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Universidad Nacional de Lanús

Doctorado en Filosofía

Cátedra: Historia de la Filosofía Moderna


Profesor: Graciela Fernández

El Empirismo Inglés

Alumno: Ada Sofía Ben


benadasofia@yahoo.com.ar

Noviembre de 2006

1
“Nada es tan frecuente ni tan natural en los que pretenden
revelar al mundo una novedad cualquiera en la filosofía y las ciencias
que insinuar las alabanzas de su propio sistema
censurando todos aquellos que han sido producidos antes.”

David Hume1

1
HUME, David. Tratado sobre la Naturaleza Humana. Introducción.

2
ÍNDICE

Introducción ……………………………………………………….. 4

Contexto político, social y cultural …………………………………… 5

John Locke ………………………………………………………….. 9

1.- Caracterización de la mente como una tábula rasa …………… 10


2.- Las ideas y el lenguaje …………………………………….. 11
3.- Crítica al innatismo cartesiano …………………………………... 11
4.- Conocimiento intuitivo y conocimiento demostrativo ………… 13
5.- Los argumentos de la existencia del mundo exterior …………. 14

David Hume …………………………………………………………….. 15


1.- Impresiones e ideas …………………………………………………. 16
2.- Críticas a las nociones de sustancia, causalidad e identidad personal
2.1.- Críticas a las nociones de sustancia ……………………………… 18
2.2.- Críticas a las nociones de causalidad …………………………… 19
2.3.- Críticas a las nociones de identidad personal …………………… 20
3.- La falacia naturalista …………………………………………………….. 21

Conclusiones ……………………………………………………………… 25

Bibliografía ………………………………………………………………… 27

3
INTRODUCCIÓN

El presente trabajo se propone analizar el empirismo surgido en Inglaterra en los


siglos XVII y XVIII.

La corriente empirista se inicia con F. Bacon (1561-1626). Este filósofo se limita a


analizar el plano metodológico de la manera en que conocemos, establece que
toda la ciencia debe fundarse en la experiencia, basada ésta en la observación y
la experimentación y, consecuentemente, en la inducción.2

Locke es el primero en sistematizar la teoría gnoseológica empirista y Hume, con


sus profundas críticas a las ideas de causalidad y de sustancia, los principales
conceptos de los cuales se valía el racionalismo, abre la senda por la cual
transitará posteriormente Kant.

Se analizarán las tesis de John Locke y David Hume, tal como han sido
destacadas en las clases del seminario de Historia de la Filosofía Moderna en el
presente Doctorado.

Junto con el racionalismo desarrollado en Europa, el empirismo es la otra gran


corriente filosófica de la modernidad.

En tanto que el racionalismo manifiesta que la razón conoce, en forma a priori, sin
el aporte de la experiencia, el empirismo se opone con una tesis contraria, es la
experiencia sensible, en forma a posteriori, la que nos lleva al conocimiento.

Así como el ideal del conocimiento está en las matemáticas, para el racionalismo,
el empirismo lo encuentra en las ciencias de la naturaleza o fácticas.

2
En el Novum Organun, Bacon sostiene que la inducción es un razonamiento que va de lo individual a lo
general. La deducción, por el contrario, va de lo universal a lo singular

4
Descartes, en sus Meditaciones Metafísicas y en el Discurso del Método, había
planteado que él tenía ideas que no podía haber generado y que por lo tanto
tenían que ser innatas. Locke comienza su obra3 criticando la teoría innatista
sobre el origen del conocimiento. El empirismo plantea que el único conocimiento
inmediato y confiable es el sensible. Hume es otro de sus representantes y lleva
al empirismo, mediante el análisis del conocimiento y la crítica de la metafísica y
la moral, a sus últimas consecuencias: su postura ante la idea de causalidad,
sustancia e identidad personal que se desarrollará más adelante.

Los textos en que se basará el análisis de este trabajo son el Ensayo sobre el
Entendimiento Humano de J. Locke y el Tratado sobre la Naturaleza Humana de
D. Hume. La elección se basa en que ambos plantean sus argumentos principales
con respecto al origen del conocimiento y servirán de base al sostenimiento de la
teoría empirista.

CONTEXTO POLÍTICO, SOCIAL Y CULTURAL

Durante los últimos siglos de la Edad Media se fueron operando lentos procesos
que finalmente condujeron a la Modernidad.

En primer lugar, la destrucción de la unidad religiosa, las guerras de religión, el


advenimiento del protestantismo, las luchas por diferentes credos religiosos,
tambalean la verdad única: la fe.

El descubrimiento de la tierra y del cielo, el hombre da la vuelta al mundo, Kepler


y Copérnico hacen cesar la preeminencia antropocéntrica, la duda cunde, el saber

3
LOCKE. Ensayo sobre el Entendimiento Humano

5
humano entra en la mayor crisis conocida hasta el momento. El desconcierto
filosófico y científico, transforma el pensamiento, un pensamiento cauteloso para
no reincidir en los errores del pasado. Buscar una forma de no equivocarse será
pensar en un método que permita evitar el error.

La filosofía moderna es una impronta cultural, un movimiento en la historia de las


ideas, que proyecta la organización del mundo por siglos. Los filósofos de la
modernidad actúan como “organizadores”, ellos pensaron que se producía un giro
en la noción de “estar en el mundo”, en la noción de tiempo. Y este giro es de un
modo tal que sus consecuencias perduran hasta el presente. Ellos organizaron las
ideas con una proyección de cuatro o cinco siglos hacia adelante. El empirismo es
un esfuerzo de reducir el pensamiento a pura vivencia, lo toman con su carácter
puramente fáctico, hacen de él un puro hecho. Nos encontramos aquí con un
positivismo. Corriente que perdurará hasta el presente con el empirismo lógico4 y
la filosofía analítica5.

