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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA INDOAMÉRICA

FACULTAD DE JURISPRUDENCIA CIENCIAS POLÍTICAS Y


ECONÓMICAS

CARRERA DE DERECHO

- Filosofía del Derecho-

ESTUDIANTE: Edison Javier Ordóñez.


DOCENTE: Dr. Willam Enrique Redroban B. Msc.
CICLO: Segundo.
PERÍODO ACADÉMICO: DB-20.

Ambato, 17 de enero de 2020.


La Justicia-Hans Kelsen.

La obra inicia haciendo un análisis de la controversial trama que se suscita en su época, cuando

Jesús de Nazaret, al ser interrogado por el gobernador romano, admitió ser un rey, más agregó:

“Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad”. Pilato

preguntó entonces: “¿Qué es la verdad?”. Es evidente que el incrédulo romano no esperaba

respuesta al interrogante: el Justo, de todos modos, tampoco la dio. Lo fundamental de su misión

como rey mesiánico no era dar testimonio de la verdad. Jesús había nacido para dar testimonio de

la justicia, de esa justicia que deseaba se realizara en el reino de Dios. Y por esa justicia fue muerto

en la Cruz.

El concepto de Justicia se encuentra en el centro de las discusiones actuales de la filosofía

política. Hans Kelsen, tal vez el jurista más importante del siglo XX trabajó el concepto desde

perspectivas que hoy permanecen descuidadas. La escasa atención que ha recibido el concepto

relativista de la justicia sostenido por Kelsen tiende a empobrecer las discusiones sobre la Justicia

de hoy. Es por esto que se emprende aquí la relectura de la obra de Kelsen en torno al concepto

mencionado. Así, se mostrarán un par de errores en su argumentación, no atribuibles

naturalmente a su incapacidad sino a su afán por refutar las concepciones de Justicia que criticó.

La lectura de Kelsen es considerada en el mundo jurídico como fundamental, inaplazable,

ineludible. Existen, por supuesto, múltiples razones: el renombre y la importancia alcanzados por

Hans Kelsen no se obtienen gratuitamente. El mayor de los méritos de este autor es haber dedicado

su vida completa, finita como todas, a los asuntos concernientes a la ciencia jurídica. Una vida así

deja un legado invaluable: mucho sobre lo cual dialogar. Dialogar, proponer, en la medida de lo

posible, es lo que trata en sus obras Kelsen, y es La Justicia una obra de mucha profundidad para

el argumento social, político, jurídico que el autor plasma con mucha empatía.
Hans Kelsen en su obra La Justicia, determina en primer lugar, una cualidad posible pero no

necesaria de un orden social que regula las relaciones mutuas entre los seres humanos. Sólo

secundariamente es una virtud humana, ya que un hombre es justo, si su conducta se adecúa a las

normas de un orden social supuestamente justo. Pero, ¿qué significa realmente decir que un

orden social es justo? La visión que da Kelsen a este interrogante es que este orden social regula

la conducta de los hombres de un modo satisfactorio para todos, es decir, que todos los hombres

encuentran en él la felicidad. La búsqueda de la Justicia es la eterna búsqueda de la felicidad

humana.

El deseo de Justicia es tan elemental y se encuentra tan fuertemente enraizado en la mente

humana, porque es una manifestación del deseo indestructible del hombre de su propia felicidad

subjetiva. La idea de Justicia como principio que garantiza la felicidad individual de todos se

transforma en un orden social que protege ciertos intereses socialmente reconocidos por la

mayoría como dignos de ser protegidos. Por tanto, la Justicia es necesaria en aquel orden social

en que sean posibles los conflictos de intereses. Donde no existen intereses en conflicto no se

necesita la Justicia. Un conflicto de intereses se presenta cuando una necesidad sólo puede

satisfacerse a expensas de otra, es decir, cuando hay un conflicto entre dos valores y no es

posible ponerlos en práctica al mismo tiempo.

De la misma manera, Es cierto que la palabra Justicia también es usada con frecuencia en el

sentido de adecuación al derecho positivo y, más concretamente, de adecuación a la legalidad. El

término “injusto” tiene entonces el significado de que se aplica una norma general a un caso pero

no a otro que presenta similares caracteres y eso sucede con independencia del valor que se

atribuya a la norma aplicada. De acuerdo con este juicio lingüístico, el juicio emitido sobre la

justicia solo expresa el valor relativo de la adecuación de la norma. “Justo” es entonces tan solo

otra palabra para decir “jurídico”.


El término Justicia en sentido propio, diferente del sentido estrictamente jurídico, tiene el

significado de un valor absoluto, al no ser este susceptible de conocimiento racional. La Justicia,

de este modo expuesto, hay que entenderla como un orden superior al derecho positivo y

diferente de él, que, en su validez absoluta, trasciende toda experiencia, al igual que la idea

platónica trasciende el mundo real y al igual que la trascendente cosa en sí va más allá de los

fenómenos. Sin embargo, la necesidad de una justificación absoluta parece superar cualquier

consideración racional. De ahí que el hombre intente satisfacerla mediante la religión y la

metafísica. Esto implica trasladar la Justicia absoluta del más acá al más allá. Se transforma

entonces en la cualidad esencial de un ser suprahumano: Dios. Este ente tiene como función

esencial la realización de esta Justicia absoluta y cuyas cualidades y funciones son inaccesibles al

conocimiento humano.

