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Absortech, la acústica accesible

Roberto Velazco Graniel

Los hechos:

- Se aceptó tu proyecto; necesito que me digas cuándo puedes empezar y en cuánto tiemp
o
terminas.
- Qué buena noticia. Yo puedo iniciar de inmediato; en cuanto se acredite el antic
ipo pido
los materiales y la gente ya está lista para trabajar en las modificaciones de obr
a civil,
plafones y canceles. Todo eso se hace con materiales nacionales y es rápido. Lo qu
e no
podría establecer con seguridad es un plazo para terminar los acabados acústicos.
- Por qué?
- Es que son importados y yo no tengo el control de la logística para su tiempo de
entrega y
embarque.
- Comprendo, pero no tienes una idea aproximada del tiempo de entrega?
- En condiciones ideales hago yo el pedido esta semana, se tramita en un par de
días y se
embarca la semana próxima. Debería llegar todo antes tres semanas.
- O sea que esperas terminar en un mes? A principios de julio?
- Así debe ser.
- Perfecto, pasa por el cheque mañana en la mañana.

FAX mayo, 1996: Favor de enviar 12 cajas. Anexo comprobante de pago total por ad
elantado.
Urgente.
FAX junio, 1996: Respuesta: Nuestro rastreo detectó su pago y procederemos a proce
sar su
pedido.
FAX julio, 1996: Su pedido fue remitido por vía terrestre el día de ayer. Llegará
aproximadamente en dos semanas. Es la opción de embarque económica.
FAX julio, 1996: No he recibido aún el material y ya transcurrieron dos semanas. Y
o no solicité
la opción de embarque económica. Me urge.
TELEFONO Respuesta inmediata: El transportista tardó un poco más en consolidar la ca
rga,
pero está a punto de salir el embarque.
FAX agosto, 1996: Aún no recibo el material y ya transcurrió más de un mes.
FAX agosto, 1996: Con relación a su reclamo del reciente pedido, es muy extraño que
no haya
llegado porque se embarcó hace una semana. Vamos a investigar que sucedió. Espere nu
estra
respuesta.
FAX: Favor de enviarme teléfono del transportista y número de guía.
FAX: Le pedimos una disculpa; cambiamos de transportista; le enviamos la dirección
para
recoger su pedido y el número de guía. Esperamos que Toluca no quede muy lejos y nue
vamente
perdón por las molestias. El material llegará en una semana.

Toluca agosto, 1996:


- Si joven, este embarque llego desde la semana pasada y tiene un cargo por alma
cenaje.
- Porqué no me avisaron cuando llego?
- Es que el remitente no envió su teléfono.
- Bueno, por lo menos ya esta aquí. Cuanto le debo?
- $$$...
- Cuanto?!!
- $$$...
- Porque?!!
- Es que no pesa pero ocupa mucho espacio, además del cargo por almacenaje, el ara
ncel y
los impuestos.
- Lo acepto solo porque me urge mucho. Si no fuera así lo regreso. Súbanlo por favor
en
esa camioneta.
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- Oiga, estas cajas están mojadas.
- Sí, es que ha estado lloviendo y se nos filtra el agua.
- Pero eso daña mi carga.
- No le pasó nada, es esponja. Si quiere revísela...
- súbanla!
--------------------
Septiembre, 1996.
- Oye, porqué unas placas están de un color y otras de otro.
- Probablemente es debido a que se mojaron en la bodega del transportista y se o
xidaron un
poco.
- Pues yo no se que pasó pero no puedo aceptar el trabajo así. No puedes arreglarlo?
Ya
estamos sobre el tiempo establecido.
- Como te dije al principio, no está en mis manos, pero voy a solicitar la reposic
ión del
material, aunque de nuevo, no te puedo prometer ningún plazo.
- Pero, cómo es posible? Ya tenemos tres meses con este proyecto y aún no podemos
terminar!
- En realidad no es culpa de nadie. El proveedor hace lo mejor posible; también el
transportista. Es el sistema completo el que se encarga de trastornar el plan.
- Y no tenemos otra opción?
- No en este caso
- Pues adelante, pide el material, pero cuanto antes

