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Por lo que podemos entender, la terapia cognitiva, termina siendo una suma de

prácticas que han enriquecido su línea de trabajo. Ruiz, M., Diaz, M y Villalobos,
A. (2012). Señalan “Hoy es difícil detectar los restos de ese enfoque unitario
(Kazdin, 1991), sin embargo, más que verlo como un problema no deja de ser una
oportunidad de enriquecimiento (…) los principios considerados inicialmente
definitorios y básicos de la Terapia de Conducta han tenido que ser matizados y
ampliados para no quedar circunscritos al primer estadio de la Terapia de
Conducta” los que estaban relacionados al aprendizaje.

De los principios comunes que orientan esta disciplina, he seleccionado tres


puntos que a mi parecer son significativos:

 Está basada en la psicología del aprendizaje, y su intervención en la


filosofía científica:

A mi parecer, el que esté relacionado con la psicología del aprendizaje involucra


aspectos específicos del ser humano. Aprendizaje implica desarrollo, capacidad
adaptativa, motivación entre otros. Y aunque la teoría no aplique directamente a
estos aspectos, el que trate con ellos indica transversalidad en la terapia. Así
también subraya los aspectos prácticos, lo que hoy en día es muy requerido.

 Tiene especial interés en la evaluación de la eficacia de las


intervenciones, aspecto que procede del enfoque empírico que tiñe todo
lo referente a la evaluación y tratamiento. Se evalúan cambios a corto y
largo plazo, así como su generalización al ambiente habitual del sujeto.

Me parece que, dentro de esta revisión continua se genera, sino necesariamente


horizontalidad. Un vinculo que puede ser entendido como práctico en cuanto a los
beneficios para el paciente.
Por lo demás, independiente de la rama teórica del psicólogo, que le obligue a
actuar dentro de la horizontalidad. El que el propio enfoque empírico le obligue a
revisar sus pasos, no resulta menor. Sobre todo, si esto significa, revisar que
efectivamente haya cambios productivos, que se generalicen al ambiente cotidiano
del paciente.
 Considera la situación terapéutica como una instancia de aprendizaje tan
relevante como cualquier otro, representando el contexto habitual del
sujeto.

El uso del espacio terapéutico como algo, que representa el contexto habitual del
sujeto, tendría a mi parecer un valor agregado. La posibilidad de experimentar y
verse enfrentado a los problemas y las posibles soluciones en un ambiente
controlado. Facilitaría la exposición paulatina a la realidad traumática.

Bibliografía:

Ruiz, M., Diaz, M y Villalobos, A. (2012). Manual de técnicas de intervención


cognitivo conductuales. Bilbao. España: Desclée De Brouwer

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