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ESTRATIGRAFÍA Y SEDIMENTOLOGÍA

DEL YACIMIENTO PALEONTOLÓGICO DE BARRANCO


LEÓN (ORCE, ESPAÑA)

JOSÉ MANUEL GARCÍA AGUILAR*

INTRODUCIÓN

Los resultados obtenidos a partir de estudios estratigráficos, sedimentológicos y paleontológicos lleva-


dos a cabo por numerosos investigadores en los últimos 30 años están permitiendo deducir aspectos tan
relevantes como la evolución climática de los últimos 4 millones de años en la zona o la reconstrucción
de los ecosistemas presentes durante este período (Agustí et al, 2001), supuesto, no hay que olvidar
uno de los aspectos de mayor interés ligado a estos estudios como es lá deducción de presencia humana
en el pleistoceno inferior,

OBJETIVOS

Pese a las decenas de publicaciones, monografías, tesis y otros trabajos llevados a cabo en la cuenca de
Guadix-Baza sobre estratigrafía, sedimentología y paleontología del plio-pleistoceno, siguen siendo
necesarios estudios específicos en sectores de especial interés, como es el caso de aquellos donde se
sitúan los principales yacimientos paleontológicos (Anadón et al),
---
Teniendo en cuenta estos aspectos, este trabajo tiene como objetivo básico el establecimiento de la serie
estratigráfica local y la secuencia sedimentaria detallada del Barranco de León, integrando en ella los
yacimientos paleontológicos existentes en la zona.

MÉTODOS

Este trabajo se ha llevado a cabo a partir de una serie de métodos de campo, laboratorio y gabinete. Entre
los primeros tenemos el levantamiento de siete perfiles estratigráficos de detalle a lo largo de ambas

* Departamento de Biología y Geología del LES. Los Boliches. Fuengirola. Málaga.

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El Pleistoceno inferior de Barranco León y Fuente Nueva 3, Orce (Granada)

laderas del barranco y la toma de muestras, así como la realización de correlaciones, observaciones de
detalle y fotografías. Los métodos de laboratorio han consistido en análisis morfoscópicos de facies
detríticas, observación de microtexturas en facies calcáreas y determinación cualitativa de la presencia o
no de CaCO3 en algunos niveles mediante pruebas con HC1. Se tiene prevista ademas la elaboración de
láminas delgadas en facies calcáreas y análisis mineralógicos por difracción de rayos-X en facies
de especial interés. Los métodos de gabinete han consistido en una exhaustiva revisión bibliográfica
sobre el sector, análisis secuencial de los perfiles llevados a cabo, interpretación sedimentológica y
reconstrucción paleoambiental de los depósitos.

LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA Y RASGOS TOPOGRÁFICOS


GENERALES

Barranco León se sitúa a unos 3 km al Este de la localidad de Orce en dirección María. Las característi-
cas geográficas y topográficas de la zona aparecen detalladas en la hoja 951-111 escala 1:25000 del Ins-
tituto Geográfico Nacional, dentro de la cuadrícula de coordenadas UTM 4-175-4-176 de latitud Norte,
548-549 de longitud Oeste. Sintéticamente, el sector corresponde a un barranco de orientación general
S-N transversal al río Orce (fig.1) de unos 1700 metros de longitud total, 40 metros de profundidad
media, una anchura de 100 a 120 metros y unas diferencias de cota que oscilan entre los 1020 m para su
zona superior (glacis) y 940 m en su zona de acceso al valle del río Orce. La posición de los yacimien-
tos paleontológicos actuales se sitúan en el sector central de la ladera Oeste a una cota aproximada
de 970 m, con una fuerte pendiente y presencia de numerosos derrubios de ladera.

Figura 1. Localización geográfica y rasgos topográficos generales de Barranco León (señalado con un circulo).

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ESTRATIGRAFÍA Y SEDIMENTOLOGÍA DEL YACIMIENTO PALEONTOLÓGICO BARRANCO LEÓN (ORC E, ESPAÑA)

CONTEXTO GEOLÓGICO

Barranco León pertenece a la cuenca neógena de Guadix-Baza, dentro de su sector NE (depresión de


Baza). Distintos autores, entre los que caben destacarse a Soria et al (1987), Vera et al (1985), Gibert
et al (1992), Agusti et al (1987), Turq et al (1996), García Aguilar (1997) y García Aguilar y Martín
(2000), coinciden en atribuir a esta zona la presencia de materiales sedimentarios de edad pleistocénica
asociados a un contexto sedimentario de tipo lacustre o fluviolacustre en sentido amplio (fig. 2). A par-
tir de aquí, las diferencias observadas en los diversos trabajos frente a secuencias estratigráficas de
detalle, ordenación cronoestratigráfica local o modelos concretos de evolución sedimentológica son
notorias. Previamente a la realización del estudio estratigráfico y sedimentológico de Barranco León,
cabe llevar a cabo una síntesis geológica regional en el contexto de la cuenca donde se halla esta zona
frente a ciertas características tectosedimentarias, paleogeográficas y paleoambientales.

En primer lugar hay que considerar la evolución geológica de la cuenca de Guadix-Baza bajo un contexto
tectonicamente activo e influenciado en gran manera a lo largo de su historia sedimentaria continental (turo-
liense-pleistoceno) por movimientos distensivos ligados a líneas regionales de fractura de dirección N50E
y N140E básicamente. Estos movimientos causaron grandes cambios en la geometría, extensión y carácter
de la cuenca (fig. 3) que determinaron a su vez (junto con la actividad erosiva de los relieves exteriores y las
condiciones climáticas) el tipo de sedimentación reinante en cada momento y lugar.

Considerando el inicio de la sedimentación continental en el Turoliense (biozona MN12), la evolución


tectosedimentaria marca desde ese momento un total de cinco grandes unidades estratigráficas (fig. 4)
separadas por hiatos de diversa duración que delimitan eventos tectónicos y cambios diastróficos de
envergadura en toda la cuenca. Así, la primera unidad (Turoliense medio) comprende facies detríticas
depositadas en un lago de cierta profundidad y grandes abanicos deltáicos generados desde el frente sub-
bético. Tras un período de no sedimentación calibrado en unos 0,6 M.a, que marca un apreciable cambio
geométrico en la cuenca, se inicia una sedimentación lacustre de tipo carbonatada (margas, calcilutitas y
calizas) prolongada desde el Alfambriense al Villaniense basal (biozonas MN14 a MNl6 basal). Esta
unidad carbonatada termina en otro hiato de unos 0,4 M.a que vuelve a suponer un drástico cambio pale-
ogeográfico en la cuenca con la delimitación de dos depocentros (Guadix y Baza) de fuerte subsidencia
y una gran diversificación sedimentaria (depósitos fluviales s.1 en la zona Oeste de la cuenca y lacustres
someros en la zona Este tanto carbonatados como detríticos y evaporíticos). Este esquema sedimentario
se prolonga con diversos cambios secuenciales desde el plioceno superior hasta el pleistoceno medio.

A partir de este momento, los sectores de Guadix y Baza se independizan desde el punto de vista sedi-
mentario: así, el sector Oeste muestra un hiato de unos 0,25 M.a que finalmente da paso a una unidad
detrítica terminal asociada a un sistema de ríos braided y la superficie morfológica de glacis que marca
el final sedimentario de la cuenca. Por el contrario, la depresión de Baza presenta durante el pleistoceno
medio una sedimentación lacustre y facies detríticas groseras de edad pleistoceno superior, bajo la
superficie de glacis normalmente, que completan la secuencia estratigráfica de la zona.

En cuanto a la evolución paleoclimática, esta parece estar asociada a ciclos humedad-aridez de origen
astronómico de 23000. 41000 y 100000 años principalmente (ciclos de Milankovitch ) que inducen.
entre otros fenómenos. las secuencias de somerización lacustre (margas calizas s.1) tan habituales en la
cuenca. En aquellos lugares y períodos donde la tasa de sedimentación es muy alta resulta posible detec-
tar ciclos climáticos de hasta 500 años de duración.
El Pleistoceno inferior de Barranco León y Fuente Nueva 3, Orce (Granada)

10 k m

*11 11111411
Negratin
fault system

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Figura 2. Mapa geológico general de la cuenca de Guadix-Baza (modificado de García Aguilar y


Martín, 2000). El círculo señala el sector de estudio.

