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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTÍN

FACULTAD DE DERECHO

ÉTICA GENERAL Y PROFESIONAL

TEMA:
“LOS CÓDIGOS DE ÉTICA”

DOCENTE:
DRA. ELVA EMELINA VILLA GARNICA

AUTORES:

CARLOS CALCINA YANHAN JOSUAB

CAMPANA FUENTES ISLADY GRACIELA

GARCIA HUARCA MIRIAM FIORELLA

HUAMANI MANSILLA YURI VANEZA

SURCO CCONISLLA ROSARIO JIMENA

VÉLEZ VELARDE ALEX MARC

AREQUIPA-PERÚ
2020
ÍNDICE .............................................................................................................................. 2
CAPÍTULO I ...................................................................................................................... 4
1.1.- LOS CÓDIGOS DE ÉTICA .................................................................................... 4
1.2.-ÉTICA JURÍDICA .................................................................................................... 4
1.3.-CÓDIGO DE ÉTICA DEL ABOGADO ..................................................................... 5
1.4.-PRINCIPIOS EN LOS QUE SE FUNDA EL CODIGO DE ETICA DE LOS
ABOGADOS .................................................................................................................. 9
1.5.-IMPORTANCIA DEL CÓDIGO DE ÉTICA............................................................. 12
1.6.-FUNCIONES DEL CÓDIGO DE ÉTICA ................................................................ 12
1.7.-DIMENSIONES DEL CÓDIGO DE ÉTICA ............................................................ 13
CAPÍTULO II ENSAYOS ................................................................................................. 15
LA ÉTICA DEL ABOGADO Y LA SOCIEDAD .............................................................. 15
¿EL CÓDIGO DE ÉTICA DEL ABOGADO ES UNA NORMA DE RESPONSABILIDAD
PROFESIONAL? ......................................................................................................... 18
ÉTICA PERSONAL Y EL CÓDIGO DE ÉTICA DEL ABOGADO .................................. 20
EL ABOGADO ANTE LA ÉTICA Y EL DERECHO ....................................................... 22
CÓDIGO DE ÉTICA Y EL ABOGADO EN EL PERÚ ................................................... 24
EL CÓDIGO DE ÉTICA DEL ABOGADO NO SIEMPRE HA DE ARMONIZARSE CON
SUS VALORES............................................................................................................ 26
CAPÍTULO III .................................................................................................................. 28
CASO VÍCTOR GIRAO ................................................................................................... 28
HECHOS ..................................................................................................................... 28
CONSIDERANDO:....................................................................................................... 28
POSICIÓN DEL GRUPO ............................................................................................. 29
CONCLUSIONES ............................................................................................................... 31
BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................................... 32

2
INTRODUCCIÓN

Toda conducta humana, afecta a quienes les rodea y por ello son necesarios principios que
permitan al individuo actuar bajo ciertas normas que regulen su conducta.

En la actualidad, los valores morales y espirituales están perdiendo valor de manera muy
significativa, por ello los colegios profesionales, las empresas y organizaciones, conscientes
de la importancia que tienen estos, insisten en que para lograr el engrandecimiento de
nuestra profesión hoy más que nunca se deben aplicar las normas de ética Profesional.

Por ello los códigos de ética serán los instrumentos que permitirán generar una cultura de
sólidos principios y valores que trascienden a los integrantes y a la coyuntura de la
Asociación, lejos de disminuir la responsabilidad personal en cada acción, señala una
dirección a seguir en la búsqueda y contribución del bien común.

Nuestro accionar deberá estar signado por la lealtad, integridad, dignidad, honestidad,
talento, respeto, cooperación, desarrollo personal y profesional, garantizando el pleno
desempeño y comportamiento de todos los Licenciados en Relaciones Laborales, del
Trabajo, Industriales y de Recursos Humanos.

Los Códigos de Ética se traducen en el talento moral de todos los que componemos la
organización y nos relacionamos con ella, mediante este documento, la ética entonces, se
concreta en el ejercicio libre y responsable del obrar humano dentro de una organización.

3
CAPÍTULO I

1.1.- LOS CÓDIGOS DE ÉTICA

Los códigos de ética son documentos compuestos por una serie de normas, reglamentos y
valores que han sido establecidos para regular los comportamientos y actitudes de las
personas que forman parte de un mismo contexto, bien sea con respecto a una profesión,
organización o empresa y son de obligatorio cumplimiento para regular las conductas de los
sujetos que forman parte de estas organizaciones.

El código de ética se apoya en la deontología, una rama de la ética desde la cual se


estudian los deberes que rigen una actividad profesional. Cada vez son más frecuentes en
las organizaciones o empresas, ya que permiten establecer la aplicación correcta de ciertos
ejercicios laborales. En este sentido, tanto en las grandes corporaciones multinacionales,
así como, en las grandes, medianas y pequeñas empresas le dan mayor importancia a la
elaboración de un código de ética, el cual es elaborado por parte de los altos ejecutivos. En
algunos casos no será propiamente un código, pero sí un estatuto, manual de estilo, entre
otros, que garanticen una gestión ética, responsable y cónsona con los valores que
representan una organización profesional o empresa.

Motivo por el cual, los códigos de ética profesional se proponen como objetivo primordial,
fortalecer los principales deberes morales a partir de principios, valores y normas, tanto los
de aplicación para todas las profesiones, como los más específicos de una determinada
labor; le recuerdan al profesional los principios que deben hacer suyos; expresan las
principales transformaciones morales en un campo de acción concreto y convocan al
cumplimiento de los nuevos patrones consensuados que en la dinámica social se imponen,
por medio de recomendaciones que pretenden elevar la conciencia y la responsabilidad
profesional.

El éxito de los códigos profesionales, su conocimiento y aplicación por el gremio, dependen


del grado de implicación que tengan en él los sujetos a los que se destinan, así como, la
motivación, la concientización y la sensibilidad que despiertan sus postulados entre los
profesionales del sector.

1.2.-ÉTICA JURÍDICA

La ética jurídica se encarga del estudio de los valores del ser humano que se realiza dentro
del ámbito jurídico, es decir dentro del ejercicio profesional del abogado, La realización de
una conducta desleal por parte de los abogados puede dar lugar a una sanción disciplinaria

4
impuesta por la respectiva asociación de éstos profesionales y además a una sanción
penal.

“La ética jurídica, se entiende como un protocolo de actuación para el ejercicio de la


abogacía, en las distintas materias o ramas del derecho, ya que los principios éticos varían
o se priorizan dependiendo del área legal de especialidad” (Salinas,2015, P. 78)

Por este hecho la realidad del abogado como titular de ejercer la acción jurídica, le
proporciona una facultad peculiar para contribuir con inteligencia y eficiencia el bien común
tanto de él como de su cliente.

1.3.-CÓDIGO DE ÉTICA DEL ABOGADO

El abogado debe cultivar sus virtudes profesionales y formación integral mediante el estudio
y el seguimiento de las normas morales. Nos referimos en este aspecto al estudio y
actualización del abogado como ente impulsador del cambio en la sociedad. Esto lo llevará
a proponer soluciones que estén orientadas al bien en todos los aspectos que sea posible.
Esto va de la mano de su capacidad, talento y experiencia al servicio de la justicia. A nivel
nacional cada departamento cuenta con un Colegio de Abogados,el mismo que adscribe a
los profesionales en derecho que pueden ejercen o están en la posibilidad de ejercer
funciones, en cuanto al régimen ético, deben tener presente la directriz que especifica el
Código de Ética de Los Colegios De Abogados Del Perú aprobada en Ayacucho en fecha
26 de Abril de 1997, vigente a partir del 15 de Mayo de 1997, que cuenta con 4 Secciones,
que refieren en la Primera, respecto a las Normas Generales, en la Sección Segunda,
respecto a las relaciones de los Abogados con los Tribunales y demás Autoridades, la
Sección Tercera respecto a las Relaciones del Abogado con sus Clientes y la Sección
Cuarta, referida a las Relaciones del Abogado con sus Colegas y la Contraparte.
Estos parámetros de conducta dispuestos a nivel nacional, son la directriz de todos los
Colegios de Abogados del Perú, aunque con sus peculiaridades específicas. También
abordaremos resumidamente cada una de las secciones que establece el Código de Ética
del Colegio de Abogados de Arequipa.
El Colegio de Abogados de Arequipa tiene 9 secciones y 111 artículos, distribuido en
capítulos, así tenemos las secciones de:

1. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES, MISIÓN DEL ABOGADO, DEBERES Y


PROHIBICIONES FUNDAMENTALES
2. LA RELACIÓN CON EL CLIENTE

5
3. DEBERES CON EL CLIENTE
4. HONORARIOS PROFESIONALES
5. RELACIONE S CON LAS AUTORIDADES
6. RELACIONE S CON LAS AUTORIDADES
7. RESPONSABILIDAD DEL ABOGADO
8. PROCESO DISCIPLINARIO

1.3.1. FUENTES PARA LA REDACCIÓN DEL CÓDIGO DE ÉTICA DEL ABOGADO

El Código de Ética del Abogado que la Junta de Decanos de los Colegios de Abogados del
Perú ha aprobado en su Asamblea General Extraordinaria de la ciudad de Puno, el 24 de
febrero del 2012, está en base al Código Voluntario de Buenas Prácticas del Abogado,
elaborado por la Red Peruana de Universidades, integrada por las Facultades de Derecho y
Ciencias Políticas de las universidades Pontificia Universidad La Católica del Perú,
Universidad Nacional de Trujillo, Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco,
Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, Universidad Nacional de San Cristóbal
de Huamanga de Ayacucho, Universidad Católica de Santa María de Arequipa, Universidad
Nacional de la Amazonía Peruana, Universidad Nacional Hermilio Valdizán de Huánuco,
Universidad Nacional de Cajamarca, Universidad Nacional de Piura, así como del Proyecto
de Código de Ética y Responsabilidad del Profesional en Derecho, coordinado por la Dra.
Beatriz Boza Dibós, donde en su revisión y elaboración participaron 95 abogados en un
esfuerzo coordinado por los doctores Jorge Avendaño Valdez, Mario Pasco Cosmópolis y
Javier de Belaúnde López de Romaña.
Además, se contó con la participación del Grupo de Estudio sobre Temas de Ética y
Responsabilidad Profesional del Abogado de las siguientes asociaciones de estudiantes de
Derecho: Círculo de Derecho Administrativo, Derecho virtual, Foro Académico, Ius et
Veritas, Ius Inter Gentes y Themis, así como de las gerencias legales de las principales
empresas del país y el Vance Center del Colegio de Abogados de Nueva York.
En la redacción final participaron los miembros de la Comisión Encargada de la Redacción
del Código de Ética del Abogado de la Junta de Decanos de los Colegios de Abogados del
Perú, la Directora de Ética Profesional y Presidenta del Consejo de Ética del Colegio de
Abogados de Lima y los estudios de abogados Barrios & Fuentes Abogados; Benítez,
Forno, Ugas & Ludowieg, Andrade; Estudio Grau; Estudio Olaechea; Estudio Osterling;
García Sayán Abogados; Hernández & Cía. Abogados; Miranda & Amado; Muñiz, Ramírez,
Pérez-Taiman & Olaya; Payet, Rey, Cauvi; Rodrigo, Elías & Medrano; Rubio Leguía
Normand y Escalante Abogados.

6
Por tanto, el Código de Ética del Abogado, es el fiel reflejo del trabajo de varios años de
docentes y estudiantes de Derecho de las universidades del país y el aporte de los decanos
miembros de la Junta de Decanos de los Colegios de Abogados del Perú y de estudios de
abogados del país.

1.3.2. EL CÓDIGO DE ÉTICA Y EL REGLAMENTO COMO NORMAS JURÍDICAS

Consideramos que las normas contenidas en el Código de Ética y el Reglamento son


verdaderas normas jurídicas, ya que cumplen con los requisitos de validez de estas:
generalidad, origen público, estructura normativa, son mandatos de conductas y respaldo en
la fuerza del Estado. A continuación, desarrollamos brevemente las características de
dichas normas:

a) Son mandatos generales (no tienen un destinatario específico) y abstractos (no se


refieren a acciones concretas. Ello, sin perjuicio, de que su ámbito de aplicación personal
está circunscrito a los abogados que se colegian en el CAL, ya que este no tiene facultades
para crear normas que vinculen a terceros.

b) Tienen su origen en los poderes públicos otorgados por la Constitución al CAL. La


finalidad esencial del CAL, en tanto colegio de abogados, es el control del ejercicio
profesional de sus miembros. Al derivar del ejercicio de potestades públicas, estas normas
no tendrían origen en la autonomía privada ni buscarían tutelar meros intereses privados.

c) Tienen la estructura lógica propia de las normas jurídicas. Son mandatos de conducta
que establecen que ante cierto supuesto de hecho, corresponderá una consecuencia
jurídica. Si bien el Código de Ética contiene diversos tipos de normas, en forma general,
puede afirmarse que contempla normas prohibitivas: si un abogado, incumple el Código de
Ética y se determina responsabilidad profesional este será sancionado con alguna de las
sanciones establecidas en el Artículo 102 del Código de Ética.

d) Contienen mandatos destinados a regular la conducta de las personas (los abogados)


Los parámetros de conducta recogidos en las normas del Código de Ética consideran
aquello que, de acuerdo con las características, principios y valores de la propia profesión,
se considera como correcto.

e) Están respaldados en la fuerza del Estado. Esto se evidencia en el hecho de que el


Estado cuenta con medios para garantizar la eficacia de las sanciones impuestas en virtud

7
de estas normas. Así, por ejemplo, si un abogado desacata la sanción de suspensión podría
ser denunciado por el delito de ejercicio ilegal de la profesión 1 contemplado en el Artículo
363 del Código Penal.2 Además, nótese que en virtud de lo señalado por el Decreto
Legislativo No. 1265 las sanciones que imponen los colegios de abogados son aplicables en
todo el territorio nacional.

Es preciso indicar que las normas del Código de Ética y el Reglamento -al igual que ocurre
con otras normas jurídicas- recogen consideraciones de carácter ético, particularmente, en
este caso, de carácter deontológico. Sin embargo, ello no desvirtúa que sean normas
jurídicas, puesto que tienen origen en procedimientos legalmente establecidos y están
respaldadas por la fuerza del Estado. Por eso, se distinguen de las normas morales cuyo
incumplimiento únicamente genera un remordimiento o, en todo caso, una crítica social 3

Obsérvese, en cambio, que el Código Voluntario de Buenas Prácticas del Abogado no


contiene normas jurídicas. Tal como pone en evidencia su propio nombre, es de
cumplimiento voluntario y, por ello, no prevé algún tipo de sanción. Los estudios de
abogados que se comprometen a cumplirlo ponen en juego su reputación ante sus
empleados, clientes y la opinión pública. Ello, sin perjuicio, de que en virtud de la autonomía
privada podrían incorporar sus normas en sus contratos para ofrecer un estándar más
elevado de actuación distinguiéndose así entre sus competidores.

Lo expuesto nos lleva a preguntarnos si el Código de Ética más que un código de “ética”
profesional es, en realidad, un código disciplinario. Si bien ambos aluden a un conjunto de
postulados referidos al ejercicio de una profesión -a manera de guías o directrices de
conducta-, el primero carece de coerción4 mientras que el segundo está respaldado en el

1
El Artículo 363 del Código Penal sanciona el ejercicio ilegal de la profesión. El Poder Judicial
confirmó sanciones por este delito, por ejemplo, en las ejecutorias supremas de 22 de setiembre de
1998 y de 4 de diciembre de 1997, a un bachiller que prestaba asesoramiento legal, confeccionaba
escritos y asistía a diligencias judiciales y al practicante de un Juzgado de Paz Letrado. Cfr. SALINAS
SICCHA, Ramiro. Delitos contra la Administración Pública. Editora y Librería Jurídica Grijley EIRL.
Lima. 2014. P. 63.
2
El Artículo 363 del Código Penal titulado “Ejercicio ilegal de profesión” señala lo siguiente: “El que
ejerce profesión sin reunir los requisitos legales requeridos, será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de dos ni mayor de cuatro años. El que ejerce profesión con falso título, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de seis años. La pena será no
menor de cuatro ni mayor de ocho años, si el ejercicio de la profesión se da en el ámbito de la
función pública o prestando servicios al Estado bajo cualquier modalidad contractual”. (Énfasis
agregado)
3
De la Torre, Javier. Deontología de Abogados, Jueces y Fiscales. Biblioteca Comillas. Universidad
Pontificia Comillas. Madrid. 2008. P. 103.
4
O, en todo caso, ésta tiene naturaleza privada.

