendo los cristianos. Para Dios, el diablo ya está vencido, para el Señor, el maligno ya se
encuentra en el pasado, pues Dios no está prisionero, a nuestro tiempo, de hecho, nuestro
futuro, que está impreso, en el libro de Apocalipsis, ya fue escrito, hace dos mil años atrás.
Dios ya confirmó, que satanás fue destruido, pero en nuestro tiempo presente, se tiene que
cumplir, lo que ya fue escrito.

Nuestras preguntas ahora son; ¿Cómo podemos hacer cumplir, lo que ya fue escrito?, ¿cómo
los cristianos, podemos vencer a satanás?, ¿cómo podemos tomar, las promesas de Dios, hacia
nosotros, los hijos de Dios, para que podamos vencer al enemigo?, ¿cómo podemos hacerlo
realidad?, ¿cómo podemos tener esta victoria, sobre el diablo?, ¿serán reales estas promesas?
Veamos que dice la Palabra de Dios:

“Hijitos, ustedes son de Dios y por esto ya han derrotado a los enemigos de Cristo porque el que
está en ustedes es más grande que el que está en el mundo.” (1 Juan 4:4) (PDT)

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“Yo les dije esto para que encuentren paz en mí. En el mundo ustedes tendrán que sufrir, pero,
¡sean valientes! Yo he vencido al mundo.” (Juan 16:33) (PDT)

“Todo eso voy a darle al que salga victorioso; yo seré su Dios y él será mi hijo.”
(Apocalipsis 21:7) (PDT)

Como podemos ver, en la Palabra de Dios, Él nos promete el triunfo sobre satanás. Dios nos
dice, que somos de Él, y como somos de Él, el que está con nosotros, o sea Jesucristo, es más
grande, que el que está en el mundo, refiriéndose a satanás. Y aunque muchas veces,
tendremos que sufrir, por causa de Cristo, debemos confiar y ser valientes, porque así como
Jesús, ya venció al mundo y a satanás, nosotros también podemos hacerlo, porque somos
llamados hijos de Dios.

La pregunta ahora es, ¿cómo poder llevar a la práctica, esta poderosa promesa, sobre el
creyente?, ¿cómo podemos hacer realidad, esta victoria en nuestro diario vivir? Para
responder esta pregunta, debemos de considerar, que nos encontramos en una guerra
espiritual, que no es luchada sobre personas de carne, hueso y sangre, sino contra entes
espirituales de maldad, contra demonios comandados por satanás, contra seres malignos, que
una vez, fueron ángeles del Creador, contra ángeles caídos y rebeldes, que odian a Dios, a sus
hijos y toda su creación.

A nuestros ojos, es una guerra en la cual, no podemos palpar, que no podemos tocar con
nuestras manos, ni fuerzas. Es una guerra en la cual, no podemos dañar a nuestros enemigos,
con armas terrenales, no podemos dispararles, ni lanzarles flechas, ni acuchillarlos, ni nada de
eso. Es una guerra en otra dimensión, en una dimensión espiritual, que se encuentra
conectada con la nuestra. Y lo digo, porque he de recordar, que nosotros somos seres
espirituales, viviendo en un cuerpo terrenal, y como espirituales, debemos vivir y luchar como
espirituales.

“Nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra gobernantes, contra autoridades,
contra poderes de este mundo oscuro y contra fuerzas espirituales malignas del cielo.”
(Efesios 6:12) (PDT)

El ser humano ha estado, desde la salida del huerto del Edén, en guerras tras guerras. Toda
nuestra historia humana, ha estado marcada por guerras. Las primeras guerras fueron con
piedras y palos, a medida que el ser humano fue adquiriendo conocimiento, luego fueron a la
guerra, con lanzas y flechas. Luego se crearon armaduras y espadas, la tecnología fue
creciendo, y en las guerras comenzaron a usar la pólvora. La ciencia siguió en aumento, y
ahora la guerra, solo puede durar un día. Al apretar solo un botón, se puede destruir una
ciudad completa, con una bomba de Hidrogeno.

Las guerras, han cambiado a lo largo del curso, de la historia humana. Las guerras antes, solo
se hacían con la fuerza bruta. Cuando ambos ejércitos se encontraban de frente, ambos solo se
medían sus fuerzas, la cantidad de sus soldados, y sus fortalezas. Luchaban hasta que los más
débiles perdían, esta era la ley de la selva. A medida que los siglos pasaron, el que tenía una
mayor tecnología ganaba, porque su fuerza era mayor. El imperio romano, tenía las mejores
armaduras, las espadas más afiladas y firmes, los caballos mejor alimentados, etc. La

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tecnología de ellos, era superior a los de los barbaros, que tenían una tecnología inferior, y
primitiva.

Pero llegó el momento, en que terminando la edad media en Europa, todos los ejércitos,
tenían casi la misma tecnología, eran casi iguales en fuerzas y números. Entonces la fuerza
bruta, ya no era necesaria, para ganar una guerra, no se necesitaba más. Lo que ahora se
necesitaba, era hacer una guerra de inteligencia, una guerra táctica. Los generales, colocaban a
sus ejércitos en el campo de batalla, como en una tabla de ajedrez, y luego hacían sus
movimientos tácticos, para poder ganar las batallas. El General, ya no veía solamente sus
fuerzas, sus fortalezas, ahora el veía mas allá, el ahora veía también, sus debilidades. Y no
solamente las fuerzas y debilidades propias, sino también las fuerzas y debilidades del
enemigo.

El primer paso, para ir a una guerra, sea carnal (secular) o espiritual, es conocer nuestras
fortalezas y debilidades, como también las del enemigo. Debemos conocer en donde somos
fuertes, y en donde somos vulnerables. Y donde el enemigo también lo es. No Podemos
subestimar o sobreestimar estos cuatro puntos, pues podría ser un error fatal, que nos cueste
la guerra. Nuestro Señor Jesús, nos advierto de esto:

“Cuando alguien va a construir una torre, se sienta primero a hacer un plan, ¿verdad? Tiene
que ver si tiene el dinero para hacer el trabajo. Si no hace primero un plan, empezará a
construir el edificio pero no lo podrá terminar y todos se burlarán de él. Dirán: “Ese hombre
empezó a construir el edificio, pero no fue capaz de terminarlo”. »O si un rey va a hacer la
guerra contra otro, primero se sienta a hacer planes, ¿verdad? Si sólo tiene diez mil soldados
hará planes para ver si puede derrotar al otro que tiene veinte mil soldados. Si no le es posible
derrotar al enemigo, aprovechará que todavía está lejos y le mandará mensajeros para hacer
la paz.” (Lucas 14:28-32) (PDT)

Si usted quiere vencer a satanás, primero debe conocer las fortalezas y debilidades del diablo.
Debe tener un plan, debe estudiarlo, debe saber con certeza, lo que debe hacer. Usted
también, debe conocer cuáles son sus propias fortalezas, y debilidades como cristiano.
Recuerde, que para ganar esta guerra, usted debe estar preparado. Vamos a tocar este tema,
en dos capítulos, y en cada uno de ellos, vamos a ver, cómo podemos ir venciéndolo, paso a
paso, al enemigo de nuestras almas.

Capítulo I “La fuerza de satanás y la debilidad del cristiano”

En este capítulo, veremos la fuerza que tiene, nuestro enemigo el diablo, y la debilidad
nuestra. Es esencial conocer esto, usted no puede luchar, contra lo que no conoce, no puede
solo tirar puñetazos al aire, no puede orar a Dios, pidiendo por algo, que usted ignora. Usted
debe empoderarse, con la Palabra de Dios, para vencer a satanás.

Como lo dije antes, no estoy hablando de misticismos, no estoy hablando, de andar viendo al
diablo por todas partes, de ver criaturas sobre los hombros, de las personas. De ver con

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nuestros propios ojos, demonios o fantasmas, o de fantasías religiosas, que las personas dicen
sentir, para verse más espirituales.

No estoy hablando, de exorcismos mágicos para atar al diablo, para enviarlo al infierno, y que
vuelva a salir, una y otra vez de ese lugar. Esta no es una puerta giratoria, entiéndalo, esto no
es promover, pequeñas formulas y prácticas místicas, con una connotación cristiana. Estoy
hablando de la Palabra de Dios. En la Biblia, no leo que dice: “Ve y exorciza tus demonios, con
el exorcismo cristiano”. Ni tampoco dice: “Ve y consigue a alguien, para atar a tu demonio”.
Más bien, dice las Santas Escrituras: “Tomad toda la armadura de Dios”.

Con este libro, usted no aprenderá oraciones, o rezos mágicos. No aprenderá a buscar
demonología o fabulas, para derrotar al diablo. No aprenderá, a buscar lugares ocultos, para
hacer guerra espiritual, ni reprender con sus propias fuerzas, a seres imaginarios. No
aprenderá, a entrenar sus ojos, para un supuesto don de vista espiritual, que en la Biblia no
existe.

Lo que usted si aprenderá, es a vencer a satanás, por medio de la Palabra de Dios, por medio
del poder del Espíritu Santo, que mora dentro de nosotros. Y como a través de nuestras vidas,
consagradas al Señor, viviendo una vida, de acuerdo a Sus propósitos y a Su voluntad,
podremos derrotarlo. No es algo místico, es algo Bíblico.

Nuestra guerra espiritual, no es directamente contra el diablo. Nuestra guerra espiritual, gira
alrededor de dos cosas; carne y espíritu. Cuando nosotros, no damos lugar a la carne, sacamos
a satanás de esto completamente, y lo vencemos indirectamente.

“Nuestra naturaleza carnal desea lo que está en contra del Espíritu y el Espíritu desea lo que
está en contra de la naturaleza carnal. Los dos se oponen...” (Gálatas 5:17) (PDT)

Así que nuestra guerra contra satanás, comienza exactamente en nuestro propio ego, en
nuestro “yo”. Si nosotros no le damos lugar al diablo, entonces ya hemos solucionado esa
guerra. Y hemos sido más que vencedores, en Cristo Jesús.

Es simple, usted no necesita tanta parafernalia, no necesita tantas campañas de liberación, de


días eternos de preparación. No necesita estar gritando y gritando, sobre un endemoniado, y
dándole de bibliasos, para que éste salga, del incrédulo. Usted solo debe tener la autoridad,
que se consigue mediante la comunión, con Jesucristo, y ordenar que salga, en el nombre de
Jesús de Nazaret.

El diablo tiene una guerra contra nosotros. Nos preguntamos, ¿porque un ser celestial (pero
malvado), quiere atacarnos a nosotros, unos simples seres humanos? La respuesta es simple;
satanás odia a Jesucristo, y Jesucristo vive en nosotros. Nosotros estamos acá, para ser hechos
conforme a Él, y la Iglesia esta colectivamente acá, para proyectar a Jesús. Esa es la razón del
ataque satánico.

Cuando Jesús, estuvo físicamente en esta tierra, satanás lo tentó, lo observó, y trató de
matarlo;

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“Y ninguno de los gobernantes de este mundo la entiende. Si la hubieran conocido, no habrían


crucificado al glorioso Señor.” (1 Corintios 2:8) (PDT)

El diablo tuvo éxito, al tener a Jesús crucificado, pero terminó siendo, el más grande perdedor,
de toda la eternidad. Jesús resucitó en una victoria poderosa, y está sentado en honra, a la
diestra del Padre. El diablo, es incapaz de tocar el cuerpo físico, sin sangre, de Jesucristo
(ver Lucas 24:39). Entonces, ¿qué hace? El maligno se voltea, y en venganza, va al cuerpo
espiritual del Señor, que es la Iglesia, comprada por Sangre (ver 1 Corintios 12).

Su única forma, de afectar a la Cabeza, es atacando al cuerpo. De este modo, podemos entrar
a la comunión, con el sufrimiento de Jesús:

“Lo que quiero es conocer a Cristo y experimentar el poder de su resurrección. Quiero compartir
con él sus sufrimientos. También quisiera ser como él en su muerte” (Filipenses 3:10) (PDT)

“Me alegro en medio de mis sufrimientos por ustedes, pues lo que sufro en mi propio cuerpo
completa lo que falta de los sufrimientos de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia.”
(Colosenses 1:24) (PDT)

El diablo cree, que si él puede detener a la Iglesia, ganará esta guerra. Y aunque la Iglesia, no
será jamás derrotada (ver Mateo 16:18). Debemos mantener viva, la verdadera Iglesia, y en su
edificación, debemos hacerlo, de acuerdo al patrón bíblico. Mucho de lo que hoy se llama
iglesia, tiene muy poco parecido, al punto de vista Bíblico, de la Iglesia.

Satanás solo necesita pelear, contra aquello que es la genuina Iglesia. A él le va mejor, en una
iglesia falsa, que no representa a Jesucristo, que en un pub de perdición. Entonces su guerra,
está enfocada enteramente, en aquella genuina Iglesia. Ese remanente, que rehusó ser parte
del sistema, de la gran ramera. Y que reconoció, que tenía que ser, sana en Su doctrina, es un
pre requisito para nosotros, poder ser la Iglesia verdadera, sobre la tierra.

Cuando hablo de la verdadera Iglesia, no estoy hablando de ninguna religión específicamente.


Jesucristo no vino a enseñarnos una religión, que debamos seguir. Jesucristo no vino, para
hacernos evangélicos, católicos, mormones, mesiánicos, adventistas, testigos de Jehová, etc.
Tampoco vino, para convertirnos en pentecostales, reformados, bautistas, etc. Ni mucho
menos, para que fuéramos luteranos o calvinistas. Jesús no vino para hacernos religiosos.
Jesucristo vino, para que Él fuera; nuestro camino, nuestra verdad y nuestra vida.

Tampoco estoy hablando, de un diabólico ecumenismo, de unir todas las religiones del mundo.
Estoy diciendo, que en donde quiera que tú estés, si eres fiel al Señor, a Su palabra, vives de
acuerdo a sus mandamientos, y puedes reflejarte en Jesucristo. Tú eres parte, de ese pequeño
remanente, de su verdadera Iglesia. Esta verdadera Iglesia, no tiene letrero de denominaciones
humanas, esta Iglesia tiene el sello de Dios. Esto es una relación personal con nuestro Señor,
que se encuentra dentro de un templo, en lo secreto de tu habitación, o bajo un árbol, en
medio de la naturaleza, etc.

La Iglesia es un pueblo, somos nosotros, no es un edificio. Tú puedes reunirte con tus


hermanos, en un edificio, y puede tener cualquier nombre, de denominación. Pero ese edificio
no es la Iglesia, es solo el lugar, donde se reúnen:

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“Por lo tanto, ustedes los que no son judíos, ya no son inmigrantes ni exiliados, sino ciudadanos
junto con el pueblo santo y forman parte de la familia de Dios. Ustedes los creyentes son esa
casa, construida sobre una base sólida formada por los apóstoles y profetas, siendo Cristo
mismo la piedra más importante de la construcción. Todo el edificio se mantiene unido debido
a él, quien hace que crezca y se convierta en un templo santo para el Señor. Gracias a Cristo,
ustedes y los judíos forman parte del mismo templo donde vive Dios a través del Espíritu.”
(Efesios 2:19-22) (PDT)

Cuando Jesús, anduvo por esta tierra, estuvo en un cuerpo, tal como el que nosotros usamos.
En ese cuerpo, estaba el lugar de reunión, de Dios y el hombre. En el Calvario, Él dejó ese
cuerpo. En el día de pentecostés, Él tomó otro cuerpo, que somos nosotros, la Iglesia. Y ahora
nosotros, que somos el cuerpo de Cristo, hemos venido a este lugar de reunión, ese lugar
viviente de Dios y los hombres.

“el cuerpo entero depende de él. Por medio de él, todas las partes del cuerpo están ligadas y se
mantienen unidas. Cada parte cumple su función y así todo el cuerpo crece y se fortalece por el
amor.” (Efesios 4:16) (PDT)

La Iglesia, es un organismo creado por Dios, no es una organización hecha por el hombre. Jesús
le da vida, y los planes del hombre, solo son un sustituto mortal. El diablo, va hacer todo lo que
pueda, para detener a la Iglesia, de la obra indicada por Dios. En este capítulo, mencionaré
varios ataques básicos, y principales, como suceden, y lo que él hace.

Todos sabemos, que el diablo siempre ha perseguido a la Iglesia. A través de la historia,


siempre ha tenido una persecución, y lo tendrá, hasta el fin de su tiempo. Jesús nos advirtió:

“Si ustedes fueran del mundo, el mundo los amaría como ama a su propia gente, pero ustedes
no son del mundo. Yo los elegí para que no fueran parte del mundo, y por eso el mundo los
odia.” (Juan 15:19) (PDT)

“Ellos los expulsarán de la sinagoga, de hecho, va a llegar el día en que todo el que mate a uno
de ustedes pensará que está sirviendo a Dios.” (Juan 16:2) (PDT)

“Yo les dije esto para que encuentren paz en mí. En el mundo ustedes tendrán que sufrir, pero,
¡sean valientes! Yo he vencido al mundo.” (Juan 16:33) (PDT)

En el libro de los mártires, el libro de los Hechos, se registran; golpes, apedreadas,


encarcelamientos, y muerte. Hoy en día; el romanismo, el paganismo, el neo marxismo, el
hinduismo, el yihadismo islámico, el liberalismo; el feminismo, el movimiento LGBT
homosexual, el nuevo orden mundial, con su ideología de género, entre otros. Están atacando
a la Iglesia.

Pero no quiero centrarme, en los ataques exteriores del diablo. Sino que quiero enfocarme, en
los ataques, que desde dentro realiza, a la Iglesia. Porque los ataques desde dentro,
constituyen una amenaza más peligrosa. Aquellos, que han entrado encubiertamente
(ver Judas 4). Aquellos, que se han introducido, y están causando, que se hable mal, del
Camino de la Verdad (ver 2 Pedro 2:1-2). Los ataques de satanás, que realiza desde adentro,
son más dolorosos, porque vienen de los mismos creyentes (ver Mateo 16:22-23).

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Los ataques que realiza satanás, desde afuera, para hacer daño a la Iglesia, no son muy
destructivos. Por algo, es que la Iglesia ha perdurado, hace más de dos mil años. Lo ataques
exteriores, solo se han permitido por Dios, para que su pueblo, sea probado por el crisol. Y
para distraer, a los que no están firmes en la fe.

Hoy en día, veo a muchos que se encuentran distraídos, por estos ataques exteriores, que está
realizando el diablo. Se encuentran haciendo marchas, por las calles. Están haciendo protestas
frente al congreso. Y están colocando todo su tiempo, y energía, para gritar que están en
contra de leyes humanas, que están a favor, de la homosexualidad, del aborto, etc. Están
distraídos, de su verdadera comisión:

“Así que vayan y hagan seguidores en todas las naciones. Bautícenlos en el nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19) (PDT)

Ellos están poniendo su fe, en cambiar la leyes humanas, incluso han creado partidos políticos,
con la excusa, de que son la sal de la tierra. Ellos creen que con sus propias fuerzas, forzando
leyes, van a cambiar al homosexual, o a la mujer que asesina a su bebe. El diablo, le ha puesto
un problema, ellos se asustaron, y están luchando con sus propias armas, con las armas del
mundo, para solucionar un problema que es espiritual.

Ellos, no entienden, que todo esto debe suceder, que ya está escrito en las profecías, y estas
deben cumplirse. No entienden que su papel, es predicar el evangelio y hacer discípulos, no
hacer protestas y marchas. No entienden, que es Dios, quien cambia al ser humano, no una ley
de estado. Ellos no saben, que orando a Dios, pueden hacer que el Señor, en Su voluntad,
cambie la vida del homosexual, de la lesbiana, de la mujer que aborta, del comunista, etc.

Ellos no entienden, que el mundo, está bajo el maligno, y que los deseos de éste, quieren
hacer. Ellos están, en su reino mundano y carnal, y lo que ellos quieran hacer, lo van a cumplir.
Porque se le ha permitido al diablo, hacerlo por un tiempo. El mundo se pondrá peor, y
nosotros, no tenemos el poder de mejorarlo. Solo tenemos el poder, de predicar y hacer
discípulos, a los que están, dentro de este mundo. Somos extranjeros en este mundo,
mensajeros de otro Reino.

Dios es Dios, Él no necesita que lo defendamos. Cuando todas estas personas, que están
creando estas leyes abominables, estén en el infierno, Él seguirá siendo Dios. Estos
movimientos, solo alimentan el ego de los dirigentes, y las falsas doctrinas como el
“dominionismo”. Usan el nombre de Dios, pero con sus hechos lo niegan.

Ellos ponen un gran énfasis y condenación, a los pecados de homosexualidad o asesinato, sin
ver, que todos los pecados son iguales, delante de Dios. Si es así, entonces tendrían que
protestar, contra leyes, que favorecen a los mentirosos, a los adúlteros, a los chismosos, etc.
Por cada pecado que existe, ellos deberían marchar. Esto es solo una distracción, se meten
tanto en el tema, que estudian de las leyes, tal como lo hiciera un abogado, y dejan la Palabra
de Dios, de lado. Olvidándose del verdadero propósito, de ser llamado Iglesia.

Este ataque externo, no los puede hacer daño, solo puede distraer, a los que no están
apercibidos. Es el ataque interno, el que nos ha traído un gran problema, el de Ananías y
Safira. La perversión del mensaje y la falsa doctrina, que están toleradas hoy en día, bajo el

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nombre de unidad. Satanás va a usar, cualquier medio de agregar o sustraer, de evitar la


verdad, de la Palabra de Dios. “¿conque Dios os ha dicho?” (ver Génesis 3:1).

Cristo pone la Iglesia en el mundo, pero es el diablo, quien pone al mundo en la Iglesia. Este
deseo, de hacer tratos con el mundo, está paralizando a la Iglesia. Nosotros debemos estar
separados del mundo (ver Juan 17:14). Si somos amigos del mundo, nos hacemos enemigos de
Dios (ver Santiago 4:4). Dios nos enseña fuertemente, la separación del error, de la doctrina, y
el error de la práctica.

El diablo, para vencer a los creyentes, tocará los deseos de su carne. Satanás creara divisiones,
dentro del cuerpo. Estos no son sobre asuntos básicos, sino más bien de personalidades;
sentimientos personales, trasfondos personales, orgullo personal, y otros asuntos de egoísmo.

Satanás se deleita, en ver a los cristianos, gastar su tiempo y esfuerzos, en ser contenciosos,
luchando unos contra otros. El diablo odia, cuando contendemos, ardientemente por la fe
(ver Judas 3), entonces él sabe, que le estamos haciendo la batalla.

Básicamente, el plan de satanás, es uno, o más de los siguientes: vencernos directamente


(ver 2 Corintios 2:11; 2 Timoteo 2:26). Sacarnos de la batalla (ver 1 Corintios 9:27). Ponernos
en un lugar, en donde Dios tenga que juzgarnos (ver Hechos 5:3-5). Ponernos en guerra, unos
contra otros (ver Gálatas 5:15). O en hacer, que nos olvidemos, y fallemos en usar nuestra
armadura (ver Efesios 6:10-18).

En cada caso, si él puede tener éxito, ahí él es victorioso, y nos ha impedido, ser el testimonio
de Jesús, sobre esta tierra. Estamos en una guerra, y esa guerra es únicamente; ser lo que Dios,
quiere que seamos.

En este capítulo, veremos la fuerza de satanás, con la cual nos puede vencer, a nosotros como
individuos. Veremos sus armas, su ejército, su plan de ataque, y la debilidad del cristiano.
Además, con cada tema, que tocaremos en este capítulo, también veremos la forma, en como
contrarrestar estos ataques, e ir “venciendo a satanás”.

SUS ARMAS

Este principio, es de vital importancia, conocer y entender, ya que esto nos llevara a la victoria,
sobre nuestro enemigo. Es de notar que el diablo, tiene puntos fuertes, maquinaciones
mortales, con las cuales, él va a usar, para poder vencernos:

“Protéjanse contra los engaños del diablo con toda la armadura que les da Dios. Nuestra lucha
no es contra seres humanos, sino contra gobernantes, contra autoridades, contra poderes de
este mundo oscuro y contra fuerzas espirituales malignas del cielo. Por esa razón, vístanse con
toda la armadura de Dios. Así soportarán con firmeza cuando llegue el día del ataque de
Satanás y después de haber luchado mucho todavía podrán resistir. Entonces manténganse
firmes, pónganse el cinturón de la verdad y protéjanse con la coraza de la justicia. Prepárense
poniéndose el calzado de anunciar las buenas noticias de la paz. Pero sobre todo, tomen el

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 13


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escudo de la fe para detener las flechas encendidas del maligno. Utilicen la salvación como
casco protector. Tomen la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. Oren y pidan siempre
con la ayuda del Espíritu. Manténganse alerta y no dejen de orar por todo el pueblo santo.”
(Efesios 6: 11-18) (PDT)

1. La duda

Esta es la primera arma, que le conocemos al enemigo, y fue usado en el huerto del Edén.
Satanás utilizó su astucia, para envenenar a Eva y sembrar la duda. Ella se encontraba sola y
desprotegida, de su hombre. Un Macho o una hembra, jamás serán tentados, si estos se
encuentran juntos y unidos, y bajo la cobertura de Dios. El diablo, te hace dudar de la Palabra
de Dios, y esta es una fortaleza, de la serpiente antigua.

“La serpiente era más astuta que todos los animales salvajes que el SEÑOR Dios había hecho,
así que le preguntó a la mujer: — ¿Es cierto que Dios les dijo que no coman de ningún árbol del
jardín?” (Génesis 3:1) (PDT)

La versión Reina Valera, dice:

“… ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? (Génesis 3:1) (RVR 1960)

Así que, si alguien te dice; “¿con que Dios os ha dicho?”, o “¿en dónde dice eso?” No lo
escuches, puede ser satanás, tratando de hacerte dudar. El diablo hizo dudar a Eva, Dios le
había dicho a la mujer, que no comiera de ese fruto, porque moriría, le había dado
autorización, para comer de todos los demás, pero de ese árbol no. Pero satanás, con su
astucia hizo dudar a Eva, le dijo que comiera de ese árbol, pues no moriría, y le dice:

“Incluso Dios sabe que cuando ustedes coman de ese árbol, comprenderán todo mejor; serán
como Dios porque podrán diferenciar entre el bien y el mal.” (Génesis 3:5) (PDT)

Serán como Dios, la serpiente tentó a Eva, ofreciéndole ser como Dios, le ofreció un poder, de
querer conocer más allá, de lo permitido. Mismo poder, que hoy muchos desean y que
terminan desviándose, de los caminos del Señor. Le ofreció diferenciar entre el bien y el mal,
cosa que tenía razón, pues si Eva, hubiera conocido el mal, hubiera percibido el mal, de la
serpiente, no tenía discernimiento. Pero eso tampoco es justificación, para haber comido la
fruta, pues ella no necesitaba discernir, ella solo necesitaba “obedecer”. Ella no obedeció, ella
fue tentada, dudó, y desobedeció a Dios, y no solo eso, sino que también convenció a Adán,
para que el hiciera lo mismo.

“Cuando la mujer vio que el árbol era hermoso y los frutos que daba eran buenos para comer, y
que además ese árbol era atractivo por la sabiduría que podía dar, tomó algunos frutos del
árbol y se los comió. Su esposo se encontraba con ella, ella le dio, y él también comió. Como si
se les abrieran los ojos, se dieron cuenta de que estaban desnudos. Entonces se hicieron ropa
cosiendo hojas de higuera.” (Génesis 3: 6-7) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 14


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Esta duda, produjo una desobediencia hacia Dios, resultó fatal para la humanidad. El pecado
entró al mundo; el hombre, la mujer, la naturaleza, y la serpiente, fueron maldecidos. Y
además, Adán y Eva, fueron apartados del Edén, junto a toda la humanidad, para que el árbol
de la vida, no quedara a su alcance, pues como dijo la serpiente; “el hombre y la mujer,
conocerían el bien y el mal”, y eso no fue una mentira. El diablo, no siempre hablara mentiras,
el muchas veces, va a decir muchas verdades, pero en medio de esas verdades, va a sembrar la
mentira, por eso él puede engañar. Puede predicar un sermón, con un 99% de verdad, pero
con solo una mentira, todo se ensucia y se convierte en mentira.

“Hemos pecado al igual que nuestros antepasados; hemos actuado mal e hicimos cosas malas.
Nuestros antepasados en Egipto no apreciaron los milagros que hiciste; olvidaron las
numerosas obras de tu fiel amor. Allí junto al mar Rojo, nuestros antepasados te dieron la
espalda.” (Salmos 106:6-7) (PDT)

Acá el salmista, se reconoce como un pecador, él está consciente, que de todos los pecados
que cometemos, la duda es el más detestado por Dios, que nuestras dudas agravian al Señor,
que lo provocan, y le causan mucho dolor. Pues dudar, es lo mismo que no creer en Él. El
salmista, se reconoce como alguien que dudó, tal como lo hicieron sus antepasados, cuando
salieron de Egipto, cuando vieron muchos milagros, obrados por Dios, en favor de su pueblo
Israel. Ellos vieron las plagas sobre Egipto, vieron el mar rojo, abrirse con sus aguas, para que
ellos, fueran salvados del tirano, vieron salir agua de una roca, en medio del desierto, etc. El
Señor, mostró los milagros más grandes, jamás visto en la humanidad, hasta ese entonces.

Y lo lamentable, es que cuando el pueblo pasó por dificultades, inmediatamente dudaron, que
Dios los pudiera rescatar y ayudar. Dudaron, a pesar de todos los milagros, que Dios estaba
realizando, estaban comiendo maná, con una nube que los abrigaba en la noche, que de día,
les daba sombra, y que los guiaba. Y aun así dudaban. Acaso, ¿no le ha pasado a usted
también?, acaso, después de haber visto la mano de Dios, en favor nuestra, no hemos dudado
de Dios, ¿que lo pueda hacer otra vez?

El pueblo de Israel, no fue elegido por Dios, por ser mejor o peor que nosotros, pues ellos no
fueron, ni son distintos a nosotros, ellos llevan el mismo ADN que nosotros, están compuestos
de lo mismo que nosotros. Ellos eran un pueblo insignificante, un pueblo esclavo, era la mano
de obra barata, eran los últimos de la clase social, en Egipto, un pueblo pequeño. Pero, ¿Qué
propósito tenia Dios, en sacarlos de Egipto, de ese estado de insignificancia, y llevarlos a una
tierra, donde fluye leche y miel?

Los del falso evangelio de la prosperidad, quizás dirán, que fue para darles lindos terrenos,
lindas casas, vidas cómodas, en donde todo sobreabunda, para que pudieran complacerse a sí
mismos, en sus bendiciones, para proveerles de una vida fácil y sin problemas. No fue nada de
eso. Dios eligió a Israel, para que ellos fueran luz, a las naciones, como un ejemplo
resplandeciente, de su gracia y de su amor. Él quiso que el mundo, supiera que Él tiene un
corazón, lleno de amor hacia cada nación, aún aquellas que han pecado contra Él. Dios llevó a
Israel, al borde de una catástrofe, para enfrentar una crisis, como ninguna de las que antes,
habían conocido. Simplemente, Dios quiso entrenar a su pueblo, a ser sus mensajeros, a un
mundo perdido.

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Los profetas de Israel sabían esto. Ellos profetizaron una y otra vez, que la ley de Dios, saldría
desde Jerusalén, al resto del mundo. Y ahora, aquí en el desierto, Dios quiso formar una
“primera generación”, que confiaría en Él completamente. Él quiso probarle a las naciones,
que hay sólo un Dios, y que Él obra sus prodigios y maravillas, a través de un pueblo creyente.
Sin embargo, el Señor no obrará, a través de un pueblo, que está lleno de dudas e
incredulidad. La Biblia dice:

“Nadie puede agradar a Dios si no tiene fe. Cualquiera que se acerque a Dios debe creer que
Dios existe y que premia a los que lo buscan.” (Hebreos 11:6) (PDT).

De hecho, Jesús fue impedido a hacer sus maravillas, cuando la gente no creyó:

“Debido a la falta de fe de ellos, no hizo muchos milagros allí.” (Mateo 13:58) (PDT).

Así que, si ahora que recién eres cristiano, o recién estas tomándole el verdadero peso, al
evangelio de Jesucristo, y te estas comprometiendo, a seguir y obedecer Su Palabra, ten por
seguro, que Dios te hará pasar por el desierto, no le eches la culpa al diablo, no dudes de Dios.
Él es tu maestro, Él te hará pasar por pruebas, y cuando estás en prueba, el maestro siempre
está en silencio. No dudes, no pienses que Dios te ha abandonado, Él está ahí, cuando piensas
que Él está lejos, es cuando más cerca se encuentra.

Jesús mismo, una vez que salió de las aguas, cuando fue bautizado por Juan, fue llevado por el
Espíritu al desierto, donde Él también fue probado (ver Lucas 4:1-12). Lo mismo sucedió con
los israelitas, cuando salieron de Egipto, cuando fueron libres. ¿Por qué esto es así? Es porque
Dios, está buscando un pueblo que confíe en Él, ante todo el mundo, en situaciones
imposibles. Y puedes estar seguro, que el mundo está observando, como sus siervos soportan
tribulaciones y pruebas, mientras se aferran a su fe.

Si le dices al mundo, que Jesús es tu Señor, tu Salvador y Sanador, un Dios que puede hacer lo
imposible, ellos observarán, como reaccionas en situaciones imposibles. Sus ojos están
pegados, sobre cualquiera que se jacta, de las bondades, el poder y la gloria de Dios. Y el
diablo mira también, esperando la falla de nuestra fe. Satanás nos abofeteará, cada vez, que
nuestra fe decaiga, cada vez que dudemos, y el mundo dudará de nuestra fe, porque no somos
estables:

“pues el que duda es inestable en todo lo que hace.” (Santiago 1:8) (PDT)

Pero para aquel, que no duda, y confía completamente en Dios, aquel hombre podrá
descansar, porque Cristo se llevará todas sus cargas, en Cristo podemos descansar. En este
lugar de descanso, que es Cristo, no hay temor ninguno. No hay temor a las calamidades, al
desempleo, a la enfermedad, a la aflicción, o a la misma muerte. Cuando descansas en Dios, no
hay temor, no existe el pánico, ni un miedo a pasar por algo inesperado, no perderás la
esperanza, ni acusarás a Dios, por tus problemas. Si soportarás el dolor, que es común, a cada
ser humano. Pero, tendrás descanso en tu alma, porque sabrás, que Dios tiene el control, de
todo lo que te concierne. Esta clase de descanso perfecto, fue ofrecido a Israel. Pero la duda
del pueblo y su incredulidad, los mantuvo fuera del descanso de Dios:

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“Es verdad que todavía falta que algunos entren a disfrutar del reposo de Dios, pero los
primeros que escucharon la buena noticia no entraron porque no obedecieron.”
(Hebreos 4:6) (PDT)

Israel vivió, en constante temor y espanto, siempre esperando lo malo, siempre dudando de
Dios, como resultado de eso, nunca pudieron descansar. Incluso muchos evangélicos, hoy en
día, no conocen el descanso en Cristo. Mientras ven los noticieros, se espantan de temor, por
las guerras, la delincuencia o la misma maldad en las calles, y la oración de ellos es: “Dios mío,
no me quites a mis seres amados, nunca podría soportar el dolor”. Pero para ti, aún hay
tiempo, todavía hay un lugar para ti, donde toda duda y temor, ya no exista más. Es un lugar,
donde estarás preparado, para cualquier cosa que pueda venir.” Su Palabra nos impele:

“Así que debemos tener mucho cuidado porque, aunque todavía está vigente la promesa que
Dios le dio a ese pueblo de entrar a disfrutar del reposo de Dios, puede ser que algunos de
ustedes no entren allí.” (Hebreos 4:1) (PDT)

“Esto nos demuestra que todavía está por llegar otro día de reposo para el pueblo de Dios.”
(Hebreos 4:9) (PDT)

Como vimos anteriormente en Eva, la falta de conocimiento, de descernimiento no es excusa


para dudar. Dios solamente, nos pide que creamos en Él, aunque muchas cosas no las
podamos entender. Porque para la mente del hombre, en este estado carnal, es imposible
comprender, las cosas infinitas que son celestiales, ni la inteligencia más aguda, ni el más
letrado, puede entenderlo:

“¿Puedes tú descubrir los misterios de Dios? ¿Puedes alcanzar la perfección del conocimiento
del Todopoderoso? Es más alta que los cielos, ¿qué puedes hacer tú? Es más profunda que el
lugar de los muertos, ¿qué puedes saber tú?” (Job 11:7-8) (PDT)

La Palabra de Dios, igual que el carácter de su Divino Autor, presenta misterios, que nunca
podrán, ser plenamente comprendidos por nosotros. La entrada del pecado en el mundo, la
encarnación de Cristo, la regeneración, la resurrección y otros muchos asuntos que se
presentan en la Biblia, son misterios demasiado profundos, para que la mente humana, los
explique, o siquiera los entienda con plenitud.

Pero no hay razón, para dudar de la Palabra de Dios, porque no podamos comprender, los
misterios de Su providencia. En el mundo natural, estamos siempre rodeados de misterios, que
no podemos penetrar. Aún las formas más humildes de vida, presentan un problema, que el
más sabio de los filósofos, es incapaz de explicar. Por todas partes, se ven maravillas, que
superan nuestro conocimiento.

¿Debemos sorprendernos, de que en el mundo espiritual, haya también misterios, que no


podamos entender? La dificultad se encuentra, únicamente en la debilidad y estrechez del
espíritu humano. Dios nos ha dado, en las Santas Escrituras, pruebas suficientes, de Su carácter
divino, y no debemos dudar de su Palabra, porque no podamos entender, los misterios de Su
providencia. Por eso solo debemos creer.

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Como podemos ver, la mejor arma para vencer, la primera estrategia de satanás, que es la
duda. Es solamente creer en Dios, y creerle a Él, que son dos cosas muy distintas. Y creyendo a
Dios, tendremos la recompensa, que es descansar en Cristo. En este punto, satanás estará
derrotado, porque tu confianza esta en Dios, y no en tu propia inteligencia.

“Confía en el SEÑOR totalmente, no en tu propia sabiduría.” (Proverbios 3:5) (PDT)

“Bendito el ser humano que confía en el SEÑOR. El SEÑOR será su confianza. Será como árbol
plantado junto al agua, que extiende sus raíces hacia la corriente y no teme cuando llega el
calor. No se preocupa en época de sequía y nunca deja de dar fruto.” (Jeremías 17:7-8) (PDT)

2. La decepción

En este mundo espiritual, en el cual batallamos, el principal objetivo de ataque del enemigo, es
nuestra mente, atacando nuestras emociones. En nuestro cerebro y en nuestro corazón, es en
donde se llevan a cabo, la mayor parte de las batallas espirituales.

Todos hemos experimentado alguna vez, esta emoción. Satanás muchas veces, nos va a atacar
con dardos directamente, a nuestra fe, para que nos decepcionemos de Dios. Va a querer
apartarnos de Dios, para que nos olvidemos de Él, y de esta forma, va a conseguir triunfar
sobre nosotros, apartándonos del gozo eterno en el cielo, y empujándonos al abismo, del cual
sale humo, por los siglos de los siglos, del cual, el tormento es eterno, y el llanto de dolor, por
siempre se escuchará.

Muchas veces, tendremos pruebas, que debemos superar, y es ahí, en donde muchos, no
logran pasar esta prueba, porque no pueden resistir, su fe se decae; falta de alimentos, falta
de trabajo, falta de oportunidades, etc. Y al no tener una respuesta inmediata, de parte de
Dios, entra la decepción, nos sentimos decepcionados de Dios, porque no tenemos un socorro
al instante, de parte de Dios. Porque no tenemos paciencia, por no tener el fruto, de la
paciencia, nuestra fe, se siente decepcionada. Aun sabes que Dios existe, y que Él puede
ayudarte, abrirte las puertas, bendecirte, y sacarte del hoyo, en que te encuentras. Pero como
no vez con tus ojos, esta ayuda de Dios, te decepcionas, y satanás logra ganar, su primera
batalla sobre ti.

Y ha ganado, porque tu fe, no fue construida sobre la roca, que es Cristo. Sino que tu fe, fue
construida sobre la arena. Quizás te predicaron un evangelio falso, en donde todo, es color de
rosas, y te enseñaron, que Dios siempre, te va a prosperar, o que eres un campeón, o que eres
un rey. Tal vez, nadie te dijo, que en este mundo, tendrías aflicción, luchas y pruebas. Quizás
esos predicadores, solo quisieron robarte tu dinero, pero nunca se preocuparon de ti, y
enseñarte, a como pasar las pruebas, a cómo luchar para vencer. O tal vez, solo te pillaron mal
parado, cuando te creías fuerte y no lo eras. Pero sea, cual haya sido el camino, que satanás
usó, para hacerte decepcionar de Dios, derrumbó tu casa, construida sobre la arena. En este
punto lo logró, y esa es una fortaleza de satanás. Jesús describe esto, en la parábola del
prudente y el insensato:

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“Por lo tanto, quien oiga mis enseñanzas y las ponga en práctica, será como el hombre
prudente que construyó su casa sobre la roca. Llovió fuerte, los ríos crecieron, los vientos
soplaron y golpearon contra aquella casa. Sin embargo, la casa no se cayó porque estaba
construida sobre la roca. Pero el que oiga mis palabras y no las ponga en práctica, será como el
insensato que construyó su casa sobre arena. Llovió fuerte, los ríos crecieron, los vientos
soplaron y golpearon contra la casa. La casa se derrumbó y fue todo un desastre.”
(Mateo 7: 24-27) (PDT)

El cristiano que construyó sobre la roca (que es Cristo), conoce bien, que todas las
decepciones, son disposiciones que vienen de Dios, y deben de considerase de esta forma,
para que el diablo, no saque ninguna ventaja.

“Sabemos que Dios obra en toda situación para el bien de los que lo aman, los que han sido
llamados por Dios de acuerdo a su propósito.” (Romanos 8:28) (PDT)

La decepción, es el pesar en el ánimo, cuando no se cumplen las expectativas anheladas. La


decepción, puede cegar, de tal forma a una persona, que puede llegar, al punto de perder
totalmente, la razón de vivir. Para entender esto, volvamos a mirar, al pueblo de Israel, cuando
Dios los sacó de Egipto:

“Moisés guió a los israelitas lejos del mar Rojo, por el desierto de Sur. Viajaron durante tres
días por el desierto sin poder encontrar agua. Cuando llegaron a Mara, no pudieron tomar del
agua que había allí porque era amarga. Por eso ese sitio se llama Mara.”
(Éxodo 15:22-23) (PDT)

En este relato, podemos comprender la decepción, que sintió el pueblo de Israel, y más aún,
cuando nos colocamos en sus zapatos. En lo personal, yo vivo en la región de Atacama, en
Chile. Esta región, es la zona más seca del mundo, es el desierto no polar, más árido que existe
sobre la orbe, los milímetros de agua lluvia caída, durante un año, son muy bajas. Un clima,
que durante el día es muy caluroso, y en la noche hace demasiado frio. En la región de
atacama, el problema del agua, es algo muy grave y preocupante, el agua potable, es sacada
de pozos muy profundos, que ya se están agotando, y el agua de consumo, que sale por
nuestras llaves, es muy sucia; mezcla de barro y minerales, por lo cual, el agua para consumir,
la debemos comprar, en bidones de veinte litros. Y eso produce, que la vida, en esta zona sea
muy cara.

El año pasado, estuve fuera de la ciudad, en el desierto, solo, en ayuno y oración, buscando
más de Dios. Estuve unos días, desconectado del mundo, sin celular, sin comodidades, sin
comida, solo con la ropa que llevaba puesto, y con una Biblia. Fue una experiencia maravillosa,
porque andaba en el espíritu, fue de mucha edificación para mi vida, en la cual, pude estar a
solas con Dios, a kilómetros, de estar cerca de alguien, en medio, de solo dunas de arena. Y a
pesar de estar en esa situación, solo unos pocos días, me imagino, como se debe de haber
sentido Jesús, de haber estado cuarenta días y cuarenta noches en el desierto, ni siquiera, le
llego a los talones, a mi Maestro. Es realmente increíble, todo lo que tuvo que pasar, nuestro
Señor, por nosotros, y muchas veces, ni siquiera le damos las gracias.

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Pero ahora, me pongo en el lugar de Israel, ellos no andaban precisamente en el espíritu,


¿cómo se esto?, pues por sus frutos. Ellos andaban en la carne, no descansaban en Dios, y el
látigo del clima, los golpeaba duramente. El sol sobre su nucas, los tiene que haber aturdido,
durante todo su caminar. El frio de la noche, tiene que haberle pasado, como navajas por su
piel, sus bocas secas, sus gargantas rasposas, el cansancio encima. Llevaban tres días, desde
que habían salido, desde la orilla del mar rojo, y no habían encontrado agua, quizás a duras
penas, miraban había el horizonte, por si aparecía un lugar de refugio, un lugar donde
pudieran descansar y refrescar sus gargantas.

Seguramente, le pidieron a Dios por socorro, algunos aún tenían, un poco de fe en Él. Dios
hace muy pocos días, había abierto el mar para ellos, como los podría sacar al desierto, solo
para morir de sed. Pero de pronto, llegó la esperanza, a lo lejos se veía un Oasis con agua, ellos
deben haber corrido. Todos deben haber acelerado el paso, a pesar de estar, al borde del
desfallecimiento, por la falta del precioso líquido. El corazón debe haberles estado, latiendo a
mil por hora. Por fin parecía, que habían encontrado el agua, que tanto anhelaban. Al llegar al
oasis, sucedió lo que nadie imaginó. Al llevar el agua a la boca, ésta era tan amarga, que los
que la probaron, deben haberla escupido. Imagine la decepción, que deben haber
experimentado.

Estaban tan decepcionados, que se volvieron ciegos a la realidad. En su ceguera, se quejaron


contra Moisés, y en realidad se quejaron contra Dios, porque Moisés, fue puesto por Dios,
como líder de Israel. A pesar que solamente, tres días antes, de este lamentable episodio,
habían visto el poder de Dios, por medio de Moisés, cuando Dios abrió el Mar Rojo, para que el
pueblo pasara por el lecho seco, ahora en su decepción, estaban murmurando contra Moisés y
contra Dios:

“El pueblo se quejó con Moisés y le preguntaron: « ¿Qué vamos a beber?” (Éxodo 15:24) (PDT)

Puede que usted, en este momento, se siente también de esta manera, quizás perdió un
trabajo, o perdió a una novia, o un negocio, o su propia salud. Puede que usted también, se
sienta decepcionado, en este momento, por alguna razón, sus anhelos no han llegado a
cumplirse. Si ese es el caso, debe saber, que es muy peligroso, dejarnos controlar por la
decepción, porque podemos llegar a extremos, como murmurar contra Dios. Todos somos
propensos a decepcionarnos, en algún momento en nuestra vida. Es posible, que inclusive
Moisés, haya estado decepcionado ante esta desilusión. Pero Moisés, no se dejó controlar por
el gigante de la decepción:

“Moisés le pidió ayuda al SEÑOR y el SEÑOR le mostró un árbol. Moisés echó el árbol al agua y
el agua se volvió dulce. En ese lugar Dios puso a prueba al pueblo y estableció una ley y una
norma de conducta.” (Éxodo 15:25) (PDT)

Esa es la actitud correcta, para salir de la decepción, pida ayuda a Dios, clame al Señor,
pidiendo fortaleza, para lograr salir de la decepción. Jesucristo contestará a sus ruegos, como
contestó el clamor de Moisés. Dios le mostró un árbol a Moisés, para que al echarlo al agua
amarga, ésta se pusiera dulce, como quien hecha, una cuchara de azúcar al café. Dios cambio
la química del agua, produjo un milagro. Esa es la solución, Jesús mismo lo enseñó:

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“No se cansen de pedir, y Dios les dará; sigan buscando, y encontrarán; llamen a la puerta una
y otra vez, y se les abrirá.” (Mateo 7:7) (PDT)

Están maravilloso y fácil, ¿no le parece?, cuando clamamos a Dios, en nuestra decepción, Él
nos oye, y está dispuesto a socorrernos. A Israel, le cambió el agua amarga, en agua dulce. Yo
no sé, qué es lo que Dios hará, en su caso, pero estoy seguro, que Él lo va a hacer.

“Les dijo: «Si ustedes en verdad obedecen al SEÑOR su Dios, hacen lo que a él le parece bien,
escuchan sus órdenes y cumplen sus leyes, no les enviaré ninguna de las plagas que le envié a
Egipto, porque yo soy el SEÑOR, el que los sana».” (Éxodo 15:26)

¿Lo puedes ver?, es exactamente lo que Dios, espera de nosotros también, obedezcan al Señor
y Él te cuidara, Él no te decepcionará. Parece que Dios, provocó esta situación, que causó tanta
decepción a Israel, para poder enseñarles una lección muy importante. La gente de Israel,
pensaba que con sólo, tener agua en el desierto, eso era todo lo que necesitaban, para su
bienestar. Pero Dios está diciendo, el agua es importante, pero más importante, es que
conozcan y obedezcan mis mandamientos. Jesús reafirma esta verdad:

“Así que, primero busquen el reino de Dios y su justicia, y se les dará todo lo que necesitan.”
(Mateo 6:33) (PDT)

Usted muchas veces, será conducido a la decepción, con un propósito. Usted debe entender,
que la felicidad o el propósito de su vida, no es el dinero, no es su negocio, no es su novia, no
es su trabajo, no son sus estudios, ni nada de eso. La felicidad verdadera, es el resultado de
conocer y obedecer la voluntad de Dios. Las demás cosas, tienen sentido únicamente, cuando
usted tenga a Dios, en el primer lugar de su vida. Para enseñarle esto, es que Dios permite que
usted, pase por la decepción.

Una vez que Israel, aprendió que la felicidad es consecuencia, de conocer y obedecer la
Palabra de Dios, Dios mismo les trajo, lo que ellos tanto anhelaban, el agua. Pero no con
mezquindad, sino en abundancia. Doce fuentes de agua, una para cada tribu de Israel, y no
una sola palmera, sino setenta. Cuando somos fieles, en obedecer Su Palabra, Dios nos premia
con bendición, que sobreabunda:

“Luego se fueron a Elim, donde había doce manantiales y setenta palmeras. El pueblo acampó
cerca del agua.” (Éxodo 15:27)

¿Se da cuenta?, la clave, es solo obedecer a Dios. Usted solo debe confiar en Dios, nunca
confié en el hombre (al menos que tenga, a Jesucristo en su vida), el hombre sin Cristo o la
mujer sin Cristo, siempre lo van a desilusionar, siempre le van a producir un dolor. Y esto no lo
digo yo, lo dice el propio Dios:

“Esto dice el SEÑOR: «Maldito el ser humano que confía en su semejante; el que se apoya en
otros seres humanos mientras se aparta del SEÑOR. Será como un arbusto en el desierto que
no experimentará la llegada del bien, pues está plantado en la sequedad del desierto; tierra
árida, donde no vive nadie. »Bendito el ser humano que confía en el SEÑOR. El SEÑOR será su
confianza. Será como árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces hacia la corriente y

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no teme cuando llega el calor. No se preocupa en época de sequía y nunca deja de dar fruto.”
(Jeremías 17:5-8) (PDT)

El Señor, nuestro Dios, nos está diciendo, que el hombre, que confía en el hombre, está
maldito. Si usted confía, en lo que dice el hombre, como por ejemplo; las teorías humanistas
de la evolución, del big bang, del pensamiento comunista, de las filosofías exotéricas, de
pensamientos que son, contrarios a Dios, etc. usted estará maldito. Son palabras fuertes, pero
son muy verdaderas, tal como el hombre, que confía en Dios, es bendecido.

Entiéndalo, mientras usted confíe, en el ser humano y sus ideas, siempre será decepcionado,
porque estará maldito, siempre habrá algo, que le provoque decepción, y eso es, porque el
hombre es imperfecto, el hombre no es nuestro creador, ni tiene más amor, del que Dios tiene
por nosotros.

Usted se puede decepcionar de sus padres, su familia, incluso de los líderes, de los maestros,
del pastor, o incluso usted, se puede decepcionar de mí. Por eso, el único digno de ser mirado,
es Jesucristo, Él es, nuestro blanco perfecto, en quien debemos seguir y confiar:

“Fijemos nuestra mirada en Jesús, en quien la fe empieza y termina. En vez del gozo que podía
haber tenido, sufrió la muerte en la cruz y aceptó la humillación como si no fuera nada.
Después se sentó a la derecha del trono de Dios. Si alguna vez se sienten desfallecidos y
agobiados, piensen en Jesús, quien soportó pacientemente el maltrato de parte de los
pecadores.” (Hebreos 12: 2-3) (PDT)

Dios muchas veces, también fue decepcionado, eso es algo, que Él también entiende.
Recuerde la decepción, que Él sufrió, cuando su amado ángel Lucifer, se rebeló contra Él, y
provocó toda esta guerra. O cuando Adán y Eva, lo desobedecieron en el huerto del Edén, o
cuando se decepcionó de toda la humanidad, a excepción de Noé. O la vez, en que Judas lo
traicionó, y sus discípulos lo abandonaron, o tantas otras veces. Usted y yo también, más de
alguna vez, hemos decepcionado a Dios, le hemos producido un dolor. O también muchas
veces, hemos decepcionado a otros. Dios nos entiende, por eso Él nos dice:

“»Así que, traten a los demás como les gustaría que los trataran a ustedes. Ese es el verdadero
significado de la ley y de la enseñanza de los profetas.” (Mateo 7:12) (PDT)

Así es, sino queremos, que a nosotros nos decepcionen, no decepcionemos a otros. Todo lo
que usted siembra, esto también cosechará. Quite los ojos, en los hombres y póngalos en Dios,
el hombre falla, pero Dios puede hacer, que el hombre te cumpla.

Ten en cuenta, que caminar por el valle de sombras, implica que no debes detenerte, ni
acampar allí, quedándote en un lugar oscuro. La sabiduría de Dios, te llamará a que sigas
avanzando, hacia su luz.

“Si alguien es justo, no importa cuántos males sufra, el SEÑOR lo rescatará.”


(Salmos 34:19) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 22


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3. La incredulidad

Luego de la decepción, comienza la incredulidad, lo que antes creías, ya no lo puedes creer,


simplemente, porque no lo puedes ver. Tu corazón se endurece, y comienzas a negar tu fe en
Dios, y en mucho casos, apostatando de la fe. Comienzas a creer, en otras cosas; otras
religiones, en la ciencia, en la medicina, en lo abstracto, etc., incluso puedes llegar, a desviarte
y adorar, a tu propio enemigo, satanás el diablo.

La incredulidad, fue vista en el huerto del Edén, satanás hizo dudar, de la Palabra de Dios, y
después terminó, cuando se dio cuenta, que Eva estaba escuchando y negando, el mandato
del Señor:

“Entonces la serpiente le dijo a la mujer: —Con seguridad no morirán. Incluso Dios sabe que
cuando ustedes coman de ese árbol, comprenderán todo mejor; serán como Dios porque
podrán diferenciar entre el bien y el mal.” (Génesis 3:4-5) (PDT)

Jesús mismo, dijo las siguientes palabras:

“…Pero cuando el Hijo del hombre venga a la tierra, ¿encontrará aquí gente que crea en él?”
(Lucas 18:8) (PDT)

Esta falta de fe, a la cual se refiere Jesús, no es solamente la del mundo, sino también, de los
propios hijos de Dios. A pesar, de tantos predicadores hablando de fe, miles de libros escritos,
sobre la fe, películas, series, y toda la Iglesia de Jesucristo, no va a bastar, para detener tanta
incredulidad.

Y si nos damos cuenta, y miramos como están, nuestras congregaciones, nos daremos cuenta,
de los pocos hermanos, que quedan, por causa de la incredulidad. Y estoy hablando de la
Iglesia de sana doctrina. No estoy hablando de la iglesia mundana, que sí crece en números,
pero con Cristo, fuera de ellas por supuesto; donde se realizan entretenimientos, concierto de
rock, se llenan estadios, predicadores payasos, música para los sentidos, predicación de
prosperidad financiera, y eventos tras eventos, para levantar el ego y la entretención. En estas
iglesias no se necesita fe, porque no la necesitan, porque ellos solo, son un club social, con el
nombre de Jesucristo. La verdadera Iglesia de Jesucristo, cada vez disminuye más, cada vez su
fe decae más y más. Por eso la palabra de Dios nos dice:

“Tengan cuidado, hermanos, de que en ninguno de ustedes se esconda la maldad ni la falta de


fe como para darle la espalda al Dios viviente.” (Hebreos 3:12) (PDT)

No permitamos, que pequeñas semillas de incredulidad, crezcan en nuestro corazón, no


permitamos que echen raíz. No permitas que la duda y la decepción, crezcan en tu vida, para
que no se produzca, la incredulidad. La palabra nos dice que; “cuidado de que no se esconda,
la maldad, ni la falta de fe”, ¿qué significa esto?

Para que se pueda entender, tengamos el ejemplo, de un pequeño niño, que aprendió su fe,
en la escuela bíblica, por oír la palabra de Dios. Éste mismo niño creció, como un joven lleno de
fe y la gracia de Jesucristo. Y emocionado, lleno de gozo en su corazón, el joven se dijo así

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mismo, que quería y anhelaba buscar más de Dios. Fue así, como llegó a un instituto bíblico,
en donde llegaron también, otros jóvenes, que provenían de distintas congregaciones, y de
dudosas procedencias. Este joven ingresó, a este instituto bíblico, convencido completamente,
sobre la veracidad de las Escrituras, de la habilidad de Dios, para obrar milagros, de un literal
cielo e infierno. Y sin ninguna duda, le comentó a su profesor, sobre sus creencias, a lo cual su
maestro, se burló del joven, ridiculizándolo, que sus creencias eran “antiguas” y pasadas de
moda, y se mofó de él, como si el joven, fuera inculto y arcano.

En aquel instituto, se encontró con un cristiano evolucionista, quien le enseñaba, una


combinación, entre la Biblia y la evolución del hombre, quien creía, que Dios creó el universo, a
través del big bang, y que Adán, fue un mono. Luego, otro compañero de su curso, que decía
ser modernista, le enseñaba la Palabra de Dios, con el punto de vista, de las creencias y
conceptos modernos, un verdadero libro de psicología, lo acompañaba. Luego se encontró,
con otro, que se decía ser, un filósofo cristiano, quien rechazaba, la autoridad de la Palabra de
Dios, y se tomó la libertad, de formar sus propias opiniones, a pesar de lo que dice la Biblia.

Y así este joven, luego se graduó en doctorado, con altos honores, pero “sin fe”. Porque su
título le costó, que le hayan sido robado, toda su confianza en Dios. Ahora este joven doctor en
teología, quizás también, hará clases en el instituto, y el ciclo no acabará jamás. Si nosotros
permitimos, crecer pequeñas semillas de incredulidad, en nuestro corazón, terminaremos en
una condición penosa. Con todo, la Biblia nos dice, en términos nada inciertos:

“Nadie puede agradar a Dios si no tiene fe. Cualquiera que se acerque a Dios debe creer que
Dios existe…” (Hebreos 11:6) (PDT)

Entiéndalo, Lo que la fe, significa para la salvación, lo es, la incredulidad para la condenación.
La incredulidad es a la fe, lo que las tinieblas son a la luz. Al apagarse la luz, aparece la
oscuridad, para tomar su lugar; y habiendo desaparecido la luz, la oscuridad se enseñorea de
todo. La incredulidad se encuentra, solamente, donde la fe no existe. Donde la fe esté
completa, y sea perfecta, no podrá haber incredulidad.

Muchas veces, podrás estar en la congregación, cantando, alabando, adorando, y también


podrás decir, que crees en Dios. Y no es nada fuera de lo común, a diario, me encuentro con
mucha gente, que no conoce el evangelio, pero a pesar de conocerlo, también dicen creer en
Dios. ¿Cuál es la diferencia?, incluso los demonios, también creen en Dios y le temen:

“¿Crees que hay un solo Dios? ¡Qué bien! Pero los demonios también creen que hay un solo
Dios y tiemblan de miedo.” (Santiago 2:19) (PDT)

Entonces, ¿cuál es la diferencia de usted y un demonio?, si ambos creen, que existe un solo
Dios. Usted podrá decir, que los demonios tiemblan de miedo, ante Dios, pero resulta, que si
usted se encontrara, cara a cara con Dios, también temblaría, si le sucedió a Moisés, ¿porque
usted sería diferente?

La diferencia, es que los demonios y toda la gente, creen que existe un Dios, pero no le creen a
Dios. Es decir, son creyente incrédulos, son creyentes sin fe. En cambio, el verdadero cristiano
cree en Dios, y también le cree a Dios. Muchas veces la gente dice: “yo creo en Dios, a mi
manera”, ese es un creyente incrédulo, porque cree que existe Dios, pero no le cree a Él, no le

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cree a Su Santa Palabra, la Biblia, no se rige por ella, y a cambio de ello, se sujeta a sus propias
ideas.

Muchos hoy en día, profesamos ser cristianos, pero debemos preguntarnos ¿Estoy solamente
convencido o estoy convertido?, ¿Le creo a Dios, o solamente creo en Dios?

No hay que pensar mucho, para entender la pregunta, una persona que cree en Dios, es una
persona convencida. Pero una persona que le cree a Dios, es una persona convertida. Son dos
palabras muy distintas, en el diccionario de la R.A.E. (Real Academia Española) dice:

Convencido: Que está seguro, de la validez de una opinión, idea o comportamiento. Que tiene
la certeza, de que algo ha ocurrido.

Convertido: Cambiar una cosa en otra, persona que cambió de opinión, idea, etc. Hacer que
una persona, llegue a ser algo distinto, de lo que era.

Mucha gente hoy en día, está convencida de cosas, de la cual habla la Biblia, es más, hay
muchos cristianos convencidos, pero no todo los cristianos, están convertidos. Mucha gente,
está convencida, de la existencia de un Dios, y de Su Hijo Jesucristo, que los hombres,
necesitan la salvación, que debemos adorarle, que el pecado le condena, pero no están
convertidos. Algunos se han convencido, por los hallazgos arqueológicos, la ciencia, la
medicina, y otros por la evidencia Bíblica. Esta persuasión siempre es intelectual, superficial y
no practica. Es decir no cambia a las personas.

Convencerse es fácil, no causa dolor. La persona cree muy importante, sus convicciones, pero
no son imperativas. Puesto que la fe y la comprensión, son únicamente el poseer los hechos
adecuados, ella acepta los hechos, se apoya en unos cuantos hábitos nuevos, que son
necesarios, y continua viviendo una vida "normal." Su vida es sencilla, fácil, y no considera
decisiones complicadas. Ella está a gusto con su vida, y se asegura en sí misma, que todo
marcha bien, porque ella, ha aceptado estos hechos correctos. Ella goza de la máxima
comodidad de vida, sin problemas de conciencia. La Biblia nos enseña que muchos estaban
convencidos, pero no cambiaban su forma de vida:

“Aun así muchos creían en Jesús. Incluso muchos de los líderes creían en él, pero les tenían
miedo a los fariseos. Por eso no se lo contaban a nadie, para que no los echaran de la
sinagoga.” (Juan 12:42) (PDT)

Muchos judíos, estaban convencidos de Jesús, pero no le confesaban, por causa de los
hombres. ¿Estás haciendo lo mismo tú? Crees en Jesús, pero no lo confiesas, no hablas de Él,
no predicas a la gente, sobre Jesús, ¿aún amas, más la gloria de los hombres, que la gloria de
Dios?

Veamos lo que dice, las Escrituras, de un rey, que fue convencido:

“Diciendo él estas cosas en su defensa, Festo a gran voz dijo: Estás loco, Pablo; las muchas
letras te vuelven loco. Mas él dijo: No estoy loco, excelentísimo Festo, sino que hablo palabras
de verdad y de cordura. Pues el rey sabe estas cosas, delante de quien también hablo con toda
confianza. Porque no pienso que ignora nada de esto; pues no se ha hecho esto en algún

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rincón. ¿Crees, oh rey Agripa, a los profetas? Yo sé que crees. Entonces Agripa dijo a Pablo: Por
poco me persuades a ser cristiano. Y Pablo dijo !Quisiera Dios que por poco o por mucho, no
solamente tú, sino también todos los que hoy me oyen, fueseis hechos tales cual yo soy,
excepto estas cadenas!” (Hechos 26:24-29) (RVR 1960)

El rey estaba convencido, pero dice “Por poco”. Por poco, nadie se salva. Aunque estaba
convencido, lo poco, no le cambio la vida. Por poco, nadie va a ser salvado, para ser salvo,
debe ser “Por todo”, no un 5%, sino un 100%. Tú no necesitas, solo estar convencido, necesitas
estar convertido. Necesitan creer, lo que Dios dice, no necesitas ser un incrédulo, sino un
convertido.

La conversión es mas allá, que una verdad intelectual, es la verdad aplicada y transformadora.
Pablo dice que debemos transformarnos (ver Romanos 12:2). Transformarnos (metamorfo
[Mudar]), por medio de la renovación, de nuestra mente. Esta palabra metamorfo, es utilizada
en cuanto, a la mutación del gusano a la mariposa, metamorfosis. ¿Usted sabe cómo es el
cambio verdad? Pues así, debe ser en nosotros.

La conversión no es fácil, ni sencilla, pero no imposible de hacer. Ella causa dolor. La persona
mira honestamente, las realidades ásperas en sí, observa su pecado, su condición y la
necesidad de un cambio urgente, un abandonar la vida anterior. Muchos cristianos están
convencidos, en que deben llevar una vida santa. Pero eso es más en la teoría, que en la
práctica. No están convertidos a esta verdad. Un gran convertimiento, fue el que tuvo, el
Apóstol Pablo:

“En una ocasión, los jefes de los sacerdotes me dieron autorización para ir a Damasco. Al
medio día, mientras iba por el camino, vi, oh rey, una luz que nos iluminaba a mí y a los que
venían conmigo. La luz venía del cielo y era más brillante que el sol. Todos nosotros caímos al
suelo y oí una voz que decía en arameo: “Saulo, Saulo ¿por qué me persigues? Lo único que
logras al tratar de luchar contra mí es hacerte daño”. Yo dije: “¿Quién eres, Señor?” El Señor
dijo: “Soy Jesús, a quien tú persigues. Levántate, hoy me he aparecido ante ti porque te he
elegido para que seas mi siervo y para que seas testigo de lo que has visto y de lo que te voy a
mostrar. Te rescataré de tus compatriotas y de los extranjeros, a los cuales te envío ahora. Tu
misión será abrirles los ojos para que salgan de la oscuridad y entren a la luz; para que pasen
del poder de Satanás al poder de Dios. Así conseguirán el perdón de sus pecados y un lugar
junto a todos aquellos que se han purificado por la fe que tienen en mí”.
(Hechos 26:12-18) (PDT)

Pablo estaba convencido de algo (ver Hechos 26:9-11). Pero no estaba convertido, a la verdad
(ver Hechos 26:15). Pero la conversión de Pablo no fue fácil, le causó dolor y sufrimiento
(ver Hechos 26:19-21).

Otro gran convertimiento, fue con los hermanos, de la Iglesia de Éfeso:

“Muchos de los creyentes confesaban abiertamente las maldades que habían hecho. Algunos
de los nuevos creyentes que habían practicado la brujería trajeron sus libros y los quemaron
delante de todos. Esos libros tenían un valor de cincuenta mil monedas de plata. El mensaje del
Señor tenía cada vez más influencia y más gente creía.” (Hechos 19: 18-20) (PDT)

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Estas personas practicaban la hechicería, eran personas llenas pecado. Pero al escuchar el
mensaje de Pablo, y ver las señales del poder de Dios, muchos tuvieron temor de Dios, se
convencieron y luego se convirtieron. Y como muestra de ello, trajeron todos sus libros de
ocultismo, y los quemaron públicamente. Sé que esto es verdadero, porque quien les escribe
también pasó este proceso. Yo vivía en un mundo de ocultismo, de ideologías satánicas y
anticristianas, practicaba la brujería y el misticismo, usaba muchas drogas distintas y estaba
consumido en el alcohol, mi vida estaba llena de delitos y pecados. Pero cuando conocí, a mi
Señor Jesucristo, mi vida cambió, y todo lo que tenía, lo quemé, como los hermanos de Éfeso.

Primero fui un convencido, pude convencerme de que Dios es Dios, me convencí de su perdón
y amor. Yo sentía que ese amor, debería ser correspondido, que debía dar algo a cambio, por
mi gratitud, aunque no hay forma, en cómo pagar a Jesús. Quise agradarlo, hacer lo que a Él le
gusta, y no hacer lo que a Él no le gusta. Entonces dejé mis vicios, dejé las drogas, el alcohol,
dejé de practicar, las cosas horrendas que hacía, y todos mis libros de brujería, ocultismo, los
discos de música metalera, y todas las demás cosas, las quemé en una hoguera. Y cuando hice
todas estas cosas, cuando sentí, que mi vida era otra, cuando sentí, que había nacido de
nuevo, entonces realmente me sentí, un convertido, un creyente.

“Por lo tanto, cambien su manera de pensar y de vivir, vuélvanse a Dios y él les perdonará sus
pecados.” (Hechos 3:19) (PDT)

Estar convencido no implica, estar convertido. Algunos cristianos, solo se convencen de ciertas
verdades “simples” de hacer. Muchos no están, tan lejos de ser “demonios” convencidos.
Aprendamos del ejemplo de Pablo, digno de imitar. El bautismo y la adoración dominical, no lo
es todo, es una parte. Algunos cristianos, “Por poco”, alcanzarán una verdadera conversión.
Pero no llegarán, porque siempre estuvieron “por poco”.

La incredulidad, también es una fortaleza de satanás, no seas como Tomás, que tuvo que pasar
su dedo, por la llaga de Jesús, para poder creer. Si quieres vencer la incredulidad, entonces
para eso, debes tener más fe. Y ahora me preguntarás, ¿cómo puedo obtener más fe? La
respuesta la tiene la misma palabra de Dios:

“Entonces los apóstoles le dijeron al Señor: — ¡Danos más fe!” (Lucas 17:5) (PDT)

“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” (Romanos 10:17) (RVR 1960)

Es así de simple, pídele a Dios, que te dé más fe. Y entre más lees y escuches, la Palabra de
Dios (la Biblia), entonces tu incredulidad, cada vez disminuirá más. Y tu fe crecerá.

4. El desaliento

El desaliento es la emoción, que sigue detrás, de la incredulidad. El desaliento, se define como


la; “pérdida del ánimo, o de la energía, para continuar haciendo algo”. Una vez que satanás,
nos gana la batalla, con la incredulidad, inmediatamente viene el desaliento. Ya no queremos
orar más, ya no queremos buscar a Dios, ni trabajar para su obra, no tienes gana de nada, las

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fuerzas se nos van, ya no queremos, ni siquiera pedir a Dios, que nos ayude. Nos ponemos
conformistas y vemos todo oscuro. El valle del desaliento, es muy solitario, porque aunque
todos te animen, tú no quieres escuchar a nadie, ya no puedes creer, te sientes herido, porque
Dios te decepcionó. Y piensas, que si Dios no te ayudo antes, menos te va a ayudar ahora.

Y satanás, te susurra en el oído, te dice cosas, que se llevan tu aliento, sientes sueño, un gran
pesar, un gran cansancio, el desaliento viene del diablo, pero tú no puedes ver eso, porque aun
te preguntas; “¿si Dios es tan poderoso, porque no viene en mi ayuda?, ¿porque no me
socorre?”, y te haces miles de preguntas, y en vez de encontrar una respuesta, te nacen más
preguntas. El enemigo gana otra batalla, y el desaliento es otra fortaleza de satanás. El
desaliento, destruye la esperanza, por eso el diablo, trata de desalentarnos. Porque sin
esperanza, te vas a rendir y satanás te vencerá.

Muchos hombres de Dios, han vivido el desaliento, uno de ellos fue el profeta Jeremías. A este
hombre de Dios, se le conoce como el “profeta llorón”, pues no en vano, le fue puesto este
sobrenombre, ya que fue un hombre muy sensible, y tuvo que soportar muchas aflicciones, en
especial, las causadas por su propio pueblo, Israel, cuando quiso dar la advertencia, de parte
de Dios, del inminente juicio, que se acercaba a ellos, por no obedecer los mandamientos del
Señor. Jeremías en su queja, hacia a Dios, le dice:

“…Soy motivo de burla cada día, todos se burlan de mí. Cuando hablo, grito; anuncio el dolor y
la violencia. El mensaje del SEÑOR es causa de mi desgracia. Se ha convertido en algo de lo que
la gente se burla todo el día.” (Jeremías 20: 7-8) (PDT)

Jeremías, se sentía con mucho desaliento, y culpaba a Dios por ello, y lo hace responsable de
su estado, por la Palabra que en un principio le dio, para que predicara. La cual decía:

“Hoy te he elegido a ti para llevar a cabo una tarea que afectará naciones y reinos. Los
removerás y provocarás su caída, los harás desaparecer y los destruirás y también los
reconstruirás y los plantarás de nuevo” (Jeremías 1:10) (PDT)

Dios lo había elegido, y dado esta difícil tarea, de llevar su mensaje, y por esta causa, de
obedecer al Señor, su pueblo rechaza la Palabra de Dios, que trae el profeta. Palabra, que
debiera causar arrepentimiento, y cambio en la forma de vivir, de Israel. Pero a cambio de eso,
los israelitas murmuran y se burlan de Jeremías, esto le trae, un desaliento espiritual. Y el
profeta, siente que está en ese estado, solo por cumplir al Señor. Y de hecho, Jeremías en su
queja, le dice anteriormente estas palabras:

“SEÑOR, me convenciste, y yo me dejé convencer; fuiste más fuerte que yo y me ganaste...”


(Jeremías 20:7) (PDT)

En la versión Reina Valera 1960, se entiende así:

“Me sedujiste, oh Jehová, y fui seducido; más fuerte fuiste que yo, y me venciste…”
(Jeremías 20:7) (RVR 1960)

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Recordemos que Jeremías, fue llamado por Dios, cuando él era muy joven. El Señor le había
dicho, que desde antes que naciera, ya lo había santificado. En aquel momento, el profeta se
resistió a este llamado, alegando que porque era un joven, no podía hablar:

“«Antes de que yo te formara en el vientre de tu madre, ya te conocía. Antes de que nacieras,


ya te había elegido para que fueras un profeta para las naciones». Entonces yo le respondí:
«Pero Señor DIOS, yo soy muy joven y no sé hablar en público». Y el SEÑOR me dijo: «No digas
que sólo eres un joven, porque irás a donde yo te envíe y dirás todo lo que yo te ordene.”
(Jeremías 1:5-7) (PDT)

Y ahora por obedecer estas palabras, y ver que nada se cumple, el profeta se desanima. Se
siente, que fue convencido y vencido por Dios, que fue seducido por el Señor. Ahora, ¿cuantas
veces, nosotros mismos, no hemos sentido, que fuimos seducidos por el Altísimo? Pero no
estoy hablando, del tipo de seducción, en las cuales cayeron Adán y Eva. La seducción del
Señor, es algo distinto.

Recuerda usted, el primer día, en que llegó a los pies de Cristo, ¿si lo recuerda, verdad? Se
recuerda, como fueron los primeros días, como nuevo creyente. Todo era hermoso, todo era
amor, era nuestro primer amor, todo era espiritual, parecía que no había problemas, todo era
bendición. Dios nos sedujo, nos convenció, con su gran amor nos venció, Él le ganó a nuestro
viejo hombre, derrotó nuestro ego, y nos trajo hacia Él. Fuimos seducidos.

Pero pasó el tiempo, y ya las cosas no parecían, un camino de rosas, comenzaron a salir las
dificultades, las luchas y las pruebas, que tiene que pasar, todo cristiano. Y muchas veces, las
cosas no salieron, como nosotros queríamos que se hicieran. Y nos desanimamos, tal como le
sucedió a Jeremías. Muchas veces vamos a predicar, a testificar sobre Cristo, y no vamos a ver
resultados. Vamos a recibir burlas y murmuraciones, nos sentiremos muy mal, y con muchos
deseos de claudicar. ¿Se identifica de esta manera, con el profeta?

“Yo dije: «Ya no anunciaré más de él; no volveré a hablar en su nombre»…”


(Jeremías 20:9) (PDT)

Jeremías, le abrió las puertas a satanás, a través del desaliento, y escuchó su consejo: “no
hables más de Dios, no vale la pena anunciar su nombre”. Qué situación más familiar, ¿no le
parecen conocidas, estas palabras?

A mí me parecen muy conocidas estas palabras, al igual que Jeremías, yo también pasé por lo
mismo, y también estuve a punto, de ser derrotado por satanás. También fui clavado, por los
dardos que vuelan de día, y por el miedo en la oscuridad. También le presté atención al diablo,
cuando me decía: “Para que hablas de Dios, si tú mismo no puedes tener victoria”, “mira como
vives, eres un pecador, eres un derrotado”, “nunca podrás ser un cristiano, no vales la pena”,
“Dios ni siquiera te mira, el solo juega contigo”, etc.

El desaliento, viene de parte de satanás, es parecido a la mujer de Job, que cuando lo vio, en
su total ruina, le dijo: “Maldice a Dios y muérete”. Cada vez que sientas una derrota, ten por
seguro, que aparecerá satanás, para querer colocar, su pie sobre ti, para rematarte en una
muerte espiritual. El creyente entrará, en una rebeldía contra Dios, al ver que su vida, no tiene

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algún propósito. El desaliento tiene como misión, hacer que nos olvidemos de Dios. Que
neguemos su presencia.

El estado emocional de Jeremías, lo llevó a tomar dos decisiones: olvidarse de Dios y no hablar
más en su nombre. Jeremías estaba presentando, su carta de renuncia al Señor, porque se
sentía desanimado. En mi vida de cristiano, he visto esta situación muchas veces, hombres y
mujeres que prometieron servir al Señor, terminaron tirando la toalla. He visto un desfile de
personas, entrando y saliendo de la congregación, y que nunca se mantuvieron, en los caminos
del Señor, porque el desánimo los venció, es decir, porque satanás los venció. Y no estoy
hablando de personas, que solo fueron oyentes, sino de hermanos, que decidieron no trabajar
más, para el Dios nuestro.

No sé, si en estos momentos, usted ya no le habla a otros, sobre Jesús, porque su burlaron de
usted, y le dio vergüenza. Tal vez, usted ya no ora, porque siente que Dios, ya no lo escucha, y
no le responde. Quizás ya no lee su Biblia, porque no puede ver a Dios, en ella. O a lo mejor, no
ha vuelto a la congregación, porque alguien no lo saludó. Esto es, lo que sucedió a Jeremías, y
esto es lo que nos sucede, también a nosotros, al perder el enfoque, de quien es nuestro Dios,
y renunciamos, a todas sus bendiciones. ¿Qué pasaría si Dios, también se cansara de
nosotros?

Ahora veamos por completo, el versículo de Jeremías:

“Yo dije: «Ya no anunciaré más de él; no volveré a hablar en su nombre», pero su mensaje
dentro de mí se convierte en un fuego ardiente que me cala hasta los huesos. Hago todo lo que
puedo por contenerlo, pero me es imposible.” (Jeremías 20:9) (PDT)

Cuando el profeta decidió renunciar, a predicar en el nombre del SEÑOR, y olvidarse de Él, se
dio cuenta, que no podía hacerlo, se dio cuenta, que era imposible renunciar a Dios. Pero este
deseo no era algo natural, ni venia de sus propias emociones, ni de su estado de ánimo. En
medio de su ligereza de palabras, se dio cuenta, que tenía algo extraordinario, era un fuego
ardiente. La versión Reina Valera, dice:

“… había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no
pude.” (Jeremías 20:9) (RVR 1960)

Ese fuego no era algo malo, ese fuego era algo purificador, ese fuego, era el Espíritu Santo, que
moraba dentro de su corazón.

En aquellos tiempos, el Espíritu Santo, solo estaba en algunos, y Jeremías era uno de esos
pocos ungidos, por el Señor. Pero hoy en día, esa promesa, está para cada hijo de Dios, por la
gracia de Jesucristo. Pero no para cualquiera, sino para los verdaderos cristianos, aquellos que
obedecen y hacen la voluntad, de nuestro Padre Celestial. Usted puede llegar al punto del
desánimo, y también querrá renunciar, pero el Espíritu Santo, no lo dejara hacerlo, el gime
desde adentro, el habitad dentro de usted, es su consolador, el traerá el mensaje de la palabra
de Dios, devuelta a su mente, ¿Y qué es ese fuego, sino la Palabra misma que nos consume?, y
lo hará recapacitar.

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Es muy posible, que el desánimo espiritual, nos consuma, hasta hacer y decir cosas, que no
corresponden, cosas de las cuales, después nos arrepentimos, de haberlas pronunciadas. Pero
si usted, es un verdadero creyente, un cristiano genuino, un hijo de Dios, como lo era Jeremías.
La palabra que mora, en nuestros corazones, nos levantará nuevamente. Pero para eso,
debemos dejar, que el Señor viva en nuestras vidas, por eso es importante esto. El desaliento
espiritual, tendrá que irse del creyente, cuando este reconoce quién es Él, y cuál es el fuego,
que hay en su corazón. Es la Palabra, que nos consuela por siempre. Usted no tiene, por qué
dejar, que el desaliento lo queme, pero si debe dejar, que el fuego de la Palabra le consuma.

El desánimo, no es algo que le sucedió, solo a Jeremías, también le ocurrió, a muchos otros
hombres de Dios. Moisés llegó a pedirle a Dios, que le quitara la vida, porque no aguantaba, la
carga de guiar, a un pueblo, de tan dura cerviz. Lo mismo hizo Elías. Le dijo a Dios, que le
quitara la vida, frente a la persecución de Jezabel. Jonás también hizo lo mismo, cuando vio,
que Dios, no hizo nada por destruir a Nínive. O el desánimo que tuvo David, cuando fue
perseguido por Saúl. El desaliento tarde o temprano, nos hará una visita, como se la hizo a
Jeremías. ¿Cómo reaccionaremos a eso? ¿Qué aprendemos, de la experiencia del profeta?

Si hoy te encuentras con desanimo, sea por la pérdida de un trabajo, por problemas con
drogas, alcohol, o por un quiebre sentimental, familiar o matrimonial, por maltrato físico, por
alguna amenaza, o porque no te sientes amado, etc. Y no puedes sentir ese fuego, dentro de ti,
si aún no eres un creyente, o crees que no lo eres, porque el diablo, te dijo que no lo eres. Si
te encuentras en este punto, y quieres vencer, solo debes arrodillarte y pedirle perdón a Dios,
por tu desaliento. Clama a Dios, y Él hará el resto.

“Sé muy bien lo que tengo planeado para ustedes, dice el SEÑOR, son planes para su bienestar,
no para su mal. Son planes de darles un futuro y una esperanza.” (Jeremías 29:11) (PDT)

5. La desesperación

Este es la siguiente, y ultima emoción, con la cual satanás, puede vencerte. Este es el punto
más crítico, para darte su estocada final. En este punto, ya estas agonizando, ya no puedes ver
el camino, no hay luz que te guie. Ya has renegado de todo, estas insensible, tu corazón se
agita, sudas, la percepción es nula, porque tu mente, no puede ver con claridad, estas
desesperado y eres capaz, de hacer cualquier cosa. Te sientes acorralado, angustiado, satanás
te ha arrinconado, estas en sus manos. Ahora que te has soltado, de la mano de Dios, y ya no
estás bajo su protección, el enemigo que ya te robó, ahora te va a matar y a destruir.

El enemigo, puede usar tu cuerpo, como refugio de demonios, quienes te van a poseer, y te
van a llevar a la locura, tu mente estará en cautiverio y sin razonamiento, te van a desmoronar
poco a poco, e incluso, te pueden llevar al mismo suicidio, de tu vida terrenal. Y lo lamentable,
es que tu sufrimiento, no termina ahí, es solo el comienzo, de un sufrimiento eterno, en el
infierno. La Desesperación, es una fortaleza del enemigo, que debes derribar y vencer, y si no
lo puedes controlar, terminarás muy mal.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 31


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La duda ya hizo efecto en ti, la decepción también ingresó en tu vida, la incredulidad ya la


tomaste para ti, el desaliento ya te ganó, ahora ya has entrado, en la desesperación. Solo estas
a un paso, de la muerte espiritual. ¿Crees que puedes salir de ahí? Si, si puedes, y aunque es
difícil, no es imposible, y te lo puedo confirmar con certeza, pues yo también estuve ahí, y
logré salir.

Lo primero que debes entender, es que el antídoto, para sanar y salir de la desesperación, es la
“paciencia”. Y para comenzar, a ilustrar este secreto, tomemos una porción, de la Palabra de
Dios:

“Yo confié sinceramente en el SEÑOR, y él escuchó mi oración. El SEÑOR me sacó del pozo de la
destrucción; me sacó del barro y del lodo. Me puso los pies en la roca, en tierra firme, donde
puedo andar con seguridad. Él puso una canción nueva en mi boca, una canción de alabanza a
Dios. Mucha gente verá lo que Dios ha hecho y lo alabará; se llenarán de confianza en él.”
(Salmos 40: 1-3) (PDT)

Cuando el salmista está hablando, que el Señor lo sacó, del pozo de la destrucción, quiere
decir, que lo sacó del pozo de la desesperación. De hecho, así aparece, en la versión Reina
Valera. Solo Dios, te puede sacar de la desesperación, no lo hará el alcohol, no lo hará las
mujeres, no lo hará el futbol, ni tampoco el gimnasio, ningún otro camino, lo puede hacer.

El salmista tuvo paciencia, él tuvo confianza en el Señor, y Dios contestó su oración. Debemos
aprender, a esperar en Él, esa es la clave, para terminar con la desesperación. ¿Pero cómo?,
me dirá usted, si eso es lo más difícil, que se puede hacer, mientras uno está desesperado,
paciencia, es lo que menos se tiene. Si ni siquiera podemos dormir, si ni siquiera, se puede
estar en paz. El apóstol Pablo, nos dice que esto, no es necesariamente así:

“Por eso aunque tengamos toda clase de problemas, no estamos derrotados. Aunque
tengamos muchas preocupaciones, no nos damos por vencidos.” (2 Corintios 4:8) (PDT)

La versión Reina Valera, dice lo siguiente:

“que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados”


(2 Corintios 4:8) (RVR 1960)

Pablo, también pasó muchas penumbras, muchos problemas, él era perseguido, apedreado,
pasó por naufragios, en cárceles, etc. Él fue atribulado en todo, pero nunca se sintió derrotado,
él nunca se dio por vencido, nunca se angustió. Pablo nunca se desesperó, por los problemas.
Pero en la Biblia, tenemos el caso de otro hombre, que vio venir el problema, y en vez de
esperar en Dios, en vez de confiar en el Altísimo, se desesperó y actuó de una forma muy
tonta, y por esta razón perdió su reinado:

“Como Samuel dijo que se reuniría con Saúl en Guilgal, Saúl se quedó allí siete días. Pero
Samuel no llegaba y los soldados empezaron a abandonar a Saúl. Así que Saúl dijo:
—Tráiganme los sacrificios que deben quemarse completamente y las ofrendas para festejar. Y
Saúl ofreció el sacrificio que debe quemarse completamente. En cuanto Saúl terminó de ofrecer
el sacrificio, llegó Samuel. Saúl salió a recibirlo y Samuel le preguntó: — ¿Qué has hecho? Saúl
respondió: —Vi que los soldados me abandonaban, tú no llegabas y los filisteos se estaban

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 32


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reuniendo en Micmás, así que pensé: “Vendrán los filisteos y me atacarán en Guilgal ¡y ni
siquiera le he pedido ayuda al SEÑOR!” Por eso me atreví a ofrecer el sacrificio que debe
quemarse completamente. Samuel respondió: — ¡Eres un tonto! No obedeciste al SEÑOR tu
Dios. Si hubieras obedecido su mandato, entonces el SEÑOR habría dejado que tu familia
gobernara a Israel por siempre. Pero ahora tu reinado no continuará. El SEÑOR se ha buscado a
un hombre con quien él está conforme y lo ha encontrado. El SEÑOR lo nombrará a él como el
nuevo líder de su pueblo. Como no obedeciste el mandato del SEÑOR, él nombrará un nuevo
líder.” (1 Samuel 13:8-14) (PDT)

El rey Saúl, debía juntarse con el profeta Samuel, estaban a punto de entrar, en una batalla
contra los filisteos, y Samuel debía hacer un sacrificio, pero no llegó a tiempo. Saúl se comenzó
a desesperar, porque los soldados comenzaron a irse, pues los soldados entendían, que sin el
favor de Dios, ellos no lucharían. Y más encima, los filisteos estaban a puertas de atacar. Saúl
actuó, de una forma muy loca, muy tonta; haciendo el mismo, el sacrificio a Dios, cosa que a él,
no le correspondía, él era un rey, pero no un levita, y menos un profeta.

Samuel, le había dado una orden a Saúl (ver 1 Samuel 10:8), pero Saúl no lo llevó a cabalidad,
no se sometió, a la instrucción del profeta, que venía de Dios. Y por eso perdió su reinado, Dios
no podía tener a un rey, que no lo obedeciera, y que más aun, entrara en la desesperación,
ante el primer problema. Es por eso, que David fue luego el rey elegido, porque David, era
conforme a su corazón. David pudo esperar en Dios, cuando vino la prueba, y no se desesperó:

“Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo
de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso
luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y
confiarán en Jehová.” (Salmos 40: 1-3) (RVR 1960)

David, tal como Santiago, entendió que debemos alegrarnos, cuando pasemos por problemas,
y no desesperarnos. Porque de esta manera, se pone a prueba nuestra fe, y eso producirá
paciencia:

“Hermanos míos, alégrense cuando tengan que enfrentar diversas dificultades. Ustedes ya
saben que así se pone a prueba su fe, y eso los hará más pacientes.” (Santiago 1:2-3) (PDT)

Esta paciencia debe ser cultivada, cada día. En medio oriente o en la India, existen hombres,
que trabajan con serpientes, para ganarse la vida, son llamados “encantadores de serpientes”
(ver Salmo 58:3-5). Ellos hacen bailar a las culebras, desde un canasto, para entretener a la
gente. Como ellos están siempre en contacto, con las serpientes, siempre corren el peligro, de
ser mordidos por una de éstas, porque con su veneno, pueden morir. Para evitar esto, algunos
encantadores de serpientes, les eliminan los colmillos o las glándulas de veneno, a las
criaturas, otros les cosen su boca, pero otros más hozados, usan una técnica, para ser inmunes
al veneno de las serpientes.

Ellos se dejan morder por la serpiente, en pequeñas cantidades, sufren y soportan, toda la
agonía, del efecto venenoso. Es una acción, que los lleva al límite de la muerte, pero una vez
que se reponen, una vez que están sano. Su cuerpo está más fuerte, su sistema inmunológico,
tiene sus defensas más reforzadas. Luego el encantador, repite una y otra vez, esta técnica,

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 33


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hasta que su cuerpo, se hace totalmente intocable para el veneno. Entonces, si mientras hace
su trabajo, la serpiente lo llegara a morder, enterrando todo su veneno, al encantador no le
pasará nada, porque por su sangre, ya corre el veneno.

Lo mismo es para nosotros, entre más dificultades tengamos, nuestro ser, se va colocando
cada vez más fuerte, nuestra paciencia se va cultivando, y estos problemas, vendrán una y
otra vez, por eso debemos alegrarnos. Nuestra fe se pone a prueba, y eso nos hará más
pacientes. Y cuando tu paciencia sea fortalecida, entonces podrás soportar, la desesperación,
tal como lo hizo Pablo o David.

Siempre esperando y confiando en el Señor. Vendrán pruebas, tentaciones, necesidades,


batallas espirituales, conflictos espirituales, situaciones económicas, situaciones físicas,
enfermedades, etc. Y tu cuero ya estará más duro, tu ser estará entrenado, ante la adversidad.
Tendrás paciencia.

“Eso es motivo de alegría para ustedes, aunque durante un tiempo tengan que soportar
muchas dificultades que los entristezcan. Tales dificultades serán una gran prueba de su fe, y se
pueden comparar con el fuego que prueba la pureza del oro. Pero su fe es más valiosa que el
oro, porque el oro no dura para siempre. En cambio, la fe que sale aprobada de la prueba dará
alabanza, gloria y honor a Jesucristo cuando él regrese.” (1 Pedro 1: 6-7) (PDT)

Nuestra fe debe ser probada, sino hubieran tales pruebas, ¿Cómo sabríamos, que tenemos fe?,
y sin fe, es imposible agradar a Dios, sin fe no somos nada. Es pues la fe, la certeza de lo que se
espera, es la convicción de lo que no se ve. Santiago nos dice, que la prueba de nuestra fe,
produce en nosotros paciencia; dice aún más, dice que estemos gozosos, en medio de la
prueba, porque esa prueba, producirá en nosotros paciencia, por lo tanto, no debemos
desesperarnos, más bien, estar siempre alegres.

“Estén siempre alegres. Nunca dejen de orar. Den gracias a Dios siempre, porque eso es lo que
él quiere para ustedes en Jesucristo.” (1 Tesalonicenses 5:16) (PDT)

Todo cristiano alegre, que anda en el Espíritu, debe tener paciencia, porque la paciencia, es un
fruto del Espíritu:

“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre,
templanza; contra tales cosas no hay ley.” (Gálatas 5:22-23) (RVR 1960)

Si queremos alcanzar madurez, en nuestra paciencia, es necesario pasar las pruebas, con gozo
y alegría. Nuestra paciencia, siempre debe llevarnos a esperar en Dios, entonces Él, se
glorificará en nuestras vidas.

Usted nunca debe pensar, que las pruebas vienen del diablo, porque eso no es así. Todas las
pruebas, vienen de parte de Dios, eso no significa, que Él quiere destruirnos. Lo que Dios
desea, es que nuestra fe sea probada, para que sea hallada, en alabanza, gloria, y honra,
conforme a las escrituras. Dios es el que permite, que la hora de la prueba, venga a nuestras
vidas:

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 34


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“Ustedes sólo han tenido las mismas tentaciones que todos los demás. Pero Dios es fiel y no va
a dejar que sean tentados más allá de lo que puedan soportar. Así que sepan que cuando sean
tentados, van a poder soportar, porque Dios les dará una salida.” (1 Corintios 10:13) (PDT)

Dios es el que permite, que seamos tentados, recuerde que ser tentado, no es lo mismo que
pecar, pues Jesús mismo, fue tentado en todo, pero con la única diferencia, que en Él, nunca
cometió pecado (ver Hebreos 4:15). Y cuando nosotros oramos a Dios, y le decimos; “Y no nos
metas en tentación, mas líbranos del mal”, acá la Palabra del Señor nos responde, que Dios es
fiel, y no nos va a dejar, que seamos tentados, más de lo que podemos soportar, y nos dará
una salida. Confía en Dios.

“Pero hay más, podemos sentirnos felices aun cuando tenemos sufrimientos porque los
sufrimientos nos enseñan a ser pacientes. Si tenemos paciencia, nuestro carácter se fortalece y
con un carácter así, nuestra esperanza aumenta. Esa esperanza no nos va a fallar porque Dios
nos dio el Espíritu Santo, quien ha derramado el amor de Dios en nosotros.”
(Romanos 5: 3-5) (PDT)

Que hermosa, es la palabra de Dios, Pablo los explica muy bien, él sabe, que todo lo que sufre,
en este mundo, no es nada comparado, con toda la gloria, que vamos a recibir, allá en la gloria:

“Yo reconozco que tenemos que sufrir ahora, pero esos sufrimientos no son nada comparados
con toda la gloria que vamos a recibir después. Toda la creación de Dios está esperando con
impaciencia el momento en que Dios muestre al mundo quiénes son sus hijos.”
(Romanos 8:18-19) (PDT)

El sufrimiento es algo inevitable, es algo que debemos pasar, todos los seres humanos, Jesús
mismo, nos dijo que en el mundo tendríamos aflicción, pero que confiáramos en Él, pues Él, ya
ha vencido al mundo (ver Juan 16:33). Y no solamente el ser humano, la misma naturaleza
sufre:

“Todos sabemos que hasta hoy toda la creación se queja de dolor y sufre como una mujer con
dolores de parto. No sólo el mundo, sino también nosotros sufrimos, pero ya tenemos el
Espíritu como anticipo de la promesa de Dios. Ahora esperamos que Dios nos dé todos los
derechos como hijos suyos cuando nuestro cuerpo sea liberado. Cuando fuimos salvos
recibimos esa esperanza, pero una esperanza que se ve no es realmente una esperanza, ¿para
qué esperar lo que ya se ve? En cambio, nosotros estamos esperando lo que aún no podemos
ver y lo esperamos con paciencia.” (Romanos 8: 20-25) (PDT)

La tierra esta con dolores de parto, por eso vemos, tantas catástrofes con el clima, en algunos
lugares, donde antes era un desierto, ahora llueve, como si fuera un clima tropical. En donde
antes solo había hielo, hoy solo hay agua. Terremotos, Huracanes, Tsunamis, Aluviones, etc. La
tierra, está a punto de parir, ¿pero qué va a parir? Una tierra nueva. Nuestro cuerpo, también
será liberado, de este cuerpo corruptible, en el cual estamos. Un día, ya no sentiremos más
dolor, ni sufrimiento, esa es nuestra esperanza, y lo esperamos con paciencia, no con
desesperación.

Por todo esto, si usted está pasando por la desesperación, cambie su forma de pensar. Derribe
todo argumento y toda altivez, que se levanta, contra el conocimiento de Dios, y lleve todo sus

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 35


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pensamientos cautivos, a la obediencia a Cristo (ver 2 Corintios 10:5). Cambie su forma de


vivir. Mire los problemas, con otra perspectiva, alégrese de ellos, aunque parezca una locura,
tómese de la esperanza de gloria, y la paciencia comenzará a fluir en usted. De esta forma,
tendrá la suficiente paciencia, para esperar a que Dios, le dé una salida, y cuando Dios vea su
fe, será agradable para Él, y Él le dará nuevas fuerzas, para continuar, hasta que el venga.

5. La distracción

También es de mencionar, que nuestro enemigo, el diablo, tiene otras fortalezas, como la
distracción. Quizás esta fortaleza, sea una de las que, menos inofensivas nos parecen, pues la
distracción misma, en si no es mala, si se usa sin exceso. Muchas veces, es bueno distraernos
un poco y sanamente, pero si abusamos de ella, puede tejerse, una trampa mortal.

Por ejemplo, si nos distraemos, de la voluntad de Dios, a causa de nuestro trabajo, o por
nuestra propia familia, dejando de lado a Dios, puede llevarnos, a cualquiera de los estados
anímicos, antes mencionados. La distracción, es otra de las fortalezas de satanás, ten cuidado.

Según la real academia española, distracción es: “Cosa que atrae la atención, apartándola de
aquello, a que está aplicada, y en especial un espectáculo o un juego, que sirve para el
descanso.” Una distracción, se puede aplicar, a una “falta de atención”, o “lo que atrae la
atención y lo aparta de algo”.

Satanás el diablo, con sus demonios, están todos los días, a cada hora, tratando de distraerte,
para que no busques a Dios, para que no lo puedas escuchar. El sistema del mundo, del cual
rige el maligno, está hecho, para que tú no busques, el rostro de Jesús.

En ciudades grandes, como Santiago de Chile, la gente, se levanta desde las 05:00 am.
Preparan a sus hijos, para llevarlos al colegio. Luego deben viajar, cerca de una hora o más,
para llegar a sus trabajos. Luego durante el día, solo tienen, una hora o dos, para almorzar y
descansar. Cuando salen de sus trabajos, ya está oscuro, y deben cruzar nuevamente Santiago,
para llegar, cerca de las 09:00 pm., a sus casas. Ahí verán a sus hijos, por unos minutos, si es
que ya, no se durmieron. Luego se pondrán a ver televisión, y se dormirán, y al otro día, todo
se volverá a repetir, de la misma manera. Y tiempo para buscar a Dios, no hay.

El problema no es el sistema, el problema, es la gente que se distrae, en cosas banales. “No


trabajan para vivir, sino que viven para trabajar”. Ellos consideran más importante, el éxito
económico y las cosas materiales, que buscar a Dios o estar junto a sus familias. Puedo
entender, que muchos piensen, que la única solución, para salir de la pobreza, es trabajar y
trabajar. Está bien, cuando hay necesidades básicas, que no se pueden atender, y eso se puede
hacer, durante un tiempo, pero no durante, toda la vida. El rey más sabio, que ha existido, lo
dijo:

“Todo tiene su momento; todo lo que sucede bajo el cielo ocurre de acuerdo a un plan. Hay un
tiempo para nacer y otro para morir; un tiempo para plantar y otro para arrancar las plantas.
Hay un tiempo para matar y otro para sanar; un tiempo para destruir y otro para construir.

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Hay un tiempo para llorar y otro para reír; un tiempo para estar triste y otro para bailar de
alegría. Hay un tiempo para esparcir piedras y otro para recogerlas; un tiempo para abrazarse
y otro para dejar de abrazarse. Hay un tiempo para buscar y otro para detener la búsqueda.
Hay un tiempo para guardar y otro para desechar. Hay un tiempo para rasgar y otro para
coser; un tiempo para guardar silencio y otro para hablar. Hay un tiempo para amar y otro
para odiar; un tiempo para la guerra y otro para la paz.” (Eclesiastés 3:1-8) (PDT)

No estoy diciendo, que no trabajen, no me malinterpreten, lo que estoy diciendo, es que sigan
trabajando, pues el trabajo, es algo que Dios no dio. Lo que estoy exponiendo, es que por
sobre todas las cosas, le puedan dar también, un tiempo a Dios, un tiempo para poder
escucharlo. Hay un tiempo para todo, como lo dice la Palabra de Dios, usted no puede ocupar,
todo su tiempo, para el trabajo.

“¿Qué provecho saca el trabajador de tanto trabajar? He visto todo el duro trabajo que Dios
dio a los seres humanos para mantenerlos ocupados. Todo sucede a su debido tiempo. Sin
embargo, Dios puso en la mente humana la habilidad de entender el paso del tiempo, aunque
nadie alcanza a comprender la obra de Dios desde el principio hasta el fin. Aprendí que lo mejor
que puede hacer la gente es ser feliz y disfrutar mientras viva, pues Dios quiere que todos
coman, beban y disfruten de su trabajo. La vida es un don de Dios.” (Eclesiastés 3:9-13) (PDT)

Usted está desperdiciando su vida, por el exceso de trabajo, está perdiendo su familia, su
felicidad, y todo lo que usted acumula, los disfrutará otro. Pero lo peor de todo, es que no está
buscando a Dios, se está perdiendo la oportunidad, de su salvación. Usted no puede escuchar
al Señor, porque su mente, está llena de trabajo, preocupaciones, actividades, planes,
reuniones.

Está pensando, en el partido del domingo, mirando su Smartphone, viendo la última serie de
netflix, o la novela de la tarde. ¿Cómo lo podrá escuchar?, si está todo el día, en Facebook,
chateando por Whatsaap, o navegando en internet. Cediendo a toda distracción, que se le
presente. Y no piense que soy legalista, las cosas antes mencionadas, no son malas en sí, lo
que digo, es que todo esto en “exceso”, es malo, porque se distrae y se olvida de Dios. Para
entender mejor este tema, leamos una parábola, que nuestro Señor Jesucristo enseño:

“«El sembrador salió a sembrar. Al esparcir las semillas, algunas cayeron en el camino. La
gente las pisaba y vinieron las aves del cielo y se las comieron. Otras semillas cayeron en
terreno pedregoso. Cuando crecieron las plantas, se secaron porque no tenían agua. Otras
cayeron entre espinos que crecieron con las plantas y las ahogaron. Otras semillas cayeron en
tierra buena. Las semillas crecieron y dieron fruto cien veces más de lo que se había
sembrado». Y dijo en alta voz: « ¡Oigan bien lo que les digo!»” (Lucas 8: 5-8) (PDT)

Muchos de lo que escucharon esta historia, no entendieron nada, ¿usted entendió? No se


preocupe, luego Jesús, explicó esta parábola:

“Esto es lo que quiere decir la historia: la semilla es el mensaje de Dios. Las que cayeron a un
lado del camino son como aquellos que oyen el mensaje, pero el diablo viene y se lo quita. Así
no pueden creer ni ser salvos. Las semillas que cayeron en las piedras son como aquellos que
oyen y aceptan el mensaje con alegría, pero no tienen raíces profundas. Creen por un tiempo,

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pero cuando las dificultades los ponen a prueba se dan por vencidos. Las semillas que cayeron
entre espinos son como aquellos que oyen el mensaje, pero yéndose dejan que las
preocupaciones, las riquezas y los placeres de esta vida los ahoguen, y no dan fruto. La semilla
que cayó en tierra buena son los que con corazón noble y bueno escuchan el mensaje. Lo
obedecen y con paciencia producen buena cosecha.” (Lucas 8: 11-15) (PDT)

Las personas, que se distraen fácilmente, son la semilla, que cayó entre los espinos, pudieron
crecer, pero se ahogaron, entre las preocupaciones, las riquezas y los placeres. Y por lo cual,
no dan fruto. ¿Y qué les pasa, a los que no dan frutos?

“Todo árbol que no dé fruto bueno, será cortado y echado al fuego.” (Mateo 7:19) (PDT)

¿Usted quiere ser echado al fuego, al infierno, solo por no ser avispado, solo porque se
distrajo? Entiéndalo, quien no sabe, para dónde va la micro, no va a ningún lado. Puedes ir y
venir, pero no llegas a ningún lado, sólo estás dando vueltas y vueltas. Si siempre, te
mantienes ocupado, pero realmente, no ves ningún progreso, en tus actividades, entonces no
habrá, ningún fruto en tu vida.

Usted debe darse el tiempo, para orar, para ayunar, para leer, comprender y poner en
práctica, la Palabra de Dios. La oración, debe ser la primera actividad del día. El estudio de la
Biblia, debe ser más importante, que leer el periódico, leer los mensajes de textos, o correos
electrónicos. Por no hacer esto, como prioridad, es que muchos cristianos hoy, solo tienen
pensamientos superficiales, y teniendo su pensamientos, pocos profundos, están siendo
conducidos, a una vida superficial.

Usted tiene que dejar de pensar, que la cantidad, es mejor que la calidad, que la virtud viene a
través, de la velocidad, la productividad y la eficiencia. Usted no es una máquina, Dios no lo
creó para eso. Deje de vivir, tan apresuradamente, aprenda a moverse lento nuevamente, con
cuidado, mire los árboles, respírelos. Usted tiene que volver a pensar, tiene que disciplinar su
mente, para que piense profundamente. Conquiste las distracciones, del día a día, para que
pueda vivir, con profundidad.

Ustedes pueden tomar, el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo, Él siempre estuvo ocupado, Él
iba de un pueblo a otro, las multitudes, estaban siempre sobre Él, pidiendo algún milagro, y
enseñando a sus discípulos. Pero el siempre, siempre buscó, el momento de estar, con su
Padre celestial, Él se retiraba, para estar a solas con Dios. Jesús no se distraía. Por eso Él, era el
Hijo, del cual su Padre, tenía complacencia.

Sea como Jesús y no como Eutico. ¿No sabe quién es Eutico?, se da cuenta, por eso usted,
debe dedicar más tiempo, a la Palabra del Señor. Eutico fue un joven, que estaba escuchando,
una predicación de Pablo, pero se distrajo, y calló desde el tercer piso, y murió:

“El domingo nos reunimos todos para comer la Cena del Señor. Pablo tenía pensado irse al día
siguiente. Él tomó la palabra y les habló hasta la media noche. Estábamos todos en el piso de
arriba y había muchas lámparas en el cuarto. Un joven llamado Eutico estaba sentado en una
ventana. Pablo hablaba y a Eutico le dio mucho sueño hasta que se quedó dormido y se cayó
por la ventana desde un tercer piso. Cuando fueron a levantarlo, ya estaba muerto. Pablo bajó
a donde estaba Eutico, se arrodilló, lo abrazó y les dijo: —No se preocupen, él está vivo. Pablo

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subió de nuevo, partió el pan y comió, siguió hablando hasta el amanecer y después se fue.
Llevaron vivo a Eutico a su casa y todos se animaron mucho.” (Hechos 20:7-12) (PDT)

Por misericordia de Dios, Eutico fue resucitado inmediatamente, pero si no se hubiera


distraído y dormido, nunca se hubiera caído, desde la altura y haber muerto. Somos muy
fáciles de distraer, por eso Dios tiene misericordia. Satanás, tiene muchas formas de
distraernos, y son incontables sus métodos, y quizás muchas veces usted, no se dará cuenta.
Pero siempre esté atento, que si hay algo, que lo esté apartando de orar, de leer la Biblia,
congregarse, o simplemente buscar a Dios. Es una distracción de satanás, y esa es un arma
muy útil, para el enemigo, que usted debe vencer.

“Sólo una cosa le pido al SEÑOR; esto es lo que más quiero: habitar en la casa del SEÑOR por el
resto de mi vida. Así podré disfrutar del placer de estar junto al SEÑOR y visitarlo en su
templo.” (Salmos 27:4) (PDT)

6. El doble animo

Cuantos han enfermado, por este virus, éste es una fortaleza, de satanás. Tú no puedes tener
dos almas, no puedes tener dos mentes, no puedes ser “a medias tintas”, porque no eres, ni
chicha ni limonada, satanás te va a aprisionar, porque no eres recto, delante de Dios:

“El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.” (Santiago 1:8) (RVR 1960)

La palabra de Dios, lo afirma y lo confirma, un hombre o una mujer, que es de doble ánimo,
que no tiene firmeza, en su carácter, es siempre inconstante, en todos sus caminos, en todas
las áreas y esferas de su vida; trabajo, estudios, familia, congregación, finanzas, etc. Nunca
termina nada, de lo que comienza. Y eso sucede, porque su entendimiento, aún no ha sido
renovado y transformado.

“para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina,
por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,”
(Efesios 4:14) (RVR 1960)

La Palabra de Dios, compara al hombre, de doble ánimo, como un viento, que es llevado de un
lugar a otro, sin poner resistencia, ya que el viento, no tiene decisión propia, y sus
movimientos, son manipulados por la fuerza y dirección del aire. De esa misma manera, las
personas de doble ánimo, no son dueños de sí mismos, sino que son llevados, de aquí para
allá, por las circunstancias, por los comentarios y sus emociones.

El hombre de doble ánimo, es muy manipulable, como lo dice la Biblia. Hace tiempo conocí
personalmente, a un pastor, con estas cualidades, él era llevado, por doquier viento de
doctrina; cuando estaba de moda, la secta del G12, él estaba ahí participando. Cuando llegó la
teología, de los siete montes, también estaba ahí. Cuando andaban, tirando sal a la tierra,
enterrando Biblias, en los cerros, él también estaba participando. Cuando había cualquier

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 39


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evento, él era el primero, en la fila. Cualquier doctrina nueva, o movimiento nuevo, que
aparecía, él estaba ahí, absorbiendo cuanta cantidad, de falsa doctrina llegaba.

Un hombre sin discernimiento, sin saber diferenciar, entre el bien y el mal. Un hombre, que
fue engañado muchas veces, por charlatanes, que venían a su iglesia, y después los recibía, en
su casa. Le robaron, le dañaron las ovejas, hacían lo que querían con él. Y esto pasaba, porque
se dejaba llevar, por todo viento de doctrina. El hombre, tenía un puesto de libros, en la feria,
y ni siquiera sabía, lo que vendía, pues vendía libros, de literatura satánica, como el
“necronomicon”. La última vez que lo vi, andaba ofreciendo licor, a la gente que asistía, a un
evento, de su congregación, en donde celebraban, las fiestas patrias. En vez de sacar, al
borracho de la perdición, estaba dando alcohol, a los sanos. Cada vez que leo, el texto de
Efesios 4:14, inmediatamente, y de forma automática, se me viene a la mente, el nombre de
este pastor.

Hubo otro caso que conocí, fue el de un hermano, de la congregación, que precisamente dejó
de congregarse, por su propio doble ánimo. Este hombre, era muy entusiasta, muy efusivo,
siempre estaba animando, a los hermanos, siempre proponía actividades; vamos para allá,
vamos para acá, hagamos esto, hagamos esto otro, hagamos campaña evangelista, hagamos
un evento de caridad, etc. El daba muchas buenas ideas, pero al momento de concretarse,
nunca aparecía. Tenía muy buenas ideas, pero nunca las realizaba. Era inconstante, hasta con
sus propias propuestas. Y eso ocurría, porque se entusiasmaba mucho, era llevado por sus
emociones, pero no tenía consistencia.

El hombre de doble ánimo, se ve claramente, porque siempre es llevado, por sus emociones, y
no tiene la firmeza, en la palabra de Dios. Aquel hombre, no podrá ingresar, al reino del Cielo,
porque comenzó su carrera, pero nunca la terminó. Y es eso, lo que busca satanás, que tú no
puedas terminar, lo que empezaste, que no puedas terminar tu carrera, como Pablo lo pudo
lograr:

“Se acerca el momento de mi muerte; mi vida ya se está ofreciendo como un sacrificio a Dios.
Me fue bien en la competencia: he peleado bien, he terminado la carrera y no he perdido la fe.”
(2 Timoteo 4:6-7) (PDT)

El apóstol sabía, que su muerte en este mundo, estaba por llegar, él estaba satisfecho, de
haber sido, un siervo para Jesucristo, él no fue un hombre, de doble ánimo, él fue
perseverante, el luchó, y aunque pasó por dificultades, dolores, aflicciones, etc. El siente, que
ha peleado bien, y lo que comenzó, lo pudo terminar. Pablo pudo terminar, la misión que Dios
le encomendó, y nunca perdió su fe. Y por eso, recibirá una corona, como muestra de la
aprobación, del Señor. Pablo fue un ganador, ¿lo serás tú también?

“Cuando hay una carrera, todos corren para ganar, pero sólo uno recibe el premio. Así que
corran para ganar. Todos los deportistas que compiten en la carrera tienen que entrenar con
disciplina. Lo hacen para poder recibir un premio que no dura. Pero nuestro premio dura para
siempre. Por eso yo no corro sin una meta ni peleo como los boxeadores que sólo dan golpes al
aire. Golpeo mi propio cuerpo, lo castigo para controlarlo, para así, no resultar yo mismo
descalificado ante Dios, después de haber anunciado la buena noticia de salvación a los
demás.” (1 Corintios 9: 24-27) (PDT)

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Que solo uno, recibe el premio, no significa, que solo Pablo, lo pudo alcanzar. Lo que significa,
es que todos nosotros, los hijos de Dios, que comenzamos esta carrera, también podemos
recibir este premio. Y nos dice, que si queremos ganar, debemos entrenar con disciplina, es
decir, que podamos tener firmeza, en nuestro carácter. Pablo dice, que debemos golpear
nuestros cuerpos, esto no significa que usted, deba de darse de latigazos, como lo hacen, los
católicos del “opus dei”. Lo que significa, es que usted, debe golpear, a sus deseos carnales y
pecaminosos, a su inconstancia, a su indecisión, etc. Para dar firmeza a su fe, para que sea
constante, y termine la carrera que comenzó. Porque si usted, no puede controlar su cuerpo,
por ser veleidoso, usted puede ser descalificado, por Dios, de esta carrera, y terminar en el
infierno, como un perdedor.

“Teme a Jehová, hijo mío, y al rey; No te entremetas con los veleidosos;”


(Proverbios 24:21) (RVR 1960)

En el libro de Proverbios, se encuentran, los mejores consejos, inspirados por Dios, y que buen
consejo es éste: “No te entremetas, con los veleidosos”. ¿Usted conoce esta palabra?, sino la
conoce no importa, ahora la vamos a estudiar. La palabra “veleidoso”, se refiere a una
persona, que es poco constante, en sus actos, gustos o ideas. Según la RAE, se refiere, a una
voluntad antojadiza o deseo vano. Inconstancia, ligereza. La persona veleidosa, es ante todo,
“De voluntad antojadiza”. Es decir, una persona veleidosa, es una persona de doble ánimo.

El buen consejo, dice que, no los entremetamos, con estas personas, que no participemos de
sus antojos, de sus deseos, de sus inconstancias, de sus ligerezas, de sus dobles ánimos. Una
persona veleidosa, es fácilmente llevada, por sus propios antojos, por sus placeres carnales. No
es movido por el Espíritu, sino por su carne, por lo que se le antoja. Solo le interesa, que su ego
sea satisfecho, y no tiene ningún temor a Dios, ni a la autoridad (Teme al Señor, hijo mío, y al
Rey). Por eso Dios los detesta, porque no obedecen, no son firmes, son caprichosos e
inconstantes.

El Señor, nuestro Dios, no va a usar a los veleidosos. Pues ellos, no respetan a nadie, todo lo
dejan para última hora, no tienen palabra, no concluyen nada, de lo que comenzaron. Su sí,
nunca es si, y su no, nunca es no. Solo viven de emociones, y cualquiera los puede influenciar.
Andan de acuerdo, a sus propios deseos, a sus caprichos y antojos, solo les importa saciar sus
placeres. Ahora me toca preguntar a usted, ¿se siente identificado?, ¿la Palabra de Dios, le
estará hablando a usted? Si es así, pues déjeme decirle, que hay una buena noticia, aún está a
tiempo de cambiar, aún está a tiempo, de que satanás, no le gane la carrera, y de que pueda
ser salvo:

“Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de
doble ánimo, purificad vuestros corazones.” (Santiago 4:8) (RVR 1960)

Que gran noticia, aún tiene una oportunidad. Dice la Palabra del Señor, que si usted se acerca
a Dios, Él se va a acercar a usted. Limpien sus manos, y purifiquen sus corazones. Usted debe
ser sano, del doble ánimo:

“Afortunado el que no sigue el consejo de los perversos, ni el ejemplo de los pecadores, ni se


une con los que andan burlándose de todo. Al contrario, le gusta la enseñanza del SEÑOR y la

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estudia día y noche. Será tan fuerte como un árbol plantado junto a corrientes de agua fresca
que da su fruto en el momento adecuado y al que nunca se le caen las hojas. Le irá bien en
todo lo que haga.” (Salmos 1:1-3) (PDT)

Usted debe alimentarse todos los días, de la Palabra del Señor. Ahí encontrará fortaleza, y su
ánimo será firme, y es más, todo lo que usted haga, prosperará. Sus hojas no van a caer,
porque será, como un árbol, que tiene constante alimento. El doble ánimo es una debilidad,
que se produce, por descuidar la fe. Usted debe permanecer firme:

“Por lo tanto, hermanos, permanezcan firmes y no dejen que nada los haga cambiar.
Dedíquense totalmente a trabajar para el Señor, bien saben que su trabajo no es en vano.”
(1 Corintios 15:58) (PDT)

Usted, debe cantar como los niños, de la escuela bíblica: “Yo no quiero ser un yoyo, un yoyo,
un yoyo. A veces arriba, a veces abajo, a veces a un lado y vuelvo a empezar. Yo quiero ser
como una flecha. Caminando siempre, por la senda estrecha. Por la mirada en Cristo. Y nunca
mirar hacia atrás”. Usted no debe ser, de esas personas de doble ánimo, que hoy piensa una
cosa y mañana piensan otra. Que hoy están arriba, y mañana están abajo. Que hoy hablan
como vencedores, y mañana como perdedores. Que hoy creen, y al otro día, dudan de lo que
creyeron, porque la inconstancia, la ambivalencia, controla totalmente sus vidas.

Sea firma en sus decisiones. Camine en fe y confiado en Dios. Esfuércese por lograr, lo que se
ha propuesto. Sea valiente. Recuerde, que todo lo puedes en Cristo, quien siempre te
fortalece. Pídale a Dios, que lo ayude, pues si no logra, dejar el doble ánimo, satanás lo va a
derrotar, y va a caer junto con él, en el infierno. Y lo más aterrador del infierno, no es la
ausencia de Dios, si no su presencia misma, manifestada en su ira. ¡Horrenda cosa, es caer en
las manos, del Dios vivo! (ver Hebreos 10:31). No espere, a que Jesucristo le diga:

“Sé todo lo que haces. No eres ni frío ni caliente. ¡Sería bueno que fueras lo uno o lo otro!
Como eres tibio, no frío ni caliente, te voy a escupir de mi boca.” (Apocalipsis 3:15-16) (PDT)

7. La deshonestidad

Son muchas, e innumerables las formas, en que satanás, usa esta arma, en contra de ti.
Muchos cristianos, piensan que hay mentiras, que son buenas y otras que son malas, creen
que existen, mentiras piadosas. Pero eso no es así, la mentira es mentira, y es una sola, esto es
ser deshonesto. Puedes creerte Robín Hood, robando a los ricos, para darlo a los pobres, y
piensas que está bien, pero el robo es robo, los pecados, no son justificables, por nuestras
excusas, no podemos ser deshonestos.

Hoy en día, por eso existen estafadores, y deshonestos en la Iglesia del Señor. Hay muchos
“sanadores por fe”, que no pueden hacer, lo que dicen. Y muchos liberales zalameros, que no
creen, en lo que dicen. Pero a pesar de ello, recaudan millones y millones en dinero. Ésta
también, es una fortaleza de satanás.

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La deshonestidad, es el antónimo, de la honestidad, es lo contrario. La honestidad, es la virtud


consistente, de decir la verdad, ser decente, recatado, razonable y justo. Y eso es, lo que
satanás, no quiere que tú seas, una persona honesta. El diablo, quiere arrastrarte a ti, para que
hagas lo mismo, que él.

“El SEÑOR detesta a los mentirosos, pero se alegra con los que dicen la verdad.”
(Proverbios 12:22) (PDT)

La Biblia nos muestra, la vida de un hombre deshonesto, llamado Acán, quizás para muchos
que no leen mucho, las Sagradas Escrituras, les sea un nombre, muy desconocido. A otros
quizás, que han visto, la serie bíblica “Josué y la tierra prometida”, que transmite Televisión
nacional de Chile (TVN), lo podrán identificar. Para quien no sabe, este hombre de la tribu de
Judá, en el tiempo de Josué, cuando Dios les entregó, la ciudad de Jericó. El Señor, les dijo a los
israelitas, que no tomaran el botín, que estaba consagrado, a la destrucción. Pero Acán, se
deslumbró, con un manto muy hermoso, que era de Babilonia, más una monedas de plata y
una barra de oro. Tomó parte del tesoro de Jericó, y lo ocultó, enterrándolo bajo su carpa. El
hombre fue deshonesto, un ladrón. Por lo cual Dios, se enojó contra Israel.

Producto de esta desobediencia, y muestra de deshonestidad, los israelitas, cuando fueron a


pelear, contra la ciudad de Hai, fueron derrotados por los cananeos. Y cuando Josué, le
pregunta a Dios, porque no le había dado la victoria, el Señor le responde:

“El SEÑOR le dijo a Josué: — ¡Levántate! ¿Por qué te postras así? Israel ha pecado y ha roto el
pacto que les ordené. Han tomado algunas de las cosas que les ordené destruir, han robado,
han mentido, y las han puesto entre sus pertenencias. Por eso los israelitas no son capaces de
enfrentar a sus enemigos, sino que huyen de ellos porque han actuado mal y han sido
condenados a la destrucción. Yo no voy a ayudarles más, a menos que destruyan todo lo que
les ordené que fuera destruido. Ve y purifica al pueblo. Diles que se purifiquen para mañana
porque yo, el SEÑOR Dios de Israel, digo: “Israel: hay entre sus pertenencias cosas que les
ordené destruir y en tanto no las quiten de entre ustedes no podrán hacer frente a sus
enemigos”. (Josué 7:10-13) (PDT)

Josué, por orden del Señor, hizo pasar a las tribus, por familias, hasta que logró, hacer confesar
a Acán, de su deshonestidad. Se encontró el tesoro y se lo presentaron al Señor. Luego Acán,
tuvo un final muy trágico:

“Luego Josué y los israelitas agarraron a Acán descendiente de Zera, con la plata, el abrigo, la
barra de oro, sus hijos, sus hijas, su ganado, su burro, sus ovejas y su carpa y todo lo que le
pertenecía. Lo llevaron al valle de Acor y Josué le dijo: — ¿Por qué nos trajiste la desgracia?
Hoy el SEÑOR te traerá la desgracia a ti. Entonces todos los israelitas los mataron a pedradas y
los quemaron.” (Josué 7:24-25) (PDT)

Acán por su deshonestidad, terminó muerto a pedradas, quemado junto a su familia, y todas
sus posesiones. Este hombre había visto, grandes milagros de Dios, vio abrirse el rio Jordán, en
dos, para que cruzaran los israelitas. Vio los muros, de la ciudad de Jericó, caerse a la séptima
vuelta. Y aun así, se dejó dominar por la avaricia, cayó en la tentación de robar plata, oro y

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una vestidura lujosa, que pertenecían, al botín de Jericó. Fue deshonesto, al ocultar el tesoro, y
Dios lo castigó.

“Luego Jesús les dijo: —Aléjense de toda avaricia porque la vida no depende del tener muchas
cosas.” (Lucas 12:15) (PDT)

La deshonestidad, es el pan diario, que come el mundo, en todo lugar, a donde usted valla,
existe la mentira, el engaño y la deshonestidad; la gente cobra en exceso, presumen de como
engañan a otros, se jactan de tener, todo de manera fácil, de mentir al sistema, etc. Y cuando
hay una persona honesta, se burlan de él. Como por ejemplo, de aquel caballero, que se
encontró botado en la calle, una billetera, con quinientos mil pesos, y por ser honesto, decidió
buscar a su dueño y devolverlo. Muchos dijeron: “que hombre más tonto, como no se dejó,
ese dinero para él”, “porque no le entregó, solo la billetera, el dinero se lo hubiera guardado”.
El mundo y satanás, quieren que tú y yo, reaccionemos de la misma forma, en que funcionan
ellos.

Hay personas, que no son cristianas, y son honestas, porque le enseñaron buenos valores, y lo
único, que les queda por hacer, es recibir a Jesucristo en su corazón. Usted debe saber, que
puede hacer lo bueno, pero sino tiene a Jesús, no podrá ser salvo. Usted puede ser honesto,
pero si Cristo, no es el Señor de su vida, todo es en vano. Solo será una buena persona, pero
no, una persona salvada del infierno. En el lago que arde con fuego y azufre, hay personas que
tuvieron buenas intenciones, o intentaron portarse bien, pero eso no basta, porque nadie
califica y se gana el cielo, con buenas obras, por eso todos nosotros, necesitamos ayuda
externa, ayuda de un Salvador sin pecado, y ese es Jesucristo.

“Ustedes fueron salvos gracias a la generosidad de Dios porque tuvieron fe. No se salvaron a sí
mismos, su salvación fue un regalo de Dios. La salvación no es algo que ustedes hayan
conseguido, pues nadie puede decir que se salvó a sí mismo.” (Efesios 2: 8-9) (PDT)

La deshonestidad, también existe, entre algunos “evangélicos”, y eso no ocurre, por falta de
buenos valores, sino porque, no tienen temor a Dios. El temor a Dios, no se trata, de un miedo
enfermizo, a un Dios vengativo, sino de una sana preocupación, por no desagradar, a nuestro
Padre celestial, es un respeto, a nuestro Señor y Dios. Es un temor, del cual, nos da la
sabiduría, como por ejemplo, ser honestos:

“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová…” (Proverbios 1:7) (RVR 1960)

A través de nuestra honestidad, también somos probados. Hace un tiempo, me tocó una
prueba de esas. Fue durante un tiempo, en que llevaba, una cesantía, de cerca de un año,
recién había encontrado trabajo, y como todos saben, el primer mes, no se cuenta aún, con
dinero, de una remuneración. En nuestra casa, había hambre, no había dinero, no tenía como
movilizarme, y estábamos algo enfermos. Como yo soy telemático de profesión, mi trabajo
consistía, en el área de seguridad informática y telecomunicaciones, por lo cual, debía hacer
mis tareas en ATM (cajeros automáticos), y Bóvedas de los bancos. Aquel día, me tocó revisar
una alarma, que estaba fallando, dentro de una bóveda.

Cada vez, que me tocaba trabajar, dentro de una bóveda de dinero, debía ser acompañado,
por un vigilante privado, para verificar mi trabajo, era parte del protocolo. Pero aquel día, el

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vigilante salió de urgencia, de la bóveda, y me dejó solo. A mi alrededor, solo había fajos y
fajos de dinero, y estaba solo, con una cámara de seguridad, que yo tenía acceso a manipular
(pues todo eso, era parte de mi trabajo). Junto conmigo, llevaba una mochila, donde cargaba
algunas herramientas, solo debía tirar la mano, y colocar dentro de mi mochila, algunos fajos
de dinero.

Ahí estaba satanás, hablándome a mi mente: “Has estado todo el día, con hambre y sed, estas
con fatiga y mareado. Tu esposa y tus hijos, se encuentran en la misma situación, y más
encima, todos están resfriados. La mascota no come, desde hace cuatro día. No tienes dinero,
y aun te queda, todo un mes. Debes pagar el arriendo de la casa, las cuentas mensuales, las
deudas que tienes. Aprovecha ahora, que salió el vigilante, ve y roba algo de dinero, para el
banco, solo será una migaja de pan, que se le quita. Nadie te ve, y después puedes borrar, la
memoria, de la cámara de seguridad. Si se dan cuenta, que falta dinero, puedes culpar al
vigilante, o puedes decir, que la alarma no tenía falla, que si, efectivamente habían robado.
Tienes todo el tiempo, el momento, y el control para tomar ese dinero, que tanto les falta. Esa
es su salvación, para ti, tu esposa, y tus hijos. Toma el dinero, incluso te alcanzará, para poder
ayudar a otros.”

Pero ahí también, estaba mi Señor, diciéndome:

“En fin, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, noble, correcto, puro, hermoso y
admirable. También piensen en lo que tiene alguna virtud, en lo que es digno de
reconocimiento. Mantengan su mente ocupada en eso.” (Filipenses 4:8) (PDT)

El temor al Señor mi Dios, recorrió todo mi ser, no solamente estaría robando y pecando, sino
que también, estaría obedeciendo al diablo, y no creyendo a la Palabra de Dios. Podría salvar
el día, quizás el mes, quizás incluso, podría haber comprado un auto, o una casa, pero todo
pecado tiene consecuencia, incluso pagar con la muerte (Ver Romanos 6:23). No solamente
podría caer en prisión, y perder mi trabajo. Sino que, nunca más, me volverían a contratar, el
buen testimonio, quedaría por el suelo. Mi vida como siervo de Dios, terminaría, y lo peor, es
que mi vida espiritual, moriría y terminaría, condenado al infierno.

Todo eso ocurrió, en fracción de segundos, pues la mente es demasiada rápida. Así que,
inmediatamente, salió el vigilante, de la bóveda de dinero, yo también lo hice. Salí al pasillo,
donde otra persona me viera, hasta que llegara, nuevamente el vigilante. Y así, terminé de
hacer mi trabajo, y sin tener la necesidad, de robar un solo peso. Al salir del banco, me llama
por celular, mi esposa, y me cuenta, que ya les había bajado la fiebre, que ella y nuestros hijos,
ya se encontraban sanos. Y además, me da la noticia, que su padre, le había depositado dinero,
con lo cual, ya habían comido, todos en la casa.

Mientras iba hablando por la calle, me encontré con un amigo, y éste me invito a comer, a un
restaurant. Cuando llegué a mi casa, revisé mi cuenta de Facebook, y tenía un mensaje, de un
hermano de España, al cual, no conocía personalmente, él me contó, que sintió de parte del
Señor, ayudarme económicamente. Mi hermano quien me pidió, que nunca diera su nombre,
me depositó, ciento sesenta mil pesos chilenos (300 dólares americanos aprox.) lo cual para
mí, era harto, pues me ayudó, para pagar el arriendo, de mi casa. Luego otro hermano
mexicano, desde Estado Unidos, hizo lo mismo, con una cantidad parecida. Gracias a Dios, ese

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mes, pude pagar todas las cuentas, y no faltó alimento, hasta el día de hoy. Lo bueno de ser
probados, es que cuando pasas el examen, el maestro te aprueba.

“El Señor ve a los que obran rectamente, y escucha sus oraciones; pero está en contra de los
que hacen el mal” (1 Pedro 3:12) (PDT)

Si se dio cuenta, lo que me hizo reaccionar, a la honestidad, fue la Palabra de Dios. Aquella
Palabra, que ya estaba dentro de mí. Mi conciencia, ya estaba educada, y eso se consigue
estudiando la Biblia, y esforzándose, por aplicar lo que dice:

“La palabra de Dios vive, es poderosa y es más cortante que cualquier espada de dos filos,
penetra tan profundo que divide el alma y el espíritu, las coyunturas y los huesos, y juzga los
pensamientos y sentimientos de nuestro corazón.” (Hebreo 4:12) (PDT)

En mi caso, la tentación entró por la necesidad, pero no siempre es así. Generalmente la


deshonestidad, ingresa por la ambición. Por el deseo, de tener siempre más y más, de no estar
conforme, con lo que se tiene, de no estar conforme, con lo que Dios nos da. El apóstol Pablo,
nos da este consejo:

“Es verdad que dedicarse a Dios es una manera de ganar mucho, pero en el sentido de vivir
contento cada uno con lo que tiene. Cuando llegamos al mundo, no traíamos nada y cuando
morimos no nos podemos llevar nada. Por eso, si tenemos alimentos y ropa, podemos darnos
por satisfechos.” (1 Timoteo 6: 6-8) (PDT)

Jesús mismo nos enseña, que Dios nos dará, todo lo que necesitemos, que no los
preocupemos, por lo que nos falte, Él tiene todo en control. Nos dice, que tengamos fe, en
Dios, que busquemos su reino y su justicia. Y parte de su justicia, es que seamos honestos:

“Por eso les digo: no se preocupen por la comida ni por la bebida que necesitan para vivir, ni
tampoco por la ropa que se van a poner. Ciertamente la vida es más que la comida y el cuerpo
más que la ropa. Miren a las aves del cielo, ellas no siembran ni cosechan ni tampoco guardan
nada en graneros. Sin embargo, su Padre que está en el cielo les da alimento. ¿No valen
ustedes mucho más que ellas? ¿Quién de ustedes, por más que se preocupe, va a añadir una
hora a su vida? » ¿Y por qué se preocupan por la ropa? Fíjense cómo crecen los lirios del
campo. Ellos no trabajan ni hilan para hacer su vestido. Sin embargo, les aseguro que ni
siquiera el rey Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. Así que, si Dios así viste a
todo lo que crece en el campo, que hoy tiene vida pero que mañana será quemado en un
horno, con mucha más razón cuidará de ustedes. ¡No sean gente de poca fe! Así que no se
preocupen ni digan: “¿Qué vamos a comer?” o “¿Qué vamos a beber?” o “¿Qué ropa vamos a
usar?” La gente que no conoce a Dios trata de conseguir esas cosas, pero ustedes tienen a su
Padre en el cielo que sabe que necesitan todo esto. Así que, primero busquen el reino de Dios y
su justicia, y se les dará todo lo que necesitan. No se preocupen por el día de mañana, porque
el mañana traerá sus propias preocupaciones. Cada día tiene ya sus propios problemas.
(Mateo 6:25-34) (PDT)

Nuestra honestidad, no solamente debe ir, por el lado económico, sino también por nuestras
propias vidas. Debemos ser santos y honestos, en toda nuestra forma de vivir, en todo lo que
hacemos. Recuerdan el caso de Acán, como terminó. ¿Se recuerdan? El terminó muerto, por

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su deshonestidad. Y si piensan, que eso, solo ocurrió, en el antiguo pacto, están muy
equivocados, pues esto también, ocurrió en el tiempo de la gracia, con Ananías y Safira:

“Había un hombre llamado Ananías, su esposa se llamaba Safira. Se puso de acuerdo con ella
para vender un terreno que tenían, pero entregó sólo una parte del dinero a los apóstoles y se
quedó con el resto. Su esposa sabía lo que había hecho. Entonces Pedro dijo: —Ananías, ¿por
qué permitiste que Satanás entrara en tu corazón? Mentiste y trataste de engañar al Espíritu
Santo. Vendiste el terreno, pero ¿por qué te quedaste con parte del dinero? El terreno era tuyo
antes de venderlo, pudiste haber dispuesto del dinero a tu gusto. ¿Por qué se te ocurrió eso?
¡Le mentiste a Dios, no a los hombres! Cuando Ananías escuchó esto, cayó muerto. Todos los
que supieron esto se asustaron mucho. Unos jóvenes vinieron y envolvieron su cuerpo, lo
sacaron y lo enterraron. Más o menos tres horas después, entró su esposa Safira, quien no
sabía lo que le había pasado a su marido. Pedro le preguntó: —Dime, ¿cuánto recibieron por la
venta del terreno? ¿Fue esta cantidad? Safira le respondió: —Sí, esa fue la cantidad que
recibimos por la venta del terreno. Pedro le preguntó: — ¿Por qué estuviste de acuerdo a la
hora de probar al Espíritu del Señor? ¡Escucha! ¿Puedes oír esos pasos? Los hombres que
acaban de enterrar a tu esposo están a la puerta y ahora van a hacer lo mismo contigo. De
inmediato Safira cayó muerta. Los jóvenes entraron y al darse cuenta de que estaba muerta, se
la llevaron y la enterraron al lado de su esposo. Toda la iglesia y los que supieron de esto,
sintieron muchísimo miedo.” (Hechos 5:1-10) (PDT)

Estos cristianos, vendieron un campo y llevaron, a los apóstoles, parte del dinero, afirmando
que era todo, lo que habían obtenido. ¿Por qué lo hicieron? Porque querían impresionar, a los
demás, con su generosidad. Pero sus intenciones, quedaron al descubierto, cuando el Espíritu
Santo, le reveló el engaño, al apóstol Pedro. Como castigo, el Señor los hirió de muerte, a
ambos. Ellos fueron deshonestos, querían dar una falsa impresión, a los demás hermanos.

¿Has querido tú, dar una falsa impresión, a tus hermanos? ¿Eres deshonesto? Ya lo sabe, si
cultivamos, un sano temor de Dios, educamos nuestra conciencia, en conformidad con los
principios bíblicos, y aprendemos, a estar satisfechos, con lo que tenemos, nos será más fácil,
llevar una vida de integridad, en este mundo corrupto. Y de este modo, estrecharemos nuestra
amistad con Dios. Usted debe decir, como el profeta Samuel:

“aquí me tienen. Si he hecho algo malo, acúsenme ante el SEÑOR y ante su rey elegido. ¿A
alguien le robé su buey o su asno? ¿A alguien le he hecho daño? ¿Alguna vez tomé dinero o un
par de zapatos para hacer algo malo? Si he hecho alguna de esas cosas, la corregiré.”
(1 Samuel 12:3) (PDT)

Así como el profeta, que en su jubilación, dice esto delante del pueblo, que lideró durante
cuarenta años, y les hace esta pregunta, probando su honestidad. Ellos contestaron: — ¡No!
Nunca nos hiciste nada malo; no nos engañaste, ni nos robaste. Cuando aquéllos, que mejor te
han conocido, durante cuatro décadas, pueden decir algo así, sobre ti, es que lo has hecho
bien. ¡Y eso es lo mejor, que se puede hacer!

“Hemos renunciado a hacer aquellas cosas vergonzosas que deben mantenerse en secreto. No
usamos ninguna clase de trucos ni alteramos el mensaje de Dios. Por el contrario, enseñamos

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la verdad abiertamente y así, a los ojos de Dios, nos mostramos a todos tal como somos.”
(2 Corintios 4:2) (PDT)

8. El engaño

Esta es una, de las principales armas, de satanás, para los días, en que estamos viviendo.
Existen muchas sectas extrañas, que engañan a la gente, “agregando”, a la Palabra de Dios. Le
agregan, lo que pueden imaginarse, desde unciones falsas; como la del chicle, la de comer
pasto, la de ungir escobas, etc. La lista es demasiada larga.

Y también están, esos otros, que le “quitan”, a Palabras de la Biblia. Como aquellos, falsos
apóstoles farsantes, que tergiversan, la Santa Palabra del Señor, quitándole y agregando,
palabras de brujería y ocultismo como, “yo decreto”, “yo ato”, “yo ordeno”, etc.

El engaño es: “inducir a alguien, a tener por cierto, aquello que no lo es. Dar a la mentira,
apariencia de verdad. Producir ilusión”. Existen diferentes tipos de engaños; engaños
amorosos, cuando la pareja es infiel. Engaño a los hijos, cuando les hacen creer, en santa claus.
Existen también, en el mundo político, cuando nos prometen cosas y no cumplen. O cuando un
mago, hace un truco, con una ilusión óptica, para entretenernos. Y aun otros, engañan al
enfermo, para evitar, que tome contacto, con una realidad dolorosa. Un engaño, por lo tanto,
supone una falta de verdad, en lo que se dice, hace o piensa. Es posible vincularlo, con la
mentira, las trampas o las artimañas.

De todos los engaños, en que el enemigo, nos puede hacer, hay uno sumamente peligroso. El
de inducir, a engañarnos a nosotros mismos. Tal cual lo leyó, engañarnos a nosotros mismos.
Muchas veces, somos engañados, por nuestros propios sentimientos, obedecemos los deseos
de nuestro corazón, pensando, que porque nuestro deseo es bueno, será así. Un consejo, que
siempre tomo, es: “no tomes ninguna decisión, mientras estés enojado, ni prometas algo,
cuando estés contento”.

Se ha dado cuenta, que casi siempre, que estamos enojados, es cuando más decisiones
tomamos, y no son decisiones buenas, pues hacemos lo primero, que se nos viene en mente.
Somos arrastrados por la rabia, y después tenemos, que andar arreglando todo. O también,
cuando estamos muy alegres, siempre comenzamos a prometer cosas, y cuando se nos pasa
esa felicidad, no queremos cumplir con lo prometido. Son cosas de las cuales, siempre nos
vamos a lamentar. El profeta Jeremías, también entendió, que nuestro propio corazón, nos
engaña, que no tiene remedio, y nadie lo logra comprender:

“No hay nada más engañoso que el corazón; no tiene remedio. ¿Quién lo entiende?”
(Jeremías 17:9) (PDT)

Solo Dios lo puede entender, Él conoce, hasta lo que se encuentra, en lo más profundo de
nuestro corazón. Nos podemos engañar, a nosotros mismos, pero jamás, podremos engañar al
Señor, Dios no puede ser burlado. Él lo ve todo, nunca te olvides de eso.

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“Yo, el SEÑOR, que examino los pensamientos y escudriño las intenciones del corazón; para
darle su merecido a cada uno, la cosecha de las acciones que sembró».” (Jeremías 17:10) (PDT)

Santiago también lo entendió, él dice, que lo malos deseos, vienen de nuestro corazón, viene
de nosotros mismos. El corazón cautivado, por satanás, puede ser seducido, presentando el
pecado, como algo atrayente e inofensivo:

“Uno es tentado cuando se deja llevar por un mal deseo que lo atrae y lo seduce.”
(Santiago 1:14) (PDT)

Para satanás, es una trampa muy fácil, que nos coloca, para él, es muy fácil, hacer que nos
engañemos a nosotros mismos. El diablo, nos va a tentar, nos va a seducir, a hacer lo malo,
pero sin que usted, se dé cuenta, que realmente estará haciendo lo malo. Lo hará engañarse, a
usted mismo, le colocará un dardo en su mente, le colocará este pensamiento: “Mi conciencia
me lo permite, así pues, ¿qué problema hay?”. Usted no se dejará guiar, por las Santas
Escrituras, sino que se dejará llevar, por su propia conciencia. Escuchará la palabra de Dios,
pero se dejará tomar, por su propia conciencia:

“Pero no es suficiente con sólo oír el mensaje de Dios. Hay que obedecerlo. Si sólo lo oyen, sin
hacer lo que dice, se están engañando a sí mismos.” (Santiago 1:22) (PDT)

Cuando nos guiamos, por nuestra propia conciencia, y decimos creer en Dios, solo somos
religiosos. Pues no obedecemos, el mensaje de Dios, a pesar de haberlo escuchado. Somos
como el que va, a congregarse, canta con la Iglesia, ora en público, y le encantan las
ceremonias. Pero luego en su casa, habla garabatos, y maldice con su boca:

“Si alguien se cree religioso pero no controla sus palabras, se engaña a sí mismo y su religión
no vale nada.” (Santiago 1:26) (PDT)

En la Biblia, tenemos muchos casos así, pero nos vamos a centrar, en uno en particular, para
poder explicar y comprender este tema, con más claridad. Me refiero a Saulo de Tarso, quien
más tarde, sería conocido, como el Apóstol Pablo.