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ESTRATIGRAFIA Y SEDIMENTOLOGIA DEL YACIMIENTO PALEONTOLÓGICO BARRANCO LEÓN (ORC E, ESPAÑA)

A la vista de los datos anteriores podemos deducir que los yacimientos de Barranco León, de edad pleis-
toceno inferior, se encuentran localizados en un contexto paleogeográfico marginal dentro de la cuenca
dominado por sistemas de sedimentación lacustre s.1 muy dinámicos en el tiempo y el espacio y a donde
de modo eventual llegaban flujos tractivos asociados a sistemas fluviales distales. Todo ello bajo una
cierta actividad tectónica distensiva que producía en la zona fenómenos como hidrotermalismo y activi-
dad sísmica.

Lacul
non-evapo_
deposita:- ad
distar", uviat
deposits
(undiffe ea)

Alluvial
2 deposita

Lacubl ine
AA evapor t
depos

20
km

Figura 3. Evolución paleogegráfica de la cuenca de Guadix-Baza durante su período de sedimentación continental


turoliense superior-pleistoceno (modificado de García Aguilar y Martín, 2000). Clave: A (situación en el turoliense),
B (situación en el Alfambriense Inferior), C (situación en el Alfambriense superior), D (situación en el Villaniense), E
(situación en el Pleistoceno inferior). F (situación en el Pleistoceno superior), G (configuración actual de la cuenca).

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El Pleistoceno inferior de Barranco León y Fuente Nueva 3, Orce (Granada)

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Figura 4. Unidades estratigráficas propuestas para el período de sedimentación continental Turoliense superior-Pleistoceno en la
cuenca de Guadix-Baza (modificado de García Aguilar y Martín, 2000). Clave: B: biozona, U: UTS definida, Carácter de las uni-
dades: Ib, IIa, IIb, IIIb, IIIc, IIId, Iva y Vb lacustres; Ia, IIIa y Va aluviales s.s. El orden lateral de las unidades corresponden en el
gráfico a la depresión de Guadix (izquierda) y depresión de Baza (derecha)

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ESTRATIGRAFÍA Y SEDIMENTOLOGÍA DEL YACIMIENTO PALEONTOLÓGICO BARRANCO LEÓN (ORC E. ESPAÑA)

ESTRATIGRAFÍA LOCAL

Generalidades

Aún teniendo en cuenta los datos elaborados al respecto por diversos autores (Soria et al, 1987; Turq et al,
1996 y García Aguilar, 1997, Anadón et al, 1987,j994) se ha procedido a un estudio estratigráfico de
Barranco León basado en datos originales tanto de campo como interpretativos. Para ello se han levan-
tado un total de siete perfiles estratigráficos de resolución a lo largo del barranco (fig. 5). De ellos, cua-
tro corresponden a columnas integrales de 15 a 20 m de potencia que abarcan todo el registro obser-
vable. dos en la ladera Este y dos en la ladera Oeste. Hay que tener en cuenta que por debajo de la cota
960 m resulta muy difícil, cuando no imposible, la observación in situ de los depósitos sedimentarios
debido a la presencia de abundantes derrubios de ladera y desprendimientos. Los otros tres perfiles
corresponden a logs de detalle realizados en la ladera Oeste al mismo nivel estratigráfico del yaci-
miento actual (capas paleontológicas 2,3 y 4 de Turq et al, 1996), abarcando entre 2 y 5 m de potencia
en sentido Sur y Norte, a una distancia de 40 a 70 m desde el yacimiento. La siguiente tabla recoge
los datos fundamentales sobre los perfiles llevados a cabo:

SIGLA
CARÁCTER LOCALIZACIÓN POTENCIA
DEL PERFIL

BLE•1 Perfil general de toda la secuencia observada Ladera Este en sentido proximal 125 m
BLE•2 Perfil general de toda la secuencia observada Ladera Este frente a la zona del yacimiento 14,7 m
BLW-1 Log de detalle a nivel del yacimiento Ladera Oeste a unos 70 m al Sur del yacimiento 4,5 m
BLW •2 Log de detalle a nivel del yacimiento Realizado sobre el mismo yacimiento 1,86 m
BLW-3 Perfil general de toda la secuencia observada Ladera Oeste, en la vertical del yacimiento 15 m
BLW-4 Log de detalle a nivel del yacimiento Ladera Oeste a unos 40 m al Norte del yacimiento 3m
BLW-5 Perfil general de toda la secuencia observada Ladera Oeste distal a unos 200 m del yacimiento 20,5 m

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Figura 5. Situación de los perfiles estratigráficos realizados en Barranco León

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El Pleistoceno inferior de Barranco León y Fuente Nueva 3, Orce (Granada)

Descripción de los perfiles realizados

Una vez dibujados los perfiles e integrados en ellos toda la información sobre litologías, texturas, estruc-
turas, secuencias y contenido orgánico apreciado, destaca como primer dato significativo las grandes
diferencias de detalle que existen entre todas las columnas. Estas diferencias, evidentes tanto a nivel lito-
lógico como secuencial, resultan muy apreciables para un área de exploración menor de 500 m. Una de
las consecuencias asociadas a este hecho es la dificultad de llevar a cabo una correlación detallada entre
perfiles. Como primer paso se va a proceder a la descripción de cada columna estratigráfica:

Perfil BLE-1
Iniciando este perfil desde la base del barranco tenemos un espesor estimado en 12 m donde resulta vir-
tualmente imposible determinar in sita el tipo de depósitos sedimentarios debido a la gran cantidad de
derrubios existentes. Algunas catas realizadas parecen poner de manifiesto la existencia de facies mar-
gosas y calcilutíticas de tonos claros y aspecto isótropo. Por encima de este tramo aparecen tres secuen-
cias de carbonatación creciente de 60, 60 y 40 cm de espesor. Estas secuencias comienzan con niveles de
calcilutitas de tonos claros y restos de raíces de unos 25 cm de espesor en todos los casos que evolucio-
nan a techo hacia margas claras que en cada secuencia presentan texturas diferenciales. En la primera
estas margas aparecen con oxidaciones y restos de raíces. En la segunda presentan microcristales de
yeso e isotropía y en la tercera cierto contenido lutítico e intraclastos erosionados de hasta 5 cm de diá-
metro. La l a y 2a secuencias terminan con niveles de margas blancas compactadas de unos 8 cm
de potencia, mientras que la 3' termina con un nivel de margas arenosas compactadas y cementadas
de 20 cm de espesor con microcristales de yeso.

Tras 20 cm de espesor cubierto aparece un estrato de 20 cm de potencia formado por margocalizas con
trazas de raíces, intraclastos y signos de edafización a techo que da paso a dos secuencias de carbonata-
ción de 80 y 120 cm de espesor formadas en ambos casos por niveles de calcilutitas claras con restos de
raíces y signos de oxidación a muro y calizas micríticas de tonos crema con trazas de exposición subaéra
a techo. En ambas secuencias la relación de espesores [calcilutitas / calizas] es mayor de 1.

Por encima de estas secuencias aparece un nivel de 120 cm parcialmente cubierto formado por calciluti-
tas isótropas de tonos claros que da paso a un estrato de 40 cm de calcilutitas de tonos violáceos con
laminación horizontal, signos de oxidación y gasterópodos rotos. Por encima tenemos una secuencia
similar a la anterior: 90 cm de margas y calcilutitas claras y 30 cm de calcilutitas violáceas con restos de
raíces, gasterópodos enteros, restos carbonosos y clastos calizos angulosos a modo de lag con tamaños
de hasta 2 cm de diámetro que marcan una procedencia de dirección SW. Este nivel violáceo presenta a
muro un fino nivel calizo con trazas de desecación.

A techo aparecen 6 nuevas secuencias de carbonatación de 80, 70, 30, 110, 65 y 60 cm de potencia con
características comunes en todos los casos: muro compuesto por margas y calcilutitas claras con restos
de raíces, oxidaciones y laminación horizontal, y techo compuesto por facies de mayor contenido en car-
bonatos que oscila entre margocalizas (l a secuencia), calizas (2a secuencia) y calcilutitas compactadas y
cementadas con signos de exposición subaérea (3a, 4', 5' y 6a secuencia). El nivel basal de la 4a secuen-
cia aparece con niveles arenosos y microcristales de yeso, al igual que el nivel superior de la 6 a secuen-
cia. La relación de potencias entre los niveles inferior y superior de cada secuencia está comprendido

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ESTRATIGRAFÍA Y SEDE\ LENTOLOGÍA DEL YACIMIENTO PALEONTOLÓGICO BARRANCO LEÓN (ORC E, ESPAÑA)

entre 1.5 y 4. A continuación tenemos dos secuencias de 80 y 60 cm de potencia compuestas por calci-
lutitas pardas de aspecto isótropo y parcialmente derrubiadas a muro que dan paso a un estrato de are-
niscas calcáreas compactadas y cementadas con cantos calizos de hasta 1 cm de diámetro y abundantes
granos de cuarzo. No se han apreciado estructuras internas en estos depósitos, cuya potencia es de 40 y
25 cm respectivamente.

