EL ¿QUE SE ME DA A I I ?
C0AIED1A EN CUAT110 ACTOS
POR
p. d. ^
C-------------------------- EJ
MADRID:
ESTABLECIMIENTO TIPOGRAFICO DE E. CUESTA,
Cali» da la Cava-alta, núm.
1 B 3 ».
GALERIA DRAMATICA
C EW XJRO JO B A X J M X N I S T C t t A C X O I í ,
C Ü M l'Itl-N Ü llIN D O
Mi® BSIGSS8 № TM
DEL TBATUO
ESPAÑOL Y ESTRAHGERO.
Olí
C. L
M a S r ilJ . ca
vw w w vv
La escena es en ifadrli.
ESCENA PRIMERA.
iría yo á pregonar
como banasta de fruta
por las calles. ¿Qué dirían?
Pero yo entiendo la brújula,
soy perro viejo, y vigilo
para que no te seduzcan.
C amila. Mil gracias ¿Soy yo tan frágil
que teme usted que sucum ba?...
B arox . Por vicio, no; pero, al cabo,
tú eres una criatura
candorosa, y hay bribones
que con el demonio estudian...
No el Marqués. Le hago justicia.
Anoche junto á la estufa
le eché una indirecta... ¡lJues!
Y no esperó la segunda
Me confesó que te amaba,
mas con intención muy pura.
Y o le oí, como es razón,
con benevoleiicia suma,
y hoy aquí sobre la boda
tendremos los dos consulta.
C amila . ¿Sin coutar conmigo? ;Buenol
B auon. Como está fuera de duda
el mérito del Marqués,
y aunque no es rancia su alcurnia,,
es un Creso americano,
y tiene ingenio... de azúcar,
y cafetales y negros,
no esperaba yo repulsas
de tu labio, sino albricias,
parabienes y aleluyas.
C amila. ¿Y mi albedrío?
B arox . ¡Palabra
impertinente y absurda]
¡A. veinte año3 albedríol
En buen hora entre la chusma
de doncellas populares,
que poco ó nada aventuran,
y EL SE H E DA Á M I. 9
pero...
B arón. Vamos, ¿qué?
C amila. No le amo.
B arón. Eso es pecata minuta.
Basta que no le aborrezcas.
Ya madurarán las uvas.
C amila . Pero, señor...
B arón- ¡Nada, nada!
No te admito la renuncia.
ESCENA II.
D. Ignag. TÍO...
B arón. Tú vienes, Ignacio,
en buena ocasion. ¡A. ver
si me ayudas á vencer
ese carácter rehacio!
D .I gnac, Pues ¿qué ocurre?
B arok. Que tu prima
niega su mano á un buen mozo;
á todo un marqués de Pozo...
C amila. 1kh\
B arón. Frío ¿No te da grima?
Rico, galan, opulento,
buen ginete, y ¿que sé yo?. ..
y la llevará en lando...
Vaya, vaya... ¡Es mucho cuento1
D . I gnac Y ella...
B arón. ¡Cuántas en Madrid;
cuántas su feliz estrella
envidiarán...!
D . I gnac Pero ella...
B arón. No le quiere, Ahí está el quicé,
D . Ignac ¿Será cierto?
B arok. Es una loca:
C amila. Para amigo, eternamente;
para esposo, no.
Y KL D in ·: SK ME D A Á M I. .1 1
B aron. ¡Insolente!
D . IGNAC (¡Bendita sea tu boca!)
Confieso que no es cordura
despreciar tan buen partido;
mas si no gusta un marido,
es también cosa muy dura...
B arón. ¿A.sí me apoyas, bribón?
D . I gnac ¿No quiere usted que sincero
le díga mí labio...
B arón. Quiero
que seas de mi opínion.
(¿Si estarán de inteligencia?)
D . Ignac. Pues yo debo declarar
que casarla á su pesar,
es nn cargo de conciencia.
B arón. (¡Hum! ¡Se miran) ¡Bueno! ¡Bravo!
Mus ¿qué entiende lina doncella
sin mundo y sin.,,? ¿Sabrá ella
mejor que yo.·.? ¡Pues alabo!