“Saulo seguía amenazando y promoviendo actos de violencia y muerte contra los seguidores
del Señor. Entonces fue al sumo sacerdote y le pidió cartas de autorización para las sinagogas
de Damasco. Si Saulo encontraba a algún seguidor del Camino, hombre o mujer, lo podía
arrestar y llevar preso a Jerusalén.” (Hechos 9:1-2) (PDT)

Saulo antes de llegar, a ser cristiano, fue uno de los principales perseguidores, de la Iglesia, del
Señor. El persiguió con violencia y muerte, a los discípulos de Jesús. ¿Lo movió Dios, a hacer
esto? Por supuesto que no, pero él así lo creía. Saulo de dejó llevar, por los deseos de su
corazón, su conciencia le decía, que esta era la voluntad de Dios, se engañaba así mismo.

¿Le estará llegando esta Palabra, a su vida?, ¿se siente identificado con Saulo? La conciencia
humana, no siempre es confiable, por eso, si usted no obedece, a la Palabra de Dios, y se deja
llevar por los deseos, de su corazón, eso no garantiza que este bien. Pues su conciencia, debe
estar saludable y debidamente educada, por la Palabra de Dios, para que constituya, una guía

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segura a su vida. Usted no puede seguir, en una ignorancia bíblica, usted debe creer. Como
dijo el Apóstol Pablo:

“Antes, yo hablaba en contra de Cristo y lo perseguía con violencia, pero Dios tuvo misericordia
de mí porque en ese tiempo yo no sabía lo que hacía, pues no era creyente.”
(1 Timoteo 1:13) (PDT)

Para que nuestra conciencia, esté saludable, y para que no, nos engañemos a nosotros
mismos, debemos examinarnos, con oración. Debemos pedir a Dios, que nos examine, nuestro
corazón, nuestros pensamientos, nuestras emociones. Con el fin, de sacar a satanás, de
nuestro corazón y probar, si nuestra fe es verdadera:

“SEÑOR, examina mis sentimientos y pon a prueba mis pensamientos más profundos a fin de
quitar la impureza de mi corazón.” (Salmos 26:2) (PDT)

“Examínense a ustedes mismos y pónganse a prueba para ver si están firmes en su fe. De
seguro ustedes saben que Jesucristo vive en ustedes a menos que no pasen la prueba.”
(2 Corintios 13:5) (PDT)

Cuando seamos examinados, debemos hacernos un autoanálisis, debemos ser honestos, con
nosotros mismos, no mentirnos. Pues Dios, conoce cada pensamiento, que usted piensa. Si
está mal, lo que está haciendo, y lo reconoce, pidiendo perdón. Dios lo irá librando, de cada
impureza, y puede abrirnos los ojos, a la necesidad, de hacer algunos cambios, en nuestros
caminos, o decisiones.

Las Escrituras, revelan las normas objetivas de Dios, por las cuales, podemos examinar
nuestras acciones, pensamientos y hasta los motivos, para determinar, si están de acuerdo,
con la justicia. Es por esta razón, que el Señor, nos da una Biblia grande. Dios nos ha dado
detalles claros, y una comprensión, de la manera, que Él quiere que vivamos. No se confunda,
Tenemos que examinarnos, a nosotros mismos, a la luz de la Palabra de Dios. Y determinar, si
estamos viviendo, como Él desea. Y este examen, no es sólo en general, sino en gran detalle.
Cada área de nuestras vidas, se da especial atención, en las Escrituras, para que podamos vivir
con seguridad, ante nuestro Señor.

Muchas veces, cuando nos auto examinamos, este suele ser subjetivo. Por eso también, es
importante, escuchar lo que otros hermanos en la fe, puedan decir de usted. Por supuesto, no
cualquier persona, sino cristianos maduros, con experiencia, y espiritualmente equilibrados:

“Recuerden esto, estimados hermanos: estén más dispuestos a escuchar que a hablar...”
(Santiago 1:19) (PDT)

Es importante también aclarar, que el escuchar a otros hermanos, solo le ayudará, en este
autoexamen. Recuerde, que el único, que puede examinarnos es Dios. Incluso, el mismo
Apóstol Pablo, cuando en la Iglesia de Corinto, se examinaban y criticaban. Pablo les contesta:

“Me tiene sin cuidado que me juzguen ustedes o un tribunal humano. Ni siquiera yo mismo me
juzgo. Hasta donde yo sé, no he hecho nada malo, pero no por eso soy inocente. El Señor es
quien me juzga. Por eso les aconsejo que no juzguen antes de tiempo. Esperen a que el Señor

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venga. Él iluminará todo lo que está en la oscuridad y descubrirá las intenciones del corazón. En
ese momento, Dios dará a cada uno la alabanza que se merezca.” (1 Corintios 4:3-5) (PDT)

La conciencia de Pablo, estaba sana, limpia, y clara. El creía vivir, una vida conforme, a la
voluntad de Dios. Pero el juez no es su conciencia, ni su evaluación personal, sino Dios mismo.
Pues el examen del corazón, le pertenece solo al Señor. Él dice, que no ve, como el hombre ve,
pues el hombre mira, la apariencia exterior, pero el Señor mira el corazón (ver 1 Samuel 16:7).
Cuando Cristo vuelva, Él sacará todo a luz, y descubrirá, las intenciones del corazón. Usted no
engañe a nadie, pues seguirá auto engañándose, porque el que engaña, también será
engañado:

“pero los perversos y los engañadores irán de mal en peor, engañarán y serán engañados.”
(2 Timoteo 3:13) (PDT)

Para vencer a satanás, en el área del engaño, usted debe tomar la siguiente actitud; Persistir
en la verdad de las Escrituras (ver 2 Timoteo 3:14-17). Desechar la mentira y el engaño
(ver 1 Pedro 2:1-2). Seguir el ejemplo de Cristo (ver 1 Pedro 2:21-23). Confiar en todo tiempo,
en la bondad del Señor (ver Isaías 53: 9-10).

10. La Torpeza

El libro de Hebreos, no se conoce a ciencia cierta, quien lo escribió, ni a quien iba dirigida, esta
carta. Pero si se sabe mucho, de la condición espiritual, de sus lectores. En una palabra, ellos
sufrían de “torpeza”. El autor les recordó, la falta de maestros bíblicos sólidos, en su grupo,
para frenar, la ola de iniquidad y apostasía generalizada, aun en esa época.

Hoy en día, cuantas iglesias, están formadas por pastores, que se autoproclamaron pastor, y
que nadie, los colocó ahí. Hombres indoctos, que solo traen música y entretención, para
formar una iglesia. Que no tienen idea, de la enseñanza Bíblica. Y que solo, engendran una
iglesia, analfabeta, ignorante, liviana y carnal. Pero el autor de Hebreos, concluyó que
sencillamente, estos hombres no debían y no podían ser utilizados:

“Ya es hora de que sean maestros, pero todavía necesitan a alguien que les explique lo más
elemental de las enseñanzas de Dios. Todavía necesitan las enseñanzas que son como leche,
pues no están listos para la comida sólida. El que se alimenta con leche todavía es un bebé y no
sabe cómo reconocer el bien. La comida sólida es para los que han crecido espiritualmente y
para aquellos que por la práctica han aprendido la diferencia entre lo bueno y lo malo.”
(Hebreos 5:12-14) (PDT)

Esta torpeza, también estaba infectando, a la Iglesia de Corinto. Esto es lo que nos dice Pablo:

“Hermanos, antes no les podía hablar como a gente espiritual, sino como a los que todavía no
han crecido espiritualmente, es decir, como a bebés en Cristo. Las enseñanzas que les di fueron
como leche porque todavía no podían comer nada sólido. Y aún no están listos para comerlo,
pues todavía no siguen al Espíritu. Aún hay envidias y peleas entre ustedes, ¿no demuestra eso

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que todavía no han crecido espiritualmente y que actúan como cualquier otro del mundo?”
(1 Corintios 3:1-3) (PDT)

Pablo, no le estaba hablando, a hermanos recién convertidos, sino a hermanos, que ya


llevaban muchos años, de haber conocido el evangelio. Esto nos demuestra, que a un cristiano
maduro, no lo hacen, la cantidad de años, en que se congrega, sino al que sigue, al Espíritu de
Dios.

Puede ser un anciano, de setenta años, haber estado toda su vida, dentro de la congregación,
pero si nunca siguió, al Espíritu Santo, es solamente un bebe. En cambio, puede llegar un
joven, e inmediatamente, se entrega en las manos de Dios, le busca ardientemente y sigue al
Espíritu, éste se convertirá rápidamente, en un cristiano maduro. Los años, no hacen al
cristiano maduro. Y esa inmadurez, que presentan muchos creyentes, provoca una torpeza,
que es, aprovechada por satanás.

“casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas
difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras
Escrituras, para su propia perdición.” (2 Pedro 3: 16) (RVR 1960)

Acá vemos al Apóstol Pedro, predicando a la Iglesia, del día de la llegada de Dios, y de la forma
en que debemos vivir, esperando esa esperanza. También dice, que lo mismo, habla el Apóstol
Pablo en sus cartas, con la sabiduría que Dios le dio. Y el mismo Pedro dice, que a veces había
cosas difíciles de entender (Cosas que solo el espiritual, puede entender). Que los indoctos e
inconstantes tuercen, es decir, que los ignorantes y los débiles en la fe, cambian el significado
de las enseñanzas de Pablo, y de las otras Escrituras, causando así, su propia destrucción.

Ese es el peligro, que trae la torpeza, que como son inmaduros, interpretan la Palabra de Dios,
a su antojo. Interpretaciones que no se ajustan a la verdad, que les extraen doctrinas y
enseñanzas, que les traerá perdición a ellos, y a los que les escuchan. Por eso es que, cuando el
Espíritu Santo, inspira los requisitos, para el obispado, dice que no debe ser un neófito, o un
ignorante, para que no se enorgullezca, y no caiga en la misma condenación, en que cayó el
diablo:

“no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo.”


(1 Timoteo 3:6) (RVR 1960)

Esto tampoco quiere decir, que usted debe ser, un erudito Bíblico, que ostenta grados
académicos, en doctorado y teología. Porque entre ellos, existen rivalidades y diferencias de
opinión, con relación a un número importante, de pasajes bíblicos difíciles. Y teniendo tanto
estudio, tampoco lo pueden entender. Por eso vuelvo a repetir, que a un cristiano maduro, no
lo hacen los años. Ahora debo añadir; tampoco sus estudios. Y esto también, produce una
torpeza.

No estoy en contra, de los pastores que estudian, en institutos bíblicos, pues creo que es
bueno, que se capaciten y perfeccionen. De hecho, personalmente, en mi ciudad, conozco un
pastor que estudió, y es un muy buen pastor, y los frutos del Espíritu, son evidentes en él. E
incluso, más que cualquier otro pastor, que haya conocido. Favor no me malinterpreten, la
idea que quiero exponer.

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El problema de la torpeza, es que existen muchos pastores, que se hacen pastores así mismo,
que nadie los llamó, que ni siquiera Dios mismo, los llamó al pastorado. Que se colocan así
mismo, con la intención de tener, una posición jerárquica, o simplemente para ganar dinero.
Algunos se hacen pastor, para ser alguien en la vida. Otros, porque es el camino más fácil, para
no hacer nada, y vivir a costilla de otros, etc. Son muchos los motivos, para querer ser un
pastor, cuando no fue llamado por Dios. Aquellos, suelen ser muy legalistas, liberales e
ignorantes bíblicamente, y solo les interesa, el número de las ovejas.

“Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento…” (Oseas 4:6) (RVR 1960)

También está el otro pastor, el asalariado, que es aquel, que viene de alguna familia
evangélica, que por generaciones, han sido pastores de profesión. Que tampoco han sido
llamado por Dios, pero él puede entrar, a un instituto bíblico, estudia, se titula de pastor y
tiene su credencial. Este tiene mucho conocimiento, pero carece de amor por las ovejas, y esa
es una sabiduría, que solo la puede dar, el Espíritu Santo. Hombres que saben mucho, pero a la
misma vez, no saben nada.

“Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad.”


(2 Timoteo 3:7) (RVR 1960)

Usted, puede preguntar, ¿pero, cuál es el pastor que Dios llamó? El pastor que fue llamado,
directamente por Dios, es aquel, que tuvo una experiencia real, con Dios. Es aquel, que es
atribulado por el mundo, aquel que huele a pastor, aquel que siente amor, por las ovejas de su
Señor. Aquel pastor, que Dios mismo llamó desde lejos y capacitó, aquel que no necesitó ir, a
un Instituto Bíblico, para aprender de Su Palabra, aquel que es como Jesús:

“Había pasado la mitad de la fiesta cuando Jesús fue al área del templo y comenzó a enseñar.
Los líderes judíos estaban sorprendidos y decían: «Este hombre nunca ha estudiado, ¿cómo es
que sabe tanto?” (Juan 7:14-15) (PDT)

Esa enseñanza no es humana, esa enseñanza venía de Dios. Y es así, como debemos recibirla.
En los tiempos de Jesús, siempre existieron escuelas, para entregar el conocimiento religioso o
filosófico, tales como, las escuelas rabínicas. Pero Jesús, nunca asistió a una de ellas, al
contrario, Él obtuvo su educación, directamente de las fuentes, indicadas por el cielo; del
trabajo útil, del estudio de las Escrituras y la naturaleza, y de las vicisitudes de la vida, que
constituyen los libros de Dios. Llenos de instrucción, para todos los que los buscan, con manos
dispuestas, ojos abiertos y corazón comprensivo.

En su niñez, juventud y virilidad, Jesús estudió las Escrituras. En su infancia, su madre le enseñó
diariamente, conocimientos obtenidos, de los pergaminos de los profetas. Los discípulos de
Jesús, tampoco asistieron a un instituto bíblico:

“Jesús andaba por toda la región de Galilea, enseñando en las sinagogas y anunciando el
mensaje de las buenas noticias del reino. Iba entre la gente sanando toda enfermedad y
dolencia.” (Mateo 4:23) (PDT)

Aquí está Jesús con sus discípulos, recorriendo toda la región, y dictando conferencias en las
sinagogas. Fijémonos, que no está enseñando a los discípulos. Ellos simplemente lo

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acompañan y observan todo. Pero Jesús, no solamente predicaba. También sanaba a toda la
gente, de sus enfermedades. Nótese, que aunque Jesús, usaba las sinagogas, para anunciar su
reino, no solía quedarse en ellas. A menudo, se iba al campo. Pero la gente quería oír más, y lo
seguía. Este Maestro, no era como los otros, que se paraban en las sinagogas, y daban
discursos eruditos. Es decir, Jesús se acercó, al nivel de la gente. No les habló, estando de pie,
imponiendo su autoridad, y demandando su atención. Se sentó “entre ellos” (ver Mateo 5:1-3)

“Cuando Jesús terminó de decir esto, la gente se admiraba de su enseñanza, porque él les
enseñaba como alguien que tiene autoridad y no como los maestros de la ley.”
(Mateo 7:28-29) (PDT)

¿Qué significa esto? ¿En qué sentido, se notó la autoridad de Cristo, que hasta las multitudes
se asombraban? La manera acostumbrada, que usaban los maestros de la ley, consistía en
acudir a los padres, los antepasados, a Moisés. Aquí y en otros pasajes similares, Jesús se burla
de las autoridades, en quienes tanto, confiaban los judíos. El pueblo pudo reconocer, el
sentido de sus Palabras, y hacían el contraste, con las palabras vacías e ilógicas, de los
maestros o profesores de la ley. Por eso decían, que Jesús enseñaba con autoridad, como
alguien que sabe, de lo que está diciendo.

“En ese momento, Jesús, lleno de alegría del Espíritu Santo, dijo: «Te alabo Padre, Señor del
cielo y de la tierra porque has escondido estas cosas de los sabios y entendidos, y se las has
revelado a estos que son como niños. Sí Padre, porque así te agradó.” (Lucas 10:21) (PDT)

Jesús, no fue a un instituto bíblico, para ejercer su ministerio, porque cuando tu llamado, es
real y verdadero, Dios mismo te enseñará, el Espíritu Santo, te dirá, lo que debes hablar, en su
momento. Porque la sabiduría viene de Dios, y no de los hombres. No es malo que estudies, en
un instituto, puedes hacerlo, pero mucho mejor, es dejar, que Dios mismo te enseñe, es
glorioso, es algo sobrenatural, es eso lo que Dios, quiere contigo.

“Jesús les contestó: —Ustedes están equivocados porque no saben lo que dicen las Escrituras ni
conocen el poder de Dios.” (Mateo 22:29) (PDT)

Esa es la forma, de vencer la torpeza, y la ignorancia. Dejarse enseñar por Dios, y eso lo
conseguiremos, teniendo comunión con Él. Mediante su intimidad con Jesucristo, por medio
de la oración, y la lectura de la Palabra de Dios. Si usted quiere sabiduría, no pague para
obtenerla, pídasela a Dios, y Él se la dará:

“Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará. Dios es generoso y nos
da todo con agrado. Pero debe pedirle a Dios con fe, sin dudar nada…” (Santiago 1:5-6) (PDT)

11. La demora

Esta arma del diablo, es la que más ha utilizado, para condenar almas al infierno, más que
cualquier otra. Muchos hombres, tienen la intención de salvarse, a las ocho de la noche, pero
murieron a las seis de la tardes, y no alcanzaron a salvarse.

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Hombres y mujeres, que están constantemente, aplazando su salvación, pero Dios nunca
prometió, salvarte mañana. Él prometió salvarte hoy, porque mañana, puede ser muy tarde.
Tanto Santiago, como el autor de Hebreos, advierten de este peligro:

“Entonces Dios planeó otro día aparte, un nuevo «hoy» y habló de ese día mucho tiempo
después, por medio de David en el texto ya mencionado: «Si escuchan hoy la voz de Dios, no se
opongan como antes». Porque si Josué les hubiera dado el reposo que Dios prometió, el texto
no habría hablado de otro «hoy». (Hebreos 4:7-8) (PDT)

“Oigan ustedes, los que dicen: «Hoy o mañana viajaremos a esta u otra ciudad y estaremos allí
un año, y haremos negocios y ganaremos mucho dinero». Ustedes ni siquiera saben qué va a
pasar con su vida el día de mañana, porque ustedes son como vapor que aparece sólo por un
momento y después desaparece. Por el contrario, siempre deberían decir: «Si el Señor quiere,
viviremos y haremos esto o aquello».” (Santiago 4: 13-15) (PDT)

Nadie sabe, el día de mañana, nadie conoce, su futuro personal, nadie sabe, el día en que
morirá. Esas cosas, solo las conoce Dios, pero tú no. Sería muy fácil, saber que moriré el día
sábado, entonces podría dar rienda suelta, a todos los pecados, y llegando el día viernes,
arrepentirme y pedir perdón, y ya el sábado, a la hora de mi muerte, estaría salvo. Esa es una
utopía, eso no existe, y muchos creen que sí. Pues muchos, que han pensado en esta fantasía,
han salido de los brazos del Señor, y han caminado, a los deseos del mundo. Se han dicho, así
mismo, que dentro de un tiempo, volverán al Señor. Pero resulta, que la muerte, los alcanzó
primero, y no alcanzaron a volver a Dios.

Santiago, nos está diciendo, que en nuestros planes, siempre debe estar Dios presente. Porque
en cada decisión, debe estar el Señor. A menudo, nos proyectamos a largo plazo, ya sea temas
de trabajos, de estudios, amorosos, o simplemente compromisos. Tenemos nuestro diagrama
bien definido, calculando, y previendo contratiempos, imprevistos, de modo que todo salga
bien. Para algunos, Dios es una variable más, dentro de su agenda de proyectos, y para otros,
ni siquiera figura. Algunos, anteponen la conocida frase, a sus dichos: "Si Dios quiere", pero
solo por superstición, ya que si estuviesen interesados, en que Dios, guiara sus vidas,
demostrarían otra actitud, en todos sus hechos, hacia ÉL.

La Biblia, nos da dos pensamientos, a tener en cuenta, ante nuestros proyectos de vida: "Si el
Señor quisiere, y si viviéremos". Si el "Señor quisiere", expresa que conocemos a Dios, y que
ponemos nuestra vida, en sus manos, para que Él nos guíe. "Si viviéremos", expresa la idea,
que somos conscientes, que "es Dios quien nos da vida." Pero, para poder tener, estos dos
pensamientos presentes, debiéramos anticipadamente, haber reconocido a Dios, como el
dueño, de nuestras vidas.

Cuando reconoces a Cristo, como tu Salvador, Él pasa a ser, lo más importante en tu vida, y
toda ella, empieza a girar alrededor de Él. Aquellos que han creído en Jesús, tienen proyectos,
que van más allá, de los planes de esta tierra, tienen "un tesoro", que no está guardado en los
bancos, ni en las cajas fuertes, sino en los Cielos. Aquellos que han creído en Jesús, tienen
proyectos de vida eterna, son solo peregrinos en este mundo, están de paso, sabiendo que les
espera, una patria mejor.

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Usted, que siempre está proyectando su vida. ¿Ya habrá proyectado su muerte?, y no se lo
pregunto, para ofrecer un cajón, o un servicio fúnebre. ¿Usted habrá pensado en la muerte, y
que hay después de ella? Usted se ha proyectado en esta vida, pero no se ha proyectado, para
la otra. No lo ha hecho, porque siempre está pensando, que eso lo hará después, nunca tiene
el tiempo. Quizás usted, quien lee, es una persona joven, y dirá: “yo soy demasiado joven,
para pensar en Dios." Déjeme decirle, que su edad, no es una excusa, para no servir a Dios. Y
no crea, que solamente, esto le sucede a usted, esto también le sucedió, al profeta Jeremías:

“Entonces yo le respondí: «Pero Señor DIOS, yo soy muy joven y no sé hablar en público». Y el
SEÑOR me dijo: «No digas que sólo eres un joven, porque irás a donde yo te envíe y dirás todo
lo que yo te ordene. No le temas a la gente, porque yo estaré protegiéndote. Es la decisión del
SEÑOR»” (Jeremías 1:6-8) (PDT)

Cuando Jeremías, pone su edad como excusa, Dios no le dice: “Oh lo siento, me equivoque de
persona, bueno entonces nos veremos, en unos diez años más”. Entiendo que tu edad, es muy
complicada, eres demasiado grande, para ser tratado como un bebé, y demasiado pequeño,
para ser tratado como un adulto. Muchos jóvenes, fueron usados por Dios; José de Egipto, el
niño Samuel, el pastorcito David, La criada de la mujer de Naamán, El joven rey Josías, Daniel
en Babilonia, Timoteo el pastor, entre otros. Dios sabe dónde estás, y Él va a encargarse, de
hablarte, de cualquier forma posible. Tú solo escúchalo y síguelo.

“Porque Dios dice: «Te escuché en el momento preciso y te ayudé cuando llegó el día de
salvación». ¡Escuchen! Este es el momento preciso. Hoy es el día de salvación.”
(2 Corintios 6:2) (PDT)

Hoy es el día para tu alma, no esperes otro, hazlo hoy. Así como este joven, muchos colocan
como excusa su edad, su tiempo, su estado emocional, o su estado físico, para pensar y buscar
a Dios. Jesús nos enseñó esto, en una de sus parábolas:

“Jesús comenzó a hablarle a la gente una vez más por medio de historias. Les dijo: «El reino de
Dios es como un rey que ofreció una boda para su hijo. El rey envió a sus siervos para que les
dijeran a los invitados que vinieran, pero los invitados no querían ir. Envió otra vez a otros
siervos y les dijo: “Díganles a los invitados que todo está listo, que se mataron las reses y los
animales engordados. Todo está preparado. ¡Que vengan a la boda!” Pero los invitados no
hicieron caso. Uno se fue a trabajar en su tierra, otro se fue a sus negocios y otros ataron a los
siervos del rey, los torturaron y los mataron. El rey se enfureció, envió a sus soldados y ellos
mataron a los asesinos y quemaron su ciudad. Entonces el rey les dijo a sus siervos: “La boda
está lista, pero los que se invitaron no la merecían. Vayan, pues, a las esquinas de las calles e
inviten a todo el que encuentren para que venga”. Los siervos salieron a los caminos. Reunieron
a todos los que pudieron encontrar sin importar que fueran buenos o malos y el salón se llenó
de invitados.” (Mateo 22: 1-10) (PDT)

Cuando el rey hizo la invitación, los invitados se excusaron, de que tenían que trabajar, o ver
sus negocios, incluso otros, asesinaron a los siervos, que llevaban la invitación. ¿Eres tú, uno
de estos?, que estas esperando, ¿que el rey envié a sus soldados, para que maten tu alma y
destruyan tu ciudad?

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Tú no puedes decir: “soy demasiado joven, para pensar en Dios”. O si estés, demasiado viejo
digas: “ Estoy demasiado cansado, para pensar en Dios ". O si solo piensas en tu novia, digas:
“Estoy demasiado feliz, para pensar en Dios." O si estas, todo el día trabajando, digas: “Estoy
demasiado ocupado, para pensar en Dios". No hay excusa, para no buscar a Dios, Él es quien te
da el aliento de vida, quien te permite respirar. Si crees, que tienes demasiado dinero y poder,
y digas: “Soy demasiado autosuficiente, para pensar en Dios." Entonces escucha, esta otra
parábola, que dijo Jesús:

“Entonces les contó una historia: «Un hombre rico tenía un terreno que produjo una cosecha
muy buena. Él pensó: “¿Qué hago ahora que no tengo donde guardar la cosecha?” Entonces se
dijo: “Esto es lo que voy a hacer: tumbaré todos mis graneros y los haré más grandes. Así podré
guardar allí toda mi cosecha y todo lo demás. Me diré a mí mismo: Tienes bastante acumulado
para muchos años. Entonces tómalo con calma, come, bebe y diviértete”. Pero Dios le dijo:
“Tonto, esta noche morirás, y entonces ¿quién se quedará con todo lo que guardaste?”
(Lucas 12: 16-20) (PDT)

No esperes, a que sea demasiado tarde, para pensar en Dios, tú puedes tener mucho dinero,
pero con eso, no puedes comprar tu vida. No seas tonto. Si en este momento mueres, vas a
pasar al juicio de Dios (ver Hebreos 9:27). Y cuando Jesucristo te llame, vas a salir de tu
sepulcro. Si hiciste el bien, vivirás para siempre, al lado de Dios. Pero si hiciste el mal, serás
condenado al infierno, por toda la eternidad:

“No se sorprendan por esto, porque llegará también el momento en que los muertos que están
en los sepulcros van a escuchar la voz del Hijo del hombre y saldrán de sus sepulcros. Los que
hicieron el bien se levantarán para vivir para siempre, pero los que hicieron el mal se
levantarán para ser condenados.” (Juan 5:28-29) (PDT)

Y aunque tu pienses, que el cielo y el infierno, están acá en la tierra. Allá te darás cuenta, que
tus pensamientos, no son los de Dios. Te darás cuenta, que estabas equivocado, y que ahora,
eres llevado al juicio, frente al trono de Dios. Ahí se abrirán todos los libros, incluyendo el libro
de la vida:

“Vi enfrente del trono a los muertos, grandes y pequeños. El libro de la vida estaba abierto
junto con otros libros. Los muertos fueron juzgados por sus obras, las cuales estaban escritas
en los libros.” (Apocalipsis 20:12) (PDT)

Abrirán los libros, y examinarán, todo lo que has hecho. Toda tu vida saldrá a la luz, porque no
hay nada oculto, que no haya de ser manifestado; ni secreto, que no haya de ser descubierto
(ver Marcos 4:22). Tus pensamientos más ocultos, los actos malos, que tu pensaste, que nadie
los vio, todo eso será revelado. Todos esos chistes groseros, que hablaste, todos esos
garabatos, que pronunciaste, de todo eso deberás dar explicación, por cada una, de las
palabras inútiles, que usted dijo (ver Mateo 12:36).

No tendrás excusa, de decir que nadie te aviso, pues en este mismo momento, estas siendo
avisado, mediante este libro. Dios te ha dado, muchas oportunidades, y de hecho, más de una
vez, los hijos de Dios, te han hablado, has escuchado sus predicaciones, has estado con la
Iglesia del Señor, has participado de sus reuniones.

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Pero nunca pusiste atención, siempre estabas impaciente, por la hora, por querer irte pronto.
No tendrás excusa, Dios no puede ser burlado, cada uno siembra, lo que cosecha
(ver Gálatas 6:7). Luego abrirán el libro de la vida, el Dios poderoso, preguntará por tu nombre,
y el ángel del Señor, le dirá: “Señor, el nombre de él, “no está aquí”, entonces el Altísimo dirá:

“…Aléjense de mí, malditos. Váyanse al fuego eterno que está preparado para el diablo y sus
ángeles.” (Mateo 25:41) (PDT)

“El que no tenía su nombre escrito en el libro de la vida era arrojado al lago de fuego.”
(Apocalipsis 20:15) (PDT)

Y entonces, serás lanzado al infierno, serás castigado eternamente (ver Mateo 25: 46). Allí no
habrá fiestas, ni seguirás pecando, como te gusta hacer. Ese es un lugar de sufrimiento, de
dolor, que no parará jamás. Mientras tu cuerpo, se quema a cada instante, tendrás un gusano,
que siempre estará, comiendo tus carnes. El humo, que sale de tu piel, mientras te quemas, no
va a parar, por lo siglos de los siglos. Vas a querer morir, pero no podrás. Vas a tener sed, y
nunca vas a encontrar, una sola gota de agua, que te alivie.

Vas a pedir socorro, pero nadie te va a ayudar, en ese lugar todo es lamento, lloros y gritos.
Vas a querer pedir perdón a Dios, pero Él no te va a escuchar, porque Él ya te dio la
oportunidad. Él no se puede retractar de su juicio, porque Dios, no es un hombre, para que
pueda mentir, ni es hijo de un hombre, para que cambie de opinión (ver Números 23:19). Dios
no miente, y no lo va a hacer, para sacarte del infierno, estaría en contra de su propia ley. No
pienses que habrá salvación, mientras ya estés en el infierno, eso es imposible.

No te angusties, “aún hay tiempo”, pero ese tiempo es ahora, en este momento. Ahora mismo,
si crees lo que dice la Biblia. Y reconoces que eres un pecador, que estás perdido, que estás
destinado a este lugar de tormento. Arrepiéntete, de todos los pecados que has cometido,
confiésalo a Dios, reconócete que has vivido, de una mala forma, y Dios te perdonará. Entrega
tu vida a Jesucristo, cambia tu forma de vivir. Reconoce que Jesús murió en la cruz, por tus
pecados, y recíbelo como tu Salvador, tu Dios, y tu Señor. Ahora, vive una vida, como Dios
quiere que tú vivas. Y cuando llegue el momento, de tu muerte, serás estimado, ante los ojos
de tu Creador (ver Salmos 116:15). Y cuando llegues, a la presencia de Jesucristo, te dirá:

“…Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de
tu señor.” (Mateo 25:21) (RVR 1960)

“Pero, así está escrito: «Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado y nadie ha imaginado
lo que Dios tiene preparado para aquellos que lo aman».” (1 Corintios 2:9) (PDT)

Recuerda, que mientras tengamos vida, en esta tierra, Jesús tiene los brazos abiertos, para
recibir a todos; sean ladrones, homicidas, prostitutas, homosexuales, mentirosos, etc., para
recibir la misericordia y el perdón de Dios. Pero cuando se acabe el tiempo, ya no habrá
misericordia. Quizás tú digas: “eso lo vengo escuchando desde que era un niño, y aun no lo
veo, han pasado más de dos mil años, y Jesús todavía no vuelve”.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 58


59

Debes tener en cuenta, que Dios en su grande amor, tiene paciencia, porque no quiere, que tú
te pierdas en el infierno. Y te está dando, un poco más de tiempo, para que cambies, tu forma
de vivir, y dejes el pecado:

“No es que el Señor se tarde en cumplir lo que prometió como piensa la gente. Lo que pasa es
que Dios es paciente porque no quiere que nadie sea destruido sino que todos cambien su vida
y dejen de pecar.” (2 Pedro 3:9) (PDT)

Recuerda, cuando se acabe el tiempo, muchos pedirán misericordia, pero no se les oirá:

“Alguien le dijo: — ¿Señor, son pocos los que se salvarán? Él respondió: —Esfuércense por
entrar por la puerta angosta, pues les aseguro que mucha gente tratará de entrar pero no
podrá. Supongan que el dueño de una casa ya ha cerrado la puerta, y ustedes se quedan afuera
llamando, y entonces dicen: “Señor, ¡ábrenos la puerta!” pero él les responde: “No sé de dónde
son ustedes.” (Lucas 13:23-25) (PDT)

¡Vamos, no pierdas más el tiempo!, ¡Recibe a Cristo, ahora que hay tiempo, antes que sea
demasiado tarde!

“Busquen al SEÑOR mientras haya oportunidad de encontrarlo; llámenlo mientras esté cerca.”
(Isaías 55:6) (PDT)

12. La discordia

Hay muchas más Iglesias bíblicas, que se han dividido, por la “disposición”, que por la
“posición”. Esto significa, que muchas Iglesias locales, generalmente se dividen, debido a la
discordia y no a la doctrina. No falta el alborotador, que anda con el chisme, a flor de labios,
haciendo preguntas, y suscitando dudas, en la mente de la gente, dudas que de otra forma, no
hubieran surgido. Con cuanta eficacia, satanás utiliza esta arma:

“El SEÑOR odia seis cosas; mejor dicho, hay siete que él detesta: los ojos orgullosos, la lengua
mentirosa, las manos que matan gente inocente, el corazón que planea hacer el mal, los pies
que corren a hacer maldades, el falso testigo que dice mentiras y el que causa problemas entre
hermanos.” (Proverbios 6:16-19) (PDT)

Este pasaje, claramente está hablando, de los que provocan discordia. Está hablando, del que
causa división y problemas, entre los hijos de Dios, a través de mentiras, a través de planes
malvados, a través de falsos testigos. A estos hombres orgullosos, altivos. Dios los aborrece.
Porque matan, a la gente inocente.

Cuantas congregaciones, se han dividido, por estos siervos de satanás, cuantas personas, han
caído de nuevo al barro, por causa de estos. Personas, que ya estaban firmes en su fe, pero
que estos sembradores de discordia, terminan alejando a la hermandad.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 59


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A modo personal, he visto esto, y lo voy a poner como ejemplo, para poder explicar esta arma
de satanás. Por supuesto, en este ejemplo, no voy a dar nombres, ya que gracias a Dios, fue un
problema, que ya está resuelto, y que ya está en el pasado. Espero que la siguiente narración,
les pueda dar claridad, para que esto, no se vuelva a repetir, y para que sepan, cómo vencer al
enemigo, en esta área:

“Cuando llegué a la Iglesia, cometí un grave error, pensé que en la Iglesia (congregación), solo
había personas buenas, personas que nunca me dañarían. Yo venía, de un mundo sumamente
malvado, lleno de drogas, alcohol y pecaminosidad. Un mundo cruel, donde el más fuerte
sobrevive, donde si le das la oportunidad, a alguien para derrotarte, lo va a hacer.

En el mundo, conocí personas muy malas, y cuando llegué a la Iglesia, pensé que eso
cambiaría, que ya no me encontraría, personas malvada. Pero me equivoqué, y si es cierto,
que en la Iglesia, hay muchas personas buenas, aunque para Dios, nadie es bueno
(ver Lucas 18:19). También me encontré, con personas muy malas, tan malas, que la gente del
mundo, se ve buena, al lado de ellos. Imagínese que yo, en el mundo provenía del satanismo, y
estos que conocí, dentro de la congregación, eran peores, que los mismos satanistas.

Después con los años, y mediante la Palabra de Dios, pude entender, que esto es normal. Pues
el enemigo, satanás el diablo, a donde más, va a atacar, va a ser a la Iglesia. Todos sus
esfuerzos, están para destruir, a la Iglesia del Señor, aunque nunca lo logrará
(ver Mateo 16:18). Satanás no se esfuerza mucho, por atacar al mundo, pues el mundo, ya está
bajo su poder (ver 1 juan 5:19). Por lo cual, va a atacar a la Iglesia, desde afuera, y también
desde adentro. Por eso no se sorprendan, si el enemigo utiliza siervos suyos, para tratar de
destruir a la Iglesia.

Cuando conocí, a mi Señor Jesucristo, me congregué en la “Iglesia la luz” (nombre ficticio, que
usaré, a modo de ejemplo), esta era una Iglesia del Señor, una Iglesia con presencia de Dios,
que comenzó con mucha gente, con un avivamiento en la ciudad, y era tanta la gente, que
llegaba, que tuvieron que abrir, muchos lugares más, para que la gente, se reuniera. Y en uno
de esos lugares que abrieron, fue a donde llegué. El pastor de aquel lugar, es un muy buen
pastor, hasta el día de hoy. Por modo de ejemplo, lo llamaré “blanco 1”. Blanco 1, es el pastor
que siempre, ha estado conmigo.

La congregación tenía un esquema, y una Iglesia principal (estoy hablando, en forma


denominacional), en aquella casa central, había un pastor, quien era el presidente de la
denominación, al cual llamaremos; “negro 2”. Este presidente, era elegido cada año, por
votación de todos los hermanos. Como la congregación había crecido, se habían abierto seis
lugares, cada una con un pastor.

Esta era una Iglesia, de sana doctrina en un principio, pero al abrir otros lugares y expandirse,
cada vez más, el maligno tampoco se quedó quieto. Fue así, como colocó, uno de sus siervos,
en la congregación, a este hijo del diablo, lo llamaremos “negro 1”. Este seudo pastor,
comenzó a influenciar mucho, a “negro 2”, ya que este era, de muy poco discernimiento. A
través de esta mala influencia, la Iglesia comenzó a desviarse de la verdad, y seguir otros
vientos de doctrina.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 60


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Por causa, de las falsas doctrinas, que predicaba “negro 1”, la congregación estaba dividida.
Llegó el día, de elegir presidente, en la congregación. Por una parte, estaba de candidato
“negro 2”, lo apoyaba “negro 1”. Y por otra parte, estaba de candidato “blanco 1”, lo apoyaban
“blanco 2”, “negro 3”, y “negro 4”. En esa elección “blanco 1”, ganó por mucha mayoría, a lo
cual después, hubo una polémica, porque la mayoría, de los que votaron, eran hermanos
nuevos, y no les quisieron reconocer su derecho, como hermanos de la congregación. Por lo
cual, dejaron nuevamente a “negro 2”, como presidente de la denominación. Fue algo muy
injusto, pero “blanco 1” estaba tranquilo, no era algo que él buscaba, pero los hermanos, así lo
querían.

Después de eso, la iglesia marchó normal, pero con el correr del tiempo, ya se notaba mucho,
como se estaban, desviando de la verdad, “negro 1”, y “negro 2”. Durante ese año, hubo
muchas diferencias de doctrinas, incluso en ese tiempo, yo creé, mi primer estudio bíblico.
Este estudio, trataba sobre cómo el mundo, ingresaba a la Iglesia, y como la música del
mundo, dañaba a la juventud, de la cual yo era parte. Les entregué ese estudio, a todos los
pastores, pero solo unos pocos, lo recibieron con agrado, los otros se burlaban.

Había pasado un año. Ya faltaban, unas pocas semanas, para la nueva elección, para la
presidencia de la congregación, ya todos los hermanos, estaban inscritos para votar. Y todo
apuntaba, que el nuevo presidente, iba a ser “blanco 1”, todos estábamos contento, porque
volvería la sana doctrina, a la congregación.

De pronto “negro 1”, mostró su verdadera cara, con un plan perverso y satánico. Levantó una
calumnia contra “blanco 2”, quien era el pastor, del pueblo de Paipote (Q.D.E.P.), él era uno de
los pastores, que más apoyaban a “blanco 1”. Lo hostigaron al punto, que “blanco 2”,
renunció a la congregación. Unos días después, “negro 1”, anduvo casa por casa, recolectando
firmas (según él, para confirmar la asistencia, a una reunión extraordinaria), a lo cual, con mi
esposa, no quisimos firmar. El Espíritu del Señor, nos estaba avisando de algo, sentimos la
maldad, detrás de este hombre.

Cuando llegó el día de la reunión, estaba toda la congregación presente, y “negro 1”, anuncio y
acusó, que “blanco 1”, había caído en adulterio, muchos años atrás, con una hermana de la
Iglesia. Todos quedamos en silencio, y sorprendidos. Luego sacó una lista, la cual, habían
firmado todos, como confirmación de la reunión. Pero este hombre, la utilizó para decir, que
todos estábamos de acuerdo, para que pusieran en disciplina, a “blanco 1”. Por lo cual, el
pastor, no podía postularse, para presidente en la congregación. Según “negro 1”, las firmas
decían eso.

Todos quedamos atónitos, nadie sabía, lo que estaba pasando, luego juzgaron en privado, al
pastor “blanco 1”, en una silla de los acusados. “blanco 1”, al igual que Jesús, no abrió su boca.
Creo que tiene que haberse sentido, muy desilusionado, con todos sus amigos, que lo estaban
acusando injustamente. Y sobre todo, con testigos falsos, el dolor que sintió, debe haber sido
muy grande. La esposa de “blanco 1”, siempre estuvo a su lado, una esposa conoce a su
marido. Y las ovejas, conocen la voz del pastor.

Ningún pastor quiso dar un castigo (por el peso de conciencia), así que llamaron, a un pastor
de otra congregación, al pastor “rojo 1”” (un pastor de mal testimonio, que lo han visto

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 61


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borracho en el suelo). Este pastor le impuso la disciplina, el castigo era, que “blanco 1” y su
esposa, no podían pisar jamás, la iglesia local, que el pastoreaba. Que ningún hermano, podría
visitarlo, y que no podían pastorear jamás, y que solo tal vez, algún día, volverían como
hermanos. La disciplina impuesta, ni siquiera era bíblica, no era una disciplina, era un castigo,
no se pensaba en ninguna restauración. Lo único que querían, era desplazarlo hacia al lado,
para que no tomara ningún cargo, y menos el de presidente, de la congregación.

Con mi esposa, seguimos en la Iglesia, nosotros vivíamos dentro de la Iglesia, que pastoreaba
“blanco 1”, como “guarda templo”. Habíamos construido, un departamento, con nuestro
propio dinero, que levantamos, con nuestro propio esfuerzo. Un día, llegó el pastor “negro 3”
(Pastor de la misma congregación, pero ubicado en otra población), junto a su esposa.
Llegaron a nuestro departamento, a tomar té y conversar, sobre lo sucedido. “negro 3”
comenzó a llorar, y nos dijo, que todo esto, había sido un complot, para sacar a “blanco 1”, de
la congregación. Nos dijo que “blanco 1”, jamás había cometido adulterio, que todo era una
mentira.

Con mi esposa, nos hicimos cargo de la iglesia local, para que no se terminara la obra, del
Señor, para que las ovejas, no se dispersaran. Ya que a “blanco 1”, y su esposa, estaban
constantemente vigilados, para que ningún hermano, se acercara a ellos. Hasta que un día,
llegó “negro 1” con “negro 2”, con todos sus matones, a “echarnos”, de nuestro propio
departamento, nos tiraron a la calle, con todas nuestras cosas, y nuestra bebe, de solo meses
de vida. No tuvieron misericordia, ni por una bebe, pues no teníamos a donde ir.

Fue muy doloroso, antes veía, que en la Iglesia, todos eran buenos, ese día me convencí, que
en la Iglesia, también existen personas muy malas, que no son cristianos verdaderos. Nos
dijeron, que nos iban a devolver, todo el dinero, que habíamos invertido, en el departamento
(cosa que nunca sucedió, hasta el día de hoy, jamás nos han devuelto, un solo peso, ellos nos
“robaron”).

Acudimos, a los otros pastores, pero todos, nos dieron vuelta la espalda, incluso el pastor, que
día antes, nos había dicho, que todo era un complot (negro 3). Luego “negro 1”, fue a la radio
corporación, habló y acusó en vivo, que “blanco 1”, había caído en adulterio. Ya no se
conformaban con castigarlos, ahora le estaban ensuciando su imagen, querían desprestigiarlo,
querían destruirlo. Con mi esposa, no aguantamos más, y convencimos a “blanco 1”, para que
renunciara a la congregación.

Cuando “blanco 1” renunció a la congregación, “toda la iglesia local”, también lo hizo. Todos
los hermanos, se salieron de la “Iglesia la luz”, y no quedó nadie ahí. La iglesia local, en la que
nos congregábamos, quedó vacía (las ovejas conocen a su pastor). A “blanco 1”, lo
comenzaron a llamar, de varias ciudades, para que se hiciera cargo, de las iglesias que tenían,
de todas partes lo querían. Le llegaron varias invitaciones, para que pudiera participar, en otras
denominaciones. Pero el pastor “blanco 1”, dijo que él no tenía, por qué arrancar a otra
ciudad, si él no había hecho nada malo.

Luego los hermanos, que antes asistían a la “Iglesia la luz”, le dijeron al pastor, que
siguiéramos con la Iglesia. Fue así, como una nueva denominación buscó a “blanco 1”, y lo
integró como Pastor. A los pocos días, teníamos un nuevo lugar, en donde congregarnos, Dios

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 62


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nos abrió todas las puertas. Cuando fuimos a comprar el terreno, en el cual estamos ahora,
“negro 2” trató de ofrecer más dinero, por el lugar (como medio de persecución, ellos no
querían, que abriéramos ninguna obra), pero gracias a Dios, finalmente, nos vendieron a
nosotros el terreno, por menos dinero.

Luego “iglesia la luz”, trató de abrir nuevamente, el lugar, donde nos congregábamos antes, y
en donde, me robaron, mi departamento. Pero nunca pudieron abrir (hasta el día de hoy), así
que pusieron en arriendo, el lugar. Cuando el obispo, de nuestra congregación (actual), se
enteró del arriendo, le ofreció a “negro 2”, arrendar el lugar (ya que teníamos varios
hermanos, cerca del lugar, y queríamos abrir, un segundo espacio). Pero cuando “negro 2”, se
enteró, que este obispo apoyaba a “blanco 1”, lo subió y bajó a “garabatos”. Lo agredió, en
forma verbal.

Con el correr del tiempo, nosotros seguimos, predicando la sana doctrina. “iglesia la luz”, trajo
el G12 a nuestra ciudad, y varias iglesias, se sumaron a ellos. Luego siguieron, a la falsa
doctrina de los 7 montes, y predicaron muchas otras herejías. Asumió como presidente el
seudo pastor “negro 1”, luego andaban por las calles, tirando sal a la pachamama, con rituales
de brujería, y simbolismos medio raros, comenzaron a seguir, a la bruja Ana Méndez. Después
de tantas atrocidades que hacían, la gente comenzó, a abandonar la congregación. Y así los
pastores “negro 3”, y “negro 4”, también “renunciaron”, a “iglesia la luz”. Cuando estos
pastores renunciaron, fueron a nuestra congregación, y pidieron públicamente “perdón”, a
“blanco1”, por todas las mentiras, que se dijeron, y por todo el daño que hicieron. A lo cual
“Blanco 1” los perdonó. Después de muchos años, la verdad salió a la luz y triunfó.

De seis iglesias, que se habían creado, en “iglesia la luz”, ahora solo quedaban dos. Pero hace
unos meses, “negro 1”, también renunció a “Iglesia la luz”, y se creó su propia iglesia,
actualmente, es la secta más falsa, que existe en la ciudad. En ese lugar, se predican todas las
herejías de modas, ahí está la apostasía, a la vanguardia. Cuando el pastor “negro 2” quedó
solo, en “iglesia la luz”, fue a la casa del Pastor “blanco 1”, y también le pidió perdón. Al final,
todos se dieron cuenta, de la maldad de “negro 1”, y de la discordia que produjo.”

Satanás no los pudo vencer, pero si logró dividir. Una congregación usada por Dios, en donde
los milagros, se veían a diario, en donde se predicaba sana doctrina, en donde el Espíritu Santo
se manifestaba, en donde cada día llegaban más y más, a los pies de Cristo. Una Iglesia que era
ejemplar. Fue separada, por un solo hombre, un siervo de satanás, que solo buscaba el poder
humano, que traía falsas doctrinas, que engañaba, que hacia dudar, que traía discordia, que
era cruel, frio y calculador. Un hombre que menciona Proverbios 6:16-19.

Ahora cabe preguntarnos, ¿esta división fue para bien? Creo que para los que aman a Dios,
todas las cosas le ayudan a bien (ver Romanos 8:28). Sea cual sea el mal, que satanás nos
quiera hacer, Dios puede revertir ese mal, y convertirlo en bien. En mi caso, tal vez, nunca me
hubiera dedicado a escribir, a investigar, a leer más mi Biblia. Negro 1, siempre me ha servido,
como un conejillo de indias, pues como él, siempre está a la moda, en las herejías y las falsas
doctrinas. Solo me basta ver, en que está. Por ejemplo, si el habla de algún libro que
recomienda, o hace mención, a algún libro, en sus redes sociales. Lo más posible, es que sea
una falsedad o algo turbio.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 63


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Por ejemplo, él hablaba de un libro, que se llama; “La Antorcha y la Espada”, escrito por el
falso profeta, Rick Joyner. Entonces ahí, ya tengo un material de estudio, porque sé que
satanás está detrás de eso. De un hombre malvado, no puede venir algo bueno. De una misma
fuente, no puede brotar, agua dulce, y agua amarga. Es obvio, que nada de lo que dice, este
hombre, es verdad.

Me encuentro que, Rick Joyner, llamado profeta internacional, es miembro, de la ultra católica
y esotérica “Orden de los Caballeros de Malta”, y es uno de los principales exponentes, del
dominionismo. Encontramos en este libro; Gnosticismo, Nueva era, Esoterismo, Ocultismo,
etc. y esto, es lo que se está predicando, en la mayoría de "iglesias evangélicas", que
lamentable es ver, como aun los pastores, están tragándose, todas estas mentiras demoníacas,
que tienen como propósito, destruir el cuerpo de Cristo. Pero ese tema, es para otro libro, no
entraré en detalles, es solo un ejemplo.

A los que amamos a Dios, todas las cosas nos ayudan a bien. Pero a los que se dejaron
engañar, caen en destrucción. A muchos de mis amigos, que conocieron a Cristo, en el mismo
tiempo que yo. Este lobo, les presentó, un evangelio liviano y mundano, su fin, fue que se
salieron de los caminos del Señor, y volvieron, a sus antiguas vidas, vidas destruidas por el
enemigo. Que cayeron, a un estado peor, del que estaban antes. Eso me apena mucho, pero
cada quien elige, a quien oír. La congregación fue disuelta, su membresía fue diezmada. Y este
lobo, sigue predicando su veneno, haciendo reuniones, en costosos hoteles, embaucando a la
gente. Hoy es miembro, de la asociación de pastores, de la ciudad, y aún sigue provocando
divisiones, y esparciendo su veneno, de discordia.

“El que comienza la discordia es como quien suelta las aguas; Deja, pues, la contienda, antes
que se enrede.” (Proverbios 17:14) (RVR 1960)

Estos siervos del diablo, nunca lanzarán la discordia, en forma abierta o directa. Siempre
lo hacen, por debajo del agua, sin que nadie, los vea. Ellos visitan, o se acercan, a otras
personas. Empiezan a preguntar sutilmente, que piensa sobre esto, o aquello, una
vez sondeado el terreno, empiezan a criticar, sobre las decisiones que se tomaron, o
sobre las políticas establecidas. Empiezan a influenciar a otros, al grado de hacerlos
cambiar de opinión. La Biblia los presenta de la siguiente forma:

“El perverso y despreciable anda siempre diciendo mentiras; guiña los ojos, hace señas con los
pies y señala con los dedos. Todo el tiempo está planeando hacer el mal y arma líos en todas
partes.” (Proverbios 6:12-14) (PDT)

Quizá hayan observado, que tienen estas características: son perversos, nada de lo que
hacen y dicen, es para hacer el bien, siempre están guiñando el ojo. Pues a unas
personas, les dicen una cosa, y a otras les dicen, que son mentiras. Apuntan con su
dedo índice, hablan con los pies, pues siempre están zapateando, o con tics nerviosos.
Siempre están pensando, en cómo hacer, para dividir, a un grupo familiar, o en el
trabajo, o Iglesia. No le gusta ver personas unidas, y para esto, usa su arma mortal,
“sembrar discordia”, esto lo hace con mucho agrado, pues como es cobarde, no saca
la cara, sino que lo hace, por detrás, y por medio de otras personas. Cuando nos
encontramos con esta clase de gente, lo mejor es evitarlos, no juntarse con ellos.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 64


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En este momento, quizás el diablo, le pueda estar susurrando al oído, que lo que escribo, es
una contienda. Y es cierto, estoy contendiendo, pero no de la manera, en que él la presenta.
Pues la contienda, de un hijo de Dios, no es para provocar una discordia, sino para sacar las
impurezas, del cuerpo de Cristo:

“Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me
ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido
una vez dada a los santos.” (Judas 1:3) (RVR 1960)

La inspiración de Judas, tenía la intención, de escribir acerca de la “común salvación”. Pero a


causa, de la presencia de falsos maestros, exhortó a contender, ardientemente por la fe. A
contender, en contra, de estos sembradores de discordia, porque la corrupción doctrinal,
puede hacer, que uno pierda la salvación (ver Gálatas 5: 1-4, Colosenses 2: 7-9). Este tipo de
contienda, es permitida, cuando es en contra, del padre de las mentiras, en contra de estos
hijos de satanás, tal como lo dice, el versículo siguiente:

“Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido
destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de
nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.”
(Judas 1:4) (RVR 1960)

Ahora, la pregunta es ¿Cómo podemos vencer a satanás, en esta área? Lo primero que
debemos entender, es que la discordia, de estos hombres, no se puede vencer. Como lo dice el
versículo anterior, estos hombres, ya están destinados a la condenación. Ellos conocen la
Palabra de Dios, pero su sabiduría, ya está corrompida. La luz no les puede alumbrar, ellos ya
se entregaron a la oscuridad. Por ellos, solo podemos pedir, misericordia a Dios, para Dios
nada es imposible.

Pero en donde quiero enfocarme, es en usted, para que usted, pueda vencer a satanás. Usted
lo puede hacer. Esta guerra es personal, a diario yo la lucho, y usted también. La Biblia, nos da
una pauta, con la cual podremos salir, en victoria:

“Recuerda siempre a todos que deben someterse a los gobernantes y autoridades. Diles que
obedezcan y siempre estén listos para hacer el bien, que no hablen mal de nadie, vivan en paz
con los demás, sean comprensivos y traten a todos con amabilidad.” (Tito 3:1-2) (PDT)

Haciendo este consejo, que el Apóstol Pablo, le dio a Tito, podemos vencer a satanás, en el
área de la discordia. Las ovejas del Señor, debemos ser obedientes y sumisas; debemos
cumplir, con lo que se nos manda. debemos reconocer autoridad, ya sea en el hogar,
en el trabajo, en el colegio, en el gobierno, o en la Iglesia. Debemos acatar las órdenes, de
nuestros superiores. En lugar, de estar sembrando discordia, debemos escuchar y
obedecer, no escuchar y murmurar.

Debemos estar siempre dispuestos, a hacer lo bueno. No hablar mal de nadie. Debemos ser
respetuosos, humildes, y siempre buscando la paz. Aunque siempre es mejor, estar desunidos
por la verdad, que unidos por la mentira. Siempre debemos buscar la paz, porque si usted
siembra discordia, solo cosechará división y muerte. Pero si usted siembra unidad, con la sana
doctrina, entonces usted cosechará bendición y vida.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 65


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“Traten de hacer lo posible para vivir en paz con los demás.” (Romanos 12:18) (PDT)

13. La contaminación

Cuando Nadab y Abiú, hijos de Aarón, quisieron ofrecer incienso, y fuego al Señor. Dios se
molestó con ellos, por contaminar su santuario, al ofrecer un fuego extraño, que Él no había
ordenado usar. Estos contaminadores fueron quemados, y tuvieron que morir, pues el fuego
purifica, todo lo sucio e inmundo.

Satanás siempre, va a querer, hacer contaminación, en nuestras vidas, pues nosotros somos
hoy en día, el templo de Dios:

“Ustedes deberían saber que son el templo de Dios y el Espíritu de Dios vive en ustedes. Aquel
que destruya el templo de Dios, será destruido por Dios. El templo de Dios es santo, por eso
ustedes también son santos.” (1 Corintios 3:16-17) (PDT)

Cuando nos contaminamos, estamos vistiéndonos de mugre, de falsedad, de engaño, etc. Y


estamos tomando, el nombre de Dios en vano, por ejemplo:

No podemos decir, que Dios nos sanó, si Él, no nos ha sanado. No podemos decir, que Dios
habló, si Él, no ha hablado. Caerse de espalda, por cortesía con el que ministra, o para no lucir
menos espirituales, cuando no fue el "Espíritu", obrando en nosotros. Empujar o hacer presión,
en la frente, del que ministramos, para que caiga al suelo, en el "Espíritu", cuando no fue el
"Espíritu", quien le hizo caer. Hacer temblar nuestras manos, mientras ministramos a otra
persona, cuando no es el Espíritu, haciéndola temblar.

Temblar, sacudirnos, rodar por el suelo, reírnos, o cualquier otra cosa, para aparentar
espiritualidad, cuando no es el Espíritu, haciéndolo en nosotros. Usar la música o efectos de
sonido, para simular el mover del Espíritu, cuando no es el "Espíritu", produciéndolo. Hacer
sonidos en el micrófono, para simular sonidos demoníacos, u otro tipo de sonido, con el
propósito de convencer, a la congregación, de que un demonio, se está manifestando, cuando
no es así, etc. y etc. Dios es Dios, y no necesita ayuda para serlo, no necesita que nosotros
mintamos, actuando con engaño y autoengaño. Dios no necesita, la contaminación.

Contaminación significa: Penetrar la inmundicia en un cuerpo, causando en él, manchas o mal


olor. Inficionar, corromper, pervertir, viciar. Según este concepto, una persona se contamina,
cuando lo inmundo, entra y corrompe, lo que somos, produce cambios que son notables, a
simple vista, en la forma de ser y actuar de las personas.

La contaminación, no nace desde afuera, es algo, que nace en nuestro corazón, en nuestra
mente. En una ocasión, Jesús estaba con sus discípulos, en Jerusalén, ahí llegaron algunos
fariseos, y maestros de la ley. Los discípulos estaban comiendo, con sus manos sucias,
entonces los fariseos, le preguntan al Señor, ¿porque sus seguidores, no se lavan las manos,
antes de comer?, ya que de esa manera, podrían contaminarse.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 66


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No era una pregunta, que estuviera fuera de lugar, pues todos sabemos, que si no los lavamos
las manos, antes de comer, podríamos adquirir alguna bacteria, algún microbio, que nos
podría enfermar. Es algo que por sanidad hacemos, por no ser insalubres. Pero Jesús les
contesto:

“Jesús llamó a la multitud y le dijo: —Escuchen y entiendan: No es lo que entra en la boca de


alguien lo que lo vuelve impuro, sino lo que sale de ella.” (Mateo 15:10-11) (PDT)

La respuesta de Jesús, hizo que los fariseos se ofendieran, y se molestaran, retirándose del
lugar. Incluso los discípulos, tampoco entendían nada, y le piden a Jesús, que les explicara, lo
que Él, les respondió a los fariseos:

“Jesús dijo: — ¿Es que ustedes tampoco entienden? ¿No ven que todo lo que entra en la boca
va al estómago y después termina la letrina? En cambio, todo lo malo que la gente dice viene
de su mente. Eso es lo que vuelve impuro a alguien. De la mente salen los malos pensamientos,
asesinatos, adulterios, pecados sexuales, robos, calumnias e insultos. Eso es lo que vuelve
impuro a alguien y no el hecho de que no se lave las manos antes de comer.”
(Mateo 15: 16-20) (PDT)

El Apóstol Pablo, también entendió, que el pecado, no entra por lo que comemos, que no todo
contamina. Muchos piensan, que por comer carne de cerdo, o tomar un vaso de vino, es un
pecado, y no lo es, porque todo está permitido (pero no todo conviene). Pero esa comida, o
ese vaso de vino, pueden transformarse en un pecado, si tus creencias, te dicen que es
pecado, o puedan afectar a tu hermano en Cristo. Por ejemplo, si yo invito a un hermano, que
fue alcohólico, a cenar a mi hogar, y le ofrezco una copa de vino. Estaré haciendo pecar, a mi
hermano, y yo también estaré pecando, porque estaré haciendo, caer a mi hermano. Para que
se entienda mejor, veamos lo que nos dice Pablo:

“Entonces, hagamos lo que trae paz y ayudémonos unos a otros a fortalecer nuestra fe. No
destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Se puede comer de todo, pero no está bien
comer algo que haga pecar a otro. Es mejor no comer carne ni tomar vino si eso hace que tu
hermano caiga en pecado. Es mejor no hacer nada que haga debilitar la fe de tu hermano. Tus
creencias sobre estas cosas deben ser un secreto entre Dios y tú. Afortunado el que puede
hacer lo que cree que es correcto sin sentirse culpable. Pero el que come algo dudando que esté
bien comerlo, se condena a sí mismo porque va contra sus creencias. Así que todo lo que hagas
contra tus creencias es pecado.” (Romanos 14:19-23)

Existen cosas, que no se conocen como pecado, pero si tú sabes que es pecado, tienes
condenación. Si no sabes, lo haces, y empiezas a dudar o creer que es pecado, entonces estas
pecando, porque lo hiciste para complacerte, y no para edificación del espíritu. Cuando eso lo
haces continuamente, estas provocando cambios, en tu forma de ser y actuar. Por ejemplo, si
en algún momento de necesidad, tuviste que robar y pecar. Y lo sigues haciendo, porque te
gusto la sensación, de persecución, de arrancar de la ley. Entonces, en ese preciso momento,
se produjo la contaminación. Esa contaminación, se crea pecado tras pecado, es un constante
pecar, de la cual saldrá, una mancha sucia y asquerosa. Ese pecado deliberado, contamina tu
ser, contamina tu relación con Dios:

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 67


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“Aunque te bañes con lejía y mucho jabón, para mí seguirás manchada por tus pecados. Lo dice
el Señor DIOS.” (Jeremías 2:22) (PDT)

Esta contaminación, es tan grave, que Dios dice, que aunque te laves con lejía y con mucho
jabón, esa mancha no saldrá, de tus vestiduras. El Señor quiere, que tú tengas, tus vestiduras
blancas, porque solo así, podrás estar ante su presencia. Dios no puede habitar, en la
inmundicia, en una casa sucia. Si Jesucristo ya te limpió, de todas las contaminaciones, de este
mundo, y luego tú te vuelves a ensuciar, entonces esa suciedad, va a ser más inmunda, que la
primera vez, que te ensuciaste:

“Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el


conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su
postrer estado viene a ser peor que el primero.” (2 Pedro 2:20) (RVR 1960)

La contaminación, no solo te afectará a ti, sino que afectará, a todo tu entorno. Los cambios
que producirán en ti, la inmundicia, te traerá amargura, porque ya nadie querrá estar, cerca de
ti:

“Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de
amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;” (Hebreos 12:15) (RVR 1960)

Nadie quiere estar cerca, de un leproso, con alguien, que lleva sus vestiduras, llenas de
manchas, con alguien que apesta, que huele mal, que se encuentra contaminado. Por eso,
aquel, se condena a sí mismo, pues se empieza a separar de todo. Primero se separa de Dios,
de la Iglesia, luego de su familia, de sus amigos, su casa, etc. Si aún sigues con la idea, de no
purificarte de esa contaminación, entonces lo único, que te queda esperar, es que seas
separado:

“En caso de que quien está impuro no se purifique, este tendrá que ser separado de la
comunidad porque ha contaminado el lugar sagrado del SEÑOR. El agua para su purificación
no fue rociada sobre él y quedó impuro.” (Números 19:20) (PDT)

Si el agua para purificarte, no fue rociada sobre ti, porque te quedaste solo. Entonces satanás
ya te habrá ganado, la guerra. Logró separarte del rebaño, y ahora que estas solo e indefenso,
el lobo te comerá. ¿Y esa no es la idea, verdad? Si este libro, se llama, “Venciendo a satanás”,
entonces, trataremos de vencerlo, no que él nos venza. Si estamos contaminados, entonces
debemos buscar, el agua que nos purifique, el agua que debe ser rociada, sobre nosotros, el
agua viva, Jesucristo nuestro Salvador:

“¡Pero la sangre de Cristo puede hacer muchísimo más! Se ofreció a Dios como un sacrificio
perfecto por el Espíritu eterno. Su sangre purifica nuestra conciencia del mal que hemos hecho
para que así podamos adorar al Dios viviente.” (Hebreos 9:14) (PDT)

La sangre preciosa de Cristo, nos puede purificar, de esta contaminación. Si le confesamos


nuestros pecados, nuestras inmundicias, Dios nos perdonará y nos limpiará:

“pero si confesamos nuestros pecados, Dios nos perdonará. Él es fiel y justo para limpiarnos de
toda maldad.” (1 Juan 1:9) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 68


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“Pero ahora Dios, por medio de la muerte física de Cristo, los ha convertido en sus amigos.
Cristo murió para presentarlos santos ante Dios, es decir, sin ninguna mancha ni maldad que
pueda ser juzgada por Dios.” (Colosenses 1:22) (PDT)

Créalo, Jesús murió en la cruz, para limpiarnos, todas las manchas de inmundicia, que
teníamos. Él ahora, nos considera sus amigos, ya no estamos alejados, ahora estamos junto a
Él, junto a su Iglesia. Él dice, que si nuestros pecados, son como la grana, Él los convierte, en
blanca lana (ver Isaías 1:18). Jesús en la cruz, se presentó como un cordero, sin manchas, y sin
defecto. Por esa hermosa sangre, tenemos perdón de pecados, tenemos una nueva
oportunidad, para ser salvos. Así que sea como Daniel, que propuso en su corazón, no
contaminarse (ver Daniel 1:8). Pues Dios, nos escogió en Él, antes de la fundación del mundo,
para que fuéramos santos, y sin mancha delante de Él (ver Efesios 1:4).

“Estimados hermanos, nosotros tenemos esas promesas de Dios. Entonces purifiquémonos


alejándonos de cualquier cosa que contamine nuestro cuerpo y nuestro espíritu. Dediquemos
nuestra vida por completo a Dios, mostrando el respeto que le tenemos.” (1 Corintios 7:1) (PDT)

14. La desobediencia

Si podemos tener un ejemplo, en la Biblia, de un hombre desobediente a Dios, este fue el rey
Saúl. Este israelita, de la tribu de Benjamín, que comenzó como amigo de Dios, pero que
terminó como enemigo del Señor. Saúl, un hombre desobediente, que acudió a la adivina de
Endor, a la hora de la muerte. Que desobedeció, el mandato de Dios, cuando le ordenó, que
matara, a todos los Amalecitas, que los destruyera, por completo a ellos, y a todas sus
posesiones. Y cuando Saúl, capturó vivo a Agag, rey de los amalecitas. Le perdonó la vida, y se
quedó, con lo mejor del ganado, las mejores ovejas y los carneros. Se quedó con todo, lo que
valía la pena, y destruyeron, lo que no tenía mucho valor. Y entonces el profeta Samuel, recibió
Palabra del Señor:

“Pero Samuel dijo: — ¿Qué complace más al SEÑOR: sacrificios que deben quemarse
completamente y otros sacrificios u obedecer los mandatos del SEÑOR? Es mejor obedecerle
que ofrecerle sacrificios. Es mejor obedecerle que ofrecerle la grasa de los carneros. Negarse a
obedecerlo es tan malo como la brujería. Ser tercos y hacer la voluntad propia es como el
pecado de adorar ídolos. Tú te negaste a obedecer el mandato del SEÑOR, por eso él ahora se
niega a aceptarte como rey.” (1 Samuel 15:22-23) (PDT)

Dios se arrepintió, de haber hecho rey a Saúl, por su desobediencia. Y aunque éste clamó, por
perdón, Dios lo rechazó. Saúl terminó suicidándose, con una espada, en el campo de batalla,
mientras sus tres hijos, fueron asesinados.

Desobedecer es un pecado, en contra de Dios, y esto lo utiliza satanás, para que nos sintamos
autosuficientes, y contradecir a nuestro creador, de lo que nos dice. Pero esto nos traerá,
duras consecuencias, y resultados negativos, a nuestras vidas. La Biblia nos enseña, que por la
desobediencia de un hombre (Adán), todos nosotros, llegamos a ser pecadores:

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 69


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“Un hombre desobedeció a Dios e hizo que muchos llegaran a ser pecadores….”
(Romanos 5:19) (PDT)

Esa es la consecuencia, no es algo liviano ni pasajero. Es algo, que cambio el transcurso de la


humanidad. De ser los señores de la tierra (pues el hombre tenía señorío, y autoridad sobre
ésta), pasó a ser, esclavo de satanás, cuando le traspasó, toda su lealtad al maligno, con la
desobediencia a Dios. El trono que Dios, le había dado al hombre, hasta el triunfo de Jesús, fue
de satanás. Y solo mediante la obediencia de Jesús, se logró conquistar, nuevamente la
potestad y la autoridad, tal como termina este versículo:

“…, pero de la misma manera un solo hombre obedeció a Dios y así hizo que muchos fueran
aprobados por Dios.” (Romanos 5:19) (PDT)

Como podemos ver, la desobediencia, no es algo que debemos minimizar. Esa misma
condición que tuvo Adán, también la tenemos nosotros. Uno es siervo, de aquel, a quien se
obedece, con dos posibilidades disponibles: ya sea, obedeciendo al pecado, siendo esclavo del
pecado, u obedecer de corazón a Dios, y su doctrina, siendo siervo de la justicia. Como lo dice
el siguiente pasaje:

“¿Qué significa esto? ¿Vamos a pecar porque ya no estamos sujetos a la ley, sino sólo al
generoso amor de Dios? ¡Jamás! ¿No saben ustedes que cuando se ponen al servicio de alguien
y lo obedecen, son esclavos de él? Pueden ser esclavos del pecado y morir o pueden ser
esclavos de Dios y ser aprobados por él. Antes eran esclavos del pecado, pero, gracias a Dios,
obedientemente y de todo corazón recibieron la formación que se les dio por medio de la
enseñanza. Ustedes fueron liberados del pecado y ahora son esclavos de la justicia.”
(Romanos 6:15:18) (PDT)

La obediencia, es algo que podemos elegir, podemos obedecer a Dios, o pueden obedecer al
diablo. Obedecer, es algo que todos hacen, pero la pregunta es ¿a quién? Otros podrán decir,
que no obedecen a nadie. Incluso grupos más extremos, como los anarquistas, podrán alegar,
que ellos no se someten, a ninguna autoridad. Los punk, podrán decir, que ellos no obedecen
al sistema, tantos otros grupos, dirán que son rebeldes y no obedecen a nadie. Pero todo eso
es una falacia. Pues cada grupo sigue, y se rige por leyes, porque son obedientes a ellas.

Si tú miras, a un metalero, a un punk, a un gótico, o a un anarquista, los puedes diferenciar. Te


puedes dar cuenta, que cada grupo, viste de una forma distinta, cada cual, tiene algo que los
diferencia. Y eso, es porque no están, dentro de un caos, como ellos aseguran, ellos también se
rigen por el orden, ellos también obedecen. Ellos se rigen, por su forma de vestir, tienen un
orden para hacerlo, y tienen códigos y conductas, que obedecen.

Unos, de los que no quisieron, obedecer a Dios, fueron los judíos, y gracias a esa
desobediencia, todos nosotros, podemos recibir, la compasión de Dios:

“Antes ustedes no quisieron obedecer a Dios, pero ahora reciben la compasión de Dios porque
los judíos no quieren obedecer. Ahora ellos son desobedientes y ustedes consiguen compasión,
pero esto sucede para que ellos también consigan la compasión de Dios. Dios metió a todo el
mundo en prisión por su desobediencia, y lo ha hecho así para poder tener compasión de
todos.” (Romanos 11:30-32) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 70


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Si no obedeces a Dios, estarás desobedeciéndolo. Si obedeces a satanás, también estarás


desobedeciendo a Dios. Que eso te quede muy claro. Si optas por obedecer, a nuestro Señor,
entonces lo mejor, que puedes hacer, es seguir el mismo ejemplo, que siguió Jesús. El hombre
más obediente, que ha pisado esta tierra:

“Piensen y actúen como Jesucristo. Esa es la «misma manera de pensar» que les estoy pidiendo
que tengan. Él era como Dios en todo sentido, pero no se aprovechó de ser igual a Dios. Al
contrario, él se quitó ese honor, aceptó hacerse un siervo y nacer como un ser humano. Al vivir
como hombre, se humilló a sí mismo y fue obediente hasta el extremo de morir en la cruz. Por
eso, Dios le dio el más alto honor y el nombre que está por sobre todos los nombres, para que
se arrodillen ante Jesús todos los que están en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra, y para
que todos reconozcan que Jesucristo es el Señor, dando así honra a Dios Padre.”
(Filipenses 2:5-11) (PDT)

La obediencia de Jesús, fue perfecta, y fue probada desde Belén, hasta el Calvario. Satanás hizo
todos sus esfuerzos, para quebrar la lealtad, que Jesús tenía, por su Padre Eterno. Esa era su
intención, cuando en el desierto, le tentó, a que postrándose le adorara. Pero Jesús salió
victorioso, venciéndole con la Palabra: "Al Señor tu Dios adorarás, y a Él sólo servirás"
(ver Mateo 4:10). También aquél, era el propósito de Satanás, en el huerto de Getsemaní, pero
de nuevo, Jesús salió triunfante, al decir: "Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya"
(ver Lucas 22:42). Y, “si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu
voluntad.” (ver Mateo 26:42).

La intención de Satanás, al llevar a Cristo a la cruz, era obligarle, a rebelarse, contra la voluntad
de Su Padre, para hacerlo desobedecer. Jesús fue, hasta la misma muerte, en obediencia. Él se
sometió a la muerte, y muerte de cruz, sin tener ni siquiera, un pensamiento en desarmonía,
con su Padre celestial. Cuando Jesús inclinó la cabeza, y murió, sin haber fallado, ni una sola
vez a Dios, satanás fue derrotado. Jesús ya lo había dicho:

“»Yo no puedo hacer nada por mi cuenta, juzgo según lo que el Padre me dice y mi decisión es
correcta. Es así porque no trato de hacer lo que yo quiero, sino lo que quiere el Padre que me
envió.” (Juan 5:30) (PDT)

Pensar y actuar, como Jesucristo los hizo, es la actitud de obedecer a Dios, es: “no sea como yo
quiero, sino como Tú quieres”. Ese debe ser, nuestro sentir. Es fácil ser obediente, cuando
todo va, por el camino que queremos. Cuando Dios nos da, el deseo de nuestro corazón, lo
recibimos con mucha alegría. Sin embargo, ¿qué hacemos, cuando las cosas no suceden así?
¿Cómo reaccionamos, cuando los planes del Señor, parecen ser diferentes a los nuestros? Ahí
está la diferencia, entre el ser obediente y desobediente.

Usted podrá decir, que Jesús fue obediente, solo porque Él era Dios, porque era un Ser
Supremo. Y no se equivoca, pero también, usted tiene que entender, y tomar en
consideración, que Jesús, era tan hombre, como usted o como yo. Jesús era humano también,
Él también fue tentado en todo, pero Él no pecó. Y por esa condición, que Él tuvo como
hombre, es que puede entenderlo, también a usted. No es necesario ser Dios, para ser
obediente, y solo para diluir, ese mal pensamiento. Voy a poner, otro ejemplo de obediencia.
Me refiero a un ser humano, común y corriente, como todos nosotros. Este es Abraham:

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 71


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“Después de todo esto Dios puso a prueba a Abraham. Le dijo: — ¡Abraham! Y él le dijo:
—Aquí estoy. Luego Dios dijo: —Toma a Isaac, tu amado hijo único, ve a la tierra de Moria y
ofrécelo como un sacrificio que debe quemarse completamente, en la montaña que yo te
indicaré.” (Génesis 22:1-2) (PDT)

La fe de Abraham, estaba siendo probada. Dios estaba probando, la obediencia de Abraham.


Le estaba pidiendo, que sacrificara, a su único hijo, al hijo que amaba, al hijo que llegó, como
una bendición del Señor. Abraham, era un hombre como usted, como yo, como todos
nosotros. El sentía igual, como todo ser humano. Si a usted, Dios le pide que sacrifique, a su
hijo José, o a su hija Karla, o a su hijo menor Manuel, ¿usted lo sacrificaría, con un cuchillo.
Usted tendría el temple, la frialdad, el valor, para matar a su hijo?, ¿Usted haría eso, por
obediencia a Dios?, O se rebelaría como Saúl ¿se rebelaría, haciendo lo que él quería? Pero
veamos, qué fue, lo que hizo Abraham:

“A la mañana siguiente Abraham se levantó temprano, ensilló su burro, y se fue con dos siervos
y su hijo Isaac. Cortó leña para usarla en el sacrificio y se fueron luego hacia el lugar que Dios le
indicó. Al tercer día Abraham alcanzó a ver en la distancia el lugar hacia donde iban. Entonces
Abraham dijo a sus siervos: —Quédense aquí con el burro. El muchacho y yo iremos allá,
adoraremos a Dios y volveremos por ustedes. Abraham tomó la leña que tenía para el sacrificio
y la puso sobre los hombros de su hijo Isaac. Luego en una mano tomó el fuego y en la otra el
cuchillo, y se fueron caminando juntos. Entonces Isaac le dijo a su papá Abraham: — ¡Papá!
Abraham respondió: —Aquí estoy, hijo mío. Isaac le preguntó: —Aquí tenemos la leña y el
fuego pero, ¿dónde está el cordero que vamos a sacrificar? Abraham respondió: —Dios
proveerá el cordero para el sacrificio, hijo mío. Entonces ambos siguieron caminando. Cuando
llegaron al lugar que Dios le indicó, construyeron un altar y acomodaron la leña. Luego
Abraham ató a su hijo y lo colocó en el altar sobre la leña. Inmediatamente sacó un cuchillo
para matar a su hijo.” (Génesis 22:3-10) (PDT)

Abraham obedeció el pedido, que el Señor le había hecho. Aunque ese pedido, le estaba
rompiendo el corazón, no era lo que él, hubiera querido para su hijo. Porque los padres,
siempre queremos, lo mejor para nuestros hijos, jamás les desearemos el mal, aunque sean los
peores hijos. Abraham no era un robot, sin sentimientos, que obedecía mecánicamente. Sino
que al igual que nosotros, tenemos un libre albedrio, podemos escoger, tenemos libre
voluntad. Abraham, eligió obedecer a Dios libremente. Su obediencia, no era robótica, sino de
corazón. Y esa obediencia de corazón, es lo que Dios busca, pues el Señor quiere, que lo
amemos con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con todas nuestras fuerzas
(ver Marcos 12:30). Pero el texto no termina ahí, después de ese momento crítico, el ángel del
Señor interfirió:

“Pero el ángel del SEÑOR llamó a Abraham desde el cielo diciendo: — ¡Abraham! ¡Abraham! Y
Abraham respondió: —Aquí estoy. Luego el ángel dijo: — ¡Detente! No le hagas daño al
muchacho. No le hagas nada, porque ahora sé que tú respetas y obedeces a Dios. No le
negaste a tu único hijo.” (Génesis 22:11-12) (PDT)

Ese es el resultado, de cuando obedecemos a Dios. Desde el principio, siempre ha sido así, sus
promesas no cambian, su pueblo, en vergüenza no quedará. Dios no quiere la desgracia, para
nadie. La obediencia, es la evidencia, de la aceptación de Jesús, como Salvador personal.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 72


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Evidentemente, aquellos que le desobedezcan, muestran con sus actos, que no le han
aceptado, por lo que la eterna salvación, será efectiva, sólo sobre aquellos, que le obedecen:

“Así que Jesús cumplió con todo lo que tenía que hacer. Por eso, todos los que lo obedecen
pueden tener salvación eterna” (Hebreos 5:9) (PDT)

La obediencia es necesaria, es una relación de amor, con y por Dios. El que obedece, sólo
puede salir beneficiado, transformado, y dando evidencia, de que realmente, ha aceptado a
Jesús y la voluntad de Dios. Recuerde, que es mejor obedecer a Dios, que a los hombres
(ver Hechos 5:29), y que el mundo y sus deseos pasaran, pero el que hace, la voluntad de Dios,
permanece para siempre (ver 1 Juan 2:17)

“Y Jesús respondió: — ¿Quiénes son mi mamá y mis hermanos? Y mirando a todos los que
estaban sentados a su alrededor dijo: — ¡Aquí están mi mamá y mis hermanos! Pues el que
haga lo que Dios quiere, ese es mi hermano, mi hermana y mi mamá.” (Marcos 3:33-34) (PDT)

SU EJÉRCITO

Satanás el diablo, tiene un ejército, que lucha contra Dios, una lucha que comenzó, el día en
que Lucifer, enalteció su corazón, a causa de su hermosura (ver Ezequiel 28:17), este fue el
primer pecado, en todo lo creado, en el universo.

Satanás, no siempre fue satanás, él fue creado, a la imagen de la perfección, lleno de belleza y
sabiduría, en su día de creación, fue concedido, con encajes de oro y con tambores, que eran
en parte, de su mismo cuerpo, él en sí, era un instrumento musical, creado para alabar a Dios.
Era un ser puro, un ser supremo, que estaba por encima, de los ángeles, y solo estaba bajo, el
mismo Dios. Fue elegido por el Señor, como un Querubín protector, él era el Querubín
principal, el más alto rango, entre los ángeles, cuyo propósito, era proteger la Santidad de Dios
(ver Ezequiel 28).

El lucero de la mañana, era tan hermoso y perfecto, que se llenó de arrogancia, y su mismo
esplendor, corrompió su sabiduría, el deseó subir al Cielo, a la altura de Dios, quiso tener la
morada del Altísimo, y ocupar su trono, para ser adorado por los ángeles, y controlar todo, lo
creado por Dios. Lucifer codiciaba el poder, de Su Creador, de quien lo amó (ver Isaías 14).

Satanás persuadió, a la tercera parte de los ángeles, para que se unieran a él, en su rebelión
contra Dios (ver Apocalipsis 12:4), pero eso, solo escribió su condena, y la de los, que lo
siguieron. Satanás no fue destruido, “pero un día lo será”. El diablo, y todos los ángeles
rebeldes, fueron sacados del Cielo, fue sacado, como algo profano, y desde su interior, fue
sacado fuego, que lo consumió, y le quitó toda belleza, para ser avergonzado, por eso él, debe
disfrazarse, como ángel de luz. El diablo, no tiene dos cuernos, ni una cola de flecha, ni es rojo,
ni usa un tenedor gigante, él se disfraza de algo hermoso, pero su verdadera apariencia, es tan
horrenda, como su misma maldad.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 73


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Junto, con todos sus ángeles caídos, que ahora se llaman “demonios”, luchan sin parar, día tras
día, ya no para ocupar, el lugar de Dios, pues ya saben, que eso es imposible, sino para robar,
matar y destruir, a la creación más amada por Dios, el ser humano. Pero ese ejército de
demonios, un día, será rotundamente derrotado, por el Dios todopoderoso, en la batalla de
Armagedón:

“Será el momento en que el SEÑOR castigará a los poderes del cielo y a los reyes de la tierra.”
(Isaías 24:21) (PDT)

“Después vi una nube blanca sobre la que estaba sentado uno «semejante al Hijo del hombre».
Tenía una corona de oro en su cabeza y en su mano una hoz afilada. Luego, salió otro ángel del
templo y le gritó al que estaba sentado en la nube: «Usa tu hoz y recoge la cosecha, pues ha
llegado el tiempo de segar, y la cosecha de la tierra está madura». Entonces, el que estaba
sobre la nube pasó su hoz sobre la tierra y recogió la cosecha. Salió otro ángel del templo en el
cielo y también tenía una hoz afilada.” (Apocalipsis 14:14-17) (PDT)

“Entonces, los espíritus malos reunieron a los reyes en un lugar que en hebreo se llama
Armagedón” (Apocalipsis 16:16) (PDT)

“Después vi el cielo abierto y delante de mí había un caballo blanco. Su jinete se llama Fiel y
Verdadero porque juzga y combate con justicia. Sus ojos eran como una llama de fuego y tenía
muchas coronas en su cabeza. Tenía un nombre escrito en él, pero solamente él lo conocía. Su
ropa estaba empapada en sangre y su nombre era: La Palabra de Dios. Los ejércitos del cielo lo
seguían montados en caballos blancos. Estaban vestidos con lino blanco fino y puro. De su
boca salió una espada para vencer a las naciones. Las gobernará con vara de hierro y exprimirá
las uvas en la pileta de la gran ira del Dios Todopoderoso. Este nombre estaba escrito en su
ropa y en su muslo: Rey de reyes y Señor de señores.” (Apocalipsis 19:11-16) (PDT)

1. Tiene un reino

Así como Dios, tiene Su Reino en el Cielo, tal como Jesús lo dijo, que Su Reino, no era de este
mundo. Satanás el diablo, es quien tiene su reino, en este mundo, él ha hecho su reino, en el
lugar, al cual fue arrojado, y al cual controla:

“Sabemos que somos de Dios aunque el mundo entero esté controlado por el maligno.”
(1 Juan 5:19) (PDT)

En una ocasión, Jesús fue llevado por el Espíritu, al desierto, para ser tentado, y fue satanás,
quien se le presentó, ofreciéndole, todos los reinos del mundo, que estaban bajo su reinado, a
cambio, de que Jesús se arrodillara, y lo adorara a él:

“Entonces el diablo llevó a Jesús a un lugar alto y en un instante le mostró todos los reinos del
mundo. El diablo le dijo: —Te daré la autoridad y grandeza de todos ellos. Me las han dado a
mí, y se las puedo dar a quien yo quiera. Si te arrodillas y me adoras, todo será tuyo. Jesús le
contestó: —Está escrito: “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él”. (Lucas 4:5-8) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 74


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La pregunta es, si acaso el diablo, ¿tenía esa potestad, sobre los reinos de la tierra, o era una
mentira? No, no era una mentira, el diablo si tiene esa autoridad, quiso tentar a Jesús,
ofreciéndole, todos los reinos de la tierra, le estaba ofreciendo, llegar a la gloria, sin tener que
pasar por la cruz, sin derramamiento de Sangre, sin el sacrificio, le estaba ofreciendo el poder,
por un camino fácil, sin dolor, sin humillación.

La oferta era tentadora, pero a cambio, Jesús debía negar la voluntad de Su Padre, y adorar a
satanás. Y muy bien Jesús, le respondió, que Él solo adoraba a Dios, y a Él solo servía,
recordándole las Sagradas Escrituras.

Era cierto que al diablo, se le había dado toda autoridad, y la grandeza, de todos los reinos de
la tierra, sino hubiera sido cierto, Jesús en ese mismo momento, lo hubiera desmentido, y
hubiera llamado a satanás, por lo que es, un mentiroso, pero en aquella ocasión, dijo la
verdad. De hecho, esto fue, lo que dijo Jesús, al respecto:

“»No estaré hablando mucho tiempo con ustedes porque viene el que manda en este mundo. Él
no tiene ningún poder sobre mí, pero el mundo debe saber que amo a mi Padre y que hago lo
que mi Padre me ordenó hacer.” (Juan 14:30-31) (PDT)

a) Las localizaciones de su reino

El diablo, siempre ha querido, imitar a Dios, pero para su desgracia, y para nuestro favor, él no
es Dios, él no es omnipresente, él no se puede encontrar, en todos los lugares a la misma vez,
y si usáramos un GPS, para encontrar su ubicación, de en donde se encuentra, en donde se
encontró, y en donde se encontrará, la Biblia nos puede dar, su ruta.

El primer lugar, en donde se encontró, fue en el tercer Cielo, en donde Dios, tiene el trono de
Su Reino, como lo he mencionado anteriormente, ahí él fue creado, ahí él fue el director de
coro de Dios (ver Ezequiel 8).

El segundo y actual lugar, donde se encuentra el maligno, es en “los cielos”. A diferencia del
primer lugar, el diablo, tiene ahora,, una libertad para moverse, entre los tres cielos:

En el primer cielo, es en donde habitamos, todos nosotros, junto con los pájaros, los árboles,
las nubes, etc. El primer cielo, es todo lo que habita, bajo la atmosfera terrestre
(ver Daniel 4:12 y Mateo 6:26).

El segundo cielo, es el lugar, en donde permanecen el sol la luna, las estrellas, los planetas, etc.
El segundo cielo, es todo el espacio exterior, en donde están el universo y las galaxias.
(Ver Salmo 19:1)

El tercer Cielo, es un lugar, que está más allá, de lo que conocemos. No es un lugar, adonde
podamos llegar, con cohetes espaciales. Al tercer Cielo, solamente por el Espíritu, podemos
llegar hasta ahí, en este lugar, habitan los ángeles, todos los santos, que ya partieron, y es el
lugar de Dios.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 75


76

“Conozco a un seguidor de Cristo que hace catorce años fue llevado al tercer cielo, no sé si fue
llevado en cuerpo o en espíritu, sólo Dios lo sabe.” (2 Corintios 12:2)(PDT)

Es cierto que el diablo, fue expulsado del tercer Cielo, cuando se rebeló contra Dios, pero por
alguna razón, que solo Dios conoce, satanás tiene el libre acceso, para estar delante, de la
presencia de Dios, acusando a los hijos de Dios:

“Entonces llegó el día en que los ángeles se presentaron ante el SEÑOR, incluso Satanás estaba
allí con ellos. El SEÑOR le dijo a Satanás: — ¿Dónde has estado? Y Satanás le respondió al
SEÑOR: —He estado vagando por la tierra.” (Job 1:6-7) (PDT)

“Luego, el ángel me mostró al sumo sacerdote Josué que estaba de pie frente al ángel del
SEÑOR. Satanás estaba al lado derecho de Josué para acusarlo. El ángel del SEÑOR le dijo a
Satanás: « ¡Que el SEÑOR, quien ha elegido a Jerusalén como su ciudad, te reprenda! ¡Que el
SEÑOR te reprenda! ¿Acaso no es este hombre como un tizón rescatado del fuego?»”
(Zacarías 3:1-2) (PDT)

El tercer lugar, en donde se encontrará satanás, y primer lugar a futuro, es en el primer cielo,
es decir, solamente en la Tierra. La Biblia nos dice, que el Arcángel Miguel y sus ángeles,
lucharon contra satanás y sus demonios, los vencieron y los sacaron, del tercer cielo,
arrojándolos a la tierra.

Esta fue una victoria doble, como podemos ver, primero por Miguel y sus ángeles, segundo,
por la Iglesia de Jesucristo, a quien tanto acusaba satanás, y esto fue activado, por tres
razones; por la Sangre del Cordero, por la Palabra de su testimonio; su amor por la vida, era
mayor que el temor a la muerte.

“Luego, hubo guerra en el cielo. Miguel y sus ángeles lucharon contra el dragón y sus ángeles.
El dragón y sus ángeles fueron derrotados y perdieron su lugar en el cielo. El dragón, esa
antigua serpiente llamada también Diablo o Satanás, que engaña a todo el mundo, fue
expulsado del cielo y fue arrojado a la tierra junto con sus ángeles. Luego, oí una fuerte voz en
el cielo que decía: «Han llegado ahora la victoria, el poder, el reino de nuestro Dios y el poder
de su Mesías; porque ha sido arrojado a la tierra el que de día y de noche acusaba a nuestros
hermanos delante de Dios. Nuestros hermanos lo vencieron con la sangre del Cordero y con el
testimonio que dieron. Su amor por la vida no era tanto que temieran a la muerte. Alégrense
los cielos y todos los que viven allí. Pero a ustedes, los que viven en la tierra y el mar, les irá
muy mal; porque el diablo sabe que le queda poco tiempo y ha bajado furioso a donde están
ustedes». (Apocalipsis 12: 7-12) (PDT)

El siguiente lugar, será el “Abismo”, este es su segundo lugar a futuro, luego de que Jesucristo,
lo venciera en Armagedón, el diablo será encadenado, por un tiempo de mil años, en el
abismo, para luego ser puesto, nuevamente en libertad.

“Después, vi a un ángel que bajaba del cielo. Llevaba en su mano la llave del abismo y una gran
cadena. El ángel atrapó al dragón, a esa serpiente antigua que es el Diablo o Satanás, y lo
encadenó durante mil años. Luego, lo arrojó al abismo, lo encerró y selló la salida para que no
engañara más a la gente hasta que pasaran los mil años. Después de los mil años, será puesto
en libertad por corto tiempo.” (Apocalipsis 20:1-3) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 76


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Su tercer lugar a futuro, será en la tierra, por última vez, después de haber pasado, mil años
encadenados, en el abismo, será suelto en el primer cielo. Dice la Biblia, que satanás vendrá,
con un gran ejército, y la pregunta que nos hacemos, es ¿de dónde satanás reunió un ejército,
si él estuvo encadenado, mil años en el abismo?

La respuesta sería: “Dios no tiene nietos, solo tiene hijos”. Muchos de estos millares, que
participaran del ejército de satanás, serán hijos de padres salvos, que hayan sobrevivido, a la
gran tribulación, y entrarán, a la edad de oro de la Tierra, pero que sin embargo, negarán
aceptar a Jesucristo. Estos hijos, también deben ser convertidos, también deben nacer de
nuevo, o de lo contario, se rebelarán contra Dios, y se unirán a satanás.

“Cuando terminen los mil años, Satanás quedará libre de su prisión en el abismo. Irá a engañar
a las naciones de todo el mundo, a Gog y a Magog, y las reunirá para la batalla. Habrá tanta
gente como arena hay en el mar. El ejército de Satanás marchará a lo largo y ancho de la
tierra y rodeará el campamento del pueblo de Dios, que es la ciudad que Dios tanto ama. Pero
caerá fuego del cielo y destruirá al ejército de Satanás.” (Apocalipsis 20:7-9) (PDT)

Y el último lugar, en donde estará satanás el diablo, será en el “infierno”, este será su destino
final, que ha sido preparado por Dios, desde que lucifer se rebeló, contra Su Creador. El lago
que arde, con fuego y azufre, por toda la eternidad. ¡Gloria a Dios!

“El diablo, el que engañó a esa gente, será arrojado al lago de fuego y azufre, donde están la
bestia y el falso profeta. Allí sufrirán día y noche para siempre.” (Apocalipsis 20:10) (PDT)

2. Tiene un trono

“Sé que vives donde Satanás tiene su trono; aun así, has sido muy leal conmigo y no
renunciaste a tu fe en mí ni siquiera cuando mataron a Antipas, mi fiel testigo, en esa ciudad
donde vive Satanás.”(Apocalipsis 2:13) (PDT)

Fíjese que dice, “donde satanás tiene su trono”. Muchos se han preguntado, ¿en donde está el
trono, de satanás?, ¿estará en las naciones unidas (ONU), en los países árabes?, ¿en la sede de
los iluminatis?, ¿en la casa de los Rothschild, o en el club Bilderberg?

“La bestia era como un leopardo con patas de oso y boca de león. El dragón le dio a la bestia su
poder, su trono y gran autoridad.” (Apocalipsis 13:2) (PDT)

La Biblia nos dice, que satanás tuvo su trono, en Babilonia (ver Génesis 11:1-9), luego en la
época de Juan, estuvo en Pergamo, Turquía. Pero luego el Apóstol Juan, nos sugiere que la
capital de satanás, se volverá nuevamente a Babilonia, durante la gran tribulación.

Ahora solo nos queda preguntarnos, si será la misma, antigua Babilonia, o será comparada, con
ciudades tan pecaminosas, como; New York, Tokio, Shanghái, Rio de Janeiro, Moscú, Delhi,
Abu Dhabi, Paris, etc.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 77


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“Después de esto, vi a otro ángel que bajaba del cielo con gran poder y la tierra se iluminó con
su esplendor. El ángel gritó muy fuerte: « ¡Ha sido destruida! ¡La gran ciudad de Babilonia ha
sido destruida! Ahora es un lugar para los demonios, un lugar para toda clase de espíritus
malignos. Una ciudad llena de aves impuras y de toda clase de animales sucios y abominables.
Pues ella hizo que todas las naciones bebieran del vino de su pecado sexual y de la ira de Dios.
Los reyes de la tierra se acostaron con ella. Los comerciantes se hicieron ricos con la
extravagancia de sus lujos». Después oí otra voz del cielo que decía: «Pueblo mío, sal de esa
ciudad para que no compartas sus pecados. Así no sufrirás ninguno de los desastres que
llegarán a ella. Los pecados de esa ciudad han llegado hasta el cielo. Dios no ha olvidado todo
lo malo que ella hizo. Trátenla como ella trató a los demás, y páguenle con el doble de lo que
hizo. Prepárenle un vino dos veces más fuerte que el que ella preparó para los demás. Denle
tanto tormento y sufrimiento como la gloria y el lujo que ella se dio a sí misma. Pues se la pasa
diciéndose: “Soy una reina sentada en su trono. No soy una viuda y nunca estaré de luto”. Así
que tan sólo en un día le caerán todas las plagas: enfermedades, luto y hambre. Ella será
destruida con fuego porque el Señor Dios que la juzgó es fuerte». Los reyes de la tierra que
cometieron pecado sexual con ella y que compartieron sus lujos, llorarán y se lamentarán
cuando vean el humo de su cuerpo quemado. Se quedarán lejos de ella por miedo a recibir su
mismo sufrimiento, y le dirán: « ¡Qué terrible, muy terrible para ti, gran ciudad. Poderosa
ciudad de Babilonia, tu castigo llegó tan solo en una hora!» Los comerciantes del mundo
también llorarán y se lamentarán por ella, porque ya nadie comprará sus mercancías. Vendían
oro, plata, piedras preciosas, perlas, ropa de lino y de seda, y tela púrpura y roja; toda clase de
maderas fragantes, y objetos hechos de marfil, de madera fina, de bronce, de hierro y de
mármol; canela, especias aromáticas, incienso, mirra y perfumes; vino y aceite de oliva, harina
fina y trigo, ganado y ovejas, caballos, carruajes, esclavos y almas de seres humanos. Y ellos
dirán: « ¡Pobre de ti, Babilonia! Ya no tienes todas las cosas buenas que tanto deseaste. Toda
tu riqueza y tus lujos han desaparecido. Nunca más los recuperarás». Los comerciantes que se
habían vuelto ricos gracias a lo que le vendían a ella, se alejarán, pues tendrán miedo de recibir
su mismo sufrimiento. Ellos llorarán y se lamentarán: « ¡Qué terrible! ¡Esto es muy terrible para
la gran ciudad! Se vestía con ropa de lino fino, de púrpura y de rojo. Llevaba oro, piedras
preciosas y perlas. Todas sus riquezas fueron destruidas en tan sólo una hora». Todos los
capitanes de barco y todos los que viajaban por mar, los marineros y todos los que traficaban
en el mar, se alejaron de Babilonia. Cuando vieron que salía humo de ella, decían: « ¡Nunca
hubo una ciudad como esta gran ciudad!» Luego, se echaron polvo sobre la cabeza, llorando y
lamentándose: « ¡Qué terrible! ¡Esto es muy terrible para la gran ciudad! Todos los que tenían
barcos en el mar se enriquecieron gracias a ella, ¡pero fue destruida en tan sólo una hora! ¡Oh,
cielo, alégrate! ¡Alégrense el pueblo de Dios, junto con los apóstoles y profetas porque Dios
castigó a la cuidad de Babilonia por todo lo que les hizo a ustedes!» Entonces, un ángel muy
fuerte vino y tomó una piedra tan grande como una piedra de molino. La arrojó al mar y dijo:
«Así será derribada la gran ciudad de Babilonia. Nunca más se le volverá a ver. Nunca más se
oirá en ti la música de arpas, flautas, trompetas, ni cantantes. Nunca más se encontrará en ti
un artesano. Nunca más se oirá el sonido de la piedra de molino. En ti nunca más brillará la luz
de una lámpara. Nunca más se escuchará la voz de un novio o de una novia. Tus comerciantes
eran los más importantes de la tierra. Todas las naciones fueron engañadas por tu magia.
Babilonia fue la culpable de la muerte de los profetas y del pueblo de Dios, y de todos los que
fueron asesinados en la tierra».” (Apocalipsis 18:1-24) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 78


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3. Tiene sinagogas

“Conozco tu sufrimiento y tu pobreza, aunque en realidad eres muy rico. También sé lo mal que
hablan de ti los que se dicen ser judíos y no lo son. Ellos no son verdaderos judíos, sino una
sinagoga al servicio de Satanás.” (Apocalipsis 2:9) (PDT)

La palabra de Dios, nos dice que satanás, tiene sinagogas, que están a su servicio, y quienes las
componen, son falsos judíos. Hoy en día podemos ver claramente, a estos falsos judíos,
tratando de judaizarnos, y hacernos volver a la ley de Moisés, renunciando, al sacrificio de
Jesucristo.

Satanás, siempre ha querido, que el poderoso nombre de Jesús, no sea pronunciado, porque
sabe, que a ese nombre, todo demonio debe salir. A ese nombre, toda rodilla, debe postrarse.
El diablo, sabe perfectamente, que en el nombre de Jesús hay poder. El nombre de nuestro
Salvador es "Jesús". No es yeshua, yashua, ni nada parecido. Satanás quiere cambiar el
nombre, de nuestro mesías, por un nombre ficticio, sin poder, llamado yeshua.

El nombre yeshua, jamás ha aparecido en la Biblia, no se encuentra en ella. Ese nombre, fue
inventado, por los judaizantes, para que los Cristianos, nieguen el nombre, que es sobre todo
nombre; "Jesucristo", nuestro Señor y Dios. En el antiguo testamento, solo existe una palabra
en hebreo, parecido a yeshua, pero significa: “salvación”, es un verbo, no el nombre de
nuestro Señor.

La palabra yeshua, sólo fue inventada, hace unos 250 años, cuando los Sionistas (grupo
político, que busca el dominio del mundo, falsos judíos), crearon un idioma nuevo, un hebreo
moderno, cerca del año 1800, y eso debido, a que el hebreo original, desapareció. El hebreo
original, es una lengua muerta, una lengua, que ya nadie más habla. Además el nuevo
testamento, jamás se escribió, en el hebreo original, y menos en un hebreo moderno. El nuevo
testamento, fue escrito en “Arameo y Griego”, y la palabra Jesús, es traducida del Griego
original, la traducción fue bien realizada. Lo que es falso, es el nombre yeshua, eso es una
traducción, demasiada nueva, como para afirmar, que es Su verdadero nombre.

Estos judaizantes modernos, prohíben hablar español, portugués, inglés, etc. (según ellos, son
idiomas usados por los paganos). Pues solamente el hebreo, "inventado" por ellos, es santo.
Algunos grupitos, hasta se han inventado, su propia gramática hebrea celestial. Según ellos, el
que no pronuncie, el nombre exactamente, como ellos lo enseñan, se perderá en el infierno.

Enseñan que Jesús significa; "he aquí el caballo", "caballo encerrado", algo que nada, tiene que
ver, pues IESUS, es una transposición del griego. La lengua, por la cual, se escribió todo el
antiguo testamento (a excepción de Mateo, que fue escrito en Arameo), el mismo griego, que
Jesús también habló, pues Él era de Galilea, un pueblo más gentil, que judío.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 79


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Enseñan la ilusión, de buscar linaje judío, por el apellido. En Latinoamérica, hay muchos
creyentes originarios (Quechuas, Aymaras, Mapuches, Guaraníes), que no entran en su
organización.

Dicen, que todas las Biblias, están mal traducidas, y que solamente sus versiones restauradas,
son las verdaderas. Pero eso es una gran mentira, ya que en su traducción, del Nuevo
Testamento, que ellos restauran, también es del griego (al español, inglés, etc.) solo que en vez
de Jesús, ponen Yahshua/Yahoshua/Yahushua, en vez de Señor, ponen YHWH, Yahwéh, en vez
de Paz, ponen Shalom. Y eso solo sucede, porque no existe, ninguna fuente, de un hebreo
original, pues el nuevo testamento, como lo dije anteriormente, jamás se escribió en hebreo.

Condenan al infierno, a todo cristiano, sea evangélico o no, porque sólo ellos, son el
remanente fiel. Anhelan ser idénticos, a un judío, se circuncidan, andan por las calles, con sus
kipas, talit, tocando el shofar, y ondean la bandera de Israel, creando en la mente, de muchos
latinos, terribles problemas de identidad.

No faltan, los que hasta se autodenominan rabinos, y alientan a abandonar, las Iglesias,
diciendo que son diabólicas. Con todos estos errores, muchos se decepcionan de la vida, hasta
se vuelven ateos prácticos, traicionan al Mesías, y se convierten al judaísmo ortodoxo, cayendo
en la apostasía, y negando a Jesucristo, como su Señor y Dios.

Un día levantaran, a un hombre llamado yeshua, y lo sentarán en el trono, en el tercer templo,


pero no será el mesías, de los cristianos, sino que será, el mismo anticristo. E incluso los
mismos judaizantes, hacen una gran diferencia, entre nuestro Jesucristo, con el yeshua de
ellos, no son la misma persona.

Estos falsos judíos, no han salido del judaísmo, tampoco son los judíos, que han creído en
Jesucristo. Estos falsos judíos, han salido, desde la misma Iglesia. Son seres, que nunca
conocieron, el verdadero evangelio, que quisieron aparentar, más espiritualidad, y
comenzaron a hablar, algunas frases, en hebreo moderno, comenzaron a tocar el shofar y a
celebrar las fiestas judías, cambiaron sus nombres, y adaptaron sus apellidos, a una supuesta
descendencia, de una tribu perdida, de Israel. Y terminaron, en el lazo de satanás, sirviéndole a
él, enceguecidos, creyendo ser los verdaderos judíos.

Lo que ellos no saben, es que todo cristiano, es un hijo de Dios, por medio de la fe, en
Jesucristo. Nosotros, quienes hemos creído en Dios, quienes tenemos la fe de Abraham, somos
los hijos de Dios, somos la simiente de Abraham:

“Ni todos son verdaderos hijos de Abraham por ser sus descendientes. Como Dios dijo: «Tu
descendencia será trazada sólo a través de Isaac». O sea que no todos los descendientes físicos
de Abraham son hijos de Dios. Son verdaderos hijos de Dios los que son hijos de Dios de
acuerdo con la promesa que Dios le hizo a Abraham” (Romanos 9:7-8) (PDT)

La Biblia dice, que los hijos de la carne, los hijos físicos de Abraham, Isaac y Jacob, éste detalla
específicamente, y dice que ellos, no son los hijos de Dios. De hecho, en Gálatas, se explica,
que nosotros, somos los hijos de Abraham:

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 80


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“Entonces tienen que saber que los verdaderos hijos de Abraham son los que tienen fe.”
(Gálatas 3:7)

Es sorprendente, como muchos cristianos, pasan por alto, este versículo, y que tal estos:

“Todos son uno en Jesucristo, no importa si son judíos o no, esclavos o libres, hombres o
mujeres. Entonces, si ustedes pertenecen a Cristo también son la descendencia de Abraham. Si
son la descendencia de Abraham también son herederos de las promesas que Dios le hizo a él.”
(Gálatas 3:28-29) (PDT)

¿Quiénes son herederos de las promesas? Quien quiera, que tenga a Jesús. Sigamos
escudriñando las Escrituras:

“Recuerden que ustedes no nacieron como judíos, quienes se llaman a sí mismos


«circuncidados» y los llamaban a ustedes «no circuncidados», pero la circuncisión es sólo algo
que ellos se hacen en el cuerpo. Recuerden que ustedes no tenían a Cristo: no eran ciudadanos
de Israel, no tenían nada que ver con los pactos ni con las promesas de Dios. Ustedes vivían sin
Dios en el mundo y sin ninguna esperanza. Pero ahora, unidos a Jesucristo ya no están lejos de
Dios porque la muerte de Cristo los acercó a Dios.” (Efesios 2:11-13) (PDT)

“Por lo tanto, ustedes los que no son judíos, ya no son inmigrantes ni exiliados, sino ciudadanos
junto con el pueblo santo y forman parte de la familia de Dios.” (Efesios 2:19) (PDT)

De acuerdo, a esta Escritura, nosotros somos de Israel, porque atrás en el verso 12, dice que
cuando estábamos sin Cristo, nosotros éramos extranjeros de Israel, nosotros éramos
extranjeros, y advenedizos de Israel, pero en el versículo 19, dice que ahora, somos ciudadanos
con los santos. Así que, ¿quién es el verdadero Israel? Es algún hombre en medio oriente,
quien ni siquiera, cree en Jesús, o es el verdadero creyente, en el señor Jesucristo, ¿quién ha
sido injertado y traído a Israel?

Jesús dijo:

“Por eso les digo: a ustedes se les quitará el reino de Dios y se le dará a otra nación que
produzca lo que Dios quiere que su reino produzca.” (Mateo 21:43) (PDT)

Ellos no trajeron fruto. La higuera fue maldecida por Jesús, porque ésta no dio frutos. Ellos
negaron a Jesús. Ellos negaron la redención. Ellos se negaron, a reconocer al Libertador de
Sion; a Jesucristo. Y Jesús dijo, que por esto, el Reino será quitado de vosotros, y dado a otra
nación. Bien a ¿cuál nación?, ¿será Alemania, será Chile, será México, será Colombia?, será
¿Argentina?, no, no, no.

Es una nación espiritual:

“Pero ustedes son un pueblo elegido por Dios, sacerdotes al servicio del Rey, una nación santa,
y un pueblo que pertenece a Dios. Él los eligió para que anuncien las poderosas obras de aquel
que los llamó a salir de la oscuridad para entrar en su luz maravillosa. Antes, ustedes no eran ni
siquiera un pueblo, pero ahora son el pueblo de Dios. Ustedes no habían recibido compasión,
pero ahora han recibido la compasión de Dios.” (1 Pedro 2:9-10) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 81


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La Biblia, no es un libro, sobre Dios bendiciendo, a una sola nación. Fue por esto, que Dios le
dijo a Abraham; “en ti serán benditas, todas las naciones de la tierra”, y esa bendición, es por
medio, de la simiente de Abraham, el señor Jesucristo. La Biblia dice, en el libro de Hebreos,
que Abraham, no estaba buscando, una tierra física, él estaba buscando, por una nación, que
tuviera fundamentos, y cuyo arquitecto y constructor, fuera Dios. Nosotros como cristianos,
estamos buscando, una Nueva Jerusalén. Nosotros estamos buscando, una ciudad celestial:

“pero ellos aspiraban a una patria mejor, un país celestial. Por eso, Dios no se avergonzó de ser
su Dios y les preparó una ciudad celestial.” (Hebreos 11:16) (PDT)

Dios, nos ha preparado una ciudad, una ciudad, que no puede encontrarse físicamente, en esta
Tierra, porque ésta, es una ciudad celestial. Es algo que Dios, ha preparado, para los que tienen
fe en Él. Cuando buscamos a Sion, y cuando buscamos a Jerusalén, nosotros no estamos
buscando, por la que es ahora, no estamos buscando, por la que podemos tocar, no estamos,
por la que es espiritualmente, Sodoma, y espiritualmente Egipto. Estamos buscando, por la
que es celestial, la que vendrá.

“Ustedes han llegado a un lugar diferente que es el monte Sion, la ciudad del Dios viviente, la
Jerusalén celestial, donde se reúnen millares de ángeles para celebrar, y también están
reunidos los primogénitos de Dios, cuyos nombres están escritos en el cielo. Ustedes han
llegado a donde está Dios, el juez de todos, y a donde están los espíritus que fueron aprobados
y perfeccionados por él.” (Hebreos 12:22-23) (PDT)

Así que de acuerdo, al nuevo testamento, Sion es celestialmente Jerusalén, no la física, no la


Jerusalén que es actualmente. La Jerusalén celestial, descenderá del cielo, esa es nuestra
ciudad capital, esa es nuestra Sion. Y así es, yo soy Israel, usted mi hermano en Cristo, es Israel.
Esas personas, en el oriente medio, no son Israel. Por esta razón, Pablo dijo:

“Como dije, ellos me dan mucha tristeza, pero eso no quiere decir que la promesa que Dios les
hizo haya fallado. Lo que pasa es que no todos los que son descendientes de Israel son el
verdadero Israel.” (Romanos 9:6) (PDT)

Ellos pueden ser de Israel, genealógicamente, pero ellos, no son de Israel, como Dios lo cuenta,
su intención original, eran las personas, que están en alabanza y gloria a Él. Nosotros como
cristianos, somos las personas, escogidas de Dios. Somos el verdadero Israel, y estamos
marchando a Sion. Nosotros heredaremos la tierra, porque somos los hijos de Dios, nosotros
hemos creído en Cristo, somos Israel, somos príncipes con Dios, y vamos a reinar con Él, para
siempre.

4. Tiene ángeles

“Luego, hubo guerra en el cielo. Miguel y sus ángeles lucharon contra el dragón y sus ángeles.”
(Apocalipsis 12:7)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 82


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Como lo dije anteriormente, satanás persuadió, a la tercera parte, de los ángeles, para que se
rebelaran contra Dios:

“Con su cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó a la tierra. El dragón
se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz, para devorarse a su hijo tan pronto naciera.”
(Apocalipsis 12:4) (PDT)

Desde toda la historia, de la humanidad, nos hemos preguntado, ¿si existe vida inteligente, en
el universo, si existirá alguna, otra forma de vida, con alguna civilización más antigua, y
avanzada que la nuestra? La respuesta es sí, si existen, no somos los únicos seres conscientes,
pues de ellos, estamos hablando, los ángeles, y no solamente están ellos, la Biblia, también
menciona a “los seres vivientes”:

“Ante el trono también había algo que parecía un mar de vidrio transparente como el cristal.
Frente al trono y a cada uno de sus lados había cuatro criaturas cubiertas de ojos por delante y
por detrás. La primera criatura parecía un león, la segunda un toro, la tercera tenía rostro
como de un ser humano y la cuarta parecía un águila. Cada una de las criaturas tenía seis alas
y su cuerpo estaba cubierto de ojos. Ni de noche ni de día dejaban de decir: « ¡Santo, santo,
santo es el Señor, el Dios Todopoderoso, el que era y es y viene!» Todo el tiempo, las criaturas
daban gloria, honor y gracias al que estaba sentado en el trono y que vive para siempre.”
(Apocalipsis 4:6-9) (PDT)

Estos seres vivientes, que tienen ojos, tanto por delante, como por detrás, que tienen seis alas,
y que sin cesar, de día y de noche, adoran a Dios, proclamando; ¡Santo, santo, santo es el
Señor, el Dios Todopoderoso, el que era y es y viene!. Tendrán la tarea, de anunciar, uno de
los primeros, cuatro juicios, sobre los siete sellos:

“Cuando el Cordero rompió el primer sello, oí a una de las cuatro criaturas que decía con voz de
trueno: « ¡Ven!» Entonces vi que delante de mí había un caballo blanco. Su jinete tenía un arco;
recibió una corona y salió con ánimo triunfante para vencer una vez más. Cuando el Cordero
rompió el segundo sello, oí que la segunda criatura decía: « ¡Ven!» Entonces salió otro caballo
rojo como el fuego. Su jinete había recibido el poder de quitar la paz de la tierra y hacer que la
gente se matara entre sí, y para ello se le dio una gran espada. Cuando el Cordero rompió el
tercer sello, oí a la tercera criatura que decía: « ¡Ven!» Entonces vi delante de mí a un caballo
negro y a su jinete con una balanza en la mano. Y escuché algo como una voz que salía de
entre las cuatro criaturas y decía: «Un kilo de trigo, o tres kilos de cebada, por el salario de un
día, pero que no haya escasez ni de aceite ni de vino». Cuando el Cordero rompió el cuarto
sello, oí la voz de la cuarta criatura que decía: « ¡Ven!» (Apocalipsis 6:1-7) (PDT)

Los ángeles, son creaciones de Dios, son llamados hijos de Dios (ver Génesis 6:2, Job 1:6), tal
como lo fue Adán, y tal como son llamados, los creyentes, que nacieron de nuevo, en Cristo
Jesús. Dios los creó, antes de la creación del mundo (ver Job 38: 1, 4,7), en un número
limitado, y aunque son millares (ver Job 38:7, Daniel 7:9-10), ellos no pueden procrearse
(ver Mateo 22:30), y tampoco pueden morir (ver Lucas 20:36). Ellos no pueden, aumentar su
número, y tampoco lo pueden reducir. Fueron creados, para glorificar a Jesucristo
(ver Colosenses 1: 16, Hebreos 1:6).

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 83


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Son seres invisibles y espirituales, y aunque tienen personalidad, al igual que el hombre, son
superiores a los hombres (por la caída de Adán), son más fuertes (ver Salmo 103:20), más
inteligentes (ver Daniel 9:21-22), y más veloces (ver Apocalipsis 14:6). Pero sin embargo, son
inferiores a Dios:

“Alábenlo todos sus ángeles… Alaben el nombre del SEÑOR, porque él dio una orden y todo fue
creado.” (Salmos 148: 2,5) (PDT)

Los ángeles, sean en sus rangos; Arcángeles, Querubines, Serafines, etc. Son incapaces de
pecar, ya han pasado la prueba, y ya no se unieron a satanás, en su rebelión, esos son ángeles
fieles, santos y escogidos (ver Marcos 8:38, 1 Timoteo 5:21), ellos adoran a Dios, observan al
pueblo de Dios (ver 1 Corintios 4:9, 11:10, 1 Pedro 1:12), ellos informan, e instruyen la
voluntad de Dios, protegen (ver Salmo 34:7), consuelan (ver Hechos 27: 23-24), rescatan
(ver Hechos 5:19), y ministran al creyente, en la hora de la muerte (ver Lucas 16:22).

Por otra parte, los ángeles, que si se rebelaron, contra Dios, son llamados “ángeles caídos” o
conocidos como, los “ángeles del diablo”:

“Luego les dirá a los que estén a su izquierda: “Aléjense de mí, malditos. Váyanse al fuego
eterno que está preparado para el diablo y sus ángeles.” (Mateo 25:41) (PDT)

Este texto, es muy importante, porque en él, se aprecia, que el infierno, no fue creado para el
hombre, sino como lo dice la Biblia; “para el diablo y sus ángeles”, es algo, a lo cual, no pueden
escapar, es algo, que ya está preparado, es inevitable, ellos jamás serán perdonados.

Pero lamentablemente, el hombre, se está invitando solo, sin una invitación al infierno. El ser
humano, está eligiendo, de manera voluntaria, ser atormentado día y noche, en el fuego que
arde, con fuego y azufre, en donde los gusanos, comen la carne, y su humo, que no se apaga
jamás. El hombre está eligiendo ir al infierno, al no reconocer a Jesucristo, al rechazar Su
sacrificio en la cruz, al no recibir el perdón de Dios. Que lamentable.

Los ángeles caídos, demonios, espíritus inmundos, malvados y seductores, tienen su propia
organización, y rangos, encabezados por satanás el diablo:

“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades,
contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en
las regiones celestes.” (Efesios 6:12) (RVR 1960)

Aunque no se sabe, a ciencia exacta, como funciona, estos diversos niveles de posiciones, de
grados jerárquicos, de los demonios, como el de un General, o el de un soldado raso, podemos
ver, que hay ángeles malvados, que gobiernan a las naciones, de este mundo
(ver Daniel 10:13), a un ángel malvado llamado “Legión”, que conducía a muchos demonios,
sobre el Ganadero (ver Marcos 5:9), a un ángel caído, llamado Apolion, que controla el abismo
(ver Apocalipsis 9:11), a cuatro ángeles militares, que conducirán, a un ejército infernal, de
doscientos millones de demonios, durante el final, de la gran tribulación (ver Apocalipsis 9:15),
o a los tres demonios, que organizan los acontecimientos, que llevan a la batalla, de
Armagedón (ver Apocalipsis 16:13-14).

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Estos demonios, al igual que los Ángeles del Señor, son seres espirituales, invisibles. Pero sin
embargo, en un futuro apocalíptico, estos se manifestaran, en el mismo horror, en que se
convirtieron:

“Las langostas parecían caballos listos para la guerra. En la cabeza tenían algo parecido a una
corona de oro, y su cara era como de ser humano. Su crin era como el cabello de las mujeres, y
sus dientes como los de los leones. Tenían corazas como corazas de hierro, y sus alas sonaban
como carros llevados por caballos que corren a la guerra. Tenían colas con aguijones,
parecidas a las de los escorpiones, en las que llevaban el poder de hacer sufrir a la gente
durante cinco meses.” (Apocalipsis 9:7-10) (PDT)

“En mi visión, vi los caballos y sus jinetes con armaduras rojas como el fuego, azules como el
jacinto y amarillas como el azufre. La cabeza de los caballos parecía de león y de su boca salía
fuego, humo y azufre. La tercera parte de los seres humanos murió a causa de estas tres plagas
que salían de la boca de los caballos. El poder de los caballos estaba en su boca y en su cola,
que era como una serpiente que hería con la cabeza.” (Apocalipsis 9:17-19) (PDT)

“Después, vi a tres espíritus malos que parecían ranas. Salieron de la boca del dragón, de la
bestia y del falso profeta.” (Apocalipsis 16:13) (PDT)

Estos ángeles caídos, tienen nombres (ver Lucas 8:30, Apocalipsis 9:11), Hablan
(ver Lucas 4:34), tienen inteligencia; saben quién es Jesús (ver Lucas 4.34), saben de su
condenación futura (ver Mateo 8:29), pueden distinguir, entre los salvos y los no salvos
(ver Hechos 16:15), tienen doctrinas (ver 1 Timoteo 4:1). Tienen emociones; miedo
(ver Lucas 8:28), desdén (ver Hechos 16:15). Tienen mucha fuerza (ver Hechos 19:16).

Se oponen al propósito de Dios (ver Daniel 10:10-14, Efesios 6:12), ejecutan el programa de
satanás (ver 1 Timoteo 4:1), propagan doctrinas falsas (ver 2 tesalonicenses 2:2), afligen a los
seres humanos; causan locura (ver Mateo 8:28), causan la mudez (ver Mateo 9:33), causan
inmoralidad (ver Mateo 10:1), causan sordera (ver Marcos 9:25), causan epilepsia
(ver Mateo 17:15), causan ceguera (ver Mateo 12:22), causan manía suicida (ver Marcos 9:22),
causan daño personal (ver Marcos 9:18), causan defectos físicos (ver Lucas 13:11). Pueden
poseer a los ser humanos (ver Marcos 1:25, Mateo 17:18).

Satanás, tiene huestes innumerables, de demonios invisibles, que le ayudan, en sus oscuros
designios, en contra de la humanidad. En un futuro, estos demonios, poseerán más fuerzas,
que hoy en día, y a los que no fueron salvos, durante la gran tribulación, infligirán una terrible
tortura, a la humanidad no salva:

“Del humo bajaron langostas a la tierra, que recibieron un poder como el de los escorpiones. Se
les dijo que no dañaran el pasto, ni las plantas ni los árboles, sino a la gente que no tuviera la
señal de Dios en su frente.” (Apocalipsis 9:3-4) (PDT)

Pero para nosotros, los hijos de Dios, se nos dieron autoridad, para juzgar a estos ángeles
caídos:

“¿No saben ustedes que en el futuro vamos a juzgar a los ángeles?...” (1 Corintios 6:3) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 85


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a) ¿Ovnis?

Quien no ha escuchado, sobre la aparición, de los OVNI (Objeto volador no identificado), de


naves extraterrestres, alienígenas, etc. Usted puede preguntar, ¿pero que tiene que ver, los
ángeles caídos, con los ovnis? Pues déjeme decirle, que tienen mucho en común, pues ambos
son lo mismo. Así es, éste es un gran engaño, que están provocando, estos demonios, y
seguirán en aumento. Este engaño, es permitido por Dios (ver Mateo 24:24; 2 Tesalonicenses
2:14), y será tan grande, este engaño, que muchos de los escogidos, serán engañados, y ojo,
este no es el único engaño, este es uno, de los tantos engaños, que serán “el gran engaño”.

“Por eso hay que tener mucho cuidado con la forma de vivir. No vivan como la gente necia, sino
con sabiduría. Esto quiere decir que deben aprovechar toda oportunidad para hacer el bien,
porque estamos en una época llena de maldad.” (Efesios 5:15-16) (PDT)

Jesús nos dijo, que su venida, seria como en los días de Noé (ver Mateo 24: 37-38), y en
aquellos días, ¿qué ocurría? , pues la gente comía y bebía, y se daban en casamiento, pero
¿quiénes eran, los que se casaban?, pues eran mujeres humanas, que se cruzaban con
demonios:

“Cuando los seres humanos comenzaron a multiplicarse, a extenderse por toda la tierra, y
tuvieron hijas, los hijos de Dios vieron que las hijas de los seres humanos eran hermosas. Así
que eligieron y se casaron con las que quisieron. El SEÑOR dijo: «Mi espíritu no se quedará en
los humanos para siempre porque ellos son mortales. Tan sólo vivirán ciento veinte años». Los
gigantes vivían en la tierra en esos días (y también después), cuando los hijos de Dios tuvieron
relaciones sexuales con las hijas de los seres humanos y ellas tuvieron hijos con ellos. Son los
héroes famosos de tiempos antiguos. (Génesis 6:1-4) (PDT)

Como podemos ver, en aquellos tiempos, los demonios, eran confundidos, con los hijos de
Dios, por eso, que es confuso leer, que eran hijos de Dios, cuando en realidad eran demonios,
los que tenían, relaciones sexuales, con las mujeres humanas, y de los cuales nacieron
gigantes. Las palabras hebreas, para los “hijos de Dios”, es B’nai Ha Elohim, que significa, que
son seres celestiales, dando crédito, a que son descendientes, de los ángeles caídos. La Biblia
nos confirma el término, “hijos de Dios”, en el libro de Job:

“Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino
también satanás. Y dijo Jehová a satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo satanás a Jehová,
dijo: De rodear la tierra y de andar por ella. “(Job 1: 6-7) (RVR 1960)

Los llamados hijos de Dios, que se unieron, con las hijas de los hombres (Descendientes, de
Adán), eran los ángeles caídos, que se rebelaron contra Dios, y fueron destronados, juntos con
lucifer. Los ángeles caídos, no son de Dios, porque los verdaderos ángeles de Dios, no se casan.

Jesús nos dice, que los ángeles no se casan:

“Cuando la gente resucite, no se casará, sino que todos serán como los ángeles del cielo.”
(Mateo 22:30) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 86


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Los ángeles caídos, cuando se aparearon, con las hijas de los hombres, corrompieron, la línea
de sangre del hombre, que Dios creó, a su propia imagen. El resultado de tal unión, entre los
ángeles caídos, y mujeres humanas, produjo una raza de híbridos, una raza corrompida. En el
texto vemos, que esta corrupción, no sólo se produjo, durante los días de Noé, dice; “y
también después“.

Esto significa, que después de la inundación, estos ángeles caídos, volvieron a intentar,
corromper el linaje, del Mesías (ver Génesis 3:15), junto con toda la humanidad. Esta irrupción
de ángeles caídos, antes de los días de Noé, fue probablemente, el primer intento de satanás,
para impedir la llegada, de la “simiente de la mujer”. El diablo, siempre quiso, corromper el
ADN Humano, para impedir, que el Salvador del mundo, naciera. Aquel Jesús, que pudo
aplastar su cabeza. Pero Dios vio, que la tierra estaba arruinada, por la corrupción, decidió
destruir, toda la vida sobre la tierra, a excepción de Noé y su familia (ver Génesis 6:12-3), y a
los ángeles caídos, castigó:

“Acuérdense también de los ángeles que no conservaron su posición de autoridad sino que
abandonaron su propio lugar. Dios los mantiene en la oscuridad, atados eternamente con
cadenas, esperando el gran día del juicio. Recuerden también a Sodoma y Gomorra y a las
ciudades cercanas. Dios las condenó al fuego eterno porque cometieron inmoralidades y
perversiones sexuales. Son como los ángeles antes mencionados, su castigo nos sirve de
advertencia. No obstante, esos individuos también contaminan su cuerpo, viven soñando, no
aceptan la autoridad de Dios e insultan a los seres espirituales superiores.” (Judas 1:6-8) (PDT)

Esos ángeles, que participaron, en esa primera incursión, en el reino de la existencia humana,
están en cadenas. Sin embargo, hay muchos ángeles caídos, en el mando de satanás, que han
ido a sembrar, de nuevo las semillas, de la corrupción a la raza humana. Después del diluvio,
de Noé, los ángeles caídos, se volvieron a involucrar, con las mujeres, y procrearon más
gigantes, que habitaban, en muchas partes de la Tierra. Y esto lo podemos ver, cuando Josué,
Caleb y compañía, fueron como espías, a la tierra de Canaán:

“Pero los espías que fueron con él dijeron: —No seremos capaces de atacar a esa gente porque
ellos son más fuertes que nosotros. Luego esparcieron falsos rumores entre los israelitas acerca
de la tierra que exploraron, diciendo: —La tierra que exploramos es una tierra que se traga a la
gente que vive en ella. Toda la gente que vimos era enorme, basta con decirles que vimos
incluso a los Nefilim. Los descendientes de Anac vienen de los Nefilim. Ante ellos nos sentimos
como saltamontes y así les parecíamos nosotros a ellos.” (Números 13: 31-33) (PDT)

Así también en la Biblia, podemos ver gigantes, como el rey de Basan, los Zomomeos, e incluso
el conocido Goliat, también estuvieron; Gath, Saf, Sipai, etc.

El Señor nos dice, que esta misma corrupción, vendrá de nuevo, en los últimos días, justo antes
de Su regreso. De hecho, ese no fue el final, de la creación de estos híbridos. Hoy podemos ver,
como los científicos, están tratando de crear, una raza híbrida (humana y animal, humano y
robot). Una muy pequeña muestra, de ejemplos, sería las ovejas, que tienen el 15 %, de ADN
humano, por lo que sus órganos, pueden ser utilizados para trasplantes, gatos que brillan, de
color rojo o verde (supuestamente, para la investigación del ADN) ¿Están estos científicos,

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 87


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educados por los ángeles caídos? satanás es totalmente engañoso. ¿Quién es él? Jesús nos
dice:

“…Desde el comienzo él fue un asesino y no tiene nada que ver con la verdad porque no hay
verdad en él. Cuando dice mentiras, habla de lo suyo porque es un mentiroso y padre de la
mentira.” (Juan 8:44) (PDT)

Jesús mismo nos dice, que así como fue en los días de Noé (cuando los ángeles caídos,
corrompen la raza humana, con sus travesuras), lo mismo va a ocurrir, antes de su regreso. En
ese caso, deberíamos estar viendo una corrupción, parecida en la actualidad. Y es el ¿UFO,
OVNIS?

El padre de la mentira, está creando un nuevo, y enorme engaño, diseñado para infectar a
todo el mundo. Esos avistamientos, luces brillantes en la oscuridad, platillos voladores, no son
maestros ascendidos, o seres de galaxias, a millones de millas de distancia, ni son nuestros
padres, o creadores originales, como dicen muchos. Ellos son ángeles caídos, que fueron
expulsados del Cielo, por su rebelión, contra la autoridad de Dios (ver Ezequiel 28), y ellos
creen, que tienen una última oportunidad, para tratar de usurpar, Su autoridad. Son seres
malévolos, interdimensionales.

Debemos estar conscientes, de que estamos viviendo, en tiempos muy peligrosos, satanás
usará, todas sus artimañas, para engañar al mundo. Esas cantidades masivas, de señales
visuales, y los secuestros, son obra útil, del padre, de todas las mentiras, para confundir a la
raza humana; él se está preparando, una invasión muy impía, no por extraterrestres, sino por
seres demoníacos.

Llegará el momento, cuando la Iglesia de Jesucristo, sea arrebatada, por nuestro Señor
Jesucristo, desde la tierra hacia las nubes. La gente no sabrá que pasó, y la excusa será; “los
extraterrestres, se los llevaron”. Satanás, a través del cine, de Hollywood, está desde hace
mucho tiempo, preparando a la humanidad, para tal engaño, por ejemplo: Una raza híbrida de
animales con personas, una evolución de robot, un control, por medios de dispositivos de
rastreos, el transhumanismo, un rapto de extraterrestres, una invasión zombi, etc.

En los últimos años, satanás ha aumentado sus engaños, convirtiéndose, en aún más público,
con todas las apariciones de ovnis. Hoy en día, literalmente millones de personas, han caído en
esa trampa. Lo peor de todo, es que muchas personas, creen que estos seres son
benevolentes. Este fenómeno muy engañoso, es parte de un plan, más amplio, para corromper
la raza humana, y estos ángeles caídos interdimensionales, son cualquier cosa, menos
benevolente (buenos).

“Eso no nos sorprende porque Satanás también se disfraza de ángel de luz.”


(2 Corintios 11:14) (PDT)

Estos son tiempos, muy oscuros. Las apariciones, van a aumentar más, mientras se acerca, el
arrebatamiento de la Iglesia. El plan del enemigo, es dañar y corromper, aun a los escogidos.
En cualquier caso, Jesús nos dice, que debemos estar preparados, para cualquier eventualidad;
debemos estar, siempre vigilantes, de pie, contra las asechanzas del diablo.

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5. Tiene adoradores

“¡Aleluya! Alaben, siervos del SEÑOR, alaben el nombre del SEÑOR. Bendito sea el nombre del
SEÑOR, ahora y siempre. Alabado sea el nombre del SEÑOR, desde donde sale el sol hasta
donde se oculta. El SEÑOR está por encima de todas las naciones; su gloria es más grande que
los cielos.” (Salmos 113:1-4) (PDT)

Cuando Dios, creó al ser humano, lo creó, entre otras cosas, para que le adoraran a Él, para
recibir la adoración, del hombre. La adoración está, en el ADN, de cada persona, el hombre es
un adorador por naturaleza. Pero por causa, de la caída del hombre, en el Edén, todo se
corrompió, y el hombre, en su naturaleza pecaminosa, dejó de adorar a Dios, y al no buscar a
Dios, buscó un sustituto, para adorar:

“Aunque los seres humanos conocían a Dios, no lo respetaron como él merece ni le dieron
gracias. Terminaron pensando bobadas y se cerraron al entendimiento. Se creían sabios, pero
sólo eran unos tontos, y cambiaron la grandeza del Dios inmortal para adorar ídolos, hechos
con forma de simples hombres mortales, aves, cuadrúpedos y serpientes.”
(Romanos 1: 21-23) (PDT)

Tal como lo dice la Biblia, la humanidad menospreció a Dios, y en su propia sabiduría, comenzó
a adorar; imágenes de animales, de bestias, hechos con madera, piedra o yeso. El ser humano,
desvió su adoración, y el Señor, ya no estaba, en primer lugar, en sus vidas. Ese lugar, fue
ocupado por ídolos, por dioses falsos. En la actualidad, millones de católicos, adoran una
imagen falsa, de María, la madre de Jesús, que no es la madre de Dios. Pues Dios, no tiene
madre, porque Dios, no fue creado por nadie, Él está, desde antes, de todo lo creado
(ver Juan 1:1), y tampoco es María, la de la Biblia, sino que es el mismo satanás, disfrazado en
figuras de yeso, para desviar la adoración, hacia Dios (tema que vamos a ver, más adelante).

Pero no solo con eso, satanás también consigue, que el ser humano lo adore a él, es lo que
siempre ha querido; destronar a Dios, y ser aquel, a quien se le dé, toda adoración, tanto
humana como angelical. La adoración es algo, que le encanta al diablo, y claramente, lo ha
buscado ayer, hoy, y en un futuro. Recordemos como el diablo, tentó a Jesús, en el desierto,
ofreciéndole, todas las naciones del mundo, a cambio que nuestro Salvador, le adorara a él.
Satanás deseó, que el Hijo de Dios, le adorara, pero Jesús, no se doblegó ante él, y lo
reprendió. En nuestro presente, ya existen abiertamente, adoradores del diablo, y en un futuro
próximo, también lo harán, tal como lo dice, las Sagradas Escrituras:

“Adoraban al dragón por haberle dado su poder a la bestia y también adoraban a la bestia y
decían: « ¿Quién es tan poderoso como la bestia, como para poder pelear contra ella?»”
(Apocalipsis 13:4) (PDT)

Lamentablemente, el ser humano, quien es el objeto de venganza, de satanás, la victima


primordial del diablo, es precisamente, quien lo está adorando. Basta solo entender, como
desde un principio, vemos al maligno, instando a Caín, el hijo mayor de Adán, a adorar a Dios,
en una forma falsa, con terquedad, rechazando la verdadera adoración, al Creador
(ver Génesis 4:1-7).

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Y como insta, a los hombres, a construir la torre de Babel, para desviar la adoración, hacia
Dios, y buscar la adoración del “ego”, pues los convirtió, en una sociedad antropocéntrica
(es decir, tenían al hombre en el centro, tal como es, el “humanismo” hoy en día), Querían
exaltarse, a sí mismos; querían “llegar hasta los cielos”, y ser como Dios. Ellos no querían, ser
dispersados y llenar la Tierra, como Dios les había dicho. Más bien, querían permanecer
juntos, y hacer maravillosas obras, para hacerse grandes y famosos. Esa generación, se unió,
con el propósito, de glorificar el poder del hombre, y exaltar sus propios nombres:

“Cuando la gente emigraba desde el oriente, encontraron una planicie en la tierra de Sumeria,
y ahí se quedaron a vivir. Se dijeron unos a otros: «Vamos, hagamos ladrillos y pongámoslos en
el fuego para endurecerlos». Entonces usaron ladrillos en vez de piedras y brea a cambio de
morteros. Luego dijeron: «Vengan, construyamos una ciudadela religiosa con una torre que
llegue hasta el cielo. De esta manera nos volveremos famosos. No dejaremos que nos dispersen
por todo el mundo».” (Génesis 11:2-4) (PDT)

Y así podemos seguir, viendo muchos otros casos, en la Biblia, de como satanás, ha desviado la
adoración, que le pertenece, solo a Dios. Pero, que es lo que sucede hoy, en el presente,
¿cómo se encuentra, la sociedad actual? Pues estamos viviendo, los tiempos más difíciles, de
vivir en la historia, de la humanidad, estamos en los últimos días, en los días, donde la maldad
aumentaría, y el amor de muchos, se enfriará:

“Debido a que habrá mucha maldad, el amor de muchos se irá enfriando. Pero el que se
mantenga hasta el final, será salvo.” (Mateo 24: 12-13) (PDT)

Muchas personas, hoy se han declarado abiertamente, y sin miedo, como seguidores y
adoradores de satanás, personas con la mente entenebrecida, que odian la luz, la verdad y el
verdadero camino; Jesús. Odian a Dios, y a toda su creación, incluyéndose ellos mismos.
Adoradores de satanás, que se iniciaron, por alguna razón; por ignorancia, por una rebelión
contra cultural, o contra religioso, por estar tentados al poder y la gloria, por algún enojo e ira
contra Dios, etc.

Sea cual sea, el motivo o la circunstancia, por la cual terminaron, adorando a Belcebú, ellos ya
se relacionaron con él, y están presos a la condena, que también les espera, en el infierno, al
diablo (al menos que se arrepientan, de sus pecados, cambien su forma de vivir, rechacen la
adoración a satanás, y reconozcan a Jesucristo, como único Dios y salvador).

Existen varios grupos organizados, de personas que dan culto, a satanás, entre los cuales se
destacan, las sectas satánicas; los “luciferinos”, y “laveyanos”. Las sectas satánicas son
innumerables, y de distintos orden, pero todas se identifican por lo mismo, su mismo objetivo;
experimentar emociones fuertes, dinero, sexo y poder. Todas ellas, realizan sacrificio de
animales, imitando al sacrificio, que realizaban los judíos, en el antiguo templo, que ya fue
destruido (Satanás siempre, queriendo imitar a Dios), y también realizan el sacrificio, de seres
humanos.

Existen grupos satánicos, de alta elite, llamados “luciferinos o luciferianos”, de ellos se


desprenden grupos, como los masones, los iluminatis, etc. De donde saldrá el nuevo orden
mundial, y el camino, para que se levante el anticristo, de ellos saldrá, el reino del falso cristo.

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Y por último, están los laveyanos, que son el grupo más intelectual y pensante (doctrinas de
hombres). Su nombre viene, del apellido “Lavey”, de Anton Szandor Lavey, el escritor de la
“biblia satánica”, y fundador de la iglesia satánica (The Church of Satan,), en el año 1966, en
Estados Unidos. Este último tipo de satanismo, niega el culto a satanás, y al sacrificio de
animales, ellos ven el simbolismo satánico, como algo, que representa la fuerza humana, al
propio ser individual, y tiene como precepto fundamental: "la indulgencia de los placeres"
(es decir, la misma ideología, que cautivó, al ser humano, en la torre de Babel), ellos son los
propulsores del aborto, la ideología de género, etc. Son el grupo, que más influye, a la
sociedad moderna (sin que el simple ciudadano, se dé cuenta).

a) Literatura, Imagen y Música

“Para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus
maquinaciones (2 Corintios 2:11) (RVR 1960)

Al igual, que Edward Alexander Crowley, Charles Manson (satanistas populares). Anton
Szandor Lavey, en uno de sus escritos, dejó impreso, las estrategias y sus maquinaciones, para
cautivar a los jóvenes, hacia el satanismo, y para que se alejen, del cristianismo.

Estas estrategias, se fundamenta, en tres pilares; La literatura, la imagen y la música. El día de


hoy, revelaré al pueblo de Dios, a Su Iglesia Santa, estas maquinaciones, para que no seamos
ignorantes, y el diablo, no saque ninguna ventaja. Digo que lo revelaré, pues solo alguien, que
perteneció, a esta diabólica religión, lo puede saber (más adelante, contaré el testimonio, de
como Jesús, me rescató del satanismo), y ahora haré, un breve resumen, de estos pilares
satánicos, para que usted, lo pueda entender, y sea advertido, de este gran peligro:

a1) La Literatura

Desde este pilar, es de donde vienen las ideas, las falsas doctrinas, sus ideologías, sus
filosofías. Es en donde satanás, instiga a los humanos, al pecado, para perderlos. Pseudos
pensadores y escritores, como; Stanisław Przybyszewski, Nicolás Maquiavelo, Friedrich
Nietzsche, Aleyster Crowley, Ragnar Redbeard, Ayan Rand, Charles Baudelaire, entre otros,
han declarado abiertamente, su devoción por satanás, el diablo. Pero estos escritores,
comúnmente, solo son leídos, por conocedores del tema, y no por un público general.

En donde satanás, seduce a las masas, es a través, de cuentos inocentes para niños, comic para
jóvenes, novelas de amor para mujeres, revistas deportivas para hombres, etc. Así es, el
diablo, no se presentará de forma directa, diciendo: “por favor lean esto, esto es satánico”, no
es así, como él funciona, él no trabaja a la luz, él trabaja en la oscuridad, en las sombras, en lo
oculto, el siempre disfrazará, su mensaje literario, y recordando que el mundo, está bajo el
maligno, todo tiene su influencia.

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Toda idea satánica, que venga de él, que se queda en las mentes, de las personas, y que el ser
humano, las adopte como buenas, ese ya es un triunfo para el maligno. Triunfos diabólicos,
como la ideología de género, la aceptación del homosexualismo, la aceptación del aborto, el
feminismo, etc. Son ideas, que vienen directamente, de la mente de satanás, pero que el ser
humano, las tomó como buenas, llamando a lo malo, como bueno, y a las cosas buenas, como
si fueran malas.

El diablo, la conseguido cambiar, la moral del mundo, y que sus habitantes, odien todo lo
santo, todo lo bueno, todo lo honesto, todo lo puro, lo de buen nombre; a los hombres fieles a
sus esposas, se les llama anticuados o hombres aburridos. A las mujeres dedicadas a su familia,
les llaman victimas oprimidas. A la carencia de valores absolutos, se le llama criterio abierto. A
un ateo que se burla de Dios, se le llama intelectual. Al aborto, se le llama libertad para
decidir. A quien devuelve lo robado, se le llama tonto. A las mentiras, se les llama estrategias
de venta, etc.

