s/ rechazo del planteo de falta de acción” Juzg. Fed. n° 2 - Sec. n° 3
Reg. n° 149
/////////////nos Aires, 28 de febrero de 2011.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO: Motiva la intervención del Tribunal el recurso de apelación interpuesto por el Dr. Alejandro Rúa, letrado defensor de Guillermo Moreno, contra el auto de fecha 29 de noviembre de 2010, por el cual el Juez de la anterior instancia rechazó el planteo de falta de acción oportunamente intentado USO OFICIAL
por esa parte.
Conforme surge de fs 1, el recurrente formuló excepción de falta de acción invocando una violación al principio de ne procedat iudex ex officio, en atención a que frente al pedido de desestimación de la denuncia suscripto por el representante del Ministerio Público Fiscal, el Juez no podía sino proceder de ese modo y no continuar con la instrucción del sumario, como lo hizo en el caso. Agregó que el derecho de acceso a la jurisdicción del querellante se encontraba debidamente resguardado por la ley, al otorgársele la facultad de recurrir tal decisión. Al contestar la vista que les fuera concedida, los Dres. Pérez Chada y Masanti, por la parte querellante, postularon el rechazo del planteo ensayado, sobre la base de que, tal como lo ha reconocido la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el acusador particular se encuentra legitimado para impulsar el proceso en solitario desde el comienzo de la causa penal sin que sea necesario el acompañamiento del Fiscal (ver fs 6/12). Para arribar a la decisión aquí cuestionada, el a quo hizo referencia a que la controversia planteada ha sido abordada por las dos Salas de esta Alzada, habiendo ambas habilitado a quien ejerce el rol de parte querellante para dar inicio al proceso, aún cuando el acusador público postule la desestimación de la denuncia. En su escrito impugnativo, el defensor de Guillermo Moreno, tras aclarar que compartía el criterio doctrinario y jurisprudencial que admite la actuación en solitario del querellante, insistió en señalar que, no obstante ello, frente al pedido del Agente Fiscal, el a quo debió haber desestimado la denuncia, quedando a salvo el derecho del acusador privado de recurrir tal decisión. Tales agravios fueron desarrollados en forma oral por el letrado, al momento de llevarse a cabo la audiencia prevista en el artículo 454 del Código Procesal Penal de la Nación, de la que da cuenta la constancia que antecede. El planteo del incidentista -que motiva esta primera intervención de los suscriptos- nos lleva a examinar cuál ha sido la actuación del Juez de primera instancia frente al pedido desestimatorio del Fiscal de grado. Ello nos permite develar la existencia de un vicio ocurrido durante el trámite de este sumario que, al haber causado el menoscabo de garantías de jerarquía constitucional, amerita la invalidación de todo lo actuado a partir del auto de fs 44 de los autos principales. Una breve reseña del curso que siguieron estas actuaciones a partir de ese momento permitirá advertir, sin dificultad, el defecto procesal al que nos referimos. Tal como lo señalara el recurrente, con fecha 1° de marzo del año en curso, el representante del Ministerio Público Fiscal, al evacuar la vista que se le confiriera, solicitó la desestimación de la denuncia que encabeza el sumario por inexistencia de delito (ver fs 28/9). Durante los días subsiguientes, el pretenso querellante acompañó al legajo diversa documentación y el denunciado, Guillermo Moreno, se presentó, designando su defensa técnica. Con fecha 5 del mismo mes y año, el Juez de grado proveyó ambas presentaciones, sin hacer alusión alguna a la pretensión del Agente Fiscal. Siguieron varios escritos efectuados por ambas partes, titulados “hace saber” -suscripto por la defensa-, “manifiestan” y “proponen medidas de prueba” -elaborados por los pretensos querellantes- (ver fs 35, 37/9 y 42/2, respectivamente). Poder Judicial de la Nación
Fue con fecha 30 de abril que el Magistrado decidió conferir a
los Dres. Wortman Jofré y Pérez Chada, en representación de Cablevisión S.A., el carácter de parte querellante. A continuación, y haciendo caso omiso de lo dictaminado por el titular de la vindicta pública, dispuso la realización de varias medidas de prueba, algunas de las cuales habían sido sugeridas por los ahora querellantes. La introducción del artículo 120 de la Constitución Nacional marca la decisión de implementar un sistema procesal en el que exista una separación estricta entre las funciones de acusar y juzgar. La imparcialidad del juez, asegurada a partir de dicha separación, en principio no se ve afectada cuando se plantea una discrepancia entre el fiscal y el querellante y su función se limite a asegurar que el querellante pueda ejercer el derecho a ser oído. Tampoco habría allí una afectación intolerable a la independencia del Ministerio Público USO OFICIAL
(Fallos 327:5863, consids.. 30 y 37).
