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PRODUCCIÓN TEXTUAL
El centro administrativo del Virreinato de la Nueva Granada estaba situado en Santafé de Bogotá, que había
sido fundada por Jiménez de Quesada. Aunque estaba ubicada en un lugar de difícil acceso, Santafé fue una
de las primeras ciudades de la región en las que se comenzaron a construir colegios y universidades, cuya
educación era impartida, casi de manera exclusiva, por religiosos que se habían quedado en territorio
americano en el período de la Conquista. Esto inevitablemente impulsó el contacto de los criollos y de los
indios con la cultura europea, lo que propició un amplio desarrollo cultural y artístico.
En la Nueva Granada se comenzó a consolidar una identidad propia cuya base fue el intercambio cultural
entre europeos, indios y esclavos. Esto, además de ser sumamente importante para la posterior
consolidación del país, resultó indispensable para la creación de una expresión literaria y artística
propiamente latinoamericana.
La Independencia
A partir de la segunda mitad del siglo XVIII comenzaron a darse revueltas y
movimientos aislados en distintos lugares del Virreinato de la Nueva
Granada, que lentamente condujeron a la disolución del sistema colonial,
no solo en territorio neogranadino sino también en el resto de América
Latina. Después de dos siglos de relativa estabilidad de las colonias, casi
todos los países hispanoamericanos lograron su libertad política y
económica en menos de treinta años de combate.
Además, el incremento indiscriminado de los impuestos que se debían pagar a los reyes de España, sumado
al estricto control sobre el comercio y a la limitada posibilidad de comprar productos en otros países,
provocó el descontento de la creciente burguesía americana.
Asimismo, el proceso de Independencia que estaba comenzando a vivir el resto de América llevó a que los
letrados de la Nueva Granada comenzaran a pensar en luchar por la libertad. Países como Estados Unidos ya
eran libres; otros, como Haití, Uruguay, Chile y Argentina, estaban comenzando su proceso de
independencia; y los demás países americanos estaban buscando la manera de hacer lo mismo. Así que
muchos de los ideólogos de los diferentes países se reunían para compartir sus ideas sobre cómo lograr la
independencia de toda Latinoamérica.
Todas estas causas propiciaron una serie de levantamientos populares. En 1781, se dio la Revolución de los
comuneros, que fue el preludio de las guerras de independencia. Las primeras guerras se libraron en 1810 y
las últimas, es decir, las de Junín y Ayacucho, se extendieron hasta 1824.
Debido a que tenían mayor poder político y económico, y gracias a su alto nivel de educación, los principales
defensores de la independencia de la Nueva Granada fueron los criollos, quienes convencieron a los
indígenas, esclavos y mestizos, quienes querían dejar de pagar tributos a la Corona, de hacer parte del
proceso de Independencia. La rebelión de esclavos e indígenas fue crítica para España, ya que estos eran su
mano de obra necesaria para la explotación de los recursos naturales, como los yacimientos mineros. Estos
recursos eran importantes, porque le permitían a la monarquía española armar a sus ejércitos para
defenderse de las agresiones de otras potencias, como los Imperios portugués y británico.
Después de la Independencia, España inició una campaña de reconquista, en la que intentó recuperar los
territorios perdidos mediante la fuerza militar. Quien estuvo al mando de la reconquista de Colombia fue
Pablo Morillo, irónicamente conocido con el sobrenombre de El pacificador, a pesar de ser un hombre
sumamente violento y sanguinario.
El arte y la cultura.
El arte colonial
El arte colonial es el conjunto de expresiones artísticas desarrolladas durante el período de la Colonia. Se
caracteriza por la mezcla de los estilos artísticos europeos con elementos propios de la cultura
latinoamericana.
El arte colonial estuvo fuertemente influenciado por los movimientos
artísticos que se estaban desarrollando en España y en el resto de Europa,
sobre todo por el Barroco. El Barroco fue una corriente cultural y artística
que se dio en Europa desde finales del siglo XVI hasta mediados del siglo
XVIII, que se caracteriza por un estilo recargado, elaborado y lleno de
contrastes. El Barroco le concede gran importancia a los detalles, por lo que
sus representaciones artísticas son lujosas y están rebosadas de imágenes.
La arquitectura
La arquitectura colonial fue una de las expresiones artísticas más destacadas durante este período. Como
fruto de la explotación de las tierras del Nuevo Mundo, España comenzó a acumular muchas riquezas, con
las que se realizaron construcciones suntuosas, como iglesias, centros gubernamentales, plazas, caminos,
puentes y palacetes.
Estas construcciones tuvieron una marcada influencia barroca. Por ello, se caracterizan por una decoración
recargada y ostentosa, en ocasiones con incrustaciones de oro y de piedras preciosas. Sin embargo, como la
mano de obra estaba constituida por indígenas y esclavos africanos, la arquitectura también reflejó gran
parte del pensamiento indígena y afroamericano
La pintura
La pintura colonial también estuvo influenciada por el estilo Barroco, por lo que en ella primó el uso de
contrastes de luces y sombras. La mayoría de su producción se dedicaba a los temas religiosos, no solo
debido a la censura de la Inquisición, sino también gracias a que los cuadros religiosos se convirtieron en
importantes piezas de decoración del interior de las iglesias.
La Expedición Botánica
El arte de la Independencia
Durante la Independencia, la cultura iba de la mano de la política, por lo que, a diferencia de la Colonia, no
produjo un gran florecimiento de las artes. Como el pensamiento independentista permeó todas las
manifestaciones humanas, la literatura y el arte trataron las temáticas que interesaban a la Independencia.
