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DICIEMBRE DE 2020
Erotismo y perversión en la Casa verde de Mario Vargas Llosa
Me llevaron a inventar esta historia los recuerdos de una choza prostibularia, pintada de
verde, que coloreaba el arenal de Piura el año 1946, y la deslumbrante Amazonía de aventureros,
conocí en 1958, en un viaje de unas semanas por el Alto Marañón.( Vargas 1966).
La casa verde de Mario Vargas Llosa, es una novela publicada en el año 1966 por la
editorial alfaguara, en ella se evidencia un magno potencial narrativo propio de uno de los más
destacados autores del boom latinoamericano. La obra no cuenta con una cronología lineal, lo
que la hace todo un desafío para cualquier lector, sus repentinos saltos en el tiempo, analépsis y
prolepsis, hacen necesaria una concentración total hacia la historia para llegar a ser comprendida,
además, la trama gira en torno a tres historias diferentes que se entrelazan en determinados
momentos. Como elemento central de la novela, emerge la casa verde, edificación construida a
las afueras de Piura, una pequeña población en la que se desarrolla gran parte de esta destacable
obra de Vargas Llosa. Como ya en otras de sus creaciones, la selva y la frontera entre Perú Y
Brasil sirven de escenario para las historias del autor Peruano. En la casa verde convergen Piura
y Santa María de la Nieva como escenarios principales, aunque la selva y los asentamientos de
El erotismo es elemento constante no solo en la casa verde sino en otras de las obras de este
autor tales como Pantaleón y las visitadoras. Es importante estipular los límites y las
características del erotismo, en relación a otros conceptos como la sexualidad o el acto sexual.
Bataille dice que el erotismo es el fenómeno el cual diferencia la sexualidad de los animales
sexuados y la de los seres humanos, en otras palabras, el erotismo es una actitud mental
Estos realizan el acto sexual con fines netamente reproductivos, cosa que evidentemente
difiere en el comportamiento humano, por el contrario, el hombre cada día busca evitar su
reproducción, reflejo de ello son los múltiples métodos de protección y planificación sexual,
ahora bien, desde una perspectiva social, el erotismo se entrelaza con otros conceptos con los
cuales se podría crear un análisis isotópico, amor, pasión, desnudez, deseo, impulso, prostitución,
sexo, vienen a crear un gran campo semántico del cual solo la palabra amor, puede decirse que se
convierte en un término descartable, puesto que, se puede vivir en los campos del erotismo sin
necesidad de atarse a las cadenas del amor, es así como la palabra prostitución cobra gran valor.
erotismo, es ella quien proporciona la belleza y enardece el instinto sexual del hombre, sin con
ello pretender ocultar que de la misma manera el hombre despierta deseos en las mujeres, pero
objeto del deseo de un hombre. No obstante, los pasos iniciales de la vida sexual suelen ser
la búsqueda de una mujer por parte de un hombre. Al ser los hombres quienes toman la
iniciativa, las mujeres tienen poder para provocar el deseo de los hombres. (Bataille 1997 p
136)
El título de la obra, ya en si mismo nos remite al tema del erotismo, dado que este es el
nombre que dentro de la historia se le ha dado al prostíbulo construido a las afueras de Piura, por
un forastero llamado Anselmo, del que nadie conoce a ciencia cierta su procedencia. «El extraño,
en cambio, se quedó. Los vecinos averiguaron pocas cosas sobre él, casi todas negativas: no era
Una calurosa madrugada de diciembre arribó a Pinta un hombre. En una mula que se
arrastraba penosamente, surgió de improviso entre las dunas del sur: una silueta con
sombrero de alas anchas, envuelta en un poncho ligero. A través de la rojiza luz del alba,
cuando las lenguas del sol comienzan areptar por el desierto, el forastero descubriría
alborozado la aparición de los primeros matorrales de cactus, los algarrobos calcinados, las
viviendas blancas de Castilla que se apiñan y multiplican a medida que se acercan al río
viene a cambiar con el paso del tiempo, es estilo de vida de sus habitantes, Piura era una
población tranquila, a la cual en las noches la invadía la arena traída por las fuertes corrientes de
aire, por este motivo y por la tranquilidad de sus habitantes, Piura no se divisaba como una
población nocturna, cosa que a la larga aburría a los forasteros que la visitaban por una razón u
otra.
«Aquí no es como en Lima», dicen, «no hay donde divertirse; la gente piurana no es mala,
pero qué austera, qué diurna». Quisieran antros que llamearan toda la noche para quemar sus
ganancias. Por eso, cuando parten, suelen hablar mal de la ciudad, llegan a la calumnia.
En Piura faltaba un prostíbulo, un sitio que saciara el apetito sexual de los hombres de la región,
y dicho lugar fue traído por Anselmo, quien al principio se mostró como un hombre amable,
divertido y adinerado, cosa que cayó muy engracia a muchos de los habitantes del pueblo y sobre
todo a los hombres a quienes invitaba a beber trago y charlar amenamente, la casa verde emerge
. Pero nada los contenta, tienen hambre de mujer y no soportan la noche piurana, donde sólo
vela la arena que cae del cielo. Tanto deseaban mujer y diversión nocturna estos ingratos,
que al fin el cielo («el diablo, el maldito cachudo», dice el padre García acabó por darles
gusto. Y así fue que apareció, bulliciosa y frívola, nocturna, la Casa Verde.(Vargas 1966 p13).
