ADQUISICIÓ N DEL LENGUAJE
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l interés por el_ problema de la adq_uisi~ión del lenguaje no es algo que
E date de hoy d1a, de hecho se relaciono durante mucho tiempo con los
debates sobre el origen del hombre y de las lenguas. Heródoto, en el libro 11
de las Historias, relata cómo el rey Psammetichus se había propuesto criar a
dos recién nacidos fu era de todo contacto con el lenguaje, con la esperan-
za de que sus primeras palabras serían la prueba de la naturaleza original del
pueblo egipcio. Desde el siglo XIX, las observaciones precisas sobre el len-
gua¡e infan til toman el relevo de los mitos y de las especulaciones acerca del
ori gen del lenguaje. Darwin recoge meticulosamente en un diario el desa-
rrollo lingüístico de uno de sus hijos. Los Stern sobre el alemán, Grégoire
sobre el franc és, Léopold sobre el inglés, publican estudios que se apoyan
en las producciones lingüísticas de sus propios hijos. Pero será al final de los
años cincuenta cuando la aparición de nuevos instrumentos teóricos y meto-
dológicos marque un nuevo rumbo en el estudio de la adquisición del len-
guaje. La adquisición del lenguaje se convierte en el objeto directo y central
de una rama de la psicología cognitiva, la psicolingüística del desarrollo o
evolutiva, que, apoyándose a la vez en los análisis de la lingüística, en los
resultados de la neurobiología.;- en las las modelizaciones de la inteligencia
artificial, aporta datos. cada vez más ricos y variados, acerca del desarrollo
del lenguaje en el niño.
Estos datos confirman una notable homogeneidad en los momentos y en
el orden de aparición de fas principales etapas de la adquisición del lenguaje.
Todas los niños del mundo. en condiciones normales, adquieren lo esencial
del sistema lingüístico de su lengua materna en un tiempo relativamente
corto: la constitución del sistema lingüístico comienza hacia el final del primer
año, con la producción de las primeras palabra s identificables, y se considera
en desarrollo hasta los 4 ó S años. A esta edad, en efecto, el niño ha llegado
a dominar lo esencial del sistema fonológico de su lengua, conoce, más o
menos, el sentido y las condiciones de empleo de va rios millares de palabras
Y utiliza correctamente la mayor parte de las formas morfológicas y sintácti-
cas. Esto no significa, sin embargo, que el proceso de adquisición del lengua-
¡e no tenga comienzo mucho antes del momento concreto de la producción
ii
ADQUISICIÓN DEL LENG UAIE 467
de las primeras palabras, ni que finalice una vez adquiridas las restricciones
fundamentales de la lengua. A partir de una dotación neurobiológica apro-
piada, el desarrollo prelingüístico del primer año de vida crea las condiciones
de aparición del sistema lingüístico propiamente dicho. Por otra parte, aun-
que este sistema lingüístico se encuentre formado, en lo esencial. alrededor
de los 4 ó 5 años, es objeto, no obstante, de una reorga nización y refina -
miento continuos, en lo que constituye una serie de adquisiciones tardías que.
como mínimo, duran hasta la preadolescencia.
LAS BASES BIOLÓGICAS DE LA ADQUISICIÓN DEL LENGUAJE
La capacidad de adquirir el lenguaje es una característica específica de la
especie humana. Se ha intentado con frecuencia, sobre todo en Es tados
Unidos. enseñar el lenguaje a los chimpancés. Las tentativas sistemáticas
comenzaron en 1933 a cargo de una pareja de psicólogos, los Kellog, quie-
nes criaron junto a su propio hijo a un chimpancé hembra de nombre Vi cki .
Los Gardner achacaron el fracaso lingüístico de Vicki a la incapacidad de los
chimpancés para controlar su tracto vocálico, por lo que, posteri ormente.
intentaron enseñar a Washoe el lenguaje de los sordos; sin embargo. tampo-
co lograron éxitos decisivos a pesar del entusiasmo suscitado por el proyec-
to. Las investigaciones realizadas más recientemente por Premack con Sarah
muestran claramente que ésta, si bien daba prueba de una sorprendente dis-
posición para aprender y generalizar ciertos conocimientos. no fue capaz
nunca de dominar un lenguaje: no utilizaba de manera espontánea el Si$terna
de figuras cuyo significado aprendía con los experimentadores. ni llegaba a
crear ninguna combinación nueva. Por lo tanto, el lenguaje parece seguir sien-
do una propiedad específica del ser humano.
