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simplemente son incapaces de discernir «las cosas profundas de Dios». Pero esto
lo señala en su estudio del uso que hizo Wesley de Locke: «La fe, como acceso a
que habla de los sentidos espirituales. Así como tenemos cinco sentidos físicos
por los cuales obtenemos conocimiento de nuestro mundo físico, así también
Wesley asume que estos sentidos están “latentes dentro de todo ser humano,
del mundo espiritual. Por eso deben ser reavivados («vivificados») si van a
realidad de Dios.
pueden ver, oír, gustar, tocar, e incluso oler las realidades espirituales que no son
aparentes a los sentidos físicos, es una analogía familiar tanto para el Antiguo
10:24; Hechos 26:18; Efesios 1:18. Entre los Padres de la Iglesia, a la noción de
Wesley - Macario y Efraín el Sirio- los emplean como tema constante, tal como lo
«Porque todo aquél que está en Cristo, nueva criatura es». Porque nuestro
Señor Jesucristo vino por esta misma razón, para que pudiera cambiar, y
renovar, y crear nuevamente esta alma que había sido pervertida por
pasiones viles, moldeándola con Su propio Espíritu divino. Él vino a forjar
una mente nueva, un alma nueva, y nuevos ojos, oídos nuevos, una lengua
espiritual nueva; sí, para hacer a todos los que creen en él, hombres
nuevos, para que pueda derramar dentro de ellos el nuevo vino, que es su
Espíritu.
Esta idea también fue popular entre los anglicanos. William Beveridge, en
publicado en 1709, escribió: «Debemos tener una vista espiritual antes de poder
ver las cosas espirituales» El hombre natural está desposeído de esa capacidad:
«Por eso creo que la primera obra que Dios realiza en el alma para llegar a
convertirla, es poner una luz espiritual en ella». El uso de este tema—de una
ejemplo, en Rudolf Bultmann: «Para cualquier otro ojo que el ojo de la fe, la acción
yo te agradezco a Ti Dios por este tan maravilloso día: por los inquietos
espíritus verdes de los árboles y por el verdadero sueño azul del cielo; y por
todo lo que es natural, que es infinito, que es si... (ahora el oído de mis
oídos se despierta y ahora los ojos de mis ojos son abiertos).
Puesto que nuestras ideas no son innatas, sino que todo debe venir
originalmente de nuestros sentidos, es ciertamente necesario que poseas
sentidos capaces de discernir los objetos de este tipo, ... sentidos
espirituales... Es necesario que tengas el oído que oye y el ojo que ve, ...
que tengas un nuevo tipo de sentidos abiertos en tu alma —que no
dependan de órganos de carne y sangre— para que sean «la evidencia de
lo que no se ve», tal como tus sentidos corporales lo son de las cosas
visibles, para que sean avenidas hacia el mundo invisible... Y hasta que no
tengas estos sentidos internos, hasta que los ojos de tu entendimiento no
sean abiertos, no podrás comprender las cosas divinas... viendo que tu
razón no tiene base donde pararse, ni materiales con los cuales trabajar.
hechas sobre ellos por una fuente trascendente, que entonces son transmitidos a
la razón para que reflexione sobre ellos. Wesley propone la analogía de las
espiritual.
Así sucede también con quien es nacido de Dios. Antes de que ese gran
cambio se produzca, y aunque subsiste por él —en quien todo lo que tiene
vida «vive y se mueve y tiene su ser»— todavía no es sensible a Dios... No
tiene conciencia interna de su presencia. No percibe ese soplo divino de
vida, sin el que no podría subsistir ni un momento… Dios lo está llamando
continuamente desde lo alto, pero no lo escucha; sus oídos están
cerrados… Es cierto que tal vez puede tener un débil asomo de la vida, un
pequeño principio de movimiento espiritual; pero todavía no tiene los
sentidos espirituales capaces de discernir los objetos espirituales… Por lo
tanto, tiene un escaso conocimiento del mundo invisible… No que esté
lejos. No; está en medio de él: lo rodea completamente… Está encima, y
debajo, y a cada lado.
Esta es la razón por la que debe haber una intervención recreadora del Espíritu
a la realidad espiritual.
Wesley en el método empírico de Locke para que haga justicia a la naturaleza del
que para Locke la mente permanece sin ser afectada por la experiencia que recibe
de los experimentos realizados —y de hecho debe permanecer así si va a
puede ser recibida con una objetividad fría y desconectada, sino que
divina revelación.
(«Faltando un cuarto para las nueve, mientras describía el cambio que Dios opera
borrado mis pecados, incluso los míos, y que me había salvado de la ley del
punto de vista del sujeto que conoce, es claro que para Wesley el personaje
principal en Aldersgate es Cristo por medio del Espíritu. A través de los sentidos
impacto del Espíritu divino en el corazón humano. La perspectiva típica del siglo
que cuando entró en él». No solamente cambia el estatus ante Dios cuando uno
capacitara para evitar el objetivismo al estilo relojero del racionalismo del Deísmo,
tanto como el subjetivismo del Romanticismo del siglo diecinueve que le seguiría.
Al igual que los sentidos físicos reciben las impresiones que se convierten en
datos factibles, así también los sentidos espirituales están conscientes de que la
del alma, por el que un creyente percibe... la presencia de aquel en quien “vive, se
vida cristiana.
termino empleado por Francis Rouse, cuya obra The Heavenly University [La
espirituales.
Rouse pide prestada una analogía de un Padre del Oriente, San Basilio el
Grande:
Dios.
vida, tampoco es una sabiduría secreta y esotérica, que está disponible solamente
imagen de Dios en la humanidad, es decir, esa sensibilidad que nos capacita para
esta tradición una metáfora útil para la imagen de Dios es la de un espejo, porque
capacidad dentro del ser humano tal como la razón o la conciencia. En cambio, un
espejo siempre refleja algo que está mas allá de si mismo. Si con el nuevo
humanidad esta llamada a reflejar. Este reflejo se hace posible por la participación
fue el pasaje que Wesley leyó el 24 de mayo de 1738 al comenzar su día: “ como
todas las cosas pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su
divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y
promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina”.
Dios creó a la humanidad para ser, la imagen que refleja a Dios como esa criatura
cuyos sentidos espirituales han sido habilitados para participar, para ser
compañero y para compartir en (koinonia) la vida divina. Sin embargo, como dice
por el alma que está siendo una criatura participante en la energía divina. Una
relación requiere de dos. Si esta fuera una fusión mística – una absorción del alma
humana en lo divino- ya no había dos y, por lo tanto, tampoco una imagen o reflejo
cuidadosos que los Padres Griegos para evitar la tendencia filosófica griega de
fundir lo humano en lo divino. Por lo tanto, como Macario lo dice, incluso en las
vamos a tratar.