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28 JUNIO, 2013
CORREODELARA
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Esto desmiente aquella fábula repetida, que Simón Bolívar fundó a Cabudare en su primera visita
al sitio, en noviembre de 1813, pero aún faltaban cinco largos años para que este pueblo se le
decretara como Parroquia Religiosa. Cabudare nació por un parto forzado, pues el objetivo de los
comerciantes mayoristas era mantener el sitio como un mercado cautivo, dependiente
de Barquisimeto y hasta de Santa Rosa, sin advertir que como la localidad era cruce obligado de
camino de los llanos, arrieros y viajeros, preferían venir hasta la localidad a tener que subir a la
planicie barquisimetana.
Era un caserío
Hasta 1828, se nombraba a Cabudare como caserío y no como pueblo, lo que explica que las casas
más antiguas de la ciudad, ubicadas en el casco histórico, fueron edificadas luego de este año.
Esto ocurrió por un aviso oficial del general José Antonio Páez, instalado en los locales públicos, en
donde comunica que se le brindaría ayuda económica a los pequeños productores agrícolas de
Santa Rosa, Sarare y Cabudare.
Cabudare no tuvo fundación hispana, por ello, el 27 de enero de 1818, se registró su tercer y
último poblamiento en la posesión de los Ordóñez, hoy predios de la iglesia matriz y la Plaza
Bolívar
EL DATO
El término Parroquia Religiosa no era del uso de las autoridades españolas, ni menos
eclesiásticas. El término utilizado era curato, y así está asentado en múltiples documentos de la
época
Por qué ciudades como El Tocuyo y Carora, las cuales junto a Barquisimeto constituyen los vientres
hispanos de Lara, no lograron esa jerarquía política administrativa por el lapso indicado.
La respuesta es sencilla, por la misma razón que Cabudare ascendiera a Cantón cincuenta y cinco
años antes que Duaca, otro centro poblado de origen colonial. Se comprende con mucha facilidad,
los estrechos nexos políticos con el gobierno nacional sostenidos por personalidades honorables
como el cabudareño don Vicente Amengual, fundador del Ministerio de Educación, único larense
que por siete veces fuera designado presidente encargado de la República en tiempos de Guzmán
Blanco.
La nave central de la iglesia San Juan Bautista de Cabudare fue inaugurada el 24 de junio de
1834, por el padre Pimentel
Otro cabudareño es el presbítero Daniel Vizcaya, tercer venezolano en ingresar como miembro
honorable de la Academia de la Lengua Española, después de Andrés Bello y de Rafael María
Baralt.
Integra esta lista el cabudareño José Antonio Ponte, primer arzobispo criollo de la Diócesis de
Caracas, que gracias a estos notables actores, es que Cabudare obtiene muy temprano su
Ayuntamiento.
A juicio de Rodríguez, el siglo XIX fue una época dorada para Cabudare, pese a las dos grandes y
devastadoras guerras, en donde se registró un movimiento económico de importancia, desarrollo
político administrativo de interés, cuyo elocuente testimonio dejó escrito en París en 1875,
Miguel Tejera, joven geógrafo franco venezolano.
Cabudare es la capital del Departamento de su nombre y una de las poblaciones del estado que
más ha progresado. Se halla acerca de seis kilómetros de Barquisimeto.
Hay en ésta un buen puente (el San Nicolás) Su calle principal es sumamente espaciosa (la actual
avenida Libertador) y su población es de 6.543 habitantes.
Por segunda oportunidad, Cabudare alcanzaría el rango de capital del Estado Barquisimeto, desde
el 19 de mayo de 1881, por decisión única y exclusiva del presidente de Venezuela Guzmán
Blanco.
El presidente nombra al general José Victorio Guevara, quien llegó a Barquisimeto el 28 del mismo
mes, para seguir en la tarde de ese día para la ciudad de Cabudare, capital provisional, que había
sido designada por el propio Guzmán Blanco de aquella entidad federal.
Según Rodríguez, lo trascendente de este hito histórico, de ejercer de capital, aunque por
limitados meses, fue que a través del procedimiento legal que ocurrió entre el 29 de agosto y el 7
de septiembre de 1881, aquella entidad se le sustituyó el nombre de Norte de Occidente por el de
Lara, y Cabudare su capital.
La tercera vez, sucedería el 18 de julio de 1970, cuando se designa a Cabudare capital simbólica
por apenas un día, en el cual presuntamente la ciudad cumplía el tricentenario de su supuesta
fundación.
Grave error porque Cabudare no fue fundada ni mucho menos alcanzaba los tres siglos, de los
cuales apenas hoy el 195 aniversario de su tercer y último poblamiento, acentuó el historiador.
Criticó Rodríguez, cuáles fueron los fundamentos o criterios científicos para la fausta celebración
tricentenaria avalada por la cámara municipal de ese entonces. Por razones de espacio solo se
reseñaron las fechas más importantes.
Sendas y calles
El memorable costumbrista y cronista, don Julio Álvarez Casamayor, quien nació en ese pueblo
legendario, el 22 de mayo de 1919, ha publicado innumerables obras sobre las crónicas y la
historia cabudareña.
Anota como dato curioso que la actual avenida Libertador de Cabudare, fue antes el Camino Real
de los Llanos y demarcaba el límite de Barquisimeto y Santa Rosa, “cuando se determinó
claramente los linderos de las parroquias Barquisimeto, Santa Rosa y Yaritagua”.
En su libro Cabudare, Sendas, Calles y Personajes. Vol 1. Noviembre 1997. Escribe que al erigirse la
parroquia religiosa de Cabudare, el 1° de abril de 1818, su área parroquial quedó demarcada por
los siguientes linderos: “Por el poniente, y en la reunión del río Claro con el río Turbio siguiendo
línea recta hacia el naciente, el camino real de los Llanos hasta encontrar la quebradilla (quebrada
La Mata) que está enfrente del camino de El Mayal”.
En 1818 se crea el curato de Cabudare, con vecinos españoles y bajo el patronato de Nuestra
Señora de la Candelaria. Se erigió la iglesia parroquial con la invocación de San Juan Bautista.
Conformado el pueblo y trazadas sus calles, el 24 de junio de 1834, el párroco Pimentel, bendijo la
nave central del templo. Aún faltaba construir el campanario, subrayó el cronista Álvarez
Casamayor, con marcado entusiasmo y notorio orgullo.
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