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Área de Análisis Matemático

Universidad de Zaragoza

Capı́tulo 11

Funciones elementales

La familiaridad que a través del uso hemos llegado a adquirir con funciones como la exponencial,
el logaritmo, las funciones trigonométricas, pueden habernos hecho olvidar que en realidad nunca
hemos establecido una definición ‘analı́tica’ rigurosa de todas ellas. Mediante consideraciones
gráficas, en algunos casos, o confiando en la autoridad de turno en otros, hemos aceptado ciertas
propiedades (entre ellas, nada menos que su existencia ), de las que hemos ido deduciendo las
demás.
Excepciones notables a esta situación han sido la función logaritmo y la función exponencial. En
el capı́tulo de integración, el segundo teorema fundamental del cálculo integral nos proporcionó un
método de construcción de la función logaritmo como primitiva de la función 1/x, obteniéndose
luego la función exponencial como inversa del logaritmo. No es esta la única manera de construir
estas funciones, como vamos a probar a continuación, invirtiendo el proceso: definiremos primero la
función exponencial como suma de una serie, y después el logaritmo como inversa de la exponencial.
Igualmente definiremos las funciones seno y coseno como sumas de ciertas series de potencias,
demostrando después que las funciones ası́ definidas tienen todas las propiedades ‘tradicionales’
de estas funciones. En la última sección, veremos cómo también es posible construir las funciones
trigonométricas por el método de “las primitivas”, empezando con las funciones trigonométricas
inversas.
Situémonos, pues, “en el principio de los tiempos”, como si nunca hubiésemos oido hablar de las
funciones citadas, y sin más herramientas que los conocimientos teóricos aprendidos a lo largo del
curso (¡que no se apoyan en las propiedades de estas funciones!) probaremos su existencia par-
tiendo de cero, “creándolas de la nada”, bien mediante series de potencias, bien mediante primitivas
construidas por integración.

11.1. Funciones elementales: construcción mediante series de po-


tencias

Hemos visto cómo dando por conocidas las propiedades básicas de derivación de las funciones
elementales podı́amos obtener una representación de las mismas mediante series de potencias.
Sin embargo, desde el punto de vista del desarrollo lógico del Análisis Matemático, serı́a más
conveniente proceder al revés, es decir, tomar como punto de partida las series para definir las
funciones elementales y obtener de tal definición todas sus propiedades. Esbozaremos en lo que
sigue cómo podrı́a llevarse a cabo tal programa.

177
178 CAPÍTULO 11. FUNCIONES ELEMENTALES

11.1.1. Función exponencial


+∞ n
X x
La serie de potencias tiene radio de convergencia +∞, por lo que podemos definir en
n!
n=0
todo R una función como suma de tal serie.
Definición 11.1.1. Se llama función exponencial a la definida por
+∞ n
X x
exp : x ∈ R → exp(x) = ∈R.
n!
n=0

Como siempre, el número exp(1) se denota por e, y se escribe ex en lugar de exp(x), notación
justificada por la propiedad (5) que probaremos a continuación.
Propiedades 11.1.2. 1) La función exponencial es derivable (indefinidamente) y su derivada
es ella misma: para cada x ∈ R,
(ex )0 = ex .

2) e0 = 1.

3) Para cada x ∈ R,
1
e−x = ,
ex
y, en particular, ex 6= 0.

4) Dados x, y ∈ R,
ex+y = ex · ey .

5) Dados n ∈ N y x ∈ R, enx es el producto de n factores iguales a ex ,


n
enx = ex · · · ex .

6) Para cada x ∈ R,
ex > 0 .

7) La función exponencial es estrictamente creciente y convexa. En particular, es inyectiva.

8) Se tiene
lı́m ex = +∞ , lı́m ex = 0 .
x→+∞ x→−∞

En consecuencia, el conjunto imagen de la función exponencial es (0, +∞).