La adquisición del lenguaje presupone un equipamiento anatómico y
neurofisiológico adaptado, en concreto, la existencia de órganos periféricos
Y de un sistema nervioso central apropiados y en es tado de funcio namiento
[480 ss.]. En el adulto, el hemisferio cerebral izquierdo es el port;idor princi-
pal de la función lingüística, tanto para la G1si tot;ilidad de los diestros, como
para la mayoria de los zurdos - lo que demuestra que no exis te una rebción
evidente entre la lateralización manu.11 v l;i l,1terc1li2Jción de la capacidad
lingüística.
El sustrato orgánico del lenguaje no es fu ncional desde el nacimiento.
sino que el desarrollo del lenguc1j e depende, muy probabl emente, de fac-
tores de maduración . La universalidad de las grandes etapas del desarro-
llo es bu ena pru eba de ello : el lengu,,je aparece en todos los niños nor-
 ~---
468 LOS CON CEPTOS PARTICULARES
males dentro de unas coord enad as de tiempo muy similares, los momen-
to s d aves presentan una gran regulari dad, y las diferencias entre los niños
en e1 ritmo de a adquisición precoz no dependen de las propieáades del
input. Los conoom1entos que tenemos sobre el desarrollo del cerebro
durante 0s años centrales de la adquisición son todavía muy limitados,
1
aunque las nuevas técnicas de la imaginería cerebral_estén transformando
el cam po de 'a investigación neurobiológica. Las diferencias de escala tem-
poral hacen dind ,:establecer una correspondencia entre las transformacio-
nes neuronales. bastante lentas, y las transformaciones observadas en la
capacidad del lenguaje. más concretamente datablés. Sea como fuere, se
sabe que :a iormaci ón de las neuronas y su traslado hacia las regiones
aorooiadas del cerebro son procesos efectuados casi por completo duran-
te ei oeriodo del desarrollo prenatal; sin embargo, las bases neuron; les del
lenguaje no se encuentran localizadas en el nacimiento de manera preci-
sa. El córtex cerebral parece dotado de una gran plasticidad funcional
durante lo s pnm ero s años de vida, de modo que la especialización del
hemisferio izquierdo para el lenguaje, aun dependiendo de una disposi-
ción preformada, no se opera más que progresivamente [481 j. En un estu-
dio sobre las bases neuronales del desarrollo del lenguaje precoz, Bates y
sus colaboradores señalan la correspondencia temporal entre el principio
de 'a comprensión de palabras hacia los 8-1 O meses y el establecimiento
de las con exiones axona les, así como entre las primeras etapas del desa-
rrollo v la explosión de las conexiones sinápticas que se produce entre los
9 v 24 meses.
, El asunto de s1 el desarrollo del lenguaje sólo puede realizarse en un
p eríodo fimitado privilegiado.., ,J!amado "periodo crítico", más allá del cual
la adquisición de una lengua se torna difícil o imposible, sigue siendo polé-
mico. Los argumentos desarrollados por Lenneberg defienden la existencia
de un período critico que se ex ten dería desde la mitad del primer año
haci a el fin del primer decenio . En efecto, se ha observado que la recupe-
ración del lenguaje en los niños que han sufrido lesiones traumáticas uni-
latera les era posible en los primeros años, facilitada por la plasticidad fun -
ciona l del córtex durante esa etapa; sin embargo, resultaba difícil después
d e transcurridos los diez prim eros años. Se sabe también que los educa-
dores de los "nrños salva¡es" - de entre ellos, los más célebres son el joven
Víc tor de I ' Aveyron y, más recientemente, Genie encontrada en Estados
Unidos a los 14 años - , encontraron dificultades considerables para hacer
que estos niños pudiera n manej ar una lengua natural, debido a que en
estos niños el período crítico ya había transcurrido.
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A,
ADQUISICIÓN DEL LENGUAJE 469
EL DESARROLLO PRELINGÜÍSTICO
Y LA ADQUISICIÓN DE LA FONOLOGÍA
Durante el primer año de vida, se desarrollan de manera convergente
diferentes capacidades comunicativas y cognitivas, hasta formar hacia los 8 ó
1O meses un conjunto de condiciones previas y necesarias a la aparición de
la competencia lingüística propiamente dicha. El desarrollo del lenguaje se
basa, en efecto, en una fuerte motivación que incita a comunicarse verbal-
mente con otro, motivación parcialmente innata, pero que se enriquece en el
curso del primer año. Es necesario también el desarrollo de la capacidad de
categorización de los objetos, base de la denominación y de la referencia.
