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CADERA DOLOROSA EN EL ADULTO JOVEN

1. ¿Qué es la cadera dolorosa y cuáles son los factores que la generan?

2. ¿A qué edad es recurrente que se genere este tipo de dolor?

3. ¿Por qué usted dice que es cada día más recurrente este tipo de dolencia en los adultos jóvenes? (
defina de qué edad hasta qué edad uno es adulto joven)

4. ¿Por qué se genera en los jóvenes? (algún factor de riesgo diferente al de los adultos mayores…por
ejemplo la práctica excesiva de algún tipo de deporte)

5. Del universo del total de las personas que presentan este tipo de patología:

I. ¿Qué porcentaje se presenta en adultos mayores y qué porcentaje en adultos jóvenes? ( si


tiene cifras reales y comparativas con diez años anteriores, sería muy bueno)

6. ¿Cuál es el tratamiento para quienes sufren de cadera dolorosa?

7. ¿En qué caso se vuelve grave e invalidante?

8. ¿Esto pasa con las personas jóvenes también o sólo en los adultos mayores?

El síntoma de dolor en la región de la cadera está cobrando una creciente relevancia en personas
menores de 60 años. Si bien en el pasado la denominada coxalgia (dolor de cadera) se encontraba
reservado a manera de artrosis en forma prácticamente exclusiva en el adulto mayor y como trastornos de
partes blandas en los más jóvenes (pubalgía, tendinitis, bursitis). Hoy en día existe una serie de “nuevas”
patologías que generan dolor en la mencionada articulación. La importancia en lograr dilucidar estos
diagnósticos radica no sólo en lograr el alivio del cuadro doloroso del paciente, sino en que un tratamiento
precoz y oportuno sobre algunas de estas patologías permite evitar secuelas funcionales.

Este cuadro doloroso puede manifestarse a cualquier edad del adulto (todo paciente mayor de 15
años), sin embargo la gran mayoría se concentra entre los 20 y 45 años. Hoy en día existe una serie de
factores que han contribuido en el siglo XXI a un notable incremento en el diagnóstico de coxalgia:

- Identificación de nuevas entidades diagnósticas por parte del traumatólogo


- Nuevos exámenes imagenológicos y aumento del rendimiento de otros
- Nuevas herramientas quirúrgicas mínimamente invasivas
- Gran auge de práctica deportiva por parte de un número creciente de la población
- Incorporación masiva de disciplinas con alta demanda funcional a nivel de la cadera ( Pilates,
Yoga, Aero Boxing)
- Todos estos elementos, acompañados de una enorme cantidad de información en internet, han
generado un creciente número de consultas que exigen una solución efectiva que permita a
pacientes y deportistas, retornar precozmente a su rutina deportiva (y no suspenderla como se
recomendaba en el pasado).

De lo anterior se concluye que resulta fundamental precisar el diagnóstico. Existen variadas


causas de cadera dolorosa, siendo las más destacadas:

- Displasia: constituye un trastorno del desarrollo formativo de la cadera. Hoy en día en franca
disminución en Chile, constituye aún motivo de visita por dolor. Su tratamiento en el adulto joven
generalmente es quirúrgico.
- Necrosis de Cadera: déficit de aporte sanguíneo a nivel de la cadera, el cual genera muerte del
tejido óseo con el subsecuente colapso y deformidad articular, la cual termina en una Artrosis de
cadera. Se asocia a trastornos de coagulabilidad, alteraciones del metabolismo de lípicos, uso
de corticoides y quimioterapia. Un grupo no menor permanece sin causa específica. La
precocidad del diagnóstico y tratamiento es crucial en su pronóstico y evolución.
- Fracturas por stress: entidad que implica una suerte de fractura oculta en la cadera.
Generalmente asociado a una “sobrecarga”, es decir, un moviendo con carga submáxima muy
repetitivo (trote, caminata prolongada). Su diagnóstico no sólo requiere un fuerte grado de
sospecha por el mecanismo involucrado, sino también del apoyo de exámenes como resonancia
magnética o cintigrafía. La radiografía convencional por lo general no resulta suficiente.
- Existe una serie de otros diagnósticos como tumores (benignos y malignos), trastornos
metabólicos, enfermedades reumatológicas, etc. Sin embargo, el denominado
PELLIZCAMIENTO DE CADERA.

El Sindrome de Pellizcamiento Fémoro-Acetabular (cadera) constituye hoy en día el principal motivo


de consulta de cadera dolorosa en población menor de 55 años.

Su forma de presentación es variable, pero por lo general es comienzo insidioso a manera de


molestia. Su incidencia poblacional fluctúa entre el 8 al 15% y por lo general afecta a pacientes sin
antecedentes específicos. Su mayor relevancia radica no sólo en ser fuente de dolor progresivo de cadera,
sino en constituir la causa más importante de artrosis del adulto joven. En mundo en que el rol de la
medicina tiene un enfoque preferentemente PREVENTIVO, resulta interesante poder evitar que un número
importante de pacientes logren evitar la necesidad de una prótesis de cadera o al menos poder retrasarla
varios años.

El motivo de consulta puede variar desde dolor puntual en la región inguinal, glúteo, cara lateral del muslo,
lumbago e incluso dolor de rodilla (“la cadera llora por la rodilla” dice el aforismo). Finalmente, el examen
físico del especialista en cadera, complementado con la imagenología específica (radiografías y resonancia
magnética) terminan por caracterizar este cuadro. Las alteraciones presentes en estos exámenes dan
cuenta de pequeñas deformidades óseas en la cadera y de la rotura del denominado Labrum (fibrocartílago
equivalente al menisco de la rodilla). Este último ha perdido su función de sello y amortiguación por lesión.

El Tratamiento del pellizcamiento es esencialmente quirúrgico. Cirugías de última generación se están


realizando en forma regular en algunos centros de nuestro país. Estas intervenciones se realizan en forma
artroscópica: técnica mínimamente invasiva que utiliza sólo portales (pequeños orificios en la piel) para
reparar el Labrum y corregir (tallar) las deformidades óseas.

Esta intervención es conocida como Artroscopia de Cadera u Operación de Salvataje de Cadera y como tal
tiene un tiempo limitado para indicarse. La contraindicación más importante es precisamente la presencia de
artrosis de cadera, la cual no necesariamente se acompaña de gran dolor. Su ejecución amerita un alto
grado de subespecialización en cadera.

Esta técnica redunda en una breve hospitalización, rápida recuperación, rehabilitación agresiva con
protocolos específicos y menor ausentismo laboral y deportivo. Los resultados reportados son excelentes,
tanto en casuísticas internacionales como en las nuestras, con un éxito promedio de un 93%.

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