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Dirección

CINENTENDER
Frontal Sonrisas en vez de
golpes
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TIEMPO DE
SOBREMESA VISTAZO
El periodismo hoy VENEZOLANO
en México
Manos que roban
Pag. 3 vidas
Pag. 10
GENERADOR Violencia
Es tiempo de
silencio neuronal
Pag. 5 Pag. 12

México
Jugando Risk
¿violento?
sin Arriesgar
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Dirección Frontal
H emos sido testigos de la liberación de rehenes por parte de las FARC en
Colombia, seguimos atónitos el rescate de treinta y tres mineros chilenos,
ETA propuso una tregua, y el mundo entero se tranquilizó cuando cierto líder
de uno de los países más poderosos del globo terráqueo anunció el retiro de
sus tropas tras una guerra cruenta.

En Transmigración estamos convencidos de que, dados estos hechos, el fu-


turo es promisorio más allá de meros ideales, pero para llegar a él es preciso
forjar un digno presente.

En esta nueva oportunidad que tenemos los que colaboramos en la publi-


cación para interactuar con todos y cada uno de ustedes queremos com-
partir un homenaje a la vida misma.

Dentro de cada opinión expresada, de manera implícita encontrarás un


mensaje resumido en tres palabras: “te queremos vivo”. ¿Por qué expresarlo
ahora? Porque la temporada despierta el deseo de hacer una gala, un ho-
menaje a aquellas personas que trascienden y se convierten en el anhelo de
un alto a la violencia, condenable en cualquiera de sus formas.

Los estudiosos del caso afirman que la agresión física, por ejemplo, es muy
alta en los primeros años de vida, y es por eso que tenemos la encomienda
como sociedad de erradicar ese mal que nos aqueja desde tiempos remotos.

Transmigración pretende, intenta de algún modo despertar conciencias; ser


a través de las palabras un portavoz del deseo de cambio patente no sólo
en México, sino a nivel mundial, y en este número hacemos público un posi-
cionamiento en favor del derecho inalienable que desde la gestación nos
pertenece: La Vida.

Queda en tus manos (o en dado caso, en tu pantalla) esta publicación. Re-


iteramos el interés por tener el honor de que adopten también, por qué no
decirlo, el papel de un consejero editorial que nos ubique, comente, critique
y participe moldeando los contenidos de nuestra Publicación.

No me queda más por ahora que dejar un enorme saludo, poniéndome a


disposición tuya ante cualquier eventualidad, duda, comentario y/o suger-
encia que puedas tener.

Atentamente:

Alejandro García Rueda

Director General Revista Transmigración

Colaboradores:
Alex García
Ana Gabriela Madrigal
Aureliano Castillo León
María Guadalupe Vila
Víctor Alvarado
Director General Mariana Marrufo Estrada
Alex García Isabel Ochoa

Subdirector y Jefe de Redacción Ilustración:


Aureliano Castillo León Ximena Cuenca
Iván Mar
Jefes de Información por Rubro:
Medios: Alex García Diseño Gráfico y Portada:
Salud: Ana Gabriela Madrigal Deisy Reyna Pérez (Deisy Fox)
Creatividad: Aureliano Castillo León Adán González.
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TIEMPO DE SOBREMESA
“El periodismo hoy en México:
Periodismo y Ciudadanos en el fuego cruzado.”

D esde el inicio, el propósito que cómo escritor me he planteado para llevar a ustedes
esta columna es tratar, desde mi trinchera, de revelar lo que sucede “tras bambali-
nas” en la televisión, la radio, la prensa y en la plataforma multimedia que es internet;
cómo es de conocimiento público, la situación para representantes de los medios de co-
municación no ha sido halagüeña y, teniendo en cuenta este entendido, creo justo com-
partir en esta ocasión mi visión acerca de temas que son de nuestra competencia por
el boom a nivel mediático que han tenido. Todo en los medios se da gracias al manejo
de historias dentro del marco actual, aunado a los datos duros que se informan durante
cierta emisión así como el valor agregado que cada tema tiene por sí mismo. Concuerdo
ampliamente con Mario Campos, conductor de “Antena Radio” y colaborador de Foro
Tv, cuando expone dentro de su blog en “El Universal” que hoy son los mismos medios
quienes se convierten en noticia.
Después de acontecimientos sórdidos en contra de periodistas, a quienes han privado de
su libertad el discurso que se plantea no es otro que un llamado a la unidad.

Pero, ¿por qué hablar de esto ahora?


Déjenme responderles: Porque la celer-
idad de los tiempos nos obliga, por la Más allá de las convergencias y
serie de implicaciones que estos acon- divergencias que de un gremio
tecimientos traen consigo y porque sin como éste de los comunicadores
quererlo la agenda ha querido que suelen emanar, se debe abrir bre-
estos hechos cobren un carácter pú- cha –creo yo –al replanteamiento
blico, lo cual impacta con enorme de nuestro accionar y al fortaleci-
fuerza dentro de la cotidianeidad de miento necesario de normativas
cualquier ciudadano.

