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En virtud de este poder se reconoce a las apoderadas todas las facultades que le son inherentes y de
manera especial las de llamar en garantía, recibir, transigir, conciliar, desistir, sustituir y reasumir
este poder, y en general para adelantar todos los actos e interponer todos los recursos que consideren
convenientes o necesarios para la mejor representación de nuestros intereses.
Solicito se sirva reconocerlas como apoderadas judiciales institucionales, para todos los efectos, en
los términos anteriores y con las facultades conferidas.
Aceptamos:
HISTORIA CLÍNICA
Fecha de ingreso: 11/08/2017 11:42 Fecha de egreso: 11/08/2017 13:47
NOTAS MEDICAS
Estado del paciente al ingreso: Alerta, El paciente llega: Caminando, Solo, Causa externa: ENFERMEDAD GENERAL
Motivo de consulta y Enfermedad Actual: "me duele mucho la cabeza desde hace más de 1 semana"
Signos Vitales: Presión arterial (mmHg): 150/90, Presión arterial media(mmHg): 110, Frecuencia cardiaca(Lat/min): 100, Frecuencia
respiratoria: 20, FIO2(%): 21, Saturación de oxígeno(%): 95, Temperatura(°C): 36, Intensidad Dolor: 4
Observaciones: Paciente con cefalea de 1 semana de evolución, en el momento se encuentra estable, sin signos de focalización neurológica,
en el momento estable, sin signos de respuesta inflamatoria sistémica.
Recursos: 1
Clasificación del triage: TRIAGE VERDE - TRIAGE 4
Firmado por: JAIRO ANDRES VIRVIESCAS PEÑA, MEDICINA GRAL DE URGENCIAS, Registro 1053329764, CC 1053329764
El Índice de Severidad de Emergencias (ESI) es un algoritmo de triaje fácil de utilizar que consta
de cinco niveles y con el que se caracteriza a los pacientes en los Servicios de Urgencias
evaluando la agudeza de la enfermedad del paciente y los recursos necesarios. Inicialmente, el
enfermero de triaje evalúa únicamente el nivel de agudeza. Si un paciente no cumple con los
criterios de un nivel alto de agudeza (nivel 1 ó 2 del ESI), el enfermero de triaje evalúa los
recursos necesarios previstos para ayudar a determinar un nivel de triaje (niveles 3, 4 ó 5 del ESI).
El objetivo del ESI es que sea utilizado por enfermeros con experiencia en triajes o por enfermeros
que hayan asistido a otro programa educativo e integral sobre triajes. La inclusión de los recursos
necesarios en la clasificación de triaje es una característica exclusiva del ESI que no tienen otros
sistemas de triaje. La agudeza se determina según la estabilidad de las funciones vitales y la
posibilidad de que se vea amenazada la vida, una extremidad o un órgano. El enfermero de triaje
calcula los recursos necesarios basándose en su experiencia previa con pacientes que acuden
con lesiones o dolencias similares. Los recursos necesarios se definen como la cantidad de
recursos que se prevé que consuma un paciente para poder tomar una decisión sobre su
disposición (alta, ingreso o derivación). Una vez que el enfermero de triaje esté familiarizado con
el algoritmo, podrá clasificar a los pacientes de forma rápida y precisa en uno de cinco niveles
explícitamente definidos y mutuamente exclusivos. En este capítulo se presenta una descripción
paso a paso y una descripción general acerca de cómo realizar un triaje utilizando el algoritmo
ESI. En los capítulos siguientes se explican en más detalle los conceptos clave y se proporcionan
varios ejemplos que aclaran los puntos más sutiles del ESI. Los algoritmos se utilizan a menudo
en el cuidado de urgencias. La mayoría de los médicos clínicos de emergencia están
familiarizados con los algoritmos que se utilizan en cursos como Soporte Vital Básico, Soporte
Vital Cardiovascular Avanzado y Curso Principal de Enfermería Traumatológica. En estos cursos
se presenta un enfoque paso a paso sobre la toma de decisiones clínicas que el médico clínico
podrá internalizar con la práctica. El algoritmo ESI sigue los mismos principios. En cada paso del
algoritmo se guía al usuario hacia las preguntas correctas que debe formular o el tipo de
información que debe recabar. Según los datos o respuestas que se obtengan, se toma una
decisión, se guía al usuario al próximo paso y, finalmente, a la determinación de un nivel de triaje.
En la Figura 2-1, se presenta una descripción conceptual del algoritmo ESI para ilustrar los puntos
de decisión principales. El algoritmo se muestra en la Figura 2-1a. En el algoritmo se utilizan
cuatro puntos de decisión (A, B, C y D) para clasificar a los pacientes en uno de los cinco niveles
de triaje. Para realizar el triaje con el algoritmo ESI es necesario contar con un enfermero
experimentado del ED que comience por la parte superior del algoritmo. Con la práctica, el
enfermero de triaje podrá pasar rápidamente de un punto de decisión de ESI al otro. Los cuatro
puntos de decisión representados en el algoritmo ESI son fundamentales para lograr una
aplicación precisa y confiable del ESI. En la figura se muestran los cuatro puntos de decisión
reducidos a cuatro preguntas clave:
A.¿El paciente necesita una medida de reanimación inmediata?
B.¿Se trata de un paciente que no debería esperar?
C.¿Cuántos recursos necesitará este paciente?
D.¿Cuáles son los signos vitales del paciente? Las respuestas a estas preguntas guían al usuario
al nivel de triaje correcto.
En términos simples, en el punto de decisión A (Figura 2-2) el enfermero de triaje se pregunta: “¿el
paciente necesita una medida de reanimación inmediata?”. Si la respuesta es “sí”, el proceso de
triaje está completo y el paciente es clasificado automáticamente como nivel 1 del ESI. Si la
respuesta es “no”, el usuario debe avanzar al próximo paso del algoritmo, el punto de decisión B.
Figura 2-2. Punto de decisión A
Las siguientes preguntas se utilizan para determinar si el paciente requiere una medida de
reanimación inmediata:
¿El paciente tiene vías respiratorias permeables?
¿El paciente respira?
¿El paciente tiene pulso?
¿Al enfermero le preocupa la frecuencia, el ritmo o la calidad del pulso?
¿Se intubó a este paciente antes de llegar al hospital debido a la posibilidad de que no pueda
mantener vías respiratorias permeables, respirar espontáneamente o mantener la saturación de
oxígeno?
¿El enfermero está preocupado por la capacidad del paciente de enviar oxígeno en forma correcta
a los tejidos?
¿El paciente requiere medicamentos u otra intervención hemodinámica de inmediato, como
reposición de la volemia o sangre?
¿El paciente cumple con algunos de los criterios que se enumeran a continuación? Ya estuvo
intubado o presentó apnea, falta de pulso, disnea severa, SpO2 < 90%, cambios agudos en el
estado mental o falta de respuesta.
Las investigaciones han demostrado que el enfermero de triaje es capaz de predecir en forma
precisa la necesidad de aplicar medidas de reanimación inmediatas (Tanabe, et al., 2005). En la
Tabla 2-1, se enumeran las medidas de reanimación y las que no lo son, para los fines del triaje
ESI.
El paciente con un nivel 1 del ESI siempre acude a los Servicios de Urgencias con una afección
inestable. Debido a que el paciente podría morir si no recibe cuidados de inmediato, se inicia una
respuesta en equipo: el médico se encuentra en la cabecera del paciente y el enfermero le brinda
cuidados críticos.
Los pacientes con nivel 1 del ESI son atendidos de inmediato porque la aplicación oportuna de las
medidas puede afectar la morbimortalidad.
La participación inmediata del médico en el cuidado del paciente constituye una diferencia clave
entre los pacientes con nivel 1 y 2 del ESI. Los pacientes con nivel 1 presentan una enfermedad
crítica y requieren la evaluación y la intervención inmediatas de un médico. Al considerar la
necesidad de medidas de reanimación inmediatas, el enfermero de triaje evalúa cuidadosamente
el estado respiratorio del paciente y su saturación de oxígeno (SpO2). Un paciente con disnea
severa o con SpO2 < 90% puede respirar pero necesita una medida inmediata para mantener el
estado de las vías respiratorias y de oxigenación. Este paciente requerirá la presencia del médico
en la sala para que le recete medicamentos, como los utilizados para la intubación de secuencia
rápida, o lo prepare para otras medidas destinadas a tratar las vías respiratorias y la respiración.
Se debe evaluar a todos los pacientes con dolor torácico en el contexto de los criterios
correspondientes al nivel 1, a fin de determinar si el paciente requiere medidas de reanimación
inmediatas. Algunos pacientes que acuden con dolor torácico se encuentran muy estables. Si bien
es posible que requieran un electrocardiograma (ECG) de diagnóstico dentro de los 10 minutos de
haber llegado, estos pacientes no cumplen con los criterios correspondientes al nivel 1. Sin
embargo, los pacientes que están pálidos, sudorosos, con disnea aguda o inestables a nivel
hemodinámico cumplen con los criterios correspondientes al nivel 1 y requieren medidas de
reanimación inmediatas.
Choque anafiláctico.
Bebé flácido.
Paciente con falta de respuesta y con fuerte olor a alcohol.
Hipoglucemia con cambio en el estado mental.
Paciente intubado con hemorragia cerebral y anisocoria.
Niño que se cayó de un árbol y no responde ante estímulos dolorosos.
Punto de decisión B: ¿debería esperar el paciente?
Una vez que el enfermero de triaje determina que el paciente no cumple con los criterios
correspondientes al nivel 1 del ESI, avanza al punto de decisión B (Figura 2-3). En el punto de
decisión B, el enfermero debe decidir si se trata de un paciente que no debería esperar para ser
atendido. Si el paciente no puede esperar, se lo clasifica como nivel 2 del ESI. Si el paciente
puede esperar, el usuario avanza al siguiente paso del algoritmo.