Demostración. Según vimos en el capı́tulo 6, es suficiente probar las dos primeras propiedades (ya
vimos cómo se obtenı́an las demás a partir de ellas). Pero la segunda es trivial y para obtener
la primera basta aplicar la regla de derivación de una función definida mediante una serie de
potencias.

11.1.2. Función logarı́tmica


Una vez conocidas las propiedades básicas de la función exponencial, podemos introducir cómo-
damente la función logarı́tmica como su función inversa, y deducir de ahı́ sus propiedades.
Definición 11.1.3. La función logarı́tmica

log : x ∈ (0, +∞) → log x ∈ R

es la inversa de la función exponencial, de modo que log x = y si y solo si ey = x.


11.1. FUNCIONES ELEMENTALES Y SERIES DE POTENCIAS 179

Por tanto, está caracterizada por cumplir

log(ex ) = x cualquiera que sea x∈R

y
elog x = x cualquiera que sea x ∈ (0, +∞) .

Sus propiedades son consecuencia de las de la función exponencial.

Propiedades 11.1.4. 1) La función logarı́tmica es derivable indefinidamente, y su derivada es


la función 1/x.

2) log 1 = 0, log e = 1.

3) Para cada x ∈ (0, +∞),


1
log = − log x .
x

4) Dados x, y ∈ (0, +∞),


log(xy) = log x + log y .

5) Dados n ∈ N y x ∈ (0, +∞),


log(xn ) = n log x .

6) El conjunto imagen de la función logarı́tmica es R.

7) La función logarı́tmica es estrictamente creciente y cóncava. En particular, es inyectiva.

8) Se tiene
lı́m log x = +∞, lı́m = −∞ .
x→+∞ x→0+

Demostración. 1) La exponencial es una aplicación biyectiva de R sobre (0, +∞), luego su inversa (el
logaritmo) es automáticamente continua. Estamos en condiciones de aplicar el teorema de derivación
de la función inversa para concluir que el logaritmo es derivable en cada x ∈ (0, +∞), con derivada

1 1 1
log0 x = = = .
exp0 (log x) exp(log x) x

2) Obvio.
3) Basta tener en cuenta que
1 1 1
elog x = = log x = e− log x .
x e
4) Análogamente
elog(xy) = xy = elog x · elog y = elog x+log y .

5) Consecuencia inmediata de (4).


6) Va incluido en la biyectividad de la exponencial entre R y (0, +∞).
7)
1 1
log0 x = > 0, log00 x = − 2 < 0
x x
para todo x ∈ (0, +∞).
8) Tales lı́mites serán, respectivamente, el supremo y el ı́nfimo de los valores alcanzados por el
logaritmo.
180 CAPÍTULO 11. FUNCIONES ELEMENTALES

11.1.3. Funciones exponencial y logarı́tmica de base cualquiera


Definición 11.1.5. Dado un número real a > 0, la función exponencial de base a se define
mediante la igualdad
ax = ex log a .

Cuando a > 1, esta función tiene propiedades similares a la función exponencial anteriormente
estudiada; si a = 1, es una función constantemente igual a 1, y si a < 1, la diferencia esencial
con la función exponencial de base e estriba en que la función exponencial de base a es entonces
estrictamente decreciente.
Propiedades interesantes que se obtienen directamente de la definición y de lo que hemos visto
para las funciones ex y log x son las siguientes:

Propiedades 11.1.6. Dados a, b, x, y ∈ R con a > 0, b > 0,

1) (ab)x = ax bx .

2) (ax )y = axy .

Demostración. Aplicar la definición y las propiedades de la exponencial y el logaritmo.

Definición 11.1.7. Dado a > 0, a 6= 1, la función logarı́tmica de base a se define en (0, +∞)
mediante la fórmula
log x
loga x = .
log a
Es inmediato comprobar que esta función es la inversa de la función exponencial de base a.
Como propiedad adicional interesante se tiene:

• dados a, b, x ∈ R con 0 < a 6= 1, b > 0, se cumple

loga (bx ) = x loga b .