La revolución científica iniciada en las ciencias naturales por Galileo y Newton en


el siglo XVII en Europa tiene un gran desarrollo que alcanza también a las
ciencias sociales.

Bajo el dominio de la razón, el hombre se plantea nuevos interrogantes, desprecia


el pasado, reniega de las viejas creencias, enfrenta las inamovibles doctrinas de
la iglesia y se vuelca hacia nuevas formas de pensamiento con la intención de
iluminar sus conocimientos.

En el orden social se consolida el poder de la burguesía y se acelera su


antagonismo con la aristocracia y el absolutismo. La clase burguesa se convierte
en un actor decisivo que domina a los campesinos y obreros y los enfrenta con la
nobleza y el clero.

Al culminar el siglo XVIII, Europa recibirá el impacto de la Revolución Francesa y


Francia, otra vez, volverá a ser centro generador de nuevas ideas.

4
Wittgenstein y su Tractatus, Schlick, Carnap.
5
Moore, Wittgenstein y susInvestigaciones Filosóficas, Wisdom.

6
La Ilustración es un movimiento intelectual que resulta de la unión del empirismo
inglés con el racionalismo francés. Su meta consiste en profundizar y divulgar los
hallazgos científicos e ideológicos realizados en el siglo XVII.

Junto al concepto de la razón con la cual el verdadero conocimiento es el


necesario y universal, logrado exclusivamente con ayuda sola de ella, sin recurso
de la experiencia ni de los sentidos, la razón como guía del hombre, crecieron
algunos ideales concretos, tales como la tolerancia, el progreso y la felicidad.

La Edad Moderna genera una nueva ordenación política y social. El hombre y su


deseo de satisfacer sus necesidades terrenales de riqueza y goce personal. Para
ello, fue necesario penetrar en el dominio de la naturaleza, conocerla, investigarla.
Esta nueva dimensión de la vida explica los viajes y los descubrimientos. Y con
ellos el surgimiento de un sistema económico que reemplazó paulatinamente el
orden medieval: el capitalismo.

La Modernidad es una época de cambios. En el orden político se manifiesta la


influencia del continente europeo en el mundo, con la decadencia del sistema
feudal, la formación de monarquías fuertes y la creación de los Estados
nacionales. En el orden religioso, el movimiento reformista se hace sentir en la
autoridad papal. En el orden económico y social, con el surgimiento y posterior
predominio de la economía capitalista, aparece una nueva clase social: la
burguesía. Los campesinos abandonan los feudos, se ubican en las ciudades,
buscando ocuparse en las incipientes industrias textiles y otras. Se impondrá la
mano de obra asalariada con el consecuente nuevo sistema de explotación, raíz
de fuertes movimientos sociales

Los antiguos puntos de vista religiosos y las ideas científicas son puestos a
prueba. La modernidad pone al hombre en primer plano. La teoría copernicana
que pone al Sol como el centro del sistema planetario, fue una gran contribución
al pensamiento científico, pero algunos estudiosos encontraban que algunas
conclusiones de Copérnico no eran totalmente exactas.

7
Los nuevos paradigmas de investigación se basaron en el razonamiento y en la
experimentación. Era necesario luchar contra métodos heredados, sumidos a la
tradición y a la teología.

8
JOHN LOCKE

Locke dice que si no estuviéramos educados nuestra mente sería una tábula rasa.
Ni siquiera la idea de Dios es innata pues hay individuos que son tan ignorantes
que no poseen esta idea. Los sentidos dan entrada a las ideas particulares, la
mente las aloja en la memoria y les da nombre. Antes de ello, nada existía en la
mente. Por esto, Locke insiste en la importancia de la educación. Las ideas se
forman por concurso de las ideas particulares. Todo lo que sabemos lo sabemos
por experiencia o porque alguien nos lo ha contado.6

Locke es representante de la corriente filosófica denominada empirismo, ya


iniciada por Hobbes7 y Bacon8. El pensamiento racionalista cartesiano es la base
sobre la que se desarrolla el empirismo de Locke, al negar en primera instancia la
defensa del innatismo que postuló Descartes.

Locke realiza un ejercicio de prospección comparativa, afirmando que no todos


los pueblos poseen una idea como "Dios", ni el mismo código ético. Encuentra
diferencias sustanciales entre individuos formados en una misma cultura, en
cuanto a la posesión de los principios de identidad o contradicción. En
consecuencia, según este autor, este tipo de ideas han de tener una procedencia

6
Según Descartes, yo soy una cosa pensante o res cogitans cuya propiedad fundamental es pensar. Y una
cosa que piensa es una cosa que duda, entiende, concibe, afirma, quiere, no quiere, imagina, siente, es decir,
pensar para Descartes es sinónimo de actividad psíquica consciente. Este yo o alma es independiente del
cuerpo y absolutamente indubitable. Entre los pensamientos encontramos las ideas, son imágenes de las
cosas, representaciones mentales de ellas, Descartes designa con ella todo contenido de la mente capaz de
representar algo. Las ideas pueden ser innatas, adventicias o facticias. Consideró que hay principios innatos,
por ejemplo, en la lógica y en la física (“cosas que son iguales a una misma cosa, son iguales entre sí”, o “de
la nada, nada sale”). Tenemos verdades que se presentan como universales, luego éstas no pueden
descansar en la experiencia sino en la naturaleza de la propia razón. Con esto, Descartes quiere indicar que
la experiencia no puede justificar ciertos contenidos mentales, y que si los tenemos es porque descansan en
la propia naturaleza de nuestra mente.
7
Para Thomas Hobbes el universo es concebido como una gran máquina corpórea, donde todo sigue las
estrictas leyes del mecanicismo, según las cuales, cualquier fenómeno ha de explicarse a partir de
elementos meramente cuantitativos: la materia (extensión), el movimiento y los choques de materia en el
espacio.
8
La contribución de Bacon al pensamiento moderno está dada, primeramente, porque es el primero en
exponer en forma sistemática el método inductivo, lo cual contribuyó al desarrollo de las ciencias de la
naturaleza.