El arte de la Independencia, entonces, buscó representar los acontecimientos históricos que se estaban
viviendo. Por ello, la pintura comenzó a recrear las batallas independentistas y a hacer retratos de los
próceres de la Independencia, de la misma manera que la escultura empezó a interesarse por los bustos y
los monumentos alusivos a personajes históricos, como Simón Bolívar.
Debido a que su objetivo principal era el de exaltar los logros del movimiento independentista, el arte de
esta época abandonó por completo el estilo recargado del Barroco y, en cambio, comenzó a reflejar una
mayor influencia del Neoclasicismo, que fue un movimiento estético europeo caracterizado por el
sometimiento a las reglas estéticas clásicas. En consecuencia, las obras artísticas de la Independencia se
definían por un estilo simple y armónico, desprovisto de toda ornamentación innecesaria.
La literatura de la Colonia
La literatura de la Colonia, en Colombia, es el conjunto de obras literarias producidas durante el período
colonial en el territorio que actualmente corresponde a la nación colombiana. A diferencia de períodos
anteriores, constituye el momento en que aparecen obras literarias escritas por personas nacidas en el
territorio americano.
La literatura de la Colonia fue fuertemente influenciada por la literatura barroca de Europa, especialmente
por la producida durante el Siglo de Oro español. En ella, es indispensable mencionar a dos poetas
españoles que marcaron el desarrollo de las letras en la literatura colonial:
LUIS DE GÓNGORA que fue el máximo representante del culteranismo, una corriente barroca
caracterizada por un estilo rebuscado y complejo, que se manifiesta en la
redundancia y extravagancia del lenguaje.
SAN JUAN DE LA CRUZ que desarrolló ampliamente la poesía mística, una corriente literaria
eminentemente religiosa basada en las experiencias del ser humano con lo
sagrado
Las características
Durante el largo período de la Colonia y, de hecho, durante la primera época de la Independencia, siguió
existiendo la censura del Tribunal de la Inquisición en la Nueva Granada, lo que hizo que los escritos
producidos en el país, así como los importados de Europa, fueran de difícil publicación. Esto obligó a que la
literatura se dedicara a tópicos religiosos, como la vida de santos, que no eran objeto de censura.
Además, aunque la llegada de la imprenta a Nueva Granada permitió la circulación masiva de los libros, esta
no se dio sino hasta 1738, lo que significa que la literatura durante la mayor parte de la Colonia se distribuyó
mediante copias manuscritas.
Aunque hubo diversas expresiones literarias, cada una con rasgos propios, la literatura de la Colonia se
caracterizó por:
Retomar las principales estructuras formales empleadas por los poetas del Siglo de Oro, como el
soneto y el endecasílabo. También hubo una apropiación de algunos temas de la literatura barroca
española, como el tópico de la muerte y la mística.
Fusionar la estructura de la crónica con el lenguaje poético, como sucede en El desierto prodigioso y
el prodigio del desierto, que tiene elementos de ambos géneros literarios.
Mezclar diferentes temas, como la religión con la filosofía, en los que se expusieron las visiones
particulares de hechos históricos.
Exaltar el papel de los conquistadores, los gobernadores y los reyes mediante textos de carácter
histórico.
La vida de La literatura colonial representó las circunstancias por las que estaba atravesando la Nueva
las ciudades Granada. Por' ello, en muchas de sus obras se hace un recuento de los principales acontecimientos
que estaban sucediendo en las ciudades.
La historia La historia no dejó de ser un tema importante para los escritores de la Colonia. Por ello, la
literatura de esta época, especialmente su poesía, evocó los hechos protagonizados por personajes
históricos o tradicionales.
La religión Debido a que la Iglesia seguía teniendo una gran influencia sobre la sociedad en la época colonial,
gran parte de la literatura se dedicó a desarrollar temas religiosos, como la vida de santos.
El principal género empleado durante la literatura de la Colonia fue la narrativa, específicamente la crónica
urbana.
La crónica urbana
La crónica urbana, que dejó de lado la descripción del paisaje, buscó representar la vida y las costumbres de
la nueva sociedad americana, específicamente de las principales ciudades. De hecho, el escándalo social
ocupó un lugar preponderante en este tipo de escritos. Un ejemplo típico de crónica urbana es El Carnero,
de Juan Rodríguez Freile, que relata el diario vivir y la vida privada de la sociedad santafereña.
Las características
Durante la Independencia, la literatura se enfocó en desarrollar el pensamiento político y social. Muchos de
los libertadores, que fueron algunos de los más importantes escritores durante esta época, escribieron
tratados y cartas a favor de la Independencia en cuyo estilo predomina más la retórica que el lenguaje
propiamente literario.
El teatro Durante la Independencia se produjeron algunas obras importantes, que fueron una
forma de denuncia social' y política. Una de las obras dramáticas más reconocidas de este
período fue Las convulsiones, de Luis Vargas Tejada.
La lírica Aunque la lírica de la Independencia no fue tan relevante como en la Colonia, se realizaron
algunas composiciones poéticas importantes que exaltaron el proceso independentista,
sus logros y sus principales protagonistas. La lírica de esta época, claramente influenciada
por la corriente del Neoclasicismo, tuvo como gran representante a José Joaquín Ortiz,
con poemas como La bandera colombiana.
Además del teatro y de la lírica, la literatura de la Independencia cultivó el tratado, la oratoria, el ensayo y la
carta, variedades textuales en las que los libertadores, como Camilo Torres Tenorio, Antonio Nariño y
Francisco de Paula Santander, transmitieron las ideas que condujeron a la Independencia.