11.1.4. Funciones trigonométricas


Definición 11.1.8. La función seno está definida por

X (−1)n x2n+1
sen : x ∈ R → sen x = ∈R,
(2n + 1)!
n=0

y la función coseno por



X (−1)n x2n
cos : x ∈ R → cos x = ∈R.
(2n)!
n=0

Estas funciones están bien definidas, pues las series de potencias que figuran en las fórmulas
tienen radio de convergencia +∞.

Propiedades 11.1.9. 1) El seno y el coseno son funciones derivables indefinidamente y se


cumple para todo x ∈ R
sen0 x = cos x, cos0 x = − sen x.

2) El seno es una función impar, mientras que el coseno es una función par: es decir, cualquiera
que sea x ∈ R se tiene

sen(−x) = − sen x, cos(−x) = cos x .


11.1. FUNCIONES ELEMENTALES Y SERIES DE POTENCIAS 181

3) sen 0 = 0; cos 0 = 1.

4) Para cada x ∈ R es
sen2 x + cos2 x = 1 .

5) Fórmulas de adición. Dados x, y ∈ R,

sen(x + y) = sen x cos y + cos x sen y ; cos(x + y) = cos x cos y − sen x sen y ;
sen(x − y) = sen x cos y − cos x sen y ; cos(x − y) = cos x cos y + sen x sen y .

Demostración. (1), (2) y (3) son consecuencia inmediata de la definición y de las propiedades de
las series de potencias.
4) Más cómodo que manejar las series es proceder por derivación. Definiendo f : x ∈ R → f (x) =
sen2 x + cos2 x ∈ R, a partir de (1) obtenemos

f 0 (x) = 2 sen x cos x − 2 cos x sen x = 0

para todo x de R, luego f toma constantemente el valor f (0) = 1.


5) Probaremos solamente las dos primeras identidades: las otras se siguen de estas aplicando (2).
Fijado y, sean f y g las funciones definidas en R por

f (x) = sen(x + y), g(x) = sen x cos y + cos x sen y,

Es claro que, como consecuencia de (4), para todo t ∈ R es | sen t| ≤ 1, | cos t| ≤ 1. Se sigue
fácilmente por inducción, usando (1), que |f (n) | ≤ 1 y |g (n) | ≤ 2 para cada n, luego
∞ ∞
X f (n) (0) X g (n) (0)
f (x) = xn y g(x) = xn (x ∈ R).
n! n!
n=0 n=0

Notemos que f (0) = g(0) = sen y. Resulta que f 0 (x) = cos(x + y) y g 0 (x) = cos x cos y − sen x sen y,
luego también f 0 (0) = g 0 (0) = cos y. Derivando de nuevo vemos que f 00 = −f y g 00 = −g, por lo que
está claro que tendremos f (n) (0) = g (n) (0) para todo n. Por su expresión como series de potencias,
obtenemos que f = g, y entonces f 0 = g 0 , que son las dos igualdades que habı́a que probar.

Nótese que (4) se deduce de (5) tomando y = −x en la segunda fórmula.


Proposición 11.1.10 (Definición y propiedades de π.). 1) La función seno tiene ceros po-
sitivos, es decir,
{x > 0 : sen x = 0} =
6 ∅.
Este conjunto posee un elemento mı́nimo, que denotaremos por π:
def
π = mı́n{x > 0 : sen x = 0} .

En el intervalo (0, π), el seno toma valores estrictamente positivos.

2) cos π = −1; cos π2 = 0; sen π2 = 1.

3) Para conocer la función seno en R es suficiente conocerla en el intervalo 0, π2 . En concreto,


 

3.1) para cada x ∈ R es


sen (π − x) = sen x = − sen(x + π);
3.2) para cualesquiera x ∈ R y k ∈ Z,

sen(x + 2kπ) = sen x,

es decir, el seno es una función periódica de periodo 2π.


