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“Clústers”
Resumen:
Paradójicamente, en una economía cada vez más globalizada, están cobrando mayor
importancia la proximidad local y clusterización espacial de la actividad económica. La mayoría
de enfoques sobre la aglomeración y localización, asumen que es precisamente en los cluster,
donde se crea el conocimiento, ya que éste, se genera y se transmite más fácilmente por
proximidad y cara a cara. Debido a que el conocimiento es el principal factor productivo, las
empresas integradas en un cluster, tendrán mejores resultados que aquellas que operan de
forma aislada. Sin embargo y a pesar del voluminoso cuerpo teórico que ha generado la
comunidad científica sobre este fenómeno , debemos reconocer que sus causas y efectos
permanecen, cuando menos, difíciles de aprehender. Esta falta de evidencia empírica, no ha
impedido que en la mayoría de países europeos, guiados por ciertos enfoques que en este
artículo se analizarán, se hayan volcado en poner en marcha políticas y programas de clusters,
con el objetivo principal de fomentar la creación de conocimiento e innovación a través de la
cooperacion intra-empresas.
Debido a la importancia que para el interés público pueden tener estas políticas y a la gran
dependencia de factores relacionales, se propone la necesidad de un enfoque multidisciplinar y
realista, además del desarrollo de métodos estadísticos más robustos, antes de proseguir con el
desarrollo teórico de la clusterización de la actividad económica.
Abstract: A paradox has been the emergence of the importance of local proximity and geographic
clusters precisely at a time when globalization seems to dominate economic activity. A central
body of work has been the assumption that clusters create or generate knowledge and that since
knowledge is the basis of firm competitiveness clustered firms and industries will outperform
others. Since knowledge is generated and transmitted more efficiently via local proximity,
economic activity based on new knowledge has a high propensity to cluster within a geographic
region. But despite the fact The literature on clusters and cluster building, has been rapidly
growing both in academic and policy-making circles, we have to acknowledge that its causes and
effects remain elusive.
However, All European countries are currently active in developing and implementing cluster
policies or programs, either at the national or the regional level, to the degree that this is the
case, there are reasons to be cautious against some of the policy initiatives which, with
theoretical inspiration from some of the literature discussed here, are exclusively geared at
promoting the establishment of local networking and inter-firm collaboration. The available
empirical evidence shows that there are many studies out there right now. However, the bad
news is that there is still very little evidence of the actual effects of clustering and moreover the
evidence that does exist does not seem to show what we want them to show. We consider the
research field is in need of a multidisciplinary approach as well as a more (rigorous) empirical
‘testing’, in order to proceed further at the conceptual/theoretical level.
INTRODUCCION
Paradójicamente, en una economía cada vez más globalizada, la competitividad de los países
depende de un sistema territorial eficiente de regiones y ciudades, donde los factores y las
especificidades locales son elementos fundamentales. A nivel territorial, la competitividad
significa accesibilidad, que garantiza la disponibilidad de recursos productivos(trabajo,
información, capital y conocimiento) y atracción, que es la capacidad de un área de atraer
actividades productivas a su territorio, ofreciendo un buen clima de negocios, y una buena
dotación de servicios e infraestructuras eficientes.
Es por esto, que a lo largo de los últimos años, el desarrollo espacial se ha introducido de
manera rotunda en la agenda de los policy makers. Sin duda el enfoque espacial que ha tenido
más influencia, sobre todo en círculos políticos, ha sido la teoría de clúster de Michael Porter.
Efectivamente, desde que en 1990 Porter publicara su famoso libro “La Ventaja Competitiva de
las Naciones”, el análisis y las políticas de clúster se han expandido vertiginosamente. Según
Porter (1998a): “Un clúster es un grupo de empresas interconectadas y de instituciones
asociadas, ligadas por actividades e intereses comunes y complementarios, geográficamente
próximas” (pp. 199). El “clustering”, continua Porter, acelera la innovación y guía a la generación
de ventajas competitivas dentro de las regiones.
El enfoque de cluster, a la Porter, se ha convertido no solo en referencia, sino sobre todo en
herramienta de política publica para los responsables de las instancias locales y regionales (UK,
España), para un número creciente de gobiernos nacionales (Francia, UK, Alemania, Portugal,
Nueva Zelanda) y para la mayoría de los organismos internacionales de carácter económico
(Comisión Europea, OCDE, Banco Mundial, UNIDO, UNCTAD, OIT).
Fruto de todo este cuerpo teórico, generado por los distintos enfoques, nos encontramos con
términos que aparentemente designan una realidad “similar” como: “Cluster”, “Distrito Industrial
Marshaliano”, “Nuevos espacios industriales”, “Nuevos complejos industriales de producción”,
“Nodos neo Marsahalianos”, “Sistemas regionales de Innovacion”, “Milieu innovador”, “Learning
Regions”, “Sistemas productivos Locales”, “Milieux”, “Filières”, “Microcluster o Redes de
Empresas”.
¿A que se debe esta confusión? ¿Designan todos ellos una misma realidad?
