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Sistema de Producción Apícola - Más

que un Sistema de Producción, una


alternativa de Conservación

https://pixabay.com/en/bee-nature-insect-pollination-3369933/

La apicultura es en sistema productivo cuyo objetivo principal es la crianza y aprovechamiento


de los productos y subproductos provenientes de las abejas, la idea es proporcionarle de
manera artificial los medios necesarios para que produzcan miel, la cual posteriormente es
recolectada y comercializada, al igual que los subproductos que salen de la colmena como el
propóleo.
 
Además de lo anterior las abejas son los polinizadores naturales que con su trabajo ayudan a
la propagación de las especies vegetales importantes en la agricultura y la conservación de
ecosistemas.

La apicultura en Colombia es una de las actividades agropecuarias más antiguas, teniendo en


cuenta que se hace a nivel artesanal ya que son pocas las explotaciones de este tipo con una
buena tecnología y se mantiene como un complemento para la economía familiar (Silva, et al,
2006).

El presente artículo tiene como objetivo dar a conocer la importancia de las abejas para la
producción agrícola y animal, al igual que una breve descripción del sistema de producción
apícola.

Generalidades sobre Apicultura


La apicultura es una actividad importante que contribuye a la protección del medio ambiente y
a la producción agroforestal mediante la acción polinizadora de las abejas, además de que
estudia la abeja melífera y mediante su técnica se dedica al cultivo y a la explotación de estas,
esta actividad ganadera influye positivamente en el entorno en el que se desarrolla a través de
la polinización.

Dicha función polinizadora es de vital trascendencia en la obtención de alimentos para el


consumo humano y en la regeneración de especies vegetales silvestres mediante la
producción de semillas, proporcionando un ingreso adicional en la agricultura familiar y
favoreciendo la polinización, mejorando así la conservación de los recursos vegetales.

La apicultura como sistema productivo se puede realizar mediante dos métodos:

La apicultura fija o permanente:

Es la modalidad más desarrollada en Colombia debido a las condiciones topográficas de las


zonas en las cuales se hallan los apiarios (zonas rurales); esta técnica consiste en la
instalación de un apiario fijo con cantidades considerables de colmenas en un solo sitio,
permitiendo un mayor volumen de producción.

La apicultura trashumante o migratoria


En este método las colmenas son transportadas a diferentes lugares, por varios periodos de
tiempo o épocas del año, como por ejemplo en la época de una floración de determinada
especie o por los fuertes cambios climáticos.

Ésta técnica también es utilizada en la polinización dirigida de cultivos agrícolas o


plantaciones forestales (Silva, et al, 2006) he ahí la importancia de las abejas durante este
proceso.

La especies de abeja más utilizada en la apicultura son las del género Apis, el cual agrupa a
cuatro especies que son:

 Dorsata,
 Florea,
 Melífera y
 Cerana.

Las dos primeras pueden sobrevivir sólo en las regiones cálidas, mientras que las otras dos
especies tienen una mejor adaptación a climas cálidos y fríos, así como también su capacidad
de almacenamiento de miel que les permite sobrepasar una temporada de escasez de
alimentos.

Esta especie de abeja ha logrado expandirse prácticamente por todo el mundo, y es


precisamente con la que se trabaja en la mayoría de los apiarios.

Un aspecto importante a la hora de escoger la especie de abeja para establecer este sistema
productivo es evaluar las condiciones climáticas de la zona en la que se va desarrollar y
escoger la especie más adaptada a esas condiciones.

Los productos provenientes de la apicultura son:

La miel:

Es el resultado del proceso de transformación del néctar que las abejas extraen de las flores,
el cual es transformado y dejado madurar en los paneles de la colmena, para que adquiera las
características propias y organolépticas de la esta sustancia.

La jalea real:

Es una sustancia semisólida de color blanquecino, su sabor es fuertemente ácido y


ligeramente amargo, la cual es extraída de las glándulas hipofaringeas y mandibulares de las
abejas obreras, es más que todo utilizada en la elaboración de tratamientos de belleza y
medicinales

El propóleo:
Esta sustancia es recolectada por las abejas de las secreciones resinosas de algunos árboles,
la cual es utilizada por ellas para cubrir las grietas de la colmena y momificar a los pequeños
animales muertos dentro de esta; esta sustancia tiene uso medicinal, terapéutico e industrial.

Los núcleos:

Como su nombre lo indica son familias o núcleos de abejas los cuales sirven para iniciar
nuevas colmenas, son utilizados para expandir el sistema productivo o venderlos a otros
apicultores.

El polen:

Aunque este no es producido directamente por las abejas, si es recolectado por ellas de las
flores masculinas y utilizado como fuente de alimentación de las crías.