No sé si a raíz explícitas e implícitas que rijan
de esto los paradigmas –así como los nuestras funciones.

esquemas preestablecidos para hacer, Desde mi particular punto de vis-
pensar, entender y analizar el periodis- ta, amable lector, ahora es poco
mo, –puedan ayudar a que éste logre probable que sepamos darle su
resurgir o renovarse, pero me parece justa dimensión al escenario en
innegable que estos hechos sacudieron el que las circunstancias recien-
al país enormemente. Tanto así que re- tes nos acomodan.

Porque final-
sulta necesaria una revalorización de mente –cómo lo he expresado
nuestros intereses cómo gente estre- desde que las palabras nos unieron
chamente ligada a los medios de co- –es cuestión de percepción.

Ge-
municación.

La situación que nos está neremos discusión, motivemos la
tocando vivir cómo ciudadanos de creación de ideas, dialoguemos
una nación en vías de desarrollo es deli- y sentémonos a escuchar con
cada por donde quiera que se le vea, y detenimiento. Una vez que en-
con esto no descubro el hilo negro.

 tendamos que ese es el camino,
hacer de los acuerdos una realidad
significará que esta prueba ha sido
superada.

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Ciro Gómez Leyva planteaba que si no había condiciones para
una verdadera discusión a nivel mediático, con relación a los cri-
terios para cubrir un rubro importante en sí mismo cómo lo es la
seguridad, el asunto simple y sencillamente se olvidaría.

Actu-
almente en el gremio periodístico no hay cohesión; cada medio
de comunicación tendrá pautas propias para someter al escruti-
nio público los hechos que se consideran relevantes dentro de la
agenda pública, pero eso no quiere decir que las previsiones ante
cualquier eventualidad no estén a la orden del día.


El periodismo está sufriendo transformaciones desde su interior: la


toma de decisiones en todos los niveles en cuanto a qué material
tiene el carácter para convertirse en publicable es –creo yo –uno
de los principales puntos a considerar.

Podemos ser autónomos en
cierto sentido, pero cuidar que la información pase por ciertos filtros
debe ser parte integral de nuestro trabajo, sólo así podremos ofertar
verdaderamente lo indispensable.

La información fuera de toda re-
alidad no hace el mínimo aporte. Una fotografía sin sustento no sirve,
y la discusión en cuanto a las estrategias planteadas para llevar –en
este caso al lector –las impresiones del autor en torno a cualquier
temática, puede seguir hasta disiparse en terrenos supérfluos.


Aprovechemos la oportunidad para examinar, analizar, hacer un
examen de conciencia y reorganizarnos editorialmente pensando
en las condiciones de violencia e inseguridad que hoy, para bien
o para mal, son parte de nuestro presente.

El ciudadano sí se en-
cuentra en el fuego cruzado; una vorágine de información lo con-
vierte en presa fácil, el impacto es a quemarropa, guarecerse sig-
nificaría a estas alturas una total ficción.

Privilegiar la información
es la clara respuesta, misma que poco a poco se deja sentir. Al-
gunos vicios propios de la comunicación están siendo rebasa-
dos, dejando fluir la percepción que los medios tienen de otros y
de sí mismos.

Tenemos una sociedad participante en demasía,
activa en todo momento, propensa a querer información con-
stante, pero también cuidada bajo estándares de calidad, no
de cantidad. Este es el escenario.


¡Lleguemos a conclusiones más allá de la línea de fondo!

Por Alejandro García


Twitter: @RealAleGarcia @AzoteOficial
Facebook: http://www.facebook.com/pages/Alejandro-Gar-
cia-Rueda/343310899017?ref=ts

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GENERADOR Es tiempo de silencio.

“Donde hay poca justicia es un peligro


tener razón.”

Francisco de Quevedo

He pasado mucho tiempo escondido tras el nebuloso panorama de la incertidumbre. He decidido también,
a pesar de ello, seguir y no estorbar en el plan, por ignoto, que me tiene destinado la vida. Sin embargo,
reconozco que de haber sabido que desde la adolescencia me vería involucrado en tantos asuntos de ín-
dole aparentemente jurídica, —derivados casi en su totalidad de actos de violencia y abuso—, y de saber
la cantidad de dinero perdido, habría seguramente, y de una vez por todas, abandonado el sinuoso pero
tremendamente satisfactorio sendero de las letras, para adentrarme, en definitiva, por el perplejo pero in-
falible universo de las leyes. Hago la siguiente relación con miras a ilustrar brevísimamente, algunos sucesos por
los que hube de transitar, —momentos difíciles sin lugar a dudas—, de los que a pesar de todo, —contando
cualquier afectación casi de muerte—, salí muy bien librado. No del todo lo comento para manifestar mi
errada suerte, por el contrario, acaso sirvan las palabras como prevención para aquel intrépido camarada.

