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presentación 3
programa 4
contenido módulos
mapa conceptual 5
macroobjetivos 6
agenda 7
material 8
material básico
material complementario
glosario 10
módulos *
m1 | 12
m2 | 59
m3 | 94
* cada módulo contiene:
microobjetivos
contenidos
mapa conceptual
material
actividades
glosario
evaluación 127
Aquí no pretendemos que usted sea un mero protagonista secundario del movi-
miento obrero que se fue gestando, sino que se esperamos sus análisis y su
participación constante como estudiante. Esto último es muy importante, dado
que es una oportunidad para contribuir a su formación como futuro responsa-
ble de los recursos humanos.
Macroobjetivos
Semanas 1 2 3 4
1
2
3
4
5
6
7
8 Primer parcial
9
10
11
12
13
14
15 Segundo parcial
Material básico
Material desarrollado en los contenidos de cada uno de los módulos
Material complementario
GODIO, Julio. Historia del Movimiento Obrero. El Cid editor. Buenos Aires. 1979.
HOSBAWM; Eric. La Era del Capital. 1848-1875. Editorial Crítica. Buenos Aires. 2006.
HOSBAWM; Eric. La Era del Imperio. 1875-1914. Editorial Crítica. Buenos Aires. 2006.
ABÓS, Alvaro. Las organizaciones sindicales y el poder militar (1976-1983). Centro
Editor de America Latina.1984
ACKERMAN, Mario E., TOSCA, Diego M.: Relaciones colectivas del Trabajo.
Tomo I y II, Ed. Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 2007.-
CEBALLOS, Ernesto S.: Historia Política del movimiento obrero argentino.
(1944-1985). Ediciones del Mar Dulce. Buenos Aires. 1985
CONSTITUCION NACIONAL.
CORNAGLIA, Ricardo J.: Derecho Colectivo del Trabajo. La Ley, Buenos Aires,
2006
CORTE, Néstor: El Modelo Sindical Argentino. Ed. Rubinzal Culzoni, Santa Fe,
1994.-
DOLLEANS, Edouard., Historia del Movimiento Obrero. Tomo I. (1830-
1871).Editorial Eudeba. 1980.
ETALA, Carlos Alberto: Derecho Colectivo del Trabajo, Asociaciones sindicales,
convenios colectivos. Conflictos, conciliación y Arbitraje. Huelga. 2ª ed. Actuali-
zada y ampliada, Ed. Astrea, Bs. As., 2007
FALCÓN, Ricardo. El Mundo Urbano del Trabajo (1890-1914).Biblioteca Política
Argentina. Numero 153. Centro Editor de Américas Latina. 1986.
FALCÓN, Ricardo. Los Orígenes del Movimiento Obrero. (1857-1899).Biblio-
teca Política Argentina. Numero 53. Centro Editor de América Latina. Buenos
Aires. 1984.
FLACELIERE, Robert. La vie quotidienne en Grece au Siecle de Pericles.
Librairie Hachette, Paris. 1959.
GODIO, Julio. El Movimiento Obrero Argentino (1910-1930). Socialismo, sindi-
calismo y comunismo. Editorial Legasa. Buenos Aires. 1988.
GODIO, Julio. Los Orígenes del Movimiento Obrero. Centro Editor de América
Latina. Buenos Aires. 1971
GODIO, Julio. Sociedades de Trabajo y sindicalismo socio-político en América
Latina y el Caribe. 1era. Edición. Buenos Aires. Editorial Corregidor. 2005.
GROS ESPIELL, Héctor: La Organización Internacional del Trabajo y los dere-
chos humanos en América Latina. EUDEBA, Buenos Aires, 1986.
LACARRA, José y REGLÁ, Juan. Historia de la Edad Media. Editorial Mon-
taner y Simón. Barcelona, 1979.
LOPEZ, Guillermo A. F.: Derecho de las Asociaciones Sindicales. Ed. La Ley,
Bs. As., 2000
MATSUSHITA, Hiroshi. El Movimiento Obrero Argentino. 1930-1945. Sus
Proyecciones en los Orígenes del Peronismo. Ediciones Siglo Veinte. Buenos
Aires.1983
MIREAUX, Emile. La vida cotidiana en los tiempos de Homero. Editorial
Hachette. Buenos Aires. 1962.
PALOMINO, Hector y Godio, Julio. El Movimiento Sindical Argentino Hoy: Histo-
ria, organización y nuevos desafíos programáticos. Fundación Friedrich Ebert.
Buenos Aires. 1987.
PANETTTIERI, José. Los Trabajadores. Centro Editor de América Latina.
Buenos Aires.1982.
m1
m1 microobjetivos
m1 contenidos
2. La Revolución Industrial
a. Situación en Francia e Inglaterra
b. Antecedentes históricos del Movimiento Sindical Contemporá-
neo
a. El Trabajo Humano
Esa “indigencia” del hombre debe cubrirse con bienes y servicios aptos para
remediarla y que él mismo debe procurar, no individualmente, sino integrado en
la sociedad en la cual está inserto y donde interactúa como sujeto conciente.
¿Cómo hacerlo? A través del trabajo humano, es decir, la acción del hombre
sobre la naturaleza para dominarla y convertirse en su señor, en lugar de
esclavo.
Esta perspectiva puede lograrse a través de la vida social que le ofrece al
hombre la posibilidad de lograr un buen vivir por medio de lo que podría lla-
marse un sistema de provisiones: alimentos, abrigo, cultura, asistencia médica,
seguridad, etc. Ese sistema de provisiones sólo puede aumentar y enrique-
cerse en la medida en que reciba más de lo que provee, es decir todo aquello
que se consume.
El trabajo, concebido como acción que domina la naturaleza, es la incorpora-
ción de esa acción que lleva a cabo el propio hombre al sistema de provisión
social. Por lo tanto, todo trabajo es un servicio prestado a la sociedad, ya sea
de forma directa o a través del incremento de la suma de todos los que traba-
jan.
Como tal, el trabajo tiene una realidad extrínseca, “hacia fuera”, debido a que
construye el mundo, al mismo tiempo que cuenta con una fase intrínseca,
“hacia adentro”. Esto último hace referencia a que mediante el trabajo el
hombre se realiza como ser humano, se siente integrado a la comunidad o se
destruye. Por ello, para pensarlo, deberíamos profundizar los siguientes aspec-
tos:
Este movimiento significó las protestas de los obreros contra los abusos, des-
pidos y bajos salarios de los obreros. Estas manifestaciones eran espontáneas
y sin ninguna organización que las respaldara. A partir de esta situación, este
movimiento comenzó en 1817 a disminuir su importancia y efectividad.
La Primera Internacional
A partir de 1860 se evidenció que el proletariado estaba volviendo a la escena
con características similares a la de 1840, aunque de manera menos violenta
y turbulenta. Surgió con una rapidez inesperada y pronto fue seguido por la
ideología que hasta entonces se había identificado con sus movimientos: el
socialismo. Este proceso de aparición fue una amalgama de acción política e
industrial de diversos tipos de radicalismo que iban desde el democrático hasta
el anarquista de luchas de clases, de alianzas de clases y de concesiones
gubernativas o capitalistas. Pero por encima de todo era internacional, debido
a su condición de solidaridad internacional de las clases sobreras o de la
solidaridad internacional de la izquierda radical (heredera del periodo anterior
a 1848). Esta característica de Internacional se organizó por la Asociación Inter-
nacional de Trabajadores y se plasmó en la Primera Internacional de Kart Marx
(1864-1872).