El objetivo del presente trabajo es realizar una revisión de las aportaciones de los distintos
enfoques a la literatura de “clusters”. A pesar de que bajo este término se oculten a menudo
realidades no sólo diferentes, sino incluso contradictorias, me centraré en resaltar aquellos
aspectos comunes, ya que el distinto significado que se atribuye al término cluster por las
distintas corrientes y autores, tiene que ver con las diferentes opciones que en ellos se
encuentran en relación a su marco espacial, a las organizaciones e instituciones que los
constituyen, y a los tipos de relaciones y flujos entre empresas (de productos o conocimiento).
Es decir, el núcleo común de todos estos análisis es la importancia atribuida a las interrelaciones
de los actores y a la proximidad geográfica, y la consideración de que de ellas se derivan
ventajas económicas (Almquist 1998; Bergman y Feser 1999a). Igualmente se pondrán de
manifiesto los efectos negativos que el cluster puede provocar: comportamiento predatorio,
sobre especialización de la zona, competencia por trabajadores cualificados, efecto lock-in,
saturación.
Finalmente, y debido a la importancia que tiene para el interés publico y el protagonismo que
cobran los factores relacionales en la competitividad, defiendo en este trabajo la necesidad de
un enfoque multidisciplinar sobre el cluster, donde deben entrar en escena , también, otras
disciplinas como la sociología, psicología social, microeconomía y “management”.
1.1 Conocimiento
1.2 - Localización
3- Este fenómeno tiende a ser persistente en el tiempo. Una vez se establece, el proceso de
aglomeración es acumulativo.
1-Economías de urbanización: Esta relacionada con todas las empresas e industrias en una
localización particular. Este tipo de aglomeración representa las economías externas que se
producen en la zona y se transfieren a las empresas como resultado del ahorre en costes
generados por las operaciones a gran escala de la aglomeración como un todo. Estas son las
fuerzas principales en la emergencia de los cinturones industriales, grandes conurbaciones y
regiones metropolitanas.
Fruto de todo este cuerpo teórico, centrado en las externalidades que se derivan de la co-
localización y la importancia del conocimiento como factor productivo mas importante, nos
encontramos con términos que aparentemente designan una realidad “similar” como: “Cluster”,
“Distrito Industrial Marshaliano”, “Nuevos espacios industriales”, “Nuevos complejos industriales
de producción”, “Nodos neo Marsahalianos”, “Sistemas regionales de Innovacion”, “Milieu
innovador”, “Learning Regions”, “Sistemas productivos Locales”, “Milieux”, “Filières”,
“Microcluster o Redes de Empresas”.
¿A que se debe esta confusión?, ¿Designan todos ellos una misma realidad?
En este artículo adoptaremos el termino “cluster” como concepto paraguas para aglutinar al resto
de términos( “Distrito Industrial Marshaliano”, “Nuevos espacios industriales”, “Nuevos complejos
industriales de producción”, “Nodos neo Marsahalianos”, “Sistemas regionales de Innovacion”,
“Milieu innovador”, “Learning Regions”, “Sistemas productivos Locales”, “Milieux”, “Filières”,
“Microcluster o Redes de Empresas”) y facilitar su comprensión.
Los cluster son “redes de producción de empresas fuertemente interdependientes (incluyendo
proveedores especializados), ligadas unas a otras en una cadena de producción que añade
valor” OCDE (1999).
Un criterio importante a la hora de analizar los clusters se refiere a su génesis, ya que nos
permitirá posteriormente identificar y evaluar las políticas publicas aplicadas.
De esta manera, en función de su génesis, distinguimos dos tipos: el cluster natural, que
se origina como resultado de la evolución histórica de una o más industrias en una región
geográfica delimitada. Según Krugman (1992: 69) en el origen de los clusters encontramos
frecuentemente un accidente: “El desarrollo de los acontecimientos suele ser el siguiente: un
accidente conduce a la instalación de una empresa en un lugar determinado y, a continuación,
acontece un proceso acumulativo”. Algunos estudios recientes de la evolución industrial han
hecho especial hincapié en la suerte, pero esta debe considerarse en su contexto ya que
aquello que parece suerte puede ser igualmente resultado de circunstancias locales
preexistentes. Como ejemplos de clusters naturales podemos encontrar el cluster del textil y
tejido en Baden-Wurttemberg (Staber, 2001), el cluster de empresas de software en Seúl, Corea
del Sur , la construcción de barcos en Holanda , etc.
El segundo tipo en función de su origen seria el cluster forzado, que podemos definirlo como
una aglomeración geográfica de empresas promovida por la política industrial de un Estado o
instancia competente (regiones, municipios,etc). Esta está siendo una de las herramientas de
políticas públicas más utilizadas en el contexto del desarrollo espacial. Un ejemplo de cluster
forzado son la red de parques y polígonos tecnológicos que están proliferando en la mayoría de
estados europeos.
Lo que es común a todos los enfoques y es verdaderamente importante en los clusters es la
importancia de las interrelaciones de los actores que lo constituyen (Almquist 1998: 14 y 29).
Para analizar las aportaciones de las distintas escuelas distinguiremos el tipo de relación que
se produce entre los actores, ya que debido al continuo solapamiento de los distintos enfoques,
es el único criterio que nos permite establecer una cierta distancia y reducir las variables de
clasificación a dos:
1- La relación entre las entidades que componen el cluster puede estar basada en un vínculo
comercial o transaccional(trade linkage), es decir en un intercambio de productos y servicios.
