Escudero, T. (2003).

Enfoques Modélicos y estrategias en la evaluación de

centros educativos. Relieve. Recuperado el 10 de febrero de 2011.

Este artículo investiga diferentes enfoques modélicos de uso frecuente

entre los evaluadores de centros educativos. Se ofrece distintas clasificaciones

de estos modelos según diferentes enfoques conceptuales y criterios de

evaluación utilizados, analizados de acuerdo a los modelos y variadas

perspectivas. Los resultados escolares del centro educativo, los procesos

internos y la funcionalidad del centro, las mejoras a la institución, los modelos

utilizados por este centro educativo, son los aspectos que se utilizan para

determinar el progreso y el esfuerzo de las personas que componen la

institución o centro educativo.

Está probado que las notas o el rendimiento académico para muchas

personas o instituciones demuestran la eficacia del centro educativo. En este

artículo se guarda relación entre “las notas”, el aprendizaje, los profesores, todo

guarda relación entre sí según analiza Escudero (1989). Las mejoras al centro

educativo, son parte de la evaluación educativa a la que se debe someter a

todas las instituciones para determinar su efectividad.

El liderazgo o la dirección es un aspecto que Escudero recalca como

base para todo proceso productivo dentro de un centro educativo. Su estructura

de funcionamiento y de la satisfacción de sus miembros, sobre la hipótesis de

que una situación favorable desde esta perspectiva incide en la calidad y en el

éxito de la organización (Goodman, 1977). Es importante tener en cuenta que,

en la historia del desarrollo educativo de este siglo, esto es algo muy reciente.
 Durante varias décadas trabajamos en educación bajo el supuesto de que

el peso de las condiciones socioeconómicas y culturales externas al sistema

educativo sobre las posibilidades de logro académico de los alumnos era tan

fuerte que era muy poco lo que este podía hacer para contrarrestarlas. Desde

los años cincuenta hasta los ochenta, la investigación educativa había reforzado

este supuesto. El resultado más consistente de la investigación educativa en

estos años se refería precisamente a la capacidad explicativa del contexto

socioeconómico y cultural del niño sobre el acceso, la permanencia y el logro

académico dentro de la escuela. Estos resultados condujeron a un escepticismo

respecto del papel de la educación formal en la promoción de una mayor

igualdad social (Schmelkes, 2004).

Es importante señalar que los sistemas de evaluación de centros para

mejorar la escuela deben ser vistos como complementarios a los sistemas de

evaluación para obtener información y/o para estimular o apoyar escuelas. No

obstante, se trata de dos cosas diferentes, y aunque en última instancia el

objetivo pueda ser el mismo, en lo inmediato, los propósitos y los efectos son

distintos. Los protagonistas de la evaluación de los centros escolares para

mejorarlos son los centros mismos, o a lo más los supervisores escolares. Los

centros se evalúan a fin de que el plantel pueda tomar las decisiones necesarias

para mejorar la gestión y la enseñanza, en tanto éstos se reconocen como

factores manipulables, que por ello mismo también se evalúan.

Andrés Fernández, M. A. (2005). Propuesta de indicadores del proceso de
enseñanza/aprendizaje en la formación profesional en un contexto de
gestión de calidad total. RELIEVE: v. 11, n. 1, p. 63-82.
http://www.uv.es/RELIEVE/v11n1/RELIEVEv11n1_4.htm

Como necesidad actual en los centros educativos, las autoridades se han

visto en la urgencia de establecer unas características o una serie de criterios

que serán los indicadores de calidad en dicho centro a evaluar. En este artículo

se trata de desarrollar, desde una perspectiva práctica, la propuesta que se

elabora tras la revisión de la bibliografía y el análisis de los problemas a los que

se enfrentan las escuelas y todos los centros.

Estos indicadores dependen del sistema de gestión utilizado por cada

centro. Cuando estos indicadores se utilizan se fortalece el centro, no se puede

usar toda la información que se obtiene, sería casi imposible, es más viable

dejar solo aquella información que cumplimente los indicadores básicos o vitales

para el éxito de la institución. ¿Cómo saber cuáles son esos indicadores más

importantes? Es preciso dejarse llevar por dos (2) grandes categorías; los

indicadores para el proceso de enseñanza – aprendizaje y los procesos de

apoyo al liderazgo.

El uso de indicadores globales, dependientes en buena medida de

factores externos a la gestión del centro, requieren que se realicen tasas de

ajuste que delimiten la información del indicador a los factores internos, si

pretendemos que la valoración de los resultados de dicho indicador sea

aplicable a la gestión interna del Centro. Dejando claro que la evaluación

educativa es necesario para beneficio del centro educativo en general.

 Semejanzas y Diferencias
Semejanzas
En ambos artículos se demuestra con
referencias bibliográficas lo importante
que es la evaluación educativa en los
centros escolares.
Se establecen una serie de criterios
que son base para el proceso de
evaluación.
Los métodos cuantitativos son los que
determinarán la cantidad de eficiencia
en los centros.
Diferencias
En el artículo de Escudero se da
énfasis a los aspectos educativos, es
decir, notas, rendimiento académico,
esfuerzo del profesorado, liderazgo en
el centro.
En el estudio de Fernández se usan
unos criterios que enfatizan el proceso
de enseñanza – aprendizaje.
Fernández desarrolla formulas para
determinar si hubo ganancia en ese
proceso de enseñanza – aprendizaje.
Escudero se va más teóricos, más
intelectual.
 Conclusión

Como dice Stenhouse (1984), "para evaluar hay que comprender. Cabe

afirmar que las evaluaciones convencionales del tipo objetivo no van destinadas

a comprender el proceso educativo. Lo tratan en términos de éxito y de fracaso".

Conseguir centros eficaces es uno de los objetivos de la política educativa de

muchos países como elemento esencial de calidad. En este marco la

evaluación de centros representa un medio para un fin: lograr centros eficaces y

de calidad a través de un sistema que nos permita controlar, valorar y tomar

decisiones en un proceso continuo y sistemático que facilite un desarrollo

progresivo en el logro de los objetivos y de este modo avanzar y construir una

educación de calidad, como meta final.

En los últimos años se viene asistiendo a un proceso generalizado de

evaluación, que trasciende el ámbito de los aprendizajes, en muchos países y a

distintos niveles. Se produce un cambio fundamental, de tal forma que, aunque

los aprendizajes siguen ocupando un papel prioritario con nuevas alternativas y

avances producidos por las aportaciones metodológicas vinculadas a la medida,

se amplía el campo de evaluación abarcando sistemas, resultados, procesos,

práctica docente, profesorado, centros educativos, etc.