182 CAPÍTULO 11. FUNCIONES ELEMENTALES

4) Para conocer la función coseno en R es suficiente conocerla en el intervalo 0, π2 . En concreto,


 

4.1) para cada x ∈ R es


cos (π − x) = − cos x = cos(x + π);
4.2) para cualesquiera x ∈ R y k ∈ Z,

cos(x + 2kπ) = cos x,

es decir, el coseno es una función periódica de periodo 2π.

5) La restricción de la función seno al intervalo − π2 , π2 es una aplicación estrictamente cre-


 

ciente (en particular, inyectiva) sobre el intervalo [−1, 1].

6) La restricción de la función coseno al intervalo [0, π] es una aplicación estrictamente decre-


ciente (en particular, inyectiva) sobre el intervalo [−1, 1].

7) Dado x ∈ R, se verifica sen x = 0 si y solo si para algún k ∈ Z es x = kπ .


π
8) Dado x ∈ R, se verifica cos x = 0 si y solo si para algún k ∈ Z es x = 2 + kπ.
Demostración. 1) Agrupando sumandos convenientemente, es claro que

x3
sen x > x − >0 siempre que 0 < x ≤ 1
3!
y que
43 45 47 49
sen 4 < 4 −+ − + < 0,
3! 5! 7! 9!
de donde se deduce que el seno no se anula en (0, 1] pero que, según el teorema de Bolzano, debe
anularse al menos en un punto comprendido entre 1 y 4. Por tanto, está perfectamente determinado
el número real
π = inf{x > 0 : sen x = 0}
y es mayor o igual que 1 (luego > 0). Para asegurar que π es el mı́nimo del conjunto, o sea, que
pertenece a él, basta tener en cuenta que es punto adherente del conjunto y emplear la continuidad
del seno.
Ası́ sen x 6= 0 para todo x ∈ (0, π) y por continuidad el seno debe mantener el signo en todo
este intervalo. De acuerdo con la primera desigualdad que hemos escrito, debe ser estrictamente
positivo en él.
2) Como sen2 π + cos2 π = 1, se deduce que cos2 π = 1 y por tanto cos π = 1 o cos π = −1. Pero si
cos π = 1, como cos 0 = 1, el teorema de Rolle darı́a la existencia de algún punto t ∈ (0, π) en el
que se anuları́a la derivada del coseno, con lo cual serı́a sen t = 0 contra lo que acabamos de probar.
Puesto que cos π = 2 cos2 π2 − 1, debe ser cos π2 = 0, lo que obliga a que sen2 π2 = 1. Como
0 < π2 < π, sen π2 debe ser positivo y por tanto igual a 1.
3) Las igualdades de (3,1) son consecuencia de las fórmulas de adición y de los valores previamente
calculados. La de (3,2) se comprueba por inducción.
los valores del seno en el intervalo 0, π2 , podemos obtener los valores en
 
Con esto, conociendo
el intervalo π2 , π usando que sen x = sen (π − x); por ser el seno impar, pasamos entonces a todo


el intervalo [−π, π] y ya por periodicidad a todo R.


4) Similar al apartado anterior.
5) Para cada x ∈ R la igualdad sen2 x + cos2 x = 1 asegura que | sen x| ≤ 1, | cos x| ≤ 1. Como
sen π2 = 1 y por tanto sen − π2 = −1, la continuidad del seno y la propiedad de Darboux dan como


conjunto imagen de − π2 , π2 exactamente el intervalo [−1, 1].