9
no innata sino vinculada a su conocimiento empírico, esto es, a su experiencia
vital.

Los conocimientos, las ideas son, por tanto, aprendidas. Las experiencias
conforman y se alojan en la mente del hombre, descripta inicialmente como un
espacio en blanco (tábula rasa) con capacidad para aprender y albergar los
conocimientos adquiridos. La manera en que las experiencias se alojan en la
mente del hombre es doble: bien a través del sentido exterior, que permite percibir
las sensaciones que llegan al individuo desde el mundo que le rodea, bien a
través del sentido interior, que utiliza el razonamiento como herramienta de
conocimiento y comprensión.

Las experiencias recibidas por el individuo permiten formar las ideas que se
instalan en su cerebro, siendo éstas simples, es decir, primarias o sin elaboración,
o complejas, formadas a partir del material que suponen las primeras.

1.- Caracterización de la mente como una tabula rasa

La idea de que nuestra mente es una tabula rasa (hoja de papel en blanco, vacío)
cuando nacemos y que la vamos llenando por lo que llamamos educación, y se ve
influenciada y moldeada por lo que llamamos sociedad es la teoría establecida
por John Locke y aceptada ampliamente en las ciencias sociales.

Supongamos, pues, que la mente sea, como se dice, un papel en blanco, limpio
de toda instrucción, sin ninguna idea. ¿Cómo llega entonces a tenerla? ¿De
dónde se hace la mente con esa prodigiosa cantidad que la imaginación ilimitada
y activa del hombre ha grabado en ella, con una variedad casi infinita? A estas
preguntas contesta Locke con una sola razón: de la experiencia.

Locke ofrece una teoría alternativa a las concepciones que parten de la existencia
de ideas o principios innatos: La mente del hombre al nacer es una tábula rasa,
adquiere el conocimiento mediante la percepción de la experiencia observable.
La experiencia puede ser: externa (de los sentidos externos) o interna (de la
reflexión).

10
2.- Las ideas y el lenguaje

Según Locke hay tres tipos de ideas:

• Ideas simples: causadas por el mundo externo o interno. Se distinguen las


que tienen cualidades primarias (extensión, solidez, cantidad) y secundarias
o subjetivas (color, sabor, olor).
• Ideas complejas: generadas por la facultad activa de la mente mediante la
combinación de ideas simples.
• Ideas abstractas: producidas por la mente mediante la exclusión de rasgos
particulares y la asunción de rasgos generales.

El lenguaje es un sistema arbitrario de signos externos que significan las ideas de


la mente. Las palabras designan también ideas generales o universales: signos
de conjuntos de cosas universales que hacen posible la comunicación.

3.- Crítica al innatismo cartesiano

En el Libro Primero del Ensayo sobre el Entendimiento Humano9, en los capítulos


1, 2 y 3, Locke argumenta que no existen las ideas innatas e incluso considera
que el aceptar su existencia es obligar a aceptar principios sobre la base de una
autoridad.

Su pensamiento filosófico es empirista. Partiendo de una crítica al innatismo y al


racionalismo, todo su pensamiento está dedicado al esfuerzo por adherirse a la
experiencia concreta. El empirismo afirma que la conciencia humana se halla
encerrada en los confines de la experiencia y que más allá de ellos no hay más
que problemas insolubles o arbitrarias fantasías. Con esto Locke impone una
moderación a las pretensiones de la razón humana. Se explaya en el Libro
Segundo del Ensayo, en él dice que podemos probar la existencia de Dios y del
mundo externo con materiales empíricos, sin apelar a lo innato.

9
Versión extraída de http://clientes.vianetworks.es/empresas/lua911/index.html

11
Las Ideas se derivan exclusivamente de la experiencia. Esto es, no son fruto de
una espontaneidad creadora del intelecto humano, sino de su pasividad ante la
realidad. Esto es una clara distinción con Descartes. La filosofía de Locke se
dirige contra las ideas innatas, contra el apriorismo. Las ideas son los contenidos
de la mente humana, lo que la mente contempla cuando piensa.

La realidad, por lo tanto, puede ser interna (el yo) o externa (las cosas
naturales). Denomina ideas de reflexión si surgen del sentido interno, por
ejemplo: el pensamiento, la duda, el raciocinio, el conocimiento, la voluntad, es
decir, todas las operaciones de la mente; e ideas de sensación (o simplemente
sensación) si provienen del sentido externo, por ejemplo: amarillo, calor, dureza,
amargor, etc.

Locke argumenta que las ideas innatas no existen porque no son pensadas,
aunque es fiel al principio cartesiano de que tener una idea significa percibirla, es
decir, ser consciente de ella. De ese principio se sirve para la crítica de las ideas
innatas, porque si existiese algún conocimiento innato sería superfluo enseñar y
todos lo poseeríamos desde la infancia, pero esto no ocurre así, pues hasta los
principios lógicos necesitan aprenderse para que estén en nuestra mente;
también, si existiese algún conocimiento innato todos los hombres lo poseerían,
pero esto parece falso, como se ve en el caso de los dementes y de los niños,
que son incapaces de argumentar siguiendo la lógica.