AsimisITTo, conjuntamente, se realizan progresos en la capacidad de imita-
ción, necesaria para la reproducción de los nuevos modelos vocales v ges-
tuales, así como para la capacidad de memoria a corto plazo. Pero es sobre
todo el desarrollo de la capacidad de percibir y de producir los sonidos del
habla - en otros términos, el desarrollo fonológico - , el precursor más direc-
to del lenguaje, puesto que el sonido es el vehículo privilegiado del lenguaje
articulado.
Durante los treinta últimos años se han llevado a cabo considerables pro-
gresos en el estudio de la percepción y de la producción del habla de niños
muy pequeños. Al principio de los años setenta, Eimas fue uno de los pnme-
ros en estudiar la percepción del lenguaje en el bebé utilizando la técnica de
la succión no nutritiva (el bebé tiene tendencia a mamar más vigorosamente
cuando oye un estímulo nuevo o interesante); con esto, demostró que ios
bebés de varios meses eran capaces de discriminar contrastes fonéticos su ti-
les Y que, a semejanza de los adultos, poseen una percepción categorial de
los sonidos del habla. Las investigaciones subsiguientes, desarrolladas pnno-
palmente por Melher y sus colaboradores, sugieren que los beb~s son cap.1-
ces de hacer distinciones precisas entre los estímulos del len guaje: por e¡em -
plo, reaccionan de manera diferente a dos lenguas como el francés v el ruso
Y manifiestan una preferencia por los sonidos de su lengua m,1ternc1. En con-
creto, parecen particularmente sensibles a las señales glob,1lt:>s, en particular
a los índices prosódicos, como la entonación; pero también parecen c.1paces
de discriminar entre silabas diferentes. Estas sorprendentes capacidades acús-
ticas de los recién nacidos han permitido fonnular IJ hipótesis - controvert1•
da - de que los humanos poseen un;:i dotación innata alt.1111ente especi ali-
zada en la detección de los sonidos del habla (cfr. · Modula1id,1d "' [323 ss.i).
Las corrientes actuales que investig,m la percepción se h,111 dedicado ,1 b
exploración de lo que a veces se ha d,1do f' ll ll.1111ar "el aprendizaje por olvi-
do". En efecto, los bebés. en el n.1cm11Pnto o L"l l l,1s pri111N .1s se111,m,1s de v1d,1.
-
470 LOS CONCEPTOS PARTICULARES
son potencialmente cJpaces de percibir todos los contrastes fonéticos utili-
zados en las len guas naturales. incluidos los que le son inútiles en su lengua
materna. El bebé Japones oor e¡emplo . percibe el contraste entre-/ra7 y / la/
que, sin embar go lo s adultos tienen muchas dificultades en percibir, debi-
do a que no iorma parte d e las oposiciones pertinentes del japonés.
Entonces. ¿cuándo v como los niños pierden esta capacidad inicial para
orientarse hacia la selección de los contrastes pertinentes en su lengua, y
pasan d e la fl exibilidad de las primera etapas a las estructuras más restrin-
gidas pero mas efi caces de su lengua materna? . Parece ql!e esta pérdida
selectiva. o inhibición d e la percepción de los sonidos pertinentes, se rea-
liza haci a los 8 o 12 mes es .
El estudio de la producción del habla se remonta a una época antei:ior,~
pero se ha beneficiado de los progresos recientes del análisis acústico. Se
sabe desde hace bastante tiempo que los niños com ienzan a producir sóni-
dos vocálicos entre los 2 y 6 meses. siendo la /a/ generalmente su primera
voca l. El charloteo canón ico, con intercalación de consonantes y con repeti-
ción frecuente de una misma silaba (/dadada/) aparece generalmente hacia
los 6-8 meses. El sistema fonológico se estabiliza hacia los 3 años y la dife-
renciaoón de los fonemas se acaba alrededor de los 5 años, aunque algunas
constncm,as sordas y son oras (f, s, ch, i) puedan no ser correctamente coarti-
culadas antes de los 7 u 8 años. Según ciertas hipótesis de Jakobson, la evo-
lución en la producción de los fonemas parece seguir la lógica de la comple-
jidad acústica v articulatoria, que va de los fonemas más contrastados a los
men os contrastados. Sin embargo, el desarrollo fonológico depende de
manera importan te del entorno - en efecto, está influido por la frecuencia de
algunas palabras en la lengua hd~ada en el entorno del niño - , así como por
la estructura fonológica de la lengua en adquisición. Entre los 6 y 1O meses es
cuando, segCn. por ejemplo, los trabajos de Boysson-Bardies, los modelos
sonoros de! cha rloteo toman la forma de los de la lengua aprendida. Desde
ese momento. el desarrollo fonológico está en estrecha interacción con el
desarrollo léxico y gramática! del niño.