Un paciente de alto riesgo es el que presenta una afección que podría deteriorarse fácilmente o
que acude con síntomas que sugieren una afección que requiere tratamiento inmediato. Se trata
de un paciente con posibilidad de que se vea amenazada la vida, una extremidad o un órgano. En
la mayoría de los casos, un paciente de alto riesgo no requiere una evaluación física detallada ni
un conjunto completo de signos vitales. El paciente puede describir un cuadro clínico que el
enfermero de triaje experimentado reconoce como una situación de alto riesgo. Un ejemplo sería
un paciente que expresa: “nunca tengo dolor de cabeza pero levanté este mueble y ahora tengo el
peor dolor de cabeza de mi vida”. El enfermero de triaje clasificaría a este paciente como nivel 2
del ESI porque los síntomas sugieren la posibilidad de una hemorragia subaracnoidea. Cuando el
enfermero de triaje clasifica al paciente como nivel 2 del ESI es porque ha determinado que no
sería seguro que el paciente permanezca en la sala de espera. Si bien el ESI no sugiere ningún
intervalo de tiempo específico, los pacientes con nivel 2 del ESI siguen siendo de alta prioridad y,
por lo general, se debe iniciar rápidamente la disposición del paciente y la administración del
tratamiento. Los pacientes con nivel 2 del ESI están muy enfermos y presentan alto riesgo. Deben
recibir cuidados de inmediato y se debe disponer de una cama adecuada. Generalmente, en lugar
de pasar al siguiente paciente, el enfermero de triaje determina que se debe alertar de inmediato
al personal o al jefe de enfermería en el área de cuidados del paciente para informarles que tienen
un paciente con nivel 2 del ESI. A diferencia de los pacientes con nivel 1, el enfermero de
emergencia puede iniciar los procedimientos de cuidado del paciente a través de la
implementación de protocolos sin contar inmediatamente con un médico en la cabecera del
paciente. El enfermero reconoce que el paciente necesita intervenciones pero confía en que la
afección clínica del paciente no se deteriorará. El enfermero puede iniciar el acceso intravenoso
(i.v.), administrar oxígeno suplementario, obtener un ECG y colocar al paciente en un monitor
cardíaco antes de solicitar la presencia de un médico. Aunque no es necesario que el médico esté
presente de inmediato, se le debe notificar que hay un paciente y que ese paciente es nivel 2 del
ESI. Ejemplos de situaciones de alto riesgo:
- Dolor torácico activo, presunto síndrome coronario agudo que no requiere una medida de
reanimación inmediata, paciente estable.
- Trabajador sanitario con pinchadura de aguja.
- Signos de accidente cerebrovascular sin cumplir con los criterios del nivel 1.
- Embarazo ectópico descartado, estable a nivel hemodinámico.
- Paciente en quimioterapia y, por lo tanto, inmunodeficiente, con fiebre.
- Paciente suicida u homicida. El Capítulo 3 contiene más información sobre situaciones de alto
riesgo.
Cada uno de estos ejemplos indica que el cerebro puede estar afectado a nivel estructural o
químico.
- El enfermero de triaje observa las respuestas físicas al dolor agudo que respaldan la calificación
del paciente. Por ejemplo, un paciente con dolor abdominal, sudoroso, taquicárdico y con
presión arterial elevada o un paciente con dolor lumbar severo, vómitos, palidez y antecedentes
de cólico renal son buenos ejemplos de pacientes que cumplen con los criterios
correspondientes al nivel 2 del ESI. El enfermero de triaje también debe considerar la pregunta:
“¿le asignaría mi última cama libre a este paciente?” Si la respuesta es afirmativa, el paciente
cumple con los criterios correspondientes al nivel 2 del ESI.
- En el Capítulo 3, se proporciona más información sobre el nivel 2 del ESI y el nivel de dolor.
- El malestar severo puede ser fisiológico o psicológico. Algunos ejemplos de malestar incluyen
víctimas de agresión sexual, víctimas de violencia doméstica, pacientes agresivos o pacientes
bipolares que actualmente experimentan manía.
- Los pacientes con nivel 2 del ESI constituyen aproximadamente del 20 al 30% de los pacientes
de los Servicios de Urgencias (Travers, et al., 2002; Wuerz, et al., 2001; Tanabe, Gimbel, et al.,
2004). Una vez que se identifica un paciente con nivel 2 del ESI, el enfermero de triaje debe
asegurarse de que se le brinde el cuidado correspondiente de forma oportuna. Un familiar puede
completar el registro o se puede llevar a cabo en la cabecera del paciente. Los pacientes de nivel
2 del ESI necesitan una evaluación de los signos vitales y una evaluación completa de enfermería
pero no necesariamente al momento del triaje. La ubicación del paciente en el área de tratamiento
es una prioridad y no debe demorarse para finalizar la obtención de los signos vitales o para
realizar preguntas adicionales. Las investigaciones sobre el ESI han demostrado que el 50-60%
de los pacientes con nivel 2 del ESI son ingresados desde el ED (Wuerz, et al., 2001).
Si las respuestas a las preguntas de los dos primeros puntos de decisión fueron negativas, el
enfermero de triaje avanza al punto de decisión C (Figura 2-4).
Considerando la breve evaluación subjetiva y objetiva del paciente, sus antecedentes médicos,
alergias, medicamentos, edad y sexo, ¿cuántos recursos diferentes se utilizarán para que el
médico pueda tomar una decisión sobre su disposición? Es decir, ¿qué procedimiento se lleva a
cabo generalmente para el paciente que acude al Servicio de Urgencias con esta dolencia
general? El enfermero de triaje debe responder estas preguntas teniendo en cuenta su evaluación
del paciente y no debe considerar patrones de prácticas individuales, sino la práctica de rutina en
el ED en particular.
Para identificar los recursos necesarios, el enfermero de triaje debe estar familiarizado con las
normas asistenciales del Servicio de Urgencias. El enfermero debe conocer el concepto de
“prudente y usual”. Una forma sencilla de contemplar este concepto es preguntarse:
“considerando la dolencia principal o lesión de este paciente, ¿cuáles son los recursos que
probablemente utilizará el médico de emergencia?”. Los recursos pueden ser servicios del
hospital, pruebas, procedimientos, consultas o intervenciones que están más allá de los
antecedentes del médico e intervenciones físicas o intervenciones muy simples del Servicio de
Urgencias, como aplicar una venda. En el Capítulo 4 se proporcionan más explicaciones y
ejemplos.
En la Tabla 2-3, se puede encontrar una lista de lo que se considera un recurso o no para los fines
de clasificación del triaje ESI. Se supone que los pacientes con nivel 3 del ESI requieren dos
recursos o más; los pacientes con nivel 4 del ESI, un recurso y los pacientes con nivel 5 del ESI
no requieren recursos (Tabla 2-4).
Las investigaciones han demostrado que los pacientes con nivel 3 del ESI conforman del 30 al
40% de los pacientes que son atendidos en los Servicios de Urgencias (Eitel et al., 2003; Wuerz et
al., 2001). Los pacientes con nivel 3 del ESI acuden con una dolencia principal que requiere una
evaluación detallada. Un ejemplo son los pacientes con dolor abdominal. A menudo, estos
pacientes requieren una evaluación más detallada pero se sienten estables a corto plazo y,
definitivamente, pueden tener una estadía más prolongada en el ED. El nivel 4 y el nivel 5 del ESI
conforman entre el 20 y el 35% del volumen del ED, quizás incluso más en una comunidad con un
acceso deficiente al cuidado primario. Los profesionales con una capacitación adecuada de nivel
medio y con el conjunto de habilidades correctas podrían cuidar de estos pacientes en un área de
atención rápida o en entornos de cuidado inmediato reconociendo que una gran proporción de
estos pacientes tiene una dolencia relacionada con un traumatismo.
Antes de asignar a un paciente al nivel 3 del ESI, el enfermero debe observar los signos vitales del
paciente y decidir si se encuentran fuera de los parámetros aceptados según la edad y si los
considera significativos. Si los signos vitales se encuentran fuera de los parámetros aceptados, el
enfermero de triaje debe considerar aumentar el nivel de triaje al nivel 2 del ESI. Sin embargo, es
decisión del enfermero de triaje determinar si se debe aumentar el nivel de triaje del paciente a un
nivel 2 del ESI o no según las anomalías en los signos vitales. Este es el punto de decisión D.
En la Figura 2-5, se describen los parámetros de los signos vitales. Los signos vitales que se
utilizan son pulso, frecuencia respiratoria y saturación de oxígeno y, para niños menores de tres
años, temperatura corporal. Usando los criterios de los signos vitales, el enfermero de triaje puede
aumentar la categoría de un paciente adulto que acude con una frecuencia cardíaca de 104, o
este paciente puede continuar en el nivel 3 del ESI. Un bebé de seis meses con un resfriado y una
frecuencia respiratoria de 48 podría ser clasificado como nivel 2 ó 3 del ESI. Según los
antecedentes y la evaluación física del paciente, el enfermero debe preguntarse si los signos
vitales son suficientes como para decir que se trata de un paciente de alto riesgo que no puede
esperar para ser atendido. En el Capítulo 5, se explican los signos vitales en detalle y se
proporcionan ejemplos.
La temperatura se incluye únicamente en niños menores a los tres años. Si un niño pequeño tiene
bastante fiebre, puede quedar excluido de las categorías 4 y 5. Esto ayudará a identificar a niños
potencialmente bacteriémicos y evitar enviarlos a áreas de atención rápida o mantenerlos en la
sala de espera durante un período
prolongado. En el Capítulo 5, se
describen en detalle las pautas para
tratar la fiebre pediátrica.
Con frecuencia, puede generarse confusión entre la política institucional, el “flujo o proceso de
cuidado del paciente” y el nivel de triaje ESI. A continuación, se presentan ejemplos de situaciones
con pacientes en las que el flujo y la categoría de triaje parecen entrar en conflicto.