Fundada el 28 de septiembre de 1864, su extraordinaria importancia histórica
reside en haber sido un FRENTE ÚNICO de todas las corrientes del pensa-
miento obrero, Marxistas, socialistas utópicos owenistas y fourieristas IC 5,
proudhonianos, bakuninistas IC 6, trade-unionistas ingleses, comprendieron
la necesidad de unirse por primera vez en la historia para darle una orientación
clasista y revolucionaria las organizaciones obreras.
El nuevo grito del movimiento fue: “Proletarios de todos los países, uníos”. El
27 de octubre de ese año, fue aprobado por unanimidad el Manifiesto Inaugural
y el Estatuto Provisional, ambos redactados por Carlos Marx. El Manifiesto IC 7
planteó: “… la conquista del poder político ha venido a ser, por lo tanto, el gran
deber de la clase obrera.
En sus 12 años de vida (1864-1872), la Internacional organizó 7 congresos y 2
conferencias, pasando, así, a la historia del movimiento obrero y sindical inter-
nacional.
La AIT consideró a los sindicatos como “centros de organización y educación
combativa de la clase obrera, que permitiera sumar a su fuerza numérica el
vigor de la organización y la cohesión ideológica en la lucha de clases”. Sin
embargo, estas ideas serían motivo de fuertes debates con las corrientes sin-
dicalistas y anarquistas. Las primeras, exageraban la importancia de la lucha
estrictamente “económica”, la segunda la subestimaba.
Durante el periodo de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) o Pri-
mera Internacional, las posturas anarquistas estuvieron representadas por los
seguidores del revolucionario ruso Mijaíl Bakunin. Sin embargo, sus posturas
chocaron con las expuestas por los socialistas seguidores de Karl Marx y, tras
sucesivas derrotas en varios congresos, en el V Congreso de la AIT celebrado
en La Haya en 1872 los anarquistas fueron expulsados de la Internacional.
Además de este hecho, hay otra cuestión significativa y fue cuando la I Inter-
nancional decidió apoyar a la Comuna de Paris (1870), las Trade – Unions se
retiraron de la organización.
Finalmente Marx, incapaz de mantener el orden interno, decidió clausurarla
en 1872 mediante el traslado de su oficina central a Nueva Cork. Para esta
fecha la estructura de la Internacional se había quebrado, pero las ideas de
Marx habían triunfado.
La importancia de la I Internacional fue que llevó una unión universal de
los obreros: ellos consideraban como a un enemigo común a la burguesía y al
capitalismo. Ella elaboró un programa revolucionario discutido masivamente
por los trabajadores. Sus resoluciones sirvieron de modelo a todas las decla-
raciones de principios de casi todas las Organizaciones Sindicales del mundo
La II Internacional
En el período comprendido entre 1870 y 1914 las clases obreras aún no
estaban organizadas de manera global, pero el primer gran salto hacia delante
tuvo lugar en los últimos años del decenio de 1880 y los primeros de 1890,
en que se manifestó de manera concreta la reaparición de una internacional
obrera (la Segunda, para distinguirla de la Internacional fundada por Marx y
que prolongó desde 1864 a 1872, y por el restablecimiento de la celebración
del Primero de Mayo, símbolo de la esperanza y confianza de la clase obrera,
junto con el 0cho de marzo, como el Día Internacional del Mujer. Además,
apoyó y fomentó la Huelgas Generales por las reivindicaciones obreras desde
principios del Siglo XX.
En 1905 se produce la Revolución Rusa IC 8 por la situación que se encon-
traban no solo los obreros, sino la mayoría de los habitantes por el Régimen
Zarista, produciendo verdaderas luchas armadas en las ciudades, y entre los
campesinos: Todo esto preparó el escenario para la toma del poder en la Revo-
lución de 1917 (Revolución de Octubre).
La Primera Guerra Mundial (1914-1918) significó una ruptura para la II Interna-
cional debido a que apoyó a algunos partidos socialistas involucrados en la
conflagración mundial, lo que trajo como consecuencia una división en el seno
de la misma, agravado aún más por la Revolución Rusa o Bolchevique, ya que
algunos la apoyaron y otros no.
En 1919 (luego de la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa) se creó la
III Internacional, con el nombre de Internacional Comunista, para diferenciarse
de la segunda. La Segunda Guerra (1939-1945) marcó el final de la Tercera
Internacional, debido a que EE.UU y las potencias Capitalistas (Inglaterra,
Francia, Etc.) se transformaron en su aliado porque Alemania invadió la Unión
Soviética.. El objetivo de la III Internacional fue lograr la difusión de la Revo-
lución Soviética fuera de los límites geográficos de la propia Unión Soviética
(URSS).
Pierre Joseph Proudhon, escritor francés del siglo XIX, ha sido considerado
desde una perspectiva histórica el padre del sistema denominado anarquismo
filosófico. Según Proudhon y sus partidarios, el anarquismo excluiría la autori-
dad como criterio rector de la sociedad, estableciendo el individualismo en su
grado máximo. Los anarquistas filosóficos repudian los métodos violentos y
esperan que la sociedad evolucionara hacia una organización anárquica.
Anarquismo Revolucionario
Está basada en la acción organizada e incluso en actos de violencia para con-
seguir sus propósitos, se escindió del movimiento socialista y apareció hacia
finales del siglo XIX.
La tendencia anarquista que propugnaba la acción directa fue la más conocida.
Por otro lado, las ideas colectivistas de Bakunin fraguaron el desarrollo del
anarcosindicalismo, en especial en Italia. Las actividades de dirigentes como
Enrico Malatesta o Giuseppe Fanelli, permitieron la formación de sindicatos,
en especial en las ciudades más industrializadas, y la difusión de sus ideas en
América o en España.
En el primero de los casos, la llegada de inmigrantes de origen italiano esti-
muló la formación de organizaciones anarcosindicalistas reprimidas con gran
dureza en Estados Unidos, donde fueron ejecutados anarquistas de origen
italiano (como Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti) de forma arbitraria, ante las
protestas internacionales.
En Latinoamérica emigrantes anarquistas de origen italiano y español con-
tribuyeron a la formación de centrales sindicales como la Federación Obrera
Regional Argentina (FORA) fundada en 1901. En México la labor de Ricardo
El Anarquismo en el s. XX
Es probable que el anarquismo no hubiera pasado de ser una simple especu-
lación teórica de no haber existido una serie de activistas que lo impulsaran
creando organizaciones vinculadas al movimiento obrero con la pretensión de
destruir la sociedad capitalista y el Estado, y cuya fuerza se manifestó desde la
segunda mitad del siglo XIX.
Durante el periodo de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) o I
Internacional las posturas anarquistas estuvieron representadas por los segui-
dores del revolucionario ruso Mijaíl Bakunin. Sin embargo, sus posturas cho-
caron con las expuestas por los socialistas seguidores de Karl Marx y, tras
sucesivas derrotas en varios congresos, en el V Congreso de la AIT celebrado
en La Haya en 1872 los anarquistas fueron expulsados de la Internacional.
Desde entonces el socialismo y el anarquismo han divergido de un modo fron-
tal, aunque ambas ideologías partan de su radical negación del capitalismo.