Para demostrar que el seno (que es continua) es estrictamente creciente en − π2 , π2 , usamos
 

que es estrictamente positiva en (0, π). En consecuencia, el coseno (que en cada punto x tiene por
11.1. FUNCIONES ELEMENTALES Y SERIES DE POTENCIAS 183

derivada − sen x) será estrictamente


 π decreciente en [0, π], lo que permite afirmar que los valores
que alcanza en el intervalo 0, 2 son estrictamente mayores que cos π2 = 0; como el coseno es par,
lo mismo vale en − π2 , π2 ; y finalmente,

como el coseno es la derivada del seno, vemos que este
último es estrictamente creciente en − π2 , π2 .
 

6) Repasar la demostración anterior.


7) Es inmediato que si para algún k ∈ Z es x = kπ, se verifica que sen x = 0.
Recı́procamente, sea x ∈ R tal que sen x = 0. Para un k ∈ Z será
    
1 1
x∈ k− π, k + π .
2 2
Entonces t = x − kπ ∈ − π2 , π2 y sen t = sen x cos kπ − cos x sen kπ = 0, luego forzosamente t = 0


y x = kπ.
8) Similar a la anterior.

Tenemos ahora dos versiones de las funciones seno y coseno: la ‘versión analı́tica’ que venimos
explorando y la ‘versión geométrica’ de la Trigonometrı́a (=medición de triángulos). La coherencia
entre ambas versiones la prueba la siguiente proposición, que a su vez justifica las afirmaciones que
hicimos al definir los argumentos de un número complejo no nulo.
Proposición 11.1.11. Dados x, y ∈ R tales que x2 + y 2 = 1, existe un α ∈ R de modo que

cos α = x, sen α = y .

Además, para que un β ∈ R cumpla igualmente que

cos β = x, sen β = y,

es necesario y suficiente que exista un k ∈ Z tal que β = α + 2kπ.


Demostración. Como x ∈ [−1, 1], existe al menos un t ∈ R tal que cos t = x. Entonces sen2 t = y 2 ,
de donde o bien sen t = y, y tomarı́amos α = t, o bien sen t = −y, y bastarı́a tomar α = −t.
Por periodicidad, igualmente cos(α + 2kπ) = x, sen(α + 2kπ) = y para todo k ∈ Z.
Supongamos ahora que encontramos β ∈ R para el que cos β = x, sen β = y. Entonces

sen(β − α) = y x − x y = 0,

luego por lo visto anteriormente existirá un m ∈ Z tal que β − α = mπ. Si m fuese de la forma
2k + 1, k ∈ Z, resultarı́a cos(β − α) = −1, mientras que

cos(β − α) = x x + y y = x2 + y 2 = 1,

por lo que debe ser m = 2k para algún k ∈ Z y finalmente β = α + 2kπ.

Gráficamente, esta proposición significa que para cada punto sobre la circunferencia de centro
el origen y radio unidad, hay un número real que mide el ángulo que forma el radio correspondiente
al punto con el eje de abscisas, y que dicho número está unı́vocamente determinado salvo múltiplos
enteros de 2π; el coseno del “ángulo” es la abscisa del punto, y el seno es la ordenada.
En resumen, en este apartado hemos definido las funciones seno y coseno, y hemos demostra-
do todas las propiedades fundamentales necesarias para cubrir el uso habitual que hemos venido
realizando de las mismas desde el bachillerato. En este punto, podemos continuar rigurosamente
el estudio de las restantes funciones trigonométricas (tangente, cotangente, secante, cosecante) y
de las llamadas funciones trigonométricas inversas, que como sabemos son “inversas parciales” de
las anteriores, es decir, inversas de la restricción de las anteriores a subdominios adecuados. Serı́a
muy largo completar todos los detalles, pero queremos al menos detenernos en la función arco seno,
que veremos en la próxima sección que puede ser construida y estudiada mediante integración, de
forma paralela a la definición que hicimos en su momento del logaritmo.
184 CAPÍTULO 11. FUNCIONES ELEMENTALES

11.2. Funciones trigonométricas: construcción mediante integrales


De nuevo nos situamos “en el principio de los tiempos”, olvidando lo que acabamos de apren-
der sobre las funciones trigonométricas, y partimos de cero para crear la función arco seno como
primitiva construida por integración.