LA CONSTITUCIÓN DEL SISTEMA LINGÜÍSTICO
La elaboración del sistema lingüístico en el niño consiste en la instalación
e integración de las restricciones fundamentales de su lengua. Esta asimilación
resulta de la in teracción entre el afinamiento de las competencias comunica!~
vas. el ajuste del control fonológico, el desarrollo del léxico y la fijación de las
principales restricciones gramaticales. Este múltiple rroceso se consideril co n
ADQUISICIÓN DEL LENGUAJE
4 71
n
1
!
frecuencia integrado por cuatro etapas claves: el principio de la comprensión,
la producción de las primeras palabras, el nacimiento de la combinatoria v la
gramaticalización. ·
Por lo general, se considera que las primers pruebas sistemáticas de la
comprensión de palabras se remontan a los 8--1 O meses, momento en el que
los niños responden de manera apropiada a determinadas peticiones o prohi-
biciones. El comienzo de la producción de palabras es un poco más tardío,
puesto que las primeras palabras convencionales aparecen generalmente
bacía los 11 -1 3 meses. El aumento del vocabulario productivo y recepti vo es
relativamente lento hasta el fin del segun.do año, aunque, alrededor de los 18--
20 meses, experimenta una rápida aceleración, conocida con el nombre de
"explosión d~ vocabulario". La explosión del vocabulario se acompaña de un
cambio en su composición : a los nombres que sirven como etiquetas para los
objetos o que simplemente funcionan a modo de petición, se añade una pro-
porción creciente de elementos predicativos, tales como verbos y adjetivos,
que permiten la atribución de propiedades a los referentes. Con frecuencia se
han destacado dos fenómenos relativos a la adquisición de este primer léxico:
la subgeneralización y, sobre todo, la sobregeneralización. La sobregenerali-
zación léxica consiste en aplicar una etiqueta verbal a un con_iunto de reie-
rentes más amplio que el que usualmente se encuentra en la lengua adulta: el
niño, por ejemplo, llama "papá " a todos los adultos de sexo masculino. y
"perro" a todos los animales de cuatro patas. Proceso inverso es la subgene-
ralización, que consiste, por ejemplo, en asociar el tém1 ino " zJp,uo·' unica-
mente a los zapatos de la madre.
Las primeras combinaciones de palabras aparecen, por lo general, hacia '!
los 18--20 meses, coincidiendo con frecuencia con la explosión del vocabula-
rio. Marcan un;_. etapa capital en la constitución del sistema lingüístico del 111ño,
puesto que el aspecto combinatorio es precisamente una caracten·stica esen-
cial del lenguaje. Se ha estudiado mucho, en relación con los niños que adquie-
ren lenguas diversas, tanto la forma como el contenido de estas primer.is con1--
binaciones de dos palabras. Desde un punto de vista tormJI. esto~ enunciados
se caracterizan por la ausencia de marcas morfológi cJs gr.1rnaticales (en erec-
to, no existe ni flexión verbal, ni marcas de género o de numero), ,,s,· como por
la escasez, cuando no la ausencia, de pJl.1lx,1s turKio11,1les (,1rt1culos, preposi-
ciones, auxiliares, conjunciones, pronombres); por rnntr,1. dichos enunci,1dos
están especialmente cargados se111ánt1c.mwntc : ~!si.is c.1r.1ctens ticas h.-111 servi-
do para designar el lenguaje del ni1io como "le11gu.1je telet\r;irko ". D ebido al
entusiasmo en los años sesent,i por los Jlll)delos lingü1sticos. se intentaron las
descripciones formales 111,js .1111bicios,1s de 1"Sle tiµo de lenglJ<Jje: Br.iine utili zó
el término de "gr,1111.:í ti,,1 de cjrs " p,1r,1 c.1r,Klt~riz;1r l,1 estructura de estos enun-
 --""""l
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-:. ¡
4 72 LOS CONCEPTOS PARTICULARES
ciados, proponiendo un tipo de análisis que hace abstracción de las carac-
ten·sticas semán ticas v funcionales de este lenguaje. Las relaciones semánticas
expresadas por los enunciados de dos palabras tienen un carác~r C"élsi uni-
versal: los niños de 20 meses expresan deseos o rechazos (" todavía pas-
tel" " no baño" ), mencionan la existencia de un referente, su aparición o
su desaparición (" marchado papá"), indican una relación de posesión
(" mama calzados" ), o de localización ("papá oficina" ), especifican el atri-
bu to de un referente (" café caliente"), expresan la relación entre una
acción v un agen te o un paciente ("roto jarrón").
