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¿Qué es un Ciclo Combinado?

Podríamos definir una Central de Ciclo Combinado como un Sistema


Energético.
• Altamente eficiente.
• De bajos costes de inversión, en comparación con los restantes Sistemas
Energéticos de Generación de Electricidad.
• De un corto plazo de ejecución.
• Con una gran flexibilidad de operación.
• Con un bajo impacto ambiental.
• Que puede instalarse próximo a los Centros de consumo.
• Con el consiguiente ahorro en pérdidas por transporte.
• Sin que sea necesario instalar nuevas líneas de Alta Tensión.
• Y usando un combustible, de fácil transporte y manejo, como es el Gas
Natural.
El Ciclo Combinado permite una amplia variedad de configuraciones para
adaptarse a las necesidades de cada mercado: subidas y bajadas rápidas de
carga, cortos tiempos de arranque partiendo de máquina parada,…etc. He aquí
algunas de las configuraciones más usuales que están operando.

¿Cómo es una instalación de ciclo combinado?

En la Figura se muestra un esquema simplificado de un circuito típico de un ciclo


combinado para generación de energía eléctrica. El aire aspirado desde el
ambiente ingresa al turbogrupo del ciclo de gas, es comprimido por un compresor,
a continuación se mezcla con el combustible en la cámara de combustión para su
quemado. En esta cámara el combustible ingresa atomizado. Los gases de
combustión calientes se expanden luego, en la turbina de gas proporcionando el
trabajo para la operación del compresor y del generador eléctrico asociado al ciclo
de gas. Los gases de escape calientes salientes de la turbina de gas ingresan a la
caldera de recuperación. En ésta se produce el intercambio de calor entre los
gases calientes de escape y el agua a alta presión del ciclo de vapor; es decir, el
aprovechamiento del calor de los gases de escape llevando su temperatura al
valor más bajo posible.

Los gases enfriados son descargados a la atmósfera a través de una chimenea.


En relación con el ciclo de vapor, el agua proveniente del condensador ingresa a
un tanque de alimentación desde donde se envía a distintos bancos de
alimentación de intercambiadores de calor de la caldera de recuperación, según
se trate de ciclos combinados de una o más presiones. En la caldera de
recuperación el agua pasa por tres sectores:
• El economizador.
• El sector de evaporación.
• El sector de recalentamiento.

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En el primer sector el agua se calienta hasta la temperatura de vaporización y en
el último se sobrecalienta hasta temperaturas máximas del orden de los 540°C
aprovechando las altas temperaturas a las que ingresan los gases de escape de la
turbina de gas a la caldera de recuperación.

Turbina a Gas
Caldera Recuperación de calor
Turbina de Vapor
Generador
Transformador
Aerocondensador

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Esquemas de una central de ciclo combinado

El paquete o arreglo general de una planta de ciclo combinado se puede


esquematizar de acuerdo con diversas posibilidades. El número de unidades
turbogas por unidad de vapor varía desde uno a uno hasta cuatro a uno.

En cuanto al criterio de diseño de la fase de vapor existen tres variantes:

a. Sin quemado adicional de combustible.


b. Con quemado adicional de combustible para control de la temperatura.
c. Con quemado adicional de combustible para aumentar la temperatura y
presión del vapor.

Una ventaja de este tipo de plantas es la posibilidad de construirlas en dos etapas.


La primera, turbogas, puede ser terminada en un plazo breve e inmediatamente
iniciar su operación; posteriormente, se puede terminar la construcción de la
unidad de vapor, y completarse así el ciclo combinado.

Ventajas del ciclo combinado

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El ciclo combinado es un conjunto de máquinas para generar electricidad a bajo
costo porque aprovecha el calor previamente generado por un combustible,
permitiendo obtener un 50% adicional de potencia de generación eléctrica, a un
rendimiento de conversión de 60%.
En ese sentido, se puede afirmar que las centrales de ciclos combinados resultan
más eficientes y de mayor rendimiento en el uso de los recursos (combustibles)
que otras centrales, aunque el nivel de inversión de una turbina a vapor es
bastante más alto que una turbina a gas.

Para el Perú, una vez iniciada la distribución del gas de Camisea, los ciclos
combinados son una alternativa de generación eléctrica que mejora la reserva
energética del país. Expliquemos esto en detalle: cuando se reducen los niveles
óptimos de reservas de agua, conocido como época de estiaje (sequía), las
centrales hidráulicas generan menos cantidad de energía eléctrica y, para
abastecer al mercado, las centrales térmicas entran a operar y despachar la
energía faltante. Este esquema de entrada de las centrales de térmicas de reserva
se dará empezando por la más barata (con uso de carbón), hasta la más cara
(diesel), de modo que se logre cubrir la demanda. El ciclo combinado se ubica
entre las centrales de generación térmica de más bajo costo.