A menudo, los pacientes con traumatismos acuden al enfermero de triaje después de haber
recibido un mecanismo significativo de lesiones, como en el caso de un pasajero sin cinturón de
seguridad que sufrió un accidente en un vehículo de motor a alta velocidad. Es posible que el
paciente haya dejado la escena del choque de una forma alternativa a la ambulancia y acuda al
triaje con dolor localizado en el cuadrante superior derecho con signos vitales estables. Este
paciente está estable a nivel fisiológico, entró al ED caminando y no cumple con los criterios
correspondientes al nivel 1 del ESI. Sin embargo, el paciente presenta un alto riesgo de
experimentar laceración hepática y otros traumatismos significativos, por lo que debe clasificarse
como nivel 2 del ESI.
Con frecuencia, los ED cuentan con políticas sobre traumatismos y una categorización según el
nivel de respuesta del traumatismo que requiere que se inicie rápidamente el cuidado del
paciente. Tanto el nivel de respuesta del traumatismo como el triaje son importantes y deben
registrarse como dos puntuaciones diferentes. Si bien el enfermero de triaje reconoce que se trata
de un paciente con traumatismo estable a nivel fisiológico y lo asigna correctamente al nivel 2 del
ESI, debe facilitar la ubicación del paciente y el cuidado traumatológico tal como se describe en la
política sobre traumatismos. Probablemente, el paciente se mantenga estable durante otros 10
minutos y no requiera medidas de reanimación inmediatas. Si el mismo paciente acudiera con una
presión arterial de 80 palpable, sería clasificado como nivel 1 del ESI y requeriría medidas de
reanimación hemodinámicas inmediatas.
Otro ejemplo de políticas que pueden afectar el nivel de triaje es el triaje de los pacientes con
dolor torácico estable. Si el paciente se encuentra estable a nivel fisiológico pero tiene dolor
torácico, se trata de un posible síndrome coronario agudo. El paciente cumple con los criterios
correspondientes al nivel 2 del ESI. No requieren medidas de reanimación inmediatas pero es un
paciente de alto riesgo. El cuidado es inmediato. Se debe realizar un ECG dentro de los 10
minutos de la llegada del paciente. A menudo, los ED cuentan con una política relacionada con la
obtención rápida de un ECG. Si bien se debe iniciar el cuidado de estos pacientes de inmediato, el
ECG no constituye una medida de reanimación sino un procedimiento de diagnóstico. Si el
enfermero de triaje tuviera que clasificar a todos los pacientes con dolor torácico como nivel 1 del
ESI, sería difícil priorizar el cuidado de los pacientes que realmente corresponden al nivel 1 del
ESI y que requieren medidas de reanimación inmediatas. Pero un paciente con dolor torácico que
acude sudoroso al triaje, con presión arterial de 80 palpable sí cumpliría con los criterios
correspondientes al nivel 1 del ESI.
El tercer ejemplo de cuidado inmediato es un paciente que acude con signos de accidente
cerebrovascular agudo. Por ejemplo, un paciente que informa debilidad en el brazo izquierdo
cumple con los criterios correspondientes al nivel 2 del ESI, y se debe activar de inmediato el
equipo a cargo de tratar los accidentes cerebrovasculares. El tiempo transcurrido hasta que se
realiza la tomografía computarizada (TC) es una medida de calidad que se debe satisfacer. Pero
el paciente con signos de accidente cerebrovascular que no puede mantener el estado de las vías
respiratorias cumple con los criterios correspondientes al nivel 1 del ESI. También deberá
activarse el equipo a cargo de tratar el accidente cerebrovascular.
Finalmente, una situación algo diferente se presenta con un paciente anciano que sufrió una caída
y puede tener la cadera fracturada, que llega en un automóvil privado con su familia y se
encuentra dolorido. El paciente no cumple completamente con los criterios correspondientes al
nivel 2 del ESI pero se siente muy molesto. El enfermero de triaje debería categorizar a este
paciente como nivel 3 del ESI y probablemente colocarlo en una cama disponible con prioridad
ante otros pacientes de nivel 3 del ESI. Los pacientes que llegan en ambulancia también pueden
presentar una situación similar. Llegar en ambulancia no es un criterio como para asignar a un
paciente al nivel 1 ó 2 del ESI. Los criterios del ESI se deben utilizar siempre para determinar el
nivel de triaje independientemente del método de llegada.
En general, se debe facilitar rápidamente el cuidado de los pacientes con nivel 2 del ESI, y el rol
del jefe de enfermería o del jefe encargado del flujo de pacientes es saber dónde se pueden
ubicar estos pacientes en el área de tratamiento al momento de su llegada. Todos los pacientes
con nivel 2 se encuentran aún potencialmente muy enfermos y es necesario comenzar
rápidamente con su cuidado y evaluación. El enfermero de triaje ha determinado que no es seguro
que estos pacientes esperen. Actualmente los pacientes pueden estar estables, pero pueden tener
una afección que puede deteriorarse fácilmente, el inicio del tratamiento de diagnóstico puede ser
inmediato (el dolor torácico estable requiere que se realice un ECG dentro de los 10 minutos de
llegada del paciente) o existe la posibilidad de que se vea amenazado un órgano o la vida del
paciente. Los pacientes con nivel 2 del ESI aún se consideran pacientes de muy alto riesgo.
Resumen
En resumen, el ESI es un sistema de triaje de cinco niveles simple de utilizar que divide a los
pacientes según la agudeza de su enfermedad y los recursos necesarios. El algoritmo de triaje
ESI se basa en cuatro puntos de decisión clave. El enfermero licenciado (RN) del ED podrá
clasificar a los pacientes en forma rápida y precisa utilizando este sistema.
Nota: En el Apéndice A de este manual, se incluyen las preguntas frecuentes y las preguntas
sobre la evaluación posterior al tratamiento para los Capítulos 2 a 8. Estas secciones pueden
incorporarse a un curso de capacitación sobre el ESI desarrollado localmente.
Referencias
Eitel DR, Travers DA, Rosenau A, Gilboy N, Wuerz RC (2003). The emergency severity index
version 2 is reliable and valid. Acad Emerg Med .10(10):1079-1080.
Emergency Nurses Association (2007). TraumaNnursing Core Course (Provider Manual), 6th ed.
Des Plaines, IL: Emergency Nurses Association.
Tanabe P, Gimbel R, Yarnold PR, Kyriacou DN, Adams J (2004). Reliability and validity of scores
on the Emergency Severity Index version 3. Acad Emerg Med. 11:59-65.
Tanabe P, Gimbel R, Yarnold PR, Adams J (2004). The emergency severity index (v. 3) five level
triage system scores predict ED resource consumption. JEN. 30:22-29.
Tanabe P, Travers D, Gilboy N, Rosenau A, Sierzega G, Rupp V, et al (2005). Refining Emergency
Severity Index triage criteria, ESI v4. Acad Emerg Med. 12(6):497-501.
Travers D, Waller AE, Bowling JM, Flowers D, Tintinalli J (2002). Five-level triage system more
effective than three-level in tertiary emergency department. JEN. 28(5):395-400.
Wuerz R (2001). Emergency severity index triage category is associated with six-month survival.
ESI triage study group. Acad Emerg Med. 8(1):61-64.
Wuerz R, Milne LW, Eitel DR, Travers D, Gilboy N (2000). Reliability and validity of a new five-level
triage instrument. Acad Emerg Med. 7(3):236-242.
RESUMEN
La cefalea es un síntoma frecuente que representa hasta el nueve por ciento de las consultas a los servicios de
urgencias; las cefaleas primarias son la principal causa de consulta (25-55 por ciento); migraña (36-45 por ciento),
cefalea tipo tensional (7-35 por ciento). El diagnóstico y el manejo de las cefaleas se basan en un interrogatorio
adecuado. La clasificación actual de la IHS agrupa a las cefaleas en primarias y secundarias. Los exámenes paraclínicos
no son necesarios de manera rutinaria en los individuos sin anormalidades neurológicas y sin cambios en el perfil
del dolor, su necesidad se basa en un diagnóstico definitivo. Los exámenes diagnósticos con neuroimágenes tienen
un bajo rendimiento en las cefaleas primarias (menos del dos por ciento). La presencia de los signos denominados
banderas rojas sugiere que existe una enfermedad subyacente (RR 3-11; 38-42 por ciento). A pesar del amplio número
de posibilidades de tratamiento, debido a que hasta el 59 por ciento de los pacientes recibe diagnósticos inadecuados,
las tasas de efectividad farmacológica son bajas (mejoría completa a las dos horas 28 por ciento, 36 por ciento a las 12
horas y 37 por ciento a las 24 horas) y se requieren tratamientos farmacológicos más efectivos.
Esta es una revisión de las cefaleas en los servicios de urgencias, que tiene en cuenta aspectos como la clasificación,
la epidemiología, la utilidad y el rendimiento diagnóstico de los métodos paraclínicos, y el tratamiento agudo
de las cefaleas, en especial de la migraña.
PALABRAS CLAVES: cefalea en urgencias, diagnóstico de las cefaleas, migraña, neuroimágenes en urgencias,
tratamiento de las cefaleas.
(Michel Volcy Gómez. Cefalea en el servicio de urgencias: nuevos conceptos en el diagnóstico, la epidemiología y
el tratamiento. Acta Neurol Colomb 2008;24:S118-S133).
SUMMARY
Headache is a frequent symptom representing up to 9 percent of the consultations at emergency deparments;
primary headaches are the leading cause of consultation (25-55 percent); migraine (36-45 percent), tension-type
headache (7-35 percent). The diagnosis and management of headaches are based on a proper interrogatory, The
current classification from the IHS groups headaches into primary and secondary. Paraclinical examinations are
not routinely required in individuals without neurological abnormalities and without changes in the profile of
pain. Their need is based in a definitive diagnosis. Diagnostic tests by neuroimaging have a poor performance
in primary headaches (less than two percent). The presence of the signs called red flags suggest the existence
of an underlying disorder (RR 3-11; 38-42 percent). Despite the large number of treatment possibilities,
59 percent of patients receive inadequate diagnosis, and the rates of pharmacological effectiveness are low
(complete improvement within two hours 28 percent, 36 percent within 12 hours, and 37 percent within 24
hours) requiring more efficient treatments.
