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El hablante lírico

El hablante lírico es el que transmite sus sentimientos y emociones, el que habla en el poema para
expresar su mundo interior. El hablante puede adoptar las siguientes actitudes líricas:

*Actitud de canción o carmínica: es la actitud más plenamente lírica, en que la expresión de los
sentimientos predomina en forma casi absoluta. La calificación de carmínica procede de carmen, que en
latín significa canción. Un ejemplo:
No sé lo que he soñado
en la noche pasada;
triste, muy triste debió ser el sueño
pues despierto la angustia me duraba.
(Gustavo Adolfo Bécquer, español).

*Actitud enunciativa: aquí el hablante lírico entrega sus sentimientos solo a través de la descripción de
un hecho concreto. Un ejemplo:
A recorrer me dediqué esta tarde
las solitarias calles de mi aldea
acompañado por el buen crepúsculo
que es el único amigo que me queda.
(Hay un día feliz, de Nicanor Parra, chileno).

*Actitud apelativa o apostrófica: en esta situación el poeta reta, interroga o dirige la palabra al objeto
lírico esperando una respuesta de él, aunque sea un ser sin vida. Ejemplo: Pura, encendida rosa,
émula de la llama
que sale con el día,
¿cómo naces tan llena de alegría
si sabes que la edad que te da el cielo
es apenas un breve y veloz vuelo?
(Francisco de Rioja, español).

El objeto lírico

La inspiración surge del objeto lírico, es decir, algo que al poeta le produce algún tipo de sentimiento o
emoción, que él expresa a través de su obra. Puede ser la persona amada, un lugar que le traiga
recuerdos, la primavera, la patria o hasta objetos comunes, como el caldillo de congrio o la cebolla, a los
que se canta en algunas Odas de Pablo Neruda.

En la misma línea, pero ligeramente diferente, es el motivo o tema de la obra poética, es decir, la
situación, idea, emoción o sentimiento en torno al cual se construye el poema. Por ejemplo, en Me
gustas cuando callas, del mismo Neruda, el objeto lírico es la amada y el tema o motivo es el miedo a su
pérdida.

Versos, estrofas y rimas

Los poemas siguen un ritmo en que las palabras se relacionan tanto por su sonido como por su
significado. Por eso, se dice que ellos poseen una estructura compuesta por versos, estrofas y rimas.
Además, tienen diversas formas métricas, es decir, distintas medidas de los versos.

Los versos son palabras o conjuntos de palabras sujetas a una medida, cadencia o ritmo, que es una
distribución de sonidos y acentos agradable o grata al oído. Según el número de sílabas métricas
(diferentes de las sílabas gramaticales) los versos se llaman: tetrasílabos (cuatro sílabas); pentasílabos
(cinco sílabas); hexasílabos (seis sílabas); heptasílabos (siete sílabas); octosílabos (ocho sílabas);
eneasílabos (nueve sílabas); decasílabos (diez sílabas); endecasílabos (once sílabas) y dodecasílabos
(doce sílabas).

La estrofa es un conjunto de varios versos, los cuales comparten alguna característica de ritmo, medida
o rima. Puede ser un número fijo o variable de versos. Las estrofas se clasifican en: pareado (dos
versos); terceto (tres versos); cuarteto (cuatro versos); quinteto (cinco versos); sextina (seis versos);
séptima (siete versos); octava (ocho versos), décima (diez versos) y soneto (catorce versos), entre otras
formas de combinación.
La rima es la igualdad o repetición de sonidos a partir de la última vocal acentuada en dos o más
versos. Se divide en consonante o perfecta y en asonante. En la primera, todos los sonidos, vocales y
consonantes, riman, porque son iguales, como en el siguiente ejemplo:

La más bella niña


de nuestro lugar
hoy viuda y sola
ayer por casar
(La más bella niña, de fray Luis de Góngora y Argote,
español).

En la rima asonante las palabras finales del verso tienen iguales la vocal acentuada y la última vocal
fuerte (a, e, o). Ejemplo:

A la quinta, quinta quinta


de una señora de bien
llega un lindo caballero
corriendo a todo correr
(Romance anónimo).

También existen los versos sueltos, que no tienen rima, y los versos libres, los cuales no se ajustan a
ninguna medida. Un ejemplo de esto último es el poema Walking arround, de Pablo Neruda, en que
todos los versos tienen distinto número de sílabas.

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