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Discurso Audiencia por Presupuesto 2021 de la Provincia de Córdoba

Autor: Diputado Nacional Eduardo Fernández


Fecha: 30 de noviembre de 2020

Señoras y señores legisladores, buenos días.


Vengo a compartir con ustedes mis preocupaciones en torno al Presupuesto 2021 que se
está discutiendo en la Legislatura Provincial con la expectativa que sean tomadas en cuenta
en su sanción definitiva.
Vengo en mi rol de Presidente del Partido Solidario de Córdoba, pero también de Diputado
Nacional del Frente de Todos por Córdoba, miembro de la Comisión de Presupuesto y
Hacienda de la Cámara de Diputados de la Nación.

Si en algún lugar está escrito sin eufemismos ni discursos el programa político de un


gobierno, ese lugar es el Presupuesto, ya que la frialdad contundente de los números nos
permite leer cuales son las prioridades de la gestión.
Al respecto, hay muchos aspectos para analizar, quiero subrayar solo algunos dada su
importancia.
La magnitud e incidencia en el total del gasto que se destina a pagar la deuda consolidada,
luego la continuidad y profundización de la tendencia a favorecer con la orientación del
gasto a la reprimarización de la economía en detrimento de la industria y la generación de
empleos y en tercer término la peligrosa concepción del gasto social como déficit.

El total proyectado no estipula ningún incremento más allá del que corresponde al índice
inflacionario tomado por Nación (29%) y define que la prioridad absoluta será utilizar,
$190.476 millones, casi la mitad de los recursos el 44% que generemos las y los
cordobeses, para pagar deuda pública.
¿Cuánto definía el presupuesto anterior?, 19%. Hace falta decir que ese salto de 25 puntos
para pago de deuda, contraída por la gestión, se financia con recortes en términos reales a
otras partidas como Educación, Vivienda, Ambiente y Obra Pública

Todas y todos saben que soy el titular nacional de Apyme y como diputado nacional soy el
vicepresidente de la Comisión Pyme de la Cámara de Diputados. Pero además soy un
cordobés orgulloso de la Córdoba Industrial y productiva que supimos conseguir.
Desde ese lugar es que voy a plantear mi especial preocupación en torno a la
producción y el trabajo.
Para entender las partidas destinadas a Producción, es importante tener presente el
contexto. En primer lugar, luego de un año en que desde el Estado Nacional se hizo un
gran esfuerzo para sostener a las pymes y al sector productivo a través de múltiples
medidas y programas como ATP o créditos a tasa subsidiada, entre otros, la Provincia ha
disminuido o eliminado programas y ha subejecutado de una manera alarmante los
recursos estipulados.
Según datos oficiales a octubre de 2020 la Provincia sólo ejecutó el 12 por ciento del total
del presupuesto para Producción, insisto, en un año donde fue fundamental la asistencia
del Estado para no perder empresas y puestos de trabajo.
Por ello cuando se anuncia que aumenta el presupuesto para producción, cuestión no cierta
en los principales programas y totalmente insuficiente para asistir más de 150.000 inscriptas
en el Registro MIPYME en Córdoba, genera una gran desconfianza su ejecución. Si no
pudieron cumplir con prácticamente nada en un año donde había que sostener a industria
y al trabajo por una cuestión de supervivencia, repito, sólo el 12% ¿por qué habría que
confiar ahora?
Por ejemplo, en 2020 la provincia estipuló 130 millones de pesos en Fortalecimiento de
Parques Industriales. Ejecutó apenas el 7 por ciento. Para 2021 recorta la partida a 110
millones, que con la inflación es mucho menos.
O los 8 millones de pesos que el presupuesto 2020 le otorgaba al Fomento a la Industria
Audiovisual, de los cuales el ejecutado es cero, en un año en que la producción audiovisual
cordobesa la pasó realmente mal.
A ello hay que sumar que discriminando las partidas se observa una clara tendencia en
favor del Agro, se incrementan los” Aportes al Fideicomiso para el Desarrollo Agropecuario”
para el 2021 por casi $ 2000 millones, en detrimento de la Industria y las PyMEs. Una
tendencia clara de reprimarización de la economía que viene promoviendo la Provincia
desde hace una década y que va diluyendo el perfil industrial que siempre tuvo nuestra
Córdoba.
Según un informe del OTES, Observatorio de Trabajo, Economía y Sociedad, mientras en
2010 los gastos provinciales en servicios económicos destinados al agronegocio eran tres
veces superiores a los que iban hacia la industria, para el final de la década esa diferencia
se amplió a diez veces.
No está mal apostar a fortalecer al campo, lo que está mal es hacerlo en detrimento de la
industria. En 2018 la actividad agropecuaria explicaba el 17 por ciento de la producción
cordobesa y la industria el 15 por ciento ¿Pero por qué digo que va en detrimento de la
producción y el trabajo? Porque el agro solo insume un 5 por ciento de empleo, mientras
que la industria el 20.
Junto a los espacios que venimos repensando nuestra Provincia, creemos en una Córdoba
que apueste a la creación de puestos de trabajo como una salida real a la pandemia, y esto
no es lo que muestra este presupuesto.
Por eso es que pedimos más presupuesto para producción y más programas para las
pymes y cooperativas. También pedimos que se cumpla con la ejecución de la obra pública,
que se transparenten los mecanismos de control y que esta fomente el desarrollo de los
sectores postergados de Córdoba para el acceso a servicios y apuntalar las economías
regionales. Además, exigimos la realización de planes de vivienda y la mejora de las
condiciones de hábitat en toda la Provincia. Todo esto generará puestos de empleo y
mejorará la situación de las cordobesas y cordobeses para reactivar el consumo.

Por último, quiero manifestar que no coincido y por sobre todo creo peligroso para la paz
social y las finanzas públicas tratar el desequilibrio de la Caja de Jubilaciones de la Provincia
en el presupuesto como un Déficit, concepto no aplicado a otros gastos sociales. Los déficits
tratan de eliminarse y los gastos se financian.
En ese camino este gobierno en distintas etapas ha producido tres reformas del sistema
previsional de la Provincia de Córdoba, una de ellas en plena pandemia, reduciendo los
beneficios a jubilados y activos.
La presentación del desequilibrio para 2021 de $23.975 millones se magnifican al no
contemplar los $15.865 millones que ANSES enviará y ya están contemplados en el
presupuesto nacional, por lo que se reducen a $8.109 millones.
En todo caso, parece más justo hablar de un Déficit de Gestión, de un Gobierno que luego
de dos décadas de continuidad necesita la mitad de lo que generamos para pagar deuda.

En síntesis, no creo que el Presupuesto 2021 refleje las necesidades de las cordobesas y
cordobeses en este contexto mundial tan difícil que precisa de un Estado presente y activo
que apuntale y promueva el desarrollo del mercado interno y asista a los sectores que más
lo necesitan.
Tenemos la misión histórica de recuperar la Córdoba productiva, con un modelo de
“desarrollo en compromiso con la vida” que permita hacer frente al cambio climático, la
adaptación y la mitigación de sus efectos sobre las familias, la producción y el trabajo.
Hay un Gobierno Nacional que está avanzando en ese camino y permanentemente invita a
Córdoba a sumarse.
Esta pandemia nos mostró entre otras cosas, que nadie se salva solo, que debemos tener
una mirada solidaria y que queda mucho por hacer para que todas y todos los cordobeses
tengan las condiciones de acceso a la vida plena que se merecen.
Muchas gracias.

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