Si en aparencia la oprimo
porque su bien me interesa,
nunca... (Otra mirada; y esa
es algo más que deprim o.)
Y es que ella ha perdido el seso,
ó tal vez el matrimonio
la asusta como el demonio.
La inesperiencia. ..
C amila. No es eso.
B arón. ¡Por vida de san C a lix to...!
Pues entrar m onja es quimera,
que este siglo no tolera
esposas de Jesucristo.
C amila. Ni á mí me ha inspirado el cielo ..
B arón. Pues tú para algo has nacido;
y veinte años has cumplido;
y yo quiero ser abuelo.
C amila. En buen hora; pero no...
B arón. ¿A qué hablarme de albedrío?
Ya que no buscas tu avio,
£L QT'li PIRÁTÍ
ESCENA III.
percales en Gribraltarl—
¿Os reís?—¿Se rie usted?—
¡Y en mostrador de nogal!
¡Y vara á vara, Dios mió!
¡Y recibiendo quizá
triste y mezquino aalarío
de algún nieto de Caifas!
D . I gnac. Huérfano, expatriado, pobre,
¿qué habia de hacer? ¿Robar?
B arón. No.
IX IGNAC. ¿Implorar de puerta en puerta
la pública caridad,
ó pedir al extranjero
la sopa de un hospital?
¿No es esto más vergonzoso
que ejercer con probidad
una profesion honrada?
B arón. Ya; sí, puro... el qué dirán...
tu cuna... si fueras hijo
de algún fulano de tal;
si no tuvieras parientes...
D. Ignac. Cuando estaba por allá
ni á mis cartas respondieron
ni me enviaron un real.
B arón. Y o no escribo á calaveras.
D. Ign ac . Y es cosa muy singular
que me reprendan ahora
porque, á solas con mi afan,
pedí á la razón consejo
antes que á la vanidad.
D. T oiub. Con el sudor de tu frente
el sustento ganarás,
dijo Dios al primer hombre...
B arox. ¡Dale! ¿Quiereusted callar?
|Es mucho moscon!
D . T o iu b . Y tod
¡pues! Somos hijos de Adán.
C a j il l a . Pero, padre, usted procede
con mucha parcialidad.
Y EL QUÉ SE MÉ DA 1 MI. 17
Si el dedicarse al comercio
parece ¿ un Barón tan mal
¿cómo con un comerciante
me pretende usted casar?
ROS. ¡Un com erciante... Marqués!
[Una notabilidad
mercantil! Ya no desdeña
la aristocracia feudal
á la pecuniaria. A veces
se hace preciso cruzar
las castas, y á casa vieja
viene de m olde un puntal;
mas de un hortera á un Marqués
¡alú es nada lo que va!
I gnac. No me ha sido á mí tan próspera
la suerte. Con el caudal
que en cuatro años de desvelos
y ahorros llegué á juntar,
fleté un barco para America,
mas naufragó el capitan,
que era también socio mío,
y sólo pudo salvar
la vida. ¡Am igo infeliz!
Toitll!. ¿Y qué es de él?
Ig n a c . Tres años ha
que no me escribe...
lIION* Ahora bien:
¿no es una temeridad
que hombre fallido se case?
O tú no eres racional,
ó á la mano de Camila
desde hoy debes renunciar.
I gnac. ¡Renunciar! ¿Por qué, si el alm a...?
j io x . 151 alma no come pan;
convengo, pero el estómago
es un terrible animal,
y sine CIr ere et Saco...
Ya sabes tú lo demás, *--------- --------------------
Ignac. Mis méritos y servicios , y,\t, G ^A/l'kj
2l * i » k
• MANUEL P QüLG
i PASLÜ De FiCCQLET
18 EL QUÉ DIRÁN
el gobierno premiará,
y entre tanto, pues no soy
ni un zote, ni un holgazan,
trabajaré...
D. TOÍUQ. ¿Y á que asunto?
¡Vaya, no faltaba más!
Con el dote de la novia...
B abón. Don Toribio, ó don Safcan,
no me sea entrometido;
que si mi hermana le da
más alas que ha menester,
un mayordomo incapaz,
á mí no me mayordoma
ningún bigardo.