Los anarquistas filosóficos continúan en desacuerdo con los socialistas por la
importancia que le conceden a la libertad del individuo por encima de cual-
quier limitación, sobre todo, por parte del Estado. Esta situación y la muerte de
Bakunin en 1876 provocaron una dispersión de los grupos anarquistas y una
radicalización de sus posturas, que pasaron a defender la propaganda por la
acción, también llamada propaganda por el hecho. Ello provocó una oleada de
atentados violento de carácter individual que pretendían movilizar una sociedad
aletargada.
Magnicidios dirigidos por el anarquismo como los de Humberto I, rey de Italia,
William McKinley, presidente de Estados Unidos, Jorge I, rey de Grecia y del
presidente de Francia, François Sadi Carnot, así como otros atentados indiscri-
minados como en el teatro del Liceo de Barcelona (1893) o en la calle Cambios
Nuevos de la misma ciudad, cuando una bomba lanzada en plena procesión
del Corpus ocasionó seis muertos en 1896 todos cometidos por anarquistas,
fueron expresión de esta orientación estratégica y generaron entre la opinión
pública la identificación de anarquismo con terrorismo.
España fue uno de los países donde esos magnicidios fueron más relevantes.
Tres presidentes de Gobierno fueron asesinados: Antonio Cánovas del Castillo
en 1897 por el italiano Michele Angiolillo; José Canalejas, en 1912, por Manuel
Pardiñas y Eduardo Dato que en 1921 fue asesinado por tres anarcosindicalis-
tas; y hasta el propio rey Alfonso XIII sufrió varios atentados.
Desde una perspectiva histórica España fue el otro punto donde el anarquismo
en sus distintas vertientes arraigó con más fuerza e intensidad.
Por aquella época, y según la opinión del historiador Hugh Thomas, casi millón
y medio de trabajadores españoles eran anarquistas pero los afiliados a las
organizaciones no pasaban de 200.000.
Entre los autores que pretendieron crear una concepción científica del mundo
y de la evolución social desde una perspectiva anarquista, destacan Piotr
Alexéievich Kropotkin, que se autodefinía como un comunista anarquista, y la
estadounidense Emma Goldman.
A partir de la década de 1940 los anarquistas sufrieron una dura persecución
por parte de los grupos políticos de izquierda internacionalista radical
vinculados a los partidarios de Stalin y sus aliados. No obstante, y más en un
plano de lucha y militancia activa que en el ámbito teórico, los anarquistas
lograron adeptos y una admiración general por su coraje y sentido de fraterni-
Socialistas
Los socialistas creían que todas sus demandas podían realizarse en los
países democráticos de forma pacífica, que la violencia revolucionaria podía
quizás ser necesaria cuando prevaleciese el despotismo (como en el caso de
Rusia) y descartaban su participación en los gobiernos burgueses. La mayoría
pensaba que su misión era ir fortaleciendo el movimiento hasta que el futuro
derrumbamiento del capitalismo permitiera el establecimiento del socialismo.
Algunos como por ejemplo Rosa Luxemburgo impacientes por esta actitud
contemporizadora, abogaron por el recurso de la huelga general de las masas
como arma revolucionaria si la situación así lo requería.
Socialdemócratas
Se trata de socialistas revisionistas y reformistas. Su principal teórico Bernstein
propugnó la tesis de la vía pacífica. Sostenía que se podía alcanzar el poder
mediante una mayoría parlamentaria de izquierda, que gradualmente iría apro-
bando reformas favorables al proletariado. Bernstein se reivindicaba marxista.
De allí que se considere una tesis revisionista – reformista.
Se trata de aquellos socialistas que aceptaron todas las normas básicas de la
democracia liberal: elecciones libres, derechos fundamentales y libertades
públicas, pluralismo político y soberanía del Parlamento. La rivalidad existente
entre socialistas y comunistas sólo se interrumpió de forma transitoria como
ocurrió a mediados de la década de 1930, para unir sus fuerzas contra el fas-
cismo en la política denominada de `Frente Popular’.
Los socialistas pudieron formar gobiernos durante el periodo de entreguerras,
por lo general en coalición o apoyados por otros partidos.
Aun manteniendo su antiguo compromiso con el socialismo como “estado
final”, es decir, una sociedad en la que se anularan las diferencias sociales,
desarrollaron un concepto de socialismo “como proceso” propuesta que había
sido anticipada por el revisionista alemán Eduard Bernstein a finales del siglo
XIX. En la práctica, esto significaba que, mientras sus seguidores más compro-
metidos se aferraban a la idea de un objetivo final, los partidos socialistas, por
esta época a menudo en el poder, se concentraban en reformas socioeconómi-
cas factibles dentro del sistema capitalista. Aunque variaban según los países,
las reformas socialistas incluían, en primer lugar, la introducción de un sistema
de protección social (conocido como Estado de bienestar) que, en la formu-
lación tomada del reformista liberal británico William Beveridge, protegiera a
todos los ciudadanos desde la cuna hasta la tumba, y en segundo lugar, la
consecución del pleno empleo mediante técnicas de gestión macroeconómica
desarrolladas por otro liberal, John Maynard Keynes.
En Gran Bretaña estas reformas fueron llevadas a cabo por los primeros gobier-
nos laboristas de la posguerra.
Unidad 2
c. Anarquistas y socialistas
Las razones por las que el anarquismo consiguiera escalar en las principa-
les posiciones sindicales, y pasar del plano teórico a una posición concreta-
mente práctica, fueron varias, como por ejemplo el cosmopolitismo que atraía
de manera notable al obrero urbano; pero sin lugar a dudas la fuerza del anar-
quismo residía básicamente en el rol que le daba a la Huelga. IC 10
En el caso del socialismo, consideraba que el mejor modo de conseguir con-
quistas obreras era participando en elecciones y luego de llegar al parlamento,
hacer implementar las leyes obreras de acuerdo a la situación que se fuera
planteando.
Este proceso de cambio se fue desarrollando de manera diferente de
acuerdo a las condiciones estructurales que poseía cada país:
información complementaria 1
Liga Hanseática
Fuente: wikipedia
información complementaria 2
m1 |contenidos | IC
información complementaria 3
información complementaria 4
En 1836 estalló una crisis económica que produjo una fuerte agitación obrera.
De esa agitación surgió la Asociación de Obreros, que un año mas tarde dio
origen al movimiento homónimo porque publicó una carta, llamada la Carta del
Pueblo, con seis peticiones fundamentales: un voto por cada hombre mayor
de 21 años, votación secreta, abolición del sistema censatario (que requiere
un cierto ingreso para votar), pago a los diputados, grupos de igual tamaño,
parlamentos anuales.
m1 |contenidos | IC
información complementaria 5
m1 |contenidos | IC
información complementaria 6
m1 |contenidos | IC
información complementaria 7
m1 |contenidos | IC
información complementaria 8
información complementaria 9
Para conocer este proceso histórico tan importante para comprender al socia-
lismo, lo invitamos a ver un documental producido por History Channel en
http://www.youtube.com/watch?v=IvZKvBAaXbQ
m1 |contenidos | IC
información complementaria 10
La huelga como herramienta de lucha del proletariado fue desde sus comien-
zos el instrumento preferido de los explotados. Originalmente este medio de
lucha, ya sea desde su uso en una fábrica hasta un movimiento de grandes
masas es concebida como la detención de la producción para presionar al
capitalismo y al propio Estado. Esto último puede comenzar como una reivin-
dicación laboral y terminar incluyendo alguna exigencia política. Así los cartitas
inglese veían a la huelga como el instrumento mas concreto para conseguir el
voto universal.
