Вы находитесь на странице: 1из 52

1

CURSO
IRIDOLOGÍA

« INTRODUCCIÓN A LA IRIDOLOGÍA »

ESCUELA SUPERIOR DE TÉCNICAS


Y ESTUDIOS AVANZADOS
http://www.psicostasia.com naturalia@psicostasia.com
2

Edición especial autorizada por los


autores para su distribución a través de
Internet. Reservados todos los derechos
para Escuela Técnica Superior de Estu-
dios Avanzados, Barcelona (España).
Queda expresamente prohibida su repro-
ducción, copia o distribución en parte o
la totalidad de la obra, de acuerdo con la
legislación vigente.

ETSEA
3

1 - INTRODUC
INTRODUC CIÓN AL IRIDODIA
ODUCCIÓN GNOSIS
IRIDODIAGNOSIS

En primer lugar, es preciso aclarar que los estamentos médicos


oficiales ignoran absolutamente este método de diagnóstico, quizás
por falta de una auténtica preocupación científica por los últimos
descubrimientos en Iridología, siendo bien pensados, o bien por otras
causas menos confesables en una segunda opción. En Estados Uni-
dos y Gran Bretaña, grandes y reconocidos médicos se han adheri-
do a esta ciencia a causa sus descubrimientos y los resultados ob-
tenidos. Entre estos grandes doctores figuran los Lindlbar, Dritzer,
Bovd, Brown-Neil, Lahn, Francis y otros bien conocidos y famosos
terapéutas que prescinden de las drogas.

- Cada órgano o parte del cuerpo está representada en áreas del iris:

Los filamentos nerviosos, fibras musculares y diminutos vasos


sanguíneos que aparecen en estas áreas, demuestran por medio de
señales y pigmentos coloreados las condiciones cambiantes en la
correspondiente parte u órgano del cuerpo. En efecto, mediante di-
versas marcas, signos y decoloraciones en el iris, la naturaleza nos
revela taras heredadas, tales como psicosis, escrófula, tuberculo-
sis, enfermedades venéreas, etc. La naturaleza revela también por
medio de tales medios, condiciones agudas catarrales o crónicas,
destrucción de tejidos, envenenamientos por drogas, huesos rotos y
operaciones quirúrgicas. Solamente por el iris, se puede analizar las
tendencias heredadas y adquiridas en cuestiones de salud y
enfermedad, la condición general del organismo y el estado de cada
órgano del cuerpo. Leyendo el mapa del ojo, podemos predecir las
diferentes crisis curativas por las que el paciente tiene que pasar, en
su camino hacia la salud.

El diagnóstico por los ojos confirma las enseñanzas de


Hahnemann acerca de que todas las enfermedades agudas tienen
antecedentes hereditarios constitucionales, o taras adquiridas, y fi-
4

nalmente revela la gradual purificación del sistema de la materia


mórbida y el reajuste de las condiciones normales, bajo las influencia
regeneradoras de la forma de vida y el tratamiento naturales.

- Anatomía del ojo:

El órgano visual consta de dos parles: el ojo y sus apéndices.


El ojo consta del nervio óptico, y de la bola del ojo. Los órganos
accesorios del ojo incluyen los músculos oculares, los párpados, la
conjuntiva y una despresión piramidal llamada órbita. Existen cuatro
ángulos de la órbita y siete huesos componen sus paredes. Se deno-
minan:

1.- La cuña esfenoides.


2.- El etmoides.
3.- El frontal: frente.
4.- El malar: hueso de la mejilla.
5.- El palatar: base de la órbita.
6.- El superior-maxilar: mandíbula superior.
7.- El lacrimal: por encima en el ángulo interior del lacrimal.

En la órbita del ojo existen nueve aberturas, para que puedan


penetrar por ellas los nevios, venas y arterias.

El ojo está pro tejido por un cojín de grasa, y se mantiene en


posición por medio de seis músculos rectos, que también mueven el
ojo en diferentes direcciones.

- Iner
Inervvación de músculos y ner vios:
nervios:

Las principales funciones de los músculos del ojo son las si-
guientes:

a) - Recto superior: gira el ojo hacia arriba.


b) - Recto inferior: gira el ojo hacia abajo.
c) - Recto interno: gira el ojo hacia adentro.
d) - Recto externo: gira el ojo hacia afuera.
5

e) - Oblicuo superior: mueve el ojo hacia arriba y abajo.


f) - Oblicuo inferior: gira el ojo hacia afuera y arriba.

El ojo se mueve, pues, por medio de varios músculos actuando


juntos, coordinados. Los cuatro primeros músculos, llamados rectos
o derechos, tienen su origen en el ápice de la órbita y están unidos
a los lados de la bola del ojo. Estos músculos empujarán al ojo hacia
atrás, dentro de la órbita, pero mediante la compensación de los
músculos oblicuos, el superior tiene su origen en el ápice de la órbita
y pasa a través de una trocla al frente de la órbita, luego hacia atrás
hasta el ecuador del ojo, y está unido por debajo con los músculos
rectos superiores; el oblicuo izquierdo tiene su origen al frente de la
órbita, pasa hacia atrás y está unido por detrás del ecuador del ojo,
por debajo del recto inferior. Estos dos últimos, tiran del ojo hacia
adelante, mientras que los otros cuatro tiran del ojo hacia atrás. Este
ajuste del poder del ojo, mantiene al ojo en perfecto equilibrio.

El tercer nervio, inerva todos los músculos, excepto el oblicuo


superior, que es inervado por el cuarto nervio; el recto externo, está
ínervado por el sexto nervio. A estos se llaman músculos extrínse-
cos y están fuera de la bola del ojo. Los músculos intrínsecos que
son el esfinter y el dilator del iris, están inervados por el tercero y
quinto, y por los nervios simpáticos. El iris regula así la cantidad de
luz que penetra en el ojo. Los músculos ciliares controlan el foco de
la lente o la acomodación del ojo a las diferentes distancias. Y los
músculos orbiculares son los que cierran los párpados. El músculo
elevador de los párpados, como su nombre indica, sirven para ele-
var los párpados.

- Fluidos y sólidos

Los fluidos del ojo son: el humor acuoso, y la lente o cristalino,


que lo contiene y el humor vítreo. Estos son líquidos claros, transpa-
rentes, y se conocen por sus propiedades como medios refractivos.
Los sólidos son la cubierta esclerótica. Una densa, dura y fibrosa
membrana que, con la córnea, forman la cubierta exterior del ojo.
Mantiene y conserva la forma del ojo. La coroides está por
6

debajo de la cubierta esclerótica, es rica en vasos sanguíneos, in-


cluye el músculo ciliar y el iris.

El nervio óptico está curvado en la cavidad orbital. Está incluido


en sus tres capas, la dural, la aracnoidal y la pial, colectivamente
conocidas como vainas del nervio óptico, y cuyas continuaciones
de las membranas cerebrales y en las bolas de los ojos, están sobre
la esclerótica. Las capas están separadas entre si por el espacio
intervaginal.

El globo del ojo o bulbo del ojo está rodeado de grasa, de la


aponeurosis y del músculo en la cavidad orbital, y tiene la forma
aproximada de una esfera. Está formado por el contenido del globo
del ojo en su interior y la cubierta del ojo, recubriendo estas externa-
mente. Las primeras, desde delante hacia atrás son:

a.- El humor acuoso.


b.- La lente o cristalino.
c.- El humor vítreo.

Las cubiertas del ojo están concéntricamente laminadas, y cons-


tan desde fuera hacia adentro de:

a.- La túnica fibrosa del ojo.


b.- La túnica vasculosa del ojo.
c.- La retina.

El bulbo del ojo se asemeja a la sección de una esfera, bastan-


te completa sólo en su mitad posterior. La mitad anterior posee un
superficial corte circular frontal, el «sulcus esclerea», del cual la ma-
yor parte anterior se proyecta como un pequeño segmento de esfera
con un radio de curvatura más pequeño. Esta proyección pertenece
a la córnea, la otra parte de la superficie a la esclerótica, de forma
que la esclerótica indica al mismo tiempo la unión externa entre la
córnea y la misma esclerótica.
7

- La túnica ffibr
ibr osa oculi:
ibrosa

Es una membrana gruesa y dura, incluyendo completamente el


globo ocular. La esclerótica, cubierta blanca o dura del ojo, es una
membrana dura de tejido conjuntivo, generalmente de un color blan-
co puro.

- La córnea:

Es una membrana incolora, transparente, de tejido conjuntivo,


no vascular, y que tiene forma de taza plana y redondeada, curvada,
de forma que es convexa en el frente y cóncava atrás.

- La túnica vvasculosa
asculosa oculi:

Con su masa principal, está adosada directamente sobre la


superficie interna de la esclerótica.

- La coroides:

Es muy delgada e incluye aproximadamente los 2/3 posteriores


del globo ocular; es a veces más clara y otras más oscura, de acuer-
do con la cantidad de pigmento que contenga.

- El iris:

Es un disco redondo con una abertura redonda en el centro,


que es la pupila, que no está exactamente situada concéntricamente
en él, sino que se desvía hacia abajo o hacia la nariz. El suministro
de los nervios al iris es el motor, el sensorial y el simpático.

- La retina:

Es la túnica nerviosa interior del globo del ojo.

- El disco óptico:
8

Está situado cerca del lado nasal de la mácula y es la mancha


ciega del ojo.

- El cuerpo oleoso:

Está compuesto de ligamentos, músculos y procesos.

- La me mbr
membr ana hia
mbrana loide:
hialoide:

Es una membrana delicada, transparente, rodeada de humor


vítreo.

- La llente
ente crista lino:
cristalino:

Es una lente doblemente convexa, biconvexa.

- La cápsul
cápsulaa de Tenon:
Tenon:

Es una membrana de dos capas.

- La conjunti
conjuntivva:

Es la membrana mucosa que reviste los párpados y recubre la


porción externa del globo ocular.

- La gglándul
lándul
lándulaa llacrima
acrima
acrimall:

Está localizada bajo el arco ocular.

- Los párp ados:


párpados:

Son dos delgados y móviles forros situados sobre el ojo.

- Las gglándul
lándul as meobomianas:
lándulas
9

Están situadas sobre la superficie interior de los globos ocula-


res.

- Los estados de salud en el iris

Cualquier irritación del organismo es transmitida al iris a través


de los nervios aferentes, los cuales estimulan un flujo de sangre que
causa inflamación y congestión. Esto es transmitido mediante
estimulación de los nervios reflejos al área correspondiente del iris.
Los diferentes colores correspondientes a ciertas drogas, tales como
el rojo para la intoxicación por yodo, el amarillo verdoso para la quinina,
etc., que se han encontrado en el iris, son originados por pigmentos
coloreados depositados en las capas superficiales del iris. Las
referencias que damos a continuación pueden ser usados como una
guía para el iridodiagnóstico. Con fines diagnósticos permítasenos
suponer que el ombligo es el centro geométrico del cuerpo, el cual se
corresponderá con la pupila en el centro del mapa del iris. El mapa
muestra así pues el estómago en el primer circulo del mapa y si
encontramos líneas o manchas oscuras en esta zona es señal de
problemas gástricos. Uno de los más simples venenos tóxicos a
encontrar en esta área, es el bismuto, que es ingerido ampliamente
para combatir problemas digestivos. Se presenta en el área estomacal
en forma de un circulo gris irregular.

