Вы находитесь на странице: 1из 4

Lima, 23 de diciembre de 2020

Estimada Nelly Luna


Editora General de Ojo Público

Recibe un cordial saludo de nuestra parte. Quienes escribimos somos un grupo de profesionales que
desarrollamos trabajos e investigaciones en la Amazonía y junto a poblaciones indígenas. Luego de
leer el artículo “Epa, el mediador indígena entre dos mundos” (21-12-20) escrito por Norka Peralta
Liñán, quisiéramos en primer lugar saludar su interés en el tema y agradecer que llamen la atención de
sus lectores sobre esta alarmante problemática.
En este sentido, con el fin de animar a su medio a seguir comunicando sobre estos temas y a hacerlo
de la mejor manera posible queremos compartir con ustedes nuestra opinión acerca de algunos asuntos
mencionados o discutidos en el texto y hacerles algunas sugerencias. En líneas generales, los asuntos
sobre los que deseamos llamar su atención son problemáticos, ya que sostienen y reproducen
estereotipos negativos sobre los pueblos indígenas en contacto inicial, así como idealizaciones sobre
su situación. Estamos seguros que esta no es su intención y por esta razón nos permitimos enviarles
estas opiniones y sugerencias, animándolos a seguir tratando estos problemas vitales con el respeto
que nuestros conciudadanos y conciudadanas de la Amazonía se merecen.

1. Sobre los Mastanahua


“Epa fue un hombre atrapado entre dos mundos. Nació entre los mastanahua, un pueblo
indígena de la Amazonía sin contacto con la ciudad y las comunidades como mecanismo de
supervivencia frente a las condiciones de esclavitud a las que fueron sometidos en la época
de la explotación del caucho, brotes epidémicos mortales y experiencias traumáticas con
misiones evangelizadoras.”
En la provincia del Purús hay familias Mastanahua o Mastanawa que llevan seis décadas de
contacto sostenido con la sociedad de la frontera peruano-brasileña y están asentados en
Comunidades Nativas en la parte baja del Purús peruano (las comunidades de Catay, Tres
Bolas, Naranjal y Sinaí) así como en Puerto Esperanza, Pucallpa y el Brasil. Podría ser
importante anotar esto para evitar confusiones sobre el grupo del cual se está hablando.

2. Lengua y no dialecto
Nota: ​En la versión publicada inicialmente se hacía referencia al “dialecto Mastanahua”. Al
momento del envío de esta comunicación, se encontró que estas referencias habían sido ya
cambiadas. Aún así, enviamos la siguiente opinión sobre el término.

El término “dialecto” es usado en la lingüística para señalar una variante geográfica de una
lengua. Ejemplos de ello serían el español limeño y el español mexicano, ambos dialectos de
la lengua española. Sin embargo, existe la práctica común, basada en prejuicios sociales y
aspectos extralingüísticos, de referirse a las lenguas indígenas como “dialectos”, asumiendo
así que poseen un estatus menor respecto al español que sí sería considerado una verdadera
“lengua”. Para el caso Mastanahua, se recomienda referirse a ella como una lengua indígena u
originaria.
3. Pueblo indigena (u originario) y familia, en lugar de tribu y clan, respectivamente
“Conocí a Epa en junio de 2008, cuando ocupaba junto a su pequeña tribu una cabaña sobre
un monte de la quebrada Santo Tomás, a tres horas de distancia de las comunidades con las
que empezó a relacionarse en 2003.”
“El pueblo de Epa, perteneciente a los “Pano del sudeste”, sufrió el ataque de otra tribu, lo
que le hizo huir junto a sus mujeres y adentrarse en la selva del Purús”.
“El clan de Epa estaba atrapado entre dos mundos y lo sabían. Por ello, tenían varios perros
que custodiaban su cabaña.”
Si bien el término tribu en antropología agrupa al conjunto de clanes, este es empleado
principalmente para referirse a un tipo de organización social existente en África, el Medio
Oriente y Asia. Para las sociedades amazónicas desde la antropología se usa segmentos,
parcialidades, grupos o simplemente pueblos para designar a un conjunto de familias
indígenas.

4. Carencia de agricultura
“Cuando los conocí, la familia de Epa no practicaba la agricultura ni sabía manejar un bote,
nos explicaron los especialistas de la entonces Dirección General de Pueblos Originarios. Y
esas dos cosas eran vitales para sobrevivir en Purús, donde se come lo que se siembra o se
intercambia en largos viajes.”
Las evidencias etnográficas indican que los grupos Pano en aislamiento mantienen cierto
grado de horticultura estacional, es decir realizan pequeñas chacras estacionales de manera
dispersa en distintos sectores. Aunque para el ojo occidental estas parecen abandonadas, en
realidad constituyen una estrategia de sobrevivencia, a manera de despensa dispersa y diversa,
que les permite acceder a distintos productos según la época del año. Además una chacra
abandonada también cumple la función de ser un coto o lugar de caza, es decir crea o simula
un ambiente propicio donde ciertos animales silvestres pueden encontrar frutos y raíces para
alimentarse; por ende, es el lugar preciso para realizar la cacería.