Revisión
Cefalea en el servicio de urgencias: nuevos conceptos en el diagnóstico, la epidemiología y el tratamiento
This is a review of headaches in the emergency services, which takes into account aspects such as the classification,
the epidemiology, the utility and diagnostic performance of the paraclinical methods, and the acute treatment
of headaches, especially migraine.
KEY WORDS: headaches in emergencies, diagnosis of headaches, migraine, neuroimaging in emergencies,
treatment for headaches.
(Michel Volcy Gómez. Cephalea in the emergency department: new concepts in diagnosis, epidemiology and
treatment. Acta Neurol Colomb 2008;24:S118-S133).
1. Migraña
1.1. Migraña sin aura
1.2. Migraña con aura
1.5. Complicaciones de la migraña
1.5.1. Migraña crónica
1.5.2. Estatus migrañoso
2. Cefalea tipo tensional
3. Cefaleas trigeminales
3.1. Cluster
3.2. Hemicránea paroxística
3.3. SUNCT
A.3. SUNA
4. Otras cefaleas primarias
4.7. Hemicránea continua
4.8. Cefalea crónica diaria de novo
5. Cefalea relacionada con trauma craneoencefálico o cervical
6. Cefalea relacionada con desórdenes vasculares craneanos o cervicales
7. Cefalea relacionada con desórdenes intracraneanos no vasculares
8. Cefalea relacionada con abuso o suspensión de sustancias
8.2. Cefalea secundaria a sobreuso de analgésicos
9. Cefalea relacionada con infecciones no cefálicas
10. Cefalea relacionada con desórdenes metabólicos o de la homeostasis
11. Cefalea o dolor facial relacionados con estructuras faciales o craneanas,
12. Cefalea secundaria a desórdenes siquiátricos
13. Neuralgias craneanas
14. Cefaleas no clasificables
A. Número de Episódica un día a Infrecuente Al menos cinco ataques Al menos 20 crisis previas
Crisis menos de 15 días al menos de 1 día al
mes mes o menos de 12 Episódica crisis en un Episódica crisis en un
días al año período de entre siete período de entre siete días
Crónica más de 15 días y un año con y un año con ausencia de
días / mes, más de Frecuente ausencia de dolor por dolor al menos un mes o
180 días al año más de 1 día al lo menos un mes o más más (crisis de cluster de 2
mes, menos de (crisis de cluster de 2 semanas a 3 meses)
15 al mes, o más semanas a 3 meses)
de 12 días al año y Crónica remisión de la
menos de 180 Crónica remisión de la cefalea por menos de un
cefalea por menos de un mes
Crónica mes
más de 15 días al
mes, o más de 180
días al año
B. Duración Episódica 4-72 horas Episódica horas o 15 -180 minutos sin 2-30 minutos
días tratamiento Frecuencia mayor a cinco
Crónica más de tres Frecuencia de ataques crisis/ día en más del 50%
meses § Crónica más de tres 1-8 por día del tiempo
meses
C.Característica Unilateral Bilateral Dolor severo o muy Dolor severo o muy severo,
de la Cefalea pulsátil opresiva severo, unilateral, unilateral, localización
moderada a leve localización orbital, orbital, supraorbital o
severa moderada supraorbital o temporal temporal
act. física no act.
física
D. Síntomas Al menos uno de: Uno de los siguientes: Síntomas autonómicos Síntomas autonómicos
Asociados asociados (ipsilaterales) asociados (ipsilaterales)
Náuseas o vómito Fotofobia leve • Inyección conjuntival o • Inyección conjuntival o
Sonofobia leve lagrimeo lagrimeo
Fotofobia o Náuseas leves • Congestión nasal o • Congestión nasal o
fonofobia rinorrea rinorrea
Ausencia de náuseas • Edema palpebral • Edema palpebral
o vómito severo • Sudoración frontal o • Sudoración frontal o facial
facial • Miosis o ptosis
Con o sin • Miosis o ptosis Respuesta a la
sensibilidad Agitación sicomotora indometacina
pericraneal
ciento hemorragia subaracnoidea. Cabe resaltar que Los pacientes que tienden a utilizar con mayor
el 20,8 por ciento de los individuos con migraña frecuencia los servicios de urgencias son de sexo
sin aura y el 27,3 por ciento de los sujetos con femenino, individuos entre 30-54 años, con migraña,
cefalea secundaria a trastorno siquiátrico requirió con dificultades de acceso a los servicios médicos
hospitalización, frente al 90 por ciento y el 100 por (p=0,023), con antecedentes de múltiples consultas
ciento de los pacientes con neoplasias o infección médicas ambulatorias (más de 8, p < 0,001) o a los
intracraneana, respectivamente. servicios de urgencias (más de 3, p < 0,001). Estos
Tipo de cefalea 1.5.1. Migraña 2.3. Cefalea 4.8. Cefalea 4.7. Hemicránea Migraña
Característica crónica tipo tensional crónica diaria continua transformada**
crónica de novo
(CCDN)
A. Número de Más de 15 días/mes Más de 15 días/ Más de tres Más de 15 días/mes Más de 15 días/
crisis mes meses mes por más de
un mes
B. Duración Más de tres meses § Más de tres meses Diaria sin Más de tres meses Más de cuatro
remisión o con horas (sin tto)
remisión menor a
tres días desde el
inicio
C.Característica Cumple con las Bilateral Bilateral Continua Por lo menos uno
de la cefalea características C-D opresiva opresiva con de:
de la migraña sin leve a leve a fluctuación historia de
aura: moderada moderada estrictamente migraña
No act. No act. unilateral episódica
Unilateral física física leve a frecuencia de la
pulsátil moderada cefalea
moderada a de la intensidad
severa de la cefalea
act. física
D. Síntomas Por los menos uno Uno de los No debe haber Exacerbación con Crisis de cefalea
asociados de: siguientes: más de uno de los sintomas tipo migraña
náuseas o siguientes: migrañosos 1,1-1,6
vómito fotofobia leve Por lo menos un
fotofobia o sonofobia leve fotofobia leve sintoma autonómico
fonofobia náuseas leves sonofobia leve ipsilateralmente
náuseas leves
sin náuseas ni Respuesta a la
vómito severo sin náuseas ni indometacina
vómito severo
individuos tienen un menor nivel económico (p = urgencias, en el grupo de pacientes con migraña
0,012) o educativo, una mayor tasa de desempleo es posible encontrar los mayores puntajes en las
(p = 0,012), presentan un mayor consumo de escalas de discapacidad como MIDAS (56 vs. 35
tratamientos farmacológicos sintomáticos (media en sujetos que no consultan a los servicios de
de 3,9 cada día) entre los que se encuentran los urgencias, p < 0,001) con el consecuente
narcóticos, las benzodiazepinas y los derivados mayor impacto en el estado afectivo y laboral (p
barbitúricos (disponibles en Estados Unidos); de <0,05). Adicionalmente, son pacientes con
manera llamativa, más del 75 por ciento de los antecedentes de múltiples consultas médicas
pacientes recibió más de tres tipos de tratamientos (media de 15,5, p < 0,0001) con mayores
sintomáticos en un período de un año. puntajes de depresión y menores puntajes de
calidad de vida (p <0,05).
De otra parte, entre los pacientes con cefalea
crónica diaria que consultan a los servicios de
Se sugiere que los tres factores más importantes - oftalmopléjica - hemipléjica, o por la refractariedad
sugestivos de enfermedad subyacente son: cefalea de a los medicamentos ambulatorios.
más de un mes de duración a pesar del tratamiento,
Diferentes estudios epidemiológicos han logrado
cefalea localizada o focalizada y anormalidades
demostrar que cerca de 60 por ciento de las mujeres
neurológicas. De esta manera, en presencia de
y 70 por ciento de los hombres cumplen con los
estos tres factores clínicos el 42 por ciento de los
criterios de migraña de la IHS y no se les ha realizado
pacientes tiene lesiones tratables quirúrgicamente, y
el diagnóstico oportunamente, y hasta un 80 por
un 27 por ciento presenta lesiones no susceptibles
ciento de éstos presenta una discapacidad secundaria.
de cirugía.
Los motivos son múltiples, entre ellos las bajas
Debido al bajo rendimiento de los estudios tasas de acceso médico, la baja sensibilidad (sen) y
diagnósticos en las cefaleas, se sugiere agrupar especificidad (esp) de los criterios diagnósticos de
a los pacientes en cuatro contextos clínicos que migraña (náuseas sen 82 por ciento - esp 96 por
permitirán un uso más racional y óptimo de este ciento, fotofobia sen 79 por ciento - esp 87 por
recurso, así: 1. Cefalea severa de inicio agudo o con ciento, fonofobia sen 69 por ciento - esp 87 por
signos neurológicos; 2. Cefalea asociada con fiebre ciento, empeoramiento con actividad física sen 81
o rigidez de nuca; 3. Cefalea de inicio reciente (días por ciento - esp 78 por ciento, dolor pulsátil sen 76
o semanas) o con empeoramiento progresivo o por ciento -esp 77 por ciento, dolor unilateral sen 66
cefalea persistente; 4. Cefalea recurrente (cefalea por ciento - esp 78 por ciento, duración 4-24 horas
similar de vieja data). sen 57 por ciento - esp 67 por ciento), la inadecuada
comunicación médico-paciente por el tiempo de
consulta insuficiente o por las múltiples quejas
TRATAMIENTO DE LAS CEFALEAS referidas por los pacientes, y la escasa información
EN LOS SERVICIOS DE URGENCIAS de la población.