El com ienzo d e la gramaticalización sirve ae señal al nacimiento de
m edio s es pecíficamente lingü1sticos y de variables que, según las diferen-
tes lengu as, van a servir para codificar las significaciones. El qrden de pala-
b ras. la mo rfologfa y uñ c~rto número de estructuras sintácticas son las
principales m arcas form ales que sirven para señalar las relaciones gramati-
cales. N o deja de ser sorprendente la rapidez con la que el niño domina
las reglas secuenciales fundamentales de su lengua : a partir de los 30
m eses, la m ayor parte de los enunciados están ordenados correctamente.
La fi jación de los diferentes subsistemas morfológicos y de las estructuras
sintácticas se efectúa progresivamente a partir de los 2 años y se encuen-
tra realizada en lo esencial alrededor de los 4-5 años.
Aunque existen grandes variaciones en la naturaleza de las formas que el
niño aprende a utilizar para codificar las relaciones gramaticales, así como en
la mayor o menor precocidad de su aparición, según la lengua adquirida y
según los niños, buen número de rasgos de la gramaticalización manifiestan,
sin embargo, una sorprendente generalidad. Se ha destacado que el orden de
aparición de los principales eleJ"Qentos gramaticales viene a ser casi idéntico
entre los niños que aprenden una misma lengua. Así Brown, a partir del estu-
dio realizado sobre tres niños a los que llamó adán, Eva y Sara, examinó la apa-
rición de las 14 principales clases de morfemas gramaticales del inglés, y
encontró semejanzas de orden ampliamente confirmadas por la serie: el pri-
mer morfema adquirido es el de la forma progresiva -ing, más tarde aparecen
determinadas preposiciones, la marca -s del plural de los nombres, etc.
Por o tra parte, algunos fenómenos observados en el curso del desarrollo
gramatical parecen muy generales, ya que se documentan de manera pareci-
da en niños que adquieren lenguas diferentes. Tal es el caso del fenómeno de
la sobregeneralización sintáctica, dependiente de la sobregeneralización léxi-
ca ya mencionada. Existe, por ejemplo, una etapa de la adquisición en la que
las produciones espontáneas de los niños anglófonos se caracterizan por el
empleo de formas verbales irregulares incorrectas como "goed", cuando esos
mismos niños habían sido capaces de producir con anterioridad la forma
~ ¡
--- 11
ADQUIS ICIÓN DEL LENGUAJE 473
1
1
correcta "went"; formas correctas e incorrectas coexisten después durante un
cierto período de tiempo, antes de que las formas correctas sean definitiva-
mente adoptadas. Los errores, en parte similares, de los niños franceses son
bien conocidos: todo el mundo se divierte cuando oye decir "ils sontaient" o
"j' ai prendu". Estos errores son particularmente interesantes porque sugieren
una serie de etapas en la adquisición de la forma correcta: se considera gene-
ralm ente que, en una primera etapa, el niño reproduce la forma correcta que
ha extraído globalmente del aducto y memorizado tal cual ; sin embargo, en
una etapa ulterior, no se contenta Y.ª con imitar lo que oye, sino que asimila 1
t
1
una regla - por ejemplo, una regla de formación del pasado - , generalizán- 1
dola más allá de su campo de aplicación, lo que da lugar a las formas irregu-
lares incorrectas producidas a partir del modelo de las formas regulares. l.