Lamentablemente, sobre la Iglesia de Jesucristo, entre su pueblo, sobre algunos, por falta de
discernimiento e ignorancia bíblica, también ha podido, cambiar su moral; Al que quiere seguir
a Jesús fielmente, le llaman fanático. Al que se aparta del mundo, le llaman religioso. Al
libertinaje, le llaman ser libre de la religiosidad. Al permiso para pecar, le llaman estar bajo la
gracia. Al caerse al suelo y temblar, le llaman mover de Dios. Al llenar estadios, le llaman
avivamiento. Al pedir algo a Dios, le llaman “yo decreto”. A la diarrea verbal, le llaman palabra
profética. Al deseo de poder humano, le llaman tener una visión grande. A las falsas doctrinas,
les llaman revelaciones apostólicas. A los antros disfrazados de iglesia, les llaman reunión de
jóvenes cristianos. A los lobos rapaces, les llaman apóstoles. Al robo descarado, le llaman
pactar con Dios, o sembrar en el reino. Al orgullo, le llaman, hacer las cosas con excelencia,
“para Dios”. A hacerse rico, a costa de los cristianos, le llaman concierto, “para la gloria de
Dios”. A cobrar la entrada, a una reunión cristiana, le llaman, gastos de recuperación. A
cobrar por cantar, o predicar, le llaman, “el obrero es digno de su salario”. A la impunidad
eclesiástica, le llaman “no toquéis al ungido de Jehová”. Al materialismo, le llaman
prosperidad divina. Al show milagrero, le llaman, manifestación del poder de Dios. A una
jauría de lobos rapaces, le llaman, reunión de apóstoles y profetas.

“Qué mal les irá a los que a lo malo llaman bueno y a lo bueno llaman malo. Los que tienen por
luz la oscuridad y por oscuridad la luz. Los que dicen que lo amargo es dulce y que lo dulce es
amargo.” (Isaías 5:20) (PDT)

a2) La Imagen

Este otro pilar, tiene un funcionamiento parecido, y busca un final, igual que el anterior, pues
satanás, ha logrado cambiar la imagen, de todo lo bueno, y mostrar todo lo monstruoso y
maligno, como algo “cool”, algo de moda, algo que resulta atractivo. Cuando pensamos en
imagen, se nos viene, inmediatamente a la mente, el significado de “Cine”, y efectivamente así
es, este ha sido, uno de los principales canales, de comunicación, para el receptor, el mensaje

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diabólico, que el emisor emite, ha cambiado la mentalidad, de una parte muy grande, en este
planeta. No en vano, la iglesia satánica, fue fundada, en los estudios de Hollywood, en 1966.
(Con esto no quiero decir, que el cine o la televisión, sean satánicos, pues puede ser bueno o
malo, y eso depende, del uso que le puede dar, el cine también, puede ser una herramienta,
de bendición).

Muchas películas de terror (gore), las más vendidas, han cautivado al espectador, abriendo los
sentidos, más oscuros del ser humano, llevándolos cautivos al pecado. Las personas, al ver este
tipo de películas, se les ocasiona trastornos mentales, la gente no puede dormir, y la influencia
satánica, abre portales, o puertas, para que permitan, el tener contacto, con algunos espíritus
malignos o demonios. Es decir, se nos pueden aparecer demonios, que aprovechando las
películas de terror, pueden entrar en nuestras mentes, o en nuestras vidas. Incluso podrían
hacernos tener, fenómenos sobrenaturales, para atormentarnos. El cristiano por ningún
motivo, debería ver, esta clase de películas.

Otro tipo de películas, apelan a la inocencia, de nuestros niños, me refiero a las películas
infantiles, como las de Walt Disney. El diablo, con este tipo de películas, busca el
adoctrinamiento, de los pequeños, para que desde niños, comiencen a ver, como algo normal,
la existencia de demonios, fantasmas y criaturas malévolas, con lo que se puede convivir, y que
lejos de ser seres malos, son seres divertidos. El empresario Walt Disney, fue uno de los
miembros, de la satánica iglesia, de Alton Lavey, de hecho Lavey, dijo sobre las películas, de
Disney: “Si está en duda, Walt Disney pueden ser sus guías”. Desde los inicios de Walt Disney,
y sus primeras producciones, en cortometrajes, Disney ha promovido el ocultismo, hechicería,
promiscuidad sexual, pedofilia, utilizando los mensajes subliminales, y otros un tanto
explícitos.

Sus canales de televisión, producen y transmiten, programas con temas ocultistas y de


brujería, y basta con solo ver, cómo han creado, una programación mental, de esclavas
monarca, entre las niñas. Muchas de las actrices de Disney, que comenzaron muy pequeñas,
como: Britney Spears, Lindsay Lohan, Christina Aguilera, Miley Cyrus, Katy Perry, etc. Y luego
de haber crecido, han resultado con problemas, de comportamiento, involucradas en drogas,
promiscuidad sexual y otros problemas. Su público, las niñas que han crecido, junto con ellas, a
través de los programas, de Walt Disney, terminan haciendo, lo que sus estrellas juveniles
proponen. Y más grave aún, cuando se trata de hogares cristianos, donde se dice, que se honra
a Dios y Jesucristo, y se lee y obedece la Biblia, pero tal vez, por descuido o legítima ignorancia,
de cómo opera, el engañador de Satanás, se da cabida en el hogar, a material, que es
realmente, enseñanzas demoniacas, disfrazadas de distracciones divertidas, justo como quiere,
el diablo, que parezcan, como simple material, inocente y divertido.

Otro género de películas, son las películas de acción, en donde se les da, un gran énfasis, de
héroes a los criminales, bandidos, narcotraficantes. Acá los buenos son los ladrones, los
mafiosos, los traficantes de drogas, los pandilleros, los que obtienen mucho dinero, de forma
fácil. Satanás y la maldad, tienen muchas caras diferentes, y esta cara tiene armas, drogas y
crimen. Esta criminal cara, fomentada por las películas de acción, ha creado una
“Narcocultura”.

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Esta cultura de narcos, ha crecido notablemente en el mundo, sobre todo en Colombia, México
y Estados Unidos. Acá en Chile, son conocidos como “flaites” o “cumas”. La fascinación por el
mundo de los narcotraficantes, y los mafiosos, han levantado a ídolos, como leyendas o figuras
épicas, tales como, el “Chapo Guzmán” o “Pablo Escobar”, todo esto en moda. Han creado una
mercadotecnia; de ropa, gastronomía, películas, series, música, merchandising, etc. Tienen sus
propios símbolos, lenguajes, y sus propios medios de comunicación. Incluso tienen sus propios
dioses, como son en el norte de América: “el patrono Jesús Malverde”, o en el sur de América:
“la virgen de Monserrat”, ambos demonios, que controlan y dirigen, esta diabólica
Narcocultura.

El gran problema de las películas de acción, y de Narcocultura, es que se está adoctrinando, a


muchas personas, para hacer el mal, a que la violencia sea vista como normal, esto está
cambiando, la conducta de muchos jóvenes, quienes realizan crímenes, cada vez, con más
violencia. La violencia tiene su origen, en el peor enemigo de Dios y del hombre, el diablo.
Cristo mismo lo llamó asesino (ver Juan 8:44). No asimilan, que esto no es el cine, que Robín
Hood, no es real, mi “villano favorito” no existe, fuera del cine, no hay “malos buenos”; la
“Narcocultura”, trivializa el mal, banaliza el bien, y relativiza el valor, de la vida humana.

“El SEÑOR examina a buenos y malos y rechaza con firmeza a los violentos.”
(Salmos 11:5) (PDT)

La única salida, para que el violento, pueda cambiar es:

“Pero ahora, quiten de su vida todo esto: el enojo, la ira, la maldad, los insultos y las malas
palabras. No se mientan unos a otros porque ya se despojaron del antiguo ser humano que
eran y del mal que hacían. Ustedes se han revestido de una nueva forma de ser. Dios los está
haciendo nuevos a imagen de aquel que los creó hasta que lleguen al pleno conocimiento de
él.” (Colosenses 3: 8-10) (PDT)

El primer paso, es conocer bien a Dios (ver Colosenses 3:10). Cuando alguien, de buen corazón
descubre las maravillosas, cualidades de Dios y comprende, lo justas que son sus normas,
empieza a amarlo, y se esfuerza por hacer, todo lo posible, por complacerlo (ver 1 Juan 5:3). El
segundo paso, es escoger bien a nuestros amigos. (O sea aléjate de los Narcos, de los
violentos) La Biblia nos aconseja:

“No seas amigo del que se enoja con facilidad, ni te acerques al que se molesta fácilmente; no
sea que aprendas sus malas mañas, y ellos mismos sean tu propia trampa.”
(Proverbios 22:24-25) (PDT)

El tercer paso, es ver la violencia, como lo que en realidad es: una seria debilidad. La tendencia
a ser violento, refleja falta de control. La persona pacífica, por el contrario, posee una gran
fuerza interior. La Biblia afirma:

“Es mejor ser paciente que ser soldado fuerte y es mejor dominar la ira que dominar toda una
ciudad.” (Proverbios 16:32) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 94


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La imagen, es una trampa, que atrapa muy fácil, el diablo conoce, esta debilidad humana, él
sabe, que la lámpara del cuerpo son los ojos, y que lo que, entra por ella, afectará todo
nuestro cuerpo, sea para bien o para mal (ver Mateo 6:22). Es muy hábil, en crearlas;
imágenes de simbología satánica, símbolos que son llaves, que pueden abrir puertas a
demonios. Imágenes pornográficas, imágenes bizarras, imágenes de brujería, de astrología,
etc. Cuidemos nuestros ojos, y pongamos filtro, a todo lo que entra, por ellos:

“Así que si tu ojo derecho te hace pecar, sácalo y tíralo. Es mejor que pierdas parte de tu cuerpo
a que todo el cuerpo sea echado al infierno.” (Mateo 5:29) (PDT)

a3) La Música

Este es el tercer, y último pilar, de la estrategia satánica, para reclutar adoradores al diablo, y
apostatas de Jesucristo. Lo primero que debemos entender, es que la música, es un lenguaje
de comunicación, cuyo receptor, no son nuestros cuerpos físicos, sino nuestra alma, es cierto
que la podemos escuchar, a través de nuestros oídos, pero solo el alma puede entender, su
significado. Tiene todos los elementos, de un lenguaje: tiene gramática, sintaxis, tiene
comunicación y significado; pero con un significado abstracto, no concreto.

“Lo mismo sucede con los objetos que suenan, por ejemplo la flauta o el arpa. Si los sonidos no
son claros, nadie puede saber cuál es la melodía que se está tocando. Y si la trompeta de
guerra no suena bien, nadie va a alistarse para combatir.” (1 Corintios 14:7-8) (PDT)

Acá claramente, Pablo, nos está diciendo, que la música es un lenguaje, y dice: si la trompeta
no suena bien, cómo vas a saber, lo que debes hacer, si vas a ir a pelear, si te están llamando a
levantarte en la mañana, ¿Cómo vas a saber, si no conoces el lenguaje?

La música no fue creada, para el hombre, la música estaba, desde antes en el Cielo, antes que
el hombre fuera creado. He escuchado a algunos, que han dicho, que el hombre aprendió la
música, por el sonido de los animales. Este ha aceptado, la teoría de la evolución, y aun no se
ha dado cuenta. El hombre es musical, porque Dios también es musical, cuando Dios hizo al
hombre, lo hizo a su imagen, y también lo hizo musical. La música, es parte de la naturaleza de
Dios:

“El SEÑOR tu Dios está en medio de ti. Él es un guerrero que da la victoria; con regocijo
demostrará su alegría por ti. Tendrá un nuevo amor por ti. Festejará por ti con cantos alegres”
(Sofonías 3:17) (PDT)

En este pasaje, Dios nos está diciendo, que cuando hacemos lo correcto, Dios canta de alegría.
Pero no solamente canta, también toca la trompeta:

“El SEÑOR aparecerá ante ellos, y lanzará sus flechas como rayos. El Señor DIOS tocará la
trompeta, y el ejército avanzará como una tormenta de arena en el desierto.”
(Zacarías 9:14) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 95


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Jesús mismo cantó, así es, el también cantó, ¿lo dice la Biblia?, pues claro, que lo dice la Biblia,
después de comer y tomar la Santa Cena, el junto con los discípulos, en el aposento alto, a
punto de salir al huerto, y dice que, lo último que hicieron, fue cantar:

“Después cantaron una canción de alabanza y se fueron al monte de los Olivos.”


(Mateo 26:30) (PDT)

Como lo dije antes, la música es un lenguaje, y como es una comunicación, también tiene un
código o canal, este canal es único, en cada interpretación musical y refleja la emoción y la
filosofía del emisor. Por ejemplo, nosotros como receptores, escuchamos una música Aymara,
y reconocemos inmediatamente, que se trata de una música folklórica, del norte de Chile, del
sur de Perú, y del Oeste de Bolivia, y reflejan la filosofía de dicha zona y su emoción.

Si escuchamos una música China, o Árabe, o Sudafricana, sabremos inmediatamente, que se


trata de sus cultura, de sus emociones, y de las filosofías de cada nación. Si pasan por fuera de
una cantina, ustedes ya sabrán, que tipo de personas, son las que la escuchan, y que tipo de
filosofía, piensan en ese lugar, ustedes ya saben, qué clase de emociones tiene esa gente. E
incluso, la Iglesia misma, tiene una música distinta a lo demás, y eso refleja nuestra filosofía,
nuestras emociones, a nuestro Creador y Dios.

Hay alguien más, que también es musical, me refiero a satanás:

“…los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu


creación.” (Ezequiel 28:13) (RVR 1960)

Como vemos, el día, en que fue creado Lucifer, los tamboriles y las flautas, estuvieron
preparados para él, mucho se dice, que él fue creado, entre otras cosas, como el director de
coro, en el Cielo para Dios. Pero sabemos, que el diablo, fue expulsado de su lugar, y
despedido de su trabajo, por rebelarse contra su Jefe. En ese momento, satanás fue arrojado a
la tierra, y llegó con un gran arma; la música. Con la cual, ha hecho más adoradores, que
cualquier otra estrategia.

Para dar un ejemplo, ¿existe alguna música, que realmente, haya sido inspirado por satanás,
para su adoración?, claro que sí, y son muchas, pero hay una en particular que es 100%
satánica, me refiero al género “Black metal” (famosos por la estética, y el maquillaje diabólico
que usan), es una combinación, de voces guturales, gruñidas y finas, con voces melódicas, de
mujeres, y sus letras, son abiertamente cantadas a satanás. E incluso, sus propios músicos,
practican la filosofía y emoción que transmiten.

Esta música proveniente, de los países escandinavos; Suecia, Finlandia, Noruega. Es de


mencionar a Varg Vikernes, conocido también como el “Conde Grishnackh", reconocido
satanista, de la banda de Black metal, llamado “burzum” y de la banda llamada “mayhem”, en
este último grupo, en la década de los 90, Vikernes y su grupo mayhem, en adoración a
satanás, comenzaron a quemar iglesias, por toda Noruega, iglesias históricas, como la iglesia
de madera, de Fantoft, uno de los tesoros arquitectónicos, de Noruega, que fechaban desde el
siglo XII, en total incendiaron, alrededor de nueve iglesias. Luego le sacaron una fotografía, a
una de las iglesias calcinadas, y la pusieron, como caratula, de su álbum “aske”.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 96


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La desgracia llegó a ellos, inmediatamente, su vocalista “dead”, finalmente se suicidó en 1991,


cortándose las venas, y posteriormente, de un escopetazo en la cabeza, dejando una nota
suicida, que decía: "disculpen por toda la sangre". Tiempo después Vikernes, asesinaría a su
bajista, llamado “euronimus”, por la persecución interior, a que este otro lo mataría. Vikernes
terminó en la cárcel, y con la banda disuelta. Tal como sembraron, obtuvieron su siembra, y al
que adoraban; les robó, les mató, y les destruyó.

Este fue un caso extremo, pero ciertamente, el black metal, junto al death metal, son los
géneros, que más almas, han llevado a la adoración de satanás, “en forma abierta”. Desde
ellos, se pueden desprender, en forma descendente, otros estilos de metal, llegando al rock,
en general, y aunque muchos de ellos, profesan el satanismo, lo manifiestan, de una forma
más secreta, con mensajes subliminales, y operando desde la oscuridad, como satanás lo suele
hacer.

Pero no podemos tachar, o etiquetar solo al rock, como música que adora a satanás, pues tal
como dice la Biblia; “el mundo está bajo el maligno”, y si dice que todo el mundo, es porque
todos sus estilos, le pertenecen a él, acá podemos hablar del pop, del reggaetón, de la salsa, de
las rancheras, etc., de todo. A excepción, de la música cristiana. Y acá viene la pregunta: ¿Cuál
es la música cristiana?

Tendrá algún estilo, en particular, o ¿algún género en especial?, algunos podrán decir, que la
música cristiana, es la ranchera, otros dirán, que son las bachatas, o tal vez, otros digan, que es
el rock, otros más osados, dirán que es el hip-hop. Y así todos tendrán una opinión, pero esa
opinión, está basada en un juicio, a base de la “carne”. Así es, usted dirá, cuál es la música
cristiana, de acuerdo a sus gustos personales, de acuerdo a sus deseos carnales, lo que a su
carne le gusta.

En forma particular (quien escribe), antes de conocer a Jesucristo, escuchaba la música


metalera, en todas sus formas, esos eran mis gusto personales, era lo que mi carne le gustaba
escuchar. Pero conocí a Jesús, me arrepentí de mis pecados, rechacé a satanás, cambiando mi
forma de vivir, y reconocí a Jesucristo, como mi único Dios y salvador. Desde ese día, todas las
cosas, fueron hechas nuevas:

“Si alguien está unido a Cristo, hay una nueva creación. Lo viejo ha desaparecido y todo queda
renovado.” (2 Corintios 5:17) (PDT)

Desde el día, en que Jesucristo, llegó a mi vida, todas las cosas pasadas, quedaron en el
pasado, y cuando es todo, es todo. Como podría yo, seguir escuchando música metalera,
¿cuándo yo adoraba a Dios?, como podría seguir escuchando, un tipo de música, que
blasfemaba, el nombre de Dios, y es a Dios a quien más amo. Algunos me dijeron, que podía
seguir escuchando música metalera, si solo bastaba, con cambiar la letra a las canciones, de
ese modo, podía seguir escuchando la música, que a mi carne le gustaba, y con nombrar y
alabar a Dios, por medio de sus canciones, todo estaba bien, incluso me dijeron, que existía la
música “White metal”, o música metalera cristiana.

Yo ya sabía de la existencia, de la música metalera cristiana, ya antes, con mis antiguos amigos,
nos reíamos y burlábamos, de su existencia, decíamos: “he, buen intento”.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 97


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Nosotros como mundanos, sabíamos perfectamente, que ver a Cristo, en las letras de una
música metalera, estaba fuera de lugar, no correspondía. Si lo hacían, como una forma de
evangelización, estaba muy fuera de foco, es como si un abogado, fuera a trabajar como
médico, a un hospital. Lo voy a explicar, ahora como cristiano que soy, desde el punto bíblico,
que ser metalero cristiano, no está bien acá, en la Iglesia, ni allá afuera, en el mundo.

Como lo he dicho anteriormente, y lo demostré, la música es un lenguaje de comunicación,


que solo nuestra alma, puede entender, y tiene un código o canal, que refleja la filosofía y
emoción de quien la emite. Lo explicaré, de una forma más sencilla; tomemos como ejemplo la
música gótica, el emisor es un músico, de música gótica (Obvio), el receptor, son los góticos
(para quien no conoce a los góticos, son una tribu urbana, que se visten de negro y rojo, con
ropas de encajes, muy finos, de la época victoriana).

El lenguaje de esta música, es depresión, y lo que reciben sus oyentes, es nada más, que
depresión, entonces, ¿que refleja su filosofía? Reflejan que los góticos, son personas
depresivas. Entonces cualquier persona, puede decir: “mira, ellos son los góticos, siempre
andan depresivos, por que la música que escuchan, es depresiva, por eso se visten, con colores
oscuros”. Pero nos preguntamos, ¿cómo la música logró, que ellos se pusieran depresivos?,
pues fácil, cuando el músico ejecutó la música, en su lenguaje, transmitió un mensaje, que el
alma de la persona entendió, y como el mensaje era depresión, la persona quedó deprimida.
No fue algo, que escuchó en palabras, sus oídos carnales, solo escucharon ruidos y sonidos,
pero ellos traían, un mensaje codificado, que el alma pudo decodificar.

Otros ejemplos: tenemos el reggaetón, si usted lo baila, ¿qué le provoca? Le provoca deseo
sexual. Si usted escucha música romántica, ¿qué le produce?, le produce amor eros. Si usted
escucha música sicodélica, ¿qué le produce?, le produce trastorno en la mente. Si usted
escucha música ranchera, le produce, ganas de beber alcohol. Si usted escucha música suave,
se va a relajar. Si usted escucha música clásica, se sentirá que está en la gloria, etc. Y así
podemos seguir, con más ejemplos. Pero lo que quiero que entienda, es que todo género o
estilo musical, va a tocar su alma y colocará sus emociones, tal como la música lo transmitió, es
imposible, que usted quede alegre, al escuchar música depresiva, o que una música de
villancicos, le produzca un deseo sexual.

De tal forma, la música metalera, no produce un deseo de adorar a Dios, pues la música
metalera, producen; odio, ira, energía maligna, deseos de asesinar, deseos de odiar a Dios,
deseos de muerte, deseos de mandar todo, a la quebrada del ají. Como podría yo, cambiar la
letra de esa música, ¿cómo podría estar alabando a Dios, con salmos y alabanzas, mezcladas
con una música, que transmite odio y maldad? Por un lado, mis oyentes me escucharían, que
mis letras van dirigidas a Dios, y por otro lado, su alma estaría recibiendo un mensaje,
completamente distinto. No hay armonía, no hay consistencia. Entonces, ¿la música metalera
puede ser cristiana? Absolutamente no.

Ahora me toca, a mí preguntar, a usted, la música que usted escucha, que piensa que es
cristiana, ¿será cristiana? Si usted escucha reggaetón, con letras cristianas ¿qué es? Por un
lado, usted estará hablando de Dios, pero por otro lado, el mensaje de la música, traerá un
deseo sexual. ¿Acaso lo santo, se mezcla con lo profano?

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Acaso, ¿no es esto, traer el mundo a la Iglesia, en vez de llevar la Iglesia al mundo? Quiero que
piense y medite, ¿la música que usted escucha, es cristiana?

Entiéndalo bien, acá no se trata, de que música le gusta a usted, sino de la música, que le
agrada a Dios. La Biblia dice:

“Puesto que ustedes fueron resucitados con Cristo de la muerte, busquen las cosas del cielo,
donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. Concéntrense en las cosas celestiales y no en
las terrenales” (Colosenses 3:1-2) (PDT)

En otras palabras, usted puede controlar sus gustos. Y si sus gustos, no son los correctos, lo
que debe hacer, es tomar la Palabra de Dios, y cambiar sus gustos y deseos, de modo, que
busques las cosas, que a Dios le agradan. Pues la música, puede cambiar tu forma de pensar.

Y cuál es el deseo de Dios, ¿cuál es la música, que a Él le agrada?

“La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a


otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e
himnos y cánticos espirituales.” (Colosenses 3:16) (RVR 1960)

O sea, que la plenitud de la Palabra y la plenitud del Espíritu, ambos producen música. La
música, es lo primero que Dios menciona, en ambos casos. Dirás, “Ah, pero se refiere a la letra:
salmos, himnos y cánticos espirituales”. No, no se refiere a la letra. Los Salmos son las
palabras, básicamente de la Escritura. Los “himnos” son cantos, que alaban a Dios. Los
“cánticos espirituales”, son cantos de testimonio, literalmente se les llama “odas”. Cuentan de
lo que Jesucristo, ha hecho por nosotros. Y lo que está diciendo, la Escritura, es que Dios,
quiere que tengamos de los tres. Dios quiere, que tengamos salmos, himnos y cánticos
espirituales.

El rey David lo entendió muy bien, él tenía un coro de cuatro mil músicos:

“… y los otros cuatro mil quedaron encargados de alabar al SEÑOR con los instrumentos que
David había mandado hacer con ese fin.” (1 crónicas 23:5) (PDT)

David el más conocido de los salmistas, sabía perfectamente, cuál era el efecto de la música.
Cuan el rey Saúl, desobedeció a Dios, y el Espíritu del Señor, se retiró de él. Inmediatamente,
un mal espíritu, comenzó a atormentarlo, por mandato del Señor. Saúl desesperado, mandó a
buscar a David, para que su música, le hiciera sentir mejor:

“Así, cada vez que el espíritu maligno de parte de Dios molestaba a Saúl, David tocaba el arpa.
El espíritu se iba, y Saúl se sentía mejor.” (1 Samuel 16:23) (PDT)

Si me preguntan, pero, ¿cuál es el estilo de música, cual es el género que le agrada a Dios?
Creo que hasta hoy, la mayoría de Iglesia, o congregaciones, lo ha hecho bien, ha entendido
espiritualmente sobre el tema. Cuando entras a una iglesia, o casa de oración, o templo (como
lo quieran llamar, ya que la Iglesia somos nosotros), y escuchas, que lo que están tocando ahí,
te darás cuenta, que lo que cantan, concuerda perfectamente, con la música que están
tocando.

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Si alaban a Dios, el sentir de esa música, te hará sentir lo mismo, esa música te influenciará,
aún más, para que sigas adorando a Dios. El problema está, cuando algunos jóvenes del coro,
quieren cambiar esta adoración, y como se sienten tentados por el mundo, quieren traer el
mundo a la Iglesia, y no estoy diciendo, que la tecnología sea satánica, sino que traen un
sonido extraño, un fuego extraño, que no es agradable, delante de la presencia de Dios. Y si
piensas, que en tu casa, cuando escuchas esa música extraña, estas adorando a Dios, es mi
deber decirte, que te estas engañando a ti mismo, pues Dios no se agrada de la mentira,
porque el diablo es un mentiroso.

“…Son ellos los que tienen que volverse a ti y no tú quien tiene que volverse a ellos.”
(Jeremías 15:19) (PDT)

“Él puso una canción nueva en mi boca, una canción de alabanza a Dios. Mucha gente verá lo
que Dios ha hecho y lo alabará, se llenarán de confianza en él.” (Salmos 40:3) (PDT)

6. Tiene ministros

“Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin
será conforme a sus obras.” (2 Corintios 11:15) (RVR 1960)

Satanás el diablo, ya tiene, a todo el mundo, bajo sus pies (ver 1 Juan 5:19), ya tiene a toda la
gente convencida, para que sigan el camino, que no es el correcto, para que nieguen a
Jesucristo y terminen, junto con él, en el infierno. El maligno sabe, que será condenado, que le
queda poco, pero él, no se quiere ir solo, él también quiere, arrastrar a la humanidad consigo
mismo. Su labor hacia el mundo, está completa:

“El dios de este mundo ha nublado la mente de esa gente que no tiene fe en Cristo. No los deja
ver la luz que traen las buenas noticias acerca de la gloria de Cristo, quien es la imagen de
Dios.” (2 Corintios 4:4) (PDT)

El dios de este mundo (satanás), ya ha entenebrecido la mente, de la gente del mundo, ha


oscurecido su entendimiento (ver Efesios 4:18), su batalla ya está ganada, con ellos, no tiene
que esforzarse mucho, ellos no ofrecen ninguna resistencia, ya se han rendido ante él, y
todavía no lo saben.

Los únicos, a los cuales, no puede derrotar, a los cuales, aún tienen una resistencia, a los
cuales, no puede persuadir, es a la Iglesia de Jesucristo, a los hijos de Dios. Todos los esfuerzos
del diablo, están puestos en atacar, a los seguidores de Cristo, es el último campo de batalla,
que quiere vencer, el último remanente, que le queda. Satanás recurre, a todos sus recursos,
para hacer guerra, a la Iglesia, ya ha peleado con ella, durante más, de dos mil años, y aún no
puede derrotarla, y tampoco lo hará jamás (ver Mateo 16:18). Ha querido derrotarla, desde
afuera, y no lo ha logrado, quiso hacer desaparecer la Biblia, y lo único que obtuvo, es que la
Biblia, fuera el libro más leído, en la historia humana. En fin, ha querido, de muchas formas
posibles, derrotarla desde afuera, pero ya se dio cuenta, que es imposible.

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Ahora toda su concentración, para derrotar a la Iglesia, está en luchar desde adentro, tal como
un caballo de Troya, él solo debe colocar ahí, a ministros suyos; hombres diabólicos, que sirven
a satanás, hombres que fueron seducidos, por el hambre de poder humano, por el dinero, por
el engaño y las mentiras. Hombres que se hicieron, así mismos, “ministros”, pero que nunca,
tuvieron un real, llamado de Dios.

Quizás lo hicieron, por una tradición familiar, por alcanzar algún status, dentro de la Iglesia,
porque terminaron en un instituto bíblico, y decidieron titularse como “ministros”, porque lo
vieron, como un negocio fácil, etc. Sea cual sea el motivo, de estos falsos ministros, y como no
tuvieron un llamado de Dios, sus cabezas, no están ungidas desde lo alto, y por lo tanto, son
presas fácil, del diablo, para convencerlos, a alistarse en sus filas, son hombres, que son fácil
de reclutar.

Estos falsos ministros, son fáciles de identificar, para alguien que siempre anda, en el Espíritu,
para alguien, que tiene la mente de Cristo:

“Pero Dios nos ha mostrado eso por medio del Espíritu porque el Espíritu lo sabe todo, incluso
los secretos más profundos de Dios. Nadie puede saber los pensamientos de los demás. El único
que sabe los pensamientos de alguien es el espíritu que está dentro de él. Igualmente, nadie
sabe los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios. Nosotros no hemos recibido el espíritu
del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para poder entender lo que Dios nos ha dado.
Cuando hablamos de eso, no usamos las palabras que nos enseña la sabiduría humana, sino las
que nos enseña el Espíritu. Usamos palabras espirituales para explicar lo espiritual. El que no es
espiritual no acepta lo que viene del Espíritu de Dios porque le parece una tontería. No puede
entenderlo porque eso tiene que juzgarse espiritualmente. En cambio, el que es espiritual
puede juzgarlo todo, pero a él nadie lo puede juzgar. Pues así está escrito: « ¿Quién conoce la
mente del Señor? ¿Quién puede darle consejo?» Pero nosotros tenemos la mentalidad de
Cristo.” (1 Corintios 2: 10-16) (PDT)

El que tiene, la mente de Cristo, jamás será engañado, por un falso ministro de satanás, el
cristiano verdadero, siempre reconocerá, a los agentes encubiertos, del maligno. Pero el
“cristiano” tibio, el ignorante, el que no ora, ni lee su Biblia, el que lleva años, y solo busca
entretención, dentro del cuerpo de Cristo. El carnal, el que solo quiere escuchar, de
prosperidad y bendiciones, el que solo quiere dinero, automóviles y propiedades, el que solo
quiere escuchar música, y sentir emociones, el que solo busca, una palabra, para que le sea
levantado su ánimo y su ego. A éste, satanás lo engaña fácilmente, porque le habla, lo que
ellos quieren escuchar:

“Porque llegarán tiempos en que la gente no querrá escuchar la verdadera enseñanza que
conduce a una vida recta y sólo buscarán rodearse de maestros que los complazcan diciendo lo
que quieren escuchar.” (2 Timoteo 4:3) (PDT)

Estas personas, no solo se dejan engañar, sino que también, defienden a estos falsos ministros,
satanás se alegra, pues sus falsos ministros, poseen indoctos que lo defienden, y de esta
manera, consigue que su perverso plan no quede a la luz.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 101


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Cada vez, que un cristiano verdadero, les quiere hacer salir, del error, cuando les advierte el
peligro, el diablo los envenena y los aparta de la verdad. Supongamos, que vemos a un niño,
jugando en la calle, y una horrible serpiente, se acerca dispuesta, a morder e inyectar, su
veneno. Nosotros vemos la situación, estamos viendo el peligro, y lo que va a suceder.
¿Debemos quedarnos callados, si vemos que el niño, está a punto, de ser atacado, por el
reptil?

Estos defensores, de falsos ministros, dicen que no, que no podemos decir nada, porque no
podemos juzgar, cuando en realidad, no estamos juzgando, solo estamos alertando al niño. El
diablo, así consigue, pasar desapercibido, y que el niño sea mordido.

Estas personas, defensores del diablo, quieren hacer ver, que ellos, tienen más amor que Dios,
que tienen un súper amor, un amor hippie, que dicen: “Dios es quien juzga”, “solo hay que
orar”, “el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”, “con la vara que mides, serás
medido”, “no toquen al ungido”, “no critique, Dios es amor”, etc.

Aquí vemos, al diablo, cambiando la interpretación de la Biblia, pues él, las conoce muy bien.
Recuerde, como usó la Palabra de Dios, para tentar a Jesús, en el desierto. Satanás, toma la
Palabra de Dios, y la transgiversa, hace ver, que el cristiano verdadero, está juzgando, cuando
expone un error y lo enseña, cuando exponer el error, no significa, actuar sin amor, sino ser
bíblicos. Incluso ellos, se contradicen a sí mismo, porque son ellos, los que juzgan mal.

Muchos se han olvidado, que una de las labores, de un hijo de Dios, es ser “atalaya”, y no estoy
hablando de la revista, de la “secta de los testigos de Jehová”. El atalaya es un “Centinela”, “un
guardia”. En los tiempos arcanos, cuando la gente vivía, en reinos con ciudades, de grandes
muros (como Jericó), encima de eso muros, había torres, desde donde los atalayas o
centinelas (guardias), podían ver a los enemigos, que se disponían a atacar, cuando aún
estaban lejos. El atalaya tenía por obligación; velar y sonar la alarma, cuando el peligro se
acercaba; y, ¡ay! del atalaya, que se quedara dormido, en tanto vigilaba, o que, por cualquier
causa, no sonara la alarma, cuando había peligro, pues pagaba el descuido, con su vida.

“«Hijo de hombre, te he puesto como centinela del pueblo de Israel. Así que, cuando recibas un
mensaje mío, adviértele de mi parte. Si le digo a un malvado: “¡Morirás!” y tú no hablas con él
ni le adviertes que cambie su conducta, será declarado culpable y sufrirá la pena de muerte.
Morirá por su crimen, pero yo también te haré responsable a ti de su muerte.”
(Ezequiel 3:17-18) (PDT)

“«Hijo de hombre, háblale a tu pueblo y dile: “Cuando traigo al enemigo contra una nación, el
pueblo nombra a uno de los suyos para que haga guardia. Si este ve que el enemigo se acerca,
toca la trompeta para advertir al pueblo. Si alguien oye la advertencia de la trompeta y la
ignora, entonces será responsable de su propia muerte cuando venga el enemigo porque oyó el
sonido de advertencia de la trompeta pero la ignoró, así que es su culpa. Si un guardia ve al
enemigo que se acerca pero no toca la trompeta para advertir al pueblo, entonces el enemigo
vendrá y los matará. Ellos morirán por sus pecados, pero el guardia será responsable de que
hayan muerto”. »Pues a ti, hombre, te he puesto como guardián del pueblo de Israel. Así que
cuando oigas un mensaje de parte mía, debes advertirles. Es posible que te diga que le avises al
perverso: ‘Perverso, ciertamente morirás’. Si no hablas con él y le adviertes que cambie su

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103

conducta, entonces morirá por su pecado, pero a ti te haré responsable de su muerte. En


cambio, si le adviertes que cambie su conducta y que se vuelva a Dios, y no lo hace, entonces
morirá por su pecado, pero tú te habrás salvado.” (Ezequiel 33: 2-9) (PDT)

Se imagina usted, que un atalaya de Cristo, vea el avance del enemigo, y en vez de avisar, de
hacer sonar la trompeta, diga: “allá viene el enemigo, pero, quien soy yo para juzgarlo, es mas,
quien soy yo para criticarlo, eso no es ético, Dios es amor, que sea Dios quien se encargue”.

Entonces el enemigo, entra y destruye, todo lo que encuentra, destruye lo que más puede,
porque el atalaya no avisó, por no hacer bien su trabajo, por mirar hacia otro lado, con la
excusa, del previo discurso, de “no juzgo, no crítico”. Pero la sangre de ellos, se le demandará,
de la mano, del inútil atalaya.

“Sus atalayas son ciegos, todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden ladrar;
soñolientos, echados, aman el dormir.” (Isaías 56:10) (RVR1960)

a) ¿Podemos juzgar?

¿Será correcto juzgar, conforme a las escrituras?, ¿Qué tal, denunciar las falsas doctrinas?, ¿Y
denunciar, a los falsos ministros?, ¿Denunciar las artimañas de satanás?

Muchos cristianos aseguran, que no se puede denunciar, que es incorrecto. Ellos aseguran,
que quienes denuncian, “les falta amor y que en lo que juzgan, serán juzgados”. Pero, ¿qué
dice la Biblia al respecto?

Un pasaje mal empleado, es “No juzguéis, para que no seáis juzgados” (ver Mateo 7:1). Si solo
leemos este versículo, sí parece decir, que no podemos juzgar. Pero, estudiemos todo el
pasaje, porque para interpretar un texto, hemos de considerar el contexto. La frase no juzgar,
viene del griego “krino”: hacer diferencia, discernir, condenar, decidir, castigar, hacer juicio.
No juzguéis, para que no seas juzgado, en el griego, quiere decir; “condenados“. Es decir, la
misma sentencia, que damos, esa misma recibimos. La razón para no juzgar, está en el
versículo siguiente:

“Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será
medido.” (Mateo 7:2) (RVR 1960)

Aquí la palabra empleada, para juicio, es el griego “Krima”, una variante de “Krinos”. Significa
“veredicto, que se hace, en las faltas de otro”. La misma sentencia que das, es la que vendrá
sobre ti. Veamos el final de la frase; “con la medida con que medís, os será medido”: Con la
medida: del griego “metrón” (de donde se deriva metro). Significa medida, porción. Con que
medís: implica medir una cantidad, Os será medido: medir de igual manera. Hasta aquí parece,
que es prohibido juzgar, pero sigamos con el pasaje:

“¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está
en tu propio ojo?” (Mateo 7:3) (RVR 1960)

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Paja, aquí se refiere, a una ramita seca, siendo una metáfora, de una falta y la frase “echas de
ver”, implica considerar, reflexionar con mucho cuidado. Jesús usa “viga”, refiriéndose a un
tronco. ¿No has considerado, que tú seas peor, que aquel a quien juzgas? Es la pregunta de
Jesús. Jesús está haciendo, un contraste metafórico, de una falta igual, que hicieron el
acusado y el acusador: el acusador está haciendo juicio, sobre una falta, que él también
cometió. El mismo pecado que está acusando, él la tiene en su vida. Por tanto, ¿con qué
calidad moral, podemos tratar de sacar, una falta, que nosotros mismos, hemos cometido?
Esto es hipocresía (y más adelante lo dice). Es como el borracho, que reprende al borracho.

“Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que
juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo.”
(Romanos 2:1) (RVR 1960)

“¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del
ojo de tu hermano.” (Mateo 7:5) (RVR 1960)

Esta es la parte, que nadie lee, Jesús dice aquí: ¡actor, hipócrita! Está rechazando la conducta,
hipócrita del acusador. Saca primero: límpiate primero, de ese mismo pecado que condenas y
que tienes. Saca ese tronco de tu ojo, y la siguiente frase, es clave, en la comprensión del
texto:

“…y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.” (Mateo 7:5) (RVR 1960)

Es decir, como consecuencia, verás bien. En el original dice: Verás claramente, recuperar la
vista, para sacar la paja, del ojo de tu hermano. Pregunta: ¿está prohibiendo Jesús juzgar, en
este pasaje? No. Lo que Él está condenando y reprobando, es que se juzgue y se condene, algo
que nosotros mismos, estemos haciendo o dejando de hacer.

Por ejemplo: es como si yo, tuviera amargura, contra alguien, y llego a la Iglesia, a predicar del
perdón; exijo que otros perdonen, pero yo mismo, no perdono. Estoy enjuiciando a la oveja,
pero estoy igual, o peor de resentido. No tengo calidad moral, para hacer esto.

Si yo, no robo a nadie, tengo toda la autoridad moral, de juzgar, al falso predicador, que está
robando. Pero si yo estuviera, robando también, entonces, no tendría por qué, estar juzgando.
Eso es lo que condena Jesús. La Iglesia, si puede juzgar, cuando tiene la autoridad moral,
veamos un caso, en la Biblia:

“Se dice que entre ustedes hay un pecado sexual tan grave que ni siquiera lo cometen los que
no conocen a Dios. Dicen que uno de ustedes tiene como mujer a la esposa de su propio padre.
¡Y todavía están orgullosos! ¡Deberían más bien estar tristes! El hombre que cometió ese
pecado debería ser expulsado de entre ustedes. Yo no estoy presente físicamente con ustedes,
pero los acompaño en espíritu. Aun estando lejos, ya he juzgado a ese hombre como si yo
estuviera allá con ustedes. Reúnanse en el nombre de nuestro Señor Jesús, y yo los estaré
acompañando en espíritu. El poder de nuestro Señor Jesús se hará presente. En ese momento,
entreguen a Satanás al que cometió el pecado. Su deseo pecaminoso será destruido, pero su
espíritu será salvo en el día en que el Señor venga. Dejen de alabarse a sí mismos, y recuerden
el dicho: «Sólo un poco de levadura fermenta toda la masa». Desháganse de la levadura vieja
para que puedan ser como masa nueva. Pues ustedes son como el pan de la Pascua, que no

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tiene levadura, porque Cristo, nuestro cordero de la Pascua ya ha sido sacrificado. Así que,
celebremos la Pascua, pero sin el pan que tiene levadura vieja, porque esa es la levadura del
pecado y de la maldad. Celebremos mejor con el pan sin levadura que es el pan de la sinceridad
y de la verdad. En la carta pasada les dije que no tuvieran nada que ver con la gente que
practica inmoralidad sexual. Pero eso no significa que deban separarse por completo de la
gente de este mundo que comete inmoralidades sexuales, ni de los avaros, ni de los
estafadores, ni de los que adoran ídolos. Para lograrlo tendrían que dejar este mundo ustedes
mismos. Lo que les digo es que no tengan nada que ver con ninguno que diciendo ser hermano
en Cristo, practique pecado sexual, robe, adore ídolos o insulte a los demás, o que sea borracho
o estafador. Ni siquiera se junten a comer con ese tipo de gente. ¿Acaso me corresponde a mí
juzgar a los que están fuera de la iglesia? ¿No son ustedes los que tienen el deber de juzgar a
los que pertenecen a la iglesia? Dios juzgará a los que están fuera de la iglesia. Así que «echen
de su grupo al perverso». ” (1 Corintios 5:1-13) (PDT)

En el versículo 1, leemos que se trataba, de un caso de fornicación e incesto. ¡Qué vergüenza!


Es la expresión de Pablo, porque esto, no se da ni entre gentiles. Ante el versículo 2, algunos le
dirían a Pablo, que sacar a alguien, de la Iglesia, es falto de amor. En el versículo 3, cuando
Pablo dice; “Yo no estoy presente, físicamente con ustedes, pero los acompaño en espíritu.
Aun estando lejos, ya he juzgado a ese hombre como si yo estuviera allá con ustedes.”, está
diciendo, que él ha decidido disciplinar, al que ha hecho esto. No se refiere, de ninguna
manera, a desdoblarse o cosa parecida. El reclamo de Pablo, es que la Iglesia de Corinto, no
había hecho nada. Ellos se jactaban de sus dones, hablaban en lenguas, pero tenían este
pecado vergonzoso. En el versículo 4, Como ya mencioné, esto no se refiere a esoterismo. Es
una expresión, para decir que, “estamos de acuerdo, yo les apoyo”.

“En ese momento, entreguen a Satanás al que cometió el pecado. Su deseo pecaminoso será
destruido, pero su espíritu será salvo en el día en que el Señor venga.” (1 Corintios 5:5) (PDT)

¿Cómo es que los cristianos de hoy, no tienen la capacidad, de juzgar, y de hablar claramente,
del tema, de la disciplina del Señor? Error de Pablo, hubiera sido, juzgar al pecador, de este
pecado, si él también, hubiera estado en pecado. Pero su vida era limpia, por tanto, tenía la
autoridad moral, y el respaldo de Dios, para excomulgar a este hombre; juzgarlo y como
veredicto, entregarlo a Satanás.

Cuando a Jesús, le traen la mujer adúltera, les dice que, “el que esté libre de pecado que tire
la primera piedra”, ellos se fueron, porque hacían lo mismo. Si yo estuviera manipulando, a las
ovejas, para sacarles dinero, no podría hablar, contra éste pecador, que comete, este pecado,
pero como no lo hago, tengo la autoridad moral, para denunciar, a los estafadores de los
púlpitos. Si Jesús, hubiese prohibido juzgar, ¿cómo habría dicho, “cuídense de los falsos
maestros”: disciernan, vean, juzguen su mensaje, para no ser engañados (ver Mateo 24)?
Veamos los siguientes versículos:

“Dejen de juzgar por las apariencias, más bien juzguen de una manera correcta.”
(Mateo 7:24) (PDT)

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Jesús no está diciendo, que no juzguen, está diciendo; no juzguen mal. No se trata de callar, y
“dejárselo al Señor”. No podemos juzgar según las apariencias, sino bien sustentados, de una
manera correcta. Veamos este texto:

“»Tengan cuidado con los falsos profetas, pues ellos están disfrazados de mansas ovejas, pero
por dentro son lobos feroces. Ustedes los reconocerán por la clase de fruto que den. El bien no
viene de la gente mala, así como las uvas no se recogen de los espinos, ni los higos se recogen
de los cardos.” (Mateo 7:15-16) (PDT)

Esto significa: “prestar atención, a tener cautela, por escuchar”. Jesús, sí nos invita, a juzgar
rectamente, con justo juicio, juzgar los frutos, no las apariencias. Frutos, no es llenar un
auditorio, ni un estadio. En cambio, el espiritual juzga, todas las cosas; pero él no es juzgado de
nadie (ver 1 Corintios 2:15).

Juzguemos, según lo espiritual, no por las apariencias. Hay quienes, por las apariencias juzgan,
el fruto de una Iglesia, ven la calidad del auditorio, de alguna mega iglesia, se impresionan, por
las riquezas y suntuosidad, que ven, y creen que Dios, está con ellos, por esto. No
necesariamente el lujo, refleja obediencia.

Los defensores, de los falsos ministros, uno de los versículos favoritos, que mencionan, para
impedir, el buen juicio, es el de David, cuando dice, que no puede tocar, al ungido de Jehová.
Sin embargo, en el original, tocar se refiere, a “agredir físicamente”. No confundamos, “agredir
físicamente”, con “juzgar sus delincuencias”. A muchos ministros de satanás, les encanta que
la gente, se someta a ellos, pero veamos el siguiente texto:

“Tengan en cuenta a sus líderes que les enseñaron el mensaje de Dios; piensen cuál fue el
resultado de su buena manera de vivir e imiten su fe.” (Hebreos 13:7) (PDT)

¿No dice acaso aquí, que juzguemos su conducta? Entonces, imitamos su fe, y nos sometemos
a ellos. Pero si su conducta no es de Dios, cómo vamos a avalar sujeción.

“Ahora estoy listo para visitarlos por tercera vez, pero no seré una carga para ustedes. No
busco lo que ustedes tienen, sino a ustedes mismos, porque no son los hijos los que tienen que
ahorrar para sus padres, sino los padres para sus hijos.” (2 Corintios 12:14) (PDT)

Este es un punto importante, a considerar, en la conducta de un pastor, o de un ministro:


¿busca a las ovejas, o busca lo material, que tienen las ovejas? Como vemos, Ustedes los
reconocerán, por la clase de fruto, que den (ver Mateo 7:16). Cuando hablamos de frutos, no
podemos hacer, de los milagros y los grandes eventos, nuestra medida para juzgar. Hasta
Judas hizo milagros. El anticristo hará, que una estatua hable. Los brujos de Combarbala, hacen
milagros y dicen, “en el nombre de Jesús”.

¿A qué fruto se refería Jesús? El usó la palabra griega “carpos”, refiriéndose, a frutos de la
nueva naturaleza. ¿Cómo vivía Jesús? Esto nos da una medida correcta, después de todo, Él es
nuestro modelo. En Gálatas, también se usa, la palabra carpos: amor, gozo, paz, paciencia,
bondad, fe, templanza, dominio propio. Estos son evidencias, de que estamos llenos, del
Espíritu. No se trata de milagros, ni de estadios llenos

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“Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el que la cuida. Él corta todas mis ramas que no dan
fruto. Poda y limpia cada rama que da fruto para que así produzca más. Mi mensaje ya los ha
limpiado a ustedes. Permanezcan en mí y yo permaneceré en ustedes. Ninguna rama puede dar
fruto si está sola, sino que tiene que estar unida a la vid. Igual sucede con ustedes, no pueden
dar fruto si no se quedan en mí.” (Juan 15: 1-5) (PDT)

Sin Él, nada podemos hacer: refiriéndose, a dar frutos espirituales, no a hacer grandes
conciertos.

“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos
falsos profetas han salido por el mundo.” (1 Juan 4:1) (RVR 1960)

¿No es acaso aquí probad: juzguen, disciernan, vean?

“Más os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la
doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos.”
(Romanos 16:17) (RVR 1960)

Aquí no solo, se nos advierte a juzgar, sino también, a apartarnos de los tales.

b) ¿Es bíblico dar nombres?

Otra excusa que dan, los defensores, de los falsos ministros, de satanás. Es que no se debe dar,
ningún nombre, de quien instiga, la falsa doctrina. Estos siervos del diablo, siempre etiquetan
de rebelde, a cualquiera, que no le diga amen, a todos sus engaños. Y esto ocurre, porque tras
muchas generaciones, nos han puesto, un lente doctrinal heredado, hemos creído, a todo lo
que nos han enseñado, hemos dejado de ser, como los Judíos de Berea, que estudiaban todos
los días, la Biblia, para comprobar, que lo que le enseñaban, sus maestros, era cierto. A estos
se les llamaba “nobles”, lamentablemente hoy en día, hay muchos estafadores, que les llaman
“Rebeldes”, a quienes los denuncian:

“Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con
toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.”
(Hechos 17:11) (RVR 1960)

No piense, que es un pecado, cuestionar, las enseñanzas impuestas, por terceros, pues las
mismas escrituras dicen:

“El simple todo lo cree; Mas el avisado mira bien sus pasos.” (Proverbios 14:15)(RVR 1960)

“El tonto se cree todo lo que le dicen, pero el inteligente se fija bien por dónde va.”
(Proverbios 14:15) (PDT)

Por eso, debemos ver, todo a la luz, de la Santa Escritura, cuando hay una enseñanza, que no
nos convence, y sentimos que el Espíritu Santo, que mora en nosotros, nos inquieta, o cuando
alguien nos pregunta, por un tema en particular, y solo respondemos; “es eso lo que me

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enseñaron”, tal como aquel Católico, que le enseñamos y le predicamos, a no adorar ídolos, y
sin embargo, igual lo hace, aludiendo, que eso le enseñaron desde pequeño, y luego el Señor
nos pregunta, ¿porque se perdió el pueblo? Por falta de conocimiento. El único procedimiento
válido, para traer luz, sobre cualquier aspecto, que trata la Palabra de Dios, pues ella es:

“la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha
que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en
vuestros corazones” (2 Pedro 1:19) (RVR 1960)

Es nuestro propio deber, escudriñar las escrituras, en ellas, vamos a encontrar, la vida eterna
(ver Juan 5:39), y no en las palabras, de un embaucador. Nuestra pregunta es, si podemos dar
nombres, en forma pública, de estos falsos ministros. La repuesta es Si:

“Aléjate de los que hablan cosas mundanas y tonterías, porque esa manera de hablar sólo
resulta en que haya cada vez menos respeto hacia Dios. Su enseñanza se propagará como un
cáncer. Himeneo y Fileto han hablado así. Se han apartado de la verdadera enseñanza diciendo
que la resurrección de todos ya sucedió, y con eso arruinan la fe de algunos.”
(2 Timoteo 2: 16-18) (PDT)

Aquí Pablo, menciona nombres; Himeneo y Fileto. El Espíritu Santo, permitió esto, y que
nosotros, hasta hoy, leamos estos textos. Se imagina que usted, sea testigo de un robo, en un
banco, y que al interrogarle la policía, usted les diga: “en nombre del amor y paz, se dice el
pecado, pero no el pecador, no quiero problemas, no hay que juzgar, mejor no vi los hechos”.

Solo los tibios y cobardes, le tienen miedo a las represalias. David adulteró y asesinó:
¿entonces por qué se predica, de este texto, y mencionamos su nombre? Nadie enseña, de
esta historia diciendo; “había un rey que mató y adulteró”. Moisés le pegó, dos veces a la roca:
se menciona con nombre, y predicamos de esto. No decimos; “había un hombre que
desobedeció a Dios y…”. No, sino que lo mencionamos, por nombre. Pablo habló de Pedro:

“Cuando Pedro fue a Antioquía, lo enfrenté cara a cara porque sus propias acciones lo
condenaban.” (Gálatas 2:11) (PDT)

“Le escribí una carta a la iglesia, pero Diótrefes no acepta lo que decimos. Él siempre quiere ser
el que manda. Por eso, cuando yo vaya le llamaré la atención por todo el mal que hace. Él dice
mentiras contra mí y no recibe a nuestros hermanos. Tampoco deja que otros los ayuden, sino
que expulsa de la iglesia a los que quieren ayudarlos.” (3 Juan 1:9-10) (PDT)

Esta vez, se está hablando de Diótrefes. Otro de los tantos nombres, mencionados en el
Nuevo Testamento.

“¡Pobre gente! Se fueron por el mismo camino de Caín. Por conseguir dinero se van por el
camino equivocado como Balán, hablan contra la autoridad y son destruidos como le pasó a
Coré.” (Judas 1:11) (PDT)

En conclusión, sí se puede juzgar, debemos hacerlo bien (no viendo las apariencias, sino el
fruto) y hay peligro en no hacerlo.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 108


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Como no debemos juzgar: Pasamos sentencia (ver Mateo 7:1). Condenamos (ver Lucas 6:37).
Hablamos falso testimonio (ver Santiago 4:11). Proferimos chismes, calumniamos
(ver Proverbios 10:18). Rompemos el orden de Mateo 28 (ver Mateo 28). Juzgamos por las
apariencias (ver Juan 7:24).

Ahora, como si podemos juzgar: Discernir entre lo bueno y lo malo (ver Hebreos 5:14).
Denunciar a los falsos maestros (ver Mateo 3:7). Exponer el error, por medio de la Biblia
(ver Isaías 8:20) Probar y denunciar falsas doctrinas (ver Apocalipsis 2:2; 14-15). Redimir al
pecador, según Mateo 28 (ver Mateo 18). Reprender y no participar en sus obras
(ver Efesios 5:11). Desechar a los herejes (ver Tito 3:10).

Debemos dar sus nombres, ellos no son menores de edad, para colocar, solo sus iniciales y su
edad.

c) Algunos ministros de satanás

Para ser consecuente, con lo escrito, y en base a lo expuesto, es mi deber, como atalaya de
Cristo, denunciar algunos nombres, que ya se sabe abiertamente, el nombre de muchos
ministros de satanás, que proclaman falsas doctrinas, roban con engaño a la gente, y las
someten a la perdición, de sus almas, en el infierno. Es el caso de; Cash Luna, Marcos Witt,
Jesús Adrián Romero, Cesar Castellano, Rony Chávez, Dante Gebel, Benny Hinn, Joel Osteen,
Jonás González, Ricardo Rodríguez, Alex Campos, José Luis de Miranda, entre otros.

En esta ocasión, iré en profundidad, la denuncia, de dos lobos vestidos de ovejas, dos siervos
de satanás, que arrasan con masas, y con muchos seguidores, me refiero a Guillermo
Maldonado y Ana Méndez:

Guillermo Maldonado, es un magnate, seudo pastor, de la “iglesia el rey Jesús”, organizador


del congreso CAP (Donde se reúnen, todos los falsos profetas modernos, y mercantilistas,
hambrientos del dinero y la codicia), predicador del Domionismo o reino ahora, y del falso
evangelio de la prosperidad.

Que niega el rapto de la Iglesia. ha sido cuestionado, por muchos cristianos, en todo el
mundo, por haber profetizado en el nombre de Dios, en la televisión, desde la ciudad de
Miami, en Octubre del 2006, diciéndole lo siguiente, al pueblo del Ecuador: "Tengo una mujer,
dice el espíritu de Dios, que la estoy posesionando, desde el cielo, para ser presidente de este
país, yo mismo cambiare las leyes, de esta nación, en este día decreto y declaro, sobre los aires
de esta nación, donde no serás una cenicienta, sino que vendrán al centro de la tierra, a alabar
mi nombre, dice el Espíritu de Dios".

La candidata Melba Jácome, pastora evangélica, e ingeniera de profesión, decidió postularse,


para la presidencia, de Ecuador. Habló en canales de televisión, anunciando su triunfo, a la
presidencia, justificándose, por la profecía dicha, por Guillermo Maldonado.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 109


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El resultado de las elecciones, fue la reelección, del presidente Rafael Correa. La pastora
candidata, salió última en su país. Guillermo Maldonado, no aclaró jamás esto, no pidió
disculpas y guardó silencio.

Además, es cuestionado, por predicar y enseñar, a los creyentes evangélicos, que pueden
pactar con Dios, por "prosperidad". Y en una de sus prédicas, en su afán, por demostrar sus
argumentos, para robarles al púbico, llegó hasta el punto, de comparar a Dios, con una
prostituta.

Mientras está hablando, del pacto, donde da a entender, que nuestro Dios, no puede hacer
nada, a menos que ofrezcamos algo; por supuesto, ese algo no es el alma, sino ellos lo llevan
súbitamente al dinero, o propiedades, o prendas, y vehículos. En uno de los momentos dice, y
citaré, sus propias expresiones, dice que una ramera, vende su cuerpo por dinero; “Ellas o una
mujer decente, no le abrirá sus patas (luego dice piernas) a nadie, si no es por dinero o
compromiso”.

Sigue hablando del pacto, ante una multitud de hombres ingenuos; en el evento se ve
claramente, que ninguno de ellos es salvo, pues no reaccionan, ante la horripilante blasfemia.
Todo lo contrario: Esos hombre, se ponen de pie, y lo empiezan a aplaudir, sin lugar a dudas,
movidos por el espíritu, del anticristo, en esos momentos.

De inmediato, Maldonado dice: “Dios no le va abrir las piernas a usted, si usted no le ofrece
algo”. Y sigue usando la misma frase, e intercambia la palabra “ramera”. Y vuelve a decir: “Dios
no le abrirá las piernas, si no le ofrece algo”. Él dijo: “a Dios, no se les viene con palabras
bonitas” (ósea que a él, no le interesa, que se adore o exalte a Dios), luego dice: “Dios no te va
a abrir las patas, sino entras en pacto con El” (en otras palabras, “a mí me interesa, que pactes
con dinero, paga como se le paga a una ramera).

“El Santo Dios dice: « ¿Con quién me van a comparar? ¿Quién es como yo?»
(Isaías 40:25) (PDT)

“¿A quién me les parezco? ¿Con quién me pueden ustedes comparar o igualar
apropiadamente? (Isaías 46:5) (PDT)

“Luego Jesús dijo: « ¿Con qué puedo comparar el reino de Dios? ¿Con qué historia podré
explicarlo? “(Marcos 4:30) (PDT)

¿No le da escalofrío, esa horripilante blasfemia? Pero este señor, no solo blasfema, sino que
muestra, una clarísima megalomanía, es decir, un delirio de grandeza. Él cita, a otros falsos
ministros de la prosperidad, diciéndole que Dios les dijo: “ora por mi amigo”, ellos preguntan
¿Quién es tu amigo? Supuestamente el Señor dice: "Guillermo Maldonado".

Pero no es todo, este tipo quiere instaurar, un “Papado evangélico”, en donde el papa, es él
mismo, primero se convirtió en “apóstol”, colocándose un anillo, en señal de poder, después
proclama ser sobrenatural, y sus seguidores, en muchos lugares le llaman “padre”.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 110


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Cuando estuvo, acá en Chile, este falso apóstol, se proclamó, en una concentración, como el
padre, de todos los apóstoles modernos. Y además aprovechó, de envestir como apóstol de
chile, al lobo Fernando Chaparro. En su libro, Maldonado establece, que el “padre”, tiene
potestad sobre los hijos, y mediante una falsa enseñanza, de la paternidad espiritual, acentúa
su autoritarismo espiritual, pues como apóstol, tiene todo el poder, dado de lo alto, al igual
que es poseedor, de una unción especial. En la actualidad, ordena apóstoles, y les confiere un
anillo, símbolo de la autoridad, que él les delega.

En su página web, de “El Rey Jesús”, de su “red apostólica vino nuevo”. Maldonado ofrece
cobertura apostólica, la que comprende en primer lugar, de honrar como padre máximo, a
Guillermo Maldonado, y en segundo lugar, para susto de algunos escépticos, que no creían, la
entrega de un anillo cardenalicio, para cada Apóstol, nombrado que se sujete, al Papa mayor.

Leamos literalmente, lo que dice la página de; “Ministerio El Rey Jesús”/acerca de/Red
Apostólica/membrecía. Dice:

Membrecía: Cada miembro, recibe su certificado, como parte activa, de la Red Apostólica Vino
Nuevo, un carnet de identificación, firmado por el apóstol Guillermo Maldonado, como padre
espiritual de la red. Cuando un miembro, es comisionado como apóstol, o enviado como
pastor, “tendrá un anillo”, que lo identifica, como un establecedor, del Reino, a la región
donde es enviado.

Amigo lector ¿le sorprende esto? , Esto huele a Vaticano, pero los que tienen, la nariz tapada,
es imposible que puedan oler, y con tantas evidencias, poder entender, quién está detrás de la
“Reforma Apostólica”.

En una de sus predicaciones, dijo textualmente: “hay una unción sobre mí, que muy raras
veces usamos, de decretar juicio contra mis enemigos, piensan los estúpidos, que nosotros, no
tenemos discernimiento, quiero decirte algo, como apóstol de dios, yo desato juicio contra
ellos, estamos en una guerra, tenemos que desatar el juicio, los que me están viendo en el
internet, terminan muertos leprosos, en la cárcel destruidos por el pecado, por el mismo
inferno. No se metan conmigo ni la iglesia, entonces, me pueden tirar sus m… Este pueblo está
cubierto con la sangre.”

Analicemos sus palabras necias, con La Biblia:

¿Sera verdad, que Maldonado tiene la Unción, será el ungido de Dios? Es evidente que no,
porque al maldecir, Maldonado demuestra, no tener la unción, del Espíritu Santo. Porque los
hijos de Dios, no maldecimos. Pero los cristianos, al recibir al Espíritu Santo, por la fe, en
Jesucristo, tenemos Su Santa Unción.

“Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.” (1 Juan 2:20) (RVR 1960)

¿Debe un cristiano maldecir? No, de ninguna manera, debemos maldecir. Jesús, no manda a
bendecir, a los que os maldicen y aborrecen:

“Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los
que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen.” (Mateo 5:44) (RVR 1960)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 111


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En ningún pasaje, de las Escrituras, existe tal cosa, como “raras veces, usamos la unción del
Espíritu Santo”. ¿Puede un ser humano, desatar el juicio, aquí en la tierra? No, solo Dios tiene
la autoridad, para hacerlo.

“Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su JUICIO ha llegado; y adorad a aquel que
hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.” (Apocalipsis 14:7) (RVR 1960)

“Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de
David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.” (Apocalipsis5:5) (RVR 1960)

¿Sera verdad, que él nos puede, declarar muertos por el pecado, por el infierno? Falso. Cristo
ya nos dio la vida eterna. Y la vida que recibimos, gratuitamente, no se puede perder.

“Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados.”


(Efesios 2:1) (RVR 1960)

“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan
conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.” (Romanos 8:1) (RVR 1960)

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios”
(Efesios 2:8) (RVR 1960

“y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre
que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.”
(Juan 10:28-29) (RVR 1960)

También el seudo profeta, Guillermo Maldonado, emitió una falsa profecía, a distancia, sobre
el colombiano Jugador de futbol, Radamel Falcao, sin antes, jactarse de "sus" milagros, en
especial, sobre las rodillas. Además deja ver su propia ignorancia, ya que desconoce, que
Falcao era cristiano, lo peor, es que “declara sanidad”, se da el lujo, de contar hasta tres, pero
nuestro hermano Falcao, no se logró recuperar. Y nuevamente Maldonado, queda en
evidencia y queda en ridículo.

“si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es


palabra que Jehová no ha hablado; con PRESUNCIÓN la habló el tal profeta; no tengas temor
de él.” (Deuteronomio 18:22) (RVR 1960)

Las blasfemias, herejías, y falsas profecías, que ha dado, Guillermo Maldonado, son muchas,
como para escribir un libro. Como cuando dijo, que ser pobre, es una maldición. O peor,
cuando en una de sus predicaciones, rechaza la Biblia. Él dice, y de forma muy sutil, trata de
decir, que la Palabra de Dios escrita, representa lo pasado, lo que ya no es. Y lo que Dios, ya
dijo alguna vez, ya no es relevante hoy. O sea, que lo mejor, que pueden hacer los cristianos,
no es vivir, según la Palabra de Dios escrita, sino buscar, lo que Dios está diciendo hoy (o sea,
en escuchar, a personas como él).

Para Guillermo Maldonado, la Biblia, es solo un conjunto de “principios”, que quedaron en el


pasado. Un simple libro, como cualquier otro libro, escrito por algún, gurú de filosofía
hinduista, o de cualquier otra religión.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 112


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Luego procede a decir, que los cristianos solo tienen “dos opciones”. Es decir, deben elegir,
entre vivir, según los “principios” del pasado, revelado en la Biblia, o elegir buscar la voz de
Dios, fuera de la Biblia. Él induce, a su audiencia, a escoger la segunda opción. Yo elijo la
primera:

“Toda la Escritura es un mensaje enviado por Dios, y es útil para enseñar, reprender, corregir y
mostrar a la gente cómo vivir de la manera que Dios manda” (2 Timoteo 3:16) (PDT)

Todas estas aberraciones, están documentadas, y disponibles en Internet. Si usted desea


investigar, hágalo libremente. También podrá ver, su mansión, de millones de dólares, en
donde vive, con su desquiciada esposa.

Es la mujer que lo acompaña, de la cual, la Biblia dice, que es una misma carne, con Guillermo,
su ayuda idónea, se llama Ana Maldonado. Esta mujer, tiene sus labios, llenos de groserías,
inmundicias y blasfemias.

En una, de sus más famosas blasfemias, dijo que Dios, tenía tetas, la cual sin ser experta en
lengua hebrea, haya interpretado, la terminología hebrea, del shaddai, con una traducción
absurda, afirmando que se refiere, a las “tetas” de Dios, usando para ello, una expresión
vulgar. En su sermón, afirma que esta terminología hebrea, “El Shaddai”, significa “las tetas de
Dios”, lo que además, de ser una interpretación aberrante, la convierte en una vulgar
predicadora, que profana al Todopoderoso, siendo esto, de acuerdo a la mente hebrea, una
blasfemia.

Ella dijo, textualmente: “yo tuve un sueño, con esos senos, y eran tan grandes como una
pelota, así de grandes”. Refiriéndose, a que le vio, las tetas a Dios. Una aberración.

Veamos etimológicamente, qué significa el término El Shaddai. Según todas las concordancias,
exégesis y enciclopedias, esta palabra, significa; “Dios es Todopoderoso”, o “Dios que es más
que suficiente”.

El Shaddai, en Hebreo es (‫)שדי אל‬, y se refiere, a uno de los nombres Judaicos, de Dios, en
relación. Según el Talmud, Dios no tiene nombre, ni se debe pronunciar, el término Dios, por lo
que los rabinos, solo se refieren a Él, indicando sus cualidades. Es por eso, que todos los
términos hebreos, hablan de su accionar o cualidad, ejemplo: Adonaí, y Shaddai, indica su
cualidad de todopoderoso, y nada tiene que ver, con esas tetas, o ese Dios madre-padre, que
es una definición gnóstica, usada por la Nueva Era. Esto evidencia, que Ana Maldonado,
padece, una seria esquizofrenia teológica.

Últimamente, en este año 2017, se le ha visto, hablando tantas aberraciones y blasfemias,


como se les puede permitir, como por ejemplo, en una de sus predicaciones, dice que Dios le
envió ángeles, para que le cuidaran, sus joyas de oro (porque ella así lo mandó), o que
también, le dio una unción de mall, para hacer sus compras. O cuando a unos niños, los trata
de “idiotas”, y “mongólicos”. En fin, son muchas las cosas perversas, que esta mujer habla. Es
tal cual, para su esposo.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 113


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Otra conocida ministra, de satanás, es Ana Méndez Ferrell, en quien está, el mismo espíritu de
Jezabel, esta bruja vestida de cristiana, entre sus herejías. Confiesa públicamente, que no hay
arrebatamiento, ni bodas del Cordero, ni novia, ni gran tribulación, ni Nueva Jerusalén, y peor,
la segunda venida, de Cristo.

Esta mujer, que obedece a su dios mamón, y que escucha hablar a los billetes, promociona las
experiencias, “paranormales y metafísicas”, cómo “mover de la Unción”, los conjuros, cómo
“decretos”, y los hechizos, cómo “acto proféticos”. Esta mujer, dice haber visto, un apocalipsis
distinto, al que vio Juan.

Un día apareció, mostrando una fotografía suya, con el rostro, totalmente golpeado. Como sin
un hombre, la hubiera golpeado a puñetazos. Con sus ojos morados, e inflamados. Según ella,
mientras luchaba, con espíritus malignos, en la orilla del mar, vino una ola, que la azotó contra
la arena. Entonces vino, su “hijo espiritual”, llamado Mario Scaffeti, con una Palabra de Dios,
para ella, la cual dice textualmente así:

“Entonces me dijo: “Ana, al ver tu rostro destrozado Dios me dice, que así está el rostro de la
Iglesia, porque los hombres que se han levantado injustamente contra ti, no se dan cuenta que
están golpeando el rostro de Cristo y desfigurando a Su amada Iglesia.”

Totalmente increíble. Además de atribuirse, representar a la Iglesia, delante de Dios. A esta


mujer, la vemos haciendo el ridículo, en varias partes; algunas veces, anda con un equipo de
buceo, en las profundidades del mar, reprendiendo “supuestos” demonios. O la vemos
ordenando a los huracanes, que paren, como la hemos visto, recientemente, tratando de
detener, el huracán Irma, con unos rituales muy raros. Esta mujer no le pide a Dios, que
detenga el huracán, sino que le “ordena”.

Algunos fascinados y seducidos, por el “Marketing”, por los milagros, por el mediatismo de
canal Enlace, por la codicia de ser “prosperados económicamente”, aceptaron el tremendo
“ofertón”, sin vacilación, sus cerebros, fueron lavados poco a poco, con premisas cómo, “la
revelación, es sobre el conocimiento”, “los que estudian la Biblia, son religiosos, y no son
prácticos”, y muchas más consignas, y luego empezaron a molestarse, con aquellos siervos de
Dios, que comenzaron, a denunciar y descubrir, las artimañas de satanás, detrás de esta
estratagema.

Parte de la biografía, de Ana Méndez dice: Ordenada como Profeta y Apóstol, el ministerio de
Ana Méndez Ferrell, está presente, en más de 40 naciones. Ana, afirma ser un apóstol y
profeta, que se ha elevado, al rango de “general”, en el ejército, de la guerra espiritual de Dios.
Como tal, trabaja para formar, un ejército, para luchar en contra y destruir, las obras de las
fuerzas demoníacas, en todo el mundo. Esto se hace, dice, a “marcar el comienzo, de la gloria
de Dios”.

Ana, es nacida en México, ahora reside en Jacksonville, Florida, con su esposo, Emerson Ferrell.
Ella supuestamente, fue “salvada por Jesucristo”, en 1985, mientras estuvo recluida, en un
hospital psiquiátrico, después de haber sido, una sacerdotisa de vudú. Supuestamente, el
poder milagroso de Dios, la libertó completamente, y la transformó, en uno de sus generales,
para conducir su ejército, a destruir la obra de satanás.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 114


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“Porque llegarán tiempos en que la gente no querrá escuchar la verdadera enseñanza que
conduce a una vida recta y sólo buscarán rodearse de maestros que los complazcan diciendo lo
que quieren escuchar. La gente dejará de escuchar la verdad y comenzará a dejarse guiar por
historias falsas.” (2 Timoteo 4:3-4) (PDT)

“Pero rechaza los cuentos irreverentes y tontos, y más bien entrénate para una vida dedicada
a Dios.” (1 Timoteo 4:7) (PDT)

La predicadora, Ana Méndez Ferrell, quien se hace llamar “profeta” o “apóstol”, pontificaba
(no hay otra palabra, para expresarlo) habla sobre la “lucha espiritual”, en lo que
evidentemente, son experiencias personales, muy parecidas, a las del gnosticismo, de la
metafísica, o del vudú (brujería), mas no del evangelio.

“Pero me temo que así como la serpiente engañó a Eva con su astucia, la mente de ustedes
también se corrompa y se desvíen de la pureza y la devoción que tienen por Cristo. Ustedes
toleran sin quejarse a los que les dan un mensaje sobre Jesús distinto al que les hemos
anunciado. Están dispuestos a aceptar un espíritu diferente al Espíritu que ya recibieron, y
también están dispuestos a recibir una buena noticia de salvación distinta a la que nosotros les
enseñamos. (2 Corintios 11:3-4) (PDT)

Esta falsa profeta, es una ex sacerdotisa satánica, del vudú, y ex interna, en un hospital
neurosiquiátrico, según ella misma relata, en su página web, y quien dicta, “principios” o
explicaciones, dadas por ella, hasta del comportamiento de la tierra, y de la naturaleza, las
estrategias y pensamientos, de los demonios, y otras muchas cosas, que la Biblia, no nos
revela. Pero que ella, pretende enseñarnos, con autoridad. Además, ha sido, una del grupo de
animadores, de las maratónicas de dinero, en el canal de televisión, Enlace TBN.

Entre otras falsas doctrinas, ella enseña, que en la “Santa Cena del Señor”, comemos
literalmente, la “carne” de Jesús, y bebemos su “Sangre”, literalmente (canibalismo), la misma
doctrina, que enseña la religión, católica romana, como lo dice en su libro; “Comed de mi
Carne y Bebed de mi Sangre”, Publicado por E & A International.

“Todo aquel que vaya más allá de la enseñanza acerca de Cristo y la abandone, no tiene a Dios,
pero el que viva de acuerdo a ella, tiene al Padre y al Hijo.” (2 Juan 1:9) (PDT)

Parece, que esa falsa profeta, no está todavía libre, de esquizofrenias y doctrinas diabólicas,
teniendo apariencia, de cristiana fogosa. Debo ser claro y directo, para protección de todo el
Pueblo de Dios, la Iglesia de Jesucristo. Escuchaba en la radio, a ella pontificando, creyendo
tener, la última y mayor revelación, dada a los hombres, diciendo que las almas, de los
cristianos, que están sufriendo pobreza económica, o cualquier otra tribulación, se encuentran
cautivas, en ciertos lugares espirituales o espaciales (¿Salvados por Cristo y cautivos de
satanás?).

Lugares a los cuales, ella viaja en su espíritu (¿viajes astrales gnósticos?), con solo disponerse,
para efectuar sus liberaciones, activando ella misma, sus autoproclamados, dones de profecía
y ciencia, a veces sola o a veces, de mano de algún ángel, o simplemente, se despliega como
telón de cine, una visión delante de ella, en la cual visualiza, en cuál lugar, se encuentra el
alma, de cualquier cristiano.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 115


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Así ella describía, como carta de turismo o mapa de navegación, lugares diferentes visitados, y
conocidos solo por ella, que el Espíritu Santo, no describió en la Biblia, con nombres como; “la
tierra del olvido”, “el Abadón”, “las cavernas del infierno”, “el desierto”, etc. Supuestamente
las personas, aun siendo cristianos, están simultáneamente aquí en la tierra, y su alma está en
aquellos lugares, en prisiones que ella ha visto.

Ella decía también, que al orar por un pastor, que sufrió varios accidentes seguidos, pudo ver,
como en el infierno, tenían una maqueta, con el alma del pastor, llena de sangre y montada en
un automóvil destruido, alrededor de cuya maqueta, bailaban los demonios, y esa era la causa,
según esta mentirosa, o bruja moderna, de los varios accidentes, sufridos por el pastor.

También narró, con aire de suficiencia o prepotencia, pues según ella, cuando su espíritu viaja,
y se enfrenta a los demonios, es todo poderosa, por ser un espíritu con Jesús, mientras que
cuando, está en su cuerpo físico, es la mitad de poderosa (nada humilde, la apóstola), tanto
que un hermano, le pidió oración, porque después de ocho años, de congregarse en la iglesia,
nadie le recordaba el nombre, ni lo nombraban, o usaban para nada, viviendo aislado, por el
pastor y los hermanos, lo cual lo tenía sufriendo mucho.

Al orar, decía ella, que fue trasladada por un ángel, a un lugar llamado “la tierra del olvido”,
que era un gran piso desolado, de concreto, donde pudo ver, unas burbujas, y el ángel le dijo,
que profetizara, a una de las burbujas, para que se rompiera, ante lo cual, apareció un cofre, y
luego le dijo, que ordenara al cofre abrirse, ante tal orden de ella, se abrió el cofre, y fueron
saliendo, numerosas personas, entre ellas, el hermanito marginado, que le pidió oración, con
sus hijitos. Resultó, que el cofre era una cautividad generacional, causada por un antepasado
del hermano, y con la orden de la apóstola, fueron libres todos sus familiares, cristianos o no.

Si hubiera podido, le hubiera interpelado, en alta voz, la predicación, a esta ministra de


satanás, seudo apóstola engañadora, creyendo que los cristianos, somos unos ignorantes, de la
Palabra de Dios. ¿Por qué predican enseñanzas, basadas en supuestas visiones personales, o
fábulas, y no se basan en el Evangelio escrito?

“…para que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, no sea que por causa
de uno, os envanezcáis unos contra otros.” (1 Corintios 4:6) (RVR 1960)

No hay derecho, que nos seduzcan, con espejitos y abalorios, de fábulas mentirosas, como lo
hacían, los conquistadores españoles, con los ignorantes indígenas de América.

“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos
falsos profetas han salido por el mundo” (1 Juan 4:1) (RVR 1960)

“Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de
Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de Luz”
(2 Corintios 11: 13) (RVR 1960)

“Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe,
escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios” (1 Timoteo 4:1) (RVR 1960)

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“En el pasado hubo falsos profetas entre el pueblo de Dios, así como también los habrá entre
ustedes. Sin que ustedes se den cuenta, ellos les darán falsas enseñanzas que los llevarán a
ustedes a la condenación. Se atreverán incluso a negar al mismo Señor, que fue quien pagó el
precio de su libertad. Pero al hacerlo, ellos mismos atraerán su rápida destrucción. Muchos los
seguirán en su conducta indecente, y por culpa de ellos habrá quienes hablen mal del camino
de la verdad. Lo que en realidad quieren los falsos maestros es quitarles su dinero y explotarlos
con engaños. Pero Dios les tiene preparada la condena desde hace tiempo, y no podrán
escapar del que los destruirá.” (2 Pedro 2:1-3) (PDT)

SU PLAN DE ATAQUE

La palabra “plan”, se refiere a; artificios, engaños, astucias, a sus engaños, de una forma
planificada.

En esta sección, veremos, el plan de ataque de satanás, sobre los creyentes; Como trata de
imitar a Dios, como crea una falsa trinidad. Como hace milagros, de modo falso. También
veremos, como se hace, sacrificios así mismo, y como utiliza el aborto, para hacerlo. Como
siembra cizaña, en medio del pueblo de Dios. Como instiga la falsa doctrina, como el
dominionismo o el G12. Veremos además, como ciega a los hombres a la verdad, y como roba
la Palabra, del corazón humano.

Veremos, como estorba y resiste, la obra y las oraciones, de los siervos de Dios. Y como nos
hace pelear a los cristianos, unos contra otros. Como acusa, a los cristianos, delante de Dios, y
como Jesucristo, es nuestro abogado. Como tiende lazos, a los hombres, como el orgullo.
También vamos a ver, como el diablo tienta. Como aflige, y en donde veremos, la aflicción
económica, y sobre las ofrendas y los diezmos.

Vamos a ver, como engaña, con mentiras, como la idolatría, a la virgen María, la católica.
Como socaba la santidad del hogar, con artificios, como la pornografía y las drogas. Y como
puede pervertir la palabra de Dios, en donde veremos, algunas traducciones de la Biblia, mal
hechas, a propósito, por el enemigo, para confundir.

Recuerde siempre, que la Biblia enseña, que Dios, le permite a satanás, una cierta cantidad de
libertad (ver Job 1:12), sin embargo, esa libertad, siempre es limitada. El diablo, no puede
hacer, todo lo que desea. Satanás escoge, atacar a los hijos de Dios (ver 1 Pedro 5:8), y su plan,
es siempre perverso; el maligno es un homicida (ver Juan 8:44).

En cambio, el propósito de Dios, al permitir ciertos ataques satánicos, siempre es bueno; Dios
ama a Sus hijos (ver 1 Juan 4:16). José, enfrentó muchos ataques satánicos, en su vida, pero al
final, él pudo hablar con confianza, de dos efectos opuestos, detrás de los mismos
acontecimientos: "Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien"
(ver Génesis 50:20).

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1. Imita a Dios

“Miren lo grande que es el amor que el Padre nos ha mostrado, ¡hasta llega a hacer posible
que seamos llamados hijos de Dios! Y eso es lo que de verdad somos. Por eso la gente del
mundo no nos conoce, pues el mundo no conoce a Dios. Mis estimados hermanos, ahora
somos hijos de Dios pero todavía no sabemos lo que seremos en el futuro. Lo que sí sabemos,
es que cuando Cristo regrese seremos como él, pues lo veremos tal y como él es.”
(1 Juan 3: 1-2) (PDT)

Dios a cada ser humano, a cada pecador arrepentido, nos regala libremente, el privilegio
invaluable, de ser llamados, “hijos de Dios”. Y para serlo, cada cristiano, debe ser un imitador
de Cristo (ver 1 Corintios 11:1). Debe seguir sus mismos pasos, esta imitación de nosotros, a
nuestro Señor, es un alago hacia Él.

El diablo, también es un imitador de Dios, él tiene una obsesión muy grande, de ser como Dios.
Pero qué ironía, que lo que Dios, le ofrece al creyente, de ser llamado hijo de Dios, satanás lo
haya buscado, inútil y desesperadamente, tanto tiempo, y no lo ha logrado jamás, es decir, ser
como Dios. Desde el día, en que Lucifer se rebeló, contra Dios, es que el padre de las mentiras,
siempre ha querido, imitar a Dios, y ser igual a Él. Su propósito, engañar si fuese posible, aun a
los escogidos (ver Mateo 24:24). Imitar a Dios, es parte del plan de ataque, de satanás.

Desde la antigüedad, el diablo siempre, ha querido imitar a Dios, él se ha dedicado, a copiar la


obra de Dios. Así como Dios, se comunica, por medio del Espíritu Santo, con su pueblo, con su
Iglesia, y a través, de su cuerpo místico, es que habla, fluye y bendice a la humanidad. También
el diablo, tiene su propio y peculiar “pueblo”, un cuerpo, por medio del cual, el espíritu del
diablo, imita la obra de Dios.

Las Sagradas Escrituras, nos cuentan y enseñan, que los magos, de la corte del faraón, hicieron
los mismos milagros, que Moisés; al convertir la vara, en culebra, el rio Nilo convertido en
sangre, e incluso, la plaga de ranas, también fueron hechos, por los magos, hechiceros del
faraón:

“Los magos intentaron crear más mosquitos, pero no lo lograron y los mosquitos picaron a la
gente y a los animales. Los magos dijeron: «Esto es obra de Dios». Pero el faraón se puso terco
y no los quiso escuchar, tal como el SEÑOR había dicho.” (Éxodo 8:18-19) (PDT)

Es decir, satanás imita la obra de Dios, en forma casi idéntica, pero limitada:

“…mas la vara de Aarón devoró las varas de ellos.” (Éxodo 7:12) (RVR 1960)

Veamos otras imitaciones, que este padre de la falsedad, ha realizado:

El Señor, es Dios (ver Salmos 83:18), y el diablo, pretende ser dios (ver 2 Corintios 4:4).

Dios, tiene su reino (ver Mateo 24:14), y satanás, tiene su reino (ver Mateo 4:8-9).

Dios, tiene hijos (ver Juan 1:12), y el diablo, tiene hijos (ver Juan 8:44).

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Dios tiene ángeles, a su servicio (ver Lucas 15:10), y satanás también (ver Apocalipsis 12:7).

Dios, tiene su trono (ver Apocalipsis 22:3), y el diablo, tiene su trono (ver Apocalipsis 2:13).

El Espíritu de Dios, mora en el creyente (ver Romanos 8:9), y satanás y sus espíritus, moran en
el pecador (ver Marcos 5:2).

Dios, tiene su doctrina (ver Juan 7:16), y el demonio, tiene su doctrina (ver 1 Timoteo 4:1).

Dios, exige adoración exclusiva (ver Mateo 4:10), satanás, pretende adoración (ver Mateo 4:9).

Dios se manifiesta, en Cristo (ver Hebreos 1:1-2), se manifiesta, con su demonios


(ver Efesios 6:12).

Dios, tiene su Iglesia (ver 1 Timoteo 3:15), y satanás, tiene su iglesia (ver Apocalipsis 3:9).

Cristo, tiene Apóstoles (ver Apocalipsis 21:14), y satanás, tiene apóstoles


(ver 2 Corintios 11:13).

Cristo da autoridad, a sus seguidores (ver Mateo 10:1), y satanás, da autoridad a la bestia
(ver Apocalipsis 13:4).

Cristo, cita las escrituras (ver Mateo 4:10), el diablo, cita las escrituras (ver Mateo 4:6).

Cristo, es sembrador (ver Mateo 13:37), y satanás, pretende ser sembrador


(ver Mateo 13:38-39).

Dios, descendió fuego del cielo (ver 1 Reyes 18:38), el diablo, hace descender fuego del cielo
(ver Apocalipsis 13:12-13).

Dios, tiene sus misterios (ver 1 Corintios 4:1), y el diablo, tiene sus secretos
(ver Apocalipsis 2:24).

Dios, tiene sus ministros (ver Romanos 15:16), satanás, tiene sus ministros
(ver 2 Corintios 11:14-15).

Jesucristo, es Luz (ver Juan 8:12), satanás, se disfraza, como ángel de luz
(ver 2 Corintios 11:14).

Dios, acepta sacrificios (ver Romanos 12:1), el diablo, recibe sacrificios (ver 1 Corintios 10:20).

Jesús, es Príncipe y Rey (ver Isaías 9:6), y satanás, es príncipe (ver Efesios 2:2).

Dice la Biblia, que los últimos tiempos, cuando Jesús venga, por segunda vez;

“Entonces verán al Hijo del hombre que vendrá en una nube con poder y gran gloria.”
(Lucas 21:27) (PDT)

Satanás el diablo, va a pretender, ser Jesús;

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“Entonces aparecerá ese hombre maligno y el Señor Jesús lo matará de un solo soplo y lo
destruirá con el esplendor de su llegada. El hombre maligno aparecerá por obra de Satanás y
tendrá mucho poder para hacer señales milagrosas y falsas maravillas. Por maldad, él hará
todo lo que pueda para engañar a los que están perdidos porque no aceptaron amar la verdad
para ser salvos. Por tanto, Dios les envía un poder engañoso que actúe en ellos y los haga creer
en la mentira.” (2 Tesalonicenses 2:8-11) (PDT)

También podemos ver, como satanás, trata de imitar, los dones del Espíritu santo
(ver 1 Corintios 12: 1-11), los cuales son:

Palabra de Sabiduría. Palabra de Ciencia. Fe. Sanidades. Milagros. Profecía. Discernimiento de


Espíritus. Diverso Genero de Lenguas. Interpretación de Lenguas.

El diablo, da dones a sus seguidores:

Inteligencia Diabólica Animal. Adivinación. Fe en satanás. Sanidades mediante brujería,


santería, etc. Milagros (incluso el falso profeta, hará descender fuego, del cielo).
Premoniciones. Percepción Extrasensorial. Conocen todas las lenguas de babel. Pueden
interpretar, lenguas terrenales y angelicales (pues eran ángeles).

Estos ejemplos, en la Palabra de Dios, nos muestran, como satanás, pretende usurpar, el
Señorío de Jesús. El diablo, usa el imitar a Dios, para hacernos caer en el error, si no tenemos
pleno conocimiento, de lo que dicen las Escrituras, si no tenemos, la constancia en la oración,
si no vivimos, la Palabra de Dios, en nuestras vidas, si no dejamos, que el Espíritu Santo, guíe
nuestra vida, y nos favorezca, con las manifestaciones, de sus dones. Es imposible darnos
cuenta, de las situaciones de engaño, que por medio de la imitación, que hace satanás, nos
hace creer, que esas cosas son de origen Divino, cuando realmente, no pertenecen a Dios.

“Eso no nos sorprende porque Satanás también se disfraza de ángel de luz. Entonces es natural
que los siervos de Satanás pretendan aparecer como los siervos de justicia. Sin embargo, al
final, ellos recibirán el pago por sus obras.” (2 Corintios 11:14-15) (PDT)

Aquí Pablo, nos enseña, que la imitación del diablo, acerca de las cosas de Dios, no debe
extrañarnos, maravillarnos, o sorprendernos, por qué el mismo satanás, se disfraza como ángel
de luz. No es mucho pues, que sus servidores, se disfrazan de servidores de justicia. El diablo,
es un gran actor, y puede sin grandes problemas, disfrazarse de ángel del Señor.

a) Tiene una falsa trinidad

El diablo, en su afán, de imitar a Dios, también ha querido, copiar la misma naturaleza, de Dios,
su esencia misma, de ser un Dios trino; Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo:

“Así que vayan y hagan seguidores en todas las naciones. Bautícenlos en el nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 120


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La Biblia enseña, que dentro de la naturaleza, del único verdadero Dios, existen tres personas
separadas y distintas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Son co-iguales en naturaleza, y co-
eternas. La Trinidad, no es tres dioses, en uno. Los “testigos de Jehová o los unicistas, de los
“solo Jesús”, dirán que la Trinidad, se define, como tres dioses en uno. Los cristianos, no
creemos definitivamente, que la doctrina de la Trinidad, sea tres dioses en uno. A lo largo, de
todo el Antiguo Testamento, y muchas veces, en el Nuevo, vemos claramente, que solo hay, un
Dios verdadero. Este Texto, es clave en la Escritura, para comprender, la doctrina de la
Trinidad. La Biblia dice:

“En el pasado, cuando ustedes no conocían a Dios, eran esclavos de dioses falsos.”
(Gálatas 4:8) (PDT)

Por implicación, nosotros sabemos ahora, que hay un Dios verdadero, por naturaleza. Ese Dios
verdadero, que existe, es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Las tres personas son eternas,
omniscientes, omnipotentes y omnipresentes. En ningún lugar en la Biblia, dice que este Dios,
que nosotros llamamos, el Dios verdadero, que los cristianos, adoramos y servimos, es sólo el
Padre, o una sola persona, conocido como el Padre. Les voy a presentar, muchas razones, para
demostrar, por qué Jesús, es Dios, y por qué era adorado, por qué se le oraba, y por qué, el
Espíritu Santo, es Dios también.

“Luego Dios dijo: «Ahora hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza. Tendrá poder
sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y en toda la tierra. Reinará sobre los animales
terrestres, y sobre todos los que se arrastran por el suelo». Así que Dios creó al ser humano a
su imagen y semejanza, creó al varón y a la mujer.” (Génesis 1:26-27) (PDT)

Observe bien, dice “Ahora hagamos”, ¿con quién, está hablando Dios? Luego dice, “al ser
humano a nuestra”. Dios está hablando en plural.

“Yo seguía con estas visiones en la noche. De repente, vi que salía entre las nubes uno como un
ser humano. Se acercó al Anciano venerable y lo presentaron ante él. Se le dieron poder, gloria
y autoridad; todos los pueblos naciones y lenguas estarán a su servicio. Su dominio no tendrá
fin y su reino nunca será destruido.” (Daniel 7:13-14) (PDT)

¿Quién es este hombre, este “como un ser humano”, al cual, se le dio poder, gloria y
autoridad, sobre todos? Este es Jesús. Así que, no sólo el Anciano es venerado, vemos que hay,
alguien más, separado y distinto, al Anciano venerable, que según, estos dos versículos, es
igualmente adorado. Por lo tanto, debe haber pluralidad, en la Divinidad. Tiene que haberla,
porque sólo, el Verdadero Dios Viviente de la Biblia, puede ser adorado. Adorar algo o a
alguien más, sería idolatría.

“Escucha, ¡Israel! El SEÑOR es nuestro Dios, el SEÑOR es uno.” (Deuteronomio 6:4) (PDT)

Aquí la palabra Dios, es YHWH Elohim, es Uno (es una unidad compuesta), nos encontramos,
que YHWH Elohim, es uno. Ahora, esto es algo muy importante, porque esta palabra “uno”
presenta una unidad compuesta. La palabra “uno”, en hebreo, se escribe “echod”, y esta
misma palabra, la encontramos, en el siguiente texto:

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 121


122

“Por esa razón el hombre deja a su papá y a su mamá, se une a su esposa y los dos se
convierten en un solo ser.” (Génesis 2:24) (PDT)

Ahí está, la unidad compuesta. Marido y mujer, se tornan en lo mismo, que YHWH es, unidad
compuesta. Hombre y mujer son uno.

Una persona, posee intelecto, emoción y voluntad. El Padre posee intelecto, posee emoción y
posee voluntad. Y también el Hijo, y todos nosotros. Y eso es porque, somos personas o
personalidades:

“Pero el Consejero, el Espíritu Santo que el Padre enviará en mi nombre, les enseñará y
recordará todo lo que les dije.” (Juan 14:26) (PDT)

El Espíritu Santo, también es una persona, Él no es una fuerza, o una energía. Para que alguien
pueda enseñar, tiene que poseer intelecto. Así que si, el Espíritu Santo enseña, tiene intelecto.
Y también una persona, tiene emoción. El Espíritu Santo, tiene emoción:

“Hermanos, les ruego por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu Santo que me
ayuden a luchar pidiéndole a Dios por mí.” (Romanos 15:30) (PDT)

Pablo se refirió, al amor del Espíritu. El amor es una emoción, y el Espíritu Santo tiene amor,
por lo tanto, el Espíritu Santo, tiene una emoción. Y además, tiene una voluntad:

“Todo eso lo hace un solo Espíritu y él decide lo que le da a cada cual.” (1 Corintios 12:11) (PDT)

Así que, el Espíritu Santo, tiene intelecto, tiene emoción, y tiene voluntad, igual que el Padre e
igual que el Hijo. Y no sólo eso, hay otras indicaciones, de que el Espíritu Santo, es una persona
y no una fuerza activa:

“Los profetas y maestros de la iglesia de Antioquía eran Bernabé; Simón, también llamado el
Negro; Lucio, de la ciudad de Cirene; Manaén, que se había criado con Herodes el gobernante,
y Saulo. Un día, mientras ayunaban y adoraban al Señor, el Espíritu Santo dijo: «Aparten a
Bernabé y a Saulo para que hagan el trabajo para el cual los he llamado».
(Hechos 13:1-2) (PDT)

Como creyentes en la Trinidad, no creemos que Jesús, sea el Padre. Él es una persona,
separada y distinta, del Padre. Él no es el Padre, pero Él es Dios, por naturaleza. Su esencia es
Dios. Su substancia es Dios. Pero Él, no es la persona del Padre. Él es una persona separada y
distinta del Padre.

“Tomás le contestó: — ¡Mi Señor y mi Dios!” (Juan 20:28) (PDT)

Acá encontramos, cuando uno de sus apóstoles, le llamó Señor y Dios. No sólo llamó, a Jesús
su Señor, sino que también, llamó a Jesús su Dios. Yo puedo decir, que Jesús, es tanto mi
Señor, como mi Dios. ¿Y usted?

“Pero de su Hijo dice: «Tu reino, oh Dios, seguirá por siempre, gobernarás tu reino con justicia.”
(Hebreos 1:8) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 122


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Acá vemos al Padre, hablando acerca de Su Hijo, Él lo conoce y lo llama “Dios”. Jesús es Dios, e
incluso, el mismo se reconoce, como Dios:

“Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el
Todopoderoso.” (Apocalipsis 1:8) (PDT)

“Entonces Jesús se acercó y les dijo: —Dios me ha dado toda autoridad en el cielo y en la
tierra.” (Mateo 28:18) (PDT)

Toda potestad, le fue dada a Jesús, ¿quién puede tener todo ese poder?, ¿un ángel?, ¿un
profeta? No, solamente Dios, puede tenerlo. Ya sabemos, que el Espíritu Santo, es una
persona, pero ¿es la persona, del Espíritu Santo, Dios por naturaleza?

“Entonces Pedro dijo: —Ananías, ¿por qué permitiste que Satanás entrara en tu corazón?
Mentiste y trataste de engañar al Espíritu Santo. Vendiste el terreno, pero ¿por qué te quedaste
con parte del dinero? El terreno era tuyo antes de venderlo, pudiste haber dispuesto del dinero
a tu gusto. ¿Por qué se te ocurrió eso? ¡Le mentiste a Dios, no a los hombres!”
(Hechos 5:3-4) (PDT)

La única conclusión racional, es que la Biblia, enseña la Trinidad, aun cuando la palabra misma,
no aparece en la Biblia. De hecho, muchas palabras, no aparecen en la Biblia, pero son
enseñadas. La palabra biblia, no está en la Biblia. La palabra milenio, no aparece en la Biblia,
pero ciertamente, se enseña varias veces (ver Apocalipsis 20). Sólo porque la palabra, no esté
allí, no significa, que no se enseñe. La Trinidad, se enseña en la Biblia.

“Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y
estos tres son uno.” (1 Juan 5:7) (RVR 1960)

Así como Dios, tiene una trinidad, satanás también, lo ha querido imitar, y el diablo es;
satanás, el falso profeta y la bestia:

“El diablo, el que engañó a esa gente, será arrojado al lago de fuego y azufre, donde están la
bestia y el falso profeta. Allí sufrirán día y noche para siempre.” (Apocalipsis 20:10) (PDT)

El propósito de satanás, siempre ha sido, imitar a Dios, para conseguir ser adorado. En la Biblia,
está escrito, el pensamiento del enemigo, del Dios Altísimo:

“… «Subiré al cielo, levantaré mi trono sobre las estrellas de Dios…. Subiré bien arriba, por
encima de las nubes más altas y seré como el Altísimo». (Isaías 14:13-14) (PDT)

Cuando se retire, el Espíritu Santo, junto con la Iglesia de Cristo, en el arrebatamiento,


comenzará el período del Apocalipsis, en el que, el mismo Dios, le permitirá a satanás imitarle,
y tomar el poder, durante el corto período de tiempo, que durará, la gran tribulación.

Actualmente, vivimos tribulaciones, la misma Iglesia de Cristo sufre, pero aun así, los
creyentes, estamos en una situación privilegiada, y completamente distinta, a la que se
presentará, en el período apocalíptico. Ahora el Espíritu Santo, mora en la Tierra, oramos a
Dios y nos escucha, no tenemos ninguna barrera, que impida la comunicación, con el Cielo,
porque el mismo, Espíritu Santo de Dios, mora en nosotros, los renacidos por gracia.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 123


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Distinto será, cuando ya no esté, el Espíritu Santo, en este mundo, la tribulación que vivimos
en la actualidad, se convertirá, en la gran tribulación, para los que queden.

¿Cómo se podrán comunicar con Dios, si ya no estará el Espíritu Santo? Quedarán a merced,
de satanás y sus ángeles, tendrán que luchar solos, contra toda esa fuerza diabólica, porque el
Espíritu Santo, no estará, como está ahora.

El anticristo no podrá manifestarse, hasta que el Espíritu Santo, no se retire, junto con la Iglesia
de Cristo:

“Ustedes ya saben lo que lo detiene por ahora, para que el hombre maligno aparezca a su
debido tiempo. El poder secreto del mal ya está en acción en el mundo, sólo falta que el que lo
detiene se quite del camino.” (2 Tesalonicenses 2:6-7) (PDT)

En el tiempo apocalíptico, el dragón, el cual es satanás, le dará su autoridad, al anticristo, que


es la bestia. De esta manera, el anticristo imitará, por corto tiempo, al Señor Jesucristo, tendrá
autoridad, para ir contra los santos, y llegará a ser adorado, por sus seguidores.

“La bestia era como un leopardo con patas de oso y boca de león. El dragón le dio a la bestia su
poder, su trono y gran autoridad.” (Apocalipsis 13:2) (PDT)

En ese periodo, de la gran tribulación, Dios tendrá, una manera de identificar, a sus siervos:

“Luego vi a otro ángel que venía del oriente y que traía la marca del Dios viviente. Este ángel
gritó a los cuatro ángeles que habían recibido el poder de hacer daño a la tierra y al mar. Les
decía: « ¡Todavía no hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que les pongamos
una señal en la frente a todos los que sirven a nuestro Dios!»” (Apocalipsis 7:2-3) (PDT)

Satanás imitando a Dios, también tendrá, una forma de identificar, a sus seguidores:

“La segunda bestia también obligó a todos, grandes y pequeños, ricos y pobres, libres y
esclavos, a llevar una marca en la mano derecha o en la frente. Nadie podía comprar ni vender
si no tenía la marca del nombre de la bestia o el número que corresponde a su nombre.”
(Apocalipsis 13:16-17) (PDT)

La apariencia de resurrección, del anticristo (la bestia), es una imitación de la resurrección, del
Señor Jesucristo:

“Una de las cabezas de la bestia parecía que había recibido una herida mortal; pero fue curada,
lo que tenía al mundo entero asombrado, y seguía a la bestia. Adoraban al dragón por haberle
dado su poder a la bestia y también adoraban a la bestia y decían: « ¿Quién es tan poderoso
como la bestia, como para poder pelear contra ella?»” (Apocalipsis 13:3-4) (PDT)

Dios es Uno en esencia, y Tres en existencia: Padre, Hijo y Espíritu Santo; satanás para imitar a
Dios, instaurará una fugaz trinidad diabólica:

“Después, vi a tres espíritus malos que parecían ranas. Salieron de la boca del dragón, de la
bestia y del falso profeta. Estos eran espíritus de demonios que tenían el poder de hacer
milagros. Salían a reunir a los reyes del mundo entero para la batalla del gran día del Dios
Todopoderoso.” (Apocalipsis 16:13-14) (PDT)

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“Fueron capturados la bestia y el falso profeta que había hecho milagros delante de ella. Con
esos milagros quería engañar a los que tenían la marca de la bestia y adoraban su imagen. La
bestia y el falso profeta fueron arrojados vivos al lago de fuego donde arde el azufre.”
(Apocalipsis 19:20) (PDT)

“El diablo, el que engañó a esa gente, será arrojado al lago de fuego y azufre, donde están la
bestia y el falso profeta. Allí sufrirán día y noche para siempre.” (Apocalipsis 20:10) (PDT)

Con todo lo expuesto anteriormente, se puede identificar, el personaje que describe el


siguiente versículo:

“Entonces vi que delante de mí había un caballo blanco. Su jinete tenía un arco; recibió una
corona y salió con ánimo triunfante para vencer una vez más.” (Apocalipsis 6:2) (PDT)

Aparentemente, pareciera que el jinete, que monta este caballo blanco, fuera el Señor
Jesucristo, pero no lo es, está muy lejos de la realidad, se trata del anticristo, que vencerá a los
santos, en el período apocalíptico:

“La bestia recibió el poder de pelear contra el pueblo santo de Dios y de vencerlo. Recibió poder
sobre cada familia, raza, lengua y nación.” (Apocalipsis 13:7) (PDT)

La acción del anticristo, es una “imitación”, de lo que sucederá, cuando el Señor Jesucristo,
venga por segunda vez, a juzgar este mundo:

“Después vi el cielo abierto y delante de mí había un caballo blanco. Su jinete se llama Fiel y
Verdadero porque juzga y combate con justicia.” (Apocalipsis 19:11) (PDT)

Satanás siempre, va a querer imitar a Dios, en todo, va a querer, traer un fuego extraño, al
altar, va a entrar por la puerta, él va a querer, hablar en lenguas, como si fueran para Dios,
cuando en realidad, son solo inmundicias. Por eso vemos, en tantos lugares, personas que
dicen hablar en lenguas, y no lo son. Y no estoy diciendo, que el don de lenguas, no exista.
Personas que dicen, “rambosacalabazuca”, e imitan todo, lo que han oído, alguna vez.
Escucharon a un hermano, hablar en lenguas reales, pero decidieron imitarlo, porque parecía
más espiritual, o por ignorancia, lo engañaron diciéndole, que ese era, el bautismo del Espíritu
Santo.

Por eso hoy, vemos en las iglesias, gente hablando, las mismas lenguas, danzando de la misma
forma, adorando con las mismas palabras, que otros, orando de la misma forma, cantando de
la misma forma, con la misma voz, que el cantante de moda. Es porque todo es una imitación,
tratan de imitar, la presencia de Dios, tratan de imitar la manifestación, del Espíritu Santo. Es
satanás detrás de ellos, aparentando algo, que no es real.

2. Hace milagros

“El hombre maligno aparecerá por obra de Satanás y tendrá mucho poder para hacer señales
milagrosas y falsas maravillas” (2 Tesalonicenses 2:9) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 125


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Un milagro, es una situación, un fenómeno o una acción, que no puede explicarse, a partir de
los principios naturales, y que por lo tanto, es imputado a la participación, de una entidad
divina.

El milagro, es “un hecho producido, por una intervención especial, de Dios, que escapa al
orden, de las causas naturales, por Él establecidas, y destinado a un fin espiritual”. Un milagro,
es un suceso, extraordinario y maravilloso. Es un acontecimiento, cuya causa se desconoce,
que sorprende. Es un acto, del poder divino superior, al orden natural, y a las fuerzas o
capacidades humanas.

Los milagros de nuestro Dios, aún existen. Dios es el mismo de ayer, de hoy, y por siempre. Los
milagros, son más habituales, de lo que la gente piensa. Es lógico, que el Creador, pueda actuar
por encima, de las leyes naturales, creadas por Él mismo. El milagro pasa así, a ser signo de
algo, que Dios, quiere manifestar a los hombres.

“El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que no crea será condenado. Y estas señales
acompañarán a los que hayan creído: expulsarán demonios en mi nombre y hablarán en otros
idiomas sin haberlos aprendido. También tomarán serpientes en las manos y si llegan a tomar
veneno, no les hará daño. Además podrán sanar a los enfermos tocándolos con las
manos».”(Marcos 16:16-18) (PDT)

Los milagros que Jesús realiza, no son considerados por los evangelios, de manera aislada, sino
que están conectados, con su predicación y al servicio de ella.

“Jesús recorría todos los pueblos y aldeas, enseñando en las sinagogas proclamando el nuevo
mensaje del reino y sanando toda clase de enfermedades y dolencias.” (Mateo 9:35) (PDT)

De aquí, podemos deducir, que la intención, que Jesús tenía, al obrar un milagro, no era
simplemente, causar una impresión fuerte, en la gente que lo veía y escuchaba, sino que
buscaba, abrir el corazón de las personas, a su misión, como enviado de Dios, y a su mensaje
salvador.

Por otra parte, los evangelios nos presentan los milagros, como un elemento de la
proclamación, del Reino de Dios, que era el tema central, de la predicación de Jesús. En este
sentido, los milagros son signo, de que el Reino de Dios, o mejor, el reinar de Dios, ya ha
comenzado, y que es un acontecimiento poderoso, dinámico, lleno de fuerza salvadora, que se
hace realidad, en medio de los hombres.

“Pero si yo expulso demonios por el poder de Dios, entonces está claro que el reino de Dios ya
ha llegado a ustedes.” (Lucas 11:20) (PDT)

Los milagros, son como Palabras eficaces de Jesús, que comunican, a quien los recibe, la
salvación y la vida de Dios. Son un mensaje en acción, una buena noticia. Y por lo tanto, Jesús
que los realiza, es alguien muy especial. Recordemos, a los mismos discípulos, que después de
la tempestad en el lago, exclamaron:

“…Quién es este que hasta el viento y las olas obedecen sus órdenes?” (Marcos 4:41) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 126


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Los milagros, nos muestran también, que la salvación, que Jesús nos trae, de parte de Dios
Padre, es una salvación integral, una salvación que cobija, al ser humano entero. Por esta
razón, en la narración de muchos milagros, podemos ver, que se repiten indistintamente, los
verbos; “curar”, “sanar”, y “salvar”. Jesús cura, pero también perdona los pecados, porque es
portador, de una salvación integral. A un paralítico que le llevaron, para que lo sanara, de su
enfermedad, Jesús le dijo:” ¡Ánimo, hijo; tus pecados quedan perdonados!”. Y ante la
extrañeza, de algunos de los presentes, le repitió:

“…Levántate, recoge tu camilla y vete a tu casa” (Mateo 9:6) (PDT)

El poder de obrar milagros, es un don del Espíritu Santo (ver 1 Corintios 12:4, 10, 28), que
ningún ser humano, puede apropiárselo o asumir para sí (ver Hechos 8:18-22). Jesús prometió
a sus discípulos, que harían "obras mayores", que las que le vieron hacer, a Él (ver Juan 14:12),
no en poder o valor, sino en extensión y cantidad.

La comisión evangélica, contenía la promesa del poder, de obrar milagros


(ver Marcos 16:16-18; 1 Corintios 12:10), y no hay evidencias, de una limitación del tiempo,
para el uso de ese poder. El mismo poder divino, de los días del Nuevo Testamento, está
disponible hoy, cuando hace falta, pero deben satisfacerse, las mismas condiciones, tanto por
quien los recibe, como por el agente humano, que opera.

Debemos de creer, que el mayor milagro, que Dios puede hacer, en la vida del ser humano, ya
está hecho. El milagro, de que el mismo Dios todopoderoso, se haya hecho hombre, vivió entre
nosotros, y fue muerto en la cruz, por nuestros pecados. Que a través, de ese sacrificio de
amor, el ser humano, pueda tener la oportunidad, de cambiar su naturaleza carnal, por una
celestial, de poder cambiar, su forma de vivir y de ser, una nueva criatura.

Que milagro más grande es ese, cuando veo, al que ayer era un borracho y hoy es un pastor. O
de aquella, que un día fue prostituta, y hoy es una sierva de Dios. De aquel, que nadie daba un
peso por él, y que hoy es muy valioso, a los ojos de Su Creador. O de aquella, que desde que
nació, educada en el evangelio, jamás conoció el mundo, y ni siquiera se desvió, solo un poco,
del camino del Señor. De quien se ha mantenido, hasta el día de hoy, en los caminos del Señor.
Del que ayer estaba en cadenas, y hoy es libre. Del que ayer estuvo enfermo, y hoy está sano.
Gloria a Dios.

Personalmente, he visto muchos milagros de Dios, que son incontables, se necesitaría, escribir
otro libro para hacerlo. Como cuando, un tubo de gas, de cinco kilos, nos duró por siete meses,
porque no teníamos para comprar. Como cuando mi hijo, de un año, en ese entonces, se
quemó, el 80% de su cuerpo, con agua hirviendo, con quemaduras de tercer grado, y luego
esas quemaduras desaparecieron. Como cuando mi esposa, fue sanada de cáncer a la tiroides,
etc. y etc. Son muchas las ocasiones, en las cuales he visto, el poder de Dios, obrar con Sus
milagros, tanto como en los creyentes, o por misericordia, en los que no conocen a Jesucristo.
El amor de Dios es infinito, y no porque tenga amor, sino porque Él mismo es amor, Dios es
amor.

Como testimonio, de los milagros de Cristo, hoy voy a contar, uno en especial, uno que hizo
crecer mi fe, e hizo comprometerme de por vida, a servir a mi Dios.

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Un milagro, que quizás sea, uno de los más grandes, que hizo Jesús, cuando estuvo en la tierra,
me refiero, al de traer un hombre, de la muerte a la vida (literalmente), tal como lo hizo, con
Lázaro (ver Juan 11:38-44). Aquel hombre que resucitó, no fui yo, pero estuve al lado, de ese
hombre, para presenciar y dar testimonio, del poder y el amor de Dios, que se manifestó ese
día:

“Todo ocurrió, el día, 05 de Diciembre del 2004, había pasado un día, de los bautismos, de los
nuevos creyentes, en los cuales, yo también fui bautizado. La Iglesia, a la cual asistía
(congregación, templo, comunidad, etc. Como le quieran llamar), se había unido a otra, para
hacer los bautismos. Era una fiesta, para el Señor. Había una comunión muy grande, todo era
hermoso, se sentía el amor de los hermanos. Aquel día, era el último en la playa, ya se habían
realizado, todas las actividades. Los hermanos se preparaban, para hacer un almuerzo general,
para luego, tener un pequeño tiempo de esparcimiento, y luego volver a nuestra ciudad, y a
nuestros hogares.

Todo era normal, mientras todos preparaban, la comida de medio día. Con algunos jóvenes,
del grupo de la Iglesia, caminábamos por la orilla de la playa, de “puerto viejo”, en la región de
Atacama, Chile. De pronto, nos encontramos con un niño, que salía corriendo del mar, muy
desesperado y gritando, que alguien se estaba ahogando. Yo tuve miedo de entrar al mar,
miedo a rescatar a esa persona, que se ahogaba, con el agua salada. Yo, ya estaba traumado,
con la muerte, de un amigo muy querido, que se había ahogado, unos años atrás, en la isla de
Chiloé, al sur de Chile. A este amigo querido, junto con los marinos, lo encontramos muerto y
flotando, en la orilla de la playa, de aquella Isla. Desde aquella desgracia, jamás volví, a entrar
al mar, había tomado mucho pánico, me era imposible.

Entre todos mis hermanos jóvenes, que estaban conmigo, ninguno sabía nadar, y el que se
estaba ahogando, era el hermano menor, de la que hoy es mi esposa, era mi futuro cuñado, el
hijo del pastor. Su nombre es Jonatán Araya. Como yo era el único, que sabía nadar, le pedí
fuerzas a Dios, que me quitara ese pánico, ese miedo grande. Y entonces, entré al mar, a
rescatar, al que se estaba ahogando.

Los otros jóvenes, que estaban conmigo, y no sabían nadar, corrieron al campamento, a pedir
más ayuda, y mi futura esposa, miraba desesperada, desde la orilla. Mientras entraba al mar,
unos animales muy raros, que jamás he visto, se cruzaban en mi camino, y no me dejaban
avanzar; parecían manta rayas, muy grandes, y de su espalda, cambiaban muchos colores, eran
muy hermosos, eran animales acuáticos, que ni siquiera, en un libro de biología, o
enciclopedia, había visto. Aquellos animales, me distraían, y tampoco, me dejaban pisar el
suelo, no me dejaban avanzar. Pero cerré mis ojos, me lancé al agua, y comencé a nadar,
hasta llegar, al lado Jonathan.

Una vez a su lado, le dije, que tomara mi hombro, comencé a nadar, hacia la orilla, con el niño,
agarrado de mí (niño que era, de mi misma estatura), pero la corriente del mar, era muy
fuerte, y no podíamos avanzar nada. El niño Jonathan, se desesperó, y comenzó a hundirme,
como queriendo, usarme de flotador, era su instinto, de poder sobrevivir. Yo tenía que
hundirme, mucho más abajo, para poder sacarlo, de encima de mí, y para que no me ahogara.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 128


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Volví a intentarlo, una y otra vez, pero él siempre me hundía, y eso me cansaba mucho, estaba
agotando mis fuerzas. La corriente de las aguas, nos tiraban hacia dentro del mar, y las
enormes olas, caían sobre nosotros, una y otra vez, nos revolvían bajo el agua, como quien,
entraría a una lavadora automática, y cuando lográbamos salir, a respirar a la superficie, venía
otra ola encima, y nos volvía a hundir. Esto ocurría una y otra vez, era un ciclo que no paraba, y
en el cual, solo podíamos respirar, unos pocos segundos. Lo suficiente, para poder seguir
viviendo.

Hasta que llegó, una ola muy grande, que cayó, en medio de nosotros. Esa gran ola, nos
distanció mucho. Yo lo comenzaba, a mirar desde lejos, desde unos cuatro metros, y no podía
llegar a él. Pasaron como diez minutos, y Jonathan me hizo una señal, de despedida, él ya no
podía más, él sabía, que iba a morir, y comenzó a hundirse. Una ola cayó sobre mí, y mientras
estaba bajo el agua, pude ver como el niño, iba cayendo hacia la profundidad, el lugar en que
estábamos, en medio del mar, era justo, en la orilla de un acantilado, bajo las aguas. El cuerpo
inerte de Jonathan, se perdía de mi vista, mientras cada vez, caía más, en esa profundidad.

Una vez que asumí, que Jonathan se había ahogado, y estaba muerto. Comencé a nadar, por
mi propia vida, pero era inútil, entre más nadaba, más adentro quedaba, ya no podía ver, la
orilla de la playa, no sabía, para donde nadar, había perdido el norte, y comencé a
desesperarme. No entendía, porque tenía que morir, si era tan joven, si me quedaba una vida
por delante, y recién estaba comenzando a vivirla, y más aún, si era una nueva vida en Cristo.

Comencé a tragar mucha agua, sentía la muerte sobre mí. Luego mire hacia el cielo, y comencé
a calmarme, quizás Dios, solo estaba esperando, a que me convirtiera y me bautizara, para
llevarme a Su Presencia. Comencé a pensar, que eso era bueno, al otro lado, me esperaba
todo lo mejor, y comencé a relajarme, y a tener paz, una paz, que sobrepasa todo
entendimiento. Y luego, me encomendé a Dios, mi vida estaba en sus manos, era una
seguridad única, que si moriría, iba a estar a Su lado. No nadé más, y solo me dejé flotar, en el
enorme mar. Dejé de usar mis fuerzas, y me entregué a la voluntad, de mi Señor y Dios.

Cuando me solté, en las manos de Dios, las aguas empezaron a tirarme, hacia afuera, yo no
necesitaba mover nada, las olas me empujaban, para afuera. Y de pronto, comencé a ver, la
orilla de la playa, a lo lejos, veía un grupo de varones, de la Iglesia, que estaban entrando al
mar, para salvarnos, las olas me acercaban a ellos. Los hermanos, venían con un cordel, muy
largo, para sacarnos, y para que nadie más, se ahogara. De pronto, el cordel, se cortó en varios
pedazos, yo comencé a nadar nuevamente, y cuando lo hice, uno de los pedazos del cordel, se
enrolló en mis piernas, como una serpiente, que atrapa su presa, no dejaba moverme.

Luché nuevamente, y me saqué, ese cordel de encima, casi me ahogo intentándolo. Luego un
hermano, llegó a mi lado, y comenzó a sacarme hacia fuera. Otro me preguntó, dónde estaba
el niño, yo llorando, le dije que se había ahogado, que había muerto en el mar, hace casi dos
horas.

Los hermanos desesperados, comenzaron a ingresar, más al mar, para rescatar el cuerpo del
niño. Yo ya estaba pisando, el suelo de la arena, dentro del mar, me senté en el agua, estaba
muy cansado para salir, había estado, casi dos horas y media en el mar.

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Solo agradecía, la nueva oportunidad de vivir, que Dios me había regalado, y desde ese
momento, fue que prometí, servir a Jesucristo, por el resto de mi vida. Como lo sigo haciendo
hoy.

De pronto, miro hacia atrás, para ver a los hermanos, como estaban, y veo algo parecido, a un
pez espada, que salta, desde lo profundo del mar, hacia el cielo, algo que saltó, como dos
metros aproximadamente, sobre el nivel del mar. Según el relato, de otros hermanos, dicen
que la madre, del niño ahogado (mi actual suegra), se arrodilló en la orilla del mar, y
golpeando el agua, con sus manos, dijo: “mar, tu eres creación de Dios, te ordeno en este
momento, que me devuelvas a mi hijo, en el nombre de Jesucristo”. Al momento, el niño que
estaba muerto, ahogado, en el fondo del acantilado del mar, saltó del agua, como un pez,
como si algo muy grande, lo tomó y lo arrojó, hacia afuera.

En el momento, todo era un caos, muchos hermanos, incluyendo el pastor, se estaban


ahogando, presos de la corriente marina. Dos hermanos, habían llegado hasta el niño, y lo
traían arrastrándolo, boca abajo, sobre el agua. Ellos, solo estaban sacando, su cuerpo sin vida.
Luego pasaron por mi lado, cada uno, lo arrastraba, tomándole de los brazos, y cuando
llegaron a la orilla, lo dieron vuelta, su cuerpo estaba igual, que el de mi amigo querido, que
había muerto en Chiloé; estaba de otro color, estaba hinchado por el agua salada, le salía
espuma por los ojos, por la boca y por las orejas. Un hermano, que estaba en la orilla de la
playa, que es paramédico, examinó el cuerpo de Jonathan, y dijo: “este niño está muerto”. Al
escuchar esto, todos lloraban desconsolados, mientras unos cinco hermanos, juntos con el
pastor, se estaban ahogando en el mar, y aun no podían salir. Era un escenario muy crítico, el
ambiente, era muy feo, era satanás, venciendo a los hijos de Dios.

La madre de Jonatán, la esposa del pastor, llamó a todos los hermanos, y hermanas, y les
pidió, que hicieran un círculo, alrededor del niño, y que oraran, para que Dios, le devolviera la
vida. Ninguno de los hermanos dudó, y todos comenzaron a orar, al Dios vivo. Yo no podía
moverme, estaba muy agotado, y vomitando el agua salada, pero dentro de mi debilidad,
también clamaba al Señor. Cuando de pronto, hubo un silencio, se escuchó un pequeño
murmullo, y el niño, comenzó a respirar nuevamente, aunque muy débil, pero la vida, había
vuelto a él, después de dos horas, sumergido bajo el mar. El niño, que estuvo dos horas
muerto, sumergido, bajo el acantilado del mar, ahora estaba ahí, en la orilla de la playa,
respirando y con vida. ¡Gloria a Dios!

Yo lloraba de alegría, era ilógico, lo que estaba pasando, los hermanos empezaron a salir, uno
a uno, del mar, nadie se ahogó. La esposa del otro pastor, se acercó a mí y oro por mí, le pidió
a Dios, que me diera fuerzas, como las del búfalo, y en un instante, sentí las fuerzas, me paré,
empecé a correr, llevamos al joven, a una ambulancia, junto a su padre, empecé a organizar a
la Iglesia; desarmé las carpas, iba para allá y para acá, y no podía cansarme, ¡aleluya! Lo que se
estaba convirtiendo, en un desastre, y en una derrota, se convirtió, en un triunfo de la Iglesia,
sobre satanás, de la vida sobre la muerte. Ese fue un milagro de Dios.

En el lugar, estaba televisión nacional de Chile (TVN), estaban haciendo un documental, por la
naturaleza del lugar, y grabaron parte de lo acontecido, sin saber, cómo terminaron las cosas,
ellos equivocadamente, dieron la noticia, que el niño y el padre, habían muerto.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 130


131

En el hospital, los doctores pronosticaron, que el niño, iba a quedar con secuelas, en su
cerebro, y que tenía que estar, muchos días hospitalizado. Pero al otro día, Jonatán, salió de
alta, sano y sin secuelas. Y cuando el representante, de Puerto Viejo, fue a dejar su pésame, y
las flores para la tumba, a la casa del niño, que supuestamente estaba ahogado, se tomó una
gran sorpresa, al ver, que el ahogado, le estaba abriendo la puerta. ¡Alaba a Dios, mi hermano!

Ese día, que Dios me sacó del mar, prometí servirle a Él, y es por eso, que amo tanto a Dios, es
por eso, que lucho tanto, contra satanás, incluyendo, este mismo libro, que usted está
leyendo, tiene ese propósito. Es porque, conozco las estrategias de satanás, tengo la
autoridad y el don de discernimiento, para arrancar máscaras, y hablar de arrepentimiento, y
convertimiento. Tengo toda la moral, para enseñar Su Palabra, bendito sea Dios. Este es mi
testimonio, de como Dios, aun levanta a los muertos, y les da vida.

Ya hemos visto, que los milagros de Dios, aún existen, y que el don de sanidad, sigue vigente
en nuestros días (aunque muchos creyentes, no lo crean). Pero también existen, los milagros
que puede realizar satanás, y es lo que veremos a continuación, para que usted, los pueda
diferenciar, de los milagros de Dios, y no se confunda, o deje de creer, en los milagros de Dios,
porque ha visto, milagros falsos. Dentro de los milagros de satanás, podemos ver que el diablo,
utiliza dos tácticas, con los cuales, manifiesta su poder, es decir: mediante los “milagreros”, y
mediante “milagros religiosos”.

a) Milagreros

Desde el principio, de la era cristiana, muchos han querido ver milagros. Para algunos, el deseo
de ver lo sobrenatural, ha sido mucho más grande, que el deseo de escuchar, la sana doctrina.
Personas que siempre, están más interesados, de buscar a Dios, para ser impresionados, por
sus milagros, que por vivir, una vida santa, que Él demanda. Herodes esperaba ver una señal,
de Jesús. Los fariseos y saduceos, también querían ver milagros. Al fin Jesús les dijo:

“Esta generación mala e infiel pide una señal milagrosa, pero no se le va a dar ninguna señal,
solamente la que se le dio a Jonás ». Entonces los dejó y se fue.” (Mateo 16:4) (PDT)

Hoy podemos ver, mucha de esta gente, mala e infiel, que piden milagros, para ser
sorprendidos, o para deleitarse, en el show del diablo. Satanás sabe, que existen, esta clase de
personas, conoce el perfil, de cada una de ellas, y por esta razón, les envía milagreros, que
sacian su apetito, de ver señales y milagros. Estos milagreros, son agentes de satanás, que
entran encubiertos, a las iglesias, despliegan una gran parafernalia, grandes campañas,
ofreciendo “milagros”. Millones de ovejas incautas, terminan trasquiladas, por estos lobos,
vestidos de ovejas.

Uno de estos milagreros conocidos, es Cash Luna, del cual, sus malos frutos, ya son conocidos
por muchos, ejemplo de ello, es en uno, de sus ya conocidos shows. En un acto de total
irreverencia, el señor Luna, arrojó la Biblia al suelo, y trazó imaginariamente, lo que él llama
“una línea de poder de Dios”.

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Entonces, las personas, a las que él llamaba, al tratar de pasar, esa “línea de poder”, caían al
suelo, a retorcerse como un pez, fuera del agua. Lo que él quería “demostrar”, era que nadie,
podía permanecer en pie, ante su presencia, a causa de su unción sanadora. Esa “línea de
poder”, era la unción de Dios (según él), para echar fuera demonios y sanar enfermos.

Estos milagreros, no solo ofrecen milagros, sino que además, se jactan de un poder, que dicen
tener y no lo tienen, solo son presunciones. Pedro no tenía dinero, pero daba lo que tenía,
ahora estos sinvergüenzas, piden dinero, y ofrecen lo que no tienen.

A estos milagreros, nunca usted los verá, en un hospital, o en África, usted siempre los verá, en
un escenario, con un gran show, y sobre todo, en donde haya mucho dinero. Muchos de estos
milagros, son falsos, por no decir todos. De la gente, que supuestamente es sanado, en
“noches de gloria”, el show de Cash Luna, jamás se ha escuchado, de la continuidad de estos,
otros en cambio, son sanados por la fe en Dios, antes de llegar al show, y el programa se los
atribuye, al señor Luna.

Para que se entienda mejor, todo este negocio de los milagros, veamos cómo operan, estos
fraudulentos embaucadores, y comerciantes de la fe, como; Benny Hinn, Rony Chávez, Cash
Luna, etc. Y como todos, estos supuestos milagros, requieren un lugar, que no precisamente
es, en una posta, o en el SAPU, o una clínica, o un hospital. Sino que son hechos, a través de un
show televisivo. Esta es su forma, de operar:

Estos eventos de “milagros”, llámese “noches de gloria”, “tu milagro hoy”, “recibe tu milagro”,
o como quiera que se llamen, requieren la cercanía, de un aeropuerto internacional, dispuesto
a recibir, el avión privado, de estos señores milagreros, como si fueran una banda de rock, en
una gira internacional. Atrincherados en el piso, más lujoso del hotel, de la ciudad que visitan,
estos fraudulentos y sus cómplices, disfrutan de los mejores manjares (e incluso drogándose,
como fue pillado, a través de un video, Benny Hinn, con uno de sus asistentes), emocionados,
por lo fácil, que han podido trasquilar y desfalcar, la ciudad anfitrión, que los espera
ansiosamente.

Días atrás, un ejército de trabajadores, instaló treinta mil sillas, y una plataforma enorme, para
acomodar las enormes, pantallas de televisión, el ostentoso equipo de sonido, las lujosas
cámaras de televisión, decenas de micrófonos, el equipo músico, y una serie de cuartos, tras el
escenario, para acomodar a los secuaces.

Mientras tanto, los locutores de las radiodifusoras, susurran; “Ten fe y ven, pide tu milagro con
“el milagrero”, como que fuera una divinidad. Aunque el evento, es supuestamente gratis, los
pastores emprendedores, de esta extravaganza, le han sacado, un millonario patrocinio, al
gobierno de turno, así como enormes contribuciones, de las municipalidades (sin el
conocimiento, de los contribuyentes), aportes económicas de las iglesias (que los llevan casi a
la quiebra), y donaciones de dinero (por individuos acaudalados). Como recompensa, “el
milagrero” los reconoce públicamente, ya que es un honor incomparable, tenerlo en su ciudad,
y ser parte del equipo desfalcador.

Los pastores, empresarios y emprendedores, de este evento, reciben una invitación privada, a
la conferencia matutina VIP. Los boletos cuestan, entre $500.000 pesos, a $1.000.000 de pesos

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chilenos, por entrada, y se venden en menos, de una semana. Con 200 invitados por sesión, los
ingresos para el milagrero, son unos $ 160.000.000 de pesos. Y hay dos sesiones. Les da una
charla motivacional, y los reconoce como sus ungidos y preferidos.

Toma meses, organizar estos eventos y show. Negociaciones gruesas, entre dueños,
empresarios y emprendedores, de las iglesias participantes, determinan quien recibirá, los
derechos y comisiones, de cada franquicia; hoteles, comida, transporte, seguridad, boletos
aéreos, alquiler de sillas y equipo, limpieza, alquiler del estadio, transporte urbano, parqueo,
publicidad, boletos, uniformes y walkie-talkies, etc.

Al confirmar las fechas, el dinero empieza a fluir, en todas direcciones y los interesados, lamen
ferozmente, el pozo de oro, para agazapar sus tajadas. Tampoco se ve alguna factura, ya que
las obras de Dios, siempre se manejan bajo la mesa. Algo que si destaca en estos show, es el
comité de beneficios sociales. Este comité, se encarga de asegurarse, que; “Ni un peso, de la
recaudación, sea donado a un hospital, orfanato, manicomio, prisión, enfermos, viudas,
hambrientos, u otros desafortunados”. Lo que más tiene este comité, es numerosos
ejecutivos, con muchos honorarios.

Empieza el show, y tras unas cortinas, al fondo del escenario, los equipos de cómplices y
enfermos profesionales, que pronto recibirán sus milagros, esperan nerviosamente,
acompañados, de numerosos asesores espirituales, cuya función, es engatusarlos. Varios
actores, visten batas médicas, para darles más credibilidad, a los enfermos, frente al público y
las cámaras. Estos saben, lo que le gusta a “el milagrero”.

El estadio está casi lleno, y cientos de personas, se apresuran, hacia las pocas sillas, que
quedan disponibles. Los demás, se quedan parados, en grupos familiares, esforzándose a ver el
escenario. Una grúa enorme, equipada con cámaras, registra todo lo que pasa, en el estrado, y
lo proyecta, en las pantallas gigantes.

Música suave, sale de los parlantes, y mientras esperan el comienzo, el público empieza
aplaudir y vociferar, y a cada rato, alguien da un grito entusiástico. ¡De repente!, todas las
luces se apagan, y la gente empieza a gritar y a brincar, tanto que el estadio, empieza a vibrar.
¡Boom! como una explosión nuclear, se prenden numerosas luces, a colores, e iluminan el
cielo nocturno; de púrpura, blanco, amarillo, azul y rojo, mientras que la música, explota de los
parlantes, a un volumen increíble, creando un frenesí, entre el público.

Luego llega el presentador, el conductor del programa televisivo, cruza el escenario


lentamente, hacia el micrófono, y lo toca varias veces; toc, toc, toc, asegurándose, que
funciona. Satisfecho, empieza a gritar; “¡Bienvenidos!, ¡Bienvenidos!”, repitiéndose, hasta que
la euforia en el estadio, llega a su máximo. Entonces pregunta; ¿“Está listo el Espíritu Santo”?,
y las palmas resuenan, hasta ensordecer.

El show, dura más de tres horas, y la primera hora, consiste de numerosas canciones religiosas,
por las bandas de rock, sermones, oraciones, y pláticas interminables, sobre milagros, que
transitan al público, desde la alegría al sollozo, y de regreso a la alegría. El sermón más
apasionado, de la noche, es sobre la virtud, de donar a la organización, y obra del “milagrero”.

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¡De repente! Sale un hombre vestido de blanco. Sonríe coqueto, y camina hacia el centro del
escenario. En ese momento, cuarenta mil personas, alzan las manos, hacia el cielo y gritan. Las
lágrimas se derraman, sobre sus caras, y con bocas abiertas, hacen sonidos, en lenguas
extrañas.

Sí, es la estrella del show, el que todos esperan; el astuto y avaricioso “milagrero”. Sin pelos en
la lengua, el “milagrero”, empieza con esta declaración; “En mi boca está el poder, de la vida y
de la muerte, hablaré palabras, de vida y no de muerte, de salud y no de enfermedad, de
riqueza y no de pobreza, de bendición y no de maldición, porque en mi boca, hay un milagro”

Luego, para demostrar, que tiene poderes divinos, y con lágrimas en la cara, coloca su Biblia en
el suelo, y anuncia que el “Espíritu Santo, está presente”, y que se ha manifestado, como un
campo energético. Para que le crea el público, primero reta a sus ayudantes, a traspasar ese
campo imaginario, con “Ven, pide a Jesús tu Milagro”. Uno por uno, sus ayudantes, chocan
contra el campo energético imaginario, como que fuera electrificado, y caen regados por el
escenario, convulsionando.

Poco a poco, todo el público, se siente eufórico, como bajo los efectos placenteros, de las
drogas opiáceas, una experiencia endorfínica, solo que hipnotizados, buscando ser
embriagados, y el milagrero los embriaga, usando las técnicas más antiguas, de los ilusionistas
y magos profesionales. Nada que ver con el Espíritu Santo. Todo lo que el milagrero, les dice,
se lo creen, porque ya les dijo que; “En mi boca está el poder…en mi boca hay un milagro”, y la
prueba de esto, es el supuesto campo energético, que tira a todos al suelo, como lo ha
demostrado.

Ahora les toca a los pastores y líderes, que financiaron este circo. Los forma frente al
escenario, afirmando que el Espíritu Santo, los lanzará al suelo, como una onda expansiva;
“Cuando diga ahora, levanta las manos, ahí mismo lo vas a sentir”. Momentos después, les
dice; “levanta ahora”, y todos se tiran al suelo.

El estadio irrumpe en aplausos, gritos y llantos. Otros, parados más atrás, en el escenario, ya
con las manos en alto, miran a su alrededor, y también se tiran al suelo, con efecto retardado.
Más aplausos, gritos y llantos descontrolados, del público. Luego declara; “La fe, está ligada a
la siembra y a la cosecha”, y que; “uno no puede engañar a Dios, pidiéndole algo, que no ha
sembrado”. Entonces pregunta; “¿quiénes necesitan un milagro”? y la mitad del estadio
levanta la mano, seguido por; “¿Y quiénes necesitan un milagro económico?”, y todo el estadio
levanta la mano. Los aplausos, gritos y llantos, sacuden el estadio, cuando el Señor les promete
a todos, que desde esa noche, “sus economías mejorarán”.

En ese momento, aparece una cuadrilla de recolectores, con baldes en mano, que descienden,
como langostas hambrientas, sobre el público, para recolectar dinero, inconscientes, de que la
promoción decía; “Entrada Gratis”. Los baldes rebalsan, y los recolectores, piden más baldes,
porque el promedio de ofrendas, resulta mucho más, que si habrían vendido boletos. El equipo
encargado, de evadir el control monetario, y lavado de dinero, lleva las ofrendas, directamente
al avión, inconformes con tanto billete arrugado.

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Mientras los recolectores, casi se desmayan, bajo el peso de los baldes, y el milagrero decide,
que ese momento, es oportuno para declarar que; “Hay ciegos en este momento, que ahora
pueden ver, paralíticos, que ahora pueden caminar, tumores y cánceres, que están
desapareciendo, y que los con SIDA, han sido sanados”. No hay ninguna evidencia, que esto
haya ocurrido, en algún lado visible, del estadio, pero para reforzar sus reclamos, empieza a
hablar en lenguas.

Inmediatamente, empiezan los milagros. La actividad más popular del show, es los milagros, ya
que esto, es lo que todos, han venido a ver, y el milagrero, usa tres elementos fundamentales,
para realizarlos; El escenario controlado, los enfermos profesionales y la Ilusión, de un campo
energético. La expectativa, de ver “milagros”, en el estadio, es tan enorme, que nadie se fija,
en lo que está por suceder. ¡Ojo! Nunca vemos al milagrero, realizar algún milagro. Solo
presenta, a personas que han sido supuestamente, curadas milagrosamente, en algún otro
lado del auditorio, y ahora veamos lo que ocurre.

Primero, previamente, el milagrero colocó una Biblia en el suelo, y nos dio la ilusión, que una
onda de campo energético (el Espíritu Santo), está activo sobre el escenario (Los que chocaron
contra el “campo energético”, y cayeron convulsionando). El público asume o cree, que el
poderío del campo energético, es el Espíritu Santo, y que sigue presente en el escenario.

Segundo, entonces el milagrero, le pregunta al público; “¿quiénes han recibido un milagro?”.


Pero pocos se fijan, que solo cinco o seis personas, se levantan y suben al escenario, para
declarar, que han sido sanados, de algún malestar insignificante. Estas personas son genuinas,
pero él se deshace de ellos, en el escenario, lo más pronto posible, ya que no son milagros
espectaculares, y el público está perdiendo interés (Esta técnica crea altibajos, durante el
show).

Tercero, el público, solo quiere oír relatos, de milagros espectaculares, y para eso, se necesita
contar, con un grupo de experimentados, más bien, su propio equipo de enfermos
profesionales. Otra vez, pocos se fijan, que al lado del escenario, se empieza a formar una fila,
de supuestos incapacitados y enfermos, que no se han visto, entre el público anteriormente.
Rodeados de dos o tres, asesores espirituales, cada uno, se suben en fila, al escenario, para ser
presentados, por el milagrero. Le cuentan, que hace un rato, en un lugar desconocido del
estadio, recibieron un calentamiento, en alguna parte de sus cuerpos, y que ahora están
sanados. Aclaración, no todas las personas, sobre el escenario son farsantes. La mayoría de
asesores espirituales, son genuinos, aunque ingenuos, y no saben que los enfermos, son
empleados del milagrero.

Cuarto, la mayoría de personas curadas, por el milagrero, vienen del extranjero. Más bien, no
son de la región o la ciudad, donde se conduce el show. Los enfermos curados, hablan con
acentos diferentes, y tampoco son conocidos, por los miembros del público, pero la euforia y
la bulla en el estadio, es tan inmensa, que nadie se da cuenta. En el escenario, el milagrero
finge sorpresa, con cada milagro que le cuentan. Su actuación es patética, ni lo hace bien.
Algunos cargan sus exámenes médicos, como supuestas pruebas. El único, a quien el
milagrero, le pasa su micrófono, es al médico de la bata blanca, que los acompaña, y este solo
afirma, lo que le contó el enfermo.

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Cuando el milagrero los sopla, con el soplo del Espíritu Santo, y les dice chao, se molesta,
cuando alguien, que no ha quedado bien hipnotizado, no se cae hacia atrás. Hacia el fin del
espectáculo, el milagrero empieza a burlarse, de los supuestos enfermos, que los asesores
espirituales, le siguen presentando. Esto señala que está aburrido y se quiere ir. La música
comienza a sonar, otra vez, y levanta su Biblia del piso, para así desmantelar, el campo
energético, y desactivar al Espíritu Santo.

Se despide y el show termina. Cientos dicen, que recibieron muchas bendiciones, y que
volverán mañana, para el segundo show, trayendo más dinero aún, para regalárselo al
milagrero. El público, exhausto de tantos aplausos, gritos y llantos, empieza a retirarse.
Seguridad, mantiene separados, a los actores que se ríen, y comparten anécdotas chistosas, de
sus recientes actuaciones. Para ellos, su trabajo ha terminado. Mañana en la noche, le toca el
turno, al otro equipo, de enfermos profesionales, actualmente descansando, en otro hotel.

Algunos pastores, se percatan, de la gran estafa, que han presenciado, y se quedan boca
abiertos. La vergüenza los abruma y se callan, conscientes de que lo que han visto, no es
ninguna obra de Dios. Los rumores y comentarios, que han escuchado anteriormente, e
ignorado, se han vuelto realidad. La próxima vez, que llegue este circo, no lo apoyarán.

Examinando los milagros, del milagrero, vemos que no hay, ningún presunto milagro, hecho en
el show, que no puedan duplicar; los brujos, ilusionistas, hipnotistas, o los practicantes, de la
ciencia cristiana, mormonismo, catolicismo, meditación transcendental, yoga, hinduismo,
sanaciones psíquicos, cienciología, o los sacerdotes de la nueva era, etc. Evidencia
contundente, del control de la mente, sobre el cuerpo, demuestra que los brujos africanos,
sacerdotes vudú, y los aborígenes australianos, pueden hacer morir a alguien, dentro de un
tiempo fijo, y la persona muere, pero nadie diría, que es obra del Espíritu Santo, ni que fue un
milagro.

Como hemos visto, los show de los milagreros, son parte del crimen organizado, satanás está
detrás de todo esto. El milagrero existe, porque es lo que la gente busca, la gente aún no
entiende, que la fe viene, por oír la Palabra de Dios, y no por ver milagros. Es cierto que los
milagros aumentan la fe, pero no vienen por ella. Imagine usted; si Dios, tan solo asomara, un
dedo, por entremedio de las nubes, todo el mundo creería en Él, inmediatamente, no
tendríamos, que hacer evangelismo, ni misiones, ni nada, todos se rendirían a sus pies. Pero
los milagros, no producen una relación de amor, Dios anhela ser amado, no impresionar con
Sus milagros, sino una relación de amor. Aunque Dios haga milagros, la fe, dice Pablo, viene
“por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”:

“Así que la fe es el resultado de oír el mensaje. La gente oye el mensaje cuando alguien le habla
de Cristo.”(Romanos 10.17) (PDT)

La fe, por la cual vale morir, está fundada en la Biblia, no en los milagros. La fe, está fundada
en la verdad, no en experiencias humanas. La fe permanece inmovible, sobre el cimiento de la
sana doctrina, no sobre el hablar en lenguas, el obrar milagros, ni el tener revelaciones
sobrenaturales.

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El que basa su fe, en lo que sucede, no tiene la fe, que preserva el alma (ver Hebreos 10:39).
Anda por la vista natural. El que insiste, en que alguna falsa doctrina, es la verdad, porque “así
me lo enseñó el Espíritu”, miente. A lo mejor, habla palabras de satanás, porque satanás,
también tiene espíritus, que enseñan y hacen milagros.