La memoria me ha traído el recuerdo


de los años de infancia en cuyo am-
biente tranquilo y admisible, percibido
hasta entonces por mi muy limitado
horizonte, resplandecía por estar libre
de violencia. Ibas donde quisieras,
andabas a cualquier hora sin temer Luego de largas horas de espera, cerca de las cuatro de la madrugada,
nada, sin el miedo y la desconfianza, amablemente se acercó quien parecía ser un funcionario, -—no lo digo
costumbres que hoy nos acompañan por su aparente pedantería sino por el gafete cuya mica resplandecía
a sortear peligrosamente sinfín de vi- holográficamente—, quizás fuera el secretario de turno, era un chaval de
cisitudes. Así fue que en días recientes nariz chata, escaso cabello relamido con sustancia espesa aglutinante
se repitió la historia, pues me vi forza- de abundante polvo, ocasionador eventual de estornudos incontenibles
do a acompañar a repartidor chofer pero gratificantes, quien con voz agudísima, apenas escuchada, salida
empleado en negocio familiar de em- de morada boca y apretados dientes dijo: ¿puedo ayudarlos en algo?
botellamiento de agua en garrafón de Respondí sí, golpearon al chofer repartidor por segunda vez y vamos a
veinte litros y demás presentaciones, denunciar por segunda vez, y el chaval dijo no tú no puedes sino él, y
para dar cumplimiento de trámite le- señaló al chofer repartidor, y dije sí fue a él pero yo lo acompaño; no se
gal burocrático requerido en oficina procedió la ocasión anterior, por lo tanto deseo hablar con la jefa, y se-
oscura muchísimo mal atendida de ñalé la oficina del fondo, y dijo no lo creo, pero debe pasar él y no tú, y él
ministerio público, atestada de mal- agachó la mirada y no supimos si quiso decir sí o no o nada, sólo levantó
humorados garañones y damitas de los hombros. Entonces señalé a él y le dije qué hacemos, y el chaval dijo
torcidas muecas, después de haber pasa y quise pasar y dijo no tú no sino él, a él tomaremos declaración, tú
sido sometido, por segunda vez, éste espera sentado en la sala, y él por fin hizo gesto, levantó la ceja derecha
repartidor chofer, a tremebunda gol- y se dispuso pasar por la puertecilla del mostrador atorada apenas con
piza ejecutada por malandro local servilletas varias dobladas y redobladas que hacían de broche. Mientras,
promotor de autojusticia injusta y des- el chaval volteó a buscar señal aprobatoria de jefa, viendo de reojo el
quiciado por supuesta invasión de cubil en cuyo frontis se dejó ver rendija de vidrio ahumado pecoso de
ruta de repartición, y en consecuen- moscas circundantes por donde se escapaba una muy tenue luz acom-
cia supuesta menguada economía pañada de macabra sonrisa femenina, todavía no reconocida pero ya
personal. con sospechada actitud prepotente, henchida de superioridad nece-
saria para ocupar puesto ofrecido por gobierno en turno mediante dudoso
concurso o examen sumamente dificultoso, al fin superado por sutiles ar-
timañas o trucos aprendidos a lo largo de agotadora preparación para
dichas pruebas.

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Y yo preocupado porque no pue-
do terminar un ensayo literario de
final de curso y un fulero discurso
del día internacional de no sé qué
demonios para el trabajo, deja-
dos a medias en la computa-
dora, y por venir a cumplir
con un deber que va más allá
de la relación patronal-emplea-
do, digamos mejor, movido por
coraje interno en espera alguna A mí no me gusta andar en estos menesteres y menos suelo involucrarme,
de reacción nunca vista de auto- sin embargo, haciendo este rápido balance y confirmando las primeras
ridad competente o en solidari- líneas, visito con cierta frecuencia, según soy defraudado alevosamente
dad acaso al compañero sumido por amigo incondicional de toda la vida; despojado por primera vez del
en la desgracia, quien debido a total de mis pocas pertenencias, conseguidas tras meses y largas jorna-
su enclenque constitución óseo- das, resguardadas en mi hogar con zaguán de acero, cadena de dos
muscular y escaso peso adquirido pulgadas, doble cerrojo inviolable garantizado de por vida; o saqueado
por deficiente dieta característi- en segunda ocasión el mismo año, tal vez con la misma pericia, tal vez no,
ca de pobladores vecinos, según ahora en departamento protegido con cancela de precaución atranca-
informe de reciente encuesta ofi- da de polines de pino de primera, puerta blindada, cuatro cerraduras re-
cial, no pudo más que tirarse al sistencia suprema, pero con ventanilla a la terraza de veinticinco por cin-
suelo a recibir certeros porrazos cuenta, espacio exacto para colarse aquel ganzúa malparido; asaltado
y patadas bien calculadas me- en camión foráneo antes del amanecer, por tres sospechosos de capu-
diante técnica ya dominada por cha con camisetitas blancas sin mangas cubiertos de tatuajes coloridos,
aquella bestia llena de ira y vein- y fuertemente armados; robado en propia oficina por alguno de los tres
ticinco centímetros más alta; a solicitantes de apoyo económico trabajosamente obtenido y entregado
decir por comentarios del chofer a los mismos para dudosos fines; atracado por drogadictos inquietos en
repartidor y una testigo que no vio vía pública, paseo por bicicleta, uno delante dos por detrás, bájate rá-
los hechos pero si al musculoso de pido un zape. Da la cartera otro zape. Mira mi navaja un zape más. Toma
barriga enorme, quien además no me golpees otro zape de frente y de nuca. Ve la pared y no voltees
detentaba reconocida trayectoria porque te mueres, zape de despedida. Chocado y agredido en automóvil
pandilleril y peculiares habilidades particular o de compañero por macaco estresado de mala intención e
boxísticas aprendidas posiblemente insolente manejador de colectivo con destino desconocido a comunidad
en academias no certificadas o aledaña atestada de casitas, edificaciones diseñadas por albañiles ex-
callejuelas citadinas. pertos o vecindades aglutinadas repletas de personas fastidiadas por mal
día, poco salario y viaje de vuelta a casa muy largo e interrumpido por la
osadía de ese macaco.
Por fortuna traje una réplica impresa aunque no engargolada de una de
mis novelas favoritas. Y entonces a esperar. Es la enésima vez que piso
lugar parecido y nada pasa. Nada en absoluto. Horas y días esperando
resolución y nada. Aguardando que manden agentes investigadores bien
capacitados en academias dirigidas por israelitas contratados expertos
en tácticas de guerra, terrorismo, secuestro y narcomenudeo y nada. No
pasa nada. Nada de nada, nada en absoluto. Y el remedio es aguan-
tarse y esperar. Seguir esperando que nada pase. Ni un milagro, ni
nada de nada, nada. Y yo triste, angustiado y preocupado cada
vez que llego a lugar semejante a sentarme y esperar que pase
nada, nada de nada. Nada. Aun así tendré paciencia, tal vez
pronto se resuelva alguno de los casos; sólo uno. Mientras, a
leer y esperar. Supe, por comentarios de amigos y notas peri-
odísticas del pequeño porcentaje de denuncias que
son resueltas con éxito. Por eso he decidido con-
tinuar con estas no tan inútiles visitas. Ni modo, es
hoy tiempo de silencio, y tiempo de esperar a que
en algún momento aparezca la justicia.

