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Los otros poderes del Estado y, en general, todas las autoridades, instituciones y

organismos nacionales e internacionales, así como los diferentes grupos y organizaciones


sociales, económicos y políticos, deben respetar y hacer efectiva la independencia de la
judicatura.

- Estatuto del Juez Iberoamericano1

HONORABLE CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO DE LA UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS


DE GUATEMALA

Objeción
Bonerge Amílcar Mejía Orellana

Ante ustedes comparecemos a objetar que Bonerge Amílcar Mejía Orellana sea electo
Magistrado de la Corte de Constitucionalidad, con base en lo que expondremos a
continuación:

AUSENCIA DE INDEPENDENCIA E IMPARCIALIDAD PARA DESEMPEÑARSE COMO


MAGISTRADO DE LA CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD

1. Ausencia de independencia e imparcialidad de Bonerge Amílcar Mejía Orellana:


Del desempeño de su función como postulador ante distintas Comisiones de Postulación, en
las que ha participado por ostentar el puesto de Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas
y Sociales, puede inferirse el vínculo de Bonerge Amílcar Mejía Orellana con sectores poco
interesados en el avance de la idoneidad y la transparencia, la independencia y la
imparcialidad, en el sector justicia.

Cabe recordar que Mejía Orellana nominó a candidatos en los procesos para elegir
magistrados de la Corte Suprema de Justicia y de la Corte de Apelaciones, Director del
Instituto de la Defensa Pública Penal y Fiscal General de la República, quienes más tarde
fueron removidos por falta de idoneidad y reconocida honorabilidad, y cuyas postulaciones
acarrearon la repetición de parte o el total de varios de los procesos.

En documentos anexos, los integrantes del Honorable Consejo encontrarán información que
puede traer a memoria los fallidos procesos de elección de varios funcionarios, en los
cuales el decano Mejía jugó un papel protagónico como postulador; y por lo tanto es en
parte responsable de las irregularidades, el incumplimiento de leyes y anomalías que
provocaron el colapso de los procesos; y que motivaron graves cuestionamientos políticos y
jurídicos.

Resalta el caso del señor Remberto Ruiz, cuya elección como director del Instituto de la
Defensa Pública Penal fue anulada, pues el pleno del Congreso de la República concluyó
que el proceso de postulación fue defectuoso, no se garantizó la idoneidad de los candidatos

1
Adoptado por la VI Cumbre Iberoamericana de Presidentes de Cortes Supremas y Tribunales Supremos de
Justicia, celebrada en Santa Cruz de Tenerife, Canarias, España, los días 23, 24 y 25 de mayo de 2001.
1
e incluso hubo ilegalidades que obligaron a la Corte de Constitucionalidad a enmendar las
decisiones.

Mejía Orellana ha sido vinculado con Roberto López Villatoro, conocido como el “Rey del
Tenis”, y quien ha sido señalado de orquestar la cooptación de las distintas entidades del
sector justicia. El otrora titular de la Comisión Internacional contra la Impunidad en
Guatemala (CICIG), Carlos Castresana, afirmó que López Villatoro coordina intereses de
estructuras paralelas y resaltó en varias oportunidades que desde hace varios años está
cooptando magistrados de diversos órdenes jurisdiccionales y jerarquías, con el propósito
de controlar directa o indirectamente tanto las Cortes de Apelaciones y Corte Suprema de
Justicia, como otras instituciones de justicia.

En una exposición presentada a los jefes de bloque del Congreso, en octubre de 2009, con
ocasión de la elección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia, el jefe de la CICIG
afirmó que López Villatoro está vinculado a bufetes que han participado en adopciones
clandestinas. También lo ligó a despachos jurídicos que defienden reiteradamente a
personas sindicadas por narcotráfico, así como a militares, en activo o retirados,
involucrados en abusos en derechos humanos y actos de corrupción, y también a oficinas
jurídicas relacionadas directa e indirectamente con partidos políticos.

El ex Comisionado de la CICIG, Carlos Castresana, manifestó expresamente que Mejía


Orellana está directamente relacionado con López Villatoro y habría sido influido por éste
para la selección que hizo en la Comisión de Postulación del proceso para elegir al Fiscal
General de la República2.

De hecho, el propio Roberto López Villatoro ha reconocido y declarado que Bonerge


Amílcar Mejía Orellana es miembro de su movimiento El Diario Siglo Veintiuno, en la
edición del 07 de octubre de 2009, publicó:

López reconoció que tiene una agrupación de abogados llamada “justicia para
el cambio”, en l cual ha participado activamente. “Tuvimos una alianza con la
planilla apoyada por el Gobierno, pero se rompió una semana antes de que
iniciara el trabajo de la comisión de postulación. Añade que el decano de la
Facultad de Derecho de la Universidad de San Carlos, Bonerge Mejía, “es parte
de nuestro movimiento”3.

