Fajardo, ¿alternativo o pieza de recambio?

En las pasadas elecciones presidenciales se le planteó a la sociedad colombiana la disyuntiva entre

continuar con el régimen político en e que unas castas tradicionales se han beneficiado del poder
en función de sus intereses partuiculares a pesar del perjuicio de los interses generales de la
población colombiana. Particularmente tomó protagonismo el discurso de la lucha antcorrupción y
el énfasis de varios candidatos en mostrasen desligado s de la clase plitica tradicional. Tales
candidatos fueron etiquitados como alternativos, siendo Fajardo y Petro los que alcanzaron mayor
prtagonismo.

Los dos candidatos alternativos sumaron

Petro 4.860.000;

Fajardo 4.600.000;

Duque 7.600.000;

Quienes

modelo econ´mico neoliberal que pone el negoco por encima de los seres humanos, y un viraje,
bajo el espirití de la constitución de 1991, que pone a las personas y sus derechos como eje de la
vida social y económica.

Así pues, Fajardo ha pasado a jugar un papel que más que de disputar la presidencia de la
república, opera como fuerza política para evitar la llegada al poder por parte de Gustavo Petro.
De manera que antes que un candidato que represente fuerzas alternativas empreñadas en
transformar a Colombia, Fajardo aparece como divisor de las fuerzas del progresismo, en primer
lugar, y en segundo, como pieza de recambio del establecimiento, que garantiza un cambio de
nombres para que no cambien ni la estructura política ni económica reinantes en Colombia.