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Nº 62
www.grupoicm.es 00062

8 414090 254946

¿QUÉ NOS REVELA

SU PAÑAL?
Las deposiciones,
a examen

VIENE DE NALGAS
¿Es posible un parto
vaginal?

NIÑO DIABÉTICO
Las claves de
su alimentación LA ROPA DEL BEBÉ
Acierta en su elección
MUERDE, PEGA, PROTESTA… TIENE ALERGIA
Soluciones a la agresividad A LA LECHE
infantil ¿Cómo le alimento?

¡A COMER!
Se acabaron los problemas
en la mesa
,
Y ademas… Novedades para elegir el nombre y los apellidos de tu hijo.

1-PORTADA 62.indd 1 02/02/11 17:33

 TEMA DEL MES

¡A comer!
SE ACABARON LOS
PROBLEMAS EN LA MESA
Si tu hijo se porta fatal a la hora
de la comida, se niega a probar
alimentos nuevos o crees que
come de manera insuficiente,
te proponemos algunas pautas
para darle la vuelta a la tortilla.

● J. Sancho

E
sta por mama, esta por papá,
esta… ¡esta por Dios te lo pido
ya!, ¡cómete alguna!” La hora
de la comida puede ser un cal-
vario para muchos padres que ven desespera-
dos como el puré de turno rebosa una vez más
por la comisura de su, hasta ese instante, dulce
niño. Otros pelean cada mañana como si tu-
vieran acciones en Pascual para que su hijo se
termine hasta la última gota de leche del vaso
antes de ir al cole, y nada, que no hay manera
de pintarles el bigotito blanco. De las verduras
ni hablamos: un campo de batalla perdido pa-
ra muchos papis que ha hecho saltar lágrimas
de desmoralización hasta de las madres más
aguerridas y experimentadas. ¿Seguro que come poco? ya sea poca cantidad o poca variedad. Otros
¿Quién no conoce o ha tenido que lidiar Es posible que haya niños con menos apeti- problemas comunes que los papis confesaban
con algún pequeño gourmet con el paladar to que otros, incluso algunos que se nieguen en este estudio eran que su pequeño comía
demasiado exquisito: niños peleados con to- a comer por diversas razones, pero, por lo demasiado despacio (el 13 por ciento), que
do lo que sea verde, renacuajos que detestan general, este problema deriva más de expec- sólo se zampaba lo que le gustaba (11 por
la fruta o nenes que es ver un pescado en su tativas demasiado altas de los padres respecto ciento) o que no comía verdura (11 por cien-
plato y se echan a temblar? Esperemos que a lo que deberían comer sus hijos. Según el to) o fruta (cinco por ciento). Al que se le jun-
después de leer este reportaje tu hijo no te pi- Estudio Pediasure sobre niños malcomedo- te todo esto a la vez… nos solidarizamos con
da ir al Bulli a probar cosas nuevas. Con que res (2009), elaborado por el Observatorio de él. Pero no desesperéis, todo tiene solución.
coma de todo sin necesidad de obligarle nos la Nutrición Infantil, un 47 por ciento de los Tal vez éste sea tu caso y creas que tu pe-
conformamos. padres españoles piensa que su hijo come mal, queño está hecho un fideo, te destroza el alma

14 MP

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 verle llorar a mares porque no se quiere comer
un puré, un yogur o una simple pera, pero
tú insistes. Evidentemente, piensas que es lo
mejor para él, que debe comer su ración dia-
ria. Pues bien, es posible que te equivoques,
que no necesite más por ese día. O simple-
mente es cuestión de adaptación, ten pacien-
cia y dale tiempo para que se acostumbre a
nuevos sabores.
Si ante vuestros miedos a que su falta de
apetito pueda derivar en un problema mayor
habéis acudido ya al pediatra, y éste os ha in-
formado de que no hay por qué alarmarse, ya
que su talla y su peso están dentro de lo nor-
mal (ésta suele ser la respuesta habitual que los
preocupados papis se encuentran cuando acu-
den a consulta), y si además es un niño que no
se pone más enfermo de lo habitual, calma,
por favor. No empecéis a comparar a vuestros
niños con sus compis de cole o con los vecinos
del primero que tienen esos mofletitos rojizos
Casos reales
Antes de llenarte la cabeza con más consejos, te presentamos algunos casos
de madres reales que han tenido las clásicas complicaciones con la comida de
sus niños que cualquiera de vosotras puede padecer. Tres expertos en pediatría
y nutrición infantil responden a sus dudas. Esperamos que sus soluciones sean
extensibles a los problemas que vosotras podáis tener con vuestros críos.
Esther de la Rosa
M i hijo Teo tiene 20 meses y aunque come bien
verduras, carnes, pescados... nos resulta
imposible que coma fruta. Hasta prácticamente
los 12 meses merendaba diariamente puré de
frutas y a pesar de tomárselo con menos ganas que
el resto de comidas, al final se lo terminaba. A los
nueve meses comenzó a comer sólidos (le salieron
casi todos los dientes muy pronto) y a partir de
entonces no quiere fruta de ninguna manera. Se
la hemos intentado dar mezclada en puré con
galletas, muy picada en yogur, cortada en trocitos
muy pequeños... y lo hemos hecho con frutas
de todo tipo: plátano, pera, manzana, mango,
etcétera, pero cuando la toca y nota que es fruta,

