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Óscar Enrique Cañón Ortiz, Martha Patricia Peláez Romero, Néstor Mario Noreña Noreña
Reflexiones sobre el socioconstruccionismo en psicología
Diversitas: Perspectivas en Psicología, vol. 1, núm. 2, julio-diciembre, 2005, pp. 238-245,
Universidad Santo Tomás
Colombia
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............... ISSN: 1794-9998 / Vol. I / No. 2 / 2005 / pp. 238 - 245 ................
Reflexiones sobre
el socioconstruccionismo1 en psicología
1
Los conceptos socioconstruccionismo y construccionismo se entienden en este documento como sinónimos.
*
Correspondencia: oscarcanon@correo.usta.edu.co, Facultad de Psicología, Universidad Santo Tomás, Bogotá-Colombia.
Abstract
The present reflection seeks to socialize and discuss some vital topics
used in the constructionism. This intellectual movement is a kind of
psychology but its position goes beyond, constituting an epistemology
which explores with a different lens the variety of psycho and
metapsychological knowledge. The principles that in some way are
present along these lines are: our capability of relating, the doubt
concerning all knowledge, relativity, and the questioning of what’s
supposedly unquestionable. A peculiar intention of this assay is to
comprehend constructionism as a daily look into academy, in order
to claim discourses as commitments of social beings in their daily
life, implying the coordination of actions going beyond simple
speculations.
Algunos de los temas teóricos tratados aquí son: Es una de las concepciones pos-moder-
una aproximación al socioconstruccionismo como nas de la psicología social. Comparte,
metateoría, como mirada cotidiana y necesaria con otros enfoques, la crítica a las prác-
del sujeto en la academia, como opción discursiva ticas y métodos de la concepción
opuesta a la visión cognitiva y, por último, como neopositivista de la ciencia y el recha-
concepción que estudia la relación entre reali- zo de ésta como saber privilegiado. Es
dad y sujeto que conoce. una crítica a la concepción repre-
sentacionista del conocimiento que se-
Se discuten entonces algunos temas sensibles ñala la existencia de una corresponden-
para esta orientación, excepto su mirada a la cia entre nuestras ideas y los hechos
academia, tema que emerge desde la lógica e externos a los que éstas supuestamen-
intención de este artículo, en tanto que en la te se refieren. Rechaza igualmente una
academia se inspira y se hace indispensable como noción explicativa y causalista del co-
ruta que atraviesa la cotidianidad y la orienta- nocimiento, junto con la noción de
ción de quienes reconocemos en esta mirada una acumulatividad y progreso científico
posibilidad de comprender, a través de una mi- dando paso a una perspectiva
rada distinta, la realidad social. La intención per- relativista que propicia la comprensión
manente en el tratamiento de cada tema es re- de las narrativas, las relaciones y el
conocer una concepción del sujeto relacional, es análisis del discurso (p. 420).
decir, un sujeto que sólo encuentra su sentido u
orientación con y desde el otro. Esta concepción es también derivada de la cri-
sis de las ciencias sociales. Al respecto, Bruner
Una breve ubicación histórica del cons- (1991) establece que las ciencias sociales se ale-
truccionismo permite establecer que proviene jan de su postura positivista, acercándose a una
de los cambios que se produjeron en el contexto postura más interpretativa. El significado pasó
de la filosofía y la sociología de la ciencia duran- a ser el elemento central, surgiendo algunos
te los años 70 y 80 del siglo pasado. Según Álvaro cuestionamientos: ¿cómo se interpretaba la pa-
(2003): labra?, ¿qué códigos regulaban el significado?,
¿en qué sentido la cultura misma podría tratar- plo, que los escarceos del estudiante de bachi-
se como un “texto” que los participantes leen llerato con los dilemas sociales hayan sido en-
para su propia orientación? tendidos de forma dual, o una respuesta u otra,
desalentando otras posibilidades, o recurrencias
para dar cuenta de la realidad. Así, la realidad
parecería estar configurada en blanco y negro
Construccionismo como metateoría sin matices que den cuenta de su extraordinaria
diversidad.
Las nociones clásicas de teoría hacen énfasis en
que ésta es un sistema conceptual que pretende El socioconstruccionismo es una metateoría, un
explicar un sector de la realidad y además esta- enfoque disciplinar y epistemológico que dice
blecer regularidades propias de la naturaleza e cómo construimos teoría; además, como dispo-
incluso de los fenómenos sociales. Una noción sitivo de conocimiento, hace énfasis en la mira-
así pretende ser una fiel réplica de la realidad, da del investigador; pone el acento menos en la
aspecto que escamotea la importancia del in- realidad que en quien la estudia, puesto que en
térprete en su permanente construcción. El el ejercicio de conocer está la transformación
construccionismo, más que una teoría, es una de aquélla.