Una vez descartada la presencia de cefaleas De igual manera se observa un subdiagnóstico
secundarias, la migraña representa alrededor del 65 por la sobreposición con otras cefaleas más fre-
por ciento del total de las cefaleas; el grupo restante cuentes, por la presencia de síntomas concomitantes
esta compuesto por la cefalea tipo tensional, la o comorbilidades como alergias o asma que llevan a
cefalea crónica diaria, y la cefalea mixta o cluster un sobrediagnóstico de la cefalea por compromiso
(menos de 1 por ciento). La mayor parte de los de los senos paranasales (hasta 40 por ciento), y la
pacientes con migraña consultan al servicio presencia de trastornos del afecto como depresión
de urgencia por la severidad o la intensidad y ansiedad que llevan al sobrediagnóstico de la
de la cefalea, por su asociación con vómito o cefalea tipo tensión (20-44 por ciento). Un estudio
deshidratación, por el desencadenamiento durante que evaluó el diagnóstico de migraña o de cefalea
las relaciones sexuales, por la manifestación de tipo tensional según la discapacidad secundaria,
características atípicas sugestivas de migraña basilar encontró que es raro observar una discapacidad
Tomado y modificado de Frishberg B, Rosenberg JH, Matchar DB et al. American Academy of Neurology Guidelines.
2001: 1-58.
de membrana, y de la inhibición de la liberación de la cefalea con el propofol fue de 95,4 por ciento
de sustancias vasoactivas plaquetarias (inhibición con una dosis promedio de 110 mg (11 cc). Se
de la inflamación neurogénica). Sin embargo, la sugiere que los probables mecanismos de acción
efectividad reportada es baja (21 por ciento). del propofol se realizan a través de agonismo de
receptores GABAA, efecto modulador de dolor por
El propofol es un medicamento anestésico
potenciación de la antinocepción de la raíz dorsal,
para uso intravenoso de efecto rápido y corta
inhibición simpática, inhibición de los canales
duración, que se caracteriza no sólo por ejercer
de calcio voltaje-dependientes tipo L y probable
un efecto sedante, sino también por inhibir las
bloqueo de receptores NMDA.
náuseas. Durante la administración de propofol se
observó una sensación de calma con disminución Los esteroides y los opioides tienen poca utilidad
del vómito, del lenguaje arrastrado o del mareo en el manejo de las cefaleas y sólo se deben utilizar
transitorio (3-4 minutos), y de los movimientos como terapias de rescate. Los opioides adicionalmente
espontáneos; en ningún paciente se reportó se utilizan en casos especiales en los cuales se requiere
sedación. El propofol se administró inicialmente en sedación, en pacientes en quienes esta contraindicado
un bolo de 20-30 mg, con dosis subsiguientes cada el uso de triptanes o ergotamínicos (cardiopatía
3-5 minutos. De 77 pacientes estudiados, el 82 por isquémica, HTA descompensada, insuficiencia renal),
ciento reportó desaparición completa de la cefalea de AINES (enfermedad ácido-péptica) o en mujeres
y el 18 por ciento reportó mejoría del 50-90 por embarazadas, sin embargo siempre se debe tener en
ciento; el promedio de reducción de la intensidad consideración su potencial adictivo.
RESUMEN
Aunque la cefalea más común es la tipo tensión, es la migraña la que más motiva la consulta médica. Casi la mitad
de los adultos del mundo entre los 18 a los 65 años de edad han tenido una o más cefaleas. De ellos, el 10% tienen
migraña y entre el 1.7 al 4% de padecen de cefalea 15 o más días cada mes. La migraña es responsable del 1.3% de
todos los años de vida perdidos por discapacidad mundial. Los estudios neuroepidemiológicos colombianos son
escasos pero muestran cifras de prevalencia similares a las informadas en otros países.
Se ha establecido que la migraña causa 1.650 horas de trabajo perdido el año por cada 1000 habitantes en Colombia.
PALABRAS CLAVE. Epidemiología, Impacto. Migraña, Prevalencia. Incidencia, Cefalea tipo Tensión (DeCS).
(Gustavo Pradilla, Joe Fernando Muñoz Cerón. Dolor de Cabeza: epidemiología e impacto. Acta Neurol
Colomb 2013;29:1 (Supl 1:1)3-10).
SUMMARY
Although the most common type of headache in the population is the tension type, migraine is the most frequent
at the medical office. Almost half of the world’s adults between 18 to 65 years of age have had at least one or more
headaches. Of these, 10% have migraine and between 1.7 to 4% of them suffer from headache 15 or more days
each month. Migraine account for 1.3% of all life years lost due to disability worldwide. Colombian neuroepide-
miological studies are scarce but show similar prevalences to those reported in other countries.
It has been established that migraine causes lost work 1,650 hours per year per 1000 inhabitants in Colombia.
KEY WORDS. Epidemiology, Impact, Migraine, Prevalence, Incidence Tension-type Headache (MeSH).
(Gustavo Pradilla, Joe Fernando Muñoz Cerón. Headache: epidemiology and burden. Acta Neurol Colomb
2013;29:1 (Supl 1:1)3-10).
Ha habido controversia sobre si la prevalencia Migraine Study recopiló información en 15.000 hoga-
de la migraña es cada vez mayor. Según los Centros res representativos de la población norteamericana
para el Control y Prevención de Enfermedades en en 1989(19). El American Migraine Study II utilizó
Estados Unidos (CDC), la prevalencia de migraña una metodología prácticamente idéntica 10 años
por autodiagnóstico en los Estados Unidos aumentó después (20). En estos dos estudios, la prevalencia
60% entre 1981 y 1989, de 25,8 por 1.000 habi- de la migraña fue alrededor del 18% en mujeres y
tantes a 41 por 1.000 personas (18). Sin embargo, del 6% en los hombres.
la estabilidad de la prevalencia en los estudios en
El primer estudio de prevalencia de cefalea que
los Estados Unidos durante la última década no es
empleó los criterios diagnósticos de la IHS fue rea-
compatible con la opinión de que la prevalencia está
lizado en Dinamarca por Rasmussen et al, quienes
aumentando (19-21).
encontraron que la prevalencia de por vida fue de
La interpretación inicial dada se relacionaba con 93% en los hombres, de la migraña de 8% y de 69%
un conocimiento mejor de la enfermedad y la mayor en el tipo tensión. Entre las mujeres la prevalencia de
utilización de los sistemas de salud. Sin embargo, por vida fue de 99% para cualquier tipo de cefaleas,
en Finlandia se informó en una investigación de 25% para la migraña y 88% para la tipo tensión. Las
dos cohortes independientes de niños de siete años prevalencias anuales fueron de 6% en los hombres
estudiados durante 18 años que la prevalencia había y de 15% en las mujeres para la migraña y para la
aumentado tres veces tanto para las cefaleas en cefalea tipo tensión de 63% en hombres y 86% en
general como en particular para la migraña desde mujeres. La prevalencia de punto en un día para
1974 hasta 1992. Al parecer no hubo artificios en su cualquier cefalea fue de 11% en hombres y del 22%
metodología y los autores sugirieron que los cambios en mujeres (23).
en el ambiente social pudieran tener algún papel, lo
que abriría un futuro campo de estudio (22).
DISTRIBUCION SOCIOECONÓMICA
Las cifras sobre la prevalencia de la migraña han
variado entre el 1-25% de la población total (12). Los datos son conflictivos y se han estudiado
Las estimaciones de la prevalencia de 1 año varían más en las migrañas. Inicialmente se consideraba
entre un 3.3 a un 32.6% para las mujeres y un 0.7 a que la migraña afectaba más a los individuos de
16.1% para los hombres. En los EE.UU. el American estratos socioeconómicos altos, pero análisis pos-
Figura 3.
Costo dolor de cabeza, Estudio Europeo enfermedades cerebrales. Valores en millones euros
18. Prevalence of chronic migraine headaches— 34. WHO. Atlas of Headache Disorders and
United States, 1980– 1989. MMWR Morb Mortal Wkly Resources in the World 2011. World Health Organi-
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19. STEWART WF, LIPTON RB, CELENTANO DD, 35. DAHLÖF C, BOUCHARD J, CORTELLI P, ET
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Improvement in migraine-specific quality of life in a
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21. LIPTON RB, STEWART WF, SIMON D. Medical 37. HU XH, MARKSON LE, LIPTON RB, STEW-
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M, WITTCHEN H-U E AND JO¨NSSON B ON
28. LAUNER LJ, TERWINDT GM, FERRARI MD. BEHALF OF THE CDBE2010 STUDY GROUP*
The prevalence and characteristics of migraine in a AND THE EUROPEAN BRAIN COUNCIL. The
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Carta Informe Siniestro al Código: FRWCS0024 Edición: 2005-08-30 Versión: 1
Cliente
1
Buenos días, para su información y fines pertinentes enviamos oficio de la Notaria Quinta de Notaria Quinta de
Manizales, citando a Audiencia de Conciliación para el 29 de Noviembre de 2018.
Convocante: Alirio Morales Marulanda, Alex Alfredo Morales, Carmen Salazar Rodriguez y otros.
Convocados: Fundación Cardioinfantil, Coomeva EPS
Nombre del paciente: Yuly Andrea Morales Salazar.
AVISO LEGAL: La información contenida en este correo electrónico tiene carácter confidencial y está dirigida únicamente al destinatario de la misma y sólo podrá ser
usada por éste. Si el lector de este mensaje no es el destinatario del mismo, queda notificado que no podrá usar, retener, imprimir, copiar, distribuir o hacer público su
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2
1
Señores
JUZGADO DOCE (12) CIVIL DEL CIRCUITO DE CALI
E. S. D.
ANA MARÍA DE BRIGARD PÉREZ, mayor de edad, vecina de Bogotá, identificada con
la cédula de ciudadanía No. 51.699.955 de Bogotá, abogada en ejercicio, portadora de la
Tarjeta Profesional No. 44.980 del Consejo Superior de la Judicatura, en mi calidad de
apoderada judicial de la FUNDACIÓN CARDIO INFANTIL - INSTITUTO DE
CARDIOLOGÍA, entidad sin ánimo de lucro con personería jurídica reconocida mediante
Resolución No. 2747 del 25 de julio de 1973 emanada del Ministerio de Justicia, con
domicilio principal en la ciudad de Bogotá, representada por la doctora LILLIAN
ANDREA HIDALGO RODRÍGUEZ, mayor de edad, identificada con la cédula de
ciudadanía No. 52.962.453 de Bogotá, en su condición de Representante Legal Suplente II,
según poder especial remitido directamente al Despacho por quien lo otorga (Anexos # 1 y
2), me permito dar respuesta a la demanda interpuesta por ALIRIO MORALES
MARULANDA, CARMENZA SALAZAR RODRIGUEZ (padres), ALEX ALFREDO,
VICTOR MANUEL Y JOSÉ DAVID MORALES SALAZAR (hermanos), JAMES
LEANDRO CEBALLOS CASTRO (ex esposo) Y JUAN MIGUEL CEBALLOS (hijo menor
de edad) contra COOMEVA EPS S.A. y LA FUNDACIÓN CARDIO INFANTIL –
INSTITUTO DE CARDIOLOGÍA, en los siguientes términos:
De conformidad con lo dispuesto en el artículo 8° del Decreto Legislativo 806 de 2020 “la
notificación personal se entenderá realizada transcurridos dos (2) días hábiles siguientes al recibo de
la comunicación y los términos empezarán a correr a partir del día siguiente al de la notificación”.