“Entonces aparecerá ese hombre maligno y el Señor Jesús lo matará de un solo soplo y lo
destruirá con el esplendor de su llegada. El hombre maligno aparecerá por obra de Satanás y
tendrá mucho poder para hacer señales milagrosas y falsas maravillas.”
(2 Tesalonicenses 2:8-9) (PDT)

El cristiano verdadero, cree a Jesús, más que a sus propias experiencias. No se preocupa, de los
milagros, hechos por evangelistas mundanos, aunque unos vienen, de las campañas de ellos,
diciendo: “¡Yo vi tal y tal, con mis propios ojos!”. El cristiano verdadero, sabe que la fe, basada
en señales, no dura; cambia con cada nuevo viento de doctrina. El cristiano fiel, con todos los
mártires del pasado, pone su confianza, en la Palabra de Dios. La Palabra es tan firme, como el
mismo Dios, que la inspiró.

Si Dios, quiere hacer algún milagro, bien; pero si no, la confianza del cristiano, no se disminuye.
Muchos creyentes, no se dan cuenta, que el mayor milagro, que podemos presenciar, es la
conversión, de una persona muerta espiritualmente, y nacer como una nueva criatura. Un
cambio genuino y radical, en su vida, que modifica, todo su entorno familiar y social.

b) Milagros religiosos

Como hemos podido ver, una de las tácticas de satanás, que utiliza, para manifestar su poder,
es mediante los “milagreros”. Ahora veremos, su segunda táctica, que es mediante “milagros
religiosos”. En su primera táctica, con los milagreros, el no actúa, con milagros reales, al
contrario, con esa táctica, él solo busca imitar a Dios, al realizar milagros falsos. Pero con esta
segunda táctica, es en donde, el diablo emplea su poder, haciendo milagros reales, pero
malignos. Acá es en donde, satanás le da el poder, de realizar milagros, a los ídolos, a las
imágenes de santos, de vírgenes, imágenes que causen idolatría, y desvíen la vista, del ser
humano, hacia Dios, y la pongan en imágenes de yeso y madera, en personas muertas.

“»Yo soy YAVÉ, ese es mi nombre. No le voy a dar mi gloria a otro, ni voy a permitir que adoren
a los ídolos en lugar de adorarme a mí.” (Isaías 42:8) (PDT)

Cuántas veces hemos visto, a través de las carreteras, animitas, donde murió una persona, y la
gente en su ignorancia, les prenden velas, y luego les oran. Satanás aprovechándose de eso, le
da poder a la animita, para hacer milagros, y coloca a sus demonios, en el lugar. Luego ocurren
milagros, la gente les coloca patentes, placas o tablitas, como agradecimiento, por el milagro
concedido, y así crean un santuario (pero del diablo). La gente, no le ora a Dios, le ora al
muerto, que falleció en ese lugar, y así satanás, logra desviar a la gente, para que no busquen a
Dios. Esa es la táctica del diablo, de hacer “milagros religiosos”.

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Dios es el Único, Dios vivo y Verdadero, y no va a compartir Su gloria, con nadie, ni con
imágenes talladas, ni con estampitas, que representan personas, que ya están muertas:

“No sacrifiques a tus hijos e hijas en el fuego de tus altares. No permitas que nadie practique la
adivinación ni que busque señales para decir lo que sucederá en el futuro. No permitas que
nadie practique la hechicería, ni trate de hacerle brujerías a la gente, y no permitas que nadie
consulte a fantasmas o espíritus, ni que sea espiritista. Todos los que practican eso son
abominables al SEÑOR tu Dios. El SEÑOR tu Dios está expulsando a esas naciones de esta tierra
debido a esos actos perversos.” (Deuteronomio 18:10-12) (PDT)

Es abominable para Dios, el que consulta con los muertos, porque los muertos, ya nada saben,
de lo que está bajo el sol. Y los espíritus inmundos o demonios, toman el lugar de los muertos,
engañando a muchos, que no conocen la Palabra del Señor:

“Los vivos sabemos que vamos a morir, pero los muertos no saben nada, no tienen conciencia
de nada y serán olvidados.” (Eclesiastés 9:5) (PDT)

Desde tiempos muy antiguos, el diablo ha hecho milagros, ejemplo de ello, es cuando
atormentó a Job, con congojas (ver Job 1 y 2). O en la misma tentación de Cristo
(ver Mateo 4:1-11; Lucas 4: 1-13). Por esta misma razón, satanás obra en milagros, en
imágenes que desvían, la mirada hacia Dios. Podemos ver, como la iglesia católica, ha usado
este elemento, de crear muchas vírgenes distintas; la virgen de guadalupe, la virgen del
rosario, la virgen del carmen, la virgen de candelaria, la virgen de la roca, etc.

Y digo, que ellos han creado, porque así ha sido, los católicos, han inventado estos ídolos, que
en nada se parecen, a la real María bíblica (tema que analizaremos en profundidad, más
adelante). También han creado, una serie de santos; san expedito, san francisco de asís, san
nicolás, santa bárbara, etc. La iglesia romana, ha santificado a estos seres, por testimonio de
creyentes católicos, que dicen haber recibido un milagro, por parte de estos ídolos. Y la gente
comienza a creer, que estos santos o estas vírgenes, obran milagros, y ciertamente lo hacen,
pero es satanás, detrás de ellos, haciéndolo.

¿Es el diablo, haciendo algo bueno?, no precisamente, las misma maldad, o la misma
enfermedad, que él ha provocado, ahora solamente la quita, y le da la gloria, de esa falsa
sanación, a los ídolos, que se encuentran en primer lugar, en los corazones de los religiosos, en
vez de tener, en primer lugar a Dios. Estos religiosos, no solamente ocupan, el nombre de los
ídolos, santos o vírgenes, sino que también, pretenden camuflarse, con el nombre de
Jesucristo, porque ellos dicen, creer también en Cristo, pero con sus actos lo niegan. Y por esta
razón, es que Jesús les dice:

“Vendrá el día en que muchos me van a decir: “Tú eres nuestro Señor, nosotros profetizamos en
tu nombre, y por ti echamos fuera demonios. Además hicimos muchos milagros en tu nombre”.
Entonces les diré claramente: “Nunca los conocí, apártense de mí, porque ustedes se dedicaron
a hacer el mal”. (Mateo 7:22-23) (PDT)

Todo católico, debería saber, que solo Dios tiene el poder, de hacer milagros verdaderos, y que
atribuirle ese poder, a otro, es idolatría.

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El mismo catecismo, de la iglesia Católica (No. 2,113), lo dice: “La idolatría, no se refiere solo a
los cultos falsos, del paganismo. Es una tentación constante de la fe. Consiste en divinizar, lo
que no es Dios. Hay idolatría, desde el momento, en que el hombre honra y reverencia a una
criatura, en lugar de Dios”.

Y la Biblia enseña, que “Nuestro Dios, es el único Señor”


(ver Deuteronomio 6:4; Marcos 12: 29). Los católicos, deberían saber, que ni la virgen, ni los
santos, hacen milagros. Muchos de ellos dirán: “nosotros no le rezamos a ellos, lo hacemos,
para que intercedan, por nosotros, ante Dios”. Como si les estuvieran pidiendo, a la enfermera,
para que hable con el doctor. O como si la enfermera, pudiera hacer el trabajo, del doctor.
Pero la Biblia dice claramente, que no existe ningún santo, o virgen, que pueda interceder, por
nosotros ante Dios, pues el único, que puede interceder, por nosotros es Jesucristo:

“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”
(1 Timoteo 2:5) (RVR 1960)

El que intente llevarte a Jesús, usando como principal atractivo, y base de su doctrina; las
manifestaciones y presencias espirituales, solucionarte tus necesidades económicas, psíquicas
y emocionales o de salud, es un siervo de satanás. Porque de cierto, que te los solucionará, y
creyendo que es Dios, quien te bendice, aceptarás sus doctrinas, llenas de mentiras. Y sin
saberlo, te inclinaras, te postrarás y adorarás, al que te brinda todas estas cosas, si postrado
le adoras, que no es otro, que el diablo. El poder de este hombre maligno, va creciendo cada
día, y en un futuro próximo, hará muchos milagros y falsas maravillas:

“Entonces aparecerá ese hombre maligno y el Señor Jesús lo matará de un solo soplo y lo
destruirá con el esplendor de su llegada. El hombre maligno aparecerá por obra de Satanás y
tendrá mucho poder para hacer señales milagrosas y falsas maravillas. Por maldad, él hará
todo lo que pueda para engañar a los que están perdidos porque no aceptaron amar la verdad
para ser salvos. Por tanto, Dios les envía un poder engañoso que actúe en ellos y los haga creer
en la mentira. Entonces todos los que no quisieron creer en la verdad y que disfrutaban
haciendo el mal, serán condenados.” (2 Tesalonicenses 2:8-12) (PDT)

Muchas otras religiones, también se han adjudicado, el título de, “milagros religiosos”;
musulmanes, hindúes, judíos, católicos, mormones, etc. Dicen tener el poder, de obrar
milagros, y además de tener la verdad. Y si nos colocamos a pensar, ¿Cuál es la religión
verdadera?, ¿será la suya?

Pues en su pensamiento, dirá que sí, que su religión es la verdadera, y que todas las demás,
son falsas. Ese es un pensamiento religioso, y además es un pensamiento de satanás. Tampoco
estoy diciendo, que todas las religiones son verdaderas. ¿Confundido con lo que dije?, pues, es
mejor, que la misma Palabra de Dios, sea la que hable:

“La religión pura y sin contaminación que Dios sí acepta, es esta: ayudar a los huérfanos y a las
viudas en sus dificultades y no dejarse influenciar por la maldad del mundo.”
(Santiago 1:27) (PDT)

“Si alguien se cree religioso pero no controla sus palabras, se engaña a sí mismo y su religión
no vale nada.” (Santiago 1:26) (PDT)

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Según lo leído, ¿cuál piensa ahora, que es la verdadera religión?, ¿Cuándo Jesús, estuvo en la
tierra, que religión habrá enseñado?, ¿habrá enseñado, que fuéramos pentecostales?, o que
¿aprendiéramos a ser bautistas?, o tal vez nos enseñó, a ser ¿ortodoxos, o presbiterianos?, nos
habrá dicho; ¿sigan a Lutero o a Calvino?

No, no enseñó, ni dijo nada de eso. Jesús nunca enseñó a ser religiosos, nunca enseñó, el
nombre de tu religión, y tal vez te duela, y te de rabia lo que te digo, quizás no quieras leer
más este libro, pero solo entiéndelo. Las enseñanzas de Jesús, no fueron, para que te
convirtieras, en un hombre religioso, sino para que vivas, una vida conforme a Sus deseos y
propósitos, para que vivas, una vida agradable, de acuerdo a Sus pensamientos, pues nuestros
pensamientos, no son los pensamientos de Dios.

Por eso Él dice, que prefiere, que ayudes a los huérfanos y a las viudas, que no te dejes
influenciar, por el mundo y su maldad, que no seas alguien, de solo apariencia, que se engaña
a sí mismo, y está orgulloso del letrero, de su religión.

Jesús quiere, que tú seas un “cristiano”, un seguidor de Él y no de los hombres, porque el


calvinista sigue a Calvino, el luterano sigue a Lutero, el chavista sigue a Chávez, etc. Tú debes
seguir, solo a Cristo, debes ser un cristiano. Debes ser parte, del remanente del Señor, no
importa si tú, te congregas en una Iglesia bautista, o te congregas, en una Iglesia pentecostal,
lo que importa, es que tú seas cristiano. ¿Entiendes?

Cuando comenzó, la Iglesia primitiva, la Iglesia de los apóstoles, ellos estaban limpios. Pero
luego llegó Constantino, y ensucio a la Iglesia, convirtiéndola en la pagana, iglesia católica.
Pasaron los años, y hubo una protesta, por esta suciedad, y así nacieron los protestantes.
Pasaron más años, y hubo otros, que encontraron, que esta limpieza, no fue bien hecha, y así
nacieron los evangélicos. Pasaron más años, y muchos notamos, que de nuevo, se estaba
ensuciando, y así nacimos nuevamente, los cristianos, y volvimos, al punto de partida. Fue un
proceso de purificación y limpieza, para darnos cuenta, que la religión no salva, que el único
camino, hacia el Padre, es Jesucristo:

“Jesús le dijo: —Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se llega al Padre.”
(Juan 14:6) (PDT)

Entonces usted debe entender, que donde esté Jesús, esos milagros son reales y verdaderos,
donde el cristiano, vive “realmente”, una vida cristiana, es ahí, en donde Jesús, se ve reflejado
así mismo y se manifiesta, por sus frutos los conoceréis. En cambio, cuando el milagro se
manifiesta, por medio de una religión muerta y sin vida, entonces tenga por seguro, que ahí
está satanás obrando.

Si necesita un milagro, vaya directamente con Dios. Jesucristo sanó, a todos los enfermos, que
venían a sus pies, que reconocían, quien es ÉL. Jesucristo, es el autor de la Fe, la Fe existe
gracias a Él, a Su poder, tened “Fe” en Dios (no en una estampa, estatua, medalla, o alguien
que ya murió). El sanó, hace más, de dos mil años, a quienes venían a Él, y hoy, sigue haciendo
lo mismo. El sigue siendo, el Médico de médicos. La Biblia dice, que ÉL, es el mismo ayer, de
hoy y siempre. Jesús vive, y tiene todo el poder, para hacer el milagro que necesitas.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 140


141

Pero ÉL, está más interesado, en tu corazón, no en que lo veas a Él, como el genio de la
lámpara. Lo demás, es fácil para Dios, es Dios, el Creador del cielo y de la tierra, y de todo
cuanto existe. Satanás también tiene poder, para hacer milagros. Pero esos milagros, no son
completos, porque la bendición, no añade tristeza (ver Proverbios 10:22). Cuando Dios,
convirtió el bastón de Moisés, en la culebra, los hechiceros del faraón, pudieron hacer lo
mismo. Cuidado a quien le pidas los milagros, satanás los cobra caros, y su principal intención,
es distraerte de Dios. Busca a Dios, a Jesucristo, y ÉL hará por ti, porque te ama. Toda rodilla se
doblará y confesará, que Jesús es el Señor, para la gloria de Dios:

“Como está escrito: «El Señor dice: Prometo por mi vida, que todos se arrodillarán ante mí, y
todos reconocerán a Dios».” (Romanos 14:11) (PDT)

3. Ofrece sacrificios

“No, porque esos sacrificios se ofrecen a los demonios, no a Dios, y no quiero que ustedes
compartan con los demonios.” (1 Corintios 10:20) (PDT)

Para entender, porque satanás, se ofrece sacrificios, a sí mismo, debemos comprender, cuál es
su propósito, y en base a que, lo hace. Como hemos visto anteriormente, satanás es un
imitador, un camaleón, es todo un Estefan Kramer (imitador, cómico chileno), él quiere hacer
todo, lo que Dios hace, él quiere ser igual a Dios, él es un envidioso y ladrón, que quiere
usurpar, el trono de Dios.

Los sacrificios a Dios, se remontan, al período primitivo, de la raza humana. Se menciona el


acto, por primera vez, en el caso, de Caín y Abel (ver Génesis 4). En donde Abel, ofreció un
sacrificio agradable a Dios, y Caín lo hizo, de mala forma, pensando que un sacrificio, de frutos
y vegetales, era más refinado, que una ofrenda sangrienta, pero no era así (ver proverbios
14:12).

Caín, al tener envidia de Abel, lo asesinó, convirtiéndose, en el primer ser humano, que le
quitó la vida a otro. Probablemente, Dios mismo enseñó a los hombres, a ofrecer sacrificios,
como medio, de acercarse a Él. La idea quedó grabada, en la mente humana, y la costumbre
se transmitió, a toda la humanidad. Pero como el pecado, ya había entrado en la humanidad,
el hombre comenzó a realizar sacrificios, a los demonios, del desierto (ver levítico 17:7).
Durante el tiempo, en que Israel salió de Egipto, Dios puso orden, y enseño a Moisés, el
verdadero significado, del sacrificio:

“porque la vida del animal está en la sangre. Yo acepto que ustedes coloquen la sangre en el
altar como rescate por ustedes porque la sangre representa la vida del animal.”
(Levítico 17:11) (PDT)

El elemento principal, es la sangre del animal, la sangre no tiene significado, en sí misma, sino
como símbolo y evidencia, de que se quitó la vida, de un animal inocente, para pagar, por los
pecados del culpable.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 141


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La sangre del animal, cubre los pecados, de la persona que lo ofreció. Esta posibilidad, de
lograr la expiación del pecado, mediante un sacrificio substitutivo, evidencia la gracia divina. Si
no fuera por los sacrificios, quedaría anulada, toda posibilidad, de que el hombre se acercara a
Dios.

Este sacrificio que consistía; en vacunos, cabras, palomas y tórtolas. Tenía una serie de
ceremonias, que no voy a detallar, ya que esos sacrificios, no se deben realizar hoy, en
nuestros tiempos. Ya esas ceremonias y fiestas judías, están obsoletas para nosotros. Las
ofrendas, para este sacrificio eran cinco; Holocausto u ofrenda quemada (ver levítico 1:3-17),
ofrenda del grano (ver levítico 2:1-13), ofrenda de paz (ver levítico 7:11-36), ofrenda por el
pecado (ver levítico 4: 1-35), ofrenda por la culpa (ver levítico 5:1-19).

Los israelitas, hacían estas ofrendas, para que sus pecados, fueran perdonados y para
restablecer, su relación con Dios. La muerte de Jesucristo, hizo estos sacrificios innecesarios.
Ya que debido a su muerte, nuestros pecados, fueron perdonados, completamente, y
restaurada, nuestra relación con Dios. Ese es el punto. Entre las ofrendas de sacrificio, hubo
una que destacó, importantemente, el holocausto:

“El SEÑOR le dijo a Moisés: «Ordénales esto a Aarón y a sus hijos: Esta es la ley del sacrificio
que debe quemarse completamente. El animal que se sacrifique se dejará sobre el altar toda la
noche hasta la mañana siguiente con el fuego ardiendo. El sacerdote vestirá túnica y ropa
interior de lino, sacará las cenizas que dejó la quema del sacrificio y las colocará a un lado del
altar. Después, el sacerdote se cambiará de ropa, sacará las cenizas del campamento y las
llevará a un lugar limpio. El fuego del altar se mantendrá siempre encendido, nunca se dejará
apagar. El sacerdote echará leña al altar cada mañana, acomodará al animal que se va a
quemar y también quemará en el altar la grasa de las ofrendas para festejar. El fuego debe
permanecer siempre encendido sobre el altar; no debe dejarse apagar nunca.”
(Levítico 6:8-13) (PDT)

El holocausto, se destacaba entre las ofrendas, porque era consumido, enteramente por el
fuego, sobre el altar; era considerado, el más perfecto de los sacrificios. Aunque tenía el
aspecto expiatorio, representaba primordialmente, la consagración del oferente, pues la
víctima, se quemaba entera para El Señor.

El término “holocausto”, significa “lo que sube”, dado que el material sacrificado, se
transformaba en otro, el humo y las llamas, que subían a Dios, como perfume grato. La
expresión “olor grato a Jehová”, es la manera humana, de decir, que Dios se agrada, de la
ofrenda. El apóstol Pablo, aludía al holocausto, cuando exhortaba a los creyentes, a presentar
sus cuerpos, en sacrificio vivo:

“Por eso hermanos, puesto que Dios nos ha mostrado tanta misericordia, les ruego que
entreguen todo su ser como sacrificio vivo a Dios. Esa ofrenda que es su vida debe estar
dedicada solamente a Dios para poder agradarle. Esta clase de adoración es la que realmente
tiene sentido.” (Romanos 12:1) (PDT)

Al igual que el holocausto, cuando el creyente se consagra, entera y gustosamente, al Señor, el


fuego divino, transforma su ser, a fin de que suba al cielo, el aroma de su sacrificio.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 142


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Todas las mañanas, y todas las tardes, delante del tabernáculo, se ofrecía un cordero, en
holocausto, para que Israel recordara, su consagración a Dios (ver Éxodo 29:38-42). De la
misma manera, conviene que renovemos, nuestra consagración diariamente. Se permitía, que
los pobres, ofrecieran palomas o tórtolas, en lugar de animales de ganado, para que todos,
pudiesen demostrar su consagración. Era tan grato a Dios, el olor que subía, del ave ofrecida
por el pobre, como el del becerro sacrificado, por el rico. Jesús se consagró al Padre, en el rio
Jordán, y toda Su vida terrenal, y Su muerte en la cruz, fueron como el aroma del holocausto,
subiendo al Cielo. El Padre le dijo: “Tu eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia”.

Este sistema de sacrificios, no quitaba el pecado realmente, solo los cubría, el animal
sacrificado, solo podía sustituir, no borrar los pecados:

“porque es imposible quitar los pecados con la sangre de toros y chivos.” (Hebreos 10:4) (PDT)

El problema, de solo cubrir los pecados y no borrarlos, es que la humanidad, estaba


condenada, a estar bajo maldición, bajo al maligno, y como sin santidad, nadie puede ver a
Dios, no podíamos acercarnos a Él:

“Todos pecaron y por eso no pueden participar de la gloria de Dios.” (Romanos 3:23) (PDT)

“El pecado da como pago la muerte…” (Romanos 6:23) (PDT)

Hay una condena, por causa del pecado, cuyo pago es la muerte. Como todos hemos pecado,
toda la humanidad, está condenada a sufrir, eternamente en el infierno. O sea, ninguno puede
entrar al Cielo. Pero como Dios es misericordioso, nos proveyó de un modo, por el cual,
pudiésemos ser salvos, de la condenación eterna. Y nos dio un Salvador, y ese es Jesucristo.
¡Aleluya!.

“Ella tendrá un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus
pecados».” (Mateo 1:21) (PDT)

Este es, el gran amor de Dios, por nosotros:

“»Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo único para que todo el que crea en él no se
pierda, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16) (PDT)

Como no existía, nada tan puro y santo, nada podía quitar los pecados (ver Romanos 8:3-4;
2 Corintios 5:21; 1 Pedro 2:24). Así que Dios mismo, se hizo carne, bajó a la tierra, en una
forma humana, habitó entre nosotros (ver Juan 1:14), y fue sacrificado (ver Gálatas 3:13), Él
mismo, era el holocausto, Él era la ofrenda, para que Dios, se reconciliara con nosotros
(ver 2 Corintios 5:18-19), y poder perdonar y borrar, todos nuestros pecados (ver Isaías 43:25).
Este era un sacrificio, mayor y más poderoso, y fue hecho, solo una vez y para siempre. Y el
sacrificio de animales cesó, ya no debía hacerse más:

“… Los otros sacerdotes tenían que ofrecer sacrificios todos los días, primero por sus propios
pecados y luego por los pecados del pueblo. Pero Jesús no necesita hacer eso, él ofreció un solo
sacrificio una sola vez y para siempre.” (Hebreos 7:27) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 143


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Ahora solamente, la Sangre del Hijo de Dios, nos limpia de todo pecado, ya no es necesario el
sacrificio de animales, ya no se deben hacer más sacrificios, porque el precio de nuestros
pecados, ya fue pagado en la cruz del Calvario, a precio de Sangre. La preciosa Sangre, de
nuestro Señor y Salvador, por eso le llamamos, nuestro Salvador, porque nos salvó, de ir al
infierno.

“Pero ahora, liberados del pecado, se han hecho esclavos de Dios. Como resultado, se dedican
sólo a Dios y eso los llevará a la vida eterna. El pecado da como pago la muerte, pero Dios da
como regalo la vida eterna en unión con nuestro Señor Jesucristo.” (Romanos 6: 22-23) (PDT)

La pregunta obvia es: ¿Eres limpio, de tus pecados, por la Sangre de Cristo? ¿Aceptaste a
Cristo, como tu Señor y Salvador? Esto es muy importante, pues si no eres limpio, de tus
pecados, no podrás entrar, en el Reino de los Cielos. Así que, si tú eres una persona, que no es
cristiana y está leyendo este libro, puedes recibir este regalo, que Dios nos ha dado. Así que
decídete, la Sangre de Cristo, aún está fluyendo, limpiando de todo pecado, haciendo que
todas las almas, que le reciben, sean purificadas y aptas, para entrar en Su Reino.

No hay otra forma. Si yo tengo, muchas buenas obras, y no he recibido a Cristo, mis obras no
me salvarán, pues aún, no he sido limpio, de mis pecados. ¿Quieres que Su castigo de muerte,
por tus pecados, quede saldado, con el sacrificio de Cristo, en la cruz? ¿Estás dispuesto, a
servirle? ¿Crees que Dios, le levantó de los muertos y ha resucitado, todo esto, por amor a ti?
Si es así, y si lo has creído en tú corazón, ahora te invito, a que lo confieses, haciendo una
pequeña oración como esta, en donde quiera, que te encuentres (no tiene que ser
necesariamente textual):

“Dios, he leído Tu palabra, y reconozco que soy un pecador(a). Te pido que perdones, todos
mis pecados, creo que Jesucristo murió y resucitó, para limpiar mis pecados, con Su preciosa
Sangre, y darme vida eterna. Estoy dispuesto a dejar mis pecados, te invito, para que vengas a
mi corazón, y me transformes, para vivir para ti. Señor Jesús, te recibo, como mi único Señor y
Salvador personal. Gracias por recibirme, como tu hijo(a), gracias por darme vida eterna,
desde este momento, en el nombre del Señor Jesús, Amén.”

Si hiciste esto, pues ¡Ya eres salvo! La sangre de Jesús, ha actuado por la fe, para limpiarte, de
todos tus pecados, y con ello, has iniciado una nueva vida. ¡Nunca mires atrás y sigue adelante!
Dale gracias a Dios, por Su gran misericordia, pues nos ha limpiado, de todos nuestros
pecados, que nos condenaban, y ha pagado toda nuestra deuda. Ahora busca un lugar, en
donde reunirte, algún grupo de hermanos, que se reúnan por las casas, o por Iglesias de sana
doctrina, para que puedas seguir creciendo, y puedas ser bautizado.

Como hemos visto, el sacrificio que demanda Dios tiene un propósito:

“Así como un pecado de Adán trajo la condenación a todos los seres humanos, así también un
acto de bondad de Cristo trajo la aprobación de Dios y vida para todos. Un hombre
desobedeció a Dios e hizo que muchos llegaran a ser pecadores, pero de la misma manera un
solo hombre obedeció a Dios y así hizo que muchos fueran aprobados por Dios.”
(Romanos 5:18-19) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 144


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Satanás como es un imitador, también quiere, que sus seguidores lo alaben, que lo exalten.
Por eso, él también pide sacrificios, y no para salvarnos, sino para condenar más, a la
humanidad. Desde tiempos remotos, ha existido el sacrificio a satanás, e incluso logró
influenciar, a algunos israelitas, para que sacrificaran a sus hijos, a los demonios, tal como lo
cuenta, el salmista:

“…se mezclaron con los paganos y asimilaron sus costumbres. Adoraron a los ídolos de ellos y
eso se les convirtió en una trampa, pues resultaron ofreciendo a sus propios hijos e hijas como
sacrificio a esos demonios.” (Salmos 106:35-37) (PDT)

También el rey Acaz, calló en esta ofensa a Dios:

“a la edad de veinte años, y gobernó durante dieciséis años en Jerusalén. Él no fue como su
antepasado David, pues no hizo lo que le agradaba al SEÑOR. Siguió el ejemplo de los reyes de
Israel y llegó al extremo de sacrificar a su propio hijo en el fuego copiando los pecados terribles
de las naciones que el SEÑOR expulsó del país cuando vinieron los israelitas.”
(2 Reyes 16:2-3) (PDT)

Existen muchos pasajes, en el cual, se menciona el sacrificio, que hacían tanto los paganos,
como algunos israelitas, por eso Dios les dice:

“«Diles a los israelitas que el israelita o el inmigrante que viva en Israel, que ofrezca a uno de
sus hijos a Moloc, será condenado a muerte. La gente del país lo matará a pedradas. Yo me
pondré en contra de esa persona y la separaré de la comunidad por haber dado uno de sus
hijos a Moloc, ya que así contaminó mi santuario y mostró falta de respeto a mi nombre
sagrado.” (Levítico 20:2-3) (PDT)

Era tan grande este pecado, de adorar a satanás, con sacrificios humanos, que el mismo Dios,
se sentía ofendido, y mandaba a apedrear, a quien lo hacía. E incluso, Él manda, que tales
personas sean separadas, de la comunidad. El apóstol Pablo, nos dice, que no podemos hacer
cosas para Dios, y a la misma vez, cosas para los demonios:

“No estoy diciendo que los sacrificios a los ídolos tienen algún valor ni que los ídolos mismos lo
tengan. No, porque esos sacrificios se ofrecen a los demonios, no a Dios, y no quiero que
ustedes compartan con los demonios.” (1 Corintios 10:19-20) (PDT)

Si usted se da cuenta, todos los sacrificios a satanás, consistían en sacrificar; niños, bebes,
criaturas inocentes. La gente sacrificaba, a sus propios hijos. Mientras Dios, pedía el sacrificio
de animales, el diablo pedía, el sacrificio de niños humanos. Hoy en día, también lo podemos
ver, en las sectas satánicas, quienes comienzan, sacrificando animales impuros (a diferencia de
los sacrificios a Dios, que eran animales puros), y terminan sacrificando, a seres humanos.

Usted pensará, que estos sacrificios, solo son hechos de manera oculta, con un inocente, en el
centro de un pentagrama, con siervos de satanás, con capuchas negras, con velas, y toda esa
parafernalia religiosa satánica, en una noche de Halloween. No es tan así, como lo pensamos,
el sacrificio de humanos, es más común, de lo que se ve. No lo vemos a simple vista, pero si lo
podemos ver, en el resultado, de algunas leyes, creadas por los gobiernos, de casi todo los
países.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 145


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Lo podemos ver, a través de políticos, que imponen a la población, sacrificar, a sus propios
hijos, a satanás. El aborto, es un sacrificio, ofrecido a satanás, a la muerte. Es el diablo, quien
está detrás, de organizaciones, como; “International Planned Parenthood”, que es la mayor
multinacional, del aborto en el mundo. Y que han incitado, a muchos países, a dar pie, a la ley
de aborto libre. Quizás este sacrificio, ya no se hace por fuego, pero sí, por dentro de un útero.

a) El Aborto

Muchos cristianos, deben estar lamentándose, en estos momentos, por haber elegido, como
presidente de sus países, a hombres y mujeres, cuyos pensamientos, están en contra, de toda
la mentalidad de Cristo; mujeres y hombres ateos, que desprecian abiertamente, el evangelio
de Jesucristo. Que quieren imponernos leyes, que atentan, en contra los mandamientos y
estatutos de Dios, cuya actitud, pertenece al mismo anticristo, con un oscuro programa, en el
cual, desean imponernos como ley; el matrimonio igualitario, entre mismo sexo (matrimonio
entre homosexuales), la ideología de género, la eutanasia, la aprobación de drogas, como la
marihuana, y el aborto.

Quiero dejar en claro, que como cristianos, no pertenecemos, a ningún partido político, ni de
la izquierda, ni de la derecha. Nuestro primer gobierno, es Teocrático y Celestial. No fuimos
llamados, para estar en política. Como cristianos, obedecemos Su Palabra, en la cual también,
se nos enseña, a someternos, a todas las autoridades, ya que es Dios, Él que les ha dado
permiso, lo cual no significa, que debamos obedecer siempre, a estas autoridades, cuando
quieren estar, sobre la ley de Dios:

“Pero Pedro y Juan les respondieron: —Decidan ustedes mismos si es mejor obedecerlos a
ustedes o a Dios.” (Hechos 4:19) (PDT)

Y el mismo Jesucristo dijo:

“Así que hagan caso de todo lo que ellos les dicen, pero no sigan su ejemplo porque ellos no
hacen lo que ellos mismos dicen.” (Mateo 23:3) (PDT)

Es decir, que como cristianos, nos debemos someter, a las autoridades, porque Dios lo ordena,
pero si esas autoridades, quieren imponernos leyes, que están en contra de Dios, entonces lo
primero, es obedecer a los mandamientos de Dios, y no a los hombres.

El aborto, es una triste realidad, alrededor de todo el mundo: una reciente estadística, da
cuenta, de una cifra mundial, que rondaría, los 150 millones de abortos anuales, ósea, ciento
cincuenta millones de sacrificios, a satanás, lo que significaría increíblemente, más muertes,
que las que produce una guerra. En Chile, la cifra llegaría, a unos 150.000 bebes asesinados,
anualmente, es decir que en Chile, se producen, cerca de ciento cincuenta mil sacrificios, al
diablo, equivalente a la población, de una de nuestras ciudades, como por ejemplo Copiapó o
Curicó. Así y todo, cada vez son más, los países que luchan, por la legalización de esta práctica,
y en nuestra nación, no estamos exento de esto.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 146


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Como cristianos, debemos adoptar una posición al respecto, no porque sea necesario,
oponernos al establecimiento de una ley, de este tipo, ya que sabemos, que las leyes, no están
confeccionadas por hombres espirituales, y rara vez atiendan, a lo que dice la Palabra de Dios,
sobre ellas.

Lo importante, es que el hijo de Dios, sepa qué dice la Biblia, sobre cada tema, para que más
allá, de su viabilidad, a través del permiso legal, si la ley de Dios se opone, eso sea suficiente
para nosotros. Para empezar diremos, que en la Biblia, el aborto nunca es un bien, sino una
desgracia. Aquellos que defienden el aborto, provocado como un bien, invocando razones de
derechos humanos, derechos a la elección, etc., deberían saber, que esta no es una opción,
contemplada en las Sagradas Escrituras. El aborto, en los ejemplos bíblicos, nunca es una
elección, sino una fatalidad (ver Génesis 31:38; Éxodo 21:22-24; Job 3:16; Salmos 58:8;
Eclesiastés 6:3).

La ciencia sabe, que al momento de la concepción, las células masculina y femenina, han
sufrido una transformación, que reduce sus cromosomas, de cuarenta y seis, a veintitrés, cada
una, para que al unirse, entre ambas, formen las cuarenta y seis necesarias, para la vida
humana. Ésta nueva célula, producto de la unión, contiene ya el ADN (ácido
desoxirribonucleico), que lleva en sí, toda la información genética, que si no es interrumpida,
dará lugar al nuevo ser. Este ADN, contiene la información, a imagen de una complejísima
computadora, aún de cómo será ese ser, al llegar a la vida adulta. Quizás el Señor, ya había
previsto, este descubrimiento tan reciente, como novedoso, y nos lo había anunciado, en su
Santa Palabra:

“Tú viste formarse cada parte de mi cuerpo; todo ya estaba escrito en tu libro; fueron formadas
a su debido tiempo, sin faltar una sola de ellas.” (Salmos 139:16) (PDT)

Ese nuevo ser, aun antes, de que su madre, sepa de su existencia, a los veinticinco días de ser
gestado, ya tiene su corazón latiendo. A los cuarenta y cinco días, se pueden captar sus ondas
encefalografías. A las ocho semanas, tiene formado el cerebro, y sus huellas digitales
definitivas, aunque más pequeñas. Dos semanas después, tiene en funciones, sus glándulas
tiroides y suprarrenales, mueve los ojos, traga, mueve la lengua, tiene hormonas sexuales. En
la decimosegunda semana, tiene uñas, succiona el pulgar, es sensible al dolor.

Ahora bien, algún escéptico podría argumentar, que esto no es suficiente prueba, de si ese es,
un ser humano completo, con cuerpo, alma y espíritu. Al respecto diremos que, a excepción de
Adán, que fue creado del polvo de la tierra, y Dios mismo, en un acto posterior, le sopla el
aliento de vida, todas las demás criaturas humanas, son formadas, en cuerpo, alma y espíritu,
conjuntamente, en el mismo instante, de la concepción.

“Los perversos se corrompen desde que nacen; los mentirosos se descarrían desde el vientre
materno.” (Salmos 58:3) (PDT)

El salmista dice, que hay impíos, que lo son desde el útero, lo cual confirmaría, la existencia de
un ser con cuerpo, alma y espíritu, aun en su vida intrauterina. Job, en su angustia, añora la
posibilidad, de no haber nacido, y de esta forma, haber pasado a la eternidad, desde su
habitación prenatal:

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 147


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“Que no brillen las estrellas de esa mañana, que esa noche espere ansiosa la llegada de la luz,
pero que no haya luz. Que le caigan todas las maldiciones a esa noche, porque no cerró el
vientre de mi mamá y no ocultó de mis ojos el desastre. » ¿Por qué no morí yo en el vientre o al
salir de él? ¿Por qué hubo rodillas para recibirme y pechos para amamantarme? Si mi madre no
me hubiera dado a luz, estaría durmiendo ahora, sin ser molestado, descansando. Estaría con
los reyes y los sabios de la tierra que construyeron las pirámides. O estaría con funcionarios
reales que poseían oro y llenaron sus tumbas con plata. ¿O por qué no me enterraron como un
aborto, o como a los niños que nunca ven la luz? Allí los malvados dejan de causar problemas.
Allí descansarán los que quedaron sin fuerzas. Los cautivos descansan porque ya no oyen más
la voz del capataz. Allí están el hombre sencillo y el gran personaje, y el esclavo se libra de su
amo.” (Job 3: 9-19) (PDT)

Jeremías nos dice, que Dios nos conoce, antes de formarnos, en el vientre materno:

“«Antes de que yo te formara en el vientre de tu madre, ya te conocía. Antes de que nacieras,


ya te había elegido para que fueras un profeta para las naciones».” (Jeremías 1:5) (PDT)

El salmista, nos habla del papel activo, de Dios, en nuestra creación, y formación en la matriz.

“Tú hiciste todo mi ser, tanto mis sentimientos como mi cuerpo, desde que me hiciste tomar
forma en el vientre de mi madre. Te agradezco porque me hiciste de una manera maravillosa;
sé muy bien que tus obras son maravillosas. Tú sabes todo de mí. Tú viste mis huesos crecer
mientras mi cuerpo se formaba en el vientre de mi madre. Tú viste formarse cada parte de mi
cuerpo; todo ya estaba escrito en tu libro; fueron formadas a su debido tiempo, sin faltar una
sola de ellas.” (Salmos 139:13-16) (PDT)

El libro de Éxodo, prescribe el mismo castigo, para alguien que cause, la muerte de un bebé, en
el útero, que para alguien, que cometa un asesinato. Esto indica claramente, que Dios
considera, a un bebé en la matriz, del mismo modo, que lo hace, con un ser humano,
plenamente desarrollado como adulto:

“»Si dos hombres mientras pelean golpean a una mujer embarazada y hacen que pierda su
bebé, pero la mujer no queda gravemente herida, el responsable pagará una multa. El esposo
de la mujer, con la ayuda de los jueces, decidirá de cuánto es la multa. Si la mujer queda
herida, se debe cobrar vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,
quemadura por quemadura, herida por herida y golpe por golpe.” (Éxodo 21:22-25) (PDT)

Para el cristiano, el aborto, no es un asunto de elección, de los derechos de la mujer. Ya que ni


siquiera, es un derecho de la mujer, pues ella ejerce derecho, sobre su cuerpo, pero la vida de
un bebe, es otro cuerpo, ella no puede decidir, por la vida de otra persona. Es un asunto, de la
vida o la muerte, de un ser humano, hecho a la imagen de Dios.

“Luego Dios dijo: «Ahora hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza. Tendrá
poder sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y en toda la tierra. Reinará sobre los
animales terrestres, y sobre todos los que se arrastran por el suelo». Así que Dios creó al ser
humano a su imagen y semejanza, creó al varón y a la mujer.” (Génesis 1:26-27) (PDT)

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Con todo esto, queremos significar que, aun cuando desde la ciencia, no se puede establecer,
el momento exacto, en que ese embrión, es un ser humano completo, aunque en desarrollo.
Desde la Palabra de Dios, se puede comprender, mejor esta realidad, arrancando desde el
hecho ineludible, y comprendido por fe, de que Dios es; el Autor, Creador, Dador y
Sustentador de la vida (ver Hechos 3:15; 1 Samuel 2:6).

Por todo lo que venimos exponiendo, sostenemos, que desde el momento exacto, en que un
óvulo y un espermatozoide, se unen, por la Voluntad soberana de Dios, eso es ya un nuevo ser,
con todas las potencialidades, de cualquier humano, dotado de cuerpo, alma y espíritu. Como
tal, tiene derecho a la vida, como cualquiera de nosotros. ¿Quién consideraría lícito matar a un
niño, inmediatamente después de nacer, aun invocando razones sumamente entendibles?
¿Por qué, entonces, matarlo antes de que nazca? ¿Sólo por el hecho de no verlo, podemos
negar su existencia? ¿Podemos olvidar para estos casos, el precepto divino de no matar?

Algunos, podrán invocar razones de humanidad, para los casos de bebés, con malformaciones,
enfermedades o discapacidades, de cualquier tipo. Así y todo, ¿puede un ser humano, decidir
sobre la vida de otro, que singularmente, es una criatura de Dios, pensada, formada, creada y
sustentada por Él? ¿No es acaso, negar la eficacia, de la soberanía divina, sobre el tal ser, sobre
su entorno familiar, o sobre las circunstancias que los rodean?

El primer argumento, que se levanta siempre, contra la posición cristiana, sobre el aborto es,
“¿Qué sucede en los casos de violación y/o incesto?” Tan horrendo, como sería el quedar
embarazada, como resultado de una violación y/o incesto, ¿es el hacer asesinar a un bebé, la
respuesta? Dos errores no hacen un acierto. El niño que llega a ser, el resultado de violación
y/o incesto, puede ser dado en adopción, a una amorosa familia, que no haya podido tener
hijos propios, o el niño puede ser criado por su madre. Nuevamente, el bebé, no debe ser
castigado, por los actos malvados de su padre.

El segundo argumento, que usualmente se levanta, contra la posición cristiana, sobre el aborto
es, “¿Y qué sucede, cuando la vida de la madre, está en riesgo?” Honestamente, esta es la
pregunta más difícil de responder, en el tema del aborto. Primero, recordemos que esta
situación es la razón, tras menos de una décima, del uno por ciento de los abortos, hechos en
el mundo actual. Hay muchísimas más mujeres, que tienen abortos, porque no quieren
“arruinar sus cuerpos”, que mujeres, que tienen un aborto, para salvar sus propias vidas.

Recordemos que Dios, es un Dios de milagros. Él puede preservar la vida, de una madre y su
bebé, a pesar, de que todos los pronósticos médicos, que estén en su contra. Aunque
finalmente, esta pregunta, solo puede ser decidida entre el esposo, la esposa y Dios. Cualquier
pareja, que enfrente, esta extremadamente difícil situación, deberá orar al Señor, por
sabiduría (ver Santiago 1:5), para saber, lo que Él quiere, que hagan.

La Biblia enseña, que la vida humana, es distinta de los otros tipos de vida, ya que los seres
humanos, están creados, a la imagen misma de Dios. Las narraciones, de la creación del
hombre y la mujer, que aparecen en el Génesis (ver Génesis 1:26-31; 2:4-25), nos dicen lo
siguiente:

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"Y creó Dios al hombre a su imagen. A imagen de Dios lo creó. Macho y hembra los creó."
(Génesis 1:27) (RVR 1960)

La palabra "crear", se utiliza aquí tres veces, enfatizando un momento culminante, dentro del
proceso de Dios, haciendo al mundo, y todo lo que éste contiene. Al hombre y a la mujer, se
les concede "dominio", sobre todo lo demás, en el mundo visible. Ni siquiera el pecado
original, quita de los seres humanos, la imagen de Dios. Santiago se refiere, a esta imagen,
diciendo, que debido a ella, ni siquiera deberíamos hablar, mal los unos de los otros. "Con ella
(la lengua) bendecimos a Dios Padre, y con ella, maldecimos a los hombres, hechos a imagen
de Dios...Hermanos, no puede ser así" (ver Santiago 3:9-11).

¡La imagen de Dios! ¡Esto es, lo que significa ser un ser humano! No somos unas simples
células, que han sido unidas al azar, por unas fuerzas impersonales, ajenas a nosotros. Más
bien, reflejamos auténticamente, a un Dios eterno, que nos conocía, antes de que fuésemos
hechos, y que nos llamó a la existencia:

“Tú has creado a los seres humanos casi como dioses y los has llenado de honor y gloria. Los
has puesto al cuidado de todo lo que creaste; pusiste todo bajo sus pies. Ellos gobiernan a
todas las ovejas y ganado, y también a todas las bestias del campo” (Salmos 8:5-7) (PDT)

"¿quién es el hombre, para que te acuerdes de él, el hijo de Adán, para que de él
cuides?...coronándolo de gloria y grandeza; le entregaste la obra de tus manos”.

Es ahí, en donde está la clave. Dios no sólo nos hizo, sino que nos valora. La Biblia nos habla, de
un Dios, que está profundamente, enamorado de nosotros, hasta el punto, de que se convirtió,
en uno de nosotros, e incluso murió por nosotros, mientras que nosotros, le seguíamos
ofendiendo (ver Romanos 5:6-8). Frente a esto, ¿podemos decir, que los seres humanos, son
desechables, como un carro, que son más, los problemas que causa, que lo que vale? "Dios no
hace basura." Quien creé en la Biblia, tiene que creer, que la vida humana, es sagrada.

La Biblia también, nos enseña, que los niños son una bendición. Dios ordenó, a nuestros
primeros padres: "Sean fecundos y multiplíquense" (ver Génesis 1: 28). ¿Por qué? Dios mismo
es fecundo. El amor siempre, desemboca en la vida. Cuando la primera madre, trajo al mundo,
al primer niño, exclamó: "Gracias a El Señor, he podido tener un hijo" (ver Génesis 4:1).

La ayuda del Señor, es esencial, ya que Él tiene dominio, sobre la vida humana, y el origen de
ésta. Los padres cooperan con Dios, en traer, una nueva vida al mundo. Debido a que, todo
este proceso, está bajo el dominio de Dios, es un pecado interrumpirlo. El profeta Amós,
condena a los amonitas, "Porque ellos, al extender sus dominios, abrieron el vientre, de las
mujeres encintas, de Galaad" (ver Amós 1:13). Son los hijos, regalo del Señor, es el fruto del
vientre, premio suyo:

“Los hijos son la herencia que nos da el SEÑOR; los frutos del vientre son la recompensa que
viene de Dios.” (Salmos 127:3) (PDT)

La Biblia, nos enseña, que el niño en el vientre, es un niño verdaderamente humano, quien
tiene incluso, una relación con el Señor.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 150


151

La frase, "quedó embarazada y dio a luz", es utilizada, en repetidas ocasiones


(ver Génesis 4:1,17), y el individuo, tiene la misma identidad, tanto antes como después, del
nacimiento. "Pecador desde el seno de mi madre", expresa el salmista arrepentido
(ver Salmo 51:7). La misma palabra, es utilizada para el niño, antes y después de nacido
(Brephos, es decir, "niño," es utilizada en, Lucas 1:41, y en Lucas 18:15).

Dios conoce, al niño no nacido. "Me tejiste en el seno de mi madre...mis huesos no escapaban
a tu vista, cuando yo era formado en el secreto" (ver Salmo 139:13,15). Dios, además, ayuda y
llama al niño no nacido. "Me entregaron a Ti, apenas nacido, Tú eres mi Dios, desde el seno
materno" (ver Salmo 22:11). "Hasta que me llamó, por su mucho amor, el que me había
elegido, desde el seno de mi madre" (ver Gálatas 1:15).

La Escritura, en repetidas ocasiones, condena la matanza, de los inocentes. Esto fluye, de todo
lo que hasta el momento, se ha visto. El dedo mismo de Dios, escribe sobre piedra, el
mandamiento; "No matarás" (ver Éxodo 20:13; Deuteronomio 5:17), y Cristo lo reafirma
(ver Mateo 19:18), (notar que, Él primero, menciona este mandamiento). El Libro del
Apocalipsis, afirma que los asesinos, no pueden entrar, en el Reino de los Cielos
(ver Apocalipsis 22: 15).

La matanza de niños, es condenada por Dios, de manera particular, a través de los profetas. En
la tierra, que Dios dio, a ocupar a su pueblo. Las naciones extranjeras, tenían la costumbre, de
sacrificar en el fuego, a algunos de sus niños. Dios dice a Su pueblo, que ellos, no deben tomar
parte en este pecado. Sin embargo, sí lo hicieron; "Sino que se mezclaron con ellos y los
imitaron...sacrificaron a sus hijos e hijas, a los demonios. Derramaron sangre inocente, la
sangre de sus hijos e hijas, que sacrificaron, a los ídolos de Canaán; la tierra quedó manchada
de sangre" (ver Salmo 106:35, 37-38).

De hecho, este pecado de sacrificio, es mencionado, como una de las principales razones, por
las cuales, el Reino de Israel, fue destruido por los asirios, y su gente llevada al exilio.
"Sacrificaron a sus hijos e hijas por el fuego...entonces, El Señor, se enojó muchísimo, y los
arrojó, lejos de su presencia" (ver 2 Reyes 17:17-18). Ni tan siquiera, por la "libertad religiosa",
puede ser tolerada, la matanza de niños.

Dios es un Dios, de justicia. Un acto de justicia, es uno de intervención, a favor de los


indefensos, un acto de defensa, para aquellos, que son demasiado débiles, para defenderse a
sí mismos. Al predecir al Mesías, el Salmista dice: "Florecerá en sus días la justicia...pues librará
al mendigo que reclame, y al pobre que no tiene quién lo ayude" (ver Salmo 72:7,12).

Jesucristo, es nuestra justicia (ver 1 Corintios 1:30), porque Él, nos rescató del pecado, y de la
muerte, cuando no teníamos a nadie, que nos ayudara (ver Romanos 5:6; Efesios 2:45). Si Dios
hace justicia, por Su pueblo, espera que éstos, hagan justicia, los unos por los ostros. "Sean
compasivos, como es compasivo el Padre de ustedes" (ver Lucas 6:36). "Vete tú y has lo
mismo" (ver Lucas 10:37). "Entonces, todo lo que ustedes desearían de los demás, háganlo con
ellos" (ver Mateo 7:12). "Que se amen los unos a los otros" (ver Juan 15:17).

El aborto es totalmente contrario, a estas enseñanzas. Es la justicia trastornada, invertida,


puesta al revés. Es la destrucción de los indefensos, en lugar de ser su rescate.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 151


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Si el pueblo de Dios, no interviene espiritualmente (no políticamente), para salvar aquellos,


cuyas vidas, están siendo atacadas, no están ni agradando, ni adorándolo a Él. Dios, a través de
Isaías dice:

“¿Quién les pide estas cosas cuando ustedes vienen a presentarse ante mí pisoteando mis
patios? No me traigan más ofrendas inútiles. Su incienso me desagrada. Ya no aguanto sus
reuniones de Luna nueva, los días de descanso y las demás fiestas religiosas mientras practican
el pecado. Detesto sus fiestas de Luna nueva y demás fiestas religiosas. Todo eso se me ha
hecho insoportable, estoy cansado de todo eso. Cuando ustedes alzan sus manos hacia mí para
orar, yo me niego a prestarles atención. Ya no escucharé su gran cantidad de oraciones porque
ustedes tienen las manos manchadas de opresión y violencia. Límpiense y purifíquense, quiten
sus maldades de mi vista dejen de hacer el mal y aprendan a hacer el bien. Sean honestos con
los demás, ayuden al oprimido, hagan valer los derechos de los huérfanos y defiendan a las
viudas».” (Isaías 1:12-17) (PDT)

En verdad, aquellos que dicen adorar a Dios, y apoyan el aborto, están cayendo, en la misma
contradicción, que condena el profeta, y necesitan escuchar el mismo mensaje.

Jesucristo prestó, una especial atención a los pobres, a los despreciados, y a aquellos, a
quienes la sociedad, consideraba insignificantes. Él derrumbó, las falsas barreras, que las
personas, habían establecido entre sí, y en su lugar, reconoció la igualdad, de la dignidad
humana, en todo individuo, a pesar, de lo que la opinión general, pudiera decir.

En consecuencia, vemos que acoge a los niños, a pesar de los esfuerzos, de los apóstoles, por
mantenerlos alejados (ver Mateo 19:13-15); a los cobradores de impuestos y a los pecadores,
a pesar de las objeciones, de los Escribas (ver Marcos 2:16); a los ciegos, a pesar de las
advertencias, de la multitud (ver Mateo 20:29-34); a una mujer extranjera, a pesar de la
absoluta sorpresa, de los discípulos y de la mujer misma (ver Juan 4:9,27); a los Gentiles, a
pesar, del enfado de los judíos (ver Mateo 21:41-46); a los leprosos, a pesar del aislamiento de
éstos, del resto de la sociedad (ver Lucas 17:11-19).

Cuando se trata, de la dignidad humana, Cristo borra toda distinción. Pablo declara:

“Todos son uno en Jesucristo, no importa si son judíos o no, esclavos o libres, hombres o
mujeres.” (Gálatas 3:28) (PDT)

De ese mismo modo, nosotros podemos decir: "No hay ni nacido, ni no nacido." El usar esta
distinción, como base, para la valoración de la vida y de la protección, que uno merece, no
tiene sentido y constituye, una ofensa, para todo lo que, la Escritura enseña. El niño no nacido,
es el grupo más rechazado y discriminado, de nuestra sociedad. Cristo mismo, de seguro ha de
tener un amor especial, hacia ellos. La Escritura nos enseña a amar, Juan nos dice:

“Este es el mensaje que han escuchado desde el principio: que debemos amarnos unos a otros.
No debemos ser como Caín, quien era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué razón lo
mató? Porque los actos de Caín eran malos, mientras que los de su hermano eran justos.”
(1 Juan 3:11-12) (PDT)

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El amor, es el contraste directo, de la matanza. Quitarle la vida a otro, es romper con el


mandamiento del amor. Fallar en ayudar, a los que se encuentran en necesidad y en peligro, es
también fallar, en amar. Cristo nos enseña esto, claramente en la parábola, del Buen
Samaritano (ver Lucas 10:25-37), en la historia del hombre rico y Lázaro (ver Lucas 16:19-31), y
en muchos otros lugares. Ningún otro grupo de personas, se encuentra en mayor peligro, que
los niños y niñas, dentro del vientre materno. "Cuando alguien...viendo a su hermano en
apuros le cierra el corazón, ¿cómo permanecerá el amor de Dios en él?" (ver 1 Juan 3:17).

La vida es victoriosa, sobre la muerte. Este es uno de los temas, más básicos, de la Escritura. La
victoria de la vida, está predicha, en la promesa, de que la cabeza de la serpiente, a través de
quién entró, la muerte al mundo, sería aplastada (ver Génesis 3:15). Isaías prometió: "Y así
destruirá para siempre a la Muerte" (ver Isaías 25:8). En la escena del primer asesinato, la
tierra "abrió su boca", para tragarse, la sangre de Abel. En la escena, de la victoria final, de la
vida, es la muerte misma, la que será "destruida en esta victoria.

“Muerte, ¿dónde está tu victoria? Muerte, ¿dónde está tu aguijón?»” (1 Corintios 15:55) (PDT)

Por eso, demos gracias a Dios, que nos da la victoria, por Cristo Jesús, nuestro Señor. El aborto
es muerte. Cristo vino, a vencer a la muerte, y por lo tanto, al aborto.

“... Yo vine para que la gente tenga vida y la tenga en abundancia.” (Juan 10:10) (PDT)

El desenlace final, en la batalla, a favor de la vida, ya ha sido decidido, por la Resurrección de


Cristo. De nosotros depende, el difundir esa victoria, a cada persona. El cristiano, es pro-vida,
se mueve, de la victoria que Cristo ganó, a plenitud, a esa victoria del día final. "Ya no existirá
ni muerte" (ver Apocalipsis 21: 4).

El aborto es, desde el punto, de vista escritural, la muerte de un ser humano, como cualquier
otro, que aunque, aún no ha llegado a desarrollarse, en toda su potencialidad, de igual modo,
ya están escritas de él, todas las cosas que habrá de alcanzar, en el decreto de predestinación.
Asimismo, desde el primer instante de gestación, el Señor, ha impreso en su código genético,
toda la información, referente a sus características humanas, que lo acompañarán, por el resto
de su vida: su talla, color de ojos, contextura física, pero también sus rasgos de carácter,
inclinaciones, personalidad, etc.

Como criatura de Dios, que es, única e irrepetible, merece la vida, que en todo caso, no es
nuestra, sino de aquel, que se la dio. Matarlo, es cometer un grave pecado, el cual estaba
contemplado, aun antes de que la ley, se formalizara, a través de los diez mandamientos. A
través de estas leyes, y estos pactos de Dios, con el hombre, lo que el Señor enfatizaba, era el
carácter santo, de la vida humana, que le pertenece doblemente, por creación y por
redención.

En el 99% de los abortos, ejecutados en el mundo actual, la razón es, “control natal
retroactivo.” Una mujer y/o su pareja, deciden que no quieren al bebe, que han concebido. Así
que deciden, terminar la vida de su hijo, en vez de enfrentarse, con la responsabilidad. Esta es
una maldad extrema. Aún en el 1%, de las situaciones más difíciles, el aborto nunca debe ser,
la primera opción. La vida de un ser humano, en la matriz, vale cualquier esfuerzo, que le
permita llegar, al término de su proceso de nacimiento.

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Para aquellos responsables, de un aborto, el pecado del aborto, no es menos perdonable, que
cualquier otro pecado. A través de la fe en Jesucristo, cualquier y todos los pecados, pueden
ser perdonados (ver Juan 3:16; Romanos 8:1; Colosenses 1:14). Una mujer, que ha tenido un
aborto, o un hombre que ha animado al aborto, o aún, un doctor que ha ejecutado uno, todos
pueden ser perdonados, por la fe en Cristo Jesús. Por esto, dile no al aborto, que tus manos y
tu conciencia, no queden manchados, con la sangre de los inocentes, por callar tu voz y
hacerte el indiferente, un día darás cuenta a Dios, por todos tu actos.

4. Siembra cizaña, en medio del trigo de Dios

Esta enseñanza dada por Jesús, fue la parábola más extensa, que nuestro Señor Jesucristo,
describió:

“Entonces Jesús les contó otra historia: «El reino de Dios es como un hombre que un día sembró
buena semilla (TRIGO) en su campo. Pero por la noche, cuando todos estaban durmiendo, vino
su enemigo y sembró mala hierba (CIZAÑA) entre el trigo, y luego se fue. Cuando el trigo creció
y dio sus granos, también creció la mala hierba. Entonces los siervos del dueño de la cosecha
se acercaron a él y le dijeron: “Señor, usted plantó semillas buenas, ¿no es cierto? Entonces,
¿por qué hay hierbas malas?” Él les dijo: “Eso lo hizo un enemigo mío”. Los siervos
preguntaron: “¿Quiere que salgamos y quitemos la mala hierba?” El dueño dijo: “No, porque
cuando estén arrancando la mala hierba también pueden arrancar el trigo. Dejen que ambos
crezcan juntos hasta el día de la cosecha. Cuando llegue ese día, les ordenaré a los que recogen
la cosecha que primero recojan la mala hierba y hagan un bulto para quemarlo y que después
pongan el trigo en mi granero”».” (Mateo 13:24-30) (PDT)

“Luego, Jesús despidió a la gente y entró a la casa. Sus seguidores se acercaron y le pidieron: —
Explícanos la historia de la mala hierba del campo. Jesús les respondió: —El que planta la
semilla buena en el campo es el Hijo del hombre. El campo es el mundo y la semilla buena son
todos los hijos del reino de Dios. La mala hierba es la gente que está con el maligno. El enemigo
que puso la mala hierba entre el trigo es el diablo. La cosecha es el fin del mundo y los que
recogen la cosecha son los ángeles. Lo mismo que le pasa a la mala hierba que se saca y se
quema en el fuego, va a suceder al fin del mundo. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles y
ellos van a juntar a todos los perversos y a los que hacían pecar a los demás y los expulsará de
su reino. Los echarán al horno encendido donde gritarán y crujirán los dientes de dolor.
Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. ¡Oigan bien lo que les digo!”
(Mateo 13: 36-43) (PDT)

La cizaña, es muy parecida al trigo, sin embargo, son distinguibles, solo cuando ambos, llegan
al tiempo de la madurez, mientras el trigo se inclina, por el peso de su fruto y de su Gloria, la
cizaña permanece altiva, por el hueco de su fruto.

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Todos sabemos, que el trigo, es una planta, de la cual, produce el grano, del que se extrae la
harina, con la cual, se produce el pan, y otros alimentos como; los cereales, pastas, fideos, café
de cebada, carne vegetal, cerveza, etc. Es una planta muy noble, por lo cual, nuestro Señor
Jesús, la compara con nosotros, los hijos de Dios.

En cambio la cizaña, es una planta igual al trigo, por no decir una imitación, la harina que se
puede extraer de sus granos, es venenosa, y puede echar a perder, todo lo que mezcle. Esta
planta es considerada, una maleza. Dicha planta, suele ser parasitada, por un hongo tóxico, el
cual, suele producir una toxina, que se acumula en el grano. Es por ello, que no es
recomendable, consumir dicho grano o harinas mixtas, en las que se encuentre, harina de
cizaña, ya que suele ser tóxica. Por eso nuestro Dios, la compara con los hijos del diablo, los
hijos de satanás.

Ambas plantas crecen, dentro del campo, y el campo es “el mundo”. El campo no es la Iglesia,
como muchos han dicho, lean bien, el propio Jesús lo dijo: “El campo es el mundo”. El Señor
permite, que la cizaña crezca, junto al trigo, es decir, que permite que los hijos del diablo,
convivan diariamente, con los hijos de Dios, incluso muchos de estos, siervos de satanás,
ingresan a la Iglesia.

Dios aun, no va a enviar juicio, sobre la tierra, para hacer desaparecer, a estos hijos del
demonio, porque al hacerlo, también puede hacer desaparecer, a Sus propios hijos, Jesús lo
dijo: “cuando estén arrancando la mala hierba, también pueden arrancar el trigo”, pero llegará
el día, en que enviará a sus ángeles, a cosechar sobre el mundo. Recuerde que Dios, hace salir
el sol, para la gente buena, y también para la gente mala:

“…Él hace que el sol salga tanto para los malos como para los buenos y que la lluvia caiga tanto
para los justos como para los injustos.” (Mateo 5:45) (PDT)

Dios es misericordioso, es decir, Él le da la oportunidad, a quien no la merezca. En cierta


ocasión, Jesús se dirigía a Jerusalén, y antes, debía pasar, por un pueblo samaritano, a lo cual,
el Señor envió, a unos de sus discípulos, para que prepararan Su llegada, pero los samaritanos,
no lo quisieron recibir, entonces:

“Cuando sus seguidores Santiago y Juan vieron esto, dijeron: —Señor, ¿quieres que ordenemos
que baje fuego del cielo para destruirlos? Pero Jesús se dio vuelta y los regañó. Luego se
fueron a otro pueblo.” (Lucas 9:54-56) (PDT)

Santiago y Juan, fueron extremistas, en aquel entonces, ellos estaban pidiendo juicio
inmediatamente, querían que un fuego, callera sobre los samaritanos y los destruyera. Esta
actitud sin amor, fue regañada por Jesús. Y así hoy en día, existen muchos, que lo único que
quieren, es que caiga fuego, sobre algunos. Creen ser trigos, pero se comportan, como la
misma cizaña. Recuerden que Dios, ama a su campo: “porque de tal manera Dios amo al
mundo…” (Juan 3:16). Muchos dirán: “entonces Dios, no reconoce al trigo”. No, no es así:

“A pesar de eso, Dios ha construido una base sólida que continúa firme, en la que se
encuentran escritas estas palabras: «El Señor conoce a su pueblo» y «Todo el que dice que
pertenece al Señor debe apartarse de la maldad».” (2 Timoteo 2:19) (PDT)

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Lo ven, Dios conoce a su pueblo, conoce al trigo. Dios también conoce a la cizaña, que fue
plantada por satanás, pero Dios también, les permite cambiar su naturaleza. Tú y yo también,
en un tiempo fuimos cizaña, y Dios en su misericordia, nos hizo nuevas criaturas. El espera con
ansias, que se puedan convertir en trigo, que puedan nacer de nuevo, ya no como una cizaña,
sino como un trigo. Jesús le dijo a Nicodemo:

“Jesús le respondió: —Te digo la verdad: el que no nace de nuevo, no puede tener parte en el
reino de Dios. Nicodemo le dijo: —Pero si uno ya es viejo, ¿cómo puede nacer de nuevo? ¿Acaso
puede regresar al vientre de su mamá y nacer otra vez? Jesús respondió: —Te digo la verdad:
el que no nace de agua y del Espíritu, no puede entrar al reino de Dios. El que nace de padres
humanos tiene vida física, pero el que nace del Espíritu tiene vida espiritual. No te sorprendas
si te digo: “Ustedes tienen que nacer de nuevo”. El viento sopla para donde quiere ir. Tú lo
escuchas soplar pero no sabes de dónde viene ni para dónde va. Así es con todos los que nacen
del Espíritu.” (Juan 3:3-8) (PDT)

Muchos quisieran, que la cosecha llegue luego, y no porque anhelen ver a Dios, sino porque
desean, ver caer el fuego, sobre la cizaña. Dios es justo, y a su momento, a su tiempo llegará el
día, que solo el Padre conoce (ver Mateo 24:36). Por ahora, el mundo no es condenado, por
ahora, el campo no es cosechado:

“Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.
El que crea en el Hijo de Dios no será condenado. Pero el que no cree ya ha sido condenado por
no haber creído en el Hijo único de Dios.” (Juan 3:17-18) (PDT)

Este texto es clave, El Señor que está en lo alto, mira el campo, Él ve al trigo y la cizaña, vivir
juntos. El decide no separarlos, porque aún hay tiempo, para que esa cizaña, sea salvada, por
medio de Jesucristo, si esa cizaña, cree en Jesús, será transformada y será salvada. Pero si no
cree en Cristo, el día de la cosecha, aquella cizaña, seguirá siendo cizaña, y será condenada,
arrancada y quemada en el fuego. Es lo que acabamos de leer, hace un momento:

“Dejen que ambos crezcan juntos hasta el día de la cosecha. Cuando llegue ese día, les
ordenaré a los que recogen la cosecha que primero recojan la mala hierba y hagan un bulto
para quemarlo y que después pongan el trigo en mi granero”».” (Mateo 13:30) (PDT)

La obra de satanás, es sembrar la cizaña, en medio del campo, él es el enemigo de Dios, quien
pretende dañar al trigo, el propósito es destruir, la obra del sembrador. El trigo aunque con
dificultad, puede seguir creciendo y madurando, junto a la cizaña, que trata a cada momento,
de ahogarlo.

Pero Dios conoce, hasta donde podemos aguantar. Él no los dará, más cargas, de las que
podamos llevar. Dios no promete eliminar, todos nuestros problemas, o cambiar a todas las
personas difíciles, en nuestra vida. Pero si promete, cambiarnos a nosotros, formando el
carácter de Cristo, en nuestras vidas, por medio de ellos. Y aunque las cosas sean malas, a los
que aman a Dios, todas las cosas, nos ayudan para bien:

“Sabemos que Dios obra en toda situación para el bien de los que lo aman, los que han sido
llamados por Dios de acuerdo a su propósito.” (Romanos 8:28) (PDT)

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Cuando leemos, la parábola del trigo y la cizaña, en ninguna parte leemos, que el campo fue
dañado por la cizaña, tampoco dice que el trigo, pereció o se murió, por causa de la cizaña, en
ningún momento, dice que el enemigo, logró salirse con la suya, al contrario, el trigo será igual,
llevado al granero. El diablo, como siempre estorba, es lo que mejor sabe hacer. No olviden,
aun el diablo le pertenece a Dios. Satanás está limitado, por las órdenes de Dios, aún está
obligado a servirle y obedecerle. Y si quiere dañar al trigo, aun así, debe pedir el permiso a
Dios:

“Entonces el SEÑOR le dijo a Satanás: — ¿Te has fijado en mi siervo Job? No hay nadie en la
tierra como él. Job es un hombre intachable, honesto, respeta a Dios y rechaza el mal. Satanás
le respondió al SEÑOR: — ¿Pero es que Job respeta a Dios por nada? ¿Acaso no lo proteges a
él, a su familia y a sus posesiones? Haces que le vaya bien en todo lo que hace, y sus rebaños se
ven por todo el país. Pero si le quitaras todo lo que tiene, seguro que te maldeciría en tu propia
cara. El SEÑOR le dijo a Satanás: —Puedes hacer lo que quieras con lo que le pertenece a Job,
pero a él mismo no le hagas daño.” (Job 1: 8-12) (PDT)

“Entonces el SEÑOR le dijo a Satanás: — ¿Te has fijado en mi siervo Job? No hay nadie como él
en la tierra. Job es un hombre intachable, honesto, respeta a Dios y rechaza el mal. Se
mantiene intachable, a pesar de que tú trataste de convencerme de que lo destruyera sin
ningún motivo. Satanás respondió al SEÑOR: — ¡Entre la bolsa o la vida, mejor dar la bolsa!
Verdaderamente un hombre daría todo lo que tiene con tal de salvar su vida. Pero si tú usaras
tu poder para lastimar su cuerpo, seguro que te maldeciría en tu propia cara. Entonces el
SEÑOR le dijo a Satanás: —Haz lo que quieras con Job, menos matarlo.” (Job 2: 3-6) (PDT)

Acá vemos el relato, de dos ocasiones, en que satanás se presentó ante Dios, en ambas, Él
Señor, le dice al diablo, que mirara a Job, pues Él estaba orgulloso de él, le dice que no hay
nadie como Job, un hombre intachable, honesto, que respeta a Dios y rechaza el mal. En la
primera ocasión, el diablo le dijo, que Job amaba a Dios, solo porque el Eterno, lo prosperaba
económicamente, y en la segunda ocasión, el maligno le dijo, que Job amaba a Dios, solo
porque le daba salud.

En ambas acusaciones, satanás falló, pues Job, se mantuvo íntegro, a pesar de haber perdido, a
toda su familia, sus posesiones, y su salud. Y luego Dios, le devolvió a Job, el doble, de lo que
había perdido antes. Pero en estos pasajes de las escrituras, lo principal que debemos ver, es
que satanás, tuvo que pedir permiso a Dios, para dañar a Job; en la primera ocasión Dios, le da
permiso, le dice, que podía hacer lo que quería, con lo que le pertenecía a Job, pero que “no lo
dañara”.

En la segunda ocasión, Dios le permite al diablo, que dañe la salud de Job, pero que “no lo
matara”. Dios le puede dar permiso al maligno, para que dañe muchas veces, a sus hijos, pero
nuestras vidas, están guardadas en las manos de Dios, Él le permite a satanás, solo hasta un
cierto punto, hasta el punto, en que solo Dios, sabe hasta dónde podemos aguantar:

“Ustedes sólo han tenido las mismas tentaciones que todos los demás. Pero Dios es fiel y no va
a dejar que sean tentados más allá de lo que puedan soportar. Así que sepan que cuando sean
tentados, van a poder soportar, porque Dios les dará una salida.” (1 Corintios 10:13) (PDT)

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Pero ojo, el punto que usted puede soportar, no es humano, no es por sus propias fuerzas,
sino por las que, nos entrega Dios. Usted ya está crucificado en la cruz, junto con Cristo
(ver Gálatas 2:20), no puede bajar de esa cruz, para luchar por sus propias fuerzas, Jesús nos
dijo, que “separados de mi nada podéis hacer” (ver Juan 15:5). Si hoy se siente abrumado,
derrotado, como que tiene, más cargas, de la que puede resistir; sepa que, “Dios nunca
permitirá nada sobre usted, que Él no pueda manejar.” Descargue su ansiedad sobre Él,
porque Él todo lo puede. Es por eso, que en nuestras luchas, solo debemos descansar en Dios,
Jesús dijo:

“»Vengan a mí los que estén cansados y agobiados, que yo los haré descansar.”
(Mateo 11:28) (PDT)

Ahí está nuestro refrigerio, Jesús nos dijo, que en el mundo tendríamos aflicciones, pero que
confiemos en Él, pues Cristo ya venció al mundo (ver Juan 16:33). Si Dios permite a la cizaña,
crecer junto al trigo, es por propósitos eternos. Sino tuviéremos pruebas y dificultades, en el
camino, nuestras vidas espirituales estarían lacios, sin fuerzas, sin una esperanza, sin una fe a
la cual aferrarnos.

Es decir, que el crecimiento de la cizaña, junto a nosotros, nos hace bien. Y aunque satanás, los
plantó con propósitos malos, Dios puede usar ese mal, para nuestro bien. Si yo en este
momento, le diera gracias a Dios, por permitir que la cizaña, crezca junto a mí, muchos me
dirían que estoy loco, muchos me dirían, mejor da gracias, para que la arranquen. Pero no
estoy loco, soy bíblico, solo estoy diciendo, lo que la Biblia dice. Y es más, ahora le nombraré
varias razones, por la cual, es mejor, que la cizaña crezca a nuestro lado, como así Dios lo
quiso:

Para que confiemos, en Jesús y en el Padre; Cuando vengan las dificultades y las pruebas,
provocadas por la cizaña del diablo, debemos siempre tener, la confianza en Dios. Si no
hubiera cizaña, no tendríamos necesidad de confiar en Dios, y El Señor así lo quiere.

“»No se preocupen; confíen en Dios y confíen también en mí.” (Juan 14:1) (PDT)

Para que seamos obedientes; Dios siempre nos probará, si somos obedientes, en el caso, en
que llegue el ataque enemigo, Dios nos dará las herramientas y la salida, mediante Su Santa
Palabra. Cuando llegue aquel día malo, ¿le serás obediente?

“Les escribí para probarlos y ver si son obedientes en todo.” (2 Corintios 2:9) (PDT)

Para que invoquemos a Dios; Si no existieran las pruebas, ¿cómo buscaremos, el rostro de
nuestro creador?, Dios dice; Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen, de todo
corazón (ver Jeremías 29:13).

“De un solo hombre Dios creó todos los distintos seres humanos para que habitaran en todo el
mundo y determinó cuándo y dónde debían vivir. Dios quería que la humanidad lo buscara y,
aunque fuera a tientas, lo encontrara. Pero en realidad, Dios no está lejos de ninguno de
nosotros” (Hechos 17: 26-27) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 158


159

Para que Dios, tenga misericordia de nosotros:

“Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo
de vosotros misericordia; porque Jehová es Dios justo; bienaventurados todos los que confían
en él.” (Isaías 30:18) (RVR 1960)

Para que confiemos en Dios:

“Confíen a Dios todas sus preocupaciones, porque él cuida de ustedes.” (1 Pedro 5:7) (PDT)

Para que no seamos autosuficientes:

“No quiero que su opinión sobre mí se vea influenciada por las extraordinarias revelaciones
que recibí del Señor. Por eso el Señor me dio una dolencia: un mensajero de Satanás, enviado a
torturarme para que no me vuelva demasiado orgulloso.” (2 corintios 12:7) (PDT)

Para disciplinar a sus hijos:

“El Señor disciplina a todo el que ama, y castiga a todo al que acepta como su hijo». Entonces
soporten esos sufrimientos como se acepta la disciplina de un padre, porque Dios lo hace como
un padre que corrige a sus hijos.” (Hebreos 12: 6-7) (PDT)

Para restaurar nuestra alma:

“Él renueva mi alma. Me lleva por buenos caminos para mostrarme lo bondadoso que es.”
(Salmos 23:3) (PDT)

Para que Dios muestre, su amor y compasión:

“Pero nunca olvidaré algo que siempre me dará esperanza. El fiel amor del SEÑOR nunca
termina; su compasión no tiene fin, cada mañana se renuevan. ¡Inmensa es su fidelidad! Mi
alma dice: «El SEÑOR es todo lo que tengo y necesito»; por eso siempre tendré esperanza en
él.” (Lamentaciones 3:21-24) (PDT)

Para que Dios, nos muestre su fuerza:

“Pero el Señor me dijo: «Mi bondad es todo lo que necesitas, porque cuando eres débil, mi
poder se hace más fuerte en ti». Por eso me alegra presumir de mi debilidad, así el poder de
Cristo vivirá en mí.” (2 Corintios 12:9) (PDT)

Para que el poder de Dios, se revele:

“Tenemos este tesoro en vasijas de barro para demostrar que este extraordinario poder que
obra en nuestra vida no viene de nosotros, sino de Dios.” (2 Corintios 4:7) (PDT)

Para que Dios muestre, nuestra necesidad de salvación:

“Sé bueno con este siervo tuyo para que pueda vivir y obedecer tus palabras.”
(Salmos 119:17) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 159


160

Para que Dios, pueda llamar a los pródigos:

“Iré a la casa de mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra Dios y contra ti.”
(Lucas 15:18) (PDT)

Para que el evangelio, sea anunciado:

“Hermanos, quiero que sepan que lo que me ha pasado ha servido para que se conozca más la
buena noticia de salvación. Toda la guardia de palacio y los demás saben que llevo cadenas
porque sirvo a Cristo.” (Filipenses 1:12-13) (PDT)

Para que Dios, nos pueda consolar:

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios que
siempre nos da consuelo. Dios nos consuela en todos nuestros sufrimientos para que también
nosotros podamos consolar a quienes sufren, dándoles el mismo consuelo que recibimos de él.”
(2 Corintios 1:3-4) (PDT)

Para que Dios, revele sus obras invisibles:

“Te abriste camino por el mar, atravesaste las aguas profundas y no dejaste rastro de tus
huellas.” (Salmos 77:19) (PDT)

Para que Dios, nos muestre que sin Él, no somos nada:

“»Yo soy la vid y ustedes las ramas. El que permanece en mí, y yo en él, producirá mucho fruto,
pues separados de mí, ustedes no pueden hacer nada.” (Juan 15:5) (PDT)

En fin, puede haber muchas más razones, de las cuales no he escrito, de porque es necesario,
que la cizaña, crezca junto con el trigo, pues la cizaña sirve de abono, para el trigo, le da
fuerzas, le da motivos, para que el trigo, busque a Dios constantemente, y aunque quiera
opacar al trigo, todo siempre, saldrá favorable para nosotros, porque:

“Sabemos que Dios obra en toda situación para el bien de los que lo aman, los que han sido
llamados por Dios de acuerdo a su propósito.” (Romanos 8:28) (PDT)

Así que siéntase feliz, porque existe la cizaña, ni hulla de los problemas, estos se crearon para
enfrentarlos. Si usted nunca enfermaría, Dios nunca, podría hacer un milagro en usted. Porque
para que exista un milagro, primero debe haber una situación adversa, en lo cual Dios, pueda
actuar. La cizaña fortalece su carácter;

“Pero hay más, podemos sentirnos felices aun cuando tenemos sufrimientos porque los
sufrimientos nos enseñan a ser pacientes. Si tenemos paciencia, nuestro carácter se fortalece y
con un carácter así, nuestra esperanza aumenta. Esa esperanza no nos va a fallar porque Dios
nos dio el Espíritu Santo, quien ha derramado el amor de Dios en nosotros.”
(Romanos 5:3-5) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 160


161

5. Instiga la falsa doctrina

Doctrina, significa enseñanza, cuando hablamos de una falsa doctrina, estamos indicando, una
falsa enseñanza. Y es esto, lo que hace satanás, dentro de la Iglesia; propagar e instigar, las
falsas enseñanzas, con el fin, de engañar y desviar al creyente, del buen camino. El diablo sabe,
que enseñando falsas doctrinas, puede hacer creer al creyente, que está en lo correcto, y de
hacer sentir confiado, que su salvación está segura. Cuando en realidad, está muy lejos, de ser
salvado, por no hacer la voluntad de Dios, y seguir otras ideas erróneas.

En las tentaciones de Jesús, satanás usó, falsas interpretaciones, de la Palabra de Dios


(ver Mateo 4:1-11). Satanás usa la misma táctica, en la actualidad, tomando una verdad
bíblica, y aplicándola erróneamente. El diablo es hábil, en torcer la Palabra de Dios, sólo lo
suficiente, como para producir, consecuencias desastrosas.

Muchos piensan, que la sana doctrina, no es importante, muchos ven a la doctrina, como algo
que separa a los creyentes. Piensan que las enseñanzas dividen, y esparcen a la hermandad, de
la Iglesia. Lo ven como algo malo. Y con ese pensamiento, satanás ha hecho muy bien, su
trabajo. Pues esto no es así, ya que la doctrina que creemos, determina si somos salvos del
pecado o no:

“Antes eran esclavos del pecado, pero, gracias a Dios, obedientemente y de todo corazón
recibieron la formación que se les dio por medio de la enseñanza. Ustedes fueron liberados del
pecado y ahora son esclavos de la justicia.” (Romanos 6: 17-18) (PDT)

Pablo dice, que por la enseñanza, por medio de la sana doctrina, es que nos formamos, como
cristianos. La enseñanza, nos hace obedientes de todo corazón, al evangelio de la gracia, al que
hemos sido encomendados. La doctrina correcta, nos libera del pecado, y nos hace esclavos de
la justicia. Nos hace íntegros, piadosos, nos trae santidad, cuando estas doctrinas las
aplicamos, a nuestras vidas. Y debemos tener cuidado, que lo que enseñamos, también los
apliquemos, a nuestra forma de vivir. Pues así, podemos asegurar nuestra salvación, y la
salvación, de los que escuchan las enseñanzas:

“Ten cuidado con tu forma de vivir y con lo que enseñas. Si eres constante, asegurarás tanto tu
salvación como la de los que escuchen tus enseñanzas.” (1 Timoteo 4:16) (PDT)

Juan también nos advierte, que cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina, de
Cristo, este no tiene a Dios. Pero aquel, que es perseverante, en las enseñanzas de Jesucristo,
éste sí tiene al Señor:

“Todo aquel que vaya más allá de la enseñanza acerca de Cristo y la abandone, no tiene a Dios,
pero el que viva de acuerdo a ella, tiene al Padre y al Hijo.” (2 Juan 1:9) (PDT)

Cuando la palabra de Dios, dice: “todo aquel que valla más allá, de las enseñanzas, acerca de
Cristo y la abandone”, se está refiriendo, a los que instigan, las falsas doctrinas, se refiere, a los
falsos maestros, hijos del diablo. “Ir mas allá de las enseñanzas de Cristo”, es transgredir, es ir
más allá de los límites definidos (ver 1 Corintios 4:6).

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 161


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Esto es, lo que hacen las sectas y movimientos falsos. Pretenden tener nueva luz, nuevas
revelaciones. Y enseñan doctrinas, que Dios no ha revelado, en Su palabra. Ellos quieren ir más
allá, quieren colocar, de su propia cosecha. Quieren colocar, sus propias enseñanzas, y según
ellos, siempre tienen nuevas visiones. Incluso otros, han llegado a decir, que Dios les dio, un
nuevo evangelio (como en el caso de los mormones, o los musulmanes).

Por la doctrina que predican, es que podemos ver, quien es quien. La doctrina nos enseña, a
discernir, entre lo bueno y lo malo. Al escuchar sus enseñanzas, es que podemos ver, como
manejan las Escrituras. Hay quienes dicen, que la Biblia, no es la Palabra de Dios, sino que ésta,
contiene la Palabra de Dios. Cuidado allí, estas personas, seguramente son liberales. Y
también, están los otros, que tienen como autoridad la Biblia, pero también tienen, la
revelación de su líder o ungido. Mientras unos, le quitan autoridad, a la Palabra de Dios, otros
le añaden, a las Santas Escrituras. Esos son, los que van más allá, de la sana doctrina.

“Ellos estaban dedicados a aprender lo que los apóstoles enseñaban. Compartían lo que tenían,
comían y oraban juntos.” (Hechos 2:42) (PDT)

El libro, de los Hechos de los apóstoles, nos dice, que los primeros discípulos, perseveraban en
la sana doctrina, ellos se dedicaban a aprender. Esta es la esencia, de la Sana doctrina; Las
enseñanzas de los apóstoles y profetas bíblicos, fundamentadas en Jesucristo. Las cuales,
fueron dadas en las Escrituras, una vez y para siempre. (ver 1 Corintios 3:11; Efesios 2:20;
Judas 1:3)

“Así que hermanos, sigan firmes y crean en las enseñanzas que les hemos dado, en lo que
escucharon de nosotros, y en lo que les hemos escrito por carta.” (2 Tesalonicenses 2:15) (PDT)

Pablo nos exhorta, a que sigamos firmes, y creamos en la sana doctrina, que hemos aprendido.
Que no le quitemos autoridad, a estas enseñanzas, y que no agreguemos ninguna nueva. No
aceptemos enseñanzas falsas, no aceptemos, a los que instigan las falsas doctrinas.

“Enséñales todo esto a los hermanos, y así serás un buen siervo de Jesucristo, nutrido por las
palabras de la fe y la excelente enseñanza que has seguido.” (1 Timoteo 4:6) (PDT)

“Pero tú diles a los creyentes lo que deben hacer para estar de acuerdo con la enseñanza que
produce una vida recta.” (Tito 2:1) (PDT)

Nuestras vidas, deben ser nutridas, por las sanas enseñanzas. Nuestra alimentación, debe ser
en base, a las verdades, que contiene la Palabra de Dios, esto es esencial, para la salud
espiritual, de todos los cristianos (ver 2Timoteo 3:16-17). Si nuestro alimento es veneno,
entonces una muerte espiritual, es segura. Y no crea, que esto, es algo inusual, pues el suicidio
espiritual, existe el día de hoy, tal como fue profetizado, hace más de dos mil años:

“Porque llegarán tiempos en que la gente no querrá escuchar la verdadera enseñanza que
conduce a una vida recta y sólo buscarán rodearse de maestros que los complazcan diciendo lo
que quieren escuchar. La gente dejará de escuchar la verdad y comenzará a dejarse guiar por
historias falsas.” (2 Timoteo 4:3-4) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 162


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Esto, ya lo podemos ver, en este tiempo, estamos viendo, el cumplimiento de esta profecía. La
gente, ya no quiere escuchar, la sana doctrina. Ellos tienen comezón, de oír enseñanzas
placenteras, agradables, cómodas a su carne. Enseñanzas, que les traen riquezas físicas,
bendiciones materiales, que les levanten su ego, su autoestima. Doctrinas demoniacas, que
usan la Palabra de Dios, para fines de negocios o políticos. Para satisfacer su concupiscencia,
por doctrinas novedosas y gratificantes. Ellos se apartan de la verdad, “por historias falsas”,
por fabulas, falsas ideologías, filosofías, etc.

“El Espíritu Santo dice claramente que en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe, les
harán caso a espíritus que mienten y seguirán enseñanzas de demonios.” (1 Timoteo 4:1) (PDT)

Estas falsas doctrinas, son enseñanzas de demonios, no lo digo yo, lo dice el Espíritu Santo.
Estas son enseñanzas, de espíritus mentirosos, que apartan a muchos, de la fe en Jesucristo. Lo
peor, es que la consecuencia, de no tener la sana doctrina, es la abertura y exposición directa,
hacia la apostasía.

Estos instigadores de falsas doctrinas, siempre se escudan y acusan, de “divisionistas”, a


aquellos, que los exhortan, e instan al arrepentimiento, y al regreso, a la suficiencia escritural.
Cuando los “divisionistas”, son ellos mismos. Es mejor estar separados por la verdad, que
unidos por la mentira.

“Hermanos, les ruego que se cuiden de los que causan divisiones. Tengan cuidado con los que
ponen en peligro la fe de los demás, porque ellos están en contra de las enseñanzas que
ustedes han aprendido. Manténganse alejados de ellos.” (Romanos 16:17) (PDT)

Esa es la solución, que Dios nos da, en cuanto a estos instigadores, de falsas doctrinas.
Debemos apartarnos, lejos de ellos. Si usted se reúne, en un lugar de esos, huya de ahí, corra
por su salvación. Busque un lugar, donde enseñen sana doctrina, un lugar sano. No perfecto,
pero sano, una congregación sana.

“Algunos enseñan ideas extrañas que no están de acuerdo con la verdadera enseñanza de
nuestro Señor Jesucristo, la cual conduce a una vida recta, dedicada a Dios. Esos maestros se
enorgullecen de lo que saben, pero realmente no saben nada. Están obsesionados con
cuestiones y discusiones que resultan en envidias, conflictos, insultos, malas sospechas y
peleas constantes. Tienen una mente perversa, terminan alejados de la verdad y piensan que la
vida dedicada a Dios es una manera de ganar dinero.” (1 Timoteo 6:3-5) (PDT)

Una falsa doctrina, siempre estará acompañada; del diablo, el control de masas, el comercio
de la fe, la megalomanía, el poder humano, el dinero, la fama, el orgullo, las mentiras, la
ambición, el engaño, el ego, etc. Una falsa doctrina, no es sana, por lo cual, es una doctrina
enferma, descompuesta, podrida, retorcida, sin vida.

Para amplificar más este tema, vamos a ver, dos ejemplos, de cómo satanás, utiliza
instigadores de falsas doctrinas. Vamos a analizar, dos falsas doctrinas, que son muy comunes,
pero que muy pocos, se han apercibidos. Me refiero al Dominionismo, y la mega secta G12.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 163


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a) El dominionismo

Esta falsa doctrina o enseñanza, se conoce como: “Dominionismo”, o la teología, del “Reino
ahora”, o simplemente, como la profecía, de los siete montes. La "teología del dominio",
afirma que los cristianos, debemos ocupar, los principales puestos de poder, en el mundo. Que
debemos orar, para que día a día, los cristianos ocupen; sillas del gobierno, las
comunicaciones, la economía, la religión, la educación, etc. La principal postulación, de esta
corriente herética, es que la iglesia, debe establecer, el reino de Dios en la tierra, mediante un
gobierno literal, y solamente de esta forma, Cristo retornará a la tierra (Aunque existe, otra
rama, del Dominionismo, que niega el retorno de Cristo).

Según ellos, siguen una supuesta, revolución profética, que los llevará, a una tierra prometida,
que son las naciones del mundo, y dentro de esas naciones, se encontrarán, con siete
naciones, “mayores y más poderosas” (que son los siete montes), y que deberán conquistar,
para preparar, la venida de Jesús, o sino, nunca podrá regresar, nuestro Salvador.

Los siete montes, para ellos son; los medios de comunicación, el gobierno, la educación, la
economía, la religión, la celebración y la familia. Dicen que el destino, de las naciones, será
determinado, por cierto número de personas. Y no por cristianos humildes y pobres, por eso,
solo los profesionales, y personas con status, podrán conquistar los siete montes. Solo las
personas exitosas, podrán traer de vuelta, a Cristo a la tierra.

En otras palabras, cada uno de los estamentos, de un estado (político, cultural, militar,
económico, religioso, etc.) debe ser conquistado por la iglesia, y mientras eso no ocurra, dicen
ellos, Cristo no puede regresar. Es decir, la Soberanía del Señor y Salvador, se ve obstaculizada,
por la de sus criaturas. Evidentemente, esto no tiene sustento bíblico.

Esta falsa enseñanza, no solo destrona a Cristo, y entroniza al hombre, sino que es una versión
renovada, de la antigua teología de la liberación, la cual presentaba un evangelio social,
mezclando la predicación, con la política. Incitando a la lucha de clases, y presentando a un
Cristo revolucionario y subversivo. ¡Que insulto al Señor! Cristo jamás, fue un comandante,
que reclutó a individuos, para prepararlos para la revolución. Él es el Señor, y Salvador. Que
vino a morir, para salvar a los pecadores.

Esta enseñanza, está siendo usada, por el “falso movimiento profético y apostólico”. Algunos
de los propulsores Dominionistas, son; Rony Chávez, Ana Méndez, Cash Luna, Guillermo
Maldonado, Cesar Castellanos (G-12), Otoniel Font, Fernando chaparro, Myles Munroe,
Kenneth Copeland, Benny Hinn, Alberto Motessi, Dante Gebel, Billy Graham, y toda la cepa
pululante, de nuevos "apóstoles y profetas", nacidos en este siglo. Junto a algunos, mal
llamados salmistas, como; Marcos Witt, Alex Campos, Nancy Amancio, Jesús Adrián Romero,
entre otros. Ya se han sumado, a esta nutrida lista, de la teología del “reino ahora”.

Dentro de sus enseñanzas, podemos encontrar palabras claves, características de los maestros
dominionistas; tales como: reino, dominio, gobierno, gobernar, poseer, conquistar, yo decreto,
yo ató, “soltar la justicia del cielo, sobre la autoridad de la ciudad”, “tomando autoridad sobre
esta tierra”, etc.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 164


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Siempre están hablando, de sus logros, e incentivando a sus oyentes, a no conformarse con
poco, a anhelar poseer, más cada día, sus palabras son muy infladas y sin frutos. Sus reuniones
privadas, deben ser, en lugares lujosos; hoteles, cruceros, resort, etc. No en balde, las
Escrituras predicen:

“Ellos viven de una manera que los está llevando a la destrucción. Ellos quitaron a Dios y lo
reemplazaron por sus propios bajos deseos. Presumen de hacer lo que debería darles
vergüenza y sólo tienen la mirada puesta en las cosas terrenales. En cambio, nuestra patria
está en el cielo y de ahí estamos esperando que venga el Salvador, Nuestro Señor Jesucristo.”
(Filipenses 3:19-20) (PDT)

Esto es una completa herejía, es una doctrina diabólica. Dios nos llamó para hacer discípulos,
no para conquistar montes o naciones, no para entrar en política, para protestar o hacer
marchas, en contra de leyes, que válidamente, como cristianos, no nos gustan. Jesús va a
volver si o si, no es algo, de que, de nosotros dependa. Hermanos, no se dejen llevar por
fabulas, o por todo viento de doctrinas, estos hombres, solo los quieren ocupar, como fichas,
como números de estadísticas, para sus posiciones, de poder humano y de dinero. No se dejen
engañar.

Dios no te ha llamado, para reinar ahora, en la tierra, te ha llamado para hacer discípulos. Solo
cuando Cristo vuelva, va a Reinar sobre la tierra. Si tú aceptas esta falsa doctrina, estarás
negando a Jesucristo, porque le estarás quitando el lugar, que solo a Él le corresponde. Esto
nos hace recordar, la oferta tentadora de satanás, quien tuvo la osadía insolente, de
presentársela, al mismo Señor: “Todo esto te daré, si postrado me adorares”
(ver Mateo 4: 8-9).

Este falso evangelio de satanás, te dice cómo; tener éxito, amarte a ti mismo, como ser el más
conocido, en la farándula evangélica. Bíblicamente, este es un mensaje promovido, por
satanás. La moda en los pulpitos modernos, es predicar, como el hombre puede ser mejor. La
sana doctrina, ya no es atractiva, ya no buscan el poder de Dios, ahora están más interesados,
en buscar el poder del hombre.

El mensaje humanista, ha sido tomado, como una “buena noticia”. Por eso, ellos le llaman
“evangelio”, el cual satanás, busca poner, en la mente de los hombres (ver Mateo 4:1-10).
Cuando el diablo tienta a Jesús, para que se enfoque, en su necesidad de comer. Satanás
intentó que Jesús, se enfocara en el mismo, que sobre de la voluntad de Dios. Este es el
evangelio de satanás, que nosotros dejemos, de enfocarnos en Dios y su voluntad, para
centrarnos en nosotros, en base a nuestras necesidades.

Jesús le dice a sus discípulos, que Él Iba a la Cruz (ver Mateo 16:21-23). Cuando se enteraron,
vino el evangelio de satanás; “Señor ten compasión de ti”, “amate a ti mismo”, “despierta el
campeón, que hay en ti”. Jesús se volvió, y le dijo a Pedro: ¡Aléjate de mí, Satanás! , Quieres
hacerme tropezar; no piensas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres
(ver Mateo 26:23-25). Mientras el evangelio del diablo, dice; “ten compasión de ti mismo”, el
evangelio de Jesucristo dice: “Niégate a ti mismo, toma tu Cruz y Sígueme”. Tomar la Cruz, es
hacer la voluntad del Padre, aunque te cueste la vida. Despojarnos de nosotros, es un morir
así mismo, por obediencia, a la voluntad de Dios.

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“«Padre, líbrame de esta copa, pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya».”
(Lucas 22:42) (PDT)

¿Quieren vivir el verdadero evangelio?, ¿Quieren vivir el evangelio, de la gloria de Cristo?


Niéguese así mismo, tome su cruz y sígalo. La meta de Dios, no es la felicidad del hombre, si no
su propia felicidad, su propia gloria. Cuidado de ser seducido, por el evangelio de satanás. El
verdadero Cristianismo Bíblico, es el que te lleva, a ser un siervo de Cristo, el evangelio de
satanás, quiere que Dios te sirva.

Hoy hemos dejado, de ser líderes al servicio, para venir hacer consumistas. Satanás le ofreció
los reinos de este mundo, prosperidad, admiración, lujos, posiciones, su mejor vida ahora,
poder y gloria, una vida cómoda. ¿No es esto, lo que hoy se predica? Cual vas a seguir
viviendo, ¿el Evangelio de Jesucristo, o el evangelio de satanás?, ¿La Sana Doctrina, o las
doctrinas falsas?

Recuerden, que es Jesucristo, el que instaurará el Reino y conquistará, cuando descienda,


después de la gran tribulación, junto a la Iglesia. Antes de eso, a la iglesia, lo único que se le
encomendó fue; predicar el evangelio, no andar conquistando ciudades, escuelas,
universidades, municipalidades o gobierno. Ya que eso, no es doctrina bíblica, si no codicia de
hombre, por poder humano.

“Pero Jesús los llamó y les dijo: —Ustedes saben que a los que gobiernan entre las naciones les
gusta mostrar su poder. A sus principales dirigentes les gusta ejercer su autoridad sobre la
gente. Pero entre ustedes no debe ser así. Más bien, el que quiera ser más importante entre
ustedes debe hacerse su siervo. El que quiera ser el número uno entre ustedes debe ser el
esclavo de todos. Porque ni aun el Hijo del hombre no vino a que le sirvieran, sino a servir a los
demás y a dar su vida en rescate por muchos.” (Marcos 10:42-45) (PDT)

La instrucción bíblica, es diametralmente opuesta, a la entregada, por los predicadores, de la


falsa doctrina dominionista. Los discípulos, siempre recibieron la capacitación, por parte del
Señor Jesucristo, en cuanto a soportar, las aflicciones del mundo, y a que esperaran Su
regreso. Nunca la enseñanza, estuvo basada en emprender, la desenfrenada carrera, hacia la
conquista del mundo, y los poderes, que en él hay. El apóstol Pedro, agrega algo más, que
debemos recordar:

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos tuvo gran compasión y nos
hizo nacer de nuevo por la resurrección de Jesucristo. Así nos dio la plena esperanza de recibir
una herencia que Dios tiene guardada para nosotros en el cielo; herencia que no se arruina, ni
se destruye, ni pierde su valor.” (1 Pedro 1:3-4) (PDT)

El texto es bastante decidor, en cuanto al destino, de la Iglesia y su recompensa. La “Herencia


incorruptible y el Cielo”, es lo que Dios promete, a los que hemos sido redimidos, por la Sangre
bendita, del Señor Jesucristo. Sin embargo, los teólogos del “reino ahora”, niegan aquello,
diciendo que todo, es parte de una mentalidad conformista, mediocre, escapista, irracional y
cobarde.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 166


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La Iglesia, no ha sido llamada a conquistar el mundo, o cambiar su curso. La gran comisión de


predicar el evangelio, tiene como objetivo, llamar al arrepentimiento, porque el juicio de Dios,
y la condenación eterna, es una realidad irrefutable. Obviamente, entre la homilía católica
romana, que es la misma, de los teólogos dominionistas, y lo que la Biblia enseña, existe una
distancia, imposible de acortar. El síndrome de “Pinky y Cerebro”, de conquistar al mundo, y
que adolece, la cristiandad actual, con su teología restauracionista, del “reino ahora”, es
absolutamente anti bíblica, y que es parte, del misterio de iniquidad, dirigido por las tinieblas,
del diablo.

El éxito, que tales enseñanzas tienen hoy, es perfectamente entendible; ellos están
presentando, una imagen bastante atractiva, del evangelio, si se le pudiera llamar evangelio, a
lo que predican; como dijo el apóstol Pablo, a los hermanos de Galacia:

“En realidad no hay otras buenas noticias, sino que hay algunos que los están confundiendo.
Ellos quieren cambiar las buenas noticias acerca de Cristo.” (Gálatas 1:7) (PDT)

Porque dígame usted, querido lector, ¿a quién no le gusta, que le digan que es un rey, que está
llamado a reinar, a gobernar, que Dios le ha entregado, los reinos de la tierra? Muy
contrariamente, a lo que dice, la Palabra de Dios:

“Estimados hermanos, ustedes son como exiliados y refugiados en esta sociedad. Por eso les
ruego que luchen para no complacer aquellos deseos humanos que van en contra de su nueva
vida. Ustedes viven rodeados de gente que no cree y tal vez ellos digan que ustedes hacen el
mal; sin embargo, si ustedes llevan una vida honesta, ellos verán el bien que ustedes hacen y
alabarán a Dios el día que él venga a juzgar a todos. Por el honor que le deben al Señor,
respeten a todo ser humano: tanto al emperador, que es la máxima autoridad, como a los
gobernadores que son enviados por el emperador para castigar a los que hacen el mal y elogiar
a los que hacen el bien. Dios quiere que ustedes hagan el bien para que de esa manera los
insensatos dejen de hacer acusaciones ignorantes en contra de ustedes. Vivan como gente
libre, pero no usen su libertad como excusa para hacer el mal. Vivan como siervos de Dios.
Respeten a todos y amen a los hermanos de la familia de Dios. Teman a Dios y den honor al
emperador.” (1 Pedro 2:11-17) (PDT)

Creo que la Biblia, es muy clara, al decir que los cristianos, somos siervos de Dios (siervo es un
sinónimo de criado y esclavo). Pregunto yo, ¿En qué momento, nos graduamos y pasamos de
ser siervos, a reyes? Si bien es cierto, que existen pasajes escatológicos, que hablan, de que
reinaremos con Cristo, en Su Reino sobre la tierra. Éste evento, no ha ocurrido aún, como
muchos quieren suponer.

Por hoy, los reinos de este mundo, continúan en poder, del enemigo, de nuestras almas, el
diablo, pero ya le llegará su día. Mientras tanto, ocupémonos de mantener puro, el mensaje
que Jesucristo, nos dejó, y alejémonos, de la herejía llamada dominionismo, el caballo de
Troya, del anticristo, en la Iglesia cristiana.

“Después el diablo llevó a Jesús a una montaña muy alta y le mostró todos los reinos del mundo
con toda su grandeza. El diablo le dijo: —Te daré todo esto si te arrodillas y me adoras.”
(Mateo 4:8-9) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 167


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“El séptimo ángel tocó la trompeta y se oyeron fuertes voces que decían: «El reino del mundo
es ahora el reino de nuestro Señor y de su Mesías, y él reinará por siempre».”
(Apocalipsis 11:15) (PDT)

Pretender tener el control, de los poderes fácticos, negar el futuro gobierno milenial, de Cristo,
y negar el arrebatamiento, de la iglesia, es básicamente, la estructura y pilar, de la falsa
teología del “reino ahora”, o dominionismo. Y que como hemos visto, carece de absoluta base
bíblica, no obstante, posee en su ponencia, una fuerte ligadura, con la enseñanza romanista, e
impulso ecuménico.

No cabe duda, que esta teología, se trata de la globalización, de los intereses religiosos, en pos
del establecimiento, del nuevo orden mundial, a través del movimiento ecuménico. Lo
verdaderamente preocupante, es la seducción eficaz, que este mover, ha presentado a líderes,
de iglesias evangélicas, que han sucumbido, ante tal enseñanza. Esto confirma, la estricta
necesidad, de promover y escuchar, la voz apologética, que en cada Iglesia Dios, presenta de
una u otra manera.

Que Dios, nos dé, la humildad y sensibilidad suficiente, para reconocer los tiempos, que
estamos viviendo, y aceptar la necesidad, de elevar el volumen, de la voz atalaya, que nos
anuncia, que el tiempo es corto, y que Cristo ya regresa. Que así sea, amén.

Usted, amable lector, deberá decidir, a quién darle credibilidad; si a la infalible Palabra de Dios,
o a los maestros dominionistas, de la actualidad, porque la lista es larga. Solo recuerde; abra
muy bien sus oídos, a lo que se está predicando hoy, y discierna lo que escuche. No vaya a ser,
encontrado por Dios, siendo un fiel seguidor, de algún maestro dominionista, de hoy.

“En cambio, nuestra patria está en el cielo y de ahí estamos esperando que venga el Salvador,
Nuestro Señor Jesucristo.” (Filipenses 3:20) (PDT)

“Jesús respondió: —Mi reino no pertenece a este mundo. Si así fuera, mis siervos pelearían
para que no estuviera en manos de los judíos. Pero, de hecho, mi reino no es de acá.”
(Juan 18:36) (PDT)

b) G12

Otra falsa doctrina, de la cual satanás, se encarga de instigar, es el G12, o Gobierno de los
doce. En estos tiempos finales, previos a la venida, del Señor Jesucristo, a por Su Amada,
cuando la resurrección, de los muertos en Cristo, tendrá lugar, y los vivos en Él, seremos
transformados, y juntamente con ellos, seremos arrebatados, para ir a recibir al Señor, en las
nubes (ver 1 Tesalonicenses 4: 13-18).

Justamente en estos momentos, es cuando, un amplio sector eclesial, avanza hacia una
dirección, contraria a la de la Iglesia, que está esperando, el Advenimiento del Señor. Nos
preguntamos, ¿por qué?

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 168


169

El enemigo de nuestras almas, sabe que le queda poco tiempo. Él se ha fijado dos metas, las
cuales, está intentando desaforadamente, llevar a cabo. La primera, es conseguir que el
máximo de cristianos, se queden en tierra, cuando el Señor venga, por su remanente. La
segunda es, levantar la falsa iglesia mundial, de la bestia, del anticristo, dirigida por el falso
profeta (ver Apocalipsis 13).

Para ello, el diablo, a través, de sus agentes, que son muchos; muchos miles, en todo el
mundo. Ha ideado, diferentes estrategias, sobre todo, a lo largo de los últimos años. Una de
estas estrategias, es el G12, el diablo conoce muy bien, a los evangélicos, conoce sus
necesidades. El maligno sabe, que existe un anhelo, a veces muy exagerado, en los pastores y
membresía en general, por ver un crecimiento numérico, así como un aumento, de los
recursos económicos, en las iglesias. No hay nada de malo, en desear ese crecimiento, siempre
que todo, sea hecho conforme, a la voluntad de Dios, y no sea impulsado por la carne.

Muchos pastores, han sido engañados, por esta falsa doctrina, bien por ignorancia, o por
codicia, se deciden a abrazar esas estrategias, que no son, las del Espíritu Santo. En todas estas
estrategias del diablo, existen diversos puntos en común, por cierto, muy basados en el
antiguo gnosticismo, por lo tanto, cargados de iluminismo y de misticismo. Este engaño genera
ceguera, orgullo, división y ruptura; camino a la apostasía, para muchos; en el proceso, todo
ello impregnado, de euforia y sentido triunfalista.

El G12, fue fundado, por César Castellanos Domínguez, y su esposa, Claudia Rodríguez de
Castellanos, ambos políticos colombianos, muy destacados, y también dirigentes de una
enorme congregación, neo pentecostal carismática, de tendencia ecumenista, llamada Misión
Carismática Internacional, de Bogotá, Colombia.

El G12, presenta una exclusivista y supuesta, nueva revelación de parte de Dios, sobre la que
se basa, ese nuevo movimiento; César Castellanos, asegura que Dios mismo, le dio a conocer,
una nueva revelación, y de forma exclusiva; el "eslabón perdido", según él, la manera de Dios,
para llevar al éxito total, a la Iglesia de Jesucristo, en estos días.

El mismo, lo narra así: "Clamé al Señor: "Señor, necesito algo, que pueda acelerar, el
crecimiento de la congregación", y el Señor me mostró, el concepto, ahora llamado G12, es
decir el Gobierno de los doce"

Esa revelación, es absolutamente, de corte doctrinal fundamental. Según Castellanos, esa


revelación, del "gobierno de los doce", es necesaria e imprescindible, para que Dios traiga, el
nuevo y espectacular, avivamiento mundial, de la Iglesia, para estos últimos tiempos. Ya que
Dios, le dio esa llave a Castellanos, de forma personal y en exclusiva, eso haría de Castellanos,
el profeta y apóstol, por antonomasia de la Iglesia, en estos días.

No obstante, esa revelación novedosa, que Castellanos dijo recibir, de parte de Dios, no puede
ser tal, ya que el Señor no se contradice, cuando la misma Palabra escrita, nos asegura, que no
se puede añadir, ni quitar, nada a la misma. Curiosamente, esa revelación del número 12, la
recibió anteriormente, el fundador del Opus Dei, Javier Escrivá de Balaguer, quien empezó su
movimiento, siendo él, el líder de doce. No es descartable en absoluto, la vinculación, entre el
G12 y la iglesia católica romana.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 169


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Esa nueva revelación mencionada, conlleva toda una visión: De la revelación, procede la
ulterior visión. La visión es ya el desarrollo, del concepto, en este caso, el concepto de
gobierno; eclesiástico, espiritual, y terrenal, basado en el número "doce". El G12 propone,
estructurar toda su organización, sobre el número 12, aduciendo que el secreto está, en el
número 12, y que organizándose de ese modo, las iglesias que siguen esa visión, y están
guiadas por el "espíritu", de esa visión, obtendrán un crecimiento numérico, sin precedentes.

Según Castellanos, "En el reino espiritual, existe el grupo de 12, que nos da autoridad,
gobierno y madurez al completo". En un supuesto, "reino espiritual", del cual Castellanos, no
precisa su procedencia, dice existir un, "grupo de doce", que concede todas esas gracias, y
virtudes que el autor menciona.

Si lo que pretende, es decirnos, que la base de todo esto, es un planteamiento numérico, en


este caso, el del número doce, no tenemos aquí, otra cosa, sino simple y llana numerología. (La
numerología, es una ciencia oculta de adivinación, que busca la interpretación esotérica, de las
cosas que nos rodean, por medio de los números. Dícese que los números claves, contienen
verdades poderosas, acerca de los aspectos positivos y negativos, de la verdadera naturaleza y
del destino).

Esa visión, conlleva su "espíritu", que es el que da el poder, para implementarla:


Efectivamente, esa visión del G12, conlleva su propio "espíritu", que es el que da el poder. Ese
espíritu, le llama Castellanos, el "espíritu de la visión". Aquí, ya nos damos de bruces,
directamente con el mundo espiritual, ya que estamos hablando, de "espíritu". En el mundo
espiritual, sólo existen dos fuentes, u orígenes de espíritus: De Dios, y del diablo. Veamos
entonces, de que trata aquí el asunto, porque si la visión aludida, no es de Dios, entonces
hemos de concluir, que el espíritu de la misma, tampoco lo es.

De hecho, leemos así, por parte de un seguidor del G12: "El "Espíritu de la Visión", está
relacionado, con la relación pública del creyente, con el reino de Jesucristo. El reconocimiento
y sujeción, al orden establecido, a la autoridad y al gobierno apostólico y profético".

Así que, como podemos ver, el "espíritu de la visión", nos lleva a sujetarnos, a una jerarquía
imaginaria, en la verdadera Iglesia de Cristo, formada por supuestos, apóstoles y profetas; aquí
tenemos otra vez, el "Reino Ahora", es decir, "Teología del Dominio" (Dominionismo) ; por
demás, puro catolicismo romano.

Pero el "espíritu de la visión", del G12, es más que eso. Los pastores interesados en G12, son
convencidos, para que viajen a Colombia, a recibir el "espíritu de la visión". Cuando eso ha
sucedido, vuelven a sus países de origen, y a sus congregaciones, y eufóricos, imparten a toda
la congregación, lo que han recibido: El "espíritu de la visión"; y ya están bajo, el influjo de ese
espíritu, que obviamente, no es el bendito Espíritu Santo.

La visión ineludiblemente, pretende llevar a la iglesia, que adopta el modelo, al éxito: La


pregunta que primero, debemos hacernos es, ¿Cuál es el concepto bíblico del éxito? La
respuesta inmediata es; el "agradar a Dios, cumpliendo cada uno, con Su voluntad". El
concepto de éxito del G12, es otro muy distinto.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 170


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Castellanos entiende que el éxito, radica en lo siguiente, tal y como él mismo lo define:
"Implementar el modelo de los doce, implica abandonar lo tradicional y lanzarse a conquistar
un mundo, totalmente diferente, pero efectivo, porque a través de él, el crecimiento está
garantizado".

Parte de la visión de G12, es abandonar lo tradicional, es decir, lo que siempre ha sido hacer
Iglesia, y "conquistar un mundo diferente". Este tipo de lenguaje, secularizado de conquista y
dominio, es muy típico en el G12. También nos habla, de que el crecimiento numérico, está
garantizado. Este último, es el concepto de éxito.

Parece ser, que lo que prima aquí, es el crecimiento numérico. Ese es el concepto de éxito, de
los que piensan así. No tienen en cuenta, que el mismo diablo, puede sin problema alguno,
llenar las congregaciones de gente, sólo en apariencia piadosa, causando así, un estropicio
grande a la larga, en esa iglesia. Eso no es en absoluto nuevo, ya ocurrió, al inicio de la iglesia
católica, cuando los templos cristianos, se llenaban de gente de todo tipo, a partir del
emperador Constantino.

La Biblia dice, que es el mismo Dios, el que añade a la Iglesia, los que tienen que ser salvos:

“alababan a Dios y todo el pueblo los estimaba mucho. Cada día el Señor añadía a la iglesia los
que iban siendo salvos.” (Hechos 2:47) (PDT)

El crecimiento numérico de una congregación, no es necesariamente, señal de bendición


divina, y por lo tanto, no debería ser la meta final y suprema, de ninguna iglesia o movimiento
cristiano, sino más bien, el buscar de corazón, agradar a Dios, según el más puro afecto, de Su
voluntad.

Supuestamente, toda la verdad de Dios, está concretizada en la visión, porque la visión, dicen,
es de Dios: En el caso del G12, es más que obvio, que ese es el caso. En la web, de la catedral
de Elim, del G12. Escribe José Ferrada:

"La "visión celular", es una visión, entregada por Dios, al pastor César Castellanos, de la ciudad
de Bogotá, Colombia. A fin de vivificar, la iglesia del tercer milenio, y ayudarla a ser tanto, y
más fructífera, y próspera, de lo que fue, la iglesia del primer siglo. Pastoreando una iglesia, de
ciento veinte mil personas, el reverendo Castellanos, tiene la experiencia y el testimonio
suficiente, para decirnos qué hacer, para ver nuestras congregaciones prosperadas".

Según dice Ferrada, un hombre, este es el fundador de G12, tiene la autoridad y mensaje en
exclusividad, de parte de Dios, para "decirnos qué hacer, para ver nuestras congregaciones
prosperadas". En otras palabras, debemos hacer, lo que ese hombre dice, porque lo dice de
parte de Dios, pero, ¿No contradice todo esto, los principios de la misma Palabra, cuando dice
que no debemos, confiar en el hombre, ni en la supuesta verdad, que trae consigo?

“Esto dice el SEÑOR: «Maldito el ser humano que confía en su semejante; el que se apoya en
otros seres humanos mientras se aparta del SEÑOR. (Jeremías 17: 5) (PDT)

La Palabra, nos enseña que, así como Dios habló, a su pueblo, en el tiempo del Antiguo Pacto,
a través, de los profetas; en este tiempo, Él nos ha hablado, a través de Su Hijo:

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 171


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“En el pasado, Dios habló a nuestros antepasados por medio de los profetas, en muchas
maneras, parciales y variadas. En estos últimos días, Dios nos ha hablado de nuevo a través de
su Hijo. Él creó todo el universo por medio de su Hijo, a quien nombró heredero de todo lo que
existe.” (Hechos 1:1-2) (PDT)

El canon de la Biblia, está cerrado, y no se puede formular nueva doctrina, ni nuevo dogma
extra bíblico. Si así se hace, se cae en el error y en el engaño. Y no obstante, el mismo
Castellanos, implícitamente le da a su revelación y visión, una autoridad similar, a la de la
propia Biblia, cuando insiste diciendo: "El modelo de los doce, es muy celoso, o se toma en su
totalidad, o no; no hay término medio"

El diablo es especialista, en sacar las verdades de su contexto y, extrapolándolas, hacer que se


vuelvan mentiras. Eso mismo ocurre, con el concepto del doce. Bíblicamente, el número doce,
es sinónimo, de perfección de gobierno. De ahí las doce tribus de Israel, las doce puertas, de la
ciudad de la nueva Jerusalén, los doce nombres, de los doce apóstoles, del Cordero
(ver Apocalipsis 21: 11-14). Esto no se pone en duda.

Pero el doce, como número de perfecto gobierno, sólo es atribuible a Dios. Solamente Él tiene
la capacidad atributiva, de poder dar forma y establecer ese gobierno, el cual llamamos
Teocracia. Tal gobierno, tendrá lugar, cuando el Rey Jesucristo, vuelva en gloria, y establezca
Su Reino en esta tierra; lo que llamamos el Milenio (ver Apocalipsis 20); previamente la Iglesia,
habrá ya sido glorificada.

Pretender adelantar el Milenio, a nuestros días, enseñando que el Reino es ahora, cuando
Cristo, no ha vuelto todavía, y estableciéndolo todo, basándose en el número doce, número de
gobierno perfecto o teocrático, es la labor del diablo, y de los que se dejan, engañar por él. Si
la Iglesia en este tiempo, debe organizarse, necesariamente de a 12, ¿quién osará ocupar el
lugar de Jesús? Quien así ose, es un anticristo.

Usted, no se deje engañar, por estos incitadores de falsas doctrinas. Dígale no, a estos
modelos falsos, que sólo intentan apelar, al ego y a la carne. Castellanos, exaltando su visión,
del "gobierno de los doce", dice lo siguiente: "Cuando alguien descubre el poder y la autoridad,
que pueden ser desarrollados, siendo líder de doce personas, entonces se preocupa por
capacitarse, comprometerse, y por conseguir también, sus doce".

Vemos que, según Castellanos, la motivación para capacitarse y comprometerse, es para llegar
a tener "poder y autoridad". Vemos que la motivación aquí, no es la de servir, sino la de tener
"poder y autoridad", llamándole a todo esto: "Éxito". Es decir, mucha gente llenando los
templos, y muchos líderes ejerciendo, "poder y autoridad", sobre muchos. Así se sucumbe
ante la tentación del diablo. ¡Cómo me recuerda esto, al catolicismo romano!

Mejor, vayamos a la simplicidad y eficacia, de la Palabra de Dios, la Biblia, y no nos movamos


de ahí, huyendo de toda tentación de megalomanía. No busquemos más revelaciones, de las
que ya están escritas. Sigamos la sana doctrina, con la cual muchos, ya han encontrado, su
salvación.

“El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi
propia cuenta.” (Juan 7:17) (RVR 1960)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 172


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6. Ciega a los hombres de la verdad

Satanás, el padre de la mentira, en esta área, tiene una fortaleza muy grande. Pues es él, quien
tiene el poder, de cegar a la humanidad, que aún permanece incrédula. Y es por eso, que el
evangelio de Jesucristo, aun permanece oculto, para ellos, tal como lo dice, el siguiente texto:

“Si las buenas noticias que anunciamos están ocultas, lo están sólo para aquellos que van por
el camino de la destrucción. El dios de este mundo ha nublado la mente de esa gente que no
tiene fe en Cristo. No los deja ver la luz que traen las buenas noticias acerca de la gloria de
Cristo, quien es la imagen de Dios.” (2 Corintios 4: 3-4) (PDT)

Cuando la Biblia, habla del “dios de este mundo”, se está refiriendo al diablo. Este es un “dios”
con “d” minúscula, en cambio, nuestro Señor Jesucristo, es un “Dios”, con “D” mayúscula.
Nunca olvide eso, la próxima vez que escriba Dios, escríbalo con mayúscula. El diablo, ha
nublado la mente, de esas personas, ha cegado sus pensamientos, y no pueden encontrar la
verdad, porque la verdad es Cristo (ver Juan 14:6).

Una persona, puede ser muy inteligente. Puede tener, muy buenas calificaciones, en la
universidad, y tener una mente muy buena, referente a su trabajo académico. Puede ser un
premio nobel, un presidente, un erudito. Puede ser un hombre de negocios, de primera clase,
o un científico muy conocido; o él puede haber asistido, a una Iglesia, por mucho tiempo,
donde se predica el evangelio. Y aun así, puede estar completamente ciego, con lo que
respecta, a la salvación en Cristo. ¿Por qué, es esto así? El diablo le ha cegado su mente, en lo
que se refiere al evangelio.

Incluso, existen personas, que pueden saber mucho de la Biblia, que son capaces, de citar
mucha teología, pueden ser muy fundamentalistas y ortodoxos. Incluso, puede ser el director
de un instituto bíblico, y ser capaz, de contestar muchas preguntas, de la Biblia. Y a pesar de
todo esto, puede estar completamente ciego, a la realidad del evangelio, y del nuevo
nacimiento. Como Nicodemo, quien vino a ver a Cristo, de noche. Ellos ven, pero no perciben.
Ellos escuchan, pero no entienden. Satanás, el dios de esta era, ha cegado sus mentes.

Ellos, no pueden ver a Cristo, no pueden ver, el verdadero valor, que tiene nuestro Señor
Jesucristo, ni Su evangelio. No encuentran importante, que Jesús haya muerto, en la cruz, por
ellos. Ellos no pueden, sentir el dolor y sufrimiento, del sacrificio que Jesús, tuvo que pasar,
por el perdón de sus pecados. Ellos desprecian a Jesús, porque fueron cegados por satanás, tal
como los profetizó, el profeta Isaías:

“La gente lo despreció y hasta sus amigos lo abandonaron; era un hombre lleno de dolores y
conocedor del sufrimiento. Y como alguien a quien otros evitan, lo despreciamos y no
pensamos que fuera alguien importante.” (Isaías 53:3) (PDT)

El diablo, puede cegar a las personas, con diferentes métodos, las excusas pueden ser; por
tiempo, dinero, por trabajo. A través de la familia, de los amigos, etc. Pero hay otra manera, de
ser cegado, y es muy común.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 173


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Estas son personas, que satanás ciega, por practicar la cristiandad, en forma externa. Estas son
personas, que tienen “apariencia de piedad”:

“Parecerán ser muy religiosos, pero con su manera de vivir demostrarán que en realidad
rechazan servir a Dios; no te metas con esa gente.” (2 Timoteo 3:5) (PDT)

Estas personas, no tienen su corazón arraigado, a Cristo Jesús. Están felices y sin perturbación,
porque vienen a la iglesia, y tienen una creencia en Dios, superficial. Pero su religión vacía, los
ciega a la realidad, del evangelio de Cristo. Si no despiertan ahora, tales personas de iglesia
vacías, al fin, despertaran en el Infierno. Será entonces, demasiado tarde. Pero ahora, ellos se
mantienen cegados, por una superficial, vacía forma de cristiandad. Me refiero, a las personas,
legalistas, y a las personas liberales. Ambos cegados por el diablo.

Los seres humanos, somos criaturas de extremos, y el diablo, ha usado esto muchas veces,
para atar y engañar a la Iglesia. Cuando no puede empujarnos mucho, en una dirección,
entonces nos jala, en la dirección opuesta, tan lejos como puede. Dos de los extremos, más
frecuentes, han sido estos: el legalismo y orgullo espiritual, al estilo de los fariseos por un lado;
y el liberalismo (la "híper-gracia"), el abandono, de todas las restricciones, por el otro lado.

Ambos extremos, son distorsiones, de verdades buenas e importantes. El extremo de


"legalismo y condenación", a menudo es una distorsión, de la enseñanza sobre
arrepentimiento y santidad (que es buena y verdadera). El extremo del liberalismo, y la "híper-
gracia", es mayormente, una distorsión, de la enseñanza verdadera, acerca de nuestra libertad
en Cristo. Pero cuando una de estas verdades, se sobre enfatiza hasta el extremo, se vuelve
tan desequilibrado, que se convierte, en un error peligroso.

El evangelio verdadero, es “centrado”, es Cristo céntrico, no es tibio ni frio. Por ejemplo; al


cristiano centrado, Dios lo guía. Al legalista, lo guía la religión, y al liberal lo guía la carne. Si el
centrado, práctica la santidad, el legalista práctica la apariencia externa, y el liberal, práctica
todo lo mundano. Si el centrado, anuncia las virtudes de Jesucristo, el legalista, exalta la ley y
las apariencias, y el liberal, exalta el libertinaje. Al centrado, el Espíritu Santo, lo cambia y no el
hombre, al legalista, se cambia y se rige, por costumbres y doctrinas de hombre, y el liberal, no
tiene restricciones. Cuando el centrado, toma su cruz y sigue a Cristo, el legalista, impone leyes
y códigos de conducta, para limitar la libertad, en Cristo, y el liberal, distorsiona la libertad en
Cristo. El centrado, no le agrega ni le quita, a la palabra de Dios, el legalista, impone un sistema
de reglas y regulaciones, el liberal, se olvida de la Palabra de Dios. El lema del centrado es,
“Dios es amor y fuego consumidor”, el lema del legalista es, “Dios es fuego consumidor”, y el
lema de liberal, es “Dios es amor”. Ser centrado significa, “Misericordia con juicio”, legalista
significa, “juicio sin misericordia”, y liberal significa, “misericordia sin juicio”.

Cuando se está cegado, es imposible ver, quien es quien. No hay discernimiento, porque viven
en la carne y sus deseos. No pueden apercibir, su verdadera condición. Ellos pueden estar,
dentro de una Iglesia, pero su ceguedad, los hace vivir, de una forma legalista, o de una forma
liberal. No pueden entender y aceptar, el verdadero evangelio, o sea, las cosa espirituales,
porque para ellos, son locura, son tonterías:

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 174


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“El que no es espiritual no acepta lo que viene del Espíritu de Dios porque le parece una
tontería. No puede entenderlo porque eso tiene que juzgarse espiritualmente. En cambio, el
que es espiritual puede juzgarlo todo, pero a él nadie lo puede juzgar...”
(1 Corintios 2:14-15) (PDT)

Como cristianos, siempre nos vamos a encontrar, con estos dos tipos de personas, dentro de la
Iglesia en general. Personalmente, me los encuentro a diario, sobre todo, en las redes sociales,
e incluso muchas veces, cuando publico, algún estudio, de la Palabra de Dios. Muchos de ellos,
comenzaron a insultarme, con un sin fin de improperios. Algunos, que defienden el falso
evangelio de la prosperidad, el domionismo, y el libertinaje, me han llamado: “terrorista
religioso”, “yihadista cristiano”, “fanático”, “fariseo moderno”, “falto de amor”, “legalista”.
etc.

En cambio, otros que defienden, las doctrinas de hombres, impuestas en los creyentes, los que
prohíben; “No usar pantalones”. “No pintarse el pelo, o usar maquillaje”. “No ir al cine”. “No ir
a la playa”. ”No cortarse el pelo (mujeres)”. ”No dejarse crecer la barba (hombres)”. Y un sin
número, de prácticas externas, que han subyugado, a millones de personas, bajo un evangelio
suprimido. Me han llamado: “libertino”, “defensor del pecado y la carne”, “que no tengo
comunión con Dios”, “mundano”, y un sin fin, de adjetivos muy descriptivos y juiciosos.

Y entonces, me encuentro bajo un ataque, de ambos sectores. Un sector demasiado abierto, y


el otro sector, demasiado cerrado. Un sector demasiado liberal, y el otro demasiado legalista,
entonces reflexiono: “La Sana Doctrina, no solamente, debe ser exhortada, a los mundanos
liberales, sino también a los legalistas religiosos. La Sana doctrina es equilibrada, los extremos
hacen daño. El que predica de prosperidad y libertinaje, esta igual de equivocado, que el que
prohíbe las vestimentas, e imponen doctrinas de hombres.”

Estos hombres, están tan cegados, que solo pueden ver el otro extremo, es decir, el legalista,
solo puede ver al liberal, y el liberal, solo puede ver al legalista. Para ambos, solo existen ellos,
pero como están tan cegados, son incapaces de ver, a un Cristiano Centrado. Son como el
calvinista, que solo puede ver al arminiano, y el arminiano, que solo puede ver al calvinista.
Dentro de su pequeña cosmovisión, de ver las cosas, no pueden ni siquiera palpar, el evangelio
centrado, en Cristo Jesús.

Cuando miro a Jesucristo, veo a un Ser Superior, a un Dios, que siempre se mantiene centrado,
y equilibrado. Así como condenó el pecado, también condenó a los fariseos. Y eso me hace
pensar, que es así, como debemos ser, debemos ser equilibrados, ya que el evangelio también
lo es. Debemos aborrecer, el pecado y el libertinaje, pero también, debemos aborrecer, el
legalismo y las tradiciones humanas, que nunca nos acercarán al Padre.

El término “legalismo” o “legalista”, no se encuentra en la Biblia, pero el serio error, del


legalismo, es tratado, especialmente por el Apóstol Pablo, quien se gloriaba siempre, y sin
cesar en la cruz, y que era un paladín, de la gracia de Dios (ver Gálatas 6:14; 1:6). Quizás la
mejor manera, de ver lo que Pablo, tenía que decir, sobre cómo la carne, hace un mal uso, de
la ley, es leyendo con cuidado, la epístola a los Gálatas.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 175


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Es un nocivo error, del legalismo, enseñar que la justificación o salvación, se obtiene, por las
obras de la ley. Los legalistas de Judea, lo decían, de la siguiente manera:

“…«Ustedes no se salvarán si no se circuncidan, como manda la tradición de Moisés».”


(Hechos 15:1) (PDT)

Ya en aquellos tiempos, existía este problema, de hombres, que enseñaban, que para ser
salvos, debían seguir la ley. Así como hoy, hay muchos que enseñan, que para ser salvos,
primero, deben vestir de tal forma, o deben seguir, alguna tradición religiosa. Pablo confrontó,
claramente este error:

“Sin embargo, sabemos que nadie consigue estar bien con Dios por actos de obediencia a una
ley. Dios aprueba sólo a los que tienen fe en Jesucristo. Por eso hemos puesto nuestra fe en
Jesucristo, para estar bien con Dios. Somos aprobados por Dios por nuestra fe en Cristo, no por
actos de obediencia a una ley, porque nadie consigue estar bien con Dios por actos de
obediencia.” (Gálatas 2:16) (PDT)

“porque nadie consigue ser aprobado por actos de obediencia a una ley. La ley sólo nos
muestra nuestro pecado.” (Romanos 3:20) (PDT)

“... Pues si por la ley fuera posible que estuviéramos bien con Dios, entonces la muerte de Cristo
no serviría de nada.” (Gálatas 2:21) (PDT)

La ley no puede justificar, y tampoco puede santificar. La ley, nos puede mostrar, que somos
impíos, pero no puede hacernos santos. La clave, para vivir la vida cristiana, no se encuentra
en el Monte Sinaí, sino en el Monte Calvario (ver Romanos 6; Gálatas 2:20). Pablo
argumentaba fervorosamente, que la vida cristiana, tenía que continuar, en base a la fe, no en
una base legal:

“Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír
con fe? ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la
carne?” (Gálatas 3:2-3) (RVR 1960)

“Ya que ustedes han aceptado a Jesucristo como Señor, vivan como él quiere.”
(Colosenses 2:6) (PDT)

Muchas de estas personas legalistas, creen que la santidad viene, por tratar de guardar la ley,
en la energía de la carne. Según ellos, hay dos tipos de santidad, la interna y la externa.
Mientras la ley te dice: "Haz, y Vivirás", el Evangelio te dice: “Creed y Vivirás”. Si la salvación,
fuera por las obras, entonces el cielo, estaría lleno de orgullosos. La carne, no tiene ningún
éxito, tratando de cumplir, los preceptos de Dios.

“Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí,
pero no el hacerlo.” (Romanos 7:18) (PDT)

Hay que tener en mente, dos factores claves. Primero, el creyente no está bajo la ley
(ver Romanos 6:14). De hecho, el creyente ha muerto a la ley, para que pueda vivir, para Dios
(ver Gálatas 2:19; y ver Romanos 7:1-6).

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No está bajo el régimen, de la ley, sino está, bajo el régimen, de la nueva criatura
(ver Gálatas 6:15). Segundo, el creyente no está sin ley (ver Romanos 6:1-2). Hemos muerto a
la ley, para poder ser unidos a Cristo, y por medio de esta relación, llevamos fruto para Dios
(ver Romanos 7:4).

La vida del verdadero creyente, debería manifestar fruto, y no libertinaje. Los legalistas, que
tratan de ponerse bajo la ley, no guardan la ley (ver Gálatas 6:13; hechos 15:10), pero aquellos
creyentes, que andan en el Espíritu, guardan la ley, por vía del fruto del Espíritu:

“Todo esto lo hizo Dios para que pudiéramos vivir aprobados tal como exige la ley. Ya no
vivimos de acuerdo a la naturaleza humana, sino que vivimos de acuerdo al Espíritu.”
(Romanos 8:4) (PDT)

Vivir de acuerdo al Espíritu, es algo que los legalistas, aun no pueden ver. Y solo un reducido,
grupo de cristianos maduros, se ocupa de llevar, el verdadero mensaje de la gracia. Muy pocos
han comprendido, la importancia del nuevo pacto, y nuestra encomienda. El legalismo, solo ha
servido, para sacar fuera de la Iglesia, a aquellos, que alguna vez, quisieron servir a Dios, pero
que al encontrarse, con tantas normas, de los fariseos modernos. Con tantas reglas absurdas,
han desviado, el curso a seguir, del evangelio de la salvación.

Los legalistas, imponen normas y restricciones, a sus miembros, sin tener ningún fundamento
bíblico, para hacerlo. Existen reglas, que restringen a los miembros, y limitan el desarrollo, de
sus personalidades. Sobre todo, en su forma de vestir:

“A su vez, quiero que las mujeres se vistan con modestia, con respeto hacia los demás y con
decencia. No se adornen con peinados exagerados, ni oro, ni perlas, ni ropa costosa, sino
adórnense con buenas acciones. Es lo apropiado para las mujeres que dicen honrar a Dios.”
(1 Timoteo 2:9) (PDT)

La Biblia, está hablando de modestia, respeto y decencia, en la forma de vestir. Es decir, no con
ropa costosa, pero tampoco, con ropa de mala calidad, y siempre conservar, el recato
cristiano. Pero los legalistas, a sus mujeres, se les restringen, vestir algunas ropas. Según los
legalistas, las mujeres deben siempre, utilizar faldas. Las mujeres, no pueden usar pantalón,
bajo ninguna circunstancia.

Si una mujer, llega a la iglesia con pantalón, o alguien la ve, y le llega el comentario al pastor.
Por muy decoroso o hermoso, que éste sea, la mujer se ve expuesta, al juicio del pastor. De allí
que a las mujeres, se les imponga utilizar faldas largas, que hasta les molestan, para caminar.

Las mujeres, no pueden arreglar su cabello, con suerte las dejan usar un cepillo, pues no está
permitido la tintura de cabello, y mucho menos, un corte bonito. Es por eso, que al llegar a una
edad, en que las canas, comienzan a aparecer, deben permitir, que su pelo, siga su desarrollo
normal, y deteriorándose en el tiempo. A lo más, se les permite hacerse un moño, tipo tomate.
Aquella mujer, que osadamente se corte el cabello, o se tiña sus canas, es considerada
irreverente, poco consagrada y pecadora. Por lo tanto, no le es permitido, predicar en la calle,
ni cantar en el coro, y pasa a ser, un miembro de tercera categoría.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 177


178

Otras restricciones, también se ven, en la ubicación dentro de sus reuniones; Las feligreses del
sexo femenino, no pueden sentarse, en la misma columna de bancas, que los feligreses del
sexo masculino. Es así, que en sus iglesias, tienen dispuesto que, a la derecha, se sienten todos
los hombres, y a la izquierda, todas las mujeres, aunque sean matrimonio. Aquel feligrés del
sexo opuesto, que se sienta en la columna, de bancas contraria, es considerado, como un
pecador, irreverente y desobediente, por tanto, es bajado de nivel. Eso denota, la poca
espiritualidad que tienen, al considerar como pecado, sentarse al lado de una dama, dentro
del templo, como si eso, les fuera a excitar.

Una de sus normas, es que, si la persona no habla en lenguas, no puede ejercer, ningún tipo de
liderazgo o función en la iglesia. Ellos creen, que si una persona no habla en lenguas, no ha
sido bautizada, por el Espíritu Santo; así se desperdician, muchos dones y talentos escondidos,
entre los creyentes, que por el hecho, de no hablar "las lenguas", no pueden ejercer ningún
ministerio. Les imponen normas y restricciones, a sus miembros, sin tener ningún fundamento
bíblico, para hacerlo. Existen reglas, que restringen a los miembros, y limitan el desarrollo, de
sus personalidades.

Los hombres, deben siempre, estar bien vestidos, y preferiblemente usar corbatas. Estas
prácticas, no tienen nada de malo, excepto, que cuando se convierten, en requisitos para la
aceptación, en el medio cristiano, entonces se convierten en legalismo. El uso de la corbata, es
prácticamente una imposición. ¿Y dónde habla la biblia de esto? Por supuesto, en ninguna
parte. Y aunque anden por una playa, a cuarenta grados de calor, aun así, siguen con sus
corbatas, como si sus corbatas, le dieran santidad. (Si supieran que la corbata, en un principio,
fue inventada, por un homosexual Francés, para diferenciarse, entre ellos).

¿Qué impresión recibe la gente, cuando entra, a una iglesia de tales cristianos? (Recuerde que
estos visitantes, podrían ser pandilleros, drogadictos, seguidores de la nueva era, etc.). Ellos
recibirán la impresión, que Dios, ama solamente a la gente "dulce", "respetable", y bien
vestida. Ellos pensarán, que lo más importante, será cambiar su vestimenta, su peinado, y su
manera de hacer las cosas, y solo entonces, podrían ser aceptables a Dios. Si tales cristianos,
solo ven las apariencias y no el corazón, como lo ve Dios. Entonces eso será, lo que
cosecharán; más gente legalista.

Desde las Escrituras, es muy claro, que Jesús, se identificó deliberadamente, con los pobres y
los "pecadores". Su persona y su mensaje, eran sumamente "relevantes", para la gente, de la
calle, de su tiempo. Él incluso, escogió la muerte, de un criminal común, colgado entre dos
ladrones, en una cruz de madera. Los fariseos le criticaron duramente, por su "negligencia",
de no reforzar, las reglas de conducta religiosa, sobre sus seguidores. Les parecía que Jesús, no
era lo suficientemente "estricto", o no lo suficientemente "santo", en su apariencia externa. ¡Él
no se vestía, de la manera correcta, no hablaba, de la manera correcta, y sus discípulos, eran
aún peores! Después de todo, "¿puede alguna cosa buena salir de Nazaret?".

Jesús era un amigo, de la gente común. Él pasó, la mayor parte de su tiempo, con ellos,
compartiendo sus alegrías y tristezas. Él les comprendía y hablaba, el lenguaje de ellos.
Él dijo:

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 178


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“Porque vino Juan, sin comer ni beber vino como los demás, y la gente dice que tiene un
demonio. Vino el Hijo del hombre que come y bebe, y dicen: “Miren, es comilón, borracho y
amigo de los cobradores de impuestos y de los pecadores”. Pero la sabiduría divina se
comprueba por la vida de los que la siguen».” (Mateo 11:18-19) (PDT)

Para muchos de los cristianos, todavía es una parte importante, de su vida, "mantener la
apariencia". Y todavía, demasiados nuevos convertidos, aprenden primero, que lo más
importante, es cómo se ven, y cómo actúan, frente a otras personas. Entonces concluyen, que
lo más importante, es la apariencia: "Mirarás a cada uno, con una sonrisa, en la iglesia; darás
palmas, cuando todos dan palmas, para que no piensen, que algo está mal contigo; actuarás
siempre, como un 'buen cristiano'." ¿Qué cosa les enseñamos, a los nuevos convertidos?
Simplemente, les enseñamos a pretender, ser algo que no son. En la Biblia, esto se llama:
"Hipocresía". Jesús dijo:

“» ¡Pobres de ustedes, maestros de la ley y fariseos! ¡Hipócritas! Ustedes son como los
sepulcros pintados de blanco. Se ven muy bonitos por fuera, pero por dentro están llenos de
huesos de muertos y toda clase de suciedad.” (Mateo 23:27) (PDT)

Muchas de nuestras Iglesias, están llenas de ciegos, de grandes "actores"; gente que sabe
vestirse bonito, sonreír amablemente, y decir; "Dios te bendiga", o “bendiciones”, y dar la
apariencia, de un "cristiano espiritual”. Pero que no tienen, casi ninguna relación personal, con
Dios. La Iglesia, ha sido así por muchos años. ¿Acaso esto es algo diferente, de la hipocresía de
los fariseos, o solo en un vestido, más moderno?

Muchos cristianos, han actuado así, por tanto tiempo, que han llegado a creer, realmente la
mentira, de que son "buenos cristianos". Su manera de actuar, no es el verdadero amor, del
Espíritu Santo; más bien, es una falsificación, hecha por ellos mismos. El amor falso, la
humildad falsa, y la espiritualidad falsa, siguen siendo muy frecuentes, en la cristiandad de
hoy. La importancia en, "cómo me miran", haciendo y diciendo, todas las cosas correctas, sigue
siendo, una de las grandes fortalezas, de la religión de los fariseos, que afecta a los cristianos
modernos.

Lo que Dios realmente quiere, son personas cien por ciento "reales", sin aparentar algo, que
no son. Dios quiere, que seamos verdaderamente transparentes, no solo en nuestras palabras,
sino también en la manera, como actuamos, frente a otras personas. Debemos demostrar
realidad, y verdad ante el mundo. Ponerse una falsa apariencia "cristiana", es solo una forma,
de deshonestidad y mentira.

Por otra parte, se encuentran los liberales, los propulsores de la híper-gracia, del amor hippie,
y el libertinaje. Algo de lo más dañino y falso, de este cristianismo moderno, es la idea, de que
"caminar en amor", significa ser insoportablemente "amable", con todo el mundo. Esta clase
de "amor", está tan preocupado, por no ofender a nadie, que termina falsificando la verdad,
para mantener, a la gente feliz. Ten cuidado, de como presentas el evangelio, no sea que en
vez de recibirlo, terminen por rechazarlo, por causa de tu inequidad. Ten cuidado, que por no
querer ofender a la gente, termines ofendiendo a Dios.

“No se alegra de la injusticia, sino de la verdad.” (1 Corintios 13:6) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 179


180

Esta es una buena prueba. Muchos cristianos, no se atreven, a confrontar fuertemente el


pecado, o la tibieza en la iglesia, porque hacerlo, sería "poco amable". Entonces comprometen
la verdad, y se callan, cuando deberían hablar. ¡Esto no es ningún "amor"! Es compromiso, con
el mundo. El verdadero amor, siempre estará dispuesto, a decir la verdad, aun cuando algunas
personas, quedaran ofendidas. Es mejor arriesgarse, a ofender a alguien, que arriesgar, que se
vayan al infierno.

Durante los últimos veinte años, muchas iglesias han empezado a ver, los peligros del
legalismo. Ahora el péndulo, se está yendo al otro extremo. Al diablo no le importa, en cuál de
los dos lados, estamos, si tan solamente, puede llevarnos al otro extremo, con eso le basta,
para enceguecernos. Así podemos encontrar grupos, que tienen una mezcla rara, de algunos
aspectos del legalismo, junto con una enseñanza, de híper-libertad.

Este liberalismo, es a menudo, una reacción contra el legalismo, y contra el abuso de poder,
que predominaba, durante la década, de los setenta y ochenta (particularmente, en círculos
pentecostales). Como recién escribí; el legalismo significa, "juicio sin misericordia", mientras la
híper-gracia (liberal) significa, "misericordia sin juicio". Es un énfasis exagerado, en todas las
cosas "positivas", como; gracia, gozo, bendiciones, libertad total, etc. Esta enseñanza, hace que
los cristianos, abandonen todas las restricciones. La enseñanza escritural del arrepentimiento,
"tomar la cruz", santidad, etc. Es abandonada o diluida, y en su lugar, se enfatizan experiencias
espirituales, la libertad total en Cristo, la sanidad interior, etc.

Es algo muy parecido, a lo que sucedió, con la cultura juvenil, en la década de los sesentas. Los
jóvenes, se sentían "atados", por el conservadurismo de sus padres, y decidieron romper estas
ataduras, completamente. Esto parecía un cambio refrescante, pero pronto, esta "libertad
verdadera", empezó a descontrolarse peligrosamente. Los jóvenes rechazaron, toda autoridad,
todos los estándares morales, todos los valores antiguos.