8
poder sancionatorio del Estado5 y, por tanto, su aplicación debe ofrecer las garantías
propias al ejercicio del ius puniendi.

Si bien admitimos que esta cuestión puede dar lugar a más de una interpretación, nos
inclinamos a pensar que es un código disciplinario, pues tiene origen en una “institución
autónoma con personería de derecho público” a la cual la ley le reconoce potestades
sancionadoras sobre sus miembros6 sujetas al control del Estado.

1.4.-PRINCIPIOS EN LOS QUE SE FUNDA EL CODIGO DE ETICA DE LOS ABOGADOS

Los Códigos de ética se construye sobre elementos esenciales comunes entre ellos, es
decir que estos se manifiestan en el cuerpo normativo de los códigos profesionales por lo
que es necesario prestar atención a estos lineamientos, en el caso del Codigo de Etica del
Abogado, los principios fundamentales en los que se funda, los podemos encontrar en la
sección segunda de esta normativa.

1.4.1.-Principio de Defensa de los derechos de la persona

Este principio hace referencia a que el derecho tiene por fin la defensa de los derechos de
las personas y la consolidación del Estado de Derecho, la justicia y el orden social. De lo
que entendemos que un abogado en ejercicio de su profesión debe tener una conducta
proba e integra lo que es esencial para el adecuado funcionamiento del sistema de justicia,
la vigencia del Estado de Derecho y la vida en sociedad. El Colegio de abogados del Callao
con anterioridad sancionó a un abogado por haber presentado una demanda (que fue
admitida) y luego no haber asistido a la audiencia, dejando en estado de indefensión a su
cliente.

5
Piénsese, por ejemplo, en los regímenes disciplinarios aplicados a ciertos funcionarios públicos por
su pertenencia a una determinada organización. Cabe mencionar que en la doctrina se explica que la
potestad disciplinaria implica lo siguiente: “a) una organización pública, b) la facultad de imponer
sanciones, c) que el sujeto pasivo de la sanción sea miembro de la organización, y d) que los
deberes infringidos se deriven de la pertenencia a la organización”. Ver. Rojas Rodríguez, Fidel. Op.
Cit. P. 57-58.
6
En ese sentido se ha pronunciado Rojas Rodríguez señalando, además, que “el Estado otorga a
favor de los gremios una suerte de delegación de facultades sancionadoras, sobre la base de su
necesidad de establecer garantías para los ciudadanos (sobre el correcto ejercicio profesional de los
titulados) y en virtud de la competencia deontológica de los colegios profesionales, que
evidentemente no puede ser ejercida directamente por el Estado”. Ver. Rojas Rodríguez, Fidel.
Fundamentos del derecho administrativo sancionador. Instituto Pacífico. Primera Edición. Lima. 2015.
P. 62-63.

9
1.4.2.-Principio de Respeto al Estado de Derecho

El abogado es parte esencial de la defensa del orden democrático a través de su


participación en el sistema jurídico del país. Por ello, debe respetar la función de la
autoridad y ejercer el Derecho, cualquiera fuere el ámbito en que se desempeñe, con
sujeción a los principios de lealtad, probidad, veracidad, honradez y buena fe, En una
oportunidad el Colegio de Abogados de Arequipa7sancionó a un abogado por no colaborar
con la administración de justicia ya que este no había asistido para que se le tome las
muestras grafotécnicas a su firma esto en un proceso falsedad material, donde fue
requerido hasta en tres oportunidades.

1.4.3.-Principio del deber profesional del abogado.

El abogado y la abogada son servidores de la justicia y su deber profesional es defender los


derechos de sus patrocinados, honrando la confianza depositada en su labor; la cual debe
desempeñarse con estricta observancia de las normas jurídicas y de una conducta ética que
refleje el honor y la dignidad profesional. En una oportunidad, el Colegio de Abogados de La
Libertad8 sancionó a un abogado por infringir dicho principio ya este había hecho firmar un
escrito a su patrocinada para luego utilizarlo en la contraparte es decir que el abogado
denunciado “una vez que consiguió la firma del escrito de separación convencional por
parte de la denunciante, utilizó la última página para agregarla a otro escrito diferente, por lo
que el Consejo de de ética determinio: “es deber profesional del abogado defender los
derechos de sus patrocinados, honrando la confianza depositada en su labor”.

1.4.4.-Principio de Obediencia de la ley.

Este principio nos dice que un abogado debe obedecer la ley, no debe inducir a otros a que
la infrinjan, ni aconsejar actos ilegales. Debe promover la confianza del público en que la
justicia puede alcanzarse con el cumplimiento de las reglas del Estado de Derecho. El
Colegio de Abogados de Lima9. en un proceso en el que se denunció a un abogado por
lograr la declaratoria de herederos de una persona como heredero universal existiendo más
herederos. haciendo una serie de artilugios para realizar compraventas ficticias para
deshacerse de otros bienes fue sancionado debido a que la abogacía no se puede ejercer
de manera fraudulenta con falsedad e induciendo al error al Juez.

7
Mediante Resolución Nº 001-2016-CAA/ CE del 29 de diciembre del 2016
8
Mediante Resolución Nº 005-2017-CECALL-015-2014 del 02 de marzo del 2017
9
Resolución del Consejo de Ética Profesional Nº 996-2017/CE/DEP/CAL del 13 de octubre del 2017

10
1.4.5.-Principio de Probidad e integridad

El abogado debe inspirar con sus actuaciones la confianza y el respeto de la ciudadanía por
la profesión de abogado es decir debe abstenerse de toda conducta que pueda
desprestigiar la profesión. El Colegio de Abogados de Ica 10, en un caso en el que un
abogado que recibe todos los documentos necesarios para un proceso y que luego delegue
dicha función a otro abogado sin darle el dinero que recibió como adelanto denota una
actitud que no inspiran confianza y el respeto de la ciudadanía por la profesión de abogado
resolvió que

1.4.6.-Principio del Deber de veracidad

Ello hace referencia a que el abogado en el ejercicio de su profesión en sus


manifestaciones, debe exponer con claridad los hechos, el derecho aplicable al caso, y las
pretensiones de su cliente. No debe declarar con falsedad. El abogado no debe realizar
citas doctrinarias o jurisprudenciales inexistentes. Ello incluye que debe exponer con
claridad los hechos, el Derecho aplicable al caso, y las pretensiones de su Cliente. Por lo
que será sancionado aquel Abogado que induzca a error a la Autoridad utilizando artificios
que oculten hechos relevantes, presenten hechos que no guardan correspondencia con la
realidad o expongan una falsa aplicación del Derecho. El Colegio de Abogados de Lima 11,
en el caso de un abogado que ejerce sin tener título de tal y que no estaba incorporado al
Colegio de Abogados de Lima,

1.4.7.-Principio de Puntualidad

Es deber del abogado ejercitar la puntualidad en el cumplimiento de sus actividades


profesionales. El Abogado debe respetar a las personas. La puntualidad del Abogado en el
ejercicio de sus actividades profesionales es una manifestación de dicho valor. ser puntual
en las diligencias y con sus colegas, sus clientes y las partes contrarias del Colegio de
Abogados de Lima12 en el caso de un abogado que reprograma una y otra vez sin
justificación

10
Resolución Nº 004 del 04 de agosto del 2016
11
Resolución del Consejo de Ética Profesional Nº 305-2015/CE/DEP/CAL del 23 de octubre del 2015
12
Resolución del Consejo de Ética Profesional Nº 952-2017/CE/DEP/CAL del 23 de agosto del 2017.