Este vínculo hace suponer que habría casos de índole política o en los que se vieran
involucrados determinados sectores, en que podría tenerse relación con las partes y el
objeto del caso, e incluso tener una opinión preconstituida sobre el mismo. Ello supondría
una afrenta a la independencia e imparcialidad judicial que debe imperar en la Corte de
Constitucionalidad.

2
Lista causa rechazo. Siglo XXI, martes 20 de abril de 2010. CICIG: debe frenarse la lista para Fiscal. Siglo
XXI, edición del 14 de mayo de 2010. Postulador Cruz: Rey del Tenis “sí me apoyó”, nota en prensa, 15 de
mayo de 2010, Manuel Hernández en Siglo XXI.
3
CICIG liga a cuatro magistrados electos con grupo paralelo, nota en prensa, 7 de octubre de 2009, Siglo
XXI, Manuel Hernández y Suseth Casasola, también disponible en http://128.121.66.148/noticias/31485
2
Debe recordarse que un Magistrado de la Corte de Constitucionalidad no sólo debe ser
imparcial e independiente, sino que también debe parecer que es imparcial e independiente.
En el caso bajo examen, los vínculos de Mejía Orellana con sectores apartados de la
transparencia, lo privan de esa apariencia.

Es imperativo evitar que, en el marco de la extendida corrupción política existente en


Guatemala, las redes de tráfico de influencias intenten garantizarse la impunidad,
colocando en puestos de responsabilidad en la estructura del Tribunal Constitucional, a
magistrados influenciables que pueden dictar fallos a su conveniencia.

2. De la ausencia de independencia e imparcialidad para ejercer el cargo de


Magistrado de la Corte de Constitucionalidad. A fin de fundamentar la importancia de
elegir magistrados idóneos, exentos de vinculaciones oscuras, abordaremos a continuación:
la necesaria imparcialidad e independencia de la Corte de Constitucionalidad, los
estándares legales aplicables, y el encuadre del caso bajo examen.

2.1 De la necesaria independencia e imparcialidad de la Corte de Constitucionalidad.


Sólo un magistrado independiente puede dictar fallos imparcialmente, basándose en la
Constitución Política de la República; y de ese modo, también proteger los derechos
humanos y las libertades fundamentales de la persona. A fin de que esta tarea esencial sea
realizada eficientemente, la sociedad debe tener plena confianza en la capacidad de los
magistrados para cumplir con sus funciones de manera independiente e imparcial.

De esa cuenta, si la designación de los Magistrados de la Corte de Constitucionalidad está


interferida por criterios políticos, ya sea por sumisión partidaria, cuotas por grupos políticos
o clientelismo, se mina esa confianza. En ese caso, quienes ocupen las más altas
magistraturas del Tribunal Constitucional deberían sus puestos y su permanencia a quienes
les llevaron al cargo y estos retendrían un enorme poder sobre los magistrados. Esto
incidiría negativamente en el ejercicio de las funciones de los magistrados, creando un
entorno favorable a la comisión de actos de corrupción y al tráfico de influencias.

2.2. Estándares legales internacionales sobre independencia e imparcialidad judicial


que se vulnerarían en caso se designe a Bonerge Amílcar Mejía Orellana como
Magistrado de la Corte de Constitucionalidad. El Estado de Guatemala es signatario de
varios instrumentos internacionales que preceptúan disposiciones para garantizar la
independencia e imparcialidad de los jueces y magistrados4. Asimismo, también debe
observar otros parámetros que han fijado el Sistema de Naciones Unidas5 y el Sistema
Interamericano al respecto.

4
La Convención Americana sobre Derechos Humanos (Decreto del Congreso de la República número 6-78,
del 30 de marzo de 1978), norma en su artículo 8 que toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas
garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial. Por
su lado, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (Decreto del Congreso de la República número
9-92, del 19 de febrero de 1992), en su artículo 14 estipula que toda persona tendrá derecho a ser oída
públicamente y con las debidas garantías por un tribunal competente, independiente e imparcial.
5
Los Principios Básicos de las Naciones Unidas relativos a la Independencia de la Judicatura estatuyen que
las personas seleccionadas para ocupar cargos judiciales serán personas íntegras e idóneas y tendrán la
formación o las calificaciones jurídicas apropiadas (Adoptados por el Séptimo Congreso de las Naciones
Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, celebrado en Milán del 26 de agosto al 6
3
Al tenor de esos estándares internacionales, la imparcialidad de un tribunal puede definirse
como la ausencia de parcialidad, animosidad o simpatía hacia cualquiera de las partes. La
imparcialidad de los tribunales debe ser examinada desde una perspectiva subjetiva al igual
que objetiva.

