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Escuela de Posgrado
Doctorado en Gestión Pública y Gobernabilidad
INTRODUCCIÓN
DESARROLLO
Al revisar la visión del Perú al 2021, notamos que como País avanzamos
lentamente, nuestra aspiración aún parece lejana y difícil de concretarse, es
decir llega el bicentenario y no todos los ciudadanos tienen un alto nivel de
vida, el Estado aún tiene taras de falta de modernidad y sigue siendo
centralista, la corrupción campea en todos los niveles, existen niveles altos de
desempleo, no hay innovación, la inversión en educación sigue siendo baja en
comparación con otros países sudamericanos y la pobreza y pobreza extrema
no logró erradicarse. A pesar de ellos ya estamos pensando como país al 2050,
por lo menos tenemos un horizonte temporal de 30 años, tiempo suficiente para
convertirnos en un país democrático, respetuoso del Estado de derecho y de la
institucionalidad, integrado al mundo y proyectado hacia un futuro que
garantiza la defensa de la persona humana y de su dignidad en todo el territorio
nacional, orgullosos de nuestra identidad, propia de la diversidad étnica,
cultural y lingüística del país, respetuosos de nuestra historia y patrimonio
milenario, y protegemos nuestra biodiversidad. Aspiramos a tener un Estado
constitucional unitario y descentralizado, con accionar ético, transparente,
eficaz, eficiente, moderno y con enfoque intercultural, con desarrollo inclusivo,
en igualdad de oportunidades, competitivo y sostenible en todo el territorio
nacional, que ha permitido erradicar la pobreza extrema y asegurar el
fortalecimiento de la familia. Para lograr concretar esta visión como País el
CEPLAN plantea cinco ejes estratégicos.
1. LAS PERSONAS ALCANZAN SU POTENCIAL EN IGUALDAD DE
OPORTUNIDADES Y SIN DISCRIMINACIÓN PARA GOZAR DE UNA
VIDA PLENA
La acción del Estado, orientada al desarrollo humano en todo el territorio
nacional, continúa centrada en superar la pobreza, en erradicar la
discriminación y en asegurar la igualdad en el acceso a oportunidades.
Este eje estratégico está alineado con los objetivos 13, 14 y 15 de los Objetivos
de Desarrollo Sostenible y la agenda 2030, de acuerdo a lo cual, la gestión del
territorio y los ecosistemas deben gestionarse de manera sostenible,
protegiendo la diversidad geográfica marina, costera, andina -incluyendo los
glaciares- y amazónica, enseñando a conservar la riqueza biológica y
aprovechamos de manera eficiente y sostenible los recursos naturales. Esto
será posible mediante el fomento de la educación e investigación ambiental, así
como la participación responsable e informada del sector privado y de la
sociedad civil en la toma de decisiones ambientales; las actividades extractivas
deben ser reguladas de acuerdo a elevados estándares ambientales,
promoviendo el diálogo, la participación ciudadana y la consulta previa a los
pueblos originarios; además de debe gestionar eficientemente los recursos
hídricos para su uso racional, apropiado, equitativo y sostenible; se desarrollan
mecanismos de producción y hábitos de consumo sostenibles; y se incentiva
una eficiente gestión de residuos sólidos. Además la reducción de la
deforestación y el fomento de la reforestación tendrán como efecto la
mitigación de los efectos del cambio climático, lo cual contribuye a la reducción
de la emisión de gases de efecto invernadero. La participación conjunta de
todos los sectores permitirá desarrollar mecanismos de adaptación al cambio
climático, además de desarrollar la resiliencia ante los efectos irreversibles.
Hemos controlado considerablemente la degradación del suelo. La población
asegura sus medios de vida, desarrolla capacidad de resiliencia y reduce su
vulnerabilidad frente al riesgo de desastres, gracias a una cultura de
prevención y acciones conjuntas entre el Estado, el sector privado, la academia
y la sociedad civil que conforman un sistema nacional integrado para la gestión
del riesgo de desastres.
El mundo globalizado obliga a los países a tener objetivos comunes, así este
eje se encuentra alineado al objetivo 16 de los Objetivos de Desarrollo
Sostenible y la Agenda 2030, en donde el estado visiona en construir un país
respetuoso de los derechos fundamentales consagrados en la Carta Magna y
los tratados y convenios internacionales celebrados por el Estado. Esto
necesita de instituciones sólidas autónomas, creíbles y confiables. La
democracia y el Estado de derecho garantizan la autonomía de poderes; el
respeto a la ley en todo el territorio nacional; así como el acceso universal a
una justicia proba, oportuna y predecible en el marco de la seguridad jurídica.
Se debe instituir una cultura del diálogo y concertación como forma de evitar
los conflictos y el estado debe ser cercano a las organizaciones tanto políticas
como de la sociedad civil y los gremios empresariales, en base al respeto y la
tolerancia. El escenario mundial nos debe encontrar al 2050 como un Estado
soberano y sólidamente integrado, con ciudadanos orgullosos de su identidad
nacional y de su patrimonio, conscientes de sus derechos y deberes, que
participan en la vida pública de manera informada, ética, responsable, solidaria
y en igualdad de condiciones entre todas las personas. El fomento de la
ciudadanía en una democracia sólida hace que los ciudadanos se sientan
representados por un sistema de partidos políticos institucionalizados, que
participa en elecciones libres, transparentes, que aseguran el pluralismo y la
alternancia en el poder, desterrando para siempre el clientelismo político, la
corrupción y el aprovechamiento de la cosa pública. La sociedad es segura y
los ciudadanos viven libres del temor y de la violencia, con un orden interno
fortalecido, reduciendo, significativamente, la inseguridad ciudadana gracias a
una Policía Nacional y a autoridades en los tres niveles de gobierno probas,
practicantes de valores éticos y cívicos, que promueven normas de convivencia
pacífica y una cultura de paz; así como a un sistema de justicia íntegro y
eficiente. Hemos desarrollado una cultura de prevención y mecanismos
eficientes para reducir todos los tipos de violencia, con énfasis en niñas, niños,
adolescentes y mujeres. Asimismo, el Estado tiene capacidad de luchar contra
el crimen organizado como la corrupción, el tráfico ilícito de drogas, el lavado
de activos, la evasión tributaria, el contrabando en todas sus formas, la trata de
personas y la minería y tala ilegales, lo cual será posible con instituciones
probas con servidores públicos cuyas funciones están basadas en sus
capacidades personales, técnico-profesionales y meritocráticas.
CONCLUSIONES
RECOMENDACIONES
Caminar con una visión clara al 2050 requiere del compromiso de todos por lo
que es importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones.
A la ciudadanía
A las Autoridades
A los Políticos