11
1.5.-IMPORTANCIA DEL CÓDIGO DE ÉTICA

Creemos que es algo que se debe entender antes de dar una importancia suelta sobre la
importancia o ¿Para qué sirven los códigos de ética? porque se podría decir cosas más o
menos intrascendentes sobre una función que viene en desmedro y que no ha cumplido
generalmente con la finalidad que se le encomienda(habría que probarse de manera
objetiva más bien cuánto influyen los códigos de ética en la conducta y si los códigos
restringen y previenen con eficacia).
Los códigos de ética significan una observancia de la conducta desde un punto de vista
exclusivamente interno de los profesionales y de la responsabilidad social que se deber
tener con respecto a las demás personas.
Su importancia esencial entonces radica en su funcionalidad entendiendo que es de
aplicación mediata no se puede esperar que aunque existan códigos de ética se cambie el
actuar antiético de algunos profesionales o que al existir este se deje de tener conductas
antiéticas, en este sentido no es de efectos inmediatos puesto que regula postulados
generales.

1.6.-FUNCIONES DEL CÓDIGO DE ÉTICA

Según Gustavo Ortiz Millán (2015), en su artículo titulado LIMITACIONES Y FUNCIONES


DE LOS CÓDIGOS DE ÉTICA, parte de la intención de formular códigos de ética ha
consistido en la pretensión de que éstos puedan ayudarnos en nuestras vidas prácticas
dentro de instituciones a tomar mejores decisiones, y lo hacen dándonos recomendaciones,
a partir de valores generales, que podemos aplicar a casos particulares. Así, los códigos de
ética tienen un componente prescriptivo o normativo, con el que pretenden ayudarnos a
guiar nuestras vidas morales dentro del marco de la institución que sostiene dicho código.
Los problemas, radican en que los códigos suelen tener lagunas, suelen ser demasiado
generales y no dan directrices específicas para casos particulares y, al final, el agente moral
tiene que decidir qué hacer con base en su propio criterio y, en el mejor de los casos,
usando el código sólo de un modo secundario. En el peor de los casos, el agente obviará el
código y decidirá por sí mismo lo que probablemente hubiera decidido sin el código.
Entonces, ¿para qué tomarse tanto trabajo en elaborar un código de ética y exhibirlo como
una bandera de la institución? ¿Qué función cumple el código de ética?
Podemos dar varias respuestas a estas preguntas. La primera tiene que ver con que, al
enfatizar ciertos valores, la institución trata de dar un criterio orientador para quienes
trabajan en ella, a la hora de tomar decisiones que afecten a otros dentro o fuera de la
institución. Esos criterios orientadores, son de carácter muy general. Asimismo, el código no

12
solamente trata de ayudarnos a guiar nuestras decisiones, sino también, al mismo tiempo, a
justificarlas. Al tratar de justificar un curso de acción sobre otros posibles, siempre podemos
apelar a los valores incluidos en el código para justificar nuestro proceder.
Del mismo modo, el código servirá para que otros agentes puedan juzgar la conducta de
individuos que se encuentran dentro de la institución y cuya conducta debe regirse por el
código. Al mismo tiempo, para aquellas instituciones que cuenten con comités de ética, el
código de ética puede servirles, como parte de la justificación de sus decisiones, cuando
tienen que pronunciarse sobre la mala conducta de algún miembro de la institución.
El código puede contribuir en la conducta de los miembros de la institución al influir en la
manera en que los empleados perciben los valores éticos de la organización. Además,
dentro de un comité, es posible que la deliberación moral ayude a los individuos a
desarrollar sus capacidades para aplicar correctamente los valores y los principios morales
en situaciones cotidianas. En ese sentido, como afirma Georg Lind (2007) en su libro LA
MORAL PUEDE ENSEÑARSE: MANUAL TEÓRICO-PRÁCTICO DE LA FORMACIÓN
MORAL Y DEMOCRÁTICA, esto puede ayudar a su desarrollo moral: es cuando los
individuos entran en deliberaciones morales que se descentran y entienden puntos de vista
distintos a los suyos, en que ven la racionalidad de otras visiones del mundo, entienden que
hay argumentos para juzgar las cosas que son mejores, más completos, sólidos, etc., que
otros, que puede lograrse el desarrollo moral. El código, por sí mismo, no logra incidir
directamente en el desarrollo moral de los individuos, sino que se trata solamente de un
elemento que se debe considerar en la deliberación.
Los códigos sirven para reafirmar la identidad moral de una institución, para anunciarle a la
gente, qué valores son los que suscribe, qué conductas valora y cuáles no, y qué se puede
esperar de ella y de sus miembros. Si los códigos nos van a ayudar a decidir, será en un
nivel general, dándonos criterios muchas veces indeterminados que nos ayuden a guiar
nuestras decisiones concretas y a justificarlas, tanto en el nivel individual como en el de los
comités de ética o incluso en el nivel institucional.

1.7.-DIMENSIONES DEL CÓDIGO DE ÉTICA

Los componentes del código de ética son:


1. Principios éticos:
(Amaya, Berrio, & Wilson, 2015) Son los criterios de decisión fundamentales que los
miembros de una comunidad científica profesional, han de considerar en sus
deliberaciones sobre lo que sí o no se debe hacer en las una de las situaciones, que
enfrenta en su quehacer profesional.

13
Navarro y Llorens (2008) en su artículo “Los principios para una ética de las
profesiones” señalan la aplicación de los principios de la Bioética a la Ética
profesional, comprende los siguientes principios:
- Principio de beneficencia: hacer bien una actividad y hacer el bien a otros
mediante una actividad bien hecha. Prestar a los otros un servicio profesional
competente, responsable, adecuado a sus necesidades y deseos como
forma de ayudarles a vivir la vida mejor y a no vivirla peor.
- Justicia: referida al sentido social de la profesión, atendiendo el contexto en
que se desenvuelve y a los compromisos que la profesión tiene con la
sociedad para promover su desarrollo. Abarca tanto el ejercicio profesional
libre como el público. "La justicia es la constante y perpetua voluntad de
conceder a cada uno su derecho". (Centro interdisciplinario de estudios en
bioética, 2016).
- Autonomía: La dignidad del ser humano radica en su libertad y su conciencia,
es decir en su capacidad de autodeterminación. Tratar a los otros como
personas, contando con su parecer, respetando sus derechos y
convicciones, proponiéndoles diferentes alternativas.
- Integridad: como principio ético está vinculado con la valoración de la
honestidad, el respeto y la transparencia en las interacciones profesionales.
2. Responsabilidad laboral:
Las responsabilidades que se asumen (y se delegan) en el mundo laboral, es en
resumidas cuentas lo que hace progresar al empleado. Para ello se debe considerar
ciertos aspectos, como el secreto profesional, lealtad y retribución económica.
Componentes de la Responsabilidad Laboral:
- Secreto profesional: Es aquel secreto, que se conoce o al que se tiene
acceso por razón de una relación profesional, en virtud del cual se tiene la
obligación de mantener ocultos los datos y hechos confidenciales, que el
profesional conoce y recibe en el ejercicio de su profesión; desde un punto
de vista jurídico, por lo tanto, es la obligación que tiene una persona de no
divulgar las confidencias que recibe como consecuencia de su profesión y
por los servicios prestados. (Moreno, 2011).
- Lealtad: Significa fidelidad, franqueza, nobleza, honradez, sinceridad y
rectitud. Servir con lealtad significa también servir con la verdad. No es leal si
se engaña, si no se dice la verdad se dicen sólo medias verdades o se dice
lo que al líder le agrada, o lo que desea oír, si se le esconden situaciones y
hechos independientemente de las motivaciones que se tenga. (Fuenmayor,
2005)

14
CAPÍTULO II

ENSAYOS

LA ÉTICA DEL ABOGADO Y LA SOCIEDAD

Yanhan Josuab Carlos Calcina

La abogacía es una profesión por medio de la cual un profesional habla en nombre de


otros(que generalmente no son profesionales). Casi siempre estos terceros están
involucrados en problemas que los afligen a ellos o a otros y, por no decir, que pueden
cambiar el rumbo de sus vidas o la de otros también. En el peor de los casos confiando en
el cliente pensando que se actúa dentro de la ética del abogado se le puede dedicar todos
los esfuerzos y salir victoriosos pero a la vez traer la muerte a otros como recordamos en el
célebre caso de la defensa de San Agustín que termina en la absolución y al siguiente día
la muerte de una mujer en manos del absuelto por intento de homicidio. La responsabilidad
que asume un profesional del derecho es muy grande. Por eso puedo decir que el abogado
tiene la necesidad de extraer el conocimiento de otras profesiones, incluso en las
reflexiones más profundas que le inspiran suele ser el campo de la filosofía de donde toma
sus fundamentos. Es el médico cuya actividad principal es la búsqueda de la cura del
paciente aplicando una serie de procedimientos dentro de la lex artis. Es el psicólogo quien
escucha con mucha importancia y atención las quejas de sus clientes y también darles
consejos, por qué de esto depende la elaboración de un buen diagnóstico y tratamiento
debido a la complejidad que imponen los problemas abstractos. Es el bombero quien
necesita tener mucha habilidad para apagar grandes incendios o evitar que las pérdidas
sean mayores. Como dije, desempeña una serie de roles profesionales cuando hace su
trabajo el abogado.