Para el caso de la Empresa de Generación Termoeléctrica Ventanilla S.A.


(Etevensa), que cuenta con una planta de generación con turbina a gas, la
generación utilizando Diesel le reportaba 320 MW a un costo unitario de US$ 100
por Mwh. Luego del proceso de conversión de sus unidades de producción en el
que pasa de usar diesel a gas natural, cuya inversión fue de aproximadamente
US$ 15 millones, se ha estimado que el costo de cada Mwh podría situarse en un
promedio de US$ 24, reduciéndose en alrededor de 78% su costo de generación.
Sin embargo, y como se mencionó al inicio, esta empresa tiene planificado lo que
se denomina “cerrar el ciclo”, es decir instalar una planta de generación con
turbina a vapor, logrando de esa manera trabajar con una central de ciclo
combinado.

Finalmente, cabe indicar que los usuarios se ven beneficiados de estos procesos
de modernización que abaratan los costos de generación eléctrica y permiten
ampliar la oferta del servicio eléctrico.

¿Por qué el boom de los Ciclos Combinados?

Si a las características generales de los Ciclos Combinados añadimos la


liberalización de los mercados eléctricos facilitando la entrada de nuevos
generadores y el hecho, al menos de partida, de un combustible barato,
tendremos la explicación del entusiasmo por este tipo de instalaciones.

Este elevado rendimiento es uno de los factores que explican el interés de las
compañías por la construcción de dichas plantas, pero hay otros. El primero de
ellos es el relativamente reducido coste de instalación que se sitúa entre 60-80

4
millones de pta/MW, muy inferior al de las centrales nucleares que puede ser 8-10
veces mayor y al de las instalaciones eólicas que están entre 120-150
millones/MW.

En estrecha relación con lo anterior están los cortos períodos de duración de las
obras, aproximadamente tres años. Un segundo factor es el precio de la materia
prima, que, aunque fluctuante como la última crisis del petróleo ha demostrado, es
barato: del orden de 2 pta/termia (3). A ello hay que unir la alta disponibilidad de
estas centrales que pueden funcionar sin problemas durante 6.500-7500 horas
equivalentes al año (4). Todo ello se traduce en unos precios de producción del
kWh mucho menores que los de las demás centrales termoeléctricas del sistema
peninsular. En un marco de "oferta competitiva", donde la electricidad se adquiere
a quien la produce más barata pero se retribuye en función de la oferta más cara
de las necesarias para cubrir la demanda, esto se traduce en unos elevados
márgenes de beneficio que permiten amortizar la planta en tiempos muy cortos y
entrar rápidamente en período de beneficios. Además el grueso de los costes son
variables por lo que, de no ser necesario el funcionamiento de la planta, no se
incurre en ellos.

La explicación de porque no se había acometido antes la construcción de estas


plantas está en el hecho de que se trata de una tecnología relativamente reciente
y en que en nuestro país la infraestructura gasista estaba en mantillas. La
construcción de los gasoductos de unión con europa (por los Pirineos), y la
conexión a través del estrecho con Argelia, así como el crecimiento acelerado de
la red de gasoductos peninsulares, han convertido al gas en la materia energética
con mayor crecimiento en los últimos años. Si en 1985 se consumieron 23
millardos de termias-109 termias- en nuestro país, en 1999 se superaron los 150
millardos. El número de municipios abastecidos con gas pasó de 103 en 1980 a
876 en 1999.

LOS IMPACTOS AMBIENTALES

Estas centrales suelen presentarse como tecnologías limpias debido a la


reducción de las emisiones de contaminantes que en ellas se consiguen. Se alude
en primer término al vertido casi nulo de Dióxido de Azufre (SO2) debido a que
este elemento (S) es prácticamente inexistente en el gas natural. Y se insiste
mucho en las reducciones que comportaba en las emisiones de Dióxido de
Carbono (CO2) por kWh producido (5), con el consiguiente alivio del efecto
invernadero. Se omite señalar que España ya superó, en el año 1999, los límites
fijados para el ¡2010! por el compromiso firmado en Kioto de emisión de gases de
invernadero, y que la producción de electricidad ha sido -y muy probablemente
seguirá siendo- uno de los responsables de este crecimiento.
Este crecimiento desbocado se ha debido en buena medida a la fuerte reducción
de los precios de la electricidad. Desde 1996 dichos precios han bajado en
términos reales más del 23% en los clientes sometidos a tarifa (pequeños
consumidores) y más del 28% para los que negocian directamente el precio del