D. T orib. Es verdad;
pero vamos al decir...
Me parece regular...
Bauon. (A don Ignacio.)
Hasta que yo cierre el ojo,
no hay dote.
C amila . ¡Padre!...
B arón. No le hay.
¿Lo entondeis? Y como pueda
viviré más que Abraham.
C amila. Pues bien, ya que llega á tanto
la injusticia y la crueldad
de mí padre... está tomada
mi resolución.
B ahow ¿Qué harás?
D. Tomn. ¡Toma! ¿Qué ha de hacer? Casarse,,
que despties... Dios proveerá.
B arón. ¡Hum !...
Camila. No, señor; no resisto
la paterna autoridad;
mas mi vida será corta.
Ba m x . ¿Cómo?...
C amila. A falta de puñal
ó de tósigo violento,
el dolor me matará,
Y EL QUÉ SE ME DA A MI. 19
ESCENA IV .
EL BARON y D. TORIBIO.
ESCENA V.
EL BARON.
ESCENA PRIMERA.
de tu casa, ¿á qu é te enojas
si y o le am paro en la mía?
B abón. E s una casa, y son dos,
m u jer: ¿no lo consideras?
Si en otra parte v iv ie r a s ...
m u y lejos.,, ¡anda con Dios!
D .ft R osal. E l rem edio es fácil.
B arón . ¿S í?
¿Cuál?
D .a R osal . ¿Quién te estorba el m u darte?.,.
B abón. ¿¿.dónde?
D .a R osal. A cualqu iera parte.
Y o m e encuentro bien aquí.
B abón. Kn hora m enguada y triste
m e vine á vivir contigo,
¡descastada!
D .a R o s a l , Pues, am igo,
veto por donde viniste.
B arón. Veinte añas lejos de tí,
m al te conocía yo,
D .11 R osal. A q u í nadie te llam ó.
B arón . Ni y o quiero estar aquí.
Mas m ientras hallo vivienda,
pu es no es ju sto qu e á un mesón
se vaya todo un Darán,
dirim am os la contienda.
D.a R osal. Y o n o...
B abón. D eja que m e explique.
^Mostrando In purria «le la izquierda.)
Un tabique en esa pieza,
que costará una sim pleza
y en m í alcoba otro tabique...
D.* Rosal. ¿Y las luces? ¿Y el balcón?
Babón. S'o soy el que á oscuras quedo.
D .4 R osal. ¡Nada! Y o no m e emparedo
por una necia aprensión.
B abón. Pero, m u jer...
D ·1* R osal. No hay qu e hablar
de tal cosa.
26 E L Q ü i': D I HAN
B ap.on. Escucha...
D .a R osal. No.
Encierra á tu hija, que yo
no me quiero apolillar.
B auox. Bien: no tengamos quimera,
mas despide á ese criado
que al respeto me ha faltado.
Dame ese gusto siquiera.
D .a R osal. ¡ Eh! No hay respeto que valga
Tú no le pagas salario.
B arón. Pero ca hombre mercenario
y debe á mi sangre h id a lga ...
D .a R osai.. Nada.
B arox. ¡Qué oigo! ¡Oh! ¿Qué dirán...?
D .a R osal. No im porta.
B aIIÜX. ¿A. un bruto defiendes?
D .a R osal No me le ultrajes, ¿entiendes?
0 los sordos nos oirán.
Aunque humilde, es bien nacido.
B akox. Pero ¿qué in terés...?
D ,a KüSAL. ¿Lo extrañas
B ahon. ¿Es.,, tu amante?
D .a R osal. No te engañas.
B akox. 1Cielo I
D.·1 R osal. Y será mi marido.
B akox. ¿Marido tuyo ese vándalo?
¿Que asi una pasión te venza?
¿No te mueres úe vergüenza?
¡Qué horror! ¡Qué oprobio! ¡Qué escándalo!
D.“ R osal. Aunque no te agrade á tí,
su amor será mi placer.
B arón. Pero ¿qué dirán, mujer?
D.* R osal. Pero ¿qué ae me da á mi?
B akox. ¡Yo le conocí lacayo!
¿Así tu blasón injurias?
D .a R osal. Torihio nació en Asturias.
Quizá es nieto de Pelayo.
B arón. ¡Funesto afan de marido!
Harás que Madrid se asombre.
Y EL QUÉ SE ME IIA Á MI. 21
ESCENA II.
EL BARON.
ESCENA III.
EL BARON y BLAS.
ESCENA IV .
EL BAUON y el MARQUÉS.
ESCENA V.
ESCENA VI.
EL MARQUÉS y CAMILA.
F .-V
1
34 E L Q UÉ D IR A N
con usted.
M arqu és. Bien está. ¿Cuándo?...
C amila. Pronto. Si Sale mi padre,
v u elv a usted.
Marqués. Sí; mas no alcanzo...
C amila . ;Que viene! ¡Silencio! ¿.dios.
( Vásc c o r r i e n d o p o r l a m i s m a p u e r t a . 1
Marquiís, ¡Ay! Esto se pone malo.
ESCENA V II.
EL MARQUÉS y el BARON.
ESCENA V III.
CAMILA.
ESCENA IX .
CAMILA y EL MARQUÉS.
ESCENA X.
CAMILA.
ESCENA PRIMERA.
me lo pueden estorbar;
y así que te dé la mano
le hemos de cantar un trágala,
a l quijote de mi hermano.
D. Tonm. Yo de otra suerte discurro,
pero con esa3 retóricas
m e haces caer de m i burro.
Cumple tu gusto y tu sino.
Si Madrid te importa un rábano,
á m í me importa un pepino
Dios nos dé m ucha salud,
á nosotros en el tálam o
y al muerto en el ataúd.
Pero antes, vamos á cuentas;
no nos casemos el miércoles,
y el domingo te arrepientas.
Ten presente, dulce am or,
que tú eres h ija de un títu lo
y yo de un tosco aguador.
Y m ira antes que me encumbres,
si cuando nos case el clérigo
casará nuestras costum bres;
no, por arte del demonio,
sea el órgano de Mdstoles
nuestro santo matrimonio.
D .;|R osal. E so no te de temor,
que de m ayores obtáculos
sabe triunfar el amor.
Si tenemos fe y constancia,
nuestra indulgencia recíproca
allanará la distancia.
S i alzo yo el vuelo atrevido,
me recuerdas, sin escándalo,
tu s derechos de marido;
y yo con una palabra
3abré moderar tus ímpetus,
si tira al monte la cabra.
Bien veo que yo seré
la que m ás trab aje...
■14 EL QUÉ DtKÁN
D. TORHI ¡Cáspíta!
Eso es lo que yo no se.
Yo soy muy duro de cáseo
para maestros y dómines,
¡y tengo al estudio un a sco!...
Leo corriente y escribo,
y si se trata de números,
no m e engaña ningún chivo,
m as yo no entiendo ese engorro
cortesano, esas políticas,
esas... |Cá! Ni por el forro;
y lo que ya no aprendí,
desde hoy al sécnlum sécula
(C o n lo s d edos nn la fr e n te .)
no me lo encajan aquí.
D 3 R osal. T u s principios son m uy buenos.
y las elegantes fórmulas
son para mí lo de menos.
Tú no has de ser diputado
y ni á tribunas ni á pulpitos
te tengo yo reservado.
Todos, del rey al pastor,
saben bien sin ir á cátedras
el lenguaje del amor.
H abla de am or noche y dia,
sin rodeos ni metáforas,
á tu dulce Rosalía;
y aunque 110 sepas la Q,
ni Cicerón ni Aristóteles
hablarán m ejor que tú.
D. Tmuii. Por am or no quedará.
Y a sabes... (¡V ieja mas cócora, .!)
que mi pecho... ¿Te vas ya?
D .B R osal. Sí: voy...
D. Toiiiit.
D .a Rosal.
D, Tomn.
D .a R o s a l .
Y E L QUE SE ME DA i MI,
ESCENA II.
DON T O R I B I O .
y su aceite de G arrak,
y su bebida antistérica.
ESCENA III.
don T o tu m o y ju a n a .
Ju a n a . ¡Don Toríbio!