A partir de datos como éstos, nos podemos preguntar si existen estrategias 1
'
desarrolladas por los niños de manera universal para construir la gramática de su
lengua. Mediante el examen de la adquisición de lenguas contrastadas a partir
de los medios formc1les que utilizan, Slobin fue uno de los primeros en basarse
en las comparaciones entre lenguas, con el fin de definir las regularidades obser-
vadas como principios universales de tratamiento. Uno de los primeros princi-
pios de tratamiento resulta ser la especial atención que los niños prestan al final
de las palabras. Este principio se infiere de un cierto número de observaciones
comparativas convergentes . por ejemplo, las expresiones espaciales aparecen
más pronto en húngaro, donde son codificadas como posposiciones, que en ser- !!
bocroata, donde se expresan por medio de una preposición. Otro principio se
basa en la atención preponderante que en el tratamiento se le concede al orden
de palabras. La lista de los universales de Slobin es larga y extensible a voluntad;
pero el interés verdadero de la empresa reside principalmente en la import,1nda
que se le concede al método comparativo. Dicho método demostró que l.:! rel,1-
ción entre el significado y el significante no se efectúa con la misma facilid ad en
todos los tipos de codificaciones y que pueden existir diferencias en el aprendi-
zaje de los medios lingüísticos que transmiten una misma noción en lengu,1s dife-
rentes. El método basado en la comparación entre lenguas, muv des: mollado
desde entonces, destaca el papel de las diferencias existentes entre las diver.;as
lenguas en el proceso de adquisición. Las investigaciones realiz,1das en el marco
del modelo de competición elaborado por Bates y MacWhinney sugieren que el
orden de adquisición de las marcas gramaticales en una lengua dad,1 depende
de la validez relativa de dichas marcas en esta lengua - su peso, su disponibili-
dad, su fiabilidad. Así, en la comprensión de las oraciones, el niiio anglófono se
basará, ante todo, en el orden de palabras, ser, al principal en inglés; mientras que
un niño que aprenda una lengua de flexión rica, corn o el hüngaro o el turco, ser,i
mucho menos sensible a este parámetro.
1
 ¡ -ri
..¡ ;- ..¡ LOS CO NCEPTOS PARTICULARES
Las inves ti gaciones Jctuales se in teresa n cadJ ve z más, no sólo por !as
vanaoones in terl en guas. smo también po r la variabilidad interindividual
en el desa rrollo del leri gua¡e Se ha d estacado que algunas ~arGciones
podían afectar a fo~ n tmos .:te adquisic ión léxica y gramatical, así como a
lo s ' estilos" del apren d izaje m otivado por el hecho de que ciertos niños
presentan un modo o e acceso al lengu aje más " ana iítico", m ientras que
otros ma s " ho iísti co .,
LAS ADQUISIOONES -TARDÍAS
Si bien fas re5tneoon es fundarnent~les del sistema lingüístico se instalan
hacia los +5 años. las importantes transformaciones que se producen más
tarde en el uso de la lengua mu estran que la competencia lingüística continúa
desarrollándose mucho más allá de esos cinco primeros años. Además del
aprendiza1e de un códi go escrito, esta última etapa está marcada por una serie
de transformacon es cualitativas, con frecuencia sutiles, entre fas que se pue-
den destacar cuatro tipos de procesos: la accesibilidad creciente de ciertas
estructuras sintácticas, la reorganización de las redes nocionales y semánticas,
el desarroilo de !a cohesión discursiva y el de la competencia metalingüística.
El dominio de algunas estructuras sintácticas complejas, tales como las
formas de! condici onal, algunos tipos de relativas o las estructuras pasivas, sólo
se desarro lla en una etapa bastante tardía. Se sabe así que el niño apenas pro-
duce oraciones pasivas an tes de los 7 u 8 años, y que, si bien es capaz de com-
prender desde los 4-5 años las pasivas "no reversibles (esto es, las que no pro-
ducen ningún equívoco en cuan'to al agente, como "Ce médicament est pres-
crit par le médec,n" t Este medicamento está prescrito por el médico"]), hasta
los 8-9 años todavía puede caer en la trampa de las pasivas reversibles (del tipo
" Le gan;on est poussé par la tille" ["El niño es empujado por la niña"]). Se
puede considerar que los progresos en el dominio sintáctico reflejan los pro-
gresos en la accesib ilidad de las formas. Los niños de 3 años son capaces de
prod ucir de man era acc esori a una pasiva cua ndo la situación experimental los
incita a ello, pero preñeren evitarl as; por el contrario, en la misma situación, la
m avoría de las producciones del adulto son pasivas. Así pues, la mejora de la
actuación gramatical con la edad supondría que algunas est ructuras complejas
so n m ás utlilizables v resu ltan más fáalmente accesibles.
la reorganización semántica progresiva de los subsistemas lingüísticos es
o tro aspecto importante del desarrollo del lenguaje después de los 5 años.