Habida cuenta que el aviso de notificación fue recibido por la institución mandante el 9 de
diciembre de 2020, el 10 y 11 corresponderían a los días de notificación y a partir del 14
empezarían a contabilizarse los 20 días concedidos por la ley para dar respuesta a la
demanda (que, descontados el día de la Rama y el período de vacancia judicial, vencerían
el 2 de febrero de la presente anualidad), de manera que al momento de radicar está
respuesta nos encontramos dentro de la oportunidad procesal adecuada.
ME OPONGO a todas y cada una de las declaraciones, pretensiones y condenas, sean estas
principales o subsidiarias, directas o indirectas, individuales o solidarias incluidas en la
demanda, porque carecen de fundamento legal y fáctico, toda vez que en el caso concreto
2
no se reúnen los elementos sine qua non para que se pueda atribuir responsabilidad a mi
mandante.
Este aviso de suspensión indefinida del contrato que había vinculado a las dos entidades
en el pasado, tenía carácter inmediato e irrevocable y fue la antesala de la terminación
definitiva del contrato unos meses más tarde.
La ley reconoce que conforman el sistema general de seguridad social en salud diferentes
tipos de personas morales, para el caso, unas entidades promotoras de salud – EPS
encargadas del aseguramiento de la población colombiana en sus regímenes contributivos
y subsidiados y unas instituciones prestadoras de servicios de salud, encargadas de la
prestación efectiva de servicios en los niveles de complejidad habilitados y bajo los
parámetros regulatorios propios de un servicio público esencial.
En lo que se refiere a los daños patrimoniales solicitados, tampoco se admiten, por las
mismas razones y argumentos previamente esbozados y ampliados posteriormente en este
escrito.
A los hechos primero, segundo, tercero, cuarto, quinto, sexto, séptimo, octavo, noveno,
décimo, undécimo, décimo segundo, décimo tercero y décimo cuarto: No le constan a mi
mandante ni la condición de salud ni la atención brindada a la señora YULY ANDREA
MORALES SALAZAR ni en la IPS Sinergia Salud, ni en el Policlínico del Olaya, ni en el
Hospital Simón Bolívar, ni en ninguna otra de las instituciones de salud adscritas o
vinculadas a COOMEVA EPS mencionadas, como quiera que se trata de personas jurídicas
autónomas, con existencia y personería jurídica propias, que no tiene vínculo contractual
ni dependencia patrimonial u orgánica con mi mandante y a que se relatan hechos que
anteceden en el tiempo a la única atención dispensada en la FUNDACION CARDIO
INFANTIL – INSTITUTO DE CARDIOLOGIA. Me atengo a lo que se pruebe, dejando
expresamente señalado que el hecho de que una persona haya acudido de manera
secuencial en el tiempo a varias IPS no las convierte en solidarias y menos aún las hace
corresponsables por conductas, prescripciones, instrucciones o cualquier decisión que en
su autonomía hubiesen adoptado.
Para el caso en concreto, debo también llamar la atención que la paciente consultó a la
FUNDACION CARDIO INFANTIL – INSTITUTO DE CARDIOLOGIA en forma
espontánea, sin referencia de otro centro asistencial o profesional de la salud y de hecho
sin una historia clínica previa conocida, más allá de su propio relato al médico encargado
de ingresarla al triage.
A las 13:37:48 fue valorada por el médico a cargo del triage (Anexo # 4) en el servicio de
urgencias institucional, quien hizo la verificación inicial de su condición clínica, conforme
lo señala el documento denominado Índice de Severidad de Emergencias – ESI adoptado
como criterio de clasificación de urgencias en la FUNDACIÓN CARDIO INFANTIL
(Anexo # 5).
Para el caso que nos ocupa, debido a la estabilidad de los signos vitales y a la valoración
preliminar realizada por el médico del Triage, el caso de YULY ANDREA se clasificó como
una urgencia verde o IV, que de acuerdo con las disposiciones legales vigentes puede ser
derivada a un nivel de complejidad menor, dentro de la red de prestadores de su entidad
aseguradora, sin que tal conducta signifique una negación de servicio o cualquier forma
de obstáculo o barrera irregular para su atención.
La Resolución 5596 del 24 de diciembre de 2015 del Ministerio de Salud y Protección Social
estipuló cinco categorías de triage, con la salvedad que los tiempos establecidos de
atención no aplicarán en situaciones de emergencia o desastre con múltiples víctimas, que
no era la situación de ingreso de la paciente MORALES SALAZAR1.
De acuerdo con los registros que se aportan, la señora YULY ANDREA ingresó sola,
caminando y refiriendo como motivo de consulta un dolor de cabeza de más de una
semana de evolución.
Sus signos vitales eran estables, no tenía fiebre, ni signos de focalización neurológica o de
respuesta inflamatoria sistémica, de manera que, según lo han analizado y concluido los
expertos, la clasificación de la urgencia estuvo ajustada al algoritmo adoptado en la
institución.
Explico, mientras el médico puerta de entrada hace consultas de baja complejidad (propias
de otros niveles de atención), prescribe, da incapacidades, la población crítica se vería
obligada a tener que esperar a que se encuentre desocupado, cambiando obviamente la
prioridad de los casos, no en razón de su urgencia, sino precisamente por lo contrario.
Tan cierto es que un triage no es una consulta médica completa que en la mayor cantidad
de centros hospitalarios es una función delegada a personal no médico, con entrenamiento
en triage, para evitar precisamente esta errada idea de que al ser asignado a un médico
puede ser equivocadamente asimilado a una consulta.
En relación con la oportunidad en la asignación de citas con especialistas de una EPS (que,
por lo demás, no tenía contrato ni vínculo prestacional alguno con mi mandante) no tiene
injerencia, control o corresponsabilidad alguna un prestador de servicios de salud externo.
A los hechos décimo séptimo, décimo octavo, décimo noveno y vigésimo: No son hechos
de mi mandante, me atengo a lo que resulte probado dentro del proceso.
Nótese que la historia clínica a la que se alude en este numeral refiere que (el 17 de agosto
de 2017, seis días después de su valoración en el triage institucional de la FUNDACION
CARDIO INFANTIL) la paciente MORALES SALAZAR consulta a una IPS de su ciudad
natal por un cuadro clínico de 4 DÍAS de evolución, que tiene unas características nuevas
que la han transformado en una cefalea de banderas rojas, por su intensidad 10/10,
asociada a picos febriles (hasta ese momento no se habían mencionado ni documentado en
los centros hospitalarios donde fue atendida en Bogotá), emesis, fosfenos y acufenos y que
la paciente describe como PRIMER EPISODIO DE CAFALEA INTENSA QUE NO
MEJORA CON ANALGESICOS.
Este solo relato permite deducir que entre los signos y síntomas relatados al médico de
triage el 11 de agosto de 2017 en la FUNDACIÓN CARDIO INFANTIL y la descripción
inicial del cuadro clínico del 17, en el centro médico de atención en Manizales (Clínica
Versalles S.A.) hay diferencias evidentes que muestran una situación de características
recientes y sustancialmente distintas, según el propio relato de la propia paciente.
A los hechos vigésimo segundo, vigésimo tercero, vigésimo cuarto, vigésimo quinto,
vigésimo sexto, vigésimo séptimo y vigésimo octavo: No son hechos de mi mandante me
atengo a lo que resulte probado, dentro del proceso.
En cualquier caso, nos explican los expertos y lo harán directa y personalmente al juzgado
en su oportunidad, que una meningitis por criptococo, que es una forma de meniningitis
muy poco frecuente, solo fue diagnosticada el 18 de agosto (24 horas después de su
hospitalización en la IPS citada y 7 días después de su consulta a la FCI) y no antes, dado
que no había ninguna manifestación clínica distintiva o sugestiva de esta patología ni
razones o antecedentes para sospecharla (es una condición que aparece asociada a
problemas inmunológicos de base que la paciente no tenía documentados en su historial
7
médico), de manera que aún hoy es imposible confirmar que fuese la causa del dolor de
cabeza de la joven durante sus atenciones médicas previas al 17 de agosto y si lo fuese, su
presentación con manifestaciones clínicas atípicas, hacían muy difícil su detección precoz.
Adicionalmente y según nos han explicado los expertos, el dolor de cabeza es uno de los
primeros motivos de consulta en un servicio de urgencias (sino el 1°) por lo que se han
depurado las características clínicas y factores de riesgo asociados, de manera que solo un
mínimo porcentaje de tales atenciones se debe dar dentro del contexto de una atención
intrahospitalaria.
De esa fracción de cefaleas con banderas rojas (que no tenía presentes la paciente
MORALES SALAZAR el 11 de agosto de 2017) solo un 1% corresponde a meningitis por
criptococo, de manera que presentarlo en la demanda como una omisión “grosera” carece
de fundamento y desconoce la realidad científica aplicable.