Por Víctor Alvarado


Twitter: @ALVARADO_VICTOR

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CREATIVIDAD Jugando Risk sin Arriesgar.

“All we are saying is give peace a chance”


(Todo lo que decimos es: dale una oportunidad a la paz),
John Lennon.

L a paz es algo que todo mundo anhela. ¿Por qué? La Guerra


por el Poder.
Este día celebremos a los que han muerto por su patria, por de-
fender algo que es suyo, por su honor: Cómo bien sabemos, las
guerras cómo las conocemos datan de hace muchos años, re-
montándose a los griegos, romanos, y demás culturas pre cris-
tianas. Y claro, las guerras matan a miles de inocentes, pero la
guerra no es la solución a los problemas; ya lo dicen los grandes
sabios: “Hablando, se arreglas las cosas”, y tienen razón.

Grandes personas como John


Lennon hablaban sobre la paz
que debía habitar en la tierra,
con su canción “Imagine”,
“Let it Be” y “Give Peace a ¿Nunca se han puesto a pen-
Chance” nos manda un men- sar que las guerras deberían ser
saje de paz y amor; otro ejem- como el Risk*? Reflexionémoslo
plo, Mahatma Gandhi, quien un momento: Cuatro países pele- Los dejo esta vez con dos frases de
fue asesinado a quemarropa ando territorio, en un tablero, sin Mahatma Gandhi:
después de que se puso en matar inocentes, solo soldaditos
huelga de hambre para salvar de plástico y generales a ca- “Nuestra recompensa se encuentra
a la India; La Madre Teresa de ballo, destruyendo las armas, en el esfuerzo y no en el resultado. Un
Calcuta, quien ayudaba a los peleando justamente, sana- esfuerzo total es una victoria com-
marginados en otras tierras, es mente; y es que desde épo- pleta” y “La violencia es el miedo
igualmente una imagen de cas ancestrales, las guerras se a los ideales de los demás.”
importancia. Gracias a perso- han distinguido por la violencia
nas como ellos, el mundo tiene que se genera por temas como
siempre ese rayo de esperan- el territorio (entre más territorio,
za que dice: “siempre vendrán más poder), ser la gran potencia
tiempos mejores”. (militar y económicamente) y el
Es por eso que, cuando nos en- gusto de demostrar que se es el
contramos ante una situación mejor. Viéndolo así, sí deberían
cómo la guerra, nos escond- jugar Risk.
e m o s y dejamos que ésta Imaginen, ya no habría países
corra su curso, sin alzar débiles, todos serían iguales, con
la voz; es peligro- el mismo número de ejércitos en
so. Y así, inocen- el tablero, todos buscando un
tes mueren en objetivo en común y, además,
todo el mundo. socializando; las relaciones me-
jorarían, y de este modo, en paz,
podríamos celebrar realmente a
las víctimas que murieron en las
guerras violentas de antaño.
 
Por Mariana Marrufo Estrada
Twitter: @marianitajaws

*Juego de mesa en que se conquistan territorios.