Los individuos que trabajan con plomo, presentan este color en


ocasiones, apareciendo en la zona estomacal, pero el circulo es
perfecto y no irregular. Todos los medicamentos que dejan señales
en el iris son tóxicos para el organismo. Así se puede decir al pacien-
te cual es el tóxico que está ingiriendo, y éste es uno de los grandes
logross del iridodiagnóstico.

TRA CT
TRACT O INTESTIN
CTO AL
INTESTINAL

Las áreas del mismo suelen estar generalmente bien delimita-


das en el mapa del iris, pero esta área suele estar generalmente
coloreada, ya que muchas dolencias se inician en el estómago o en
10

los intestinos,debido a la continua presencia de materia fecal. En los


niños, las manchas negras en ellas demostrarán la presencia de
lombrices, que el aceite de ajo y el aceite de enebro eliminarán, bajo
una estricta dieta limpiadora, y así el iris se volverá más limpio y más
cercano a su color natural, cualquiera que éste sea, correspondien-
do a la eliminación de la material fecal compacta. El aceite de ajo
ayudará también a eliminar la materia fecal compactada.

EL PÁNCREAS

Si una enfermedad, tal como la diabetes, está presente en el


páncreas, esta área estará decolorada. Lo mismo se aplica al área
apendicular, si el paciente siente un dolor en la parte inferior derecha
del abdomen, y aparece un triángulo blanco en dicha área, entonces
el diagnóstico será de apendicitis, mientras que una sóla línea blanca
en el área apendicular, muestra sólo un problema de congestión o
inflamación.

EL SISTEMA NERVIOSO SIMPÁTICO


NERVIOSO

Este es el círculo con zig-zag que aparece siempre, tanto en la


salud como en la enfermedad, alrededor de la pupila y cercando las
áreas de estómago e intestino. Cualquier irregularidad de esta zona
o que el área se proyecte hacia afuera, indicará irritación en este
sistema.

El sistema nervioso simpático ha sido indicado en el mapa como


un simple círculo, y ésta corona puede ser redonda o en forma de
zig-zag en el iris.

LOS OR
ORGGANOS REPR ODUCT
REPRODUCT ORES Y URIN
ODUCTORES ARIOS
URINARIOS

Nos referimos a las suprarenales y riñones, el útero, la uretra,


la vejiga y la glándula prostática. Pequeñas manchas oscuras en la
vejiga o riñones son indicativos de posibles cálculos. Si el área uterina
presenta manchas oscuras densas, ésto indica la existencia de un
fibroma o tumor. La congestión aparece en estas áreas en forma de
11

diversas manchas rodeadas de blanco cuando ha sido usado el iodo,


y las líneas oscuras indican irritación crónica.

LA TRA QUEA
TRAQUEA

El homoplato, el esófago, la espina dorsal, el tiroides, las amíg-


dalas (las mancl tas negras en ellas representan que han sido extir-
padas), la lengua, la boca, la nariz, el maxilar, la mandíbula, el ojo, (el
área de la ataxia, es notada en caso de enfermedad venérea). Por
ejemplo, si aparecen nubes blancas en la zona del hígado indica
aumento del tamaño, pero en cambio nubes oscuras indican que el
proceso de endurecimiento sigue adelante.

Lo mismo es aplicable al área de otros órganos. La espina


dorsal se indica mediante una fina línea imaginaria que discurre hacia
abajo, desde la séptima cervical hasta el coxis. Una línea de puntos
nos indicará las dolencias espinales, y una desalineación de éstos
puntos, la escoliosis.

EL ÁREA DEL OJO

El diagnóstico por el iris es tan completo que debe ser hecho


con cuidado, ya que a veces no existen lesiones en el área del ojo
aún, y puede existir algún defecto en la visión, pero no es posible
encontrar que el área visual presente ninguna lesión, y con la quinina
presentando sus coloraciones amarillo verdosas en la parte superior
del iris. El aspecto del ojo siempre mejora tras unos tratamientos de
medicina natural. Las lesiones visibles en otras áreas son obvias
para el estudiante cuidadoso. El color amarillo verdoso indica
envenenamiento por quinina, y pueden observarse síntomas de
desfalleclmlentos, daltonismo y aumento del tamaño del bazo. Una
lesión en el área de la ataxia, o falta de coordinación de los músculos,
que produce movimientos irregulares incontrolados, debido a lesio-
nes del sistema nervioso, puede indicar un envenenamiento por
mercurio. Los empastes de mercurio en los dientes también produ-
cen esta señal y van envenenando gradualmente el sistema, pero
pueden ser además el comienzo de una artritis crónica o de reuma-
12

tismo, y por ello ningún revestimiento de metal, que no sea oro, de-
bería permitirse en los dientes. Se han observado en e! iris muchas
curaciones de enfermedades, tan sólo con eliminar los recubrimientos
metálicos que las producían. Una dieta alcalina siempre ayudará en
estos casos, y una dieta ácida formará sales de mercurio y el ácido
entrará en contacto con el empaste, siendo pues los de porcelana
los más seguros.

En el desarrollo de enfermedades crónicas, podemos observar


los siguientes cuatro estadios de progresión:

a) - Estadio hereditario.
b) - Estadio inflamatorio agudo.
c) - Estadio crónico.
d) - Estadio destructivo crónico.

Este estadio es el llamado estadio de fallo, pero la enfermedad


crónica siempre comienza lentamente en nuestro organismo.

La Naturaleza llega al estadio agudo por desarrollo gradual, lo


cual se observa mediante la aparición de líneas blanco verdosas en
el iris. Si el estadio agudo es tratado mediante medicamentos, estos
apareceran en forma de líneas oscuras en el iris. En el estadio primario
o heredado, las tendencias son observadas en el iris por medio del
color, densidad, así como también las lesiones hereditarias. El color
indica si los tejidos son normales, o están afectados por la enfermedad.
La densidad es el grano o estructura de que está compuesto el iris,
y da información acerca del tono o vitalidad de la persona. Las
lesiones hereditarias aparecen de color gris turbio e indican debilidad
en los correspondientes órganos corporales de los padres. El estadio
agudo aparece como una nube o línea blanca, antes de que ningun
síntoma se manifieste en el cuerpo. La tuberculosis se indicará de
esta forma antes de que el bacilo tuberculoso pueda ser detectado
en el esputo, y casi al mismo tiempo que con los rayos X. Los estados
crónicos, la disminución de la vitalidad y los microorganismos
patógenos en el sistema, producen
una gradual destrucción de los tejidos. Cuando tiene lugar, también
da lugar a cambios similares en las correspondientes áreas del iris.
13

En dichas áreas los tejidos se secan, se arrugan y se vuelven ne-


gros. Cuando esto ocurre, las señales blancas de la enfermedad
aguda resultan entremezcladas con rayas oscuras.

Es mejor usar una lente de gran aumento, de 6 a 10, para exa-


minar el iris, y así se verá como tales áreas oscuras parecen algo
rebajadas. En procesos destructivos, con avanzados estadios de
destrucción de tejidos, las correspondientes áreas del iris, se ex-
tienden hacia abajo hasta llegar al estadio de capa de pigmento ne-
gro.

COLORES DEL 1RIS


COLORES

En un niño blanco, recién nacido, el iris es azul, lo cual está


causado por una falta de pigmentación, puesto que el pigmento se
desarrolla después de nacer, de forma que poco a poco alterará
lentamente el color de los ojos. Los colores varían de muchas mane-
ras, en toda clase de personas, pero colores auténticos del iris existen
sólo dos; es decir, el azul púrpura claro y el marrón castaño claro.
Los demás colores son en realidad diferentes tonalidades de éstos.
Los cambios de color o entidad son observados en el iris a menudo,
lo cual es indicativo de los diferentes estados por los que pasa la
salud del organismo.

Cuanto más claros son los colores, tanto el azul como el ma-
rrón, viene a indicar que mejor es la salud del individuo. El color de
las manchas en el iris denota la acumulación de drogas en el orga-
nismo, ya sean tomadas interna o externamente. Esto indica que las
drogas no son siempre eliminadas por el organismo, y a causa de la
constante irritación que producen pueden ser factores determinan-
tes en las enfermedades crónicas. Los remedios homeópaticos no
dejan señales en el iris, lo que indica que no son venenosos, los
fármacos sí.

LA COR
COROONA SIMPÁTICA
14

Alrededor del área intestinal se halla la corona simpática, co-


rrespondiente al sistema nervioso simpático. La corona simpática
se observa alrededor de la pupila, como un círculo en zig-zag, de
color blancuzco, y en el que cualquier desviación de la regularidad
del círculo demuestra la correspondiente irregularidad en el órgano
hacia el cual apunta. Una distensión general de la corona demuestra
un intestino flácido, dilatado, condición ésta que produce estreñi-
miento. Cuando la protuberancia apunta hacia el peritoneo, ello indi-
ca problemas en el tracto gastro-intestinal, y si es más, en el cólon
descendente y la flexión sigmoidea. En el iris derecho, si se dirige
hacía los genitales, ello indica falta de vitalidad e incluso impotencia;
cuando la corona apunta hacia la nariz y se ve una línea blanca en el
área de la nariz, ello denota un exagerado sentido del olfato, y si la
línea es oscura denotará lo opuesto. En casos de miocarditis se
encontrará la corona distendida hacia el corazón; en efecto, hacía
donde quiera que la corona apunte, entonces se puede esperar en-
contrar alguna condición anormal, en el órgano hacia el cual apunta.

ANILL OS NER
ANILLOS VIOSOS
NERVIOSOS

Los anillos nerviosos son líneas circulares curvadas; aparecen


a mitad de camino entre el borde pupilar y el plano ciliar del iris; en
cuanto al color puede ser bien blanco, gris oscuro e incluso negro, y
son producidos por irritación de los nervios motores, por los trastor-
nos mentales, por el dolor agudo repentino, y por la destrucción del
tejido nervioso.

Los anillos blancos indican un exceso de estimulación del sis-


tema nervioso central, cuando están en la parte inferior del iris, en el
área de los órganos genito-urinarios, y ellos indican dismenorrea en
las mujeres, y en los hombres convulsiones y temperamento incon-
trolable. Los anillos oscuros o grises demuestran que la parte
correspondiente ha pasado ahora desde el estado agudo al estado
crónico, y los anillos negros demuestran un estado actual de des-
trucción del tejido nervioso.
15

SISTEMA LINFÁTICO

La señal del sistema linfático se llama rosario linfático, y apare-


cen en forma de escamas o nubes blancas en el borde exterior del
iris. Dichas escamas se parecen a las cuentas de un rosario. Cuan-
do aparecen, suelen indicar una inflamación de los vasos linfáticos.