Los anarquistas ven a la huelga como un medio para detener la producción,
cercar por hambre a la burguesía, debilitar su poder y abrir el camino a la
revolución social.
Los socialistas, por su parte y criticando a los anarquistas, consideraban
que la huelga era una utopía, porque se partía de la base que parar la pro-
ducción no era suficiente para destruir al poder burgués. Concretamente ellos
decían que para que una revolución triunfe era fundamental suprimir el poder
político militar de las clases dominantes, quedando palpable que todas las
huelgas hasta 1900 no habían obtenido objetivos concretos.
m1 |contenidos | IC
información complementaria 11
m1 |contenidos | IC
información complementaria 12
Este término hace referencia a una política económica con acento tecnocrático
y macroeconómico cuyo objetivo es reducir al mínimo la intervención estatal
en materia económica y social, defendiendo el libre mercado capitalista como
mejor garante del equilibrio institucional y el crecimiento económico de un país.
m1 |contenidos | IC
información complementaria 13
G7 son aquellos países industrializados del mundo cuyo peso político, econó-
mico y militar es muy relevante a escala global: Ellos son Alemania, Canadá,
Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido.
información complementaria 14
Teoría sostenida por el economista inglés John Maynard Keynes que se basaba
en el gobierno debía mantener el pleno empleo de la mano de obra gracias a
una redistribución de la renta tal que el poder adquisitivo de los consumidores
aumente en proporción al desarrollo de los medios de producción.
m1 |contenidos | AA
asistente académico 1
m1 |contenidos | AA
asistente académico 2
asistente académico 3
CONFEDERA-
1894 ANARQUISTAS
CION OBRERA
/SOCIALISTAS
DE SOCIEDADES
UNIDAS
CUBA LIGA GENERAL 1899 ANARQUISTAS
DE TRABAJ-
DORES
BRASIL PRIMER CON- 1892 SOCIALISTAS
GRESO OBRERO
m1 material
Material básico
Material desarrollado en los contenidos del módulo
Material complementario
GODIO, Julio. Historia del Movimiento Obrero. El Cid editor. Buenos Aires. 1979.
HOSBAWM; Eric. La Era del Capital. 1848-1875. Editorial Crítica. Buenos Aires. 2006.
HOSBAWM; Eric. La Era del Imperio. 1875-1914. Editorial Crítica. Buenos Aires. 2006.
DOLLEANS, Edouard., Historia del Movimiento Obrero. Tomo I. (1830-1871).Editorial
Eudeba. 1980.
FLACELIERE, Robert. La vie quotidienne en Grece au Siecle de Pericles.
Librairie Hachette, Paris. 1959.
GODIO, Julio. Sociedades de Trabajo y sindicalismo socio-político en América
Latina y el Caribe. 1era. Edición. Buenos Aires. Editorial Corregidor. 2005.
LACARRA, José y REGLÁ, Juan. Historia de la Edad Media. Editorial Mon-
taner y Simón. Barcelona, 1979.
MIREAUX, Emile. La vida cotidiana en los tiempos de Homero. Editorial
Hachette. Buenos Aires. 1962.
PERICOT, Luis y otro. Historia de Roma. 2 tomos. Editorial Montaner y
Simón. Barcelona. 1979.
POBLETE TRONCOSO, Moisés. El Movimiento Obrero Latino Americano. Fondo
de Cultura Económica. México. 1946
m1 actividades
m1 | actividad 1
El trabajo humano
El trabajo humano tiene realidades tanto extrínsecas como intrínsecas.
Podemos encontrarnos con los siguientes conceptos: sociales, psicosocia-
les, económicos, jurídicos. Esto ha dado origen a la aparición de los sindicatos.
¿Cuáles son estas principales figuras del trabajo?
m1 | actividad 2
m1 | actividad 3
La revolución industrial
Hay dos elementos o variables importantes en la revolución industrial que afec-
tan directamente el trabajo del hombre:
• Duración del trabajo
• La inseguridad de la existencia obrera, los salarios y consecuencias
El concepto duración de trabajo, o mejor dicho jornada laboral, se encuen-
tra también en la Organización Internacional del Trabajo (O.I.T.) (www.oit.org)
dentro de su preámbulo nos habla de sus orígenes y historia como así tam-
bién de búsqueda de la justicia social. Es importante mencionar que no sólo
alude a la jornada laboral, ¿qué otros conceptos desarrolla o se establece en
dicho preámbulo?
Puede ingresar directamente desde la siguiente dirección: http://www.ilo.org/
global/about-the-ilo/history/lang--es/index.htm.
m1 | actividad 5
Libertad Industrial
Lucha Contra la Religión Católica
Desprecio a la Esclavitud Económica
SOCIALISMO V/F
Algo de control del Estado
Economía y política socializada
Idea de progreso
m1 | actividad 7
Países exportadores
En Latinoamérica se desarrollaron tres grandes grupos de países exportadores,
dependiendo de sus zonas de desarrollo. Señale si lo que se propone en el
siguiente cuadro es verdadero o falso:
m1 |actividad 8 | IC
información complementaria 1
m1 | actividad 9
Cordones periféricos
En algún momento de nuestra historia en América comienzan a generarse lo
que suele llamarse en nuestro país como “Villas Miserias”, “favelas” en Brasil,
“tuburíos” en Uruguay en o “chacharitas” en Paraguay: ¿Por qué considera
usted que surgen estos cordones periféricos?
m2
m2 microobjetivos
m2 contenidos
Unidad 3
1. Evolución del Movimiento Obrero en Argentina
a. Los orígenes del Movimiento Obrero Argentino (1857-1914)
b. El movimiento obrero Argentino (1910-1930)
2. El Movimiento Obrero Argentino en la Década Infame (1930-1945)
3. El Movimiento Obrero y los Gobiernos Peronistas
Unidad 4
1. El Sindicalismo Posperonista
a. Los sindicatos después de la Revolución Libertadora
b. Entre gobiernos militares y civiles (1958-1983)
2. El Sindicalismo y la recuperación democrática
a. La Democracia y el Movimiento Sindical
3. Los Sindicatos frente a la flexibilización laboral
Unidad 3
1. Evolución del Movimiento Obrero en Argentina
a. Los orígenes del Movimiento Obrero Argentino (1857-1914)
A partir de la segunda década de 1850, comienza a formarse una capa de
trabajadores urbanos de carácter artesanal y de origen extranjero (inmigrantes)
Junto con estos inmigrantes obreros, había también una capa de trabaja-
dores manuales negros en Buenos Aires y en el Interior del país, trabajadores
agrícolas o de las industrias precapitalistas, generalmente mestizos o indios.
Todos estos últimos trabajadores carecen de representatividad gremial o aso-
ciación que los represente.
