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PREMEDICACION
Los narcóticos son utilizados habitualmente en la premedicación de pacientes
cardiópatas por ejercer poca depresión miocárdica y porque pueden ser antagonizados.
Pueden provocar la aparición de bradicardia que, si es severa, se trata mediante la
administración de atropina (0.02-0.05 mg/kg). La buprenorfina (0.01 mg/kg IM o IV) y
el butorfanol (0.2-0.4 mg/kg IM o IV) son los fármacos de elección.
Las benzodiacepinas son los tranquilizantes de elección en estos pacientes debido a la
poca depresión cardiovascular que provocan (diacepam 0.2-0.4 IV o midazolam 0.1-0.3
mg/kg IM o IV). Otra alternativa es el uso de dosis bajas de acepromacina (0.02-0.05
mg/kg IM; dosis máxima 1.5 mg totales) que tiene poco efecto depresor sobre el
miocardio, aunque provoca hipotensión al decrecer la resistencia vascular periférica.
Nunca administrar agonistas alfa-adrenergicos (xilacina, medetomidina). Los
agonistas alfa adrenérgicos dificultan la conducción atrioventricular dando lugar a
bradicardia, reduciendo el gasto cardiaco y la presión arterial.
INDUCCION
En estos pacientes la inducción de la anestesia tiene que ir precedida de la
preoxigenación del paciente, mediante una mascarilla, durante 5-7 minutos, con el
objeto de evitar la aparición de hipoxia miocárdica durante la intubación. El etomidato
(0.75-3 mg/kg IV, emboladas de 0.75 mg/kg hasta conseguir la intubación) y el
propofol (1-5 mg/kg IV, emboladas de 1 mg/kg hasta intubar) son los agentes de
elección ya que modifican muy poco el inotropismo (fuerza de contracción) y
cronotropismo (frecuencia cardiaca) cardiaco.
La inducción con mascarilla utilizando agentes inhalatorios provoca estrés en el
paciente, con la consiguiente liberación de catecolaminas y la aparición de arritmias.
Para el mantenimiento sería aconsejable la utilización de isoflurano por su menor
predisposición a la aparición de arritmias.
Los anestésicos disociativos (ketamina y tiletamina) no están indicados para el manejo
de pacientes cardiópatas por su efecto simpaticomimético, incrementan la frecuencia
cardiaca y el trabajo cardiaco, dando lugar a una mayor demanda de oxígeno a nivel
miocárdico.
PRINCIPALES COMPLICACIONES ANESTESICAS
Una de las complicaciones más frecuentes de la anestesia en pacientes cardiópatas es la
aparición de taquicardia ventricular en el momento de la inducción. Este tipo de arritmia
suele tener su origen en la hipoxia miocárdica que tiene lugar por la demora en la
colocación del tubo endotraqueal. Su aparición puede prevenirse realizando una correcta
preoxigenación del paciente mediante una mascarilla conectada al equipo de anestesia y
monitorizando el grado de saturación de la hemoglobina con un pulsioxímetro. Su
tratamiento consiste en la administración intravenosa de lidocaina sin adrenalina
(emboladas de 1-2 mg/kg en el perro y de 0.1-0.2 mg/kg en el gato hasta conseguir su
efecto) y simultáneamente realizar ventilación forzada del paciente manual o
mecánicamente, para mejorar su oxigenación.
Durante la anestesia de pacientes cardiópatas es aconsejable controlar los niveles de
CO2 al final de la expiración (capnografía/capnometría), ya que la hipercapnia (niveles
altos de CO2) puede favorecer la aparición de arritmias y la hipocapnia (niveles de CO2
bajos) puede ser indicativa de un bajo gasto cardíaco. Para corregir la hipercapnia
tendremos que forzar la ventilación del paciente (manual o mecánicamente), mientras
que para vencer la hipocapnia, cuando tenga su origen en un bajo gasto cardiaco,
tendremos que mejorar el trabajo del corazón mediante la administración de fluidos y/o
fármacos simpaticomiméticos (dopamina, dobutamina).
La hipotensión intraoperatoria es otra de las complicaciones frecuentes durante la
anestesia. Su prevención pasa por el mantenimiento de la anestesia en un plano
superficial (porcentajes de mantenimiento con agentes inhalatorios próximos a la CAM;
ISO: 1.2%; HALO: 0.8%). Una vez que se instaura la hipotensión los pasos a seguir
para su corrección son:
- Reducción de la concentración de agente inhalatorio.
- Incrementar el ritmo de perfusión de fluidos (10-20 ml/kg/hr.)
- Administrar sustancias inotrópicas (dopamina 3-5 µ g/kg/min ó dobutamina 3-5
µ g/kg/min).
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Foto 1- Taquicardia ventricular en el momento de la inducción de la anestesia.
Foto 2- Monitorización del ECG y presiones arteriales durante cirugía de pacientes
cardiópatas.
Foto 3- Imagen del capnograma de un paciente con hipercapnia e hipoventilación.