A techo de estas secuencias entramos en la zona de glacis superior, resultando difícil la observación lito-
lógica debido a las labores de roturación del terreno. No obstante, se han estimado unos 5 m de potencia
adicionales formados por secuencias de (calci)lutitas pardas y niveles de areniscas que parecen evolu-
cionar a techo hacia un mayor tamaño de grano (posiblemente los últimos niveles sean ya conglomera-
dos) y mayor compactación.

Perfil BLE-2

Al igual que el perfil anterior, este comienza con un espesor estimado en 14 m desde la base del barran-
co compuesto por derrubios y materiales erosionados que posiblemente oculten facies de calcilutitas
claras. A continuación aparece un tramo de 5,3 m de espesor formado por 7 secuencias de carbonatación
a techo, todas ellas con rasgos comunes: base compuesta por calcilutitas claras de textura isótropa que a
techo del tramo muestran diversas estructuras: laminación horizontal, raíces, signos de oxidación e
incluso restos carbonosos. Todos estos depósitos muestran a techo del estrato signos de edafización y
exposición subaérea. Las potencias de estas facies son muy variadas y en orden ascendente: 60, 15, 10,
30, 80 y 85 cm.

Las facies superiores de las 7 secuencias se componen de margocalizas y margas calcáreas con litologías
que muestran compactación apreciable, tonos claros y diversas estructuras internas a escala mesoscópica
entre las que caben destacarse nodulización y edafización a techo de los estratos, poros fenestrales, lami-
naciones horizontales y restos de raíces. El estrato calcáreo de la primera secuencia se compone de calizas
arenosas. En cuanto a las potencias, estos niveles presentan (en orden muro --> techo) 50, 60, 25, 50, 35, 25
y 25 cm. lo que confiere unas relaciones de espesor [calcilutitas / margocalizas] que oscilan entre 0,25 y 3.

A continuación tenemos un tramo de 3,1 m de potencia compuesto por calcilutitas y lutitas en 8 niveles
diferenciados por aspectos texturales y composicionales. La gama observada al respecto abarca desde la
presencia de gasterópodos tanto enteros como rotos, hasta restos de raíces, signos de edafización y oxi-
daciones en el sedimento. El techo de este tramo aparece marcado por un nivel nodulizado. Los tonos
cromáticos observados en estos niveles oscilan entre el pardo, el ocre y el violáceo.

A techo tenemos un nuevo tramo de 2,8 m compuesto en esta ocasión por dos secuencias de carbonata-
ción. La primera presenta a la base 1 m de calcilutitas grises, verdosas y ocres con signos de oxidación
y restos de raíces que dan paso a un estrato de margocalizas de 45 cm de espesor con laminación hori-
zontal. fenestras y signos de edafización y nodulización a techo. La segunda secuencia resulta equi-
valente a la primera tanto en espesor como en facies si exceptuamos el carácter del estrato calcáreo
superior, compuesto en este caso por calizas micríticas.

Por encima de este último nivel tenemos 2 m de calcilutitas claras distribuidas en dos secuencias de 130
. 70 cm donde estas facies evolucionan desde un aspecto masivo hasta signos de edafización, noduliza-

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El Pleistoceno inferior de Barranco León y Fuente Nueva 3, Orce (Granada)

ción y compactación a techo de cada secuencia. Destacar la presencia en la base de primera secuencia de
un nivel microconglomerático de 12 cm de espesor compuesto por cantos de cuarzo redondeados con
alto sorting de hasta 1 cm de diámetro y matriz margosa. Por encima de este tramo calcilutítico aparece
un estrato de areniscas calcáreas de alta madurez textural de 40 cm de espesor, muro plano y signos de
edafización a techo que da paso a 20 cm de lutitas pardas isótropas.

El perfil termina con un nivel de 40 cm de potencia compuesto de calcarenitas de grano fino con abun-
dante cuarzo, restos de raíces y cantos eventuales de hasta 1 cm de diámetro de composición caliza. Por
encima de este estrato tenemos la zona de glacis roturada sin posibilidad en este caso de una observación
litológica de detalle.

Perfil BLW-1

Esta sección de 4,5 m de potencia se sitúa en la ladera Oeste del barranco a unos 70 m al Sur del yaci-
miento y a su mismo nivel estratigráfico. El objetivo en la realización de este perfil es el seguimiento de
la evolución sedimentológica local de los niveles donde se encuentran los yacimientos. La base aparece
constituida por al menos 70 cm de calcilutitas claras con gasterópodos enteros, restos de raíces en posi-
ción vertical de hasta 5 cm de longitud y frecuentes oxidaciones. A techo, este nivel muestra signos de
edafización y exposición subaérea, así como un nivel de 8 cm de espesor de tonos verdosos y laminación
horizontal. A techo aparece un estrato de 50 cm con muro irregular compuesto de limos y calcilutitas de
tonos claros con gasterópodos, restos de raíces y cierta compactación. También presenta una difusa
laminación horizontal y granos detríticos de elevada selección y diámetros menores de 1 mm. La com-
posición de estos granos es mayoritariamente cuarzosa.

A techo aparecen 20 cm de lutitas pardas con laminación horizontal, oxidaciones y nulo contenido en
CaCO3 , tal y como pone de manifiesto la prueba de reacción con HC1. Estas facies evolucionan a techo
hacia 10 cm de margas y calcilutitas verdosas con restos de raíces. A techo tenemos un banco de 70 cm
de potencia y muro irregular compuesto por calcilutitas claras de textura isótropa a escala mesoscópica.
Justo por encima aparece un nivel conglomerático de 8 cm de potencia compuesto por clastos calizos e
intraclastos. El tamaño de los cantos puede llegar a los 8 cm, aunque efectuado un seguimiento de este
nivel hacia el Sur se comprueba un aumento del diámetro en esta dirección.

Por otro lado se han medido paleocorrientes a partir de imbricación de cantos y ordenación de ejes
mayores con un resultado medio del vector de procedencia N240E. A techo de este nivel tractivo tene-
mos un fino estrato (5 cm) de calcilutitas rosadas y ocres con laminación horizontal y oxidaciones. Por
encima, estas facies pasan a 20 cm de limos y calcilutitas verdosas, grises y ocres con gasterópodos y
laminación horizontal, 10 cm de lutitas oscuras isótropas y 12 cm de margas y calcilutitas verdosas con
bioturbación y restos de raíces.

A techo aparece un nivel de limos y calcilutitas arenosas claras de 160 cm de espesor formado por 3
estratos sucesivos de 55, 25 y 80 cm. La relación vertical entre los 3 estratos es de superposición con
bases erosivas formadas por lags de intraclastos redondeados de hasta 5 mm de diámetro. A escala
mesoscópica estas facies presentan una textura isótropa. A techo de este depósito tenemos 25 cm de
margas claras isótropas que dan paso a un estrato de 25 cm de potencia formado por margas blancas
compactadas con bioturbación.

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ESTRATIGRAFÍA Y SEDIMENTOLOGÍA DEL YACIMIENTO PALEONTOLÓGICO BARRANCO LEÓN (ORC E, ESPAÑA)

Perfil BLW-2

Este perfil consta de 12 niveles y un espesor total de 186 cm efectuado sobre el mismo yacimiento pale-
ontológico con criterios de máxima resolución. El primer nivel observado corresponde a 40 cm de limos
grises violáceos con trazas de oxidación y bioturbación vertical esporádica que da paso a 9 cm de li-
mos verdosos con trazas eventuales de raíces. A techo de estas facies se sitúa el nivel del yacimiento (capa
n° 5 de Turq et al., 1996) compuesto por 25 cm de calcarenitas blancas, arenas muy finas de elevado
sorting e intraclastos margocalizos. El muro de este nivel es erosivo y se aprecian trazas verticales de raíces.

Por encima tenemos 15 cm de arenas con muro erosivo y una secuencia granodecreciente a techo desde
intraclastos margosos de 5 cm a 0,5 cm de diámetro. Los cantos presentan un gran redondeamiento y
una matriza limosa. Los huesos encontrados en este nivel presentan una evidente fragmentación. A techo
de estas facies aparece un banco de 15 cm de potencia compuesto por limos grises de base ligeramente
erosiva, laminación horizontal y pequeñas pasadas arenosas de tamaño muy fino. También muestra
intraclastos de margas compactadas con un diámetro máximo de 2 mm.