FOTOGRAFÍA: LEONARDO CASTRO.

tan graciosos y saludables. Pues bien, a lo me-
El desarrollo de un niño no
se tiene que centrar en su
peso. Cada uno come lo
que necesita
jor esos otros peques que tomáis como mode-
los están más gorditos de lo que deberían, o
sencillamente, cada niño es un mundo. Las
necesidades de uno no tienen por qué ser las
del otro. Intenta no medir lo que come tu hijo
con el rasero de lo que coman los de los de-
más, y párate a pensar por un momento que
si un día come poco o menos de lo habitual (a
tu entender) tal vez es por que su tripita esté
llena y no necesite más.
Por otro lado, la mayoría de estos proble-
mas surgen entre el año y los tres años de vida.
Muchos padres piensan que si de bebé su hijo
comía mucho, ahora con dos años o tres debe
comer el doble o el triple. Craso error. No lo
necesita tanto. Lo que sucede es que a partir
de, aproximadamente, los 12-15 meses, la ve-
locidad a la que venía creciendo se ralentiza y
por tanto ya no se nota ese progreso que ve-
nías advirtiendo durante esos primeros meses
de lactante. Esto se debe a que ya no necesita
la misma cantidad de comida/energía diaria d
la rechaza. Seguimos intentando que la coma y
se la ofrecemos para merendar, y últimamente a
veces chupa un poco de mandarina o come un par
de gajos de manzana, pero en seguida se cansa.
Cuando le forzamos a comer se pone a llorar y no
sabemos si será contraproducente obligarle o si es
mejor seguir dándole a probar poco a poco.
RESPUESTA DEL EXPERTO
Viviana Loria
Nutricionista de la
Unidad de Nutrición
Clínica. Hospital
Universitario La Paz.
Madrid.
E l rechazo inicial a los alimentos
nuevos o desconocidos se denomina
neofobia y, normalmente, tiene dos
períodos críticos. El primero, cuando
se introducen alimentos semisólidos
a los niños pequeños, a lo largo del
primer año de vida. El segundo,
ocurre alrededor del tercer año,
coincidentemente con la etapa de
rebeldía. La neofobia se vence mediante
la exposición reiterada a un alimento.
Algunos estudios demuestran que
es necesario ofrecer el alimento un
promedio de 12 veces hasta que es
aceptado e incorporado por algunos
niños. El mejor remedio para que acepte
las frutas es la paciencia. Mientras tanto,
ofrécele zumos naturales y verduras,
para quedarte tranquila de que está
recibiendo todos los nutrientes que
necesita y que poco a poco volverá a
incorporar la fruta.
Algunas recomendaciones que puedes
seguir para que paulatinamente tu niño
acepte la fruta son:
● Aprovechar el momento del día en
que tu niño está más dispuesto a probar
un alimento nuevo.
● Ofrecerle el alimento cuando tenga
hambre, si se le ofrece una vez que ya
ha comido, posiblemente esté saciado y
lo rechace.
● Darle el nuevo alimento junto con
otros alimentos que ya conoce.
● Servirle una porción pequeña del
nuevo alimento.
● A menudo, forzarlo a que pruebe el
alimento generará mayor rechazo por el
mismo, en este caso lo mejor es negociar
con equilibrio.