D. Toiun. ¿Qué hay, Ju a n illa ?
J uana. (¡Que á raí me mande ese bestia!'
Una moza que pretende
la pinza de cocinera
pregunta por la señora,.,
D. Tonlli. S í; ya sé.., Dile que venga.
ESCENA IV .
ESCENA V .
LoilliNZA, ÍA la puerta.)
¿Da usted permiso?
D. T o ju ií. Adelante.
LoilKMZA- (A ccrtánduse a l g u n o s pa so s. ]
Ac;í m e e n v i a l a a g e n c i a . . ,
D. Tomn. Si. ¿Dánde lia servido usted?
Loni:\z.v E u tres casas...
y EL QUÉ S E ME DA. Á M I. 49
D. TORJB. L a postrera.
L orenza. En. casa de un proveedor
de la tropa...
D . Tonm. ¡Buena mesa!
¿Eh?
L orenza. Si señor.
D. ToniB. ¡A.sí engordan
los soldados que alim enta!
¿Y por qué ha perdido usted
una proporcíon como esa?
L orenza. Por chanzas del señorito
y chism es de la pasiega.
D. Ton ir . ¿Qué ganaba usted?
LORENZu Cien reales.
(Rsa voz.,.)
D. T orib . Aquí, sesenta;
que no somos proveedores
de cebada y de g alleta.
L orenza (lisa cara... Ju ra ría ..,]
Eien. Aquí hay menos faena...
D. Ton ib . Poca. En dando gusto al am a...
y á mí primero que á e lla ...
L orenza. Bien.
L>. Toiub. ¿Es usted respondona?
L oulnza. No señor.
D. 'J’oRiü. ¿Es usted puerca?
L orenza. ¡Qué pregunta! Lim pia soy
como el oro.
D. T oriu. Norabuena.
¿Cuántos años?
L orenza. Veinticinco.
I). T oriu. ¿Su gracia de usted?...
L orenza. Lorenza,
para servirle.
D. Tohib. Enterado.
L oren za. (No hay duda. E l es.)
D. Tur i b . ¿De que tierra? ___
L oren za. Soy asturiana, J
D. Toriu. ¡Ucvanianilnsc.' ¡A stu rian a! I f \ \V v'
: i ‘ -r*.
j ^ M N I J E L P o:
í í v a l : rj? r;rcG
50 E L QÜÉ DIRÁN
¿De dónde?
L o ren za . De San Esteban
de Právia.
D, T o r ib . ¡Paisana; mial
(¡Oiga! Y es como una p erla...
Y ese carácter de cara
no es para m í cosa nueva.)
Acerqúese usted un poco.
(L o rciu a da un paso.)
Un poquito m á s,.. ¡E s e lla !
L orenza. (Con a leg ría .)
¡Ah! ¡Toribiol
(Con respeto.) ¡Don Toribio!
D. Ttmiii- (Con abandono.)
¡Oh! ¡L oren cita!...
(con dignidad.) Lorenza!—
Has dado un buen estirón,
muchacha, y estás m ás gruesa.
L o ren za . Ks favor que me hace usted.
D . T o r i b . ;Y qué guapa! (jAh! Si no fuera
por el qué d irán ...}
L o ren za . Siete años
h ará por Carnestolendas
que nos conocim os...
D. ToniR. Sí.
Tú eras entonces n iñ era...
L o ren za . Sí, señor. Murió la cria,
me despidió la condesa,
y en otra casa despues
me aju sté de cocinera.
D. TORlíi. L as m uchachas de talen to,
como tú , nunca se quedan
sin acomodo. ¡Holal ¿Sabes
que has hecho buena carrera?
L o ren za. ¿Pues y iisted? ¡Caram ba! ¡U sted...í
D. Toiuii. (üon p e tu la clo n .)
¿Y o...? Tal cu al... No tengo q u eja ...
¡Pche...!
L o ren za . Cuando iba usted ta n tieso
y EL QÜJÉ SE H E DA Á MI, 51
detrás de la carretela...
D. TORIB. S í; en efecto... Todo es coche.
¿Que m ás da dentro que fuera?
L ü líE N Z A . Cuando iba usted por la com pra...