3- Las empresas del cluster reducen los costes de transacción(entre ellas) y transporte al estar
situadas muy cerca.
2- El estudio tiene también una dimensión longitudinal al incluir entrevistas repetitivas con
empresarios y ejecutivos de las empresas mas representativas durante mas de una década. Esto
permite describir como las dos regiones se han adaptado y respondido al cambio del entorno.
La autora explica que el contraste entre el dinamismo continuo de Silicon Valley y el relativo
estancamiento de Route 128 se debe a que Silicon Valley se ha basado en un modelo que
promueve la flexibilidad y la cooperación en red mientras que Route 128 se ha basado en la
integración vertical y la estandarización de producto. Una limitación del modelo de Saxenian
proviene de no considerar la relación entre las escalas de regulación entre los niveles regionales
y nacionales, particularmente sobre los efectos de las políticas nacionales para apuntalar el
crecimiento a nivel regional (Markusen, 1999).
Sin embargo y a nivel general las principales criticas hacia estos enfoques proviene de su
carácter estático. Este enfoque concentrado en la eficiencia y en la intensidad de las
transacciones es cuando menos paradójico ya que la evidencia empírica muestras que esos
lazos son débiles cuando no inexistentes, lo que no debería extrañarnos en un entorno
globalizado y de competencia muy intensiva.
El principal problema es encontrar un modelo explicativo sobre la aglomeración que no
concluya en un razonamiento circular. Los modelos de aglomeración hasta ahora han corrido
siempre ese riesgo: la existencia de aglomeraciones es explicada por economías de
aglomeración ( Krugman 1995).
El sistema industrial no está constituido sólo por las transacciones entre-firmas sino también por
el intercambio de conocimiento tácito y explicito a través de mecanismos tanto formales como
informales. El punto común de estos enfoques es que sustentan el crecimiento en activos
intangibles, como conocimiento tácito e instituciones mas que en ventajas estáticas en costes.
Esa translación desde las ventajas basadas en costes de transacción hacia enfoques espaciales
basados en learning regions, e innovative milieux se manifiesta en la importancia otorgada a
factores extra económicos como fuentes de ventaja competitiva en el marco de una economía
basada en el conocimiento.
Casi todos estos enfoques comparten la importancia de los flujos de información localizados y
en el efecto “spill-over (derrame) de la tecnología para explicar el surgimiento y mantenimiento
de cluster de empresas relacionadas.
Hay varios mecanismos a través de los cuales el conocimiento se derrama de una empresa a
otra y que contribuye a aumentar el repositorio regional de conocimiento.
2- Además de los empresarios, los nuevos empleados también aportan conocimiento cuando
cambian de empresa, lo que contribuye a la difusión de conocimiento (la movilidad de
científicos, ingenieros, directivos,etc).
3- El tercer mecanismo de transmisión son las redes. El conocimiento también circula a través de
redes, como las alianzas tecnológicas, la investigación cooperativa, comunidades
epistemológicas. La proximidad social se considera como un generador de la formación de
redes.
5-El local milieu ofrece un entorno para la evolución de un lenguaje común, vínculos sociales,
normas, valores e instituciones, en definitiva de capital social (Putnam,1993).
6- A medida que el “milieu” evoluciona puede atraer a gente nueva, tecnología y empresas de
fuera, que refuerzan el proceso acumulativo de conocimiento.
El enfoque del GREMI esta apuntalado por una concepción distinta de la innovación derivada de
la Economía evolutiva y de la innovación (enfoque de los sistemas nacionales, regionales y
sectoriales de innovación y “”learning regions): Lundvall, Edquist, Freeman, Malmberg, Maskell,
Solvell, Asheim,etc. El concepto de cluster ha venido como anillo al dedo a la noción de sistema
de innovación regional. Al conjunto de instituciones creadas alrededor de un cluster se le
denomina sistema regional de innovación (OECD, 1999). El cluster se propone como un
elemento central indiscutible de un sistema regional de innovación, en el cual se encuentra
incrustado dicho cluster. El concepto de sistema regional de innovación ha sido una derivación
del trabajo anterior de Lundvall sobre sistemas nacionales de innovación (Lundvall, 1992), y de
Cooke sobre sistemas regionales (Cooke, 2004). Mientras la teoría de la aglomeración ha
elegido la noción de acumulación de conocimiento para explicar la emergencia y continuidad de
los cluster de industrias relacionadas, la literatura de la innovación provee un enfoque
complementario del mismo proceso. En contextos caracterizados por una pluralidad de
agentes,como los clusters ,la evolución del conocimiento «no es el resultado de esfuerzos
individuales en I+D dentro de cada empresa, sino más bien la combinación de capacidades
complementarias y de procesos generales de aprendizaje interactivo, que implican muchos
«clientes» y «proveedores» junto a una bien definida filière o cadena de suministro (Cappellin,
2003b, p. 307).