CER CO DE COSTRA. LLA


CERCO A PIEL

Las más importantes funciones de la piel son protectívas, sen-


soriales, termostáticas, y es en donde el iris se junta con el blanco
del ojo, en la esclerótica. Si la piel es débil se verá en el área corres-
pondiente una coloración oscura. Cuando el borde de costra es denso
y aparece en el área del cerebro, pesadez, jaqueca, etc.

Una protrusión del borde en las áreas del hígado o bazo, mues-
tra una supresión de la enfermedad cutánea.

DR OG
DROG AS O MEDICAMENT
OGAS OS
MEDICAMENTOS

Los signos de las drogas o medicamentos en el iris, indican


las cantidades de estos que el organismo no ha eliminado. Existe
siempre un intervalo de tiempo desde la ingestión de la droga antes
de que aparezca el signo correspondiente; la quinina y el hierro apa-
recen después de dos meses; el mercurio y el plomo necesitan aproxi-
madamente un año para ello en un ojo azul. El mercurio presenta una
línea grisácea redonda en el área circulatoria del cerebro que apare-
ce con el tiempo. Los dientes amalgamados pueden causar envene-
namiento por mercurio, ya que cuando el mercurio entra en contacto
con el cloruro sódico forma el ClHg, cloruro mercúrico, que se conoce
también como bicloruro de mercurio y que es venenoso. El yodo
presenta manchas coloreadas pardo-rojizas, a veces con borde
blanco, las cuales indican envenenamiento por yodo y por tanto
irritación en el organismo, y ésto ocurre cuando se toma por vía
interna. Si se usa yodo externamente, las manchas que aparecen en
el cerco de costra son de color naranja o rosado. El plomo aparece
como una coloración gris azulada en el iris, y en forrna de una
16

decoloración circular en el área del estómago e intestino. La quinina


presenta una coloración amarillenta, a veces teñida de verde, y en
los casos antiguos de malaria, tratados con quinina, ésta aparece
en la zona de hígado y de bazo. El arsénico aparece en forma de
manchitas blanco-grisáceas en el área del tracto gastrointestinal. El
aluminio, metal ampliamente usado en la fabricación de utensilios de
cocina, ha sido la causa desencadenante de muchos casos de artritis
y reumatismo, y no debe ser nunca usado para cocinar alimentos de
ninguna clase, ya que además puede también provocar una grave
picazón en la piel. Aparece como manchas azuladas en el área
circulatoria El azufre, droga muy usada como laxante con la “triaca”,
y que es también empleada para las enfermedades de la piel, si se
toma también en grandes cantidades aparece en el iris como una
mancha marrón amarillenta que surge en el área del estómago o los
intestinos.

El opio aparece en el iris en forma de líneas blancas rectas, en


forma de una estrella, que van desde da pupila o la cubierta simpáti-
ca hacia afuera. La morfina se presenta en forma de finas rayas
blancas que irradian desde la pupila hacia afuera, llegando hasta las
áreas del cerebro. El bismuto aparece como una mancha circular de
color gris acerado oscuro, en el tracto digestivo. La nicotina da al Iris
una tonalidad de color ahumado oscuro.

EL EXAMEN DEL IRIS

Para llevarlo a cabo el paciente deberá estar sentado en una


silla cómoda, con respaldo para que la cabeza pueda descansar a fin
de evitar la fatiga que se produce durante el examen. La silla será lo
suficiente alta para evitar que el naturópata tenga que agacharse,
provocándole con ello una tortícolis en la espalda; el paciente deberá
situarse frente a una buena luz, y si se usa de tipo artificial, no debe
olvidarse de que al enfocársela contraerá los ojos y puede dar lugar
a errores de interpretación durante el diagnóstico. Este sistema de
diagnóstico es poco conocido hoy en día, y aún menos aceptado por
la clase médica, pero sin embargo se trata de uno de los más preci-
sos y científicos que se conocen actualmente. No obstante, para
poder practicarlo con eficacia, es preciso adquirir mucha práctica. Al
17

respecto, cabe recordar que la práctica trae aparejado el perfeccio-


namiento, y gradualmente el neófito experimentará cómo su dominio
de la técnica va en aumento. Es aconsejable adoptar una secuencia
de señales cuando se analice cada caso. La mayoría de los
naturópatas iridólogos usan la siguiente secuencia de observacio-
nes:

1.- Color.
2.- Acidosis.
3.- Cerco de costra.
4.- Anillos nerviosos.
5.- Señales de drogas.
6.- Señales agudas.
7.- Señales crónicas
8.- Signos destructivos.
9.- Corona simpática.

Y un último consejo. En la práctica del diagnóstico por el iris hay


que leer lo que se ve, sin inventar ni tratar de adivinar nada. En ello
va tanto el propio prestigio como el de la propia Naturopatía.

2 - FUNDAMENT
FUNDAMENTOS DE LLA
AMENTOS A IRIDOLOGÍA
IRIDOLOGÍA
18

En el estudio del iris, se requiere disponer de unas bases fun-


damentales, mediante las cuales nos sea posible detectar las anor-
malidades o variaciones que nos delatan indicios de trastornos o
enfermedades.

Para ello debemos conocer los elementos necesarios y las con-


diciones idóneas para llevar a cabo una perfecta observación. Así
como también es necesario comprender los mecanismos reflejos y
otras señales del iris.

- El examen del iris

Para realizar una buena y perfecta observación del iris, se de-


ben tener en cuenta las siguientes normas:

1.- Debe procurarse examinar el iris a luz del día, en una habi-
tación perfectamente iluminada con amplias ventanas. Se puede usar
también la luz artificial, que es bastante útil a la hora de analizar los
ojos castaños u oscuros. Para éstos, será conveniente ayudarse de
una lente de aumento que puede proyectar un foco de luz sobre el
ojo. El enfermo se coloca de cara hacia la ventana por la que penetre
la luz o, en su defecto, hacia el foco emisor. Primeramente se procede
a un reconocimiento de los ojos a simple vista para percatarse del
estado general del paciente. Seguidamente, con una lente de aumento
se hace incidir una luz sobre el iris a través de la cual podemos ver
los dibujos y señales que aparecen en éste. Ello no es necesario
cuando los ojos son claros y la luz intensa, pero es indispensable al
examinar ojos más oscuros. Puede utilizarse también para iluminar
el ojo un espejo que refleje la luz colocada tras la espalda del enfermo
a una altura determinada.

2.- Nos servirá de gran ayuda hacer un dibujo de todos los


signos y señales que distingamos en el iris, a ser posible en color.
De esta forma se pueden constatar los cambios producidos en el
19

paciente al analizar de nuevo su iris una vez terminado el tratamien-


to, así como apreciar si se han producido algunas modificaciones.
En la actualidad la exactitud del examen iridológico se ha perfeccio-
nado mediante el uso de aparatos que la técnica moderna pone al
alcance del profesional. lnicialmente se toma una fotografía de cada
iris, las cuales nos servirán como testigos de la evolución del proce-
so. De esta forma el especialista puede determinar si se progresa o
no en el tratamiento, o en cualquier otra alteración que se presente
en el ojo.

- Ref
efllejo de llas
Ref as enf er
enfer medades en el iris
ermedades

Si observamos el iris de un niño recién nacido, cuyos padres no


hayan sufrido ningún tipo de enfermedad o trastorno y que, a su vez,
éstos desciendan de padres también sanos, veremos que su super-
ficie se nos presenta con una nitidez total y sin dibujos anormales
que interrumpan su lisura. Sin embargo, encontrar un iris de esta
clase se hace bastante difícil en nuestros días, debido a que todas
las personas hemos sufrido o padecemos trastornos de algún órgano
del cuerpo en el decurso de la vida. Este iris ideal lo podemos
encontrar también observando los ojos de los animales que viven en
estado salvaje en la naturaleza; no están sometidos a ninguna de las
influencias perniciosas que afectan a los hombres civilizados, cuya
forma de vida artificiosa y agitada está en contradicción con las
leyes que rigen el equilibrio corporal del ser humano, lo que provoca
que la salud perfecta sea una excepción y la enfermedad sea la
regla. Es decir, aparece como el reverso de lo que ocurre con los
animales salvajes entre los cuales la enfermedad es una excepción.
La salud depende de las condiciones de vida, y de hecho es fácil
comprobar que el iris es mucho más límpido cuando mejores son
estas condiciones.

El caso de encontar alguna persona con una salud perfecta


suele ser bastante raro, y podemos afirmar que, por norma general,
el iris del hombre de nuestra sociedad presenta alteraciones o modi-
ficaciones de sus fibras, que se nos muestran por la presencia en él
de líneas, puntos, señales y cambios de colorido de diferentes clase.
Estas transformaciones tiene su origen en el padecimiento de enfer-
20

medades.

En las dolencias agudas del organismo, que no son más que


crisis de procesos orgánicos de eliminación y defensa contra las
sustancias perjudiciales, impurezas, microbios, tóxicos, o de caren-
cia nutritiva de los tejidos, es posible detectar los cambios que sufre
el iris. Cuando se la fiebre hace su aparición, adquiere un brillo ca-
racterístico que se denomina «mirada febriscente». Más tarde, se
ven aparecer nubes claras en el centro correspondiente a la parte
afectada por el proceso. Estas nubes difícilmente son apreciadas en
estos casos. Por ello, es conveniente avudarse con una lente de
aumento. Si se trata al enfermo mediante un método natural o si el
organismo logra vencer la enfermedad con sus propias defensas, de
forma que ésta no llegue a producir lesiones en los órganos, puede
observarse entonces que poco a poco el iris va adquiriendo su color
normal y, si la enfermedad se ha curado por completo sin provocar
daños en los órganos, las nubes desaparecen.

Esto se relaciona con la medicina natural, la cual reconoce que


las enfermedades agudas sólo son consecuencia de la reacción de
la naturaleza contra las substancias perjudiciales, sean o no micro-
bios, acumuladas en el organismo, de carencias o excesos nutriti-
vos adecuados en el momento de producirse la dolencia. Este con-
cepto coincide con el que tenían los médicos de la antigüedad. Ex-
presado en la conocida expresión latina natura morborum medicatrix,
o sea, «la naturaleza es el propio médico de las enfermedades». La
reacción del organismo ante la presencia de una dolencia aguda
consiste en eliminar y expulsar aquellos elementos que perjudican o
dificultan el perfecto funcionamiento de éste, así como reclamar con
diversos síntomas la carencia de los valores nutritivos apropiados
que le son necesarios para el normal desarrollo de su función. Si el
tratamiento de dicha dolencia se hace mediante la administración de
medicamentos o drogas tóxicas, ello no provoca sino una mayor
actividad de los órganos eliminadores del cuerpo, al tener introduci-
das en el mismo, mediante este procedimiento, un mayor número de
sustancias extrañas al propio cuerpo. La acción perjudicial de di-
chas drogas se refleja en el iris por la aparición de nuevas líneas o
manchas, así como por la alteración de su aspecto. Ello delata que
21

la enfermedad sigue su curso.