El fomento de la inmigración fue una preocupación desde 1853 tanto en
el gobierno de la Confederación Argentina como del Estado de Buenos Aires
(estuvo separada de la Confederación en el período 1853-1862). Ambas
organizaciones estatales sancionaron varias leyes para que la llegada de los
inmigrantes: Se nombraron cónsules en diversos en varios países de Europa,
mas adelante y cuando el país estaba unificado se establecieron mejoras en el
Hotel de Inmigrantes. Finalmente en 1876 se sanciona la Ley de Inmigración, la
que entre otras características define la idea de que es un inmigrante, donde y
cuanto tiempo sería alojado en instituciones estatales, etc. Todo este conjunto
de medidas creo el marco legal para que el inmigrante al llegar al país tuviera
un cierto encuadre legal.
Los trabajadores
Desde 1855, el proceso inmigratorio comienza a hacerse continuo y es
también cuando aparecen las primeras organizaciones mutualistas. El primer
Censo Nacional (1869) llevado a cabo durante la presidencia de Sarmiento
(1868-1874) indica la existencia de 115.794 agricultores, 13.352 pastores, y
163.989 jornaleros, muchos de ellos trabajando en el campo. Había también
actividades diferentes, que se pueden encuadrar como artesanales y dedica-
das al consumo local (costureras, zapateros, cigarreros, sastres, modistas,
etc. Además tanto en el interior como en la ciudad de Buenos Aires, entre los
artesanos, el que poseía sus propias herramientas le abría una mayor posibili-
dad de ascenso social. Podían ser empleados o, si poseían un pequeño capital
inicial, instalar pequeños talleres produciendo para el consumo local.
De esta etapa surgen las primeras tentativas de organización autónoma
de los trabajadores. Son asociaciones mutuales estructuradas sobre la base
de oficios y con un claro objetivo de ayuda reciproca entre sus miembros
y la defensa de su profesión. La primera de ella fue la Sociedad Tipográfica
Bonaerense, fundada el 25 de Mayo de 1857. Su rasgo fundamental es la clara
Este era el programa máximo, ya que el inmediato era más simple, ya que
apuntaba al derecho de asociación, libertad de prensa, naturalización amplia
de extranjeros, justicia gratuita, supresión del ejército permanente, etc. En el
plano económico, todo coincidían en temas comunes como el salario, jornada
de ocho horas, reglamentación del trabajo de las mujeres y niños, higiene y
condiciones de trabajo, inspección regular de los talleres.
Después de su segundo congreso, y ante la parálisis de la misma Federa-
ción, es que es disuelta en diciembre de 1892. En 1894 los socialistas realizan
un intento de constituirla nuevamente, pero las diferencias con los obreros de
tendencia anarquista hicieron fracasar este intento. Hubo varios nuevos inten-
tos, pero la mayoría fracasó.
Durante toda la década del noventa habrá en el seno del anarquismo argen-
tino grandes polémicas ideologías entre las diversas corrientes: anarco-comu-
nistas, anarco- socialistas y anarco colectivistas. Estas divisiones muestran
tendencias en el anarquismo español e italiano. Pero la división fundamental
dentro de esta corriente fue entre los organizadores, por un lado los partida-
rios de la intervención en la lucha de clases y por el otro, y por el otro, los
antiorganizaciones obreras o individualistas. Entre 1890 y 1894 la corriente
predominante fue la segunda y su periódico fue el “El Perseguido”. El eje fun-
damental de este periódico fue la propaganda, de los principios del comunismo
Unidad 4
1. El Sindicalismo Posperonista
a. Los sindicatos después de la Revolución Libertadora
La Revolución Libertadora (1955) marcó
el final del gobierno peronista. La CGT fue
intervenida por el gobierno militar (que
según los propios sindicatos fue llamada
Revolución “fusiladora”, más que liber-
tadora, llamada así por los opositores a
Perón) con el objetivo de cambiar la hege-
monía peronista en los sindicatos.
El apoyo inicial al golpe por un sector del sindicalismo (el del de Vandor), se
vio truncado posteriormente cuando Onganía adoptó la política económica de
su ministro Krieger Vasena de carácter antisindical.
Las diferencias surgidas dentro del movimiento obrero produjeron varias rup-
turas internas. Una de las más importantes fue en 1968 cuando un Congreso
de la CGT reunido para nombrar una nueva conducción, le otorgó el mandato a
Raimundo Ongaro, respaldado por anti vandoristas. Los derrotados se opusie-
ron y Ongaro constituyó una nueva central, la CGT de los Argentinos. Con él
nace el llamado “sindicalismo de liberación”. Económicamente, y luego de la
recesión de 1962/63, se produce una reactivación industrial en la producción
manufacturera y que se prolongará hasta mediados de los setenta. Este desa-
rrollo industrial se debió al desarrollo de insumos para la propia industria nacio-
nal, como el acero, electrodomésticos y autos. La consecuencia directa fue el
crecimiento de plantas en el interior del país, como Córdoba, departamentos
litorales del Río Paraná, desde Buenos Aires a Rosario.
Un aspecto característico de estas plantas fue la concentración masiva de
operarios con una tecnología mas desarrollada que el período anterior. Estos
nuevos avances tecnológicos permitieron la formación de capas obreras con
niveles de formación, calificación y salarios más elevados que los obreros de
las industrias tradicionales. Con estas nuevas tendencias, se fortalecerá la
descentralización sindical, concentrada hasta ese momento en los gremios de
Buenos Aires.
m2 |contenidos | IC
información complementaria 1
m2 |contenidos | IC
información complementaria 2
Si cuenta con unos minutos, indague acerca de la Conquista del desierto en:
http://es.wikipedia.org/wiki/Conquista_del_Desierto.
m2 |contenidos | IC
información complementaria 3
información complementaria 4
m2 |contenidos | IC
información complementaria 5
información complementaria 6
Ley contra los agitadores que permitirá la expulsión de los extranjeros conside-
rados peligrosos para el orden social.
m2 |contenidos | IC
información complementaria 7
m2 |contenidos | IC
información complementaria 8
m2 |contenidos | IC
información complementaria 9
Material básico
GODIO, Julio. Historia del Movimiento Obrero Argentino. Editorial Tiempo Con-
temporáneo. Buenos Aires. 1973
Material complementario
ABÓS, Alvaro. Las organizaciones sindicales y el poder militar (1976-1983).
Centro Editor de America Latina.1984
CEBALLOS, Ernesto S. Historia Política del movimiento obrero argentino.(1944-
1985). Ediciones del Mar Dulce. Buenos Aires. 1985.
FALCÓN, Ricardo. El Mundo Urbano del Trabajo (1890-1914).Biblioteca Política
Argentina. Numero 153. Centro Editor de Américas Latina. 1986.
FALCÓN, Ricardo. Los Orígenes del Movimiento Obrero. (1857-1899).Biblio-
teca Política Argentina. Numero 53. Centro Editor de América Latina. Buenos
Aires. 1984
GODIO, Julio. El Movimiento Obrero Argentino (1910-1930). Socialismo, sindi-
calismo y comunismo. Editorial Legasa. Buenos Aires. 1988.
GODIO, Julio. Los Orígenes del Movimiento Obrero. Centro Editor de América
Latina. Buenos Aires. 1971
MATSUSHITA, Hiroshi. El Movimiento Obrero Argentino. 1930-1945. Sus
Proyecciones en los Orígenes del Peronismo. Ediciones Siglo Veinte. Buenos
Aires.1983
PALOMINO, Hector y Godio, Julio. El Movimiento Sindical Argentino Hoy: Histo-
ria, organización y nuevos desafíos programáticos. Fundación Friedrich Ebert.