En ese sentido, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos hace una distinción entre un
enfoque subjetivo, que procura establecer la convicción personal de un juez dado en una
causa dada, y un enfoque objetivo, que busca determinar si ofreció suficientes garantías
para eliminar toda duda legítima al respecto6. El primero de estos conceptos es
denominado imparcialidad subjetiva; el segundo, se denomina imparcialidad objetiva. Un
juicio sólo es justo si el juez, además de ser imparcial, es percibido como tal.

De similar manera, en su Informe sobre Terrorismo y Derechos Humanos, la Comisión


Interamericana de Derechos Humanos afirmó que la imparcialidad de los tribunales debe
ser evaluada desde una perspectiva subjetiva y objetiva para garantizar la inexistencia de
un prejuicio real de parte del juez o el tribunal, así como garantías suficientes para evitar
toda duda legítima en este sentido. Estos requisitos, a su vez, exigen que el juez o el
tribunal no abriguen sesgo real alguno en un caso en particular y que el juez o el tribunal
no sean razonablemente percibidos como inclinados por un sesgo de este tipo7.

De singular relevancia para la configuración de esta objeción resulta el fallo pronunciado


en el caso De Cubber por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. En este se sostuvo
que en esta materia, incluso las apariencias pueden revestir importancia. Además,
invocando un viejo adagio inglés citado en el precedente que estableció en el caso Delcourt,
recordó que justice must not only be done; it must also be seen to be done (la justicia no
debe sólo hacerse, también debe verse que se hace)8.

El Estatuto del Juez Iberoamericano dispone que la imparcialidad del juez ha de ser real,
efectiva y evidente para la ciudadanía, por lo que adopta una postura similar a la
jurisprudencia y doctrina internacionales sobre el tema.

A fin de que la independencia e imparcialidad objetiva y subjetiva de los magistrados de la


Corte de Constitucionalidad sean reales y firmes, debe evitarse la selección en función de la
militancia política o la amistad o parentesco con políticos relevantes, puesto que ello se ha
mostrado como un camino hacia la corrupción grave del sistema9. En esa línea, el Comité

de septiembre de 1985, y confirmados por la Asamblea General en sus resoluciones 40/32 de 29 de noviembre
de 1985 y 40/146 de 13 de diciembre de 1985. Lo citado corresponde al Principio 10).
6
Con respecto a esta distinción véase, entre otros: Piersack c. Bélgica, sentencia del Tribunal Europeo de
Derechos Humanos, del 1 de octubre de 1982, Serie A53, párr. 30; y Daktaras c. Lituania, sentencia del
Tribunal Europeo de Derechos Humanos, del 10 de Octubre de 2000, párr. 30.
7
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Informe sobre Terrorismo y Derechos Humanos,
Documento de la OEA, OEA/Ser. L/V/II.116. Doc. 5 rev. 1 corr., 22 de octubre de 2002, párr. 229.
8
Puede consultarse la sentencia del caso De Cubber en Tribunal Europeo de Derechos Humanos,
Jurisprudencia 1984-1987, Madrid, España: Cortes Generales, s.f., p. 257-265.
9
Villoria, Manuel (2002), La corrupción judicial: razones de su estudio, variables explicativas e instrumentos
de combate en España, disponible en
http://unpan1.un.org/intradoc/groups/public/documents/CLAD/clad0044122.pdf
4
de Derechos Humanos recomendó a Bolivia que el nombramiento de los jueces y
magistrados se basara en su competencia y no en su filiación política10.

Resulta entonces que, para garantizar la independencia e imparcialidad de la Corte de


Constitucionalidad, sus Magistrados no deben, ni efectivamente ni en apariencia, guardar
vínculos con intereses políticos o sectoriales.

Por lo anteriormente expuesto, particularmente en el Numeral 1 de este documento, se


solicita que el Consejo Superior Universitario de la Universidad de San Carlos de
Guatemala se abstenga de elegir a Bonerge Amílcar Mejía Orellana, a la luz de lo que
dictan la Constitución Política de la República y los instrumentos internacionales.

3. De la oportunidad para presentar objeciones. El Consejo Superior Universitario de la


Universidad de San Carlos de Guatemala estableció las fechas 16, 17 y 18 de febrero de
2011 para recibir objeciones fundamentadas en contra de los aspirantes del proceso que
lleva a cabo para designar Magistrado titular y suplente de la Corte de Constitucionalidad.
Con fundamento en esta disposición, solicitamos lo siguiente:

PETICIÓN

1. Se admita para su trámite la presente objeción en contra de Bonerge Amílcar Mejía


Orellana.
2. Se tomen en consideración nuestros argumentos y los documentos anexos que
respaldan el planteamiento.
3. Oportunamente, se determine que la objeción en contra de Bonerge Amílcar Mejía
Orellana está fundamentada; y, en consecuencia, NO se le designe como Magistrado de
la Corte de Constitucionalidad.

Guatemala, 17 de febrero de 2011

10
Observaciones Finales del Comité de Derechos Humanos: Bolivia, Documento de la ONU
CCPR/C/79/Add.74, párr. 34.

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