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CINENTENDER
Sonrisas en vez de Golpes

S in lugar a dudas, el guión es el esqueleto de cualquier película, y


el trabajo del guionista la base sobre la cual se construye la fic-
ción. En el caso de “La Dulce Vida” (Mike Leigh, 2008), el guión es
sin duda una obra de hechura fina. La historia sigue a Poppy, una
maestra inglesa cuyo optimismo llega a exasperar a quienes la ro-
dean; a simple vista una premisa sencilla, sin embargo la profundi-
dad del discurso que Leigh (director y guionista) nos plantea, yace
entre las líneas de la narrativa, que empieza en el momento en que
la bicicleta de Poppy es robada y ella, sonriente, le grita al ladrón
algo al estilo de un que la disfrutes. Los personajes, sin embargo, no
son tan planos cómo podrían parecer a primera vista, todos –desde
la sonriente protagonista hasta el amargado profesor de manejo al
que ésta contrata –tienen una historia subyacente que les guía a
través de la película.
En la ligereza de los diálogos que el guión pone en boca de sus per-
sonajes, se adivina a la vez la importancia de un filme con este corte,
las apariencias engañan y sin duda al acabar “La Dulce Vida”, que
podríamos tomar cómo una comedia clasemediera, uno cambia
de manera imperceptible, a menos que se sea un completo insen-
sible. La vida de Poppy tampoco es fácil pero ella decide hacerla
llevadera; no hay ninguna necesidad de lo contrario.

La británica Sally Hawkins le da vida a Poppy, de manera tal que


pareciera que el guión no existe y, sin embargo, su interpretación
es tan sólida que sería tonto creer que lo ha improvisado todo.
El personaje que la actriz nos presenta es un personaje real, tan
alegre y optimista que casi raya en la exageración, pero real.
Es ahí dónde se nota aún más la fuerza del guión; el sustento
necesario para que un actor en cine plante ante la cámara a
un personaje real, se da de base en el guión. Y aunque el tra-
bajo del director –que en este caso es el mismo que el guionista
–siempre coadyuva al crecimiento de los personajes a través de
la narración, sin la solidez argumental suficiente el trabajo del
actor se complica al tener que buscar, fuera de la narrativa de
la historia a interpretar, los elementos necesarios para dar vida
a un personaje del cual sólo existen una descripción, acciones y
diálogos escritos en papel.

En el caso de “La Dulce Vida” confluyen un trabajo de dirección


pulcro y una actuación sorprendente, apoyados de fondo por
la solidez de un guión que nos muestra, entre comicidad y
ligereza, que ante la vida se obtienen mejores resultados cu-
ando se ofrecen sonrisas en vez de golpes. Sin duda, esta es una
película más para CINENTENDER.

por Aureliano Castillo León

Tu opinión es importante: ¿Qué piensas de esta propuesta? ¿Piensas


verla? Hazme saber tus comentarios por Facebook en www.facebook.
com/AurelianoCasLe o vía Twitter a: @AurelianoCasLe, hasta la próxima.

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VISTAZO VENEZOLANO
Manos que roban vidas

Es algo que todos tenemos en común… que todos compartimos y poseemos por igual. Es tan importante
para ti, como para mí. Su esencia nos llena, nos magnifica y engrandece, se nos dio como un regalo y
usarla no es nada fácil, pero tampoco es imposible. Bajo mi percepción se define como una búsqueda
constante para encontrarse a sí mismo. Podemos pasarnos años sin usarla, y al darnos cuenta ésta se
vendrá a concentrar en un solo instante, no importa cuántos años te tardes en conquistar el verdadero
significado de ella, al final, lo que importa son aquellos momentos que te elevan tanto que logran robarte
el aliento; esa es LA VIDA.
Teniendo este “tesoro” tan preciado, es inquietante el hecho de pensar que un día, tal vez mañana o
en 30 años más, te será quitada. ¿Quién decide esto?, Dios, tal vez el destino, el karma acaso?, nadie lo
sabe. Por ahí dicen algo que es muy cierto: “Lo único seguro en esta vida es la muerte”: es una ley divina
que la muerte llega para renovar, para desechar lo viejo y abrir paso a lo nuevo, pero ¿qué pasa cuando
llega alguien, otro mortal como tú y como yo, a ponerle fecha y hora al día en que se culmine tu vida?