Cuando estas personas son tratadas por medios naturales de


curación, se obtiene generalmente éxito, pues los medios naturales
actúan removiendo los elementos patógenos y activando la función
de nutrición o eliminación de los órganos afectados; en consecuen-
cia, el iris nos reflejará estos cambios. Los dibujos anormales que
habían oscurecido su fisonomía debido a la enfermedad, mediante
puntos o manchas, comienzan a aclararse por la presencia en su
interior de pequeñas zonas más nítidas y si la curación se produce,
todavía pueden llegar a desdibujarse por completo estas anormali-
dades.

Cuando las dolencias crónicas datan de mucho tiempo atrás,


se aprecian en el iris diminutas líneas oscuras. La gravedad de di-
cha enfermedad se determina por la cantidad de líneas claras u os-
curas que encontramos en él. Si el color que predomina es el funda-
mental, es decir, el suyo propio, y si en el dibujo las líneas que exis-
ten preferentemente son las claras, podemos afirmar que se trata de
una enfermedad crónica, pero en un estado poco avanzado. Si, por
el contrario, las líneas que predominan son las oscuras sin que nos
permita reconocer el color natural, es señal de que la dolencia está
muy enraizada en el organismo. Tanto las afecciones agudas que no
han sido curadas por medios naturales, como las crónicas, aunque
hayan sido tratadas por éstos, dejan en el iris su huella a modo de un
dibujo anormal más o menos marcado, a través del cual se puede
reconocer muchas veces el padecimiento de una enfermedad ya
pasada.

- Los secretos que guarda el iris

Sobre la significación del color del iris ha habido diferencias de


opinión entre algunos autores. Peczely y Liljequist se ratifican en la
opinión de que el único color natural es el azul, y de que todos los
demás colores del iris son derivaciones de éste o se han producido
como consecuencia de influencias patológicas. Esta afirmación se
debe al hecho de que los autores basaron su investigación única y
exclusivamente en la zona septentrional, donde efectivamente, el
22

color predominante es el azul. Pero este hecho no puede hacerse


extensivo a los pueblos meridionales, en los que el color general-
mente es el castaño. Así pues, eso sí, se establecen dos tonos
fundamentales en el iris: el azul y el castaño. El azul para los lugares
en que la acción del sol es poco intensa y las gentes son rubias y de
piel blanca. El castaño para las regiones en las que el sol deja sentir
su influjo con más fuerza, coloreando la piel y los cabellos y, como
consecuencia lógica, también el iris de los ojos. De cualquier forma,
estas afirmaciones no pueden tomarse al pie de la letra ya que debido
a las transmigraciones y mezclas de razas producidas en el transcurso
del tiempo, en la actualidad se pueden encontrar personas con ojos
azules en zonas meridionales y viceversa, personas con ojos
castaños en paises del norte, aunque abunde más el tono
característico del lugar

En lo referente a los ojos castaños conviene hacer una distin-


ción, que es la posibilidad, de un lado, de que se trate del color
específico de la raza causado por la acción de la luz solar, y de otro,
el caso de que dicha tonalidad, aún de origen azul, se haya ido cu-
briendo de manchas patológicas que lo han alterado. Por regla gene-
ral, el iris de este último género sólo tiene la apariencia de castaño
visto desde lejos; de cerca, en cambio, se adviene el fondo azul
alterado en algunas partes por el color castaño. En el iris caracterís-
tico de los pueblos meridionales, el color de todas y cada una de las
fibras del mismo es uniforme en todas direcciones y por tanto el color
en toda la superficie es el castaño normal, sin que esté empañado
por ninguna irregularidad. Sin embargo, en el castaño de origen pa-
tológico el colorido no está tan perfectamente repartido como en el
anterior, y da la sensación de ser un tono sobrepuesto. Si se observa
fijamente se puede detectar el color azul original.

Estos tipos de ojos tienen sus causa últimas en taras heredita-


rias o adquiridas durante la vida de la persona. Este iris anormal nos
revela condiciones inferiores de resistencia y vitalidad. Las perso-
nas que lo poseen han de cuidar el organismo para erradicar el cúmulo
de impurezas, y estimular los tejidos afectados con una nutrición
adecuada con el fin de normalizar la función de los órganos afectados,
causantes de su condición enfermiza.
23

Efectuadas estas salvedades, distinguiremos en el iris los si-


guientes coloridos:

a) - Azul claro u oscuro.


b) - Castaño claro u oscuro.
c) - Ocre castaño-amarillento.
d) - Verde de diferentes tonos.

El azul es más o menos claro según el clima, pues cuanto más


cerca de la zona meridional tiende a oscurerse. Así, el tono de los
ojos de un alemán será, por ejemplo, más claro que el de un francés,
aunque ambos tengan los ojos azules.

El color castaño natural obedece a la mayor o menor pigmenta-


ción solar. Es conocido que en la piel y en el iris existen unas células
que contienen un pigmento que aumenta y se oscurece cuando la
radiación solar es muy intensa. De esta forma, donde más fuerte es
ésta, el iris aparece más oscuro.

El ocre es debido a la pigmentación reciente o de épocas más


lejanas de ojos primitivamente azules, y a través de varias genera-
ciones.

El verde se debe a un azul alterado por la persistencia de ocres


repartidos en mayor o menor medida por la superficie del iris.

Los tonos combinados como, por ejemplo, castaño en el centro


y verde o azul en los bordes, que no son excepcionales, tiene su
causa en el azul y el amarillo o castaño adquirido de forma heredita-
ria o en el transcurso de la vida a consecuencia de enfermedades,
drogas, intoxicaciones, etcétera.

Así pues, estamos en disposición de afirmar que un iris azul


puede alterar su color durante el transcurso de la vida o a través de
generaciones.

Todos los estudiosos que se han dedicado a la observación del


24

iris han comprobado que las intoxicaciones, sean del tipo que sean,
al igual que las diferentes enfermedades crónicas, las vacunas, los
sueros, etcétera, oscurecen todo el iris o sólo determinadas zonas
del mismo. Esto se produce por pigmentación o bien por alteraciones
finísimas en la disposición de sus fibras, según los casos.

Estos cambios, tanto en un sentido como en otro, se manifies-


tan lentamente y es muy difícil seguir su curso. Para corroborar estos
hechos la mejor manera es tomar un dibujo o fotografía del iris del
paciente y efectuar su comparación con otros realizados algún tiem-
po después; sólo entonces se podrán apreciar las diferencias que
puedan existir.

Las manchas de color castaño que presenta el iris azul de algu-


nas personas, se transmiten a los hijos produciendo un iris castaño
por segregación del pigmento que formaba las manchas en el ojo de
los padres. Si debido a efectos favorables, como baños, ejercicios,
una vida saludable, etcétera, se provoca una crisis de eliminación,
dichas manchas pueden aclararse.

- Los cambios de color del iris causados por enfermedades

Las tonalidades oscuras que dan irregularidad al colorido azul


claro de algunos iris son, en muchas ocasiones, debidas al exceso
de ácido úrico en el organismo y se pueden observar en los artríticos,
gotosos, en enfermos de acidez de estómago, sudores ácidos, etcé-
tera. El tono que mancha el azul del iris en estas dolencias es parti-
cularmente visible en el centro del mismo, en la zona que correspon-
de al área que representa el tubo digestivo.

Los colores verdes o amarillentos en ojos azules cambian el


aspecto general del iris que, con ello, pierde su nitidez y uniformidad.
Estas alteraciones son fáciles de encontrar en las enfermedades del
hígado y en las de las vías biliares. En ocasiones estas manchas
son debidas a que existen en la sangre pequeñas cantidades de los
humores colorantes de la vesícula biliar. Por otra parte, la deficiente
función del hígado permite la entrada en la sangre de toxinas que
actúan sobre el color del iris. Es interesante conocer que, a veces,
25

las impurezas indicadas en el iris nos ayudan a comprobar que exis-


ten trastornos en el organismo, que se manifiestan de esta manera
antes de apreciarse con síntomas más claros.

El tono gris mezclado con blanco que modifica el color azul del
ojo suele ser debido a anemia, clorosis o enfermedades por caren-
cia o escasez en la alimentación de sustancias imprescindibles, como
sales minerales, vitaminas, etcétera.

Los tonos de color pardo, pardo-rojizo o pardo-amarillento que


se aprecian en los ojos azules, se sitúan, a veces, por toda la super-
ficie del iris o sólo en algunas fibras. Nos muestran la presencia de
impurezas, elementos perjudiciales en la sangre o fluidos del orga-
nismo, lo que da lugar a disminución en la resistencia y vitalidad del
mismo. Las personas que poseen esta clase de iris son propensas
a contraer enfermedades.

Seguidamente indicaremos las alteraciones que pueden apare-


cer en algunas zonas del iris, por ejemplo: manchas, nubes, puntos
coloreados y líneas.

Manchas:

Las manchas localizadas en un punto del iris significan que en


un órgano determinado del cuerpo existen impurezas que hacen pe-
ligrar su normal funcionamiento. Cuando un cambio de color es de tal
forma que parece dibujado encima del iris, pero sin formar cuerpo
con él, representa la acumulación de sustancias perjudiciales en
alguna parte del organismo, aunque ello no indique que se hayan
producido lesiones por el momento. Las modificaciones del colorido
que se aprecian entre las fibras del iris, significan la posibilidad de
alteraciones más o menos graves en los órganos en que se desta-
can las impurezas.
Nubes blancas o blanco-amarillentas:

Se observan sobre todo en la circunferencia externa del iris. Su


origen se suele atribuir a algún tipo de intoxicación. Pueden ser igual-
mente causadas por inflamaciones o procesos purulentos.
26

Puntos y dibujos rojizos:

Con frecuencia, suele ser el yodo el causante de los mismos. A


veces están relacionados con el uso de drogas medicinales. La re-
gión más afectada por colores impuros es la que corresponde al tubo
digestivo, hígado y riñón. En la infección intestinal crónica se observa,
en toda la zona del iris que determina el intestino, una impureza del
color normal, que se presenta, en este caso, como un tinte pardo-
rojizo.