D . T o r ib . Me daban aquella prueba
de confianza...
L o ren za . ¡Y qué listo
servia usted á la m esa...!
D. Toiuu. Siempre he sido servicial.
L o ren za . Y lim piaba...
D . Toitlll. ¡Eh! L a m odestia...
E l noviciado... (¡Qué hermosa!)
L o ren za. V am os; si por m ás que quiera
no me podré acostum brar...
D. T orib . Pues es preciso que tengas...
filosofía. ¿Me entiendes?
Y que calles lo que sepas,
v que te olvides de todo...
menos de guisar eu reg la.
L o r e n za . B ien, señor.
D. Tom o. (¡Que alhaja! ¡Y jo
la trato de esta manera!
Mas m i posicion social...
L as leyes de la etiq u eta...;
L o r e n za . Con que, ¿quedo recibida,
don Toribio?
D . T o r ib . (c<>n cantío.) Sí morena.
(Reprimiéndose.) Sí tal. (Se me va la burra.)
(T o c a n d o la c a m p a n illa ·)
ESCENA V I.
le sentaba la librea.)
D. T orib . Reconoce á la señora
por tu am iga y compañera.
¿Estamos?
J uana. Bien.
D. T obib . Y por jefe
del fogon y la alacena
en los actos del servicio.
J uana. Corriente.
L orenza. (a juana.) ¿Usted es la doncella?
J uana. Y muy servidora...
D. T orib . A d entro.,.
Eso, adentro...
L orenza. Con licencia...
D. T orib . (¡A y, ch u sca...!) Vayan con Dios,
y que no haiga peloteras.
ESCENA V IL
ESCENA V III.
ESCENA IX .
ESCENA X .
ESCENA X I.
DON IGNACIO.
ESCENA X II.
ESCENA X III.
él á m orir se dispone,
pero si usted le propone
alguna indemnización...
D- I gnac. ¿Cómo?.,.
M a rq u és. Oigamos.
B arón . ¿De qué vale
llevarlo por la tremenda?
Dirim am os la contienda...
D . I gnac. |Si d o hay ta l contienda! ¡Dale!
B arón . Matarse por una bella
es una m ajadería,
y no es menor tontería
m orirse de ham bre con ella;
y pues ustedes son dos
y la novia es una, opino
que la ceda mi sobrino
y que lo lleve por D ios.
D . I gnac. ¿Cederla? ¡Jam ás! Prim ero.. -
B a iio n . ¡Temerario! ¡Horrible tran ce!...
M a rq u es. Yo sé lo que en este lance
debe hacer un caballero.
B arón . ¡Gran Dios! Un tiro en la frentp ...
Una estocada en el bazo...
M a rq u és. ¡Qué! ¿No es m ejor un abrazo? abraitn.)
B arón. ¿Cómo?... Y ay a; él lo consiente...
E s decir que j a amainó;
jtanto la pobreza agobia!
Y le cede á usted la novia.,.
M a rq u és. E l que la cede soy yo.
B arón. ¡Cederla usted, mal galán,
indigno de Calderón!
¿Y & un primo de munición?
¡Valgam e Dios! ¿Qué dirán!!!
M a rq u és. D irán, amigo Barón,
que sé hacer por mi inquietud
de necesidad virtud
y de tripas corazon.
Dirán que el bello prodigio
por quien perdí m i reposo,
Y E L QUÉ S E ME DA Á ML 59
ESCENA X IV .
EL BARON á la p u e rta.
V ea usted mi ejecutoria...
(V olviendo al proscenio.)
No tiene el la culpa, no.
Y o la tengo, por rozarme
con m arqueses de aluvión.
Verm e ahora desairado
cuando cre í... ¡Voto á brios!..
¡V aya, que hay dias fatales,
y uno de ellos es el de hoy!
L a chica se me enam ora
de un ex-hortera pelón;
echo al pelón de m í casa,
pero me arm an un complot,
y habré de aguantar la mecha
ó mudarme á un parador;
y pierdo después un pleito
que vale medio m illón,
y amén de eso me condenan
en costas, que es lo peor,
y subirán á las nubes,
porque soy hombre de pro;
vuelvo á mi casa mohíno,
y alzando el Marqués la voz
para apoyar al meng nado
que la dama le birló,
le da la mano, y compinches
se burlan de mí los dos.