Para nadie es un secreto que


en todos los tiempos ha existido
la violencia en diferentes gra- A lo largo de la historia ha habido asesinatos muy famosos, algu-
dos, hay varios tipos de formas nos renombrados por la majestuosidad de su desarrollo, pues son
en que puede manifestarse. Se planeados de manera ingeniosa; otros por la identidad del asesino
tiene, en lo común, conocimiento o la víctima. La violencia que se ha desatado en estos tiempos a
de abuso físico, psíquico o sexual, nivel mundial, no mide ni distingue edades, color de piel, ideologías
violencia domestica, laboral o ni posición social. Hemos visto cómo, cuando matan a alguien fa-
social, etc. Pero en esta opor- moso, se produce un revuelo tanto en los medios como en la so-
tunidad quisiera hablar de la ciedad, pero yo no dejo de preguntarme, ¿qué hay de las vícti-
violencia generada por pan- mas anónimas, esas que quedan sin publicidad, sin propaganda,
dillas tanto callejeras como de acaso éstas eran menos importantes que alguien famoso?. Yo digo
“Cuello Blanco”. que no , ellos también eran y representaban la vida misma; tam-
A diario, escuchamos historias bién sentían miedos, alegrías, amor. Sentían todo, al igual que los
y noticias de la delincuencia y demás tenían familia, esperanzas y planes de vida, pero quedan
los robos a mano armada. Tal en el anonimato y la frialdad del arma homicida, sin doliente que
vez exista muy poca gente que pueda encontrar algún culpable de ese asalto a su existencia.
no haya sido víctima del ham- Resulta vergonzoso hablar abiertamente de la magnitud que ha
pa; con el robo del sueldo, del logrado alcanzar la delincuencia/violencia en el país en el que
teléfono celular, robo de pren- naciste, y en el que ahora vives, pero esta es una verdad imposible
das o de su automóvil, pero, de ignorar. Dando un ejemplo de mi país, los invito a internarse (de
¿qué pasa cuando la delin- manera segura –y la única seria por este medio), en cualquiera de
cuencia no solo se limita a qui- los barrios más peligrosos que acaparan las páginas de sucesos en
tarte lo material y trasciende al los diarios. Debido a la gran lista, tomemos de modelo alguno de
punto de robar las vidas de sus los barrios de la ciudad de Caracas, Capital de Venezuela. En esos
víctimas?… No imagino como barrios, sus habitantes no viven; sobreviven día a día, esquivando
algo tan significativo como la balas perdidas, rezando por sus familias, dejándose doblegar de
vida, es visto de una manera manera irremediable por los delincuentes, pues no está de más
tan bizarra a ojos de estas per- decir que la presencia de organismos policiales en estos sectores
sonas, capaces de arreme- es solo una ilusión, una leyenda; allí la realidad latente es la de un
ter contra ella, decidiendo así pueblo sin ley.
si arrebatársela o no a otros;
sea cual sea el motivo para
hacerlo –venganza, odio, ce-
los o simple maldad –terminan
siendo asesinos, ladrones de
almas, ladrones de vidas.

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Un ingrediente fundamental en cualquiera de los barrios de Caracas, y
demás ciudades, son las bandas callejeras; ellos se dedican a azotar a la
comunidad, así como también a hacer trabajos de secuestro y sicariato
(bajo órdenes pagadas, claro está). Estos dos últimos, “encargos” muy co-
munes no solo en éste, si no en todos los países. En entrevistas hechas a los
propios Jefes de Pandillas, ellos comentan que no solo se dedican a la delin-
cuencia, si no que también defienden a “su gente”; ellos explican que no
arremeten en contra de los habitantes de su zona, al contrario, los defien-
den de las bandas de barrios vecinos que quieran entrar en su territorio. Así
cómo aquí lo leen, se estructura el funcionamiento de estos grupos, esa es la
mentalidad que ellos venden, así mismo, crean sus leyes; son una especie de
gobernantes dentro de ese “País” a menor escala que es su barrio. Así cómo
existen bandas callejeras, hay bandas o pandillas organizadas con un poco
mas de premeditación, o con mas colocación. Mayormente se encargan
de los “peces gordos”, tanto en secuestros cómo en sicariatos y atentados.
Claro está que resultaría una tarea de héroes acabar con este tipo de prác-
ticas, que son de las mayores generadoras de muertes en el mundo; sería
idílico el hecho de que la violencia pasara a un plano decadente en nues-
tra sociedad y el primer plano fuera ocupado por la vida, pero lamenta-
blemente la violencia no es solo un aspecto social si no una condición, un
cáncer incurable para todo el que cree en ella y la practica.

Propongo que multipliquemos la Vida, digamos sí a más Vida


y menos Muertes, y que, todos juntos, encontremos La Razón
de Vivir.

por Isabel Ochoa


Twitter:@IsabelOchoaB

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Violencia neuronal

“Quien vive sin pensar, no puede decir que vive”,


Pedro Calderón de la Barca

D esde que tengo memoria, mi madre se sienta en su sillón a leer libros; en oca-
siones tienen hojas que parecen haber salido de una maquina del tiempo,
y están a punto de volverse polvo por lo viejas, mientras que otros se encuentran
tan nuevos que hasta cuesta trabajo pasar las páginas, sin embargo esa visión, y
ese hábito de mi madre, fue lo que me impulso a querer conocer cosas más allá
de lo que mis ojos ven a simple vista, o lo que una persona me explica cómo una
verdad absoluta.

Siempre me ha parecido violencia cuando alguien quiere imponerme su manera


de pensar, sin el menor respeto por mis ideas, creencias o antecedentes. Lo siento
cómo si me estuvieran dando a elegir entre vivir cómo una persona con todas
sus facultades, u optar por apagar mi cerebro y ser una planta más que habita
este hermoso mundo. Es por eso que para mí existen muchos tipos de violencia y
asesinatos… todos son lamentables, sin embargo muy poco se conoce de los que
no llevan de por medio sangre derramada.