Pensemos en lo que trae respeto al abogado estos días. La honestidad me parece algo
marcado por el respeto. El abogado que se desenvuelve dentro de un ámbito honesto, que
camina por un rumbo recto y seguro de cumplir con los postulados éticos es un abogado
respetable y medianamente ético con respecto a la expectativa ética que tiene la sociedad
con respecto a él.

Pero, ¿y si este abogado siempre pierde su caso ante un abogado ajeno a la ética? ¿Qué
pasa si el abogado que se desempeña dentro de un campo ético siempre pierde causas
frente al abogado que prosperó en la profesión gracias a factores distintos a la forma en que

15
se esfuerza por defender a sus clientes? ¿El abogado perdedor gozará de tanto respeto
social?

El respeto por la actuación del abogado hoy se ha mantenido en un castillo de arena. Se


diseña un profesional que gana causas aunque, para eso, el profesional utiliza caminos no
recomendados. ¿Por qué eso?

Supongo que la ética externa del abogado se rige por la expectativa ética de la sociedad en
el que desenvuelve su actividad. Si el abogado se enfrenta a una sociedad que tolera la
corrupción, que está de acuerdo con el mundo de las irregularidades, que se conforma con
el tráfico de influencias o con la idea de aprovecharlo todo, entonces tendremos un abogado
que tiende a ser maleable a la hora de exteriorizar sus principios éticos para así ajustarse a
esa expectativa. Hay que dejar claro que un profesional competitivo no es un profesional
que utiliza todo los medios sin discriminar para conseguir su objetivo. El litigio en busca del
éxito puede ser duro, puede ser ágil, puede ser agresivo, pero debe ser impoluto
éticamente.

Por lo tanto, una explicación de la angustia moral asociada con la defensa debe prestar
atención a condiciones más permanentes que los desarrollos recientes en la organización y
la teoría del derecho. Hay una fuerte tensión en la ética interna de un abogado y la
expectativa ética de la sociedad, la expectativa de la responsabilidad profesional del
abogado debilita el vínculo entre una defensa ética y la aplicación pura del derecho, que
según creen los abogados, delimita el ámbito de actuación ética del abogado. Esta
concepción a menudo requiere que el abogado tome acciones que contribuyan a la injusticia
en las circunstancias en cuestión. Naturalmente, se supone que estas acciones facilitarán
una mayor justicia en un sentido muy general, osea que no se puede esperar que en todos
los casos la aplicación del derecho tenga el mismo resultado justo que en otros. En el mejor
de los casos, la situación requiere un riguroso ascetismo moral por parte del abogado. Por
lo tanto, de una manera que se asocia fácilmente con las normas religiosas, la defensa
requiere un aplazamiento de la satisfacción ética de experimentar el bien al que contribuye
nuestra conducta correcta.

La voluntad de ganar a cualquier precio. La idea de que el fin justifica los medios. La
necesidad de mostrarse a los compañeros a través de bienes materiales. Realizar el oficio
asociado a la expectativa de tener un propio estudio jurídico o trabajar en uno lo
suficientemente grande para un pago; una competencia, además de agresiva es injusta en
un contexto mercantilista de la profesión terminan siendo circunstancias que finalmente
hacen que la defensa de un sector de abogados este con mayor riesgo a desenvolverse en

16
una ámbito antiético, sin embargo se puede actuar de acuerdo al código de ética y de la
norma y no siempre ajustarse a la expectativa ética de la sociedad y lo que considera que
es ético.

17
¿EL CÓDIGO DE ÉTICA DEL ABOGADO ES UNA NORMA DE RESPONSABILIDAD
PROFESIONAL?

Islady Graciela Campana Fuentes

Este ensayo nace a partir de la interrogante de si el código de ética es solo un conjunto de


postulados o si por el contrario puede ser considerado como una norma de responsabilidad
profesional que regula la conducta de los abogados.

Se debe empezar considerando que la importancia del código de ética radica en que
establece los parámetros bajo los cuales un profesional del derecho debe de ejercer sus
funciones sabiendo que su objetivo esencial es lograr la convivencia pacífica, justa y
ordenada en nuestra sociedad. El código de ética del abogado en el Perú tuvo su origen en
el código voluntario de Buenas Prácticas del Abogado de la Red Peruana de Universidades
y del Proyecto de Código de Ética y Responsabilidad del profesional de Derecho.

Ahora bien, la experiencia muestra que frecuentemente se suele considerar que el código
de ética simplemente es considerado como postulados relacionados a cuestiones
abstractas, y no como normas de responsabilidad profesional que regulan las conductas de
los abogados.

El doctor Abelardo Rossi señalaba que hay un aspecto de la Ética Profesional conteniendo
efectivamente, preceptos de contenido ético que tiene también carácter jurídico, entra en el
ámbito del derecho y de la ley positiva y es legalmente sancionada su violación. Y hay otro
aspecto de la Ética Profesional en que sólo estamos frente a principios y normas éticas,
esto es, puramente morales que son más serias y graves en conciencia pero que escapan a
toda regulación jurídica positiva y a toda sanción legal.

La ética y el derecho, se complementan, como lo sostiene el doctor Giraldo, por lo que es


indudable que el derecho, aunque algunas de sus normas positivas sean transitorias y
regulen situaciones aparentemente ajenas a la moral, tiene siempre un fundamento ético
porque como teoría y técnica de la coexistencia pacífica entre los hombres, para lograr
cabalmente ese fin, debe estudiar los diversos aspectos de la conducta individual. La ética,
a su vez, a pesar de abarcar un campo más amplio que el derecho por cuanto la violación
de algunos principios morales no implica necesariamente la transgresión de una norma
positiva legal ni el consiguiente castigo, busca también la realización de la coexistencia
pacífica entre los hombres mediante el perfeccionamiento espiritual de cada persona.

18
El código de ética es un mandato general y abstracto por lo que su aplicación personal está
circunscrito a los abogados, tiene su origen en los poderes públicos otorgados por la
constitución cuya finalidad es el control del ejercicio profesional, tiene una estructura lógica
propia de las normas jurídicas ya que son mandatos de conducta que establecen que ante
cierto supuesto de hecho, corresponderá una consecuencia jurídica, contiene mandatos
destinados a regular la conducta de los profesionales y por último están respaldados en la
fuerza del estado ya que esta cuenta con medios para garantizar la eficacia de las
sanciones impuestas. (Luján Espinoza, 2018)

En conclusión, el código de ética se debe entender como el conjunto de disposiciones


jurídicas que rigen el ejercicio legal de la profesión, las condiciones legales, justas y
legítimas en que el abogado debe de desempeñar su actuación. Los deberes y
responsabilidades contenidos en el código de ética, son jurídicas, encuadrando en el ámbito
del derecho, aun cuando se funden en un contenido ético. Son normas de derecho que
porque su naturaleza entra en el ámbito de la conducta humana que es materia adecuada
para ser reglamentada por la ley. Recoge consideraciones de carácter ético, sin embargo,
ello no desvirtúa que sean normas jurídicas, ya que su origen radica en procedimientos
legalmente establecidos y respaldados por el estado.