Proposición 11.2.1 (Función arco seno). La función


Z x
1
A : x ∈ [−1, 1] → A(x) = √ dt
0 1 − t2

está bien definida, es impar continua en [−1, 1] y derivable en (−1, 1), con

1 x
A0 (x) = √ y A00 (x) = .
1 − x2 (1 − x2 )3/2

En consecuencia
lı́m A0 (x) = +∞,
x→±1

A es estrictamente creciente en [−1, 1], convexa en [0, 1) y cóncava en (−1, 0].



Demostración. La función t ∈ [−1, 1] → 1 − t2 ∈ R está bien definida (recordar que todo número
real no negativo tiene una raı́z cuadrada no negativa perfectamente determinada) y es continua, y
solo se anula para t = 1 o t = −1. Además,

1 1 1
0≤ √ ∼√ , (t → 1)
1−t 2 2 (1 − t)1/2
1 1 1
0≤ √ ∼√ , (t → −1),
1−t 2 2 (1 + t)1/2

con lo cual la función


1
t ∈ [−1, 1] → √ ∈R
1 − t2
es impropiamente integrable en (−1, 1).
Por tanto, A está bien definida y es continua en [−1, 1]. La derivabilidad en (−1, 1) y el valor de
la derivada se sigue del Teorema Fundamental del Cálculo Integral. Lo demás ya es rutinario.

Nota. Una vez más, la interpretación analı́tica y la geométrica son concordantes. Dado y ∈ [−1, 1],
A(y) es la longitud del arco de la circunferencia unidad que tiene y por seno: pues si parametrizamos
la “semicircunferencia de la derecha” por
( √
x(t) = 1 − t2
−1 ≤ t ≤ 1 →
y(t) = t,

un cálculo elemental prueba que


p 1
x0 (t)2 + y 0 (t)2 = √ ,
1 − t2

ası́ que Z y Z y
p 1
s= x0 (t)2 + y 0 (t)2 dt = √ dt
0 0 1 − t2
es la longitud del arco desde el punto de ordenada 0 hasta el punto de ordenada y.
11.2. FUNCIONES TRIGONOMÉTRICAS 185

En particular, la longitud de la semicircunferencia será igual a


Z 1 Z 1
1 1
s= √ dt = 2 √ dt,
−1 1 − t2 0 1 − t2

lo que explica la siguiente definición.

Definición 11.2.2. El número π .


Z 1
def 1
π = 2 √ dt .
0 1 − t2

Es muy fácil ver con esta definición que 3 < π < 4: por un lado, para cada x ∈ (0, 1) se cumple
que 1 − x2 = (1 − x)(1 + x) > 1 − x, y por tanto

1 1 √
Z Z
1 1 h ix=1
√ dx < √ dx = − 2 1 − x = 2,
0 1 − x2 0 1−x x=0

de donde π < 4.
Por otra parte, como 1−x2 < 1 también tenemos que √ 1 > 1 y, como 1−x2 = (1+x)(1−x) <
1−x2
2(1 − x), que √ 1 > √1 √ 1 .
1−x2 2 1−x
Usamos la primera desigualdad en (0, 1/2) y la segunda en (1/2, 1) para obtener

Z 1/2 √ Z 1
1 √ h √ ix=1
π>2 1 dx + 2 √ dx = 1 + 2 − 2 1 − x = 1 + 2 = 3.
0 1/2 1−x x=1/2

Como consecuencia inmediata de las propiedades de la función A y de la definición de π se


tiene:

Corolario 11.2.3. La función A aplica biyectivamente [−1, 1] sobre [−π/2, π/2].