Al hecho trigésimo sexto: Si bien no es un hecho, sino que hace referencia a la definición
legal y jurisprudencial de los perjuicios patrimoniales y extrapatrimoniales y a su tasación,
NO ES CIERTO que la FUNDACIÓN CARDIO INFANTIL – INSTITUTO DE
CARDIOLOGÍA tenga la obligación de resarcir los perjuicios deprecados, por cuanto no
se configuran los elementos propios de la responsabilidad civil en el caso concreto, pues la
atención brindada en el servicio de urgencias se ajustó no sólo a la lex artis ad hoc, sino a la
normatividad vigente al momento de la atención.
Conforme lo dispone el artículo 206 del Código General del Proceso (Ley 1564 de 2012),
“Quien pretenda el reconocimiento de una indemnización, compensación o el pago de frutos o
mejoras, deberá estimarlo razonadamente bajo juramento en la demanda o petición correspondiente,
discriminando cada uno de sus conceptos. Dicho juramento hará prueba de su monto mientras su
cuantía no sea objetada por la parte contraria dentro del traslado respectivo. Solo se considerará la
objeción que especifique razonadamente la inexactitud que se le atribuya a la estimación.
Formulada la objeción el juez concederá el término de cinco (5) días a la parte que hizo la
estimación, para que aporte o solicite las pruebas pertinentes. (…)”
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De acuerdo con el artículo 1614 del Código Civil el lucro cesante es “la ganancia o provecho
que deja de reportarse a consecuencia de no haberse cumplido la obligación, o cumplido
imperfectamente, o retardado su cumplimiento.”
“Por regla de principio, la muerte de la víctima directa excluye la posibilidad de que, con
posterioridad a su ocurrencia, se cause para el occiso un daño patrimonial. Al respecto, desde vieja
data, la Corte ha predicado que el perjuicio material derivado del fallecimiento de una persona, “no
puede considerarse como un bien patrimonial del muerto, por cuanto la muerte no tiene eficacia
para acrecentar el patrimonio del fallecido. Entonces son las personas que por vivir directamente del
esfuerzo del muerto o por derivar utilidad cierta y directa de sus actividades tienen el derecho, la
personería y la acción para reclamar la indemnización de perjuicios, porque ellas directamente han
sido perjudicadas. Generalmente las personas que sufren el perjuicio son las ligadas con el fallecido
por vínculos muy próximos de consanguinidad o por el vínculo del matrimonio, lo cual es muy
razonable y no da lugar a dificultades, pero esto no quiere decir que por este motivo deba
demandarse la indemnización para la herencia o para la sociedad conyugal disuelta, porque, como ya
se expresó, ni el accidente, que se traduce en indemnización, ni las consecuencias de aquél, entran el
patrimonio del DE CUJUS, y quienes sufran el perjuicio actual y cierto son en cada caso
determinadas personas únicamente a quienes aprovecha la vida del fallecido, porque su actuación o
actividad se traducía en pro de ellas, a veces por el mismo imperio de la ley, por concepto de
alimentos, educación, establecimiento, etc.” (Sala de Negocios Generales, sentencia de 15 de julio de
1949, G.J., T. LXVI, págs. 525 a 530).
(…) Recientemente, la Sala enfatizó que “fallecida una persona no hay lugar a reclamar, a título de
lucro cesante y iure hereditatis, las ganancias o utilidades que, de haber continuado su existencia, el
causante hubiera percibido hasta la terminación de su vida probable, pues el hecho de la muerte hace
que cese la actividad productiva y que, por ende, exista certeza de que los mencionados ingresos no
se producirán” (Cas. Civ., auto de 1º de junio de 2012, expediente No. 1001-02-03-000-2007-
00641-00).” 3
En ese orden de ideas, ningún lucro cesante – consolidado o futuro – puede radicarse
directamente en cabeza de la señora YULY ANDREA MORALES SALAZAR con
posterioridad a su fallecimiento, ya que con la muerte se extinguen los derechos
personales y patrimoniales de la persona, y no puede ingresar al patrimonio ningún rédito
adicional.
2 En efecto se afirma en la demanda lo siguiente: “En consecuencia se concluye que la señora YULY
ANDREA MORALES SALAZAR (Q.E.P.D); no percibirá, debiendo percibir a CIENTO OCHENTA
MILLONES, NOVECIENTOS SETENTA Y NUEVE MIL OCHOCIENTOS VEINTIOCHO PESOS
($180.979.828.oo), de acuerdo al salario del año 2019”
3 CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, SALA DE CASACIÓN CIVIL. Magistrado Ponente: ARTURO
SOLARTE RODRÍGUEZ Bogotá, D.C., trece (13) de septiembre de dos mil trece (2013) Ref.: 11001-
3103-027-1998-37459-01
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Ahora bien, señala la demanda lo siguiente: “En consecuencia se concluye que la señora YULY
ANDREA MORALES SALAZAR (Q.E.P.D); no percibirá, debiendo percibir CIENTO
OCHENTA MILLONES, NOVECIENTO SETENTA Y NUEVE MIL OCHOCIENTOS
VEINTIOCHO PESOS ($180.979.828.oo), de acuerdo al salario del año 2017, el cual se debe
actualizar a época presente del fallo; en consecuencia, esta cifra resultante deberá ser cancelada a
mis mandantes, considerando que son ellos los que han sufrido el menoscabo pecuniario y la
afectación moral con la muerte de la víctima.”
Así, tanto para la fórmula del lucro cesante consolidado como para el lucro cesante futuro,
se toma como ingreso base de liquidación la totalidad del presunto salario devengado por
la señora YULY ANDREA MORALES SALAZAR, desconociendo no sólo la jurisprudencia
sino las reglas de la experiencia, al no descontar el porcentaje del salario que debía
destinarse para los gastos propios de la víctima directa, que se han establecido como
mínimo en un 25% del ingreso.
Finalmente, aun cuando, de acuerdo con el artículo 206 del Código General del Proceso,
frente a los PERJUICIOS EXTRAPATRIMONIALES no aplica la estimación jurada, no por
ello se debe dejar de advertir que la parte interesada mantiene su obligación de demostrar
la existencia, causalidad, titularidad y fundamento del perjuicio reclamado.
Acepto que el trámite que debe dársele a la presente acción civil debe ser el de un Proceso
Verbal. No obstante, en relación con el monto de la cuantía que sirve de fundamento al
proceso, debe indicarse que la misma solo se acepta por razones de competencia y trámite,
sin embargo, es necesario insistir en que, de acuerdo con la doctrina vigente sobre la
materia, todo daño, ya sea patrimonial o extrapatrimonial, debe ser plenamente probado
por quien lo reclama, tanto en su monto, como en su existencia, su extensión y su
causalidad.
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EXCEPCIONES DE MÉRITO
Para que se pueda declarar la responsabilidad civil de un agente y con ello se le obligue a
asumir y reparar las consecuencias dañosas que se le endilgan, es menester que se
encuentren debidamente demostrados tres presupuestos fundamentales, a saber: la culpa,
entendida como el proceder incorrecto del agente inculpado, el daño y la relación causal o
de dependencia entre uno y otro.
Para el caso que nos ocupa, ninguno de tales presupuestos existe y por ello ninguna
responsabilidad puede deducirse del proceder de mi mandante.
En primer lugar la culpa, que para el caso de las personas jurídicas sanitarias hace
referencia a haber negado o prestado un servicio de salud por fuera del marco regulatorio
que le es propio (que no es el caso) en la medida en que la sola lectura de los registros
clínicos del 11 de agosto de 2017 da cuenta de una atención oportuna, ajustada a las
circunstancias de tiempo, modo y lugar, al marco regulatorio nacional y a las guías de
práctica acogidas por la comunidad científica.
No puede desconocerse que para asuntos en los que se debate un presunto daño derivado
de la prestación de servicios de salud y en especial de la actividad médica, la culpa debe
ser analizada bajo los parámetros de la lex artis ad hoc, es decir, mediante la comparación
entre la conducta desplegada por el agente y las reglas o recomendaciones impartidas por
la comunidad científica denominada ley del arte; de manera que la “culpa profesional” ha
sido entendida como el error de conducta en que no habría incurrido un profesional de
igual experiencia y formación que el presunto autor del daño ante las mismas
circunstancias externas.
No todo desenlace negativo en la salud de una persona puede ser interpretado como un
daño antijurídico, hay eventos, como el que nos ocupa, que ocurren por causa de la
naturaleza, del aleas de estar vivo, de las características atípicas y dinámicas de una
enfermedad o aún por la concurrencia de dos patologías y no por causa o con ocasión de la
intervención médica que la antecede.
Finalmente el nexo causal entendido como el enlace necesario entre los otros dos extremos
de la ecuación, la culpa y el daño, de manera que se demuestre que el segundo depende
exclusivamente del primero.
13
Trátase, ciertamente, de una tarea compleja, en la que el médico debe afrontar distintas dificultades,
como las derivadas de la diversidad o similitud de síntomas y patologías, la atipicidad e
inespecificidad de las manifestaciones sintomáticas, la prohibición de someter al paciente a riesgos
innecesarios, sin olvidar las políticas de gasto adoptadas por los órganos administradores del
servicio. Así por ejemplo, la variedad de procesos patológicos y de síntomas (análogos, comunes o
insólitos), difíciles de interpretar, pueden comportar varias impresiones diagnósticas que se
presentan como posibles, circunstancias que, sin duda, complican la labor del médico, motivo por el
cual para efectos de establecer su culpabilidad se impone evaluar, en cada caso concreto, si aquel
agotó los procedimientos que la lex artis ad hoc recomienda para acertar en él.
