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LUYS SANTAMARINA, HIDALGO Y


POETA

España pierde su Ciencia

UN BUEN EJEMPLO A SEGUIR

LUYS SANTAMARINA, HIDALGO Y POETA

Este año 1998 pasará, desde luego, como el año de los centenarios. Además del que
conmemora la pérdida de las últimas posesiones españolas de ultramar, y ya en términos
literarios, del centenario de García Lorca o de Dámaso Alonso (éste último tratado en el
anterior número de HAZ), como estudiantes falangistas no se nos puede pasar otra
efeméride centenaria, como es la del nacimiento en Santander, hace un siglo, del escritor
falangista Luys Santa Marina.

Como breve reseña de su hacer político, hay que decir que, originalmente afiliado a las
JONS, después fundador de la Falange barcelonesa y amigo personal de José Antonio,
fue Luys el que, según parece, propuso la camisa azul como uniforme de la Falange en
aquella reunión del Primer Conscjo Nacional, a las puertas dc la revolución izquierdista y
secesionista de Octubre dc 1934. Luys participó, como el resto dc los intelectuales
falangistas de primera hora, cn las charlas de "La Ballena Alegrc", aquellas tertulias que
José Antonio mantenía en dicho café madrileño, de las cuales nacería nuestro himno de
amor y de guerra, el Cara al sol. En Barcelona, por su parte, poseía su propia tertulia en el
café Lyon d'Or, con autores vanguardistas y republicanos, que trabajaban a su lado en la
revista "Azor", que él dirigía.

Como Jefe de la Falange barcelonesa, Luys fue el encargado, ya desde poco después de

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la fundación de Falange Española, de entablar contactos con Ángel Pestaña, destacado
sindicalista de la CNT. Dichos contactos, que se prolongaron hasta finales 1935, no dieron
el fruto deseado debido a las desproporcionadas exigencias de Pestaña.

El comienzo de la Guerra Civil encontró a Luys en Barcelona, con las armas en la mano,
en una de las columnas que se dirigían al cuartel del Bruc. Al frente de una sección de
falangistas se apoderó por sorpresa de las dependencias militares y de la Capitanía.
Fracasado el levantamiento allí, Luys consiguió huir, pero fue detenido en una de las calles
de la Ciudad Condal a los pocos días. Juzgado y condenado a muerte en tres ocasiones
(por lo que se hizo coser, tras la guerra, tres calaveras en su camisa azul, bajo el yugo y
las flechas), se le conmutaron dichas penas por la de cadena perpetua, debido a la
intercesión en su favor que hizo la mayoría de la intelectualidad barcelonesa, entre ella los
escritores del Ateneo, dominado por la izquierda.

Preso en el vapor Uruguay y posteriormente en el castillo de Montjuich, en la cárcel


Modelo de Barcelona, en la prisión de Sabadell, en el penal de Figueras, en Vie, en Ansias
March, en Chinchilla y en Mislata... Un auténtico peregrinaje carcelario que duraría dos
años.

El final de la Guerra le llegó en la cárcel de San Miguel de los Reyes, donde encabezó una
sublevación de reclusos y, con la ayuda de presos comunes y falangistas encarcelados, se
hizo con la plaza antes de que llegaran las tropas para su liberación.

Al terminar la contienda, fue Consejero Nacional del partido único y, más tarde, diputado
en Cortes. También acabó dirigiendo el diario "Solidaridad Nacional" (el antiguo
"Solidaridad Obrera" anarco-sindicalista) y presidiendo al Ateneo barcelonés. En contraste
con su falangismo, siempre sintió adoración por la figura de Franco, lo que no implicó que,
en determinados momentos, se sintiera ciertamente desengañado. Desde luego, a
"beneficiados" por aquel régimen, jamás tuvo coche y acabó viviendo en una buhardilla
(sin ascensor), rodeado de galos, de una forma sencilla. Calificado de hombre extraño, era
una persona solitaria (pero hospitalario en su viejo "refugio" de la buhardilla), vegetariano y
de carácter vehemente. Y Luys, frente a otros que nunca sintieron su camisa azul y que
vivieron aprovechándose de ella, una vez condenado al olvido por la mayoría, siguió
vistiendo su uniforme de siempre hasta que, en la Barcelona que presidió la mayor parte
de su existencia, se apagó en 1980 su vida y pasó a ocupar su puesto en los luceros.

En materia literaria, cabe señalar que Luys fue lector asiduo de los místicos españoles, y
que su carácter literario y artístico ha sido calificado por algunos de "manierismo" en pleno
siglo XX. Entre sus obras, desde luego, se encuentran rasgos clásicos con ciertos toques
bohemios. Su estilo, a tiempos arcaizante o coloquial. Fue definido como robusto y al
mismo tiempo delicado.

La primera de sus obras se tituló "Tras el águila del César (Elegía del Tercio. 1921 -1922)".
Tenía ciertos aires racistas sin duda reprobables, que tal vez fueran la causa del secuestro
por la ccnsura, en 1939, de la segunda edición de este libro.

Escribió más tarde, entre otras obras, diversas biografías, entre ellas una del Cardenal
Cisneros y otra de Zurbarán, además de la titulada "Hacia José Antonio". Sobre la vida del
Fundador y Jefe Nacional de la Falange. Otras obras destacadas son "Karla y otras

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sombras" y "Perdida Arcadia". Este último libro, recuerdo de su infancia, ha sido calificado
de nostálgico y melancólico, propio del carácter casi romántico de esa parte de su obra
literaria sin tinte político. Dionisio Ridruejo había dicho de él, precisamente, que "hahlando
parcela un fanático y actuando resultaba un liberal". Tal vez a ese talante se debiera la
dualidad entre su personalidad política y su estilo literario.

Pero, aun para los estudiantes falangistas de hoy en día, resulta costoso, moralmente y
literariamente hablando, esa actitud a un camarada, o no en su momento, que contra arca
hizo del azul mahón la carne 10. Al menos nadie, desde luego, podrá lanzarle el reproche
al que estamos latidos hasta el momento de la que él expresó así en uno de sus poemas,
recordando a los que dejaron sus sueños de antaño por el camino:

"AI florecer la plata de 1m primeras canas,

piensan ya que pidieron demasiado a la vida

que va, siempre más baja la bala que el deseo.

Escepticismo en suma, final de juventudes...

¿Adónde están ahora? -decidme- ¿qué se hicieron?”

España pierde su Ciencia

Durante el mes de marzo ha venido manifestándose, delante del Ministerio de Educación y


Ciencia (MEC), una parte del colectivo científico español, en denuncia de la vergonzosa
situación de falta de medios económicos a la que se ve sometida la investigación científica
en España.

La actitud de los responsables del MEC, antes de ofrecer soluciones, ha manifestado su


voluntad de ignorar el problema. Sólo de este modo se explican declaraciones como las
realizadas por el director de la Oficina de Ciencia y Tecnología, Fernando Aldana, quien se
refirió a los manifestantes diciendo que "hacen mucho ruido, pero son pocos. "

Las cifras, no obstante, respaldan a una parte de lo dicho por el Sr. Aldana. Si bien las
Universidades, españolas tienen en su haber a un Importante numero de alumnos,
matriculados en carreras científico-técnicas y biosanitarias, muchos de los cuales optarán
por dedicarse a .

1la investigación o a la docencia, el porcentaje de científicos titulados en la sociedad

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española es de sólo 2,9 por cada 1000 habitantes, bastante inferior a la media europea,
que alcanza el 4,9. Esto se explica fácilmente echando un vistazo a las expectativas de un
científico español cn los tiempos actuales.

Pese a que contamos con un gran número de físicos, ingenieros, biólogos, químicos, etc.,
muy cualificados y reconocidos en muchos casos por adineradas y prestigiosas
Universidades e instituciones científicas extranjeras (que se disputan afanosamente su
colaboración), los científicos españoles no encuentran en su propia Patria apoyo alguno
para continuar o financiar sus valiosos proyectos, verdaderas aportaciones al progreso de
la Humanidad en una buena parte de los casos. Las empresas españolas no muestran el
interés que debieran en invertir fondos en Investigación y Desarrollo (1+0). Esto significa
un atraso notable para España, y explica que constantemente se esté recurriendo a
tecnología extranjera, con lo que ello supone de perjuicio económico y social para nosotros
mismos, Es, en fin, un círculo vicioso que ni la iniciativa privada ni las administraciones
públicas se animan a romper.