Encuentra que las ideas pueden ser simples o complejas. Las primeras provienen
de la experiencia y las segundas son producidas por el intelecto mediante la
combinación de ideas simples.

Las nociones innatas son perniciosas y falsas porque se usan para persuadir
sobre la base de una autoridad, dice Locke. Con respecto a los que dicen que las
ideas innatas pueden estar en la memoria, Locke señala que si están en nuestro
recuerdo, antes las hemos de haber conocido. Mackie10 señala la reacción hostil
que tuvo el Ensayo justamente por su ataque a la existencia de ideas innatas,
tomado como un ataque peligroso a la moral y a la religión.
10
MACKIE, J. L. Problemas en torno a Locke. UNAM. México. 1988.

12
4.- Conocimiento intuitivo y conocimiento demostrativo

Se podría entender que Locke equipara experiencia y conocimiento, pero


establece una distinción: la experiencia proporciona el material del conocimiento,
pero no es el conocimiento mismo. El conocimiento tiene que ver únicamente con
ideas, porque el único objeto posible de nuestro intelecto es la idea, aunque
tampoco se reduce a las ideas.

El conocimiento consiste en percibir un acuerdo o un desacuerdo de las ideas


entre sí. Como tal puede ser de dos clases: conocimiento intuitivo y
conocimiento demostrativo. El primero es cuando el desacuerdo o acuerdo se
percibe de inmediato y en virtud de las ideas mismas, sin la intervención de otras
ideas. El segundo conocimiento se verifica cuando el acuerdo o desacuerdo entre
dos ideas no es percibido inmediatamente, sino que se pone en evidencia
mediante el empleo de ideas intermedias, denominadas pruebas.

Además, para Locke, un conocimiento es verdadero sólo cuando existe


conformidad entre las ideas y la realidad de las cosas:
• El acuerdo de la identidad o de la diversidad: percibir la ideas que tiene y
también sus diferencias y que una no es la otra: “azul no es amarillo”.
• El acuerdo de la relación: la percepción de la relación entre dos ideas de
cualquier clase: “dos triángulos de bases congruentes, entre dos líneas
paralelas, son congruentes”.
• El acuerdo de la coexistencia: o no en el mismo sujeto con otra idea: “el fierro
es susceptible de recibir impresiones magnéticas”.
• El acuerdo de la existencia real: -más allá de la mente- y efectiva en cuanto
está de acuerdo con cualquier idea: “Dios es”.

5.- Los argumentos de la existencia del mundo exterior

En primer lugar, Locke manifiesta que podemos estar seguros de que nuestras
facultades no nos engañan con respecto a los seres materiales. La causa de las
ideas es que hay un mundo externo. Tenemos ideas pero la causa de esas ideas

13
no somos nosotros, las causa el mundo exterior. Locke dice que no podemos
desconfiar de nuestras facultades y ellas nos indican que el mundo exterior existe.

Ahora bien, no podemos tener ideas sino por los conductos de nuestros sentidos,
quienes carecen de alguno de ellos, no pueden crear las ideas correspondientes.
Por lo tanto, a menos que seamos afectados por la realidad exterior, no podemos
tener acceso a esa realidad.

Además, algunas ideas se producen en mi mente sin que actúe mi voluntad, a


diferencia de las alojadas en mi memoria. Es preciso que haya una causa externa
porque yo no soy creador de las ideas.

La diferencia en sensibilidad entre el placer y el dolor que provocan la sensación


efectiva y cuando las rememoro al faltar objetos exteriores es un argumento
derivado del anterior.

Otro argumento es el auxilio que brindan los sentidos para dar testimonio de la
existencia de las cosas externas, ellos me dan información coherente.

El testimonio de nuestros sentidos es todo lo que requerimos, si todo fuera un


sueño, estaría soñando que formula la cuestión, poco importa, entonces, que
alguien despierto la conteste. “Es una locura esperar una demostración de todo”.

14
DAVID HUME

“Del mismo modo que la ciencia del hombre es el único fundamento sólido para la
fundamentación de las otras ciencias, la única fundamentación sólida que podemos dar a esta
ciencia misma debe basarse en la experiencia y en la observación…”

“… me parece evidente que la esencia del espíritu, siendo tan desconocida para nosotros
como la de los cuerpos externos, debe ser igualmente imposible formarnos una noción de sus
fuerzas y cualidades, más que por experimentos cuidadosos y exactos y por la observación de los
efectos particulares que resultan de sus diferentes circunstancias y situaciones.

Y aunque debemos intentar hacer nuestros principios tan universales como sea posible,
llevando nuestros experimentos lo más lejos posible y explicando todos los efectos por las causas
más reducidas y simples, es aún cierto que no podemos ir más allá de la experiencia, y toda
hipótesis que pretenda descubrir el origen y cualidades últimas de la naturaleza humana debe
desde el primer momento ser rechazada como presuntuosa y quimérica.”

HUME, David, Tratado de la naturaleza humana.

David Hume comienza su filosofía, tal como lo había hecho Descartes, tal como lo
haría Kant: criticando la situación de la filosofía, planteando la necesidad de una
reforma y la construcción de una nueva filosofía.

Según Hume, los filósofos, hasta el momento, han aceptado principios no


demostrados adecuadamente llegando a argumentaciones erróneas.

El Tratado de la Naturaleza Humana, debe su nombre a que Hume considera que


las ciencias tienen relación con la naturaleza del hombre. Los hombres son los
que conocen, los hombres son los que juzgan la verdad o falsedad del
conocimiento de cada una de las ciencias.