La Economía de la innovación parte de un modelo de acumulación del conocimiento
schumpeteriano, defendiendo que la acumulación de conocimiento y la capacidad competitiva
sostenible se pueden entender como función de tres procesos interrelacionados:
1- La naturaleza localizada del proceso de innovación y el rol del “local milieux” en acelerar dicho
proceso. Este elemento se refiere a la naturaleza del proceso de innovación. La investigación
sobre el proceso de innovación ha identificado tres características interrelacionadas que son de
una importancia particular para entender la clusterizacion espacial de empresas relacionadas.
a) La necesidad de reducir la incertidumbre tecnológica y económica.
b) La necesidad de interacción continua entre las empresas.
c) La necesidad de contactos cara a cara para el intercambio y creación de conocimiento.
3- Un proceso mediante el que el milieu atrae nueva gente, ideas, practicas, capital y patentes,
evitando así el efecto lock-in. Pero,sin olvidar que la aglomeración esta asociada con la
especialidad sectorial (Malmberg y Maskell, 1997).
Sin duda el enfoque espacial que ha tenido más influencia, sobre todo en círculos políticos, ha
sido la teoría de clúster de Michael Porter. Desde que en 1990 Porter publicara su famoso libro
“La Ventaja Competitiva de las Naciones”, el análisis y las políticas de clúster se han expandido
vertiginosamente. Según Porter (1998a): «Un clúster es un grupo de empresas interconectadas y
de instituciones asociadas, ligadas por actividades e intereses comunes y complementarios,
geográficamente próximas » (p. 199). El “clustering”, continua Porter, acelera la innovación y
guía a la generación de ventajas competitivas dentro de las regiones. Este enfoque de cluster, a
la Porter, se ha convertido no sólo en referencia, sino sobre todo, en herramienta de política
publica para los responsables de las instancias locales y regionales (UK, España), para un
número creciente de gobiernos nacionales (Francia, UK, Alemania, Portugal, Nueva Zelanda) y
para la mayoría de los organismos internacionales de carácter económico (Comisión Europea,
OCDE, Banco Mundial, UNIDO, UNCTAD, OIT).
La teoría del cluster de Michael Porter, está basada en la teoría de la competitividad local, estatal
y nacional dentro del contexto de la economía global (Porter, 1990). Este modelo originalmente
se desarrolló en un intento de analizar la diferencias nacionales en competitividad industrial,
pero posteriormente ha sido usado para explicar la ventaja competitiva de clusters de empresas
relacionadas. De acuerdo con Porter, ser competitivo para las firmas es mejorar continuamente
la efectividad operacional en sus actividades mientras simultáneamente se siguen estrategias
diferentes basadas en la diferenciación, en lugar de seguir estrategias imitativas. Estas
asociaciones generan un tipo de ámbito competitivo donde las interacciones entre las empresas
micro, pequeñas y medianas, en conjunto con las grandes empresas facilitan la existencia de
una gran rivalidad y diversidad competitiva Su argumentación es que la existencia de los
clusters geográficos alientan ambos de esos requerimientos para la competitividad de la firma,
alentando la formación de activos relacionales. Porter (1990) sostiene que las características de
un cluster, el cual determina la habilidad de innovación de las empresas, depende de la
interacción de cuatro fuerzas relacionadas : dotación de factores productivos, demanda de las
empresas, estructura institucional del cluster, y la estrategia y rivalidad entre las empresas.
Porter (1998: 240-241) indica que la pauta de geografía económica más idónea para un país es
aquella que combina dispersión (ya que así se evitan la congestión, los bloqueos y la
inflexibilidad) y especialización geográfica (ya que así se favorece la productividad y su
crecimiento).
A) Un concepto tan elástico y vago no puede suministrar un modelo universal sobre como la
aglomeración se relaciona con el crecimiento local y regional . Se esta utilizando en tan diversos
contextos que su explicación de causalidad y determinación se presenta demasiado forzada.
(Martin y Sunley, 2001). La definición es lo suficientemente vaga como para abarcar
prácticamente cualquier agrupamiento de empresas . Igualmente, la escala geográfica del
análisis resulta demasiado vaga, en esta definición caben regiones de prácticamente cualquier
tamaño. ¿A qué se le llama interconectividad?, ¿Deberían incluirse como relaciones de
interconexión las transacciones de mercado ? Si así fuera, se estaría afirmando que todas
las regiones, ciudades y países son un gran cluster. Igualmente aunque es cierto que hay
algunos elementos de complementariedad y otros de competencia entre empresas, la definición
de Porter no los distingue. ¿En qué momento compiten las plantas localizadas en un cluster y
cuándo están en condiciones de colaborar? Y finalmente, la presencia de entidades externas
puede tener consecuencias positivas (como en el caso de un centro de investigación que
desarrolle materiales especializados para un cierto tipo de industria) o negativas (como en el
caso de institutos dedicados a otro tipo de actividades, que potencialmente pudieran ser
percibidas como más rentables que la actividad industrial desarrollada en el cluster en este
momento (Markusen, 1997).
B) Relacionado con lo anterior y sin duda mas importante por su implicación en políticas
publicas: la Geografía económica y la Economía regional, entre otras disciplinas, se dieron
cuenta hace tiempo que sólo porque haya una asociación entre algunas industrias de alto
crecimiento y varias formas de concentración geográfica, no significa que la concentración sea la
causa principal del éxito económico. En el mundo real, hasta la más simple aglomeración
genera externalidades, tales como contribuir en la localidad a la formación de mano de obra
especializada, aumentar la demanda de determinados servicios complementarios, etc., dando
lugar así a algún nivel o tipo de interacción. La evidencia empírica sobre los clusters esta en su
infancia y comete continuamente el error de saltar de asociaciones particulares a a asociaciones
de causalidad y aplicabilidad general.
Pero sin duda y lo que llama poderosamente la atención como este concepto, que ha suscitado
abundantes criticas desde la academia, haya calado tan profundamente en la agenda de los
políticos. La respuesta a esta paradoja puede deberse a que el concepto cluster se posicionado
como marca mas que como producto intelectual. De la misma manera que las empresas
distinguen sus productos de los de la competencia, el análisis cluster de Porter, se ha
diferenciado así de los conceptos similares producto de la Geografía económica, Economía
regional,etc. Pero también lo podemos ver desde otra perspectiva: en un clima de presión
competitiva constante, la vuelta hacia políticas neoliberales, ha expuesto a las regiones a esta
presión competitiva y ha creado la necesidad de nuevos conceptos y modelos que guíen a las
agencias regionales hacia la consecución de sus objetivos: ser mas competitivo y fomentar la
innovación. En este contexto,la gran influencia de la teoría de Porter se puede deber al énfasis
en términos tan seductivos, para los políticos, como competitividad, ventaja competitiva,
acelerador de innovación, que se relacionan con asociaciones e imágenes positivas (alta
productividad, conocimiento, descentralización empresarial, y economía socialmente progresiva
de lo local), lo que para los políticos es prácticamente irresistible.
También se podría deber a su formulación “heterodoxa”, realista, su approach “trespassing” que
lo hacen apto para “todos los públicos” y al marketing relacional empleado para promocionarla.
No podemos olvidar que Porter es estudiado en todas las escuelas de negocios del mundo
como referente en estrategia y competitividad. No es extraño pues, que en un contexto, como el
del cluster, donde interactúan, empresas, consultores, empleados de organismos e instituciones
“sin animo de lucro” (que son consultoras semi privadas) y administraciones públicas (que cada
vez mas se rigen de acuerdo a parámetros empresariales) la difusión de la teoría de Porter haya
calado profunda y rápidamente. Como resumen a todo lo anterior : El núcleo del concepto reside
mas en su imagen que en un set de ideas coherente y cuidadosamente definidas. Pero sin duda,
la influencia mayor que ha generado esta teoría en el resto de disciplinas que estudian el
fenómeno de la aglomeración, ha sido fomentar el consenso sobre la necesidad de un enfoque
multidisciplinar y la necesidad de adoptar modelos menos abstractos y más realistas que sirvan
como guía efectiva a los policy makers.
- La concentración de las empresas en una región específica puede dar lugar a saturación de
los mercados, e incluso deteriorar los procesos de innovación. Por ejemplo, si una región se
especializa en cerámica especifica, de (como el caso de Talavera (Toledo), puede ser que la
saturación del mercado origine comportamientos predaratorios en materia de precios.
La intensa competencia forzaría a las empresas que no puedan competir en precios a cerrar sus
puertas, lo que originaría una fallo de mercado al producirse oligopolios o monopolios. También
esta sobre-saturación puede llevar a que los procesos innovadores de desarrollo de producto no
tengan éxito, ya que las empresas estarán más enfocadas en tratar de competir con base en el
precio en lugar de buscar diferenciarse por la calidad del producto.
Sin embargo y mas preocupante aún que la poca atención prestada a los efectos negativos, es la
falta de evidencia empírica sobre los efectos positivos de los cluster, que se debe a la falta de
una metodología rigurosa y generalmente aceptada para detectar y medir los supuestos efectos
del cluster.
En el análisis de clusters las técnicas utilizadas en los estudios empíricos,son muy variadas
siendo frecuente la combinación de varias de ellas con objeto de explotar sus ventajas
específicas. y en análisis de casos. Dada la complejidad de los patrones de interacción y el
énfasis de la literatura de los cluster en variables “soft” no medibles (tales como confianza,
cooperación,inserción social, etc.) no resulta siempre fácil establecer una clara demarcación
entre las aglomeraciones y los clusters. El gran problema con estos elementos “suaves” es que
las metodologías de investigación apropiadas para poder capturar sus efectos todavía no están
realmente bien definidas ni desarrolladas. Así, como ejemplo, cuando se habla de la confianza
en los negocios ¿cómo poder detectar cuando existen relaciones de confianza entre empresas?
No es sencillo de medir. Debido a esto, la gran mayoría de análisis cluster se han basado como
técnica de análisis en el método del caso, que como decíamos antes, es la asunción a priori de
la existencia en un territorio determinado de uno o varios clusters que constituyen precisamente
el objeto del estudio. Es decir, se suele asumir la presencia del cluster que se analiza sin
contrastar previamente de forma rigurosa su existencia.
Estas circunstancias las que han motivado recientemente la necesidad de establecer una
metodología que permita identificar sistemática, robusta y objetivamente clusters industriales y
conocer su ubicación precisa en el territorio. Estas iniciativas se denominan mapeado de cluster.