El nuevo sistema de valores, era muy sencillo: "Si se siente bien, hazlo. Sigue tus impulsos, y sé
libre." Esto ya entró, al ámbito de rebelión total. Muchos de los errores, más dañinos, de la
sociedad moderna, pueden trazarse directamente, desde esa "revolución de la libertad": Uso
masivo de drogas, "sexo libre", legalización del aborto, híper-feminismo, la nueva era, un
aumento, de religiones orientales demoniacas, etc.

Algo paralelo, está ahora sucediendo, en muchas iglesias: Se enfatiza "la libertad". Las
"autoridades antiguas" (Por ejemplo, las Escrituras), ya no tienen mucho que decir. La
"experiencia", es valorada, más que la autoridad. Yo no estoy en contra, de la enseñanza de la
libertad en Cristo. Solo estoy en contra, del énfasis exagerado. Si esta enseñanza, fuera
balanceada, con un énfasis, en arrepentimiento profundo, "tomar la cruz", santidad verdadera,
autoridad Bíblica, etc. Entonces, las cosas, no hubieran llegado, a un extremo tan peligroso.
Donde hay un vacío, de autoridad verdadera, un espíritu de "Jezabel", entrará fácilmente.

Durante el reino, del rey Acab de Israel, la reina bruja, Jezabel, se aprovechó, de la debilidad de
Acab, en cuanto al liderazgo y la espiritualidad. Las "doctrinas de demonios", llegaron a
dominar, en la forma, de la adoración abierta, a Baal. Elías fue levantado y ungido, por Dios,
para oponerse y destruir, el poder de Jezabel, en la nación.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 180


181

Lo mismo sucederá, en nuestros tiempos, cuando se levantarán, los nuevos ministerios, de


"Elías". Los que predican, un evangelio centrado.

Algo parecido ocurrió, cuando Moisés, fue llamado por Dios, a la cumbre del monte Sinaí. El
diablo, se aprovechó del vacío, de autoridad espiritual, y los líderes débiles, que se quedaron
(Aarón y los demás), fueron fácilmente engañados, para guiar al pueblo a la idolatría, etc.
(ver Éxodo 32). ¡Un ejemplo claro, de "desechar restricciones"!

Como vemos en estos ejemplos, cuando la verdadera autoridad espiritual, está "ausente", el
pueblo de Dios, es fácilmente engañado, por el diablo. Yo creo, que muchos de los líderes, que
se han dado cuenta, de los peligros del estilo "rígido", de liderazgo, han ido ahora, al otro
extremo, donde "autoridad", es una palabra sucia. Al mismo tiempo, se han desvirtuado
sutilmente, las Escrituras, como autoridad final. Por eso hay ahora, una gran "ausencia", de
verdadera autoridad espiritual, en la Iglesia. Esto nos llevó a la mundanidad, rebelión,
compromiso con el mundo, orgullo, etc.

Muchos de nuestros jóvenes, en particular, nunca han conocido otra cosa, que un cristianismo
superficial, de "pasar un tiempo divertido". Ellos llenan los eventos juveniles y conciertos, no
porque tuvieran una pasión, por adorar a Dios, sino porque disfrutan, de las emociones
superficiales, de la música.

No solo los jóvenes, sucumbieron a este espíritu, de "hacer fiesta". Muchos de los ancianos,
también empezaron a apoyarlo. Los que se oponen, pronto son etiquetados, como "legalistas".
Como los jóvenes, de la década de los setenta, dicen que simplemente, sigamos los impulsos
que recibimos. Dicen que al hacer esto, nos liberamos de la tradición, y de la religión humana.
En realidad, lo que hacemos, es entregarnos totalmente, bajo el espíritu de "Jezabel".

En vez del, "yo soy más santo, que tú", tenemos ahora el problema, de "yo soy más “cool”, que
tú". Hacemos muchos esfuerzos, para demostrar al mundo, que el cristianismo, es igual de
"cool", igual de divertido, e igual de superficial, como lo que el mundo ofrece. Y así tenemos,
que divertir a la gente, todo el tiempo, con fiestas, con ropa de la última moda, con
presentaciones multimedia extravagantes. "Amantes de los placeres, más que de Dios."

Jesús dijo:

“Si ustedes fueran del mundo, el mundo los amaría como ama a su propia gente, pero ustedes
no son del mundo. Yo los elegí para que no fueran parte del mundo, y por eso el mundo los
odia.” (Juan 15:19) (PDT)

Santiago escribió:

“¡Gente infiel! ¿No saben que amar al mundo es lo mismo que odiar a Dios? El que quiera
convertirse en amigo del mundo se convierte en enemigo de Dios.” (Santiago 4:4) (PDT)

Este cristianismo "cool", es lo opuesto, del evangelio verdadero. ("Cool", es solo un nombre
diferente, para "orgullo".) Estoy convencido, de que los jóvenes de hoy, necesitan un desafío
digno, de dar sus vidas por ello, no solo otro turno, de "diversión" insensata. Sí, yo creo, que
debemos ser, "relevantes" para el mundo.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 181


182

Pero predicando, el evangelio original, sin comprometer su mensaje, usando medios


modernos. El evangelio debe permanecer, tan centrado en la cruz, tan convincente y tan
radical, en sus exigencias, como lo fue, en los inicios. Los medios de transmitirlo, pueden
cambiar, pero nunca, por el solo propósito, de ser "cool". Si este, es nuestro motivo, si solo
queremos complacer, a la gente, que dice; "Dios es divertido", entonces hemos ido, demasiado
lejos, nos hemos inclinado, ante el espíritu de este mundo, y esto distorsionará nuestro
mensaje.

Con estos dos ejemplos (legalistas y liberales), hemos podido ver, como satanás, ha cegado a
los hombres, y no solo, a los inconversos, sino también, a parte de la Iglesia. Y no son los
únicos ejemplos, existen muchos más, pero para este libro, sentí en el Espíritu, que debía
escribirlo así.

Ahora sé, que estará esperando, el antídoto para esta enfermedad, para derrotar a satanás, y
ser curado, de esta ceguera. Lo primero que debes sentir, es tu ceguera, eso debe perturbarte.
A menos que seas perturbado, por tu ceguera espiritual, nunca encontrarás la cura, para ella,
en Cristo. Tú continuaras sabiendo que:

“…eres un desdichado, miserable, pobre, ciego y desnudo…” (Apocalipsis 3:17) (PDT)

Si tú no siente tu ceguera, y no quieres ser curada de ella, serás arrullado, para dormir, por
satanás. ¡Solamente para tener tus ojos abiertos, en el Infierno! Cristo dijo del hombre rico:

“Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos…” (Lucas 16:23) (RVR 1960)

¡Qué cosa tan terrible, si tus ojos no son abiertos ahora, lo serán abiertos más tarde, en el
Infierno! Si quieres ser convertido, debes ser convertido ahora. Y para que eso suceda, debes
sentir tu ceguera, y ser perturbado profundamente por ella, y desear ser curado, de esta
ceguera, por Jesús.

La cura para tu ceguera, debe ser buscada. Debes buscar a Jesús, porque Él, es el único que
puede abrir, tus ojos ciegos espirituales. El Ciego Bartimeo, no pudo ser callado. Cuando Jesús
venía por el camino, el gritó:

“…Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí” (Marcos 10:47) (RVR 1960)

La multitud trató de callarlo. Trataron de detenerlo. Pero no pudieron. Él estaba determinado


en ir a Jesús, y ser curado, de su ceguera. ¡No lo pudieron detener! ¡No pudieron hacer, que se
callara!

“Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ! Hijo de David, ten
misericordia de mí!” (Marcos 10:48) (RVR 1960)

Jesús se detuvo. Él vio más allá de la multitud, al lugar donde estaba el ciego.

“Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle…” (Marcos 10:49) (RVR 1960)

Y así, él vino a Jesús. Él todavía estaba ciego, mientras venía. Pero él escuchó, la voz de Jesús.
Él vino, tambaleando como un ciego lo hace, hacia, el sonido de la voz, de Jesús. Cuando él
llegó a Jesús, el Salvador le dijo:

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 182


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“¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista…Y en seguida
recobró la vista” (Marcos 10:51-52) (RVR 1960)

Bartimeo, sabía que era un miserable, y ciego, y perdido pecador. Él sabía que nadie, sino Jesús
podía restaurarle la vista y salvarlo. Él trató de ir a Jesús, con todas las fuerzas de su corazón.
Lo más importante para él, era encontrar a Cristo. Cuando él llegó, al Salvador, Cristo le abrió
los ojos. Eso es una ilustración, del nuevo nacimiento. Eso es una ilustración gráfica, de la
conversión. ¡Eso es lo que Cristo, puede hacer por ti! Pero tú debes estar, tan serio, como
Bartimeo, para encontrar a Jesús.

El diablo, ha cegado tu corazón, por medio del poder, del pecado. Sólo Cristo, puede perdonar
tu pecado, abrir tus ojos, cambiar tu depravado corazón, y convertirte de un pecador ciego, a
un cristiano verdadero. Satanás pudo haberte cegado, por el pecado, por muchos años, pero
Jesús, puede abrir tu corazón, y convertirte en un momento. Tú puedes estar viniendo, a la
Iglesia, en un estado de ceguera, por mucho tiempo, pero;

“…Cristo murió por nuestros pecados…” (1 Corintios 15:3) (RVR 1960)

Él murió en la Cruz, para pagar pos tus pecados. Su Sangre, puede limpiar tus pecados. ¡Él
puede justificarte y limpiarte, con Su preciosa Sangre! Él puede abrir tus ojos, y salvar tu alma,
de la culpa del pecado.

“Pido que Dios les abra la mente para que vean y sepan lo que él tiene preparado para la gente
que ha llamado. Entonces podrán participar de las ricas y abundantes bendiciones que él ha
prometido a su pueblo santo.” (Efesios 1:18) (PDT)

7. Roba la palabra del corazón humano

Esta gran verdad, fue enseñada por Jesús, por medio de una parábola:

“« ¡Escuchen bien! El sembrador salió a sembrar. Al esparcir las semillas, algunas cayeron en el
camino; vinieron las aves y se las comieron.” (Marcos 4: 3-4) (PDT)

“El sembrador es el que siembra el mensaje. Algunos son como la semilla que cayó en el
camino. Cuando oyen el mensaje, llega Satanás enseguida y les quita el mensaje que les fue
sembrado.” (Marcos 4:14-15) (PDT)

En esta parábola, Jesús se está refiriendo, a las personas que reciben el evangelio, y como caen
en su tierra, como esas semillas, se pierden y no dan fruto, y como algunas semillas, caen en
buena tierra, y dan mucho fruto. En este caso, Jesús está hablando, de las semillas, que
cayeron sobre la tierra, y como la tierra era mala, no quedaron enterradas, bajo la tierra, sino
que quedaron, sobre la superficie, y llegaron las aves, y se comieron las semillas.

Muchos comerciantes de la fe, enseñan que la semilla, es dinero, y que usted debe sembrar,
en ellos.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 183


184

No le haga caso, ellos no entienden nada, solo acomodan la Palabra, para el deseo de sus
ambiciones. La semilla, es la palabra de Dios, no se deje engañar. Cuando la Biblia, habla de
semilla, está hablando de la Palabra de Dios.

Para entender este extracto, de esta parábola, vamos a poner un ejemplo, de nuestra vida
cotidiana. Cuando usted sale a predicar, la Palabra de Dios, y anuncia el evangelio de
Jesucristo, usted se convierte en el sembrador. La semilla que usted siembra, es la Palabra de
Dios, en la vida de las personas.

Hay personas, que tienen buena tierra, en sus almas, y reciben de buena manera, el mensaje
de la palabra de Señor, esa semilla germina en ellos, y crecen hasta dar frutos, o sea, se
convierten también, en Cristianos, hijos de Dios. Pero hay personas, que tienen mala tierra, les
cuesta, que la semilla haga profundidad, en ellos y germine. Esas semillas, ellos la escuchan,
pero como, no la pueden comprender, solo queda superficialmente. Entonces vienen las aves,
y se comen esa semilla. Es decir, viene el diablo y se roba la palabra de Dios, desde el corazón
humano.

Por eso es que usted, ve tantas personas, a las cuales les ha predicado, que solo han creído
superficialmente, y nunca han llegado a convertirse. De la misma manera, podemos ver, tantos
hermanos, que llevan tantos años, dentro de la congregación, que nunca han podido crecer, y
siempre están calentando, el mismo asiento.

El problema de estas personas, es su terreno, las condiciones de su terreno, afectan su


crecimiento. Pues su terreno no es el campo, su terreno es el camino, que está junto al campo.
El sembrador inevitablemente, sembró alguna de las semillas, en la “orilla”. Las semillas que
cayeron, en la superficie dura del sendero, no se hundieron en el suelo, ni echaron raíces. Los
pájaros en esa época, eran tan astutos, como los de hoy, y sabían cómo alimentarse, sin
mucho esfuerzo. Se lanzaban en picada y rápidamente, devoraban las semillas. Esta es la
semilla, que “cayó junto al camino”. El camino es un terreno duro, por el intenso tráfico, de
incontables pies, pezuñas y carretas, que comprimieron el suelo, hasta dejarlo duro y
compacto, e inutilizándolo, para acoger la semilla.

Estas personas, están duras como el suelo, no acogen la Palabra de Dios, siempre están, en el
borde. Éstos “escuchan” la Palabra del Señor, son capaces de oírla, no están sordos o
impedidos. Pero ellos se encuentran, a merced de satanás, que acecha y roba, devorando la
semilla, que no ha podido calar, en una tierra, que se ha vuelto dura, como roca.

El Sembrador, ha regalado generosamente la Palabra, sembrándola incluso, en los terrenos


duros, a lo largo del camino; pero viene satanás, ladrón de la Palabra, que se acerca, la roba, la
come y la devora. El diablo, es el que roba, la Palabra, del corazón del hombre, el que no deja,
que la reciban, el que no permite, que piensen por sí mismo, el que impide, que los otros
maduren.

La parábola del sembrador, en general, nos enseña la forma, en que la semilla del evangelio, se
siembra y prospera, en el campo de la vida. Nos enseña, cómo el diablo, el atractivo del
mundo, y las preocupaciones de la vida, conspiran, para arrancar de nuestras vidas, las
verdades eternas, del Reino de Dios.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 184


185

Nuestro mundo moderno, está lleno de distracciones: las rocas, espinos y pájaros, son los
conspiradores, que impiden, que la Palabra de Dios, y su llamamiento, echen raíces y den
fruto.

Al terminar esta parábola, Jesucristo dijo: “El que tiene oídos para oír, oiga”. Debemos prestar
mucha atención, a lo que, nos está diciendo, pero no solo eso: debemos ir más allá, extraer el
significado, de nuestras vivencias y entender, cómo aplicarlo. Cristo espera, que aprendamos
valiosas lecciones, de vida y que no nos limitemos, solamente a escuchar.

Debemos abonar la tierra, ararla, y preparar el suelo, a fin de proporcionar, una buena base, a
las plantas y semillas. Debemos mantener los surcos limpios, y libres de maleza; y si no llueve,
reguemos, para que todo siga creciendo. Si queremos tener buenos frutos, es fundamental,
tener una “buena tierra”. Nunca debemos dejar, que el suelo se endurezca, ni que crezca
maleza o espinos, entre medio de los frutos.

“No le den ninguna oportunidad al diablo para que los derrote.” (Efesios 4:27) (PDT)

Esa es la clave, si le damos la oportunidad a satanás, de que nos robe, la Palabra de Dios, de
nuestros corazones, nos va a derrotar. No debemos conformarnos, con tener la tierra dura,
debemos luchar, para que ésta se ablande, para que pueda ser cultivada. El diablo, te seguirá
derrotando, mientras seas conformista. Y quizás en este momento, el maligno te esté diciendo,
que la Biblia, dice que no es así, que nosotros debemos ser conformistas, que eso es bueno.
Entonces nos saldrá una pregunta: ¿Los cristianos debemos ser, conformistas o
inconformistas?

Si la pregunta es difícil, entonces más curiosa, es la respuesta, según la Palabra de Dios, ya que
hay dos tipos de conformismo. Y según ellos, será nuestra respuesta.

El conformismo, que agrada a Dios. Es aquella, que aunque, no tenemos todo lo que
deseamos, estamos contentos, con lo que hemos alcanzado, y agradecemos todo a Dios.

“Es verdad que dedicarse a Dios es una manera de ganar mucho, pero en el sentido de vivir
contento cada uno con lo que tiene. Cuando llegamos al mundo, no traíamos nada y cuando
morimos no nos podemos llevar nada. Por eso, si tenemos alimentos y ropa, podemos darnos
por satisfechos.” (1 Timoteo 6:6-8) (PDT)

El conformismo, que desagrada a Dios. Es la actitud pasiva, que no permite, un mayor


desarrollo, como persona.

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y
perfecta.” (Romanos 12:2) (RVR 1960)

En nuestra vida como cristianos, debemos tener, el primer tipo de conformismo, y desechar el
segundo, aunque suene a ser y no ser conformista. Debemos ver las cosas, como le agradan a
Dios. ¿Qué es el Conformismo? Según el Diccionario, de la Real Academia Española es: Práctica
de quien fácilmente, se adapta a cualquier circunstancia, de carácter público o privado.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 185


186

Para empezar, debemos agradecer a Dios, en todo momento, ya que Dios, sabe porque
suceden las cosas. Como cristianos, debemos entender, que a partir, de que Jesús, se convierte
en nuestro Salvador, nuestras vidas, no son nuestras, sino que están, a la entera disposición,
de aquel, que nos amó y dio su vida, por nosotros. Entender que Dios, es quien cuida, a sus
hijos, y provee de las situaciones, que mejor nos conviene, de allí, que cualquier circunstancia,
es un motivo, para agradecer a Dios.

Vivimos en un mundo, rodeado de personas, que se adaptan fácilmente, a las circunstancias


que los rodean, es decir, personas, que aunque reconocen, que su relación personal con Dios,
no está del todo bien, no hacen nada, por mejorarla, y siguen dejando, que las aves se coman
las semillas. Una de las armas, más mortíferas, con las que el enemigo, trata de nublar tu
visión, es el conformismo, el cual, al llegar a tu vida, difícilmente te permitirá llegar, más allá,
de lo Dios, anhela que llegues.

Por esa razón, quiero detenerme en este tema, definiendo las características, las causas y las
soluciones, para el conformismo. Porque de ello, depende que tu tierra, sea sanada. Una
persona conformista, está llena de ciertas características, que por su conformismo, salen a
flote, entre ellas están:

Tiene falta, de una “Felicidad Real”, y es una persona, aislada de los demás. El conformismo,
en la mayoría de las veces, no es otra cosa, que temor al fracaso. Es una persona “auto
justificada”, ejemplo: "para que quiero más, si con lo que tengo, me alcanza y me sobra"
(normalmente, no le alcanza, y mucho menos, le sobra), o de lo contrario dice; "yo no soy
ambicioso" (la realidad, es que le teme, a ambicionar o desear algo, y no poder alcanzarlo). Un
conformista, nunca piensa en mejorar, en salir adelante. Por lo general, son personas
mediocres, es decir, personas que comienzan algo y no lo terminan, son personas de doble
ánimo.

Si tomamos en cuenta, lo que hemos mencionado hasta aquí, podemos aseverar, que el
conformismo, es la contrapartida de la lucha, para obtener algo. En la Biblia, hay muchos casos
de conformismos, podemos empezar con Sansón, llamado a ser, un gran juez de Israel, y se
durmió en sus fuerzas, y no consiguió, hacer algo realmente importante, para el pueblo de
Dios. David, cuando tenía que ir a la guerra, se quedó en Jerusalén, y después tuvo, todo el
problema con Betsabé y Absalón.

Puedo enumerar otros, pero quiero que entiendas, que a Dios, le desagrada las personas
conformistas, y que las consecuencias, de dormirse en los laureles, o no hacer nada, para
cambiar una situación, pueden acarrear, enormes consecuencias. Como por ejemplo, en la
Biblia, se habla de Taré, un hombre que tardó, 205 años en morir, y vivió en una tierra
improductiva (una tierra llena de aves, que se comían las semillas), a mitad de camino, entre
Ur y Canaán (ver Génesis 11:27-32).

En el campo espiritual, es del mismo modo, nuestro enemigo, quiere que creamos, que ya Dios
hizo todo, lo que tenía que hacer, con nosotros, y que ya es suficiente. Pero eso no es así.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 186


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Nuestro Padre Celestial, quiere que día a día, renovemos nuestro entendimiento, y que
comprobemos, por nosotros mismos, que Él quiera darnos, más y más.

Si te has convertido, en un conformista, ya sea por la Falta de logros, algún fracaso en


cualquier ámbito, ya sea secular, sentimental o espiritual, o la falta de motivación espiritual.
Debes saber, que es difícil, salir del conformismo, sino se tiene la voluntad, o el deseo de
hacerlo. Y claro, como es de esperar, una persona conformista, difícilmente va a querer
cambiar, ya que el sentimiento de conformidad, no le querrá permitir, realizar dicha acción.

Tú debes reconocer, que el conformismo espiritual, te puede llevar a la mediocridad. Debes


recurrir a Jesús, para que Él sea, quien sane, esa área de tu vida, ya que el conformismo, no te
hará prosperar espiritualmente. Comienza a ponerte metas en la vida, luego llega a ellos, por
medio de etapas progresivas, y cuando arribes, al final de la carrera, podrás decir con total
placer y felicidad, “Lo he logrado”.

Nunca le tengas temor al fracaso, si Dios está contigo, eres más que vencedor. Es hora que
dejemos a un lado, el conformismo, al que hemos caído, y es hora que comencemos a anhelar,
más y más, cada día. Dios no te ha llamado, para ser un conformista espiritual, Él te ha
llamado, a cumplir metas, con Su apoyo, y con tus talentos, lo lograrán. No seas conformista
con Dios, pídele, sueña, lucha, crece, cree. Porque con Dios, el límite lo pones tú.

“»Amplía el espacio de tu carpa y extiende las cortinas. No te detengas. Alarga las cuerdas de
tu carpa y asegura bien tus estacas. Porque te expandirás a derecha e izquierda y tus
descendientes poseerán naciones y poblarán ciudades abandonadas.” (Isaías 54:2-3) (PDT)

Nunca dejes de hacer, algo por miedo al fracaso, siempre que Dios, te haya llamado a realizar,
una obra, no dudes en cumplirla, pues si Dios te ha llamado, Él te capacitará y Él te respaldará.
Qué triste la vida, de los conformistas, cuantas cosas se pierden, por temor al fracaso, no seas
tú uno de ellos, es hora, que comiences a luchar, por tus metas, y recuerda que Jesús, ya
venció por ti, en la cruz del Calvario. Vence a esas aves, como un espanta pájaros, ponte a
trabajar esa tierra, para que la semilla del evangelio, crezca en ti.

“Estoy convencido de que Dios empezó una buena obra entre ustedes y la continuará hasta
completarla el día en que Jesucristo regrese.” (Filipenses 1:6) (PDT)

8. Estorba y resiste, la obra y las oraciones, de los siervos de Dios

No es ninguna novedad, que el diablo, esté siempre estorbándonos, y resistiendo todas


nuestras obras, y todas nuestras oraciones. Si eres miembro del cuerpo de Cristo, prepárate
para enfrentar, a un satanás muy molesto. Quizás no quieras pensarlo, ni aceptarlo. Pero si
has determinado, seguir a Jesús, con todo tu corazón, el maligno, ya te ha marcado, para
destrucción. Y él va a inundar tu vida, con toda clase de problemas. Por eso, el Apóstol Pedro,
nos dice:

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 187


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“Tengan dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo anda por ahí como un
león rugiente buscando a quién devorar. Resistan al diablo y mantengan firmemente la fe.
Sepan que sus hermanos en todo el mundo sufren igual que ustedes” (1 Pedro 5:8-9) (PDT)

“El final de todo está cerca, así que manténganse sobrios y sepan controlarse. Eso los ayudará
a orar.” (1 Pedro 4:7) (PDT)

Recuerden, que estamos en medio, de una guerra, una guerra, que satanás nos declaró. El
apóstol Juan, nos dice, que a través de la historia, el diablo ha declarado, guerra tres veces. La
primera guerra, que declaró, fue en contra, de nuestro Dios Todopoderoso:

“Luego, hubo guerra en el cielo. Miguel y sus ángeles lucharon contra el dragón y sus ángeles.
El dragón y sus ángeles fueron derrotados y perdieron su lugar en el cielo. El dragón, esa
antigua serpiente llamada también Diablo o Satanás, que engaña a todo el mundo, fue
expulsado del cielo y fue arrojado a la tierra junto con sus ángeles.” (Apocalipsis 12:7-9) (PDT)

Esta primera guerra fue iniciada, cuando Lucifer, se levantó en rebelión, contra la suprema
autoridad, de Dios, en el Cielo. Cuando él, quería ser como Dios. Y fue así, como alistando una
tercera parte, de los ángeles, él dirigió un levantamiento, en contra, el Dios de los ejércitos.
Pero Dios, echó a Lucifer del Cielo, junto con los otros, ángeles rebeldes. Todo el Cielo, se
regocijó en la victoria. El diablo perdió la guerra, como también, su lugar en el Cielo. Ya
vencido, satanás declaró, su segunda guerra, ésta contra, el hijo de Dios, Jesucristo:

“Apareció una gran señal en el cielo: una mujer vestida del sol, y con la luna bajo sus pies. En la
cabeza tenía una corona con doce estrellas. La mujer estaba embarazada y gritaba de dolor
porque iba a dar a luz. Luego apareció otra señal en el cielo: un dragón rojo con siete cabezas,
diez cuernos y una corona en cada cabeza. Con su cola arrastró la tercera parte de las estrellas
del cielo y las arrojó a la tierra. El dragón se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz,
para devorarse a su hijo tan pronto naciera.” (Apocalipsis 12:1-4) (PDT)

El diablo sabía, que una Iglesia, estaba por nacer, del remanente, del Antiguo Testamento.
Sería un cuerpo glorioso, vestido con la justicia del sol. Así que el diablo, declaró guerra, una
vez más, razonando, que ahora podría, hacer batalla, en su propio territorio, la Tierra.

Satanás sabía, que no podía acercarse al bebé, en el vientre de María. Así que determinó,
destruir a Jesús, una vez naciera. Reunió todas sus fuerzas satánicas, alrededor de Belén,
enviando espíritus de decepción, para que cegara, a los escribas, sacerdotes y fariseos.
Entonces su propio espíritu, entró en el rey Herodes, tomando posesión de él. Si satanás, no
podía matar a Cristo, por sí mismo, entonces tendría, a un hombre listo, para hacerlo por él.

Pero el ejército de ángeles del Señor, estaba en pie, haciendo guardia sobre el niño, para que
satanás no lo tocase. El diablo tendría que esperar, otros 30 años, para tratar de devorar, a
Cristo. Él vio, su próxima oportunidad, al principio del ministerio, de Jesús, cuando el Espíritu
Santo, lo declaró el Mesías. En ese momento, Cristo fue llevado al desierto, para ser tentado
por satanás. Sin embargo, Jesús también lo venció, en esa batalla. Dios protegió a Su Hijo,
otra vez, enviando a sus ángeles, a ministrarle, en su tiempo, de debilidad física.

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El diablo, trataría una última vez, de devorar a Cristo. Esta vez, el movió sus fuerzas, para
tratar de matar a Jesús, por crucifixión y tirarlo en la tumba. El diablo, envió espíritus
satánicos, para que incitara al gentío, entrando en los cuerpos, de los sacerdotes, soldados,
líderes políticos, y testigos falsos. Al fin, pensó satanás, llegó su hora de poder. Ahora
pelearía, una guerra a todo dar. Ya conocemos el resto de la historia: El día de resurrección,
fue la derrota más humillante de satanás. Cuando Jesús ascendió al Cielo, estaba fuera del
alcance del diablo, para siempre.

“…pero su hijo fue llevado ante el trono de Dios.” (Apocalipsis 12:5) (PDT)

El diablo fue derrotado, una vez más, y aunque utilizó todo su poder, no logró derrotar, al hijo
de Dios. Satanás declaró, su tercera y última guerra, contra la simiente de Cristo. Esto quiere
decir, que está en guerra, con cada creyente verdadero, en la Tierra.

“Cuando el dragón vio que lo habían arrojado a la tierra, comenzó a perseguir a la mujer que
había dado a luz al niño.” (Apocalipsis 12:13) (PDT)

“El dragón se puso furioso con la mujer y se fue a pelear con el resto de sus hijos, que son los
que cumplen los mandamientos de Dios y siguen dando testimonio sobre Jesús.”
(Apocalipsis 12:17) (PDT)

Satanás, ahora tiene toda su ira dirigida, contra la Iglesia de Jesucristo. Y ha reservado, su peor
ira, para los creyentes, que guardan los mandamientos de Dios, y confían en Él. El diablo sabe,
que le queda, muy poco tiempo, esta es su última oportunidad. Por lo tanto, la guerra contra la
Iglesia, será la más intensa, de todas. Por eso, es que está constantemente, estorbando y
resistiendo, las obras y las oraciones, de los hijos de Dios.

Por eso, es que muchas veces, nos cuesta tanto orar. A veces no podemos concentrarnos, a
veces nos dormimos. Hay momentos, que somos abrumados, por una inundación, de
confusión y desesperación. Tenemos pruebas, que son tan profundas, extrañas y misteriosas.
Pensamientos malignos, que comienzan a atormentarnos constantemente. El diablo nos
inunda, con pensamientos acusantes; no conoces a Dios íntimamente. Eres un farsante, un
hipócrita. No eres lo que la gente piensa. Etc.

En lo personal, en este momento, mientras escribo esto, me siento muy atacado, por el diablo.
Con mi familia, no tenemos que comer, tenemos mucho frio. Estamos pasando, por una crisis
económica, debido a que, no encuentro trabajo (porque no hay, o porque no me aceptan,
generalmente, soy encontrado, durante las entrevistas, como sobre calificado. Sé que es Dios,
quien abre las puertas, ¿Por qué no lo ha hecho?, simplemente, no lo sé.), y llevo, casi un año y
medio, sin un trabajo formal y estable. Si usted ha pasado, también por esto, podrá
entenderlo. Pero aun así, sigo en pie, y escribiendo. De hecho, todo el tiempo, en que he,
escrito este libro, lo he hecho, bajo esa condición, de escases económica. Y gracias a ese
tiempo, en que no he trabajado, es que puedo escribir, este libro.

No estoy en mi hogar, mi hogar está en el Cielo. Estamos en un mundo, que no es nuestro, y


estamos en una guerra. Cuando esté en mi hogar, tendré de todo, viviré en una mansión, y
caminaré, por las calles de oro. Pero hoy, desde el cuartel, solo recibimos provisiones, cuesta
que llegue, por el campo de batalla, pero siempre llegan.

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Dios siempre, provee a Sus soldados, Él no los desampara. Y aunque camine, por un valle de
muerte, no temeré, porque Dios esta conmigo. Como un ser creado, no estoy en la condición,
de cuestionar, de lo que no entiendo, a Dios, yo solo debo confiar, y seguir creyendo en mi
Señor.

Todas estas pruebas, problemas y tentaciones, son conocidos, como inundación del diablo.
Este es el rio del enemigo, con el cual, somos inundados; con persecuciones, ataques físicos,
molestias mentales, tentaciones candentes, lujurias infernales, y amigos volviéndose contra
nosotros, como enemigos. Satanás ha planeado, un ataque de último día, y a toda fuerza, para
arrasarnos, con toda desesperación:

“El dragón arrojó agua por su boca, como si fuera un río para que la corriente arrastrara a la
mujer. Pero la tierra ayudó a la mujer, abriéndose y tragándose el agua que el dragón había
arrojado.” (Apocalipsis 12:15-16) (PDT)

“Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol su gloria;
porque vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él.”
(Isaías 59:19) (RVR 1960)

Satanás, también tratará de tentarte, para que te rebeles, contra la Palabra de Dios. El diablo
sabe, que no lo logrará, con tentaciones claras. Así que inyectará, seducciones sutiles, en tu
mente, al inundar tu vida, con dolor, pruebas y luchas. Y tratará de bloquear, la bendición de
Dios, en tu vida, como estorbó a Pablo, en su ministerio. Muchos han sido derrotados, por
satanás, de esta manera, la Biblia lo describe, de la siguiente forma:

“Se encontraban en la más profunda oscuridad, presos, deprimidos y encadenados. Es que se


habían rebelado contra los mandatos de Dios; rechazaron el consejo del Altísimo.”
(Salmos 107:10-11) (PDT)

Pero si usted, no le da lugar al diablo, no tiene por qué él, derrotarlo a usted. El maligno, no lo
puede hacer, él no puede entrar, al cuerpo o al espíritu, de ningún creyente, que ha sometido
su vida, completamente a la Palabra de Dios. A satanás, hay que darle un lugar, para que
encuentre entrada. Jesús dijo en esencia: Cuando satanás viene a mí, no encuentra lugar de
entrada. Estoy bajo la autoridad total, de mi Padre:

“No estaré hablando mucho tiempo con ustedes porque viene el que manda en este mundo. Él
no tiene ningún poder sobre mí,” (Juan 14:30) (PDT)

Por esta razón, es que el apóstol Pablo, nos advierte:

“ni deis lugar al diablo.” (Efesios 4:27) (RVR 1960)

El precio, de una vida vencedora (Venciendo a satanás), no es cosa pequeña. Significa sujetar,
nuestras vidas, completamente a la Palabra de Dios. Sin lugares oscuros, lujurias, ni rebeliones
escondidas. No le des, un centímetro de terreno, a satanás. Eso es todo, lo que él necesita,
para entrar y establecer, su base de poder.

Para dar un ejemplo, de cómo satanás, estorba a los siervos de Dios, veamos como hoy, los
cristianos, nos atacamos ciegamente unos a otros.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 190


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a) Todos contra todos

Cuán necesario, es contender ardientemente, por la fe (ver Judas 3), guardarse de los falsos
profetas (ver Mateo 7:15), y exhortar con toda paciencia, y doctrina (ver 2 Timoteo 4:2). Pero
cuan necesario también, es saber distinguir, entre los que están, vestidos de ovejas
(ver Mateo 7:15), y las ovejas genuinas (ver Juan 10:27).

Es equivocado, y además realmente peligroso, actuar o reaccionar, de la misma manera, con


los dos. La Palabra de Dios, nos exhorta con toda claridad, a entender la diferencia. Fallar en
esto, puede traer enormes consecuencias. Por tratar como a ovejas, a los que están vestidos
de ovejas. Muchos lobos, destruyen congregaciones enteras, con sus delirios
(ver 1 Timoteo 6:3,4), fábulas (ver 2 Timoteo 4:3,4) y doctrinas de demonios
(ver 1 Timoteo 4:1).

En muchos casos, nadie hace nada, porque Jesús dijo; “no juzguéis” (ver Mateo 7:1). Mientras
Jesús, en ese mismo pasaje dijo:

“»No les den lo que es santo a los perros, pues se irán contra ustedes y los morderán. No les
tiren tampoco perlas finas a los cerdos, pues lo único que ellos harán es pisotearlas.”
(Mateo 7:6) (PDT)

De manera, que con los que están, vestidos de ovejas y no son ovejas, debemos tener mucho
cuidado, y conocerles por sus frutos (ver Mateo 7:15-20). Pero cuando tratamos, a las ovejas
del Señor, como si fueran lobos vestidos de ovejas, también cometemos un grave error.
Nuestra actitud, debe ser muy diferente, con nuestros hermanos.

Entonces, es muy importante, saber distinguirlos. Un falso maestro (ver 2 Pedro 2:1), un falso
hermano (ver Gálatas 2:4), no sólo comete errores, sino que vive en el error:

“El que sigue pecando es del diablo…” (1 Juan 3:8) (PDT)

Por el contrario, el nacido de nuevo, se equivoca, puede tropezar, pero no puede llevar una
vida, practicando el pecado:

“Ninguno que sea hijo de Dios continúa en el pecado, pues tiene la nueva vida que Dios le dio y
por esto no puede seguir pecando.” (1 Juan 3:9) (PDT)

Y aun cuando se equivoca, se ve la obra de Dios, en su arrepentimiento genuino:

“Si decimos que no pecamos, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en
nosotros; pero si confesamos nuestros pecados, Dios nos perdonará. Él es fiel y justo para
limpiarnos de toda maldad.” (1 Juan 1:8-9) (PDT)

El vestido de oveja, al paso de los años, sigue carente de frutos buenos, por la sencilla razón,
de que “no puede el árbol malo, dar frutos buenos” (ver Mateo 7:18). No hay un cambio en su
vida, sino un triste repetir, de lo mismo.

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Su carácter constante, a lo largo del tiempo, sus hábitos, sus invencibles prácticas de pecado, y
su rebeldía, hablan claramente, de que todo su cristianismo, es falso.

Por el contrario, en el que ha nacido de Dios (ver 1 Juan 3:9), se ve la obra inimitable, del
Espíritu, la limpieza del Labrador:

“Él corta todas mis ramas que no dan fruto. Poda y limpia cada rama que da fruto para que así
produzca más.”(Juan 15:2) (PDT)

Su vida, solo se puede explicar, dándole gloria, al que lo salvó:

“Así mismo, ustedes deben ser luz para los demás de tal manera que todos puedan ver sus
buenas obras y dar honra a su Padre que está en los cielos.” (Mateo 5:16) (PDT)

El falso hermano, será el primero en criticar, murmurar, destruir, chismear y calumniar, por la
sencilla razón, de que no tiene temor de Dios:

“El fiel amor y la lealtad remediarán tus pecados; respeta al SEÑOR y estarás lejos del mal.”
(Proverbios 16:6) (PDT)

Éste está atado, a su necedad:

“El mentiroso disimula su odio, y el bruto propaga chismes.” (Proverbios 10:18) (PDT)

“Los que son sabios atesoran sus conocimientos, pero cuando los insensatos hablan, se avecina
el peligro.” (Proverbios 10:14) (PDT)

Por ello, toda su religión, no vale nada:

“Si alguien se cree religioso pero no controla sus palabras, se engaña a sí mismo y su religión
no vale nada.” (Santiago 1:26) (PDT)

En cambio, el nacido de nuevo, no solo teme a Dios, sino que sabe, que debe amar, aún a sus
enemigos (ver Mateo 5:44), cuanto más, a sus hermanos:

“Sabemos que hemos dejado la muerte y pasado a la vida porque amamos a nuestros
hermanos. El que no ama, todavía está muerto.” (1 Juan 3:14) (PDT)

A éste, no se le verá, como un experto chismoso, y conocedor, de todos los defectos, de los
demás, sino más bien, como el buen espiritual (ver Gálatas 6:1), que buscará cubrir, a su
hermano y a la Iglesia:

“Y sobre todo, ámense profundamente, porque el amor es capaz de perdonar muchas ofensas.”
(1Pedro 4:8) (PDT)

El obrero fraudulento (ver 2 Corintios 11:13), buscará la fama y el enriquecimiento personal:

“Lo que en realidad quieren los falsos maestros es quitarles su dinero y explotarlos con
engaños. Pero Dios les tiene preparada la condena desde hace tiempo, y no podrán escapar del
que los destruirá.” (2 Pedro 2:3) (PDT)

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Y por tal razón, él predicará, lo que sea, para ganar clientes:

“Buscan impresionar a la gente con sus palabras, que en realidad no valen nada. Con sus
malos deseos y consejos seducen a quienes a duras penas logran escapar de los que viven en el
error.” (2 Pedro 2:18) (PDT)

Y así uno puede ver, que a lo largo de los años, no han parado, de enseñar herejías
destructoras (ver 2 Pedro 2:1). No sólo, es que no tenga clara, alguna doctrina de la Palabra,
sino que, como falso maestro, deliberadamente, enseña falsedades por lucro, como Baalam
(ver Judas 1:11), y pervierte el evangelio mismo, constituyéndose así, en anatema
(ver Gálatas 1:8).

Debemos decir, con toda claridad, que el más maduro, de los cristianos, aun habiendo estado
en persona, con el mismo Jesús, como es el caso de Pedro, puede equivocarse
(ver Gálatas 2:11-13). Tanto en conducta, como en enseñanza. ¿Por qué? Simplemente porque
va creciendo. ¿Acaso tú mismo, digamos hace cinco años, no afirmabas cosas, que hoy te das
cuenta, que no eran “tan así”, o sencillamente, no eran así? Pues del mismo modo, que tú, los
demás, también van madurando, y creciendo en el conocimiento de Dios
(ver Colosenses 1:10).

Pero, digámoslo con toda firmeza también, el cristiano genuino, no niega las verdades
fundamentales, de la Palabra:

“Todo aquel que vaya más allá de la enseñanza acerca de Cristo y la abandone, no tiene a
Dios, pero el que viva de acuerdo a ella, tiene al Padre y al Hijo.” (2 Juan 1:9) (PDT)

En el cristiano genuino, se puede observar, a lo largo del tiempo, no sólo un amor, a la Palabra
de Dios:

“¡Cuánto amo tu enseñanza! La estudio todo el tiempo. (Salmo 119:97) (PDT)

Sino un anhelo, ferviente y visible, de hambre y sed de justicia (ver Mateo 5:6), en el que, su
gran preocupación, es guardar la Palabra. Él sabe, que así es, como muestra su amor, al Señor,
porque Jesús dijo:

“…El que me ama, obedecerá mis enseñanzas. Mi Padre lo amará, vendré a él y viviremos con
él.” (Juan 14:23) (PDT)

Y a la hora, de ejercer su ministerio, dado por Dios, el verdadero hermano, no le dará a la


gente, lo que quiere, no rascará el oído de sus oyentes, con comezón de oír
(ver 2 Timoteo 4:3-4), sino más bien, buscará ser fiel, al Dios que lo llamó:

“Ustedes saben que nosotros no hemos tratado de convencerlos hablando bien de ustedes.
Tampoco queremos que nos den dinero. Dios es testigo de que no tenemos nada que ocultar.
No buscamos ningún reconocimiento de ustedes ni de nadie.” (1 Tesalonicenses 2:5-6) (PDT)

Y sí, aún luchará, contra su propio ego, y contra su orgullo, todo el tiempo, pero la obra de
Dios, se irá haciendo cada día, más y más visible, en su vida. Podríamos decir que estas son, a
muy grandes rasgos, algunas diferencias, entre las ovejas y los vestidos de ovejas.

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En esta guerra civil, de todos contra todos, a veces no entendemos, que hay diferencias
enormes y claras, entre “ovejas” y “vestidos de ovejas”. Este punto es terrible, porque nos
lleva a tratar, de igual forma, a unos y a otros, lo cual es completamente, anti bíblico y
contrario a Dios.

A veces nos hemos sentido, los “grandes profetas de Dios”, tirándole a todo el mundo,
versículos por la cabeza, con una dureza, que hace parecer, a Juan el Bautista, un dulce bebé
durmiendo. Así, palabras como; hereje, apóstata, blasfemia, secta, lobos rapaces, y otras
muchas, aparecen ante la menor discrepancia, entre hermanos, y terminan por ponerse de
moda.

“Si no piensas como yo, eres un hereje, lobo, anatema, apóstata, engañador, digno de que
aparezca tu foto, hasta en las páginas, de recetas culinarias”. Esto, aunque nos puede hacer
sentir, muy santos y dueños de la verdad, es tan errado, como las enseñanzas, de los mismos
falsos maestros, que denunciamos.

Contra lo que uno puede, a veces pensar, el hereje no es solamente aquel, que enseña en la
Iglesia, una doctrina contraria, a alguna verdad fundamental, de las Escrituras. Pablo le escribió
a Tito, sobre hombres en la Iglesia, “a los cuales es preciso, tapar la boca” (ver Tito 1:11). Éstos
causaban “divisiones”:

“Si alguien causa divisiones entre los creyentes, hazle una advertencia. Si lo vuelve hacer,
adviértele otra vez y si sigue causando divisiones, expúlsalo de la iglesia. Tú sabes que alguien
así tiene la mente retorcida y sus pecados lo condenan.” (Tito 3:10-11) (PDT)

En griego, donde dice; “hombre que cause divisiones“, se usan las palabras,
“jairetikósándsropos”, lo cual, la Biblia Interlineal traduce, como “hombre hereje”. Estos no
sólo dividían a la Iglesia, con falsas enseñanzas, sino con discusiones, peleas, debates sin
sentido, opiniones personales, etc. Por esto Pablo escribe:

“Evita las discusiones tontas y las cuestiones sobre los antepasados. Aléjate también de
controversias y peleas sobre la ley de Moisés. Eso no sirve para nada y no ayuda a nadie.”
(Tito 3:9) (PDT)

Hablar la verdad con firmeza, ante falsos hermanos, es una cosa. Dividir Iglesias, causar daño al
cuerpo de Cristo, o generar conflictos, entre hermanos, constantemente, con debates
insensatos, contiendas y discusiones, es algo muy distinto. Provocar divisiones, es tan grave,
que la Biblia, como hemos visto, nos ordena echar, a quienes las producen. “Seis cosas
aborrece el Señor, y aun siete abomina su alma”, y entre ellas incluye: “el que siembra
discordia, entre hermanos“(ver Proverbios 6:16-19).

Por esto debemos estudiar, seriamente las Escrituras, para no pensar, que estamos peleando,
las batallas del Señor, y en cambio resulte, que con lo único que batallamos, es con nuestro
orgullo, produciendo debates insensatos. No sea que pensemos, que somos los grandes
cazadores de herejes, y el Señor nos vea igual, de herejes, por vivir discutiendo, centrándonos
siempre, en los errores de los demás y atacando, a todo aquel, que no ve al cien por ciento, lo
mismo que nosotros.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 194


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"La mejor forma de esconder un árbol, es ponerle un bosque alrededor". Cada vez que Dios, ha
hablado o hecho algo, el diablo se ha movido paralelamente. Siempre que Dios, está obrando
en algo, el diablo comienza a sembrar sustitutos, símiles, parecidos, excesos, abusos, medias
verdades, que terminen desacreditando, y debilitando esa gracia. No te dejes usar por satanás.
No seas parte del estorbo y la resistencia del diablo.

9. Acusa a los cristianos delante de Dios

“Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el
reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de
nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.”
(Apocalipsis 12:10) (RVR 1960)

Así es, como la Palabra de Dios, habla de satanás, se refiere a él, como “el acusador”, de los
hermanos cristianos, el que está acusando, de día y de noche, delante de nuestro Dios. Cada
pecado que usted comete, el diablo está ahí, acusándolo delante de Dios. El Señor está, todo el
tiempo, recibiendo acusaciones, en contra de nosotros. ¡Qué ser tan nefasto! Imagínese, se
está hablando aquí, de satanás, que viene a la presencia de Dios, para acusarte; yo esto lo veo,
como algo muy desagradable, como algo demasiado feo.

Desde tiempos remotos, el diablo es un acusador. Recordemos a través de la Biblia, el caso de


Job. Dicen las escrituras, que era un hombre justo e irreprochable, que había sido
extremadamente, bendecido por Dios, el Señor, lo había colmado de bienes, lo había
prosperado. Era un patriarca importante, era un hombre, que mantenía una estrecha relación,
con Dios, una persona que hacía holocaustos, que buscaba agradar, el corazón de Dios, que él
buscaba estar, en una relación estrecha, con Dios.

Y por lo tanto, él se convertía, y se convirtió, en un blanco perfecto para Satanás. Cualquier


persona, que esté comprometida con Dios, debe esperar ataques de satanás. ¿Por qué?
Porque satanás, va a tratar de derribarlo, va a tratar, de que cambie tu convicción, va a tratar
de que regreses con él. Tú te tienes, que mantener firme, en una nueva forma de vivir, de
acuerdo a la voluntad, del Señor.

“Entonces llegó el día en que los ángeles se presentaron ante el SEÑOR, incluso Satanás estaba
allí con ellos.” (Job 1:6) (PDT)

“Entonces el SEÑOR le dijo a Satanás: — ¿Te has fijado en mi siervo Job? No hay nadie en la
tierra como él. Job es un hombre intachable, honesto, respeta a Dios y rechaza el mal. Satanás
le respondió al SEÑOR: — ¿Pero es que Job respeta a Dios por nada? ¿Acaso no lo proteges a
él, a su familia y a sus posesiones? Haces que le vaya bien en todo lo que hace, y sus rebaños se
ven por todo el país. Pero si le quitaras todo lo que tiene, seguro que te maldeciría en tu propia
cara. El SEÑOR le dijo a Satanás: —Puedes hacer lo que quieras con lo que le pertenece a Job,
pero a él mismo no le hagas daño. Entonces Satanás se retiró de la presencia del SEÑOR.”
(Job 1: 8-12) (PDT)

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Otro caso, fue el del, sacerdote Josué, a quien el diablo, también acusó:

“Luego, el ángel me mostró al sumo sacerdote Josué que estaba de pie frente al ángel del
SEÑOR. Satanás estaba al lado derecho de Josué para acusarlo. El ángel del SEÑOR le dijo a
Satanás: « ¡Que el SEÑOR, quien ha elegido a Jerusalén como su ciudad, te reprenda! ¡Que el
SEÑOR te reprenda! ¿Acaso no es este hombre como un tizón rescatado del fuego?» Josué, que
llevaba puesta ropa sucia, estaba de pie frente al ángel. El ángel les dijo a los ángeles que
estaban junto a él: « ¡Quítenle esa ropa!» Luego le dijo a Josué: «Mira, he borrado tu pecado y
te vestiré con las prendas finas que usan los sacerdotes». (Zacarías 3:1-4) (PDT)

Que preciosa, es la misericordia de Dios, acá está Josué, entrando a la presencia de Dios, lleno
de pecado, lleno de inmundicia, vestido con vestiduras viles, o sea, con pecados. Y ahí junto a
él, está satanás para acusarle, como si Dios no conociera, la condición de Josué. Ahí estaba
satanás a un lado, para decirle a Dios: mira, Josué pecó, Josué hizo esto, hizo lo otro, míralo, ve
cuál es sus condición.

Sin embargo, nosotros podemos advertir aquí, la misericordia de Dios. Él manifiesta su


misericordia, declarando que Él quiere (porque ha escogido a Jerusalén), salvarle, y le quiere
salvar, a pesar de su pecado. Dios conoce perfectamente bien, quién eres tú, y permite que
entres, hasta su presencia, para bendecirte y lo hace.

Que papelón más tonto y desagradable, el del diablo, llega a dar vergüenza ajena. Siempre
acusando. Pero, ¿sabes qué es lo peor, lo más grave? Que existen hermanos en Cristo, que
hacen este papelón, que hacen el papel de satanás, y se dedican a ser acusadores, y a ser
acusadores delante de Dios, y de los hermanos.

Gente, hermanos en Cristo, que aparentemente oran a Dios, y en realidad, están acusando a
los demás, porque tienen algún pecado; hermanos en Cristo, que están acusando a hermanos,
delante de otros hermanos, ¡qué desagradable! Y yo veo esto, como algo indigno realmente. A
mí me da tristeza, saber de hermanos, de cristianos, que hacen la labor del enemigo, y que se
humillan, haciendo lo que el enemigo hace, desde hace mucho tiempo; acusar.

Me pregunto: ¿Qué ganan con quitarle, el trabajo a satanás? En serio, no lo entiendo, ¿por
qué se lo quitan? ¿Por qué van a hacer, una labor, que no les corresponde? ¿Por qué? Amado
hermano, no lo hagas tú, no estés de acusador, ése es un papel de satanás, no hagas su papel,
ése es un papel muy desagradable, déjaselo a él, no vaya a ser, que cualquier día, te confundan
con satanás.

Son “sapos”, o como se dice en otros países, son “soplones”. Los carabineros o la policía,
recurren a este tipo de personas, para que les ayude, a llevar a cabo, su labor policíaca, y se
apoyan mucho, en los llamados “soplones”. Son de gran utilidad, para la policía, porque les
proporcionan la información, que requieren, los necesitan, para hacer mejor su trabajo; en las
investigaciones, siempre andan viendo, y hay gente, que le pagan una cantidad, le dan una
dádiva y éstos, son los acusadores de otros, son “sapos”.

Pero, ¿sabes qué es lo curioso? Que estos “sapos”, son despreciados, por los mismos policías,
por chismosos. Son gente en la cual, no se puede confiar, son gente capaz de traicionar, a
quién sea, los traicionan, aún a quien, les dio de comer en la mano.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 196


197

Les traicionan. Son acusadores, y el ser acusador, no significa, que tenga que ser acusador, de
una verdad. La Biblia, no dice que satanás sea verídico, sea veraz, no lo dice, dice que él, es
padre de mentira, que él es el gran engañador.

“Ustedes son de su padre el diablo y les gusta hacer las maldades que el diablo quiere que
hagan. Desde el comienzo él fue un asesino y no tiene nada que ver con la verdad porque no
hay verdad en él. Cuando dice mentiras, habla de lo suyo porque es un mentiroso y padre de la
mentira.” (Juan 8: 44) (PDT)

Entonces, yo puedo esperar de satanás, que acuse a cualquiera, de una mentira, de un engaño,
lo puedo esperar, porque no hay veracidad en él. Que cosa tan fea. El diablo, no alcanza a
comprender, la magnitud de la gracia de Dios, no alcanza a entender, la misericordia y el
perdón del Señor, no lo alcanza a comprender.

“Luego, oí una fuerte voz en el cielo que decía: «Han llegado ahora la victoria, el poder, el reino
de nuestro Dios y el poder de su Mesías; porque ha sido arrojado a la tierra el que de día y de
noche acusaba a nuestros hermanos delante de Dios.” (Apocalipsis 12:10) (PDT)

El diablo será echado, fuera de la presencia de Dios. Dios no necesita, que alguien venga a
acusar a los cristianos, no lo necesita. Tú no aceptes acusaciones de nadie, no lo aceptes, lo
único que hacen las acusaciones, es envenenarte, es lesionar tú interior, no permitas que
nadie te envenene, no dejes, que nadie corrompa tu corazón. Nadie puede acusar, a los
escogidos:

“¿Quién podrá acusar al pueblo que Dios ha elegido? Dios es el que nos aprueba. ¿Quién va a
condenarnos? Cristo fue quien murió por nosotros y además resucitó. Ahora Cristo está
sentado a la derecha de Dios y está rogando por nosotros.” (Romanos 8: 33-34) (PDT)

No hay quién pueda acusar, a los escogidos de Dios. Dios mismo, es quien nos justifica, quien
nos aprueba. Tampoco hay, quién nos pueda condenar, Cristo Jesús murió por nosotros, ahora
somos justos, somos rectos delante de Dios, y cuando entra Jesucristo ahí, a la presencia de
Dios, a su diestra, para interceder por nosotros, ya no le es permitido, el acceso a satanás.

El acusador, Dios lo rechaza, Dios no lo acepta. Dios no quiere ningún trato, con el acusador,
no tiene por qué aceptarlo, ¿qué sentido tendría, que existiera el acusador, si ya está Cristo
Jesús, que es el intercesor? Ninguno. Por eso, el apóstol Pablo te pregunta: ¿Quién va a acusar,
a los escogidos de Dios?

Como dijo, nuestro Señor Jesucristo, cuando vinieron a acusar, de adulterio, a aquella mujer:

“…—El que nunca haya pecado que tire la primera piedra. Se volvió a agachar y siguió
escribiendo en el suelo. Al escuchar esto, se empezaron a ir de uno en uno y los más viejos se
fueron primero. Jesús se quedó solo con la mujer que todavía estaba allí parada. Jesús se puso
de pie y le dijo: —Mujer, ¿dónde están ellos? ¿Alguien te condenó? Ella dijo: —Nadie, Señor.
Jesús le dijo: —Tampoco yo te condeno. Vete y de ahora en adelante no peques más.”
(Juan 8: 7-11) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 197


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Y el apóstol Pablo, lo dice: ¿quién te va a acusar? ¿Quién tiene la autoridad espiritual, para
poder venir, delante de Dios y acusar a alguien? A quien sea, ¿sabes? Nadie. Y nadie por una
razón, porque dice el apóstol Pablo: Dios mismo te justifica, Jesucristo es el que te perdona,
Jesucristo es el que está ahí, antes de que tú pidas perdón, Jesucristo está intercediendo por ti.

Ésa es la grandeza, de la misericordia y la grandeza, de la gracia, que luego no alcanzamos a


entender. La gracia de Jesucristo, es tan inmensa, tan grande, que aún antes, de que vengamos
a pedir perdón, él ya nos perdonó, nosotros vivimos en un permanente estado, de perdón.

¿Quién es el que te condena? ¿Quién te va a condenar? Hay uno, que es el perfecto, el Cristo;
el varón perfecto, que nunca pecó, que vivió en santidad, Él dijo:

“…No vine a juzgar al mundo, sino a salvarlo.” (Juan 12:47) (PDT)

El único que podía condenarte, porque vive en Santidad, dijo: yo no lo hago, yo te salvo. No
podemos, ni debemos hacer un papel, que no nos toca, tenemos que jugar el papel, que a
nosotros, nos tocó hacer: crecer espiritualmente, creer y amar profundamente, a Dios, y
buscar caminar, en santidad. Cada día de nuestra vida, tenemos que buscar, caminar dentro,
de lo que Dios establece, en santidad, sin pecado. Y si pecas, ponte de acuerdo con tu
enemigo, y dile: “es cierto, he pecado, pero Jesús ya me perdonó”:

“Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea
que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel.”
(Mateo 5:25) (RVR 1960)

Pero no permitas, que alguien venga, a acusar a alguien, porque no es el papel, que debes
hacer, que nadie te tome, de basurero, para que vengan y depositen, su basura en ti. No lo
permitas. Mantén tu cuerpo, mantén tu espíritu en santidad, en limpieza, conforme, y Dios lo
establece. Hazlo a sí, y la gloria de Dios, va a resplandecer en tu vida.

Recuerda siempre, que Cristo es nuestro abogado.

a) Cristo nuestro abogado

“Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado
tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la propiciación por nuestros pecados; y
no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.”
(1 Juan 2:1-2) (RVR 1960)

Juan dice, que si en caso, alguno hubiese pecado, tienen un abogado, que es Jesucristo. Sí, mis
hermanos, los cristianos no estamos exentos, de fallar y desobedecer, los mandamientos de
Dios. El hecho de que, el convertido odia el pecado, y sabe que no debe practicarlo, eso no
significa, que no pueda eventualmente tropezar, y pecar a sabiendas, de que lo hace, es malo.
Y es que si bien, el Señor, no nos dejará, ser tentados más allá, de nuestras fuerzas, lo cierto es
que si el adversario, nos atrapa con la guardia baja, nos puede noquear, en un santiamén.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 198


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Sé de cristianos, que se apartaron del camino, del Señor, para andar en vicios, que los tuvieron
amarrados por años, pero que al final, decidieron regresar al Señor, porque se dieron cuenta,
de que sus vidas, no tenían sentido, y menos aún, gozo y paz. Esto me recuerda, al hijo
pródigo, que le pide a su padre, su parte de la herencia, la cual malgasta, con gente de mal
vivir, pero una vez, que se encontró quebrado, vacío y abandonado, en una piara de cerdos,
optó por volver al seno familiar, para recuperar, lo que no encontró, en su vida de pecado. Este
hijo perdido, necesitó experimentar, lo que significa vivir, alejado del amor de Su Padre, en el
desamparo absoluto, sin esperanza y sin futuro alguno.

El punto que quiero resaltar, es que no importa, cuánto tiempo y cuánto mal, hayamos hecho
en esta vida. Para Dios, no hay hombre demasiado malo, como para no merecer, su perdón
(ver Isaías 1:18). No importa, si caíste una o mil veces, lo importante, es que te arrepientas de
corazón, y vuelvas al sendero de la vida. Sí el Señor espera, que perdonemos a nuestros
semejantes, setenta veces siete, cuánto más, no será capaz Él, de perdonarnos a nosotros, si le
rogamos, por su misericordia y restauración.

Sólo el adversario, te susurrará en el oído, para decirte mentirosamente: “Eres demasiado


perverso o pecador, como para merecer, el perdón de Dios”. Este criterio o pensamiento, que
he escuchado, en algunas personas, no tiene fundamento alguno, porque es diabólico.
Recordemos a Judas, y su necio proceder, ante su enorme pecado de traición. Seguramente él
pensó, de sí mismo, que ya no tenía, perdón de Dios, cuando entregó al Señor, por treinta
piezas de plata, razón por la cual, optó por el suicidio, en lugar de arrepentirse de corazón,
sellando así, su condenación eterna, al colgarse de un árbol.

Esta respuesta de Judas, contrasta con la de Pedro, quien habiendo negado a su Señor, en tres
ocasiones, opta finalmente, por seguir, en el camino cristiano, y se transforma, en un valiente
defensor de su Señor, en su discurso en Jerusalén, ante una multitud de personas
correligionarias, así como también, detractores de la fe apostólica (ver Hechos 2:14-41).

Es peligroso, el pensamiento de algunos, de que aun viviendo, una vida disoluta, y alejada de
aquello, que Dios aconseja, en sus mandamientos, al final, Él va a perdonarnos, de cualquier
manera. Eso es irresponsabilidad. Por otro lado, el hecho de que seamos pecadores, no nos
debe llevar, a la desesperación, creyendo que no hay perdón, para nuestros errores. Jesucristo
es nuestro abogado, junto a Dios.

Él no intenta, probar nuestra inocencia, sino que presenta Su justicia, conquistada en la cruz,
como base, para nuestra absolución. Dios aceptó este sacrificio de Cristo, que con Su muerte,
redimió al mundo. Y no solamente nuestros pecados son perdonados, sino que, los del mundo
entero. No es algo automático, sino que el perdón y la vida, son alcanzados, a todos los que
creen, en Jesucristo.

Desde la creación, hay evidencia, que habrá juicio para este mundo. El Señor de la creación,
será el Juez, pero Él también, será el abogado defensor, de los cristianos, en cierto sentido,
defendiéndonos, de la justicia de Dios. En esta ilustración legal, Jesús es el abogado defensor,
el juez, y el jurado, llenando muchos roles, en nuestro juicio.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 199


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Hay bastante evidencia, de que habrá un juicio final. El plan de Dios, para los juicios menores,
es la evidencia. El anhelo de la creación, por la venida, del justo juicio de Dios
(ver Romanos 8:18-2). La resurrección de Jesús, demuestra un último juicio
(ver Hechos 17:30-31).

El propósito terrenal de Jesús, era salvar al perdido. El no vino a condenar o juzgar


(ver Juan 3:16-18; 12:47-48). El vino para salvar (ver Lucas 19:10; Juan 1:10-14).

Y aun, Jesús será nuestro juez final, en el último juicio. Sus Palabras serán, la norma, por la
cual, todos serán juzgados (ver Juan 12:47-48). Jesús mismo, actuará como juez
(ver2 Timoteo 4:1,8; Hechos 10:39-43). Él revelará, el destino de humanidad
(ver Apocalipsis 5).

Jesús también, actuará como abogado, de la defensa, durante el juicio. El defenderá la justicia
de Dios (ver Romanos 3:21-26). Él también, defenderá al creyente, en la presencia del Padre,
para que los pecados del creyente, no sean tomados en cuenta (ver 1 Juan 2:1-2; 1:7,9). Él
intercederá, por nosotros, como mediador (ver 1 Timoteo 2:5; Hebreos 7:25).

Esto es, el hacerse cristiano. Es emplear a Cristo, como tu Abogado, entregando tu causa
enteramente a Él. No puedes ser salvo, por tus propias obras, no puedes ser salvo, por tus
sufrimientos, por tus oraciones, por ningún medio, excepto por la intervención, de éste
Abogado. "Él vive para siempre, para hacer intercesión por vosotros."

Él está dispuesto, a hacerse cargo de tu causa; y el ser, un cristiano, es entregar al instante, tu


propia causa, tu vida y tu ser, a Él, como Abogado.

10. Tiende lazos a los hombres

“y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.”
(2 Timoteo 2:26) (RVR 1960)

Cuando un cazador, desea atrapar vivo, a un animal, puede emplear varios tipos de trampas.
Por ejemplo, puede hacer que salga, a un espacio abierto, y entonces echarle un lazo, o
camuflar un dispositivo, que se active por sorpresa, cuando la víctima lo toque. A fin de
capturarnos vivos, el diablo, nos tiende trampas similares. Para que no, nos agarre, debemos
mantener, bien abiertos los ojos y prestar atención, a las señales, que nos advierten, de que
estamos cerca, de una de ellas.

“Bendito sea Jehová, Que no nos dio por presa a los dientes de ellos. Nuestra alma escapó cual
ave del lazo de los cazadores; Se rompió el lazo, y escapamos nosotros. Nuestro socorro está en
el nombre de Jehová, Que hizo el cielo y la tierra.” (Salmos 124:6-8) (RVR 1960)

Los cazadores de aves, en el tiempo del salmista, no cazaban con armas de fuego. Capturaban
a las aves, tendiendo una red en la tierra y atándola, a una trampa con resortes. El cazador
regaba maíz en la tierra, cerca de la trampa.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 200


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Entonces, cuando el ave, se comía el maíz, la trampa saltaba, a causa del resorte, y la red caía
sobre el ave y la capturaba. A menudo, en tiempos bíblicos, un cazador, cosía los parpados, del
ave capturada, y la mantenía enjaulada. De esa forma, sus gritos, atraían un gran número de
aves. El sonido de la desesperación, del ave capturada, atraía la curiosidad, de las otras aves, y
cuando se acercaban, a investigar, también eran capturadas.

El diablo, está dispuesto a cazar, como a un ave, a todos los creyentes, que caminan en
santidad y entrega total, a nuestro Señor Jesucristo. Satanás tiene a su disposición, multitudes
de seres demoníacos, principados y potestades, de las tinieblas, que te conocen, que saben
dónde vives, donde estudias, donde trabajas. Entes demoniacas que te persiguen, que andan
como cazadores, tendiendo lazos, redes y trampas para atraparte.

“SEÑOR, protégeme del poder de los perversos; de los violentos que planean hacerme daño.
Esa gente arrogante pone trampas, cavan sus hoyos y extienden sus redes junto a las trampas
que ponen para atraparme.” (Salmos 140:4-5) (PDT)

“Cuando estoy perdido, tú me muestras el camino. Mis enemigos han tendido una trampa y
estoy a punto de caer en ella, pero Dios me guía.” (Salmos 142:3) (PDT)

“Los perversos tratan de atraparme, pero yo nunca me alejo de tus instrucciones.”


(Salmos 119:110) (PDT)

El salmista, siente que el enemigo, siempre está tratando de cazarlo, pero Dios siempre, le está
dando la salida, para que no sea atrapado. Pero también podemos ver, que el diablo, no limita
su trabajo de cazadores, solo a espíritus malignos, él también usa, personas malignas, para
tender sus trampas diabólicas.

Entre sus cazadores, el diablo utiliza, vendedores de pornografía, para tentar y atrapar, a
generaciones de hombres, con inmundicia. Usa hombres adúlteros, para seducir mujeres
inocentes. Utiliza dueños de casinos, que atrapan millones de personas, en juegos de azar.
Cazadores del enemigo, que han venido a destruir, nuestra sociedad. E incluso satanás, recluta
cristianos, que están espiritualmente ciegos, para que le pongan las trampas, al pueblo de
Dios.

La Biblia nos dice, que ciertas personas de Dios, tramaron contra Jeremías:

“…porque han cavado un hoyo para atraparme y han puesto trampas a mi paso.”
(Jeremías 18:22) (PDT)

Él estaba diciendo: “Algunos que se llaman hijos de Dios, buscan atraparme. ¡Ellos quieren
destruir el testimonio, que Dios me ha dado!”. Esto no es algo inusual, esto también lo
podemos ver, dentro de las congregaciones. Algunos creyentes, están celosos de la
aprobación, y gran estima, que reciben otros cristianos. Alguien que es honrado, por encima
de ellos. También ocurre constantemente, en el ministerio. Pastores, que no han entregado, su
corazón, completamente a Jesús, siempre están chismoseando y tramando, contra personas,
que Cristo, ha exaltado en su lugar. Ellos no pagaron el precio, ¡y ahora aparece alguien, que es
altamente, honrado por Dios!

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 201


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“El justo siembra sus bienes, da a los pobres. Nunca deja de hacer lo que es justo y recibirá
grandes honores. Cuando el perverso se dé cuenta de esto, se enojará y rechinará los dientes,
pero pronto desaparecerá y nunca logrará lo que desea.” (Salmos 112:9-10) (PDT)

En cambio, otros cristianos, no soportan, ser “aventajados”, por alguien, que parece más santo
y justo, que ellos. ¡Ellos ven, que un hermano o hermana, está siendo honrado por Dios, y se
enfurecen! Existe un gran poder, en la devoción, y gran autoridad en la santidad. Sin embargo,
ambos son despreciados, por aquellos cristianos, que no quieren pagar el precio. Personas que
una vez tuvieron, el toque de Dios, pero ahora, por su transgresión, no pueden disfrutar de su
bendición. Cuando aparece alguien, que es considerado más santo y más devoto, envidian lo
que han perdido. Dan lugar, a un odio celoso, ¡y no descansarán, hasta ver, a esa persona
santa, arruinada o destruida!

Admítelo, amado: nada es más odiado, que el poder y la autoridad espiritual, que acompaña
una vida santa. Y nadie será más odiado, calumniado, envidiado y difamado, que el cristiano
que irradia santidad. Sin embargo, si nuestro corazón, está bien con Dios, y vemos gran
devoción en un creyente, nos regocijaremos en el poder y autoridad, que Dios le ha impartido.
Y permitiremos, que la vida consagrada del hermano, sirva como un reto y nos provoque,
alcanzar un caminar, más profundo con el Señor.

Nehemías, fue llamado por Dios, para reedificar los muros, de Jerusalén. El trabajo estaba
progresando maravillosamente, los muros avanzando, a un ritmo constante. Entonces,
repentinamente, el diablo provocó un avispero, con tal de estorbarlo todo. Cuatro líderes de
categoría, se unieron a la trama, contra Nehemías; Sanbalat, Tobías, Gesem el árabe y una
profetiza, llamada Noadia. Nehemías dice:

“…Pero en realidad lo que querían era hacerme daño.” (Nehemías 6:2) (PDT)

Estos líderes, tendieron una trampa, cuatro veces. Llamaron a Nehemías: “Baja del muro.
Queremos una conferencia contigo. ¡Insistimos que hables con nosotros!” Pero cuatro veces,
Nehemías dijo: “¡No bajaré de estos muros! Tengo trabajo, que hacer aquí, ¡porque Dios, me
ha mandado hacerlo!”. Amado, no puedes involucrarte, en discusiones con la gente, porque
ellos quieren discutir. Es todo una distracción. ¡Debes continuar, con la obra de Dios!

Estas cuatro personas, comenzaron un sin número, de rumores contra Nehemías. Ellos decían:
“¡Estás haciendo esto para ti, no para Dios!” Uno de ellos, Tobías, envió cartas calumniadoras,
a otros líderes de Israel. Como resultado, muchos se conjuraron, contra él. Todas las
calumnias, tramas y trampas, fueron diseñadas, para poner temor, en el corazón de Nehemías,
con la esperanza, de que él se desanimara y huyera. Nehemías resume la intriga, de la
siguiente forma:

“Lo contrataron para asustarme y hacer que cometiera pecado al abandonar mi trabajo. Con
eso, ellos planeaban tener una razón para desacreditarme.” (Nehemías 6:13) (PDT)

Pero ningunas de estas trampas, pudieron detener, la obra de Dios. Las Escrituras dicen:

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 202


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“La reconstrucción de la muralla… se terminó... Cuando todos nuestros enemigos y las naciones
vecinas se enteraron de que habíamos terminado la muralla, todos ellos perdieron la confianza
en sí mismos y se llenaron de temor. Entendieron que esa obra había sido hecha con la ayuda
de Dios.” (Nehemías 6:15-16) (PDT)

Quizás en este momento, el cazador te haya atrapado. En algún tiempo, fuiste un ave, que
cantaba con la Iglesia, que volabas libremente, porque sabias, lo que significaba estar libre, en
Cristo. Tú abrías tus alas de fe y volabas. Pero el diablo, te tendió una trampa, él puso su red,
con una comida, muy apetitosa para ti. Tú bajaste a comer, y tu ala se enredó en la red, y la
trampa se activó. Satanás te cazó.

¿Cuál fue la trampa diabólica, en tu vida? ¿Fue un viejo hábito; drogas, sexo, alcohol,
pornografía, adulterio, fornicación? ¿Fue mentir, robar, codiciar, deudas en la tarjeta, de
crédito, trampas de algún tipo, desobediencia?

Sin importar, qué tipo de trampa, él tendió para ti. El diablo, conocía tu debilidad y te atrapó.
Hoy permaneces en esclavitud, sintiéndote atrapado, por tu pecado. Continuamente, te acusas
a ti mismo, pensando: “¿Cómo pude hacer tal cosa? Soy impío, impuro. No podré llegar. Nunca
llegaré.” ¡Pero azotándote a ti mismo, de esta manera, es una pérdida de tiempo! Nunca te
saldrás, de la red. Nunca podrás entender, cómo pudiste ser tan imprudente, ciego y
descuidado, para caer nuevamente, en la trampa del diablo.

Sin embargo, tengo noticias increíbles para ti. Si has sido atrapado, por el enemigo, si has caído
en su red, y sin embargo, sabes que amas a Dios, con todo tu corazón, el Señor, no permitirá,
que seas la víctima, del enemigo. Él no permitirá, que permanezcas en los dientes, del
enemigo.

“Bendito sea el SEÑOR que no permitió que nos destrozaran como presa entre sus dientes.”
(Salmos 124:6) (PDT)

Tú puedes ser, un ave muy pequeña, que se encuentra atrapada, en la red del cazador. Estás
indefenso, y tu corazón late, con mucho miedo. En balde bates tus alas, contra la red, mientras
más luchas, más te golpeas y lastimas. Desesperado, comienzas a gritar y chillar. Pero te das
cuenta, que es imposible escapar, estas a merced del cazador. El diablo ya te atrapó, con la red
del pecado.

Si luchas, por romper la red, solo lograrás enredarte más, no puedes escapar, por tu propia
fuerza y poder. No puedes librarte, a ti mismo, en el intento, puedes romperte un ala, o
desangrarte. ¿No es este un cuadro, de nosotros mismos, cuando estamos atrapados en
pecado? Le hacemos, todo tipo de promesas a Dios. Luchamos y lloramos, tratando de
liberarnos de la esclavitud. Pero permanecemos atrapados. ¡Hemos perdido nuestra libertad!

Pero Dios, puede hacer, que cuando vuelva el cazador, a ver la presa que cazó, se encuentre
con que, la trampa se encuentra rasgada, y rota. ¡El ave ha volado nuevamente! Ahora nos
encontramos posados, sobre una rama en un árbol, en la montaña de Dios. Eres libre y tus
heridas están sanando. ¡Todo porque el Señor, vino y rompió la red!

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 203


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“Fuimos como pájaros que escaparon del cazador. La red se rompió y pudimos escapar.”
(Salmos 124:7) (PDT)

“Nuestra ayuda viene del SEÑOR, creador del cielo y de la tierra.” (Salmos 124:8) (PDT)

Debes saber, que Dios está de tu parte. Él no está enojado contigo, porque caíste en la trampa.
Él no está contra ti. No, ¡Él escucha tu clamor! ¡Ni siquiera un ave cae a la tierra, sin que Él lo
sepa! Puedes estar seguro, ¡Dios te librará! No importa, cuál ha sido tu fracaso, tu lucha, tu
trampa. Él está de tu parte. Sólo detente y espera, por su salvación. Aunque estés débil,
puedes clamar a Él. ¡Él promete venir y romper la red!

a) El orgullo

Uno de los lazos o trampas, que el diablo, ha hecho sobre los cristianos, de hoy, que más
división, ha provocado, entre los hermanos, es el orgullo. Por eso vamos a tratar, este tema, en
forma independiente, y en profundidad. Porque así lo merece.

Actuar por orgullo, o hacer las cosas, por orgullo, es muy usual y común, en nuestros días. La
gente, quiere tener cargos, para poder sentirse orgullosa. Hoy nadie, pone la otra mejilla,
porque no quiere, que su orgullo, se vea perturbado. Hoy los hermanos, se pelean, unos con
otros, porque han herido su orgullo. Una de las principales características, del cristiano debiera
ser la humildad. El mismo Apóstol Pablo, lo dijo:

“Ahora ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí." (Gálatas 2:20) (PDT)

En la iglesia evangélica, existe un gran don, en el área del orgullo, el cual, lo vemos en todo
lugar; en cada iglesia, y en cada denominación. Se manifiesta a sí mismo, en división y en una
hipócrita, “cortesía cristiana”, de burla, murmuración y condenación, hacia otros cristianos,
que no creen, en lo que ellos creen.

Por orgullo, las familias, han abandonado las Iglesias. Por orgullo, el pastor no ha ido a
buscarlas, porque han pensado, que alguien las ha ofendido. Y lejos de poner la otra mejilla,
que es tener, una actitud humilde, de decir; “bueno el hermano me ofendió”, dicen; “que Dios
lo juzgue”.

Si hiciéramos a un lado, nuestro orgullo, podríamos fácilmente, resolver los problemas:

“Si tu hermano hace algo malo, ve y habla a solas con él. Explícale cuál fue el mal que hizo. Si te
hace caso, has recuperado a tu hermano. Pero si no te hace caso, ve otra vez a hablar con él,
acompañado de una o dos personas más, para que ellos sean testigos de todo lo que se diga.
Si él no les hace caso, díselo a la iglesia. Y si no hace caso a la iglesia, entonces debes tratarlo
como a uno que no cree en Dios o como a un cobrador de impuestos.” (Mateo 18:15-17) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 204


205

Cuando hay malos entendidos, debemos acudir, a la persona, y arreglar como cristianos, las
cosas, pero nuestro orgullo, esta primero, y entonces la reacción es; dañar, herir, colocar mal
al hermano, tachándolo de rebelde, insumiso, etc. Que daño nos hacemos, nosotros mismos
con esa actitud, y que daño le hacemos, al testimonio de nuestro Señor:

“Aunque trate de esconder sus malas intenciones, al final todos se darán cuenta de su maldad.”
(Proverbios 26:26) (PDT)

Si hablamos de orgullo, hablamos de un mal, que no te permite prosperar, en lo espiritual. El


antónimo de Orgullo, es Humildad. Una persona orgullosa, difícilmente reconocerá sus errores,
además, que es una persona, que cuando falla, nunca pide perdón. Si lo vemos desde ese
punto de vista, en un cristiano, no tendría que haber orgullo, porque el orgullo, nunca te
dejará, reconocer tus errores. Y en la vida cristiana, algo primordial, para poder avanzar y
crecer espiritualmente, es reconocer nuestros errores y enmendarlos.

Una persona con orgullo, es una persona, que no sabe perdonar, y el que no sabe perdonar,
ocasiona ataduras, que no le permiten crecer, es necesario, que cuando venimos a Jesús,
vengamos con un corazón limpio, esto significa, dejar a un lado el orgullo. El orgullo, no es un
fruto del espíritu, y por ende, es necesario, que nos deshagamos de él, pues la voluntad de
Dios, es que tengamos un corazón perdonador y humilde, para reconocer cuando fallamos. Si
tú eres, una persona que por orgullo, no reconoces cuando fallas, déjame decirte, que es
necesario, que le pidas a Dios, que quite, de una vez por todas, todo orgullo, que no te permite
ser libre.

“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.”


(Proverbios 4:23) (RVR 1960)

El corazón, es el centro, de nuestro andar diario. La voluntad, intelecto y emociones, están


trabajando, entorno a lo que hay, en nuestro corazón, de ahí que Salomón, reconociera
delante de Dios, la importancia, de cuidar en su vida, su corazón. Cuidarlo del orgullo.

El orgullo, es uno de los sentimientos, más difíciles de nuestras vidas. A muchos de nosotros,
se nos hacía difícil, acercarnos a Dios, debido a éste. Muchos hoy en día, no lo quieren
conocer, debido a que son, demasiado orgullosos y sienten, que están bien, sin Él.

La palabra orgullo, significa; altivez, soberbia, vanidad, autosuficiencia, arrogancia, etc. La


persona orgullosa, no reconoce su dependencia de Dios, es altivo. Y esta altivez, lo lleva a
exaltarse a sí mismo, y a apartarse completamente de Dios.

“La mirada arrogante, el orgullo y los pensamientos de los perversos, son pecado.”
(Proverbios 21:4) (PDT)

“Esto es lo malo del mundo: querer complacer los malos deseos; dejarnos atraer por lo malo
que vemos y sentirnos orgullosos de lo que tenemos. Pero nada de eso viene del Padre, sino del
mundo.” (1 Juan 2:16) (PDT)

El orgullo, es exceso de estimación propia, o sentimiento, que hace que una persona, se
considere superior, a los demás; presunción, vanidad, arrogancia, altanería, soberbia,

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 205


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Insolencia, atrevimiento, descaro. Dicho o hecho, ofensivo e insultante. Desvergüenza,


Descortesía, etc.

El orgulloso es rebelde, rehúsa depender de Dios, y sujetarse a Él. Se atribuye a sí mismo, el


honor, que se le debe a Dios, figura como la misma raíz y esencia del pecado. El orgulloso, es la
cualidad, del hombre malvado (ver Salmos 75.4; 2 Crónicas 26.16; Job 35.12). El orgulloso,
hace planes de su vida, sin tomar en cuenta a Dios (ver Santiago 4: 13).

Tanto la “arrogancia”, como la “insolencia”, son abominación, para la sabiduría divina


(ver Proverbios 8:13). El Orgullo es considerado, como un mal engañoso (ver Abdías 3). Pablo
compara a los injuriosos y los soberbios, con los pecadores orgullosos, en su bosquejo, de la
depravada sociedad pagana (ver Romanos 1:30; 2 Timoteo 3:2; Santiago 4:16 y 1 Juan 2:16).

El orgullo muchas veces, nos hace creer, que somos mejores que los demás, descuidando
muchas veces, nuestra relación con Dios, dándole lugar a satanás, y a nuestros propios deseos.
Recordemos que el orgullo, fue el primer pecado cometido, y fue del diablo. Éste era antes, un
ángel de luz, pero dejó que su corazón, se llenara de “orgullo”, queriendo ser, superior a Dios,
y debido a eso, terminó siendo expulsado, de los cielos.

Definitivamente, cada uno de nosotros, tenemos un gran valor, y este valor, es la Sangre de
Cristo, por ello, tenemos que tener, un buen concepto de nosotros mismos, pero ese buen
concepto, debe ir acompañado de humildad. No es bueno, que nos despreciemos, pero
tampoco es bueno, tener una valoración excesiva, de uno mismo, o en pocas palabras,
“orgullo”.

El orgullo se reveló, por primera vez, cuando Lucifer, intentó establecer su trono en lo alto, con
presuntuosa independencia de Dios (ver Isaías 14:12-15). El diablo caído, infundió en Adán y
Eva, el deseo de ser como dioses (ver Génesis 3:5), con el resultado, de que toda la naturaleza
del hombre, quedó infectada con orgullo, a causa de la caída (ver Romanos 1: 21-23). El orgullo
fue seguido por el hombre, cuando quiso ser igual a Dios (ver Génesis 3:1-6). La “condenación
del diablo”, está relacionada con el orgullo (ver 1 Timoteo 3:6-7); el orgullo fue su perdición, y
sigue siendo, el medio primordial, por el cual, ocasiona la ruina de hombres y mujeres.

Algunas fuentes del orgullo, son; Del conocimiento, de la ciencia del mundo:

“…es verdad que todos tenemos conocimiento, pero el conocimiento hace que la gente se
sienta orgullosa. En cambio, el amor los hace dar fortaleza a los demás. El que cree que sabe
algo, todavía no lo sabe como debería.” (1 Corintios 8:1-2) (PDT)

Un apellido ilustre:

“Aunque yo tendría razones para confiar en mi raza y posición social, no lo hago. Así que si
alguien piensa que tiene razones para confiar en su raza o posición social, yo tendría más
razones que cualquier otro. Me circuncidaron cuando tenía ocho días de nacido, soy israelita y
pertenezco a la tribu de Benjamín. Soy hebreo y mis padres también fueron hebreos. La ley era
muy importante para mí, pues yo era fariseo. Estaba tan dedicado a la ley y las tradiciones de
mi pueblo que perseguía a la iglesia, y nadie podía reprocharme nada porque siempre obedecía

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la ley. En esa época pensaba que todo eso era muy valioso, pero gracias a Cristo, ahora sé que
eso no tiene ningún valor.” (Filipenses 3:4-7) (PDT)

Una posición importante:

“No debe ser nuevo creyente para que no se enorgullezca y no caiga en la misma condenación
en que cayó el diablo.” (1 Timoteo 3:6) (PDT)

El poder y las riquezas, pueden ocasionar orgullo:

“« ¡Miren qué grande es Babilonia! Yo construí esta ciudad con mi poder. ¡La he hecho capital
de mi reino para mostrar lo grande que soy!»” (Daniel 4:30) (PDT)

Realizaciones, pueden ocasionar orgullo:

“«Dos hombres fueron al templo a orar. Uno era un fariseo y el otro era un cobrador de
impuestos. El fariseo, puesto de pie, se puso a orar consigo mismo así: “Dios, te doy gracias
porque no soy como los demás. No soy como los ladrones, los injustos, los que cometen el
pecado de adulterio, ni tampoco como este cobrador de impuestos. Ayuno dos veces a la
semana y doy la décima parte de todo lo que adquiero”.” (Lucas 18:10-12) (PDT)

El orgullo nos hace olvidar, que somos siervos, no amos (ver Mateo 20:26). El orgullo, nos hace
destronar a Dios, del corazón (ver Salmo 14:1). El orgullo, nos hace enaltecernos
(ver Proverbios 25:27). El orgullo ocasiona, que una persona sea egoísta (ver Proverbios 13:10).
El orgullo, impide conversión hacia Dios (ver Mateo 5:3). Impide a uno, el auto examen
(ver Apocalipsis 3:17). El orgullo, es aborrecido por Dios (ver Proverbios 6: 16-17). El orgullo
destruye nuestra propia vida. El orgulloso, daña con tal de conseguir, lo que quiere
(ver Proverbios 30: 12-14).

Hay una generación, limpia en su propia opinión. Si bien, no se ha limpiado de su inmundicia.


Hay generación, cuyos ojos son altivos, y cuyos párpados, están levantados en alto. Hay
generación, cuyos dientes son espadas, y sus muelas cuchillos, para devorar, a los pobres de la
tierra, y a los menesterosos, de entre los hombres.

Es triste ver, a muchos cristianos y pastores, que tienen problemas espirituales, que tienen
depresiones espirituales, o rebeldías o amarguras, pero que por el orgullo, de que nadie los
vea caídos, no lo dicen. (Ese es un grande, grande problema, de la Iglesia moderna: el sentirse
autosuficientes y omniscientes). Muchos de los que ocupan, cargos en las iglesias, están con
problemas espirituales, pero prefieren callar y seguir en sus puestos.

“y si mi pueblo que se identifica usando mi nombre se humilla, ora, me busca y abandona su


mala conducta, entonces yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré sus pecados y restauraré el
bienestar del país.” (2 Crónicas 7:14) (PDT)

“Cuando Dios los corrija con su mano poderosa, acéptenlo con humildad. Después, cuando
llegue la hora, él los exaltará.” (1 Pedro 5:6) (PDT)

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Quien se atribuye grandeza, a sí mismo, es culpable de orgullo. Este es la esencia del pecado,
pues asume para el hombre (o para un pueblo), la gloria, que solo a Dios corresponde. Por eso,
los soberbios y orgullosos, serán abatidos (ver Isaías 2:11; Jeremías 50:31-32; Daniel 5:20).

No hay nada peor, que un corazón orgulloso, es por esa razón, que nosotros tenemos, que
mantener saludable, nuestro corazón, para que Dios pueda escuchar, nuestro clamor, la Biblia
dice:

“El SEÑOR ocupa el lugar más alto por encima de todos los demás, pero aun así, él nunca
abandona a los humildes. Él siempre sabe lo que hacen los soberbios y se mantiene alejado de
ellos.” (Salmos 138:6) (PDT)

“SEÑOR, yo no soy orgulloso ni me las doy de importante; no pretendo hacer maravillas ni me


preocupo por hacer lo que me es imposible realizar. Al contrario, estoy tranquilo y tan calmado
como un niño recién amamantado que está en brazos de su mamá. Mi alma está tan contenta
como un niño recién amamantado.” (Salmos 131: 1-2) (PDT)

Si tú sientes, que el orgullo, está consumiendo tu vida y te sientes desesperado, y no le has


dado tu corazón, al Señor, lo mejor será, que le entregues tu corazón a Cristo, y verás, que con
el tiempo, Él te dará, una nueva mentalidad, y un nuevo corazón, por medio de su Espíritu
Santo. Solo confía en Él. Pídale a Dios, que examine su corazón, y que le muestre, cualquier
orgullo destructor en éste.

“Dios mío, examíname y conoce mis pensamientos; ponme a prueba y reconoce todos mis
pensamientos. Fíjate si tengo algún mal pensamiento y guíame por el sendero que me lleva
hacia ti.” (Salmo 139:23-24) (PDT)

En todo lo que hagamos, despojémonos del orgullo, porque éste nos estorba, y pone nuestro
propio yo, como el gobernante en nuestras vidas, haciéndonos así, pecar contra Dios, porque
el único, que debe gobernar es Él. Los invito hermanos, a que hoy, se comprometan a;
Reconocer, que el que, debe gobernar, es Dios y no nosotros. A Poner la otra mejilla.
Reconocer y pedir ayuda, cuando estemos mal.

Es Evidente, que las personas, que se dejan llevar por el orgullo, fracasan. En el caminar
cristiano, el orgullo no ayuda en nada, y más bien, es un obstáculo, el cristianismo se trata, de
humildad, de reconocer, nuestras buenas capacidades, pero también nuestros defectos.

El hecho, de conocer nuestras limitantes, nos hace tratar, de buscar más del Señor, en cambio,
una persona, que se cree lo máximo, y que no hay nadie como él o ella, de excelente, es una
persona, que difícilmente buscará, del Señor, ya que su mismo concepto, de sí mismo, lo lleva
a confiarse, en su caminar. Viéndolo, desde el punto de vista espiritual, tenemos que estar
preparados, en cada momento, mostrando humildad y sometiéndonos a Dios, reconociendo
que cada día, necesitamos más de Él, y que nuestra vida completa, depende de Dios.

Tenemos que mantener nuestro orgullo, siempre bien sujetado, porque por muy bueno que tú
seas, para desempeñar “x” tarea, en la congregación o en tu vida, tienes que mantener la
humildad. A lo mejor escucharás, muchos comentarios positivos, que te ponen, en lo más alto,
pero recuerda siempre, que la Gloria, es para uno solo, es para Jesús.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 208


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Que nunca se te olvide, que todo lo que tú eres, y todo lo que has hecho, es porque Dios ha
estado contigo. La humildad, siempre tiene que hacerse presente, en todos tus logros.

“Escúchenme ustedes, los que se esfuerzan por actuar con justicia, los que buscan al SEÑOR.
Miren a la roca de la que fueron cortados; a la cantera de donde los sacaron. Piensen en su
antepasado Abraham, y en Sara, quien los dio a luz. Cuando lo llamé él no tenía hijos, pero lo
bendije y se multiplicó”. (Isaías 51:1-2) (PDT)

11. Tienta

Esta quizás, sea la estrategia, del plan de ataque, más conocido, que tenga satanás. La
tentación es, “el impulso de hacer, o tomar algo atrayente, pero que puede resultar
inconveniente.” La palabra tentación, viene del latín “temptatĭo”, que significa; una
instigación, que induce el deseo de algo.

Puede tratarse de una persona, una cosa, una circunstancia u otro tipo, de estímulo. La
tentación, está asociada a la seducción y la provocación. La tentación es la incitación, a pecar,
por parte del diablo. Satanás puede provocar, al ser humano, para que haga o deje de hacer
algo, aprovechando la debilidad intrínseca, del hombre, para alejarlo de Dios.

El primer caso de tentación, en la historia de la humanidad, es uno que todos conocemos, es


de hecho, una historia universal, que todas las religiones, culturas y pueblos conocen. Me
refiero, a la tentación que sufrió Eva, en el huerto del Edén. Y es tan conocida la historia, que el
mundo, siempre relaciona a la tentación, con una manzana mordida (aunque los creyentes
sabemos, que lo que mordió Eva, no fue una manzana, sino un fruto, como lo dice la Biblia).

“Cuando la mujer vio que el árbol era hermoso y los frutos que daba eran buenos para comer, y
que además ese árbol era atractivo por la sabiduría que podía dar, tomó algunos frutos del
árbol y se los comió. Su esposo se encontraba con ella, ella le dio, y él también comió.”
(Génesis 3:6) (PDT)

Debido a que Eva, cedió a la tentación, y compartió el fruto prohibido, con su marido, fueron
expulsados del Huerto del Edén, y nuestra lucha con el pecado, comenzó. Eva fue tentada, por
la serpiente, ella vio el árbol y vio que era bueno, para comer, y al verlo vio, que era agradable
para los ojos, lo codició, porque quiso alcanzar sabiduría. Eva codició el árbol, es decir, que no
solo lo vio, si no que se quedó mirándolo y codiciándolo, lo que hizo que después,
desobedeciera a Dios.

La mujer, fue la primera en ser tentada, y desde entonces, esto aplica para todo ser humano;
mujer, hombre, joven, niño, anciano, de cualquier religión, cualquier raza, etc. Nuestra
naturaleza humana, nos ubica, en esa riesgosa situación. Podríamos definir la tentación, como
aquella atracción, hacia algo que, si somos sinceros realmente, “queremos hacer”. Lo más
difícil de la tentación, es que, tiende a contar, con nuestra complicidad, y es allí, donde radica
su extraña fuerza.

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Porque pareciera que la tentación, trae integrada, una convincente colección de excusas,
aparentemente irrefutables. Tal fue también, el caso del rey David, quien fue tentado por
satanás, a través de las mujeres:

“Una tarde, David se levantó de la cama y mientras se paseaba por la azotea del palacio, vio a
una mujer que se estaba bañando. La mujer era muy hermosa.” (2 Samuel 11:2) (PDT)

David, vio a la mujer desnuda, se quedó mirándola, y la codició con sus ojos. En ese momento,
la deseo y quiso estar con ella. Sabiendo de su poder como rey, hizo que le trajeran a Betsabé,
y se acostó con ella, dejándola embarazada. Y no solo, con caer en adulterio, además hizo, que
Urías, el esposo de la mujer, fuera enviado, al frente del campo de batalla, para que fuera
asesinado. Con solo una tentación, una sola mirada, David cayó, en un pecado muy grande, y
fue tan grande, que su hijo murió, y una ruina vino, sobre su familia. Y a pesar que después, se
arrepintió, las consecuencias del pecado, siempre quedarán.

No siempre, el resultado de la tentación, debe ser el pecado, podemos ser tentados, y aun así,
no pecar. La diferencia siempre estará, en la forma, en que actuamos, frente a esa tentación.
David prefirió, entregarse a esa tentación y a los deseos, de la carne. Pero hubo otro hombre,
que hizo lo contrario, que también vio una mujer desnuda, y en vez, de sucumbir al pecado,
prefirió alejarse de él, y guardarse en santidad. Me refiero, a José el soñador:

“Un tiempo después, la esposa de su amo comenzó a fijarse en José y le dijo: —Acuéstate
conmigo. Pero José se rehusó y le dijo a la esposa de su amo: —Mire, conmigo mi señor no
tiene nada de qué preocuparse en la casa. Me dio todas sus posesiones para que yo las cuidara.
No hay nadie en esta casa que se iguale a mí. Lo único que él me ha negado es a usted, porque
es su esposa. ¿Cómo puedo yo hacerle a él algo tan malo y cometer un pecado ante Dios? A
pesar de que ella hablaba con él día tras día, no lo convenció de que se acostara con ella. Un
día, cuando José regresó de trabajar a la casa, no había ningún otro esclavo adentro. Entonces
ella lo agarró de su ropa y le dijo: — ¡Acuéstate conmigo! Pero él dejó su ropa en las manos de
ella y salió huyendo.” (Génesis 39: 7-12) (PDT)

José era tan hombre, como tú o como yo, él no era un homosexual, ni un eunuco. José fue
tentado, también debió haber sentido algo. Pero su reacción no fue, la de acostarse con la
esposa de su amo, sino que salió huyendo. No huyó, porque no le gustaban las mujeres, sino
que lo hizo, para no pecar contra Dios. José no quería, hacer algo tan malo, como traicionar a
su amo, que confiaba en él. Esa es la diferencia, si David cuando vio, a la mujer desnuda, no se
hubiera quedado ahí, y hubiera arrancado del lugar, no hubiera pecado.

Para que podamos considerar algo, como una tentación, debe ser algo que nos atrae
fuertemente, y que nuestro cuerpo, parece desearlo irresistiblemente. De esto podemos
concluir que, lo que es una tentación para mí, no lo es necesariamente, para otro cristiano. Por
ejemplo, hay hombres que como David, le son irresistibles las mujeres, y su tentación son ellas.
Hay otros, que siempre son tentados, por los juegos de azar. Hay mujeres, que son tentadas
por la vanidad, otras también pueden ser tentadas, por los hombres. Para un cristiano que fue
alcohólico, una botella de licor, podría constituirse, en el objetivo de una tentación, podría
hacerle sudar de deseo, provocarle temblor, y por su mente fluirían atropelladamente, las más
variadas excusas, para impulsarle a ingerir ese líquido: “no me voy a emborrachar, porque

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 210


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según la Biblia, los borrachos, son los que no entrarán, en el Reino de los Cielos”, “Un poco
sólo sirve de alimento, o para matar algunos parásitos, porque el alcohol es medicinal”, “Jesús
tomó vino”, “los doctores recomiendan, tomar vino, porque es antioxidante”, Etc.

Pero esa misma botella de alcohol, que tortura a un ex bebedor, no le provoca la más mínima
emoción, ni atracción, a alguien, que nunca tuvo ese problema, con el alcohol. O también,
pueda que no. En mi caso personal, también fui alcohólico, pero si hoy veo una botella, sobre
la mesa, no tengo ninguna tentación, ni deseo de beberla. Cada uno considerará más
peligrosas, sus propias tentaciones, porque apelan a sus debilidades.

Para David, las mujeres eran una tentación, pero para otros, pueda que no lo sean. Puede que
a otros, la tentación venga, por el amor al dinero, y el deseo por las riquezas.

“Entre las cosas que capturamos, vi un bello manto de Babilonia, doscientas monedas de plata,
y una barra de oro que pesaba más de medio kilo. Me gustaron mucho, así que las tomé y las
enterré debajo de mi carpa, la plata está debajo de todo.” (Josué 7:21) (PDT)

Esa fue la declaración de Acán, que dio a Josué y al pueblo de Israel, delante de Dios, cuando él
tomó un botín de guerra, que no le correspondía. Cuando Dios, les entregó la ciudad de Jericó,
a los Israelitas, les ordenó, que todas las riquezas que capturarán, serian enviadas, a la casa de
Dios. Acán fue tentado por las riquezas, el brillo del oro lo deslumbró, las monedas lo cegaron,
y el manto, lo cubrió de ambición. Fue un pecado muy grande, que incluso, Dios quitó, la
protección sobre Israel, y comenzaron a perder, las batallas sobre los Cananeos. El fin de Acán,
por caer en la tentación, fue la muerte a piedrazos.

Pero también, hay otros, que no se dejaron caer, por la tentación, de las riquezas y el dinero.
Abraham se negó, a aceptar una recompensa, por el servicio al Rey de Sodoma, después de
una batalla:

“Entonces Abram le dijo al rey de Sodoma: —Yo he jurado al SEÑOR Dios Altísimo, quien creó el
cielo y la tierra, que no tomaré ni un hilo del cordón de una sandalia tuya para que no puedas
decir: “He hecho rico a Abram”.” (Génesis 14:22-23) (PDT)

El profeta Eliseo, rehusó que le pagaran, cuando realizó, una curación milagrosa:

“Pero Eliseo le dijo: —Te aseguro como que existe el SEÑOR, al cual yo sirvo, que yo no
aceptaré ningún regalo. Naamán trató de obligar a Eliseo a que aceptara el regalo, pero Eliseo
lo rehusó.” (2 Reyes 5:16) (PDT)

Pedro también rehusó, un soborno:

“Entonces Pedro le respondió: — ¡Púdrete con tu dinero! ¿Pensaste que podías comprar el don
de Dios?” (Hechos 8:20) (PDT)

Hay tentaciones que “nos encienden”, y tentaciones que “nos apagan”. Tentaciones activas o
pasivas, ninguna de ellas, pretende beneficiarnos. Las primeras, nos impulsan, a hacer algo
malo, mientras que las segundas, las que no parecen existir, sólo pretenden que no hagamos,
lo que tenemos que hacer.

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Mientras unas procuran, que hagamos lo que no conviene, las otras provocan, que no
hagamos lo bueno. Por ejemplo, si yo tuviera mucho dinero, y veo que mi hermano, está
pasando necesidades, y solo le digo: “Dios te ayudará, que el Señor te bendiga”, y no le doy
nada. Entonces estoy pecando, porque fui tentado, al egoísmo. No le hice ningún mal, pero
sabiendo hacer el bien, no lo hice:

“Si uno sabe hacer el bien y no lo hace, está pecando.” (Santiago 4:17) (PDT)

El mejor y más importante, personaje bíblico a estudiar, en su respuesta, ante la tentación, es


Jesucristo. Él fue tentado por diablo mismo, en el desierto. Las tentaciones a Jesús, ilustran
perfectamente, no sólo la progresión gradual, de la intensidad, o atracción de las tentaciones,
sino también, la forma de escapar de ellas:

“Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó del río Jordán. El Espíritu lo guiaba en el desierto por
cuarenta días, siendo tentado por el diablo. Jesús no comió nada durante ese tiempo y al final
tenía mucha hambre. El diablo le dijo: —Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta
en pan. Jesús le respondió: —Está escrito: “No sólo de pan vive el hombre”. Entonces el diablo
llevó a Jesús a un lugar alto y en un instante le mostró todos los reinos del mundo. El diablo le
dijo: —Te daré la autoridad y grandeza de todos ellos. Me las han dado a mí, y se las puedo dar
a quien yo quiera. Si te arrodillas y me adoras, todo será tuyo. Jesús le contestó: —Está escrito:
“Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él”. Entonces el diablo llevó a Jesús a Jerusalén y
lo puso en lo más alto de un extremo del área del templo, y le dijo: —Si eres el Hijo de Dios,
tírate abajo desde aquí, porque está escrito: “El mandará a sus ángeles acerca de ti para que
te cuiden”, y “Sus manos te rescatarán para que ni siquiera te lastimes los pies contra las
piedras”. Jesús le contestó: —Dicho está: “No pongas a prueba al Señor tu Dios”. Cuando el
diablo había intentado todo, lo dejó hasta una próxima oportunidad.” (Lucas 4:1-13) (PDT)

La primera vez, que satanás quiso tentar a Jesús, fue a través, de sus necesidades inmediatas.
Cuando Jesús terminó, su ayuno en el desierto, lo más urgente para su cuerpo, era el alimento,
entonces fue tentado, en ese aspecto. Sin embargo, no porque fuera malo alimentarse,
reconociendo la malévola intervención, de aquel, que le quería hacer quedar, como un
desesperado hambriento, que usa cualquier recurso, para satisfacer su hambre.

Jesús le demostró, que no se trataba, de aguantar hambre, sino de reconocer, que el Poder de
Dios, satisface al hombre, en todos los sentidos. Porque Jesús, bien pudo pensar: “Mi Padre
sabe que tengo hambre, no hay nada de malo, que convierta esas piedritas, en alimento, con
eso, no le estaré quitando el alimento a nadie, porque ya hice ayuno, tengo derecho a comer,
etc.”. En lugar de ello, simplemente dijo: “Escrito está, no sólo de pan se alimentará el hombre,
sino de toda Palabra, que proviene de Dios”.

La segunda vez, que quiso tentarlo, apeló a la abundancia. El tentador, cuando notó que Jesús,
no se apoyaba, en sus pensamientos humanos, ni que simplemente, obedecía la Escritura, sin
tener claro, que el objeto de ésta, es honrar a Dios, entonces fue más directo, y le ofreció
todas las riquezas del mundo. Pero, ante este ofrecimiento, tan directo y tan deslumbrante,
Jesús nos da una lección especial: No hay nada, absolutamente nada, que se nos pueda
ofrecer, que valga más, que lo que nuestro buen Dios, tiene preparado, para los que le aman y
adoran. Este tipo de tentación, apela a nuestra ambición desmedida.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 212


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La tercera vez, que lo tentó, quiso tocar su vanidad. Luego que Jesús, se apoyó en la escritura,
para responder y callar, al tentador, este creyó, que se trataba, de una obediencia ciega a la
Escritura, como si la Escritura, fuera el fin. Entonces tentó a Jesús, empujándole a saltar, del
pináculo del templo, diciéndole que si era hijo de Dios, que lo hiciera, porque estaba escrito,
que Dios enviaría a sus ángeles, para que lo sostuvieran en sus manos.

Pero Jesús, dándonos una preciosa lección, le respondió, que también estaba escrito: “No
tentarás al Señor tu Dios”. Para mostrarle que la Escritura, no es para cuestionar o exigirle a
Dios, sino que es nuestra guía, para agradarle y honrarlo. Porque en esta tentación, se apela a
la vanidad humana, podemos ver, que si Jesús se hubiese guiado, de pensamientos humanos y
no en la Escritura, tal vez hubiese dicho: Le voy a demostrar, que soy hijo de Dios, y se hubiese
lanzado, desde el pináculo del templo, para demostrarle a todos, que Dios estaba con Él.

Jesús es Dios, pero nunca se aprovechó, de ser Dios, Él vivió entre nosotros, como un hombre
más, Él sufrió y fue humillado también. Fue más obediente, que cualquiera de nosotros:

“Él era como Dios en todo sentido, pero no se aprovechó de ser igual a Dios. Al contrario, él se
quitó ese honor, aceptó hacerse un siervo y nacer como un ser humano. Al vivir como hombre,
se humilló a sí mismo y fue obediente hasta el extremo de morir en la cruz. Por eso, Dios le dio
el más alto honor y el nombre que está por sobre todos los nombres, para que se arrodillen
ante Jesús todos los que están en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra, y para que todos
reconozcan que Jesucristo es el Señor, dando así honra a Dios Padre.”
(2 Filipenses 2:6-11) (PDT)

Jesús, al igual que todos nosotros, también fue tentado, como cualquiera de nosotros, como
cualquier ser humano. Pero la diferencia con Él, es que Él, no cometió ningún pecado:

“Él fue tentado tal como somos tentados nosotros, con la única diferencia de que él nunca
cometió pecado.” (Hebreos 4:15) (PDT)

Por eso, es que Jesucristo, es nuestro Salvador, es nuestro Guía, nuestro Pastor, a quien
debemos seguir. Él vivió como nosotros, Él supo vencer al diablo, en la condición de ser
humano. Él pudo decir: “Venciendo a satanás”. El también fue tentado, por eso, es que Él nos
puede ayudar:

“Jesús mismo sufrió y fue tentado, por eso puede ayudar a aquellos que son tentados.”
(Hebreos 2:18) (PDT)

La solución o la forma de escapar, a cualquier tentación, fue entregada por Jesús. En la fórmula
de la oración, que enseñó nuestro Señor, se nota que debemos, pedir ayuda, para “no caer en
tentación” (ver Mateo 6:13), o cuando Jesús ora en Getsemaní, antes de ser apresado, para ser
crucificado, les dice a sus discípulos que velen, y oren para no entrar, en tentación, porque la
carne es débil (ver Mateo 26:41). Esto se trata, de una lucha espiritual, que para vencer en ella,
es suficiente, que pidamos ayuda (la oración es la solución).

Aunque sintamos confusión, nuestro cuerpo, nuestra propia mente, sentirá una irresistible
atracción, hacia el pecado.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 213


214

Y cuando estamos, casi derrotados, nuestro espíritu clama, desesperado por ayuda, porque
sabe, que no se debe hacer aquello, que aparentemente, queremos hacer. Cuando
confesamos, que necesitamos ayuda, cuando pedimos a Dios, que nos ayude, aunque lo
pronunciemos cegados, por el mal deseo, que nos absorbe. El auxilio llega de forma infalible, y
lo que realmente nos impulsa, a pedir ese auxilio, aparentemente no deseado, es la
manifestación, de nuestro amor, por nuestro Salvador. Es el deseo, que alberga nuestra alma,
de no ofender a nuestro Redentor, y allí se cumple otra promesa:

“Dios es capaz de cuidarnos para que no caigamos, y puede también hacernos entrar a su
presencia gloriosa con gran alegría y sin falta alguna.” (Judas 1:24) (PDT)

También es promesa, que no seremos tentados, más allá, de lo que podemos soportar, que
con la ayuda de Dios, vamos a poder soportar. Y que junto con la tentación, siempre habrá una
salida:

“Ustedes sólo han tenido las mismas tentaciones que todos los demás. Pero Dios es fiel y no va
a dejar que sean tentados más allá de lo que puedan soportar. Así que sepan que cuando sean
tentados, van a poder soportar, porque Dios les dará una salida.” (1 Corintios 10:13) (PDT)

José tuvo una salida: huir y lo hizo. David tuvo una salida: volver a su casa, orar y pedir no caer
en tentación, pero no lo hizo. Acán también, tuvo una salida, pudo haber entregado las
riquezas, y no caer en la tentación. Pero las personas, que andan tras riquezas materiales, caen
en tentaciones:

“Los que quieren ser ricos caen en la trampa de la tentación. Empiezan a tener deseos
descabellados que los perjudican. Eso los hunde en la ruina total.” (1 Timoteo 6:9) (PDT)

Las personas que viven, una vida piadosa, el Señor los libra, de la tentación, no así a los que
viven injustamente:

“sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en
el día del juicio” (2 Pedro 2:9) (RVR 1960)

Cuando un hermano, es sorprendido en alguna falta, no debemos ser soberbios, si no que con
mansedumbre, debemos restaurarlo, no sea que nosotros mismos, seamos tentados:

“Hermanos, es posible que alguno de ustedes caiga en la trampa del pecado. Ustedes, que son
guiados por el Espíritu, acérquense a él y ayúdenle a corregir su error. Pero ¡ojo!, háganlo con
humildad, pues ustedes también pueden caer en tentación.” (Gálatas 6:1) (PDT)

Es de aclarar también, que el diablo, no es siempre el que tienta, recordemos que el diablo, no
es omnipresente como Dios, es decir, satanás no puede estar, en más de dos lugares, a la
misma vez. Pero tiene a sus demonios trabajando, por cierto. Pero muchas veces, es nuestra
propia carne y deseos, que nos mete en tentación, no todo es producto del diablo o demonios
(aunque su influencia, siempre está detrás). Por lo mismo, nunca debemos decir, que Dios nos
tienta, puede permitir, que una persona sea tentada, pero Dios, no es quien nos tienta:

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 214


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“Cuando alguien tenga una tentación, no diga que es tentado por Dios, pues a Dios no lo tienta
la maldad ni tampoco él tienta a nadie. Uno es tentado cuando se deja llevar por un mal deseo
que lo atrae y lo seduce.” (Santiago 1:13-14) (PDT)

La vida acá, en la Tierra es pasajera, no pierdas esta gran promesa, por caer, sea cual sea, la
tentación, en la que seas probado. No te rindas, lucha y si es necesario, huye y corre, como lo
hizo José. Mantén tu fe, cuando seas tentado, porque recibirás el premio, de la vida eterna:

“Afortunado el que mantiene la fe cuando es tentado, porque recibirá el premio de la vida


eterna que Dios ha prometido a los que lo aman.” (Santiago 1:12) (PDT)

12. Aflige

“En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis
que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más
preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza,
gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo” (1 Pedro 1:6-7) (RVR 1960)

El apóstol Pedro, dice que esto, es motivo de alegría, para nosotros, y aunque durante un
tiempo, tengamos que soportar, muchas aflicciones, que nos entristezcan. Tales dificultades,
serán una gran prueba, de nuestra fe, y se pueden comparar, con el fuego, que prueba la
pureza del oro. Pero nuestra fe, es más valiosa que el oro, porque el oro, no dura para
siempre. En cambio, la fe que sale aprobada, de la prueba, dará alabanza, gloria y honor a
Jesucristo, cuando Él regrese.

Todos pasamos por aflicciones, en nuestra vida. La Biblia nos enseña, como la gente y los
países, sufren experiencias, de distintas formas, y por variedad de razones. La maldad de
satanás, está en todos lados, en este mundo pecador, y por eso hay, mucho sufrimiento. Las
Escrituras presentan múltiples perspectivas, sobre el sufrimiento. Puede que llegue, como
castigo por inmoralidad. Los malvados seguramente sufren, por sus errores
(ver Salmos 7:15-16), aunque se vean prósperos, por un tiempo (ver Job 21:28-33). El
sufrimiento, ocurre también, por alejarse de la Palabra de Dios (ver Malaquías 3:7-15).

Cuando vemos, a los justos sufrir, debemos considerar a Dios, quien envió, a Su único hijo, a un
mundo malvado. Los escritores del Nuevo Testamento, incorporaron los sufrimientos de
Cristo, en sus propias vidas. El propósito y la necesidad del sufrimiento, en la vida del Hijo de
Dios (ver Mateo 16:21), los ayudó, a vencer sus propias dolencias. Los cristianos del primer
siglo, reconocieron lo inevitable, de su sufrimiento. Así como Cristo sufrió, ellos seguirían en
sus pasos (ver Hechos 14:22; 1 Pedro 4:12-13). Continuando en la misión de Cristo, nosotros
incurrimos tribulación (ver Marcos 13:12-13), porque el mundo, rechaza a los discípulos, tanto
como rechazó al Señor (ver Juan 15:18). ¡El sufrir por Jesús, es contado como privilegio, por los
que lo aman! (ver Hechos 5:41).

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 215


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El Nuevo testamento, también nos enseña, del tipo de sufrimiento, que ocurre por vivir
adecuadamente. Estas pruebas nos maduran, en la fe (ver Santiago 1:2-4). Con paciencia,
soportamos estas pruebas, porque sabemos que Dios, está trabajando en nuestras vidas
(ver Romanos 8:28-29). Nos fortalecemos espiritualmente, a través de estas pruebas
(ver Hebreos 12:11). Por lo tanto, se paciente en la aflicción (ver Romanos 12:12), porque las
aflicciones presentes, no se comparan, con la gloria venidera, que espera al fiel seguidor, de
Cristo (ver Romanos 8:17-18). Deja que el poder, perfecto de Dios, obre en ti, en todas tus
aflicciones.

Jesús nunca prometió, una vida libre de aflicciones y problemas, en la Tierra. Todos debemos
experimentar, varias pruebas, durante nuestra vida. Pero mantén esto en mente: Las pruebas
no están diseñadas, para destruirnos, sino para reforzarnos. Son diseñadas, para probar
nuestra fe. La fe probada, vale más que el oro probado. ¡El oro perecerá eventualmente, en las
llamas, pero la fe que se refina, nunca fallará! ¡Permite que tu fe, sea la clase de fe, que
aguanta y tiene como resultado; el elogio, el honor y la gloria, después que haya sido refinada!
¡Cristo vendrá pronto, a traernos paz eterna! ¡En esto nos regocijamos y aguardamos, con
ansia Su regreso!

Podemos tener muchos ejemplos, en la Biblia, de hombres y mujeres, que fueron afligidos. Y
también podemos tener, muchos ejemplos, de aflicciones descritas, en la Palabra de Dios. Pero
en esta ocasión, nos vamos a enfocar, en una aflicción en particular, de la cual, muchos
sufrimos. Me refiero a las deudas económicas.

A cuantos de nosotros, nos ha hecho sufrir. Muchos ni siquiera, han podido dormir, durante las
noches, pensando en alguna salida. Cuantas personas se desesperan, se estresan, o se
enferman, por esta enorme aflicción. Incluso algunos, han llegado al suicidio, por no poder
pagar a sus acreedores. Esta es una realidad, en todas partes, incluso ocurrió y está escrito, en
la Biblia; Una viuda, la cual tenía una deuda, y le iban a quitar, a sus dos hijos:

“La esposa de uno de los del grupo de profetas se acercó a Eliseo gritando: —Mi esposo fue uno
de tus siervos, y ahora está muerto. Tú sabes cómo honraba al SEÑOR. ¡Pero le debía dinero a
un hombre que ahora viene a quitarme a mis dos hijos para que sean sus esclavos! Eliseo le
contestó: — ¿Cómo te puedo ayudar? Dime, ¿qué hay en tu casa? La mujer dijo: —No tengo
nada, sólo un frasco de aceite de oliva. Entonces Eliseo dijo: —Ve y habla con tus vecinos y
pídeles prestados todos los frascos vacíos que tengan, todos los que puedas. Entra a tu casa y
cierra la puerta, que estén sólo tú y tus hijos adentro. Usa el frasco de aceite y llena cada frasco
vacío, uno tras otro. Ella salió de hablar con Eliseo, entró a su casa y cerró la puerta, con sólo
ella y sus dos hijos adentro. Sus dos hijos le llevaban los frascos y ella los llenaba. Cuando todos
los frascos ya estaban llenos, ella le preguntó a su hijo: — ¿No quedan más frascos? Él le dijo:
—No hay más. Entonces el aceite dejó de fluir. Luego le contó al hombre de Dios lo que había
pasado, y Eliseo le dijo: —Ve, vende el aceite y paga tu deuda. Con lo que queda podrán
sostenerse tú y tus hijos.” (2 Reyes 4:1-7) (PDT)

En el caminar, de todo ser humano, surgen dificultades y aflicciones inesperadas, las deudas
son unas de ellas, y que afecta, aún a los cristianos. Sin embargo, a los hijos de Dios, Él ha
dejado Su Palabra, para que conozcamos, las causas de las deudas, para evitar caer, en ellas
(medicina preventiva), y también nos muestra, las soluciones (medicina curativa).

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 216


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La palabra deuda, se traduce, de la palabra hebrea, “nashah”, que significa: prestar dinero,
prestar en usura, acreedor, estafador, extorsionar, usurero, hacer usura. Y de las palabras
griegas; “daneion”, que se traduce deuda, y de “opheile”, que quiere decir; deuda, lo que se
debe, se refiere a cosas, que no precisamente son dinero. Existen diferentes tipos de deudas,
por ejemplo: el débito conyugal, la honra a los padres, respeto, etc. (ver Romanos 13:7).

Las deudas económicas, se dan por muchas causas, hacen mucho daño, a quien las tiene y
pueden llegar, a ser una forma, de esclavitud. Como en el caso, en donde algunos Israelitas,
estaban siendo esclavizados, por sus hermanos (ver Nehemías 5:4-11). Pero Dios, no nos ha
llamado, a esclavitud, sino a ser libres, por medio de Jesucristo (ver Romanos 13:8).

Las deudas vienen, por distintos motivos, una de ellas, es la falta de visión:

“…Mi esposo fue uno de tus siervos, y ahora está muerto. Tú sabes cómo honraba al SEÑOR.
¡Pero le debía dinero a un hombre que ahora viene a quitarme a mis dos hijos para que sean
sus esclavos” (2 Reyes 4:1) (PDT)

En este texto vemos, que quien adquirió la deuda, era un siervo del profeta, pero al morir,
dejó la deuda a su esposa, y a sus hijos. Esto nos enseña, que hay personas, que han sido
instruidos, en la Palabra de Dios, y pueden tener un ministerio, pero por falta de visión, hacen
cosas, que más tarde, pueden atarlo con deudas.

También las deudas, pueden venir, por una mala administración:

“»Cuando alguien va a construir una torre, se sienta primero a hacer un plan, ¿verdad? Tiene
que ver si tiene el dinero para hacer el trabajo.” (Lucas 14:28) (PDT)

Una causa muy común, por la cual, las personas caen en deudas, es por no tomar, las
decisiones adecuadas, y no pedir consejo, para manejar los bienes materiales, que Dios les ha
dado. Porque emprenden negocios, compras, construcciones, etc., y no se ponen a calcular, sí
sus ingresos, serán suficientes, para cubrir, el valor de la deuda.

Pueden llegar, por nuestros ancestros:

“… ¡Pero le debía dinero a un hombre que ahora viene a quitarme a mis dos hijos para que sean
sus esclavos” (2 Reyes 4:1) (PDT)

En este pasaje vemos, que los que tienen que pagar, la consecuencia de las deudas, son los
hijos, esto es figura, de que por ancestros, se pueden venir problemas de deudas, así como de
escasez económica. Pero es el caso, en que los padres vivieron endeudados, y ahora los hijos
también, viven con los mismos problemas, porque heredaron, la vana manera de vivir, de sus
padres (ver 1 Pedro 1:18).

Las deudas también, vienen por causa del devorador. Hay deudas que llegan, porque se ha
dejado, entrar al devorador (ojo, que no menciono el diezmo, sino las ofrendas. Este tema, lo
voy a profundizar, a continuación). Muchos no siembran y se comen, hasta las semillas, y esto
no permite, que salga de las deudas, y como consecuencia, que tampoco venga la prosperidad:

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 217


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“Ahora pues, dice el SEÑOR Todopoderoso: «Piensen bien lo que están haciendo. Ustedes
siembran mucho pero es poco lo que cosechan, comen pero no quedan satisfechos, beben pero
no les alcanza para saciarse, se visten pero no lo suficiente para abrigarse. Ganan dinero pero
se les va como si tuvieran roto el bolsillo».” (Hageo 1:5-6) (PDT)

Las deudas, también vienen, por el engaño, de las riquezas:

“pero las preocupaciones de esta vida, el engaño de las riquezas y los deseos de tener cosas
ahogan el mensaje y se vuelven estériles.” (Marcos 4:19) (PDT)

Porque las personas, quieren obtener cosas, que sus ingresos, no se lo permiten. Porque
desean tener, lo que tienen otras personas, y posiblemente, no han sido prosperadas, en lo
económico. Empiezan a endeudarse y cuando, se dan cuenta, tienen cosas, que ya no pueden
pagar, como el caso, de las tarjetas de crédito.

Y aunque usted no lo crea, las deudas también vienen, por el robo religioso. En muchos lugares
(no en todos), hay personas, que se hacen pastores, solo para robar dinero, a los creyentes, y
abusan de la buena generosidad, de los hermanos, pidiéndoles dinero para; pactos, siembras,
primicias, votos, decretos, dádivas, obra social, limosnas, evangelismo, trajes para las
bailarinas, cooperativas, semillas de fe, pro-templo, pro-sillas, pro-arreglos, donaciones,
cumpleaños del pastor, cirugía para la pastoras, etc. Te quitan todo tu dinero, cuando lo único
que debes dar, es la “ofrenda” voluntaria, para la obra del señor.

Las deudas vienen, para humillarnos:

“Podrás comer todo lo que quieras y construirás buenas casas y vivirás en ellas. Tu ganado y
rebaños se multiplicarán, tu oro y plata aumentarán, y todo lo que tienes se multiplicará.
Cuando eso ocurra, ten cuidado de no volverte orgulloso y olvidar al SEÑOR tu Dios que te sacó
de la tierra de Egipto, un lugar de esclavitud. Él es quien te guió en este desierto grande y
terrible, lleno de serpientes y escorpiones venenosos; una tierra seca donde no había agua. Él
es quien hizo salir agua de la roca sólida para ti. Él es quien te alimentó con maná en el
desierto, maná que tus antepasados no conocieron. Lo hizo para humillarte y ponerte a prueba,
y al final prosperarte. Ten cuidado de no decirte a ti mismo: “Mi fuerza y mi propio poder han
obtenido esta riqueza para mí”. Más bien recuerda al SEÑOR tu Dios, porque él es quien te da
el poder para obtener riqueza, cumpliendo así como lo está haciendo hoy, el pacto que les
prometió a tus antepasados.” (Deuteronomio 8:12-18) (PDT)

A veces Dios permite, que pasemos tratos especiales, para que se haga evidente, lo que está
escondido, en nuestro corazón, y que dejemos la autosuficiencia, sabiendo que solo, por
medio de Él, podemos ser liberados, de las deudas.

Las deudas vienen, para formar nuestro carácter:

“Jesús subió a la barca y sus seguidores lo acompañaron. Entonces se desató una gran
tormenta y las olas estaban cubriendo la barca, pero Jesús estaba durmiendo. Entonces los
seguidores se acercaron, lo despertaron y le dijeron: — ¡Señor, sálvanos! ¡Nos estamos
ahogando! Él les dijo: — ¿Por qué son tan cobardes, hombres de poca fe? Jesús se levantó y
regaño a los vientos y al mar; y todo quedó en gran calma.” (Mateo 8:23-26) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 218


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Dios nos deja pasar dificultades, para que aprendamos, a enfrentarlas, para que dejemos, de
seguir escapando de ellas, y no olvidarnos, de nuestras responsabilidades.

También vienen, para que seamos agradecidos y misericordiosos:

“El compañero se postró delante de él y le rogó: “Por favor, ten un poco de paciencia conmigo,
yo te voy a pagar todo lo que te debo”. Pero el primer siervo no quiso perdonarle la deuda y
mandó echarlo a la cárcel hasta que pagara lo que le debía.” (Mateo 18:29-30) (PDT)

A veces los problemas, de las deudas, vienen para que aprendamos, a ser agradecidos con
Dios, por ayudarnos a salir de ellas. Y que aprendamos, a ser misericordiosos, con aquellos,
que se encuentran, en la misma situación.

Si quiere salir de las deudas, deberá clamar a Dios. Antes de tomar, cualquier decisión, o hacer
cualquier cosa, debemos clamar a Dios, para que nos dé, la salida del problema. Y a la vez,
debemos reconocer, nuestra condición de deudores. Debemos pedir consejo, pedir ayuda
ministerial, es importante, para tomar decisiones, lo cual significa muchas veces, humillación a
nuestra carne, pero es importante, para que al tomar, una decisión, no caigamos en mayores
deudas, por falta de sabiduría.

Pero también, tenga cuidado, en donde pida consejo, no le valla a pedir consejo, a un pastor, o
ministro, que también esté pasando, por deudas. Muchas veces, hay personas sin escrúpulos,
que le dirán, que siga pidiendo préstamos, para cubrir la deuda (solo con la intención, de que
le diezme, de ese beneficio).

Afronte su deuda, por muy grande que sea, la deuda, debemos de ser responsables, con el
compromiso que adquirimos, explicando la causa, por la cual, no hemos podido pagar,
debemos dar buen testimonio. Al afrontar, nuestra responsabilidad, puede ser que Dios, haga
un milagro (ver mateo 18:23-27).

Analice lo que tiene. Tenemos que analizar, con que bienes, recursos materiales o humanos
contamos, y empezar a trabajar, con diligencia con eso; y podremos ver, en nuestra vida, el
milagro de la multiplicación, como lo hizo el Señor, cuando dio de comer, a cinco mil personas,
y luego a cuatro mil.

Debe tomar decisiones. Muchas veces, lo que se necesita, para salir de una deuda, es tomar la
decisión, de empezar a trabajar, para salir de ella, no dejando que nuestra mente, quede
obstruida, a causa, de lo que puede pasarnos, sino que tomando la decisión, de pagar.

Debemos empezar a trabajar:

“…—Ve y habla con tus vecinos y pídeles prestados todos los frascos vacíos que tengan, todos
los que puedas.” (2 Reyes 4:3) (PDT)

Eso nos deja ver, que la viuda, tenía que trabajar, para conseguir las vasijas. Lo que nos
enseña, que después, de haber clamado al Señor, de haber pedido consejo, haber afrontado el
problema, de analizar lo que tenemos y haber, tomado la decisión, debemos trabajar
diligentemente, porque de lo contrario, no se solventará el problema.

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Tal vez, ya esté buscando trabajo, y aun no encuentra. Solo le basta, seguir clamando al Señor,
Él es el único, que puede abrir y cerrar puertas.

Comuníquele la situación, al resto de la familia, haciéndolos conscientes, de la condición


económica, en la que nos encontramos, para trabajar en equipo y pagar la deuda. También
para, economizar los gastos, gastando solamente lo necesario.

Tenga fe, La sierva obedeció, lo que el profeta le dijo, sin usar su razonamiento humano, y
creyó, que las vasijas serían llenas.

“…entró a su casa y cerró la puerta, con sólo ella y sus dos hijos adentro. Sus dos hijos le
llevaban los frascos y ella los llenaba.” (2 reyes 4:5) (PDT)

Pida la unción de Dios, para trabajar. Cuando la mujer consiguió los frascos. Dios le multiplico
el aceite, el aceite es figura de la unción. Esto nos enseña, que debemos de pedir unción, para
trabajar, buscando la excelencia, en lo que hacemos, como José, que no importando, como
empezaba en un trabajo, pero como lo hacía con unción, Dios siempre lo exaltaba
(ver Génesis 41).

“Cuando todos los frascos ya estaban llenos, ella le preguntó a su hijo: — ¿No quedan más
frascos? Él le dijo: —No hay más. Entonces el aceite dejó de fluir.” (2 Reyes 4:6) (PDT)

Una vez, que se han seguido, las instrucciones de Dios y hemos dado, nuestro máximo
esfuerzo, debemos de entrar, en el reposo de Dios, porque solamente, con la ayuda de Dios,
podremos salir del problema. Repose, no se sumerja en la angustia, eso lo puede enfermar.
Confíe en Dios (ver Marcos 6:39).

Una vez que Dios, nos ha prosperado, debemos pagar las deudas, y no hacer nuevos gastos,
que nuevamente, traerán deudas. Sino que pagar, a quien le debemos, y aprender a vivir, con
el resto de la bendición.

“…—Ve, vende el aceite y paga tu deuda. Con lo que queda podrán sostenerse tú y tus hijos.”
(2 Reyes 4:7) (PDT)

No se olvide de sus ofrendas. Quizás muchos pastores, le dirán, que usted debe diezmar, para
salir de las deudas, eso es mentira. Si usted comienza a diezmar, de lo que no tiene, se va a
endeudar más. Lo que tiene que hacer, es ofrendar, pero no necesariamente, ahora que usted
no tiene, sino cuando pueda, Dios lo entiende.

Todo cristiano, debe ofrendar voluntariamente, según lo que Dios, le haya prosperado, no con
tristeza ni por necesidad. Dios sabe lo que tienes y lo que no tienes, solo propóntelo, no des
con tristeza, si no tienes, no des. Si estás pasando una mala situación económica, y tu fe es
muy débil, no lo des con tristeza, nadie te obliga, no te sientas mal. Tampoco lo hagas, por
necesidad, porque no tienes nada. Y si el predicador te dijo, que des, lo poco que tienes, y se
te multiplicara, no lo hagas, porque no lo harás, por adorar o por bendecir, lo harás por
necesidad, y a Dios no le gusta eso. Debes dar alegremente, cuando hayas sido prosperado,
cuando veas frutos, dad alegre, porque Dios te ha bendecido.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 220


221

Entiendo, que lo que estoy escribiendo, para usted, que lleva años, en la religión, es un poco
confuso. Y no lo juzgo, pero mi deber, es ser Bíblico, y hablar con la verdad, sin sacar de
contexto la Palabra de Dios, sin agregar ni quitar. Por este motivo, voy a profundizar este
tema. Par que se pueda entender bien, en su totalidad.

a) ¿Ofrenda o Diezmo?

Hablar del diezmo, se ha convertido, en un tema muy controversial, en la Iglesia Cristiana,


conversar de diezmo, hoy en día, con algunos pastores evangélicos, es como hablar, acerca de
la virgen María, con un Católico. Para quién tenga su postura definida, nada le hará cambiar,
de opinión, y de hecho, quizás en este mismo momento, usted dejará de leer, este libro, o
pasar al siguiente tema.

Porque piensa, que su propia opinión, es la valida, y se construirá un muro doctrinal, que ni
siquiera, a Dios mismo, usted dejará entrar, esto es religiosidad. Y además, también puede
tener miedo, a lo que Dios, en Su Palabra diga al respecto, porque puede destruir, su fuente de
ingresos, y su conciencia no quedará limpia, por eso, preferirá no seguir.

La doctrina impuesta, por nuestros padres, es muy poco clara, por eso necesitamos, estudiar la
Biblia nuevamente, sin ningún óptico denominacional, que interprete las Escrituras, a su propia
conveniencia. Debemos ser parciales y objetivos, en el mensaje, de las sendas antiguas, y en el
marco histórico, en el cual han ocurrido verdaderamente. Sin quitar ni agregar, una tilde, a los
Escritos, y leyendo todo, en su completo contexto. Solo así podremos, encontrar la verdadera
enseñanza, sobre el diezmo y las ofrendas.

Lo primero que debemos entender, es que Dios, ama al dador alegre. Dios ama, a todos los
que se despojan, y abandonan el egoísmo:

“…Dios ama a los que dan con alegría.” (2 corintios 9:7) (PDT)

Dios no ama, a aquellos, que siempre, están contantemente criticando, de todo lo que se hace,
con el dinero. Y no aportan en nada, a la obra del Señor. Son egoístas, y muy tacaños. Son
egocéntricos y siempre, se ayudan a sí mismos, nunca están conformes, y si tienen que dar,
dan solo, lo que les sobra. Piensan que por ayudar, se les considera a ellos mismos, como
personas ingenuas, y que se aprovechan de ellas (a veces puede ser así, pero no siempre, en
muchas Iglesias, aún hay pastores honestos). Son personas peores, que los incrédulos,
recordemos lo que dice, la Palabra de Dios:

“No guarden tesoros para ustedes aquí en la tierra, donde la polilla y el óxido los dañarán, y
donde los ladrones entran a robárselos. Más bien, guarden tesoros para ustedes en el cielo
donde ni la polilla ni el óxido los dañarán y donde los ladrones no pueden entrar a robárselos.
Pues donde esté tu tesoro, allí estará tu corazón.” (Mateo 6:19-21) (PDT)

Si el hombre, tiene demasiado enfocado su corazón, en el dinero, eso nos dice claramente, que
ahí está su tesoro. Y esa es la causa y la razón, de su mezquindad, y de su corazón avaro o de

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 221


222

su corazón codicioso. La Iglesia, si debe abrir sus bolsillos, ella debe “ofrendar”. El Apóstol
Pablo, nos dejó este modelo, a seguir:

“Por eso me pareció necesario pedirles a los hermanos que fueran a verlos para que antes de
que lleguemos se aseguraran de tener lista la ofrenda que prometieron. Eso hará que sea una
ofrenda hecha voluntariamente y no por obligación. Recuerden esto: el que siembra poco,
cosecha poco, pero el que siembra mucho, cosecha mucho. Cada uno debe dar lo que en su
corazón ha decidido dar y no lo haga con tristeza ni por obligación. Dios ama a los que dan con
alegría. Dios tiene el poder de darles más bendiciones de las que necesitan para que siempre
tengan lo suficiente para ustedes y también para que puedan ayudar generosamente a toda
buena causa. Así como está escrito: «El justo siembra sus bienes, da a los pobres. Nunca deja
de hacer lo que es justo». Dios es quien da la semilla al que siembra y el pan al que se
alimenta. De igual manera, les dará a ustedes muchas semillas y las hará crecer para hacer una
gran cosecha de justicia de ustedes. Ustedes tendrán toda clase de riquezas para que puedan
ser generosos. La ofrenda que ustedes envíen con nosotros, motivará a muchos a dar gracias a
Dios. Ustedes no sólo están supliendo las necesidades del pueblo de Dios, sino que también
están sirviéndole a él. La ayuda que ustedes ofrezcan servirá para que muchos le den gracias a
Dios. Muchos alabarán a Dios porque se darán cuenta de que ustedes obedecen las buenas
noticias que anuncian sobre Cristo. Ellos verán que ustedes comparten generosamente lo que
tienen con ellos y con los demás. Ellos orarán por ustedes y desearán verlos gracias al
superabundante generoso amor de Dios hacia ustedes. ¡No tenemos palabras para agradecer a
Dios por el regalo de su generoso amor!” (2 Corintios 9:5-15) (PDT)

Pablo nos dejó este modelo, de como nosotros, debemos dar, de cómo debemos abrir
nuestras manos, de cómo debemos ofrendar. Lo primero que podemos ver, es que cuando
usted ofrenda, esta debe ser preparada, con antelación. Lo que usted valla a dar, no debe salir
de improviso, usted no puede tomar, lo primero que agarró, ni los despojos que le sobran.
Usted debe dar, con su mano derecha, sin que se entere, su mano izquierda. Eso no significa,
que usted dé, un botón de ropa, o una moneda antigua, mientras no lo ven. Usted debe estar
preparado, a la hora de ofrendar. Es un acto de adoración.

Lo segundo, es que la ofrenda, debe ser “voluntaria” y no por “obligación”. La ofrenda es algo,
que primero, debe salir de usted, es algo que Dios puso, en usted, y usted lo sintió. La ofrenda
no puede salir, porque alguien lo manipuló, o lo convenció. Nadie lo puede obligar a usted, ni
con amenazas, ni con premios. La ofrenda, nunca debe ser impuesta, nunca debe ser obligada
a dar. Debemos ser generosos, y no esperar a que nos exijan.

También debemos saber, las leyes espirituales, y acá hay, una muy importante, la ley de la
siembra; “El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra
generosamente, generosamente también segará”. Esta no es una manipulación, del falso
evangelio de la prosperidad, esto lo dice la Palabra de Dios.

Y no se está refiriendo, a la siembra, de la palabra de Dios. En este caso, Pablo está hablando
de la ofrenda. Dios lo bendice, porque conoce su generoso corazón. Es ahí en donde usted,
disfruta de los frutos, pero recuerde, que el fruto también trae semillas. Y esas semillas, usted
debe plantarlas, para que salgan nuevos árboles, que darán más frutos. Pero si usted, se come
la semilla, no reclame después, si no es prosperado, Dios ya lo bendijo, sea generoso.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 222


223

Todo cristiano, debe ofrendar voluntariamente, según Dios le haya prosperado, no con tristeza
ni por necesidad. Hay hermanos, con recursos amplios, que pueden dar, mucho más del 10%, o
20%. Mientras que quizás, para un hermano pobre, quizás dar más del 5%, podría significar,
negarles a sus hijos, el alimento. Lo cual, no le exime de ofrendar, “según sus posibilidades”.

La ofrenda en Pablo, en este caso, fue para los necesitados, y así es, como debe continuar. La
ofrenda, es el medio, para sostener la obra del Señor (pues eso no lo hará, el gobierno, el
alcalde, o la junta de vecinos). El sostenimiento, lo debe dar, la misma Iglesia, pero si se habla
de dar, según uno haya prosperado. No porque Dios necesite dinero, sino porque, los que
están sirviendo, en el establecimiento, del reino de Dios, son seres humanos, que tienen
necesidades, como cualquier otro ser humano, en la tierra; además de los gastos, en los que se
incurre, cuando se tiene un templo (para reunirnos), que van, desde las boletas de agua y luz,
arriendo de equipos, construcción, etc.

Es cierto, que la Iglesia, no es el templo de piedra, pero es allí, en donde nos reunimos.
Muchos dirán que la Iglesia, se debe reunir en casas, y es cierto, pero cuando el grupo
aumenta, se necesita un lugar más grande, y éste necesita mantención. Si enviamos a algunos
misioneros, a la jungla o al desierto, debemos de ayudarlos, ellos se están entregando, por
Jesús. Las misiones se hacen, con los pies, de los que van, las rodillas, de los que oran, y las
manos, de los que dan.

Ciertamente, los pastores deben trabajar secularmente, mientras puedan tener el tiempo.
Pero una vez, que la membresía crece, el pastor, debe dar más tiempo, a las ovejas, y muchas
veces, el pastor, debe abandonar su trabajo secular, para atender a los hermanos. Entonces los
hermanos quedan bendecidos, y ¿el pastor sin sustento?, pero ¿qué dice la Biblia?

“Que los ancianos líderes que dirigen bien la iglesia reciban doble honor, sobre todo los que
trabajan mucho anunciando el mensaje y enseñando. Pues así dice la Escritura: «No le pongas
bozal al buey cuando trilla». También dice: «Los que trabajan merecen recibir su sustento».”
(1 Timoteo 5:17-18) (PDT)

Un pastor verdadero, no anda casa por casa, buscando su sustento, él vive por fe. Él debe
esperar en Dios, y el Señor lo va a sustentar, moviendo a algunos hermanos, para que puedan
ofrendar. Todo es voluntario. Quizás muchos lo podrán ayudar, con su 10% de ingresos, y en
su ignorancia, o en lo que ya aprendió, le podrán llamar diezmo, a esa ayuda. ¿Es malo llamar
esa ayuda, de esa forma?

“…Es mejor no hacer nada que haga debilitar la fe de tu hermano. Tus creencias sobre estas
cosas deben ser un secreto entre Dios y tú. Afortunado el que puede hacer lo que cree que es
correcto sin sentirse culpable. Pero el que come algo dudando que esté bien comerlo, se
condena a sí mismo porque va contra sus creencias. Así que todo lo que hagas contra tus
creencias es pecado.” (Romanos 14: 21-23) (PDT)

El hermano puede llamar, como quiera a su ayuda, sin olvidar, que el fondo, de lo que hace, es
una ofrenda voluntaria. Quizás este acostumbrado a llamarle: “diezmo”, y es parte de su
creencia, que de esta manera, él ofrenda. ¿Lo haremos dudar, para que se condene, así
mismo?, ¿debemos debilitar su fe?

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 223


224

Si él quiere dar un 10%, es de acuerdo, a la medida de su fe, nada le impide hacerlo. Usted
puede ofrendar, lo que quiera, puede ser un 5%, un 1%, o un 15%, eso no tiene relevancia.
Incluso usted, debería dar el 100%, solo por agradecimiento, si usted, ha entregado su vida
entera a Dios, esta entrega no limita, “sus” posesiones materiales (ver Hechos 4). Esta es una
entrega total al Señor. Pero voluntaria.

El principio, del nuevo pacto, sobre la dádiva, por el que usted y yo, debemos regir nuestras
vidas, no se deriva, de algún por ciento “obligatorio”. La dádiva del nuevo pacto, nace del
corazón, y se determina personalmente. Eso implica, que todo cristiano, debe “ofrendar”, en
su Iglesia local, según Dios le haya prosperado, como un acto voluntario, como lo hicieron
Abraham y Jacob; pero obviamente, por los motivos correctos, no como si existiera una ley o
una imposición puesta, como si fuera del Señor, para la Iglesia.

Como no existe, una cantidad asignada, podemos dar el porcentaje, que queramos, esto puede
ser más del 10%, o menos del 10%, pero nunca motivando o justificando, un mal manejo del
dinero, que Dios, me permite ganar. En última instancia, el objetivo principal, de mi vida, si soy
cristiano, debería ser contribuir generosamente, con alegría y gratitud, para la obra de Dios.

Lamentablemente, muchos ladrones y muchos ignorantes, han distorsionado, la Palabra de


Dios. Y han usado el viejo “diezmo”, como una ofrenda obligatoria, para mantener, en forma
holgazana, a muchos vividores. Cuando la Biblia dice, que los diezmos, eran “según la ley”
(ver Hebreos 7:5), y el fin de la ley, es Cristo (ver Romanos 10:4).

Estos Pastores o hermanos, dicen que el diezmo, es una obligación, dar el 10%, de todos tus
ingresos. Dicen que es una ley espiritual y material, que tiene que dar usted, una vez que se
une en la congregación, y al cuerpo de Cristo. Dicen que el diezmo, es para Dios, pero lo
reciben ellos. Y una vez, que diezmas con ellos, recibirás la bendición de Dios y la
multiplicación de tus bienes. Pero si no das, tus diezmos al pastor, entonces eres un ladrón y
las maldiciones, caerán sobre ti. Basándose en Malaquías 3:10 (texto que estudiaremos más
adelante).

Muchos creyentes, diezman al pastor, por recompensarlo, por un buen sermón, otros en
cambio, lo hacen, para mantener una cierta posición, dentro de la iglesia. Y así mismo, toman
liderazgos, e incluso, influyen grandemente, sobre las decisiones, de la membrecía. Solamente
por dar diezmos, más elevados que otros, aquel diezmo apetitoso, para el pastor, les da
jerarquía. Otros diezman, para que Dios, les devuelva su dinero, pensando en Dios, como una
cuenta de ahorro, que si diezman, el Señor debe devolverles con intereses. Pero la mayor
parte, lo hacen porque son manipulados, por obligación y miedo, a que las maldiciones,
lleguen a ellos.