Hume considera, entonces, fundamental desarrollar una ciencia del hombre. El


método a aplicar: el experimental, comenzando por una investigación del hombre
desde sus procesos psicológicos y sus conductas morales para seguir con sus
principios y causas.

15
1.- Impresiones e ideas

Al igual que Locke, Hume supone que todos los contenidos de la mente derivan
de la experiencia. Sea de la experiencia externa (sentidos), sea de la experiencia
íntima (auto-experiencia). A los contenidos de la mente los llama Percepciones, y
los divide en Impresiones e Ideas.

Las Impresiones son las percepciones que se reciben de modo directo, datos
inmediatos de la experiencia. Pueden ser:

• de la sensación, las que provienen del los sentidos (un color, un sabor). Hume
nos dice que son consecuencia de la influencia del mundo físico sobre
nuestros sentidos.
• de la reflexión, las de nuestra propia interioridad (Ej.: la tristeza que siento
ahora). En gran medida se derivan de nuestras ideas, bien sea porque la
imaginación nos presenta una imagen de una situación (como la perspectiva
de un examen) que provoca una respuesta emotiva, bien sea como
consecuencia del recuerdo (como cuando recordamos una escena que nos
provocó dolor) y que provocará la aparición de la impresión de reflexión que
llamamos temor. Son consecuencia de la reflexión o capacidad de la mente
para captarse o percibirse a sí misma.

Las Ideas son percepciones derivadas. Son descriptas por Hume, como copias o
imágenes atenuadas de las impresiones en el pensamiento y en la razón, muchas
veces ideas e impresiones se confunden unas con otras. El recuerdo, la fantasía,
la imaginación.

La diferencia entre impresiones e ideas, se produce en términos de intensidad con


las que unas y otras se abren paso en nuestro pensamiento. Las impresiones
serían aquéllas percepciones que penetran con mayor fuerza o violencia. Por
ideas entiende las imágenes de las sensaciones o emociones al pensar y
razonar. Aunque a veces ideas e impresiones se confunden unas con otras,
insiste en la distinción en términos generales. Tanto las impresiones como las
ideas pueden dividirse en:

16
• Simples: La percepción de una mancha roja es una impresión simple y el
pensamiento o imagen de él es una idea simple. Las que no se pueden
descomponer en otras más básicas. Son como las ideas simples de Locke,
por ejemplo, la sensación de verde que sentimos cuando vemos la hierba, o la
sensación táctil concreta que siento cuando la toco.
• Complejas: Si subo a una montaña y veo un valle, recibo una impresión
compleja del lugar, y cuando pienso después en el valle y recuerdo esta
impresión, tengo una idea compleja. Son aquellas que pueden descomponerse
en percepciones o impresiones más simples.

La mente, entonces, mezcla o compone, divide o une, los materiales que las
impresiones suministran. Los contenidos de la mente se suceden unos a otros,
combinándose, siguiendo un orden y una regularidad. Unas ideas atraen a otras,
así como, dice Hume, un cuerpo atrae a otro gracias a la ley de gravedad. Para
ello se somete a las leyes de asociación de las ideas:
• asociación por semejanza11
• asociación por contigüidad en el tiempo y el espacio12.
• asociación por causa y efecto.13

La teoría general de las impresiones e ideas es de gran importancia en su teoría


del análisis de la causalidad ya que comienza su teoría, preguntándose de qué
impresión o impresiones deriva la idea de causa.

2.- Críticas a las nociones de sustancia, causalidad e identidad personal

11
La mente tiende a reproducir ideas semejantes. Veo una foto de mi padre y eso me lleva a pensar en el
original. En lo cotidiano, es importante, pues consideramos que los objetos semejantes deben tener las
mismas propiedades.

12
Aquellas ideas que se han vivido juntas tienden a aparecer juntas. Una canción nos recuerda a una
persona. En algún momento estuvimos con ella escuchándola, por ejemplo. Esta ley explica la formación de
las ideas complejas. Cuando miramos la calle, vemos un objeto, percibimos ruedas, volante, asientos,
puertas, ventanillas, etc.; todas estas percepciones se dan unas junto a otras, en tiempo y espacio. Si se
repite esta experiencia, se crea en nosotros una disposición a reproducir una de las ideas correspondientes a
dicho objeto cuando está presente la otra, y de este modo podemos formar la idea compleja “auto”. Nos
causaría gran asombro mirar dentro del vehículo y no encontrar un volante, asientos, etc. Porque siempre
que tuvimos contacto con autos hemos visto un volante, asientos, ventanillas. (Hábito)

13
La contigüidad espacial y temporal crea predisposiciones en nuestra mente. Cuando pienso en “dentista”
también aparece en mi mente la idea de “dolor” como consecuencia de haber tenido dolor tras la intervención
del dentista, de tal modo que el pensamiento de uno puede traer consigo el pensamiento del otro.

17
2.1.- Crítica a la idea de sustancia

Todos empleamos de modo continuo la noción de sustancia: “sustancia” equivale


a “cosa”. Sustancia significa lo que está debajo (esta mesa) de los accidentes
(dura, roja, de 10kg, etc.). Es lo que unifica los accidentes para que esta mesa
sea la misma aunque se le quite una pata o se la pinte de otro color.

Hume se pregunta: ¿Hay impresión de sustancia? Él afirma que lo único que


percibimos por nuestros sentidos son los accidentes, no la sustancia misma.
¿Cómo se forma, entonces, tal idea en mi mente?