Buenos Aires. 1987.
PANETTTIERI, José. Los Trabajadores. Centro Editor de América Latina.
Buenos Aires.1982.
m2 actividades
m2 | actividad 1
Tal como usted sabe, en este módulo abordamos el origen y la evolución del
sindicalismo en Argentina. A los fines de clarificar algunos momentos históri-
cos claves relacionados con el origen del movimiento obrero le proponemos
resolver el siguiente ejercicio:
m2 | actividad 2
m2 | actividad 3
m2 | actividad 4
m2 | actividad 5
Condiciones de trabajo
En esta asignatura hemos venido abordando algunas condiciones de trabajo.
En esta oportunidad le proponemos tomar en cuenta un caso de la actualidad
e identificar cuáles son las condiciones de trabajo, “deplorables” o no acepta-
bles.
Si tuviésemos que pensar en un ejemplo sería válido tomar en cuenta el caso
de la empresa Zara, o los casos “empleadas domesticas” o “empleados de
campo”, etc. para mencionar sólo algunos de los más conocidos en Argentina.
Usted puede consultar en Internet sobre dichos casos, le ofrecemos algunas
alternativas:
• Zara: http://laalameda.wordpress.com/2011/05/03/zara-y-teplancho-
escrachados-por-los-costureros/
• Empleadas domésticas: http://www.trabajo.gov.ar/left/estadisticas/des-
cargas/toe/toe_03_06_servicioDomestico.pdf
• Empleados de campo: http://www.elmundo.es/america/2011/01/08/
argentina/1294518947.html ; http://www.cadena3.com/conte-
nido/2011/02/12/70727.asp
m2 | actividad 6
Sindicalismo posperonista
Te propongo que leas este artículo y nos digas cuales son los sindicatos que
apoyan la gestión del entonces Presidente Menen y a que se referían cuando
habla de beneficios suplementarios.
Identifique también los ejes principales en esta etapa desde punto de vista
económico.
La estabilización monetaria
Para entender el apoyo al Gobierno debemos tener en cuenta, en primer
lugar, la estabilización que logrará Menem de la economía. En efecto, luego
de enfrentarse a una hiperinflación inédita en la historia del país, legado del
gobierno de Raúl Alfonsín (1983-1989), el Presidente logrará terminar finalmente
con el “impuesto inflacionario”. No obstante, debemos recordar los vaivenes
con los que tendrá que lidiar su liderazgo hasta lograr la estabilización efec-
tiva de la economía. En efecto, durante los primeros 18 meses, los diferentes
ministros de economía (Miguel Ángel Roig, Néstor Rapanelli y Erman González)
tratarán sucesivamente de controlar la inflación con impuestos de emergen-
cia, reducciones del gasto público, ajustes en la tasa de cambio y políticas
de ingresos negociadas con los empresarios (Gerchunoff y Torre, 1996: 744).
Sin embargo, el Gobierno no logrará dominar del todo la inflación, e incluso
experimentará dos nuevas recaídas hiperinflacionarias, hacia fines de 1989 y de
1990. Será recién con la puesta en marcha del Plan de Convertibilidad, en abril
de 1991, que se logrará la estabilización efectiva de la economía. En efecto,
este plan, que establecía una paridad legal 1 a 1 de la moneda nacional con el
dólar y obligaba al Estado a satisfacer cualquier demanda de divisas, fomentó,
a partir de la sobrevaluación del peso, el ingreso masivo de inversiones extran-
jeras. En ese contexto, potenciado por el incremento del consumo, se generó
un rápido control de los episodios hiperinflacionarios. En esas circunstancias,
Menem logrará, en abierto contraste con los dos primeros años de su gobierno,
cuando los conflictos sindicales se habían incrementado sensiblemente
(Gómez, et. al., 1996), una marcada reducción de las huelgas y movilizaciones
(Bonanotte, 1996; Senén González
8
y Bosoer, 1999) y un firme apoyo de una
porción del campo sindical . No obstante, con la estabilización monetaria no
alcanzaba para lograr el apoyo de algunos sectores sindicales. En consecuen-
cia, el Presidente acudió al otorgamiento de “incentivos selectivos”.
Tal como usted sabe, en este módulo abordamos el origen y la evolución del
sindicalismo en Argentina. A los fines de clarificar algunos momentos históri-
cos claves relacionados con el origen del movimiento obrero le proponemos
resolver el siguiente ejercicio:
Modulo 4
El sindicalismo posperonista
Te sugiero que ingreses a http://www.62.org.ar e idenfiques cual fue la
declaración del Congreso Nacional ordinario del 22 de Agosto de 2007
los concepto más importantes declarados en ella.
Te propongo que leas este artículo y nos digas cuales son los sindicatos que
apoyan la gestión del entonces Presidente Menen y a que se referían cuando
habla de beneficios suplementarios.
Identifique también los ejes principales en esta etapa desde punto de vista
económico.
La estabilización monetaria
Para entender el apoyo al Gobierno debemos tener en cuenta, en primer
lugar, la estabilización que logrará Menem de la economía. En efecto, luego
de enfrentarse a una hiperinflación inédita en la historia del país, legado del
gobierno de Raúl Alfonsín (1983-1989), el Presidente logrará terminar finalmente
con el “impuesto inflacionario”. No obstante, debemos recordar los vaivenes
con los que tendrá que lidiar su liderazgo hasta lograr la estabilización efec-
tiva de la economía. En efecto, durante los primeros 18 meses, los diferentes
ministros de economía (Miguel Ángel Roig, Néstor Rapanelli y Erman González)
tratarán sucesivamente de controlar la inflación con impuestos de emergen-
cia, reducciones del gasto público, ajustes en la tasa de cambio y políticas
de ingresos negociadas con los empresarios (Gerchunoff y Torre, 1996: 744).
Sin embargo, el Gobierno no logrará dominar del todo la inflación, e incluso
experimentará dos nuevas recaídas hiperinflacionarias, hacia fines de 1989 y de
1990. Será recién con la puesta en marcha del Plan de Convertibilidad, en abril
de 1991, que se logrará la estabilización efectiva de la economía. En efecto,
este plan, que establecía una paridad legal 1 a 1 de la moneda nacional con el
dólar y obligaba al Estado a satisfacer cualquier demanda de divisas, fomentó,
a partir de la sobrevaluación del peso, el ingreso masivo de inversiones extran-
jeras. En ese contexto, potenciado por el incremento del consumo, se generó
un rápido control de los episodios hiperinflacionarios. En esas circunstancias,
Menem logrará, en abierto contraste con los dos primeros años de su gobierno,
cuando los conflictos sindicales se habían incrementado sensiblemente
(Gómez, et. al., 1996), una marcada reducción de las huelgas y movilizaciones
(Bonanotte, 1996; Senén González
8
y Bosoer, 1999) y un firme apoyo de una
porción del campo sindical . No obstante, con la estabilización monetaria no
alcanzaba para lograr el apoyo de algunos sectores sindicales. En consecuen-
cia, el Presidente acudió al otorgamiento de “incentivos selectivos”.