19
ÉTICA PERSONAL Y EL CÓDIGO DE ÉTICA DEL ABOGADO

Miriam Fiorella Garcia Huarca

La ética en el ejercicio del derecho, es un tema muy controversial ya que es una profesión
que usualmente suele ser cuestionada, y que está íntimamente relacionada con el valor de
la justicia por tal razón el código de ética del abogado intenta ser una especie de guía con
criterios éticos que ayuden a la formación de buenos abogados que como establece el
preámbulo de dicha norma cumpla una función social al servicio del Derecho y la Justicia, y
tenga como objetivo esencial la convivencia social de los hombres como fuente fecunda de
paz, libertad, progreso y bienestar general, todo ello guiado por la ética profesional de un
abogado.

Por otro lado tenemos que la ética profesional, tiene intrínsecamente relación con nuestra
ética personal, la que en términos sencillos es la que está arraigada a nosotros, es decir
que está formada por aquellos valores y normas que determinan cómo actuamos, lo que a
opinión de (Sierra, 2014) no solo se construye por simple opiniones sino que tiene sustento
en experiencias personales, en nuestra educación familia, religión, cultura, normas sociales
incluso una ética teórica por lo que resulta interesante reflexionar que es lo que sucede
cuando un abogado en ejercicio de su profesión, se le presenta una situación ante la que su
ética personal considere correcta una cosa pero que dicha decisión contravenga lo
establecido por el Código de ética o si por el contrario la ética personal coadyuva a la
formación de una buena ética profesional por ende el cumplimiento de un código.

Ante la interrogante la solución salta a la vista toda vez que las decisiones que toma un
abogado de carácter ético en un contexto profesional en la que se sabe se tendrá en
cuenta su ética personal no constituirá un problema siempre que estas no estén en
conflicto, pero sucede que ya (Atienza, 2008) nos hablaba que en el mundo del derecho se
tenía una visión equivocada ya que se pensaba o se piensa que un código de ética es un
conjunto de normas, por lo que un buen abogado era aquel se ciñe a cumplir con lo que
dice el derecho y que el hecho de hablar de ética no era posible. Porque la moral es un
fenómeno esencialmente subjetivo cada uno o cada grupo tienen su propia moral, lo cual es
erróneo.

En contraste de lo señalado líneas arriba (Briceño, 2010) nos dice que la importancia de
una código de ética es el asumir un compromiso como profesional que implica dos
aspectos, el primero sería uno personal es decir el cómo una persona, en el ejercicio de su
profesión se enfrenta a diversas situaciones que pueden poner en tela de juicio su actuar ,

20
el segundo aspecto sería uno social, de lo que podemos entender que nuestra ética
personal debe estar de acuerdo con lo recogido en los códigos de ética aunque en algunos
casos por las características particulares de una persona, discrepen.

Ello trae a reflexión que sin duda en la práctica ocurren muchos impases, el caso ya
bastante conocido del abogado que según los principios recogidos por nuestro código de
ética en su artículo 5° debe honrar la confianza depositada en su labor y debe
desempeñarse con estricta observancia de las normas jurídicas y de una conducta ética que
refleje el honor y la dignidad profesional.

Lo que resulta cuestionable es que muchas veces lo que ocurre como señala (Osorio, 1997)
de todo ello se puede ir entendiendo que la ética personal de un profesional puede o no
estar en consonancia con lo previsto por el código ético, ya que a menudo surgieran
dilemas donde lo que entraría a tallar serían las prioridades éticas de una persona, para lo
que ya diversos estudiosos formularon algunas tesis de soluciones.

Pareciera entonces ante todo ello debemos evaluar también la situación en la ética personal
no sea un obstáculo ya que no se debe tener la percepción de que siempre será contrario a
lo recogido (Sierra, 2014) nos dice que una ética personal cimentada en una buena
formación sobre los valores hará que el ser humano sea una mejor persona en cualquier
campo de la vida y esto significa que pueda llegar a ser modelo para otras personas lo que
parece ir en consonancia con la función desensibilizar que tiene un Código de Ética que
incentiva a que un profesional se desenvuelva en un ámbito de honestidad, legitimidad y
moralidad, todo ello en beneficio de la sociedad.

En conclusión, después de realizar un pequeño enfoque en ambas perspectivas, considero


que la Ética personal entendida como la decisión que uno como individuo realiza para
escoger la opción buena o mala, no constituirá un obstáculo para el desarrollo de un
profesional siempre que esta sea una basada en valores, en ese sentido es importante lo
que señala (Bolivar, 2005) respecto a que la formación de los futuros profesionales, debe
ser guiada a tener una integridad personal y una conducta profesional ética, aun así
considero que existen aún mucho por reflexionar. Así también de manera personal
considero que la ética profesional de abogado más allá de seguir las normas escritas en un
código, la ética de un abogado será la definición de uno mismo, lo que implica un acto de
reflexión acerca de qué tipo de abogados queremos ser.

21
EL ABOGADO ANTE LA ÉTICA Y EL DERECHO

Yuri Vaneza Huamani Mansilla

La intención principal de este ensayo, es conocer la relación que existe entre ética – moral
con el desempeño profesional de los abogados, en este sentido, es necesario analizar la
naturaleza de las normas jurídicas y el código de ética del abogado, si bien las normas
deontológicas se encuentran en medio del derecho y la ética que guían la actividad
profesional del abogado; los que establecen un marco de principios y deberes
profesionales de obligado cumplimiento, son los códigos de ética, así, se legitima un ámbito
de actuación profesional.

Abelardo De La Espriella, hace un importante análisis sobre las normas jurídicas y la ética y
concluye diciendo que: “la ética no tiene nada que ver con el derecho, porque el derecho no
es moral, ni religión. Pueden existir conductas éticamente reprochables, pero conforme a
derecho. El abogado debe tener presente que es un servidor de la justicia y un colaborador
de su administración; y que su deber profesional es defender, con estricta observancia de
las normas jurídicas, los derechos de su patrocinado, y uno debe respetar la confianza que
su patrocinado depositó en él para obtener un resultado favorable al finalizar un juicio”.

La realidad es que no coincido con el análisis del abogado De la Espriella, pues Si bien el
derecho y la moral según su definición pareciesen contradecirse, ya que La moral tiene
como a priori la estabilidad y paz interior de un individuo, Y el derecho tiene como a priori la
paz de la sociedad, pero “no son diferente al extremo, estos dos se complementan , ya que
para poder imponer una ley a un individuo que haya infringido una norma de conducta o ley
impuesta por el estado, se tiene en cuenta aspectos de moralidad del hecho o suceso que
dicho individuo haya cometido” ( Salinas 2015, p 65).

En este orden de ideas el ejercicio del abogado como profesional del derecho tiene como
objetivo la búsqueda y la realización de la justicia, de ahí, que se defienda que la función de
la abogacía no es más que la fórmula de contribuir a la aplicación más justa del derecho.

En conclusión, puedo decir que el derecho no puede estar reñido con la moral sino
adecuarse a ella, y que una norma inmoral debe ser cuestionada y lucharse por su
derogación, pero mientras tanto, cumplirse, siempre y cuando no agravie principios éticos
fundamentales, como el derecho a la vida, a la dignidad o a la libertad. En esos casos, se
impone el deber moral, sobre el deber jurídico. Es por ello que, con el código de ética y la
manera como realiza el abogado su carrera se debe aplicar un espíritu ético mínimo en un
marco de cotidianidad profesional que capacita sobremanera en su actuación al operador

22
jurídico, garantizando a la sociedad en la que ejerce, un quantum de garantías legales y
morales como salvaguarda principal de sus derechos.

23
CÓDIGO DE ÉTICA Y EL ABOGADO EN EL PERÚ

Rosario Jimena Surco Cconislla

“Si por mentir me van a inhabilitar, todos los abogados tendríamos que dejar el Colegio de
Abogados”

Pedro Chavarry

Comienzo el presente ensayo con la curiosa respuesta dada por el Fiscal de la Nación
sobre la denuncia en su contra formulada ante el Comité de Ética del Colegio de Abogados
de Lima. ¿Es acaso que deja ver entrelíneas que los abogados para el ejercicio de la
profesión conlleva la mentira u otros tipos de ardid?

No es una sorpresa que, en el Perú, el Código de Ética de los abogados sea poco utilizado,
cumplido, respetado si se quiere, incluso desconocido por los profesionales del Derecho. Es
justamente por esa razón que a la carrera profesional del Derecho se la cataloga como una
de las profesiones más viles y que desde hace varios años se encuentra en una crisis ética.

El Consejo de Ética, por su parte, en reiteradas ocasiones y acertadamente ha sancionado


a algunos abogados que infringen el código de ética, inhabitándolos para el ejercicio, pero
sucede muchas veces que estas sanciones no son ejecutadas. Entonces surge la
prerrogativa ¿Qué efectividad tienen las sanciones establecidas por el incumplimiento del
Código de Ética?

Para Ferdinand Cuadros (1994) La relevancia del Código de Ética radica en que es la
norma que establece los parámetros bajo los cuales debe ejercerse la abogacía en el Perú
y cualquier abogado que patrocine procesos en el país (aún si fuera extranjero) está en la
obligación de cumplirlos. De allí que el tema que abordamos sea esencial para comprender
cómo se encuentra actualmente regulado el control disciplinario de la abogacía en el Perú.

Acerca del rango normativo del Código de Ética, De la Torre, Javier. (2008) nos dice que es
preciso indicar que las normas del Código de Ética y el Reglamento -al igual que ocurre con
otras normas jurídicas- recogen consideraciones de carácter ético, particularmente, en este
caso, de carácter deontológico. Sin embargo, ello no desvirtúa que sean normas jurídicas,
puesto que tienen origen en procedimientos legalmente establecidos y están respaldadas
por la fuerza del Estado. Por eso, se distinguen de las normas morales cuyo incumplimiento
únicamente genera un remordimiento o, en todo caso, una crítica social.

24
El Código de Ética tiene origen en una “institución autónoma con personería de derecho
público” a la cual la ley le reconoce potestades sancionadoras sobre sus miembros sujetas
al control del Estado. En consecuencia, dado que el Código de Ética y el Reglamento son
normas reglamentarias, si sus disposiciones infringen la Constitución o la ley, pensamos
que cabría la posibilidad de interponer un recurso de acción popular, según lo establecido
en el inciso 5 del Artículo 200 de la Constitución.

A modo de conclusión, se puede decir que, en el Perú el Código de Ética constituye la


principal fuente normativa que define cuáles son los estándares de conducta y, por ende,
las “reglas de juego” que debe respetar todo abogado al ejercer la profesión. Se trata
entonces de la principal norma que deben respetar quienes conocen las leyes mejor que
nadie y tienen la loable misión de ayudar a los ciudadanos a entenderlas, cumplirlas y
defender sus derechos.

25
EL CÓDIGO DE ÉTICA DEL ABOGADO NO SIEMPRE HA DE ARMONIZARSE CON SUS
VALORES

Alex Marc Vélez Velarde

Al comenzar el presente ensayo debemos preguntarnos si los códigos de ética o códigos de


conducta profesionales pueden cumplir la importante tarea de asegurar que los abogados
mantengan altos niveles éticos. Y si el comportamiento moral de los abogados requiere el
desarrollo de atributos relevantes para la práctica legal - lo que podríamos llamar un
carácter moral profesional del abogado13

Sin embargo, los códigos profesionales son importantes porque pueden contribuir o restar
valor al desarrollo exitoso de los profesionales. Si es así, se argumenta que para tener la
mejor oportunidad de ayudar al desarrollo del carácter de los abogados, los códigos no
deberían dar normas aspiracionales muy detalladas que tengan un contenido del cual ya se
sepa que es algo que los profesionales del derecho no logren alcanzar, como por ejemplo
decir en el código que ética que nunca deben mentir o que nunca deben mencionar la
palabra dinero, y en cambio, debería guiar la toma de decisiones éticas al exigirles que
consideren una amplia gama de factores contextuales a la hora de resolver dilemas éticos.

Por ejemplo si en un código de ética leemos “que los abogados son profesionales
especializados que anteponen los intereses de sus clientes por encima de los suyos y se
esfuerzan por obtener el respeto del Estado de derecho”14 estamos ante una aspiración de
quien lo redactó porque primero no todos los abogados serán especializados, muchos
solamente abogados de ocasión o de temporada con estudios generales, con
conocimientos amplios pero sin profundidad en su aplicación. Segundo, no todos los
abogados ante podrían los intereses de sus clientes por encima de los del propio abogado
porque la percepción de intereses variará de un profesional a otro podríamos mencionar
muchas cualidades que el papel podría aguantar, pero no todas podrán ser aplicadas en la
vida real.

13
La naturaleza jurídica y no moral de las normas del Código de Ética del CAL de 1982 (versión
anterior al Código de Ética de 1997) fue brevemente analizada por el profesor cusqueño Ferdinand
Cuadros. Al respecto, señaló: “El código de ética profesional, debiera ser normativa del carácter
estrictamente moral. Sin embargo, por las sanciones que conlleva se convierte en norma jurídica. La
diferencia generalizada entre moral y derecho es que mientras la moral no tiene sino el contralor [sic]
de la conciencia del propio individuo, el derecho lleva consigo la sanción. Esto es que la coercibilidad
diferencia ambas normas. Mientras el derecho es coercible, la moral no lo es”. Ferdinand Cuadros
Villena, Carlos. Ética de la abogacía y deontología forense. Editora Fecat. Lima. 1994. p. 336.
14
Artículo 7º.- Obediencia de la ley.- El abogado […]. Debe promover la confianza del público en que
la justicia puede alcanzarse con el cumplimiento de las reglas del Estado de Derecho.

26
Existen diversos aspectos filosóficos, religiosos y problemas psicológicos de cada
profesional del derecho y por esas diferentes razones habrán diferentes maneras de ver la
moralidad y por ende la obediencia al código de ética..

Diversos experimentos sociales nos hacen ver que los sujetos somos sorprendentemente
susceptibles a situaciones y no siempre resolvemos haciendo uso de un código de ética
sino más bien a situaciones ya aprendidas desde la infancia, bajo ese mismo criterio los
profesionales del derecho pueden resolver sus conflictos viendo el resultado siempre
positivo sin que puedan advertir algunos daños colaterales a las demás partes procesales.

Aunado a lo mencionado en líneas arriba debemos apreciar la percepción que se tiene


sobre los abogados en el hombre de pie, de aquellas personas que no conocen las técnicas
de litigación o simplemente nunca les llamó la atención la profesión del derecho. El autor
Sergio Anzola Rodríguez en su libro El malestar en la profesión jurídica nos dice que “El
problema no son los abogados, el problema es que la gente no entiende a los abogados y al
derecho Como señalé anteriormente, algunos entrevistados argumentan que la mala
imagen que tienen los abogados se debe a que la gente y los medios de comunicación no la
técnica del derecho y por ende los juicios sobre los abogados sean equivocados”15 Frente a
la la percepción de los que no comparten la abogacía con los abogados debemos
preguntarnos si nuestro Código de Ética institucional ayudo en algo que sean mejor
apreciados los profesionales del derecho.

Podemos arribar a la conclusión de que los Códigos de ética son meros instructivos para el
logro de aptitudes sociales que en el mejor de los casos podría cumplirse a cabalidad pero
que dada la realidad no siempre, los códigos de ética solo son acompañamientos para el
profesional del derecho. Son percibidos de diversas formas dependiendo de la formación
moral, la costumbre, la familia, la educación y otros factores externos y por esas razones se
armonizan con los valores individuales de cada sujeto.

15
El malestar en la profesión jurídica: Tensiones entre la ética personal y la ética profesional de los
abogados Por Anzola Rodríguez, Sergio Iván

27
CAPÍTULO III

CASO VÍCTOR GIRAO

HECHOS

Juliana Villacorta el 20 de mayo de 2007 fue asesinada, torturada y colocada en un cilindro


metálico, para luego ser enterrada en Cañete por Randy Gomez quien síndico a su abogado
el señor Alatrista como aquel que le dio las instrucciones para que el cuerpo de Villacorta no
aparezca, también señala que le pidió ocho mil dólares americanos para entregarlo a la
policía con la finalidad que apoyen la versión de que la víctima supuestamente fue
secuestrada.

CONSIDERANDO:

El 23 de mayo de 2008 la Sra. July Garcia Paredes, madre de Juliana Villacorta interpone
denuncia contra Victor Girao por ser el autor intelectual del ocultamiento del cadáver de su
hija, además de los delitos contra la administración de justicia, ocultamiento real, falso
testimonio, falsedad ideológica.

El letrado trazó una estrategia para armar un show televisivo apareciendo en casi todos los
medios periodísticos, deshonrando de esta manera el nombre de la occisa y de su familia,
afirmando que la fallecida era prostituta y pertenecía a una red de prostitución.

La quejosa también señalan que Girao mintió, tanto a las autoridades como a los medios de
comunicación cuando decía que no sabía desde el principio que su cliente era culpable de
delito, por último denuncia el hecho antiético de haber ingresado con una cámara de videos
a la celada de su cliente para que declare en forma conveniente a sus interés.

El abogado manifiesta como descargo que, no existe prueba de que haya aconsejado a su
cliente para que desaparezca el cuerpo de la víctima y que las aseveraciones de este no
son ciertas puesto que el procesado acudió a él con el objeto de buscar asesoría legal por
el delito de secuestro, de igual manera señala que no existe prueba de que haya pedido
dinero y aconsejar a su cliente para fugar del país, respecto de la deshonra del nombre de
la occisa, refiere que el investigado le dio esas versiones.

Girao habría infringido reiterados artículos del Código de Ética de Abogados del Perú,
siendo uno de los más importantes el Art. 9 que dice que “El abogado debe obrar con
honradez y buena fe. No debe aconsejar actos fraudulentos, afirmar o negar con falsedad,

28
hacer citas inexactas o tendenciosas, ni realizar acto alguno que estorbe la administración
de justicia.”

El código de ética de los colegios de abogado del Perú, establece que se instaurará un
procedimiento administrativo disciplinario, muy aparte que el denunciado sea parte de otro
tipo de proceso, en el presente caso la medida disciplinaria que impone este código es la
expulsión, esta sanción se aplica en los casos que se incurra o promueva violaciones de los
derechos y libertades fundamentales. Ya que el abogado debe tener una conducta
intachable de respeto, observancia, defensa y difusión de los derechos humanos y
libertades fundamentales.

Después del análisis de los hechos expuestos, los medios probatorios, la visualización de
los videos presentados, se aprecia que el letrado quejado Víctor Octavio Girao Alatrista, se
convierte en autor intelectual de ocultamiento de cadáver al asesorar indebidamente a su
patrocinado, al extremo de haberle dicho “ te sacó de esta pero asegúrate que el cuerpo no
aparezca” y trazó toda una estrategia con show televisivo, donde afirmó dolosamente que
la occisa era una prostituta, también se le acusa de haber ingresado, sin permiso al
calabozo de la DIVINCRI- para grabar a su patrocinado sin su conocimiento, sin actuar de
manera transparente con su patrocinado, ello también sería una conducta antiética. Y
finalmente el abogado renuncia al patrocinio, cuando las pruebas saltan a la luz, aparece el
cadáver y se prueba la responsabilidad de su patrocinado.

En el proceso penal seguido a Víctor Octavio Girao Alatrista, por el delito contra la
administración de justicia, se dicta sentencia condenatoria el 28 de enero de 2010
imponiéndose 4 años de pena privativa de libertad suspendida condicionalmente. Si bien
recibió una pena en el proceso penal no está eximido de la responsabilidad ética; porque el
abogado como conocedor del derecho tiene un estándar más alto en el cumplimiento de la
norma, en consecuencia, su castigo debe ser mayor, pues transgrede la norma en pleno
conocimiento de su existencia. Y la finalidad del proceso disciplinario es la de investigar y
deslindar responsabilidad, por ello el consejo de ética profesional considera que los actos
realizados por el abogado constituyen grave inconducta de ética profesional.

POSICIÓN DEL GRUPO

Ante los hechos expuestos tenemos que el consejo dado por el abogado no supone una
común obstaculización de la investigación, entendiendo esta generalidad en el sentido que
esta acción siempre se hace sobre objetos, sobre patrimonio en general, no hay muchos
casos que digan que los abogados frecuentemente aconsejan que se oculte el cuerpo de la

29
víctima y de manera concomitante se le pida un monto de dinero para sobornar a los
policías. El contexto que se describe y los personajes que intervienen resaltan lo más
negativo que puede tener la sociedad debido a que el delito se trata uno de pan llevar, con
el típico tinte sangriento pero con respecto al hecho sobreviniente un abogado que a todo
costo de ganar recurre a prácticas despreciables y muy grotescas, entendiendo que no solo
lo hace por ganar el caso sino que lo hace para ganar dinero y con una frialdad al momento
de dar el consejo. Este es un claro ejemplo de porque el código no tiene efectos inmediatos
sino que tiene solo efectos mediatos osea se hace cumplir esto por mecanismos jurídicos,
por lo que en definitiva se puede concluir que el código no tiene más que una función
simbólica.

Entonces es que como grupo nos encontramos de acuerdo con la sanción impuesta por el
Colegio de abogados de Lima, que resolvió como fundada la queja, expulsando al abogado
Victor Girao, consideramos en primer lugar que más allá de la responsabilidad penal que se
le imputo por la participación en un delito, era necesaria una sanción ética por todo lo
ocasionado con su actuar ya que aun así el abogado hubiese salido absuelto de la
responsabilidad por el delito imputado, no se libraba de una sanción por haber infringido el
código de ética de abogado, ya que el Sr. Victor Girao además de faltar a los principios en
lo que funda esta normativa, y haber actuado en contra de lo que se debe esperar de un
abogado, tuvo un comportamiento por demás denigrante a nuestra profesión, es decir es ya
conocido que la profesión de abogado es cuestionada por la sociedad, por lo que se debe
buscar que un abogado no proyecte una imagen como la que proyectó el Sr. Victor de
entorpecer la justicia, y buscar ganar un caso cueste lo que cueste, sino que lo que
abogados debemos buscar es cumplir una función de servicio con el Derecho y la justicia,
en razón a que los abogados deben observar una conducta intachable de respeto,
observancia, defensa y difusión de los derechos humanos y libertades fundamentales.

30
CONCLUSIONES

● En la formación profesional es esencial que se tengan elementos para ejercer la


profesión de forma que sean socialmente útiles y reconocidos; en la práctica
profesional es indispensable que el comportamiento de un profesional en el cual se
desenvuelve como colegas, usuarios, otros profesionales y el resto de la sociedad
se dé en términos de una honestidad e integridad, para ello se hace necesaria la
aplicación de un código de ética que satisfaga las necesidades de los usuarios y
complemente las responsabilidades de los profesionales.
● El código de ética logra enfatizar valores a la hora de tomar decisiones que afecten a
otros, por lo que se puede decir que cumple una función orientadora y a la vez
justificadora de decisiones. A la misma vez ayuda al momento de juzgar una
conducta que no esté contenida en él.
● Por el secreto profesional, se tiene la obligación de mantener ocultos los datos y
hechos confidenciales, que el profesional conoce y recibe en el ejercicio de su
profesión; desde un punto de vista jurídico, por lo tanto, es la obligación que tiene
una persona de no divulgar las confidencias que recibe como consecuencia de su
profesión y por los servicios prestados.
● En el ejercicio del Derecho, existe una gran responsabilidad ante la sociedad por lo
que el actuar de un abogado debe estar orientado a promover mejoras para el
fortalecimiento de nuestro sistema judicial, por lo que un abogado tiene un
compromiso con nuestro Estado y resulta de vital importancia un compromiso con el
ejercicio ético de la abogacía y la promoción de la probidad e integridad, para ello el
Codigo de Etica del Abogado es una guía de criterios éticos que ayuden a mejorar el
ejercicio de nuestra profesión.

31
BIBLIOGRAFÍA

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