El enlace que se da entre las distintas percepciones y su repetición regular de un


conjunto de impresiones contiguas forma un hábito, lleva a creer que lo que las
une es la sustancia.

Posicionándose en su postura empirista concluye que la noción de sustancia


carece de fundamento. Niega, entonces, la existencia de sustancias físicas y de
sustancias espirituales. En esto se diferencia de Locke.

La experiencia que tengo con la “rosa” se agota en su percepción fenoménica:


veo su color, tamaño, forma, siento la suavidad de los pétalos, su aroma, pero
todas estas propiedades forman parte de sus atributos no de la sustancia. Al
utilizar esa palabra nos referimos a la suma de dichas propiedades, al conjunto de
ideas simples reunidas por la imaginación.14

2.2.- Crítica a la idea de causalidad

Esta crítica es uno de las tesis más importantes y conocidas de la filosofía de


David Hume. Con ella él se opone a la visión filosófica tradicional15 y a lo más
14
Quizá, la postura de Hume, debería contener una propuesta de cambio de lenguaje.
15
Las tesis tradicionales respecto de la causalidad eran las siguientes: 1) Existen, desde el punto de vista de
la filosofía aristotélico-tomista, cuatro causas: la causa material, la formal, la eficiente y la final. 2) Es posible
el conocimiento a priori de los poderes causales, o mediante el conocimiento de los conceptos de la cosas, o
mediante el conocimiento de las esencias de las cosas. 3) Podemos utilizar la razón para establecer los
vínculos causales entre las cosas. 4) Los vínculos causales son vínculos objetivos, son relaciones que
realmente se dan en las cosas. 5) Las relaciones causales son consecuencia de los poderes o capacidades
o fuerzas de las cosas y establecen vínculos necesarios entre la causa y el efecto: * si A es causa de B,

18
arraigado en el sentido común, ya que es una idea que se nos impone
constantemente. Señala que se trata de una idea compleja con cuatro
componentes:

• Un primer hecho al que llamamos causa que inicia el proceso.


• Otro hecho al que llamamos efecto como término del proceso causal.
• Una cierta relación temporal entre el primer hecho y el otro hecho, una
sucesión: primero aparece la causa y después el efecto.
• El primer hecho posee una fuerza que hace que se produzca el segundo

Dados estos cuatro componentes, es el cuarto el que determina que la relación de


causalidad es una relación de conexión necesaria, ya que sin este cuarto hecho
nos encontraríamos ante una mera sucesión de hechos. Pero, señala Hume, la
experiencia sólo nos señala sucesiones de hechos y nada más.

¿Cuál es el origen de la idea de causalidad, entonces? Para Hume, lo que ha


permitido la inferencia es el hábito o la costumbre. Se forma mediante un proceso
de repetición. A fuerza de observar casos semejantes, llega un momento que el
hábito se ha constituido y con sólo percibir el primer hecho, acude el segundo
hecho a la imaginación y anticipamos lo que realmente ha ocurrido.
Esta noción de fuerza o conexión necesaria no nos lo es dada por la razón ni la
impresión de ella sino que es el resultado del hábito. Así se cae uno de los pilares
de la metafísica racionalista que había otorgado un lugar de privilegio a la
causalidad.

entonces en A se encuentra cierto poder o virtud gracias al cual dado A aparecerá B; * si A es causa de B,
entonces necesariamente cuando en el mundo tengamos A deberemos tener B (si la causa de que el agua
hierva es que la hemos calentado a más de 100 grados, entonces necesariamente cuando calentemos algo
que sea agua a más de 100 grados, ésta hervirá ); 6) El principio de causalidad “todo lo que existe tiene una
causa” es un principio absolutamente cierto y de plena evidencia. 7) Nuestros argumentos causales son tan
válidos que nos sirven para vincular objetos que se ofrecen a los sentidos, pero también para vincular dichos
objetos con realidades que están más allá del mundo empírico (el alma entendida como la causa de la vida
psíquica y Dios entendido como causa de la totalidad de las cosas). De http://www.e-
torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Filosofiamedievalymoderna/Hume/Hume-
CriticaRelacionCausalidad.htm

19
La tesis básica de Hume se refiere a la causalidad eficiente16, considera que la
material17 y la formal18 son formas inadecuadas de hablar, y la final19 le parece
reductible a la eficiente.

Solamente con la razón, en forma a priori, nunca podremos descubrir las causas y
sus efectos. Hasta que no nos hayamos quemado con fuego, no podemos
establecer un nexo causal con el dolor, por más que analicemos esa idea de
fuego. El racionalismo consideró que el conocimiento humano descansa en
principios que no pueden explicarse a partir de la influencia del mundo exterior.

Descartes llamó innatas a las ideas de este tipo y creyó que todo el saber humano
podía construirse deductivamente a partir de dichas ideas. Frente a este punto de
vista, la tesis característica del empirismo es que no existen ni elementos ni
principios cognoscitivos innatos y que nuestra mente es como un papel en blanco
en el que va escribiendo la experiencia. Todos los empiristas aceptan este punto
de vista, aunque es Locke quien primero criticó el innatismo racionalista.

Cuando hemos experimentado repetidas veces dos cosas (por ejemplo que "B"
sigue habitualmente a "A") entonces dicha costumbre lleva a nuestra mente a
suponer que en el futuro debe ocurrir que si se da "A" debe darse también "B". El
hábito como disposición mental, producto de la experiencia reiterada, es la base
de nuestras creencias futuras.

La costumbre, y no la razón, es lo que nos lleva a creer que el sol saldrá mañana,
que el fuego quema, y así con el resto de hechos naturales o humanos. La guía
de nuestra conducta cotidiana está en la costumbre y no en la razón.