4. Los incentivos selectivos .Para entender el respaldo del ala sindical a las
políticas de reforma de mercado de Menem debemos tener en cuenta, más allá
del logro de la estabilización monetaria, la función clave que ejercerá el otorga-
miento de “beneficios suplementarios” (Murillo, 1997). En efecto, en el marco
del Programa de Propiedad Participada (PPP), iniciado en 1989 y potenciado a
partir de 1991, con el proceso masivo de privatización de las empresas públi-
cas, el Gobierno les brindará a los gremialistas colaboracionistas la posibilidad
de participar como “sindicatos empresarios” a partir del manejo de un porcen-
taje cercano al 10% de las acciones de las empresas privatizadas. En efecto,
el PPP, pese a ser individual, dispuso una representación colectiva dirigida por
sindicalistas. Los principales beneficiados por estos “incentivos selectivos”
serán los gremialistas Rogelio Rodríguez (telefónicos) y Antonio Cassia (petro-
leros), dirigentes de Telecom y Telefónica, Oscar Lescano (Luz y Fuerza), titular
de Edesur a través de un representante suyo, José Valle (seguros), “delegado
normalizador” del Instituto de Servicios Sociales para el Personal de Seguros
(ISSS), Jorge Ibáñez, “director obrero” de YPF y José Luis Lingieri, director
de Obras Sanitarias y Aguas Argentinas, además de presidente de la Adminis-
tración Nacional de Seguros de Salud (Clarín, 05/08/91; Página 12, 08/03/94
y “Cash”, 20/03/94). Además, el sindicalista ferroviario Adolfo Arguello será
encolumnado en el directorio del ferrocarril Ferro Expreso Pampeano (Rosario-
Bahía Blanca) y Santos Reali será nombrado director y José Hernández gerente
general de FEMESA (Página 12, 25/10/92) En ese contexto, el “Club de amigos”
m2 glosario
m3 microobjetivos
m3 contenidos
Cuando se produjo la llamada Crisis del Petróleo IC 2 entre 1973 y 1975 en los
Países Industrializados se puso en tela de juicio el sistema o régimen de acu-
mulación propio del Estado Benefactor IC 3 que venía funcionando desde la
Segunda Guerra Mundial. Esta crisis cerró los llamados Treinta Gloriosos Años
“La Edad Dorada”.
El shock petrolero (aumento del barril de petróleo) y el cambio de ciertas
materias primas llevaron a un proceso inflacionario que convivió con el estan-
camiento, lo que dio lugar al desempleo y la flexibilidad laboral de manera
general.
En este período de importantes cambios debemos considerar también la caída
del Muro de Berlín en 1989 y la crisis y posterior desaparición de la Unión
de Repúblicas Socialistas Soviéticas, máximo representante del comunismo,
sumado todo esto a la integración regional, por ejemplo el Mercosur, Nafta,
CEE, etc.), la globalización de la economía, etc.
Las nuevas tecnologías mejoraron la productividad y crearon nuevos produc-
tos y/o servicios. Junto con este proceso se provocó un importante desempleo
tecnológico y una ocupación cada vez más calificada, pero para menos indi-
viduos. Esto llevó a considerar al empleo como un “bien escaso”, porque se
exige cada vez menos mano de obra y la que se exige, debe ser muy calificada.
En consecuencia, en la actualidad hay cambios en los oficios y en los trabajos,
pues los que subsisten se debe adecuar a las nuevas condiciones de mer-
cado y productivas. Hay un pasaje del trabajador especializado al polivalente,
porque está capacitado para llevar a cabo una multiplicidad de tareas, con
mayores exigencias. Todo esto produce una movilidad vertical de los trabajado-
res por un lado, con la adquisición de nuevas competencias.
Esto puede ocurrir dentro de la misma empresa, desarrollando o realizando la
misma actividad en un empleo garantizado, pero con la posibilidad de lograr
una movilidad o traslado geográfico a otra sucursal.
El cambio tecnológico permitió una multiplicidad de relaciones nuevas,
muchas de las cuales generaron desempleo, a la vez que también contribu-
yeron a la creación de otros. Una de las mayores modificaciones que tuvieron
las relaciones de trabajo individuales se debió al cambio tecnológico como el
teletrabajo.
En esta etapa de abandonó el modelo organizacional de empresa que se
apoyaba en tres pilares fundamentales, como fueron: a) el control entero del
ciclo de producción de bienes y servicios (integración vertical), b) la autonomía
de cada empresa en sus relaciones con otras y c) una gestión propiamente
funcional jerárquica. El paradigma de la empresa castillo, de integración ver-
tical en su producción comienza a dejarse lado. Aparece en su lugar un nuevo
paradigma de empresa, el de la fragmentación del ciclo productivo (integra-
ción horizontal) con una dependencia importante y una articulación en las
El fordismo (con ayuda anterior del taylorismo) llega para romper con ese
monopolio del trabajo, por un trabajo alienante con características que llevan
al obrero a perder ese “monopolio” y por ende perder el control de los tiempos
de producción. Además antes de esta nueva clase trabajadora, los obreros
estaban sindicalizados, lo cual les brindaba una protección frente a la opresión
capitalista.
También hay que advertir que el modelo madura bajo el esquema económico
del keynesianismo (que fue la base del Estado de bienestar), el cual promovió
un protagonismo histórico de las clases subordinadas y el amarre del capital
a consideraciones sociales y de clase. Influido todo esto por el ascenso de los
socialismos reales y el miedo a su expansión global por parte del liberalismo
capitalista.
• Producción en serie
El taylorismo, denominado así por el
estadounidense Frederick Taylor, y vinculado
a la organización y eficiencia del trabajo, se
refiere a la división de las distintas tareas del
proceso de producción. Este fue un nuevo
método de organización industrial, cuyo fin
era aumentar la productividad y evitar el con-
trol que el obrero podía tener en los tiempos
de producción.
La división del trabajo planteada por Taylor efectivamente reduce los costos
y reorganiza científicamente el trabajo, pero encuentra un rechazo creciente
del proletariado, elemento que sumado a la crisis de expansión estructural
de mercado (por velocidad de circulación de la mercancía) lo llevaría a una
reformulación práctica en el siglo XX que es la idea de fordismo.
5. Tras haber suprimido así todos los movimientos inútiles, reunir en una
secuencia los movimientos más rápidos y los que permiten emplear
mejor los materiales más útiles.
a) Frente al Estado:
1) La autorización previa: el artículo 2 del Convenio 87
de la OIT prescribe que los trabajadores, sin autorización
previa, tienen derecho de constituir las organizaciones
que estimen convenientes. Sin embargo, en los trabajos
preparatorios del convenio y en los informes de la Comi-
sión de Expertos que las reglamentaciones nacionales
a cerca de la constitución de organizaciones no son en
si mismas incompatibles con este principio, a condición
de que no se hallen en contradicción con las garantías
previstas en él, con disposiciones arbitrarias y discrecio-
nales.
2) Implica el derecho de constituir las organizaciones
que estimen pertinentes sin injerencia alguna por parte
del estado.
3) Derecho de redactar los propios estatutos y reglamen-
tos.
4) Derecho de elegir libremente sus representantes.
5) Derecho de organizar su administración.
6) Derecho de no ser disueltas o suspendidas por vía
administrativa.
El conflicto y la Huelga
El conflicto. Concepto.
Conflicto de trabajo es “cualquier desinteligencia con relevancia jurídica, que
se produzca en las relaciones enmarcadas por el derecho del trabajo, en
sus dos ramas fundamentales, la individual y la colectiva”, o “una confronta-
ción entre dos partes o sectores que se materializa por medio de acciones
que buscan lograr objetivos que cada una de ellas pretende.”. Los conflictos
pueden ser individuales, pluriindividuales y colectivos. La huelga es un típico
conflicto colectivo.