A continuación tenemos 6 cm de margas blancas con alguna traza eventual de bioturbación y 10 cm de


limos y arenas muy finas pardas con trazas de oxidación, muro erosivo y trazas horizontales de biotur-
bación, concentradas a muro del estrato. A techo tenemos 9 cm de limos con tonos crema, gasterópodos
muy pequeños y bioturbación vertical que dan paso a 15 cm de limos grises y violáceos de textura simi-
lar a los anteriores y 8 cm de limos verdosos con trazas de oxidación y abundante bioturbación horizon-
tal. Por encima de estas facies aparecen 5 cm de arenas muy finas grises-verdosas con bioturbación. El
muro del estrato presenta un aspecto erosivo. Por último, tenemos 29 cm de arenas finas calcificadas de
aspecto homogéneo y cierta concentración a muro de bioturbación vertical y horizontal.

Perfil BLW-3

Este perfil se ha efectuado a lo largo de la vertical del yacimiento con una potencia total de 20 m. Los 5
primeros metros de serie, desde la base del barranco, aparecen con un alto grado de desprendimientos y
derrubios lo que hace imposible la observación litológica real. Por encima de estos derrubios aparecen
120 cm de calcilutitas claras compactadas con signos de oxidación, restos de raíces y textura homogénea
que dan paso a un banco de margas calcáreas y margocalizas de 4,5 m de potencia. Este nivel presenta
muro irregular, presencia de intraclastos pisolíticos y finos niveles margosos intercalados. A techo mues-
tra signos de edafización y exposición subaérea. Por encima tenemos 10 cm de lutitas oscuras isótropas
que dan paso a 2 m de calcilutitas pardas-ocres isótropas parcialmente cubiertas y 55 cm de lutitas
pardas con algunos restos carbonosos y presencia de micas.

A techo de este nivel tenemos un banco de 23 cm de potencia de areniscas ocres de grano fino, bien
seleccionadas y cierta cementación con restos de gasterópodos y oxidaciones. Este nivel corresponde al
yacimiento paleontológico y se sitúa a una cota próxima a los 970 m. Por encima aparecen facies de
margas arenosas de tono gris-verdoso con restos de raíces, gasterópodos y oxidaciones de 32 cm
de espesor que evolucionan hacia lutitas oscuras con restos carbonosos y de raíces (12 cm de espesor)
y un nivel de 8 cm de areniscas grises de grano muy fino con presencia de micas y restos de raíces.
A techo tenemos 50 cm de lutitas compactadas con signos de oxidación y tonos verde-amarillentos que

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El Pleistoceno inferior de Barranco León y Fuente Nueva 3, Orce (Granada)

presentan edafización a techo. Sobre este nivel ya nos encontramos en el talud blanco situado sobre el
yacimiento.

Este talud se inicia con dos niveles superpuestos de calcilutitas claras compactadas con signos de oxida-
ción de 20 y 18 cm de potencia que dan paso a 40 cm de margas blancas compactadas con texturas nodu-
lares a techo. Este nivel finaliza con un estrato de 10 cm de calizas micríticas nodulizadas. A techo
encontramos tres secuencias de carbonatación de 200, 140 y 90 cm de potencia respectivamente. La pri-
mera incluye un nivel basal de lutitas grises de 60 cm con intraclastos calcáreos, restos de raíces y
edafización a techo. Continúa con calcilutitas ocres (30 cm), margas blancas compactadas (50 cm)
y un banco de margocalizas recristalizadas con texturas fenestrales de 60 cm de potencia.

La segunda secuencia comienza con 70 cm de calcilutitas claras compactadas con signos de oxidación y
trazas de raíces que dan paso a 30 cm de margas blancas compactadas y finalmente a un banco de calca-
renitas de 40 cm con nodulización y presencia de cantos de cuarzo de hasta 0,5 cm de diámetro y gran
madurez textural. La tercera secuencia comprende facies de lutitas y arenas a la base (50 cm) con intra-
clastos y nódulos calcáreos de hasta 12 cm de diámetro, así como signos de edafización a techo. Por
encima tenemos un banco de 40 cm de potencia compuesto por calcarenitas nodulizadas similares a las
de la secuencia anterior. Este perfil termina con 120 cm de lutitas arenosas claras de textura isótropa que
dan paso a un nivel conglomerático con toda probabilidad asociado a un depósito de paleoterraza del
barranco y la zona de glacis.

Perfil BLW-4

Este perfil se ha efectuado al mismo nivel estratigráfico del yacimiento, unos 40 m al Norte del mismo y
con un espesor de 4 m, con vistas al seguimiento de su evolución lateral. El perfil comienza con 8 cm de
areniscas de grano fino y tonos verdosos sin presencia de carbonatos. A techo tenemos 32 cm de lutitas
pardas con restos de micas, raíces y signos de oxidación que dan paso a 10 cm de calcilutitas verdes con
restos de raíces y micas y 10 cm de margas arenosas claras con gasterópodos. Por encima se encuentra
el nivel del yacimiento que en este caso aparece con un espesor de 17 cm y litología compuesta por mar-
gas arenosas claras compactadas con gasterópodos y un nivel de microconglomerados a la base. El es-
trato conforma una secuencia interna de tipo granodecreciente que da paso a un nivel de 10 cni de
areniscas y limos pardos con laminación horizontal, signos de oxidación y presencia de micas.

A techo encontramos 18 cm de margas arenosas de tonos grises y verdes con gasterópodos, restos de raí-
ces y oxidaciones que dan paso a 17 cm de lutitas oscuras con laminación horizontal y 22 cm de margas
arenosas verdes con muro irregular y oxidaciones. Por encima de este nivel comienza el talud blanco
con 18 cm de calcilutitas y arenas muy finas de tonos claros, que dan paso a 70 cm de perfil cubierto y
finalmente a 60 cm de margas blancas compactadas que forman un banco de muro ligeramente irregular.

Perfil BLW-5

Esta sección se encuentra a unos 200 m al Norte del yacimiento. Desde la base del barranco tenemos un
espesor de materiales cercano a 10 m donde resulta muy difícil apreciar las litologías reales debido a la
gran cantidad de desprendimientos y derrubios existentes. Por encima de esta zona tenemos dos niveles

84
ESTRATIGRAFÍA Y SEDIMENTOLOGÍA DEL YACIMIENTO PALEONTOLÓGICO BARRANCO LEÓN (ORC E, ESPAÑA)

de calcilutitas superpuestas de 80 y 200 cm de tonos pardos y ocres respectivamente. A techo aparece un


talud subvertical formado en su base por dos niveles superpuestos de calcilutitas grises y verdes de 60 cm
de espesor cada uno de ellos. En ambos casos, estas facies presentan compactación, edafización a techo,
oxidaciones y niveles de mayor contenido lutítico. A techo tenemos un nuevo nivel de calcilutitas de 60
cm con color ocre, restos de raíces, oxidaciones y signos de exposición subaérea a techo. A techo conti-
núa con un nuevo nivel de calcilutitas grises y verdes con restos de raíces que da paso a un episodio
de 12 cm de potencia compuesto por lutitas verdes con gasterópodos, laminación horizontal y oxi-
daciones.

A partir de este punto el perfil se caracteriza por la aparición de 11 secuencias de carbonatación cre-
ciente con distintos espesores y rasgos litológicos. La primera presenta 20 cm de calcilutitas claras con
oxidaciones y edafización que dan paso a 40 cm de margas compactadas blancas con abundantes signos
de exposición subaérea y nodulización. La segunda secuencia aparece formada en orden superior por
15 cm de calcilutitas claras con oxidaciones, 5 cm de lutitas verdes con gasterópodos, laminación hori-
zontal y oxidaciones, 20 cm de calcilutitas claras con signos de edafización y finalmente un banco de 40
cm de margas compactadas blancas de textura similar al de la secuencia anterior. La tercera secuencia
tiene 50 cm de espesor total repartido en 13 cm de calcilutitas claras con oxidaciones, 12 cm de mar-
gas blancas y 25 cm de margas compactadas tabulares. La cuarta secuencia se compone de dos
niveles: 20 cm de calcilutitas claras y 20 cm de margas calcáreas compactadas color crema y texturas
edafogénicas.

La quinta secuencia tiene 60 cm de espesor divididos en 10 cm de calcilutitas grises y verdes con oxida-
ciones, 40 cm de margas blancas compactadas y 10 cm de margocalizas que marcan el techo de la
secuencia. La secuencia número 6 tiene 80 cm de espesor y tres niveles: 20 cm de calcilutitas grises y
verdes con oxidación, 40 cm de margas blancas y 20 cm de margocalizas con muro irregular, abundan-
tes signos de edafización y nodulización. La séptima secuencia, de 60 cm, presenta dos niveles: 45 cm
de margas blancas con oxidaciones a la base y 15 cm de margocalizas similares a la secuencia anterior.

Las secuencias 8 a 11 aparecen con mayor espesor y desarrollo de sus facies. Así, la octava se compone
en orden ascendente por un nivel de margas blancas de 25 cm, calcilutitas color crema con restos de raí-
ces y oxidaciones (dos niveles superpuestos de 40 y 30 cm), margas blancas (35 cm) y un potente banco
de (margo)calizas intraclásticas nodulizadas de 95 cm de potencia con muro irregular, signos de exposi-
ción subaérea, oxidaciones y porosidad fenestral. La novena secuencia se compone de 10 cm de calcilu-
titas pardas a la base, 45 cm de margas blancas nodulizadas y con signos de edafización y un estrato de
35 cm compuesto a la base por calcarenitas intraclásticas de tonos anaranjados y a techo por micritas
grises con signos de edafización.

La décima secuencia se compone de 2 m de calcilutitas claras parcialmente cubiertas y un estrato de 20


cm de calcarenitas con oxidaciones y poros fenestrales. La última secuencia de este tramo se compone
de 150 cm de calcilutitas pardas parcialmente cubiertas y 20 cm de calizas micríticas grises compacta-
das con diversos elementos texturales de origen edafogénico. El perfil finaliza con un nivel de 2 m de
potencia compuesto de calcilutitas claras parcialmente cubiertas, dos niveles superpuestos de lutitas par-
das compactadas y cementadas de 40 y 30 cm de potencia y 40 cm de calcilutitas claras que dan paso a
la zona de glacis.

85
El Pleistoceno inferior de Barranco León y Fuente Nueva 3, Orce (Granada)

Correlación estratigráfica, definición de unidades


y asignación cronoestratigráfica

De los siete perfiles descritos, seis de ellos se han sintetizado en un panel de correlación con vistas al
establecimiento de unidades estratigráficas de rango mayor (fig. 6). El establecimiento de estas unidades
se basan en criterios secuenciales, litológicos, bioestratigráficos y de correlación con unidades genéticas
definidas previamente para el conjunto de la cuenca (García Aguilar, 1997). Una vez efectuado el análi-
sis del panel de correlación se plantea la presencia en la zona de cuatro unidades estratigráficas de rango
mayor, nombradas de modo abreviado e informal como A, B, C y D, y definidas por las siguientes
características:

Unidad A: corresponde a la zona inferior del barranco con predominio de desprendimientos y derrubios
de ladera lo que impide en la mayoría de casos una acertada observación litológica. Aquellas zonas
donde ha sido posible esta observación (perfiles BLW-3 y BLW-5) muestran facies de calcilutitas claras
(tonos ocres y pardos) con textura isótropa y posible presencia de microcristales de yeso. Teniendo en
cuenta la posición estratigráfica de esta unidad respecto a los yacimientos paleontológicos de la zona y
otros criterios de correlación regional, se asigna a esta unidad una edad plioceno superior (biozona
MN17). Los espesores de esta unidad son de 12 m registrados y hasta 25 m totales desde la base del
barranco en su zona Norte.

Unidad B: presenta un espesor entre 5,5 y 6,5 m y una secuencia litológica marcada por un número
variable de ciclos de carbonatación creciente (de 6 a 10) a partir de dos estados: calcilutitas claras a la
base y margas o margocalizas a techo en bancos estratiformes. La potencia media de estos ciclos es de
65 cm y la relación de espesor [calcilutitas / margas-margocalizas se sitúa normalmente entre 1 y 4. El
grado de correlación de esta unidad es muy alto entre los perfiles BLE-1, BLE-2 y BLW-5, mientras que
el perfil BLW-3 no muestra estos ciclos de carbonatación a techo y si dos únicos niveles de margocali-
zas y calcilutitas de alto espesor relativo. Este hecho permite considerar una evolución lateral de esta
unidad en el sector de estudio marcada por escasos cambios salvo en dirección W donde los medios de
depósito habrían sido mucho más persistentes en el tiempo. Los perfiles BLW-1, BLW-2 y BLW-4 no
presentan materiales de esta unidad al situarse a un nivel estratigráfico superior.

86
ESTRATIGRAFÍA Y SEDIMENTOLOGÍA DEL YACIMIENTO PALEONTOLÓGICO BARRANCO LEÓN (ORC E, ESPAÑA)

=5)

BLW4
BLW 1
B
mil
1.1111110111.
••■•■•■
=
10 11••I
r1,7179 Mari

8 WIM1111111111.1111
••••■■■•■■
mizmuse•
MIMO
1 7 -u

BLE1
J46 1
5
BLW 3 BLE 2
4 2
m 1
3 0 BLW5
Er:E 2
11

Figura 6. Columnas estratigráficas sintéticas llevadas a cabo en Barranco León, panel de correlación entre las mismas y unidades
estratigráficas definidas (en círculo). Clave de signos: 1: margas y calcilutitas, 2: (margo)calizas, 3: lutitas, 4: areniscas y calcareni-
tas, 5: margas arenosas y facies detríticas mixtas, 6: cubierto, 7: gasterópodos, 8: niveles arenosos y microconglomeráticos, 9: res-
tos de vertebrados, 10: líneas de correlación.

Unidad C: muestra un espesor entre 6 y 6,5 m y una secuencia litológica marcada por grandes variaciones
laterales y verticales. Así, en el sector Este, esta unidad presenta dos tramos: el inferior de 3 a 3,5 m de
potencia se compone de calcilutitas y margas con gasterópodos ordenadas en secuencias de edafización y
nodulización a techo. El tramo superior (de 3 a 3,5 m de espesor) se compone de ciclos calcilutitas --> mar-
gocalizas. El número de ciclos es mayor y su potencia relativa menor conforme nos desplazamos hacia el
Sur. Los perfiles de la ladera Oeste muestran para esta unidad diversos cambios: así en la zona Sur, apare-
ce a la base un tramo detrítico formado por areniscas y lutitas que se acuña hacia el Norte y hacia el Este
pasando de tener 3 m de espesor en el perfil BLW-1 a 1,5 m en el perfil BLW-4. Este tramo incluye los
actuales yacimientos paleontológicos y muestra una dirección media de los aportes N235-250E. A techo de
este tramo detrítico y en sentido distal tenemos un tramo calcáreo de un espesor comprendido entre
3 y 4 m compuesto por ciclos de carbonatación calcilutitas (margo)calizas. En contra de la unidad B,
esta unidad muestra unos ciclos de carbonatación bastante irregulares tanto en número como en espesor.

El grado de correlación de esta unidad es alto entre los perfiles BLE-1 y BLE-2 por un lado y BLW-1,
BLW-2, BLW-3 y BLW-4 por otro. El perfil BLW-5 muestra dificultades de correlación, así como el
conjunto de perfiles entre si debido a estos rápidos cambios laterales y verticales. Tales hechos permiten
considerar una evolución lateral de esta unidad en el sector de estudio caracterizada por continuos cam-
bios litológicos a lo largo de una línea SW-NE que marca la sucesión proximal distal de facies. Esta
misma tendencia proximal distal se observa en un sentido muro --> techo.

87
El Pleistoceno inferior de Barranco León y Fuente Nueva 3, Orce (Granada)

Unidad D: muestra un espesor registrado de 2 a 3 m y un espesor total hasta la superficie del glacis de
unos 6 m. Su secuencia litológica aparece marcada por materiales detríticos en sentido amplio. Así en la
ladera Este, esta unidad muestra hasta 4 ciclos calcarenitas ---> calcilutitas con una potencia media en
cada caso de 74 cm, mientras que en la ladera Oeste aparece una evolución lateral de facies desde mar-
gas arenosas y calizas en el Sur hasta calcilutitas y lutitas pardas en el Norte. Esta unidad solo aparece
registrada en los perfiles BLE-1, BLE-2, BLW-3 y BLW-5, siendo su grado de correlación a lo largo del
barranco apreciable a partir de criterios morfológicos y litológicos.

En cuanto a la evolución de esta unidad, parece tener una cierta orientación proximal distal en senti-
do opuesto a la unidad anterior. Prueba de ello es la presencia de margas y calizas en el perfil BLW-3 y
calcilutitas y lutitas en el perfil BLW-5, mientras que los perfiles de la ladera Este muestran diversos
niveles de areniscas calcáreas y calcarenitas. Estos hechos podrían dibujar una línea general de distali-
dad E W en la unidad D para la zona de estudio.

Los contactos verticales observados entre unidades aparecen marcados en la zona de estudio por una
concordancia geométrica aparente debido a dos factores clave: escasas diferencias de espesor en todas
las unidades dentro de la zona de estudio (lo que da lugar a cuerpos sedimentarios tabulares con elevada
continuidad lateral) y ausencia de grandes cicatrices erosivas o cambios de buzamientos que delimiten
los contactos verticales entre unidades. No obstante, en imágenes de campo se pueden comprobar fácil-
mente los límites entre estas unidades (ver apéndice): la unidad A se identifica morfológicamente por
sus derrubios de ladera y torrentes de pequeño tamaño, la unidad B por su mayor pendiente, tonos cla-
ros y resaltes morfológicos que corresponden a los estratos de (margo)calizas. La unidad C muestra un
cuerpo tabular diferenciado por una mayor presencia de vegetación, tonos más oscuros y líneas morfo-
lógicas irregulares (sobre todo en la ladera W) que delimitan las bases de los estratos de areniscas. Por
último, la unidad D aparece con una pendiente menor, mayor cantidad de vegetación y asociada en su
límite superior a la superficie de glacis.
Como resumen de todos los datos anteriores sobre las unidades estratigráficas definidas se plantea la
siguiente tabla y una columna estratigráfica general para el sector (fig. 7):

Unidad Potencia máxima Edad estimada Medios deposiciona- Litologías principales Ciclos sedimentarios Sentido genérico
observada y rango les detectados observados proximal -a dista
de edad absoluta
D 6m Transito Pleistoceno Aluvial s.1, Lacustre (calci)lutitas, margas 4 con una potencia media SE --> NW
0,8 — 0,4 superior-medio lutítico arenosas, calcarenitas de 74 cm
M.a (MP18-19)
C 6,5 m Pleistoceno inferior Aluvial s.1, Lacustre Calcilutitas, margas, Hasta 6 con espesores SW -a NE
1,3 — 0.8 medio - alto (MP18) lutítico y Lacustre calizas, areniscas y muy diversos
M.a carbonatado en dos lutitas
tramos superpuestos

B 6,5 m Pleistoceno inferior Lacustre carbonatado Margocalizas, margas Hasta 10 con una W —a E
1,8 —1,3 M.a Basal (MP18) y calcilutitas potencia media de 65 cm

A 25 m Plioceno superior Lacustre s.l Margas y calcilutitas Indefinidos Indeterminado


(MN17)

88
ESTRATIGRAFÍA Y SEDIMENTOLOGÍA DEL YACIMIENTO PALEONTOLÓGICO BARRANCO LEÓN (ORC E, ESPAÑA)

glacis •

22 11115~11 •
lisimmusew o
20 swasewise

a
■•••■•■ • C
16 :,......_ 6
pc

14
C
/11
12 de
--:-.....—.—=
---
O

8 ----:
., ...-..
---:—..

6 de Figura 7. Serie estratigráfica ideal y sintética de


Barranco León. Clave de columnas: 1: litologí-
4- as (tramas similares a la figura 6), 2: unidad
A 25 estratigráfica definida y tipo de contacto verti-
cal (dc: disconformidad, pc: paraconformidad),
3: espesor medio de cada unidad y sentido
general de paleocorrientes, 4: medio sedimenta-
a bc d rio (a: lacustre carbonatado, lacustre calcilutíti-
I 1 1 L2-1 1 31 1 41 co, c: delta-costa lacustre, d: llanura de inunda-
ción, e: aluvial).

SEDIMENTOLOGÍA

Introducción

El análisis sedimentológico de la zona será realizado desde una perspectiva aplicada y práctica, con
objeto de caracterizar el contexto sedimentario y paleogeográfico de los yacimientos paleontológicos.
Lejos de este objetivo queda llevar a cabo un análisis composicional y genético exhaustivo de facies y
secuencias detectadas, así como su comparación con modelos sedimentarios actuales. Para una informa-
ción detallada sobre estos aspectos se remite a los trabajos de García Aguilar (1997), García Aguilar y
Martín (2000), Anadón et al (1987).

Análisis secuencial interpretativo de las unidades


estratigráficas definidas
Unidad A: la aparente homogeneidad litológica vertical y lateral de este conjunto, compuesto por mar-
gas y calcilutitas claras con escasos elementos texturales (posibles restos de raíces, trazas de oxidación
microcristales de yeso) y dificultad de observación, hace complicada una interpretación sedimentaria
del mismo. Si tenemos en cuenta su edad más probable (plioceno superior) y el contexto sedimentario

89
El Pleistoceno inferior de Barranco León y Fuente Nueva 3, Orce (Granada)

regional, estas facies habrían correspondido a un sistema lacustre marginal que rodeaba a otro sistema
lacustre más somero de sedimentación margoso-evaporítica situado en el sector central de la depresión
de Baza (García Aguilar, 1997).

En aquellas zonas donde hacían su entrada aportes detríticos mediante flujos más o menos canalizados,
de carácter distal en todo caso, se constituían lagos o lagunas de sedimentación (calci)lutítica de cierta
profundidad, como es el caso de los sectores de Cortes de Baza o Galera-Orce. Por el contrario, los sec-
tores centrales de este sistema (Baza-Benamaurel-Cúllar) aparecían con muy poca columna de agua,
gran subsidencia relativa y sedimentación gobernada por ciclos climáticos de origen astronómico y fre-
cuencias muy diversas (desde 500 a 5000 años) que daban lugar a depósitos alternantes centimétricos de
evaporitas y margas en sus estados de nivel bajo y nivel alto respectivamente.

El conjunto del sistema funcionaba según un modelo tipo playa-lake para el sector central y lagos
(calci)lutíticos de decantación dominante para los sectores marginales, como es el caso de Barranco
León. La continuidad temporal de este modelo hace que sean escasas las secuencias observadas a esca-
la mesoscópica. Algunas de ellas se han detectado en el perfil BLW-5, donde aparece una sucesión de
calcilutitas marcada por diferencias cromáticas desde el ocre hasta el pardo, estas últimas asociadas
virtualmente a una mayor cantidad de lutitas y por tanto a un episodio de entrada de material aluvial s.l.

Unidad B: Este conjunto aparece definido por la presencia de secuencias cíclicas formadas por dos esta-
dos litológicos. A muro aparecen margas y/o calcilutitas claras en general isótropas o con eventuales res-
tos de raíces, oxidaciones e incluso de modo accidental intraclastos calcáreos o restos carbonosos. A
techo, la secuencia evoluciona hacia depósitos de (margo)calizas micríticas o margas compactadas de
tonos claros con diversos elementos texturales y estructurales: muros erosivos o alabeados, noduliza-
ción, brechificación, edafización, laminación horizontal, estructuras de escape de gas, intraclastos, etc.
A pesar de no contar con láminas delgadas de estas facies con vistas a su estudio microscópico, parece
lógico predecir en ellas elementos biogénicos tales como gasterópodos, bivalvos o estructuras algales.
Estas secuencias resultan sumamente comunes en medios de sedimentación lacustres, estando asociadas
de modo sistemático a fenómenos de somerización (secuencias shallowing upwarc0. En estos casos, las
facies de margas y calcilutitas corresponden a los estados de mayor profundidad (nivel alto o highstand)
que a su vez se relacionan con fases de entrada de flujos aluviales y por tanto con períodos de mayor
precipitación o humedad relativa.

Las facies calcáreas (margas cementadas, calizas o margocalizas) corresponden a estados de poca pro-
fundidad (nivel bajo o lowstand) asociados a etapas de mayor aridez y menor volumen de entrada de flu-
jos aluviales. En estas condiciones se desarrollan mecanismos de fijación de CaCO 3 por vía microbiana
en un medio de carácter alcalino (ver discusión de estos fenómenos en García Aguilar, 1997). El carác-
ter lacustre de los depósitos de highstand aparece avalado por la presencia de paligorskita, filosilicato
índice de estas condiciones encontrado en facies de edad y litología similares.

Estos ciclos de somerización son especialmente evidentes en zonas marginales de los sistemas lacustres
o en aquellos lagos de poca profundidad general donde quedan bien reflejadas las oscilaciones del nivel
de agua. En este sentido parece evidente considerar la zona de estudio como un lago de poca profundi-
dad general, donde de modo cíclico sucedían descensos del nivel que transformaban unos lagos de
decantación dominante y cierta profundidad (de 1 a 3 m de modo tentativo) en zonas de producción
biogénica muy someras (menos de 1 m de profundidad en todo caso) y alimentación hídrica de tipo

90
ESTRATIGRAFÍA Y SEDIMENTOLOGÍA DEL YACIMIENTO PALEONTOLÓGICO BARRANCO LEÓN (ORC E, ESPAÑA)

meteórico, ocasionalmente aluvial e incluso hidrotermal. El modelo paleogeográfico en este caso


correspondería a suelos encharcados con precipitación carbonatada de origen biológico.

Aplicando todas estas consideraciones a la zona de estudio, tenemos como el sistema lacustre pleistoce-
no basal localizado en Barranco León habría estado formado por zonas alternantes de nivel alto-nivel
bajo en la zona del perfil BLE-2, zonas dominantes de mayor profundidad en las verticales de las series
BLE-1 y BLW-5 y una zona de "isla" con somerización semipermanente en la zona del perfil BLW-3.
A techo de la unidad aumenta el espesor de los ciclos (perfiles BLE-1, BLE-2 y BLW-5), lo que puede
ser interpretado en relación con una mayor persistencia temporal de las condiciones que generan los
estados de nivel bajo y nivel alto.

En cuanto al origen último de estos ciclos, García Aguilar (1997) plantea un efecto climático gober-
nado por factores astronómicos que inducen las etapas de somerización. Estos ciclos se han definido
en su gran mayoría dentro de la banda de Milankovitch en unidades lacustres presentes en la cuenca
para edades comprendidas entre el alfambriense y el pleistoceno inferior. En concreto, los ciclos de
somerización lacustre pleistocenos se han asociado a frecuencias de temporales de 40 ka y 105 ka,
correspondientes a ciclos de oblicuidad orbital terrestre y excentricidad orbital terrestre de modo
respectivo.

Los datos secuenciales presentes en los perfiles llevados a cabo muestran hasta 10 ciclos de someri-
zación (perfil BLW-5) con una potencia media de 65 cm por ciclo y una relación de espesor media
[calcilutitas s.1/ calizas si] igual a 2,8.

El cálculo en este caso de las frecuencias temporales asociadas a estos ciclos resulta difícil habida cuenta
de la necesidad de contar en este caso con registros paleomagnéticos o bioestratigráficos de detalle, además
de aplicar las técnicas geoestadísticas apropiadas (programa CYSTRATI: Pardo Igúzquiza et al, 1994).
A pesar de estas limitaciones resulta tentador estimar el orden de estos ciclos: teniendo en cuenta la tasa
de sedimentación promedio estimada para el conjunto de 1,5 cm/ka, nos da un rango temporal para esta
unidad de unos 500 ka para un espesor medio de 6 m, lo que equivale a una duración para cada ciclo de
somerización de 50 ka. Este valor entra en el ambito de los ciclos de oblicuidad orbital terrestre (valor
teorico de 41 ka.), dentro de la banda de Milankovitch.

Unidad C: desde el punto de vista sedimentológico esta unidad de 6 m de espesor medio resulta la más
compleja del conjunto estratigráfico. Han sido determinadas en ella hasta 10 tipos de litologías distintas,
tres ambientes deposicionales, más de 15 secuencias sedimentarias y dos tramos estratigráficos. Estas
variaciones se producen tanto en el tiempo como en un espacio de apenas 500 m lineales lo que nos da
una idea del dinamismo sedimentario asociado a la unidad C, que incluye además los actuales yaci-
mientos paleontológicos.

En la zona Este del barranco este conjunto presenta dos tramos plenamente identificables tanto en el per-
fil BLE-1 como en el BLE-2: un tramo inferior calcilutítico y otro superior margoso-calizo formado por
ciclos de somerización lacustre. El tramo inferior presenta un espesor creciente desde 2,5 a 3,5 m en
sentido S N de facies margosas y calcilutíticas que muestran una considerable diversidad de elemen-
tos texturales (intraclastos, zonaciones cromáticas que abarcan desde el amarillo al violeta, laminación
horizontal. compactación...) y biológicos (gasterópodos de pequeño tamaño tanto enteros como rotos,
restos carbonosos. raíces...).

91
El Pleistoceno inferior de Barranco León y Fuente Nueva 3, Orce (Granada)

La presencia de gasterópodos y facies oscuras quizás sean los dos signos identificativos de este tramo.
Secuencialmente aparecen tres ciclos de somerización no muy evidentes marcados por niveles edafogé-
nicos y de exposición subaérea dentro de las mismas facies calcilutíticas o margosas.

A nivel interpretativo debemos considerar este tramo calcilutítico de modo único en el sector Este. Los
tipos litológicos y sobre todo los elementos texturales definidos parecen indicar la presencia de escena-
rios lacustres de escasa profundidad (quizás en torno a 1 m), gobernados por procesos de decantación
dominante y cierta proliferación biológica. La aparición en algunos casos de niveles tractivos con intra-
clastos de procedencia SW indicaría así mismo la entrada de flujos aluviales s.1 y/o la presencia de
movimientos dinámicos en estos lagos (corrientes u oleajes). Otro aspecto interesante se refiere a la
existencia de niveles oscuros arcillosos con restos carbonosos y gasterópodos.

Estas facies han sido descritas en diversos puntos de la cuenca y en distintos niveles estratigráficos plio-
pleistocenos de modo similar. En el caso de los niveles presentes en el sector de Gorafe, de edad alfam-
briense, los análisis químicos y mineralógicos efectuados conducen a la conclusión de que estos niveles
podrían asociarse a eventos de actividad hidrotermal dentro de los sistemas lacustres. Esta hipótesis
queda avalada por la presencia en estos sedimentos de fluorita y celestina, cuyos iones F- y Sr ++ han sido
asociados genéticamente a fluidos endógenos, así como la presencia actual en la cuenca de estas
surgencias (por ejemplo en Fuencaliente de Orce).

En el caso del pleistoceno inferior, tales fenómenos hidrotermales podrían haber sido frecuentes e inclu-
so haber generado lagos de cierto tamaño. Otro planteamiento de interés se refiere al hecho de contar en
este período con lagos de aguas calientes y permanentes que habrían ejercido un efecto de atracción eco-
lógica sobre especies muy variadas (incluida por supuesto Horno sp.) y que, por otra parte, podrían regu-
lar de modo favorable la actividad biológica y la obtención de recursos tróficos incluso en períodos
climáticos desfavorables, como por ejemplo en épocas glaciares.

Respecto a la evolución vertical del tramo, tenemos como las tres secuencias de somerización marca-
das a techo por niveles finos de margas y calcilutitas edafizadas y cementadas indicarían momentos de
nivel bajo en el lago (lowstand) y descenso en la columna de agua ligados a períodos de mayor aridez.
La no aparición de calizas s.1 a techo de estas secuencias, tal y como sucede en otros tramos del con-
junto estratigráfico, se interpreta como debido a la presencia de abundante materia en suspensión de
origen aluvial que habría inhibido la actividad (micro)biológica necesaria para generar los sedimentos
carbonatados. Esta zona, por tanto, habría correspondido a un lugar de entrada preferente de material
detrítico aluvial.

En la ladera Oeste del barranco este tramo basal calcilutítico cambia lateralmente de facies hacia depó-
sitos detríticos de distinta naturaleza (areniscas, calcarenitas, lutitas cromáticas, margas arenosas e
incluso niveles de intraclastos con tamaños de hasta 8 cm) ordenados en secuencias granocrecientes
(coarsening upward) de 50 a 80 cm de espesor. La potencia y el número de estas secuencias presenta
una línea de acuñamiento lateral en sentido Norte: desde 320 cm de espesor total y 4 secuencias en la
serie BLW-1 a 180 cm y dos secuencias en la serie BLW-4. Por otro lado, tenemos como la naturaleza
litológica y los elementos texturales encontrados en estas secuencias deja fuera de toda duda su carác-
ter tractivo y una procedencia SW. Los granos detríticos presentes suelen ser de pequeño diámetro (equi-
valentes a arena fina), de composición cuarzosa dominante, elevado sorting y gran madurez
textural.