'\lumerosos trabajos han demostrado que la aparición de una fo m1a en el len-
gua¡e del niño no implica que esta forma posea para el niño las mismas funcio-
6:
ADQUISICIÓN DEL LENGUAJE -1 ;- .)
nes, ni siquiera todas las funciones que tiene en la lengua del adulto : esto es, el
hecho de que el niño utilice un término no significa que desarrolle una con1-
prensión idéntica a la del adulto, de modo que se requieren experi mentaciones
con frecuencia muy precisas con el fin de determinar qué componentes de la sig-
nificación son primitivos y cuáles se desarollan progresiva y ulteriormente. Los
ejemplos de reorganizaciones semánticas que se realizan progresivamente entre
los 4 y 11 años son numerosos. Por citar sólo uno, el famoso estudio de
Karmiloff-Smith sobre la adquisición de los determinantes del nombre en irancés
muestra que la plurifuncionalidad del artículo sólo se adquiere poco a poco: las
marcas del género y del número son las que primero se adquieren; en cambio.
la función definido/indefinido del sustantivo no llega il ser dominada verdadera-
mente antes de los 7 años.
Los progresos en la cohesión discursiva son característicos de las transi or-
maciones del lenguaje después de que el sistema lingüístico de base se consb-
t\.Jya. Karmiloff-Smith sugirió que entre los 4 y 6 a11os se producía una comple-
ta reorganización del lenguaje, verificada por el cambio de una " gramática Intra-
oracional", en la que los elementos gramaticales se utilizan para expresar signi-
ficados dentro de una misma oración, a una " gramática interoracional" en la
que esos mismos elementos - por ejemplo, los pronombres - . se unli zan
como marcas para indicar las relaciones entre oraciones. Entre los -+ y 1 l años.
se desarrollan progresos importantes en la construcción de los relatos. en pJrt1-
cular, en la manera en que los niños aprenden a emplear las marcas de intro-
ducción y de conservación de la referencia (artículos, pronombres, presen tat1-
vos, etc.), o aprenden a manejar la organización temporal. El desarrollo de la
capacidad metalingüística acompaña a estos progresos. Se trata del con¡unto
de las actividades que conllevan de manera implícita o explícita una rerlexion
del niño sobre el lenguaje. La capacidad metalingüística se maniriest,1 b..110 tor-
mas muy diversas, algunas de las cuales se desarrollan progresl\ ¡-¡mente des-
pués de los 4 años: es el caso, por ejemplo, del ajuste del discurso ,1 l.1 edad del
interlocutor, los juicios sobre la corrección léxica o si nt,ic t1c.1 de los <fücursos. L)
sobre su pertinencia pragmática, así como el humo r linsü ís tico. qu e ..ctu., ,1 µ.1r-
tir de la infracción de las reglas sintácticas o corwersacio 11,1les habitu,1le::-.
■ Sobre los diferentes aspectos del .desarrollo lingLi1stico, t>ncontr,11110~ ,111.1li~1~ v rt·l,'rt>n-
cias en las obras generales mencionadas en el E'pI~r,ltc 'Psirolin~u·11~t1c.1 ~Pccion 'Fl t>stu-
dio del desarrollo". Por atril p<1rte, existE'n divE'rs.1s obr,1s colectt,,1~ que proporoon.m
"estados del arte", principalmente: P. Fletcher y M. G,mn,m. Lmgu.i~e AcqtJis,lion: ~tlidit's
in First Langu,1ge Oevelopment, C m1bridge. ¡q ¡ q v ~• t'O, l'lfüi E. W.mner y L. Clei trmn
(ecls.), Language Acquisitio11: r/w St.1te ni 1/1e t\11, C.1mh11d)-;t\ 1'H\2 , l3 . 1\ l.1c\.Vhi1111t'v wd.l.
Mech.ini~ms ot Lingu,1ge Acquisitio11 . H1lbd,1IC'. 1q11 7 f' . Hetclwr y l3 . 1\<\,1eWhi111wv (PdsJ