Lunes 15 de Junio de 2015

SEGUNDO ENCUENTRO:
¡Animo! Levántate. Te está llamando

7:30 pm: Reunión por grupos

Compartimos la reflexión de casa

Al comienzo del encuentro, compartimos el trabajo que

hemos hecho en casa. Lo hacemos con respeto mutuo grande.
Cada uno comunica al grupo lo que cree conveniente. La
escucha mutua nos ha de servir de estímulo para reafirmarnos
en nuestra actitud de conversión, perfilando mejor nuestros
pasos en el seguimiento a Jesús.

8:00 pm: En la Iglesia: Lectio (Párroco)

0. Invocación al Espíritu Santo: Él ha inspirado este texto

1. Lectura (LECTIO): ¿Qué dice el texto? Mc 10,46-52

46 Y llegan a Jericó. Y al salir él con sus discípulos y bastante
gente, un mendigo ciego, Bartimeo (el hijo de Timeo), estaba
sentado al borde del camino pidiendo limosna. 47 Al oír que
era Jesús Nazareno, empezó a gritar: «Hijo de David, Jesús,
ten compasión de mí». 48 Muchos lo increpaban para que se
callara. Pero él gritaba más: «Hijo de David, ten compasión de
mí». 49 Jesús se detuvo y dijo: «Llamadlo». Llamaron al ciego,
diciéndole: «Ánimo, levántate, que te llama». 50 Soltó el manto,
dio un salto y se acercó a Jesús. 51 Jesús le dijo: «¿Qué quieres
que te haga?». El ciego le contestó: «Rabbuni, que recobre la
vista». 52 Jesús le dijo: «Anda, tu fe te ha salvado». Y al
momento recobró la vista y lo seguía por el camino.

8:30 pm: Grupos: Meditatio

2. Meditación (MEDITATIO): ¿Qué me dice el texto bíblico a

mí hoy? ¿Qué me sugiere el Señor para mi vida?
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-¿Qué me dice esta Palabra de Dios a mí hoy en mis
circunstancias actuales?
-¿Qué sentimientos me transmite en la actualidad?
-¿Con qué personaje me identifico?

 9:15 pm: Oratio

3. Oración (ORATIO): ¿Qué digo al Señor como respuesta

a su Palabra?
A partir de en la meditación de la Palabra de Dios, ¿qué le digo
al Señor? Hago una breve y sencilla oración personal:
-Te pido perdón, Señor, por...
-Te alabo y bendigo, Señor, por...
-Te pido, Señor,...
-Te doy gracias por...
-Te ofrezco, Señor...

9:30 pm: Preguntas para trabajar en casa y compartir en el próximo

encuentro.

4. Contemplación (CONTEMPLATIO): Oración silenciosa

durante la cual acepto como don de Dios su propia mirada al
juzgar la realidad, y me pregunto: ¿Qué conversión de la
mente, del corazón y de la vida me pide el Señor?

4.1. En casa: Mi respuesta al mensaje del Evangelio

En primer lugar, hago un poco de oración, intentando

recordar lo vivido en el último encuentro y poniéndome ante
Jesucristo para invocar su luz y su gracia.
Luego, leo el Evangelio para escuchar la llamada que me
dirige Jesús invitándome a la conversión y al compromiso.

Conversión personal

1. ¿Vivo «ciego» o veo la vida y miro a las personas a la luz

del Evangelio? ¿Estoy «sentado», instalado en una vida más
o menos cómoda? ¿Estoy «fuera del camino» de Jesús?
2
 2. En este itinerario que estamos comenzando, Jesús pasará
junto a mí. ¿Qué puedo hacer para enterarme de su paso?
¿Le pediré a gritos compasión? ¿Abriré bien mi corazón para
escuchar su llamada? ¿Haré un esfuerzo para liberarme de
las resistencias que me impiden encontrarme con él? ¿Puedo
escribir unas líneas para recordar más adelante mi
compromiso?

3. Conversa con Jesús. Siente a Jesús que está pasando por

tu vida. ¿Qué quieres gritarle?

También, reflexiono sobre mi compromiso en el proyecto

de Jesús. Pienso desde mi vida y posibilidades…

Compromiso en el proyecto de Jesús

1. ¿Cómo somos los cristianos de nuestra parroquia?

¿Cristianos «ciegos», de fe apagada, que no sabemos mirar
la vida como Jesús? ¿Cristianos «sentados», instalados en
una religión rutinaria y cómoda, sin fuerzas para seguirlo?
¿Cristianos «al borde del camino» de Jesús, desorientados,
sin saber cómo encontrarnos con él?

2. ¿Cómo capta la gente el mensaje actual de la Iglesia? ¿Por

qué se aleja tanta gente de la Iglesia? ¿No se encuentran en
ella con Jesús? ¿No pueden escuchar su mensaje?

3. ¿Nos sentimos en este grupo enviados por Jesús a llamar

a alguien en su nombre? ¿Hay alguien en nuestra familia, en
nuestra parroquia, en nuestro entorno... a quien nos podemos
acercar para decirle de alguna manera: «Ánimo. Levántate.
Jesús te está llamando»? ¿Nos comprometemos a dar algún
pequeño paso este verano para invitar a Alpha?

3
4.2. En el grupo: Compartimos la reflexión de casa.

En el siguiente encuentro del 14 de septiembre,

compartiremos el trabajo de casa. Cada uno comunica al grupo
lo que cree conveniente. La escucha mutua nos ha de servir de
estímulo para reafirmarnos en nuestra actitud de conversión,
perfilando mejor nuestros pasos en el seguimiento a Jesús.

CONSEJOS

1) Te recomiendo que prepares a modo de diario un

cuaderno tamaño cuartilla (A5) en el que puedas escribir las
respuestas, los comentarios, las reflexiones, etc., que el
Espíritu te sugiera…

2) Puedes profundizar este relato del Evangelio a través de

la “contemplación ignaciana”. Revive la escena tomando
parte en ella como si ocurriese en el momento presente y tú
participases: Imagina que estás en el grupo que acompaña a
Jesús; escucha al ciego que grita; ¿cómo es?; ¿qué hace la
gente? ¿qué hace Jesús? ¡Cuantos más detalles mejor!

3) Relee el Evangelio de Mc 10,46-52, que tienes al principio,

pide luz al Espíritu Santo y elige una frase. Puedes
seleccionar varias, e irlas descartando, hasta que el Espíritu
te muestre una sola. Intenta memorizarla y repetirla
frecuentemente para sentir la presencia del Señor en tu vida.

4) Durante este verano habla con Jesús. Siente a Jesús que

está pasando por tu vida. ¿Qué quieres gritarle?

5) Si quieres profundizar, puedes leer la conversión de

Saulo (Pablo): Hechos de los Apóstoles 9,1-30.

Próximo encuentro (14 de septiembre): Mt 11,25-30:

Venid a mí los que estáis cansados o agobiados