Aun así, estos métodos están aun en pleno desarrollo y no hay un consenso sobre su utilización.
Siguiendo el Informe elaborado por el Grupo de Investigación Análisis Cuantitativo Regional de
la Universidad de Barcelona, para la Dirección General de Política de la Pequeña y Mediana
Empresa (2007),podemos clasificarlos en:
a) Métodos basados en el uso de herramientas analítico-estadísticas
Entre ellas sobresalen las basadas en el análisis input-output, en la teoría de gráficos y en
análisis estadísticos de correspondencia. La clave de estos métodos reside en la medición del
grado de aglomeración económica existente en cada una de las áreas geográficas consideradas.
El instrumento cuantitativo más frecuente es el coeficiente de localización (CL), que aproxima el
grado de ventaja competitiva de un sector en cada área geográfica respecto
a la del conjunto de la economía analizada. Dadas las limitaciones que conlleva el uso aislado
del CL, suele ser habitual acompañarlo de medidas complementarias. Así, en ocasiones se
utiliza la matriz de crecimiento-participación, que está configurada, además de por el CL, por:
- una medida del tamaño absoluto del sector en la región, habitualmente aproximado por el
empleo sectorial.
- una medida del crecimiento del sector en la región, aproximada a través del crecimiento del
empleo sectorial.
Tanto en el caso de la utilización del CL de forma aislada, como combinado a través de la matriz
de crecimiento-participación, esta aproximación está sujeta a las críticas de ser sensible a la
clasificación sectorial utilizada, que además suele venir dada de forma exógena y rígida, y de no
utilizar información acerca de la interdependencia entre sectores, que constituye precisamente
un elemento esencial en la propia definición de cluster.
En todo caso, y aún combinando información del grado de concentración y de interrelación
sectorial, debe tenerse en cuenta que:
- este tipo de método no tiene en cuenta el ciclo vital de un cluster, es decir si éste se
encuentra en gestación, en plena efervescencia o en declive. Esta circunstancia puede
condicionar el proceso de detección de algunos clusters de especial relevancia.
- Otra crítica obvia que se puede realizar a esta aproximación es la de basarse en exceso
en criterios ad hoc. Todas las fases del procedimiento están caracterizadas por apoyarse en
elementos subjetivos y difícilmente generalizables. De esta forma, en cada estudio se deben fijar
atendiendo a la información contenida en los propios datos que se están utilizando y en el
conocimiento de la economía analizada por parte del investigador o equipo de investigadores.
En definitiva, el principal reto al que tienen que hacer frente los diversos enfoques sobre la
literatura del análisis de cluster , es la identificación de indicadores relevantes para detectar e
identificar la existencia, intensidad y medir la externalidades que se producen. A pesar que
existen algunas convenciones para medir e interpretar las muchas variables que son relevantes
para el análisis cluster (inversión en I+D, innovación, recursos humanos, patentes, balanza
tecnológica de pagos), estos son insuficientes para medir el efecto del cluster porque:
- Fallan en capturar las características básicas de los clusters que son esenciales para entender
el desempeño de un cluster: cadena de suministro, integración hacia delante con el mercado,
alianzas, compartir conocimiento, capital social, fuentes locales de conocimiento tácito, ya que
no aparecen en ninguno de sus indicadores.
- La mayoría de los datos están agregados a nivel regional o nacional. Con estos datos es difícil
identificar la actividad que tiene lugar a nivel local o cluster
A tenor de todo lo visto anteriormente, se nos presenta inmediatamente una pregunta: Tenemos
un fenómeno: la clusterizacion de empresas relacionadas, cuya definición es vaga y caótica
(Markusen, 1995), su enfoque en variables difíciles de medir y la metodología desarrollada no
nos proporciona evidencia empírica robusta ni de su identificación ni de las externalidades
positivas que genera, y sin embargo, se encuentra incluida de forma inconfundible en las
agendas de todos los policy makers. ¿ A qué se debe esto?
3- Políticas de Cluster
Un clima de presión competitiva constante y la vuelta hacia políticas neoliberales, que han
expuesto a las regiones a esta presión competitiva, han creado la necesidad de nuevos
conceptos y modelos que guíen a gobiernos y agencias regionales hacia la consecución de sus
objetivos: ser mas competitivo y fomentar la innovación, a través de clusters de empresas.
A principios de los 90, la Unión Europea admitía sus debilidades en competitividad industrial,
principalmente frente a Estados Unidos y Japón. Para paliar esta debilidades,a nivel de política
regional, empezó a orientarse al desarrollo local de nuevas industrias y a la estimulación de la
innovación, ya que hasta el momento se había enfocado en reducir las disparidades regionales y
aumentar la cohesión. Estas políticas conocidas como Estrategias Regionales de
Innovación,centradas en la Economía del conocimiento, fueron puestas en marcha a finales de
los 90, a través de programas y actividades de innovación, transferencia de tecnología,
cooperación entre empresas e instituciones educativas y de investigación. Todas estas iniciativas
se vieron recogidas en el año 2000 , en la llamada “Estrategia de Lisboa”, cuya finalidad ultima
era la puesta en marcha de una serie de políticas publicas destinadas a convertir a la UE , en el
año 2010, en la Economía basada en el conocimiento más competitiva del mundo. En todas
estos procesos, el cluster ,se presentaba como figura central, ya que contenía todos los
ingredientes necesarios recogidos en dicha estrategia.
