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³Art. 1. La religión católica, apostólica, romana, que con exclusión de cualquier otro culto continúa siendo la única de
la Nación española, se conservará siempre en los dominios de su Majestad Católica, con todos los derechos y
prerrogativas de que debe gozar según la ley de Dios y lo dispuesto por los sagrados cánones.
Art. 35. («) se devolverán, desde luego, y sin demora a las mismas y en su representación a los prelados diocesanos,
en cuyos territorios se hallen los conventos o se hallaban antes de las últimas vicisitudes, los bienes de su pertenencia
que están en poder del Gobierno y que no han sido enajenados («).
Art. 41. Además la Iglesia tendrá el derecho de adquirir por cualquier título legítimo y su propiedad, en todo lo que
posee ahora o adquiriere en adelante, será solemnemente respetada«
Art. 42. En este supuesto, atendida la utilidad que ha de resultar a la religión de este convenio, el Santo Padre, a
instancia de Su Majestad Católica, y para proveer a la tranquilidad pública, decreta y declara que los que durante las
pasadas circunstancias hubiesen comprado en los dominios de España bienes eclesiásticos« disfrutarán segura y
pacíficamente de dichos bienes y sus emolumentos y productos.´

  


³Art. 1. Todos los poderes públicos emanan de la Nación, en la que reside esencialmente la soberanía, y por lo mismo
pertenece exclusivamente a la Nación el derecho de establecer sus leyes fundamentales.
Art. 3. Todos los españoles pueden imprimir y publicar libremente sus ideas sin previa censura, con sujeción a las
leyes.
No se podrá secuestrar ningún impreso hasta después de haber empezado a circular.
La calificación de los delitos de imprenta corresponde a los jurados.
Art. 14. La Nación se obliga a mantener y proteger el culto y los ministros de la religión católica que profesan los
españoles. Pero ningún español ni extranjero podrá ser perseguido por sus opiniones o creencias religiosas, mientras
no las manifieste por actos públicos contrarios a la religión.
Art. 15. La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes con el Rey.
Art. 16. Las Cortes se componen de dos Cuerpos Colegisladores, iguales en facultades; el Senado y el Congreso de
los Diputados.
Art. 18. Los senadores son elegidos del mismo modo y por los mismos electores que los diputados a Cortes.
Art. 20. Para ser senador se requiere: ser español, mayor de cuarenta años y hallarse en uno de los cuatro casos
siguientes: 1° Pagar dos años de antelación 3.000 reales de contribución directa. 2 ° Tener 30.000 reales de renta
procedente de bienes propios. 3° Disfrutar 30.000 reales de sueldo de un empleo que no se pueda perder legalmente
sin previa formación de causa. 4° Percibir o tener declarado derecho a percibir 30.000 reales anua les por jubilación,
retiro o cesantía.
Las fracciones de las cantidades expresadas en los cuatro casos anteriores no pueden acumularse para componer el
total requerido.
Art. 26. Para ser diputado se requiere ser español, de estado seglar, haber cumplido veinticinco años y tener las demás
circunstancias que exija la ley electoral.
Art. 37. El Rey y cada uno de los Cuerpos Colegisladores tienen la iniciativa de las leyes.
Art. 49. La potestad de hacer ejecutar las leyes reside en el Rey, y su autoridad se extiende a todo cuanto conduce a la
conservación del orden público en lo interior y a la seguridad del Estado en lo exterior, conforme a la Constitución y
a las leyes.
Art. 67. A los Tribunales y Juzgados pertenece exclusivamente la potestad de aplicar l as leyes en los juicios civiles y
criminales, sin que puedan ejercer otras funciones que las de juzgar y hacer que se ejecute lo juzgado.´

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V    , son unas     , es decir, unos


documentos de la época. No han sido transformados posteriormente
y son cercanos a los hechos que relatan.
V    , son de carácter  , ya que en ellos se
expresan ideas y establecen normas sobre la situación política del
país.
Ambos textos son documentos públicos, destinados a la difusión
general, y de carácter jurídico, ya que establecen normas legislativas.
El primero es un  es decir, un acuerdo entre la Santa
Sede y el Estado español para regular las relaciones entre ambos.
El segundo es una C es decir, un conjunto de artículos
que regulan la vida política, económica y social del país .

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En el   

, se establecen las relaciones entre el
Estado español y la Santa Sede a partir de ese momento. En él
destaca la exclusividad de la religión católica en España (art. 1), la
devolución de los bienes desamortizados en 1836 que no hayan sido
vendidos (art. 35), el respeto al derecho de propiedad de la Iglesia
(art. 41) y la seguridad de sus propiedades para los compradores de
los bienes eclesiásticos desamortizados (art. 42).
En la      
 , se establece la
³soberanía nacional´ (art. 1), la libertad de imprenta (art. 3), el
mantenimiento del culto católico y la libertad religiosa (art.14) y se
organiza el Estado siguiendo la división de poderes: el poder
legislativo compartido entre las Cortes y el Rey (arts. 15 y 37), unas
Cortes bicamerales: Senado y Congreso de los Diputados (art. 16), la
forma de elección de senadores (art. 18) y las condiciones para ser
senador y diputado (arts. 20 y 26), el poder ejecutivo en manos del
Rey (art. 49) y el poder judicial para los tribunales de justicia (art.
67)

Ambos textos pertenecen a la época histórica de la   


   (1843-1868). El primero de ellos estaría enmarcado en el
periodo denominado ³Década moderada´ (1844 -1854). El segundo
pertenecería al llamado ³Bienio Progresista´ (1854 -1856). Estos
periodos históricos pertenecen a un momento histórico más amplio
conocido como ³  c   ´ (1833-1868).

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