Subproductos:

De la miel se pueden derivar productos como vino de miel o hidromiel, vinagre de miel, dulces,
caramelos, productos de reposterías, belleza, entre otros.

Como se puede analizar, detrás de la apicultura hay toda una industria, que además de
ofrecer beneficios económicos para el productor, también contribuye a la conservación de
infinidad de especies vegetales de producción agrícola y silvestre.

Apicultura Ecológica
En la actualidad no es un secreto que las abejas, principales polinizadores silvestres se están
viendo amenazados a nivel mundial, con lo que la labor que llevan a cabo los apicultores
manteniendo sus colonias de abejas se hace aún más necesaria.

Los enjambres silvestres que poblaban de forma habitual los ecosistemas, hoy en día no
existirían sin las colmenas domésticas de las que proceden.

Sin embargo, estos enjambres “escapados” de la colmena generalmente no sobreviven más


allá de uno o dos años, debido a que como nacen en “cautiverio” o un ambiente artificial, la
expectativa de vida productiva no es mucha, en comparación con las silvestres (Greenpeace,
2013).

Muchos productores, están viendo la necesidad de implementar este sistema productivo como
complemento a la producción principal, ya que la apicultura además de ayudar a la
polinización, también les genera ingresos adicionales por la venta de los productos y
subproductos apícolas.
Sin embargo nace la necesidad de hacerlo de manera ecológica, ya que los agroquímicos que
se le adicionan a los cultivos agrícolas están generando un descenso en la población de las
abejas.

La condición de los productos apícolas como resultado de la producción ecológica está


vinculada con las características del tratamiento de las colmenas como con la calidad del
medio ambiente que se les proporciona a las abejas.

Esto también depende del manejo durante la extracción, elaboración y almacenamiento de los
productos apícolas.

Las plantas utilizadas para producción de las abejas deberán ser cultivadas de manera limpia
sin el uso de químicos, mejorando así la calidad de la miel y protegiendo a estos insectos de
una intoxicación o envenenamiento.

Las colmenas deberán estar ubicadas cerca de fuentes naturales de néctar, miel y polen para
las abejas, así como acceso al agua; estas fuentes preferiblemente deberán ser de cultivos
producidos agroecológicamente en combinación con especies vegetales silvestres.

En lo posible se debe de establecer las colmenas alejadas de zonas urbanas, industriales,


vertederos, plantas de incineración, autopistas, o cualquier otra fuente de contaminación que
puedan afectar la integridad de las abejas.

Los colmenares deberán constituirse mediante la división de colonias y la compra de


enjambres procedentes de apiarios que tengan certificación ecológica para así lograr una
continuidad y la calidad de los productos, además las abejas deben estar adaptadas a las
condiciones climáticas de la zona de producción.

Los materiales en los que se fabriquen los colmenas, deberán ser naturales y que no
representen ningún tipo de peligro de contaminación del medio ambiente ni para los productos
de la apicultura, dentro de las colmenas será necesario usar sustancias naturales, como el
propóleo, la cera y los aceites vegetales, así como los productos ecológicamente autorizados
para el tratamiento de las enfermedades como lo son los productos fitoterapéuticos y
homeopáticos, siempre que sus efectos resulten efectivos.

En todos los aspectos se debe buscar el bienestar de la colmena como núcleo de producción,
proporcionarles las condiciones necesarias para su correcto desarrollo mejorando así su
productividad, favoreciendo las condiciones ambientales y de conservación de las zonas
aledañas a donde están ubicadas las colmenas.
Referencias Bibliográficas

 BECERRA M. T. 2002. Plan de Aprovechamiento y Usos de Recursos Naturales: Guía


para Empresarios de Biocomercio. Instituto de Investigaciones de Recursos Biológicos
Alexander von Humboldt. Bogotá D.C., Colombia

 CORNEJO L. 1976.  Informe final sobre el diagnóstico de la situación actual de la


Apicultura colombiana y bases para su desarrollo. Organización de los Estados
Americanos – OEA. Centro Internacional de Promoción de Exportaciones – CIPE.
Bogotá D.C., Colombia

 GREENPEACE, 2013., Peligros para los polinizadores y la agricultura de Europa.,


Nota técnica de la Unidad Científica de Greenpeace Revisión 1/2013, disponible
en: http://archivo-es.greenpeace.org/espana/Global/espana/report/Agricultura-
ecologica/el_declive_de_las_abejas.pdf

 MAGRAMA. 2013. Agricultura Ecológica. Estadísticas 2012. (En


línea) http://www.magrama.gob.es/es/alimentacion/temas/la-
agriculturaecologica/Estadisticas_AE_2012_ok_tcm7-297880.pdf

 SILVA, D; ARCOS, A; GOMEZ, J; Guía Ambiental Apícola, Primera edición., Bogota


Colombia., Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt.,
Cap 1., Pag. 19-28.

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