Esto ha llevado a multitudes, a abandonar la Iglesia de Cristo. Esto ha sido, una piedra de
tropiezo muy grande, por la cual estos hombres, un día, deberán dar cuenta, ante nuestro
Señor. Al nuevo creyente le dijeron: “solo acepta a Jesús”, pero lo llenaron de cargas, le
sacaron dinero, hasta exprimirlo; pactos, sacrificios, gedeones, siembras, venta de empanadas,
venta de pollos, primicias, el famoso diezmo, etc. Y luego escuchan, a Jesucristo diciendo:

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 224


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“…Pobres de ustedes también,…, porque cargan a la gente con reglas más difíciles de lo que
ellos pueden cumplir. ¡Y ustedes ni siquiera mueven un dedo para mitigar la carga!”
(Lucas 11:46) (PDT)

Uno de estos explotados, que abandonó la Iglesia, por causa de estos abusivos. Reflexionaba, y
se lamentaba, de la siguiente manera:

“Si diera mi diezmo, hoy nadie estaría preguntándome, porque no me congrego. Si diera mi
diezmo, cualquier congregación me aceptaría. Si diera mi diezmo, no me expulsarían jamás, de
la Iglesia, no me aislarían. Mis hermanos se preocuparían por mí, no me borrarían del
Facebook, por orden del pastor. Si diera mi diezmo, tendría un pastor, que estuviera a mi lado,
todo el tiempo. Si diera mi diezmo, tendría una cierta posición, dentro de la iglesia; sería un
líder, un diacono, serviría la santa cena, enseñaría en la escuela dominical. Podría evangelizar,
para que más diezmadores, llegaran a la iglesia. Y si es que mi diezmo, fuera más alto, que los
diezmos, de otros hermanos, entonces tendría derecho, a predicar desde el púlpito (aunque
no esté capacitado, para eso). Tendría voz, en la toma de decisiones de la membresía, tendría
jerarquía, podría ejercer autoridad. Y aunque no sepa nada, de la Biblia, ni me comportara
como un verdadero cristiano, tendría siempre mi buena posición, sobre otros, y el pastor no
podría reprenderme jamás.

Si diera mi diezmo, el pastor no me llamaría nunca; ladrón. No me diría, que Dios me


maldecirá, no me diría, que nunca voy a prosperar. Si diera mi diezmo, ningún pastor me
intimaría, ni abusaría espiritualmente de mí. No se enojaría conmigo, porque yo sustente y
cuide a mi familia, con “sus diezmos”. Si diera mi diezmo, no estaría perdiendo mi salvación,
como dice el pastor. No sería un rebelde, ni un peligro para mis hermanos, como él dice. Si yo
diera mi diezmo, no me cortarían nunca la ilusión, de que los cielos se abren para mí, no
despertarían mi ambición, diciendo que si diezmo más, recibiré más. Si diera mi diezmo, no
estaría obligado a hacerlo.

Si diera mi diezmo, pero… si diera mi diezmo, entonces no sabría, qué sería de mí. Si diera mi
diezmo, entonces me estaría, mintiendo a mí mismo, no tendría mi conciencia tranquila, mi fe
se volvería, al amor al dinero. Si diera mi diezmo, entonces no reconocería, la eficacia de la
Sangre de Cristo, la muerte de Jesucristo, sería en vano. Si diera mi diezmo, entonces si estaría
maldecido, por seguir las obras de la ley. La ley de un viejo pacto, débil, inútil, imperfecto, bajo
maldición, que tenía que desaparecer, y que ha sido cancelado, con la muerte de Jesucristo, en
la cruz, y la llegada del Espíritu Santo, en el día de Pentecostés. Si diera mi diezmo, entonces
habría caído, en una gran estafa, ya que el diezmo antiguo, y para Israel, nunca fue dinero, era
en alimento. Porque ni Jesús mismo, ni sus apóstoles, ni los reformadores, ninguno de ellos
pidió el diezmo. Porque Jesús, les dijo a los fariseos, que el diezmo “era necesario hacerlo”,
pero ya no.

Si diera mi diezmo, entonces no podría “ofrendar”, como bíblicamente, si es correcto para la


obra de Dios. Ofrendas de amor, según haya prosperado, y como lo proponga en mi corazón,
sin base, ni topes, ni manipulaciones. Si diera mi diezmo, no podría ofrendar libremente,
porque debo hacerlo sin tristeza, ni por necesidad, porque Dios, ama al dador alegre. Y no hay
nada que temer, pues es Cristo mismo, el que llama y coloca en Su Iglesia.”

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 225


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Muchos pastores intimidan, y abusan espiritualmente, de las ovejas del Señor. Con conceptos
tales como; “si no diezmas, eres un ladrón y Dios, no te prosperará, o que Dios te maldecirá”.
Solo demuestran la codicia, sobre los bienes y los recursos, de los hijos de Dios. He visto
personalmente, iglesias, que sobreponen y enfatizan más, la enseñanza del diezmo, por sobre
la doctrina de la salvación. En los lugares de oración, en vez de tener colgados, en sus muros,
textos de la salvación, solo tienen textos bíblicos, que hablan sobre proteger, ayudar a los
pastores, y las contribuciones monetarias, hacia ellos. Cuando el centro de la Iglesia, es Cristo,
y no ellos.

Hace unos años atrás, un pastor me dijo, que si no diezmaba, iba a perder la salvación. Como
es eso, le pregunte, él me contestó: “si no diezmas, estas desobedeciendo, el mandamiento de
Dios, y por eso perderás tu salvación, porque el primer desobediente, es satanás”. Quedé
atónito, y más aún te dicen, que eres “rebelde”, porque no quieres seguir, lo que ellos te
enseñan. Y si tú quieres abrir los ojos, de los ciegos. Te reprenden, porque no te sometes a los
hombres. Pero es mejor obedecer a Dios, con la libertad por la cual, el pagó con su preciosa
Sangre.

Una vez, en un país lejano, (porque esto, no ocurre en Chile), en el aeropuerto de aquella
ciudad, había un hermano en Cristo, que esperaba la llegada, de un reconocido pastor, que
realizaba una gira misionera, por la región. El hermano se encontraba estacionado, con su
automóvil, recién limpiado y hermoseado, para llevar al pastor, hasta el templo de la
congregación.

Una vez, que el pastor, se bajó del avión. El hermano corrió a recibirlo y a saludarlo, con
mucho amor, le dice; “Pastor, que gusto en conocerlo, es una bendición tenerlo, en nuestra
nación, pero por favor, permítame llevar sus maletas”. A lo cual, el pastor respondió; “¿Usted
diezma? No, respondió el hermano. Entonces el pastor, con voz autoritaria y represiva, le
contesta; “Usted no puede llevar mi maletas, porque yo no confío en los ladrones…, si usted le
roba a Dios, también me puede robar a mí.”

Para el pastor, es normal hablar así, siempre se lo han enseñado, desde pequeño se le ha
adoctrinado, que el que no diezma, es un ladrón. Y él cómo pastor, es el representante legal,
de Dios en la tierra, por lo cual, todo el dinero para Dios, es para él. Es un derecho propio, que
está reclamando, e incluso, él puede ir, cada fin de mes, casa por casa, pidiendo lo que a él, se
le debe. Está en su mente, es su formación.

Él muchas veces, se molesta, porque la gente, no es agradecida de Dios. Porque según su


pensamiento, el hecho, que la gente sea agradecida, debe darle su parte, para él, deben de
bendecirlo a él. Piensa que la gente, debe llegar con sus primicias, siembras, pactos, votos,
dadivas, donaciones, etc. Y como la gente, muchas veces, no les da, lo que ellos piden,
entonces piensan, que la gente, es mal agradecida con Dios.

Y eso no es así. Recuerden que él piensa, que es el representante legal, de Dios en la tierra. No
estoy diciendo, que éste, es un hombre malo, estoy diciendo que este hombre, está
cometiendo el mismo error, que muchos también cometimos.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 226


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Imaginen como quedó, el pobre hermano, que venía con tanto amor, a buscar al pastor. Quizás
dejó de hacer, muchas tareas, que debía realizar. Quizás pidió permiso en el trabajo, para
tener el tiempo, para buscarle, en el aeropuerto. Quizás dejó a un familiar en el hospital, al
cual cuidaba, quizás estuvo toda la mañana, limpiando el automóvil, y pensando, en esa
poderosa Palabra que traería el ciervo. Quizás tuvo que pagar, un parte en la carretera.

Lo cierto, es que dejó mucho de su tiempo, para gastar, de su propio bolsillo, comprando la
bencina, para ese automóvil. Y muchas cosas más, para bendecir a aquel pastor. Pero el
hermano, sentía gratitud, estaba lleno de amor, estaba haciendo algo muy noble, estaba
siendo cortés, hospedador. Se estaba ofreciendo, para llevar las maletas del pastor, para que
él, no se cansara, y darle toda la comodidad y hospitalidad. ¿Cuándo se imaginó, que por hacer
tanto bien, lo iban a tratar de ladrón? Imaginen como quedó, su corazón, ¿es lo que Jesús
hubiera hecho?

Estos pastores afirman, que la ley, ya no es para este tiempo, a excepción del diezmo, porque
esta ley, sigue presente hoy. ¿Cómo?, ¿las leyes que les convienen, son solo para este tiempo?
Pero hay otros, que van más allá, los que te piden dinero para; pactos, siembras, primicias,
votos, decretos, dadivas, obra social, limosnas, trajes para las bailarinas, cooperativas, semillas
de fe, etc. Y te exprimen todo tu dinero, y el primer ministerio, que Dios te dio, que es tu
familia, los descuidaste. Y ahora tienes que pedir limosnas, por culpa de tu mala
administración, por darle todo tu dinero, a esos ladrones.

No pienses, que porque diezmas, pactas, o haces todas estas cosas, que acabo de mencionar,
Dios está obligado a bendecirte, y darte todo lo que necesites. Ya que muchas veces, el énfasis
se hace más, en las bendiciones, que en vivir una vida, que realmente agrade a Dios. No
importa cuánto usted, de a la obra de Dios, y por el contrario vive, como si fuera un
inconverso. No piense ni pretenda, que Dios lo va a bendecir, todo lo contrario, es muy
probable que Dios, mire con desagrado su ofrenda, como miró la ofrenda de Caín, que era del
maligno (ver 1 Juan 3:12; Hebreos 11:4)

Piense usted, ¿estará bien esta posición, de pedir diezmos obligatorios?, y eso que no he
mencionado, para nada, al falso “evangelio de la prosperidad”, o del canal enlace; “una señal
del infierno”. Tampoco he hablado, de los falsos pactos, con televangelistas, y toda esa cueva
de ladrones. He hablado de las iglesias, comunes y corrientes, que existen, e incluso de
algunas, que dicen predicar la sana doctrina. Pero dejando mi opinión de lado, veamos que
dicen, las Sagradas Escrituras:

Para entender este misterio, debemos escudriñar las Escrituras, con la guía del Espíritu Santo.
Y para comenzar, debemos viajar en el tiempo, y analizar, donde encontramos la primera vez,
que se menciona el diezmo. Pues todo comienza en Génesis, con la historia de Abraham, quien
vivió antes de Moisés (el cual, si recibió la ley, de manos de Dios, donde se puede apreciar, que
el diezmo, fue instituido, para la nación Hebrea). En el capítulo 14 de Génesis, se narra cómo
Abraham, rescata a su sobrino, y al final del combate, Abraham le dio, los diezmos de todo, a
Melquisedec, quien era el sacerdote, del Dios altísimo.

¿Fue dinero lo que diezmó, Abraham?, ¿fue el salario del mes, lo que diezmó? No nada de eso,
lo que diezmó Abraham, fue un botín de guerra. ¿Tienes tú, un botín de guerra, para diezmar?

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 227


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Y no fue, de sus propias riquezas, sino de las, del rey de Sodoma. Realmente hay muy poca
información, de quien fue Melquisedec, algunos dicen, que era un sacerdote pagano, pues en
ese entonces, no se conocía mucho sobre El Señor. Recuerden que Abraham, venia de la tierra
de UR, desde la Mesopotamia antigua. Es importante saber, que la palabra “diezmo”, usada en
Génesis, no hace referencia, a una ofrenda necesaria, a una ordenanza, o mandamiento divino,
todo lo contrario, hace un énfasis fuerte, en que es una dadiva “voluntaria”.

El concepto de diezmo, no era exclusivo, de los que creemos, en el Dios verdadero. Este
concepto, es algo más bien histórico, era una costumbre pagana, muy común de ese tiempo,
diezmar a alguna deidad. Y esto era una costumbre, en casi todas, las culturas antiguas, el
número diez, era el símbolo de entregar, todo cuanto tenían a ese “dios”.

Otros en cambio, afirman que era, una aparición de Jesucristo (una cristofania), debido a que
Melquisedec, era rey de Salem y sacerdote del Dios altísimo, por lo cual, tenía una doble
unción (unción que ni siquiera, el rey David pudo tener, y solo Jesús lo tiene). Hebreos, dice lo
siguiente sobre él:

“Entonces Abraham le dio la décima parte de todo lo que tenía. El nombre Melquisedec tiene
dos significados: «rey de justicia» y «rey de Salem», o sea «rey de paz». Nadie sabe de dónde
salió Melquisedec; no se sabe si tuvo papá y mamá, ni se sabe tampoco del principio ni del fin
de su vida. Con él sucede como con el Hijo de Dios: sigue siendo sacerdote para siempre.”
(Hebreos 7:2-3) (PDT)

Según todo el contexto, del capítulo catorce de Génesis, podemos ver, que el diezmo, que dio
Abraham, no fue impuesto, ni obligado a pagarlo, sino que lo dio “voluntariamente”. Pues
todavía, no existía una ley, que lo motivara u obligara a hacerlo, fue un acto totalmente
voluntario, que nació de su corazón. Es de notar, que después de esto, en ninguna parte del
Antiguo testamento, se vuelve a mencionar, que Abraham, volviera a dar el diezmo, otra vez.

La segunda vez, que tenemos registro en la Biblia, sobre el diezmo, es cuando Jacob, hace un
voto a Dios, y en ese voto, él se “compromete”, a darle el diezmo, de todo lo que Dios, le fuera
a dar. Recordemos que en este tiempo, aun no existe la ley Mosaica, por lo cual también, este
acto, fue totalmente “voluntario”. Sin embargo podemos notar, es que Jacob, estaba haciendo
sencillamente, lo que hacían los paganos, de aquella región. Lo que Jacob, estaba tratando de
hacer, era comprar, la bendición de Dios, para tener un viaje seguro. Su motivación, no era
sincera, y hoy en día, lamentablemente, podemos estar muy influenciados, por los mismos
motivos egoístas, que tuvo Jacob:

“Luego Jacob prometió: «Si Dios va a estar conmigo, me va a proteger en este viaje, me va a
dar comida, vestido y me va a traer sano y salvo de regreso a la casa de mi papá, entonces el
SEÑOR será mi Dios. Esta piedra que puse como recordatorio será casa de Dios y le daré a Dios
una décima parte de todo lo que él me dé».” (Génesis 28: 20-22)

Esto de tratar, de comprar la bendición, siempre ha existido, recuerden como la iglesia


católica, hace no mucho, vendían “indulgencias”, para que los pecadores, pudieran comprar,
con dinero y terrenos, sus pasajes directo al Cielo. Pero los evangélicos, no están tan lejos de
esta realidad, actualmente muchos venden la salvación, a través de “pactos”.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 228


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Así es, es lo mismo, solo le cambiamos el nombre, lo que antes se llamaba “indulgencia”, ahora
le llamamos “pactos”. A veces criticamos tanto, a los católicos, pero aún, no aprendemos de
los errores, que ellos cometieron.

Continuando en la historia Bíblica, ahora podemos ver, todo el apogeo del diezmo, entramos al
periodo de la ley. Tiempo, en que el pueblo hebreo, el pueblo de Dios, se establece en doce
tribus, de las cuales Dios mismo, eligió a una de ellas, para que se dedicara, al Sacerdocio de la
nación, y al servicio del tabernáculo. Y esto lo debían efectuar, desde los veinticinco años, y al
cumplir los cincuenta años, debían retirarse (ver Números 8:24-26), esta era la tribu, de Leví.

Los Levitas, fueron muy especiales, para Dios, tenían que ser distinto, a las demás tribus,
debían ser, una tribu consagrada, completamente al Señor. Por esta razón, el Dios Altísimo no
permitió, que los Levitas, poseyeran propiedades, ni manejaran el dinero, ni podían tener
herencias. De esta manera, la responsabilidad, de mantener y sustentar, a la tribu sacerdotal,
era de las otras, once tribus, todo el resto de la nación, debía dar el 10%, de todos sus
ingresos. De esta manera, nace la ley del diezmo, esto era “obligatorio”, para todos los
Israelitas.

Un punto muy importante, a resaltar aquí, es que el diezmo, no era dinero, era en especies
(ver Levítico 27:30). En su gran sabiduría, quizás el Señor, para evitar corrupción, dentro de su
pueblo Israel, ordenó que siempre, el diezmo, fuera entregado en productos: trigo, vino,
aceite, animales, etc. Todo lo cual, era guardado en el “alfolí”, que era una gran pieza, que
estaba en el templo, y que servía de bodega, para guardar el diezmo.

Que benditos seriamos, si siguiéramos esta gran sabiduría, cuanta corrupción, dentro de la
Iglesia se evitaría. Quizás hay un religioso, que en este momento, esté pensando, que el
dinero, en esos tiempos no existía, y que como ahora, estamos en otro tiempo, todo se debe
hacer con dinero. Pues mi querido hermano, está muy equivocado, en los tiempos de
Abraham, ya existía el dinero; el compró con dinero, la tumba de su esposa, además en
muchas partes, en muchos pasajes, del antiguo testamento, señalan que los trabajadores,
recibían “un denario”, como salario, por cada día de trabajo. En la ley, en los días de Moisés,
Dios había ordenado, que no se retuviera, el salario del jornalero, hasta el día siguiente, debía
ser cancelado, diariamente (ver Levítico 19:13).

Ahora estudiemos, el famoso pasaje bíblico, que tanto aman, los defensores del diezmo, para
hoy en día:

“¿Acaso puede el ser humano robar a Dios? ¡Pues ustedes me están robando! Y todavía
preguntan: “¿En qué le hemos robado?” ¡En los diezmos y en las ofrendas! La nación entera
me está robando y por eso cae una maldición sobre todos ustedes». El SEÑOR Todopoderoso
dice: «Traigan todos los diezmos al granero del templo y así habrá alimentos en mi casa.
Pónganme a prueba en esto y vean si no abro las ventanas del cielo para derramar sobre
ustedes una lluvia de bendiciones hasta que les sobre de todo. Alejaré las plagas de sus campos
para que no destruyan sus cultivos y para que sus viñas produzcan fruto». Lo dice el SEÑOR
Todopoderoso.” (Malaquías 3:8-11) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 229


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Lo primero que llama la atención, en este texto, está en el versículo 9; “La nación entera me
está robando”. ¿Está hablando de la nación, o de las naciones?, si esta Palabra, no es para la
naciones, ¿Por qué los gentiles, quieren tomarla para ellos? Claramente Dios, le está hablando
a la nación, y esa nación es Israel, no es para usted, no hay duda.

Para saber, porque Dios, trata de ladrones, a los Israelitas, porque no querían diezmar,
debemos leer, y ver, el contexto completo, de cómo fueron los acontecimientos; Había un
sacerdote llamado Eliasib, quien era el jefe del alfolí, del templo, quien en vez, de tener
ordenado el almacén, hospedó ahí a su pariente Tobías. El cuarto usado, para los diezmos, lo
utilizaron como habitación, este sacerdote estaba pecando, por estar utilizando, el lugar
Sagrado para Dios, en una habitación para su pariente. Por esta razón, el pueblo no diezmaba,
porque el alfolí, no estaba disponible, porque lo estaban usando, en otra cosa, que no era la
correcta (ver Nehemías 13).

Acaso ¿no pasa hoy en día, lo mismo?, cuando el pueblo, está mirando, lo que ellos están
ofrendando, para la Iglesia. Y algunos pastores, utilizan esos recursos, para cosas, que no son
lo correcto. Cuando el pastor utiliza, el dinero que se entregó, para la Iglesia, y la obra del
señor, en otras cosas, que no eran para esos fines. Y que por causa de este pecado, nunca
prosperan.

Esto también lo podemos ver, en la historia, del Sumo Sacerdote y Juez de Israel, llamado Elí.
Cuenta la biblia, que tenía dos hijos; Ofni y Finees, por cuya conducta, se les nombra como
hijos de Belial. Quienes tomaban para sí mismos, las ofrendas, que traía el pueblo, todo lo que
se daba, para el templo, era consumido, por los hijos del sacerdote (no ocurre lo mismo hoy,
en día, cuando el pueblo, trae sus ofrendas para la Iglesia, y los hijos, “mayores de edad”, de
los pastores, que muchas veces, ni siquiera son cristianos, ni van a la Iglesia, se consumen todo
para ellos, y viven a costillas, de sus padres y de la Iglesia). Luego vemos, como un varón de
Dios, vino a reprender, en el nombre de Dios, a Elí:

“Entonces ¿por qué miras con desprecio mis sacrificios y ofrendas? Honras a tus hijos más que
a mí. Engordas con lo mejor de la carne siendo que el pueblo de Israel me ofrece esa carne a
mí”. »El SEÑOR Dios de Israel prometió que la familia de tu papá le serviría por siempre, pero
ahora el SEÑOR dice: “¡Eso nunca! Honraré al pueblo que me honra a mí, pero al que se niegue
a respetarme, le va a ir mal.” (1 Samuel 2:29-30) (PDT)

¿Qué es lo que pasa?, pues es lo mismo, la gente se molestaría y dejaría, de aportar a la Iglesia,
lo mismo sucedió, en el antiguo templo, del Señor. Y al no diezmar el pueblo, le estaban
robando al Señor, por culpa del sacerdote. Así que esa reprimenda, esa maldición, que
profetiza Malaquías, no era, ni para usted, ni para mí. Pero hoy, está siendo utilizada, por los
inescrupulosos, para atemorizar a sus víctimas, los creyentes.

Entonces lo primero que vemos, en su contexto completo, es que Dios, le dice a la “nación de
Israel”, “no a la Iglesia”; que le han robado, porque habían dejado, de pagar sus diezmos, sus
impuestos para los levitas. De hecho, aquí no se habla de dinero, incluso las ofrendas, eran
animales, seleccionados por Dios, para la expiación de pecados. En pocas palabras, el diezmo
fue instituido por Dios, para la nación de Israel, como parte de su administración y gobierno
teocrático (ver Deuteronomio 26:12); el cual estaba destinado, a los levitas, que no podían

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 230


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poseer tierras o heredad alguna, y eso le servía de sostenimiento, para sus necesidades
primarias, mientras ministraban en el templo.

Hoy en día, hay muchos canallas, que dicen ser levitas, algunos seudos cantantes cristianos
asalariados, que hacen del evangelio, un comercio, y aquellos pastores, que se hacen llamar
“levitas”, para justificarse y pedir el diezmo.

Si son verdaderos levitas, entonces su ministerio, debería comenzar a los 25 años y debe
terminar a los 50 años (ver Números 8:24-25). No deben tener ni heredad, ni tierra, o sea ni
casas, ni automóviles, ni aviones privados, ni ninguna clase de propiedad, su única heredad,
debe ser el sacerdocio (ver Josué 18:7). Deben probar su descendencia, la cual tiene que ser de
la tribu de Levi, hijos de Lea y Jacob (ver Génesis 29: 32-34). Si reúnen todos estos requisitos,
deben viajar, al templo de Jerusalén, y reconstruir el templo y el alfolí, que fueron destruidos
en el año 70 d.c. Y espere, que el pueblo de Israel, le lleve los alimentos, una vez al año, y ellos
mismos también, comerán de ese diezmo (ver Deuteronomio 14:22-23) Y recuerde, que cada 7
años, no debe cobrar los diezmos, pues en ese año, descansa la tierra. Y por último, no olvide
repartir el diezmo, con los extranjeros, las viudas, y los huérfanos. Si usted se siente
identificado, felicitaciones, es usted un levita, pero si usted, no es nada de esto, no sea tan
cara dura, de decir, que usted es un levita.

En lo que respecta, al nuevo testamento, no existe ninguna instrucción directa, o que trate con
detalles, sobre el diezmo. Un versículo muy utilizado, del nuevo testamento, por los
defensores del diezmo, es éste:

“Mas!! ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y pasáis por
alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello.”
(Lucas 11:42) (RVR 1960)

Primeramente, notemos que en ese momento, efectivamente están diezmando (el velo del
templo, aún no se rasgaba); “no dinero”, porque el diezmo, era del fruto, de la tierra y ganado,
pues era, para sostener a los sacerdotes, solo con alimentos. No dinero para enriquecerse.
Además los pobres, no diezmaban, pues hoy son ellos, los que más diezman.

Jesús, estaba hablando, con los fariseos Judíos (no cristianos), estaba reconociendo, que
estaba bien que diezmaran (Los Judíos, diezmaron hasta el año 70, cuando fue destruido el
templo, por los Romanos, aunque espiritualmente, se debió de dejar de diezmar, cuando se
rasgó, el velo del templo, cuando Jesús fue crucificado, por nuestros pecados). Los judíos
hacían bien en diezmar, pero condenó su actitud farisaica, ya que habían ignorado,
hipócritamente, los más altos principios morales, de la ley. Jesús no estaba enseñando, en
ninguna manera, a que los cristianos debían diezmar, no dice eso.

El Señor está reprendiendo, a los escribas y fariseos hipócritas, que estaban preocupados,
solamente de recolectar el diezmo, "eso era necesario hacer", porque así lo mandaba la Ley,
de Moisés. Pero obviamente, que lo más importante de todo, es aquello, que el Señor les
estaba enfatizando, y que no debían, dejar de practicar: "dejáis...la justicia, la misericordia y la
fe".

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 231


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Y no está diciendo (como tuercen engañosamente, los comerciantes de la fe), que lo más
importante, y que no había, que dejar de practicar, era el diezmo, que entregaban según la ley:
la menta, el eneldo y el comino.

Ese raciocinio mercantil, no resiste, el más simple análisis elemental: Piense usted, ¿Qué
puede ser, lo más importante que enseña el Señor, y que no hay que dejar de practicar? ¿La
justicia, la misericordia y la fe?, ¿O la menta, el eneldo y el comino (el diezmo)?

Con toda justicia, los fariseos se ganaron, por parte del Señor, el calificativo de hipócritas,
como muchos, de nuestros días, que están preocupados, únicamente del diezmo, y condenan
con las llamas del infierno, a todo aquel, que no se los pague. Porque aseguran, que están
pecando, robándole a Dios. Y como los ladrones, no entrarán en el Reino de los Cielos, están
afirmando, que esa clase de cristianos, se irá al infierno.

Cuando el Señor, se refiere al diezmo, el verbo, claramente está en pasado ("era"), porque
correspondía, a algo pasado, de lo contrario el Señor, debería haber dicho; "es", en presente, si
hubiera sido una ordenanza, vigente para el cristianismo.

Cuando en el sermón del monte, el Señor profundiza, sobre los mandamientos, “no” dice:
"Oísteis que fue dicho, a los antiguos: pagarás el diezmo de todo, más yo os digo, que ahora
para la Iglesia, debéis pagar los diezmos y primicias". Y ninguno piense, que fue un olvido del
Señor, en una materia tan importante, para el sustento de la Iglesia.

Cuando Jesús dijo: “sin dejar de hacer aquello”. ¿A qué, piensa usted que se refiere? Si usted
me dice, que eso es el diezmo, entonces usted, está interpretando, que lo más importante, de
la ley, es el diezmo. Entonces, la justicia, la misericordia y la fe, “era necesario hacer”, ¿ya no?

“sin dejar de hacer aquello”, se refiere a la justicia, la misericordia y la fe, eso es correcto.
Entonces, lo que “era necesario hacer”, es el diezmo, eso también es correcto. Cuando Jesús
dice; “era necesario hacer”, se refiere a algo pasado, a algo, que ya no se debe hacer, más, a
algo que “era”. En otras palabras, está diciendo que el diezmo, ya no se debe dar más. ¿Lo
entiende?, es solo comprensión de lectura.

El segundo pasaje del Nuevo Testamento, que hace referencia al diezmo, es Hebreos siete. Y
allí, de ninguna manera, se puede torcer para forzar, e interpretar antojadizamente, para
implantarlo, como una ordenanza, para la Iglesia, la cual no está bajo la ley, sino bajo la gracia.

“Ciertamente los que de entre los hijos de Leví reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de
tomar del pueblo los diezmos según la ley…” (Hebreos 7:5) (RVR 1960)

Si la Palabra de Dios, dice que los diezmos, son "según la ley" ¿Con qué autoridad, pueden
afirmar, que los diezmos, no son según la ley?

Hebreos siete, está haciendo un recuento histórico, del sacerdocio levítico, quienes
legítimamente, habían recibido de parte de Dios, el derecho de tomar los diezmos, pero
siempre en especies, jamás en dinero, para que no se corrompieran, como ha sucedido en el
día de hoy.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 232


233

Porque el diezmo, era solamente, para cubrir las necesidades, para sobrevivir en el ministerio,
del sacerdocio, no para vivir mejor, que el resto de la congregación, como también vemos en el
día de hoy. La mejor casa, el mejor automóvil, muchos con viajes al extranjero, etc. (y no
quiero extenderme, sobre el "etc.", porque es demasiado nauseabundo).

Esa ordenanza de la ley ("los diezmos según la ley"), y los beneficiarios de ese mandato, es
decir, los sacerdotes levitas; todo eso quedó abolido, abrogado, con el Nuevo Pacto, que
estableció el Señor Jesucristo:

“Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley”


(Hebreos 7:12) (RVR 1960)

“Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia (pues


nada perfeccionó la ley), y de la introducción de una mejor esperanza, por la cual nos
acercamos a Dios.” (Hebreos 7:18-19) (RVR 1960)

¿Cuál fue el cambio de sacerdocio, que estableció Dios, en el Nuevo Pacto, para la Iglesia? Aquí
una vez más, los comerciantes de la fe, pecan gravemente, al usurpar otro derecho, que no les
corresponde. Porque intentan atribuirse, la exclusividad del sacerdocio; naturalmente, para
ponerse, sobre la congregación, y adjudicarse el derecho, a recolectar el diezmo.

Aunque nunca han dicho, en forma inteligente, con qué autoridad, cambiaron la disposición de
cobrarlo, en dinero y no en especies, como ordenaba Dios. Aun considerando que la Biblia,
menciona el dinero, desde los días de Abraham y la ley de Moisés.

Los pastores, no son los "levitas espirituales", como engañosamente, pretenden estos señores.
El cambio de sacerdocio, que establece el Nuevo Pacto (o Nuevo Testamento, porque la
palabra, "testamento", significa "pacto"), es que ahora, en la gracia, todos los creyentes, los
que constituimos la Iglesia, los salvados por la misericordia del Señor, todos nosotros somos
sacerdotes:

“ha hecho de nosotros un reino y nos hizo sacerdotes que sirven a Dios su Padre. ¡A él sean el
poder y la gloria por siempre! Así sea.” (Apocalipsis 1:6) (PDT)

“Pero ustedes son un pueblo elegido por Dios, sacerdotes al servicio del Rey, una nación santa,
y un pueblo que pertenece a Dios...” (1 Pedro 2:9) (PDT)

Jesucristo, es el Sumo sacerdote, Él nos amó, nos lavó de nuestros pecados, con Su Sangre, y
además, “nos hizo reyes y sacerdotes”, no le bastó, que solamente estuviésemos limpios, Él
nos hizo sacerdotes, para nuestro Dios. Y esto, no es solamente para los pastores, es para
todos, los que hemos recibido a Jesucristo, como nuestro Señor y Dios, es para todos los hijos
de Dios.

El ser pastor, no significa que sea un sacerdote, el pastorado es un Don de Dios, un ministerio
para darnos, el alimento espiritual, que necesitamos, para cuidarnos de los lobos, para
alertarnos cuando viene el peligro, para enseñar al rebaño, ya que también son maestros, y
muchas cosas más.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 233


234

Es un ministerio más, igual que los demás, todos regalados por Dios. Pero no están, como
sacerdotes, para mediar entre Dios y nosotros. Nosotros tenemos, acceso a Dios, mediante el
Sumo Sacerdote Jesucristo, sin ninguna otra mediación. No necesitamos de un sacerdote,
entonces, “el diezmo no se puede dar, porque no hay, quien lo reciba”.

Los que imponen el diezmo, dentro de la Iglesia, deberían mostrar a lo menos, un versículo del
Nuevo Testamento, donde están, todas las enseñanzas para la Iglesia, "para que sepas, cómo
debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte, de
la verdad" (ver 1 Timoteo 3:15). En el cual, se les autorice a cobrar, el diezmo. Solo digan, ¿en
que parte de la Biblia, dice que los pastores, deben recibir el diezmo? Si no pueden hacerlo, es
porque esa ordenanza, no es de Dios, sino de los hombres, para la Iglesia.

Pretenden hacernos creer, que por el solo hecho, de mencionarse en la Biblia, el diezmo es
una ordenanza, para la Iglesia. Y con la mejor cara de sorpresa, que pueden lograr,
argumentan: "Pero si el diezmo aparece en la Biblia, y Dios ordena en muchos pasajes, que
debemos pagarlo". Con ese argumento tan infantil, tendríamos que aceptar también, para la
Iglesia, la observancia del día sábado, la circuncisión, los sacrificios de animales, y todas las
otras ordenanzas y ceremonias, que se mencionan en el Antiguo Testamento, de Israel.

Gustan mucho hablar, de que el diezmo, no es de la ley, porque existía antes que Moisés, y
citan el caso de Abraham. Otros con mentes más fértiles, creen ver el diezmo, hasta en el
Jardín del Edén. Pero torcidamente, dicen que Abraham pagó el diezmo, como si eso, hubiera
sido una práctica, sistemática en él, y eluden mencionar, que Abraham no pagaba el diezmo,
mensualmente, como ellos lo imponen, en sus iglesias.

Lo hizo “una sola vez”, y es falso decir, que Abraham pagó el diezmo, porque siempre la
Palabra de Dios, tiene especial cuidado, en todos los pasajes, donde cita, ese único episodio,
en la vida de Abraham, que Abraham dio el diezmo. Y todos sabemos, la enorme diferencia
que existe, entre "dar" y "pagar". Abraham jamás, pagó el diezmo.

Es curioso, cómo se esfuerzan, para justificar el diezmo para la iglesia, argumentando que el
diezmo, no corresponde a la ley, pero no se dan ningún trabajo, para explicar, por qué piden
"las primicias", cuando ellos, también admiten, que eso pertenece a la ley. Hoy piden sin
ninguna vergüenza, "Diezmos y primicias", todos los meses del año.

Hebreos siete, es simplemente, un “recuento de un suceso histórico, del encuentro de


Abraham con Melquisedec, que ya fue explicado más arriba, al inicio de este estudio. Si el
texto es leído, solamente en el versículo, puede interpretarse, como que deberíamos diezmar,
pero eso está mal, cualquier persona normal sabe, que para entender, la interpretación bíblica,
debe leer, el capítulo completo. Y si leemos completamente, el capítulo mencionado, nos
daremos cuenta, que lo que se habla, es simplemente, un recuento histórico, no es una orden,
ni un mandato para diezmar.

Y además, el punto que se hace, aquí en Hebreos siete, es que el Antiguo Pacto, fue un pacto
de "mandamientos" (como el de, “estar obligado a diezmar), pero el Nuevo Pacto, es un pacto
del “corazón”. Y nosotros debemos dar, desde un corazón, rebosando del amor de Dios, ¡no
porque fuéramos, "obligados", a dar, una décima parte! La Ley Antigua pasó.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 234


235

Nosotros vivimos hoy, bajo un Nuevo Pacto. Y eso es dar ofrendas, no diezmos. Carece de
fundamento bíblico, debería tener, por lo menos, un argumento más, para afirmar la tesis del
diezmo, en el nuevo pacto.

¿Por qué el Señor Jesucristo, no mencionó jamás el diezmo, como una ordenanza para la
Iglesia, si es que, esa era Su voluntad? ¿Se olvidó referirse a un tema, que Él en Su
Omnisciencia, sabía, que habría de producir, conflicto en la Iglesia?

Ninguno de sus apóstoles, nunca menciona el diezmo, aunque llegaron a existir, cientos de
Iglesias en sus tiempos. Sin embargo, es el tema favorito, de las predicaciones, de aquellos,
que en el día de hoy, lo cobran.

Aquellos que han sido encadenados, con ataduras de supersticiones y temores, se encuentran
en prisiones de consciencias, donde todo lo que sucede, en sus vidas, gira en torno al diezmo.
Porque así han llenado, sus corazones, con historias, muchas de ellas, inventadas por los
comerciantes de la fe, donde cualquier desgracia que suceda, la consideran consecuencia, de
no estar al día, con sus diezmos. Y todo lo bueno que reciben, no es fruto de la misericordia de
Dios, sino de su fidelidad, de pagar puntualmente, su diezmo, porque así, han sido enseñados.

Lo único que Dios, ha dispuesto, para el mantenimiento de la Iglesia, es la ofrenda voluntaria,


que debe entregarse, cada primer día de la semana (Domingo). De acuerdo, a lo que cada uno,
haya prosperado y dispuesto, libremente en su corazón. Y debe ser entregada, sin que la mano
izquierda, sepa lo que ha dado la derecha, es decir, en forma muy privada, porque es algo,
entre el ofrendador y Dios.

“Con relación a la colecta para el pueblo de Dios, quiero que hagan lo mismo que les pedí a los
hermanos de las iglesias de Galacia: Los domingos, cada uno de ustedes debe separar y
guardar algo de lo que haya ganado en la semana. Así, no tendrán que hacer colectas cuando
yo llegue.” (1 Corintios 16: 1-2) (PDT)

“Cuando le des algo a un necesitado, no se lo digas ni siquiera a tu mejor amigo.”


(Mateo 6:3) (PDT)

Jesús nunca pidió diezmo, para Él, pues el descendía, de la tribu de Judá. Y Pablo tampoco lo
hizo, pues el descendía, de la tribu de Benjamín, y tampoco vemos a nadie, en el nuevo
testamento, pidiendo a la Iglesia diezmar. Tampoco vemos, a los grandes y reconocidos,
siervos de Dios, a través de la historia de la Iglesia, que se dedicaron a predicar, sobre el
diezmo. No se encuentran registros, que lo hayan hecho, sean estos: Apóstoles, Padres de la
Iglesia, Calvino, Lutero, Moody, Spúrgeon y tantos otros. No vemos a ninguno de ellos,
pidiendo diezmo.

Muchos dirán, ¿pero qué importancia tiene diezmar o no?, y esto, es lo que satanás quiere
hacer pensar, porque no se trata, solo de una doctrina de hombres y costumbres, va más allá,
el diezmo, atenta contra la Sangre de Cristo, deja la Sangre de Cristo, en vano.

¿Pero cómo es eso? me preguntará, pues sencillo: La Sangre de Jesucristo, fue derramada para
limpiar el pecado del mundo, este derramamiento de Sangre, fue necesario para quitar
nuestros pecados, ya que la Sangre de los animales consagrados, solo podían cubrir los

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 235


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pecados, pero no borrarlos, la Sangre del Cordero de Dios, fue perfecta y sin defecto. Ahora
recuerden, que el diezmo, era para sostenimiento de los sacerdotes, que realizaban el
sacrificio de los animales, para cubrir los pecados. Si Cristo, derramó Su Sangre, por nuestros
pecados ¿aun necesitamos, el derramamiento, de sangre de animales?, ¿aún necesitamos, a
los sacerdotes y su sostenimiento? Ese es el gran problema, que si diezmamos, “no estamos
reconociendo, la eficacia de la Sangre, que quita todo pecado”. La muerte de Jesucristo, seria
en vano.

Es por eso, que el diezmo, pertenece a la ley de Moisés, que es el viejo pacto, débil, inútil,
imperfecto, bajo maldición, que tenía que desaparecer, y que ha sido cancelado, con la muerte
de Jesucristo, en la cruz, y la llegada del Espíritu Santo, en el día de Pentecostés. Fue un pacto
hecho, con el pueblo de Israel, no con nosotros. El pacto de Dios, no es un menú espiritual,
donde uno, pueda escoger, lo que más le gusta, tampoco se puede mezclar uno con otro,
como quien hace, un cóctel de bebidas, no puedes cumplir una cosa, y dejar otra, porque te
haces culpable, de todos los demás.

Usted debe comprender, que el diezmo, no es lo mismo que la ofrenda. Mientras el diezmo
corresponde al viejo pacto, la ofrenda, corresponde al nuevo testamento. Mientras el diezmo
era obligatorio, la ofrenda es voluntaria. Mientras el diezmo era un mandamiento, solo para
Israel, para la Iglesia, es solo la ofrenda. El diezmo se pagaba el 10%, en alimentos (nunca en
dinero), mientras que la ofenda se debería dar el 100%, solo por agradecimiento. El diezmo era
para el sustento, de los sacerdotes levita, y la ofrenda, es para el mantenimiento de la Iglesia.

Había un juicio, a quien no diezmara, bajo la ley, pero bajo la gracia, no hay maldición en
Cristo. Había una bendición, para quien diezmara, para quien ofrenda, también. Los pobres no
diezmaban, la ofrenda se da, según uno haya prosperado, no con tristeza, ni por necesidad. El
diezmo, se imponía al pueblo de Israel, con un porcentaje obligatorio, con la ofrenda, la dadiva
nace del corazón, y se determina personalmente. La ley obliga a dar, Dios ama al dador alegre.
Dios era probado, por medio del diezmo, mientras que la ofrenda, debe ser preparada, es un
acto de adoración.

No dejes que te maldigan, por no dar el diezmo, pues en Cristo no hay maldición. Que no te
acusen de ladrón, pues somos coherederos con Cristo. Que no te espanten, diciendo que Dios
no te bendecirá. Que no te ilusionen diciendo, que se abrirán, las ventanas de los cielos. Que
no despierten tu ambición, diciendo que si lo das, recibirás más. Que no te obliguen, pues en
Cristo, hay libertad. Que no te expulsen de la iglesia o del ministerio, por no dar el diezmo,
pues es Cristo mismo, el que llama, y coloca en su Iglesia.

“El que hable, que hable de acuerdo con las palabras de Dios…” (1 Pedro 4:11) (PDT)

Recuerde siempre, que Dios se agrada del dador alegre, y demos a Dios, como Él quiere, que
demos, así fue como lo dijo Jesús:

“Mejor pongan atención a lo de adentro. Ayuden a los pobres y entonces todo quedará limpio
en ustedes.” (Lucas 11:41) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 236


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“Vendan lo que tienen y den el dinero a los pobres. Consigan bolsas que no se desgasten;
tesoro en el cielo que no se acabe, donde ningún ladrón puede alcanzarlo ni la polilla puede
destruirlo” (Lucas 12:33) (PDT)

Usted debe ser como Tabita, quien entendía que darle a Dios, es darle al pobre, a la viuda, al
debilitado:

“En la ciudad de Jope había una seguidora llamada Tabita, que en griego es Dorcas. Ella
siempre hacía buenas obras y daba dinero a los necesitados.” (Hechos 9:36) (PDT)

O como Cornelio, que ponía su fe en acción:

“Él y toda su familia adoraban y respetaban a Dios. Cornelio daba muchas contribuciones a los
judíos pobres y siempre estaba orando.” (Hechos 10:2) (PDT)

Y que por esta razón, vino un ángel del Señor, a decirle que Dios, había escuchado sus
oraciones, y que ha tenido en cuenta, su ayuda a los pobres:

“Cornelio lo miro fijamente y todo asustado le dijo: — ¿Qué quieres, señor? El ángel le dijo:
—Dios ha escuchado tus oraciones y ha tenido en cuenta tus contribuciones a los pobres.”
(Hechos 10:4) (PDT)

También podemos ver al apóstol Pablo, dando a Dios, ayudando a los pobres. Pablo no hacia
ofrendas, para una organización religiosa, ni para el vaticano, ni para la mansión del líder, o
para el avión privado, del seudo apóstol. Él lo hacía, para los pobres, para los que realmente
necesitaban:

“Estuve lejos de Jerusalén por algunos años y regresé a traerles ayudas a los pobres de mi
nación y a hacer ofrendas.” (Hechos 24:17) (PDT)

De hecho, cuando Santiago, Pedro y Juan, les dijeron a Pablo y Bernabé, que trabajaran, con
los que no eran judíos, les hicieron una sola petición:

“Ellos nos hicieron sólo una petición: que siempre ayudáramos a los pobres, que es
precisamente lo que yo he estado haciendo con dedicación.” (Gálatas 2:10) (PDT)

No vemos a Santiago, Pedro y Juan, pidiendo dinero o ayuda, para ellos mismos. Ellos estaban
pidiendo, para los pobres. Y tal como lo dijo Santiago, la única religión verdadera, es esta:

“La religión pura y sin contaminación que Dios sí acepta, es esta: ayudar a los huérfanos y a las
viudas en sus dificultades y no dejarse influenciar por la maldad del mundo.”
(Santiago 1:27) (PDT)

Si Dios, te va a dar, por lo que tú has sembrado, con tus ofrendas. Él lo seguirá haciendo, para
que sigas dando a otros. Nunca pares de dar, a los que necesitan, incluyendo a tu pastor, que
muchas veces, también necesita, que lo ayudes. No todos los pastores son aprovechadores o
ladrones. La gran mayoría, son pobres, porque se han despojado, así mismo, para ayudarlos
espiritualmente, a ustedes. Ellos han dejado sus propias vidas, por amor, a Dios, y a ustedes.
Tiéndeles tu mano, cada vez que puedas. Por el error de unos, no pueden pagar todos.

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13. Engaña

Ya hemos visto, que satanás, es el padre de las mentiras, él es quien engaña, a todo el mundo:

“El dragón, esa antigua serpiente llamada también Diablo o Satanás, que engaña a todo el
mundo, fue expulsado del cielo y fue arrojado a la tierra junto con sus ángeles.”
(Apocalipsis 12:9) (PDT)

A través de este libro, hemos visto, un sinfín de engaños, que el diablo realiza. Su principal
engaño, es que pensemos que no existe, y sus razones, son similares, a las de un mafioso, que
oculta su identidad, a fin de poder, seguir con sus fechorías, sin ser descubierto. El mundo
duda de su existencia, para muchos de ellos, satanás es una caricatura, vestido de rojo, con
dos cuernos, una cola de flecha, y un tridente en su mano. Incluso en muchas iglesias, ni
siquiera, se predica de su existencia, para no asustar, ni ofender a la gente. El diablo siempre
negará, su propia existencia. Pues él puede, prosperar mucho más, cuando se le subestima,
ignora o niega.

Uno de los engaños, con mayor eficacia, que ha producido sobre la Iglesia, ha sido, por medio
de la “entretención”. El diablo, ha engañado a muchos, a pensar que es mejor, entretener a los
cabritos, que alimentar a las ovejas.

Durante los últimos años, se ha desarrollado, a un ritmo anormal, pecado tras pecado. Ha
trabajado como levadura, hasta que toda la masa, se fermenta. El diablo pocas veces, ha hecho
una cosa más inteligente, que insinuar a la Iglesia, que parte de su misión, es proporcionar
entretenimiento para la gente, con la idea de ganarlos.

Muchas iglesias locales, se han convertido, en centros de recreación, las personas bailan igual
que en una "Discoteca"; merengue, salsa, reggaetón, etc. Y cuando llega el Sermón, las
personas, comienzan a conversar de todo, menos prestar atención al mismo. En el momento
de la Palabra de Dios, esto se convierte, en algo aburrido, no produciendo convertidos, sino
divertidos.

Hoy vemos “conciertos cristianos”, discoteque “cristianas”, baby shower “cristianos”, tocatas
“cristianas”, fiestas “cristianas”, etc. Todo lo que hace el mundo, pero con apellido “cristiano”.
A ellos, no les importa la Palabra de Dios, y menos vivir, de acuerdo a la voluntad de Dios. Ellos
solo cantan y cantan, y entretienen a sus emociones.

Tanto engaño religioso hoy en día, se hace cada vez más difícil, al alma comprender, que es ser
de Cristo. Predicaciones meramente emocionales y carentes, de contenido bíblico, hacen creer
a muchos, que son de Cristo, cuando en realidad, nos lo son. Algunos creen, que son de Cristo,
porque; Concurren asiduamente a una iglesia, o a conciertos de rock cristiano. Están
involucrados, en actividades de entretención, y colaboran con muchas tareas. Cantan y alaban,
con gran emoción, conmoviéndose hasta las lágrimas, porque han pasado, una experiencia
emocional, que los impactó. Pero no son de Cristo.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 238


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Proporcionar entretenimiento a la gente, en ningún lugar de las Escrituras, se menciona, como


una función de la Iglesia. Si esto fuera un trabajo cristiano, ¿por qué Cristo no habló de ello?
“Id y predicad el evangelio, a toda criatura”. Eso es suficientemente claro. Así sería, si Él
hubiera agregado; “Y proporcionen entretenimiento, a todos aquellos, que no disfrutan el
evangelio.” Sin embargo, no se encuentran estas palabras. No parece, que se le hubieran
ocurrido a Él.

Entonces otra vez, “A unos puso Dios, en la Iglesia, como apóstoles, como profetas, como
pastores y maestros, para el trabajo en el ministerio.” ¿Dónde caben aquí los artistas? El
Espíritu Santo, guarda silencio respecto a ellos. ¿Los profetas fueron perseguidos, porque ellos
entretenían a la gente, o porque los rechazaron? El concierto, no tiene función de mártir.

Además, proporcionar entretenimiento, está directamente, en contra de la enseñanza y la vida


de Cristo, y de todos sus apóstoles. ¿Cuál era la actitud de la Iglesia, hacia el mundo? “Vosotros
sois la sal,” no dice el azúcar dulce, es algo que el mundo escupe, algo que no se traga. Somos
la sal del mundo, no el azúcar, para endulzar los oídos. Corta y afilada, es la declaración, “Dejad
que los muertos, entierren a sus muertos.” ¡Él hablaba con terrible seriedad!

Si Cristo hubiera introducido, más elementos brillantes y placenteros, dentro de Su misión, Él


sería más popular, cuando ellos regresaran, a causa de la naturaleza, de Su enseñanza. Yo no
escucho a Él decir, “Corre detrás de esa gente, Pedro, y diles, que tendremos un estilo
diferente, de servicio mañana, algo corto y atractivo, con poca predicación. Tendremos una
tarde placentera, para la gente. Diles que estén seguros, que lo disfrutarán. ¡Rápido, Pedro,
debemos traer a la gente, de alguna manera!” Jesús compadeció a los pecadores, suspiró y
lloró por ellos, pero nunca buscó entretenerlos.

Es cierto, que durante una evangelización, podemos usar distintos medios, para entregar la
Palabra de Dios; Cine, teatro, títeres, música, etc. El canal, puede ser cualquiera, pero el
mensaje, es el que no tiene que cambiar. La Palabra de Dios, no puede ser, alterada ni
suavizada, para los inconversos. Podemos usar esto, en una evangelización, pero dentro de la
Iglesia, ya no es necesario. No necesitamos, los canales externos, para la congregación, lo que
necesitamos, es un solo canal, que es, la predicación expositiva. Dentro de la Iglesia, no
necesitamos entretención. Aunque también, el usar entretención, durante una campaña de
evangelismo (que es válido), también se podría, correr el peligro, que lo que, vieron afuera,
también, lo quisieran ver adentro, y puedan irse o quedarse, según como la semilla, germinó,
en ellos.

En vano, buscaremos en las Epístolas, para encontrar, cualquier rastro de diversión, en el


evangelio. Su mensaje es, “Salgan, guarden, mantengan limpio!” Cualquier cosa, que se
aproxime a un engaño, es evidente por su ausencia. Ellos tenían confianza infinita, en el
evangelio y no empleaban otra arma.

Después de que Pedro y Juan, fueron encerrados por predicar, la Iglesia, tuvo una reunión de
oración, pero ellos no oraron, “Señor concede a tus siervos, que por el uso inocente y astuto
de una diversión, podamos mostrar a esa gente, lo felices que somos.” Si ellos no cesaron de
predicar a Cristo, ellos no tenían tiempo, de arreglar entretenimientos. Dispersados por la
persecución, ellos fueron a todos lados, predicando el evangelio. Ellos “voltearon al mundo, de

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cabeza.” ¡Esa es la diferencia! Señor, limpia a tu Iglesia, de toda la podredumbre y basura, que
el diablo, ha impuesto sobre ella, y tráela a los métodos apostólicos.

Últimamente, la misión de entretenimiento, falla en lograr el fin deseado. Trabaja en destruir,


a los jóvenes convertidos. Dejen que los negligentes y los burladores, quienes agradecen a
Dios, porque la Iglesia los encontró, en el medio del camino, hablen y testifiquen. ¡Dejen que
hablen, los que están cargados y que encontraron paz, en medio de un concierto! ¡Dejen que
se levante el borracho, a quien el espectacular entretenimiento, ha sido su vínculo con Dios, en
la cadena de su conversión! No habrá nadie que responda. La misión del entretenimiento, no
produce convertidos.

La necesidad de la hora, del ministerio actual, es la erudición, unida a una ferviente


espiritualidad, brotando una de la otra, como un fruto desde la raíz. La necesidad, es doctrina
bíblica, así entendida y sentida, la que encenderá a los hombres.

Otro gran engaño, de satanás, es la religión. Cada religión tiene un engaño, no importa cual
sea, todas tienen un engaño. Pero existe una religión, que debe ser, la más grande de todas, la
con más adeptos, con más feligreses en el mundo, me refiero a la iglesia católica romana. Esta
religión debe tener, unos de los engaños más grandes conocidos, e incluso, ese engaño,
comparte la gloria, junto a Jesús. Me refiero a la virgen María, la católica.

a) María la católica

Me refiero, a María la católica, porque esta María, no es la misma, que aparece en la Biblia. La
María que inventó, la religión católica, no tiene nada que ver, con la madre de Jesús. Esta
María es falsa, es ladrona de gloria, lleva a la idolatría, y es puesta por el diablo. María la
católica, es un cultivo de idolatría, y la idolatría, es una grave ofensa a Dios:

“No adores otros dioses además de mí.» No hagas para ti ningún ídolo ni nada parecido de lo
que hay arriba en cielo, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas que
están debajo de la tierra. No te inclines ante ellos ni los adores porque yo, el SEÑOR tu Dios, soy
un Dios celoso…” (Éxodo 20:3-5) (PDT)

Uno de los pecados, que más rechaza nuestro Dios, es la idolatría. La razón, es que éste
pecado, en particular, trae maldiciones, sobre individuos, ciudades y naciones, de una forma
tan grande, que aún su efecto, cae sobre las generaciones venideras. La Biblia es clara, en que
la idolatría, es el pecado que Dios más aborrece. No es casual, que los primeros dos
mandamientos, dados a Moisés, hablen acerca de esto, y sus consecuencias sobre el pueblo.

“Entonces les dije que tiraran esos repugnantes ídolos que tienen frente a sus narices. No se
contaminen con esos ídolos porque yo, el SEÑOR, soy su Dios. »Pero ellos se rebelaron contra
mí y prefirieron no escucharme. Nadie se deshizo de los repugnantes ídolos que tiene frente a
sus narices y nadie abandonó a los ídolos de Egipto. Por eso pensé azotarlos con toda la fuerza
de mi ira cuando todavía estaban en Egipto” (Ezequiel 20:7-8) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 240


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Debido a que Él, es un Dios, que no quiere, que ninguno perezca (ver 2 Pedro 3:9), una
hipótesis seria, que su aborrecimiento, de la reina del cielo (María la católica). Se debe, a que
ella, es el principado demoníaco, bajo satanás, más responsable, de mantener a los incrédulos,
en la oscuridad espiritual. Bien podría ser, que actualmente, hay más personas en el infierno,
debido a la influencia, de la reina del cielo, que por cualquier, otra influencia espiritual.

De acuerdo a ciencias, como la Arqueología y Antropología, se ha podido verificar, que desde


tiempos muy primitivos, los hombres, desarrollaron modelos religiosos primitivos. Los usos
funerarios, demuestran su creencia, en una vida después de la muerte. Desde tiempo antiguo,
aparecen las famosas, figuras de Venus, esculpidas en distintos materiales; marfil, hueso y
piedra, especialmente en el período gravetiense, 25.000 A.C. (edad, que los científicos
aseguran) Estas figuritas, se encuentran en toda Europa, las más conocidas de ellas, la Venus
de Willendorf, en Austria, y la de Lemogne, en Francia. Todas ellas, tienen rasgos
característicos, parecidos y distorsionados: las partes corporales, de las funciones sexuales y
de gestación, están excesivamente ampliados, por el contrario, se presta poca atención, a la
cara, a los brazos y a las piernas.

Esta diosa madre, fue la precursora, de la diosa mesopotámica Isthar y luego Astarté, pues ya,
en las culturas, de Eurasia septentrional, las mujeres tenían diosas, similares del nacimiento, y
les daban protección, tanto en su embarazo, como en el parto. Precisamente el interés
mostrado, por parte de sus autores, en las partes sexuales, denota, que esta Venus, quería
representar, las divinidades, de la fertilidad, del crecimiento y de la fecundidad. Nos
encontramos por primera vez, ante representaciones reales, de una persona espiritual, "la
diosa madre".

Según la Biblia, poco después del diluvio, el hombre comenzó a emigrar, desde el oriente:

“Cuando la gente emigraba desde el oriente, encontraron una planicie en la tierra de Sumeria,
y ahí se quedaron a vivir.” (Génesis 11:2) (PDT)

Fue en la tierra de Sumeria, que la ciudad de Babilonia, fue construida, y esta tierra, se llegó a
conocer más tarde, como Babilonia, y aún más tarde, como Mesopotamia (el actual Irak). El
imperio babilónico, gozó sin lugar a dudas, de una de las más destacadas, presencias
culturales, de las que se haya, tenido descubrimiento, en todo el devenir, de la historia
antigua.

Influyeron sobre sus coetáneos, de manera notoria, adquirieron tradiciones culturales,


religiosas y antropológicas. Sin embargo, existían ciertas desventajas, las cuales, tenían que
afrontar, las personas que habitaban esa tierra. Sumeria, se encontraba asediada, de animales
salvajes, los cuales, eran un peligro constante, para su seguridad y paz (ver Éxodo 23:29-30).
Obviamente, cualquier persona, que pudiese proporcionarles protección, contra estas bestias
salvajes, recibiría gran clamor, de parte de su gente.

Es en este punto, aparece un hombre grande y poderoso, cuyo nombre era Nimrod. Se hizo
famoso, como un gran cazador, de bestias salvajes. La Biblia nos dice:

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 241


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“Cus fue el papá de Nimrod, quien fue el primer hombre fuerte del mundo. Él fue un cazador
muy valiente ante el SEÑOR, por eso la gente decía: «Aquel es como Nimrod, cazador muy
valiente ante el SEÑOR».” (Génesis 10:8-9) (PDT)

Estos versos, contienen un significado muy importante, Nimrod, fue un "poderoso cazador", lo
cual, le hizo famoso, dentro de aquellas, gentes primitivas. Como lo declaran las Escrituras, se
volvió poderoso en la Tierra, era un líder famoso, en los sucesos del mundo. Nimrod era tan
poderoso, y era tan grande la impresión, que causó en la mente de los hombres, que el
oriente, está lleno actualmente, de tradiciones, de sus extraordinarias proezas.

Habiendo obtenido, gran prestigio entre las gentes, Nimrod estableció, un sistema para
obtener, mejor protección. En vez, de pelearse constantemente, con las bestias salvajes, ¿por
qué no, organizar a la gente en ciudades, y rodear éstas, de murallas para resguardarse?
Entonces, ¿por qué no organizar, estas ciudades en un reino, y escoger un rey, para que reine
sobre ellos? Evidentemente, este era el pensamiento de Nimrod, ¡porque la Biblia nos dice,
que organizó dicho reino!

“El reino de Nimrod se extendió desde la ciudad de Babel hasta Érec, Acad y Calné en la tierra
de Sumeria.” (Génesis 10:10) (PDT)

Y así el reino de Nimrod, fue establecido, como el primer reino, mencionado en la Biblia.

Todos estos adelantos, hechos por Nimrod, pudieron haber sido buenos, pero Nimrod, fue un
hombre, sin temor de Dios. La Escritura dice, que era "poderoso". No solamente indica, que se
hizo famoso y poderoso, políticamente, sino que la expresión, también tiene, un significado
hostil. Esta expresión, viene del hebreo “Gibor”, que significa "tirano", mientras que el nombre
Nimrod, significa rebeldía. Como lo dice la Enciclopedia judía; "Nimrod fue aquél, quien hizo a
las personas, rebelarse en contra de Dios".

Nimrod también, era un sacerdote, de idolatría diabólica, y de atrocidades, de la peor clase.


Finalmente, Nimrod, el rey sacerdote de Babilonia, murió. De acuerdo a las leyendas, su
cuerpo, fue cortado en pedazos y quemado. Y los pedazos, fueron enviados a varias áreas. La
muerte de Nimrod, fue muy lamentada, por la gente de Babilonia. Pero aun, cuando Nimrod
había muerto, la religión babilónica, en la cual él tuvo una parte, tan prominente, continuó y se
desarrolló aún más, bajo el liderazgo de su esposa.

Después de la muerte de Nimrod, su esposa, la reina Semiramis, lo proclamó, como el dios


Solar. Más tarde, cuando esta mujer, adúltera e idólatra, dio a luz, a un hijo ilegítimo, proclamó
que su hijo, Tammuz de nombre, no era más, que el mismo Nimrod renacido.

Ahora, la reina madre, de Tammuz, sin duda, que había escuchado, la profecía de la venida del
Mesías, que nacería de una mujer, pues esta verdad, era muy conocida, desde el principio
(ver Génesis 3:15). Satanás había engañado, primero a una mujer, Eva; pero más tarde, a
través de una mujer, habría de venir el Salvador, nuestro Señor Jesucristo. Satanás, el gran
falsificador, sabía también mucho, del plan divino. Fue así, que comenzó a suplantar
falsedades, acerca del verdadero plan, siglos antes, de la venida de Jesús.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 242


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La reina Semiramis, como un instrumento, en manos del diablo, reclamaba que su hijo, fue
concebido, de una forma sobrenatural, y que él era, la semilla prometida, el "salvador del
mundo". Pero no solamente, era el pequeño adorado, sino que también la mujer, la madre, lo
era también, igual (o más) que el hijo. Ella proclamó, que éste era un dios-hijo; que era Nimrod
mismo, su líder, que había renacido, y que tanto ella, como su hijo, eran divinos. Esta historia
era ampliamente conocida, en la antigua Babilonia, y se desarrolló, en un culto bien
establecido, el culto de “la madre y el hijo”. Numerosos monumentos de Babilonia, muestran a
la diosa madre Semiramis, con su hijo Tammuz, en sus brazos. ¿Le parece eso, una imagen
conocida?

La mayoría, de la idolatría babilónica, era acarreada, a través de símbolos, por eso, era una
religión misterio. El becerro de oro, por ejemplo, era un símbolo de Tammuz, hijo del dios-
Solar. Como se consideraba, que Nimrod era el dios-Solar o Baal, el fuego era considerado,
como su representante, en la Tierra. Se encendían candelabros y fuegos ritualistas, en su
honor. También se simbolizaba a Nimrod, por medio de símbolos solares, peces, árboles,
columnas y animales.

Siglos más tarde, Pablo dio, una descripción que detalla perfectamente, el camino, que la
gente de Babilonia, siguió:

“Aunque los seres humanos conocían a Dios, no lo respetaron como él merece ni le dieron
gracias. Terminaron pensando bobadas y se cerraron al entendimiento. Se creían sabios, pero
sólo eran unos tontos, y cambiaron la grandeza del Dios inmortal para adorar ídolos, hechos
con forma de simples hombres mortales, aves, cuadrúpedos y serpientes. La gente estaba llena
de pecado y quería hacer solamente el mal, por eso Dios los dejó que siguieran cometiendo
pecados sexuales y deshonraran su cuerpo unos con otros. Cambiaron la verdad de Dios por la
mentira. Adoraron y sirvieron a la creación en lugar de adorar y servir a Dios, el Creador, a
quien sea la honra para siempre. Así sea. Por eso Dios los dejó seguir sus pasiones vergonzosas.
Sus mujeres dejaron de tener relaciones sexuales con los hombres, que es lo natural, y
empezaron a tener relaciones sexuales con otras mujeres.” (Romanos 1:21-26) (PDT)

Otro nombre, que se le conoció a la “reina del cielo”, fue el de Astarté. Astarté era la diosa
fenicia, y que entre los sumerios, era conocida como Inana. Posiblemente era una versión, de
la diosa asiro-babilónica Isthar. Es la diosa semítica de la vegetación, adorada en todo el
próximo oriente. Los profetas hebreos, condenaron su culto, porque era un desafío, al Señor
Dios. Y por el carácter licencioso, de su culto. De modo normal, se la muestra desnuda. En el
momento, que fue echada fuera, por los egipcios, figuró como diosa de la guerra, y sus
atributos, eran la lanza y el arco; también le correspondería el título, como reina de la estrella,
de la Mañana.

La reina del cielo, también fue conocida como Afrodita. Su origen con toda seguridad, es en el
Oriente, en la diosa mesopotámica Isthar, esposa divina del rey, y reina del Cielo.
Posteriormente, pasa a ser la asiro-fenicia Astarté, para llegar, a ser la famosa diosa, de los
griegos; Afrodita. Esta descendencia semítica o semifenicia, ya la refirió Herodoto, en el libro
Historias.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 243


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Afrodita está muy relacionada, con las diosas Isthar y Astarté. Afrodita es una divinidad
bisexual: Tenemos una Astarté y una Isthar con barba, un Isthar masculino (Atthar), al igual
que tenemos una Afrodita barbada, esto es, un Afrodito. Isthar posee el atributo de, “reina del
cielo”, Afrodita es llamada la Celeste, Urania. Como hija del dios Sin, se le tributa culto, como
diosa de la guerra. Afrodita puede procurar la victoria, en la guerra, representada con arcos y
flechas, y venerada en especial, en Esparta. Afrodita toma parte, en la guerra de Troya, a favor
de los troyanos, por el favor recibido por Paris, al proclamarla, diosa de la belleza. La Venus de
Milo, era una Afrodita guerrera.

El desarrollo de este culto, está bajo distintos nombres y formas, en varios países. Cuando el
pueblo de Babilonia, fue disperso, en las varias áreas de la tierra, llevaron consigo, el culto a la
divina madre y al dios-hijo. En los diversos países, donde se extendió este culto, la madre y el
hijo, eran llamados, de diferentes nombres, debido a la división, de los lenguajes en Babel,
pero la historia básica, seguía siendo la misma.

Este sistema de idolatría, se esparció de Babilonia, a las naciones, pues fue de este sitio, de
donde fueron los hombres, dispersados sobre la faz, de la tierra (ver Génesis 11:9).

Como salían de Babilonia, llevaban consigo, su idolatría babilónica y sus símbolos misteriosos.
Por lo cual, hasta hoy en día, encontramos evidencias, de esta religión de Babilonia, ya sea de
una o de otra forma. En "todas" las religiones falsas de la tierra. En verdad, Babilonia fue la
madre, la precursora, de las falsas religiones e idolatrías, que se desparramaron, por toda la
tierra. Como lo declaran las Escrituras, "porque todas las naciones han bebido del vino de su
fornicación" (ver Jeremías 51:7 y Apocalipsis 18:13).

Además de la prueba escrita, de que Babilonia, fue la madre, el nido de religiones paganas,
también tenemos el testimonio, de conocidos historiadores; por ejemplo; Herodoto, el viajero
mundial e historiador, de la antigüedad. El presenció la religión-misterio y sus ritos, en
numerosos países, y menciona cómo Babilonia, fue el nido original, del cual, todo sistema de
idolatría proviene.

Bunsen dice, que el sistema religioso de Egipto, fue derivado de Asia, y "del Imperio primitivo
de Babel". En su conocido trabajo titulado, “Nínive y sus ruinas”, Layard, declara que tenemos,
el testimonio unido, de historia profana y sagrada, que la idolatría originó, en el área de
Babilonia, el más antiguo de los sistemas religiosos. Fue de allí, de donde Dios, llamó a Abram a
salir, y abandonar la idolatría, de su parentela (ver Génesis 11:31).

Cuando Roma, se convirtió en un imperio mundial, es un hecho conocido, que ella asimiló,
dentro de su sistema a dioses y religiones, de todos los países paganos, sobre los cuales
reinaba. Como Babilonia, era el origen del paganismo de estos países, podemos ver, cómo la
nueva religión, de la Roma pagana, no era más, que la idolatría babilónica, que se desarrolló,
de varias formas, y bajo diferentes nombres, en las naciones a las que fue.

La madre babilónica, era conocida como; "Afrodita" o "Ceres", por los griegos. Inanna, por los
sumerios. Y como "Venus" o "Fortuna", por sus devotos, en los viejos días de Roma; su hijo era
conocido como, "Júpiter". En el oriente, a la madre y al hijo, se les conoce como, Devaki y
Crisma (Krishna).

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 244


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Entre los chinos, se llamaba "Shingmoo" o "Santa Madre", y a la diosa madre, se representa,
con un niño en los brazos, y rayos de gloria, alrededor de su cabeza. Los germanos, veneraban
a la virgen "Hertha", con un niño en los brazos.

Los escandinavos la llaman "Disa", y también la representan, con el niño en los brazos. Los
etruscos la llamaban "Nutria"; en India, la "Indraní", que también, era representada, con un
niño en los brazos, y también, entre los druidas, adoraban a la "Virgo Paritura", como a la
"Madre de Dios".

Por algún tiempo, Isi, la "gran diosa" y su hijo Iswara, han sido venerados en la India, donde se
han erigido, grandes templos para su culto. En Asia, la madre era conocida, como "Cibeles", y
su hijo como "Deoius". "Pero no tomando en cuenta, su nombre o lugar, dice un escritor; Era la
esposa de Baal, la reina-virgen del cielo, quien dio fruto, sin haber concebido."

En Éfeso, la gran madre, era conocida como "Diana"; ¡el templo dedicado a ella, en esa ciudad,
era una, de las Siete Maravillas, del Viejo Mundo! Y no solamente en Éfeso, sino también a
través de Asia y del mundo entero, era venerada, la divina madre (ver Hechos 19:27).

En Egipto, la madre babilónica, era conocida como Isis, y su hijo como Horus. Nada es más
común, en los monumentos religiosos de Egipto, que el infante Horus, sentado en el regazo de
su madre (¿le sigue pareciendo conocido?).

El culto a la madre y al hijo, era conocido también, en Inglaterra, en tiempos pasados, pues en
1747, se encontró, un monumento religioso en Oxford, de origen pagano, el cual exhibe, a una
mujer, alimentando a un infante. "Así vemos, dice un historiador, que la virgen y el hijo, eran
venerados, en tiempos anteriores, desde China hasta Bretaña. Y aún en México, la madre y el
hijo eran venerados". Y de hecho en Perú, Bolivia y Chile, se le conoce como, “pacha mama”
(la madre tierra).

Cuando los hijos de Israel, cayeron en apostasía, ellos también, se descarriaron con este culto,
de la diosa-madre. Como podemos leer:

“Abandonaron al SEÑOR por creer en Baal y Astarté.” (Jueces 2:13) (PDT)

Astarté era el nombre, bajo el cual, la diosa era conocida, por los hijos de Israel. Da vergüenza
el pensar, que aun aquellos, que conocían al Dios verdadero, se alejaban de Él, y adoraban a la
madre pagana. Pero eso es exactamente, lo que hicieron. Uno de los títulos, bajo el cual, era la
diosa conocida, por los israelitas, era el de "Reina del Cielo":

“Por el contrario, seguiremos haciendo todo lo que dijimos que haríamos. Seguiremos
ofreciendo incienso y ofrendas de vino a la Reina del Cielo, como siempre lo hemos hecho y
como lo hicieron nuestros antepasados, nuestros reyes y jefes, en las ciudades de Judá y en las
calles de Jerusalén. Entonces teníamos comida en abundancia, nos iba bien y no teníamos
ningún sufrimiento. Pero desde que dejamos de ofrecer incienso y ofrendas de vino a la Reina
del Cielo, nos ha faltado todo y la guerra y el hambre están matándonos. Y las mujeres
añadieron: —Cuando ofrecíamos holocaustos y bebidas a la Reina del Cielo, ¿acaso no sabían
nuestros esposos que hacíamos tortas con su imagen y le ofrecíamos ofrendas de vino?”
(Jeremías 44:17-19) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 245


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El profeta Jeremías, los reprendió, por venerarla, pero ellos se rebelaron, a pesar de su
advertencia, y fue así, como trajeron sobre sí mismos, una plena destrucción, por la mano de
Dios.

Otra ciudad, en donde el culto idólatra-pagano, a la madre, era popular, fue Éfeso, y ahí
también, se hicieron intentos por mezclarlo, con la cristiandad. En Éfeso, desde tiempos
primitivos, la diosa-madre, era llamada Diana (ver Hechos 19). En dicha ciudad, los paganos la
veneraban, como la diosa de la virginidad y la maternidad. Se decía, que ella representaba, los
poderes, generadores de la naturaleza, por lo cual, se la representaba, con muchos senos, y
una torre de Babel, adornaba su cabeza.

Fue el apóstol Pablo, quién inició la confrontación, contra este principado. El libro de los
Hechos, relata que, "Pablo, predicó el Reino de Dios", por espacio de dos años, de manera, que
todos los que habitaban, en Asia; judíos y griegos, oyeron la Palabra, del Señor Jesús
(ver Hechos 19:10); y mientras Pablo estuvo allí, "prevalecía poderosamente, la Palabra del
Señor" (ver Hechos 19:20).

Una de las Palabras, más descriptivas, de ese maravilloso capítulo, habla de la guerra
espiritual, que Pablo desarrolló, durante ese tiempo. Se desató, tanto poder sobrenatural, a
través de Pablo, que ocurrían milagros extraordinarios, por mano de Pablo:

“Dios hacía grandes milagros por medio de Pablo.” (Hechos 19:11) (PDT)

Otro hecho interesante, es su confrontación, contra los poderes del ocultismo. Por lo escrito
anteriormente, podemos entender, que esa ciudad, rendía un culto muy influyente a Diana, no
sólo eso, más aún Éfeso, era un centro de magia, muy poderoso.

“Algunos de los nuevos creyentes que habían practicado la brujería trajeron sus libros y los
quemaron delante de todos. Esos libros tenían un valor de cincuenta mil monedas de plata”
(Hechos 19:19) (PDT)

A través, del ministerio de Pablo, sin embargo, reinó confusión. Los demonios que
supuestamente, estaban bajo su autoridad, con simples pañuelos, estaban siendo expulsados
de las personas, que habían oprimido durante años. Los magos, presumiblemente, sus tropas
élite, estaban desertando, del reino de las tinieblas, en grandes cantidades, para entrar al
Reino de "Jesús", a quien Pablo predicaba.

Nunca antes, Diana, había visto algo así. Sus ejércitos, se retiraban caóticamente. Estaba
perdiendo rápidamente, la autoridad, que sobre Éfeso, había mantenido por siglos. El poder de
Diana, estaba siendo neutralizado, por el evangelio, de tal manera, que la gente común y
corriente, empezó a darse cuenta.

Dejaron de adorarla y ofrecerle sacrificios, y no volvieron, a comprar sus ídolos. Cuando


finalizaban los dos años, de ministerios de Pablo, a los plateros, que fabricaban estos ídolos, se
les estaba derrumbando, el negocio, así que protagonizaron, una manifestación pública.
Llenaron el inmenso anfiteatro y gritaron, durante dos horas: "¡Grande es Diana de los
efesios!" (ver Hechos 19:34).

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Posteriormente, algunos hombres, comenzaron a proclamarse, como "señores", sobre el


pueblo de Dios, tomando el sitio, del Espíritu Santo; en vez de conquistar, por medios
espirituales y verdaderos, como lo habían hecho, en los primeros días. Éstos empezaron a
sustituir la verdad, e implantar, sus propias ideas y métodos.

Se comenzaron, a hacer intentos, por unir el paganismo con la cristiandad, inclusive en los
días, cuando el Nuevo Testamento, era escrito. Porque Pablo, menciona que el misterio, de
iniquidad, ya está obrando (ver 2 Tesalonicenses 2:7). Él nos previene, que ha de venir, una
apostasía, y que muchos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus de error, y a doctrinas de
demonios (ver 2 Timoteo 4:1).

Para el tiempo, en que Judas escribió el libro, que lleva su nombre, le fue necesario amonestar,
al pueblo, a que "luchen tenazmente, por la fe, que ha sido una vez dada, a los santos, porque
algunos hombres, se habían metido disimuladamente, y estaban tratando de cambiar la
verdad, que había sido dada, por Cristo y los apóstoles, por falsedades (ver Judas 1:3-4).

El cristianismo, se encontró frente a frente, con el paganismo de Babilonia, establecido en


diversas formas, en el Imperio Romano. Aquellos cristianos, rehusaron tener algo que ver, con
esas costumbres y creencias. Como resultado de esto, sufrieron muchas persecuciones.
Demasiados cristianos, fueron acusados falsamente, arrojados a los leones, quemados en
estacas, y torturados en muchas otras formas.

Pero después, comenzaron grandes cambios, a suceder. El emperador Constantino, de Roma,


profesó haberse convertido. Se dieron órdenes imperiales, por toda Roma, para que las
persecuciones cesaran. Se dieron grandes honores, a los obispos. La Iglesia comenzó a recibir,
aceptación y poder. ¡Pero se tenía que pagar, un alto precio, por todo esto!

Se hicieron, muchas concesiones al paganismo. En vez de que se separar, la "Iglesia" del


mundo, ésta se hizo parte de él. El emperador Constantino, mostrando favoritismo, demandó
un sitio de preeminencia, en la iglesia, puesto que en el paganismo, los emperadores, eran
considerados como dioses. De ahí en adelante, comenzaron a surgir, mezclas de paganismo
con cristiandad, como lo saben, todos los historiadores.

Tan alarmante, como pueda parecer, el mismo paganismo, que se originó en Babilonia, y se
había ya esparcido, por las naciones, fue simplemente, mezclado con el cristianismo,
especialmente en Roma. Esta mezcla produjo, lo que hoy en día se conoce, como la iglesia
Católica Romana.

Pero la que una vez, fue conocida como la "Iglesia", abandonó su fe original, en el tercer y
cuarto siglos, y cayó en una gran apostasía, que los apóstoles, habían anunciado, para ese
entonces (no confundir, con la apostasía de hoy, y de la que tendremos, a futuro). Cuando vino
esta "apostasía", se mezcló con mucho paganismo, en medio de la cristiandad. Se aceptaban
en la iglesia, a paganos no convertidos, y en numerosos casos, se les permitía continuar,
muchos de sus ritos y costumbres paganos, sin restricción alguna; en ocasiones se hacían
algunos cambios, con el fin, de que estas creencias paganas, parecieran similares, a una
doctrina cristiana.

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Uno de los mejores ejemplos, de esta clase de paganismo, lo podemos tener, en la forma, en
que la iglesia profesante, permitía a los paganos, el continuar el culto, a la diosa madre
(solamente, con una poca diferencia, y con otro nombre). Había muchos paganos, que se
sentían, atraídos al cristianismo, pero era tan fuerte, en sus mentes, la adoración, a la diosa
madre, que no la querían abandonar. Entonces los líderes de la iglesia, buscaron una similitud
en la cristiandad, con el culto, de los idólatras paganos, para poder atraerlos, en gran número y
así, añadirlos a ella. ¿Pero a quién podrían usar, para reemplazar, a la diosa madre, del
paganismo?

Pues claro que a María, la madre de Jesús; era la persona más lógica, que podían escoger. ¿Por
qué entonces, no permitir que los paganos, continuaran sus oraciones y devociones, a su
diosa, llamándola, con el nombre de María, en lugar, de los nombres anteriores, con los cuales,
ellos la conocían? Esto le daba, al culto idólatra de los paganos, la "apariencia" de cristianismo,
y de esta forma, ambos bandos, podían estar satisfechos, e incorporarse así, a la iglesia
romana.

Y es esto, exactamente lo que sucedió. Poco a poco, el culto y doctrinas, que habían sido
asociados, con la madre pagana, vinieron a ser aplicados a María. Así, el culto pagano, de la
"madre", continuó dispersándose, dentro de la iglesia profesante.

Es obvio, que este culto a María, no era sólo la veneración, que se merece, la más bendita
entre las mujeres, la madre humana, del divino Salvador, sino que al contrario, no era más
que, una continuación, del viejo culto pagano, a la madre. A la reina del cielo.

Porque a pesar, de que María, la de la Biblia, la madre de Jesús, era una buena mujer, dedicada
y temerosa a Dios. Y que fue escogida especialmente, para engendrar, el cuerpo físico, de
nuestro Salvador, no fue nunca considerada, como una persona divina, o como diosa, por la
verdadera Iglesia primitiva. Ninguno de los apóstoles, ni Jesús mismo, dieron alguna vez a
entender, que se debería venerar a María. Durante los primeros siglos de la Iglesia, no fue
puesto, ningún énfasis, en María. No fue sino, hasta la época de Constantino, la primera parte
del siglo IV, cuando alguien empezó a ver, a María como a una diosa.

Pero aun durante ese período, tal idolatría, era denunciada por la Iglesia, lo cual es evidente,
en las palabras de Epifanio, quien denunció, a ciertas mujeres de Tiro, Arabia y otros sitios, por
rendir culto a María, como a una diosa verdadera, y hacerle ofrendas en su capilla. Pero unos
años más tarde, el culto a María, no solamente era permitido, por lo que es actualmente
conocida, como la iglesia Católica, sino que vino a ser, una de sus doctrinas principales, y lo
continúa siendo, hasta hoy en día.

Cuando se tienen creencias, durante siglos, por lo general, no es fácil abandonarlas. De modo,
que cuando llegó la apostasía, líderes de la iglesia de Éfeso, razonaron, que si permitían a los
paganos, continuar su adoración, a la diosa-madre, los podrían atraer a la "iglesia". Así,
entonces, en Éfeso se incorporó, el culto a la diosa pagana, y se mezcló con el cristianismo. Se
sustituyó el nombre de Diana, por el de María, y los paganos, continuaron orando a la diosa-
madre. Conservaron sus ídolos, con la imagen de ella, y la iglesia profesante, permitió que los
adorasen, junto con Cristo.

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Cuando Pablo llegó a Éfeso, todavía no se había infiltrado, el paganismo. La gente era
verdaderamente convertida, y en esos días, al convertirse al cristianismo, destruían las
imágenes de la diosa-madre (ver Hechos 19:24-27). ¡Cuán trágico fue, que esta iglesia,
aceptara y aún adoptara, la idolatría abominable, de la diosa-madre, disfrazándola, bajo el
hábito de la cristiandad! Finalmente, cuando el culto a María, se hizo una doctrina oficial, de la
iglesia Católica, en el año 431 D.C., fue precisamente, en el Concilio de Éfeso, la ciudad, donde
Diana había sido vencida, donde empezó, el más perverso, de los cultos idolátricos.

Otro sitio, desde donde, el culto a María, se fortaleció, fue Alejandría (Egipto). Aquí la diosa
madre, era conocida, bajo el nombre de Isis. Cuando el cristianismo, se propagó hasta
Alejandría, se hicieron convenios similares, a los que se habían, adoptado en Roma y Éfeso. El
culto idólatra-pagano a la madre, fue cuidadosamente inyectado, a la "cristiandad", por los
teólogos de la iglesia, en dicha ciudad. Ahora, el simple hecho, de que haya sido, en ciudades
como Alejandría, Éfeso y Roma, donde la idolatría pagana se mezcló, primeramente con la
cristiandad, muestra de manera definitiva, la continuación directa, del antiguo paganismo.

Por ejemplo, María es frecuentemente llamada, "la Madonna", esta expresión es la traducción,
de uno de los títulos, por los cuales, la diosa babilónica, era conocida, y Nimrod vino a ser
conocido, como Baal. El título de su esposa, la divinidad femenina, sería el equivalente a Baalti.
En castellano, esta palabra, equivale a, "mi Señora"; en latín, Mea Domina, y en italiano, en
una forma, bien conocida, es Madonna.

Entre los fenicios, la madre-diosa, era conocida como, "Nuestra Señora de los Mares" y aún
este título, se aplica a María, a pesar, de que no hay absolutamente, ninguna conexión entre
María y el mar, en los evangelios.

Las Escrituras claramente indican, que sólo hay un mediador, entre Dios y los hombres,
Jesucristo hombre:

“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”
(1 Timoteo 2:5) (RVR 1960)

A pesar de esto, el catolicismo romano, enseña que María, también es "mediadora", y es por
esto, que las oraciones a ella, forman una parte, muy importante, en el culto católico. ¿Pero
cómo fue que María, vino a ser conocida, como "Mediadora"? Nuevamente, tenemos la
influencia del paganismo, pues la madre-diosa, de Babilonia, tenía nombres como; "Milita",
que significa, "la mediadora".

Otro título, que proviene del paganismo, y fue aplicado a María, es el de "Reina del Cielo".
Como vimos anteriormente, éste título, lo poseía, la diosa-madre pagana, que era adorada
siglos antes, de que María, siquiera hubiera nacido. En este contexto, es interesante notar, que
actualmente, las mujeres de Paphos (Chipre), hacen ofrendas a la virgen María, como reina del
cielo, en las ruinas del antiguo templo, de Astarté.

Como hemos visto, el nombre, de la diosa-madre en Egipto, era Isis y su hijo Horus (Osiris).
Pues bien, uno de los títulos, por los cuales Isis, era conocida también, era el de "Madre de
Dios". Más tarde este título, fue aplicado a María, por los teólogos de Alejandría.

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Nuevamente, este era un intento obvio, para hacer aparentar, a la cristiandad, semejante al
viejo paganismo, con la adoración a su diosa. Bien sabemos, que María, era la madre de Jesús,
pero solamente, en el sentido de su naturaleza humana. El título católico y el significado
original de éste, trascendieron y pusieron, a la sencilla y humilde, madre del Señor, en una
posición exaltada, ajena al Nuevo Testamento. Y en la misma forma, se sigue instruyendo, a los
católicos actualmente.

El culto a Isis, no fue limitado a Egipto. Se introdujo en Roma, en el año 80 A.C. Cuando Sulla,
fundó un colegio isiaco allí. Y para mostrar, hasta qué punto, estaba mezclado el paganismo,
con la "cristiandad" romana, necesitamos solamente mencionar, el hecho de que Isis, era
adorada en un templo, "que estaba situado, en las colinas vaticanas, donde hoy, está
localizada, la Basílica de san Pedro, el centro de la iglesia, que adora, a la "madre de Dios", en
aquella forma.

Aquí encontramos, que los títulos, "reina del cielo", "nuestra señora de los mares",
"mediadora", "madonna", "madre de Dios" y otros más, que antes, se atribuían a la diosa-
madre pagana, fueron poco a poco, aplicados a María. Tales títulos, indican claramente, que el
supuesto culto a María, de hoy, es en realidad, una continuación del culto, a la diosa pagana.
Pero existen todavía más pruebas, que se pueden observar, en la forma, en que se representa
a María, bajo la iglesia apostata.

Tan bien fijada, en la mente pagana, estaba la imagen, de la diosa-madre, con el niño en los
brazos, que cuando los días, de la apostasía llegaron, "la antigua estampa de Isis y de Horus,
fue finalmente aceptada, no solamente, entre la opinión popular, sino por sanción episcopal,
como el retrato, de la virgen y su hijo". Se adjuntaron representaciones de Isis y su hijo, en un
marco de flores. Esta práctica también, fue aplicada a María, quien casi siempre, es mostrada
en la misma forma, como bien lo saben, los estudiantes del arte medieval.

Esto prueba más aún, que el culto a María, no es más, que el antiguo culto popular, a la diosa-
madre pagana, y se puede confirmar, notando los títulos, que se le confirieron a María, así
como la forma ritual, de sus cultos. La diosa egipcia Isis, era frecuentemente representada,
como parada en la "Luna creciente", con "doce" estrellas, alrededor de su cabeza. Incluso esto
fue adoptado para María, pues en casi, todas las iglesias católicas, se pueden ver, cuadros de
ella.

¿Han alguna vez observado, como son las imágenes, de la virgen María, en Latinoamérica?,
especialmente; la Virgen del Carmen en Chile, La Virgen de la candelaria en Copiapó, la Virgen
de Guadalupe, Nuestra Señora María Reina de Los Ángeles, La Virgen de Chiquinquira conocida
en Venezuela como 'La Chinita', La Virgen de la Merced, La Virgen de la Caridad del Cobre, la
Virgen de la Candelaria de Bolivia y otras más".

Todas éstas, en su mayoría, están paradas, sobre la luna creciente, ¿el símbolo de la diosa
lunar? De hecho, uno de los títulos, que se le ha otorgado, es el de la, 'Reina del Cielo'. Es
interesante, que en la puerta principal, a la entrada del Vaticano, se encuentra una estatua, de
porte natural, de "Diana de los Efesios", la diosa, de los muchos senos."

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 250


251

El culto a la virgen-madre, ha creado un curioso fenómeno, en todos los países y en especial,


en América Latina. Actualmente el Vaticano, tiene registrados, más de 2800 nombres, que
corresponden a las imágenes, representantes de María. Existen vírgenes de todo color, desde
negras, rubias. Algunas pobres, otras suntuosamente vestidas, en regalías de oro y piedras
preciosas.

En Latinoamérica, se ha producido una simbiosis, muy particular, ya que se unieron tres


elementos, muy complejos, tanto natural, como espiritualmente: El espíritu, de "La Reina del
Cielo". La cosmogonía indígena pre-hispánica. Los elementos paganos, de la religión Católica
Romana.

Por ejemplo, los Aymaras y los Quechuas, que habitan en; Bolivia, Perú, y Chile. Llaman
generalmente la atención, a esta divinidad; “Pacha mama”, término que impropiamente, es
traducido al español, por Madre Tierra. Los mismos indígenas, la llaman a veces, “santa tierra”;
otras veces, por sincretismo; Wirjen Pachamama, lo que equivale a, "Madre Tierra Virgen".

El paganismo de Babilonia, ha llegado a mezclarse, incluso con las creencias, de los indígenas
americanos. La reina del cielo, está siendo idolatrada, en todo el mundo, en diferentes formas,
de quien está detrás, de toda esta falsa religión, quien es el mismo satanás, quien es un
engañador.

Usted ya tiene la información, que si quiere también, lo puede estudiar por su cuenta. Usted
ya sabe, que detrás, de María la católica, se encuentra satanás. No tiene excusa, para seguir
adorándola, ni venerando. Salga del engaño, del diablo. Busque solo a Jesucristo.

Entiéndalo bien, Bíblicamente, María no es, la madre de Dios. María fue la madre de Jesús, el
hombre. Dios no puede, ni ha tenido madre alguna, pues, antes de Dios, nada había sido
creado. Dios es el principio de todo, todo empezó con Él:

“Antes del comienzo del mundo ya existía la Palabra, la Palabra estaba con Dios y era Dios.
Estaba ahí con Dios en el comienzo. Todo se hizo por aquel que es la Palabra; sin él, nada se
habría hecho.” (Juan 1:1-3) (PDT)

14. Socaba la santidad del hogar

“»Ama al SEÑOR tú Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza. »Recuerda
siempre estos mandamientos que te doy hoy. Enséñaselos a tus hijos y háblales sobre ellos
cuando estés en tu casa, cuando camines, cuando te acuestes y cuando te levantes. Escríbelos y
átalos en tu brazo como un recordatorio y llévalos como cinta en tu frente. Escríbelos en las
puertas de tu casa y a la entrada de tus ciudades.” (Deuteronomio 6:5-9) (PDT)

Como creyentes, nuestra primera prioridad, es amar al Señor, con todo nuestro corazón, y con
todo lo que somos; entramos en Su presencia cada día, para cultivar, una relación íntima, con
nuestro Señor.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 251


252

Al mismo tiempo, tenemos la responsabilidad, de pasar el conocimiento de Dios, a nuestros


hijos, y a toda nuestra familia, inspirándoles a buscar a Dios, a tener comunión con Él, y a
aprender, a ministrar juntos, como familia, para la gloria de Dios, y el avance de su Reino, en el
lugar donde estamos.

Usted debe saber, que el primer ministerio, que Dios, le dio a usted, no es; ser pastor, o
evangelista, o diacona etc. Ni tampoco, es primero, el uso de cualquiera, de sus dones
espirituales. El primer ministerio, que Dios le entregó usted, “es su familia”. Su familia es lo
primero, que debe cuidar, por eso, en la Palabra de Dios, cuando pide requisito, para ser
Obispo, una de las cualidades, que debe tener el ministro, es que primero debe cuidar y dirigir
bien, a su propia familia, porque si no sabe, cuidar bien, a su propia familia, ¿cómo podrá
cuidar de la Iglesia?

“Debe dirigir bien a su propia familia, es decir, que sus hijos les obedezca y siempre los respete.
Si un hombre no sabe dirigir a su propia familia, entonces tampoco podrá cuidar de la iglesia de
Dios.” (1 Timoteo 3: 4-5) (PDT)

Pablo está diciendo, que lo primero, que debe cuidar, es su propia familia. Porque si no, son
capaces, de cuidar a su esposa, a sus hijos, ¿Cómo entonces, podrán cuidar, de una Iglesia
local? Por eso, es que vemos, tantos fracasos en los ministerios, por eso es que vemos, como
satanás socaba, la santidad de los hogares, de los creyentes.

Salomón dijo, que hay tiempo para todo (ver Eclesiastés 3:1-15), pero eso, no lo pueden
entender muchos. Es cierto, que debemos dar todo, por nuestro Dios, pero no por eso, vamos
a descuidar, a nuestras familias. He visto, como muchas religiosas, pasan todo el día, en la
iglesia local. Salen todas las mañanas, de sus casas, están todo el día, orando y ayunando, y
llegan recién, en la noche, a sus hogares. Todo el día, abandonan sus hogares, y sus hijos se
crían solos. Sus hijos hacen, lo que quieren, no tienen límites, ni autoridad, ni cuidados. Y sus
esposos, comienzan a mirar, hacia al lado, porque su esposa, nunca está.

Otros en cambio, están todo el día, en actividades de la iglesia, muchas veces, se les ve
predicando en la calle, en grupos, con guitarras y mandolinas. Y sus pequeños hijos, se les ve,
con mucha hambre, con mucha calor, ahogados con esas corbatas, y muy cansados.
Tristemente, esos niños parecieran, que estuvieran torturados, y cuando la gente, el mundo
los ve, en vez de abrir su corazón, al mensaje del evangelio, se cierran con desprecio al dolor, y
rechazan a los mensajeros, y dicen: “no gracias, para ser como ellos, no”.

He visto también, como hay hermanas, que nunca hacen, los que haceres en sus casas, porque
están todo el día, ensayando la música para el culto, todo el día cantan y tocan guitarra, y sus
hogares, parecen verdaderos basurales, se acostumbran a vivir, en la asquerosidad. Sus hijos
andan todos sucios, con piojos, nunca los peinan, ni los bañan, siempre tienen hambre. Y sus
esposos, siempre están desatendidos, nunca tienen a sus esposas, a su lado, y terminan por
abandonarlas, por eso la Palabra de Dios, es tan sabia:

“La mujer sabia edifica su casa; Mas la necia con sus manos la derriba.” (Proverbios 14:1) (PDT)

Tú puedes servir a Dios, todo lo que quieras, pero sin dejar, de descuidar tu hogar.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 252


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Si estas en la casa de Dios, no puedes llegar solo, o sola, tú debes llegar, con toda tu familia.
Por eso vemos tantos pastores, lamentándose, porque sus hijos, están en las drogas o el
alcohol, o porque no siguieron, los caminos del Señor. Nosotros mismos, le estamos dando
lugar al diablo, para que entre, socave la santidad del hogar, y destruya la familia.

Para poder hacer bien esto, es muy importante, que Jesucristo, sea el centro, de nuestro
hogar. Nuestro hogar, necesita ser la morada de Dios, un lugar, que atrae Su presencia, y
donde Él, se siente cómodo y bienvenido. Queremos cultivar, un ambiente de gracia y
santidad, en el hogar, que invite la presencia de Dios, y que provea protección, contra los
ataques y la influencia, del maligno.

Tú también, debes ser cristiano, en tu casa. Lo que predicas en la Iglesia, o en las calles,
también debes aplicarlo, cuando estás en tu hogar (al menos que tu vida, sea solo apariencia,
debes arrepentirte y pedir perdón, a Dios). Debes Limpiar tu casa, de todo instrumento de
satanás, para que pueda ser, la morada de Dios.

El enemigo, usa cosas para traer; depresión, temor, peleas, enfermedad o accidentes, a
nuestra casa. Pídele a Dios, que te ayude, a ser sensible a su voz, para ser guiado por Él, en lo
que tienes, que quitar, de tu hogar. Si somos celosos, en limpiar nuestra casa, de la
inmoralidad, el ocultismo y la rebeldía, que entran por; la tele, la música, revistas, y por otros
canales, abriremos la puerta a Dios. Para que pueda proteger, nuestra familia, y para que
tengamos más autoridad, frente a nuestros hijos (ver Efesios 5:11; Hechos 19:19).

El diablo, está derribando, todas las bases de la familia, por eso hoy, vemos tanto cambios
morales, en el mundo; Ideologías de género, homosexualismo, aborto, feminismo (feminazis),
convivencia, antes del matrimonio, divorcio fácil, mujeres que crían solas, a sus hijos,
“matrimonio” del mismo sexo, sexo fuera del matrimonio, anticoncepción. Etc. Hoy el mundo,
ya no quiere tener hijos, prefieren adoptar una mascota, y ver a un perro o un gato, como
hijos.

Es evidente, que para destruir, el destino de la humanidad, satanás tiene que destruir, a la
humanidad. Tiene, por consiguiente, que destruir, a nuestros hijos, nuestra maternidad y
paternidad, y nuestra crianza infantil. ¡Satanás, tiene una poderosa motivación, para destruir a
la familia humana! ¡Tiene un motivo grande, para destruir, la relación amorosa, entre esposos,
y el deseo normal, de tener hijos.

Nuestro máximo adversario, el diablo, está empeñado en destruir, el verdadero concepto de


matrimonio y la capacidad, de traer hijos al mundo. Por tanto, tiene motivos sobrados, para
promover, esa relación de, "matrimonio entre varones", con todo, lo que ello implica. Ha
influido, en muchos de los, líderes políticos y religiosos, confundiendo también, a los jueces,
para que empiecen a destruir, a la familia, con sus dictámenes, sus enseñanzas y su énfasis, en
"el sexo por el sexo", en vez, de ver la sexualidad, como una parte normal, del matrimonio,
cuya finalidad, es formar una familia, basada en principios de rectitud.

Así satanás, como "príncipe de la potestad del aire" (ver Efesios 2:2), está a cargo, de la
atmósfera de esta Tierra, de sus medios de difusión, del entretenimiento y las muchas
actitudes viles, impartidas por todo lo anterior.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 253


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No cesa de inculcar, en la mente de los jóvenes, que la relación matrimonial normal, como
parte de una familia, ya no es necesaria y ni siquiera, "conviene". Ha puesto en la mente, de
los seres humanos, que la sexualidad, es un gran "juguete", para manosear, y disfrutar de
cualquier manera, que ellos bajo la influencia, del diablo, deseen.

Es así, como millones de niños, se criarán sin el beneficio, de una familia normal, sin un padre
ni una madre normal, que formen una verdadera familia, en el hogar. Mientras satanás, guía a
la gente, a valerse de espermatozoides "donados", a fin de crear hijos, aparte del matrimonio.
Millones de niños crecerán, sin saber siquiera, quién es su verdadero padre. Esto los llevará a
mirar, cada vez menos, hacia su Padre Celestial, y a comprender menos, la relación que Dios,
desea tener con ellos, relación que tiene su patrón, en la familia humana.

En este mundo, existe una elite, controlada por el diablo, algunos les llaman “el club
Bilderberg”, otros les llaman, “logia Masona”, otros le llaman, “los iluminatis”. Sea cual sea, el
nombre, este grupo de elite, que son los más poderosos, de la Tierra, tienen un plan. Y ese
plan, es controlar la natalidad mundial, ellos quieren detener, el crecimiento mundial, de la
humanidad. Hoy, somos casi, ocho mil millones de habitantes, en el planeta. Y este grupo
diabólico, quiere a toda costa, reducir esta población, por lo cual, tiene una agenda, que la
misma O.N.U (Organización de Naciones Unidas), está llevando a cabo, a través, de todos los
países que lo componen.

En esta agenda podemos ver, el uso de vacunas, que producen infertilidad, y que son
distribuidas gratuitamente, por muchos países, entre los sectores más pobres, con la excusa,
de que esas vacunas, son con el propósito, de prevenir ciertas enfermedades. Otra táctica, es
el aborto, que no requiere mayor mención, pues todos sabemos, que de esta manera, dejan de
nacer niños. También podemos ver, como han promocionado y avalado, la homosexualidad.
Juntando a parejas del mismo sexo, por consiguiente, se detiene la producción, de seres
humanos. No nacen más.

Por eso podemos ver, tanta propaganda, a través, de los medios de comunicación, que son
controlados, por estas elites satánicas. Vemos a través, de la televisión, la radio, la prensa
escrita, afiches, etc. Toda una mega propaganda, para cambiar la mentalidad, del mundo, para
que puedan aceptar, todas estas aberraciones, y ver lo bueno, como malo, y lo malo como
bueno. Pero como dijo Joseph Goebbels, el propagandista de Hitler: "Si se dice una mentira, lo
bastante grande, y si se repite, ¡la genta llegará a creerla!". Hoy se han creado, muchas leyes,
para resguardar y promocionar el homosexualismo, incluso desde las mismas escuelas, se está
adoctrinando, esta cultura neo marxista y diabólica.

Nosotros como cristianos, sabemos, que todas estas cosas, deben suceder, sabemos que el
diablo sabe, que le queda poco tiempo. El mundo es llevado, por sus propios deseos. Nuestra
actitud no debe ser, la de levantar políticos, o hacer marchas y protestas, en contra de estas
leyes aberrantes. No conseguiremos nada, de esa forma, es luchar, con sus propias armas.

Nuestra lucha es espiritual, no carnal, el Señor, es quien pelea por nosotros. Nosotros
debemos seguir orando (aunque muchos lo encuentren anticuado), porque el que cambia, al
hombre o a la mujer, del homosexualismo o del asesinato por aborto, éste es Jesucristo.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 254


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No podemos cambiar al mundo, pero podemos orar, para que Dios, cambie a las personas,
individualmente. El Espíritu Santo, es quien convence de pecado, no lo hará una nueva ley.

Ante todos estos ataques, de satanás, hacia la familia, los cristianos, debemos seguir con
nuestra postura de Iglesia. Aunque el mundo, se vuelva cada vez más oscuro, dentro de
nuestros hogares, debe seguir existiendo la luz. Debemos seguir siendo, la sal de la tierra, para
preservar la verdad, y no el azúcar, para endulzar, el oído del mundo. Somos la sal de la tierra,
para retardar, la descomposición de este mundo, no para gobernarlo, ni protestar, en contra
de él. Nuestra misión, debe seguir siendo la misma; “Id y predicar el evangelio a toda criatura,
y haced discípulos... (ver Mateo 28:19). Y mientras tanto, sigamos diciendo:

“…yo y mi familia serviremos al SEÑOR.” (Josué 24:15) (PDT)

a) Pornografía

Una de las tácticas, más usadas, por el diablo, para socavar, con la santidad, dentro de los
hogares, es la pornografía. Estos tiempos, que estamos viviendo, pueden considerarse, uno de
los más difíciles, dentro de la historia, del cristianismo. Estamos en plena era digital, en la cual,
con solo un click, podemos acceder, a todo un mundo de la información. Lo que queremos,
está a nuestro alcance, a través del Internet. Y esta facilidad a la tecnología, ha llevado a
muchos, hijos de Dios, a caer, en uno de los pecados, más recurridos por la membresía, de la
Iglesia, “la pornografía”.

La tecnología no es el problema. La Internet, se puede usar, de muchos modos y formas, eso


depende de usted. Si lo quiere utilizar, para bendición, o si lo quiere utilizar, para maldecirse a
sí mismo, o a los demás. La tecnología, es solo una herramienta, el problema se encuentra
dentro de usted. El pecado no viene, por la tecnología, viene por su corazón.

Es por eso, que quiero alertarte, en esta hora, para que no seas esclavo, de esta estrategia de
satanás, que ha tenido mucho éxito, torciendo y pervirtiendo el sexo. Él ha tomado, lo que es
bueno y justo (amor sexual, entre esposo y esposa), y lo ha reemplazado con; lujuria,
pornografía, adulterio, violación y homosexualidad. La Biblia a esto lo llama, inmoralidad:

“Lo que les voy a decir es una advertencia del Señor: dejen ya de vivir como los que no son
creyentes, porque ellos se guían por pensamientos inútiles. Su entendimiento está oscurecido
porque están separados de la vida que viene de Dios y porque son ignorantes debido a lo terco
que es su corazón. Han perdido la vergüenza, se han dedicado a la inmoralidad y se entregan
cada vez más a cometer toda clase de perversiones.” (Efesios 4:17-19) (PDT)

La pornografía, está en los juegos, en las revistas, películas, música, etc. La pornografía, es uno
de los ataques, más acechadores de satanás, en contra de la Iglesia, de Jesucristo. Llega a
hombres y mujeres. Es fácil de adquirir y lo más curioso, es que se puede realizar, en secreto,
aunque no, a los ojos de Dios. Por eso la Palabra del Señor, nos dice:

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 255


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“No le irá bien al que oculta sus pecados, pero el que los confiesa y se aparta será perdonado.”
(Proverbios 28:13) (PDT)

Una reciente encuesta, realizada por una organización, que lucha contra la pornografía y la
indecencia. Dice, que el treinta por ciento, de las mujeres, son adictas a la pornografía. Sesenta
y siete por ciento, de los hombres, dicen que lo miran, por lo menos, una vez al mes. Y quizás
aún más sorprendente, porque un cincuenta por ciento, de los pastores que se encuestó,
dijeron, que visitaron sitios web, para adultos, por lo menos, una vez por semana. Esta
estadística, es una indicación, de cuán profundamente, la Iglesia y el hogar, han sido afectados,
por la pornografía, y que un cristiano, también puede ser afectado, por este pecado.

La pornografía, es un gran problema, en la Iglesia. La pornografía, está arruinando


matrimonios, destruyendo las relaciones, perjudicando a los jóvenes, e hiriendo el cuerpo de
Cristo. Este no es simplemente, un problema que lo solucionaremos, orando y esperando.
Muchas Iglesias, han comenzado, a abordar esta cuestión, que ha sido considerado tabú,
durante muchos años. La Iglesia, tiene que hacer un trabajo, mucho mejor, en la lucha, contra
la pornografía. Este tema, debemos hablarlo en las Iglesias, no callarlo.

“Luego Jesús les habló otra vez y dijo: —Yo soy la luz del mundo. El que me sigue nunca andará
en la oscuridad, sino que tendrá la luz que da vida.” (Juan 8:12) (PDT)

“El que sigue pecando es del diablo, pues el diablo siempre ha pecado, por eso el Hijo de Dios
vino para destruir las obras que hace el diablo.” (1 Juan 3:8) (PDT)

La pornografía, es cualquier cosa, porque por medio de; palabras, fotografías, vídeos,
imágenes, personas, cualquier representación ilícita, o expresión inmoral, con el intento de
provocar en la persona, emociones ilícitas o respuesta sexual inmoral.

La pornografía, es más que ver, películas de XXX. La pornografía está en; los canales de
televisión digital, en revistas de venta, y también en el internet informático. La pornografía,
incluye también; la desnudez, e inmoralidad, en las películas, tales como; Titanic, o series
como; “Games of thrones”. La pornografía, abarca la contra portada, de las revistas, con sus
imágenes sensuales, y los catálogos de Avon, incluso, en el anuncio de un licor.

Incluye los cuentos escritos, para apelar, a las fantasías pervertidas de las mujeres; las
telenovelas, y los programas de televisión, con sus explícitas escenas sexuales, su lenguaje, las
formas sutiles de enseñar, que está bien, ir a la cama con quien sea. La pornografía
comprende, todas aquellas cosas, que provocan a las personas, hacia expresiones sexuales, no
bíblicas, como norma y como estilo, aceptable de vida.

“Jesús les respondió: —La verdad es que todo el que se la pase pecando es siervo del pecado.
Un siervo no se queda para siempre con una familia, pero un hijo siempre pertenece a la
familia. Entonces si el Hijo los libera, ustedes serán realmente libres.” (Juan 8:34-36) (PDT)

Vivimos en una plaga de perdición y sensualidad, y como resultado, todos somos afectados.
Jesús vivió puro y habló claramente, acerca de la pornografía y la lujuria.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 256


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“»Ustedes han oído que se dijo: “No cometas adulterio”. Pero ahora yo te digo que si alguno
mira a una mujer con el deseo de tener relaciones sexuales con ella, en su mente ya ha
cometido pecado con ella. Así que si tu ojo derecho te hace pecar, sácalo y tíralo. Es mejor que
pierdas parte de tu cuerpo a que todo el cuerpo sea echado al infierno. Y si tu mano derecha te
hace pecar, córtala y tírala. Es mejor que pierdas parte de tu cuerpo a que todo el cuerpo sea
echado al infierno.” (Mateo 5: 27-30) (PDT)

Jesús está diciendo, transparentemente, que si alguien, mira con deseos, de tener sexo con
alguna mujer, o algún hombre. En su mente ya está pecando, su corazón, lo está llenando de
oscuros deseos. Y aconseja, que sea mejor, sacarse ese ojo, que te hace mirar pornografía, y te
hace pecar. Y si esa mano, con la cual te masturbas, cuando ves pornografía, y te hace pecar.
Dice que mejor, que pierdas, esas partes de tu cuerpo, antes que todo tu cuerpo, sea echado al
infierno.

La tentación pornográfica, se representa de muchas formas. La lujuria te provoca, a ver lo


prohibido. Te sugiere que necesitas experimentar, lo excitante, alimentar los deseos carnales y
explorar la intimidad. Se te hace creer, que necesitas esto, aunque sea una vez, que necesitas
estar informado, y que en realidad, no puede ser tan malo, como parece.

Cuando la imaginación y la voluntad, están en conflicto, la imaginación (casi) siempre vence. Es


en la esfera, de la imaginación, que la batalla debe ser ganada. Si se enciende la imaginación, la
batalla se pierde, con mayor facilidad. Necesitamos mantener, nuestra imaginación protegida,
poniendo cuidado, sobre nuestros ojos, nuestras mentes y controlando, los excesos de una
imaginación desenfrenada.

“Así que, entréguense a Dios, resistan al diablo y el diablo huirá de ustedes.”


(Santiago 4:7) (PDT)

Hay que resistir, desde los primeros momentos. Tenemos que decir: "Señor Jesús, esto no
tendrá lugar, en mi mente". Si no viene la resistencia, desde nuestro corazón, entonces la
tentación, conduce a miradas prolongadas, a más tiempo mirando. Hasta quedar prisionero,
del pecado, y por causa de ello, tu muerte:

“Luego, el deseo malo da a luz el pecado, y el pecado, una vez que ha crecido, conduce a la
muerte.” (Santiago 1:15) (PDT)

En la pornografía, la muerte se presenta implacable, y penetra todo el ser. Le acompaña a la


pornografía, una actitud diabólica, la cual impacta la mente, el cuerpo y el espíritu, todos a la
misma vez. Con la pornografía, se establece una unión, entre el pecado y una descarga
hormonal, produciendo un efecto poderoso.

La pornografía es adictiva, de la misma forma, que lo es; el cigarro, la marihuana, la pasta base,
el alcohol y los juegos de azar. Científicamente, la pornografía, queda grabada en la mente, por
la química epinefrina, y son muy difíciles de borrar. Jesús lo dijo claramente: “Todo el que
peca, es esclavo del pecado” (ver Juan 8:34).

Debido a que la pornografía, involucra estimulación, sin verdadera satisfacción, y


despertamiento sexual, sin satisfacción personal.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 257


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La pornografía, toma la dimensión, más íntima de la vida y la abusa. Satanás usa lo inmoral,
para tomar, más y más del alma, cuerpo y mente de la persona. La persona que es adicta, a la
pornografía, encuentra difícil obtener, el mismo grado de estimulación, que recibía en sus
experiencias previas. Tal persona busca, pues, formas más fuertes y degeneradas, de
estimulación. Por ejemplo, si antes le gustaba ver, a una modelo desnuda, ahora no se
conforma con eso, necesita ver cosas más fuertes. Ahora necesita ver zoofilia (sexo con
animales), necrofilia (sexo con cadáveres), sexo gore, bizarro, etc. Incluso puede llegar, a la
pedofilia (sexo con menores).

Pablo escribe, acerca de esta, escalada pecaminosa:

“Aunque los seres humanos conocían a Dios, no lo respetaron como él merece ni le dieron
gracias. Terminaron pensando bobadas y se cerraron al entendimiento. Se creían sabios, pero
sólo eran unos tontos, y cambiaron la grandeza del Dios inmortal para adorar ídolos, hechos
con forma de simples hombres mortales, aves, cuadrúpedos y serpientes. La gente estaba llena
de pecado y quería hacer solamente el mal, por eso Dios los dejó que siguieran cometiendo
pecados sexuales y deshonraran su cuerpo unos con otros. Cambiaron la verdad de Dios por la
mentira. Adoraron y sirvieron a la creación en lugar de adorar y servir a Dios, el Creador, a
quien sea la honra para siempre. Así sea. Por eso Dios los dejó seguir sus pasiones vergonzosas.
Sus mujeres dejaron de tener relaciones sexuales con los hombres, que es lo natural, y
empezaron a tener relaciones sexuales con otras mujeres. De la misma forma, los hombres
dejaron de tener relaciones sexuales con las mujeres, que es lo natural, y empezaron a desearse
entre ellos. Los hombres hicieron cosas vergonzosas con otros hombres, y recibieron en sí
mismos el pago merecido por su desviación. Ya que la gente creyó que no era importante
conocer a Dios, él los dejó que siguieran pervirtiendo su mente y terminaron haciendo lo que no
deben. Esta gente se mantiene haciendo toda clase de injusticia, corrupción, codicia y maldad.
Viven llenos de envidia, asesinatos, peleas y fraudes. Siempre están pensando mal de los
demás. Son unos chismosos; hablan mal de los demás. Odian a Dios, son insolentes, orgullosos,
vanidosos, inventan maldades y no obedecen a sus padres. Son insensatos, no cumplen sus
promesas, son insensibles y no tienen piedad de nadie. Aunque saben que la ley de Dios dice
que quienes hacen esto merecen morir, no les importa y siguen haciéndolo. Además afirman
que están en lo correcto los que hacen todo eso.” (Romanos 1: 21-32) (PDT)

Lo que antes, era alarmante y repugnante, se hace aceptable. La conciencia se paraliza, al


punto de tolerar, lo inmoral. Uno no puede, sembrar en la mente; ideas, imágenes,
pensamientos, sugerencias, sin empezar a poner por obra, una manifestación malsana, de lo
mismo. La impresión produce la expresión. El que es malo, de su maldad, produce el mal:

“El que es bueno lo es en su corazón y habla de lo que tiene allí, de igual manera el malo lo es
en su corazón y habla de lo que tiene allí; porque las palabras revelan lo que hay en el
corazón.” (Lucas 6: 45) (PDT)

El que tolera la pornografía, dentro de poco, pierde la vitalidad espiritual.

Existe el mito, de que la expresión pornográfica, es buena para el matrimonio, que no anda
bien en la intimidad. Eso es mentira. Lo que sucede, es que el cónyuge, viene a ser un objeto
de juego y no una persona.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 258


259

Cuando se tiene problema, en la intimidad, con la pareja, hay que aprender, a amar a la pareja,
y comunicarse, con él o ella. No se puede entregar, la vida emocional, a cosas chocantes, cosas
que pueden hacer más grande, el distanciamiento, en las relaciones del matrimonio.

¿Cuál es el camino, hacia la libertad? Uno tiene que purificarse, y luego seguir andando, en lo
puro. Para lograr una limpieza, tenemos que aceptar la verdad, de la Palabra de Dios. En
oración, hay que aceptar la Biblia. Hay que decir: "Sí, Señor, he pecado, he tolerado la mugre y
he sucumbido, ante la tentación. Pero Señor, restablezco mi vida, a la pureza, por tu Espíritu".
Con la ayuda de Cristo, no se puede permitir nada más, de lo pornográfico, en la vida. Tenemos
que resistir, toda tentación, en esta área.

Algunas personas, caminan muy profundo, en el pecado, y esperan que se desaparezca, del
todo, en un dos por tres. La cruz, es suficiente para redimirnos, de todo pecado, pero por
medio, de un profundo arrepentimiento personal, es que Dios, trae cambios al alma.

Usted debe, clamar al Señor, desde el fondo del alma. Tenemos que examinar, cada hecho
pecaminoso y arrepentirnos. Hay que recibir, el perdón y la misericordia, de Dios. Su
misericordia es grande y su perdón, es inmensurable. Entregue la totalidad, de lo que somos, a
Jesucristo. Esto abarca, los pensamientos, la vida sexual y la vida emocional. Él quiere todo, lo
que somos.

Debe fortalecer, el enfoque de la mente, tal como piensa, en su corazón, así es el hombre
(ver Proverbios 23:7). Un ejercicio de ayuda, es la lectura del libro, de Proverbios, buscando las
muchas referencias, a la verdad, acerca de la inmoralidad. Hay que fijarse en ellas. Debemos
edificar la mente, y proteger la vida, con la verdad, que el Señor tiene, para nosotros. Viviendo
en libertad.

Purifique la vida, de toda forma posible. Hay que hacer un inventario completo, de la
perversión, que existe en la vida, de cada uno. Tenemos que estar consciente, de las maneras,
en que entra, la inmoralidad. Si se hace difícil controlar, lo que uno ve, en la televisión,
entonces la solución, es no ver nada, en ningún canal. Si por ahí se introduce la tentación, hay
que deshacerse de todo. Quizá eso parecerá, un extremismo, pero Jesús dijo, que es mejor
arrancarse eso, antes que todo el cuerpo, sea quemado en el infierno.

Evite los lugares, donde se le presenta a uno, la tentación de mirar, algo de la pornografía. Si
vez pornografía en un ciber, ya no vallas más, a ese lugar. Si lo vez, en el ordenador, de tu
hogar, entonces puedes tomar algunas fotografías, de tu esposa e hijos, y colócalas sobre, la
pantalla del monitor. O puedes colocar tu notebook, donde todos te vean. Eso te detendrá. En
otras ocasiones, puedes tomar la autoridad espiritual, sobre la atmósfera del cuarto.

“Aléjate de la mujer que comete adulterio; ni siquiera te acerques a la puerta de su casa”


(Proverbios 5:8) (PDT)

Debes ser lleno, del Espíritu. Pablo dio este consejo; Como el Espíritu, mora en el creyente y
como Él, desea la santidad, Él ha de ayudarnos, a tener una vida santa. Él fortalecerá nuestra
vida, y hará que vivamos, de una manera piadosa. Ore con frecuencia, cuando sea tentado.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 259


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“¿Por qué, hijo mío, dejarte seducir por la mujer de otro? ¿Por qué abrazar el seno de la
extraña? El SEÑOR está atento a lo que hace cada hombre y observa por dónde anda.”
(Proverbios 5:20-21) (PDT)

El Señor nos ayudará. Su fuerza se nos da, para hacernos fuertes, contra la tentación.
Arrepintámonos y confesemos. Vivamos en la justicia de Dios. Podemos quebrantar todo
vestigio de tinieblas, en esta área, para vivir en poder y en pureza.

b) La drogas

Otro método, en el cual satanás, socaba la santidad en el hogar, es por el abuso de drogas y
narcóticos (incluso sus pastillas para dormir, o para el dolor de cabeza). Las drogas, están
destruyendo a nuestras familias, sobre todo, a nuestros hijos. Cuántos de ellos, han caído
además, en la delincuencia. Esclavos del consumo, que hacen millonarios, a narcotraficantes y
farmacéuticas.

En nuestra sociedad, es un problema muy grande, no solo trae delincuentes, que golpean y
asesinan para robar, por un poco de la droga. Sino que además, a ellos los enferma y los hace
esclavos, del diablo. Caen en un hoyo, del cual no pueden salir, ni siquiera pueden
desarrollarse, como personas y tener, un poco de dignidad. Dentro de la Iglesia, aún existen
cristianos, que consumen drogas, que el botiquín de su casa, es una verdadera farmacia. Y lo
peor, es que se siguen justificando, para seguir usando drogas. Cuando la Palabra de Dios, dice
que somos, una nueva creación, y que esas cosas, que antes hacíamos, ya no debemos hacerlo
más:

“Si alguien está unido a Cristo, hay una nueva creación. Lo viejo ha desaparecido y todo queda
renovado.” (2 Corintios 5:17) (PDT)

Una de las causas, por la cual, no debemos usar drogas, es entre otras, porque ellas tienen una
conexión, muy grande, con la brujería y la hechicería. Porque desde ahí, comenzó el uso de las
drogas.

“Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los
idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es
la muerte segunda.” (Apocalipsis 21:8) (RVR 1960)

Las Escrituras, dice que los hechiceros, van a arder en el infierno. Un hechicero, es alguien que
usa drogas, encantamientos, pociones, y embrujos. Hoy en día, a los hechiceros, se les conoce
como “farmacéuticos”, de hecho, la palabra “Hechicería”, viene del griego Pharmakia, que
significa “hechicero”, incluso la palabra inglesa, para drogas, es “Pharmacy”. Ambas palabras
vienen, de la misma raíz. Por supuesto, que alguien que trabaja, en una farmacia, no es un
hechicero. Cuando vallan a comprar una aspirina, no le digan, al farmacéutico, que es un
hechicero. Porque el solo trabaja ahí, y no sabe, que el verdadero farmacéutico, es el que crea,
esas drogas. Es el químico, que está en su laboratorio. Ese es el hechicero.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 260


261

Los hechiceros, usan sus drogas y posiciones, para provocar, estados de subconsciencia, que
permiten a las personas, tener comunicación e interacción, con demonios, en rituales
satánicos y en brujería. Muchas de las personas, que abusan de las drogas, terminan en estado
de depravación, y de condenación por el pecado. Pues las drogas, tienen una relación, con el
padre de las mentiras.

Por más que el científico, le quiera dar un buen uso, a las drogas, siempre hará daño, cuando
se abusa de ellas. La mayoría de las drogas, son creadas, para controlar el dolor, como los
derivados, del opio, la coca, o la marihuana, y está bien, que funcione para minimizar los
dolores, pero el precio a tener, estos calmantes, es una dependencia viciosa, hacia ellas. Una
excusa de crear drogas, para el bien común, no es garante de su efectividad. Y menos, para el
farmacéutico hechicero, que crea drogas, como; la heroína, el crack, la pasta base, etc. Con el
fin, de solo ganar dinero.

La droga jamás ha sido usada, para acercarse a Dios. Ningún ser humano, ha necesitado fumar
un pito de marihuana, para ver a Dios (aunque en Jamaica, existe una secta falsa, los
Rastafaris, que piensan, que de esa forma, pueden acercarse al Creador). En la Biblia, no
vemos a nadie, haciendo eso. Las drogas siempre, han sido usadas, para atraer a las personas,
a los poderes del mal, por medio de influencias demoniacas.

También podemos ver, como el crimen organizado, crece gracias a las drogas. Desde el cine a
los noticiarios, vemos a los gánster y a los pandilleros; robando, asesinando, extorsionando,
secuestrando, y destruyendo, por la droga. Las mismas características que tiene satanás, según
la Biblia:

“El ladrón solamente viene para robar, matar y destruir. Yo vine para que la gente tenga vida y
la tenga en abundancia.” (Juan 10:10) (PDT)

Satanás, es quien está, detrás de las drogas, el hace que las personas, se refugien y liberen su
dolor, por medio de ellas. Hace que la gente, sienta poder, euforia, y complacencia. Pero solo
por un instante, y aun gran precio. Desde tiempos remotos, que el diablo, ha usado en mal
uso, las drogas. Ha creado guerras por ella, como la guerra del Opio, o las guerrillas de la Coca.
El diablo, tiene sus propias armas, dentro de este mundo alucinado. Cuando la gente está bajo
sus efectos, salen a relucir, los deseos más torcidos de su corazón. Las personas se
transforman, por ese poder demoniaco, que habita en ellos. Por esta razón, es que los
cristianos, no deben usar drogas:

“Ustedes no pueden beber de la copa del Señor y, a la vez, de la copa de los demonios. No
pueden compartir de la mesa del Señor y, a la vez, de la mesa de los demonios.”
(1 Corintios 10:21) (PDT)

Nuestra responsabilidad, como creyentes maduros, es evitar hacer caer, a los más débiles, o
influir, para que ellos, puedan romper, su relación personal, con Dios. Si usted consume
drogas, su hermano que es más débil, puede verlo a usted, y tratar de imitar lo mismo. Si su
hermano se droga, usted fue, el responsable de su caída.

“Es mejor no comer carne ni tomar vino si eso hace que tu hermano caiga en pecado. Es mejor
no hacer nada que haga debilitar la fe de tu hermano.” (Romanos 14:21) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 261


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Si usted es un cristiano maduro, su forma de vivir, debe ser de ejemplo, para que otros, lo
sigan. Usted debe negar, todos sus deseos egoístas, debe negarse, a sí mismo y ser muy
paciente, con sus hermanos:

“Nosotros que no tenemos esas dudas, debemos soportar pacientemente las deficiencias de
los que tienen dudas, y no buscar agradarnos a nosotros mismos. En lugar de eso, debemos
pensar en lo que es bueno para ellos y tratar de agradarlos. Así los ayudaremos a fortalecer su
fe.” (Romanos 15: 1-2) (PDT)

Usted debe de considerar, que usted, no puede consumir drogas, porque usted, ya no se
pertenece a sí mismo. Ahora le pertenece a Cristo. Usted fue comprado, por precio de sangre,
así que ahora, le pertenecemos a Dios, y ahora, estamos para glorificarlo a Él, con nuestro
cuerpo y con nuestra, forma de vida:

“porque Dios los ha comprado por un precio. Así que, con su cuerpo, honren a Dios.”
(1 Corintios 6:20) (PDT)

“Porque lo importante es glorificar a Dios en todo, ya sea al comer, al beber o al hacer


cualquier otra cosa.” (1 Corintios 10:31) (PDT)

Las Sagradas Escrituras, dicen que nosotros, debemos estar lucidos, para recibir y estar bajo, la
influencia del Espíritu Santo, quien nos dará Su poder, Su paz, y Su fuerza. El apóstol Pablo, nos
dice, que no debemos ser tontos, que no los intoxiquemos con alcohol, y por implicación, a
otros estimulantes, que distorsionan nuestra mente, y nuestra habilidad, de controlar nuestros
impulsos:

“No sean tontos, mejor traten de entender cuál es la voluntad del Señor. No se emborrachen,
porque así echarán a perder su vida, mejor llénense del Espíritu Santo.” (Efesios 5:17-18) (PDT)

No podemos consumir drogas, porque al hacerlo, vamos a destruir, el templo de Dios, que
habita, dentro de nosotros. Si usted destruye el templo del Señor, Él también, lo va a destruir a
usted. Usted debe de considerar, su cuerpo, como algo santo, que no puede ser manchado o
maltratado, usted no puede corromperse o contaminarse. Pues Dios, vive en nosotros:

“Ustedes deberían saber que son el templo de Dios y el Espíritu de Dios vive en ustedes. Aquel
que destruya el templo de Dios, será destruido por Dios. El templo de Dios es santo, por eso
ustedes también son santos.” (1 Corintios 3:16-17) (PDT)

La droga, es algo que a usted, lo puede dominar, lo puede hacer adicto, y eso es algo, del cual,
no podemos liberarnos, a nosotros mismos. Muchas veces, ni los centros de rehabilitación,
pueden ayudarlo. Porque muchas veces, no entienden, el mundo espiritual, del cual, usted es
prisionero. Yo mismo, puedo decirlo con autoridad, también fui, un adicto a las drogas, pero en
un solo día, en un solo momento, Cristo se llevó, todas mis adicciones. Y hasta el día de hoy,
jamás he sentido deseos, de volver a las drogas, ni siquiera, un pequeño impulso. El día de hoy,
siento que jamás, consumí algo, solo lo veo y recuerdo, como un sueño feo.

“Tal vez sea cierto lo que dicen: «Soy libre de hacer lo que quiera», pero no todo conviene. Aun
si puedo hacer lo que quiera, no debo permitir que nada me domine.” (1 Corintios 6:12) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 262


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Si eres un drogadicto, déjame decirte, que existe una esperanza. Tal como, yo también la tuve
un día. Quiero decirte, que si se puede, pero tú también, debes colocar de tu parte. Esto no es
algo mágico. Esto requiere de tu fe, aunque sea muy pequeña. No escuches al diablo,
diciéndote que no se puede. Dios está ahí, esperándote, con sus brazos abiertos, Él no te
condena, Él quiere ayudarte, quiere salvarte del lodo, del fango, en el cual has caído. No
justifiques tu adicción, Jesús conoce tu dolor, y porque has llegado ahí. Por eso, pídele que te
dé el poder, para salir libre de eso. Él lo hará. Busca una Iglesia, busca al pastor o a los
hermanos, para que te puedan guiar. Y oren por ti, porque Dios promete, que las oraciones de
ellos, por fe, te ayudaran a ti:

“Si esa oración es hecha con fe, sanará al enfermo y el Señor lo levantará. Si ha pecado, el
Señor lo perdonará.” (Santiago 5:15) (PDT)

“Pero a los que lo aceptaron y creyeron en él, les dio el derecho de ser hijos de Dios.”
(Juan 1:12) (PDT)

15. Pervierte la palabra de Dios

Hemos visto, como el diablo, incita a los hombres, a pecar contra Dios. Ahora nos queda ver, el
último plan de ataque, de satanás, que tiene dentro de sus fuerzas. Como nunca ha logrado,
destruir la Palabra de Dios (y nunca lo hará), lo único que puede hacer, contra de ella, es
pervertirla, para que su receptores, puedan entender, de mal manera. Y de este modo,
presentar otro evangelio y otro cristo.

Pervertir significa; Alterar o cambiar, el estado de una cosa. Viene del latín “pervertere”,
trastornar. Cuando hablamos de pervertir, estamos hablando de; corromper, malear, mal
inclinar, echar a perder, depravar, envilecer, distorsionar. Entonces, cuando estoy diciendo,
que el diablo, pervierte la Palabra de Dios, me refiero a esto. Y esta es la misma preocupación,
que tenía, el Apóstol Pablo:

“Pero me temo que así como la serpiente engañó a Eva con su astucia, la mente de ustedes
también se corrompa y se desvíen de la pureza y la devoción que tienen por Cristo. Ustedes
toleran sin quejarse a los que les dan un mensaje sobre Jesús distinto al que les hemos
anunciado. Están dispuestos a aceptar un espíritu diferente al Espíritu que ya recibieron, y
también están dispuestos a recibir una buena noticia de salvación distinta a la que nosotros les
enseñamos.” (2 Corintios 11:3-4) (PDT)

Los hermanos de la Iglesia de Corinto, habían sido enseñados, por unos falsos apóstoles
(ver 2 Corintios 11: 13-15), y tal como los dice Pablo, ellos eran uno siervos de satanás. Estos
engañadores, llegaron anunciando otro evangelio, llegaron anunciando, a un Jesús diferente.
Lo mismo ocurre hoy, con todos estos distorsionadores, de la Biblia. ¿Cuantos jesucristos
diferentes, podemos apreciar?

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 263


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Vemos muchas figuras de yeso, imágenes idolatras, de un Jesús rubio, ojos azules, pelo largo,
de raza aria. O vemos algunos, en forma de un niño rey, junto a su madre (idolatría sumeria,
que ya vimos anteriormente). E incluso, en la televisión, en redes sociales (entre los jóvenes),
es presentado, con el nombre de; “Jebus” (en alusión a la serie; Los Simpson).

Algunos ven a Jesús, como un hippie, que solo es paz y amor. Otros lo ven, como un
comunista, un revolucionario. Otros, en cambio, ven a Jesús, como un zombi, otros, como un
tata, otros, como un amuleto. Y otros lo ven, como el genio de la lámpara, para conceder
deseos, Etc.

“…— ¿Quién dice la gente que soy yo, el Hijo del hombre? Ellos contestaron: —Algunos creen
que eres Juan el Bautista, otros dicen que eres Elías y otros que eres Jeremías o uno de los
profetas. Jesús les dijo: —Y ustedes, ¿quién creen que soy yo? Simón Pedro le respondió: —Tú
eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente.” (Mateo 16: 13:16) (PDT)

Lamentablemente, el que no conoce, al Jesús, que habla la Biblia, tiene una imagen, bastante
distorsionada, del verdadero Cristo. Y todo porque, el diablo, ha pervertido todo. Todos creen,
que Jesús es una religión, pero nuestro Señor, no es eso. Él es algo, mucho más grande, que
eso:

“Jesús le dijo: —Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se llega al Padre.”
(Juan 14:6) (PDT)

Pablo, además dice, que por medio de la perversión, de las Santas Escrituras, que estos falsos
apóstoles hacían. También estaban aceptando, un “espíritu diferente”, un espíritu diferente, al
Espíritu Santo, que ya habían recibido. Al igual que hoy, muchas personas, aceptan espíritus
demoniacos, como si fueran manifestaciones, del Espíritu de Dios. Vemos en las iglesias, a
personas revolcándose en el suelo, como si fueran culebras retorcidas. Se tiran de espaldas, y
comienzan a reír, como si eso fuera, una risa santa. Comienzan a danzar, como si fueran
indígenas, alrededor del fuego. Y un sin fin de prácticas, que ni siquiera, son bíblicas.

Estas personas, se dejan impresionar, por lo que ven, o por lo que sienten. Piensan
equivocadamente, que esto viene, del Espíritu Santo. En vez de analizar todo, a la luz de las
Escrituras, y a la luz, de los Frutos, del Espíritu de Dios:

“En cambio, el Espíritu produce amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad,
humildad y dominio propio. No existe ninguna ley en contra de esas cosas.”
(Gálatas 5:22-23) (PDT)

“! A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.”


(Isaías 8:20) (RVR 1960)

El tercer efecto, que produjo la perversión, de la Palabra de Dios, es que ellos, estaban
dispuestos a recibir, “un nuevo evangelio”. ¿Cuantos evangelios nuevos, podemos ver a diario?
Vemos como los mormones, han creado un nuevo evangelio, en base a las palabras, que un
demonio, en forma de luz, le dio a José Smith. O como tantos otros (que también hemos
mencionado), que por su mala interpretación bíblica, y por una influencia diabólica, han de
distorsionar la Biblia, han creado nuevos evangelios, nuevas sectas.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 264


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Esto es algo que ocurre, en todas partes, e incluso, los Corintios, no eran los únicos, que tenían
este problema, también lo tenían, los Gálatas, tal como lo dice Pablo:

“Me parece increíble que ustedes tan pronto le estén dando la espalda a Dios, quien los llamó a
través del generoso amor de Cristo. Están desertando de Dios para aceptar unas buenas
noticias diferentes a las que les anunciamos. En realidad no hay otras buenas noticias, sino que
hay algunos que los están confundiendo. Ellos quieren cambiar las buenas noticias acerca de
Cristo. Pero ¡ojo! si nosotros o un ángel del cielo les anuncia otras buenas noticias diferentes a
las que les anunciamos, ¡que Dios lo condene!” (Gálatas 1:6-8) (PDT)

Cuando el Apóstol habla, de “buenas noticias”, se refiere al “Evangelio de Jesucristo”. Ellos


estaban aceptando, “otro evangelio”, que otros estaban confundiendo. La versión, Reina
Valera, lo dice de la siguiente manera:

“Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo,
para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y
quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare
otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.”
(Gálatas 1:6-8) (RVR 1960)

Esta versión nos dice, que ellos estaban siendo perturbados, por otros, que pervierten el
Evangelio. Y dice, que si un ángel, llegara anunciando otro evangelio, sea anatema, o sea, que
sea maldito. Con esto, podemos concluir fácilmente, que los mormones son anatema. Estos, y
otros, mensajeros de satanás, siempre se presentarán, bajo un manto piadoso. Su simpatía, el
carisma que manifiestan, el supuesto poder que los acompañan, las buenas obras que hagan,
la elocuencia con la que prediquen, y lo convencidos y genuinos que se vean, no significa que
sean de Dios.

El diablo está hoy, pervirtiendo la Palabra de Dios, tal como fue, en los tiempos del apóstol
Pablo. Hoy hemos visto una explosión, de tantas doctrinas nuevas y extrañas, e incluso
ridículas. He visto como un seudo pastor, convence a su congregación, para que los feligreses,
se arrojen al suelo, a comer pasto. Porque según él, esa es la unción del pasto. Y como esta
falsa unción, también hay otras; La unción del chicle, la unción de la manguera, la de la
cachetada santa, la de las gallinas, y tantas otras payasadas, que lo único que buscan, es
burlarse del Evangelio Santo, del Señor.

“Para los de corazón puro, todo es puro, pero para los que están llenos de pecado y no tienen
fe, nada es puro. Por el contrario, su manera de pensar y su conciencia están corrompidas.
Dicen que conocen a Dios, pero todo lo malo que hacen demuestra que no lo aceptan. Son muy
malos, se niegan a obedecer y no son capaces de hacer nada bueno.” (Tito 1:15-16) (PDT)

Hoy vemos, tantas revelaciones nuevas, es como una moda, es como una competencia, quien
trae la revelación, más novedosa y más imaginativa. Todas ellas parecieran, que tienen ciertas
escrituras, que los respaldan. Pero ninguno está discerniendo, lo que es de Dios y lo que, es de
satanás. La gente que no lee su Biblia, se está confundiendo.

Hace poco, conversaba con unos hombres, que me querían convencer, que hoy, en el año
2017, la Tierra aún es plana.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 265


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Tal como usted lo lee, me decían, que este planeta Tierra, es plano. Y no eran solo palabras,
sino que tenían, un sustento muy amplio, de textos Bíblicos, que avalaban su teoría. Si hubiera
sido un ignorante, tal vez, les hubiera creído, pues eran muy convincentes. Pero a la luz, de la
Escrituras, todos esos textos, estaban pervertidos, estaban sacados, fuera de contexto. La
interpretación, que ellos daban, estaba corrompida. Y el Espíritu Santo, que mora dentro de
mí, me decía, que eso era falso (no lo escuché audiblemente, pero lo puedo sentir).

El diablo, siempre ha querido pervertir, la Palabra de Dios, lo podemos ver, incluso en el Edén:

“Luego el SEÑOR Dios le ordenó al hombre: «Puedes comer libremente de cualquier árbol en el
jardín, pero no debes comer del árbol del conocimiento del bien y del mal porque el día que lo
hagas, sin duda morirás». (Génesis 2:16-17) (PDT)

Adán y Eva, hasta el momento, no habían desobedecido a Dios, ellos tenían un temor, hacia el
Señor. Ellos no obedecían, porque Dios los amaba, o porque tenían, una comunión con Él, sino
porque el Señor, se los ordenó. Ellos le temían, sabían que podían morir. Pero luego viene el
diablo, delante de Eva, y con un suave mensaje, le dice: “no morirán” (ver Génesis 3:4). Acá
vemos, una total perversión, de la Palabra de Dios. El diablo, está cambiando el mensaje, éste
es otro evangelio.

Éste es el otro evangelio, que predican, los siervos de satanás; “relájate, Dios no puede ser, tan
malo”. “Dios es amor”. “Él nunca, te va a hacer daño”. Lo que el diablo, siempre buscará, será
desviarte del respeto y el temor, de un Dios Santo y Justo, que juzga el pecado. El engañador,
siempre va a menoscabar, el temor de Dios, en ti.

Sin embargo, esto era exactamente, lo que Eva quería oír. Esto es, lo que muchos desean oír.
Por eso, es que hay tantas personas, en las iglesias, de estos falsos maestros, pues ellos, tienen
templos enormes, con cómodos asientos, aire acondicionado, y mucho lujo. Y aunque están
pervertidos, a la gente, pareciera que no les importa, pues ellos, solo quieren, que sus oídos
sean endulzados:

“Porque llegarán tiempos en que la gente no querrá escuchar la verdadera enseñanza que
conduce a una vida recta y sólo buscarán rodearse de maestros que los complazcan diciendo lo
que quieren escuchar.” (2 Timoteo 4:3) (PDT)

La solución, para este problema es; “El temor al Señor”. El temor a Dios, no es un miedo
terrorífico. El temor a Dios, es una reverencia y admiración, es un respeto. El temor al Señor,
es el principio de la sabiduría. Y esa sabiduría será, la que no te dejará pervertirte:

“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová” (Proverbios 1:7) (RVR 1960)

Hermano, tú debes ser sabio. Tú debes temer a Dios. Ese temor será, el que te aparte del
pecado, y de hacer lo malo. Si tienes temor, jamás serás pervertido. El temor te hará tener, los
pies bien firmes, sobre la tierra.

Respeta a Dios.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 266


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a) biblias corrompidas

Al diablo, lo podemos acusar de; ladrón, mentiroso, asesino, engañador, etc. Pero nunca lo
podremos acusar, de flojo. El diablo, no está sentado, ni acostado, él anda, rodeando la tierra,
no está quieto, siempre está buscando, como derrotarnos. Sabe, que toda nuestra vida
cristiana, gira alrededor, de la Palabra de Dios. Si él puede pervertir eso, también puede,
corrompernos a nosotros. Es por eso, que hoy, se han publicado, tantas biblias falsas, biblias
que están corrompidas.

No hace mucho, fue lanzada, la biblia “Queen James” (La Reina Jaime), una versión gay, escrita
para homosexuales. Según ellos, corrige algunos pasajes, que en su opinión, llevan a la
discriminación, con los miembros, del colectivo LGTB. Y quiere así convertirse, en una
referencia, para aquellas personas, de este colectivo, que se consideran creyentes, para que
tengan una biblia, que se adapte, a su forma de pensar y favorable, a la práctica de su
orientación sexual. Acá, se está corrompiendo una biblia, para cambiar su significado, darle
aceptación escritural, cambiar lo que ellos consideran, que está mal y oír, lo que ellos quieren
oír.

El mismo principio, busca la biblia; "Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras”.
Que es la biblia, de “los testigos de jehová”, publicada por la “Sociedad de la Watch Tower”.
Esta es una biblia, totalmente corrompida. No es una biblia, de la Palabra de Dios. Lo que
estará leyendo, no será, lo que Dios habló, por medio de sus Apóstoles y Profetas. Sino una
manipulación engañosa, diseñada por una secta deshonesta, con el fin, no de ayudarle
espiritualmente, sino para traerlo a los pies, de esta secta religiosa, por medio de doctrinas
heréticas, disfrazadas.

También podemos ver, la gran cantidad, de falsas biblias, que han escrito y publicado, las
sectas, de judíos mesiánicos. Como la traducción “Kadosh Israelita Mesiánica”, editado por
Diego Ascunce, en 2003. Esta biblia que dice, que los nombres; Jesús, Cristo, Santo, son
nombres paganos, y que no debemos usar. Además agrega, a otros libros, no bíblicos;
1 Macabeos, 2 Macabeos, y un salmo 151. Y si no fuera poco, también agrega, el libro “Yashar
(Yashur, o Yasher, o Jaser, se le conoce también con esos nombres)”, que aparece en el “libro
de mormón”. Existen muchas otras traducciones mesiánicas, y todas ellas, también se
encuentran corrompidas, todas ellas, con un solo fin, tratar de judaizar, a los cristianos.