FAX, septiembre, 1996: El embarque llego mojado y el cliente no aceptó el material


por la
variación del color.
FAX: Vamos a tratar de tramitar el seguro. Cuantas placas necesitas?
FAX: Necesito la reposición de 16 placas.
FAX octubre, 1996: Las 16 placas han sido enviadas sin cargo, anexo número de guía.
--------------------
Toluca octubre, 1996: Cuatro placas están rasgadas. El seguro cubre la parte propo
rcional de la
mercancía, pero no el flete. La factura indica sin cargo , el seguro no paga nada.
FAX octubre, 1996: El color de las placas de reposición que me enviaron es un poco
diferente,
cuatro de ellas llegaron rasgadas y el cliente rechazó de nuevo el trabajo.
FAX: Mil disculpas por los problemas ocasionados. Es muy difícil controlar el colo
r del material
pero tenemos varios lotes en bodega. Envíanos las placas de regreso y una muestra
de las
anteriores para remitir unidades con el color similar.
--------------------
Oficina de carga:
- Cuanto es de flete?!! Olvídelo, gracias, solo voy a enviar esta muestra.
--------------------
FAX octubre, 1996: La muestra va en camino; el costo del flete es muy alto por l
o que no te
envío las placas solicitadas. Envíame 20 placas de ese color bien empacadas. Anexo
comprobante de pago.
--------------------
Noviembre, 1996:
- Pues el color no es idéntico, pero pasa. Envíame tu factura hoy mismo para tramita
r tu
pago porque el cheque sale en treinta días, y si el personal se va de vacaciones d
e fin de
año tu pago saldría hasta enero Y pensar que este proyecto se terminaría en junio, qué
ingenuidad!

El preámbulo:

La importación de bienes presenta en ocasiones tal cantidad de problemas que lleva


n a
reconsiderar el valor real del producto en función de su relación costo/dificultades
/beneficio.
En el caso de necesidades de alto nivel tecnológico, a menudo es imposible prescin
dir o
sustituir el elemento o refacción necesarios y es inevitable el recorrido y fastid
io de todo el
proceso de importación. Pero en ocasiones la situación es tan desesperante que impul
sa a cruzar
el costoso y azaroso precipicio de la investigación y el desarrollo en busca de la
producción
propia de sustitutos adecuados para los bienes de importación que, con suerte, ofr
ecerá a la larga
una mejor solución a un menor costo y con la casi imperceptible, pero real, ventaj
a de evitar la
fuga de divisas.
Esa impotencia, generada por la gran cantidad de problemas y gastos que implica
la
importación de materiales acústicos, fue el origen de la decisión tomada en nuestra pe
queña
empresa familiar: Buscar, a cualquier costo, un sustituto local que permitiera r
ealizar los
proyectos acústicos desarrollados en nuestra compañía.
La recurrente fibra de vidrio no era una opción, dadas sus características cancerígena
s. La
lana mineral es difícil de manejar y no se produce en placas. La fibra acrílica es e
xtremadamente
inflamable y de baja densidad. Los proverbiales materiales acústicos , cartón de huevo
y
corcho ni hablar.
Después de revisar una gran cantidad de opciones, la última posibilidad asequible fu
e la
espuma de poliuretano, con la ventaja de poder variar sus características de densi
dad, tamaño de
poro y rigidez, además de su bajo precio. La decisión estaba tomada; solo faltaba ap
render lo
necesario y efectuar los experimentos que nos llevarían a producir espuma de poliu
retano con la
máxima absorción acústica posible.
Parecía fácil.

El embrión:

Los materiales de alta absorción acústica son necesariamente fibrosos o porosos y la


energía sonora incidente en ellos se transforma en calor por roce viscoso o físico d
e moléculas y
por múltiples reflexiones de la onda sonora en sus cavidades e intersticios. La ef
iciencia del
material esta determinada por tres parámetros básicos cuya combinación define, en form
a hasta
cierto punto previsible, el valor del Coeficiente de Absorción del material. Estos
parámetros son
la Resistividad al Flujo del Aire, la Porosidad y el Factor Estructural. Modific
ar cada uno de
ellos durante la producción de la espuma presenta una serie de retos; el principal
de ellos,
encontrar algún fabricante de espuma dispuesto a ayudar.
La espuma se fabrica en grandes cajas de dos metros cúbicos o mayores, por lo que
cada
prueba implicaría un gran costo y un gran desperdicio de material. El balance de l
os compuestos
químicos modifica en diverso grado cada uno de los parámetros y su medición no es fácil.