Los resultados de la “Estrategia de Lisboa”, diez años después son evidentes, seguimos
perdiendo competitividad, no solo frente a USA o Japón, sino frente a países emergentes, y no
sólo en productos de bajo valor añadido sino también en productos intensivos en tecnología.
Todo ello ha hecho que se planteen nuevos fundamentos y, ligado a ellos, nuevas
respuestas de la política pública.
En la práctica, el enfoque de la política de clusters difiere de unos países a otros. En algunos es
de abajo para arriba (bottom-up), y se centra en la eliminación de las imperfecciones del
mercado para facilitar iniciativas basadas en los mercados, sin que se fijen prioridades
nacionales (es el caso de Estados Unidos y Holanda). En otros es más de arriba para abajo (top-
down), donde el gobierno (consultando a la industria y a las agencias de investigación) fija
prioridades nacionales, formula una visión-desafío para el futuro, y selecciona los actores que
tomarán parte en los grupos de diálogo con base en el cluster, quienes posteriormente operan
sin grandes interferencias gubernamentales (como es el caso de algunos países nórdicos).
(OCDE,1999).
Generalmente se ha considerado que la intervención publica a través de políticas de innovación
es necesaria y positiva cuando se producen fallos de mercado. Uno de estos fallos de mercado
se considera por el carácter de bien semi-publico del conocimiento. Debido al problema de no
apropiabilidad, el gobierno actúa para paliar la situación de infra-inversión en nuevo
conocimiento a través de políticas de subsidios a la investigación y desarrollo. De la misma
manera y debido a los rendimientos crecientes del conocimiento, la inversión publica en I+D+I,
transferencia de tecnología y educación mejorará y aumentará el crecimiento económico. Todo lo
anterior puede ser especialmente relevante para regiones atrasadas y para el colectivo de
pymes que no tienen recursos para inversión en I+D+I. Sin embargo, este enfoque en los fallos
de mercado se basa en una concepción lineal de la innovación, según la cual la intervención
publica en las áreas de I+D+I conducirá automáticamente a la región a a innovar. Hay un gran
convencimiento en Europa de que la intervención publica conducirá al aumento de la innovación
en la mayor parte de las regiones europeas, cuando en realidad las políticas basadas en I+D+I,
ayudan solo a una pocas, que son las que ya están especializadas precisamente en I+D+I
(Simmie, 2003). Además, la mayor parte del nuevo conocimiento generado en Europa, no se
explota económicamente en Europa, sino que se filtra a países como USA. Esto quiere decir que
la política de I+D+I en Europa esta subsidiando la explotación económica de ese nuevo
conocimiento en otras partes. Dicho de otra manera, el modelo de innovación lineal basado en
fallos de mercado da malos resultados. Este tipo de aproximaciones no tienen en cuenta la
importancia de la capacidad de absorción y el papel de las instituciones en el proceso de difusión
del conocimiento.
Por su parte, el enfoque cluster de la economía evolutiva de la innovación, considera que la
base sobre la que se debe justificar la intervención pública y las imperfecciones que se deben
corregir a través de las políticas publicas, no deben ser los fallos de mercado, sino los fallos
sistémicos. Es mas, consideran que estas imperfecciones de mercado: asimetría de la
información, monopolios y efectos derrame son parte fundamental de las dotaciones de la región
y son además generadores de crecimiento regional. Debido a que las asimetrías limitan las
transferencia de tecnología, constituye un incentivo para la inversión en la creación de
conocimiento. La razón principal para para intervenir son los fallos del sistema. Hay tres
principales fallos sistémicos que pueden reducir la capacidad de innovación de las regiones:
2- La falta de relaciones entre las organizaciones y actores que son parte del sistema de
innovación. Estas relaciones no son evidente y hay que construirlas. La colaboración
interorganizacional es clave y no siempre se produce, lo que impide la difusión del conocimiento
y el aprendizaje entre empresas.
3 Efecto lock-in: Las organizaciones locales pueden estar orientadas de manera muy intensa
hacia viejas prácticas y rutinas que les pueden impedir cambiar la base de conocimiento tan
necesaria para competir en una economía globalizada. Un ejemplo ejemplo serían las antiguas
regiones industrializadas de Inglaterra (Boschma, 1999b). De la misma manera, las instituciones
desarrollan también lazos tan fuertes que limitan el acceso a nuevas fuentes de información,
perfil de trabajadores que impiden también realizar los cambios necesarios. Las mismas
instituciones oficiales pueden ser parte y causa de este efecto: los agentes públicos , a trabes de
la implementación de estas políticas pueden trasladar su endogamia a estas redes, fomentando
el efecto lock-in. (Boschma y Lambooy, 1999b).