Todas estas biblias, que les he mencionado, son utilizadas por sectas, y son usados por una
minoría. Pero existe, una falsa traducción de la Biblia, que es usada, en forma masiva, incluso
puede estar en su hogar. Y dado su peligrosidad, es que voy a profundizar, más en ella. Me
refiero, a la versión NVI (nueva versión internacional).

Hace varios años atrás, se introdujo esta nueva versión, en Chile. Llegó con una gran
publicidad, pretendiendo ser la más exacta y fiel, a los textos originales, de la Biblia. Y que
mejoraba y corregía, los errores de las versiones anteriores.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 267


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Y como todo cristiano, también compré esta versión, y me dejé llevar, por sus sutilezas. Y
ciegamente, compré la NVI, contribuyendo a producir, más utilidades financieras, para que se
siguiera propagando.

La NVI, es la traducción preferida, de toda la manada de lobos, que existen. De todos los
llamados “apostatas” o “apostolobos”, de todos los dominionistas, de todos los ecuménicos,
de todos los que predican, el “falso evangelio de la prosperidad”, y mercaderes de la fe.

Al leer esta versión, comprendí, que esta no era una traducción más, sino que era una
traducción, en “contra” de la Biblia tradicional. Quedé con la boca abierta, al ver, como tantas
Palabras, habían sido cambiadas y omitidas, y lo primero, que se me vino a la mente, fue este
texto:

“Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a
estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare
de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa
ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.” (Apocalipsis 22:18-19) (RVR 1960)

El comité responsable de la NVI, fue integrado por teólogos, pertenecientes a universidades e


instituciones, anti-fundamentalistas. Sus dueños, incluyen a individuos, como el magnate, de
los medios de la comunicación, el empresario; Rupert Murdoch, quien sostiene los derechos
exclusivos, de la impresión de la NVI, quien a su vez, es dueño, de la casa Zondervan y Editorial
Vida.

Murdoch, que fue declarado, juntamente con su esposa, un “caballero de la orden de San
Gregorio”, por su “carácter impecable”, por la iglesia Católica. Y su firma de publicidad,
imprime literatura secular, y hasta pornográfica. Recientemente donó, diez millones de dólares
americanos, para la edificación, de una catedral Romano Católica, en Los Ángeles, USA.

¿Será esta la razón, por la cual traduce, Santiago 5:16, como; “confiésense los unos a los otros
sus pecados” lo cual apoya el dogma católico?

La NVI, fomenta el ecumenismo, y la confesión católica romana: “Por eso, confiésense unos a
otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es
poderosa y eficaz.”

“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La
oración eficaz del justo puede mucho.” (Santiago 5:16) (RVR 1960)

La NVI, confunde a Lucifer con Cristo. ¿Quiere decir que la NVI, se basa en textos influenciados,
por ocultistas, de la Nueva Era?

Cambia uno de los nombres, de Dios, y se lo otorga al diablo: “¡Cómo has caído del cielo,
lucero de la mañana! Tú, que sometías a las naciones, has caído por tierra.”

“¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que
debilitabas a las naciones”. (Isaías 14:12) (RVR 1960)

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La NVI, contó con la participación editorial, de Virginia Ramey Mollenkott, una mujer declarada
lesbiana, quien a su vez, le declaró la guerra, a los cristianos fundamentalistas. En su libro
titulado; “Sensuous Spirituality” (Espiritualidad Sensual), Mollenkott declara que; “Mi
lesbianismo, siempre ha sido parte de mí”. De hecho, el Comité Revisor de la NVI, hasta ha
producido, una edición de la NVI, para promover la igualdad, de género sexual, entre hombres
y mujeres. Y terminar con la idea, de que Dios odia a los homosexuales, al tergiversar palabras
“ofensivas”, como; “sodomitas” o “afeminados”.

Compare 1 Corintios 6:9, donde la NVI, usa la frase “homosexualidad”, en lugar de


“afeminados” o “sodomitas”, para decir que; “Dios solamente condenó, los actos criminales,
de los heterosexuales, pero no el homosexualismo en sí.

En Deuteronomio 23:17, 1 Reyes 15:12, 22:46 y 2 Reyes 23:7. La frase; “prostitutas del
templo” son usadas, en lugar de “sodomitas”. O sea que, la NVI es también, la “biblia”
preferida, de los homosexuales. Además de esto, el Comité decidió producir, otra edición de la
NVI, dedicada a igualar los géneros, al eliminar palabras “machistas” como; “hijo del hombre”
(ver Hebreos 2:6; Salmos 8:4), para que se lea; “ser humano”.

La nueva versión internacional (NVI), es una biblia mutilada. Ejemplo de ello, es que la NVI,
debilita la doctrina, de la deidad de Cristo, al cambiar la frase; “Hijo de Dios” a “Hijo del
Hombre”, en (Juan 9:35), ya que esa frase es clave, para defender esa doctrina.

La NVI, omite totalmente (Hechos 8:37), es decir este texto, no fue escrito, ni aparece en su
versión, donde leemos:

“Y Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondió él, y dijo: Yo creo que
Jesucristo es el Hijo de Dios”. (Hechos 8:37) (RVR 1960)

La NVI, omite la palabra “Dios”, por la palabra genérica “Él”, en (1 Timoteo 3:16), debilitando
así, la doctrina de la deidad de Cristo. Y uno de los pasajes más fuertes, en defensa de la
Santa Trinidad.

La NVI omite a “Dios”, en (Apocalipsis 20:12), que es un pasaje, que nos enseña, que Jesús es
Dios, ya que es Él, quien está sentado sobre el trono.

La NVI omite totalmente (Marcos 15:28), donde la Escritura declara, que Cristo fue contado,
entre los transgresores, en cumplimiento a una profecía, del Antiguo Testamento, en
(Isaías 53:12). Es decir, que la NVI, niega este hecho.

La NVI elimina la frase; “por nosotros”, en (1 Corintios 5:7) negando así, la doctrina de la obra
redentora sustitutiva, por nosotros.

La NVI, niega la doctrina de la Sangre de Cristo, al eliminar; “por su sangre”, en


(Colosenses 1:14).

La NVI, elimina la frase “por sí mismo”, en (Hebreos 1:3), debilitando la doctrina, de la


salvación de Cristo.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 269


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La NVI, debilita la doctrina, del sacrificio expiatorio, al omitir la frase “por nosotros”, en
(1 Pedro 4:1).

La NVI, declara en una nota, en (Marcos 16:9-20), que estos pasajes, que relatan la
resurrección de Cristo, no aparecen “en los originales”. Este tipo de anotaciones, pone en tela
de juicio, este y muchos otros pasajes, de la Sagrada Escritura.

La NVI debilita la doctrina, de la resurrección, al omitir; “le levantaría”, en (Hechos 2:30).

La NVI cambió la frase; “pruebas infalibles”, por; “pruebas convincentes”, en (Hechos 1:3).

La NVI llama a José, el “padre” de Jesús, en (Lucas 2:33).

La NVI, vuelve a llamar José, el padre de Jesús en (Lucas 2:43).

La NVI, debilita y niega, la encarnación de Jesucristo, en (1 Juan 4:3) al usar “reconocer”, en vez
de “confesar”.

La NVI, niega que Jesús, es el “unigénito”, al omitir esta palabra, en (Juan 1:14, 18; 3:16, 18)
y (1 Juan 4:9).

La NVI, debilita o niega el señorío de Cristo, al omitir la palabra “Señor”, en los siguientes
versos: (Mateo 13:51; Marcos 9:24; 11:40; Lucas 23:42; Hechos 9:6; 1 Corintios 15:47; 2
Corintios 4:10; Gálatas 6:17; Efesios 3:14; Colosenses 1:2; 2 Timoteo 4:1 y Tito 1:4) entre otros.

La NVI, debilita la doctrina de la resurrección, al omitir la frase “porque yo voy al Padre”, en


(Juan 16:16).

La NVI, omite la frase “el principio y el fin”, en (Apocalipsis 1:8), debilitando la doctrina, de la
eternidad de Cristo.

La NVI omite la frase; “Yo soy el Alpha y el Omega”, en (Apocalipsis 1:11).

La NVI omite la frase; “al que vive por siempre jamás”, en (Apocalipsis 5:14), cuando las cuatro
bestias, y los veinticuatro ancianos, se postraron y adoraron.

La NVI, niega la segunda venida de Cristo, al omitir la frase; “y que has de venir”, en
(Apocalipsis 11:17).

La NVI, vuelve a negar su segunda venida, en (Mateo 25:13), al omitir la frase; “en la cual el
Hijo del hombre ha de venir”.

La NVI, omite por completo (Mateo 18:11), debilitando la doctrina de la salvación.

La NVI omite la frase; “en mí” (hablando de creer en Jesús), en (Juan 6:47), dando a entender,
que solamente, se hace necesario “creer”, ¿pero en qué o quién?

La NVI omite la frase; “de los que son salvos”, de (Apocalipsis 21:24). Esto debilita la doctrina
de la salvación, y da a lugar, a una interpretación universalista de la salvación.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 270


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La NVI omite la frase; “de cierto que será más tolerable para Sodoma y Gomorra en el día del
juicio, que de aquella ciudad”. Que refleja la influencia de, Virginia Mollenkott, quien es una
lesbiana, y quien además, formó parte del grupo consultor, de estilistas para esta versión.

La NVI omite la frase; “donde el gusano no muere”, en (Marcos 9:44), y el 46, está totalmente
omitido.

La NVI omite la frase; “no perezca”, de (Juan 3:15), debilitando la doctrina del infierno.

La NVI omite la palabra; “eternamente”, en (2 Pedro 2:17), debilitando así, la doctrina del
eterno castigo, de los incrédulos.

La Biblia, nos dice:

“Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles:
Hijos, !!cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas!”
(Marcos 10:24) (RVR 1960)

Y la Nueva Versión Internacional (NVI), traduce como:

¨Los discípulos se asombraron de sus palabras. —Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de
Dios! —Repitió Jesús—.¨

La Nueva Versión Internacional, quita la frase; "a los que confían en las riquezas”, ¿será porque
esta frase, atenta contra su falsa doctrina, de la prosperidad?

Esta nueva versión internacional (NVI), no está muy alejada, a la biblia satánica, de Anton
Szandor LaVey, ya que su propósito es el mismo; “descontextualizar las Sagradas Escrituras”,
pretende minimizar el pecado, defender el homosexualismo, debilitar la deidad de Cristo,
debilita la doctrina de la salvación, del infierno, de la trinidad, etc. Esta versión, corrompe la
Palabra de Dios.

Por lo tanto, quiero alertar, a todos los creyentes Bíblicos fieles. Para que no permitan, la
abrumadora propaganda, a favor de la NVI. Recomiendo a todos los cristianos, que no la usen,
porque eso contribuye, a confundir, las enseñanzas cristianas verdaderas, con los errores, de
los apostatas modernos, de hoy y del siglo IV. Y también contribuye a corromper, la Biblia, y
pervertir, la Palabra de Dios. Dando lugar al diablo.

LA DEBILIDAD DEL CRISTIANO

Terminando con este capítulo, en donde hemos visto, las fortalezas de nuestro enemigo, el
diablo. Veremos también, las debilidades de nosotros; los cristianos. Como hemos visto, en
cada fortaleza de satanás, esto es una debilidad, para el creyente. Pero esas debilidades,
también nos pueden hacer, grandes y fuertes.

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“Es cierto que él era débil cuando fue crucificado, pero ahora él está vivo gracias al poder de
Dios. También es cierto que nosotros compartimos la debilidad de Cristo, pero ustedes verán
que al igual que Cristo, nosotros vivimos por el poder de Dios.” (2 Corintios 13:4) (PDT)

Pablo, nos dice que Jesús, también tuvo un momento de debilidad, cuando fue crucificado.
Pero que gracias, al poder de Dios, esa debilidad, se convirtió en vida. Y así como Jesús,
nosotros también, pasaremos debilidades, pero no viviremos por la debilidad, sino por el
poder de Dios.

Todos tenemos debilidades, nadie puede decir, que no las tiene. Tenemos un manojo, de
defectos e imperfecciones: físicas, emocionales, intelectuales y espirituales. Algunos pueden
ser inválidos, quizás sean sordos, o ciegos. Otros pueden tener, problemas de emociones; no
es constante, se deprime, se enfada fácilmente. Etc. Otros pueden tener, algún problema
intelectual, puede tener, algún retraso mental, algún síndrome; como el de Down, o como el
síndrome de Asperger (del cual yo tengo), o algún tipo de imposibilidad, que no le permita
pensar bien. Y en otros, pueden tener debilidades espirituales; alguien que es acosado, por la
brujería, que está bajo constante, ataques de demonios. Etc. También tenemos un sinfín, de
circunstancias incontrolables, que te debilitan, como las limitaciones financieras o relacionales.

No debemos negar nuestras debilidades, cuando; las defendemos, las excusamos, las
ocultamos y las resentimos. Cuando tratamos de mostrarnos fuertes, delante de Dios, para
que parezcamos, que no somos débiles, eso impide a Dios, usar nuestras debilidades, de la
manera, que desea hacerlo. Usted debe saber, que Dios, no piensa igual que usted. Él tiene
una perspectiva diferente, de las debilidades, de usted:

“Porque así como el cielo está tan arriba de la tierra, de igual manera mi manera de obrar es
tan diferente a la de ustedes. Mis pensamientos son más altos que los suyos.”
(Isaías 55:9) (PDT)

Muchas veces, Dios actúa, de una forma diferente a la nuestra, e incluso, en formas opuestas,
a las que pensamos. Nosotros como seres humanos, siempre pensamos equivocadamente,
que Dios, solo se fija, en nuestras fortalezas, para usarnos. Pero Él también, quiere usar
nuestras debilidades, para Su Gloria:

“Pero Dios prefirió usar las tonterías de este mundo para avergonzar a los sabios, y prefirió
usar a los débiles de este mundo para avergonzar a los poderosos.” (1 Corintios 1:27) (PDT)

Nuestras debilidades, no son ninguna casualidad. Dios las permite, para mostrar Su poder, a
través de nosotros. A Dios no le agradan, aquellos que se creen, muy virtuosos, a esos los
desechó. Al altivo, lo mira desde lejos. Cuando el fariseo oró, creyéndose ser muy perfecto y
sin debilidades, el Señor no escuchó su oración y fue desaprobado. En cambio, el cobrador de
impuesto, que era muy débil, cuando oró, su oración fue escuchada, y fue aprobado por Dios.
Tal como lo enseñó Jesús, en una de sus parábolas:

“Había unos que creían que siempre hacían el bien. Estaban tan seguros de sí mismos que
menospreciaban a los demás. Jesús contó esta historia para ellos: «Dos hombres fueron al
templo a orar. Uno era un fariseo y el otro era un cobrador de impuestos. El fariseo, puesto de
pie, se puso a orar consigo mismo así: “Dios, te doy gracias porque no soy como los demás. No

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 272


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soy como los ladrones, los injustos, los que cometen el pecado de adulterio, ni tampoco como
este cobrador de impuestos. Ayuno dos veces a la semana y doy la décima parte de todo lo que
adquiero”. »En cambio, el cobrador de impuestos estaba de pie a cierta distancia. Cuando oró
ni siquiera levantó la vista al cielo, sino que se golpeaba el pecho para mostrar que estaba
arrepentido, y decía: “¡Dios, ten compasión de mí porque soy un pecador!” Les digo que este se
fue a su casa aprobado por Dios pero el otro no, porque el que se cree mucho será humillado,
pero el que se humilla recibirá honor».” (Lucas 18: 9-14) (PDT)

A Dios, no le impresiona, que tan fuerte eres tú. Ni tampoco es movido, por tu autosuficiencia.
De hecho, el Señor es atraído, a los débiles, que admitan serlo. Jesús nunca dijo;
“bienaventurados los perfectos, o los fuertes de espíritu…”. Él dijo:

“Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.”


(Mateo 5:3) (RVR 1960)

Si leemos la Biblia, nos daremos cuenta, que Dios nunca usó, a los que se creían ser prefecto.
El Señor siempre utilizó, como instrumento, a personas ordinarias, para hacer cosas
extraordinarias, a pesar de sus debilidades. Podemos ver, como un esclavo, se convirtió, en el
segundo más importante, de Egipto (la nación, más poderosa conocida, hasta ese entonces).
Vemos como usó, a un asesino desterrado, para liberar a Israel, desde Egipto. Como un niño,
logró derrotar, a un gigante, y luego ser rey, del pueblo escogido por Dios. Como hombres
pescadores, y de otras índoles comunes, se convirtieron en apóstoles, de Jesús. Etc.

Si Dios buscara, personas perfectas, para poder usarlas, entonces nada existiría, simplemente,
porque nadie de nosotros, es perfecto. Que Dios nos use, es algo muy bueno, porque nuestras
debilidades, no los afectan, en lo más mínimo, en nuestra relación, con nuestro Creador. No
confunda, debilidad con pecado, no es lo mismo. El apóstol Pablo, tenía una debilidad, que él
lo llamaba “aguijón”, no era una inmoralidad, ni un vicio, ni un defecto de carácter, que él
pudiera cambiar. Solamente era una debilidad.

Como lo dijimos anteriormente, una debilidad, es cualquier limitación que tengas, o heredaste,
y no tienes poder, para cambiarla. Puede ser una limitación física, como una enfermedad
crónica, falta de energía o una incapacidad. Puede ser una limitación “emocional”, como un
trauma, una personalidad excéntrica, o una disposición hereditaria. O puede ser un talento o
limitación “intelectual”.

Quizás usted, siempre ha querido, ser como otra persona. Quizás cuando niña, quiso ser más
blanca y rubia. O el joven, quiso ser más alto, y sin espinillas. El delgado, quiso ser más gordo, y
el gordo, quiso ser más flaco. Quizás quiso tener, la misma voz, que la hija del pastor. Quizás
quiso ser más inteligente, o más ágil para los deportes. O tal vez, quiso tener, algunos de los
talentos, que tiene su amigo, como; pintar, tocar instrumentos musicales, escribir libros, Etc. O
siempre deseó, tener más desplante, más elocuencia, más modulación, para poder predicar, la
Palabra de Dios.

Cuando pensamos, en nuestras limitaciones, en nuestras debilidades, el diablo podría


tentarnos, y decirnos; “Dios nunca podría usarte”.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 273


274

Pero al Señor, jamás lo han detenido, nuestras debilidades, ni nuestras propias limitaciones.
De hecho, Dios se agrada, en poner Su poder, en envases comunes:

“Tenemos este tesoro en vasijas de barro para demostrar que este extraordinario poder que
obra en nuestra vida no viene de nosotros, sino de Dios.” (2 Corintios 4:7) (PDT)

Cuando el alfarero, trabaja con el barro, se puede encontrar, con una materia prima, que es
muy frágil, que es defectuosa, y se puede quebrar, con mucha facilidad, cuando ésta se
encuentra seca. Él sabe, cómo hacer su trabajo, sabe cómo manejar y amoldar el barro. Por
eso, Dios siempre nos usará, si le permitimos trabajar, por medio de nuestras debilidades.

Debemos reconocer nuestras debilidades, no esconderlas. Debemos reconocer, que hemos


sido creados del barro y admitir, nuestras imperfecciones. Debemos ser honestos con Dios, y
con nosotros mismos, no pretendamos tener, todo bajo control, no vivamos negando, ni
dando excusa, por nuestra debilidad. Nosotros debemos alegrarnos, de nuestras debilidades,
tal como lo hizo Pablo, con su “aguijón”:

“Pero el Señor me dijo: «Mi bondad es todo lo que necesitas, porque cuando eres débil, mi
poder se hace más fuerte en ti». Por eso me alegra presumir de mi debilidad, así el poder de
Cristo vivirá en mí. También me alegro de las debilidades, insultos, penas y persecuciones que
sufro por Cristo, porque cuando me siento débil, es cuando en realidad soy fuerte.”
(2 Corintios 12: 9-10) (PDT)

El contentamiento, es una expresión de fe, en la bondad de Dios. Vemos en el cuadro, al


apóstol, quien dice, que el Señor, le dio una dolencia; un mensajero de satanás, enviado a
torturarle, para que no se vuelva, demasiado orgulloso. Dice que tres veces, le rogó a Dios, que
le quitara esa dolencia. Pero el Señor, no le quiso quitar, esa debilidad. Porque cuando te
sientas débil, Dios te estará recordando, que dependes de Él. Dios nos dice, que cuando somos
más débiles, Su poder se hace fuerte, en nosotros.

A través de este aguijón, Pablo mantuvo su humildad. Porque nuestras debilidades, también
previenen la arrogancia. Cuando Dios nos usa; haciendo un milagro, echando fuera demonios,
sanando enfermos, predicando Su Palabra, escribiendo algún estudio Bíblico, o socorriendo a
algún hermano. Usted debe saber, que eso no viene de usted, es Dios, a través de usted. Es el
poder de Dios, quien hace todas esas cosas maravillosas.

Lo mismo sucedió con Gedeón, cuando fue a luchar, contra los Madianitas. El juez reclutó a
treinta y dos mil soldados. Pero Dios, redujo ese ejército, a solo trecientos hombres, cuando
los Madianitas, eran ciento treinta y cinco mil guerreros. Esta batalla parecería muy desigual, a
los ojos de los hombres, Gedeón estaba destinado, a perder esta guerra, pero no fue así. Todo
esto lo hizo, el Señor de los Ejércitos, para que Israel reconociera, que no fue, por sus propias
fuerzas, sino por el poder de Dios, que se salvaron.

Dios usó a Gedeón, por medio de sus debilidades. Porque incluso los guerreros, también son
débiles. Un guerrero de Dios, sabe que sus fuerzas, vienen de Dios, agradece por esas
debilidades, y se contenta en ellas. Pero también hay debilidades, en nuestras vidas, que están
puestas, para que las podamos vencer.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 274


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Existen muchas debilidades, que podemos superar, recuerden que en nuestras debilidades,
Dios se hace fuerte. Debemos ser guerreros de Dios, porque hay un reino de los cielos, que
debemos arrebatar:

“Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los
violentos lo arrebatan.” (Mateo 11:12) (RVR 1960)

Ser una persona violenta, en el mundo, significa usar la fuerza, para herir o lastimar a otros.
Pero en el reino de los cielos, violento significa, una persona que se esfuerza, que lucha por
introducirse en algo. Cuando hablamos de un guerrero, nos imaginamos, a un hombre fuerte,
armado hasta los dientes, con una actitud violenta. Como hijos de Dios, nosotros somos
guerreros de Cristo, pero quizás, todavía existan debilidades internas, en nuestras vidas, que
debemos vencer. Una de ellas, es nuestra debilidad al temor.

“Si te preguntas: “Estas naciones son más fuertes que yo, ¿cómo podré expulsarlas?” No les
temas, y recuerda lo que el SEÑOR tu Dios les hizo al faraón y a toda la gente de Egipto.”
(Deuteronomio 7:17-18) (PDT)

Cuando Dios le coloca a usted, en cierto lugar: en su trabajo, en un discipulado, en una cena
familiar, en algún lugar en la Iglesia, etc. No se extrañe si de pronto, van a venir, una serie de
ataques a su vida, a través de intimidaciones, burlas, calumnias, con el fin de infundirle temor,
en su corazón, y para no poder conquistar, la Canaán que Dios, un día prometió, que le había
de dar.

Pero cuando usted, este siendo atacado, por el enemigo, recuerde que el Señor, es su escudo y
torre fuerte. Recuerde que el Señor, es su luz y su salvación. El Señor es su roca, y su ayuda, en
el día de prueba. Bajo sus alas, nos cubrirá, y cuando camines por valles, de sobra de muerte,
no temeremos, porque Dios está con nosotros.

También, un guerrero, vence la debilidad, de la incredulidad.

“Gedeón dijo: —Perdón, señor, pero si el SEÑOR está con nosotros, entonces ¿por qué tenemos
tantos problemas? Sabemos que él hizo milagros en favor de nuestros antepasados. Ellos
contaron que el SEÑOR los sacó de Egipto, pero el SEÑOR nos ha abandonado y ha permitido
que los madianitas nos opriman.” (Jueces 6:13) (PDT)

Muchas veces, Dios nos habla y nos dice: Anda ve pelea y conquista, ora por tu vecino,
evangeliza a tus compañeros de trabajo, involúcrate en el servicio, de la Iglesia, pero
empezamos a decir: “Quizás no fue Dios, quien me habló, quizás fue mi cabeza, la que me está
enviando pensamientos”. Y dudamos, de que Dios, nos esté enviando, o por el contrario,
puede ser, que ya empezamos a servir, y a involucrarnos en la obra de Cristo. Pero se dejan
venir las dificultades y problemas, la enfermedad y el desempleo. Y entonces pensamos, que
Dios nos ha desamparado, porque nos ha sobrevenido, tal adversidad.

Pero yo quiero decirte, que Dios no te ha desamparado, que Dios permanece contigo
fielmente, y que fiel, es el llamado que Dios ha hecho, para tu vida. Porque los dones y el
llamamiento de Dios, son irrevocables, porque ciertamente, Dios lo ha de cumplir en tu vida.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 275


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También puedes tener, alguna debilidad, en la tentación.

“Sansón fue a la ciudad de Timnat y vio allí a una mujer filistea. Cuando Sansón regresó a su
casa, les dijo a sus padres: —Vi a una mujer filistea en Timnat y quiero que me la traigan para
que sea mi esposa.” (Jueces 14:1-2) (PDT)

Todos hemos oído de Sansón, de cómo era fuerte y usado por Dios, para destruir ejércitos. Y
tenemos la imagen de Sansón, como un gran guerrero. La debilidad de este guerrero, que eran
las mujeres impías, terminó en un trágico final. Que debido a su pecado, le quitaron sus ojos.
Por eso, Jesús nos enseña:

“Quédense despiertos y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto a
hacer lo correcto, pero el cuerpo es débil.” (Mateo 26:41) (PDT)

Como hijos de Dios y guerreros de Cristo, estamos expuestos a la tentación, que puede ser en
el área sexual, en el área económica, en el alcohol, o en las drogas, etc. Lamentablemente en
este tiempo, sabemos de muchos ministros, soldados de Cristo, que han caído en la trampa
del enemigo. Por lo tanto hermanos, vemos que la oración, es una fortaleza para el guerrero,
pueden haber guerreros débiles, por falta de oración. Y es por eso, que es necesario, que nos
levantemos en oración, para vencer los dardos del diablo, que a diario vienen a nuestra vida.

“Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad…”


(2 Corintios 12:9) (RVR 1960)

Por eso debemos de acudir, al trono de la gracia, y pedir oportuno socorro, si estamos cayendo
en la tentación, para que podamos ser fuertes, en medio de la tormenta, y ser convertidos en
poderosos hombres y mujeres, guerreros valientes de Dios.

También debemos entender, que nuestras debilidades, nos animan al compañerismo, entre los
hermanos. Tú no eres un “llanero solitario”, tú eres parte, del cuerpo de Cristo, no eres una
parte externa y ajena. Entre hermanos, nos necesitamos, tú no eres, un espíritu
independiente, que vaga por ahí, diciendo; “yo no necesito de nadie”. Nuestras limitaciones,
muestran cuánto, nos necesitamos unos a otros.

“Más valen dos que uno, pues trabajando unidos les va mejor a ambos. Si uno cae, el otro lo
levanta. En cambio, al que está solo le va muy mal cuando cae porque no hay quien lo ayude. Si
dos se acuestan juntos, se darán calor, pero si alguien duerme solo, no habrá quién lo caliente.
Uno solo puede ser vencido, pero dos se defienden mejor. Es que la cuerda de tres hilos no se
rompe fácilmente.” (Eclesiastés 4:9-12) (PDT)

Debemos ser como las palmeras, que aunque venga, un fuerte viento, nunca se caen. Porque
sus raíces, están entrelazadas entre sí, sus raíces se toman de la mano, para mantenerse en
pie. Como cristianos debemos orar, unos por los otros, debemos socorrernos, somos un solo
cuerpo, donde Cristo es la cabeza. Porque cuando un cristiano está solo, es frágil y vulnerable,
pero unidos como Iglesia, somos fuertes.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 276


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Dios siempre, cambiara nuestras debilidades, por fortalezas. El Señor nos transformará, tal
como lo ha hecho, a través de la historia, con muchos hijos de Dios. Podemos ver, al padre de
la fe, Abraham. Quien tumo temor, y no solo una vez, sino dos veces, en las cuales tuvo que
mentir, diciendo que su esposa, era su hermana, para que el Faraón, no lo dañara. Pero Dios,
transformó a Abraham, en “el poder de todos los creyentes” (ver Romanos 4:11).

También vemos a Moisés, que su debilidad, era su temperamento; que le condujo a matar, a
un egipcio, golpear la roca, cuando se suponía, que debía hablarle, y a romper las tablas, de los
Diez Mandamientos. Pero el Señor lo transformó, en “el hombre más manso de la tierra”.
(ver Números 12:3). La debilidad de Gedeón, era su baja autoestima, y una inseguridad
profunda. Sin embargo, Dios lo transformó, en “un varón esforzado y valiente”
(ver Jueces 6:12). Pedro se convirtió, en “una piedra pequeña” (ver Mateo 16:18), cuando él
había sido Impulsivo, y de voluntad débil. David, el adúltero, se convirtió, en “un varón
conforme al corazón de Dios” (ver Hechos 13:22). Juan, uno de los arrogantes, “Hijos del
Trueno”, se convirtió, en “el apóstol de amor”. Y así tantos otros.

“¿Qué más puedo decir? No hay tiempo suficiente para contarles sobre Gedeón, Barac, Sansón,
Jefté, David, Samuel y los profetas. Por la fe, todos ellos conquistaron reinos, hicieron justicia y
Dios los ayudó de la manera que les prometió. Por la fe, cerraron la boca de leones, pudieron
apagar la violencia de las llamas y se salvaron de morir a espada. Por la fe, unos que eran
débiles se hicieron fuertes, llegaron a ser poderosos y derrotaron ejércitos.”
(Hebreos 11:32-34) (PDT)

La palabra de Dios, lo dice claramente, todos estos hombres de Dios, que eran débiles, se
hicieron fuertes, por la fe. Si tienes fe, Dios tomará esa debilidad, que tú tienes, y la
transformará, en algo poderoso.

No guardes esas debilidades para ti, muéstrate tal como eres, sin mascaras. El apóstol Pablo,
fue siempre sincero, siempre se mostró vulnerable, en todas sus cartas. Pablo nos mostró sus
propias fallas (ver Romanos 7:19). Sus propios sentimientos (ver 2 Corintios 6:11). Sus
frustraciones (ver 2 Corintios 1:8). Sus temores (ver 1 Corintios 2:3).

A muchos, les cuesta mucho, mostrarse vulnerables, porque piensan, que están corriendo un
peligro. Tienen miedo a sacarse el escudo y bajar sus defensas, en abrir sus vidas a otros.
Piensan que si revelan sus fallas, sus sentimientos, sus frustraciones o temores, se arriesgan a
ser rechazados.

Pero los beneficios, valen la pena. Por eso, es que no temo decir; “tengo síndrome de
asperger”, “no soy perfecto”. Ser vulnerable, te ayuda a liberarte emocionalmente, desactiva
tus temores y es el primer paso, para la libertad.

Sabemos que Dios “da gracia a los humildes”, pero muchos malinterpretan esto. La humildad,
no es negar tus fuerzas, o ponerte por debajo, de otros; es ser honesto, acerca de tus
debilidades. Mientras más sincero seas, más recibirás la gracia de Dios. También recibirás
gracia de otros. Ser vulnerable, es una cualidad que apreciamos; somos naturalmente atraídos,
hacia los humildes.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 277


278

Las pretensiones repelan. No obstante, la autenticidad atrae, y el ser vulnerable, es el camino


hacia la intimidad. Por eso, es que Dios, quiere usar tus debilidades, no solo tus fortalezas.

Nuestras fortalezas, crean competencias, mientras que nuestras debilidades, producen


comunión. En cierto punto de tu vida, debes decidir, si quieres “impresionar” a las personas, o
“influenciarlas”. A distancia, puedes impresionar a la gente, pero debes estar cerca, para influir
en ella, y claro si lo estás, es posible que vean tus defectos. Eso es bueno. La cualidad esencial
para el servicio, no es la perfección, sino la credibilidad. Si quiere forjar tu credibilidad, no
debes pretender ser perfecto, sino honesto.

En algunas veces, Dios convertirá, nuestras fortalezas en debilidad, nos rebajará, para poder
usarnos. Eso lo podemos ver, en la vida de Jacob, un hombre manipulador, que tenía la
manipulación, como una fortaleza. Que intrigó en contra de su hermano, y después tuvo que
andar arrancando, como consecuencia, de su engaño. Que pensó en manipular a Dios, dando
su diezmo, a cambio de protección. Y que luego también, fue engañado por su suegro. Jacob
fue de esta manera, hasta que luchó con Dios:

“Jacob se quedó solo y entonces un hombre luchó con él hasta el amanecer. Cuando el hombre
se dio cuenta de que no podía derrotar a Jacob, lo golpeó en la unión de la pierna con la
cadera, y esa parte se le dislocó. Luego el hombre le dijo: —Déjame ir, que ya está
amaneciendo. Pero Jacob dijo: —No te dejaré ir a menos que me des tu bendición. El hombre le
pregunto: — ¿Cómo te llamas? Y Jacob respondió: —Jacob. Después el hombre dijo: —De
ahora en adelante no te llamarás Jacob sino Israel, ya que has luchado contra Dios y contra
seres humanos, y has ganado. Entonces Jacob preguntó: —Por favor dime cómo te llamas. Pero
el hombre le preguntó: — ¿Por qué me preguntas cómo me llamo? Y en ese momento el
hombre bendijo a Jacob. Jacob llamó a ese sitio Penuel y dijo: «Aquí vi a Dios cara a cara y sin
embargo, aún estoy vivo». Jacob estaba cojeando debido a su cadera dislocada y, mientras
pasaba por Penuel amaneció.” (Génesis 32: 24-31) (PDT)

Dios tocó la fuerza de Jacob; el músculo del muslo, es el más fuerte del cuerpo, y lo transformó
en debilidad. Desde ese día en adelante, Jacob caminó cojeando, de manera que nunca más,
pudo huir. Eso lo forzó a apoyarse en Dios, quisiera o no. Si quieres que Dios te bendiga y te
use, en gran manera, debes querer caminar cojeando, el resto de tu vida, porque Dios usa, a
las personas débiles.

“…pero de mí mismo en nada me gloriaré, sino en mis debilidades.”


(2 Corintios 12:5) (RVR 1960)

Capitulo II “las debilidades de satanás, y la fuerza del cristiano”

En este segundo capítulo, veremos las debilidades de satanás y la fuerza, que tenemos los
cristianos. Usted, quizás se preguntará; ¿si lo que vimos, en el capítulo anterior, eran las
fuerzas de satanás, más bien parecieran debilidades? Usted está en lo correcto, cualquier
fortaleza de satanás, siempre podrá ser combatida y derrotada.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 278


279

Porque el diablo, ya fue vencido, por nuestro Señor Jesucristo. Y nuestro Dios, siempre podrá
usar al diablo, para Sus propios planes y propósitos.

El diablo, no es tan poderoso, como pareciera, o como él, lo quiere hacer ver. Él no es más, de
lo que pretende ser. El texto, a continuación, lo pondré, en las dos versiones de la Biblia, con
las cuales, escribo este libro, para que no quede, ninguna duda:

“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor
buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8) (RVR 1960)

“Tengan dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo anda por ahí como un
león rugiente buscando a quién devorar.” (1 Pedro 5:8) (PDT)

¿Se dieron cuenta de algo?, ¿el diablo es un león? No, no lo es, la Palabra de Dios, no dice que
satanás, es un león. La Santa Escritura dice; “como león rugiente, anda”, “anda por ahí como
un león rugiente”. El diablo es solo un gato, “que anda como un león”. Es solo un imitador, que
quiere mostrarse, como algo que no es. Quiere aparentar tener un poder, que no tiene.

De hecho, el diablo siempre ha querido pretender, que se iguala en poder, con Dios, pero no es
así. Ni tampoco, es el segundo con más poder, el diablo, tiene mucho menos poder, que los
Arcángeles de Dios, como lo son; Gabriel o Miguel. Recordemos, que cuando Moisés murió, el
diablo y el arcángel Miguel, se disputaron su cuerpo. Y Miguel no lo venció maldiciéndolo, sino
que lo reprendió, en el nombre del Señor:

“Ni siquiera el arcángel Miguel cuando estaba discutiendo con el diablo sobre el cuerpo de
Moisés se atrevió a maldecir al diablo, sino que le dijo: « ¡Que el Señor te reprenda!»”
(Judas 1:9) (PDT)

Luego vemos a Miguel y sus ángeles, en una guerra en el cielo, en donde lucharon, contra
satanás y sus ángeles, y los vencieron. El diablo de nuevo, perdió contra Miguel, perdió su
lugar en el cielo, fue expulsado y arrojado a la tierra:

“Luego, hubo guerra en el cielo. Miguel y sus ángeles lucharon contra el dragón y sus ángeles.
El dragón y sus ángeles fueron derrotados y perdieron su lugar en el cielo. El dragón, esa
antigua serpiente llamada también Diablo o Satanás, que engaña a todo el mundo, fue
expulsado del cielo y fue arrojado a la tierra junto con sus ángeles.” (Apocalipsis 12:7-9) (PDT)

Incluso el Apóstol Juan, dijo ver a otro ángel (que obviamente no era Miguel, pues a él lo había
reconocido, pero a este último, no), que bajó del cielo, y que luego atrapó al diablo, lo
encadenó, lo arrojó al abismo, lo encerró, y selló su salida:

“Después, vi a un ángel que bajaba del cielo. Llevaba en su mano la llave del abismo y una gran
cadena. El ángel atrapó al dragón, a esa serpiente antigua que es el Diablo o Satanás, y lo
encadenó durante mil años. Luego, lo arrojó al abismo, lo encerró y selló la salida para que no
engañara más a la gente hasta que pasaran los mil años...” (Apocalipsis 20:1-3) (PDT)

Como vemos, satanás, tiene mucho menos poder, que incluso, de algunos ángeles de Dios.
Ellos le quitaron el cuerpo de Moisés, lo vencieron en una guerra en el cielo, y también lo
cazaron, como a un delincuente, y lo arrojaron a la prisión.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 279


280

Por eso, ni siquiera, se puede acercar en poder, a Dios. La sola presencia, de Jesucristo, vence a
satanás, el diablo puede ser destruido, con tan solo, un soplo del Señor. Porque a pesar de
todo, el diablo sigue siendo criatura, y no el Creador.

Con respecto a la humanidad, el diablo tiene mucho más poder, que lo hombres, él está sobre
los humanos. Satanás es un ángel, un ángel malvado, pero es un ángel querubín. Y tal como lo
dice el salmista; dice que Dios, nos hizo poco menor, que los ángeles:

“Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo
visites? Le has hecho poco menor que los ángeles, Y lo coronaste de gloria y de honra.”
(Salmos 8: 4-5) (RVR 1960)

Todos los hombres, somos menores que los ángeles, incluso Jesús mismo lo fue (por un breve
tiempo), ya que Él fue humano también. Pero a diferencia, Jesús marcó una diferencia; Él
sufrió y murió, para bien de todos, y ha sido coronado de gloria y honor:

“pero sí vemos que Jesús fue hecho «durante breve tiempo un poco menos que los ángeles». Y
ahora ha sido «coronado de gloria y honor» porque sufrió y murió.” (Hebreos 2:9) (PDT)

Por lo tanto;

“Dios lo ha hecho tanto más importante que los ángeles cuanto que su título es más
importante que el de los ángeles.” (Hebreos 1:4) (PDT)

“Además, al presentar Dios a su Hijo mayor al mundo dice: «Que todos los ángeles de Dios lo
adoren».” (Hebreos 1:6) (PDT)

Como vemos, Jesús es más importante, que los ángeles, y todos los ángeles lo deben adorar.
Siendo presentado Jesús, como el hijo mayor. ¿Nos preguntamos, quienes son los hijos
menores?

“Pero a los que lo aceptaron y creyeron en él, les dio el derecho de ser hijos de Dios. Son hijos
de Dios, pero no por nacimiento físico; no tiene que ver con ningún acto ni deseo humano. Son
hijos suyos porque Dios así lo quiere.” (Juan 1:12-13) (PDT)

“Miren lo grande que es el amor que el Padre nos ha mostrado, ¡hasta llega a hacer posible
que seamos llamados hijos de Dios! Y eso es lo que de verdad somos. Por eso la gente del
mundo no nos conoce, pues el mundo no conoce a Dios. Mis estimados hermanos, ahora somos
hijos de Dios pero todavía no sabemos lo que seremos en el futuro. Lo que sí sabemos, es que
cuando Cristo regrese seremos como él, pues lo veremos tal y como él es.” (1 Juan 3: 1-2) (PDT)

Los hijos menores, somos nosotros, los que hemos aceptado y creído, en Jesucristo. Esto es un
derecho, una autoridad, que Dios nos dio, porque Él así lo quiso. Ya no somos criaturas de
Dios, ahora somos hijos de Dios. Somos parte de Jesús, somos parte de su cuerpo, por eso ya
no estamos en inferioridad, en respecto a los ángeles, tal como lo dice Pablo:

“¿No saben ustedes que en el futuro vamos a juzgar a los ángeles?...” (1 Corintios 6:3) (PDT)

En otras palabras, como ejemplo; si su vecino que no conoce a Cristo, es atacado por el diablo,
este lo va a destrozar, porque es inferior a él.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 280


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En cambio, si aún cristiano, lo ataca el diablo, no le pasará nada. Porque la vida del cristiano,
está escondida en Cristo, como somos hijos de Dios, tenemos el poder de reprenderlo y que se
valla. Recuerde que la armadura de Dios (ver Efesios 6), no está creada, para ir a atacar a
satanás. Esa armadura está hecha, para nuestra defensa.

Hay personas, que son muy místicas e ignorantes, que suelen ir detrás del diablo, que lo
invocan, para luego enfrentarlo. Según ellos, lo atan y lo lanzan al infierno. Me pregunto
¿Cuántas veces, han enviado a satanás al infierno, y ha vuelto a salir? Es absurdo, estas
supuestas guerras espirituales, que hacen. Luego terminan enfermos, y destruidos, porque los
demonios los hicieron pedazos. Porque Dios nunca los envió, a buscar demonios y
enfrentarlos. Distinto es que venga un endemoniado, y oramos para que sea liberado.
Recuerde que la armadura, es para defensa, y solo para ataque, cuando somos atacados.

Ésta es, una gran debilidad para el diablo, pues si en nosotros vive Cristo, no los puede tocar. El
poder de satanás y su conocimiento, es limitado. El diablo no es como Dios. Mientras nosotros
nos hagamos fuertes, en el Señor. Podremos entonces, explotar dichas debilidades, en el
enemigo. La victoria del creyente, sobre toda fuerza espiritual de maldad, está ligada a su
comunión, con el Señor Jesucristo. Así que todo aquel, que quiera vencer, debe acercarse
sinceramente al Señor.

1. No es omnipresente

Se le llama Omnipresencia, a la característica de estar presente, a la vez, en todas partes. El


adjetivo omnipresente, posibilita la calificación, de aquel, que puede tener presencia
simultánea, en todos los lugares. Esto quiere decir, que únicamente Dios, puede estar en todos
lados, a la misma vez. Es un poder ilimitado, de nuestro Señor, y solo lo tiene Él.

Esta es una debilidad, para satanás, ya que él no es omnipresente. El diablo no puede estar en;
Chile, Colombia, China, Australia, México, al mismo tiempo. Sin embargo, puede desplazarse
por cualquier lugar (ver Job 1:7), a gran velocidad (ver Lucas 10:18), y tiene un alcance global,
a través de sus demonios, junto a los cuales, dirige los diversos sistemas, del mundo. Pero no
es omnipresente.

Para la pequeñez, de nuestra mente, en la carne, es difícil comprender tal poder, el de Dios. La
presencia de Dios, es continua a través, de toda la creación. Las Sagradas Escrituras, no dicen
que el Altísimo, vive eternamente, y que vive en lo alto y santo, como también vive, con el que
tiene su espíritu abatido y humillado. Dios puede vivir en ambos lugares, al mismo tiempo:

“Porque esto es lo que dice el Altísimo, el que vive eternamente y tiene el nombre santo: «Yo
vivo en lo alto y santo, pero vivo también con el que tiene su espíritu abatido y humillado. Le
daré nueva vida al de espíritu humilde, y reviviré al abatido.” (Isaías 57:15) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 281


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Como vemos, esta omnipresencia, no es solamente en un determinado lugar. Sino que puede
ser en un lugar, y dentro de una persona, al mismo tiempo. Como también, puede estar
presente, en cada situación, en toda la creación, en cualquier momento determinado:

“El SEÑOR mira la tierra desde el cielo y observa a todos. Desde su trono en el cielo mira a
todos los habitantes de la tierra.” (Salmos 33:13-14) (PDT)

Dios puede estar presente, en todas las esferas, del tiempo o del espacio. Aunque Dios está
presente en todo tiempo y espacio, Dios no está localmente limitado, a ningún tiempo o
espacio. Dios está en todas partes y en cada momento. No hay molécula o partícula atómica,
que sea tan pequeña, en la que Dios no esté, totalmente presente, y ninguna galaxia tan vasta,
que Dios no lo abarque. Él es el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin, así como está hoy, en el
presente con nosotros, también lo está, en el pasado, con el Apóstol Juan, escribiendo el
Apocalipsis, que es nuestro futuro, pero que para Dios, ya fue.

El Señor puede estar presente, en cada aspecto, del orden natural de las cosas, en cada forma,
tiempo y lugar:

“¿Quién ha medido las aguas del mar en la palma de su mano? ¿Quién ha medido con sus
manos la dimensión de los cielos? ¿Quién metió el polvo de toda la tierra en un recipiente para
medir? ¿Quién pesó las montañas y los montes en una balanza?” (Isaías 40:12) (PDT)

“El SEÑOR no se enoja con facilidad, y también es muy fuerte. El SEÑOR no dejará sin castigo al
culpable. Anda entre torbellinos y tormentas de arena; las nubes son el polvo de sus pies.”
(Nahúm 1:3) (PDT)

La omnipresencia de Dios, están grande, que Él puede romper, todas las barreras de la física,
que Él mismo creó:

“En ese momento aparecieron los dedos de una mano humana y escribieron sobre el yeso de la
pared que estaba justo frente a la lámpara, de modo que el rey pudo ver cómo escribía la
mano. El rey se puso pálido del susto y estaba confundido; le temblaban las piernas y sus
rodillas chocaban la una contra la otra.” (Daniel 5:5-6) (PDT)

Existen muchas religiones, como los testigos de jehová, que dicen que Jesucristo, no es Dios.
Pero la Biblia dice otra cosa, ellos no pueden comprender, la Omnipresencia de Dios. Ya que Él
está presente, en la persona de Su Hijo, el Señor Jesucristo:

“Todo lo que Dios es habita corporalmente en Cristo, incluso en su vida en la tierra.”


(Colosenses 2:9) (PDT)

Y estando Dios, habitando corporalmente, en el cuerpo de Jesús, también fue manifestada Su


omnipresencia, en el siguiente texto, cuando Natanael, conoció a Jesús:

“Felipe buscó a Natanael, y le dijo: —Hemos encontrado a aquel sobre el que escribió Moisés
en la ley, y los profetas también escribieron acerca de él. Es Jesús de Nazaret, el hijo de José.
Natanael le dijo: — ¡De Nazaret! ¿Acaso de allí puede salir algo bueno? Felipe dijo: —Ven y lo
verás. Jesús vio que Natanael se acercaba, y dijo: —Este es un verdadero israelita. No hay
engaño en él. Natanael le preguntó: — ¿Cómo es que me conoces? Jesús le respondió: —Yo te

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 282


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vi cuando estabas debajo de la higuera, antes de que Felipe te invitara a verme. Natanael
respondió: —Maestro, ¡Tú eres el Hijo de Dios, el rey de Israel! Jesús contestó: — ¿Crees eso
porque dije que te había visto debajo de la higuera? Pues verás cosas más grandes que estas.”
(Juan 1:45-50) (PDT)

Si no lo entendió, vamos a revisar de nuevo, este pasaje. Vemos en el cuadro, a Jesús buscando
y llamando, a sus discípulos. Cuando encontró a Felipe, le dijo que lo siguiera. Y Felipe buscó a
Natanael, para que se uniera también. Cuando Jesús vio a Natanael, dijo que él, era un
verdadero israelita, y que no había engaño en él. Y no era un sarcasmo, Jesús siempre habló
directamente. Natanael le pregunta, ¿cómo es que lo conocía?, si Natanael, jamás lo había
visto antes. Entonces Jesús, le dice que lo había visto, debajo de una higuera, mucho antes,
que Felipe lo había invitado, a verlo. Natanael inmediatamente lo reconoció, como el hijo de
Dios, el rey de Israel.

Natanael era un hombre, muy creyente, era un hombre sincero con Dios, que tenía una
relación personal con Él. Y como todo creyente, que tiene una relación con el Señor, se
encontraba orando, y él lo hacía bajo una higuera. Jesús le dijo, que ahí lo vio, porque Él
mismo, estaba atendiendo su oración. Estaba orando a Dios, y Dios es Jesús, por eso, es que lo
conocía, por eso sabia, como era Natanael. Esa es la omnipresencia de Dios, que mientras
estaba Jesús, físicamente en otro lugar, al mismo tiempo, estaba atendiendo la oración, de
Natanael. Por eso es que Natanael, estaba tan maravillado. Fue porque reconoció, a su Señor
y Dios.

“Cristo existió antes que todas las cosas, y todo el universo sigue su curso gracias a él.”
(Colosenses 1:17) (PDT)

Dios llena todo, con su presencia, y sostiene todo, por la Palabra de Su poder.

“El Hijo muestra la brillante grandeza de Dios; es la imagen perfecta de todo lo que Dios es y
sostiene todo el universo por medio de su poderosa palabra. Después de haber hecho
purificación de pecados, se sentó a la derecha del trono majestuoso de Dios en el cielo.”
(Hebreos 1:3) (PDT)

Dios está en todos lados, incluso Él puede ver, todo lo que usted hace. Usted no se puede
esconder de Dios, incluso cuando usted peca:

“Si yo pensara que seguramente en la oscuridad podría esconderme o que se hiciera noche la
luz de mi alrededor, ni siquiera la oscuridad es oscura para ti. No importa cuán oscura sea una
noche, para ti seguirá siendo tan clara como el día. Para ti es lo mismo el día que la noche.”
(Salmos 139:11-12) (PDT)

El Señor es poderoso, no importa si tú eres creyente o no. Dios te está mirando


(ver proverbios 15:3), Él ve cada uno, de nuestros pasos. Los delincuentes, siempre escogen la
noche, para delinquir, y durante la noche, los prostíbulos abren sus puertas. Existe en el
subconsciente del ser humano, la idea de que las sombras, pueden protegerlos de los demás. Y
que en medio de la oscuridad, nadie puede ver, lo que hacen.

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“¿Podrá un ser humano ocultarse en un escondite donde yo no pueda verlo? Dice el SEÑOR.
¿No lleno yo con mi presencia los cielos y la tierra?” Lo dice el SEÑOR.” (Jeremías 23:24) (PDT)

Podrán ocultarse de los hombres, pero de Dios nadie puede hacerlo. No te escondas de Dios,
mejor escóndete en Dios. Esto significa, que pongas tu mirada en el Señor, en vez de tratar de
esconderte de Él (ver Colosenses 3:2-3). Adán y Eva, andaban huyendo, de la mirada de Dios,
tratando de esconder su pecado, cuando lo que necesitaban, era poner la mirada en el Señor,
y reconocer, que habían fallado, y pedirle perdón a Dios.

Si hiciste algo, que está mal, delante de Él, si pecaste. Tomate del valor, y cuéntale a Dios, lo
que hiciste, o lo que pasó. Aunque sepas que Él, ya está al tanto de eso, el desea que tú le
cuentes, lo sucedido. Y le pidas perdón.

“No hay nada creado en el mundo que se pueda esconder de Dios; todo está desnudo y
expuesto a su vista. Es a él a quien tendremos que rendirle cuentas de nuestra vida.”
(Hebreos 4:13) (PDT)

Como podemos ver, a través de las Escrituras, la omnipresencia es una cualidad, un poder, que
solo Dios posee. Pero hoy en día, hay incluso, muchos cristianos, que piensan que el diablo,
también es omnipresente.

Ellos creen, que el diablo puede escuchar, lo que ellos oran a Dios. Otros creen que el diablo,
va a venir personalmente, por ellos. Eso no es cierto, son solo mitos. El diablo, no va a estar
pendiente de usted, personalmente, lo que si puede hacer, es enviar a sus demonios, para
molestarlo. El diablo, como no puede estar, en todas partes, a la misma vez, se encuentra
sobre las cúpulas de poder; quizás en la ONU, o en el vaticano, o en Wall Street, o en una
reunión de los Iluminatis, etc.

Entiéndalo, satanás no puede estar, en todas partes, a la misma vez. El diablo no es


omnipresente, esa es una de sus debilidades. El maligno no es creador, es solo una creación
más. El único omnipresente, es Dios, nuestro Señor Jesucristo:

“Tu Espíritu me acompaña a todas partes; no puedo escapar de tu presencia. Si subiera al cielo,
allí estarías; si bajara a las profundidades de la tierra, allí estarías. Si fuera al oriente donde
nace el sol, allí estarías; o al occidente, al fin de los mares, allí estarías.” (Salmos 139:7-9) (PDT)

2. No es omnipotente

Otra debilidad del diablo, es que él, no es omnipotente. La omnipotencia, es una cualidad
única y propia de Dios, y que es, la que le permite ser capaz, de llevar a cabo, cualquier acción,
o gesta. Y esto es posible, porque su poder, no tiene restricciones, y jamás desaparecerá, por
nada, es un poder de realizar, lo que sea, de manera eterna.

Satanás no tiene ese poder, él no puede hacer, lo que quiera, su poder es limitado, y un día
desaparecerá. El poder del diablo, está muy debajo, que el de Dios.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 284


285

Pues el Señor, es Todopoderoso. Ser omnipotente, es algo, que solo tiene Dios, lo podemos
ver, desde el principio:

“Antes del comienzo del mundo ya existía la Palabra, la Palabra estaba con Dios y era Dios.
Estaba ahí con Dios en el comienzo. Todo se hizo por aquel que es la Palabra; sin él, nada se
habría hecho. En él estaba la vida, y esa vida era la luz de los seres humanos. La Luz brilla en
la oscuridad, y la oscuridad no ha podido contra ella.” (Juan 1: 1-5) (PDT)

Todo lo que vemos, y lo que no vemos, fue creado por Dios. Sin el poder de Dios, nada se
hubiera creado. Todo el universo, las galaxias y las estrellas, es una creación, que no tiene fin.
Por eso lo cielos, cuentan su Gloria. Todo lo que aún no entendemos, las ecuaciones más
complejas, fueron creadas por Él. Todo fue creado por medio de Él, y para Él:

“Con su poder creó todo lo que hay en el cielo y en la tierra, lo que se ve y lo que no se ve, ya
sean ellos seres espirituales, poderes, autoridades o gobernantes. Todo ha sido creado por él y
para él.” (Colosenses 1:16) (PDT)

Dios fue, quien creó nuestro planeta, quien nos creó, a nosotros la humanidad, y a toda clase
de vida (ver Génesis 1). Medite en esto, mire a su alrededor, todo lo que existe, fue creado por
el Todopoderoso. Cuán grande es Su poder, solo Él pudo pensar, en formas de vidas, tan
diversas y complejas, que existen en la Tierra.

Cuando el ser humano, quiere crear alguna cosa, necesita estudios, herramientas, y
materiales. Pero Dios simplemente habla; “Sea… y fue” (ver Génesis 1:3, 6, 9), Dios emite una
orden, por el poder de Su Palabra, y todo es creado, de la nada:

“El SEÑOR creó los cielos con sus palabras. Todas las estrellas del firmamento fueron creadas
con uno solo de sus suspiros.” (Salmos 33:6) (PDT)

El poder de Dios, también es visto, en la preservación de Su creación. Toda la vida sobre la


tierra perecería, si no fuera por la continua provisión, de Dios; de todo lo que necesitamos;
para comer, vestir y habitar. Todos los recursos renovables, son sostenidos por Su poder, como
el preservador del hombre y los animales. Los mares que cubren, casi toda la tierra, y sobre
los que somos impotentes, nos arrollarían, si Dios no hubiera, prescrito sus límites:

“» ¿Quién encerró el mar tras sus compuertas cuando este brotó del vientre de la tierra? Eso
fue cuando le puse como vestido las nubes, y como faja la niebla; cuando le puse los límites al
mar y lo coloqué tras puertas enrejadas; cuando le dije: “No puedes rebasar este punto y hasta
aquí llega el límite de tus orgullosas olas”. (Job 38:8-11) (PDT)

Dios se reveló a sí mismo, como omnipotente a; Abraham (ver Génesis 17:1), a Moisés
(ver Éxodo 6:3), a Juan (ver Apocalipsis 1:8; 19:6), y todos los creyentes (ver 2 Corintios 6:18).
Dios es infinito y soberano. Él tiene todo el poder, sobre todas las cosas, en todos los tiempos,
en todas las formas. Daniel vio el poder de Dios, sobre la boca de los leones (ver Daniel 6:22).
Tres amigos de Daniel, vieron su poder, sobre las llamas del horno (ver Daniel 3:24-25).

Ese mismo gran poder, también lo podemos ver en Jesucristo. Dios el Hijo, tiene poder sobre
toda la naturaleza, y participó en su creación (ver Juan 1:2-3; Colosenses 1:16-17).

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 285


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Jesús mostró su omnipotencia, a través de numerosos milagros, que revelaron además, Su


poder sobre la naturaleza, las enfermedades y los demonios. Jesucristo es quien le dio, de Su
poder a la Iglesia, para compartir el evangelio (ver Hechos 2:41) y hacer milagros
(ver Hechos 3:6-10).

Algunos de los eventos, en que su poder fue visto es; en los milagros que realizó, en sus
numerosas curaciones. En la alimentación de los cinco mil (ver Marcos 6:30-44). En la
tormenta que convirtió, en calma (ver Marcos 4:37-41). O en la resurrección de Lázaro y la hija
de Jairo, de los muertos (ver Juan 11:38-44; Marcos 5:35-43).

El Señor Jesús declaró, que Él tenía el poder, para poner Su vida y para volverla a tomar. Un
hecho que Él alegorizaba, cuando hablaba, acerca del templo (ver Juan 2:19). Si era necesario,
Él tenía el poder, para llamar a doce legiones de ángeles, que lo rescataran, durante Su juicio
(ver Mateo 26:53), sin embargo, Él se ofreció a Sí mismo, en humildad, en lugar de nosotros
(ver Filipenses 2:1-11).

El gran misterio, es que este poder, puede ser compartido, por los creyentes, que están unidos
a Dios, en Jesucristo. Pablo dice:

“Pero el Señor me dijo: «Mi bondad es todo lo que necesitas, porque cuando eres débil, mi
poder se hace más fuerte en ti»…” (2 Corintios 12:9) (PDT)

El poder de Dios, es más exaltado en nosotros, cuando más grande es nuestra debilidad,
porque;

“Por el poder de Dios que obra en nosotros, él puede hacer mucho más de lo que jamás
podríamos pedir o imaginar.” (Efesios 3:20) (PDT)

Es el poder de Dios, el que continúa sosteniéndonos, en un estado de gracia, a pesar de


nuestro pecado (ver 2 Timoteo 1:12), y por Su poder, somos guardados de caer (ver Judas 24).
Su poder será proclamado, por todas las huestes celestiales, por toda la eternidad
(ver Apocalipsis 19:1). El poder de Dios, nos da todo lo que necesitamos, para la vida y la
piedad (ver 2 Pedro 1:3). Dios no sólo tiene poder; tiene todo el poder. Él nos creó, nos
sostiene y nos concede poder, para vivir para Él:

“Verán también lo grande que es el poder que Dios da a los que creen en él. Es el mismo gran
poder” (Efesios 1:19) (PDT)

Existen personas, que dicen que Dios, no tiene tal poder omnipotente. Dicen que su poder, es
limitado, porque Él no puede mentir (ver Hebreos 6:18). Y de hecho, Dios tampoco tiene
pecado. Eso no significa, que Él no tenga el poder para mentir o pecar, sino que Dios elige, no
mentir ni pecar, de acuerdo con Su propia perfección moral. Él tiene el poder de hacerlo, pero
elige no hacerlo. Dios es bueno.

Dios no puede ser obligado, a actuar de manera contraria, a su naturaleza. De la misma


manera, a pesar de ser todopoderoso y de odiar el mal. Él permite que suceda el mal, de
acuerdo a Su buen propósito.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 286


287

Él utiliza, ciertos eventos malos, para el desarrollo, de Sus propósitos. Tales como, cuando
ocurrió la maldad más grande, que pudo haber sucedido; el asesinato del Perfecto, Santo e
Inocente Cordero de Dios, para la redención de la humanidad.

El poder de Dios, que es “ilimitado”, restringió el poder “limitado” del diablo, cuando éste
quiso atacar a Job. El ataque de satanás, sobre Job, fue limitado, sólo a ciertas acciones:

“El SEÑOR le dijo a Satanás: —Puedes hacer lo que quieras con lo que le pertenece a Job, pero
a él mismo no le hagas daño. Entonces Satanás se retiró de la presencia del SEÑOR.”
(Job 1:12) (PDT)

“Entonces el SEÑOR le dijo a Satanás: —Haz lo que quieras con Job, menos matarlo.”
(Job 2:6) (PDT)

Satanás, tenía que pedir permiso, para hacer daño a Job, porque los demonios temen a Dios
(ver Santiago 2:19). De hecho, Jesús le recordó a Pilato, que él no habría tenido, ningún poder
sobre Él, a menos que le hubiera sido concedido, por el Dios Todopoderoso (ver Juan 19:11).
De esta manera, la omnipotencia del Señor, se extiende de forma natural, sobre satanás y los
demonios.

Los ateos, dicen que existe una paradoja, sobre el “problema del mal”. Que es el problema de
conciliar, la existencia del mal y del sufrimiento, en el mundo, con la existencia de una deidad,
que sea omnipotente. Se ha atribuido, al filósofo griego, Epicuro, la formulación original, del
problema del mal, éste realiza las siguientes preguntas:

“¿Es que Dios quiere prevenir el mal, pero no es capaz? Entonces no es omnipotente. ¿Es
capaz, pero no desea hacerlo? Entonces es malévolo. ¿Es capaz y desea hacerlo? ¿De dónde
surge entonces el mal? ¿Es que no es capaz ni desea hacerlo? ¿Entonces por qué llamarlo
Dios?”

Por supuesto, que estas preguntas, vienen directamente del diablo, para probar la inexistencia,
de Dios. Pero como preguntan, les responderemos, con una sola respuesta, que contestará
todas sus preguntas:

“Dios no ha destruido a satanás, pero lo hará”

Los demonios saben, que serán castigados en el infierno, y también saben, que el momento se
acerca:

“Cuando Jesús llegó a la otra orilla del lago, a la región de los gadarenos, se le acercaron de
entre las tumbas dos hombres poseídos por demonios. Vivían allí y eran muy violentos, por lo
que nadie podía pasar por ahí. De pronto ellos gritaron: — ¿Qué quieres de nosotros, Hijo de
Dios? ¿Has venido antes de tiempo para castigarnos?” (Mateo 8: 28-29) (PDT)

Y no solamente los demonios, el diablo también sabe, que le queda poco tiempo:

“Alégrense los cielos y todos los que viven allí. Pero a ustedes, los que viven en la tierra y el
mar, les irá muy mal; porque el diablo sabe que le queda poco tiempo y ha bajado furioso a
donde están ustedes».” (Apocalipsis 12:12) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 287


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Epicuro, y todos los ateos, deben saber, que el fin del mal y de satanás, ya está escrito. Y que él
será arrojado al infierno, un lago de fuego y azufre, donde sufrirá día y noche, eternamente:

“El diablo, el que engañó a esa gente, será arrojado al lago de fuego y azufre, donde están la
bestia y el falso profeta. Allí sufrirán día y noche para siempre.” (Apocalipsis 20:10) (PDT)

Este es el poder ilimitado de Dios, Él hace como Él quiere, nosotros solo somos creaciones, de
Él, ¿quiénes somos nosotros para juzgarlo, o para cuestionarlo? El hecho, de que su mente
humana, sea tan pequeña, y no logre comprender, a un Dios Todopoderoso, que sea superior y
omnipotente, no significa, que no sea real y perfecta, la voluntad de nuestro Creador. Dios
siempre hará Su voluntad, lo quiera usted o no. Hará Su voluntad, aunque satanás no lo quiera.
Nada ni nadie, puede estar en contra, de Su poder.

“«Yo soy el SEÑOR, el Dios de todos los seres humanos. ¿Es que hay algo imposible para mí?”
(Jeremías 32:27) (PDT)

“Los habitantes de la tierra son insignificantes si se les compara con él. Hace siempre su
voluntad, tanto entre los habitantes del cielo, como entre la gente de la tierra. Nadie puede
estar en contra de su poder, ni preguntar por qué hace lo que hace.” (Daniel 4:35) (PDT)

“¡Para Dios nada es imposible!” (Lucas 1:37) (PDT)

3. No es omnisciente

El diablo, no es omnisciente, es decir, que él no puede leer, nuestros pensamientos, aunque es


muy capaz, en predecir el comportamiento humano, porque lo ha observado, por mucho
tiempo. Él puede anticipar, lo que usted va hacer, en una situación, sin conocer sus
pensamientos, y esto ocurre solamente, por su conocimiento de la humanidad, y porque tiene
una mente, que no es natural.

Pero en términos, de ser omnisciente y de poder leer, sus pensamientos, la Palabra de Dios,
nos dice, que eso es imposible, para satanás. Él no puede escuchar, nuestros pensamientos, de
hecho, el necesita rodear la tierra y andar por ella, para poder enterarse de las noticias
(ver Job 1:7).

La omnisciencia (o el punto de vista omnisciente) (viene del latín omnis, "todo", y scientia
"ciencia"), es saber o conocer todo, es decir, el conocimiento absoluto. Omnisciencia, es
definida como, “el estado de tener, un conocimiento total, la cualidad de saberlo todo.” Para
que Dios sea soberano, sobre Su creación, de todas las cosas, ya sean visibles o invisibles, Él
tiene que ser omnisciente. Su omnisciencia no se limita, a una sola persona en la Deidad; el
Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, son todos omniscientes, por naturaleza.

Podemos ver, a través de las Escrituras, que Dios es omnisciente, pues Él lo sabe todo:

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 288


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“incluso si nuestra conciencia nos hace sentir culpables, porque Dios es más grande que
nuestros sentimientos, y lo sabe todo.” (1 Juan 3:20) (PDT)

El Señor, conoce todo sobre nosotros, hasta los más mínimos detalles, incluso nos tiene
contado, hasta cada cabello, que tenemos:

“Se compran dos pajaritos con sólo una moneda, pero aun cuando son capturados no dejan de
estar bajo el cuidado de su Padre. Dios les tiene contados a ustedes hasta sus cabellos.”
(Mateo 10: 29-30) (PDT)

Su omnisciencia es tan grande, que Él sabe incluso, hasta lo que ocurrirá, en el final de la
historia misma:

“Acuérdense de los hechos del pasado, que sucedieron hace mucho tiempo. Porque yo soy Dios
y no existe ningún otro. Soy Dios y no hay nadie como yo. Yo conté el final desde el comienzo y
mucho antes de que sucediera. Yo afirmé: “Mi plan se cumplirá y haré todo lo que yo quiero”.
(Isaías 46:9-10)

Dios conoce, lo que hablará nuestra boca, aun antes, de decir las palabras:

“SEÑOR, tú sabes lo que voy a decir aun antes de que las palabras salgan de mi boca.”
(Salmos 139:4) (PDT)

No hay nada, que el Señor, no sepa de nosotros, Él conoce, todos nuestros movimientos:

“SEÑOR, tú me has examinado y sabes todo de mí. Tú sabes cuándo me siento y cuándo me
levanto; aunque me sienta lejos de ti, tú conoces cada uno de mis pensamientos. Sabes para
dónde voy y en dónde me acuesto. Tú sabes todo lo que hago.” (Salmos 139:1-3) (PDT)

Esta omnisciencia, también la podemos ver, en Jesús, quien siendo Dios, conoce los
pensamientos:

“Pero como Jesús sabía lo que estaban pensando, dijo: — ¿Por qué están pensando mal?”
(Mateo 9:4) (PDT)

“Jesús sabía lo que ellos estaban pensando y les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo, será
destruido. Ninguna ciudad o familia dividida contra sí misma sobrevivirá.” (Mateo 12:25) (PDT)

“Entre la multitud estaban sentados unos maestros de la ley que pensaban: « ¿Por qué se
atreve este hombre a hablar así? Es una ofensa a Dios. El único que puede perdonar pecados es
Dios». Jesús supo inmediatamente lo que estaban pensando y les dijo: — ¿Por qué están
pensando así?” (Marcos 2:6-8) (PDT)

“Jesús sabía lo que estaban pensando. Le dijo al hombre que tenía la mano paralizada:
—Levántate y ponte frente a todos. Entonces el hombre se levantó y se paró allí”
(Lucas 6:8) (PDT)

Jesucristo nos conoce. En el tiempo, en que estuvo entre nosotros, Él conocía a cada persona,
con la cual se encontraba. Pues el sabia, la vida de la gente, aún antes de conocerla. Como
cuando se encontró, con la mujer, que sacaba agua del pozo, en Sicar:

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“Has tenido cinco maridos y el hombre con quien vives ahora tampoco es tu marido…”
(Juan 4:18) (PDT)

La omnisciencia de Jesús, también le permitió saber, que su amigo Lázaro, se encontraba


muerto, a más de cuarenta kilómetros, de distancia, tal como se lo dijo, a sus discípulos:

“Y después les dijo: —Nuestro amigo Lázaro está dormido, pero yo lo voy a despertar.
Entonces sus seguidores le dijeron: —Señor, si duerme es que va a sanar. Jesús estaba
hablando de la muerte de Lázaro, pero ellos pensaron que estaba hablando del sueño natural.
Entonces Jesús les dijo claramente: —Lázaro está muerto. Me alegro por ustedes de no haber
estado allí porque ahora ustedes creerán en mí, pero vamos a verlo.” (Juan 11:11-15) (PDT)

Jesús sabía y conocía todo, incluso cuando envió, a sus discípulos, a preparar la cena de la
Pascua, describiendo a la persona, que iban a encontrar y a quien, habían de seguir:

“Jesús entonces envió a dos de sus seguidores, diciéndoles: —Vayan a la ciudad y encontrarán
a un hombre llevando un cántaro de agua. Síganlo, y donde él entre díganle al dueño de la
casa: “El Maestro pregunta: ¿Dónde está el cuarto donde voy a comer la Pascua con mis
seguidores?” Entonces el dueño les mostrará un cuarto grande en el piso de arriba, arreglado y
listo. Preparen la cena allí para nosotros.” (Marcos 14:13-15) (PDT)

La omnisciencia, es algo, que solo puede tener, nuestro Dios Todopoderoso. El diablo jamás
podrá saber, cómo piensa nuestro Dios. Satanás y sus demonios, por no ser omniscientes, no
pueden conocer, o leer, los pensamientos de una persona.

Para que satanás y sus demonios, sepan algo sobre una persona, esa persona tendría que
pronunciar palabras, o realizar actos. Las palabras y los actos, comunicarán, lo que esa persona
tiene en su mente, y esto puede ser conocido, por el diablo, mediante sus demonios.

Cuando nosotros oramos, podemos hacerlo, con nuestra mente. Porque Dios, puede leer
nuestros pensamientos, e incluso, Él sabe aún antes, de que nosotros le oremos, lo que
necesitamos:

“…su Padre sabe lo que ustedes necesitan, incluso antes de que se lo pidan.” (Mateo 6: 8) (PDT)

Podemos orar de esta manera, pero mejor es orar, con nuestra voz en alto, pues así estaremos
glorificando aún más, a nuestro Padre. Algunos creyentes acostumbran orar, en voz baja, o sin
pronunciar palabras, porque tienen temor que satanás, o sus demonios, oigan lo que están
orando, y tal vez el diablo, haga algo para evitar, que se cumpla aquello, por lo que están
orando.

Pero este temor es infundado, si lo que pedimos a Dios, en oración, es para honrar y glorificar
a Dios, no hay ningún problema, con que el diablo y sus ángeles caídos, lo oigan. Porque sobre
ellos está Dios, y satanás no tiene ningún poder, para impedir que Dios, haga lo que Él, ha
decido hacer.

Si Dios quiere bendecirte, el diablo no tiene ningún poder, para detener, que esa bendición
llegue a ti. Solo Dios abre y cierra puertas:

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291

“…Esto es lo que dice el que es santo y verdadero, el que tiene la llave del reino de David.
Cuando él abre, nadie puede volver a cerrar; y cuando cierra, nadie puede volver a abrir”
(Apocalipsis 3:7) (PDT)

Cuando usted ore, hágalo libremente, levante su voz, clame, grite. No tenga temor, porque
aunque el diablo, lo escuche, él no puede hacer nada al respecto, es más, ni siquiera
entenderá, lo que usted ora, y aun mas, él tampoco es omnipresente, tampoco puede estar en
más de un lugar, al mismo tiempo. Lo más probable, es que usted nunca, se lo encontrará cara
a cara, satanás es una criatura, y las criaturas están por definición, limitadas al tiempo y
espacio. Y él va a guardar su tiempo y energía, para personas de mayor influencia, que las
nuestras.

Pero tengamos cuidado, no lo subestimemos. El diablo es un enemigo poderoso, mucho más


potente, que los hombres. Pero no es todopoderoso, ni lo sabe todo. El maligno no entiende lo
que está en nuestra mente, y en nuestro corazón, pero él puede suponerlo, a través de la
observación, de nuestro comportamiento. Satanás y sus demonios, observan muy bien, a los
hombres, y tiene una bastante, buena lectura, de sus predisposiciones y debilidades.

Su observancia, no es muy diferente, de las habilidades de un estafador, que apela a la codicia


de la víctima, y dice a sus víctimas, sólo lo que desean escuchar. También puede escuchar, lo
que decimos, lo que sin duda le informa, “donde hay un buen negocio”. No es una operación
complicada para ellos, que tienen una inteligencia, extremadamente fina y trabajan en grupo.

Si una persona joven, fuma marihuana, por ejemplo, los demonios pueden deducir, que en el
futuro, se utilizará también, drogas más fuertes, como la pasta base. Los demonios saben
exactamente, lo que estamos leyendo, viendo en la televisión, de que estamos hablando, ven
nuestras respuestas físicas, y son sin duda, expertos en la lectura, de nuestras expresiones.

El diablo y sus secuaces, miran lo que leemos, lo que vemos, ven nuestra experiencia y los
compañeros que elegimos, incluso pueden ver nuestras miradas. Y así pueden discernir, donde
y en qué momento concreto, nos tentarán.

Por eso, no debemos dar ningún lugar, al enemigo, por eso, debemos cuidar nuestras vidas, no
debemos dar ninguna oportunidad, a satanás, para que nos gane la batalla. El dar lugar al
diablo, ocurre cuando, no damos el lugar a Dios. Cuando nos dejamos llevar, por la conducta
carnal y pecaminosa, y nos hacemos disponibles, para hacer la obra del diablo, y en torno
dañamos la doctrina, de Cristo y la Iglesia. No se trata de auto oprimirse, o vivir reprimido, sino
de cuidar nuestras vidas.

“No le den ninguna oportunidad al diablo para que los derrote.” (Efesios 4:27) (PDT)

Si no le damos ningún lugar al diablo, y sumando a eso, que satanás, no puede leer nuestras
mentes. El diablo es vencido, y esa es una gran debilidad, del padre del pecado. Esa es una
gran bofetada, que le podemos dar.

El diablo, ha adquirido un gran conocimiento, de la humanidad, en estos seis mil años, que ha
estado merodeando, la tierra. Pero al lado, del creyente más humilde y peor preparado, es un
ignorante.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 291


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El maligno, no sabe nada, del amor de Dios, de Su misericordia, de Su gracia, y Su perdón.


Satanás no conoce el futuro, ni todos los secretos del pasado. Puede saber, que le queda poco
tiempo, porque conoce la Palabra de Dios, pero su sabiduría, está tan corrompida, que no la
puede entender, y por lo mismo, aún cree, que puede derrotar a Dios.

“Nuestro Señor es grandioso, y grande es su poder; su conocimiento no tiene límite.”


(Salmos 147:5) (PDT)

4. No puede tentar al creyente, sin el permiso de Dios

Satanás, no puede llegar y tentar al creyente, sin el permiso de Dios. El diablo, está limitado a
obedecer, él sabe que es inferior a Dios. Aunque él, tiene dominio en su reino, hay límites, que
Dios, no le permite pasar. Esto lo podemos ver, en el siguiente pasaje bíblico:

“Entonces el SEÑOR le dijo a Satanás: — ¿Te has fijado en mi siervo Job? No hay nadie en la
tierra como él. Job es un hombre intachable, honesto, respeta a Dios y rechaza el mal. Satanás
le respondió al SEÑOR: — ¿Pero es que Job respeta a Dios por nada? ¿Acaso no lo proteges a él,
a su familia y a sus posesiones? Haces que le vaya bien en todo lo que hace, y sus rebaños se
ven por todo el país. Pero si le quitaras todo lo que tiene, seguro que te maldeciría en tu propia
cara. El SEÑOR le dijo a Satanás: —Puedes hacer lo que quieras con lo que le pertenece a Job,
pero a él mismo no le hagas daño. Entonces Satanás se retiró de la presencia del SEÑOR.”
(Job 1:8-12) (PDT)

Cuando Dios, conversó con el diablo, acerca de Job, el diablo comentó: “¿Pero es que Job,
respeta a Dios, por nada? ¿Acaso no lo proteges a él, a su familia y a sus posesiones?”. El Señor
le dio permiso a satanás, para hacer lo que quiera, con sus bienes, pero no le permitió, tocar a
Job. El diablo destruyó, lo que Job tenía, todas sus posesiones materiales. Aun sus hijos
murieron. Pero el diablo, no logró nada.

Entonces hubo otra conversación, entre Dios y satanás. Esta vez el diablo, dijo que si pudiese
tocar, el cuerpo de Job, éste pecaría. Dios le dio permiso a satanás, para que tocara, el propio
cuerpo de Job, pero no le permitió matarlo. De nuevo satanás, no logró lo que quería. Al final,
Job salió victorioso y fue más próspero, que nunca. Sin embargo, el asunto que queremos
destacar, es que el diablo, no pudo pasar los límites, que Dios le puso.

Estos límites, que Dios le puso, lo podemos entender claramente, cuando el diablo le dice a
Dios, que Job era “protegido”, por el Señor. La versión Reina Valera, lo dice del siguiente
modo:

“¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos
has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra.”
(Job 1:10) (RVR 1960)

El diablo dice, que Dios lo ha “cercado”. Y eso es, lo que satanás ve, cada vez, que trata de
dañar, a un hijo de Dios.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 292


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Cuando los demonios, tratan de tocar su vida, siempre se encuentran, con esta cerca, una
cerca de poder, una cerca de ángeles de Dios, que nos defienden. Por eso el salmista dice:

“Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará.” (Salmos 91:7) (RVR 1960)

Si no tuviéramos, esta protección de Dios, está cerca, con lo cual, nos cuida. No seriamos
inmunes, al ataque constante del diablo, en nuestras vidas. Sin esta protección, no tendríamos
un día malo, sino muchos días malos. Caeríamos, ante todos los peligros escondidos, y nos
enfermaríamos, con cualquier enfermedad. Tendríamos mucho temor, durante las noches, y
nos llegarían, todas las flechas, que vuelan de día, recibiríamos todos los dardos, que nos lanza
el enemigo, a nuestras mentes. Nuestros hogares, serian un desastre. Seriamos robados,
asesinados y destruidos. Pero gracias, al gran amor de Dios, tenemos esta protección:

“El que habita a la sombra del Altísimo, se acoge a la protección del Todopoderoso. Yo le digo
al SEÑOR: «Tú eres mi refugio, mi fortaleza. Dios mío, confío en ti». Dios te salvará de los
peligros escondidos y de las enfermedades peligrosas, pues te protegerá con sus alas y bajo
ellas hallarás refugio. Su fidelidad será tu escudo y tu muralla protectora. No te atemorizará el
peligro de la noche, ni las flechas que se lanzan en el día; tampoco la plaga que anda en la
oscuridad, ni el destructor que llega a plena luz del día. Mil caerán muertos a tu izquierda y diez
mil a tu derecha, pero a ti no te sucederá nada. Sólo fíjate y verás que los perversos recibirán su
merecido. Porque tú confiaste en el SEÑOR e hiciste que el Altísimo fuera tu protección. Nada
malo te sucederá, no ocurrirá ningún desastre en tu casa; porque él dará orden a sus ángeles
para que te protejan a dondequiera que vayas. Ellos te levantarán con sus manos para que
ninguna piedra te lastime el pie. Pisotearás leones y serpientes venenosas; triunfarás sobre
cachorros de león y monstruos. «Yo lo salvaré, porque confió en mí; lo protegeré, porque
reconoce mi nombre. Me llamará y yo le responderé; estaré con él cuando se encuentre en
dificultades; lo rescataré y haré que le rindan honores. Haré que disfrute de una larga vida y le
mostraré mi salvación»”. (Salmos 91:1-16) (PDT)

Esta es la Palabra de Dios, a la cual, usted debe creer. Dios siempre nos protege, Él nunca
tienta a nadie, pero si muchas veces, le permite al diablo, tentarnos o ponernos una prueba
muy grande. Dios le da permiso al diablo, porque Él sabe, hasta cuanto podemos soportar,
porque el Señor conoce, nuestra condición, se acuerda de que somos polvo:

“Dios sabe todo de nosotros; sabe que estamos hechos de polvo.” (Salmos 103:14) (PDT)

El Señor, nunca permitirá, que el diablo nos toque, más de lo que podemos soportar:

“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os
dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la
tentación la salida, para que podáis soportar.” (1 Corintios 10:13) (RVR 1960)

Dios le da permiso al diablo, no porque sea un Dios malvado, al contrario, Dios es bueno.
Muchos estudiosos de la Biblia, “sin el Espíritu Santo”, que solo leen letras, pero que no dejan,
que esas letras, cobren vida. Dicen que Dios, al permitir el mal sobre un creyente, el diablo ya
no es un adversario, sino un amigo de Dios. Porque satanás pasa a ser el empleado, que hace
el “trabajo sucio” y, consecuentemente, no debería ser destruido, sino recompensado.

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Estos fríos teólogos, dicen que no se entiende, que un Padre lleno de amor, permita que Sus
hijos, sean atormentados por el diablo. Y de esta forma, rechazan que el diablo, pida permiso,
ellos creen, que satanás, no tiene sujeción, y que pasa por encima de Dios, como si el Señor,
no tuviera ninguna protección, sobre Sus hijos.

Lo que ellos no entienden, es que el ser humano, comió el fruto del bien y del mal, en el Edén.
El hombre, no tiene solo el conocimiento del bien, también tiene el conocimiento del mal. Y
Dios usará este conocimiento completo, para fortalecer y purificar a Sus hijos. Este principio lo
podemos encontrar, cuando José el soñador, fue apresado por sus hermanos y tirado a un
pozo, luego lo sacaron del pozo y lo vendieron, como esclavo. Años más tarde, José ya no era
un esclavo, sino el segundo, sobre Egipto. Y cuando la sequía, azotó toda la región, sus
hermanos llegaron, a pedirle ayuda, y José los ayudó. A lo cual, les dijo:

“Ustedes planearon hacerme daño, pero Dios lo hizo para bien. Lo hizo para obtener los
resultados que vemos ahora, para salvarle la vida a mucha gente.” (Génesis 50:20) (PDT)

Dios le permitió al diablo, que contaminara los corazones, de los hermanos de José. El Señor
permitió, que sobre José, callera el mal. Dios dio permiso, para que José fuera azotado,
humillado, encarcelado. Pero si no hubiera hecho eso, la nación de Egipto, hubiera perecido, y
no tan solo ellos, sino toda la región, seres humanos y animales, hubieran muerto, por causa
de la sequía. Y la promesa de Dios, a Abraham, de ser una gran nación, hubiera terminado.
Dios usa el mal, para el bien. Todo tiene un propósito.

Santiago y Pedro, también afirman este principio:

“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la
prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que
seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.” (Santiago 1:2-4) (RVR 1960)

“Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba,
recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.”
(Santiago 1:12) (RVR 1960)

“En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis
que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más
preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza,
gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo” (1 Pedro 1:6-7) (RVR 1960)

Pedro sabía muy bien, que el diablo, pide permiso a Dios. Recuerden que satanás, había
pedido a Pedro, para sacudirlo, para zarandearlo como a trigo. A satanás se le otorgó, lo que
pedía, pues Pedro, terminó negando tres veces a Jesús. Pero Jesús, también había hecho un
pedido, a Su Padre; que Pedro no perdiera su fe, y así fue. Pues Pedro, fue uno de los
principales apóstoles y líderes de la Iglesia.

“» ¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha pedido sacudirlos a ustedes como un campesino sacude
la paja de los granos de trigo. Pero he orado para que no pierdas tu fe. Cuando vuelvas a mí,
ayuda a tus hermanos a ser más fuertes».” (Lucas 22:31-32) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 294


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En cierta ocasión, Jesús llegó, a la región de los gadarenos, de entre las tumbas, llegaron dos
hombres poseídos, por demonios. Estos vivían allí , y eran muy violentos, por lo que nadie,
podía pasar por ahí. Cuando vieron a Jesús, le gritaron:

“— ¿Qué quieres de nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido antes de tiempo para castigarnos? A
lo lejos había muchos cerdos comiendo. Entonces los demonios le rogaron a Jesús: —Si vas a
expulsarnos de estos hombres, mándanos a entrar en esos cerdos. Entonces Jesús les dijo:
— ¡Vayan! Los demonios salieron de los hombres y entraron en los cerdos. Entonces todos los
cerdos se echaron a correr pendiente abajo por el barranco, cayeron en las aguas y se
ahogaron.” (Mateo 8: 29-32) (PDT)

Los demonios, reconocieron a Jesús, como el Hijo de Dios. Ellos sabían que un día, van a ser
castigados, pero pensaron, que serían castigados, antes de tiempo. Entonces estos demonios,
le pidieron permiso a Jesús, para entrar en unos cerdos. Acá vemos una vez más, a las huestes
de satanás, pidiendo permiso a Dios. El Señor se los permitió, ellos salieron de los hombres y
entraron a los cerdos, solo para ahogarse.

La Biblia también, nos muestra, en un próximo futuro. En el cual, al pueblo de Dios, se le pide
paciencia y fe. Dios le permite a satanás, hacer guerra contra los santos y vencerlos:

“Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre
toda tribu, pueblo, lengua y nación.” (Apocalipsis 13:7) (RVR 1960)

Se le permitió a la bestia, decir palabras, llenas de orgullo, para insultar a Dios, y se le dio
poder, para ejercerlo, durante cuarenta y dos meses. La bestia empezó a insultar a Dios, a
decir cosas, en contra de su nombre, del lugar donde vive, y de los que viven en el cielo. La
bestia recibió el poder, de pelear contra el pueblo santo de Dios, y de vencerlo. Solo para que
se manifestaran, los que adoran a la bestia, los que fueron marcados, por su marca, los que no
tenían escritos sus nombres, en el libro de la vida.

Pero luego, vienen tres ángeles del Señor; el primero viene anunciando, buena noticia eterna
de victoria, Y la llegada del tiempo, en que Dios juzgara a todos. El segundo ángel, anuncia la
caída de Babilonia, la que hizo que todas las naciones, tomaran del apasionante vino, de su
inmoralidad sexual. Y el tercer ángel:

“Entonces un tercer ángel los siguió y dijo con voz fuerte: «El que adore a la bestia y a su
imagen y reciba la marca de la bestia en la frente o en la mano, tendrá que beber el fuerte
vino que Dios preparó en la copa de su ira. También será torturado con azufre hirviente ante la
presencia de los santos ángeles y del Cordero. El humo del fuego que los tortura se elevará por
siempre. Los que adoren a la bestia y a su imagen y los que tengan la marca de su nombre, no
tendrán descanso ni de día ni de noche».” (Apocalipsis 14: 9-11) (PDT)

Dios, le puede permitir al diablo, cosas que muchas veces, nos parecen incomprensibles.
Permisos que no entendemos, que parecen fuera de lógica. Pero tenga por seguro, que de ese
mal, que usted tanto sufre, Dios sacará algo muy bueno. Siempre ha sido así. Es por eso, que
hay un dicho, que dice: "no hay mal, que por bien no venga".

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 295


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Nosotros, solo debemos tener paciencia y fe. Dios nos ha dado a nosotros, el mismo poder, de
resistir al diablo, mientras nos mantengamos, fieles a Él y a Su palabra. El Señor nos asegura,
que si nos vestimos, de “toda la armadura de Dios”, y si tomamos el escudo de la fe, vamos a
poder “apagar todos los dardos de fuego, del maligno” (ver Efesios 6:10–18). El Señor nos ha
dicho, que si resistimos al diablo, él huirá de nosotros (ver Santiago 4:7). El diablo no tiene
ningún poder, sobre nosotros, mientras sigamos fieles al Señor. Pero cuando los hombres no
quieren, ponerse toda la armadura de Dios, satanás, como un león rugiente, los devorará.

5. No soporta ser resistido

Una de las grandes debilidades, que tiene satanás, es que no soporta, ser resistido, por el
creyente. No soporta que un cristiano, tome su armadura y se mantenga firme. Según la RAE:
“Un comportamiento de resistencia, es una conducta de oposición, que un individuo adopta
frente a otro (u otros), que puede tener un valor positivo o negativo.”

Tomando en cuenta esta definición, podemos concluir, que lo que hemos leído, durante todo
este libro, ha sido una resistencia constante, al diablo. Analizando sus fortalezas o sus
debilidades, nos hemos opuesto, a este ser maligno. Porque en cada fortaleza, que tiene
satanás, también hemos mostrado, como podemos estar “Venciendo a satanás”. Este mismo
libro, es una resistencia al maligno.

El diablo, siempre está buscando oprimir, a los hijos de Dios (ver Daniel 7:25), a menudo, la
obra del maligno, es apenas perceptible, porque trata de oprimirnos gradualmente, un poco
por allí y otro poco por allá. El maligno sabe, que se requiere más de un ataque, para
agotarnos, por lo que viene sin cesar, una y otra vez. Una forma, en la que el diablo busca
agotarnos, es robándonos tiempo, forzándonos a lidiar, con el problema que él, provocó. Le
gustaría que nos pasáramos la vida, apagando los pequeños incendios, que el inicia.

En lo personal, escribir este libro, me ha costado mucho. He tenido demasiadas trabas, ya llevo
casi dos años, trabajando en este libro, bajo una opresión espiritual diabólica, que está
constantemente, tratando de impedir, que siga escribiendo. He tenido demasiadas luchas,
internas y externas. El diablo sabe, que lo estoy resistiendo y exponiendo. Y como no puede
tocarme, me ataca de forma indirecta, a través de; falta de trabajo, pobreza, hambre, etc. Pero
a pesar de todo, aún sigo resistiendo al diablo, aún sigo escribiendo, aún sigo de pie y firme. Y
por sobre todo, siempre entregado a Dios. Y de esta manera, el enemigo huye de mí, se
arranca de mí.

Y esto no ocurre, por que pretenda, ser mejor, que todos mis hermanos, ni ser un súper
cristiano, no nada de eso. Lo que hago, es solamente, tomarme de las promesas, que Dios nos
hizo, a todos nosotros. Una promesa, que también le hizo a usted:

“Así que, entréguense a Dios, resistan al diablo y el diablo huirá de ustedes.”


(Santiago 4:7) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 296


297

La palabra, que Santiago usa, para “resistir”, es la palabra griega; “Anthistemi”, y significa;
“ponerse en frente, oponerse, luchar, resistir”. La palabra de Dios es verdadera, solo debemos
entregarnos a Dios, resistir al diablo, y este deberá huir. Si usted aun no entiende, como
debemos resistir al diablo, usted debe entender, que lo primero es “entregándonos a Dios”,
sometiéndose primero, al Señor.

Esto quiere decir, que usted debe estar sometido, a Dios, hacer Su voluntad; debe andar en
humildad y no en soberbia, debe abandonar toda mala obra, debe purificar su corazón, y
siempre acercarse al Señor. Sólo en el contexto de la verdad, de la santificación, del
sometimiento a Dios, podemos tener victoria concreta, sobre el maligno.

Sino entregamos por completo, nuestras vidas a Dios, jamás podremos, resistir al diablo, y éste
nunca huirá, sino que se quedará, en nosotros. Nos provocará hacer el mal, y le daremos la
oportunidad, para que nos derrote. Por esto mismo, el apóstol Pablo, nos advierte:

“Así que dejen las mentiras y «díganse siempre la verdad unos a otros» porque todos
formamos parte del mismo cuerpo. «No permitan que la ira los haga cometer pecados»; que la
noche no los sorprenda enojados. No le den ninguna oportunidad al diablo para que los
derrote.” (Efesios 4: 25-27) (PDT)

Para no dar, ninguna oportunidad al diablo, para que nos derrote. Debemos saber la manera,
como ataca el diablo, y eso lo hemos visto, a través de todo este libro, el que lo ha leído, desde
el principio, ya lo sabrá.

“Todo esto lo he hecho para que Satanás no se aproveche de nosotros, ya que todos
conocemos muy bien sus planes.” (2 Corintios 2:11) (PDT)

Además, para no dar ninguna oportunidad, a satanás, para que no nos venza. Debemos hacer
guardia y esperar, el ataque del diablo. Debemos tener dominio propio y mantenernos alertas:

“Tengan dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo anda por ahí como un
león rugiente buscando a quién devorar. Resistan al diablo y mantengan firmemente la fe.”
(1 Pedro 5: 8-9) (PDT)

Cuando tenemos un dominio propio, sabemos muy bien, que nuestra mente (en donde nos
ataca el diablo), fue creada por Dios y no por satanás. Por lo tanto, solamente nosotros
tenemos el derecho, a usarla. El diablo, no tiene ninguna autoridad, sobre ella, él no puede
pensar por nosotros.

Siempre debemos estar alerta, porque el diablo, siempre tratará, de robar nuestras mentes,
con engaños. Nos querrá colocar pensamientos corrompidos, para que nosotros pensemos,
que estos provienen de nosotros. Si estamos atentos, sabremos que esos pensamientos, no
son nuestros, y entonces, no le daremos ningún lugar al diablo, y será vencido.

“Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.” (Juan 8:32) (PDT)

Una vez que conozcamos la verdad, seremos libres. El poder del diablo, está en sus mentiras, y
cuando estas fallan, su poder se desvanece.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 297


298

Para que fallen sus mentiras, usted debe estar alerta, debe identificar, la actividad de satanás,
sino lo puede hacer, entonces usted no podrá resistirlo.

Cuando usted identifica sus mentiras, usted podrá rechazar, esos pensamientos, que vienen de
parte del maligno. Resistir significa rechazar. Cuando el diablo venga, con un pensamiento, a
sembrarlo sobre su mente. Usted debe decir; “no lo quiero, no lo acepto”, no deje que las
aves, hagan nido, sobre su cabeza. Si hacemos esto, estaremos resistiendo al diablo, estaremos
“Venciendo a satanás”, porque el deberá huir.

Para estar atentos, usted debe tener su mente entrenada, debe ejercitar su mente, con
relación a lo espiritual. Debe olvidarse de los deseos pecaminosos, y mantener su mente
ocupada, en todo lo que es Dios:

“En fin, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, noble, correcto, puro, hermoso y
admirable. También piensen en lo que tiene alguna virtud, en lo que es digno de
reconocimiento. Mantengan su mente ocupada en eso.” (Filipenses 4:8) (PDT)

Para que usted, no le dé ningún lugar al diablo, para que él, no pueda derrotarlo. Usted debe
resistirlo, con una armadura, usted debe tener una protección adecuada, para cuando satanás
ataque. Pero esta armadura, no es algo físico, no es creada en este mundo, no es creada, por
ningún ser humano. Esta armadura y estas armas, son espirituales, llevan el sello de Dios, y
tienen el poder del Señor, para destruir las fortalezas, de satanás:

“Las armas con las que luchamos no son de este mundo, sino que tienen el poder de Dios para
destruir las fortalezas del enemigo. Con nuestras armas, también destruimos los argumentos
de los que están en contra nuestra y acabamos con el orgullo que no le permite a la gente
conocer a Dios. Así podemos capturar todos los pensamientos y hacer que obedezcan a Cristo.”
(2 Corintios 10:4-5) (PDT)

El apóstol Pablo, pasó sus últimos años, de vida y de ministerio, en una prisión en Roma
(ver Hechos 28). Y tal vez, tuvo la oportunidad de ver, a muchos soldados, del imperio romano,
quienes usaban armaduras, para las guerras. Quizás inspirado, por el Espíritu Santo, Pablo
tomó, cada pieza, de esas armaduras, para aplicarlas, a la lucha de los cristianos, contra
satanás. Curiosamente, Pablo no menciona, ninguna pieza de la armadura, para protegerse, las
partes posteriores, en el dorso de su cuerpo. Por supuesto, la razón es obvia, se esperaba que
un soldado romano, jamás diera la espalda, al enemigo.

Pablo desde Roma, le escribe de esta manera, a los Efesios:

“Protéjanse contra los engaños del diablo con toda la armadura que les da Dios. Nuestra lucha
no es contra seres humanos, sino contra gobernantes, contra autoridades, contra poderes de
este mundo oscuro y contra fuerzas espirituales malignas del cielo. Por esa razón, vístanse con
toda la armadura de Dios. Así soportarán con firmeza cuando llegue el día del ataque de
Satanás y después de haber luchado mucho todavía podrán resistir. Entonces manténganse
firmes, pónganse el cinturón de la verdad y protéjanse con la coraza de la justicia. Prepárense
poniéndose el calzado de anunciar las buenas noticias de la paz. Pero sobre todo, tomen el
escudo de la fe para detener las flechas encendidas del maligno. Utilicen la salvación como

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 298


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casco protector. Tomen la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.”


(Efesios 6:11-17) (PDT)

La Palabra de Dios, habla por sí misma. Esta armadura, es para protegernos del diablo, es una
armadura espiritual. Y el primer elemento que vemos, es el cinturón de la verdad. El cinturón
del ejército romano, del cual Pablo habló, era un cinto fuerte, diseñado para sostener al
cuerpo, y al mismo tiempo, cubrir esa parte del abdomen, que podría estar desprotegido, por
el peto. La tarea del cinturón, era la de mantener al cuerpo, sujetado para la batalla.

En el sentido espiritual, El cinturón de la verdad, nos mantiene seguros en Cristo, y hace que
todas las demás piezas, de la armadura, funcionen de manera eficiente. El cinturón de la
verdad, mantiene nuestra armadura, en su lugar. En otras palabras, no estaremos listos para la
batalla, hasta que nos hayamos puesto, el cinturón, con el entendimiento de la verdad, de la
Palabra de Dios.

Esto es fácil de entender, puesto que Jesús dice, que el diablo es, “el padre de la mentira”
(ver Juan 8:44). Una “lengua mentirosa”, es una de las cosas, que Dios describe, como
“aborrecibles” (ver Proverbios 6:16-17). El Señor establece claramente, que ningún mentiroso,
será recibido en el cielo (ver Apocalipsis 22:14-15). Por lo tanto, somos exhortados, a basarnos
solo en la verdad, para nuestra santificación y liberación.

“Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad…” (Salmos 86:11) (RVR 1960)

“Apártalos con la verdad para servirte sólo a ti; tu enseñanza es la verdad.” (Juan 17:17) (PDT)

El segundo elemento de protección, de la armadura, es la coraza de la justicia. Esta justicia, no


se refiere, a nuestra propia “justicia”, a través de nuestras buenas obras. Pues las Santas
Escrituras, no dicen, que las buenas obras, no nos pueden hacer justos (ver Romanos 3:28).

La justicia, de la que habla, la Palabra de Dios, es la justicia que recibimos, en el nuevo


nacimiento, cuando creímos, que “Jesús es el Cristo” (ver 1 Juan 5:1), es decir, el Mesías,
nuestro Salvador. Esta justicia, es la coraza de la armadura, del Señor.

La tarea de la coraza, es la de proteger, el pecho y especialmente el corazón, esta debía


proteger al guerrero, de una herida fatal. Un soldado, que tiene puesta la coraza, se adentra en
la batalla, confiado y con valentía. El diablo está constantemente, atacándonos con mentiras,
acusaciones, y haciéndonos recordar, nuestros pecados pasados. Sin la coraza de la justicia,
estos traspasarían, hasta llegar a tu corazón.

Mientras te hayas puesto esta coraza, recibirás la justicia de Cristo, imputada a nosotros, por
Dios y recibida por fe. La cual guarda nuestros corazones, contra las acusaciones y cargos, del
diablo, y protege nuestro ser interior, de sus ataques.

“Entonces, acerquémonos con confianza al trono de Dios que es generoso. Allí recibiremos su
compasión y su bondad para ayudarnos cuando lo necesitemos”. (Hebreos 4:16) (PDT)

La tercera pieza de la armadura, es el calzado de la paz. Los zapatos se necesitan, para facilitar
el movimiento. En el caso de la armadura de Dios, los zapatos que nos deberíamos de poner,
es “la disposición, de proclamar, el evangelio de la paz”.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 299


300

Ponerse estos zapatos, significa que estamos listos, para cuando el proveedor, de la armadura,
nos llame, para movernos ha anunciar. Este calzado, nos permite pisar con libertad y sin
temor, nos ayuda en nuestro, movimiento y defensa. El calzado que Dios nos da, nos impulsa
hacia delante, para proclamar la paz verdadera, la cual solo existe en Cristo (ver Juan 14:27).

Como soldados de Cristo, debemos prestar mucha atención, a nuestros pies, porque nuestro
enemigo, nos pondrá muchos obstáculos, en el camino. E incluso, por no tener, un calzado
apropiado, podemos enfermar. La idea de la preparación, con el evangelio de la paz, sugiere
que necesitamos avanzar, dentro del territorio de satanás, con el mensaje de gracia, tan
esencial, para ganar almas, para Cristo.

El diablo, tiene muchos obstáculos, colocados en el camino, para detener la propagación, del
evangelio. Muchas veces, nos pondrá en nuestro caminar, otras cosas, antes que el interés, del
evangelio. Y cuando Dios nos llame, estaremos demasiados ocupados, demasiado lejos, como
para poder escucharlo, porque tenemos nuestras mentes, en “otros compromisos”. Tales
como; el trabajo, la familia, los estudios, etc.

Esto último puedes hacerlo, pero tu preocupación primordial, es y seguirá siendo Dios, y Sus
intereses. Si tienes tus “oídos” abiertos, a Dios, para ver lo que, el Señor quiere. Puedes
estudiar, ver tu familia, o trabajar. Y aun así guardar Su Palabra, el evangelio de la paz, como tu
interés primordial. Es entonces, que te habrás puesto, el calzado de la armadura, de Dios.

La siguiente pieza, de la armadura, es el escudo de la fe. El escudo, no solo nos protege el


cuerpo, sino también, nuestra armadura. El escudo de la fe, tiene una función específica, sobre
la cual, la Biblia es muy clara: apagar todas las flechas encendidas, del maligno. No alguna, sino
todas. El escudo se mueve, con el ataque, en toda dirección. Estas son las flechas, que vuelan
de día, son los dardos venenosos, que el diablo nos lanza.

El escudo de la fe, hace inefectivo, el ataque de satanás, de sembrar dudas, respecto a la


fidelidad de Dios y Su Palabra. Nuestra fe, de la que Cristo es el autor y consumador
(ver Hebreos 12:2), es como un escudo de oro, precioso, sólido y substancial; como el escudo
de poderosos guerreros, por el cual grandes cosas, son logradas, y por medio del cual, el
creyente no sólo repele, sino conquista al enemigo.

Tomar el escudo de la fe, significa simplemente, creer en lo que Dios ha dicho. El conocimiento
de la Palabra de Dios, no es fe necesariamente. Puede que conozcas toda la Biblia, y todavía no
la creas. Sin embargo, el conocimiento, es un requisito previo de la fe. Sin tener el
conocimiento de la Palabra; ¿qué es lo que vas a creer? ¿Tus ideas? ¿Religión? Eso de nada, te
va a aprovechar. Solo creyendo lo que Dios dice, tendrás protección, semejante a la protección
que el escudo, da a un guerrero.

La quinta parte, de esta armadura, es el casco de la salvación. El casco que cubre la cabeza, es
para proteger, la parte más crítica del cuerpo. Podríamos decir, que nuestra manera de pensar,
necesita ser preservada. La cabeza del soldado, estaba entre las partes, más importantes por
proteger, ya que sobre ella, podían descargar, los golpes más mortales. Y es la cabeza, la que
ordena, sobre todo el cuerpo.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 300


301

La cabeza, es el asiento de la mente, la cual, cuando ha sido guardada, por la segura


“esperanza de salvación”, del Evangelio, para la vida eterna. No recibirá ninguna falsa doctrina,
o dará lugar, a las desesperantes tentaciones de satanás.

La persona no salva, carece de la esperanza de protección, contra los embates, de la falsa


doctrina, porque su mente, es incapaz de discernir, entre lo verdadero y lo falso. El enemigo
quiere hacernos dudar, de Dios, y de nuestra salvación. El casco protege nuestras mentes, para
que no dudemos, de la verdad, de la obra de salvación, de Dios en nosotros.

“Nosotros pertenecemos al día, así que debemos tener control de nosotros mismos,
protegiéndonos con la coraza de la fe y el amor, y usando la esperanza de salvación como
casco protector.” (1 Tesalonicenses 5:8) (PDT)

La parte final, de la armadura de Dios, es una ofensiva, y es nada más y nada menos que, “la
espada del Espíritu” es decir, la espada que viene de Dios, quien es Espíritu. Esta espada, es la
Palabra de Dios.

Una vez más, podemos ver, qué importante es el conocimiento, preciso de la Palabra de Dios.
Obviamente, el conocimiento al cual, se refiere aquí, no es simple conocimiento intelectual. Es
el conocimiento, que ha pasado, de las partes externas, de la mente al corazón. Entre más
Palabra, hayas puesto en tu corazón, más filosa, será la espada que tienes.

“La palabra de Dios vive, es poderosa y es más cortante que cualquier espada de dos filos,
penetra tan profundo que divide el alma y el espíritu, las coyunturas y los huesos, y juzga los
pensamientos y sentimientos de nuestro corazón.” (Hebreos 4:12) (PDT)

La Palabra de Dios, es la mejor arma ofensiva, que podemos tener y la única, mediante la cual,
podemos vencer al enemigo. Pero también, es un arma de defensa. Los callejones sin salida,
argumentos y pensamientos, son todas armas, que el enemigo usa, en contra nuestra.

Con la espada del Espíritu, la Palabra de Dios, tenemos todo lo necesario, para lidiar con todas
ellas. Necesitamos confiar en la verdad, de la Palabra de Dios. Tener confianza, en el valor de
Su Palabra, y tener hambre y sed de ella.

No es concebible, un arma espiritual, más grande que ésta. En las tentaciones de Jesús, en el
desierto, la Palabra de Dios, fue siempre, Su poderosa respuesta al diablo. ¡Qué bendición es,
que esa misma Palabra, esté a nuestra disposición!

Mantente alerta, para levantarte, en contra del maligno. Luego de ponerte toda la armadura,
levántate. Sin la armadura de Dios, estamos desprotegidos. Con ella, estamos capacitados,
para defender, lo que es correcto, bueno y útil.

Ponte la armadura de Dios, a diario. A medida que nuestro carácter, se parezca más al de Dios,
satanás se sentirá menos cómodo, en nuestra presencia, y estará más dispuesto, a huir de
nosotros.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 301


302

a) El contentamiento

El contentamiento, es otra resistencia, que el diablo, no puede soportar. La teología del


contentamiento, es la teología, que derriba todo argumento, por sobre la falsa “teología de la
prosperidad”, y la falsa “teología de la pobreza”. La teología del contentamiento, es la doctrina
sana, que todo cristiano debería seguir.

Existe el error de pensar, que si uno no tiene una, “teología de prosperidad” y bienestar
material, lo que tiene, es una “teología de pobreza” y calamidad. Pero la Biblia, no establece
esta diferencia, de esa manera. Veamos lo que la Biblia dice, por boca de Pablo:

“…pues he aprendido a adaptarme a cualquier situación. Yo sé cómo vivir en pobreza o en


abundancia. Conozco el secreto de estar feliz en todos los momentos y circunstancias: pasando
hambre o estando satisfecho; teniendo mucho o teniendo poco.” (Filipenses 4:11-12) (PDT)

La perspectiva Bíblica, es una “teología del contentamiento”; y eso es muy distinto, a la


resignación y la inactividad, que trae pobreza. Y diferente a la avaricia, e interés exagerado, en
las cosas materiales, en busca de prosperidad. Dios no condena, el deseo a mejorar, nuestra
situación material, ni condena el derecho, a la propiedad privada (ver Hechos 5:4); pero las
Escrituras, no ponen peso alguno, sobre lo material, como medida de fe o espiritualidad. De
hecho, Cristo mismo, dejó bien claro, que lo material, no determina lo espiritual y vice-versa.

“Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la
abundancia de los bienes que posee.” (Lucas 12:15) (RVR 1960)

Según Jesús, el desear abundancia de bienes, es “avaricia”, de la cual, debemos “guardarnos”.


Pablo concuerda, cuando dice, que “el principio de todos los males, es el amor al dinero”. El
desear dinero, es necesario para poder subsistir, en el sistema de este mundo, pero no tiene
nada que ver, con ganancias espirituales. Como cristianos, ni se es espiritual, porque se tiene
mucho dinero, ni se es menos espiritual, porque se tiene poco. Simplemente, se tiene dinero o
no se tiene.

El apóstol Pablo, pudo aprender, el secreto del contentamiento. Cuando Pablo escribió:

“Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento” (1 Timoteo 6:6) (RVR 1960)

No solamente, hablaba filosóficamente. Él había aprendido, el secreto del contentamiento, en


cada circunstancia de la vida (ver Filipenses 4:11-12). Pablo había aprendido, a dar gracias, en
cada circunstancia, y él exhorto, a todo creyente, que hiciera lo mismo. Dar gracias, en primer
lugar, es cuestión de obediencia (ver 1 Tesalonicenses 5:18; Efesios 5:18), pero también, es
característico, de un creyente, lleno del Espíritu (ver Efesios 5:18-20).

La teología del contentamiento, derriba todo argumento, de la teología de la prosperidad, de


muchos falsos maestros, que nos hacen creer, que el vivir siempre, en “prosperidad” financiera
y abundancia de riquezas materiales, son la herencia “obligatoria”, de los cristianos. Según
ellos, la abundancia de recursos materiales, es “evidencia”, que Dios, está de nuestro lado o
que nosotros, estamos de “Su lado”.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 302


303

La clave para la “abundancia”, es según ellos, el hecho de que, Dios “quiere”, que seamos
prosperados “en todo”, y que siempre tengamos salud. Tanto la abundancia, de bienes
materiales, como la salud física de nosotros y nuestra familia, son vistas, como la “evidencia”
principal, de que estamos haciendo, lo correcto.

Los teólogos de la prosperidad, enseñan que la prosperidad, “siempre” va mano a mano, de la


fe (o la espiritualidad), y se citan muchas citas, del Antiguo Testamento, y traen ejemplos de
hombres creyentes como; Job, Abraham e Isaac, para probar que eso es así. Sin embargo, ni en
el Nuevo Testamento, ni aun, el Antiguo Testamento, era de esa manera, una regla absoluta.

Tristemente, son muchas los cristianos, que han sido arrastrados, por este error, del evangelio
de la prosperidad, pensando que en realidad, “el plan de Dios, para los cristianos, es que sean
ricos”, y los que no lo son, son tenidos como, tontos o ignorantes. Con ese tipo de mensaje,
que apela más a las emociones y la carnalidad, que a la Palabra de Dios, no es de extrañarnos,
que tanta gente, ande tan confundida.

Muchos cristianos piensan, que el reino, tiene que ver con (o incluye), posesiones materiales. Y
que para demostrar, que estamos en el reino, debemos poseer, los mejores bienes de la tierra.
Un predicador, decía por la radio; “si tú no tienes leche, en el refrigerador, para darle a tus
hijos, tú no puedes predicar el evangelio, ¿Por qué, que van a decir la gente, del Dios que tú le
sirves?”. Eso simplemente, es un error horrible, si usted es salvo y su vecino no lo es, no hace
falta, que usted le hable de leche, sino de la cruz, de Cristo.

Siguiendo esa regla, a los ricos, nunca se les predicaría el evangelio, porque ellos tienen mucho
más, que el cristiano promedio. Lo que la gente necesita, es salvación de su alma, el perdón de
sus pecados y la reconciliación con Dios, por medio de Cristo. O les espera la condenación
eterna, del lago de fuego; y eso se le puede predicar, tanto a un rico, como a un pobre,
tengamos leche en el refrigerador o no tengamos. Los pastores que hablan así, es porque
simplemente, han cambiado el mensaje del evangelio, por un evangelio de prosperidad y
materialismo.

Debemos recordar, que el Reino de los Cielos, no son asuntos materiales, sino espirituales.
Pablo lo dejó claro:

“En el reino de Dios lo importante no es lo que comamos o bebamos, sino vivir con justicia y
buscar la paz y la felicidad que trae el Espíritu Santo.” (Romanos 14:17) (PDT)

Las riquezas y la abundancia material, no son necesariamente, la herencia de los santos, ni


sinónimo (o fruto) de la fe, la santidad y piedad. Es falso que, “Dios nos ha predestinado, para
la sobreabundancia”, de bienes materiales, si eso fuera cierto, todos los cristianos fuésemos
millonarios, porque lo que Dios predestina, ocurre, sin que nadie lo estorbe
(ver Romanos 8:28-32).

Por otro lado, a raíz de la teología, de la prosperidad, en el otro extremo, se ha creado la


teología, de la pobreza. Ambas son posiciones extremas. Es un error fatal, el atribuir una
relación absoluta, entre la espiritualidad (la piedad), con la prosperidad financiera o bienestar
material, y también es un error fatal, desligar la piedad, de la prosperidad financiera o
bienestar material.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 303


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La iglesia católica, aunque es una institución muy rica, ha impuesto sobre sus líderes, lo que
llaman, un “voto de pobreza”, descrito como; “cierta constante renuncia, a los bienes
temporales, para seguir a Cristo”, en el cual, se comprometen a no poseer nada, sino darlo a
los demás. Las riquezas o posesiones, son vistas como malignas y dañinas, para el alma, y son
evitadas a todo costo. El lado opuesto, es uno muy popular, en nuestros días; “la teología de la
prosperidad”, enseña que una indicación fuerte, de su estado espiritual correcto, es la
continua prosperidad financiera, y el bienestar material. Ambas posiciones están mal.

Cabe preguntarnos, ¿Si ser pobre es una maldición, y es Dios quien maldice, porque entonces,
Dios se preocupa tanto, por los pobres y los defiende tanto? ¿No será, que los maestros de la
prosperidad, están equivocados, en lo que dicen?

Me temo, que no solamente están equivocados, sino intencionalmente, tuercen las Escrituras,
para promover su agenda, y sus falsas doctrinas. No es que sea mejor, ser pobre, es que por
ser simplemente pobre, no se está bajo maldición, ni falto de la fe o inteligencia, ni fuera del
favor divino, eso es totalmente falso. Es simplemente una realidad, que hay pobres y hay ricos.
Y Dios se preocupa y defiende al pobre, porque por lo general, el rico aplasta al pobre. En
Israel, Dios siempre cuido, de los pobres (ver Éxodo 24:10-11), (ver Deuteronomio 15:7-11),
(ver Levítico 19:9-10), (ver Levítico 23:22).

Cuando el pueblo de Israel (Judá), pecó contra Dios. Y vino Nabucodonosor, rey de Babilonia,
contra ellos, toda la nación fue llevada, cautiva a Babilonia, “excepto los pobres del pueblo”,
de la tierra. Es increíble, que los únicos que se salvaron, del juicio divino de extradición, y
permanecieron en la tierra prometida, fueran aquellos, que supuestamente, según los
maestros de la prosperidad, estaban bajo maldición, los pobres:

“Nabucodonosor capturó a toda la gente de Jerusalén, a los líderes y otra gente importante. En
total se llevó diez mil prisioneros. No dejó a nadie en el país, a excepción de la gente pobre.”
(2 Reyes 24:14) (PDT)

La versión Reina Valera, lo dice del siguiente modo:

“Y llevó en cautiverio a toda Jerusalén, a todos los príncipes, y a todos los hombres valientes,
hasta diez mil cautivos, y a todos los artesanos y herreros; no quedó nadie, excepto los pobres
del pueblo de la tierra.” (2 Reyes 24:14) (RVR 1960)

Estos pobres, no estaban bajo maldición. Ni ningún pobre lo está, si fuera así, cuando Jesús
nació, en un pobre pesebre, y fue pobre, ¿estaba bajo maldición, Jesús? Estas personas, ni
siquiera saben, lo que hablan, con tal de robar dinero, al avaro ignorante.

En las iglesias locales, hay gente, que tienen dinero, y gente que no tienen, mucho dinero. Esto
no dice nada, de su estado espiritual. Sin embargo, Pablo dice a Timoteo, que aconseje, a los
“ricos de este mundo”, que eran creyentes, lo siguiente:

“Ordena a los que se hacen ricos con las cosas del mundo que no se llenen de orgullo. Diles que
pongan su esperanza en Dios, no en el dinero, porque el dinero no es seguro. En cambio, Dios
nos da todo en abundancia para disfrutarlo.” (1 Timoteo 6:17) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 304


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Pablo reconoce, que las riquezas, aun las de este mundo, vienen de Dios. Aunque los ricos, lo
sean a consecuencia, de su trabajo, y de su empeño en los negocios, tales son provistas, por
Dios, y eso es cierto, tanto para creyentes, como para impíos. Lo ricos no deben poner su
confianza, en las riquezas, sino en Dios.

Dios nos da abundantemente, para que disfrutemos, pero al mismo tiempo leemos, que hay
pobres entre vosotros (ver Romanos 15:26; Gálatas 2:10). El significado de esas palabras,
simplemente indica, que cualquier abundancia que recibamos, viene de Dios. El mismo Jesús
dijo, que Dios hace salir el sol y envía lluvia, sobre buenos y malos (ver Mateo 5:45). Pablo
sigue diciendo:

“Diles que hagan el bien, que se hagan ricos en buenas obras, que den con alegría y que estén
dispuestos a compartir. Si así lo hacen, estarán acumulando un tesoro en el cielo, que será una
base firme para el futuro. Entonces podrán tener la verdadera vida.” (1 Timoteo 6:18-19) (PDT)

Pablo dice, que “compartan” con otros, a eso le llama; “buenas obras”. Obviamente, si Pablo
les dice que compartan, es porque hay otros, que no tienen. Interesantemente, Pablo no dice
que, los que no tienen, deben de tratar o afanarse, por tener riquezas, sino que los que tienen
riquezas, que las compartan. Santiago dice lo siguiente, en cuanto a los “pobres”, de este
mundo”:

“Escuchen, mis estimados hermanos: Dios eligió a los pobres del mundo para hacerlos ricos en
la fe; ellos recibirán de herencia el reino que Dios prometió a los que lo aman.”
(Santiago 2:5) (PDT)

Finalmente, Pablo dice que al dar, acumulan tesoro de buen fundamento, “lo que es en
verdad, vida”. Es decir, lo que es de verdad vida, nada tiene que ver, con “tener riquezas”, sino
con “la confianza en Dios”, y las “buenas obras”.

“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como
prospera tu alma.” (3 Juan 1:2) (RVR 1960)

Los falsos maestros, de la prosperidad, a menudo citan este pasaje, como la clave para la
abundancia. Es según ellos, el hecho de que Dios quiere, que seamos prosperados en todo, y
que siempre tengamos salud. Esta es una oración o deseo, de Juan a Gayo, el receptor de esta
carta.

¿Podemos decir, que aplica a nosotros? ¡Ciertamente!, es un deseo que debemos tener
también, para nuestros hermanos en la fe. ¿Significa eso que habrá siempre, abundancia de
bienes materiales? No necesariamente. Pero si podemos estar seguros, que Dios velará por
nosotros y nos dará, lo necesario para nuestro sostén. La oración del “Padre Nuestro”, dice:

“El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.”(Mateo 6:11) (RVR 1960)

Ser prosperado, no es tener, en grande abundancia (la abundancia, la tiene Dios), sino tener
provisión constante o continua. Visto bíblicamente, prosperidad es la provisión, para nuestro
viaje por la vida. Es decir, el tener provisión, para nuestras necesidades. Sin embargo hay algo
importante, que muchas veces se pasa por alto, al discutir este tema.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 305


306

La manera en que Juan desea, que el receptor de su carta, sea “prosperado en todo”, es “así
como prospera tú alma”; es decir “de la misma manera, que ha prosperado tu alma”.

Juan señala, la prosperidad del alma de Gayo, como uno que, “anda en la verdad”. La
prosperidad del alma, no es algo que ocurre, de la noche a la mañana, milagrosamente y sin
esfuerzo alguno. Para que su alma prosperara, Gayo debía andar en la verdad. Eso requiere
tanto dedicación, como esfuerzo. El crecimiento espiritual es así, y los que se envuelven, en las
cosas espirituales, y trabajan arduamente, en su búsqueda de Dios y las cosas del Cielo,
experimentan crecimiento. De igual manera, los que se esfuerzan en la vida, e invierten
tiempo, en las cosas que producen, buenos resultados, también han de ver, el fruto de su
labor.

Pablo en su carta, a los filipenses, dice:

“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.”
(Filipenses 4:19) (RVR 1960)

La palabra “suplirá”, indica llenura, y es eso, lo que Dios, ha de hacer, nos suplirá a cabalidad,
lo que nos hace falta, cada día. Es cierto que Dios, es el que provee, nuestras necesidades, y
sacia de bien, nuestra boca (ver Salmos 103), sin embargo, aun dentro, de ese cuidado divino,
existen momentos, cuando “nos falta”, como lo deja claro el Apóstol, y por eso, a veces
experimentamos, tiempos de escasez, tanto emocional, como física (de salud) y material
(financiera).

Se pierde un trabajo, hay un gasto no previsto, hay enfermedad en la familia, etc. ¿Significa
eso, que Dios no está supliendo, o que ocurre? Al contrario, es en esos precisos momentos,
cuando “nos falta”, cuando Dios, ha de proveernos, todo lo que nos hace falta. Si nunca nos
faltara nada, ese texto, no tendría ningún sentido, pero cuando nos falta, entonces Dios
provee. Cuando nos hace falta trabajo, dinero, paz, estabilidad emocional, salud, gracia,
confianza, fe o esperanza, Dios nos suplirá, lo necesario para llenarnos, en ese momento de
necesidad.

Debemos recordar, que a veces Dios, permite momentos de estrechez, en nuestra vida, como
parte, de nuestro crecimiento espiritual. Dios desea que crezcamos, en confianza en Él, y
aprendamos a depender, de su cuidado. También aprendemos, que todo lo que tenemos, lo
debemos a Él. ¿Cómo sabemos que Dios, es nuestro sanador, si no hemos visto su mano
sanando? ¿Cómo puede alguien testificar, de la provisión divina, si no ha experimentado un
momento de escasez, donde ha visto la respuesta divina, proveyendo? Lo que necesita ser
fortalecida, es nuestra fe, y es eso precisamente, lo que Dios hace, cuando pasamos por
diversas pruebas y dificultades.

“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi
situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así
para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer
necesidad.” (Filipenses 4:11-12)(RVR 1960)

El contentamiento, no viene de forma natural, al corazón humano pecador. Necesitamos la


gracia de Dios, para fortalecernos y para cambiar, nuestros corazones.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 306


307

Pero también tenemos, la responsabilidad de aprender, el contentamiento. Se requiere un


esfuerzo. El hecho de que Pablo, se refiere al secreto o misterio, del contentamiento, sin
embargo, indica no sólo, que el contentamiento, no es algo natural, sino también, que la forma
en que buscamos, el contentamiento, es contrario, a las formas humanas de pensar. Lo
alentador es que, lo que está más allá, de nuestra capacidad, es alcanzable. Al igual que Pablo,
que “todo lo puedo en Cristo”.

Básicamente, el contentamiento es, no afanarse por las riquezas:

“La vida de los seres humanos es un simple reflejo en un espejo; desaparece rápidamente. Nos
afanamos por acumular cosas sin saber quién se quedará con ellas.” (Salmos 39) (PDT)

“Pierden el tiempo ustedes, que se levantan temprano y se acuestan tarde para comer un pan
conseguido con sufrimiento porque Dios da a quien ama, aun mientras duerme.”
(Salmos 127:2) (PDT)

“No se preocupen por nada, más bien pídanle al Señor lo que necesiten y agradézcanle
siempre.” (Filipenses 4:6) (PDT)

El contentamiento, es no quejarse, es ser agradecido siempre a Dios, y dándole siempre la


gloria:

“Permitan que la paz de Cristo controle siempre su manera de pensar, pues Cristo los ha
llamado a formar un solo cuerpo [a] para que haya paz; y den gracias a Dios siempre.”
(Colosenses 3:15) (PDT)

“Siempre den gracias por todo a Dios Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.”
(Efesios 5:20) (PDT)

El contentamiento, es confiar en Dios:

“He vivido muchos años y nunca he visto al justo desamparado, ni a sus hijos sin tener qué
comer.” (Salmo 37:25) (PDT)

Un cristiano con contentamiento, es el que mejor conoce, a la soberanía de Dios, y se apoya en


ella. Un cristiano con contentamiento, confía en Dios, es puro de corazón, y es el más
dispuesto, a ser usado por Dios. Y su oración es la siguiente:

“Sólo te pido dos cosas, no me las niegues antes de que muera: Aleja de mí la mentira y la
falsedad, no me des pobreza ni riqueza; dame sólo el pan de cada día. Porque si tengo más de
lo necesario, puedo llegar a creer que no te necesito, SEÑOR; y si soy pobre, puedo llegar a
robar y desacreditar así el nombre de mi Dios.” (Proverbios 30:7-9)(PDT)

A diferencia, de las falsas doctrinas, propagadas en el mundo moderno, con respecto a la


prosperidad material, la Biblia nos ofrece, un cuadro aceptable y mesurado. Dios no ha
prometido a los cristianos, que vamos a ser ricos, ni millonarios, aunque algunos llegaran a
serlo, pero Él, sí ha prometido, proveernos lo que nos falta.

La provisión divina, no ocurre por acto de magia, no es oro que cae del cielo, literalmente.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 307


308

Sino provisión, que viene del Cielo, por medios comunes al hombre, y sin dejar fuera la fe, la
dedicación, la ayuda al prójimo, la responsabilidad y el trabajo arduo. Quiera Dios, que
sepamos entender, esta verdad, para vivir vidas, que den gloria a Dios, poniendo cada cosa, en
su lugar, siendo hombres y mujeres, llenos de contentamiento, tengamos mucho o tengamos
poco.

“Es verdad que dedicarse a Dios es una manera de ganar mucho, pero en el sentido de vivir
contento cada uno con lo que tiene. Cuando llegamos al mundo, no traíamos nada y cuando
morimos no nos podemos llevar nada. Por eso, si tenemos alimentos y ropa, podemos darnos
por satisfechos. Los que quieren ser ricos caen en la trampa de la tentación. Empiezan a tener
deseos descabellados que los perjudican. Eso los hunde en la ruina total. El amor por el dinero
causa toda clase de males. Por querer tener más y más dinero, algunos se han desviado de la fe
y se han causado gran sufrimiento. Eres un hombre de Dios, así que evita todo eso. Esfuérzate
por seguir una vida de rectitud, dedicarte a Dios y tener fe, amor, constancia y humildad.”
(1 Timoteo 6: 6-11) (PDT)

6. No soporta la Sangre de Cristo

Muchas veces los cristianos, nos referimos al poder, de la Sangre de Cristo, como algo glorioso.
Pero también muchas veces, ignoramos el real significado, de la Sangre del Cordero, y como
éste, es tan poderoso, que el mismo diablo, no lo puede soportar. Este asunto, es de vital
importancia, ya que cuando logremos conocer, el valor de la Sangre, entonces obtendremos, la
seguridad en Jesucristo, y tendremos otra arma, para ir “Venciendo a satanás”.

Cuando el pueblo de Israel, era prisionero en Egipto. Dios envió muchas plagas, para que el
faraón se postrara ante Él, y liberara a su pueblo. Pero el faraón, mientras veía, que cada dios
egipcio, iba siendo derrotado, no sucumbía, ante el Poder del Eterno. El Señor realizó, una
última señal, e hizo que todos, los primogénitos de Egipto, murieran. Para que los
primogénitos de los Israelitas, no murieran también, por el ángel de la muerte. Dios les dijo,
que mataran un cordero, y que su sangre fuera puesta, en los postes de las puertas. Cuando el
ángel pasó durante la noche, vio la sangre, sobre las puertas de los israelitas, y pasó de largo,
sin tocar la vida, de los hijos de los israelitas.

Fue la sangre de los corderos, las que salvo de la muerte, a los niños de Israel. Es la Sangre del
Cordero de Dios, quien nos salva. A todos los creyentes, nos tocará, luchar contra el enemigo,
tarde o temprano. No podemos evadir, un confrontamiento con el diablo, o pensar que nunca
pasaremos, por el desierto. Cuando esto suceda, usted deberá estar en Cristo, esto significa
que Él rodea, toda nuestra existencia espiritual. Si usted está en el agua, estará rodeado de
agua; si usted está en Cristo, significa que usted, está rodeado de Cristo. Significa que, para
que satanás pueda tocarnos, debe pasar primero, por nuestro Señor Jesucristo. Esto restringe,
todos los ataques del diablo, como la cerca, que vimos anteriormente, en Job.

La Sangre de Cristo, nos compró, por un gran precio; la muerte en la cruz. Gracias a esa Sangre,
nosotros somos siervos de Dios.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 308


309

Por lo cual, estamos unidos al Señor, y como tales, todo ataque hacia nosotros, es a nuestro
Señor. Como sus siervos, Él es responsable, por nosotros. Dios nos protege y nos defiende, ÈL
suple todas nuestras necesidades, nos viste con Sus armas, nos guía a la batalla, nos da la
dirección necesaria, que nos garantiza la victoria, y nos da el poder, para obtenerla.

Con la Sangre que derramó Jesús, Él fue exaltado, sobre todos los reinos espirituales, esto
incluye a satanás y su reino. El diablo y sus fuerzas, están bajo los pies, de Jesucristo. Y este es
un privilegio para nosotros, pues fuimos levantados de la muerte, y sentados junto a Cristo:

“Él nos levantó de la muerte junto con Cristo y nos sentó junto a él en el cielo.”
(Efesios 2:6) (PDT)

La implicación, está claramente manifestada, que como creyentes, estamos en una posición
espiritualmente, superior a la de satanás. Estamos en los lugares altos; esa es la ventaja en
cualquier guerra. Estamos en Cristo, y Pablo dijo que, Cristo había sido exaltado, sobre todo
principado y potestad, y sobre los gobernadores de las tinieblas. La tierra se ha convertido en
estrado de sus pies, Sus enemigos están bajo Sus pies, y nosotros estamos en Cristo.

Cuando batallamos con el diablo, no lo hacemos como inferiores, sino desde una posición
superior de poder, en Cristo. Para eso, no necesitamos rogar o suplicar, sino solamente
reclamar, esta posición celestial, que tenemos a través de Jesús, y operar en el poder y la
victoria, dada a nosotros, por Su victoria. No es nuestra pelea, sino Su pelea, pero nos toca
llevarla a cabo y hacerla nuestra, reconociendo nuestra posición. Posición que fue asegurada,
por la Sangre de Cristo.

“Tengan la seguridad de que les he dado autoridad de aplastar escorpiones y serpientes, y


autoridad sobre todo el poder del enemigo. Nada les hará daño. Pero no se alegren tanto de
dominar a los espíritus, sino de que sus nombres están escritos en el cielo.”
(Lucas 10:19-20) (PDT)

La victoria sobre los demonios, ha sido prometida, para usted y para mí; el poder ha sido
prometido:

“Entonces Jesús se acercó y les dijo: —Dios me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra.
Así que vayan y hagan seguidores en todas las naciones. Bautícenlos en el nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer todo lo que yo les he mandado. Tengan
presente que yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo.”
(Mateo 28:18-20) (PDT)

Este poder, se le había otorgado a Jesús, como hombre, lo que significa que también, le fue
otorgado a la Iglesia. Jesús estará con nosotros, todos los días, hasta el fin del mundo. Ese
poder está ahí, para nosotros, mientras habitemos en el lugar, donde hemos sido colocados,
por la Sangre de Jesús. La Sangre de Cristo, nos ha salvado, nos guarda, y nos da acceso, al
lugar Santísimo.

Siguiendo con el caso, del pueblo Hebreo, que salió de Egipto, cuando murieron los
primogénitos de los egipcios, y los hijos de Israel, fueron salvados, por la sangre de los
corderos.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 309


310

El libro de hebreos, nos dice esto, con respecto a la sangre:

“Primero, Moisés le anunció los mandamientos de la ley a todo el pueblo. Después mezcló con
agua la sangre de terneros, tomó lana roja y un racimo de hisopo y roció la sangre sobre el
pueblo y sobre el libro de la ley. Moisés dijo: «Esta es la sangre que confirma el pacto que Dios
les manda obedecer». Igualmente, Moisés roció la sangre sobre la Carpa Sagrada y sobre todo
lo que se utilizaba para la adoración. La ley dice que casi todo debe limpiarse con sangre,
porque si no se derrama sangre los pecados no quedan perdonados.” (Hebreos 9:19-22) (PDT)

Nosotros, somos justificados, por la Sangre de Jesucristo (ver Romanos 5:9). Tenemos un
nuevo pacto, por medio de Su sangre (ver 1 Corintios 11:25). Por lo cual, usted y yo, somos
justificados o redimidos, a través de la Sangre de Jesús (ver Efesios 1:7), por esta preciosa
Sangre (ver 1 Pedro 1:19).

La sangre inocente, de los corderos, tenían poder, y ahora con más razón, la Sangre de Jesús,
tiene mucho más poder. Esta es la Santidad de la Sangre. En el Antiguo Testamento, vemos
que las ofrendas, se debían hacer sin manchas; cuando se descubría, una falta en un sacrificio,
era rechazado de inmediato. De la misma manera, es con la Sangre de Jesucristo, y éste es el
testimonio, de Su vida.

Si somos uno con Cristo, nosotros caminamos en la luz, como Él está en la luz, la Sangre de
Jesucristo, nos está lavando continuamente, y limpiando a la vez; ella tiene el poder de
hacerlo. La Sangre del Señor, nos quita todo el pecado, de los lugares más profundos, de
nuestro ser, aun los pecados inconscientes. La Sangre nos lava, y nos hace volver en comunión
perfecta, con Dios.

El derramiento, de Sangre en la cruz, se relaciona, a todo lo concerniente; del pecado, de la


culpabilidad, la muerte, y del juicio. Por el derramiento de la Sangre, hay remisión, y todo el
fundamento de la salvación, está asegurado. No es por obras de justicia, que nosotros
hayamos hecho, sino es por Su misericordia, que Él ha introducido, en esta esperanza de vida.

Yo soy nacido, de nuevo hoy, soy cristiano hoy, soy aceptado en Cristo hoy, por la Sangre de
Jesucristo. El que no conoció pecado, tomó mi pecado, para que yo sea hecho, la justicia de
Dios; por lo tanto el Señor, a través de la Sangre, justifica al impío.

Es por el rociar de la Sangre, que llegamos a una comunión, viva y vocacional con Él. El Espíritu
Santo, solo viene donde la Sangre, ha sido rociada; esa es la única forma, en que Él viene. Él es
fuego, Él es purificador, pero no va a venir, a menos que la Sangre, haya sido esparcida.

La Sangre, es incorruptible e indestructible. Esta es la vida, sobre la que la muerte, no tiene


ningún poder, la vida de la Sangre de Jesús. El infierno ha sido invadido y ha sido despojado,
por el poder, de esta vida; el diablo, y todo su reino, han sido destruidos, por el poder de esta
vida. Jesús, en su muerte en la cruz, descendió al Hades. Él cumplió la justicia de la ley, y los
mandatos de la ley, en el Calvario.

“El pecado llegó al mundo por lo que hizo un hombre. Con el pecado llegó también la muerte.
Todos tendrán que morir porque todos han pecado.” (Romanos 5:12) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 310


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La muerte, ha pasado a todos nosotros, por cuanto todos pecaron; pero Él que no conoció
pecado, llevó ese pecado, murió por nosotros, y llegando a las oscuridades del infierno, tomó
las llaves de la muerte, del infierno y de la tumba. Jesucristo despojó al Hades, por nosotros, y
se paró en el huerto, el día de su resurrección, y dijo:

“Soy el que vive; estuve muerto, pero mira: ahora vivo para siempre. Tengo poder sobre la
muerte y también tengo las llaves del lugar de los muertos.” (Apocalipsis 1:18) (PDT)

Esta vida, también la recibimos nosotros, esta vida que nos dio, no puede morir. Antes, nunca
fue perfecto, porque los otros mediadores, debían morir, pero este Sumo Sacerdote, es
perfecto para siempre. Fue la Sangre de Jesús, que hizo posible, que tú seas, lo que eres hoy. Y
es la Sangre de Jesús, que hace posible, que tú continúes, siendo lo que eres hoy.

Lamentablemente, muchos evangélicos, no reconocen la importancia, de la Sangre de Cristo, y


no reconocen, la importante distinción, entre Su crucifixión y Su muerte. La crucifixión es la
parte del hombre; el hombre crucificó al Señor, pero la muerte fue Su parte. Todas las cruces,
que se han hecho siempre, y todos los hombres, que alguna vez las hicieron y fabricaron,
nunca pudieron haber matado, al Señor Jesucristo, sin su consentimiento:

“El Padre me ama porque doy mi vida para volver a tenerla. Nadie me quita la vida, sino que la
doy libremente. Tengo el derecho de darla y de recibirla de nuevo. Eso es lo que me ordenó mi
Padre” (Juan 10: 17-18) (PDT)

La muerte de Cristo, no es un acto del hombre, y tampoco de satanás. El diablo y los hombres,
trataron de matarlo, muchas veces, pero Su hora no había llegado. Él estableció la hora, en que
todo se iba a realizar. Los principales sacerdotes dijeron; “no en el día de fiesta”
(ver Mateo 26:5). Pero Jesús precipitó el día, cuando estuvieron en el aposento alto, Él fijo la
fecha. Sabiendo que Judas, estaba bajo autoridad, le dijo:

“…Haz rápido lo que vas a hacer.” (Juan 13:27) (PDT)

Cuando Jesús entregó Su vida, para luego tomarla, lo infinito estaba involucrado, en este acto
deliberado; todo tenía que ver, con Su soberanía universal absoluta. Vemos el pecado, como el
principio; la vieja creación, como la esfera; satanás como el gobernador, de ese reino; la
muerte como la consecuencia, y el juicio, como el inevitable prospecto y realidad. Todos están
involucrados, en la muerte de Cristo, todo lo mencionado fue tratado, y ese régimen, llegó a su
fin, en Su muerte.

Todo el asunto, está centrado en Jesucristo. Él tuvo que ser capaz de actuar, tanto del hombre,
rechazado por Dios, a causa del pecado, y como representante de recibir, todo el juicio de
Dios, sobre el hombre, por el pecado. Sin embargo, al mismo tiempo, debido a que el pecado,
no es algo inherente a Él, porque Él es totalmente sin pecado, la muerte y el infierno, no
pudieron detenerlo.

El derramiento de Su Sangre, fue por un lado, Su sometimiento voluntario a la ira, y a la


destrucción, por parte de Dios, como hombre, para el hombre.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 311


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Por otro lado, el derramiento de Su Sangre, fue para decir a la muerte, al infierno y a la tumba;
“yo te concedo todos tus reclamos, en el postrer Adán, y cumplo, con todos tus reclamos, al
ser hecho maldición, por el pecado. Pero hay otro lado en mí, que no tienes poder, porque no
tienes cabida en mí, por lo tanto como Amán, la horca, que preparaste para mí, será tu fin. Por
lo tanto satanás, te digo, Yo Soy tu Señor, y te despojo de tu dominio, y te quito todo el botín”.

El mensaje de la cruz, y el poder de la Sangre de Jesucristo, es la piedra angular, del


cristianismo. Por eso el diablo, no soporta la Sangre de Cristo. Todo lo que hace Dios, es por
razón, de la Sangre de Su Hijo. Satanás odia la Sangre.

La sangre, cumple una importante función, en nuestros cuerpos naturales. Moisés dijo que la
vida de la carne, está en la sangre (ver Levítico 17:14). Esta es una verdad, que estaba escrita,
en la Palabra de Dios, hace unos tres mil, ochocientos, años atrás. Pero que la ciencia, solo
aprendió, hace unos ciento diez, años atrás.

Cuando por accidente, te haces un corte en un dedo, y lo que ves, eso se llama plasma, esto es
un líquido claro, es el vehículo, que lleva la sangre. Bajo un microscopio, se pueden ver
partículas sólidas, en el plasma. Algunas partículas son rojas y otras son blancas, esas
partículas se llaman glóbulos. En los glóbulos rojos, está la hemoglobina, y entre otras
funciones, es lo que le da el color rojo, debido a sus pigmentos.

La sangre, hace todo lo que necesitamos. La sangre lleva y convierte, todo lo que comemos, en
elementos vitales, para poder vivir. Lo que es verdad, en el sentido natural, también lo es en el
sentido espiritual.

“¡Pero la sangre de Cristo puede hacer muchísimo más! Se ofreció a Dios como un sacrificio
perfecto por el Espíritu eterno. Su sangre purifica nuestra conciencia del mal que hemos hecho
para que así podamos adorar al Dios viviente.” (Hebreos 9:14) (PDT)

La sangre, quita todo lo que no sirve, la sangre nos purifica, nos limpia. La sangre reúne, todo
el material, de desecho indeseable, y los elimina, para que no nos contaminemos, y no los
enfermemos.

“Pero si continuamos viviendo en la luz como Dios vive en la luz, tenemos comunión unos con
otros, y la sangre de Jesús, su Hijo, continúa purificándonos de todo pecado.” (1 Juan 1:7) (PDT)

La Sangre de Jesús, fluye por todo el cuerpo, de Cristo, limpia todo lo que pertenece al mundo,
a la carne, y al diablo. Purifica todas las actividades, que son contrarias a Dios, y nos limpia de
todo pecado. Éste es un proceso, que dura toda la vida. Hay una fuente abierta, en la casa de
David, que está fluyendo continuamente, y este fluir, esta corriente en la arteria limpiadora,
quita todo desecho espiritual, aun en las partes más escondidas, guardando nuestra relación
con Dios, en forma vital.

Hoy en día, todos nos protegemos del colesterol, y le hacemos el quite, a la sal, y otras
sustancias, que nos puedan obstruir, nuestras arterias. Porque sabemos, que cuando nuestras
arterias, se tapan o se endurecen, empiezan a ocurrir cosas terribles, en el cuerpo humano.
Sabemos que podríamos tener, ataques fulminantes al corazón. Nosotros no podemos
detener, ese fluir que nos limpia.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 312


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Cuando nosotros dejamos, sin hacer aquellas cosas, que debe hacerse, entonces obstruimos el
fluir, de la Sangre de Cristo. Y nos hacemos vulnerables, para una caída espiritual, y muerte. Si
pecáramos deliberadamente.

La enfermedad espiritual y la muerte, pueden ser limpiadas, cuando confesamos nuestros


pecados y los abandonamos, entonces la Sangre de Jesús, va a continuar, su proceso de
limpieza y purificación, en nuestro cuerpo espiritual. De lo contrario, tendrá un colesterol
espiritual, que no dejará fluir, la Sangre en su vida. Ese bloqueo es evidente:

“Pero las maldades de ustedes se han convertido en barreras entre ustedes y Dios. Los pecados
de ustedes han hecho que él se oculte y no los escuche.” (Isaías 59:2) (PDT)

No es que no pueda, sino que Él, no te va a oír. Cuando hay cosas en tu vida, que no permites,
que sean tocadas por la Sangre, cortas la provisión de la gracia, para tu vida. Si
voluntariamente, continúas haciendo, lo que Dios te ha prohibido, o continúas rebelándote y
rehusando hacer, lo que sabes, que tienes que hacer, la muerte vendrá con certeza. La vida en
su plenitud, depende de un continuo fluir, de la Sangre; cualquier cosa que restrinja ese fluir,
está restringiendo la vida.

“Estimados hermanos, nosotros tenemos esas promesas de Dios. Entonces purifiquémonos


alejándonos de cualquier cosa que contamine nuestro cuerpo y nuestro espíritu. Dediquemos
nuestra vida por completo a Dios, mostrando el respeto que le tenemos.” (2 Corintios 7:1) (PDT)

La sangre alimenta, todo nuestro cuerpo, a cada célula. Hay billones de células, en el cuerpo
humano; tenemos seis u ocho, litros de sangre, y ella hace un recorrido, por el cuerpo
completo, cada cuarenta y cinco, a cincuenta segundos. En este recorrido, la sangre lleva
alimento, a cada célula del cuerpo. Esa sangre, que recorre nuestro cuerpo, lleva los
nutrientes, las vitaminas y minerales (ya que estamos hechos, del barro), después que ha
pasado a través, de nuestro sistema digestivo, y se las proporciona, a cada parte de nuestro
cuerpo. El poder de la sangre es tal, que es capaz de llevar, todas estas vitaminas y minerales,
extraídas de la comida, que comemos; y mezclarlas, en la cantidad y calidad correctas, para
luego proporcionarlas, a cada célula de nuestro cuerpo. La sangre nunca proporcionara, el
alimento equivocado, a la célula equivocada.

En el cuerpo espiritual, o sea en el cuerpo místico de Cristo, la Iglesia. El Espíritu y la Sangre, se


hacen uno. Hay Espíritu y hay Sangre, y su unidad, es como la unidad de la trinidad Divina.
Pablo dijo, que del Espíritu de vida (ver Romanos 8:2). Jesús dijo:

“Jesús les dijo: —Les digo la verdad: si ustedes no comen la carne del Hijo del hombre y beben
su sangre, no tendrán la verdadera vida dentro de ustedes.” (Juan 6:53) (PDT)

Hay una fuente fluyendo, a través de este cuerpo, bañando y nutriendo, a cada miembro del
cuerpo de Cristo. Esta Sangre que fluye, está supliendo la provisión exacta, en la cantidad
exacta, a cada miembro en particular. El Espíritu y la Sangre, se hacen uno, son portadores de
vida. Toda necesidad del hombre espiritual, está en el rio de vida, que fluye, a través del
cuerpo de Cristo. La vida es la Sangre, el Espíritu Santo, es el portador de vida, ellos son uno.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 313


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Cuando la Sangre de Jesucristo, se encuentra vigente en tu vida, entonces tu relación, entre tú


y el Padre, no tendrás estorbos, y tendrás entrada libre a Dios. Si quieres estar, en una relación
correcta con Dios, entonces la Sangre, tiene que ser aplicada; la Sangre de Cristo, hará que tu
estándar, se mantenga en forma correcta.

“Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos
cercanos por la sangre de Cristo.” (Efesios 2:13) (RVR 1960)

Cuando el sacerdote, entraba al Lugar santísimo, está escrito, que no debía entrar sin la
sangre. El entraba y rociaba, todo con la sangre, pero antes de entrar, ponía sangre en su
oreja, en su mano, y en el dedo de su pie. ¿Qué estaba diciendo con esto?

Que todo lo que escuchaba, tenía que ser, a través de la sangre. Todo lo que hiciera, tenía que
ser, a través de la sangre. Cada paso que daba, tenía que ser, a través de la sangre. Eso era lo
que significaba, eso era lo que Dios, nos quería mostrar, cuando la aplicamos.

Nosotros debemos tratar, todos los días, y en todo momento, de aplicar la Sangre, sobre
nuestra mente, para que todos nuestros pensamientos, estén totalmente depurados, con esta
Sangre; sobre nuestros cuerpos, para que cada acción, sea en la Sangre; sobre nuestro espíritu,
para que toda actitud y motivación, pase por la Sangre; y también debemos aplicarlo, sobre
todo pensamiento impuro, que hayamos podido tener, y todo pecado, que haya estado en
nosotros. Debemos aplicar la Sangre, sobre todo eso, para que sea lavado.

La Sangre también, es nuestra defensa, por la cual somos protegidos. Cuando un paciente
tiene fiebre, sabemos que existe una infección, y que el cuerpo está luchando, pues la Sangre
está batallando, contra cualquier elemento extraño, que está en las venas. Hay anticuerpos,
elementos en la sangre, que luchan contra micro virus, o bacterias, que quieren ingresar y que
está, en contra del cuerpo. De otra manera, el paciente moriría, porque todo el tiempo, hay
una guerra constante ahí, hay virus y gérmenes, que quieren invadir y tomar control, del
cuerpo.

La Sangre de Jesús, es la defensa del cuerpo espiritual, es nuestra defensa, nuestro escudo y
preservación; la Sangre se va a levantar, contra las enfermedades espirituales, que de otra
manera, nos destruirían. La Sangre también, es nuestra cobertura, contra las tormentas.

Habrá ataques de satanás y sus demonios, pero si mantenemos nuestra relación


adecuadamente, si caminamos en la luz, dejando que la Sangre fluya. La Sangre nos va a
proteger, y nos va a preservar. La Sangre, es nuestra defensa más grande. Primero que todo,
asegura el fundamento; cuando nacemos de nuevo, entramos en la relación con Dios, y somos
colocados en Cristo, que significa, que somos rodeados por el Señor. Ese es el fundamento
asegurado, por la Sangre del Cordero, de Dios.

En Bélgica, existe una raza de caballos, que son inmunes, al veneno de las cobras. Esta
serpiente, puede causar la muerte, de una persona, si es mordida. Pero si muerden a estos
caballos, no le causan ningún daño. La sangre de estos caballos, producen un antídoto, que
puede inmunizar su ataque. Nosotros conocemos muy bien, a una serpiente antigua, que es
más venenosa, y que por siglos, ha mordido a la raza humana.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 314


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“Un hombre desobedeció a Dios e hizo que muchos llegaran a ser pecadores, pero de la misma
manera un solo hombre obedeció a Dios y así hizo que muchos fueran aprobados por Dios.”
(Romanos 5:19) (PDT)

A través de la mordida, de esa vieja serpiente, la muerte pasó, a toda la raza humana. Por
miles de años, la muerte reinó. El veneno, estaba en la corriente sanguínea, y todos teníamos
que morir. Haces más de dos mil años, un hombre vino a la tierra, que era inmune a la
mordida, de la serpiente, pues no conocía pecado. Para salvar a la humanidad, de la muerte, el
Santo Jesús, voluntariamente permitió, que la serpiente lo mordiera; “el que no conoció
pecado, se hizo pecado” (ver 2 Corintios 5:21). Y al permitir, que la serpiente lo mordiera, Él
tomó mis pecados, y los tuyos. Jesús dijo en efecto; “satanás contamíname, con los pecados de
todo el mundo, y en mi muerte, Yo conquistaré a la muerte; mi Sangre va a ser, el antídoto, y a
través de ella, toda alma vivirá. Aunque está escrito:

“El alma que pecare, esa morirá…” (Ezequiel 18:20) (RVR 1960)

El alma que reciba, el antídoto de mi Sangre, vivirá”:

“Jesús les dijo: —Les digo la verdad: si ustedes no comen la carne del Hijo del hombre y beben
su sangre, no tendrán la verdadera vida dentro de ustedes. El que come mi carne y bebe mi
sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. Mi carne es comida verdadera y mi
sangre es bebida verdadera. El que come mi carne y bebe mi sangre, vive en mí y yo vivo en
él.” (Juan 6:53-56) (PDT)

Hay una fuente llena de Sangre, que viene de las venas de Jesús, y esa Sangre es la cura, la
única cura, para la lepra mortal del pecado. Esta no es una medicina, patentada barata, esta es
una cura eterna. La Santidad, de la Sangre de Cristo, neutraliza el pecado, e inmuniza al
pecador; los pecadores que están bajo, ese fluir, son libres de todas sus manchas. La Sangre de
Jesucristo, nos limpia de todo pecado.

“Entonces, hermanos, podemos entrar con toda libertad al Lugar Santísimo gracias a la sangre
que Jesús derramó.” (Hebreos 10:19) (PDT)

Debemos darnos cuenta, de lo que esta Sangre, significa para Dios, y nuestra fe puede ser
fortalecida, porque comenzamos a entender, que todo lo que realmente se requiere, de
nosotros, es tener fe, lo que Dios ha cumplido, a través del Calvario, y de la Sangre de
Jesucristo.

“Este mes será para ustedes el principal, el primer mes del año. Hablen con toda la comunidad
de Israel y díganle que el décimo día de este mes todos los hombres tomarán un cordero por
familia, uno por cada casa. Si la familia es demasiado pequeña para comerse todo el cordero,
entonces el jefe del hogar y su vecino lo compartirán, repartiéndolo, según la cantidad de
personas que haya en cada familia. El cordero debe tener buena salud y tener un año de edad;
puede ser un cordero o un cabrito. Se guardará al animal hasta el día catorce de ese mes y al
atardecer de ese día toda la comunidad de Israel sacrificará al animal. Luego tomarán un poco
de la sangre y la untarán por todo el marco de la puerta de la casa en la que estén comiendo al
animal. Se comerán esa misma noche la carne asada al fuego con hierbas amargas y pan sin
levadura. No coman ningún pedazo crudo o cocinado en agua. Todo será asado al fuego: la

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 315


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cabeza, las patas y todo lo de adentro. No dejarán nada para la mañana siguiente, sino que
quemarán todo lo que les sobre. Cuando lo vayan a comer estarán vestidos así: la ropa ceñida
a la cintura, las sandalias puestas y el bastón en la mano. Tienen que comer rápido porque es la
Pascua del SEÑOR. »Esa noche, voy a pasar por todo Egipto y voy a matar a todos los hijos
mayores, tanto de los seres humanos como de los animales. Voy a juzgar a todos los dioses
egipcios. Yo soy el SEÑOR. La sangre en los marcos de sus puertas será mi señal: cuando la vea
pasaré de largo. No habrá ninguna plaga que los destruya a ustedes cuando yo ataque Egipto.”
(Éxodo 12:2-13) (PDT)

La sangre, fue puesta en los marcos, de las puertas, y el cordero se tenía que comer, dentro de
la casas. Dios dijo; “cuando la vea (la sangre) pasaré de largo”. Es claro que esta sangre, no
debía ser presentada, para que el hombre la vea, ni la sintiera, ni la comprendiera. Esa sangre,
fue puesta, en los marcos de las puertas, y el hombre estaba, adentro de la casa; él ni siquiera
podía ver la sangre. No era la intención de Dios, que el hombre la sintiera, comprendiera o
mirara. La sangre era tan solo y totalmente, para el Señor. Y como un acto de fe, los israelitas,
tenían que aplicarla, a los marcos de las puertas, de las casas. Para que todos, los que
estuvieran en la casa, pudieran descansar seguros.

Esa es la propuesta de fe. La Sangre iba a significar para Dios, lo que dijo, que iba a significar;
no era necesario, que ellos comprendieran más. “cuando la vea pasaré de largo”. La sangre
significa, que esa casa estaba cubierta. La señal de la sangre, era de Dios, y por fe, ellos
descansaron tranquilos. Eso debe ser sellado en nosotros.

“Aarón deberá tomar parte de la sangre del ternero y rociarla con su dedo en la cara oriental
de la tapa, y enfrente de ella, rociará parte de la sangre siete veces. »Entonces sacrificará al
chivo como sacrificio por el pecado del pueblo. En seguida llevará la sangre detrás de la cortina
y hará con la sangre lo que hizo con la sangre del ternero, la rociará sobre la tapa y en el frente
de ella.” (Levítico 16:14-15) (PDT)

El día de la expiación, nos enseña más. En este día, las ofrendas, por el pecado de Israel, eran
hechas públicas, en la puerta del tabernáculo. El sacrificio estaba ahí, en la presencia del
pueblo, pero la sangre, tenía que llevarse dentro, al Lugar Santo, para ser rociada, delante del
Señor, siete veces. Esta transacción, era entre el Sumo Sacerdote y Dios, lejos de los ojos de la
gente, que se iba a beneficiar de esto. Así que el Sumo Sacerdote, un símbolo del Señor Jesús,
en obediencia a Dios, hacia una expiación, y la gente creía, y sabía que este acto, significaba
para Dios, exactamente lo que Dios dijo, que significaría.

La sangre, siempre era ofrecida, en respuesta al mandato de Dios. El propósito, no era que la
mente humana, lo entendiera, lo captara, o que el corazón de los hombres, sintiera lo que esto
significa. Lo que a nosotros nos toca, es solamente obedecer y creer, a la promesa de Dios, con
relación a la sangre.

La Sangre, es tanto una crisis, como una limpieza continua, ya que ella satisface, las demandas
de Dios. Él no necesita nada más: “cuando la vea pasaré de largo”. El ángel, no va a ir adentro y
a ver, si alguien ahí, no es perfecto. No, Él ve la Sangre, y luego la muerte pasa de largo. La
crisis de ser justificado, por la Sangre, como lo vemos, en los siguientes textos:

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 316


317

“Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.”
(Romanos 5:9) (RVR 1960)

“Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de
Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, y
teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena
certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con
agua pura.” (Hebreos 10:19-22) (RVR 1960)

No somos salvos, sobre una base, para luego mantener esa comunión, en otra base. Cuando
vinimos a Cristo, la Sangre nos salvó, y es como si nunca hubiésemos pecado; ese es el
fundamento y la base, sobre la cual somos salvos, y nos mantenemos, sobre la misma base.
Puede ser, que entendamos mal, la esfera, en la que la Sangre opera, si oramos: “Señor limpia
mi corazón de pecado, con la Sangre”. Dios nos dice: “engañosos es el corazón…y perverso”
(ver Jeremías 17:9). Dios tiene que hacer, algo más que limpiarlo, Él tiene que darte, un
corazón nuevo, la carne nunca tiene que ser limpiada, tiene que ser crucificada. La obra dentro
de nosotros, debe ser algo totalmente nuevo:

“Les daré un corazón nuevo y les infundiré un nuevo espíritu. Les quitaré ese corazón de piedra
y pondré uno de carne.” (Ezequiel 36:26) (PDT)

La Sangre de Jesús, fue derramada para mi perdón, y cuando yo confío, y acepto lo que la
Sangre, significa para Él, mi conciencia queda clara, y este sentimiento de culpabilidad, es
quitado, y yo puedo venir con todo denuedo, al Trono de la gracia.

Nuestra fe, puede descansar en el hecho, de que Dios, ha aceptado, la fuerza de la Sangre,
nuestra conciencia está limpia, hemos sido lavados, en el agua pura, de la Palabra. Y estamos
viviendo y caminando en la luz, como Él está en luz. Tenemos comunión y la Sangre de
Jesucristo, su Hijo, continuamente está limpiando, nuestra conciencia de pecado y culpa. Por
esta razón, el diablo no puede soportar, la Sangre de Cristo. Cuando satanás ve la Sangre, de
Cristo, solo puede verse, así mismo, derrotado.

7. No soporta el testimonio positivo, de la Iglesia

“Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de
ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. (Apocalipsis 12:11) (RVR 1960)

Este texto es clave, el libro de Apocalipsis, nos dice, que ellos vencieron al diablo, por medio de
la Sangre del Cordero, tal como lo vimos, recientemente. Y también lo vencieron, por medio de
la palabra, del testimonio de ellos. Este testimonio positivo del cristiano, tiene el poder, de ir
“Venciendo a satanás”, hasta el día, en que el maligno, seas derrotado para siempre.

El testimonio del cristiano, quiere decir, que nosotros somos testigos de Jesucristo. Nosotros
vivimos, como un testimonio al mundo, que Cristo vive en nosotros. El mundo debe ver, a
Jesús, en nosotros. Que cuando te vean, digan: “ahí va Jesús, es igual a Él”.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 317


318

Pero lamentablemente, son muy pocos, los que realmente, se parecen a Cristo. La mayoría de
evangélicos u otras religiones, que profesan a Jesucristo, tienen un mal testimonio. Y eso hace
que no sean creíbles, por causa de ellos, la gente no quiere saber nada, de Jesús. Y eso es un
triunfo, para satanás.

Vemos mucha gente, que dicen ser cristianos, van a la iglesia; se comportan en forma piadosa,
hablan en lenguas, danzan, y se muestran muy espirituales. Pero cuando llegan a sus casas, se
convierten en ogros, tratan mal, a sus esposas y a sus hijos. Abren el refrigerador, y sacan una
lata de cerveza, luego salen a la calle y pelean con sus vecinos. Y nos preguntamos; ¿en dónde
está Cristo, en su vida?

Hace unos meses, trabajé durante unos días, en una barraca. Antes de llegar ahí, tenía
recomendaciones, que la mayoría de sus trabajadores, eran cristianos. Pero al momento de
empezar a conocer a la gente, no sabía quiénes eran los cristianos, casi todos, hablaban con
garabatos, escuchaban canciones mundanas, y hablaban como la gente del mundo. Tuve que
mirar y analizar muy bien, a mis compañeros de trabajo, con sus comportamientos y su forma
de hablar, para darme cuenta, por sus testimonios, que solo, unos dos o tres, eran cristianos
verdaderos. El Señor, da testimonio de sus hijos. Por eso pude darme cuenta, que en la
barraca, había por lo menos, tres cristianos de verdad.

Pero mi sorpresa, fue muy grande, cuando supe, que la mayoría de los trabajadores,
efectivamente, asistían a iglesias evangélicas, y no sola a una, en especial, sino que cada uno,
pertenecía, a distintas denominaciones. Y lo más insólito, es que discutían, diciendo que su
denominación, era la mejor. Ellos decían ser cristianos, pero con sus actos, decían lo contrario.
Muchas personas pueden decir, ser cristianas, pero con su comportamiento, dicen lo
contrario. Dicen ser cristianos, pero no se les puede identificar, como tal.

Otro día, iba manejando mi jeep, por la ciudad de Copiapó, pasando por fuera, de una iglesia
pentecostal, en frente, en una esquina. Había una pareja parada, seguramente esperando,
que abrieran el templo. Él estaba vestido de terno y corbata, con una Biblia bajo su brazo, y
ella, con un vestido largo, con su cabello blanco y tomado, con un tomate. De repente,
mientras yo estaba detenido, con la luz roja, él se dio vuelta, contra un muro, sacó un cigarrillo
y lo encendió.

Y no estoy hablando, de una persona nueva, en los caminos del Señor. Sino de personas, que
llevan años, en la iglesia. Cuando su mujer lo vio, le hizo una señal, como diciéndole, que
apagara el cigarro. El fumaba, como escondiéndose, para que nadie lo viera. Entonces yo le
grite: “Puede esconderse de los hombres, pero de Dios, nadie se esconde”. El hombre me vio,
y quedó blanco de susto, y me dio una pequeña risa, de nerviosismo. Y mientras trataba de
apagar el cigarrillo, en ese momento, iba transitando un hombre borracho, el cual, también vio
a este hombre religioso, y le dijo: “somos o no somos”.

Este es el mal testimonio, que hace que la gente, no crea en Dios. Y al mismo tiempo, también
dejó mal, el testimonio de su iglesia, pues no todos los pentecostales, son iguales, también hay
pentecostales, que son verdaderos hijos de Dios. Pero el mal testimonio de ese hombre, hace
que se generalice mal, sobre la iglesia pentecostal. Por la culpa de uno, pagan todos el pato,
como se dice en Chile.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 318


319

En otra ocasión, estaba en casa, de unos parientes míos, mi tía asistía a una iglesia evangélica,
pero mi tío se rehusaba a asistir. Conversando con él, le pregunte, que era lo que lo detenía,
para acercarse a Jesús. Él me dijo: “Con Jesús no tengo ningún problema, pero como puedo
asistir a esa iglesia, si el otro día, el pastor vino a visitarnos, y estaciono mal su vehículo,
entonces vinieron mis vecinos, a pedirle, que se estacionara bien. Y él en vez de ceder, se puso
a discutir con ellos, al mismo nivel de garabatos, que ellos hacían”.

Como humano, traté de justificar, a este pastor, pues este pastor, también es el presidente, de
la asociación de pastores, de la ciudad. Le dije a mi tío, que tal vez el pastor, había tenido un
mal día, y que también era humano. Entonces mi tío me interrumpió, y siguió contando su
malestar: “para las fiestas patrias, el pastor me invitó, a un paseo, fue toda la iglesia, comimos
carne asada, todo estaba muy bonito, conversé con varios hermanos, me estaba interesando,
por asistir a la iglesia. Pero de pronto, el pastor, sacó unas botellas de vino, y comenzaron a
beber. Yo no bebo hace años… y cuando llegó la tarde, el pastor estaba tan borracho, que se
calló al suelo, vomitando, tuvimos que tomarlo en brazos, en calidad de bulto, para llevarlo a
su casa”. Mientras mi tío contaba esto, mi tía agachó su cabeza, con mucha vergüenza.

Yo no tuve palabras para justificar, lo injustificable. Pero siempre diciéndole, que nuestra mira,
debe estar en el blanco perfecto, que es Cristo, y que el único digno de imitar, es Jesucristo.
Pero el hecho, es que este mal testimonio, también está en el clero, en los líderes, en las caras
visibles, que representan a la iglesia, en la tierra. Y que son una gran, piedra de tropiezo.
Hombres que son puestos como pastores, con mucha ligereza de manos, y que en vez de
pastorear, las ovejas del Señor, las están despedazando, con sus malas acciones.

Hace unos años, la llegada de una radio cristiana, a la ciudad, era toda una novedad. En ese
entonces, una hermana, que no mencionaré su nombre, se dirigió a esta iglesia-radio, para
visitar al pastor. Cuando llegó, golpeó la puerta, y le recibió la pastora. La hermana le dijo: “¿se
encuentra el pastor?”, la pastora le contesto, en forma muy fría: “no, no se encuentra”.
Entonces la hermana dijo: “que pena que no se encuentre, yo le traía mi diezmo”, la pastora
reacciono inmediatamente, y en forma muy amigable, le respondió: “disculpe, el pastor si se
encuentra, lo llamo enseguida”.

¿Qué testimonio es este?

Podría contar, muchos otros ejemplos, de cómo el testimonio, está tan mal, en muchos
cristianos. Por eso, es que la gente, no está llegando a los pies, de Cristo, por eso es que las
iglesias, están cada vez más vacías. Pero quiero que usted entienda, que nuestras palabras,
siempre deben ir acompañadas, de nuestras acciones. No podemos hablar de amor, sino
estamos amando. No podemos hablar de perdón, sino perdonamos. Su testimonio, debe tener
autoridad.

El mundo todos los días, escucha mensajes, guardan información. Miles de religiones, están
tratando de convencer al mundo. Buda, Confucio, Mahoma, etc. La gente está cansada de
escuchar solo palabras, ellos necesitan ver, que lo que se dice, también sea real. Los impíos,
necesitan ver, que lo que hablan de Jesús es verdad, por la forma, en que tú te comportas.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 319


320

Muchas veces, si tienes un buen testimonio, tu propio testimonio, va a hablar por Cristo. Por
su puesto, que no hay nada mejor, que la Palabra de Dios. Pero luego, de que vean tu
testimonio, la gente se va a acercar a ti, a preguntarte, ¿qué es eso especial, que tú tienes?,
entonces sin oposición espiritual, vas a poder compartir, el evangelio, para que el Espíritu
Santo, los convenza.

“Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de
los ejércitos.” (Malaquías 3:12) (RVR 1960)

Cuando tengas un buen testimonio, serás una tierra deseable, la gente querrá acercare a ti,
querrán tener esa tierra, que tú tienes, porque es deseada. Van a querer, tener a Jesucristo, en
su vida también. Ellos verán en ti, que es posible vivir una vida, conforme a los deseos de Dios.
La gente, en el principio de la Iglesia primitiva, o la primera Iglesia, llegaban a Jesucristo,
porque veían, como los cristianos se amaban; “mirad como se aman”, tal como lo dijo,
Tertuliano.

“Todos los creyentes pensaban de la misma manera y estaban todos de acuerdo. Ninguno de
ellos decía que lo que tenía era sólo suyo, sino que era de todos. Con gran poder, los apóstoles
daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y Dios bendecía mucho a todos los
creyentes. En el grupo no había ningún necesitado porque vendían sus tierras y sus casas,
traían el dinero de la venta y se lo daban a los apóstoles. Después repartían a cada uno según
sus necesidades.” (Hechos 4: 33-35) (PDT)

Pero si tu testimonio es malo, nadie se va a querer acercar a ti. Serás una tierra indeseable,
una tierra muerta y religiosa. Te verán como un hipócrita, que esconde sus pecados, bajo un
manto de religiosidad. Te verán como un mentiroso, alguien que no es creíble, que no tiene
autoridad moral. Y si alguna vez, hablas de Jesús, serás rechazado, nadie te va a creer. Y no
solo a ti, sino que por tu causa, también rechazarán a Cristo. El diablo, pondrá sus pies sobre ti,
y cuando llegue el día del juicio, Jesucristo no te va a reconocer, y te enviará al infierno, para
ser torturado, por toda eternidad. ¿Quieres eso para ti?

Satanás y el mundo, están todo el tiempo, pendiente de tu comportamiento. Como eres


distinto a ellos, se sienten en inferioridad espiritual. Y por lo cual, cada día, están esperando a
que tu caigas. Ellos conocen su destino, en el infierno, saben que van a ser condenados, pero
no quieren caer solos, ellos quieren, que tú también caigas, y así demostrar que Jesús, es
vencido.

Fíjate, puede caer cualquier otra persona, e incluso pecar, para ellos es normal. Un budista
puede pecar, y nadie va a decir nada. Un brujo puede pecar, y para todos es normal. Un
católico puede pecar, y es normal para ellos, puede pasar por el confesionario, con el cura,
repetir unos rezos muertos, y todo queda arreglado.

Pero cuando un hijo de Dios, un verdadero creyente y cristiano, llegara a pecar. Todo el mundo
lo condena, todos se dan cuenta, satanás corre la noticia rápidamente. Todos quieren botarlo,
para que esté, en la misma condición que ellos. Así es de importante tu testimonio, para el
mundo y sus ojos.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 320


321

Pero hay unos ojos, por lo cual debes preocuparte, aún más. Estos son los ojos, que son como
llamas de fuego. Los ojos de Jesucristo, que pueden ver absolutamente todo. Estos ojos del
Señor, están mirando y examinando, a las siete Iglesias (ver apocalipsis 1:1-20, 2:1).

Están mirando su testimonio, su verdadero estado espiritual. Lo que desde el punto de vista,
del Señor, sería la razón, para que Él conservara, a su Iglesia. Jesús estaba mirando la vida
espiritual, de esas Iglesias, buscando aquella cosa, que justificaría, que Él la mantuviera, como
Iglesia. ¿Podían ellos continuar como testigos por Él?, ¿Podían ellos, continuar como Iglesia a
sus ojos?

Debemos saber, que nosotros llamamos Iglesia, a muchas cosas, que Él no llama Iglesia.
Jesucristo estaba mirando, si iba a remover su candelero o no. Si esa Iglesia, iba a quedarse en
relación con Él o no.

Así que este asunto, concierne a todo instrumento o Iglesia, levantada por Dios, en relación a
Su propósito. Es lo único que determina, si Él debe mantenerla, como su instrumento. Es
evidente, que hay ciertas cosas, en estas siete Iglesias, que le impiden conservarlas, como Su
instrumento.

Estoy hablando, del instrumento en sí mismo, no en la salvación, estoy hablando de la


diferencia, entre los que Dios llama Iglesia, y lo que el hombre llama Iglesia. Están aquellos que
fueron empezados por Dios, y eran verdaderas Iglesias, pero que a la vista de Dios, ya no lo
son. No son un candelabro.

Cuando el libro de Apocalipsis, le llama candelabro, se refiere a la Iglesia. En el antiguo


testamento, podemos ver el candelabro, en el tabernáculo, o el candelabro de oro, que se
encuentra en el libro de Zacarías. Ambos estaban representando, la expresión viva, del Espíritu
Santo. Donde quiera que encontremos, el candelabro, no representa una cosa pasada, sino
una expresión viva, del Espíritu Santo, con su luz obrando.

Así que podemos ver, en el candelabro de oro, el patrón de él. Las siete copas, los siete tubos,
y el aceite, que salía de los olivos vivos. El aceite era, para proveer la luz, es algo vivo. El
profeta no nos dice, que había cisternas, tanques o reservorios, sino que ahí, había árboles que
estaban vivos, y que el aceite siempre, estaba manando de ahí. Siempre fresco; siempre estaba
siendo derramado, en el candelabro, manteniendo una luz constante, que no muere, una luz
que no mengua, ni nunca se apaga.

Este candelabro, es Su Iglesia, es algo vivo, en medio de la muerte, con una luz que no muere.
Es el testimonio de una luz, que no es abstracta, que no es algo que se guarde. Sino que está
todo el tiempo, saliendo de una fuente, que no se agota, una luz gloriosa, que está fluyendo a
través de ella, todo el tiempo.

El hecho, que hayas sido lleno, del Espíritu Santo, en días pasados, no es suficiente. Tienes que
ser lleno hoy, es un fluir continuo de la vida. Y mientras esa luz esté encendida, es una
constante declaración de victoria, sobre la muerte, y esa luz que está viva, en medio de la
muerte que la rodea; la muerte en todo tiempo, buscará apagar esa llama. Pero la vida, el
candelabro, está declarando a todo el mundo, que la muerte, no tiene poder sobre ella.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 321


322

En medio de toda la muerte, nosotros vivimos, como un testimonio al mundo, que Cristo vive
en nosotros. Esa es la justificación de Dios, y nada más nos justifica, de ser llamado la Iglesia,
sino que esta vida, esté fluyendo continuamente en nosotros. Los candelabros, han sido
llamados para ser, una expresión continua de Jesús. Aquellos candelabros, deben ser en todo
tiempo y en todo lugar, un testimonio continuo de Cristo, de Él que es llamado; “el Testigo
Fiel”, Él que vive.

Cuando vemos, el estado de las siete Iglesias, vemos que todas habían, sido levantadas por
Dios, había muchas cosas que Él aprobaba; habían sido fieles, hablaban la verdad, sabían quién
era falso, y quién no. Pero encontramos, en por lo menos, cinco Iglesias, tenían una variedad
de elementos, que expresaban algo contrario a Dios; en esas Iglesias, había una contradicción
al Espíritu Santo, al Espíritu de Vida, que debía de manifestarse.

Cuando tal cosa, se encuentra en el pueblo del Señor, dentro de la misma vasija, entonces esto
viene a constituir, un elemento de muerte, y provee a satanás, un lugar donde puede entrar, a
este lugar santo. Y el testimonio es anulado, por la mayor parte, inconscientemente, dentro
del pueblo de Dios, viene a ser ineficaz. Todas estas cosas, deben ser tratadas, o van a traer
muerte, y aunque continuemos siendo religiosos, el cielo no nos reconocerá, como la Iglesia.

El diablo, va a ser cualquier cosa, para conseguir un lugar de muerte, dentro de la Iglesia. Para
que llegue a ser, una mala representación de Dios, porque Su Hijo, no es visto en ella, ni a
través de ella.

Quizás tiene un nombre, tiene buenas obras, aun puede tener muchas cosas, que ni siquiera el
Señor juzgaría. Pero la cosa vital, que va justificar, que sea llamada Iglesia, y que la mantiene
en relación con Dios, ha sido anulada. Aquellos que era contrario a la vida, la ha convertido, en
algo que Dios nunca quiso.

Dios nunca nos llamó, solamente para ser salvos. Nuestra salvación es algo básico e
introductorio, a algo mucho mayor. A Dios le complació revelar a Su Hijo, en nosotros, y si Él
no puede revelar, a Su Hijo, a través tuyo, entonces tú, no le eres de valor, pues solo Cristo, es
importante para Él. Así que Él, nos ha llamado con un propósito, que Su Hijo, pueda vivir en
nosotros.

Tu puedes continuar siendo religioso, sin la vida; como los corintios, quizá tu hables en lengua,
y has aprendido como profetizar, pero estas muerto. Cristo no se ve en ti; lo único que se ve,
es una manifestación, de ti mismo.

“y si mi pueblo que se identifica usando mi nombre se humilla, ora, me busca y abandona su


mala conducta, entonces yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré sus pecados y restauraré el
bienestar del país.” (2 Crónicas 7:14) (PDT)

Recuerde, no importa si hacemos ceremonias, o cosas religiosas, ni si damos dinero inclusive;


podemos hacer estas cosas, pero si esa luz no está ahí, ese buen testimonio, entonces no
somos Iglesia. Jesús no vendrá por una Iglesia, que es “casi” como Él. El Señor vendrá, por una
Iglesia, a través de la cual, Su Hijo, realmente vive.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 322


323

No importa cuánto sacrifiques, en efecto, tú puedes dar tu cuerpo, para ser quemado, puedes
gastar el resto de tu vida, en Haití, o en la selva, enseñándoles, todas las doctrinas verdaderas,
de la Biblia. Pero si ellos, no ven a Jesús en ti, es mejor que te quede aquí, porque nada de lo
que haces, tiene valor, a menos que este testimonio, esta luz, sea real.

El propósito de Dios, para toda Su Iglesia, es que debemos mantener, el testimonio de la vida,
que ha conquistado la muerte, y que va a conquistar la muerte, hasta el final. Nosotros no
tenemos, que pecar voluntariamente, nosotros podemos caminar con Dios, y mantener el
testimonio, que tenemos una vida, que ha vencido a la muerte.

Nosotros debemos demostrar cada día, que tenemos una vida, que ha vencido a la muerte, no
demos lugar al diablo, sino que caminemos con Dios. Él vive por el poder, que ha conquistado
la muerte, y debido a eso, Él es ahora la vida. Y todos aquellos, en el Nuevo Testamento, que
son aprobados, como testigos de Jesús, no son solo personas, que hablan sobre la verdad, sino
que son personas, que por su vida, llevan el testimonio, de la resurrección. El testimonio de
Jesús, es que Dios lo levantó, de los muertos, y que Él nunca más, va a morir.

En el Antiguo Testamento, cuando Dios, quería hablar acerca del poder, decía: “El Dios que
partió las aguas, del mar Rojo”, pero en el Nuevo Testamento, cuando Dios, quiere hablar de
poder, dice: “El Dios que levantó a Jesús, desde los muertos”. Y nosotros, que somos Sus
testigos, no solo damos testimonio, con nuestros labios, sino con lo que somos.

Este poder es real y verdadero. Cuando vemos al borracho, transformarse en un hombre


nuevo, a la prostituta, transformándose en una mujer nueva, al hombre malvado, que antes
golpeaba a su mujer, en un dulce amante, de su esposa. Cuando vemos, al que andaba tirado
en las calles, prisionero por las drogas, transformado, en un pastor. Al delincuente,
transformado en un maestro, etc. Entonces podemos ver un testimonio, de que Jesús vive.

a) Mi testimonio

Si estamos hablando de testimonio, también me es necesario, contar el mío, yo también debo


testificar, que Jesús fue levantado, desde los muertos, que en Él está la vida. Soy testigo, que
es así. Si no fuera real, entonces yo no hubiera, cambiado jamás, hubiera seguido mi vida
anterior, y no estaría escribiendo este libro. Pero gracias a Dios, esto es real, y es verdadero.

Es difícil, hablar de uno mismo, para contar su propio testimonio, cuando lo importante, es
hablar de Jesucristo, y no de uno mismo. Pero Dios nos pide, que contemos, cuán grandes
cosas, ha hecho Él, con nosotros (ver Lucas 8:39). Si esto puede edificar y bendecir a otros, lo
haré, con este pequeño resumen, de este testimonio.

Fui criado desde pequeño, con mucha falta de amor, y no quiero decir, que no me amaban,
sino que nunca tuve afecto, o alguien que me lo diera o dijera, cercano a mí. Mi madre,
siempre fue muy fría, conmigo; tal vez, no me esperaba, o quizás, paré sus sueños, o tal vez,
solo era su forma de ser, no lo sé, no la puedo juzgar.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 323


324

Lo que sí sé, es que crecí, sin el amor materno, ella me golpeaba mucho, me maltrataba con
torturas, siempre me dejaba, marcado la espalda, con las hebillas, de los azotes de la correa, y
con las escobas, que quebraba, al golpearme.

Mi padre, solo miraba y nunca me defendía, en realidad, todos en la familia, hacían la vista
gorda. Nadie me defendía. Era el despreciado y desechado, del hogar, al que todos odiaban
(estoy hablando, lo que sentía, en ese tiempo). Fueron años, muy dolorosos para mí, que
ningún niño debe pasar. Años en que tuve que soportar, los abusos de un primo mayor, vivía
bajo sus amenazas, aprovechándose de la nula seguridad, que me daban mis padres.

En el colegio, a los siete años, era el niño de las peleas; cuando terminaban las clases, en vez
de irme para mi casa, y al salir de la escuela, mis compañeros me llevaban, a un sitio eriazo,
donde siempre, debía pelear con alguien. Ellos siempre me buscaban, un oponente, y yo
peleaba y peleaba, a golpe de puños. Ahí fue cuando, me apodaron, como “el loco pepe”.

Era el único lugar, en donde podía descargar, toda mi rabia y mi ira, era mi vía de escape. No
me importaba, quien estuviera al frente, fuera más alto o más mayor, que mí. Yo solo peleaba,
y muchas veces, ni siquiera recordaba, con quien había peleado, ni siquiera veía sus caras, a
veces perdía y a veces ganaba, eso para mí, no tenía ninguna importancia. No peleaba con
estos niños, por algo personal contra ellos, sino que yo, solo veía, la cara de mis padres, en
ellos, y solo quería golpearlos. Para mis compañeros, solo era una entretención, mirarme
pelear, pero para mí, era solo descargar mi dolor, que llevaba por dentro, y no lo podía hablar,
con nadie.

Cuando tuve doce años, comencé a fumar cigarros, comencé a ser rebelde, en la escuela. Y un
día, luego de una golpiza, de me dio mi madre, encontré un tarro de pegamento, de neopren,
me habían contado, que si lo aspiraba me drogaría, y quise probar si era cierto. Me gustó tanto
drogarme, que se me hizo un vicio. Mientras todos iban a clases, yo hacia la cimarra, no
entraba a clases, y me iba a los cerros desérticos, con el tarro de neopren y la bolsita, para
aspirar. Ahí yo me desconectaba, de mi amargada vida, de mis problemas, de mis dolores del
alma, de la realidad, que no quería vivir. En esos momentos, era solo yo y mis pensamientos,
que alucinaban una irrealidad, una utopía.

Me drogué con eso, por mucho tiempo, incluso habían amigos de la época, que también lo
hacían. Y el día de hoy, parecen zombis, están destrozados, sus mentes quedaron dañadas, y
hurgan por las basuras, para poder comer. Un día, mientras aspiraba neopren, mientras
alucinaba, dentro de la bolsa, escuchaba una voz, que me decía, que ahí adentro, estaban los
secretos de la vida, que ahí estaban las respuestas, que buscaba, era algo placentero, era algo
tibio que agradaba, era el ruido de un motor, que sonaba todo el tiempo, al que llamaba “el
jefe”, era como si mi inconsciente, conocía desde antes, esa buena sensación.

Y luego la voz, me decía, que entrara a la bolsa, que metiera mi cabeza, dentro de la bolsa,
para escuchar sus secretos. Y mientras yo obedecía, mi cara se llenaba de pegamento, mis
narices se tapaban, y comenzaba a perder la respiración, me estaba ahogando, dentro de esa
bolsa con pegamento.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 324


325

Hasta que de pronto, sentí una fuerte cachetada, que me golpeó, y la bolsa cayó al suelo. Volví
a la realidad, mire hacia todos lados, y no había nadie, en medio del desierto. Ese día estuve a
punto de morir, pero no fue así. Ese día, dejé de drogarme con neopren, pero tan solo,
cambiaría el producto.

A los catorce años, probé la marihuana, con la cual, me hice adicto, por muchos años.
Comencé a beber alcohol, comencé a escuchar música metalera. Y como tengo el síndrome de
asperger (autismo leve), y me cuesta comunicarme y hablar. Al estar drogado o ebrio, eso me
ayudaba, a sacar mi personalidad y mi voz, me podía comunicar bien, y eso me hacía tener
muchos nuevos amigos, que solo me empujaban, a la perdición.

Comencé a vestirme de negro, a dejarme el pelo largo. No asistía nunca a clases, en el liceo.
Con un grupo de amigos, nos arrancábamos de clases, y nos íbamos a carretear, todo el día.
Guardábamos el dinero para los pasajes, y comprábamos marihuana, vino o ron. Era todos los
días, y cada vez, éramos más. Era el único propósito, que teníamos; escuchar metal e
intoxicarse.

Producto de eso, mis padres, sin poder solucionar mi problema, o sea el problema, que ellos
mismos, habían creado en mí. Y en una forma, deshaciéndose del problema, me enviaron a
estudiar a otra ciudad, pensando que así mejoraría. Pero no fue así, en el otro liceo, me
coloqué a pelear, contra dos hermanos, en frente del profesor, y me expulsaron del liceo.
Fueron cuatro, las veces que me expulsaron, y de esa forma, dejé de estudiar. Comencé a
arrancarme de mi casa, empecé a vagar por la calles, de varias ciudades. Mi vida se había
convertido, en un total desorden, a esa edad. Era un chico problema.

Ya a los dieciocho años, había probado de todo, ya conocía la pasta base, la cocaína, las
anfetaminas, las tonaril, el LCD, etc. Comencé a estudiar literatura oscura, comencé a estudiar
a filósofos; como Friedrich Nietzsche, Karl Marx, Hermann Hesse, Immanuel Kant, etc.
Comencé a leer libros; de quiromancia, brujería blanca, negra y roja, el tarot de Marsella,
metafísica, etc. Me gustaban, los libros de ocultismo.

La música metalera, me llevó a conocer a satanás, o quizás fue al revés; un día mientras
escuchaba, una banda llamada “Deicide”, a todo volumen, empecé a escuchar, como si alguien
me llamara desde lejos, inmediatamente bajé el volumen, pero no había nadie. Subí
nuevamente el volumen, y mientras escuchaba la música, comencé a imaginarme, que estaba
en el infierno, con los gritos guturales, que hacia el cantante Glen Benton, se escuchaban
demonios que volaban, gritos de personas atormentadas, se escuchaba la lava que corría, y el
odio que transmitía, contra Jesucristo.

Y fue ahí, cuando dentro de mi cabeza, dentro de mis pensamientos, lo escuché; ofreciéndome
la inmortalidad, ofreciéndome ser un demonio, de alto rango, cuando llegara mi muerte, me
prometió que dominaría, gran parte del infierno (me ofreció cosas, que nunca estuvieron, en
su poder). A cambio, que yo fuera un tipo de evangelista, de él. Alguien que incitara a otros, a
adorar a la muerte y al diablo, que propagara sus ideas. En ese momento, era un pensamiento
muy infantil, pero así comencé, mi relación con el satanismo.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 325


326

Me coloqué en mi cuello, una pesada cadena, con una cruz invertida de hierro, de treinta
centímetros, me pesaba y apretaba, mucho mi corazón, mi pecho estaba oprimido, por esa
cruz invertida, pero ese era mi sello. Era mi carga.

No todos los metaleros, son satánicos, algunos solo lo escuchan por gusto, o por moda. Para
otros en cambio, es una manera de vivir. Pero aunque ellos, no se den cuenta, satanás los
tiene prisioneros, y aunque esa música, a veces lleve letras cristianas, seguirá siendo del
diablo, pues la música, es un lenguaje, que solo lo entiende el alma (tema que ya vimos, en
este libro).

Algunos de mis amigos metaleros, se burlaban de mí, porque yo decidía ser satánico, otros
decían, que yo no tenía, un fundamento verdadero, sobre satanás, otros me apoyaban y creían
lo mismo que yo. Las opiniones eran diversas, no eran unánimes. Yo viajaba mucho, hacia una
ciudad del sur, en donde no era profeta, en mi tierra. Pude persuadir, y muchos comenzaron a
rebelarse y a seguir a satanás, por los mensajes e ideas, que les compartía.

El internet en esos años, recién estaba llegando, y así conocí la iglesia satánica, de Alton LaVey,
y su biblia satánica. Comencé a tener contactos, con satanista de otros países, y de grupos de
satanistas. Comenzamos a sacrificar animales pequeños, imitando los sacrificios, al Dios del
antiguo testamento. Entre más grande era el animal, más evolucionábamos, solo nos faltaba
un sacrificio humano. (Que gracias a Dios, nunca se concretó).

Teníamos nuestra propia, sub cultura underground, en el sur de Chile. Imitábamos las culturas
nórdicas, del norte de Europa, queríamos ser vikingos escandinavos, queríamos vivir en medio
de los bosques, en medio de la nieve, de los fiordos noruegos, queríamos adorar a Odín, y vivir
en el Valhalla. Nos gustaba todo lo oscuro, todo lo que era repudiado.

En ese tiempo, no sentí nunca amor, por alguna mujer en especial. Para mí, solo estaban y
existían, para ser utilizadas y luego desecharlas. Y entre más mujeres tenia, sentía que más
hombre me hacía. Solo eran objetos y sin sentimientos. Amaba la muerte, y de hecho, aun la
tengo tatuada, en mi brazo izquierdo, (el arcano XIII, aun esta en mi brazo, pero ya no tiene
valor, está ahí solo para recordarme, de donde me sacó Dios).

Años más tarde, comencé a simpatizar, con grupos neo nazis, y aunque nunca pertenecí a su
partido, algunas veces salí con ellos. También trafiqué droga, en un pub de la ciudad, y además
tenía un buen trabajo, tenía dinero. Pero tuve que dejar todo, para irme al norte del país. Caí
en una depresión, un día escuchando música metalera, en mi casa, me tomé unas pastillas
(tonaril), y me senté en el sillón, sentí como desmallaba, y cuando abrí los ojos, vi un bombero,
que me estaba asistiendo, no entendía lo que pasaba, mucha gente, en la puerta de mi casa, y
cuando miro hacia abajo, había una poza de sangre, mis brazos estaban cortados, y en mi
mano, portaba un bisturí (que nunca supe, de donde salió).

Fue algo totalmente inconsciente. Una vez más, Dios me había librado, de la muerte. Pero caí
nuevamente en depresión, y un día, un amigo, que ahora está muerto, me dijo que
recorriéramos el país, hasta llegar a la isla de Chiloé, le dije que bueno, y así salimos junto a
otros tres amigos más. Salimos cinco, pero solo volveríamos cuatro, anduvimos por Calera,
Quillota, Limache, Viña del Mar, Valparaíso, Curicó, los Queñes, Temuco, Puerto Saavedra,

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 326


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Puerto Montt y finalmente en Ancud, Chiloé. Nunca estuvimos en los lugares turísticos,
siempre estuvimos, en los lugares más oscuros, de cada lugar, viajábamos sin dinero.

Cuando estábamos en Ancud, encontramos unas flores, llamados “floripondio”, y cuando se


hierve en agua, se produce una droga, muy alucinógena. Los cinco, estábamos dentro de una
carpa, cuando escuchamos el grito, de un ave muy rara, inmediatamente llegó una persona,
advirtiendo, que no escucháramos esa ave, pues traía la muerte, y así fue. Durante la noche,
uno de nuestros amigos, salió hacia la playa y se perdió. A la mañana siguiente, unos marinos,
encontraron el cuerpo muerto, flotando en el mar. Cuando llegamos junto a los marinos, al
lugar, dimos vuelta el cuerpo, y sus ojos estaban, llenos de espuma, por sus orejas y boca,
también salía mucha espuma, su cuerpo estaba hinchado. La autopsia, dijo que no estaba
drogado, ni con alcohol. Nunca supimos cuál fue, la real causa de su muerte; si fue asesinado,
o tal vez se suicidó, o tal vez fue un accidente. Solo Dios lo sabe.

Tiempo después, me fui de nuevo, a vivir al sur, todo me estaba saliendo bien, estaba siendo
prosperado. Y me comenzaron a invadir muchas dudas, con respecto a mi fe, ya no estaba
creyendo en satanás; quizás era mi mente, la que lo inventaba, si el existía, era solo porque yo
así lo quería creer. Y comencé a creer, que yo era ese dios, empecé a renegar del satanismo, y
cuando lo hice, vino toda la ruina; me despidieron de mi trabajo, me corrieron de la casa, de
mis familiares, quedé en la calle, sin dinero, sin familia, sin nada, y con una gran adicción, a las
drogas.

Vendí todo lo que tenía, hasta que todo fue consumido. Comencé a andar, como un
vagabundo por las calles; sucio, mugroso, pidiendo comida por las casas, con un pote de cazata
de helado, pedía dinero a los transeúntes, para comprar licor o para drogarme, con bencina o
con silicona, para autos, dormía en los nichos vacíos, de los cementerios, y usaba los baños
públicos. Hasta que un día, casi fui atropellado por el tren, y solo fui salvado, por una mano
que me empujó hacia atrás, y que nunca pude ver. Gracias a mi abuela paterna, y a mi
bisabuela (Q.D.E.P.), me dieron dinero, para comprar pasajes de bus, para que me fuera al
norte.

Al llegar al norte, me fui a vivir con mi padre, todo el día estaba encerrado, en mi habitación, y
salía a la calle, durante la noche, solo a beber alcohol y a drogarme. La depresión en mi vida,
todavía era muy grande. No tenía ninguna ganas de vivir, no tenía ninguna motivación, todo
era abstracto, estaba sumergido en un hoyo, del cual no había forma, de salir. Y solo por
aburrimiento, quería poner una bomba, en la catedral católica de la ciudad, era un plan, que
tenía en marcha.

Estuve casi cuatro meses, en ese estado de encerramiento. Un día por la noche, mientras
tomábamos alcohol, con mis amigos, en una esquina de la calle, apareció uno de mis amigos,
que no veía, de hace mucho tiempo, lo invitamos a tomar alcohol, pero no quiso, nos dijo que
estaba asistiendo, a una Iglesia evangélica, y que se sentía muy bien, en ese lugar. Yo le pedí
que me invitara, a la Iglesia. Pero no era, porque lo quería, o lo necesitara para mi vida. Yo lo
quería acompañar, para ver qué era, lo que alejaba a nuestro amigo, de nosotros, y luego de
ver todo, quería decirle, lo falso que era ese lugar, y convencerlo, para que se saliera de ahí.
Pensaba que tal vez, aun había tiempo, para que satanás me redimiera, y me perdonara de mis
dudas, hacia él. Y así, recibir nuevamente su bendición.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 327


328

Y fue así, como llegó el día; domingo 29 de agosto del 2004, el día más importante en mi vida,
tenía veintiséis años. Mi amigo pasó por mí, y nos fuimos a la Iglesia. Afuera me fumé un
cigarro y entré. Jamás había estado en un lugar así. Lo que yo conocía como cristianismo, era
solo la iglesia católica, tenía otra perspectiva del cristianismo. Era un lugar humilde y sin
imágenes de yeso, no veía la cruz, por ningún lado.

Me senté al fondo del lugar, entre mi amigo y un hermano joven, de la Iglesia. Mientras
avanzaba el culto, sentía muchas luchas internas, una parte de mí, quería el odio, pero otra
parte, que hasta ese momento desconocía, quería amor (que nunca había tenido), quería
libertad. Sentía que esos pensamientos, me hacían débil, me sentía muy incómodo, en ese
lugar. De pronto, comenzaron a liberar a una mujer, que estaba endemoniada, y mientras
oraban por ella, sentía ganas de golpear, a los que oraban, sentía ganas de defender, a esa
mujer, el ambiente era muy raro, y mientras cantaban y adoraban, algo quería salir de mi
pecho.

Ahora soy un defensor, de la Palabra de Dios, y no me gusta mucho, el misticismo. Creo que la
Palabra de Dios, debe ir siempre, por sobre las experiencias. Pero en honor a la verdad, y
aunque parezca fantástico, voy a contar, lo que sucedió después; luego el pastor hace un
llamado, para pasar adelante, y a la verdad, en todo ese momento, jamás entendí y tampoco
escuché, el mensaje que predicó, solo estaba preocupado, de mis propias luchas.

Un hermano me indica, que pase hacia adelante, yo no entendía porque y para qué. Primero
sentí, como si caminara, sobre la tabla de los piratas, como si fuera a morir, y luego mientras
caminaba, por el pasillo central, y miraba hacia los lados, no veía hermanos, solo veía ángeles,
y lo estaba mirando con mis ojos, eran todos blancos, y les podía ver las alas, pero yo sabía
conscientemente, que ahí, habían hermanos sentados.

Luego el techo comenzó, a temblar muy fuerte, y como el techo era de zinc, se escuchaba aún
más fuerte, y eso no fue algo, que solo yo sentí, eso lo sintió toda la Iglesia. El ambiente se
llenó, de la presencia de Dios, estaba ahí, era real. Cuando llegué adelante, sentí a Dios, como
nunca lo había sentido, y como nunca lo volví, a sentir así. No podía quedarme en pie, ante Su
presencia, las rodillas se me doblaron y caí arrodillado ante Él, me había rendido ante Dios.

Comencé a llorar, todo lo que no había llorado nunca, mi mente comenzó a creer, mi lógica me
decía, que lo que estaba experimentando era real, pues en el lugar, todos sentían lo mismo, los
hermanos hablaban en lenguas, unas hermanas comenzaron a danzar, y aunque giraban muy
rápido, y sus ojos estaban cerrados, jamás chocaron entre ellas.

Una de las hermanas que danzaba, comenzó a acercarse, donde yo estaba, y cuando llegó a mi
lado, me dijo que era Dios, el que estaba hablando, y me dijo todo mi pasado, cosas que nadie
más podía saber, cosas ocultas en mi vida, me dijo mi presente, todo lo que estaba sintiendo
en ese momento, y me dijo lo que tenía, para mi futuro, cosas que ya se cumplieron. (Tiempo
después, le pregunté a la hermana, si me podía repetir, lo que me dijo, y ella no se acuerda de
nada. Quizás, como tengo síndrome de asperger, Dios trató de esa forma conmigo, por causa
de mi lógica).

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Luego el pastor me invitó, a hacer una oración, para confesar a Jesucristo, como mi Dios y
Salvador, y para que me perdonara, de todos mis pecados. Y cuando acepte su perdón, cosa
que me costó mucho, me sentí libre y pude sonreír, de alegría y de gozo. Luego el pastor, les
pidió a los hermanos, de la Iglesia, que me saludaran, y ellos hicieron una fila, y comenzaron a
saludarme uno por uno. Jamás había sentido tanto amor, tanto afecto, jamás me había sentido
tan querido, pero lo principal, es que ahora, estaba siendo amado por el mismo Dios, el
Grande y Poderoso, que creó los cielos y la tierra, ¿Cómo alguien tan poderoso y enorme, pudo
haber amado, a alguien tan malvado, pecador e inútil como yo?

Cuando terminó el culto y nos íbamos, mi amigo no creía, lo que me había pasado, no podía
creer, que yo había cambiado, y de hecho nadie lo creía, muchos pensaban, que solo era una
estrategia mía, para hacer daño a esa Iglesia. Una vez en mi casa, tomé todos los libros que
tenía, los cassette, los CD de música metalera, las revistas, mi ropa, todo lo que tenía y estaba
en contra Dios. Los junté y los llevé al cerro, una vez ahí, le prendí fuego, a todo lo que me
atara a satanás, quemé todas mis cosas, esa noche pude dormir en paz, como nunca antes
había dormido, dormí como un bebe, lleno de paz.

Luego, en mi corazón, perdoné a mi madre y a mi familia, por todo el daño recibido. Ahora los
amo; amo a mi madre, amo a mi padre y a mi familia, no tengo rencor, con ninguno de ellos.
Dios restauró mi vida. Al tiempo conocí, a la hija del pastor y me casé con ella. Ahora tenemos
dos hermosos hijos. Pude retomar mis estudios, y ahora soy un profesional y tuve un buen
trabajo. Mi vida tuvo un giro, después de trece años, y por mis frutos, ya todos saben que mi
cambio fue verdadero, y que Dios hizo un gran milagro, en mi vida. He sido maestro de escuela
dominical, he sido líder de jóvenes, soy misionero y con la ayuda de Dios, estamos levantando
una obra, para el Señor. Y hoy estoy, escribiendo este libro.

Este es mi testimonio, y testifico que Jesucristo está vivo, porque Él fue levantado, de entre los
muertos. Soy testigo de este poder. A mí no me cambió mi esposa, como muchos piensan, a mí
me cambio Jesucristo. Hoy soy un hombre nuevo, porque Jesús venció a la muerte y a satanás.
Si pude dejar todos los vicios, de drogas y alcohol, en un solo día, fue por este mismo poder,
que testifico hoy.

8. No soporta la restauración, del cristiano

Muchos cristianos, no logran guardar, un buen testimonio, así caen en pecado, y caen de la
presencia de Dios. El diablo es feliz con eso, se siente satisfecho. Pero el Señor, en su gran
misericordia, mientras vivamos en esta tierra, siempre nos dará, otra oportunidad, para volver
a levantarnos, y restaurarnos, como lo que debemos ser. Satanás no soporta, que Dios nos de
nuevas oportunidades, cuando ya hemos caído. No soporta que el cristiano, sea restaurado.

Según la definición, que el diccionario nos da, acerca de la restauración; la restauración es:
reponer, reparar. Renovar de un estado actual y decrepito, a su estado original.

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Lo que vemos en la cruz, cuando Jesús es crucificado, y levantado desde los muertos. Es la
restauración del hombre, es la reparación que realizó Jesús, de la falla que cometió Adán.
Jesucristo nos repuso, del estado de muerte y pecado, en que nos encontrábamos. Y nos
acercó a Dios, para que fuéramos, aprobados por Él:

“Así como un pecado de Adán trajo la condenación a todos los seres humanos, así también un
acto de bondad de Cristo trajo la aprobación de Dios y vida para todos. Un hombre
desobedeció a Dios e hizo que muchos llegaran a ser pecadores, pero de la misma manera un
solo hombre obedeció a Dios y así hizo que muchos fueran aprobados por Dios.”
(Romanos 5:18-19) (PDT)

Desde ese momento, todo comenzó a restaurarse. Todo lo que perdimos en el Edén, lo
comenzaremos a tomar, de nuevo. Aún no está todo restaurado, pero estamos en el tiempo,
del proceso. Muchas cosas, ya fueron restauradas; como la restauración, de la adoración pura,
la vida de los muertos, etc. He aquí, son todas las cosas, hechas nuevas (ver 2 Corintios 5:17).
Pero aún hay muchas cosas, que deben restaurarse, porque lo serán:

“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan
de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes
anunciado; a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la
restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han
sido desde tiempo antiguo.” (Hechos 3:19-21) (RVR 1960)

Cuando vuelva Cristo, todo seguirá restaurándose, incluso dentro de, Su gobierno milenial, la
Tierra, ya no será la misma:

“El lobo vivirá con el cordero, y el leopardo descansará al lado del cabrito. La ternera, el león y
el becerrito vivirán juntos, y un niñito los cuidará. La vaca pastará junto a la osa, y sus crías
descansarán juntas. El león comerá pasto como el buey. Un bebé jugará al lado del hueco de
una cobra, y un recién nacido meterá la mano en el nido de una víbora. No se harán daño ni se
destrozarán en todo mi monte santo, porque la tierra estará llena del conocimiento del SEÑOR,
así como las aguas cubren el mar.” (Isaías 11:6-9) (PDT)

Y llegará el día, en que todo será restaurado, y mejorado. El día en que tendremos, un cielo
nuevo y una tierra nueva. Y viviremos con Dios:

“Luego vi un cielo nuevo y una tierra nueva. El primer cielo y la primera tierra habían
desaparecido. El mar ya no existía. También vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén que bajaba
del cielo, desde donde está Dios. La ciudad estaba arreglada como una novia para su novio,
lista para casarse. Oí una fuerte voz del cielo que decía: «Ahora, el hogar de Dios está con los
seres humanos y él vivirá con ellos. Serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos como su
Dios. Él secará todas sus lágrimas, y ya no habrá muerte ni sufrimiento, ni llanto, ni dolor,
porque el mundo que existía antes ya desapareció».” (Apocalipsis 21:1-4) (PDT)

Todo esto es hermoso, es la promesa que Dios nos ha hecho. Pero la restauración, en la que
me quiero enfocar, es cuando el hijo de Dios, cae en el pecado, y no logra pararse
nuevamente, llega el diablo y lo pisotea aún más. Pero Dios, en Su gran amor, lo restaura, y lo
coloca nuevamente, dentro de Sus seguidores.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 330


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El diablo muchas veces, impide esta restauración, por medios de hombres religiosos e
ignorantes. En vez de disciplinar al hermano, que ha caído en pecado, lo “castigan”. Hombres
que predican a Cristo, por envidia, por rencilla, u otras causa, de la carne. Están beneficiando al
diablo, para que el hermano, no se vuelva a levantar, y para que se pierda, en el infierno, por
toda la eternidad.

A modo de ejemplo, les contare un caso, que no es único, y que se está repitiendo, en muchos
lugares. Esto es más común, de lo que usted piensa e imagina. El diablo está rematando, en el
suelo, a todo el que cae, porque la Iglesia, no está restaurando.

Hace un tiempo, caminaba por una plaza. Y desde lejos veo a una pareja, cantando alabanzas
al Señor. Desde el primer momento que los vi, sentí al Espíritu Santo, que mora dentro de mí, a
acercarme a ellos. Me senté cerca de ellos, y comencé a orar al Señor, ¿Qué es lo que quería?
Mientras ellos estaban predicando, a un vagabundo del lugar, yo los veía, y trataba de
escuchar a Dios. De pronto, el Señor me habla a mi corazón. Lo primero era, que Dios me
estaba dando testimonio, que ellos eran hijos, verdaderos de Él. Lo segundo, es que tenía que
darles un mensaje; Perdón, Restauración, y Libertad.

Acompañado de mi esposa, nos acercamos a esta pareja. Ellos solo estaban de paso, por la
ciudad, así que los invitamos a nuestra casa. Comenzamos a conocerles, y siempre teniendo en
nuestras conversaciones, al Señor presente. Mi hermano, me llamó a un lado, y confiando en
mí (por eso no doy su nombre), me contó su historia:

Aquel hermano, había sido pastor de una Iglesia, que estaba, en varias ciudades del país. Había
viajado por varios países, era invitado a seminarios, exposiciones, charlas, evangelizaciones,
etc. En su tiempo, había sido muy conocido. Pero tal, como me lo confesó él. Había pecado
contra Dios, contra la Iglesia, y contra su esposa y familia, al caer en adulterio. Él había
cometido adulterio, con una hermana de iglesia, hace muchos años atrás.

En aquel tiempo, cuenta él. Reconoció su pecado, y se puso a disposición, de un “juicio


eclesiástico”. Fue enjuiciado por pastores, de otra iglesia. Luego de volver a confesar, sus
pecados en público, y de pedir perdón a Dios, y a todos a quienes, causó daños; porque estaba
realmente arrepentido. Él fue “castigado”, se le expulsó de la Iglesia, de por vida, se le quitó el
ministerio para siempre. Se le condenó, a que no entrara, nunca más, a una Iglesia, ni menos
ejercer alguna función. Se le prohibió, acercarse a cualquier hermano, y que estos, no se
acercaran a él. Y finalmente, solo lo enviaron, a un tratamiento siquiátrico.

Posteriormente, su esposa lo dejó (ella también, había cometido adulterio), y su familia le


cerró las puertas. Su caso fue expuesto públicamente, entre gran parte, de las iglesias chilenas
e internacionales. Dice él, quedó absolutamente solo. Y eso lo podemos entender, porque el
pecado, trae consecuencias desastrosas, para la vida del ser humano. No podemos pedir, ser
bendecidos, cuando hemos caído, en el pecado.

Pero, yo le preguntaba, ¿y en donde quedó, la restauración? Él me contaba, que nunca hubo


una restauración, nunca nadie lo ayudó, ningún pastor o hermano. Luego de muchos años,
conoció a su nueva esposa, con la cual tienen hijos. Ellos nunca más se congregaron, por todas
las prohibiciones, que recibió el hermano, y por haberse vuelto a casar. Pero jamás dejó a Dios.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 331


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Ellos, actualmente, ya estaban restaurados por Dios, pero ellos, aún no lo sabían, por eso no
podían sentir libertad. Y yo no tengo ninguna duda, por eso les hice ver, que el juicio
eclesiástico, que había recibido el hermano, nunca fue una disciplina bíblica, sino que fue un
castigo. Nunca se buscó, una restauración para él y su familia. Se le abandonó y luego se le
envió, a un siquiatra, que no tiene nada que ver, con ser bíblicos.

A través de los años, el Señor lo trató desde cero, en todas las áreas de su vida. Le dio la
oportunidad, de rehacer su vida, una familia nueva, una vida nueva. Mi hermano en Cristo,
había tenido un arrepentimiento, hace muchos años atrás, y nunca más volvió a cometer,
aquel pecado (él ya estaba separado, y su ex esposa, ya tenía otro esposo). Ahora, con su
nueva esposa, adoraban a Dios, en lo secreto, pero no tenían libertad. Sentían una culpa, que
no les pertenecía. Jesús ya había pagado, por su pecado.

Invitamos a nuestros hermanos, a una campaña de evangelización. Era tal la presencia de Dios,
que el lugar, se llenó de personas, buscando el amor de Dios. Y cuando el hermano, predicó y
dio el mensaje, del Señor, más de diez personas, reconocieron a Jesús, como su Dios y
Salvador. Se produjo, una libertad, muy grande en ellos, ellos podían gritar con todas sus
fuerzas, que Jesucristo es el Señor. Sus caras cambiaron, ellos recibieron el perdón de Dios,
que ya se lo había dado, hace muchos años atrás. Sus vidas ahora, están completas en Dios. Y
el mensaje, que Dios me dio, para ellos, se cumplió; Hijos de Dios, perdón, restauración,
libertad.

Cuántas veces, hemos visto esto, en cuantos lugares, ocurre lo mismo. Gracias a Dios, este
hermano, siguió en los caminos de Dios, a pesar de todas las adversidades. Pero cuantos, que
han recibido el mismo castigo, hoy están en el mundo, que no soportaron la adversidad,
cuando el diablo, los remató en el suelo. Cuantos fueron destruidos, por la religiosidad
ignorante, y que ya muertos, hoy están destinados al infierno. Cuantos dones y talentos, se
han perdido, porque no los restauraron jamás. Cuantos hermanos, fueron despreciados, por
los que se supone, tienen el amor de Cristo. Que lamentable, que pueden predicar al perdido,
pero no pueden restaurar, al que calló.

Este tema no es nuevo, ya en la Iglesia primitiva, también ocurría. Hubo un hermano, que
ofendió al Apóstol Pablo, y los hermanos de la Iglesia de Corinto, lo “castigaron”. Pablo, les
dice a los corintios, que no lo sigan castigando, que lo perdonen, que lo amen, que sean
obedientes, y que le den ánimo, porque el hermano castigado, se estaba desesperando, en
tristeza. Que lo hagan pronto, para que satanás, no gane ventaja, aprovechándose de la Iglesia,
ya que todos conocían sus planes:

“Si alguien me causó tristeza, no me la causó tanto a mí como a todos ustedes, al menos hasta
cierto punto, para no exagerar. Pero ya es suficiente con el castigo que la mayoría de ustedes le
impuso a esa persona. Ahora deben perdonarlo y darle ánimo para que no se desespere con
tanta tristeza. Por eso les pido que le demuestren su amor. Les escribí para probarlos y ver si
son obedientes en todo. Yo perdono al que ustedes perdonen, y mi perdón, si es que yo tenía
que perdonar algo, lo he dado por ustedes y en presencia de Cristo. Todo esto lo he hecho para
que Satanás no se aproveche de nosotros, ya que todos conocemos muy bien sus planes.”
(2 Corintios 2: 5-11) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 332


333

El castigo, es aprovechado por satanás, para destruir al creyente. En cambio la disciplina


Bíblica, corrige al pecador y lo restaura. Son dos cosas muy distintas, que debemos aprender y
diferenciar, para no desconocer los planes del diablo. Veamos que dice la Biblia, al respecto,
sobre la disciplina:

“Son hijos de Dios, pero olvidaron lo que él les dice a sus hijos para animarlos: «Hijo mío, toma
en serio la disciplina del Señor, no te desanimes cuando el Señor te corrija. El Señor disciplina a
todo el que ama, y castiga a todo al que acepta como su hijo». Entonces soporten esos
sufrimientos como se acepta la disciplina de un padre, porque Dios lo hace como un padre que
corrige a sus hijos. Si Dios no los disciplinara, significaría que ustedes no le importan. Cuando
un padre no corrige a sus hijos es porque realmente no los considera sus hijos. Todos hemos
tenido padres en la tierra que nos han disciplinado y nosotros los respetamos. Entonces es aun
más importante someternos a nuestro Padre celestial para poder vivir. Nuestros padres en la
tierra nos corrigieron por poco tiempo. Lo hicieron de la mejor manera que pudieron, pero Dios
nos corrige para ayudarnos a ser santos como él. No nos gusta cuando nos corrigen porque nos
duele, pero luego de haber sido corregidos da buenos resultados. Entonces nos llenamos de paz
y empezamos a vivir como debe ser.” (Hebreos 12:5-11) (PDT)

A través de este pasaje, se compara la disciplina, con la de un padre responsable, para con sus
hijos. Responsable del mantenimiento físico y su apoyo moral; consolación, corrección y
enseñanza. Se supone, que se trata de un hogar, donde la relación entre el padre y su hijo, se
basa en el amor y la comprensión. No se trata, del padre dictador.

La disciplina bíblica, no es la de los tribunales; mucho menos la del verdugo, que sólo espera
algún pago, y no un cambio de vida. La disciplina Bíblica, es la del padre bueno, quien busca un
cambio, en la vida de su hijo, y no tanto, en algún pago, por el mal hecho. La disciplina Bíblica,
tiene como propósito corregir y enderezar, nuestro camino, conforme a las normas divinas
(ver 1 Tesalonicenses 2:7-8, 11-12).

El énfasis del pasaje, en la relación familiar, que sirve como la base, de la disciplina, se nos
enseña el motivo verdadero, de la disciplina. El motivo nunca es, la venganza o la ira. Es el
amor. Se notará cómo el autor subraya este motivo; “El Señor disciplina, a todo el que ama”.
Todas las referencias a la disciplina, de padre a hijos, supone el motivo del amor. El concepto
del autor, es que la falta de la disciplina correcta, demuestra que no amamos, a la persona que
la necesita.

Este pasaje, también indica, cuál debe ser el propósito, o el resultado deseado, de la disciplina.
¿Para qué trae Dios la disciplina, a la vida de sus hijos? Todos hemos tenido padres… nos han
disciplinado y les respetamos. Someternos a nuestro Padre celestial, para poder vivir. Para
ayudarnos, a ser santos como Él. Da buenos resultados. Entonces nos llenamos de paz y
empezamos a vivir, como debe ser.

La disciplina Bíblica, no es lo mismo, que el castigo. El concepto de castigo, es la recompensa


que hay que pagar, por algún mal, que se ha hecho. El que ha cometido alguna falta, tiene que
pagar, por lo que él ha hecho. La disciplina no es así. La disciplina es un proceso, que busca la
corrección, de quien anda mal; intenta volverle, al camino correcto.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 333


334

La norma, para el pueblo de Dios, se establece en Su Palabra; no en las tradiciones humanas.


Según la Biblia, el cristiano, ha sido perdonado de su pecado; ya no tiene que pagar, lo que él
ha hecho. Cristo ya lo ha pagado todo. Sin embargo, Dios utiliza la disciplina, como Padre
amante, para corregir a sus hijos. El castigo lleva como propósito, el sufrimiento, y no espera
un cambio, en la vida. Entonces, el castigo y la disciplina Bíblica, no son iguales. Los motivos y
los resultados deseados, no son iguales.

La disciplina es necesaria. La disciplina, conforme a las normas establecidas, en la Palabra de


Dios, es necesaria, para que una Iglesia sea sana. Tal disciplina es importante, tanto para la
Iglesia, como para el hermano o la hermana, que persiste en el pecado. A continuación
veremos un caso Bíblico, en el cual, la falta de aplicar la disciplina correcta, hacía daño a
ambos: a la Iglesia y al hermano. El ejemplo de esa iglesia, nos servir como advertencia, de la
importancia de la disciplina, hoy también, pero que sea la disciplina Bíblica:

“Se dice que entre ustedes hay un pecado sexual tan grave que ni siquiera lo cometen los que
no conocen a Dios. Dicen que uno de ustedes tiene como mujer a la esposa de su propio padre.
¡Y todavía están orgullosos! ¡Deberían más bien estar tristes! El hombre que cometió ese
pecado debería ser expulsado de entre ustedes. Yo no estoy presente físicamente con ustedes,
pero los acompaño en espíritu. Aun estando lejos, ya he juzgado a ese hombre como si yo
estuviera allá con ustedes. Reúnanse en el nombre de nuestro Señor Jesús, y yo los estaré
acompañando en espíritu. El poder de nuestro Señor Jesús se hará presente. En ese momento,
entreguen a Satanás al que cometió el pecado. Su deseo pecaminoso será destruido, pero su
espíritu será salvo en el día en que el Señor venga. Dejen de alabarse a sí mismos, y recuerden
el dicho: «Sólo un poco de levadura fermenta toda la masa». Desháganse de la levadura vieja
para que puedan ser como masa nueva. Pues ustedes son como el pan de la Pascua, que no
tiene levadura, porque Cristo, nuestro cordero de la Pascua ya ha sido sacrificado. Así que,
celebremos la Pascua, pero sin el pan que tiene levadura vieja, porque esa es la levadura del
pecado y de la maldad. Celebremos mejor con el pan sin levadura que es el pan de la sinceridad
y de la verdad. En la carta pasada les dije que no tuvieran nada que ver con la gente que
practica inmoralidad sexual. Pero eso no significa que deban separarse por completo de la
gente de este mundo que comete inmoralidades sexuales, ni de los avaros, ni de los
estafadores, ni de los que adoran ídolos. Para lograrlo tendrían que dejar este mundo ustedes
mismos. Lo que les digo es que no tengan nada que ver con ninguno que diciendo ser hermano
en Cristo, practique pecado sexual, robe, adore ídolos o insulte a los demás, o que sea borracho
o estafador. Ni siquiera se junten a comer con ese tipo de gente. ¿Acaso me corresponde a mí
juzgar a los que están fuera de la iglesia? ¿No son ustedes los que tienen el deber de juzgar a
los que pertenecen a la iglesia? Dios juzgará a los que están fuera de la iglesia. Así que «echen
de su grupo al perverso».” (1 Corintios 5: 1-13) (PDT)

Parece mentira, que los hermanos, no sólo toleraban el pecado, sino que aún, se jactaban de
tener entre ellos, uno que persistía, en el pecado sexual. Pero no solamente lo permitieron,
sino se jactaban de tal hecho. Tal vez se jactaban de su libertad o de su tolerancia, al permitirle
quedarse en la Iglesia. El nombre del Señor, era despreciado, por causa de tal pecado,
considerado peor aún, que los pecados, que los paganos hacían. Pablo les advierte, que deben
quitar al pecador, de en medio de la Iglesia, para su propio bien espiritual. Deben evitarle su
participación, en cualquier actividad, de los hermanos fieles al Señor.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 334


335

La disciplina indicada, es una separación completa, del pueblo de Dios. Así, al estar afuera,
debe aprender de nuevo, lo que es vivir, en la esfera, donde satanás manda, es decir, en el
mundo. En esta situación, él sufrirá bastante. Sin embargo, es mejor que sufra temporalmente,
en esta vida, con el fin de que, sea “restaurado”. La aflicción y restauración demuestran, que
su espíritu pertenece a Dios, y no ser juzgado, cuando el Señor venga.

Es muy importante saber, porque era necesaria esta disciplina. La presencia del pecado
escandaloso, entre los hermanos, debe causar tristeza. La disciplina severa, busca el bien del
disciplinado. La Iglesia tiene la responsabilidad, de mantenerse pura, y evitar la presencia de
pecados, que puedan dañar su testimonio. Los creyentes no deben dejar, de relacionarse con
personas incrédulas, que cometen pecado. Deben relacionarse con ellos, para testificarles de
Cristo. La Iglesia, no debe recibir como "hermano", a una persona que persiste, en un pecado,
como los mencionados (pero si se arrepiente, pide perdón, y lo deja de hacer. La Iglesia debe
recibirlo).

¿Por qué es peligroso, aceptar a tal persona, en la Iglesia? Tal aceptación, hace daño al
"hermano", porque el mismo se engaña, creyendo que tiene una buena relación, con Dios, sin
importarle su pecado. Lo cierto, es que cualquier pecado, estorba la comunión con Dios. Para
su propio bien, él debe reconocer que su vida, va en contra de la voluntad de Dios
(ver 1 Juan 1:7-9).

Tal aceptación, hace daño, a los demás creyentes. Los hermanos débiles, empezarán a creer,
que se permite persistir en el pecado; aparentemente ni Dios, ni el pueblo de Dios, hacen nada
frente a tal pecado. Tal aceptación, hace daño al testimonio público, de la Iglesia. Al ver que se
permite la presencia del pecado, los inconversos creerán, que la Iglesia de Cristo, es igual a
cualquier otra religión. Dirán que la Iglesia, está llena de hipócritas. Así no se observa, ninguna
transformación de la vida, al confiar en Cristo. Al decir esto, no se está sugiriendo, que se
eliminen todos los pecadores. Si fuera así, no quedaría ningún hermano, en la Iglesia.

Dios exige, que la Iglesia considere, la conducta, de quienes están adentro, y que corrijan lo
deficiente, en medio de ellos. Solo Dios sabe, quiénes son salvos. No nos corresponde decidir,
si los que están en el templo, son salvos o no. Sin embargo, somos responsables de mantener,
la pureza de la Iglesia. Para lograr eso, tenemos que evaluar y corregir, lo que anda mal. Si la
Iglesia, toma la acción indicada, el creyente verdadero, reconocerá al fin su pecado, y volver a
la comunión con Dios y con los hermanos. En tal caso, la disciplina habrá logrado, el resultado
deseado, la restauración.

La forma de aplicar la disciplina, no debe ser a la ligera. Ni que todo el mundo, deba enterarse.
Un hermano espiritual, al ver el pecado en la vida de otro hermano, debe ir directamente a él,
en privado, para buscar la solución al problema:

“Si tu hermano hace algo malo, ve y habla a solas con él. Explícale cuál fue el mal que hizo. Si te
hace caso, has recuperado a tu hermano. Pero si no te hace caso, ve otra vez a hablar con él,
acompañado de una o dos personas más, para que ellos sean testigos de todo lo que se diga. Si
él no les hace caso, díselo a la iglesia. Y si no hace caso a la iglesia, entonces debes tratarlo
como a uno que no cree en Dios o como a un cobrador de impuestos.” (Mateo 18:15-17) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 335


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No debemos ir primero, ni a los ancianos de la Iglesia, ni a otras personas. La tendencia


humana, es contárselo a otros, y evitar la confrontación personal. Tal práctica, no se conforma
a la enseñanza Bíblica. Si el hermano acepta la amonestación, y reconoce su falta, el asunto
queda terminado. No hay necesidad, de tomar otro paso más. El hermano que señaló la falta,
ahora tiene la responsabilidad, de mantener la confianza y guardar silencio. No conviene que
otros sepan.

La única excepción, a esta regla, es cuando se haya ofendido, a una tercera persona, o a la
Iglesia. Entonces, la persona que ha ofendido al otro, siempre tiene la obligación, de ir a pedir
perdón (ver Mateo 5:23-24). Señalarle a otro, la presencia del pecado en su vida, es una tarea
delicada y difícil. Se requiere mucha sabiduría y amor. Sin embargo, si no estamos dispuestos a
tomar este paso, no tenemos el derecho, de tomar otras medidas tampoco. Dios ha
establecido el proceso a seguir. La confrontación debe hacerse, con un espíritu de
mansedumbre y amor, buscando el bien del otro (ver Gálatas 6:1).

Restauración: significa que el hermano, tiene que confesar su pecado ante Dios y sus
ofendidos, y aun a los que le han ofendido. Tiene que reponer lo perdido, si fuera posible. Y la
Iglesia, así debe recibirlo y animarlo de nuevo.

Sino escucha, debe regresar con testigos. Esta confrontación, sigue siendo básicamente, una
confrontación privada. Los otros sirven como testigos, aunque pueden exhortarle y advertirle
también, si no hace caso. Si fuera necesario seguir, con el próximo paso en el proceso, los
testigos harán constar, lo que pasó anteriormente.

Los dos o tres testigos, pueden ser ancianos, pero no actúan oficialmente, hasta que el
hermano, rechaza la petición del hermano, que señaló el problema. Se trata el problema,
como un arreglo, entre los dos hermanos afectados originalmente. La oficialidad tendría que
entrar aquí, si no se logra arreglar el problema. Si se logra resolver el problema, el caso está
cerrado. No hay necesidad de ninguna acción oficial, de parte de la Iglesia. Los pasos iniciales,
tomados por los líderes espirituales (los ancianos), deben incluir tanto una amonestación,
como una advertencia, en cuanto a la disciplina, que ha de venir, si el hermano, no reconoce
su falta y no se arrepiente.

Si tampoco escucha, con los testigos. Se debe corregir al hermano, frente a toda la Iglesia. El
tercer paso, se toma sólo, cuando no resulten los primeros dos, es exponer el caso a la Iglesia.
Tal acusación, se presenta a los ancianos primero, y a través de ellos, a la Iglesia. El propósito
de este paso, siempre es la corrección de la falta.

Cuando el caso llegue a este extremo, el asunto ya no tiene que ver, sólo con los ancianos, sino
con toda la Iglesia. Todavía hay oportunidad, para reconocimiento del pecado,
arrepentimiento y restauración. Al haber tal restauración, el caso queda cerrado. No hay por
qué tomar, otras medidas disciplinarias.

Sino escucha a nadie, se debe disciplinar al hermano, con la expulsión. Si el hermano rechaza la
amonestación, de la Iglesia, y rehúsa enmendar su vida, lo deben considerar como "gentil y
publicano". ¿Qué quiere decir esta expresión?

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 336


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A la mente judía, estos dos grupos, eran los más despreciados. El judío no quería tener, nada
que ver con ellos. No les invitarían a sus casas. No querrían ser vistos, en compañía de tales
personas. Así es la idea, en este caso también.

Ellos deben separarse totalmente, de estas personas, que dicen ser hijos de Dios, pero que
rechazan, la enseñanza de la Palabra de Dios, en sus vidas. Se espera, que la separación
completa de la comunión, con los hermanos, produzca en ellos, un deseo tan fuerte, que se
arrepientan y que vuelvan a la comunión, con el pueblo de Dios.

Aun en este caso, el propósito de la disciplina, es principalmente, la corrección del hermano.


Siempre se busca, el bien espiritual del individuo. La disciplina Bíblica, de parte de la Iglesia,
nunca se presenta como un castigo, que el pecador tiene que cumplir, para repagar el mal que
ha hecho. El segundo propósito de esta disciplina, es mantener pura la Iglesia. Estos dos
propósitos, demuestran que la disciplina Bíblica, termina cuando el hermano involucrado,
reconoce su pecado y se arrepiente.

Si esto ocurre, usted debe perdonar al hermano. Al final de la discusión, sobre la disciplina,
Pedro reconoce la importancia del perdón, para mantener las buenas relaciones, con los
hermanos. Él pregunta, cuantas veces, se le debe perdonar al hermano, que le haya ofendido.
Él pensaba ser generoso, ya que los judíos perdonaban, hasta la tercera vez. Pedro sugirió siete
veces. Sin embargo, el Señor le indicó, un número tan elevado, que no podríamos seguir
contando, hasta alcanzarlo. La idea del Señor, es que no debe haber límites, a nuestro perdón,
para quienes, nos han ofendido.

Después de que Pedro, le había negado públicamente, tres veces, Jesús le perdonó
(ver Mateo 26:75; Juan 21:15-17). Aun con los desacuerdos, entre Pablo y Bernabé, Pablo
después perdonó, al arrepentido Juan Marcos, y lo encontró útil. Se supone, que arregló
cuentas con Bernabé también (ver Hechos 15:36-39; 2 Timoteo 4:11). Nosotros también
debemos perdonar, a quienes nos hayan hecho daño (ver Efesios 4:32). Recuerde siempre
perdonar, y siempre restaurar, con espíritu de mansedumbre, porque usted también, puede
caer:

“Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales,
restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también
seas tentado.” (Gálatas 6:1) (RVR 1960)

“Así que, el que se sienta muy seguro y firme, cuídese de no caer.” (1 Corintios 10:12) (PDT)

Dios está preocupado, del que no conoce a Jesucristo, pero también está preocupado, del
descarriado, que anda comiendo algarrobas (podríamos hablar del hijo prodigo, y tantos otros
textos Bíblicos, que hablan del descarriado, pero creo que usted, ya lo entiende). Usted debe
ayudar a restaurar, al cristiano que ha caído. Usted debe ser, el reparador de portillos, el
restaurador de calzadas (ver Isaías 58:12). Alguien que consuele, al que perdió, a un ser
querido, que abrace al rechazado, que levante al derrotado, que de ánimo al cansado, que de
buenas noticias al oprimido. Que le diga, al que está con el corazón roto, que Dios le ama, que
Jesucristo ya pagó, el precio de su sufrimiento.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 337


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Si usted hace esto, estará “Venciendo a satanás”. Porque esto es algo, que él no puede
soportar. Esto es una de sus debilidades, por las cuales, usted podrá atacar.

“y fueras intachable e íntegro, entonces él velaría por ti. Él restauraría tu hogar que con justicia
mereces.” (Job 8:6) (PDT)

9. La fuerza del cristiano

En este segundo capítulo, hemos visto, algunas de las debilidades del diablo, quizás las
debilidades más importantes, con las cuales podemos ir, “Venciendo a satanás”. Y no solo con
eso, ahora veremos la principal y única fuerza, del cristiano, con la cual podemos reafirmar,
nuestra victoria completa, sobre el enemigo, de nuestras almas. El texto a continuación, es la
clave de esta fuerza:

“Yo soy la vid y ustedes las ramas. El que permanece en mí, y yo en él, producirá mucho fruto,
pues separados de mí, ustedes no pueden hacer nada.” (Juan 15:5) (PDT)

El término “vid”, se refiere, a una planta que produce uvas. De esta manera, Jesús se identifica,
a sí mismo, y a nosotros; Él dice que es la vid, y nosotros somos las ramas o pámpanos. Es
decir, somos los brazos, de esta planta. Dice además, que si permanecemos en Él,
produciremos muchos frutos, o sea tendremos el poder y la fuerza. Pero si nos separamos de
Él; no tendremos fuerza, ni poder, no somos nadie. Por esta razón, la principal y única fuerza,
que tenemos los creyentes, es Jesucristo.

Estas palabras, nos dijo nuestro Señor, cuando se estaba despidiendo, de los primeros
discípulos, en la fiesta de la Pascua (ver Juan 13). Durante la cena, da a conocer a sus
discípulos, algo tan importante, como la absoluta necesidad, de permanecer unidos a Él. Para
hacérselo más comprensible, toma como referencia la vid, cuyo vino, habían degustado,
durante la cena:

“Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el que la cuida. Él corta todas mis ramas que no dan
fruto. Poda y limpia cada rama que da fruto para que así produzca más. Mi mensaje ya los ha
limpiado a ustedes. Permanezcan en mí y yo permaneceré en ustedes. Ninguna rama puede dar
fruto si está sola, sino que tiene que estar unida a la vid. Igual sucede con ustedes, no pueden
dar fruto si no se quedan en mí. »Yo soy la vid y ustedes las ramas. El que permanece en mí, y
yo en él, producirá mucho fruto, pues separados de mí, ustedes no pueden hacer nada. Pero el
que no permanece en mí, será desechado como una rama inútil que se seca. Después se
recogerán las ramas secas, se echarán al fuego y se quemarán. »Si ustedes permanecen en mí y
son fieles a mis enseñanzas, pidan lo que quieran y se les dará. Ustedes darán honra a mi Padre
dando mucho fruto y así demostrarán que son mis seguidores. Yo los he amado como me ama
mi Padre. Permanezcan en mi amor. He obedecido los mandamientos de mi Padre y
permanezco en su amor. De la misma manera, si ustedes obedecen mis mandamientos,
permanecerán en mi amor.” (Juan 15: 1-10) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 338


339

Jesús nos da, una muy buena analogía; nos dice que Él, es la vid verdadera, y el Padre es quien
la cuida. Que cualquiera de nosotros, que no dé frutos, será echado al infierno. Pero como
Jesucristo nos limpió, no hay necesidad, de que nos corte el Padre, porque junto a Jesús,
siempre daremos frutos. Además nos dice, que ninguna rama puede dar frutos, por sí sola, de
la misma manera, nunca tendremos el poder y la fuerza, para vencer al diablo, sino estamos
junto a Él.

Jesús nos da, una hermosa promesa; que si permanecemos fieles a Él, y cumplimos todas sus
enseñanzas, podemos pedir, todo lo que queramos, y se nos dará (siempre y cuando, esté bajo
Su voluntad). Pero para eso, debemos permanecer, en Su amor; si usted aborrece a su
hermano, usted no ama. Si odia a su enemigo, tampoco ama, porque aun, a nuestros
enemigos, debemos amar.

Y lo segundo, es que debemos ser obedientes, al Señor, y si obedecemos, permaneceremos en


Su amor, la fuente de Su fuerza. Los paganos pueden hacer milagros (los hechiceros del faraón,
también lo hicieron). Los impíos pueden memorizar la Biblia (los fariseos también lo hacían).
Los falsos apóstoles, pueden hasta caminar con Cristo (Judas también lo hizo). Se puede ser
ayudante, de un gran evangelista (Himeneo y Alejando, estuvieron con Pablo). Pueden llegar a
ser grandes predicadores, incluso puede ser un profeta, que habla con Dios (Balaam habló con
Dios, en tres ocasiones); Lo que ellos no pueden hacer, es obedecer a la Palabra de Dios,
porque para eso, hay que nacer de nuevo. La carne, es enemistad contra Dios, porque no se
sujeta y tampoco puede.

No se trata, si Dios te usa, ya que lo hace, hasta con satanás, se trata de si eres salvo, no
pierdas tu salvación, por desobediente. Para estar unidos a Cristo, debemos permanecer en Su
amor, y ser obedientes a Sus mandamientos. El Señor, en el Antiguo Testamento, usa este
símil, para referirse, a Su pueblo Israel:

“Sacaste una vid de Egipto; expulsaste de esta tierra a las naciones que no te conocen y
plantaste esa vid.” (Salmos 80:8) (PDT)

“Pero yo te planté como una vid seleccionada, toda ella de la mejor semilla. ¿Cómo es que te
degeneraste tanto que ante mi te has convertido en una vid extraña? (Jeremías 2:21) (PDT)

Pero ahora, al final de los tiempos, el Dios y Padre, nos ha injertado a los gentiles, en la “vid
Verdadera”, que es Su Hijo Jesucristo, por medio de la fe. No hay otra “vid verdadera”, que
pueda dar, los frutos agradables, al Padre, ni hay otro Labrador, que conozca los cuidados
adecuados, de esa vid, y sus sarmientos, que es el Padre mismo.

“Tú eres como una rama silvestre, pero pudiste ser injertado en un árbol al que no pertenecías.
Entonces con más facilidad un judío puede otra vez ser puesto en su propio árbol, porque es
como una rama que pertenecía al árbol.” (Romanos 11:24) (PDT)

Un agricultor, vela por la salud de sus sembrados. Una vid produce según su edad, en los
tiempos, según su especie. El propósito de una vid, es dar fruto, dar semilla y prolongar su
vida, su especie. Cuando la vid enferma, o cuando la vid envejece, se reduce la cantidad de su
fruto. Ocurre un desbalance, entre la cantidad de hojas, el exceso de madera en el tronco, y las
ramas.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 339


340

La vid, tiene menos hojas necesarias, para nutrirse del sol, menos ramas, para dar fruto, y un
exceso de madera, que endurece el tronco. Entonces el agricultor, utiliza diferentes técnicas,
para revivir la vid.

Los injertos y las podas de la vid, actúan como aceleradores, o sea, cuando una vid tarda en
madurar, que no ha rendido fruto, a su tiempo, al recibir un injerto, sale del letargo y
reacciona, da frutos abundantes, ¡reflorece! Cuando se abre una herida, en la vid, el reacciona
ante el peligro inminente, de muerte. Se sale de su zona de confort, entra en modalidad de
supervivencia, y comienza un proceso interior, de renovación. Cambia su patrón de dar frutos,
en vez de seguir, dando pocos frutos, ahora al ser herido, dará frutos abundantes, en ese
tiempo, reflorecerá y volverá a ser fructífero, asegurando que no morirá, que su semilla
continuará.

Para eso fuimos, injertados en Cristo. De otra forma, seguiríamos siendo ramas silvestres. Si
fuéramos ramas silvestres, seriamos solo hombres religiosos. Que por lo general, una rama
silvestre, se cree capaz, de llevar fruto por sí mismo, sin estar unido por la fe, a esa única “vid
verdadera”, que es Cristo. Estos frutos del hombre religioso, los podríamos calificar, con el
lenguaje, del Antiguo Testamento. Como uvas silvestres; tienen apariencia de buenas, pero no
tienen el sabor dulce, del amor de Dios. Que están maduradas, bajo el sol radiante, de la
justicia de Cristo.

Sin embargo el creyente, sabe por su propia vida, que todo el fruto, que se da en él, proviene
de esa “vid verdadera”, que es Cristo; y por Cristo y en Cristo, se dan en él, los frutos del
Espíritu:

“En cambio, el Espíritu produce amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad,
humildad y dominio propio. No existe ninguna ley en contra de esas cosas.” (Gálatas 5:22-23)

Jesús dice: “Separados de mí, ustedes no pueden hacer nada”. Y sin embargo, es como si el
hombre, siempre se empeñara, en hacerlo todo separado, de Cristo. La palabra que usa, del
griego, es “dinamai”, que además de significar; “poder”, también significa; ser capaz, tener
fuerza, capacidad, facultad. Por tanto, sin Cristo, el hombre no es capaz, ni tiene fuerza, ni
capacidad, para llevar fruto por sí mismo.

No puede vencer a satanás, por sí mismo. La carne esta incapacitada, para sujetarse a la ley, de
Dios, o para agradar a Dios. Jesús no quiere, que sus discípulos, caigan en la autosuficiencia
religiosa, porque es inútil. No podemos confiar, en nuestras propias obras, y que traten de
llegar, a una llamada “perfección cristiana”, por sí mismo.

Querer sustituir, esta permanencia en Cristo, por el aprendizaje, de una doctrina ceremoniosa,
y unos ritos, llamados sacramentos, que el individuo recibe, como medios, de por sí mismos,
para su auto perfección, es atar sarmientos para el fuego. De poco valen las liturgias, con sus
ceremonias pomposas, y llenas de palabras, si los frutos de la “vid verdadera”, Cristo, no se
dan, en esos oficiantes, y en los que participan, de sus ceremonias religiosas.

A Dios no le hace falta, que el hombre se recluya, en un lugar “sagrado”, y se sumerja en una
nube, de incienso y cánticos, para ver lo que hay, en su corazón; y si está unido a la “vid
verdadera”, Su Santo Hijo, o se está ocultando, entre el ramaje religioso, de su propio corazón.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 340


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Ya que así, ni es discípulo de Cristo, ni da gloria al Padre, sino que se da gloria, a sí mismo, y al
grupo religioso, que le etiqueta.

Para estar en Cristo, y permanecer en Él, nosotros debemos morir, a nosotros mismos, a
nuestro ego, a nuestros propios deseos. Cristo debe vivir en nosotros, debemos vivir por fe,
que somos parte, de Su Cuerpo:

“Ahora ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Y mientras vivo en este cuerpo, vivo por fe en
el Hijo de Dios, quien me amó y entregó su vida para salvarme.” (Gálatas 2:20) (PDT)

Por eso, siempre gritamos:

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” (Filipenses 4:13) (PDT)

Esa es nuestra fuerza, para vencer al diablo. Nuestra fortaleza, en Cristo Jesús.

a) Somos siervos inútiles

“Supongan que uno de ustedes tiene un siervo que ha estado arando o cuidando ovejas.
Cuando regrese del campo, ¿acaso le dicen: “Ven y ocupa un lugar en la mesa”? En vez de eso,
¿no le dicen: “Prepárame la cena y alístate para servirme. Después de que yo termine de
comer, tú podrás comer y beber”? A los siervos no hay que agradecerles por cumplir con lo que
su patrón les ha mandado hacer. Ustedes son como esos siervos. Cuando ustedes hagan todo lo
que se les ha ordenado, deben decir: “No somos más que siervos inútiles, sólo hemos cumplido
con nuestro deber”. (Lucas 17:7-10) (PDT)

Nosotros somos, siervos inútiles. Debemos saber cuál, es nuestra posición, como ramas. Nunca
debemos olvidarnos, que nosotros somos las ramas, y no la vid. Por lo tanto, no debemos
buscar la vanagloria, ni el agradecimiento, sino el amor. Cuando el sol, sale en las mañanas, las
estrellas, dejan de dar luz.

Todos tenemos derecho a la vida, y tenemos que crecer conociendo, que también tenemos
obligaciones, que la vida misma, nos exigirá y le reclamará. El hecho de ocupar, un lugar en el
tiempo y espacio, de este planeta, nos da derecho a habitación, a alimento, y a servirnos de un
trozo, de la creación. Y si ese ser humano, sirve a Dios, en alguna forma, con mayor razón,
debe saber y conocer, su verdadera posición, dentro de la Iglesia de Jesucristo.

Eso indica, que tenemos derechos y obligaciones, que nos duran, un promedio ochenta años,
que para la edad del planeta, es un lapso muy corto. Y a pesar de ello, encontramos hombres
comunes, y servidores en la Iglesia, que se enorgullecen, exigiendo tener, los primeros lugares
y muchos bienes.

Hay servidores, que se autonombran apóstoles, profetas o líderes, exigiendo que se les sirva, y
de ser posible, le pongan su nombre, a los salones de la Iglesia. Tele evangelistas
internacionales, que le ponen su nombre, a su movimiento de Iglesia.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 341


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Servidores, que piensan que por su trabajo, la Iglesia ha estado creciendo. Gente que ya no
llega a tiempo, porque como ellos, ya son los dirigentes, los que mandan, y no tienen que
participar, de lo que hacen, los recién llegados.

Muchos perdieron su postura, de siervos, y simplemente se hacen obedecer. La historia de la


humanidad y de la Iglesia, está llena de ejemplos, de quienes han, exigido derechos, aún a
costa de los demás. Solo que dígame: ¿Dónde está, el esplendor de Babilonia? ¿Dónde la
fuerza de los faraones? ¿Dónde están, las exageraciones de Herodes, o las ambiciones de
quienes han querido vivir, para atesorar riquezas? ¿Dónde están, los que se auto erigieron,
líderes espirituales, en los siglos pasados? Están bajo la losa fría, de un sepulcro. Eso, si existe
tal tumba.

El hombre, siempre ha querido, hacerse un hueco en la existencia, o sobresalir en alguna


forma; solo que tendremos un día, que darnos cuenta, que somos polvo, y al polvo volveremos
todos (ver Génesis 3:19). Y si nos comparamos, con la creación, tendremos que advertir, que
somos más pequeños, que una arena del mar; gusanos. Y si nos comparamos con la eternidad,
sabremos que nuestra vida, es un soplo (ver Job 7:7).

“SEÑOR, ¿qué es el ser humano para que lo tengas presente? ¿Qué es el hijo del hombre para
que pienses en él? El ser humano es como un suspiro, su vida es como una sombra que
desaparece rápidamente.” (Salmos 144:3-4) (PDT)

No somos más, que un punto minúsculo, en el universo, somos semejantes a la vanidad, a una
sombra que pasa, pero Dios piensa en nosotros y nos ama. A pesar de que, el hombre es polvo,
vanidad, arena, soplo, sombra. Dios vacía su amor infinito, en esto insignificante, que somos
usted y yo. La historia de la humanidad, es ejemplo de incongruencia humana. Mire; Dios crea
y nos regala, todas las cosas, pero el primer hombre desobedece, lo que provoca una
maldición, para toda la humanidad; solo que el Señor, no nos deja ahí, sino que sacrifica a Su
Hijo único y nos redime ¿Puede usted comprender ese amor?

Luego escribe sus secretos, y a pesar de que no leemos, nos da una copia de Su Palabra, en
nuestro propio idioma, para que ajustemos nuestra vida, y nos hace coherederos, de una vida
eterna, con Cristo. Dios mira nuestra soberbia, nuestra ignorancia, nuestras propias tinieblas,
nuestra indiferencia, a Su amor, y nos tiene una paciencia, que no puede igualarse, a ninguna
otra; si por Él fuera, ya habríamos sido consumidos, porque ese mismo ser humano, se mete
en la idolatría, confiando en las estatuas, y dándole la espalda. Y Él lo soporta; advierte la
vanidad humana y espera. Y mira esa rebeldía nuestra, que no podemos esconder, y nos dice:

“Yo soy quien, por amor propio, perdona tus crímenes y no tendrá presentes tus pecados.”
(Isaías 43:25) (PDT)

Por eso, el ser humano, como usted y como yo, tenemos que tener presente, en la Iglesia,
nuestra condición de siervos, y desechar toda pretensión de orgullo o vanidad, porque no
podemos ir más allá, de un epitafio elegante.

Jesús es manso y humilde (ver Mateo 11:29). Él tenía motivos para presumir, pero nunca lo
hizo; su humildad es ejemplar.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 342


343

Nos ha puesto, frente a un grupo, de su Iglesia, pero ¿Será por méritos? ¿Porque somos muy
listos? ¿O porque el Señor, usa lo que no es, para confundir lo que es, a fin de que nadie se
jacte, en su presencia?

Urge aprovechar este lapso, para trabajar, no en lo que hemos heredado, como costumbre,
sino en lo que trasciende. "Creyente" o "pastor", somos siervos. Yo veo la pretensión de
algunos, de autoerigirse, en algo grande, por sobre las denominaciones o las congregaciones.
Pero eso es ridículo, si consideramos cómo Dios, nos mira: como simples siervos.

Por eso Jesús, cuando enseña en su evangelio, el deber de un siervo. Nos compara a nosotros,
con los siervos, de los hombres (ver Lucas 17:7-9). ¿Qué nos quiere decir el Señor con eso?
Que sus servidores en la Iglesia, le debemos total obediencia, una sujeción absoluta, y que
debemos aceptar, Su voluntad incondicionalmente. En vez de ser exigentes, lo menos que
podemos aprender, es a agradar a Dios, por cuanto, Él es Rey soberano, sobre todos nosotros,
en su Iglesia.

Pero muchos servidores, en este siglo, pretenden no saber estas cosas, tan distraídos como
están en sus ocupaciones, en sus reuniones. Usted lo sabe; el ser humano, no es un accidente
en el universo, ni es el resultado, de una evolución de siglos, ni es el blanco del fatalismo, de
una existencia incierta; el hombre es el vaso, donde Dios quiere verter, todo Su amor.

Por eso el Señor, tiene que enseñarnos hoy, a no enorgullecernos, si el grupo que trabajamos
crece, o si tiene éxito, en la ministración o el discipulado, porque no podemos enaltecernos,
por algo, que sale bien en la Iglesia. No es por nuestro impulso, ni es por la forma, en que
laboramos. Porque si Él, teniendo motivos, siendo Señor, nunca se envaneció, nosotros que
somos simples siervos ¿de qué podríamos presumir? Quizás de necios o de pecadores, pero
nada más.

“Él era como Dios en todo sentido, pero no se aprovechó de ser igual a Dios. Al contrario, él se
quitó ese honor, aceptó hacerse un siervo y nacer como un ser humano. Al vivir como hombre,”
(Filipenses 2:6-7) (PDT)

Siendo en forma de Dios, podía haber sometido, a todos alrededor, pero no. Jesús viene a
confirmar entre muchas, la profecía de Isaías, que habla de Siervo del Señor. Recordémosla:

“Aquí está mi siervo, el que cuenta con mi apoyo, mi elegido, con el que estoy muy contento.
He puesto mi Espíritu en él. Traerá justicia a las naciones. No discutirá ni gritará, ni se hará oír
en las calles. No romperá la caña que ya está quebrada, ni va a apagar la mecha que apenas
está encendida. Él sí hará justicia. No se agotará ni se cansará hasta que implante la justicia en
la tierra. Gente de naciones lejanas estará esperando su enseñanza». Esto dice el SEÑOR Dios,
quien creó y extendió los cielos. Él formó la tierra y lo que ella produce. Dio aliento a la gente
que vive en ella y vida a los que por ella transitan. «Yo, el SEÑOR, te he llamado a hacer lo que
es justo. Te he llevado de la mano y te he protegido. Te he destinado a ser el mediador de un
pacto con la humanidad, a ser luz de las naciones, a abrir los ojos a los ciegos, a sacar a los
prisioneros de las cárceles, a liberar de la prisión a los que viven en oscuridad.
(Isaías 42:1-7) (PDT)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 343


344

El no precisó, andar gritando su divinidad; el siervo escogido supo hacer, todo lo que le fue
ordenado, por el Padre. Su servicio y la utilidad de su servicio, siguen salvando cada día, a todo
aquel que abandona, su orgullo, su vanidad, su pecado y pone su fe en Él. ¿Hubo algún
discípulo del Señor, que haya presumido de útil? Quizás Judas el Iscariote, el de Queriot, el que
tiene hoy, un "evangelio de moda", ningún otro. Todos los demás discípulos del Señor, aunque
eran siervos, aprendieron la humildad, en el servicio.

Pablo, fue un gran siervo, pero supo tomar su lugar, al igual, que los demás discípulos, después
que recibieron, el Bautismo del Espíritu Santo. Ese lugar que especifica el evangelio, es uno
solo: siervos e inútiles. Eso es algo, que nadie puede perder, de vista, porque como siervos e
inútiles, ya no nos cabe el orgullo, ni la vanidad, porque todos reconocemos, quién es el Único
Siervo útil: Jesucristo, el Señor.

“…Pablo, siervo de Jesucristo…” (Romanos 1:1) (PDT)

La palabra “siervo”, corresponde al griego “doulos”, la cual significa; “esclavo o siervo ligado”.
En los tiempos bíblicos, no era extraño que un esclavo, una vez liberado, voluntariamente,
volviera a servir, a su amo, a quien él amaba. Este tipo de servicio, se llamaba “servicio ligado”.

“Si tu hermano se vende a ti, ya sea hombre o mujer hebreo de tu pueblo, entonces te servirá
seis años, y en el séptimo deberás dejarlo libre.” (Deuteronomio 15:12) (PDT)

“Si el esclavo te dice: “No quiero irme”, porque te ama a ti y a tu familia, y considera bueno
seguir siendo tu esclavo, entonces toma un punzón, y acercando el esclavo a la puerta
atraviésale la oreja y él será tu esclavo para siempre. Haz lo mismo con tu esclava.”
(Deuteronomio 15: 16-17) (PDT)

Sólo un esclavo liberado, podría ser un “siervo ligado”, y una vez que él tomaba, esta decisión
trascendental, nunca podría ser liberado nuevamente, ni podría ser vendido, a otro amo. El
“siervo ligado” cumpliría su servicio escogido, de por vida, sirviendo a su amo elegido, hasta la
muerte.

“Entonces el amo debe traerlo ante Dios, lo llevará ante la puerta o el marco de la puerta y le
perforará la oreja con un punzón. De esta manera el esclavo será suyo para siempre.”
(Éxodo 21:6) (PDT)

Cuando un hombre, elegía ser un “siervo ligado”, era llevado, a la entrada de la casa, y su oreja
derecha, puesta contra el poste, de la puerta. Entonces, con un punzón, perforarían su oreja,
para poner, un aro de oro en ella. Todo esto, ante un representante de Dios.

El aro de oro, que llevaba un “siervo ligado”, era un símbolo de, “honor e inmunidad”, ante
todos: honor, porque era, un “siervo voluntario, por amor y de por vida”, y de inmunidad,
porque "no podría ser comprado o vendido, a otro amo".

Ser un doulos, siervo ligado, en los tiempos bíblicos, conllevaba, el más alto grado de honor, en
el servicio, porque no era un servicio, por obligación, era un servicio por amor y de por vida.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 344


345

Pablo, no solo se consideraba, un hijo de Dios, sino que él también, motivado por su amor a
Dios, se consideraba a sí mismo, un doulos, un “siervo ligado”, del señor Jesucristo. ¿Qué
puede mantener a un hombre, una vez libre, atado a este tipo de compromiso? El amor. Dios
por amor, había hecho a Pablo, Su hijo. Ahora Pablo, por amor, se había hecho a sí mismo, un
“siervo ligado” de Jesucristo.

“… porque tengo cicatrices en mi cuerpo que muestran que pertenezco a Jesús.”


(Gálatas 6:17) (PDT)

Y así, como un doulos en el Oriente, llevaba un aro, en su oreja derecha, como marca o señal,
de su compromiso, de por vida, así también Pablo, llevaba en su vida, la señal de su
compromiso, a Jesucristo, como un “esclavo ligado”. Estas “marcas”, eran la calidad de su vida
cristiana, la cual, evidenciaba claramente, a quien estaba atado, en servicio por amor.

El diablo, no podrá jamás tocarte, si eres un doulos. Como eres un siervo ligado de Dios, el
Señor te protegerá, Él no permitirá, que tengas otro amo, no permitirá que te dañe, Su
enemigo. Y cuando satanás, vea tu marca, de siervo inútil, deberá huir, porque sabe que tú, le
perteneces, al Rey de reyes y Señor de señores.

Jesús nos está invitando hoy, a considerar nuestra postura, en Su Iglesia ¿Qué tanto crees que
vales, como responsable, de ese grupo o esa filial? La Iglesia que desarrollamos, no es nuestra;
descubramos nuestra calidad.

“Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos
inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.” (Lucas 17:10) (RVR 1960)

Ya sea, que tengamos trabajando, uno o treinta años, o una congregación de cien o de miles,
de congregantes, siervos somos, y además inútiles. Aun cuando ya hubiéramos hecho todo, lo
que nos ha sido ordenado, en la Palabra, seremos siempre siervos inútiles, no por cuanto el
servicio, sino porque, lo que debemos hacer, hicimos (Espero).

Seremos siervos, que conocemos nuestros derechos, pero sin perder de vista, que tenemos
obligaciones. Porque ¿De qué podemos presumir? ¿De predicar? La Palabra no es nuestra, es
de Jesús. ¿De imponer las manos y alguien sane? El Nombre que lo hace posible, es Jesús, y no
de quien, impone las manos. ¿De ayudar al necesitado? Es un mandato. ¿Presumir de ser
usado en profecía? En todo caso el mensaje es de Dios, y no del profeta; los dones no son
nuestros, son de quien, los recibe.

¿De tener el don de milagros? Ese es un don muy especial, del que tiene toda potestad, en el
cielo y en la tierra. Nosotros solo nos asombramos. Además los dones, no son de quien los
ministra, sino de quien los recibe. ¿De echar fuera demonios? El que lo hace posible, es el
Señor, nosotros no tenemos capacidad, para hacer algo, ni por una cucaracha. ¿De hablar en
lenguas? Con dificultad, nos expresamos en la oración. Es el Espíritu Santo, quien intercede por
nosotros, con gemidos indecibles. ¿De tener la congregación, más numerosa? La iglesia es de
Jesús, y Él es el único, que agrega a la Iglesia, a los que han de ser salvos. ¿De tener un
ministerio muy ungido? La unción es del Espíritu Santo; nosotros hemos de menguar, para que
Él crezca.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 345


346

Ahora: ¿Por qué unas crecen y otros no? El Señor es quien lo decide, no nosotros. Aun cuando
el hombre, alcanzara la posición del líder, más alto, por sus dones espirituales, por su
predicación. Aun cuando estuviera ministrando, a millones en la Iglesia, su postura seguirá
siendo, de siervo inútil ¿Por qué? Porque el único Siervo útil, hace una declaración
fundamental:

“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho
fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.” (Juan 15:5) (RVR 1960)

El éxito ministerial, es de la vid, no de los pámpanos ¿Qué pasa cuando por alguna causa, nos
separamos de Él? Fracasamos rotundamente. A muchos no les parece, eso de siervos inútiles,
pero conviene, no perder de vista, esa condición.

Quizás como humanos, el considerar esto, algunos sientan desilusión y digan: "Bueno,
entonces para qué, ser pastor, o responsable de una Iglesia. Aun cuando llegara, a tener el
ministerio más ungido, si sigo siendo inútil ¿qué gano? Tan satisfactorio, es que al servir, le den
a uno un reconocimiento, que nos llamen; "reverendo" o “arzobispo”, o el “súper intendente”,
que nos den palmadas, en el hombro, gratitud por el esfuerzo que desarrollamos; hasta una
remuneración por el trabajo".

El pago y el reconocimiento, no se entregan aquí, en esta vida; es un privilegio poder


desarrollar, los talentos y habilidades, que hemos recibido de Arriba. Por eso, nos fueron
dados capacidades, ingenio, inteligencia, destrezas, dones, para exaltar al que un día, en la
vida eterna, nos dará, nuestro sobre de pago. Ah, pero entonces, si habrá premio. ¡Claro!

“Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra
en el gozo de tu señor.” (Mateo 25:23) (RVR 1960)

¿Qué le parece el pago? A muchos pastores, de otras iglesias, no les parece, porque tenemos
que esperar, hasta que el Señor vuelva; muchos quieren el pago aquí, solo que el evangelio
sugiera, que mejor sea allá y no aquí. Los que reciben aquí su recompensa, se les vuelve polvo
y ellos se vuelven polvo.

O dígame: ¿Dónde está la suntuosidad, de los palacios herodianos? ¿Dónde están los poderes,
de los tribunos romanos? ¿Dónde la fama, de los que se creyeron dioses? ¿Dónde está, el
tesoro de Salomón?

El hombre, aun siendo polvo, sombra, soplo, paja, en cuanto ejerce, su condición, de hijo de
Dios, trasciende y puede entrar, en el gozo de su Señor. Solo que hay que despojarse, de
cuanto orgullo o vanidad, nos aconseje el enemigo; despojase de la soberbia, del quien quiere
hacerse servir.

Es mejor desarrollar, esa vida hermosa, de humildad, a la que hay que disciplinarse,
reconociendo en el servicio, la utilidad del Señor y la inutilidad nuestra, porque cuando
hayamos hecho todo, lo que nos ha sido ordenado ¿Qué hemos de decir? digámoslo en coro:
Siervos inútiles somos, y lo que debemos de hacer, hicimos.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 346


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b) Corazón perfecto

Para ser un siervo de Dios, nuestro mover, debe ser el amor, y tener un corazón perfecto,
delante de Él. De esta forma, podremos estar ligados, a Jesucristo, como una rama, a la Vid
verdadera.

Muchas veces, hemos escuchado, que Dios, está buscando algo o alguien. Hemos escuchado
tantas predicaciones o mensajes, que dicen que Dios, busca a un joven valiente, una mujer
guerrera, un barón audaz, etc. Pero carecen de fundamento bíblico, y solo se usan estos
mensajes, para motivar emocionalmente, al creyente o subirles el ego. Pero si leemos,
realmente las Sagradas Escrituras, podemos encontrar, algo que realmente, está buscando
Dios:

“Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que
tienen corazón perfecto para con él...” (2 Crónicas 16:9) (RVR 1960)

Que gran noticia, Dios, no solamente está buscado, adoradores que le adoren, en espíritu y en
verdad (ver Juan 4:23). Él está buscando, a los que tengan, corazón perfecto, para con Él. Dios
está buscando a alguien, para mostrar Su poder, a favor, del que tenga este corazón. Esto es
realmente emocionante, que el Altísimo Creador de la Tierra y el Universo, busque a una
persona, en especial.

Pero que desilusión más grande, es verme a mí mismo, que no lo soy. Hágase usted la
pregunta ¿tendré yo, un corazón perfecto? Que difícil, cuando solo somos, seres humanos, con
imperfecciones, ¿cómo podremos calificar, de corazón perfecto, delante de Dios?, ¿cómo el
Eterno, puede ver en mí, un corazón perfecto?

Pero si Su Palabra dice, que busca a un hombre, de corazón perfecto, es porque lo hay, es
porque, es posible que exista, sino fuera así, lo hubiera dicho. ¿Pero ha existido algún hombre,
al cual Dios, le diga, que tiene un corazón perfecto, para con Él?

Dice la Biblia, que el corazón del rey Asa, fue perfecto, delante del Señor, todos los días de su
vida (ver 2 Crónicas 14:2). El rey Asa, tuvo un corazón perfecto, y sin embargo, no quitó los
lugares altos, y tomó el oro, de la casa del Señor, para dárselo a los sirios. Cuando él fue
reprochado, tomó preso al profeta y oprimió a otros.

“Sin embargo, los lugares altos no se quitaron. Con todo, el corazón de Asa fue perfecto para
con Jehová toda su vida.” (1 Reyes 15:14) (RVR 1960)

Que extraño, Asa era un rey, que hacia lo indebido y lo malo, delante de Dios, pero la Biblia
dice, que tenía un corazón perfecto, todos los días de su vida. Si este pasaje me produce
confusión, este otro texto, me trae aún más, cuando se habla, del rey Amasías:

“Hizo él lo recto ante los ojos de Jehová, aunque no de perfecto corazón.”


(2 Crónicas 25:2) (RVR 1960)

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 347


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Este otro rey, hizo cosas buenas, pero finalmente, fue reprobado por Dios. Hizo lo recto
delante de Dios, pero no se halló en él, un corazón perfecto. Pues tenemos la historia, de dos
reyes, uno hacia lo recto, delante del Señor, pero era de corazón imperfecto. Y el otro rey,
hacia lo incorrecto, lo malo delante de Dios, y la Biblia dice, que este hombre, tenía el corazón
perfecto, delante de Dios.

Pero más desconcertado quedo, cuando Dios, le reclama a Salomón su pecado, porque el
corazón de él, no era perfecto delante de Él, como lo fue, el de su padre David, todos los días
de su vida:

“Y anduvo en todos los pecados que su padre había cometido antes de él; y no fue su corazón
perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de David su padre.” (1 reyes 15:3) (RVR 1960)

David, un hombre que pasó semanas, asesinando hombres, mujeres y niños. Y fue tal la
sangre, que derramó, que Dios no lo dejó, levantar un templo para Él. Y para que hablar de su
relación, con Betzabé, y ¿en dónde dejamos a Urías? Pero sin embargo, Dios dice que el
corazón de David, fue perfecto, delante de Él, todos los días, de su vida.

¿Entonces que es perfecto? La real academia Española, dice que perfecto es: algo que no le
falta nada, ni le sobra nada. Es ausencia de error, es algo completo. Entonces si lo que busca
Dios, es perfecto, no los debe faltar nada, ni sobrar nada.

Recuerden que Jesucristo, es perfecto y cuando Él vuelva, se va a tomar, a sí mismo


(ver Juan 14:3), usted para ese entonces, deberá reflejarse en Jesucristo, para que Él también,
se vea en usted:

“Mis estimados hermanos, ahora somos hijos de Dios pero todavía no sabemos lo que seremos
en el futuro. Lo que sí sabemos, es que cuando Cristo regrese seremos como él, pues lo veremos
tal y como él es.” (1 Juan 3:2) (PDT)

“Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor,
somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.”
(2 Corintios 3:18) (RVR 1960)

Debemos comprender, que tener un corazón perfecto, es mandatorio en las Escrituras, Jesús
declaró:

“Por eso, sean ustedes perfectos así como su Padre que está en el cielo es perfecto.”
(Mateo 5:48) (PDT)

Santiago escribió;

“Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte
cosa alguna.” (Santiago 1:4) (RVR 1960)

Esto es muy hermoso, pero aún no puedo responder, el tema con respecto a David, Amasías y
Asa, ¿cuál es este misterio?, pero para saberlo, debemos profundizar aún más, para saber a
qué llama Dios, tener un corazón perfecto.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 348


349

La palabra perfecto, en “2 Crónicas 16:9”, es shâlem, que significa “completo, todo”. La frase
corazón perfecto, se encuentra 16 veces, en el Antiguo Testamento. Y es usada
principalmente, para describir; Razón, Sentimiento, Voluntad. Entonces nuestra primera pista,
es que Dios, busca personas, que en su razón, sean perfectas, que en su sentimiento, sean
perfectas, y que en su Voluntad, sean perfectas. Para representar esto, vamos a tomar como
ejemplo, el momento exacto, en que Abraham, debe sacrificar, a su único hijo:

“Luego Dios dijo: —Toma a Isaac, tu amado hijo único, ve a la tierra de Moria y ofrécelo como
un sacrificio que debe quemarse completamente, en la montaña que yo te indicaré.”
(Génesis 22:2) (PDT)

Ese pedido, golpea directamente, la Voluntad de Abraham. El Señor no lo preparó, fue duro,
fue directo. No le envió ángeles, para prepararlo, no le dio explicaciones, ni consolación. Dios
le estaba pidiendo a Abraham, lo que más amaba, su único hijo; quizás ya tenía arreglado, el
futuro de Isaac, tenía muchos planes con él. Pero Dios, le está quebrando su voluntad, le
estaba pidiendo los juguetes, que habían en su corazón.

Los juguetes, que hay en el corazón, puede ser desde una persona o una conducta, o desde un
sentimiento, a un hábito o una costumbre, y si Dios quiere quebrantarte, tu voluntad, para
hacerte perfecto, ten por seguro, que va a quitarte, esos juguetes, de tu corazón.

Cuando el joven rico, se presentó ante Jesús, todos vieron a una persona, que era dedicado a
la ley y la practicaba, era un religioso intachable, y más encima con dinero (una persona
perfecta, para el falso evangelio, de la prosperidad). Pero Jesús, que conoce el corazón del
hombre, le pidió los juguetes, de su corazón, Él estaba pidiendo, que dejara, lo que él más
amaba, y se lo diera a los pobres. Pero lamentablemente, el joven, no quiso renunciar, a sus
juguetes y se perdió.

Ahora ese pedido, también golpea, los Sentimientos de Abraham. Imaginen como tuvo que
haberse sentido Abraham; debía clavarle el cuchillo, a su propio hijo, debía quitarle la vida, a
su único heredero, el hijo que Dios, les dio tardíamente, y que fue anunciado, por un ángel del
Señor.

Dios, muchas veces, ira sobre aquello, que más amas, cuando eso que más amas, impide el
propósito de Dios, para tu vida. Los sentimientos de Abraham, fueron perfectos, porque no
tuvo miedo, de entregar sus juguetes. Pregúntese usted mismo, ¿usted sacrificaría a su hijo, a
quien tanto ama?

Si su respuesta es sí, nosotros debemos decir: “Señor quítame los juguetes, aunque sangre por
dentro, si esos juguetes, me impiden hacer tu voluntad, quítame esos juguetes”. Que difícil
verdad, pero debemos ser probados, por el crisol, debemos ser formados cada día, y duele
mucho, porque Dios, nunca busca los caminos cortos, para nosotros. A Dios le gustan los
caminos largos. Si tan solo, asomara un dedo, por entremedio de las nubes, todo el mundo
creería en Él, inmediatamente; no tendríamos que hacer evangelismo, ni misiones, ni nada,
todos se rendirían, a sus pies. Pero los milagros, no producen una relación de amor, Dios
anhela ser amado, no impresionar con sus milagros, sino una relación de amor.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 349


350

Y por lo mismo, Dios nunca dará explicaciones, de sus actos, a nadie, Él es Dios. Muchas veces,
me he preguntado tantas cosas, y cosas, que muchas veces son injustas, pero Dios, nunca me
ha dado una explicación, y tampoco me la dará. Él sabe, lo que para nosotros es bueno, Él es
nuestro Padre, Él puede ver más allá, de lo que nosotros podemos ver. Y tampoco hace
excepciones, no hay hijo predilecto, todos somos tratados, de la misma forma.

Si hubo un hombre en la Biblia, que mereció ser contestado, y tuvieron que darle
explicaciones, ese fue, Juan el bautista. Un hombre, que vivió toda su vida, apartado para el
Señor; en medio del desierto, sin comodidades ni lujos, que se alimentaba de langostas y miel
silvestre, y que vestía solamente, con pelos de camello. Se quemó al sol, por anunciar al
Mesías, y cuando cayó preso, Jesús no lo visitó.

Y luego Juan, envió a algunos, de sus discípulos, a preguntar a Jesús, si era Él, aquel que había
de venir, o se debería esperar a otro. Y no le preguntó solamente, porque dudara de Él, sino
que lo dijo también, porque estaba enojado. Jesús era su primo, y más encima, después
enseña, que debemos visitar a los presos (ver mateo 25:36). Juan estaba molesto, se sentía
abandonado por Dios. (Así como muchas veces, nos sentimos nosotros) ¿Y cuál fue la
respuesta de Jesús?:

“Los ciegos ven, los cojos caminan, los leprosos son sanados, los sordos oyen, los muertos
resucitan y a los pobres se les anuncia la buena noticia.” (Mateo 11:5) (PDT)

Esa fue su repuesta, no le quiso contestar a Juan, no le quiso dar explicaciones. Pero fíjense,
en lo que dijo, después:

“Afortunado el que no dude de mí” (Mateo 11:6) (PDT)

Que sabias palabras, porque bienaventurado, es quien sigue a Jesucristo, sin dudar de Él. Los
discípulos de Juan, luego se van, sin ninguna respuesta concreta. Y Jesús comenzó a hablar,
acerca de Juan, a la multitud:

“… ¿Qué salieron a ver al desierto? ¿Hierba azotada por el viento? Si no, ¿qué salieron a ver?
¿A un hombre vestido con ropa fina? ¡Escuchen! Los que se visten con ropa fina viven en
palacios. ¿Entonces qué es lo que salieron a ver? ¿A un profeta? Sí, les digo que Juan es más
que un profeta. Las Escrituras dicen de él: “Oye, te envío mi mensajero delante de ti, quien
preparará el camino para tu venida”. »Les digo la verdad: de todos los hombres que han vivido,
ninguno ha sido más importante que Juan el Bautista…” (Mateo 11:7-11) (PDT)

No creen, que si Juan, hubiera escuchado esa respuesta, ¿hubiera tenido más fuerza, para
afrontar su muerte? Dios no da explicaciones, y entre más preguntas, nos hacemos, más
preguntas salen:

“!!Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! !!Cuán grande es la suma de ellos! Si los
enumero, se multiplican más que la arena; Despierto, y aún estoy contigo.”
(Salmos 139:17-18) (RVR 1960)

Este Salmo, lo podríamos entender, de la siguiente manera:

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 350


351

“Dios no te entiendo, trato de entenderte, y cuando me hago preguntas, en vez de respuestas,


tengo más preguntas, pero sabes que, aunque no te entiendo, me ocurre algo, que cuando yo
despierto, tú estás conmigo, y si tu estas, todos los días conmigo, no necesito entender, con
que tu estés, todos los días conmigo, eso ya basta.”

Por último, Dios golpea, la Razón de Abraham; Abraham no necesitaba entender, su razón
estaba rendida, ante Dios, no necesitaba razonar, porque debía sacrificar, a su hijo, él sabía
perfectamente, que solo debía obedecer.

Dios va a tomar decisiones, que usted jamás, va a entender, le van a tomar, por sorpresa. No
sabrá de donde vino, ni porque surgió. No gaste su tiempo, haciéndole preguntas a Dios, se va
a cansar. Mejor es creerle, a Dios.

José el soñador, también pasó, por este proceso, pero su final fue feliz. Lo mismo con Job, y
tantos otros hombres, de Dios. No hay excepción para nadie, todos debemos ser
quebrantados, todos debemos tomar, nuestra cruz y seguir a Jesucristo, pero nuestro final,
será glorioso.

Un corazón perfecto, es un corazón, totalmente entregado a Dios, dispuesto a obedecer, no


importando el precio, y dispuesto a arrepentirse, cada vez que se equivoque. Un corazón
perfecto, es un corazón de Reino. Un corazón perfecto, no significa, un corazón sin faltas o
fallas.

Tanto David, como el rey Asa, tuvieron faltas, en su vida personal, y en su liderazgo. Pero
ambos fueron consistentes, en remover los ídolos, de sus propios corazones. Salomón falló en
esta área, y terminó adorando, los dioses de sus esposas, y esto hizo prostituir a Israel, quienes
cayeron en la adoración, de los dioses, de las otras naciones.

Amasías inició su reinado, haciendo lo recto, ante los ojos de Dios, y continuó respetando y
haciendo su voluntad, aunque no de perfecto corazón. Quedó en la historia, como el hombre
que "hizo lo recto, ante los ojos del Señor, aunque no de perfecto corazón". Es posible hacer
cosas buenas, pero finalmente, ser reprobado por Dios.

Se pueden hacer las cosas buenas, pero no con un corazón perfecto. Cuantas veces decimos,
hacer cosas, diciendo que Dios me mostró, o Dios me habló, pero muchas veces no es así, si no
que muchas veces, nos apoyamos, en nuestra propia opinión (ver Proverbios 3:7).

La entrega a medias, del corazón de Amasías, a Dios, produjo una estrepitosa, caída al pecado,
y la rebelión contra el Señor. Comenzó haciendo, la voluntad de Dios, pero pronto se tornó, a
hacer su propia voluntad, y terminó por desechar a Dios, muriendo traicionado, por sus
siervos.

Como la perfección, de corazón, implica una entrega completa, de nuestro ser a Dios; si esta
no se realiza, volveremos, con mucha prisa al pecado (ver 2 Pedro 2:20-22). Del corazón, es
que salen las imperfecciones, en el corazón, es donde se maquina lo malo (ver Salmo 58:2).
Cuando entendamos, que necesitamos, un corazón perfecto, para agradar a Dios, entonces la
actual condición, de tibieza en que vivimos, será transformada, en pro de la obra del Señor, y
de nuestra salvación.

“Venciendo a Satanás” por Pablo Salinas Página 351


352

“Él dio esos dones para preparar a su pueblo santo para el trabajo de servir y fortalecer al
cuerpo de Cristo. Este trabajo debe continuar hasta que estemos todos unidos en lo que
creemos y conocemos acerca del Hijo de Dios. Nuestra meta es convertirnos en gente madura,
vernos tal como Cristo y tener toda su perfección.” (Efesios 4:12-13) (PDT)

10. La victoria sobre satanás

La palabra “nikao”, aparece veintiocho veces, en el Nuevo Testamento griego, y casi siempre,
esta palabra se traduce, por la palabra “vencer”. Este es el lenguaje, del ganador. Esta es la
victoria del creyente, sobre satanás. Dios nos ha prometido esta victoria, y nosotros la hemos
recibido.

A través de este libro, inspirado en la Palabra de Dios, la Biblia. Hemos aprendido, como ir
“Venciendo a satanás”, cada día de nuestras vidas. Y digo nuestras, porque también, yo estoy
en este proceso, en esta guerra constante, que debemos terminar en victoria. Jesucristo es
nuestro único guía, nuestro único blanco perfecto.

Hemos visto, con esta pequeña ayuda, como podemos tomar, la promesa de Dios, de vencer al
diablo. Hemos visto, que estamos en una guerra espiritual, y que para esta guerra, debemos
planificar nuestra lucha; necesitamos conocernos a nosotros mismos, conocer nuestras
debilidades y nuestras fortalezas. Debemos saber, quien está con nosotros, y las armas, con las
cuales contamos. También hemos visto, las fuerzas y las debilidades de satanás. Y que no
podemos subestimar, o sobreestimar, estos cuatro puntos.

Conocimos sus armas, como la duda. Como la duda, sembrando la mentira, crea desobediencia
a Dios, y nos aparta de Él. Y como a través de la confianza, en Dios, y creyendo en el Señor,
podemos vencer esta duda. Y creyendo a Dios, tendremos la recompensa, que es descansar en
Cristo. En este punto satanás, está derrotado, porque nuestra confianza está en Dios, y no en
nuestra propia inteligencia.

También vimos, el arma de la decepción. Como lo utiliza, para que nosotros, nos
decepcionemos de Dios, y nos apartemos, olvidándonos de Él. Pero también vimos, como
derrotar esa decepción; clamando al Señor, pidiendo fortaleza, y obedeciendo.

Vimos la incredulidad. Lo que antes creíamos, ya no lo puedes creer, simplemente porque no


lo puedes ver. Y como esta arma, hacer negar nuestra fe, y apostatar. Vimos, que para vencer
la incredulidad, debemos tener más fe, pedírsela a Dios, y leer más la Palabra del Señor,
porque de esta forma, nuestra fe crecerá, y la incredulidad cada vez, disminuirá más.

Estudiamos el desaliento. Como la pérdida del ánimo, o de la energía, nos limitan, para
continuar buscando a Dios. Si quieres vencer, solo debes arrodillarte y pedirle perdón a Dios,
por tu desaliento. Clama a Dios, y Él hará el resto.

Estuvimos viendo el arma de la desesperación. Como esta, ciega el entendimiento, y nos lleva
a la perdición completa. Y que la cura, para la desesperación, es la paciencia.

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Nos detuvimos a ver, la distracción. Como el diablo, utiliza cosas para distraernos, y alejarnos
de Dios. Y como podemos remediar esto, estando atentos, en servir al Señor.

Vimos también, el doble ánimo. Tú no puedes tener dos almas, no puedes tener dos mentes,
no puedes ser, “a medias tintas”, porque no eres, ni chicha ni limonada, satanás te va a
aprisionar, porque no eres recto, delante de Dios. Para que esto no ocurra, usted debe
alimentarse todos los días, de la Palabra del Señor. Ahí encontrará fortaleza, y su ánimo será
firme. Sus hojas no van a caer, porque será como un árbol, que tiene constante alimento.

La deshonestidad, fue otra arma que vimos, de satanás. Y eso se vence, solo siendo honestos.

Además vimos el engaño. Dando a la mentira, apariencia de verdad. Como nuestro propio
corazón, nos puede engañar. Y para que no nos engañemos, a nosotros mismos, debemos
examinarnos con oración. Debemos pedir a Dios, que nos examine, nuestro corazón, nuestros
pensamientos, nuestras emociones. Para vencer a satanás, en el área del engaño, debemos
tomar la siguiente actitud; Persistir en la verdad, de las Escrituras. Desechar la mentira y el
engaño. Seguir el ejemplo de Cristo. Confiar en todo tiempo, en la bondad del Señor.

También miramos el arma, de la torpeza. Como el diablo, coloca dentro de las iglesias,
pastores y hermanos, que son indoctos, ignorantes de la Palabra de Dios, que solo traen
música y entretención, para formar una iglesia. Que no tienen idea, de la enseñanza bíblica. Y
que solo engendran, una iglesia analfabeta, ignorante, liviana y carnal. Para vencer la torpeza,
debemos dejarnos enseñar por Dios, y eso lo conseguiremos, teniendo comunión con Él, en Su
intimidad con Jesucristo, por medio de la oración y la lectura, de la Palabra de Dios.

Otra arma del diablo, es la demora. Muchos hombres, tienen la intención de salvarse, a las
ocho de la noche, pero murieron, a las seis de la tardes, y no alcanzaron a salvarse. Si quieres
ser salvo hoy, aún hay tiempo. Si reconoces que eres un pecador, que estás perdido, que estás
destinado al infierno. Arrepiéntete de todos los pecados, que has cometido, confiésalo a Dios,
reconócete que has vivido, de una mala forma, y Dios te perdonará. Entrega tu vida a
Jesucristo, cambia tu forma de vivir. Reconoce que Jesús, murió en la cruz, por tus pecados, y
recíbelo como tu Salvador, tu Dios, y tu Señor. Ahora vive una vida, como Dios quiere que tú
vivas.

La discordia, también fue vista. Esta arma produce división, dentro del cuerpo místico, de
Cristo. Para vencer en esta área. Las ovejas del Señor, debemos ser obedientes y sumisas;
debemos cumplir, con lo que se nos manda. debemos reconocer autoridad, ya sea en el
hogar, en el trabajo, en el colegio, en el gobierno, o en la Iglesia. Debemos acatar las
órdenes de nuestros superiores. En lugar de estar sembrando discordia, debemos
escuchar y obedecer, no escuchar y murmurar. Debemos estar siempre dispuestos, a hacer lo
bueno. No hablar mal de nadie. Debemos ser respetuosos, humildes, y siempre buscando la
paz.

Vimos el arma, de la contaminación. Satanás siempre, va a querer, hacer contaminación, en


nuestras vidas, pues nosotros, somos hoy en día, el templo de Dios. Cuando nos
contaminamos, estamos vistiéndonos de mugre, de falsedad, de engaño. Etc., y estamos
tomando, el nombre de Dios, en vano.

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La Sangre preciosa de Cristo, nos puede purificar, de esta contaminación. Si le confesamos


nuestros pecados, nuestras inmundicias, Dios nos perdonará y nos limpiará.

La última arma, de satanás, que vimos, fue la desobediencia. Desobedecer, es un pecado en


contra de Dios, y esto lo utiliza el diablo, para que nos sintamos autosuficientes, y contradecir
a nuestro creador, de lo que nos dice. Su antídoto, es la obediencia.

Terminando con las armas de satanás, pasamos a ver su ejército. Vimos cómo fue creado
Lucifer, como se rebeló contra Dios, y comenzó esta guerra, de la cual será vencido.

También vimos su reino; las localizaciones de este reino, su trono, sus sinagogas, sus ángeles.
Vimos cómo estos ángeles, se disfrazan de OVNI. Vimos que satanás, tiene adoradores, y como
estos seguidores satánicos, cautivan a los jóvenes, hacia el satanismo, y para que se alejen,
del cristianismo. Por medio de estrategias, que se fundamenta, en tres pilares; La literatura, la
imagen y la música.

Además, vimos que satanás, tiene ministros. Nos preguntamos, si podemos juzgar. Si era
bíblico dar nombres. De este modo, vimos algunos ministros del diablo, de la actualidad.

Después de ver, el ejército del diablo, vimos su plan de ataque. Analizamos como imita a Dios,
como él tiene una falsa trinidad. Como hace milagros; sus milagreros y sus milagros religiosos.
Como se ofrece sacrificios, así mismo. Hablamos sobre el aborto. Vimos como siembra cizaña,
en medio del trigo de Dios. Como instiga la falsa doctrina, vimos como ejemplo, el
“dominionismo”, y la mega secta G12. Nos dimos cuenta, como el maligno, ciega a los
hombres, a la verdad. Como roba la palabra, del corazón humano. Como estorba y resiste, la
obra y las oraciones, de los siervos de Dios. Como ejemplo, vimos como hoy, los cristianos nos
atacamos ciegamente, unos a otros.

También vimos, como satanás, acusa a los cristianos, delante de Dios. Y Como Cristo, es
nuestro abogado, que nos defiende. Vimos como tiende lazos, a los hombres, y como utiliza el
orgullo, para hacerlo. Vimos como tienta, y también aflige. Como ejemplo de la aflicción,
estudiamos, la deuda económica, y que correspondía, en este tiempo de Gracia; ofrenda o
diezmo.

El engaño del diablo, también fue tema. Y como ejemplo, vimos el engaño, de María la
católica. Vimos como satanás, socaba la santidad, de nuestros hogares. Y como ejemplo, vimos
la pornografía y las drogas. Además, vimos como el maligno, pervierte la Palabra de Dios, y
analizamos, varias traducciones, de biblias falsas, que están corrompidas.

Terminando el primer capítulo, vimos la debilidad del cristiano, que cuando somos más
débiles, el poder de Dios, se hace más fuerte, en nosotros.

En el segundo capítulo, vimos las debilidades de satanás, y la fuerza del cristiano. Vimos que el
diablo no es, omnipresente, omnipotente, y omnisciente. Y que no puede tentar al creyente,
sin el permiso de Dios. Vimos que no soporta ser resistido, y como ejemplo, vimos la teología
del contentamiento.

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Vimos, que tampoco puede resistir, la Sangre de Cristo, ni soporta el testimonio positivo, de la
Iglesia. Como ejemplo, les compartí, parte de mi testimonio personal. Y tampoco puede
resistir, la restauración de los cristianos.

Por ultimo vimos, la fuerza del cristiano. Aprendimos, que nuestra única y principal fuerza, es
Jesucristo. Que lejos de Él, no somos nada, pero que junto a Él, la victoria sobre satanás, esta
asegurada.

También vimos, que somos siervos de Dios, y siervos inútiles, que lo que debemos hacer,
hacemos. Y que el corazón del siervo, debe ser perfecto, delante de Dios, para que Él muestre
Su poder, a favor nuestro.

Sinceramente, espero que este libro, esta pequeña ayuda, le haya servido, le haya fortalecido y
edificado. Que le haya servido, para ir “Venciendo a satanás”, cada día, hasta que Cristo
vuelva. Estamos en tiempos muy peligrosos, y se pondrá peor, estamos viviendo tiempos, que
ya se han cumplido, en las Sagradas Escrituras.

Muy pronto, la humanidad, conectará sus cerebros al internet, para tener “un pensamiento de
enjambre”, una única mente, que será controlada, por el dueño, de la marca de la bestia.

Todo está siendo preparado, para que se cumpla, la Palabra de Dios. Y cuando suceda eso,
usted ya estará, junto a Jesucristo, en las nubes, porque para usted, el diablo, también fue
vencido, con su propia vida, con su testimonio, porque él nunca, pudo hallar, lugar en usted.

En el Cielo, todo esto quedará en el pasado, esta guerra, la cual ganamos, junto con Jesucristo,
nos hace más que vencedores, en Cristo.

En el Cielo, tendremos nuestra recompensa, por todo lo que tuvimos que luchar, contra
nuestro enemigo, todo será mejor. Ahora, en nuestro presente, solo le pido a Dios, que nos
ayude, para ir cada día, “Venciendo a satanás”.

“Hijitos, ustedes son de Dios y por esto ya han derrotado a los enemigos de Cristo
porque el que está en ustedes es más grande que el que está en el mundo.”
(1 Juan 4:4) (PDT)

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Dedicación

Dedicado a mí esposa, Julia Araya, madre de mis dos hijos; Jocabed y Natanael. Quien
me guió, en mis primeros pasos, como cristiano. Quien me enseñó lo esencial, del
evangelio de Jesucristo. Y quien es, mi ayuda idónea, que en todo este tiempo, de
pruebas y dificultades, ha estado siempre a mi lado.

Y dedicado también, a mi pastor; Enrique Araya, y a su esposa, Rosa Araya. Quienes


además de ser, mis amados suegro y suegra, son quienes me han ayudado, desde que
me convertí, en seguidor de Cristo. Tanto en lo espiritual, como en lo material. Que
siempre han tenido, una Palabra de Dios, para mi vida.

Dedico este libro, a estas tres personas, que son muy especiales para mí, que fueron
los primeros, en creer en mi convertimiento. Los primeros en guiarme y enseñarme, el
Santo Evangelio de Jesucristo. Y sin su ayuda, jamás hubiera llegado, hasta donde estoy
hoy. Si Dios, nunca los hubiera usado, jamás hubiera escrito este libro.

Gracias Señor Jesucristo.

Si usted ha sido bendecido, con este libro gratuito, y desea realizar, una Donación u
Ofrenda Voluntaria, puede realizar un depósito, o transferencia a:

A nombre de: Jean Pablo Salinas Gómez


Rut: 13.351.473-2
Banco: del Estado de Chile
Cuenta Rut: 13351473
Email: jean.salinas.gomez@gmail.com

Si desea ayudar desde el extranjero, puede enviar su aporte monetario, por;


Western Unión, o AFEX, o Moneygram:

A nombre de: Jean Pablo Salinas Gómez


Rut: 13.351.473-2
Ciudad: Caldera
Provincia: Copiapó
Región: Atacama
País: Chile
Teléfono Móvil: +56954202922

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