5
kWh. Debido a dicho abaratamiento y a la existencia de una etapa de fuerte
crecimiento económico la demanda de electricidad ha crecido a tasas de más del
6% en este período. Algo desconocido desde los 70. Un objetivo político de primer
orden del gobierno ha sido trasladar a los precios finales de la energía la profunda
reducción que se había operado en los costes. Con ello reducía de forma
significativa la inflación y ganaba votos. El "único" problema ha sido el aumento
desbocado de los impactos ambientales. Y por supuesto de las emisiones de CO2.
Por ello, aunque se produjera un proceso de sustitución acelerada de centrales de
carbón por grupos de gas en ciclo combinado, el crecimiento de la demanda-
pasada y previsiblemente futura- superaría al efecto combinado de mejora de la
eficiencia y sustitución de combustibles. Las emisiones no se contienen.
No deben ignorarse tampoco, por su contribución al cambio climático, las fugas
accidentales de metano (CH4, componente casi exclusivo del gas natural) cuyo
potencial de calentamiento a 20 años es 56 veces mayor que el de una cantidad
igual de CO2. Según el IPCC (Panel Intergubernamental de expertos en Cambio
Climático) la tasa de aumento anual de este gas es del 0,6% y es responsable,
aproximadamente, del 16% del calentamiento terrestre actual. Comentar que se
compadece mal las previsiones de reducir las emisiones de CH4 en casi un 24%
en el 2010 con respecto a 1990, como preveía el Consejo Nacional del Clima, con
la idea de aumentar mucho la red de gasoductos en nuestro país.

Un balance similar ofrecen las emisiones de óxidos de Nitrógeno (NOx).Estas


sustancias son componentes de las llamadas lluvias ácidas y se producen por
reacción directa del Nitrógeno y el Oxígeno del aire al elevarse la temperatura.
Una central de aproximadamente 1000 MW. Que funcione unas 6.600 horas
equivalentes al año emitiría del orden de 2.100 Tm. Estas sustancias son también
precursores de la formación de Ozono troposférico, un peligroso contaminante que
está alcanzando valores alarmantes en la atmósfera de ciertas zonas del territorio
peninsular (Madrid, Huelva, Tarragona, Puertollano...). En bastantes de estos
sitios se están superando los límites establecidos cuando las condiciones
meteorológicas facilitan su formación (elevada insolación y temperatura). No es
nada aventurado suponer que el caudal de emisión que representa la planta
agravará de forma significativa el fenómeno hasta convertirlo en un problema
grave de difícil o imposible control. Se provocarán con ello daños significativos
sobre la salud de quienes allí habitan.
Un problema que deben enfrentar estas plantas son sus necesidades de
refrigeración. Como quedó dicho más arriba necesitan evacuar aproximadamente
el 45% de su potencia térmica total. Las técnicas convencionales son dos: circuito
abierto y torres húmedas. En la primera se necesitan emplear ingentes cantidades
de agua que es devuelta al medio después de sufrir un salto térmico significativo.
Con el fin de no dañar a los ecosistemas suelen existir dos límites a respetar. El
primero es que dicho salto no supere en ningún caso los 3ºC, y el segundo que la
temperatura total del agua no llegue a los 30ºC en ningún momento). No existe
caudal suficiente en las cuencas altas o medias de ningún río peninsular para
utilizar este sistema que es el más sencillo y barato de implantar. Su uso se limita
a las plantas costeras. Es preciso estudiar siempre el impacto específico sobre los

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ecosistemas costeros ya que en algún caso pueden verse afectados por esta
polución térmica.
El otro sistema tradicional (torres húmedas) "aprovecha" el calor residual para
evaporar agua y necesita caudales menores. Aunque este es un uso consuntivo
del agua de difícil encaje en cuencas que no pueden definirse en modo alguno
como excedentarias. El consumo, para los rangos de potencia demandados, se
sitúa entre 0,15 y 0,7 m3/seg. A la limitación en la disponibilidad del recurso hay
que añadir la necesidad de purgar las sales contenidas en el agua evaporada que
en todas las circunstancias degrada su calidad y que en algún caso puede llevar el
impacto hasta valores inasumibles. Tampoco deben olvidarse entonces las
alteraciones del microclima del lugar debido a las nubes formadas.