Líneas:

Las líneas y formas similares de color negruzco pueden indicar


lesiones causadas por accidentes. Estas señales aparecen negras
porque se ve el fondo del iris entre los espacios que dejan las fibras
que han sido destruidas. Las operaciones quirúrgicas apenas son
reconocibles, ya que muchas veces sólo pueden ser vistas con una
lente de aumento. Esto ocurre debido a que la anestesia a que se
somete al paciente no permite al sistema nervioso transmitir, en igual
medida, la influencia de los cortes. Mientras que en un accidente el
dolor es tan fuerte que la conmoción que sufre el individuo influye
grandemente en las fibras del iris.

- El rref
ef
efllejo de intoxicaciones en el iris
intoxicaciones

Cuando las intoxicaciones alcanzan cierto grado, modifican el


aspecto normal del iris. Gran cantidad de personas se encuentran
en estos casos por el abuso que hacen de drogas que después no
pueden eliminar en su totalidad. Las alteraciones producidas en el
iris serán distintas según sea el tipo de droga administrada, y el
tiempo que dure su uso. Algunas de éstas no se manifiestan sino al
cabo de cuatro o cinco meses de su utilización continuada y en los
casos en los que el organismo no las ha podido eliminar en su tota-
lidad. Citaremos algunos casos particulares de aspectos del iris
cuando se produce alguna intoxicación por sustancias ajenas al
organismo:
27

Azufre: Produce unas manchas de color amarillo-verdoso.

Antipirina y fenacetina: Se manifiesta una decoloración ama-


rillento-blanquecina de la zona donde irradia normalmente el cerebro.

Mercurio: Aparecen situadas en la parte superior del iris unas


nubes de color blanco-grisáceo. En estos casos el cerebro queda
afectado y se manifiestan mareos, incapacidad intelectual y dificul-
tad de movimientos.

Quinina: Las personas que la han tomado en abundancia pre-


sentan líneas de color amarillo. Cuando abunda, comunican al iris
azulado un tono amarillo-verdoso.

Arsénico: Se manifiesta en forma de pequeños copos de nieve


situados muy superficialmente en el anillo externo del iris, próximos
al área correspondiente a la piel y aparatos respiratorios. En el iris
castaño son de color amarillento.

Yodo: Se refleja en unos trazos amarillo-rojizos, de débil mani-


festación; sus bordes casi se confunden con el color del iris. Se
sitúan principalmente en los centros que representan el estómago,
los riñones, los intestinos y la piel.

Morfina: Aparecen unas líneas finísimas, casi blancas, que sue-


len ir desde la pupila al llamado centro del cerebro; son tan sutiles
que sólo se aprecian con la ayuda de una lente.

Bromuros: Su efecto se hace sentir en el sistema del cerebro


y la médula espinal, deprimiendo la actividad y vitalidad nerviosas.
Originan puntos blancos en la parte superior del iris.

Estricnina: Surgen en el iris unas líneas blanco-amarillentas


muy débiles, en la zona que corresponde al tubo digestivo.

- Enf er
Enfer medades rref
ermedades ef
efllejadas en llaa pupil
pupilaa del ojo

Hay dolencias que inciden directamente en la pupila del ojo


28

actuando sobre los nervios que la mueven; por consiguiente, pueden


reconocerse por la reacción que producen en ella. Todas las emo-
ciones actúan sobre la pupila; el miedo la ensancha considerable-
mente, siendo éste el detalle que caracteriza la cara de horror.

En los niños que padecen de parásitos intestinales se advierte


con frecuencia la dilatación de la pupila en cierto grado, mientras no
son expulsados del organismo los gusanos que lo afectan.

3 - ÁREAS GENERALES IRIDIANAS


29

En la lámina correspondiente podemos estudiar el mapa topo-


gráfico del iris, dividido en siete zonas o áreas bien delimitadas que
representaban todos los órganos o sistemas orgánicos que existen
en nuestro cuerpo. A continuación ofreceremos una relación detalla-
da de cada una de ellas por separado.

Diferenciamos las zonas por sistemas orgánicos, siguiendo el


orden establecido anteriormente, partiendo de la pupila hasta llegar
al borde externo del iris.

- Siste ma ggastr
Sistema astr ointestina
ointestinall
astrointestina

Como su nombre indica, es el área que refleja fielmente los


órganos gástricos e intestinales, los cuales llevan a cabo la transfor-
mación, asimilación y eliminación de los alimentos y, por tanto, son
de importancia capital en nuestro organismo.

Esta zona se halla situada en la parte interna del iris. Compren-


de la porción que va desde el borde de la pupila hasta la banda del
sistema nervioso autónomo. Ocupa, aproximadamente, una tercera
parte de la superficie iridiana.

Se presenta en un tono más oscuro que el resto de las zonas,


debido a que en estos órganos se acumula una mayor cantidad de
toxinas que provocan dicha tonalidad. En esta área se distinguen
dos partes: la zona del estómago y la de los intestinos.

Zona del estómago: La cualidad o enfermedad de este órgano


se reflejan en la zona del iris que va desde el borde externo de la

pupila hasta, más o menos, la mitad de la distancia total referida al


sistema gastrointestinal. Generalmente tiene forma de un anillo blan-
quecino que circunda la niña del ojo. Según el grado de inflamación
que padezca el estómago, así se nos revela sombreado. Trazando
un eje transversal imaginario en el iris, diremos que en la porción
inferior del área que representa a dicho órgano se refleja su cara
30

anterior y en la porción superior, su cara posterior.

Un estómago en buenas condiciones es una de las garantías


necesarias para mantener un buen estado de salud, ya que la sangre
absorbe, a través de la digestión de los alimentos, los nutrientes que
posteriormente aportarán la energía precisa para el normal funciona-
miento de todos los órganos.

Cuando la zona que representa el estómago se destaca sobre-


manera del resto de la superficie iridial, sus fibras se presentan irre-
gulares y se observan entonces lagunas o líneas oscuras, se puede
asegurar que nos hallamos ante un estómago menos fuerte y resis-
tente que las demás partes del cuerpo. Las personas que poseen un
iris de esta clase se hallan predispuestas a padecer dolencias
estomacales, como úlceras gástricas, acidez, malas digestiones,
dispepsias, etcétera.

Algunas veces se puede detectar la presencia de un anillo ner-


vioso en esta área. Ello denota que nos encontramos ante una per-
sona que tiene un estómago de fácil irritabilidad o bien que padece
cierto tipo de enfermedad, como puede ser gastritis o indigestión
nerviosa. El anillo estomacal es una de las primeras malformaciones
que se descubren en el iris, ya que el estómago resulta afectado
siempre que se produce un desequilibrio químico en el organismo.

Debido a la estrecha relación que existe entre las funciones del


estómago y los intestinos, cualquier afección de uno de estos reper-
cute inmediatamente en el otro, lo que se representa, en el área
correspondiente, dentro del iris.

Zona de los intestinos: Es la parte del iris en la cual se refleja


el estado de los intestinos: delgado y grueso. Tiene la forma de un
anillo o collar situado alrededor de la región del estómago y delimita-
do en su borde externo por la banda circular nerviosa autónoma.
Conviene destacar que el recto, así como el apéndice, son partes
que sobresalen del área propiamente dicha de los intestinos. El rec-
to se halla reflejado, únicamente, en el iris izquierdo. Es una prolon-
31

gación a semejanza de un radio que llega hasta el área de la piel


donde se conecta con el punto que representa el ano. El apéndice,
que se muestra tan sólo en el iris derecho, se aprecia como una
extensión del área intestinal que se aproxima a la región del hígado,
pero sin confundirse con ella puesto que tiene su origen en la zona
gastrointestinal.

Como ya se ha dicho, se distinguen dos partes: el intestino


grueso o colon y el intestino delgado. Explicaremos a continuación
cómo se refleja el colon en el iris derecho. Ello nos servirá de base
para situarlo en el iris izquierdo de forma simétrica.

Volviendo al ejemplo de la esfera del reloj, diremos que el centro


del colon transverso comienza en la línea descendente de la una y
continúa hacia la izquierda hasta llegar a la línea de las once, sigue
por este lado descendiendo, formando un semicírculo que llega hasta
las cinco, donde se encuentra el ciego.

El intestino delgado se localiza desde el centro del colon


transverso, donde comienza, y acaba en las cinco, bajando en forma
descendente por el margen derecho del reloj imaginario.

El área del duodeno —parte integrante del intestino delgado—


se sitúa en la zona opuesta a la de la vesícula biliar, es decir, entre
la una y las dos. Da la sensación de estar en el sitio exacto, pues en
él confluyen los líquidos biliares y del páncreas. Cuando se está
tratando un trastomo duodenal, a veces ocurre que el área afectada
se extiende hasta la zona correspondiente a la vesícula. Si la dolen-
cia es una úlcera de duodeno, aparecerá en el iris un pequeño círculo
o líneas diminutas de tonalidad también blanquecina en la región
perteneciente a dicho órgano. Cuando la causa es una perforación
de duodeno, se aprecian puntos negros o lagunas producidas por la
destrucción de las fibras, lo cual permite ver el pigmento interno del
ojo. Toda esta área debe ser examinada con atención, pues suele
ser donde se originan muchos síntomas como vómitos o espasmos;
también puede estar vinculada a trastomos mentales.
Entre las dos y las tres del reloj, se ha descubierto una parte impor-
tante del intestino delgado: los grupos linfáticos conocidos como las
32

«placas de Peyer», donde principian las fiebres intemas.

Existe el criterio de que en esta parte del intestino se realiza el


mayor control de la digestión y de la absorción química de los alimen-
tos. Cuando hay lesiones crónicas en esta zona, aunque el paciente
esté ingiriendo los nutrientes adecuados, no obtiene de ellos todo el
beneficio que debiera. Una anormalidad de dichas placas causa
estados degenerativos e interfiere en el equilibrio químico, evitando
que las sustancias vitales sean asimiladas en su totalidad.
La mayoría de los medicamentos, si se aplican de forma continuada,
afectan a ciertos tejidos y sobrecargan el organismo de toxinas,
provocando un oscurecimiento del área gastrointestinal en el iris, lo
cual nos indica que el estómago o intestinos se hallan alterados en
sus funciones normales. Este oscurecimiento puede significar la in-
gestión de una gran cantidad de laxantes o la presencia de gases
intestinales.

En ocasiones, casi toda la superficie de esta región se encuen-


tra llena de puntos negros o líneas oscuras, causados por la presen-
cia de lombrices. Dicha coloración negruzca denota un desequilibrio
de la flora intestinal, creando así un estado favorable para la apari-
ción de estos parásitos. Las manchas negras reflejan un estado de
inactividad fisiológica de la pared intestinal, e indica una retención
de toxinas. Cualquier modificación que impida la eliminación de
desechos provoca un estado nocivo en el organismo y es origen de
muchas y diversas enfermedades.

Cuando esto sucede, el área del colon representada en el iris


izquierdo muestra un estado mucho más tóxico que la del iris dere-
cho. Si las evacuaciones intestinales no son regulares, producen un
estancamiento de sustancias perjudiciales en el lado izquierdo del
colon descendente, y determinan dolencias que afectan a este cos-
tado del cuerpo, por ejemplo, la angina de pecho, insuficiencias
cardíaca o aórtica, presiones del diafragma, trastornos ováricos y
otras similares.

En el iris de algunos individuos puede apreciarse que las áreas


correspondientes al estómago y los intestinos se extienden más de
33

lo normal, en prolongaciones que llegan a las regiones de otros órga-


nos. La medicina natural, basándose en este hecho, mantiene que
varias de las dolencias que afectan a estos últimos tienen su princi-
pio en putrefacdones intestinales.

La dilatación de las áreas del estómago o del intestino es debi-


da a la caída de éstos. Será más fácil determinar este diagnóstico si
al signo anterior se añade la presencia de gran cantidad de defectos
en la fibras pertenecientes a estas zonas, ya que ello indica una
cierta debilidad de los tejidos.

Sistema nervioso: El sistema nervioso gobierna todos los ór-


ganos del cuerpo. Está dividido en dos partes: el sistema central y el
autónomo. Se diferencian uno del otro en que el primero está sometido
a la voluntad y por tanto al cerebro, mientras que el segundo tiene un
carácter independiente de los procesos conscientes. La función de
este último es la de ejercer un control regulador y de mantenimiento
mediante los nervios que actúan en la digestión, la respiración, los
órganos eliminadores y la circulación. Se divide a su vez en: simpático
y parasimpático.
En el sistema simpático se incluyen todos los nervios de la caja
torácica y los cuatro primeros nervios lumbares. Al sistema
parasimpático pertenecen todos los nervios craneales y sacros. Un
individuo nervioso en exceso o con colon irritable son ejemplos del
efecto producido por una sobreestimulación de los nervios
parasimpáticos. Las fibras de cada uno de estos dos sistemas,
simpática y parasimpático. son antagónicas entre si.

El sistema nervioso autónomo se halla reflejado en su totalidad


en la banda circular nerviosa autónoma, ya mencionada antes. Anti-
guamente llamada «banda circular simpática», esta banda constitu-
ye el primer rasgo de especial importancia que se detecta en el iris.
Es una línea uniforme y concéntrica que se encuentra en interior del
iri. Con frecuencia se nos presenta como un anillo más o menos
irregular. Se localiza a un tercio de la distancia entre el borde externo
del iris y la pupila.

Está compuesta por plexos de unión, en los cuales las fibras del
34

iris que vienen de la periferia hacia el interior se encuentran con las


que parten de la pupila hacia el exterior. En esta zona se detecta
primeramente cualquier condición que provenga del exterior y nos
afecte de algún modo. Toda irritación producida en alguna parte de
nuestro organismo se refleja en el sistema nervioso y, en conse-
cuencia, se registra en la banda nerviosa autónoma.

Normalmente no debe tocar la pupila, pero es corriente encon-


trar una pequeña y angosta área de la banda que se acerca a la niña
del ojo o a la zona del estómago. No se muestra como una línea
uniforme, sino dentada. Si un extremo de estos dientes es muy negro
y penetra en alguna región de otro órgano, indica que éste contiene
una gran cantidad de toxinas. Cuando un sector de la banda se
encuentra distendido o ensanchado, se debe a que ha remitido la
enfermedad que afectaba el área del órgano diametralmente opues-
ta a esa parte de la banda.

Cuando la forma de la banda nerviosa es normal y está bien


colocada significa que el funcionamiento del sistema nervioso autó-
nomo está normalizado, así como el de todos los órganos. Las defor-
maciones sólo se presentan ante la existencia de estados patológi-
cos. Si la banda se presenta de modo anormal y se extiende en
prolongaciones a modo de crestas hacia otras regiones del iris, de-
nota que los órganos reflejados tienen una actividad fisiológica defi-
ciente. Cuando es irregular y está deformada en todas direcciones,
constituye una señal de hipersensibilidad muy marcada, nerviosis-
mo o carencia de tonicidad, lo que posteriormente puede originar
una atrofia o hipertrofia en los órganos hacia los que apunta la ban-
da. Por ejemplo, si se dirige a los bronquios, puede ser señal de
asma nerviosa o disnea; si lo hace a la nariz, habrá pérdida del olfato
y resecamiento de la mucosa nasal; si apunta a la lengua, puede
ocasionar la pérdida del sentido del gusto; silo hace hacia los ojos,
se producirán contracciones en los párpados, etcétera.

Se puede determinar cuándo existe una inflamación de las fi-


bras en la banda nerviosa, si observándolas con una luz colocada de
forma tangencial, nunca de frente, se aprecian puntos elevados en
relieve por encima de su superficie normal.
35

Aunque normalmente se muestra en forma circular, esta banda


puede presentarse caída en su parte superior a modo de columpio
sobre la pupila. Ello indica que el colon transverso se halla caido.
Todos los órganos abdominales mantienen una relación directa con
la posición de la banda circular nerviosa. Por esta razón, puede me-
dirse la falta de tono de éstos mediante la distancia existente entre
la banda y la pupila.

Debe examinarse esta zona con detenimiento, pues cualquier


inflamación del sistema nervioso puede afectar a la pared intestinal.
Los espasmos que se producen en el tracto gastrointestinal obede-
cen frecuentemente a causas mentales provocadas por tensiones
en el medio ambiente. La colitis, por eiemplo, suele ser el resultado
de un medio nocivo que afecta al sistema nervioso y se manifiesta
de forma refleja en esa región del organismo. Dichos efectos se
reflejan en el iris a lo largo de la banda nerviosa autónoma. La apa-
rición de signos blancos en la banda nos revela que existen
adherencias en la pared intestinal.

El estado de la citada banda, así como los diversos aspectos


que se aprecian en ella, tienen una vinculación directa con el colon.
Si ésta se ensancha y presenta puntos negros dentro de su ensan-
chamiento, denota que en esa parte del colon la actividad muscular
resulta muy débil.

La banda circular nerviosa autónoma constituye una parte im-


portante del disco iridial que expresa la total comunicación de todo el
sistema nervioso que representa, pero es muy difícil conocer en
detalle cómo se realiza esta comunicación.
Mediante una investigación profunda de las áreas del iris, será posi-
ble descubrir nuevas líneas de interrelación y muchos más plexos de
los que se conocen actualmente. El plexo solar y el rectal, por ejemplo,
son centros de gran actividad nerviosa, pero existen otros de menor
entidad con los cuales se hallan interrelacionados y que no conocemos
en su totalidad. Tampoco podemos determinar en qué lugar de la
banda nerviosa se localizan exactamente
36

Sistema cardíaco y circulatorio: Este sistema comprende los


órganos propios del flujo sanguíneo, como son el corazón, la aorta y
el resto de las arterias y venas. En este apartado trataremos de la
relación existente entre los órganos eliminadores y el aparato circu-
latorio.

El corazón es el órgano de mayor importancia del cuerpo. Como


sabemos, es el motor que impulsa la sangre a través del organismo
proporcionando a los tejidos los elementos necesarios para su nor-
mal desarrollo.

En el iris lo encontramos reflejado, exactamente, en la zona que


corresponde a las tres del reloj, sobre la línea de la banda circular
nerviosa. Algunas veces, esta banda se encuentra encajada o inclui-
da en dicha línea, en tanto que otras aparece a su lado. Se refleja
únicamente en el iris izquierdo.

En ocasiones, se puede apreciar la existencia de un rayo solar,


radio solar, que perfora la banda circular nerviosa en esta región;
ello indica que existe una debilidad en el corazón que puede ser
hereditaria. También acostumbra a indicar que la fuerza nerviosa del
mismo se encuentra disminuida o que se halla afectado por toxinas.
Siempre que en el área de este órgano se observe cualquier dolencia,
la banda nerviosa también sufrirá alteraciones en esa zona. Este es
el rasgo que nos permite diferenciar una enfermedad cardíaca de
una afección bronquial; el área del corazón se sitúa en el iris muy
próxima a la de los bronquios.

La arteria aorta es el vaso sanguíneo más grande de nuestro cuerpo


y, por tanto, el mayor portador de sangre del mismo. En el iris, la zona
que la representa se sitúa justamente encima de la del corazón. Si
hay un estado patológico en la región aórtica, se produce una
alteración de la banda circular nerviosa que parece dividirla en ese
punto. Lo mismo sucede con el plexo solar, que se encuentra
ligeramente por debajo de la zona del corazón y es importante no
confundirlo con la anterior. El área del aparato circulatorio se localiza
en la última de las siete áreas del iris, la más externa. Ahí es donde
se detecta el estado de las venas, las arterias y el sistema linfático.
37

Generalmente, la zona de la piel tiene el mismo color que el campo en


el que se reflejan las arterias y las venas, lo que indica su intima
relación con ellas. Esta se representa en el borde externo del iris.
Cuando existen impurezas en la sangre y las venas y arterias
transportan toxinas, esta región se muestra bastante oscurecida.

Cuando el organismo goza de buena salud, el sistema linfático


no se aprecia en el iris. Pero si el cuerpo se carga de desechos
tóxicos, al tratar de eliminarlos, el grado de congestión linfática se
manifiesta, al igual que la piel, en la última zona del iris. En esta
región se aprecia también lo que se denomina rosario linfático, el
cual sólo es visible cuando existen estados patológico-tóxicos. Su
aparición en el iris no implica que todos los órganos se hallan afec-
tados; a veces sólo uno o dos de ellos lo está. Si fuera el caso del
tiroides o del pulmón, su área correspondiente se encontraría con-
gestionada. El rosario linfático, que ya explicamos, no se manifiesta
en todos los casos como un anillo, sino que se acerca más a la
pupila en unas partes que en otras.

Quizá a simple vista no se vean las repercusiones de la piel


respecto del aparato circulatorio. A continuación explicaremos algu-
nos aspectos de esta función. La piel contiene en su espesor un
gran número de finisimos vasos sanguíneos, los capilares, por me-
dio de los cuales se regula el calor corporal y se eliminan parte de las
sustancias de desecho del organismo.

Muchas enfermedades del corazón, riñones o pulmones, se han


curado mediante el tratamiento de baños derivativos que abren los
capilares obturados y activan la circulación de la sangre.
En el caso de enfermedades infecciosas con presencia de fie-
bre, la piel actúa como órgano regulador de la temperatura y la man-
tiene dentro de los límites compatibles con la vida.

Los capilares de la piel se encuentran también relacionades


con los vasos sanguíneos del riñón. Muchas afecciones de este
órgano, como la nefritis o enfriamientos, se deben en gran parte al
cambio brusco de temperatura de la superficie de la piel. Si el frío
contrae los capilares de ésta, las arterias renales se contraen a su
38

vez de tal manera que detienen en buena parte la circulación de la


sangre en el riñón, alterando sus defensas naturales y permitiendo
con ello el paso de las enfermedades.