En todo caso, sobre el punto, la Corte debe asentar una reflexión cardinal consistente en
que será el error culposo en el que aquel incurra en el diagnóstico el que comprometerá su
responsabilidad; vale decir, que como la ciencia médica ni quienes la ejercen son
infalibles, ni cosa tal puede exigírseles, sólo los yerros derivados de la imprudencia,
impericia, ligereza o del descuido de los galenos darán lugar a imponerles la obligación de
reparar los daños que con un equivocada diagnosis ocasionen. Así ocurrirá, y esto se dice a
manera simplemente ejemplificativa, cuando su parecer u opinión errada obedeció a defectos de
actualización respecto del estado del arte de la profesión o la especialización, o porque no
auscultaron correctamente al paciente, o porque se abstuvieron de ordenar los exámenes o
monitoreos recomendables, teniendo en consideración las circunstancias del caso, entre otras
hipótesis. En fin, comprometen su responsabilidad cuando, por ejemplo, emitan una impresión
diagnóstica que otro profesional de su misma especialidad no habría acogido, o cuando no se
apoyaron, estando en la posibilidad de hacerlo, en los exámenes que ordinariamente deben
practicarse para auscultar la causa del cuadro clínico, o si tratándose de un caso que demanda el
conocimiento de otros especialistas omiten interconsultarlo, o cuando, sin justificación valedera,
dejan de acudir al uso de todos los recursos brindados por la ciencia.
Por supuesto que esto coloca al juez ante un singular apremio, consistente en diferenciar el error
culposo del que no lo es, pero tal problema es superable acudiendo a la apreciación de los medios
utilizados para obtener el diagnóstico, a la determinación de la negligencia en la que hubiese
incurrido en la valoración de los síntomas; en la equivocación que cometa en aquellos casos, no
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pocos, ciertamente, en los que, dadas las características de la sintomatología, era exigible exactitud
en el diagnóstico, o cuando la ayuda diagnóstica arrojaba la suficiente certeza. De manera, pues, que
el meollo del asunto es determinar cuáles recursos habría empleado un médico prudente y diligente
para dar una certera diagnosis, y si ellos fueron o no aprovechados, y en este último caso porque no
lo fueron.
En todo caso, y esto hay que subrayarlo, ese error debe juzgarse ex ante, es decir,
atendiendo las circunstancias que en su momento afrontó el médico, pues es lógico que
superadas las dificultades y miradas las cosas retrospectivamente en función de un
resultado ya conocido, parezca fácil haber emitido un acertado diagnóstico.”4 (Resaltado
nuestro)
El hecho de que la muerte de la paciente MORALES SALAZAR haya ocurrido 8 días más
tarde a su valoración en el servicio de triage en la FCI, en el contexto de una
hospitalización en otra ciudad, con ocasión de un cuadro clínico sustancialmente distinto
al referido y documentado el 11 de agosto, no es una prueba de falla por sí misma ni de su
relación causal con el desenlace, es solo prueba de que las enfermedades son dinámicas y
que la situación clínica de un paciente puede evolucionar de manera cambiante y
ocasionar su deterioro, sin que por ello sea admisible la conclusión de que todo paciente
que consulta a una institución de salud debe quedarse hospitalizado o debe ser sometido a
exámenes, interconsultas y valoraciones adicionales ante la duda o temor de que
eventualmente y con posterioridad su condición clínica cambie y ocurra algo que
modifique el rumbo de su existencia.
4Sentencia Corte Suprema de Justicia del 26 de noviembre 2010. Ref.: Expediente No. 11001 3103
013 1999 08667 01. MP: Pedro Octavio Munar Cadena
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Sin embargo, el carácter imprevisible de la causa extraña también puede ser entendido
como la condición de “imprevisto” de la misma, esto es, de acontecimiento súbito o
repentino, tal y como lo expresan tanto el Diccionario de la Real Academia Española de la
Lengua, como el artículo 64 del Código Civil y la jurisprudencia de la Corte Suprema de
Justicia, de acuerdo con la cual “imprevisible será cuando se trate de un acontecimiento
súbito, sorpresivo, excepcional, de rara ocurrencia”. La recién referida acepción del
vocablo “imprevisible” evita la consecuencia a la cual conduce el entendimiento del
mismo en el sentido de que se trata de aquello que no es imaginable con anticipación a su
ocurrencia, toda vez que esta última comprensión conllevaría a que la causa extraña en
realidad nunca operase, si se tiene en cuenta que prácticamente todos los sucesos que
ocurren a diario ya han sido imaginados por el hombre.
Así pues, resulta mucho más razonable entender por imprevisible aquello que, pese a que
pueda haber sido imaginado con anticipación, resulta súbito o repentino o aquello que no
obstante la diligencia y cuidado que se tuvo para evitarlo, de todas maneras acaeció, con
independencia de que hubiese sido mentalmente figurado, o no, previamente a su
ocurrencia.”
En el caso que nos ocupa no existe relación de causalidad entre las conductas e
instrucciones impartidas por el equipo asistencial de la FUNDACION CARDIO
INFANTIL – INSTITUTO DE CARDIOLOGIA, ajustadas a las normas y protocolos y la
evolución y ulterior desenlace de la paciente.
Así lo ha sostenido la Corte Suprema de Justicia, desde 1940: “…el facultativo está obligado a
desplegar en pro de su cliente los conocimientos de su ciencia y pericia, y los dictados de su
prudencia, sin que pueda ser responsable del funesto desenlace de la enfermedad que padece su
cliente o la no curación de éste …”
Por su parte el artículo 104 de la Ley 1438 del año 2011 prescribe lo siguiente: "Artículo 26.
ACTO PROPIO DE LOS PROFESIONALES DE LA SALUD. Es el conjunto de acciones
orientadas a la atención integral de salud, aplicadas por el profesional autorizado legalmente para
ejercerlas. El acto profesional se caracteriza por la autonomía profesional y la relación entre el
profesional de la salud y el usuario. Esta relación de asistencia en salud genera una
obligación de medio, basada en la competencia profesional. (…) (Negrilla fuera de texto)
Tal como lo expresan los expertos que deberán ser llamados a declarar, el sistema de
clasificación de las urgencias adoptado en la FUNDACION CARDIO INFANTIL - ESI es
un sistema internacional de 5 niveles, siendo el nivel 1 el que corresponde a casos de
extrema severidad que requieren una respuesta intensiva inmediata y el 5 el que se asigna
a una condición clínica que no compromete la vida ni exige intervenciones médicas
inmediatas.
5Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil. Sentencia del 30 de enero de 2001. MP: José
Fernando Ramírez.
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Para el caso que nos ocupa, los signos vitales y clínicos de la paciente YULY ANDREA
MORALES SALAZAR se encontraban dentro de rangos normales para su edad, no tenía
una condición que amenazara su vida de manera inminente o aun remota y la derivación a
un centro de consulta prioritaria con su asegurador, era una conducta segura y ajustada a
las prescripciones regulatorias distritales y nacionales.
EXCEPCIÓN GENÉRICA
Propongo la excepción conocida como genérica, de conformidad con la cual deben ser
declaradas por el Juzgador todas aquellas excepciones, fundadas en la Ley y la
Constitución, que resulten probadas, sin perjuicio de que hayan sido expresamente
enunciadas en este escrito.
SOLICITUD DE PRUEBAS
1. DOCUMENTALES:
Acompaño a la presente contestación los siguientes documentos para que sean tenidos
como prueba dentro del proceso:
1.1. Poder especial conferido para actuar, previamente remitido por quien lo otorga al
Despacho. Anexo # 1.
1.2. Certificado de existencia y representación legal de la FUNDACION CARDIO
INFANTIL – INSTITUTO DE CARDIOLOGÍA. Anexo # 2.
1.3. Copia de la comunicación remitida por el entonces Director Ejecutivo de la
FUNDACION CARDIO INFANTIL – INSTITUTO DE CARDIOLOGIA, Dr.
Santiago Cabrera González, al Dr. Gilberto Quinche, representante legal de
COOMEVA, fechada el 3 de marzo de 2017, anunciando la suspensión inmediata del
contrato por incumplimiento reiterado en las obligaciones y compromisos de pago.
Anexo # 3.
1.4. Fascímil de la hoja de Triage elaborada a nombre de la señora YULY ANDREA
MORALES SALAZAR el 11 de agosto de 2017 a las 13:37 horas. Anexo # 4.
1.5. Copia, con garantía documental institucional, del sistema de clasificación de las
emergencias adoptado en la FCI (ISE). Anexos # 5 y 5A.
1.6. Acta de Comité Ad Hoc realizado para el análisis del caso clínico de YULY ANDREA
MORALES SALAZAR al que asistieron la coordinadora del servicio de urgencias, un
emergenciólogo experto y un neurólogo de mucha experiencia, con el fin de obtener un
concepto técnico especializado que sirviera de fundamento a la presente contestación.
Anexo # 6.
1.7. Artículo denominado “Cefalea en el servicio de urgencias: nuevos conceptos en el
diagnóstico, la epidemiología y el tratamiento”. Anexo # 7
1.8. Artículo denominado “Cefalea epidemiología e impacto”. Anexo # 8.
2. DECLARACIÓN DE PARTE:
De conformidad con lo dispuesto en el artículo 198 del Código General del Proceso,
solicito llamar a rendir interrogatorio de parte a Alirio Morales Marulanda, Carmenza
Salazar Rodríguez, Alex Alfredo, Víctor Manuel y José David Morales Salazar, y a James
Leandro Ceballos Castro (en nombre propio y en el de su hijo menor de edad Miguel
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Ceballos), en su calidad de demandantes dentro del proceso, a fin de que respondan las
preguntas que de manera personal les formulara la suscrita.
3. TESTIGOS TÉCNICOS:
Solicito que se llamen a declarar, atendiendo su doble calidad de testigos de los hechos y
de expertos, para que en audiencia y bajo juramento depongan sobre los hechos relatados
en esta contestación, en especial todo lo que conozcan y esté relacionado con la atención de
la paciente YULY ANDREA MORALES SALAZAR, además de asuntos puntuales que
mencionaré a continuación, a los siguientes profesionales de la medicina:
Los anteriores profesionales podrán ser ubicados directamente por mí, como parte
interesada en la prueba, o a través de la Secretaria Jurídica de la FUNDACIÓN CARDIO
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ANEXOS
NOTIFICACIONES
Por su parte, la Dra. ADRIANA GARCIA GAMA, apoderada suplente en este caso, las
recibirá en la misma dirección de oficina previamente identificada con su nomenclatura
urbana y en su correo electrónico:
adrianagarcia@amdebrigard.com