Pero no solo la historia de Anselmo refleja esta temática, paralelamente historias como la del
denominado en pasajes como el japonés, vienen a converger con la casa verde y en ellos se
evidencia el tema del erotismo. Lituma es un sargento del ejército, quien en cierta ocasión visita
la casa de uno de sus amigos, Adrián Nieves, en dicha visita conoce a Bonifacia, una indígena,
quien ha sido criada en la misión cristiana liderada por la madre Angélica y la madre Patrocinio,
Lituma y Bonifacia terminan por entablar una relación que a la postre no llega a buen término,
social y los extremos a los que puede llevar la pobreza acompañada por la falta de oportunidades,
contrabandista que se adentra en la selva para negociar con los indígenas el jebe, material
erotismo y perversión, puesto que en primer lugar Fushia desea a Lalita, quien hasta cierto
momento fue la esposa del señor Julio Reátegui, este por su parte deja a Lalita en manos de
Fushia, para poder escapar de la policía, Fushia, nuevo esposo de la Lalita, no contento con tener
la mujer que anhelaba, sostiene relaciones sexuales con indígenas en la misma casa donde
convive con la Lalita, además de esto, Fushia golpea en varias ocasiones a su esposa y la
mal, le pegabas y, además, las mujeres tienen su orgullo, Fushía —dijo Aquilino—. ¿Qué
cristiana hubiera aguantado? En cada viaje te traías una mujer y se la metías por las
narices.»(Vargas1966 p 63).
A solas era todavía peor, aj, se te caen los dientes, aj, tienes toda la cara picada, aj, tu cuerpo
ya no es el de antes, aj, se te chorrea, pronto vas a estar como las viejas huambisas, aj, y todo
Ante tales maltratos Lalita decide escapar con Adrián Nieves, con quien ya había mantenido
encuentros eróticos en los cuales Nieves le expresaba lo indignado que estaba por el trato que
Fushia le daba, este argumentaba que todas las sirvientas que en la casa habían, las usaba Fushia
para calmar sus placeres sexuales y lo peor era que Lalita lo sabía. Finalmente Lalita y Adrián
Nieves escapan juntos e inician una nueva relación, lo que hace que Fushia odie a Lalita por
muchos años y se refiera a ella como una perra, ante estas expresiones su amigo Aquilino trata de
ser diplomático y de hacer entender a Fushia que él también tuvo culpas, eso de tener relaciones
sexuales con otras mujeres en su propia casa no es algo que cualquier mujer aceptaría, decía
Aquilino. De esta nueva unión entre Lalita y Adrián Nieves, parte una nueva historia en la que se
evidencia el erotismo y la sexualidad, Adrián y Lalita han adoptado a Bonifacia, una indígena
que ha sido criada por las madres de la misión cristiana, en cierta ocasión el sargento Lituma
visita la casa de Nieves por invitación directa de este, allí conoce a Bonifacia. Lituma se
Pero juntaba los muslos con obstinación, sonsa, chinita, ¿por qué hacía eso, a ver?,
que lo abrazara un poquito, y la boca del sargento pugnaba por separar esos labios soldados
y todo su cuerpo se había puesto a ondular, a golpear contra el otro, chinita, qué malita, qué
le hacía, por qué no quería y abría su boquita, sus piernas, mamita: se soñaba con ella desde
«chinita: ¿nunca había conocido hombre hasta ahora, di? Ella se arqueó un poco, se empinó,
pegó su boca al oído del sargento: no había conocido hasta ahora, patroncito, no».(Vargas 1966 p
73) de esta manera se ha podido evidenciar el erotismo y la perversión en cada una de las
historias que se articulan en la obra de Vargas llosa, entendiendo que la mujer como objeto
erótico está expuesta en su diario vivir al deseo sexual del hombre, al respecto Bataille afirma
Se proponen como objeto al deseo agresivo de los hombres. No es que haya en cada mujer
la medida de su atractivo, una mujer está expuesta al deseo de los hombres. A menos que
tome partido por la castidad y se esfume del todo, en principio la cuestión es saber a qué
precio y en qué condiciones ella cederá. Pero siempre, una vez satisfechas las condiciones, se
da como objeto. La prostitución propiamente dicha introduce sólo una práctica venal. Por los
cuidados que pone en su aderezo, en conservar su belleza -a la que sirve el aderezo-, una
Dicha realidad es expuesta también por Vargas en su obra, para ello emplea la figura de una
mujer llamada Antonia quien ha sufrido la desgracia de perder a sus padres a muy temprana
edad, además de ello, ha perdido sus ojos, en dicha condición es adoptada por una lugareña
encuentra Antonia, al crecer es raptada por don Anselmo y llevada a la casa verde en donde es
sometida por este a tener relaciones sexuales. Tiempo después se descubre las perversas acciones
de don Anselmo, toña, como era conocida en Piura, estaba embarazada, a la hora del parto
y él «señora, la estaba esperando» y su voz se quebró. «¿A mí, don Anselmo?», dijo Juana,
los ojos muy abiertos. Y él asintió, devolvió la cabeza a los brazos, sollozó y ella «pero don
Anselmo», y él aulló «se murió la Toñita, doña Juana», y ella «¿qué dice, Dios mío, qué
Para concluir es importante mencionar que la casa verde engloba una gran cantidad de elementos
de la realidad, plasmados por Vargas Llosa a manera de rompecabezas, se han evidenciado aquí,
los principales aspectos respecto al erotismo, apoyados teóricamente por el ensayo de Georges
Bataille. La explotación indígena, la colonización religiosa de los mismos por parte del
población como Piura, todas estas temáticas se entrelazan por la presencia del deseo sexual, de la
Bataille G.( 1997) El erotismo. Tusquets Editores, S.A. - Cesare Cantu, 8 - 08023 Barcelona.
https://www.academia.edu/38305545/Mario_Vargas_Llosa_-_La_Casa_Verde.pdf