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d para crecer y moverse. Pero tranquilos, que
a partir de los cinco años su gasto energético
se dispara, por lo que sus requerimientos au-
mentarán y pronto te olvidarás de lo poco que
comía de peque.
Mini generación nini (ni frutas
ni verduras)
Para los niños, el hecho de ver que les insisti-
mos demasiado con un alimento en concreto,
por lo general las verduras, les hace pensar que
no es tan bueno como les intentamos vender.
En palabras de Rana Conway (en su libro A
comer, Ed. Pearson) “los padres que insisten a
un niño para que coma verduras antes de reci-
bir cualquier postre sólo consiguen exacerbar
el problema: están reforzando la idea de que
las verduras son horribles y el postre desea-
ble”. “¿Has probado a decirle que si se toma
16 MP
14-19 TEMA DEL MES 62 .indd 16
TEMA DEL MES
primero el flan le dejarás comerse un divertido
arbolito de brócoli?”, propone Conway.
Por otro lado, a veces conviene darles un
poco de manga ancha y dejarles decidir por
sí mismos. Eso al menos viene a decir un re-
ciente estudio llevado a cabo por la Univer-
sidad de Granada, que ha demostrado que
permitir a un niño pequeño elegir libremente
qué verdura le gustaría comer ayuda a aumen-
tar hasta un 80 por ciento el consumo de estos
alimentos en la población infantil. Observa-
ron a 150 niños de una escuela andaluza y vie-
ron cómo aquellos pequeños a quienes se les
permitió elegir los vegetales que deseaban co-
mer ingirieron 20 gramos más, lo que supo-
No fuerces a tu hijo a
comer. Echa mano de
paciencia e imaginación
ne una media de 40 gramos más al día entre
comida y cena. ¡Todo un exitazo!, pensarán
muchas mamis. ¿A qué esperáis a probarlo?
Además, estos mismos investigadores nos
dan una pista para comprender por qué los
niños acostumbran a rechazar determinadas
verduras. Según han comprobado, el sabor
amargo del calcio, muy presente en las espi-
nacas, acelgas, la col, la cebolla, el cardo o el
brócoli, puede ser un factor sensorial que in-
fluye muy negativamente en el paladar de los d
¿Y SI ESTÁ ENFERMO?
L
ógicamente, tu hijo puede tener un motivo
más serio para no comer que el que tenga
un paladar demasiado exigente. Tal vez esté
resfriado, le duela el estómago o la garganta.
A todos nos pasa que cuando estamos
enfermos perdemos el apetito. A ellos también.
Tranquilos, en cuanto pasen unos días y se
recupere le volverá el hambre. Tampoco por
darle de comer más el niño se va a curar. Se
curará con el tratamiento que le ponga el
médico para la enfermedad que padezca.
Claro que también puede ocurrir que el
niño llore o vomite (o tenga otras reacciones
más evidentes como manchas o sarpullidos) cuando se le dan determinados alimentos.
Tal vez pueda tratarse de una alergia. Si tienes dudas de que así sea prueba a quitarle
ese alimento de su dieta habitual, si mejora tal vez sea que sí sufría alguna alergia o
intolerancia y necesite hacerle las correspondientes pruebas para asegurarse.
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 Elena González RESPUESTA DEL EXPERTO
Dr. Bruno
Nievas
Médico
Especialista en
Pediatría. Almería. los niños. Evaluar a un niño sólo
www.brunonievas.com.
U n dato muy llamativo de tu
testimonio Elena, es que tu
niña come mejor en la guardería
que en casa. Es algo frecuentísimo
que, como comprenderás,
sólo denota una cosa: la niña
come bien, y donde no hay
un buen hábito instaurado, es
precisamente donde come mal.
FOTO: LEONARDO CASTRO.
Es decir, en este caso (como en la
mayoría) es en casa.
Los niños son muy sinceros, comen
lo que necesitan. El único matiz
es que, hasta los dos años, suelen
comer bien y de todo, como lo
M e llamo Elena, mi hija se llama Silvia y tiene dos
años y ocho meses, en mayo hace los tres años.
Nunca ha sido una niña gorda, pero mientras estuvo con el
demuestra el hecho de que llevan
una vida activa (no paran de
jugar) y ganan peso. Entre los dos
pecho engordaba bastante bien. Siempre se ha mantenido y los seis años pasan una época