metateoría. Ésta, según Zúñiga, en Morales
(2002): “… no es un pensamiento más teórico Así, para Álvaro (2003), los significados influ-
que la teoría misma, sino una apertura que bus- yen en las acciones y decisiones de los seres
ca la dinámica de una sociedad” (p. 42). Es, humanos, el conocimiento científico que se ca-
continúa el autor, “…una reflexión vital que re- racteriza por dar nuevos sentidos afectaría a la
trocede hacia los fundamentos de la compren- forma en que entendemos nuestro entorno y, por
sión para volver hacia las orientaciones de la lo tanto, influiría de modo impredecible en nues-
acción. Una especie de reflexión acción, un pen- tro comportamiento. A su vez, Gergen (1996)
sar la realidad y actuar sobre ella” (p. 42). Y afirma que la teoría construccionista es una
añade que “…la metateoría no contiene sólo con- manera de generar nuevas formas de conoci-
ceptos e ideas, también significaciones miento que nos ayuden a repensar la sociedad y
existenciales y proyectos prácticos. Implica la los individuos que la constituyen.
revisión crítica, teórica, no sólo de ideas, sino
A diferencia de lo planteado por una teoría em-
también de acciones, de compromisos sociales,
pírico positivista, Ibáñez (1996), citado por
de opciones epistemológicas, sociales y políti-
Álvaro (2003), afirma que la verdad como co-
cas. La metateoría puede recuperar una historia
rrespondencia, y el conocimiento como repre-
vivida, encontrar su sentido, sus líneas de fuerzas
sentación de una realidad que está ahí afuera,
y orientarlas hacia la acción futura (p. 42)”.
ha dejado de constituir una postura
La metateoría así concebida reivindica un com- mínimamente aceptable. Lo anterior señala que
promiso social, siendo un dispositivo ligado a la lo social no es algo simplemente exterior al su-
cotidianidad y a la práctica que está en perma- jeto, sino que está diseminado en las relaciones
nente vigilancia de sus construcciones para su- que los seres humanos creamos a diario. Estas
perarlas y deconstruirlas, es decir, establecer relaciones son situadas, complejas y generan la
miradas distintas respecto a objetos o aconte- construcción de nueva realidad. El conocimien-
cimientos, romper imágenes petrificadas sobre to es más que una copia fiel de ésta, pues quien
éstos, dejar al descubierto factores ideológicos conoce, al generar interpretaciones, genera
y de poder e, incluso, reinventar la realidad. La acuerdos y coordina acciones para transformarla.
sociedad occidental parece impregnar al sujeto
La realidad social tiene una dimensión
de miradas simples. Es tradicional, por ejem-
simbólica; para Ibáñez (1994):
se trata de negar el dolor de alguien, por su par- Según Bruner (1991), para que los seres huma-
ticular forma de encarar el mundo, sino de evi- nos desarrollen la habilidad de hacer realidad su
tarle el dolor de la discriminación. poder narrativo requieren no sólo el aspecto
mental, sino el social. Esta afirmación es fun-
El construccionismo contradice damental, pues se dirige a sujetos relacionales
al cognitivismo construidos con y desde el otro. Además, mues-
tra la importancia de estudiar al sujeto en con-
Por otra parte, el socioconstruccionismo conci- textos específicos, culturalmente situados y con
be los sujetos como esencialmente narrativos y concepciones del mundo diversas. Sería inútil,
no cognitivos o racionales. De acuerdo con Bruner por ejemplo, comparar las ejecutorias intelec-
(1991), la revolución cognitiva procuró recuperar tuales de autores que han vivido en épocas di-
la mente en las ciencias humanas; sin embargo, ferentes.
añade que esa revolución se ha desviado hacia
problemas marginales, sin desconocer que la A esta visión cognitiva se antepone la de un
ciencia cognitiva se encuentra muy cotizada en mundo narrativo a través del cual el ser humano
la bolsa académica. es un entramado de historias, en que el sujeto
narra a otros y es, a su vez, narrado por otros.
De acuerdo con Gergen (1996), citando a Lewin Así, las narraciones que escuchamos de los adul-
(p. 153) el cognitivismo niega una realidad ex- tos cuando eran niños viabilizan nuestra forma
terna, puesto que para esta concepción “No es de ser en el mundo, nos conectan con la orienta-
el mundo en sí lo que determina la acción huma- ción o sentido de un mundo, y nos confiere senti-
na, sino el modo como se percibe el mundo”. do de pertenencia. Al morir alguien sigue vincu-
Corroborando lo anterior y en términos del mis- lado, de alguna manera, a quienes le conocieron
mo Gergen (1996): “… el principal dogma del a través de la forma como es narrado por ellos.
cognitivista es que no es el mundo tal como es Tejen diversidad de historias en torno al muer-
lo que determina la acción, sino la cognición del to, de tal suerte que éste se instala en su
mundo que uno tiene. Las consecuencias de este cotidianidad siguiendo ligado a un contexto. De
postulado, añade, serían que si continuamos re- esta forma, se puede decir con Teilhard de
duciendo el mundo como es al mundo como men- Chardin (1984) que “… ser más es unirse más y
talmente se representa, el <mundo> en el que el más” (p. 41). Las historias cotidianas tienden a
individuo actúa deja de existir” (pp. 156 -157)”. vincular a los seres humanos; así, el conocimien-
to del mundo nos hace uno con él, constituyén-
En otro sentido, según Bruner (1991), para el dose una especie de unidad en la diversidad.
cognitivismo la computación se convirtió en el
modelo de la mente y en el lugar que ocupaba el Contamos extensos y variados relatos sobre
concepto de significado se instaló el concepto nuestras infancias, nuestras relaciones con los
de computabilidad. Los procesos cognitivos se miembros de nuestra familia, nuestros años en
equipararon con los programas que podían eje- el colegio, nuestros proyectos, nuestro primer
cutarse en un dispositivo computacional, y nues- lío amoroso. Posiblemente por su cotidianidad,
tros esfuerzos por comprender, ya fuesen la me- los relatos sirven también como medios críticos
moria o la formación de conceptos, eran fructí- a través de los cuales nos hacemos inteligibles
feros en la medida en que éramos capaces de en el seno del mundo social. Ospina (1999) na-
simular de forma realista la memorización o la rra en su obra sobre la Conquista de América
conceptualización humanas con un programa de cómo el conquistador español es a su vez con-
ordenador. quistado por la naturaleza exótica ante la cual
no encuentra palabras para describirla, y co-
También es pertinente aclarar que lo cognitivo mienza a denominar lo que observa en un pro-
no es lo único en el proceso de conocimiento. ceso arduo, dándose allí un proceso narrativo, a
través del cual se integran dos mundos bien dis- entre discurso y coordinación de acciones. Así
tintos. Este proceso se da a través del lenguaje, queda más claro que la palabra va más allá de
puesto que el conquistador resulta siendo sedu- las declaraciones y se convierte en acción irre-
cido por un mundo que desconoce y que lo reta a mediablemente.
narrarlo y a interactuar con él.
no sólo describe la realidad, sino que ayuda a el fondo conversacional de nuestra vida
comprenderla y transformarla. están presentes muchas otras formas
de hablar con las propiedades que les
El sujeto, según el construccionismo, debe, y son peculiares y que carecen hoy de voz
éste es un aspecto a destacar, leer de manera en las discusiones dentro de esa esfe-
distinta la realidad para generar transformacio- ra, pero que si llegaran a tenerla, po-
nes. Esta concepción resulta útil en la vida coti- drían cambiar nuestra vida (p. 37).
diana, pero también en ámbitos de intervención
profesional en los que podemos observar lectu- El autor alude a la discusión de Foucault (1972)
ras desempoderadas de la realidad por parte de sobre la institucionalización del lenguaje. Un
los usuarios. Así, cuando se habla de la situa- ejemplo presentado por Shotter es la Ilustración,
ción actual de Colombia, una declaración común pues este movimiento intelectual hablaba de
sería: “Esta situación no la cambia nadie” o nuestras vidas, no tanto en términos religiosos,
cuando se le pregunta a alguien cómo está, la cuanto en términos seculares; no tanto en términos
respuesta puede ser: “La misma barca atrave- de almas y de espíritu humano cuanto en términos
sando el río”. Comprender los dilemas humanos de cerebros y de mentes; no tanto en términos
desde una perspectiva repetitiva es una reali- de la voluntad de Dios cuanto en términos de
dad ideológica que atraviesa nuestro contexto mecanismos naturales.
social. Las narrativas en la prensa hablada, es-
crita y televisiva dan cuenta, a diario, de acon- Es como si cada época tuviese un lenguaje que
tecimientos que se repiten de forma dramática. propicie la construcción de mundos
Los relatos sobre las masacres, sobre la lluvia institucionalizados que exigen su resignificación,
de cada año, parecen generar en el grueso de la es decir, la asunción de nuevas formas de com-
población lecturas rutinarias que enajenan las prensión de la realidad.
posibilidades de narraciones distintas. De allí la
importancia de propiciar resignificaciones, me- La realidad no es algo por fuera de la construc-
diante comprensiones alternativas de la reali- ción del sujeto -se ha insistido en este docu-
dad. Esto es posible cuando quien conoce se mento-, es algo que éste crea y recrea, es una
involucra decididamente con la realidad, lo que producción humana, los objetos literalmente son
implica disolver la dualidad sujeto-objeto. realizados en las conversaciones que a su vez
Teilhard de Chardin (1984) lo expresa así: “El encarnan significados que son, en últimas, los
objeto y el sujeto se mezclan y se transforman productores de realidad. Así, ésta es más un
mutuamente en el acto de conocimiento. Quié- evento comunicacional que objetivo, como lo
ranlo o no, desde ese momento el hombre vuel- sostiene la mirada positivista. Decir que la rea-
ve a encontrarse a sí mismo y se contempla en lidad no es algo por fuera de la construcción del
todo lo que observa” (p. 42). sujeto no desconoce una realidad que lo circun-
da. Gergen (1996) afirma que el
Lo anterior se complementa con una magnífica construccionismo no conduce a la conclusión de
reflexión de Shotter (2001) -ubicado en la re- que no hay ningún mundo fuera de su represen-
flexión sociológica- al señalar que: tación.