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O.- INTR0DUCCION
Desde un planteamiento más sistémico, será José A. Ríos González, considerado uno
de los teóricos de la Orientación y Terapia Familiar en nuestro país, en su obra citada ha
definido la Orientación como "El conjunto de técnicas encaminadas a fortalecer las
capacidades evidentes y las latentes que tienen como objetivo el fortalecimiento de los
vínculos que unen a los miembros de un mismo sistema familiar, con el fin de que resulten
sanos, eficaces y capaces de estimular el progreso personal de los miembros y de todo el
contexto emocional que los acoge. ". Este autor divide los niveles de la orientación en:
Educativo, Asesoramiento y Terapia (9). Esta división ejemplifica perfectamente el trabajo
que desde diversos niveles se realiza en los Centros de Formación y Atención a Familias
(10).
Los Centros de Orientación Familiar en otros países suelen ser de tres tipos: Centros
de Orientación Familiar Estatales, Centros de Orientación Privados y Centros de Orientación
Confesionales. Los Orientadores también pueden ser personas de diversa procedencia. Por
ejemplo, existen asesores profesionales, que son trabajadores especializados
profesionalmente. Orientadores no profesionales que no tenían formación previa, pero que
son seleccionados por sus cualidades humanas y formados como orientadores familiares y
por último, orientadores voluntarios que pueden ser o no profesionales y son seleccionados y
formados (11).
Tras casi quince años dedicados a la Formación y Atención a Familias desde estos
Centros, podemos proponer un modelo formativo que destaca por el contexto multidisciplinar
y por el continuo favorecimiento de la investigación y difusión de temas relacionados con la
forma.
Los Centros de Formación en Orientación Familiar tratan de que los alumnos hagan
las demandas para su propio contexto de trabajo y al mismo tiempo se les ofrece la
posibilidad de aprender el contexto específico de un Centro de Orientación Familiar en la
atención diaria a familias que acuden a pedir ayuda.
La teoría generalmente está dividida en tres grandes bloques configurados éstos por
19 materias. Estos bloques son:
1.-Materias referentes al desarrollo de la personalidad y de la familia. Serían los
principios básicos de la psicología, de la formación de la pareja y de la familia. En esta línea
están las materias de Ciclos Evolutivos de la Familia, Educación y Familia, Psicología de la
Pareja, Psicopatología. Cada una de estas materias cuenta aproximadamente con módulos de
entre 30-40 horas y se imparten en algunos de los trimestres primeros.
2.- Materias referentes a aspectos diversos de la familia: Sociología de la Familia,
Antropología de la Familia, Teología del Matrimonio, Sexología, Derecho Civil y Canónico,
Medicina Familiar y Etica. Estas materias ofrecen una perspectiva amplia de temas muy
relacionados con la formación, mantenimiento y disolución de la familia. El programa
pretende incluir las perspectivas fundamentales: sociología, antropología, derecho, ética y
medicina. La duración de cada módulo es similar a la del primer bloque.
3.- Por último, podríamos agrupar toda una serie de materias que tratan las técnicas de
la Orientación. El aprendizaje de las relaciones de ayuda se fundamenta en las técnicas de
entrevista, en los conocimientos aportados por la terapia familiar y en otras aportaciones
desde la dinámica de grupos, el análisis transaccional entre otros. Y para ello se aprovechan
las aportaciones de muy diversos modelos. Si bien es cierto, que la concepción rogersiana de
la relación de ayuda es central en los procesos de orientación, tenemos la experiencia de que
las aportaciones dinámicas, cognitivo-conductuales y sobre todo sistémicas, propician una
mejor comprensión de los procesos de cambio.
E1 programa pretende que cada alumno, en función de su procedencia formativa
ajuste el curriculum a sus propias necesidades. Cuando algunos alumnos están muy formados
en un campo específico colaboran con mayor intensidad con el profesorado y sirven de apoyo
para sus propios compañeros en ese área. De esta forma, la clave principal de la formación es
que cada alumno complete su sesgada formación universitaria y sobre todo, que tenga la
oportunidad de tener experiencias y supervisión de su trabajo diario (13).
El profesorado realiza un esfuerzo por sintetizar y sobre todo ofrecer a los alumnos
recursos técnicos para el trabajo con parejas y familias, dejando de lado las preferencias o los
"credos formativos". Se trata de que los alumnos aprendan a situarse delante del grupo
familiar y de la pareja.
Cada contenido del programa forma un subsistema peculiar que supone relaciones
específicas con el todo de la familia y los profesionales como grupo implicado en el proceso
de ayuda. La visión sistémica de la realidad nos facilita el diálogo interdisciplinar.
El Orientador que recibe la primera llamada de la familia o pareja, toma por teléfono
unos datos de identificación y pregunta por el motivo principal de la consulta. Después de
este breve contacto telefónico se pide a la persona que llama que acudan los miembros de la
familia que más directamente están implicados en el problema.
En la primera entrevista se le explica a la familia o pareja el modo en que se trabaja en
el Centro y las especiales características formativas y de investigación del mismo. Si están de
acuerdo firman el permiso de grabación y pasamos a realizar una entrevista más prolongada
de aproximadamente una hora. En caso de que no acepten la grabación se realiza la entrevista
sin este sistema, pues en el Centro anteponemos la Atención a la Familia a la enseñanza y
formación.
Lo más destacable de este estilo, que no podemos describir en este momento en todos
sus rasgos y que quizás podríamos discutir en el coloquio, está en la posibilidad de
democratizar e igualar las relaciones tanto de los diversos profesionales que acuden al Centro
para la Formación como entre los diversos Profesores. La familia que en un principio vive
con "cierta persecución y desconfianza" el sistema de trabajo, pronto se percata de que todos
estamos en el mismo juego y que cada uno ofrece los mejores recursos de que dispone para el
cambio. Además, sienten que están colaborando al bienestar de otras familias al permitir que
los materiales sean utilizados para la investigación y enseñanza.
Los alumnos pasan gradualmente por diversas fases en el período formativo en cuanto
a la práctica. En un primer momento, realizan ejercicios de juegos de roles en los que tienen
la oportunidad de vivenciar y aumentar el grado de empatía con las problemáticas más
frecuentes en las familias. El hecho de que el "fantasear por medio de juegos" no supere la
realidad y que además cada alumno se vaya percatando de la importancia del análisis de su
familia de origen es una necesidad insoslayable para un mejor trabajo con los demás, supone
que el aprendizaje se hace muy significativo. En otras ocasiones el relato de casos traídos de
la práctica pública o privada de los propios profesionales constituye otra forma de acercarse a
la aplicación de los conocimientos que se van adquiriendo.
5. CONCLUSIONES.
6. L. Portero (1990). "La orientación familiar, una cuestión social". Revista de Cien-
cias y Orientación Familiar, n°1.
7. Garrido, F.M. (1993) "El tratamiento del grupo familiar en las Comunidades
Terapéuticas". Boletín de la Sociedad Española de Psicoterapia y Técnicas de Grupo.
Monografía II, 45-75. Congreso Nacional de Valencia.