entre el percentil 3 y el 10, hasta que a los nueve meses le en la que se vuelven muy selectivos
dejé de dar pecho (ya le había introducido alimentación (o caprichosos); no es que no
complementaria y el pecho era su postre). Ahí empezó a coman, es que sólo comen lo que
ganar peso más despacio y se estancó en el percentil 3. les gusta (es decir, lo que haríamos a la niña, puedes recurrir a
Hasta ese momento no teníamos ninguna preocupación, los adultos si pudiéramos). A
le gustaba de todo, pero a partir del verano del primer año partir de los cuatro años ya
empezó a no querer comer, casi nada y de nada. Los purés entienden que han de comer de
se los dejaba a la mitad, sólo comía potitos y siempre se todo y vuelven a aumentar la
dejaba, y en las cenas no cenaba casi nada (100 de leche con variedad de las comidas.
cereales). En septiembre de ese año la llevamos al pediatra Respecto a cómo hacer para que
a que le hiciera una revisión por el peso. Había perdido peso la niña no baje más de peso,
en el verano. Por si acaso le hizo análisis, para descartar creo que el mejor consejo es
cualquier problema. Los análisis salieron todos bien. Así instaurar unos hábitos normales
que nos derivó a un endocrino infantil experto en talla baja. de alimentación sana para
Con él hemos ganado, sobre todo, tranquilidad, porque toda la familia. Los niños son
sabemos que a la niña no le pasa nada, pero seguimos sin imitadores. Haz todas las comidas
tener el alta a día de hoy. de la forma más sana y natural
El comienzo de la guardería fue nuestra salvación, empezó posible, y practicar un poco de
a comer bastante bien allí, aunque en casa seguía mal. ejercicio (que con los niños es
A partir de ahí hemos ido mejorando, pero no engorda jugar, así que es muy fácil). Y no
demasiado, seguimos por debajo del percentil 3 en peso. centrar el desarrollo de un niño
Cuando le pasa algo lo paga con la comida y deja de comer, en el peso. El profesional valora
menos el desayuno y sus zumos. Ahora pesa 10 kilos 200 el desarrollo físico (donde entran
gramos, y mide 89 centímetros. Mi pregunta es: ¿cómo peso y talla, entre otros aspectos),
conseguir que vaya engordando más y que no estemos pero también neurológico,
bajando de peso constantemente? Bueno y si hay un truco
para conseguir que la comida le guste, sería estupendo.
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psicológico y social. Ten en cuenta
que este desarrollo es armónico,
aunque con divergencias, y por
supuesto no es igual para todos
por la talla, el peso o cualquier
otro dato aislado puede llevar a
error, por eso es tan importante
la evaluación integral por parte
del pediatra. Si el profesional
estima que el desarrollo general
es bueno, puede aceptar tallas,
pesos u otros datos, en el límite
inferior de lo que se considera
normal. Un bajo peso puede
ser reflejo de un problema, sí,
pero para eso está el pediatra.
Y si tanto él como el endocrino
os han trasmitido tranquilidad,
estarlo. Si una madre consulta a
un profesional debe delegarle la
responsabilidad y las decisiones.
Pero si no confía en él, debe
cambiar. No has de vivir como un
sufrimiento algo tan bonito como
son los primeros años de vida
de un hijo. A muchos padres se
les olvida disfrutar con sus hijos
por temas como este, y creo que
es el aspecto más importante.
Si quieres hacer engordar
recursos burdos (que tal vez ya
hayas usado) como fármacos
para abrir el apetito o comidas
hipercalóricas. El problema de
esto es que, a la larga, generará
unos hábitos inadecuados, que,
sorprendentemente, pueden
generar un problema de
sobrepeso en el futuro a la niña,
aunque a la madre le parezca,
hoy en día, inconcebible (pero es
que luego ocurre).
Por eso insisto: vida sana, dieta
normal, variada y equilibrada;
seguimiento por el pediatra y
disfrutar de su hija; si no, cuando
la niña sea mayor y la madre se
de cuenta de que su hija va a ser
delgada siempre (o no), también
se dará cuenta de que no la ha
disfrutado cuando era pequeña.
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 TEMA DEL MES