16
Es el motor que desencadena el proceso de desarrollo. Causa eficiente del niño, será el padre. Mientras la
causa final opera como meta, la causa eficiente opera desde el exterior a la cosa en desarrollo. (Carpio,
Adolfo, Principios de Filosofía)
17
La causa material es la materia, condición pasiva pero necesaria como sustrato, manteniéndose a pesar
del cambio. (Id.)
18
La causa formal es la forma. La forma es causa de algo en tanto que determina ese algo y lo hace ser lo
que es. (Id.)
19
La causa final constituye el “fin” (télos), aquello a lo que el individuo se orienta o que se busca porque
representa un bien. Es una concepción teleológica de la realidad. (Id.)

20
Sin la costumbre, nuestro conocimiento sólo se referiría a la experiencia pasada y
no sabríamos cómo actuar en el mundo, ni qué cosas podemos esperar en el
futuro20

Si la crítica a la idea de causalidad no podemos aceptarla, apliquemos esa idea


sólo al mundo empírico, ya que Hume señala que no podríamos pasar a las
realidades metafísicas como Dios o alma, ya que de ellas no nos cabe
experiencia alguna.

2.3.- Crítica a la idea de identidad personal

Respecto a la sustancia espiritual, cognoscente o "yo", ocurre lo mismo que con


las examinadas anteriormente: no tenemos impresión alguna de ella, ya que si
ésto fuera así permaneceríamos invariables. No hay un sujeto distinto de sus
actos, impresiones e ideas. No hay un "yo" recipiente que sea el substrato o
soporte invariable de nuestros actos psíquicos. La identidad personal se forja a
través de la memoria: gracias a ella se unifica nuestra existencia, ya que la
memoria permite conectar en el tiempo la multiplicidad de impresiones que se
suceden y que somos.

En definitiva, Hume niega que él pueda experimentar dentro de sí, es decir, ver
por intuición, al modo cartesiano, la existencia de un Yo simple y continuo. Y es
que, según Hume, los seres humanos estaríamos realmente estructurados como
un haz o colección de percepciones diferentes, existentes en un perpetuo flujo y
movimiento.

Nuestros ojos, por ejemplo, afirma Hume, no pueden girar sus órbitas sin hacer
que sus percepciones varíen. En este contexto, sostiene que nuestra Mente es
como una especie de teatro en el que las distintas percepciones se presentan en
forma sucesiva: pasan, vuelven, vuelven a pasar, se desvanecen y mezclan en
una variedad infinita de posturas y situaciones. En conclusión eso que

20
http://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Filosofiamedievalymoderna/Hume/Hume-
CriticaRelacionCausalidad.htm

21
denominamos mente no es otra cosa que la contemplación consciente de tales
percepciones.

Hume, afirma que si unimos identidad personal y semejanza nos encontramos


con lo siguiente: es evidente que dentro de la multiplicidad de percepciones de las
que somos conscientes, existen muchas que son semejantes entre sí y que se
encuentran situadas no solamente en el presente sino también en el pasado.
Pues bien, sabemos que tales percepciones, aunque semejantes, son distintas.
Sabemos también que el Yo que las acompaña o acompañaba es también distinto
numéricamente.

De todas formas, creemos que las percepciones son idénticas y el Yo también.


¿Por qué? Hume introduce en la respuesta a esta cuestión el importante papel
que juega la MEMORIA como fuente de nuestra creencia en la idea de identidad
personal.

Según Hume, la MEMORIA, ante percepciones semejantes, pero distintas, y ante


un Yo semejante, pero distinto, realiza la doble función siguiente: en primer lugar,
nos permite descubrir y saber acerca de la naturaleza de las percepciones, ya que
ordena cronológicamente, en su orden justo, a las mismas.

En segundo lugar, puede hacer desaparecer las diferencias numéricas de tales


percepciones, confundiéndolas con las específicas, de tal modo que no solamente
descubre sino que también produce la idea de identidad personal.

Es decir, en nosotros existen multitud de percepciones referidas a multitud de


cuestiones; dentro de estas percepciones, unas son semejantes a otras, pero,
también numéricamente distintas, por pertenecer a otros momentos y lugares.

Al mismo tiempo, somos conscientes de que el Yo que acompañó a tales


percepciones, semejantes, pero distintas, es también numéricamente distinto. Sin
embargo, esto que sabemos racionalmente, lo ponemos en duda al creer que el
Yo es idénticamente el mismo. ¿Por qué? Según Hume, la MEMORIA juega un
papel esencial en tal creencia. Y juega un papel esencial, unido a la asociación de
semejanza (que estamos analizando), pues permite que, no solamente,
descubramos y sepamos cuáles son las percepciones semejantes en tiempos

22
diferentes sino y, sobre todo, porque es responsable de producir la relación de
semejanza entre las percepciones.

En lo que respecta a la relación de la identidad con la asociación de la causalidad,


Hume, afirma lo siguiente: parece evidente que la mente humana es un sistema
de percepciones unidas entre si por la relación de causa y efecto. Nuestras
impresiones originan sus correspondientes ideas, éstas, a su vez, pueden originar
nuevas impresiones...

Ahora bien, lo que también parece evidente es que todas estas percepciones se
suceden unas a otras sin la sensación de pérdida de identidad. ¿Por qué? Pues
bien, vuelve a ser la MEMORIA, según Hume, la responsable de tal ficción. Y es
que si no tuviéramos memoria no tendríamos noción, en primer lugar, de la idea
de causalidad, es decir, sería imposible que pudiésemos recordar la lista sucesiva
de causas y efectos que constituyen nuestro Yo o Persona.

