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Un partido político es un grupo de hombres que tienen una idea en común acerca del
rumbo de un país, y en caso de llegar al poder tendrá cierto margen para ponerlas en
práctica. El sistema de gobierno de esa nación indicará la forma de gestión con sus
facultades y límites. En el caso de Argentina, tendremos un sistema de tres poderes
que tienen diferentes facultades y límites; y entonces hablaremos de poder Legislativo,
poder Ejecutivo y poder Judicial. Este sistema tiene como principal virtud el fomentar
la necesaria participación de las principales fuerzas mayoritarias para balancear el
ejercicio de gobierno y evitar los excesos de poder.

Desde hace unos años, en la Argentina ha cobrado especial importancia referirse a los
integrantes de un partido político como ͞militantes͟, una palabra que deviene del
Latín y que significa el que milita, también podríamos decir el que participa, pero que
tiene un innegable sesgo bélico y segregacionista. Sin embargo, en una república
federal y bajo un sistema de gobierno democrático, esta palabra impulsa una
verdadera idea equívoca sobre la posibilidad de convivencia social, ya que propone
una lucha en la cual necesariamente hay vencedores y vencidos, y en la que, asimismo
habrá incluídos y excluídos.

Argentina tiene un historial vasto en alternancias de formas de gobierno entre

democracias y dictaduras, pero lleva ya un largo periodo de ejercicio democrático, por
lo cual ya no puede enarbolarse la famosa excusa: ͞Es un proceso de aprendizaje͟.
Argentina, como país, enfrentó una crisis muy fuerte sobre fines del siglo pasado, una
crisis que todavía continúa, ya que no logró renovar los aspectos centrales del llamado
͞Contrato Social͟. El Contrato Social involucra muchos elementos e ítems, que harían
muy largo este artículo, pero el ítem más importante, sin duda, es el de la convivencia
social, una frase que involucra el respeto y una suerte de comunión básica entre
individuos que persiguen objetivos similares: El proyecto de Nación.

En el 2002, la ciudadanía expresó: ͞¡Que se vayan todos!͟ Una expresión poco feliz,
teniendo en cuenta que dejaba en claro la insatisfacción de los habitantes con su clase
dirigente. Lo que no se hizo notar, en ese momento, es que no era un fracaso de ͞los
políticos͟, constituía un fracaso de toda la sociedad. Una sociedad que no participa,
que no se compromete, una sociedad formada por habitantes, por individuos; un
remedo de sociedad. Argentina necesita proyectos, necesita una dirección, necesita
planificación y trabajo serio, y los habitantes no pueden sustraerse a este llamado.
Argentina necesita ͞civitas͟, hombres y mujeres comprometidos, con real
participación, seres que renueven y aseguren el Contrato que valida la condición de
͞ciudadano͟ de un país. Ciudadanos con ideas y principios, dispuestos a participar y a
consensuar un modelo de país. ͞Argentina necesita sumar y no seguir restando.
Argentina necesita inclusión y no exclusión. Argentina necesita Ciudadanos y no
Militantes͟.

Daniel Villarreal