El hombre se ve obligado a creer en la existencia de Dios, por tanto, en la existencia de una

Justicia absoluta, pero carece de la capacidad suficiente para entenderla. Los que no se doblegan

a aceptar esta solución metafísica al problema de la Justicia y mantienen la idea de valores

absolutos en espera de poder determinarlos de un modo científico y racional, se engañan

creyendo que es posible encontrar en la razón humana algunos principios fundamentales de los

que poder deducir valores absolutos. Realmente estos valores están determinados por elementos

emocionales. Los valores absolutos determinados de este modo y, sobre todo, la definición de la

idea de Justicia, no son más que fórmulas vacías que pueden servir para justificar cualquier orden

social.

Hans Kelsen en su obra ¿Qué es la Justicia? (2001), dice que la definición de justicia con la

reconocida frase, de dar a cada uno lo suyo es aceptada por notables pensadores y filósofos del

derecho, pero Kelsen la considera completamente superficial ya que su análisis es que no se sabe

lo que cada uno puede considerar suyo. Es así que menciona que La justicia es ante todo una
característica posible pero no necesaria de un orden social. Con esta apreciación podemos

considerar que contradice a Platón, quien identifica a la justicia con la felicidad en su mundo de

las ideas cuando afirma que sólo el justo es feliz y el injusto desgraciado. En este particular

Kelsen manifiesta que es un suceso virtuoso secundario pues un hombre es justo cuando su

conducta concuerda con un orden que es considerado justo. Para él la aspiración de justicia es la

eterna aspiración del hombre a la felicidad y al no poder encontrarla como individuo aislado la

busca en la sociedad. Si la justicia es la felicidad, es imposible que exista un orden social justo.

Finalmente, La Justicia como inaccesible idea metafísica o como valor moral absoluto es a lo

que se refiere Kelsen cuando afirma que la Teoría “Pura” del Derecho quiere librar a la ciencia

jurídica de todos los elementos extraños que no pertenezcan al objeto señalado como Derecho.

Así, el autor redefine el papel que la Justicia cumple en orden al derecho y delimita su

significado al restringirlo al ámbito de un orden social dado. En este sentido, justicia se identifica

con legalidad o ilegalidad, es decir, un individuo es justo en la medida en que cumple las normas

establecidas por un orden jurídico determinado.

Ahora bien, este arreglo conceptual es insuficiente para solucionar el problema fundamental

que está en el trasfondo de la necesidad purificadora de Kelsen. Determinar cuándo una conducta

se subsume o no en una norma jurídica depende de un juicio de valor que puede ser objetivo o

subjetivo; el primero es independiente de los sentimientos y los deseos y el segundo no. Por tanto,

con el primer tipo de juicio se logra determinar una conducta justa o injusta. “La afirmación de

que determinada conducta es legal o ilegal es independiente de los sentimientos y deseos del que

juzga, y puede ser verificada de una forma objetiva. Sólo en el sentido de legalidad puede el

concepto de la justicia entrar en el ámbito de la ciencia jurídica


Criterio Personal.

Hablar sobre la Justicia es un poco utópico, ya que el ser humano se halla limitado por sus

múltiples emociones y necesidades, las mismas que llevan a tomar decisiones de manera ligera y

en ocasiones sin resumir todos los argumentos de la razón, generando un conflicto de una manera

muy ajena y egoísta, de tal manera esto produce una decisión muy injusta y poco equilibrada, ya

que siempre va a estar presente el miedo y también la frustración, en la determinación del

hombre. Se debe considerar desde otro ángulo que la justicia es un sueño e ideal poco racional,

impidiendo el conocimiento completo debido a los conflictos de intereses entre los individuos.

Finalmente estoy consciente que la justicia como valor jurídico es la absoluta cualidad por la

cual un acto humano es justo, aun cuando éste no tenga el acompañamiento del coraje y la

entereza, siendo así, la justicia es simplemente el ajuste de las relaciones sociales con el orden

jurídico (norma, leyes) a fin de hacer posible que la vida del hombre en su colectividad (sociedad)

se lleve a cabo de la mejor manera posible, armoniosamente, sin complicaciones. Por eso será

bien vista la justicia desde lo moral hasta lo social, y consiste en dar a cada uno lo que

corresponde de acuerdo a las condiciones impuestas por acción y norma del derecho.
Bibliografía.

KELSEN, H. (2001). ¿Qué es la Justicia? Original 1.953. Traducción de Ernesto Garzón


Valdés, México, Biblioteca de Ética, Filosofía del Derecho y Política,
Distribuciones Fontamara S.A. Décima tercera edición.

Pendiente, R. ¿Qué es la justicia? by Hans Kelsen, Ernesto Garzón. Revista Mexicana de


Sociología, 26(3), 900-902.

Mayor, A. Á. (2008). ¿Qué es la Justicia? de Hans Kelsen. Frónesis: Revista de filosofía


jurídica, social y política, 15(3), 151-157.

-Xaverius-

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