Ahora falta que m i herm ana...
ESCENA X V .
ESCENA X V I.
E L BA BON .
ESCENA II.
T orib . No c re a s ...
Henza. ¡B ah! L a doncella
m e h a contado j a la h isto ria ...
¿No sé j o que usted se c a s a ...
¡pues! y que el am a es su n o v ía t...
T ordi. ¡A.h, calla!
ju ís z a . ¿Y que se alza usted
con el santo y la lim osna?
Toitllí. ¡No me toques esa llaíjal
E s verdad, cierta es la boda;
m añ an a rué tom o el dicho;
se ha avisado á la p arroq u ia,.
No puedo llam arm e a n d a u a ...
E sa tarasca m e acosa ..
¡Lorenza! ¡Boj? una v íc tim a !...
¡Ten de m i m isericordia!
lilas conténtese la vieja
con el titulo de esposa,
que mi alm a y m í corazon,
y m i dinero y sus jo y as
inclusive, todo es tu yo
si me haces la buena obra
de q uererm e.
IíEnza. Yo q u e re rte ...
Si, señor; p e r o ... mi h o n ra ...
T orib . ¡Tu h o n r a !... O tra víctim a es esta,
otra víctim a forzosa
que reclam an las actuales
circu n stan cias, lisa prójim a
m e obliya á ser in m o ral.
¿Qué se ha de hacer? ¡Sé filósofa,
m u jer! ¡M archa con el s ig lo !...
íenza. Y a ; a, todo eso es p arola,
y y o no q u iero...
T oiíiu. ¡Lorenza!
No sea3 bestia, y perdona.
Ponte en la ra z ó n ...
R osal. (Dentro.) ¡ T o r i b i o ! _______________ _________
ToiUB. ¡Vete! ¡Corre! L a m a r m o ta ..,
r¿\
S
U°*Aj t
U P .A /lf.rV ■
K y I1 l' 7
• MANUEL P D C L G A D j
CJ
! PASEO De P.ECGLET
66 EL QUÉ DIRÁN
Se continuará.
LORENZA. E s que y o. .
ESCENA III.
ESCENA IV .
ESCENA V .
B akon· R osalía...
I ).íl R osal. ¿Qué h a y , Lupercio?
B auos. Tenia que h a b la rte ...
IX a R osal. ¿A hora?
B aRON. Si lo perm ite el señ o r...
D. T orib. E l que se la rg a no estorba, (v áse por el faro.)
ESCENA V í.
D .a R o s a l . Lo sé.
B arón. Sobre el cu al ae habrán escrito
sus diez resmas de papel.
A. juicio de m i abogado,
era artículo de fe
la ju sticia de mi causa,
y dábame el parabién;
pero el tribunal ha sido
de distinto parecer.
D .a R osal. E s decir, en castellan o,
que has perdido el pleito.
B arón. Pues.
Y van dos en poco tiem po,
y perderé hasta la piel.
D .n R osal. Yo siento inñnito...
B arón. Gracias.
D .a R osal. ¿Por qué no apelas?...
B abón. ¿A quién?
Y a no hay m¡is apelación.
D a Rosal. Pues, h ijo ... ¿Cómo ha de ser?
Paciencia, filosofía.
Nunca tan del caso fue
tu acostumbrado estribillo
«¿Qué dirán?» como esta vez.
B arón. ¡Oh! Por eso no he de echarme
á la garganta un cordel,
que si he perdido ese vínculo,
aun me quedan otros diez,
y si no estuviera yo
tan empeñado, ó si un buen
ad m inistrador...
D .a R o sa l . Si quieres,
le tendrás.
B a ró n . ¿No he de querer?
Nadie gusta de arruinarse.
Pero, ¿dónde encontraré
ese fénix, si de encargo
no me le hace un tirolés?
D .a :' osal. Sélo tú mismo.
y EL QUÉ SE ME DA Á MI. 69
ESCENA V II.
ESCENA V III.
ESCENA IX .