Esta situación tan precaria ya está dejando ver sus primeros efectos. 1.200 científicos
españoles están a punto de emigrar a países donde han recibido suculentas ofertas;
ofertas que en España no encuentran. Sólo las Universidades o el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) pueden aportar alguna ayuda a aquellos investigadores
que, a pesar lo dicho, aspiran a permanecer en España a toda costa. Pero tampoco la
situación del CSIC es muy envidiable. Dentro de dicho organismo, la falta de medios es
tan acuciante, que muchos de sus investigadores tienen que pagar de su bolsillo, por
ejemplo, viajes de campo o a congresos, ordenadores y otros útiles necesarios para llevar
a cabo su labor. Estos científicos, además, son contratados muchas veces por el CSIC en
calidad de mecanógrafos o administrativos, ya que, de otro modo, el Consejo no podría
pagarles un sueldo.

Estos datos no son de extrañar si tenemos en cuenta que España está a la cola de Europa
en dinero destinado a I+D. Si en España se destina a tal fin sólo el 0,83 % del PIB (unos
600.000 millones de pesetas), la media europea está en el 2 %. La falta de fondos es tan
grande, que el 90 % de los proyectos de investigación financiados públicamente acaban
sufriendo recortes presupuestarios.

Ésta es la situación que se encontrarán muchos universitarios españoles cuando acaben


sus carreras. Y con nuestros doctores y licenciados a las puertas de un forzoso "exilio
económico", a la vez que importamos a gran escala tecnología de fuera, a este paso
crecerá nuestra dependencia económica del extranjero. ¿Es ésta, acaso, otra exigencia
secreta de la Unión Europea? Aunque somos pesimistas al respecto, queremos creer que
no, y esperamos que el Gobierno disponga las medidas necesarias para incrementar los
fondos públicos destinados a 1+0, y que además se haga lo posible por estimular la
inversión privada en el mismo campo. Es difícil, ya lo sabemos, dentro del marco de un
sistema económico capitalista que rechazamos terminantemente, pero de ello depende, en
este momento, el futuro de nuestros jóvenes y el porvenir de España.

UN BUEN EJEMPLO A SEGUIR

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Con motivo de las elecciones universitarias en la Facultad de Derecho de la Universidad
Complutense de Madrid, los medios de prensa han recogido la presentación de la
candidatura del Frente de Estudiantes Sindicalistas, en cuya lista se encuentra el joven
Edison Manuel Regino Venegas, estudiante colombiano de raza negra, procedente de las
filas de la izquierda.

Edison convivió una temporada con la guerrilla comunista de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia. Abandonado poco después de nacer, ha sobrevivido gracias
a la caridad. Es un ejemplo de tesón y afán de superación, pues sus dificultades
personales (tiene una enfermedad que le impide expresarse con claridad) y sus
dificultades económicas (ha pasado hambre y ha llegado a vivir bajo un puente), no le han
impedido convertirse en un voluntarioso estudiante de Derecho. No dispone de beca
alguna y su situación es de máxima precariedad. Nuestro sindicato ha tramitado diversas
ayudas, alguna de las cuales ya ha podido hacerse realidad. Por otra parte, su sensibilidad
humana, social y revolucionaria ha encontrado perfecta respuesta en un movimiento
patriótico y tradicional como es la Falange. Como Manuel Mateo en los años treinta, o
como muchos otros camaradas que -más recientemente- han llegado al FES procedentes
de las filas izquierdistas (por ejemplo, desde las juventudes del PCE), todos aquellos
sinceros luchadores por un mlmdo más justo que habitan en las izquierdas, pero eso sí,
que no hayan contraído compromisos ideológicos con la filosofía marxista, pueden tener
un sitio en el FES y en la Falange. Sin renunciar a sus afanes revolucionarios pero
incorporando con adecuada coherencia la visión tradicional de España a sus empeños
públicos y privados, ésta es la síntesis que necesita España entre la Tradición y toda una
nucva concepción de la propiedad, el capital y el trabajo para redimir a los hambrientos de
siglos de su postración y miseria.

Nuestro camarada Edison nos recuerda también a ese otro camarada negro, miembro de
la central sindical falangista, que fue asesinado durante la II República por los "tolerantes"
de la izquierda, mientras trabajaba en la construcción de la Plaza de Toros de "Las
Ventas".

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