En este sentido, podría decirse que la memoria es quien PRODUCE la identidad


personal. Pero todavía hace algo más: DESCUBRE también la idea de identidad
personal. Y la descubre desde el momento en que la memoria es capaz de
extender tal idea de identidad personal hacia circunstancias y acciones que
hemos olvidado por completo.

En este sentido, se pregunta Hume: ¿quién podría decirme, por ejemplo, cuáles
fueron sus pensamientos y acciones el 1 de enero de 1715 o el 1 de marzo de
1719? ....Parece que resulta difícil contestar tal cuestión. Sin embargo, lo que
también resulta evidente es que tal olvido de fechas de acontecimientos no
implica el olvido de que el Yo actual sea el mismo Yo de aquellas fechas. Pues
bien, según Hume, desde este punto de vista la memoria no produce sino que
descubre la identidad-personal.

3.- La falacia naturalista

La ética humeniana se opone a las éticas que se basen en la razón cuando


pretenden distinguir el bien y el mal. La razón es incapaz de mover al hombre: lo
que le mueve es la pasión o el sentimiento.

23
Los juicios morales no pueden ser juicios de razón, porque la razón nunca puede
impulsarnos a la acción. Mientras que la finalidad de los juicios morales es guiar
nuestras acciones, la razón se ocupa de relaciones de ideas, como en la
matemática, o de cuestiones de hecho, y en ninguno de los dos casos puede
incitarnos a actuar. La razón puede informar a las pasiones sobre la existencia del
objeto que buscan y sobre los medios más efectivos de alcanzarlo, pero no
pueden juzgarlas o criticarlas.

Todos los filósofos que pretenden construir una ética racional y demostrativa caen
en una falacia: tratar de derivar del "ser" el "deber ser" (falacia naturalista). Las
conclusiones morales no pueden basarse en nada que la razón pueda establecer,
y por ello es imposible que alguna verdad fáctica, de hecho, pueda proporcionar
una base a la moralidad.

La ética de Hume es emotivista y utilitarista: El sentimiento que descubre la virtud


o el vicio es el de aprobación o desaprobación ante una determinada acción.
Mientras nos limitamos a considerar el objeto (o acción), la virtud o el vicio se nos
escapan. Es necesario, para tomar conciencia de ellos, dirigir la reflexión al propio
interior, donde se encuentran esos sentimientos de aprobación o desaprobación,
que son una forma del sentimiento básico de simpatía. El rasgo específico del
sentimiento moral es el ser desinteresado. Lo que despierta este sentimiento es la
utilidad de la acción considerada para la colectividad. Lo útil provoca nuestra
aprobación, pero no lo útil particular, sino lo útil que se extiende también a los
demás, lo útil público, que es aquello que contribuye a la felicidad de todos.

24
CONCLUSIONES

El presente trabajo se ha propuesto utilizar el término “empirismo” al referirnos al


empirismo clásico o empirismo inglés. Este movimiento filosófico se contrapone al
racionalismo clásico de René Descartes.

Los autores más representativos nacieron en las Islas Británicas, entre los siglos
XVII y XVIII (Edad Moderna) y son John Locke (1632-1704), George Berkeley
(1685-1753) y David Hume (1711-1776), dos de los cuales aparecen en la
presente monografía.

Todos ellos coinciden en afirmar que el objeto del conocimiento son las ideas, no
el mundo exterior y que el origen del conocimiento está en los sentidos. Rechazan
las ideas innatas.

Toman como modelo de ciencia a las Ciencias Naturales o fácticas, en las


ciencias de la observación, cuyos juicios son particulares y contingentes (a
posteriori), mientras el racionalismo hallaba en las matemáticas su ideal con sus
juicios universales y necesarios (a priori).

La experiencia (tanto la interna como la externa) es el criterio de validez y el límite


del conocimiento; la experiencia interna es la percepción de la propia vida
anímica; la experiencia externa es la percepción de los objetos físicos.

El empirismo trata de negar la posibilidad de la metafísica ya que ubica la


posibilidad de conocer en los fenómenos, en la experiencia. A la razón le cabe la
función de ordenar en forma lógica los materiales que ofrecen los sentidos. Todo
lo demás es “presuntuoso y quimérico”.

Éste es el gran aporte de Locke al empirismo y la culminación la da Hume con sus


profundas críticas a los conceptos de causalidad y sustancia.

Y con estas críticas empiristas podríamos preguntarnos si no se desmorona la


filosofía o gran parte de ella. “¿No será que los temas de la filosofía, y ante todo

25
los temas de la metafísica –el fundamento de los entes, Dios, el alma, etc.-, están
más allá del alcance del conocimiento humano?”.21

Para adentrarnos en estas reflexiones, entraríamos en el terreno del empirismo


positivista y su interés por el tema del lenguaje. Este ya sería tema para otro
trabajo futuro.

21
CARPIO, Adolfo. Op. Cit.

26
BIBLIOGRAFÍA

CARPIO, Adolfo. Principios de Filosofía. Una Introducción a su Problemática. Ed.


Glauco. Buenos Aires, 2003.

DANCY, Jonathan. Introducción a la Epistemología Contemporánea. Ed. Tecnos.


España, 1993.

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http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/12360843229023509192513/p
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27
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http://clientes.vianetworks.es/empresas/lua911/index.html

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VALOR YÉBENES, Juan Antonio. El empirismo y su método. Universidad


Europea de Madrid en http://fs-
morente.filos.ucm,es/publicaciones7revista/n23/valor.

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