de extranjis en un bizcocho o en galletas, en

EN EL MISMO SITIO, A LA MISMA HORA helados… échale imaginación.

L a psicóloga Rocío Ramos-Paul, supernanny para los

televidentes, recientemente ha publicado el libro Mi hijo no
come (Ed. Aguilar). En él aconseja, entre otras muchas cosas,
No le obligues a comer
Al contrario de lo que piensan otros autores y
instaurar algunos hábitos a la hora de comer: muchas madres, el conocido pediatra Carlos
● Hay que comer en el mismo momento. Tendrás que elaborar González, autor del archifamoso Mi hijo no
un horario que deberás cumplir de forma estricta, sobre todo al me come (Ed. Temas de Hoy), apuesta firme-
principio y hasta que lo interiorice. mente por no obligar al niño a comer, y mati-
● Hay que comer en el mismo lugar. Tener un espacio agradable
za que esta idea “no ha de considerarse como
donde comáis, bien la cocina bien el comedor. Además, el niño
un «método para abrir el apetito»”, ni como
debe conocer donde guardáis los utensilios que va a utilizar
para comer, si tiene edad para hacerlo, ayudar a poner o un castigo, “sino como una manifestación de
recoger la mesa, etcétera. nuestro amor y respeto por nuestro hijo. Al
● Hay que comer de la misma manera. Seguiremos siempre el mismo ritual, antes de dejar de obligarle, va a seguir comiendo lo
comer le recordaremos los pasos que ha de seguir (lavarse las manos, poner la mesa, el mismo, pero sin los sufrimientos y peleas que
babero, sentarse a la mesa…), si es necesario le ayudaremos. hasta entonces acompañaban a la comida”. Y
no obligarle incluye no chantajearle, no ha-
cerle el avión con la cuchara, no recriminarle
d más canijos de la casa, haciendo que rechacen y Mochilo en los capítulos grabados de los que come poco o que has trabajado mucho en
su consumo. Así que nada, ahora que lo sa- Fruitis que les pones en la merienda (ya no la cocina para que luego no se lo coma. Hay
béis, sólo tenéis que buscar algo para contra- hay dibujos como los de antes…). Lo primero que hacerlo con paciencia y serenidad, que no
rrestar ese amargor. Por otro lado, si tu hijo se que has de hacer es ofrecérselas en pequeñas parezca un castigo ni una falta de cariño.
niega a comer estas u otras verduras no tires cantidades y en trozos muy pequeñitos y bien Además, conviene aplaudir al pequeño
la toalla y sigue sirviéndole otras opciones pelados. Piensa también que sus colores nos cuando come bien. Una de las cosas que
nuevas de estos alimentos sin presuponer que permiten crear divertidas y apetecibles caras o más recomienda en su último libro, Mi
vaya a rechazarlas. Que deteste la coliflor o las figuras. Y, por último, siempre te quedará el hijo no come (Ed. Aguilar), la supernanny
zanahorias no quiere decir que no le pueda recurso de la operación camuflaje. En batidos Rocío Ramos-Paul es “atender los com-
gustar el calabacín o la lombarda. o zumos, machacada con el yogur, mezclada portamientos positivos de tu hijo y reco-
No sólo de sabor, también es una cuestión
de evolución y supervivencia… y cantidad.
Las verduras tienen muchos minerales y vi-
taminas, pero tienen una baja concentración
calórica. El asunto es que los estómagos de los
nenes son muy pequeños, y, como nos des-
vela el pediatra Carlos González, “necesitan
comidas concentradas, con muchas calorías
en poco volumen”. “Los niños pequeños, por
más que lo intenten, no pueden comer la can-
tidad de verdura necesaria, porque no les cabe
en el estómago”, por ello, no hay que preten-
der darles un plato entero de verdura, ya que,
como dice González, “su dosis normal suele
ser de apenas unas cucharadas”.
En cuanto a la fruta, su rechazo es algo
menor que hacia las sufridas verduritas, tal
vez por su dulzura. Sin embargo, hay niños
que a pesar de haber devorado tarros y tarros
de papillas y potitos de frutas, ahora se niegan
en redondo a consumir ni un gajo de naran-
ja. Tal vez sea por su textura, por las hebras o
porque no encuentran atractivo el hecho de
comerlas crudas, pero el caso es que las úni-
cas frutas con las que tragan son a Gazpacho

