El control social posmoderno en México: El realismo de derecha y la delincuencia

organizada

El Control Social Posmoderno tiene como premisa la imposición de normas que países
centrales (países con mayor poder económico) hacen a los países periféricos, por las
cuales se ven obligados a cambiar de la premodernidad político-jurídica a la
posmodernidad de control social y así acomodarse a las necesidades presupuestarias
internacionales, cabe mencionar que estos cambios además de ser anticonstitucionales
quiebran todos los presupuestos modernos de soberanía jurídica. A esto es a lo que se
refiere Sánchez Sandoval en la siguiente cita:

(…) se puede observar la emergencia de un modelo de control represivo,

que tiene coherencia con una propuesta de política de control social
transnacional, que está creando un nuevo derecho, pero espurio, que
niega los principios generales de la modernidad clásica liberal,
convirtiendo en jurídico, lo que ella consideraba antijurídico, pero que
hoy es funcional a las necesidades del mercado global. (Sánchez,
2008:184)

Una de las maneras de imponer este nuevo control social fue por medio de la firma de
tratados en los cuales se erradican los delitos políticos y la ingerencia que tenía el estado
soberano sobre dichos delitos y sus operadores; en estos convenios no solo se pierde la
soberanía del estado si no que también se violan las constituciones ”regionales” para dar
paso a “constituciones universales”. Este es el caso de México que al firmar dichos
convenios esta obligado a cumplir leyes que de hecho contradicen su propia
Constitución.

El caso citado en el texto, es el del artículo 13 que dice:

Nadie puede ser juzgado por leyes privativas ni por tribunales especiales.

Mientras que este artículo establece reglas generales los convenios establecen que en
determinadas ocasiones y en personas específicas se puede ser juzgado de acuerdo a
leyes privativas lo cual de cierta forma viola los derechos del resto de los ciudadanos
por que todos tienen el derecho de ser juzgado de igual manera.
La Constitución determina que no se juzga y priva de la libertad al individuo a menos
de que haya cometido el delito mientras que en los convenios se dice que aun así no se
haya cometido el delito los involucrados son privados de su libertad solo por ser
considerados como sospechosos, lo cual viola el artículo 16 constitucional.

En consecuencia del control social posmoderno se han violado los derechos otorgados a
cada individuo durante la modernidad y los países periféricos han quedado escasos en
poder ya que todo lo que en su momento era público ahora ha sido privatizado incluidos
algunos de los servicios que el Estado solía prestar a los ciudadanos, por ejemplo, la
seguridad pública, la cual ahora el estado otorga solo de manera militarizada para de
una manera reformar el control social dentro de la seguridad del sistema económico
global.