Recientemente hay compañías promotoras de proyectos (Entergy, Intergen...) que


aseguran ser capaces de evacuar el calor residual con la ayuda sólo del aire en
cualquier época del año, con un mecanismo no muy diferente del de los
radiadores de los coches. Esto exige una superficie de contacto muy grande que
lleva a la necesidad de ingentes cantidades de terreno o al empleo de
elaboradísimas estructuras de ingeniería. En ambos casos se traduce en
sustanciales incrementos de los costes de construcción. Es preciso además
estudiar el impacto sobre los ecosistemas y cultivos cercanos de este aire
recalentado. Debe mantenerse un saludable escepticismo sobre la posibilidad real
de construir estos sistemas en nuestro país, hay que recordar que hasta ahora no
existe nada igual.
Lo más parecido es el sistema mixto de refrigeración aire-agua instalado en la
central nuclear de Ascó que se sitúa a mitad de camino entre las opciones
segunda y tercera de las enunciadas.
Y es preciso analizar en cada caso los impactos de las instalaciones anexas
(posibles depósitos del combustible principal o de los auxiliares, equipamientos de
producción eléctrica...), los específicos de la fase de construcción (afecciones a
vías de acceso, ruidos, polvo, efectos sobre cauces, sobre valores culturales o
arqueológicos...), las servidumbres urbanísticas provocadas por las líneas
eléctricas de evacuación, por las subestaciones necesarias...

Consideraciones a futuro.

Se han resaltado las ventajas que tienen los Ciclos Combinados, y el porqué del
entusiasmo por este tipo de instalaciones. No hemos dicho nada del precio del
combustible, que como componente principal del coste del KWh, fue uno de los
principales factores motivadores de las inversiones en Ciclos Combinados.
Hace dos años el precio horizonte que barajaba para cuando entrasen en servicio
los Ciclos Combinados estaba entorno a 1,7 Ptas/Th. Hoy el panorama es bien
distinto y los precios del gas a futuro, ligados a la cotización del petróleo, del dólar
y a la presión de la demanda, presentan incertidumbres a parte de un incremento
importante de coste. Por otra parte, no todo son virtudes en los Ciclos
Combinados, también tienen sus puntos débiles, como es el mal comportamiento
de la eficiencia a cargas parciales, lo que unido al elevado coste del combustible y

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al menor valor del KWh en horas valle, obligará a replantear su operativa y tal vez
la conveniencia de diversificar la Generación de Energía Eléctrica, recurriendo al
carbón, en Centrales supercríticas dotadas de los sistemas más avanzados de
depuración de los gases.

La estructura de costes de generación nos indica que el factor decisorio de las


inversiones de cara al futuro va a ser el coste del combustible y este factor, junto a
las consideraciones medioambientales relacionadas con las emisiones de CO2 y
su manejo, van a determinar en el futuro la continuidad ó no de las inversiones
masivas en Ciclos Combinados.

Estructura del coste del KWh.

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12.- DIFERENCIAS ENTRE CENTRAL TÉRMICA CLÁSICA Y PLANTA DE
CICLO COMBINADO

CENTRAL
PLANTA DE CICLO
IFERENCIAS TÉRMICA
COMBINADO
CLÁSICA

Carbón, lignito,
COMBUSTIBLE Gas natural
madera o fuel oil
Posibilidad de
Reducidas emisiones
humos negros,
EMISIOMES gaseosas y reducido
hollines, cenizas,
nivel de ruido
dioxinas y furanos
Niveles irrelevantes:
NIVEL DE CO2 y NOx Niveles elevados 50% menos y 10 veces
menos, respectivamente
EFICIENCIA
30-34% 56%
ENERGÉTICA
Necesidad de
depósitos. Tráfico de No necesita ninguna de
ALMACENAMIENTO
camiones para las dos cosas
suministro
ALTURA DE 60 metros, bajo
200 metros
CHIMENEAS impacto visual
TIEMPO DE Entre 5 y 7 años 2 años y medio con la
CONSTRUCCIÓN creación de 500 puestos

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de trabajo directo,
además de empleo
estacional en revisiones
y empleo indirecto.

Figura 17: Diferencias entre Central térmica Clásica y Planta de Ciclo


Combinado

Bibliografía :

http://es.wikipedia.org/wiki/Ciclo_combinado
http://www.fing.edu.uy/if/cursos/fister/modulos/ciclos/clases/Complemento%20sobre%20ciclos.pdf
http://www.snmpe.org.pe/pdfs/Informe_Quincenal/EEES-IQ-11-2005-JR.pdf
http://www.cfe.gob.mx/es/LaEmpresa/generacionelectricidad/termoelectrica/ciclocombinado/
http://dsostenible.com.ar/empresas/ceads/capexemisi.html
http://www.borderpowerplants.org/pdf_docs/termoelectricas_y_gnl_junio2003.pdf
http://www.minem.gob.pe/archivos/dgh/publicaciones/Preguntas/usogas.pdf
http://www.ewh.ieee.org/soc/pes/spain/sabugal1.pdf
http://www.nodo50.org/termicasno/descargas/CentralTermica.pdf

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