La piel actúa como segundo riñón en su función eliminadora. Si


éste se encuentra enfermo, las sustancias perjudiciales son condu-
cidas a las glándulas sudoríparas y del sebo para ser desechadas.
Algunas de estas sustancias son las que provocan en la piel inflama-
ción, eccemas, escozores, etcétera. Ello simpre es señal de un mal
funcionamiento de los intestinos, riñón o hígado.

El sistema respiratorio: El sistema respiratorio esta formado


por los pulmones, los bronquios, la tráquea, la laringe y las fosas
nasales.
Los pulmones tienen la función de depositar el oxígeno en la
sangre y enviar el anhídrido carbónico al exterior mediante la respi-
ración. La zona de los pulmones se encuentra situada hacia el borde
externo del iris, mientras que la de los bronquios se halla más cerca
de la pupila.

El pulmón izquierdo se divide en dos lóbulos que se encuentran


representados en el iris izquierdo, en el espacio comprendido entre
lo que serían las dos y las tres del reloj. Los lóbulos pertenecientes
al pulmón derecho se reflejan en lo que serian las nueve y las diez en
el iris derecho.

El tórax está localizado en el espacio que correspondería a las


tres y las cuatro en el iris izquierdo, y en el derecho, entre las ocho
y las nueve. Las glándulas mamarias y los pezones se encuentran
respectivamente en el punto medio de las zonas en las que se refleja
el tórax.

Gran parte del control del aparato respiratorio proviene de la


médula y mucha de su actividad involuntaria proviene del gran sim-
pático. Cuando nos encontremos ante un problema del aparato res-
piratorio, debe atenderse al estado del sistema nervioso. Un indivi-
duo puede tener una deficiente respuesta respiratoria debido a una
carencia de fuerza nerviosa o a una falta de actividad de los múscu-
39

los torácicos.

Los bronquios están representados, aproximadamente, hacia


la mitad de los lados de cada ojo. En el izquierdo, entre las ocho y las
diez horas, y entre las dos y las cuatro en el derecho. Como hemos
dicho anteriormente, se sitúan cerca de la banda nerviosa autóno-
ma.

Muchas enfermedades del aparato respiratorio suelen afectar


en alguna medida al corazón. Por ejemplo, las bronquitis crónicas, la
dilatación de los bronquios y las pulmonías graves que bloquean una
gran zona del pulmón. También sucede lo contrario, es decir, las
enfermedades del corazón repercuten en los pulmones. Una debilidad
cardíaca puede provocar ahogo por congestión de los pulmones.

Los bronquios y pulmones sufren afecciones a consecuencia


de trastornos digestivos. Las impurezas que se originan en el tubo
intestinal llegan a través de la sangre a los bronquios e irritan la
mucosa que los recubre, la cual reacciona produciendo mucosidades
que taponan los conductos bronquiales.

Cuando se aprecia en el iris algún signo de enfermedad de los


órganos que pertenecen al aparato respiratorio, no debemos olvi-
darnos de analizar y observar las áreas de las otras zonas del cuer-
po que están relacionadas con ellos.

Áreas del hígado, vesícula biliar y bazo: El hígado tiene a su


cargo dos misiones importantes dentro del conjunto del organismo:
a) almacena azúcares de reserva para ser utilizados cuando el
cuerpo los necesite.
b) destruye los venenos existentes en el cuerpo, tanto si proce-
den del intestino como si provienen de cualquier otro órgano.

En el hígado se produce la bilis, que pasa, a través de la vesí-


cula biliar, al intestino, contribuyendo así a la digestión de las gra-
sas. Contribuye también a almacenar algunas vitaminas y minerales,
como el hierro.
40

Cuando existe una gran cantidad de sustancias perjudiciales, el


hígado se ve obligado a realizar un esfuerzo mucho mayor de lo
ordinario para neutralizar los efectos de esos venenos, por lo que
puede llegar a enfermar y a congestionarse. Entonces, incapaz de
realizar sus funciones con normalidad, permite que algunas toxinas
pasen a través de la sangre a los demás órganos del cuerpo, provo-
cando en ellos una reacción de debilitamiento. Es muy importante
para la salud poseer un hígado en buenas condiciones. Este, al estar
en el lado derecho del cuerpo, sólo se refleja en el iris de ese costado.
El área que lo representa se localiza exactamente por debajo de las
ocho del reloj.

El bazo está estrechamente ligado al hígado. Es difícil encon-


trar una enfermedad de uno de estos árganos que no repercuta en el
otro. Se encuentra en el lado izquierdo del cuerpo y solo se repre-
senta en ese iris, ligeramente por debajo de lo que serían las cuatro
horas. Junto a la zona del hígado y contigua a la banda nerviosa
autónoma, se localiza el área de la vesícula biliar. Se halla a un lado
o sobre la banda nerviosa autónoma. Si se observa la existencia de
un radio solar que atraviesa las regiones del hígado y de la vesícula,
significa que ambos árganos se hallan afectados por alguna dolen-
cia. Los estados patológicos o lesiones de la vesícula se manifies-
tan por un signo que se asemeja a un diminuto punto blanco instalado
en la zona vesical iridiana, que nos advierte de la presencia de
enfermedades. Otras veces, una lesión de este órgano se refleja
como una prolongación de la banda circular nerviosa que se introdu-
ce en su área.

No es posible determinar la presencia de cálculos a través del


diagnóstico iridológico, pues lo que se interpreta en las fibras del iris
sólo tiene relación con el estado de la pared de la vesícula y no con
lo que hay en su interior. Del mismo modo que no se advierte en el
área del colon si un paciente se ha tragado dos o tres semillas de
manzana, lo mismo sucede con los cálculos renales o de la vejiga.
Estas piedrecillas no envían impulsos nerviosos a las fibras del iris
que permitan verificar su presencia.

El hígado y la vesícula biliar pertenecen al sistema


41

gastrointestinal; se estudian por separado para hacer hincapié en su


importancia y localizarlos en el iris con precisión. Los dolores
padecidos en el hombro y en el brazo derecho son reflejos que gene-
ralmente provienen del hígado y de la vesícula. La proximidad de
estos órganos y extremidades demuestra una estrecha relación de
los síntomas reflejos de ambos.

La estructura ósea: Indicaremos el lugar donde se localizan


cada una de las áreas óseas en ambos iris. Posiblemente, el área
ósea más importante en el iris es la correspondiente a las piernas.
Los huesos del muslo, la rodilla y el pie se sitúan exactamente a las
seis horas en ambos iris.

a) - Iris derecho:
- El brazo y la mano derecha: corresponde a las ocho. Las
áreas del pie y de la mano se encuentran dentro o cerca del área de
la piel en ambos iris.
- Los huesos de la caja torácica: Se hallan entre las nueve y
las ocho.
- El hombro derecho: Se refleja en las diez.
- La escápula: Se manifiesta en el punto medio entre las tres y
las cuatro.
- La espina dorsal en su parte posterior: Viene indicada entre
las cinco y las cuatro y media. Los primeros segmentos torácicos
comienzan en la banda circular nerviosa.
- Las siete vértebras cervicales: Quedan localizadas en el área
de la médula en las once.
- El área posterior de La cabeza: Se expresa en la zona de las
once.
- El área de la cara: Se muestra entre las doce y las tres. Con
la cara hacia la periferia.
- La pelvis: Aparece ligeramente antes de las siete.

Iris izquierdo:
- El brazo y la mano izquierda: Se ubican en las cuatro.
- Los huesos de la caja torácica: Corresponde a la zona entre
las tres y las cuatro.
- El hombro izquierdo: A las dos.
42

- La escápula: Aproximadamente a la mitad entre las ocho y las


nueve.
- La espina dorsal: Entre las siete y las ocho y media.
- Las siete vértebras cervicales: Area de la médula en la una.
- La parte superior de la cabeza: Hacia la una.
- El área de la cara: Entre las nueve y las doce.
- La pelvis: Un poco por encima de las cinco.
- El area del craneo. — Zona de las doce.

El sistema géníto-urinario y reproductor: Dentro del sis-


tema, existen órganos que son comunes al hombre y a la mujer, tales
como los riñones y la vejiga, y otros característicos de cada sexo,
como los ovarios, testículos, útero, vagina, etcétera.

El área del iris donde se refleja el riñón se localiza en Lo que


correspondería a las seis horas. en ambos ojos. Este órgano se
encuentra afectado, en múltiples ocasiones, por los síntomas refle-
jos de otras partes del cuerpo, como son los intestinos. Por tanto,
debe buscarse el origen de estos trastornos teniendo en cuenta esta
referencia. La vejiga se halla representada en el iris derecho poco
antes de las cinco horas, y en el izquierdo poco después de las seis.

Relacionaremos seguidamente la localización en el iris de los


órganos correspondientes al sistema reproductor.
Iris derecho:
Útero: En las cinco.
Vagina: En las cinco. Es como un pequeño canal que se indica
en el área del útero y se prolonga hasta el borde externo del iris.
Ovarios: En lo que serían las siete.
Próstata: Aproximadamente en las cinco. El mismo lugar que el
útero en la mujer.
Testículos: En las siete. En la misma zona que el ovano.
Uretra: En las cinco. En el mismo lugar que la vagina.

Iris izquierdo:
Utero: En las siete.
Vagina: En las siete.
Ovarios: En las cinco.
43

Próstata: En las siete.


Testículos: En las cinco.
Uretra: En las siete.

Como se sobreentiende, todas estas referencias se hacen te-


niendo en cuenta el ejemplo de la esfera del reloj.

La mayoría de los órganos reproductores dependen en gran


medida de algunas glándulas de secreción interna, que pueden pro-
vocar anomalias en su funcionamiento. Esto se habrá de tener en
cuenta a la hora de elaborar un diagnóstico más exacto. Algunas
variaciones de las áreas correspondientes pueden ser reflejo de
alteraciones glandulares.

La estructura muscular: Esta se refleja en las áreas del iris


que representan a todos los órganos, porque hay fibras musculares
adheridas a todas las partes del organismo. Es el sistema del cuerpo
que con mayor rapidez puede regenerarse o restaurarse por si mis-
mo. El estado de la estructura muscular se refleja por el sombreado
más o menos pronunciado que se observa en el iris, principalmente
en el anillo escamoso.

El sistema glandular: Entendemos por sistema glandular to-


das aquellas glándulas de secreción, bien sea interna o externa.
Aquí nos ocuparemos de las primeras (glándulas endocrinas).

El páncreas, glándula aneja al tubo digestivo, se incluye en el


iris dentro de la zona gastrointestinal. Se sitúa en el lado opuesto a
los ovarios y testículos.