5. Uso de la frase “pueblos guerreros”


​ esde entonces, viven en condición nómada o semi-nómade y se dedican a la caza, la
“D
recolección y la pesca, principalmente, en la zona del Alto Purús, Ucayali. Saben de rutas
desconocidas, caminar según lo dicte la naturaleza y pelear con otros pueblos guerreros.”
Si bien la guerra forma parte de la tradición de estos pueblos, estos no son más ni menos
guerreros que otros pueblos. El problema de describirlos así es que esta figura remite a
estereotipos negativos de los pueblos indígenas en aislamiento como “salvajes violentos”. Es
preferible evitar el uso de estas figuras.
6. La referencia a “las plantas de sus ​pies, deformadas como los de un palmípedo”
“Recuerdo las plantas de sus pies, deformadas como los de un palmípedo de tanto caminar
entre el fango, y su piel pálida, como consecuencia de andar en la selva más inhóspita, donde
ni siquiera se adentran los rayos del sol.”
Es cierto que los pies de las personas que transitan el monte descalzas adquieren una forma
peculiar. Sin embargo, relacionarlos a los pies de un animal es problemático porque trae a la
memoria estereotipos que equiparan a estas personas con animales o los ubican en un
supuesto estado evolutivo inferior, “más cercano a la naturaleza, menos civilizado”. En pocas
palabras, los animaliza innecesariamente. Es preferible evitar comparaciones o analogías que
presentan a los indígenas en aislamiento como similares a animales.

7. El nombre de las mujeres que acompañaban a Epa (cuyo nombre era Shori)

​ pa significa “padre” en lengua yaminahua, pero en el caso de las mujeres ninguna tenía
“E
un nombre identificable hasta ese momento.”
Es posible que ellas no hayan querido dar a conocer sus nombres verdaderos y preferido
adoptar los que les dieron los misioneros para evitar venganzas. Los Mastanahua y otros
pueblos del bloque cultural Yaminahua (conocidos también como Pano del Sudeste o Pano
del Purús) nombran a sus hijos e hijas con los nombres de la generación de sus abuelos. Dar a
conocer sus nombres verdaderos podría haber alertado a antiguos enemigos de su familia
sobre su presencia en la zona.

8. El uso público del nombre de los difuntos (miembros Mastanahua asesinados


recientemente)
Entre los pueblos Pano del Sudeste, es considerado ofensivo pronunciar el nombre de un
muerto, especialmente si se trata de alguien que ha fallecido recientemente. Su lengua cuenta
con mecanismos para evitar hacerlo y cuando hablan en español se refieren al difunto como
“el finado o la finada”.

9. Sobre el uso de la ropa


“Fue así como, alrededor del 2004, Epa y su familia se acercaron a pueblos cercanos para
pedir alimentos. Comenzaron a usar ropa y le tomaron gusto a la sal y el azúcar, pero no
toleraban los condimentos.”
Sería mejor decir que comenzaron a usar ropa occidental. Los Pano del Sudeste tienen sus
propias tradiciones sobre cómo vestir el cuerpo, previas al uso de ropa occidental. Ante los
ojos del observador foráneo pueden parecer “calatos”, pero según su tradición estaban
vestidos.
10. Usar el término civilización sin reflexionar sobre su significado
Nota: ​En la versión publicada inicialmente se hacía referencia a la “Civilización”. Al
momento del envío de esta comunicación, se encontró que estas referencias habían sido ya
cambiadas. Aún así, enviamos la siguiente opinión sobre el término.
La forma como se hace referencia a la civilización en el texto original implica la existencia de
sociedades "no civilizadas". Este discurso proviene de corrientes evolucionistas donde
Occidente es considerado la cúspide de las sociedades, mientras que las sociedades indígenas
son catalogadas como bárbaras o salvajes. El uso de estos términos ha sido abandonado por
ser discriminatorios y no respetar la diversidad cultural.

11. Referencias al asalto sexual


“Dos años antes de nuestro encuentro, en 2006, ella y Epa llegaron a una comunidad en
busca de comida. Él fue embriagado, ella ultrajada sexualmente.”
La referencia al asalto sexual, sin contexto preciso ni propósito claro, sin sustentar o indicar
de dónde proviene la evidencia o si el hecho ha sido verificado, solo hace consonancia con
estereotipos sexuales contra mujeres y hombres indígenas amazónicos. Si el propósito fuera
visibilizar la problemática de este tipo de violencia sexual tendría sentido mencionar el hecho,
pero tal como está presentado en el texto dicho propósito no se logra.

Saludos cordiales,

Carolina Rodríguez Alzza


Giancarlo Rolando
Pierre Castro
Rodrigo Lazo
Deborah Delgado
Pilar Valenzuela

Вам также может понравиться