Ası́ pues, la gráfica de A tiene el siguiente aspecto:


186 CAPÍTULO 11. FUNCIONES ELEMENTALES

Ya hemos comentado cómo se relaciona la definición que hemos dado de π con la definición
geométrica más habitual, en función de la longitud de la circunferencia unidad. Vimos en su mo-
mento cómo se corresponde la noción de área con la integral, y conforme a ello reencontramos π
como valor del área del cı́rculo unidad.

Proposición 11.2.4. π es el área de un cı́rculo de radio unidad.



Demostración. Sea f la función definida en [−1, 1] por f (x) = 12 A(x) + 12 x 1 − x2 . Es continua en

[−1, 1], y si x ∈ (−1, 1) entonces f 0 (x) = 1 − x2 . Por la regla de Barrow
Z 1 Z 1
p 1  π
1− x2 dx = f 0 = f (1) − f (−1) = A(1) − A(−1) = .
−1 −1 2 2

Dejamos como ejercicio probar que el área de un cı́rculo de radio R es πR2 (y que la longitud
de su circunferencia es 2πR).
El número π tiene una historia multimilenaria, por lo que no es extraño que abunde el folklore
en torno a él. Dos referencias interesantes son [Berggren-Borwein-Borwein] y [Delahaye].
Para obtener ahora el seno y el coseno, podemos proceder ası́: dado que A es biyectiva, existe su
inversa, a la que llamaremos S. Ası́, S aplica biyectivamente [−π/2, π/2] sobre [−1, 1] y es creciente,
y como A0 no se anula en (−1, 1) resulta que S es derivable en (−π/2, π/2), con S 0 (x) = A0 (S(x))
1
=
p
2
1 − S (x). De hecho S es derivable en [−π/2, π/2] con la expresión anterior, ya que por la regla
de L’Hospital
S(π/2) − S(x)
= lı́m S 0 (x) = lı́m
p
lı́m 1 − S 2 (x) = 0
x→π/2 π/2 − x x→π/2 x→π/2

y por tanto S 0 (π/2) = 0, y análogamente S 0 (−π/2) = 0.


11.3. APÉNDICE: EL NÚMERO π ES IRRACIONAL 187
p
Sea C : [−π/2, π/2] → R la función derivada de S, es decir C(x) = 1 − S 2 (x). Por la regla de
la cadena, si 1 − S 2 (x) 6= 0, o sea si x ∈ (−π/2, π/2), tenemos
1 1
C 0 (x) =
p
p (−2S(x)) 1 − S 2 (x) = −S(x) ,
2 1 − S 2 (x)

y con la regla de L’Hospital es fácil ver que C 0 = −S en [−π/2, π/2].


Como, para cada n, C (n) y S (n) son iguales a ±C o ±S, resulta que |C (n) (x)| ≤ 1 y |S (n) (x)| ≤ 1
para cada x ∈ [−π/2, π/2]. Por lo tanto C y S coinciden en todo el intervalo con su serie de Taylor-
Mac Laurin; es decir,
∞ ∞
X S (n) (0) X C (n) (0)
S(x) = xn y C(x) = xn
n! n!
n=0 n=0
p
para todo x ∈ [−π/2, π/2]. Al ser S(0) = 0 y C(0) = 1 − S 2 (0) = 1, resulta que las series
anteriores, suprimiendo los términos nulos, toman la forma
∞ ∞
X (−1)n X (−1)n
S(x) = x2n+1 y C(x) = x2n .
(2n + 1)! (2n)!
n=0 n=0

Reencontramos las series de potencias conocidas en nuestra anterior definición del seno y el coseno,
ambas con radio de convergencia +∞, y por tanto las funciones que definen en R extienden a S
y C. De este modo cerramos el cı́rculo, y podemos remitirnos a la sección anterior en cuanto se
refiere a sus propiedades.

11.3. Apéndice: El número π es irracional


La demostración de la irracionalidad de π que vamos a exponer se debe originalmente a
I.Ñiven [Niven], y aparece en la pág. 47 del libro [Hardy-Wright], junto a una prueba similar
de que log x es irracional para todo x racional positivo y distinto de 1. Al igual que otras mu-
chas partes de estas notas, nosotros lo hemos tomado de los apuntes de “Análisis matemático I” del
Prof. J. L. Arregui, a quien manifestamos en este punto nuestro agradecimiento por su generosidad.
Teorema 11.3.1. π y π 2 son números irracionales.
Demostración. Basta probar que π 2 es irracional. n n
Para cada n ∈ N, consideraremos la función f dada por f (x) = x (1−x) n! . Es claro que, si
0 < x < 1, tenemos que 0 < f (x) < 1/n!. Existen ciertos ck enteros tales que
2n
1 X
f (x) = ck xk .
n!
k=n

f es un polinomio, y la expresión anterior es la serie de Taylor-Maclaurin de f , ası́ que f (k) (0) = 0


k!
si k < n o k > 2n (si k > 2n, de hecho f (k) = 0). Si n ≤ k ≤ 2n entonces f (k) (0) = n! ck es un
número entero. Como f (x) = f (1 − x), f y todas sus derivadas toman también valores enteros si
x = 1.
n
Supongamos que π 2 = ab , con a, b ∈ N. Elegimos entonces n tal que πa n! < 1 (podemos hacerlo,
porque an /n! → 0). Para este valor de n tomamos f como hemos dicho, y definimos
n
X
G(x) = bn (−1)k π 2n−2k f (2k) (x),
k=0
0
H(x) = G (x) sen πx − πG(x) cos πx.
188 CAPÍTULO 11. FUNCIONES ELEMENTALES

R1
Tenemos que π(G(0) + G(1)) = H(1) − H(0) = 0 H 0 (x)dx, es decir
Z 1
1
G(0) + G(1) = H 0 (x)dx.
π 0

Pero

H 0 (x) = (G00 (x) + π 2 G(x)) sen πx


X n n
X
= bn (−1)k π 2n−2k f (2k+2) (x) + (−1)k π 2n−2(k−1) f (2k) (x) sen πx


k=0 k=0
n−1
X Xn
= bn (−1)k π 2n−2k f (2k+2) (x) + (−1)k π 2n−2(k−1) f (2k) (x) sen πx


k=0 k=0
n
X n
X
n k−1 2n−2(k−1) (2k)
(−1)k π 2n−2(k−1) f (2k) (x) sen πx

=b (−1) π f (x) +
k=1 k=0
n 2n+2 2 n
=b π f (x) sen πx = π a f (x) sen πx ,

es decir, Z 1
G(0) + G(1) = π an f (x) sen πxdx,
0
lo que lleva a
an
0 < G(0) + G(1) < π
<1
n!
P πx ≤ 1 para cada x ∈ (0, 1).
porque 0 < f (x) < 1/n! y 0 < sen
Sin embargo, tanto G(0) = nk=0 (−1)k an−k bk f (2k) (0) como G(1) son números enteros, y en-
tonces G(0) + G(1) es un número entero del intervalo (0, 1), contradicción.
Bibliografı́a

[Berggren-Borwein-Borwein] Berggren, L.; Borwein, J.; Borwein, P.: Pi: A Source Book (se-
gunda edición). Springer, Nueva York, 2000. Citado en la(s) página(s)
186

[Delahaye] Delahaye, J. P.: Le fascinant nombre π. Pour la science, Parı́s, 1997.


Citado en la(s) página(s) 186

[Hardy-Wright] Hardy, G. H.; Wright, E. M.: An Introduction to the Theory of


Numbers (quinta edición). Oxford University Press, 1978, rev. 2000.
Citado en la(s) página(s) 187

[Niven] Niven, I.: A Simple Proof that π is Irrational, Bulletin of the Ame-
rican Mathematical Society 53 (1947), página 509. Citado en la(s)
página(s) 187

Área de Análisis Matemático


Universidad de Zaragoza
189 analisis@unizar.es

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