Concepto jurídico de la huelga
La huelga “es la suspensión colectiva de la prestación de trabajo” y no la
interrupción de ella, “un acuerdo colectivo que origina la cesación simultánea
del trabajo, no aceptando la calificación de huelga sino cuando ella juega direc-
tamente entre dadores y tomadores de trabajo”.
La huelga es “la abstención o suspensión concertada y solidariamente
ejecutada de la prestación de trabajo por parte de un número considerable de
trabajadores por un motivo (fin) determinado.”
información complementaria 1
Alvin Toffler
m3 |contenidos | IC
información complementaria 2
información complementaria 3
m3 |contenidos | IC
información complementaria 4
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información complementaria 5
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información complementaria 6
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información complementaria 7
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información complementaria 8
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información complementaria 9
información complementaria 10
m3 |contenidos | IC
información complementaria 11
m3 |contenidos | IC
información complementaria 12
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información complementaria 13
m3 |contenidos | IC
información complementaria 14
m3 |contenidos | IC
información complementaria 15
m3 |contenidos | IC
información complementaria 16
m3 |contenidos | IC
información complementaria 17
información complementaria 18
m3 material
Material básico
Material desarrollado en los contenidos del módulo
Material complementario
Godio, Julio. Historia del Movimiento Obrero Argentino. Editorial Tiempo Contempo-
ráneo. Buenos Aires. 1973 o GODIO, Julio, “Historia del Movimiento Obrero Argentino”,
2 tomos, Ed. Corregidor, Bs. As. 2000.
ACKERMAN, Mario E., TOSCA, Diego M.: Relaciones colectivas del Trabajo. Tomo I y II,
Ed. Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 2007.-
CEBALLOS, Ernesto S.: Historia Política del movimiento obrero argentino.
(1944-1985). Ediciones del Mar Dulce. Buenos Aires. 1985
CONSTITUCION NACIONAL.
CORNAGLIA, Ricardo J.: Derecho Colectivo del Trabajo. La Ley, Buenos Aires,
2006
CORTE, Néstor: El Modelo Sindical Argentino. Ed. Rubinzal Culzoni, Santa Fe,
1994.-
ETALA, Carlos Alberto: Derecho Colectivo del Trabajo, Asociaciones sindicales,
convenios colectivos. Conflictos, conciliación y Arbitraje. Huelga. 2ª ed. Actuali-
zada y ampliada, Ed. Astrea, Bs. As., 2007
GROS ESPIELL, Héctor: La Organización Internacional del Trabajo y los dere-
chos humanos en América Latina. EUDEBA, Buenos Aires, 1986.
LOPEZ, Guillermo A. F.: Derecho de las Asociaciones Sindicales. Ed. La Ley,
Bs. As., 2000
SARDEGNA, M. – SLAVIN, L.: Derecho Colectivo del Trabajo. Ed. Eudeba, Bs.
As. , 1999.
SECO, Ricardo Francisco. Contratación de Profesionales. Notas de la Relación
de Dependencia. En Revista de Derecho Laboral 2005-2, Contratación laboral,
Ed. Rubinzal Culzoni Editores, Pág. 302 a 396.
TOFFLER, Alvin: La Tercera Ola. Editorial Plaza y Janes. 15 ed. Barcelona.
1998.
VAZQUEZ VIALARD, Antonio: Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. 2
Tomos, Ed. Astrea, Bs. As. 2008
VON POTOBSKY, Geraldo W.- BARTOLOMEI DE LA CRUZ, Héctor G.: La Orga-
nización Internacional del Trabajo. Astrea, Buenos Aires, 1990.
www.ilo.org/public/spanish/
m3 | actividad 1
Para seleccionar estas organizaciones usted puede utilizar Internet. Otra alter-
nativa es tomar como ejemplo la empresa donde usted está trabajando.
¡Mucha suerte!
m3 | actividad 2
El Taylorismo y el Fordismo
Esta actividad tiene por objeto hacer hincapié en una serie de conceptos claves
para este módulo. Para ello, encontrará a continuación algunos textos y luego
preguntas claves que orientarán su lectura.
m3 |actividad 3 | IC
información complementaria 1
Taylorismo
Según los capitalistas, las causas del “tiempo muerto” eran tres:
Taylor logra una ruptura total con los métodos de producción del pasado,
cuando la producción se organizaba en función del tipo de artesanía y los
artesanos creaban, organizaban y completaban las tareas manuales. Los mov-
imientos sindicalistas se opusieron a los cambios que implicaba el taylorismo,
m3 |actividad 3 | IC
información complementaria 2
Fordismo
m3 | actividad 4
El sistema toyota
¿Sobre qué modelos descansa el toyotismo? ¿A qué se refiere cuando habla-
mos de “subcontratación”?
Le proponemos ingresar a la siguiente dirección: http://www.premiocalidad.org.
ar donde podrá leer acerca del premio a la calidad y a la excelencia. A partir de
allí, en pocas palabras, cuéntenos un poco sobre el origen, misión y los últimos
ganadores de dicho premio en el 2010.
m3 | actividad 5
• El consejo de administración
• El Programa y Presupuesto
m3 |actividad 6 | IC
información complementaria 1
La estabilización monetaria
Para entender el apoyo al Gobierno debemos tener en cuenta, en primer
lugar, la estabilización que logrará Menem de la economía. En efecto, luego
de enfrentarse a una hiperinflación inédita en la historia del país, legado del
gobierno de Raúl Alfonsín (1983-1989), el Presidente logrará terminar finalmente
con el “impuesto inflacionario”. No obstante, debemos recordar los vaivenes
con los que tendrá que lidiar su liderazgo hasta lograr la estabilización efec-
tiva de la economía. En efecto, durante los primeros 18 meses, los diferentes
Negociación Colectiva
En el último mes usted ha sido nombrado como responsable de recursos
humanos de la firma Mitelin, empresa dedicada al desarrollo de productos de
insumos medicinales. Dicha compañía americana tiene unas de sus unidades
de negocio en nuestro país con una dotación de unas 490 personas de las
cuales 370 son personal de planta. En tu última reunión de directorio usted se
enteró que, de acuerdo a procedimientos internacionales y procesos producti-
vos, la compañía está pensando en nuevos procesos productivos (incorpora-
ción de una nueva línea), calidad y nuevas metodologías de trabajo.
Esto implicará hacer grandes cambios del punto de vista de estructura sala-
rial, categorías de trabajo y horarios de turnos (incluyendo el turno nocturno).
Se plantea dentro de las nuevas categorías pasar a utilizar la multifuncionali-
dad en los mismos. Con este escenario, ¿qué haría usted?:
1. ¿Se reuniría con el Gerente de Administración?, ¿por qué?
2. ¿Se reuniría con el Gerente de Producción?, ¿por qué?
3. ¿Hablaría con el Sindicato?
4. ¿Plantearía a una convocatoria de paritarias?, ¿por qué?
5. ¿Tiene la compañía autoridad para convocar a paritarias?
6. ¿Cuáles serian sus fundamentos en la negociación de las paritarias?
7. ¿Hablaría con el Directorio?
8. ¿Qué otros pasos seguiría?
m3 glosario
e va l uación