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El refrán

En la lengua española, la denominación refrán ha conocido una gran difusión hasta el


punto de arrinconar a proverbio que se asocia a una paremia culta como los proverbios
bíblicos, frente al refrán, paremia popular o popularizada.

Miguel de Cervantes, en Don Quijote de la Mancha, nos define lo que es un refrán: "los
refranes son sentencias breves, sacadas de la experiencia y especulación de nuestros
antiguos ancianos". Seguirá diciendo Don Quijote sobre la utilidad de los refranes:
"cualquiera de los que has dicho [, Sancho,] basta para dar a entender tu pensamiento"
(Segunda parte, capítulo XVII).

Los refranes son sentencias breves, habitualmente, de autor desconocido. No obstante,


muchas frases literarias y bíblicas ha pasado a formar parte del refranero popular. La
mayoría de los refranes son observaciones acuñadas por la experiencia colectiva a lo largo
del tiempo, con temas que van desde la meteorología hasta el destino invariable y
fatalista de existencia. Constituyen el bagaje cultural del pueblo en tiempos en los que la
tradición oral pasaba la sabiduría popular de una generación a otra.

Su estructura suele ser pareada y recurren tanto a la prosa y verso como a figuras
literarias (antítesis, elipsis o paralelismo) para facilitar su perpetuación oral.

Paremiología

La paremiología (del griego paroimía, proverbio + logos, tratado) es la ciencia que estudia
los refranes, los proverbios y demás enunciados cuya intención es transmitir algún
conocimiento tradicional basado en la experiencia. La paremiología comparada establece
relaciones entre los refranes y demás enunciados sentenciosos de diferentes idiomas y
culturas.

La paremiología aprovecha para extraer de los proverbios la información acumulada a


través de cientos de años de historia. Esta información puede ser de muchos tipos:
sociológica, gastronómica, meteorológica, histórica, literaria, zoológica, cinegética,
toponímica, lingüística, lexicográfica, religiosa, agronómica... Con frecuencia un refrán
nace como condensación de un chascarrillo o cuentecillo tradicional, y expresa las
creencias y supersticiones populares con más fidelidad que otras formas literarias. En
otras ocasiones, por el contrario, posee un origen culto que deriva de los sermones que
durante la Edad Media se pronunciaban en lengua vernácula. Posee una particular
retórica, en la que se cruzan el ritmo, el paralelismo, la antítesis, la elipsis y los juegos de
palabras.
Refranero

Se denomina refranero a la colección de enunciados breves sentenciosos populares o


popularizados. Tal repertorio constituye el compendio de la sabiduría de un pueblo. De ahí
que habitualmente se diga el refranero popular. Los refraneros se suelen clasificar por
zonas geográficas, lenguas o temáticas.

Miguel de Cervantes, en su obra Don Quijote de la Mancha, nos define lo que es un refrán:
"los refranes son sentencias breves, sacadas de la experiencia y especulación de nuestros
antiguos sabios" (Segunda parte, capítulo LXVII).

En lengua castellana, ha habido diversos recopiladores de estas paremias, que componían


refraneros, ya que estas sentencias populares necesitan de autores cultos para
transmitirse (especialmente en las épocas en las que son las personas cultas las que saben
escribir). Así, uno de los refraneros más antiguos que conservamos es Refranes que dicen
las viejas tras el fuego, del Marqués de Santillana.

Además, muchas de las más importantes obras de los Siglos de Oro incorporan numerosos
refranes: Libro de Buen Amor, El Corbacho, El lazarillo de Tormes, El Quijote...

En los últimos decenios están publicándose muchos refraneros, ya sean en una o en varias
lenguas de trabajo.

La Real Academia define al refrán como: "Dicho agudo y sentencioso de uso común".
Definición ésta que no abarca en toda su magnitud las características de estas expresiones
idiomáticas. Los refranes no pertenecen a ningún autor, ni compilador, ni institución; si no
que nacen de los decires del pueblo, y a él han de volver necesariamente como una forma
de expresión lingüística que contiene toda la tradición del idioma, siendo un impagable
legado de las generaciones pasadas.
Todos los refranes poseen un contenido, que puede indicar:
Una enseñanza, un hecho de experiencia, un pensamiento, un componente simbólico o
metafórico. Y tienen además rasgos de:
Popularidad, practicida y generalidad.
Hay refranes de características locales: aquellos que una comunidad genera adaptados a
sus circunstancias particulares, a su ámbito geográfico, laboral, social, etc.
Existen otros de características generales, que tienen una especial configuración temática
y afectan al ser humano independientemente de sus condiciones concretas.
Generalmente son de orden sentimental o moral.
El refranero es empírico: nace de la experiencia y observación acumulada durante siglos
en una comunidad o grupo social. Teniendo la característica de ofrecer de manera
sintética, breve, concisa y ajustada, una valoración general referente a un sinnúmero de
temas posibles.
A los refranes, debemos considerarlos por su "composición artística" ya sean simbólicos o
metafóricos, comparativos o descriptivos, sentenciosos, jocosos o irónicos. Algunos de
ellos formas literarias como la rima.
Los refranes y los proverbios pueden considerarse frases sentenciosas populares que
cumplen generalmente con su función de sentencia. Generalmente los proverbios tienen
carácter filosófico y autoría individual, mientras que en los refranes la autoría es anónima
o colectiva.

Ejemplos

Si un negocio te abruma por el principio, comiénzalo por el fin.


Estar en ayunas no mata, pero la glotonería sí.
La primera vez que me engañes la culpa será tuya; la segunda vez, la culpa será
mía.
Caracol estresado, no pases por su lado.
A lo hecho, pecho.
El asno de Arcadia, lleno de oro y come paja.
Hombre prevenido vale por dos.
Más vale pájaro en mano que ciento volando.
A mal tiempo buena cara.
El que trabaja no come paja.

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