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FK.ANZ COL/K.III

ATEÍSMO. ~ A~nosticismo,~ cognoscibilidad de Dios, - pruebas dc la


l'xistcncia dc Dios. Se entiende por ateísmo la negación de la existl'l1cia de
Dios o de toda posibilidad de conocerlo (ateísmo teórico) y tambil'l1 la
afirmación de que Dios no tiene importancia alguna para la vida pLíClio
(;lleismo práctico). En el enjuiciamiento del ateísmo teórico es delisivo el
cOl1cepto que se adopta o se rechaza acerca de Dios.
\) En la Biblia se da por supuesta la existencia de Dios lOlllo .ligo
evidente; la negación del gobierno divino del mundo se cOl1sidl'l;l 1111.1 11('
cedad (Sal 10,4; 14,1; 53,2). Lo decisivo es la cuestión del verdadl'l'o 1¡1m ('11
el enfrentamiento con los dioses de las religiones del entorno. El 110111111(' ('s
criatura hasta tal punto que vive en constante relación COI1 Dios (1\\\
\7,27-29).
2) Hasta la edad moderna a menudo se llamaba ateos a las pnSOI)'lS '11\('
adoraban dioses falsos (así fueron llamados también los cristianos en los
primeros tiempos). En cualquier caso, desde que el cristianismo pasó ;1 sl'l 1.1
hase y fundamento de toda la vida, el ateísmo fue asunto privado dl' CHfa
uno; sólo desde el siglo XIX se convirtió en un fenómeno de masas y en un
vcrdadero problema teológico de primera categoría.
3) El magisterio eclesiástico reaccionó por vez primera en el Vaticano I
(Dz 1801s, OS 3021s) y decididamente en el Vaticano JI, que, aun rechazan-
do el ateísmo, sostuvo que el ateo que busca la verdad no queda excluido de
la salvación (LG 16). Los errores acerca de Dios pueden también estar
motivados por una práctica creyente falsa. Positivamente se declara que
Dios no priva de la libertad al hombre, sino que constituye el fundamento
de su dignidad y es su esperanza (GS 19-21).
4) La teología protestante ha afrontado el ateísmo de un modo más
radical que la católica, por haber visto que las corrientes de pensamiento
moderno desembocan en el ateísmo, convirtiendo la concepción de Dios en
una función de la autofundamentación humana (E. jüngel). Pero LlInhien se
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punto de partida para el problema Jt: Dios (K. Rahnn).


5) El enfrentamiento con el ateísmo moderno ha comportado IIn,\.\ d.
ferenciaciolll's teolúgicas importantes. La visión de las cielllias 1l,111I1;¡lr\ dr
que no todas [as cuestiones que se les plantean SOIl soluhles y 1.1 dOCllil1i1
teolúgica de que no se puede recurrir a Dios como Ull l.lp,I,I~uj('l'(l_ Jlilril
expliclf tales enigm.ls hall supl'rado el .\leísmo origillado \'(1 1,1.\ ¡irl\("'~ lir lil
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AI~ISlIIll

sis de la existencia de Dios excluía la libertad humana: la experiencia de la


amenaza totalitaria de! hombre por e! hombre es hoy un dato universal.
Cierto que e! sufrimiento en e! mundo como «roca de! ateísmo» (Büchner)
no se puede resolver especulativamente mediante una teoría de la «justifica-
ción de Dios» (teodicea); pero desde la cruz de su Hijo, en quien el sufri-
miento le afectó personalmente, se «puede concebir» a Dios como supera-
dar de! sufrimiento y, por tanto, como meta de la esperanza humana. Y, a la
inversa, hoy está claro que los cristianos son hasta cierto punto responsables
de que la visión de! verdadero Dios no se deforme por su causa. En conse-
cuencia, e! problema de! ateísmo no es primordialmente teórico sino prác-
tico: es preciso superar e! indiferentismo como pérdida de la sensibilidad
respecto de Dios y hay que proclamar la vocación de! hombre a ser amigo
de Dios. Es necesario, además, cuestionar críticamente un ideal de eman-
cipación superficial y mundano, que a menudo subyace en e! ateísmo prác-
tico.

Bibliografía. a) H. WALDENFELS, Kontextuelle Fundamentaltheologie, Paderborn


1985, 123-129; b) J.B. LOTZ (dir.), Atheismus kritisch betrachtet, Munich-Friburgo
de Brisg. 1971; A.K. WUCHERER (dir.), Weltphdnomen Atheismus, Viena 1979;
c) Como a y b.

WILHELM BREUNING

ATRIBUTOS DE LA IGLESIA. ~ Apostolicidad de la Iglesia, ~ catoli-


cidad de la Iglesia, ~ santidad y pecaminosidad de la Iglesia, ~ unidad de la
Iglesia. De ordinario se designan como tales atributos las propiedades de
unidad, santidad, catolicidad y apostolicidad que se aplican a la Iglesia.
1) Los planteamientos de! NT para una doctrina de los atributos eclesia-
les se estudian bajo las entradas correspondientes.
2) Los cuatro atributos están tomados de! gran Símbolo de la fe (Dz 86,
OS 150). En la edad media adquirieron sus primeros perfiles en e! marco de
una ~ eclesiología apologética, pasando en e! curso de la contrarreforma de!
siglo XVI a la categoría explícita de notas por las que se podía reconocer a la
verdadera Iglesia (N. Herborn, De notis Ecclesiae, 1529; S. Hosius, Confes-
sio catholicae fidei christianae, 1550). Se argumentaba Que tales notae Eccle-
Slae corresponden a la Iglesia por institución de Cristo, y que por lo mismo
será la verdadera aquella en que se encuentran sin reducciones, cosa que sólo
ocurre en la Iglesia romana y católica. Por lo demás e! número cuatro sólo se
impuso poco a poco, pues llegaron a señalarse hasta cien notae. Hoy la via
notarum se ha abandonado en buena medida, mientras que se reconsideran
los atributos en el plano dogmático y espiritual.
3) La via notarum aún la ddendió Pío IX (Dz 16S6, DS nSS). En la Le,
el Vaticano 11 despliega una gran riqIH·¡.a de pcrspecliv.1S <!ogm.íticas y espi

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