Abandonado este camino nos decidimos por uno más empírico: conseguir todas las pieza
s
posibles de material con una medida mínima de un metro cuadrado y cinco centímetros
de
espesor para efectuar pruebas de absorción con un dispositivo doméstico pero muy con
fiable,
implementado a base de un tweeter y un micrófono muy direccional.
Nuestras pruebas graficadas nos dieron una idea primitiva respecto a las caracte
rísticas
necesarias para incrementar la absorción acústica. Puesto que no podíamos modificar a
nuestro
antojo los parámetros de la espuma, seguimos la corriente utilizando todos los mat
eriales
comunes que pudimos conseguir y encontramos la densidad óptima extrapolando las gráf
icas
obtenidas de absorción-densidad.
Posteriormente pasamos al tamaño del poro aplicando la misma técnica de medición.
Cuando creímos encontrar el tamaño óptimo descubrimos una interacción entre la
densidad y el tamaño de poro para la absorción, lo que nos obligó a efectuar algunos m
eses más
de pruebas involucrando ambos aspectos. En el camino nos dimos cuenta de que la
flexibilidad
también jugaba un papel y nuevamente las mediciones, los costos y el tiempo se ext
endieron.
Aún no pensábamos en la figura del corte ni en la posibilidad de encontrar alguien q
ue tuviera el
equipo y la capacidad necesarios para hacerlo, proceso que presentó sus propios ob
stáculos y
retos.
En más de dos ocasiones estuvimos al borde de olvidar todo y regresar a la importa
ción
de materiales, pero cada nuevo proyecto nos hacía recordar la complicada importación
así como
la inversión y los esfuerzos ya aplicados. Eso reforzaba nuestra convicción. Mientra
s tanto
cuidábamos de nuestro prestigio trasladando la responsabilidad del proceso de impo
rtación al
cliente, lo cual no siempre era posible.
El parto:

Paso a paso, con lentitud, paciencia e inversión fuimos avanzando en el desarrollo


de
nuestro material. Se estabilizó el tamaño de poro, se determinó la estructura óptima de
la
superficie de absorción, se encontraron los adhesivos más adecuados, se efectuaron m
ediciones
homologadas de sus características técnicas, se aplicaron retardantes de flama, se r
edujo la
cantidad de polvo en el corte; en fin, se convirtió en una realidad palpable.
En algún momento nos dimos cuenta de que habíamos pasado ya un umbral y de que,
aunque el producto era aún rústico e imperfecto, podíamos prescindir por fin de las
importaciones y aplicar con algunas limitaciones nuestro propio material para la
realización de
los proyectos acústicos. El bajo costo de producción nos permitió ofrecer un precio mu
y inferior
al de la espuma importada, aunque solo fuera de color gris. Henry Ford vendía su f
amoso modelo
T bajo la advertencia de que podemos ofrecerlo en cualquier color a su elección, siem
pre y
cuando sea negro . Si el Modelo T se podía pintar, nuestra espuma se podía cubrir con
tela de
color.
El bautizo:

Una tarde recibimos una llamada del ingeniero Próspero Sandoval solicitándonos una
cantidad interesante de material; el único inconveniente era que él no podía elaborar
su propuesta
sin incluir el nombre del producto. Nuestra concentración en el desarrollo técnico d
el material
nos había nublado la panorámica comercial y la espuma aún no tenía nombre. Dada la urgen
cia
del caso, Don Próspero sugirió vamos a llamarle Absortech y sin gran ceremonia se llevó
a
cabo el bautizo. Desde entonces, el Absortech ha evolucionado y en la actualidad
es el material
acústico más vendido en nuestro País para situaciones críticas de control de reverberación
y
ruido. El mismo ingeniero Sandoval, cuando estaba a cargo del laboratorio de med
iciones
acústicas de la SCT nos comentó que la curva de absorción de nuestro material era supe
rior a la
curva de los productos importados, medidos todos bajo las mismas condiciones acúst
icas.
Nuestra sorpresa se aclaró cuando en una convención de la Audio Engineering Society
un
técnico de una conocida empresa norteamericana fabricante de materiales acústicos co
ntestó
nuestro cuestionamiento aclarando que la densidad de la espuma que ellos distrib
uyen obedece
más a la facilidad de corte, con fines productivos, que a la absorción acústica presen
tada por el
producto.
Suena razonable tentador incluso.

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