D .B R osal. ¡Hipócrita!
B arón. (¡Qaé buen rato
me están dando entre los dos!)
D, T orir . Mi am or...
D .a R o s a l . ¡Ea, aparta!
D. TouiB. ¡A.dioe!...
(¡Quemada te vea!)
D ,3 R osal. ¡In grato !
(So deja cner afligida en an silló n ,}
ESCENA X .
ESCENA X I.
ESCENA X II.
á nadie.
E s c r ib . Pues yo reclam o
de usia catorce m il
reales á que ascienden, salvo
error de plum a ó de suma,
las costas...
B arón. Vam os despacio.
¿Con que hoy he perdido el pleito,
y y a?... No es muerte de ahogados.
E scrib . ¡Si yo no hablo del de hoy,
sino de otro, cuyo fallo ...
B arón. ¿El de la h u erta...?
IÍSCRIIí . Ese mismo.
Ya hace un m es...
B arón. No doy un cuarto.
E scrib . ¡Cómo! ¿Se rebela u s ia ? ...
B arón. Yo no digo eso.
fiS C R IB . ¿Al mandato
del tribunal?
B arón. Oiga usted.
Yo deseo...
E scrib . (Mostrando un p ap el.) Aquí 6 S t á el aut-O.
B arón. Qu.e me dejen respirar...
E s c r ib . (Mostrando otro p ap el.)
Y aquí están por inventario
las costas, que pido, etc.,
con la tasación al canto
de lo peritos.
B arón. Peritos.
Hable usted en castellano.
E s c r ib Pague usia en español.
B arón. Lo haré. Que ine den un plazo.
Fs c r ib . Eso, al tribunal.
B arón. Lo entiende:
sí, señor; m as, sin em bargo...
E scrib . No; el embargo es de rigor,
y embargaré hasta los clavos.
C amila. ¡Dios m ío !...
E s c r ib . Reclame usia
10 EL QUÉ DIRÁN
ESCENA X III.
S í; no recuerdes agravios;
salva el honor de mi padre...
B auon. ¿Qué h a de h acer esa cuitado?
¡A buen puerto m e rem olcas
p ara evitarm e uu n aufragio!
D. I gn’AC. ( ai escribano.) ¿Cdmo se podrá escu sar
que tom e usted por asalto
esta respetable casa?
Escrim. ¡Buena pregunta! Pagando.
D . If.N A C . (S a c a n d o u n a c a r t e r a .)
¿Cuánto?
Escullí. Catorce m il reales,
según m inuta que tra ig o ...
D , IGNAC. ( s a c a n d o b il le t e s .)
B asta.
C amila. ¡A h , bien mío!
D ,a R o s a l . ¿Es posible...?
D . IG NA C. (D ando alg u n o s bl Lie te s a l e s c rib a n o ·)
Tome usted.
B auon. ¿Estoy soñando?
líS C lU B . ( F sa m itia n d o le s b ille te s .)
Ocho, diez, doce, y este otro...
B auon. ( A cercándose á v e r lo s b il le t e s .)
¡Sí; son billetes del Banco!
Escullí. Cabal, listam os solventes.
D. I gnac. S i hay m ás créditos; yo pago.
B auon. ¡T ú !
D. ItiNAC, V éase usted conm igo,
l o soy el apoderado
del B arón,
D , 11 R O SA L . ( A p a r te con el B aró n .} I'jSO CS o b r & r
con nobleza. He aquí un rasgo ..
B auon. De que tú no eres capaz.
Escullí. Muy bien; enterado, y autos.
Señores, muy servidor...
Beso á usias pies y m an o s...
y perdonar
Son deberes de mi c a rg o ...
Y si usias necesitan
T EL QUÉ SE ME DA Á MI. 79
ESCENA X IV .
ESCENA XV.
ESCENA X V I.
ESCENA ULTIM A.
C a m il a . ¡Pobre tia!
B arón . ¡Incorregible!
E s inútil predicar;
porque el falso pundonor
y la necia vanidad,
son m ales que con el tiempo
la razón suele curar,
m as quien pierde la vergüenza...
no la recobra jam ás.
F IN DE LA. COMEDIA..