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GRITOS Y SUSURROS
JAVIER CARABALLO / J. CARO ROMERO
Alfonso Guerra,
predilecto de última hora .
No era la primera opción, pero su elección de
última hora como hijo predilecto de Andalu-
cía supone, al margen de la anécdota de có-
mo se géstó la designación, la confumación
de una etapa política distinta en el PSOE de
Andalucía: estamos ante la rehabilitación po-
lítica de Alfonso Guerra como referente del
socialismo andaluz. Enfrentado a Manuel Chaves casi desde el inicio
de éste al frente de la presidencia de la Junta de Andalucía (Chaves
sostiene que, cuando llegó a la Junta, Alfonso Guerra le obligó a ele-
gir entre Felipe González y él, algo que el ex vicepresidente niega de
forma categórica: «es mentira»), la cruenta pugna entre guerristas y
renovadores llevó al ex número dos socialista a la total marginación
en el PSOE andaluz durante las dos últimas décadas. La única cuota
que se le ha respetado durante.todo este tiempo ha sido su presencia
como número uno de la candidatura del PSOE al Congreso por Sevi-
lla. Pero nada más. Con la salida de Chaves de la Presidencia de la
Junta de Andalucía, el 'veto' ha comenzado a desaparecer ya Alfon-
so Guerra se le puede ver ya en actos convocados por el PSOE o por
la Junta de Andalucia en los que, hasta ahora, 'su presencia era inima-
ginable. Como hace un par de semanas, cuando acudió, del brazo de
la consejera portavoz, Mar Moreno, a la inauguración de una mues-
tra sobre la Transición española. Y esta semana, su elección como hi-
jo predilecto de Andalucía. Bien es cierto que, según se cuenta en el
PSOE andaluz, la elección de Alfonso Guerra se realizó casi a última
hora, muy pocos días antes' de la reunión del Consejo de Gobierno
porque la persona a la que se iba a designar para esa distinción de hi-
jo predilecto (se habla de un alto mandatario socialista europeo) se
cayó del cartel por problemas irresolubles de agenda. fue entonces,
al quedarse vacante la plaza, cuando surgió el nombre de Alfonso
Guerra y Griñán lo aceptó. ¿y quién lo propuso? Esa es la gran nove-
dad, porque la persona que, desde hace un tiempo, se ha convertido
en la gran valedora de Alfonso Guerra en el seno del PSOE es la se-
cretaria de Organización, Susana Díaz. Cuando supo que en la Jun-
ta estaban buscando, a la desesperada, un hijo predilecto, se fue di-
recta a Griñán y le propuso el nombre de Alfonso Guerra. Y Griñán,
que tiene una fe ciega en los jóvenes de su guardia pretoriana, acep-
tó. Como colofón, ella misma ha sido la artífice de que Guerra cierre
la lista del PSOE a la Alcaldía de Sevilla. En el partido han visto en es-
tas jugadas de la secretaria de Organización la confirmación de una
sólida relación política: «Susana Díaz, que es una de las más listas y
más ambiciosas de la actual ejecutiva, ha entablado una estrecha re-
lación con Guerra porque busca el respaldo histórico, el pedigri del
que carece por su edad». Con las diferencias abismales que existen
entre ambos en todos los terrenos, lo que tienen claro en el PSOE, pa-
rece que ambos se entienden con facilidad cuando hablan de políti-
ca. Quienes hablaban de las estrategias de la 'número dos' del PSOE
como el «susanismo-leninismo», no se habrán sorprendido de esta
unión. En una ocasión, a Guerra le preguntaron en una entrevista por
su idea de la venganza. Y dijo: «La venganza verdaderamente gratífi-
cante es la que ejerce otro, sin que usted tenga ninguna intervención.
Ésa es la venganza verdadera, porque no mancha». En este caso, pa-
rece evidente que Alfonso ha seguido literalmente el guión.