En este nuevo enfoque, la política de clusters, que sustituye a las tradicionales políticas
sectoriales, se convierte en la “piedra angular de la política industrial en muchos países. Sin
embargo, las intervenciones publicas destinadas a corregir fallos sistémicos presentan también
problemas. Hay una marcada tendencia en este tipo de políticas de seleccionar “ a priori”
sectores y regiones como objetivos principales de estas actuaciones a nivel nacional. Los policy
maker están inclinados a intervenir en sectores como la biotecnología, nanotecnología, etc,
porque se piensa que son los creadores de empleo del futuro. De la misma manera, ciertas
regiones son consideradas como puntos de innovación porque se les considera generadores de
crecimiento económico nacional. Esto nos presenta una serie de problemas:
1-Este tipo de políticas de “escoger ganadores” subestiman el hecho que es imposible predecir
cual serán las regiones o sectores innovadores en el futuro, ya que los cambios en el entorno
son constantes y podemos cometer el error de escoger de manera errónea. No hay suficiente
evidencia de como se mueven las regiones hacia nuevas direcciones o de como escogen un
sendero de crecimiento u otro ( Martin y Sunley, 2006). Las nuevas industrias son a menudo el
resultado de movimientos espontáneos mas que el resultado de intervenciones planificadas. Si
bien hay que decir que no hay que subestimar el papel de ciertas instituciones, como es el caso
del departamento de defensa en Silicon Valley, que a menudo son obviadas y son uno de los
motivos fundamentales del crecimiento de esta región.
3-”One size fits all”: Todas las regiones no tienen el mismo potencial de innovación ya que las
regiones tienen un mix distinto en la dotación de factores. Debido a esta diversidad regional no
seria apropiado poner el mismo traje a todas las regiones, como el enfoque neoliberal sugiere.
Se necesita un traje a medida, un enfoque diferenciado en función de su dotación y
potencialidad. Tampoco se puede construir un sistema de innovación regional de la nada. Las
opciones de los resultados de estas política van a estar determinados en gran parte por la
historia regional que se basa en el conocimiento regional y sus instituciones, y que deben usarse
como punto de partida. La política del mismo traje para todos no funciona en una economía
altamente fragmentada. Copiar las mejores practicas, identificadas en los análisis benchmarking,
suele no dar buenos resultados. De esta manera políticas regionales basadas en imitar factores
de éxito como los de Silicon Valley, han fracasado. Las best practice son muy difíciles de adptar
a cualquier entorno. Además estas políticas se centran en los factores de éxito pero no nos dicen
como esa región ha conseguido esa dotación de factores, ni como poder obtener mas potencial,
ni como contribuye la política publica en el éxito de esa región.
CONCLUSION
Si bien el proceso de globalización plantea nuevos retos a los diferentes territorios, regiones y
localidades, simultáneamente crea un escenario de nuevas oportunidades, las cuales obligan a
incorporar una capacidad endógena de aprendizaje e innovación. Esta capacidad de promover el
aprendizaje y la innovación desde los diferentes territorios o regiones es un factor crucial para la
creación de ventajas competitivas dinámicas. Hay razones para creer que estas estructuras que
fortalecen los procesos interactivos de aprendizaje e interacción de un territorio concreto son
mas importantes que otras características basadas en eficiencia, para determinar el crecimiento
económico y la prosperidad del territorio. (Florida, 2002). Sin embargo y dada la complejidad de
los patrones de interacción y el énfasis en variables “soft”, no medibles, (tales como confianza,
cooperación,inserción social, etc.) no resulta siempre fácil establecer una clara demarcación
entre las aglomeraciones y los clusters. De la misma manera, los cluster están integrados
espacialmente en otras entidades locales regionales y nacionales que determinan también su
desarrollo y adaptación en entornos cambiantes. Estos enfoques, para ser efectivos a la hora de
guiar a los policy makers, deben sobrepasar unas serias limitaciones que ellos mismos se ha
impuesto:
1- Dan por supuesto la existencia de la unidad cluster como objeto de análisis sin considerar su
evolución histórica y como esos territorios han sido históricamente institucionalizados como
espacios políticos-económicos de acción e intervención.
Por otra parte, la teoría cluster de Michael Porter si bien, ha generado controversias en
diferentes enfoques de la literatura económica, ha sido acogida de manera masiva en la agenda
de los policy makers. El enfoque de Porter, lejos de tener influencia en círculos académicos
como modelo holístico de desarrollo regional, está teniendo un efecto colateral importante:
fomentar el consenso en círculos académicos sobre la necesidad de un enfoque multidisciplinar,
que huya de modelos abstractos y se centre de forma realista en servir de guía a los policy
makers, hacia una comprensión del mundo real orientada de una manera más local. Que esto
suceda es un problema de voluntad, de encontrar un “modelo” convincente que incluya los
elementos micro territoriales, micro comportamentales e intangibles del proceso de desarrollo
local y los una a los determinantes macroeconómicos. Esta fertilización cruzada entre la teoría
de localización, la teoría del desarrollo y la teoría del crecimiento macroeconómico, también
requiere las aportaciones de la sociología cuantitativa,que abarca el paradigma del
individualismo metodológico, la psicología social, microeconomía y el “management ,“que
también tiene mucho que decir sobre las distintas estrategias de competencia de las empresas,
su organización en red y las implicaciones que tiene para la cadena de valor la empresa
extendida.
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