Sin embargo, el acceso a la jurisdicción del querellante –su derecho a ser oído- no debe servir de pretexto para obviar la petición desestimatoria formulada por Fiscal, como titular de la acción pública (cfr. art. 5 CPP). Ello no sólo implicaría desconocer su carácter de parte -con las consecuencias que de allí se derivan-, sino también desconocer la expectativa generada en quien fuera denunciado, principal interesado en que la propuesta del Fiscal tenga favorable acogida o cuanto menos una respuesta fundada que pueda ser sometida a crítica. En este sentido, desde la perspectiva del derecho de defensa del apelante –Guillermo Moreno-, el ejercicio de la judicatura debe operar como garantía de equilibrio (Fallos 330:2658 –disidencia de los ministros Ricardo L. Lorenzetti y E. Raúl Zaffaroni). Ese equilibrio implica no sólo asegurar la igualdad de armas –en vistas de la posibilidad de que existan dos acusadores- sino tambien exponer los fundamentos por los cuales determinada posición ha primado por sobre otra, en este caso, por qué la discrepancia entre el Fiscal y la querella se resolvió a favor de la pretensión de esta última. Particularmente importante es el asunto pues en la visión del Fiscal de grado, impulsar la acción en base a la hipótesis traída por la querella “violaría una de las premisas básicas del derecho penal liberal, a la par que equivaldría a instrumentalizar la instancia pública de resolución de los conflictos ya que la justicia criminal intervendría en las relaciones que no son delito (…)” (v. fs. 29 del expte. ppal.). Si la falta de respuesta al pedido desestimatorio del Fiscal es también acompañada, como en este caso, de la realización de medidas instructorias -sin un requerimiento de instrucción formulado en los términos del artículo 188 del C.P.P., ni la identificación de una pieza que cumpla esa finalidad-, lo que se observa, en definitiva, ya no es sólo un desequilibrio sino una actuación oficiosa por parte de la judicatura y, por ello, prohibida, aun cuando coincida con las ansias de la querella. Garantizar el derecho de acceso a la jurisdicción de quien se considera víctima de un delito no puede significar nunca privar de jurisdicción a los eventuales imputados. Así las cosas, debido a que existe una seria afectación a la garantía del debido proceso –leída como la observancia de las formas sustanciales (Fallos 125:10; 127:36; 189:34; 308:1557, entre muchos otros)-, se impone la invalidación del auto obrante a fs. 44, y la devolución de las presentes actuaciones a la anterior instancia a fin de que proceda en los términos aquí consignados. En virtud de lo expuesto precedentemente, el Tribunal RESUELVE: DECLARAR LA NULIDAD del auto glosado a fs 44 de los autos principales, y de todo lo actuado en consecuencia, debiendo el a quo proceder de acuerdo a lo expresado en los considerandos que anteceden (arts. 167 y 180 del Código Procesal Penal de la Nación). Regístrese, hágase saber al representante del Ministerio Público Fiscal y devuélvase a primera instancia, a fin de que se practiquen el resto de las notificaciones de rigor. Sirva la presente de atenta nota de envío.-
FDO. Eduardo R. FREILER, Jorge L. BALLESTERO, Eduardo G. FARAH. Ante mí: