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VIGENCIA DE LA LEY DE MOISES HOY

Algunos evangélicos hoy están enseñando que los cristianos deben celebrar las fiestas judías,
guardar la dieta señalada en la Ley de Moisés, y aun circuncidarse. ¿Tienen razón? ¿Hasta
qué grado debemos obedecer la Ley hoy?

A primera vista, la enseñanza del Nuevo Testamento sobre la Ley de Moisés puede parecer
confusa. Hay pasajes que dicen que la Ley ha caducado, pero otros dan a entender que
debemos obedecer la Ley. ¿Cómo explicar estas aparentes contradicciones?

Para responder a esta pregunta primero resumiremos la enseñanza del Nuevo Testamento
sobre el tema. Luego presentaremos más evidencias bíblicas que apoyan ese resumen.

Resumen de la enseñanza del N.T.

Es necesario hacer dos distinciones: 1) entre los aspectos ceremoniales de la Ley y sus
aspectos morales y espirituales, y 2) entre los cristianos que se convirtieron inmersos en el
judaísmo, y los demás cristianos.

Todos los cristianos estamos libres de los aspectos ceremoniales de la Ley. A los cristianos
convertidos dentro del judaísmo les es permitido guardarlos como parte de su cultura
(Hch. 21:20; Ro. 14:1-6), para alcanzar a otros judíos (1 Co. 9:20; Hch. 16:3) y para
mantener buenas relaciones con otros cristianos judíos (Hch. 21:20-26). Sin embargo,
deben sacrificar este derecho cuando impide la extensión del evangelio entre los gentiles (1
Co. 9:21) o la comunión entre cristianos judíos y gentiles (Gá. 2:11-14).

A los demás cristianos se nos prohibe tajantemente guardar los aspectos ceremoniales de la
Ley (Hch. 21:25; 1 Co. 7:18), pues lo haríamos creyendo equivocadamente que esas
prácticas contribuyen a nuestra salvación o a nuestra santificación (Gá. 5:2-6; Co. 2:23).
Podría haber una excepción a la prohibición para los misioneros que se adaptaran a la
cultura judía para alcanzar a los judíos con el evangelio (1 Co. 9:20).

Los aspectos espirituales y morales de la Ley—amar a Dios y al prójimo—son requisitos


para todos los cristianos (Mt. 22:37-40).

La Ley también incluye legislación para el gobierno. El Nuevo Testamento no dice si los
gobiernos de hoy deben imitar la Ley de Moisés, o no. Dt. 4:6, 8 sugiere que la Ley
manifiesta principios que pueden servir de orientación para los gobiernos de todo tiempo y
lugar.

La aparente contradicción

Algunos pasajes claramente afirman que la Ley de Moisés ha caducado. “En cuanto a los
gentiles que han creído, nosotros les hemos escrito determinando que no guarden nada de
esto” (Hch. 21:25; ver 15:28-29). “No estáis bajo la ley, sino bajo la gracia” (Ro. 6:14).
“Ahora estamos libres de la ley” (Ro. 7:6). “Venida la fe, ya no estamos bajo ayo” (Gá.
Vigencia de la Ley, pág. 2

3:24-25). “Si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo ley” (Gá. 5:18). “Aunque yo no
esté sujeto a la ley” (1 Co. 9:19-20). “Necesario es que haya también cambio de ley” (Heb.
7:12). “Queda pues abrogado el mandamiento anterior” (Heb. 7:18).

A la vez otros pasajes indican que la Ley de Moisés sigue vigente. “No penséis que he
venido para abrogar la ley… Ni una jota ni una tilde pasará de la ley” (Mt. 5:17-18). “¿No
dice esto también la ley?” (1 Co. 9:8). “Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer
mandamiento con promesa” (Ef. 6:2-3). “Te has hecho transgresor de la ley” (Stg. 2:10-
11).

Al estudiar más detenidamente los pasajes que indican que la Ley ha caducado,
observamos que hablan de los siguientes aspectos de la Ley: dieta (Mr. 7:18-19; Co. 2:16,
21; Heb. 9:10), circuncisión (1 Co. 7:18; Gá. 5:2, 6); días de reposo y fiestas sagradas (Gá.
4:9-11; Co. 2:16); impureza por tocar algo inmundo (Co. 2:21); abluciones (Heb. 9:10);
“sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado” (Heb. 10:8-9, 15-18).
Podemos concluir que ya no están vigentes los aspectos ceremoniales y rituales de la Ley.

Al hacer un estudio similar de los pasajes que indican que la Ley todavía está en pie,
observamos que hablan de aspectos como: amor a Dios y al prójimo (Mt. 22:37-40; Ro.
13:8-9); honra a los padres (Ef. 6:2-3); homicidio y adulterio (Stg. 2:10-12); conducta
santa, libre de vicios (1 P. 1:14-16). Concluimos que siguen vigentes las exigencias éticas y
de actitudes fundamentales hacia Dios. “La ley y los profetas” que Jesús no abrogó (Mt.
5:17) se resumen en Mt. 22:40 como el amor a Dios y al prójimo.

En fin, no seamos judaizantes, ni obliguemos a los cristianos a judaizar (Gá. 2:14), pero
confiemos en Dios y su Hijo, para que el Espíritu produzca en nosotros la justicia de la Ley
(Ro. 8:4).

Gary Williams
5 de noviembre de 2002

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