18 MP

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 nócerselos, de esta manera los repetirá. Por
ejemplo, si le dices «¡es fantástico cómo lo
Mariel Rosciano
haces de bien, qué mayor te estás haciendo!»
cuando se lleva la cuchara a la boca, tu hijo
i nombre es
Mariel, tengo
30 años y mi hijo
M
volverá a llamar tu atención repitiendo esa
se llama Jeremías.
conducta”. Por el contrario, “no atiendas sus Jere tiene dos años
comportamientos negativos. Tu hijo proba- y medio, estamos
blemente deje de llevarlos a cabo (al no ob- en la etapa de
tener tu atención) y aprenderá qué es lo que sacarle el biberón,
no puede hacer”. lo cual ha sido
En su libro, González intenta poner a las súper difícil porque
madres en la posición del hijo: “un bebé llora desde entonces
porque ha comido demasiado, pero su madre, no quiere tomar
en vez de hacerle caso como siempre, intenta leche. Compramos
obligarle a comer todavía más. Y cada vez es tazas, vasos,
inventamos mil
peor: la suave insistencia del principio pronto
maneras de dársela.
deja paso a gritos, llantos y amenazas. Su hijo
Pero no quiere ni
no puede entender por qué. Él no sabe si ha siquiera probarla.
comido más o menos de lo que dice el libro, Toma yogur para
o de lo que dice el pediatra, o de lo que come desayunar y para la merienda pero también es súper complicado, porque se aburre
el hijo de la vecina. Él no ha oído hablar del al poco tiempo de comerlo y prefiere irse a jugar. Sumado a todo eso no logramos
calcio, ni del hierro, ni de las vitaminas. No que coma ninguna verdura, tan solo papas. Intentamos disfrazárselas como
puede entender que usted cree hacerlo todo milanesa, y la empieza a comer creyendo que es carne, pero cuando descubre que
no lo es deja de comer. No hay manera de que acepte probar el puré, que antes le
encantaba, o el tomate, que lo comía con la mano.
Si planteamos la hora
RESPUESTA DEL EXPERTO
de la comida como una
lucha diaria, podemos Dr. Carlos poco nutritivas: pocas calorías, pocas
González proteínas, nada de grasa… Los niños
agravar el problema suelen preferir alimentos más nutritivos.
FOTO: AGUSTÍN AMATE ©

Pediatra, autor del

libro Mi niño no me De todos modos, al menos las frutas
come (Editorial Temas
suelen tener un sabor agradable, y
por su bien. Sólo sabe que le duele la barriga de hoy).
los niños probablemente comerían un
de tanta comida, y sin embargo le meten to-
poquito si no fuera porque les hacemos
davía más. Para él, esta conducta de su madre
aborrecerlas con nuestra insistencia en
es tan absolutamente incomprensible como si
le pegase o le dejase pasar la noche desnudo
en el balcón”.
A preciada amiga: uno de los
principales motivos por los que
los expertos recomiendan suprimir los
que coman más.
En definitiva: deje de intentar obligar
a comer a su hijo. Deje de meterle la
Y si lo que os preocupa como padres es biberones antes del año es para evitar comida en la boca. Permita que sea
que vuestro hijo verdaderamente no coma y que los niños tomen un exceso de leche. él mismo el que coma, con su propia
que este método de no obligarle a comer pue- Porque muchos niños toman biberones mano y su propio tenedor, la cantidad
da acarrearle un problema de salud, Carlos de 250 ó 300 ml, pero raramente se que quiera comer y no haga nada
González propone una manera de asegurarse beben más de medio vaso de leche. Y el (ni insistir, ni distraer, ni prometer, ni
de que el estado de salud de tu retoño es bue- yogur tiene un tamaño calculado para amenazar, ni premiar, ni nada) para
no y de que no corre ningún peligro: controlar un adulto. Yo, cuando como yogur, me que coma más. Y quede claro que
su peso con una simple báscula. “Mientras su como uno solo. ¿Cómo va su hijo de dos eso no es un truco para que coma.
hija no pierda un kilo de peso, no habrá nin- años a comerse el mismo yogur que un No le estoy diciendo «no le obligue, y
gún problema”. tío de 70 kilos? No es que «se aburra», verá como comerá más», sino «no le
Con estos consejos, esperemos que la ho- es que no quiere más. obligue, y verá como será más feliz».
ra de la comida llegue a ser más llevadera para En cuanto a las frutas y verduras, a los Porque a todos los niños les gusta que
padres e hijos. Al menos, que la sonrisas y las niños no les suelen gustar porque son sus padres les respeten.
barriguitas satisfechas superen a las lágrimas y
los pucheros. ◙

MP 19

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