Lo más impactante para mí ha sido


cuando llega un peque a mi con-
sulta y al preguntarle que quiere
Cuando hablamos de contar los daños después de una guerra, ser de grande me responde: “¡Fut-
un conflicto armado o algún suceso violento, siempre nos referi- bolista! Porque no necesito estudiar
mos a las vidas perdidas físicamente, pero que, comparadas con y ganaré mucho dinero”. ¿Cómo
las que se pierden día a día de manera menos visible, se tornan le explicas entonces a un chico de
unos simples espejismos en la tierra; Gente que considera que 10 años, que si bien a un porcen-
debe vivir con los preceptos que otros indican, gente que no tiene taje mínimo de la población le va
sueños, deseos o anhelos debido a que ni siquiera conoce estas muy bien siendo futbolista, no es a
palabras: su vocabulario y su plan de vida simplemente se basan todos, además de que no es una
en el aquí y ahora; no existe un mañana por el que luchar, o una carrera eterna y tendrá que buscar
trascendencia que buscar. En vez de desear destacar dentro de un ingreso una vez que llegue a los
alguna disciplina, buscan ser el “más borracho”, “poseedor de 40 años, o poco menos, pues será
más mujeres/hombres”, “el que más retenes ha evitado”… y en ya muy viejo para continuar en su
el intermedio sus neuronas mueren, un proceso solitario, triste y “trabajo”? Aunado a esto, el niño
totalmente desapercibido por sus dueños. tiene argumentos muy validos para
no querer estudiar: “Mi papá tiene
En la actualidad hemos acuñado un nuevo termino para esta una carrera, es médico, pero no ha
generación, los “Ninis”, pues ni estudian ni trabajan. Todos criti- podido encontrar un buen trabajo
camos la situación, pero ¿la hemos analizado?, ¿hemos com- y ahora gana 10 mil pesos, en cam-
probado cómo se ha llegado hasta este punto? ¡Pues en este bio el “Chicharito” gana millones,
problema, TODOS tenemos algo de culpa!. En la generación de y si bien tomó clases de adminis-
mis padres, era sumamente común ver cómo un niño de “buena tración, no se dedica a eso… en-
cuna” no deseaba estudiar y vivía del dinero que habían logrado tonces, ¿por que yo debo estudiar
ahorrar y generar sus progenitores, esto ha ido evolucionando a algo para luego no dedicarme a
un grado en donde existen jóvenes que no estudian, no traba- eso?”; es ahí dónde no sé que con-
jan, no tienen planes a futuro y no les interesa siquiera buscar testarle a mis pacientes. ¿En serio
un modo de vida, aún cuando sus padres no tengan un ingreso tan mal esta México que la mejor
considerable para poder mantenerlos en esta vida sin actividad. opción para crecer y trascender en
el país es ser jugador de futbol? Pues
en otros deportes, los individuos no
son apoyados ni valorados, aún cu-
ando las mayoría de las veces son
mucho mejores jugadores.

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¿Cómo queremos que nuestro país deje de ser conformista,
paternalista y mediocre cuando lo único que hacemos es
venderle a las nuevas generaciones la idea de que soñar con
algo mejor tiene que ir ligado siempre a la alabanza general,
así como al ingreso económico desproporcionado? Los niños
ahora ya no buscan divertirse usando su imaginación, ahora
solo prenden el PSP, o el XBox… los papás ya no quieren ser
padres, pues dicen que no pueden vivir sin “Discovery Kids”;
todo lo que rodea nuestra vida, sueños y personalidad está
moldeado por los medios de comunicación... a quienes en
realidad lo único que les interesa es tener ingresos económi-
cos, no importándoles si la gente pierde o gana con lo que
les muestran, mientras puedan seguir teniendo un mercado
amplio y necesitado de esta “información”. Mi mente no
comprende como nuestros programas con mayor rating son
aquellos donde se habla de cosas sensacionalistas, o inclu-
so donde la gente cree que se esta educando ya que “100
mexicanos dijieron” lo mismo que ellos.
¿Y todo eso nos da derecho a quejarnos de que tengamos
gente en el gobierno que prefiere hacer una iniciativa de ley
para alabar la belleza en vez de educar a la gente?.

Sé muy bien que la violencia neuronal no es algo exclusivo de


nuestro país, pero eso no es justificante para no hacer nada por
cambiar el rumbo que han tomado las cosas, es urgente reani-
mar los cerebros, incentivar a las nuevas generaciones a pensar,
usar sus neuronas, ¡a soñar!; a no querer quedarse con planes in-
completos, momentáneos y que no llegarán a generar un cam-
bio social. ¡Urge evitar asesinatos y suicidios neuronales!.

Constantemente olvidamos que el ser humano es un ser social,


y buscamos únicamente la gratificación personal, sin ver que al
generar un bienestar social, no solo elevamos la calidad de vida
general, también mejoramos el pronostico para las generacio-
nes futuras. Si en verdad estamos bien ahora, con las generacio-
nes Nini, ¿cómo serán las del futuro? A nosotros, nuestros padres
nos educaron para buscar un futuro, para soñar con cumplir
nuestras metas.
¿Quién les enseñara a los que apenas vienen?.

Por María Guadalupe Vila


Twitter: @lupsv
con apoyo de (@mmoscosa).

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México ¿violento?

Esta ocasión me ha resultado particularmente difícil escribir; supongo que las palabras violencia
y muerte generan cierto bloqueo que me impide expresar con claridad lo que quisiera decir.
Definitivamente, el tema resulta un tanto escabroso, al grado que muchas personas prefieren
evitarlo. Cómo si, al no escuchar, leer o escribir al respecto, el asunto quedara olvidado.

La violencia es, indiscutiblemente, parte innata de todos los seres


humanos. Sin embargo, conforme pasa el tiempo y nos integramos
a una sociedad, la agresión se regula y se orienta hacia activi-
dades que resultan positivas y no perjudiciales a otros. Claro, esto
último, con suerte en la mayoría de los casos.
Muchas personas me han preguntado últimamente, ¿qué es lo
que pasa en la mente de alguien que es capaz de disparar, a
sangre fría, hacia docenas de personas inocentes?. O, ¿cómo es
posible que una persona se atreva a hacer sufrir profundamente
a otro, y aprovecharse de tal dolor, con tal de obtener dinero
a cambio?. Podría decir que el problema se debe a que esta-
mos hablando de personalidades psicopáticas, sin respeto por los
límites, ni culpa por sus acciones; sin embargo, esa respuesta se
queda en la teoría y me parece que no explica lo suficiente.

Hace algunos meses llegó a mi consultorio una persona que po-


dría aclarar un poco esta situación. Este paciente, que llamaré
“M” por confidencialidad, buscaba ayuda porque estaba muy
angustiado debido a los problemas que había tenido con su
pareja en los últimos meses de su relación.
“M” se describe como un buen hombre, cuidadoso y cariñoso
con su pareja, excepto que, en las ocasiones en las que se siente
devaluado o criticado, no logra controlar su enojo y “explota”:
grita, es ofensivo y, si está bajo los efectos del alcohol, puede no
medir su fuerza y llegar a lastimarla.
Al hacer memoria, “M” se da cuenta de que no sólo es ahora cu-
ando está teniendo problemas por ser violento; recuerda peleas
a golpes con taxistas, maestros e incluso familiares. También re-
memora los malos tratos que dio a personas cercanas, y no tan
cercanas, a quienes sabe que lastimó de alguna manera.
“M” refiere que sintió terror de sí mismo el día en que su novia lo
miró fijamente y le dijo que a veces tenía mucho miedo estando a
su lado, situación que lo hizo buscar ayuda de manera inmediata.

Me parece que el hecho de que “M” buscara ayuda es lo que


marca la diferencia entre personas como él y personas que ac-
túan sin el menor remordimiento. No es comparable la magnitud de
un asesinato con el maltrato que se puede dar a otros, pero final-
mente se trata de violencia. Cuando “M” se percató del daño
que puede llegar a ocasionar se asustó; esto lo hizo pensar en
todo lo que ha hecho y darse cuenta que no quiere que le siga
sucediendo.

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Respondiendo a una de las preguntas iniciales: cuando un asesino dispara a más de 50 personas que
no le han hecho absolutamente nada, seguramente lo que piensa es en lo que va a cenar al día
siguiente, o si su auto tiene suficiente gasolina, es decir, no le importa en lo más mínimo lo que sucede
con los que están enfrente de él, porque en realidad, ellos han pasado de ser humanos a ser objetos
materiales, que están ahí para cumplir un fin que le va a otorgar ciertos, o grandes, beneficios.
Cristopher Ballinas*, en un texto publicado en el periódico La Jornada, explica muchas de las razones
que él considera causas de la violencia en México en los últimos tiempos. Él insiste en que no es única-
mente culpa de un gobierno fallido o decisiones equivocadas en un sexenio, sino que se trata de una
serie de factores, desde políticos, económicos, geográficos e incluso históricos, que nos han llevado a
la situación actual.
Irreversiblemente Ballinas tiene razón, aunque yo agregaría el aspecto personal a la situación y diría
que el problema de la violencia en el país, y en el mundo, radica en gran medida en que el interés por
el poder, riqueza, información, territorio, etc. ha sobrepasado los límites humanos. Más allá de pensar
en todas las personas que habitan un país cómo individuos con necesidades y derechos, se nos ve
cómo objetos: para ganar votos, para poblar una zona, para comprar mercancía, para consumir…
nunca, o casi nunca, simplemente para vivir. ¿No es ese también otro tipo de violencia?

*Cristopher Ballinas, Las razones de la Violencia en México. La Jornada, Michoacán. Enero 2010

Por Ana Gabriela Madrigal Olivares


Twitter: @Anniemad
ana.consul.2010@gmail.com

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