Las glándulas suprarrenales se hallan localizadas en el área del


riñón, cerca de la banda nerviosa autónoma. Las glándulas pituitaria
y pineal se sitúan contiguas a la banda circular nerviosa e inmedia-
tamente fuera de ella en la línea de las doce. Las áreas de estas
glándulas no se marcaban en las gráficas antiguas, pero sí en las
actuales. En la región del cerebro que representa la habilidad mental
se encuentra reflejada la glándula pineal, pues se cree que están
muy relacionadas. La glándula pituitaria se presenta bordeando la
44

banda nerviosa. Cuando existen anomalías, no se muestra de la


misma forma a como se dibuja habitualmente en las gráficas. Se
refleja alargada y puede observarse cómo la banda nerviosa se pro-
longa hacia las áreas cerebrales; en este caso, el trastomo se loca-
liza en esta glándula y no en el tejido cerebral.

El tiroides se localiza en el iris izquierdo, entre las dos y la una,


y en el derecho, entre las nueve y las diez. Esta glándula tiene un
efecto mucho más marcado en las mujeres que en el hombre, parti-
cularmente cuando existen trastornos en cualquier otra glándula. En
la mujer tiene una relación directa con los ovarios. Siempre que exista
un trastomo menstrual o un aumento de peso difícil de diagnosticar,
estará involucrado el tiroides. Si las glándulas mamarias aumentan
de volumen, es posible determinar a través del iris si se debe a un
estado local o a un reflejo del tiroides u ovarios, o a ambos a la vez.

El área cerebral: El cerebro es uno de los órganos básicos del


cuerpo humano. Gran parte del funcionamiento automático de los
órganos tiene su origen en las áreas cerebrales. No se mueve un
dedo ni se da un solo paso sin la intervención del cerebro. No respi-
raríamos, no latiría el corazón, sin la acción del cerebro.

El área cerebral ha de estar en perfecto estado para que todas


las funciones orgánicas se desarrollen como es debido.

En el iris se localiza exactamente en las doce del reloj, ocupan-


do un lugar central acorde con el grado de importancia que este
órgano tiene en el cuerpo.

La parte sensorial del cerebro se sitúa poco después de las


doce en el iris izquierdo y poco antes en el iris derecho. Esta zona
rige gran parte de nuestra actividad fisiológica autónoma. En ella se
representan las debilidades inherentes del individuo y sus hábitos
naturales, así como todo lo que ocurre fisiológicamente en el cere-
bro. El intelecto, desde el punto de vista hereditario, también se
aprecia en esta zona.

Otra de las partes importantes del cerebro es el centro de la


45

animación y de la vida, que se localiza en las doce del reloj. Es una


zona clave, pues debemos tener en cuenta la cantidad de fuerza
nerviosa que se necesita para realizar cualquier acción o reacción
orgánica. En este punto se manifiesta en mayor medida que en otro
una de las leyes más importantes de la vida: la gravitación. Es el
centro vital que nos señala lo que somos capaces de hacer ya sea
física, mental o espiritualmente, El agotamiento y el cansando tam-
bién se manifiestan en esa área concreta que representa al cerebro.

En la médula se originan gran parte de las actividades autóno-


mas del individuo. Cuando se experimenta una dificultad al tragar,
muchas veces la causa proviene de la médula y no de la garganta.
La médula se halla reflejada en el iris dentro del área que correspon-
de al cerebro. Los centros de la tos, cardiorrespiratorios, acelerador
e inhibidor de la deglución, del vómito, etcétera, se encuentran en la
médula. La salivación automática suele estar estimulada por ella y
también la transpiración automática.

Teniendo en cuenta estas reacciones del organismo, debemos


darnos cuenta de la importancia que encierra encontrar un grado de
inflamación en la médula.

El centro del equilibrio se coloca en la zona del iris al lado del


centro epiléptico y detrás del oído izquierdo.

Existen muchas partes del área cerebral cuya localización en la


gráfica nos es desconocida. Posiblemente en el curso de investiga-
ciones futuras se descubran nuevas áreas, que se agregarán a los
diagramas actuales.

Estudio sobre nuevas áreas: El avance en el estudio de la


iridología nos lleva a buscar la localización de otras áreas nuevas en
el diagrama del iris. Pero se necesitarán ideas más modernas y
distintos sistemas de análisis para demostrar la existencia de nue-
vas zonas, principalmente las referidas a la región del cerebro.

En nuestra época se están llevando a cabo muchas más inves-


tigaciones sobre el cerebro que en épocas anteriores. Sin embargo,
46

en nuestro diagnóstico lo que más nos interesa son los síntomas de


la persona como un todo, o sea, buscar las causas en todo el orga-
nismo y no centrarnos en el análisis de un órgano en particular. Al
analizar el iris de un paciente, debemos inspeccionarlo en toda su
complejidad y descubrir todas las fases de su constitución si quere-
mos restablecer su salud. Además, se deben conocer otros métodos
de inspección, aparte de la iridología, para llegar a conclusiones
más definitivas. Por ejemplo, analizando la fisonomía, o sea, el estudio
de las características faciales, posiblemente descubramos lo que
hay en el cerebro e incluso lo que sucede en él desde un punto de
vista fisiológico. Estas observaciones deben acompañarse con el
diagnóstico iridiano, de manera que se tenga de este modo un cono-
cimiento más completo sobre el estado de salud del paciente.

Sabemos que se puede determinar la voluntad palpando la es-


tructura muscular del brazo. Si éste permanece laxo, la voluntad tam-
bién lo será en proporción directa a este estado. Un cuerpo sensible
y fuerte corresponde a un cerebro alerta y bien coordinado.

Al examinar un estado específico, debemos determinar en qué


grado de inflamación se muestra y en qué etapa se encuentra el mal;
seguidamente, se ha de comenzar con la correción de estos signos,
según la particularidad que presenten. No importa en qué lugar del
organismo se presente la inflamación: lo importante es que, una vez
descubierta, se le dé el tratamiento adecuado hasta su total
erradicación del cuerpo.

- Los tr astor
trastor nos de los llados
astornos ados der echo e izquier
derecho do del cuerpo y
izquierdo
su tratamiento:

Como ya sabemos, todo en la naturaleza tiene un polo positivo


y uno negativo; así, puede considerarse al hombre como entidad
positiva y a la mujer como entidad negativa; la tierra es negativa y el
sol positivo; las frutas ácidas son positivas y las dulces negativas;
los almidones son positivos y las proteínas negativas, etcétera.
Cuando hablamos de la polaridad del cuerpo, dividimos a éste en dos
polos opuestos: el lado derecho está cargado con energía positiva y
47

el izquierdo es electronegativo. Los principios relativos a la polari-


dad del organismo pueden ser aplicados terapéuticamente. Si de-
seamos curar o estimular algún lado del cuerpo, deberemos emplear
los elementos con factores de la misma energía predominante en la
zona del organismo que debamos tratar, atendiendo a su aspecto
positivo o negativo.

De todos modos, hay que hacer una salvedad importante y es


la siguiente: a veces, una afección en cualquier órgano del lado iz-
quierdo provoca un deterioro de las diferentes regiones orgánicas
en la parte derecha. En estos casos, el iridólogo deberá saber distin-
guir donde se origina el mal, pues si el tratamiento se hace a base de
energía positiva, se contribuirá a acusar aún más las disfunciones
del lado izquierdo. Lo que se precisa en estos casos es una terapia
electroquimicamente negativa para equilibrar los polos del cuerpo y
conseguir regenerar los deterioros ocasionados en el costado dere-
cho, debido a las disfunciones reflejas. Pondremos un ejemplo para
comprender mejor esto último; en el examen iridológico se advierte
que la presión arterial de un individuo es muy alta y, en consecuen-
cia, se deduce que debe aplicarse un tratamiento en ambas partes
del cuerpo. Sin embargo, en la mayoría de los casos, es uno de los
lados del organismo el causante principal de la alteración en la presión
sanguínea y generalmente suele ser el izquierdo, debido a que existe
una mayor acumulación de toxinas en este lado del colón descendente,
el cual se ve afectado por un grave estado de toxemia. Cuando el
organismo presenta una gran cantidad de desechos o material tóxico,
ha habido una absorción, por parte de la sangre, de las sustancias
perjudiciales existentes en el colon descendente. Si se presentan a
un iridólogo enfermos con una presión sanguínea muy alta, deberá
determinar, mediante el examen de la superficie iridial, si existen
disfunciones en los órganos situados en el lado derecho del cuerpo.
Si es así, deberá aplicar una dieta negativa para bajar la elevada
presión arterial, pues cuando ésta sube por causas que provienen
de la parte izquierda, se produce una reflexión que provoca desórdenes
en el otro costado. Todo lo contrario sucede por la presión baja,
originada corrientemente por un exceso de acumulación de toxinas
en la región derecha del organismo.
48

Las dietas positivas o negativas aplicadas para fortalecer algu-


na zona del cuerpo, sólo deben mantenerse durante el período de
tiempo que dure el tratamiento. Una vez finalizado éste, debe seguir-
se un régimen normal a base de alimentos tanto positivos como ne-
gativos.

Sabemos ya que existen diferencias ostensibles entre ambos


lados del cuerpo y que suele heredarse una parte más fuerte que la
otra, pero si se mantiene una dieta errónea, se pueden debilitar los
órganos fuertes hasta el punto de hacerlos tan débiles como los
inherentemente más frágiles.

Todo lo anterior nos dará una idea de la importancia que se da


en la iridología a la nutrición, ya sea por los aportes electroquímicos
como por los nutrientes específicos requeridos por cada uno de los
órganos en particular.
49

TOPOGRAFÍA IRIDOLÓGICA

IRIS DERECHO

IRIS IZQUIERDO
50

CONSTITUCIO
CONSTITUCIO NES IRIDIAN
NSTITUCIONES AS
IRIDIANAS

1 - Primera clase: excelente. 2 - Segunda clase: buena.


Revela muy buena salud Revela buena salud.

3 - Tercera clase: mediana. 4 - Cuarta clase: mediocre.


Personas medianamente sanas. Personas con bajas defensas.

5 - Quinta clase: mala. 6 - Sexta clase: muy mala.


Enfermedades frecuentes. Procesos patológicos.
51

DENSIDADES IRIDIAN
DENSIDADES AS
IRIDIANAS

Excelente Buena Normal

Regular Mala
52

ESTRUCTURA DEL IRIS SEGÚN EL


ESTRUCTURA
DR. VANDER
VANDER

1 - Normal: 2 - Inflamación aguda:


salud perfecta crisis eliminadora

3 - Inflamación
menos aguda:
crisis curativa
6 - Procesos
crónicos
y lesiones

5 - Inflamación 4 - Tendencia al
crónica proceso crónico

Representación gráfica de los cambios sucesivos que se mani-


fiestan en el iris por las alteraciones patológicas; desde la inflama-
ción aguda, subaguda y procesos eliminadores o crisis curativas, a
las inflamaciones crónicas y los procesos destructivos.

Вам также может понравиться