92
ESTRATIGRAFÍA Y SEDIMENTOLOGÍA DEL YACIMIENTO PALEONTOLÓGICO BARRANCO LEÓN (ORC E, ESPAÑA)

Estos datos confirman una procedencia lejana de los aportes, aunque por otro lado tenemos la presencia
de intraclastos calcáreos de cierto tamaño que si muestran signos de transporte más activo. Una hipóte-
sis razonable para conjugar estos hechos sería la existencia en la zona SW de Barranco León de un borde
lacustre marginal con procesos dinámicos tanto internos del propio lago (corrientes y olas, formadores
de las concentraciones de intraclastos) como externos, con la presencia de pequeños deltas lacustres de
procedencia aluvial lejana.

Este escenario de costa lacustre detrítica y carácter dinámico explicaría además las concentraciones de
huesos asociadas a los niveles arenosos y calcareníticos del yacimiento actual (perfil BLW-3). Otro
aspecto de interés radica en considerar los niveles oscuros de lutitas con gasterópodos presentes de
modo sistemático a muro de los depósitos detríticos en asociación genética con los episodios hidroter-
males antes mencionados. Entre los perfiles BLW-4 (donde este tramo detrítico solo presenta un espesor
de 180 cm) y BLW-5. donde este tramo no aparece, tiene lugar su acuñamiento definitivo y el cambio
lateral de facies hacia depósitos carbonatados s.1 constituidos por dos secuencias de somerización calci-
lutitas margas (margo)calizas de 220 y 90 cm de potencia. El estrato calizo superior de la segunda
secuencia muestra signos de tracción a muro conformando facies calcareníticas. Este hecho demostraría
la correlación entre el tramo detrítico s.s situado al Sur y estas secuencias carbonatadas cuyo origen,
como ya se comentó en la unidad B, se debe a cambios cíclicos del nivel lacustre en un medio con inten-
sa actividad (micro)biológica.

El tramo superior de la unidad C corresponde a secuencias de carbonatación a techo con diversas moda-
lidades. Así en la ladera Este, este tramo presenta dos (serie BLE-2) o seis (serie BLE-1) secuencias for-
madas por dos estados litológicos muy variables en el tiempo y el espacio: a muro tenemos margas pre-
dominantes en la zona inferior del tramo y en la serie BLE-1 o calcilutitas cromáticas, más frecuentes en
la zona superior del tramo y en la serie BLE-2. El techo de las secuencias pueden incluir calizas micríti-
cas o calcarenitas en la zona inferior del tramo y en la serie BLE-2 o margas compactadas y edafizadas
en la zona superior del tramo y a nivel de la serie BLE-1.

Estas variaciones litológicas y secuenciales pueden interpretarse como debidas a la existencia de una
zona marginal lacustre a nivel del perfil BLE-1, de modo que pequeños descensos del nivel darían lugar
a entornos deposicionales diferenciados. Hacia el Norte, este sistema lacustre habría aumentado su pro-
fundidad, de modo que solo muestra dos secuencias de somerización con evidente predominio de las
facies margosas y calcilutíticas. La evolución temporal de este modelo apunta una progresiva entrada de
material detrítico y mayor influencia aluvial como lo demuestra la mayor cantidad de lutitas presentes a
techo del tramo, especialmente evidentes en la serie BLE-1.

En la ladera Oeste del barranco, este tramo aparece parcialmente representado en las series BLW-1 y
BLW-4 con una secuencia de carbonatación a techo margas margocalizas de espesor variable (50 cm
al Sur y 120 cm al Norte) interpretable en base al modelo general de lago sometido a procesos de some-
rización y gran actividad (micro)biológica. Los perfiles BLW-3 y BLW-5 muestran un espesor total
de este tramo de 380 cm y 400 cm respectivamente ordenados en dos secuencias de carbonatación com-
pleta a techo desde facies lutíticas a calcilutíticas, margosas y finalmente calizas en la serie BLW-3,
y calcilutíticas y calizas en la serie BLW-5.

El modelo paleogeográfico de este sistema lacustre, caracterizado por una zona marginal hacia el Sur y
una zona central hacia el Norte, se pone especialmente de manifiesto al analizar este tramo a través de
los perfiles BLW-3, con mayor potencia de las facies calizas y presencia de lutitas (asociadas a inputs

93
El Pleistoceno inferior de Barranco León y Fuente Nueva 3, Orce (Granada)

aluviales), y BLW-5 con elevada potencia de las facies calcilutíticas (asociadas a depósitos centrales
del lago) frente a las calizas, cuyos espesores apenas superan los 20 cm en ambas secuencias. El límite
superior de la unidad C aparece marcado en todos los perfiles por una superficie de disconformidad
estratigráfica que marca el inicio de facies dominantemente detríticas, aunque de carácter distal,
pertenecientes a la unidad D.

En cuanto al origen de todas las secuencias sedimentarias observadas, tenemos como a pesar de su varia-
bilidad litológica presentan un patrón común de somerización a techo, ligado al descenso relativo (des-
plazamiento lateral del lago) o absoluto del nivel. En el primer caso, la migración lateral de los medios
deposicionales parece ser evidente a tenor de las diferencias litológicas laterales y verticales observadas
en muy poca distancia horizontal y en un mismo tramo estratigráfico. Este dinamismo sedimentario
puede ser explicado en relación con factores autocíclicos: sistemas lacustres dinámicos y someros
con influencia aluvial. Por el contrario, los descensos absolutos de nivel habría que relacionarlos con
factores alocíclicos ligados con toda seguridad a cambios climáticos generales (ciclos orbitales de
Milankovitch).

Unidad D: solo aparece representada en los perfiles BLE-1, BLE-2, BLW-3 y BLW-5, con un espesor
registrado entre 4 y 5 m y facies margoso-detríticas. A nivel litológico esta unidad comienza normal-
mente con un estrato detrítico de calcarenitas de espesor variable. En la ladera Este, la unidad D mues-
tra tres secuencias de implantación lacustre: en el perfil BLE-1 calcarenitas o margas arenosas --> calci-
lutitas de 60, 70 y 60 cm de potencia. Los rasgos litológicos de las calcarenitas (cantos de naturaleza
cuarzosa dominante bien redondeados y elevado sorting), así como la ausencia de marcas erosivas de
muro en los estratos lleva a considerar la existencia de pequeños deltas lacustres ligados a sistemas
aluviales muy distales de procedencia Oeste.

Esta situación cambiaría en el tiempo hacia un aumento del nivel del sistema lacustre correspondiente
a los depósitos de calcilutitas. Estas últimas facies presentan tonos pardos y mayor concentración de
lutitas que en tramos estratigráficos infrayacentes. La secuencia sedimentaria continúa en este caso
hasta la superficie morfológica de glacis con materiales muy derrubiados.

El perfil BLE-2 presenta tres secuencias equivalentes a las descritas antes aunque de distinto espesor.
Así, la secuencia basal muestra 170 cm de espesor con 12 cm de areniscas compuestas de granos de
cuarzo de hasta 1 cm de diámetro y gran madurez textural en su base. A techo de este depósito aparecen
tres niveles superpuestos de calcilutitas con signos de edafización, nodulización y exposición subaéra a
techo en cada caso. Esta secuencia se interpretaría como correspondiente a una zona central lacustre con
escasa influencia directa de aportes detríticos de origen aluvial (salvo en la base) y sometida a ciclos de
somerización gobernados por factores climáticos alocíclicos.

Las secuencias segunda y tercera se componen de calcarenitas a muro y lutitas pardas a techo. Por
encima ya nos encontramos los materiales cubiertos del glacis. Estas dos secuencias indican una evo-
lución sedimentaria en el sistema tendente hacia una progresiva influencia de las entradas (inputs)
aluviales en el lago hasta dominar la situación paleogeográfica. No hay que perder de vista el hecho
de que estos sistemas deltáicos, representados por las calcarenitas cuarzosas, son la expresión distal
de sistemas aluviales muy dinámicos y energéticos desarrollados en su mayoría desde la depresión de
Guadix.

94
ESTRATIGRAFÍA Y SEDIMENTOLOGÍA DEL YACIMIENTO PALEONTOLÓGICO BARRANCO LEÓN (ORC E, ESPAÑA)

En la ladera Oeste, el perfil BLW-3 muestra dos secuencias compuestas por calcarenitas nodulizadas y
texturas similares a las descritas hasta ahora que evolucionan hacia margas y calcilutitas arenosas. En la
primera secuencia, estas facies muestran la presencia de nódulos calcáreos de hasta 12 cm de diámetro,
mientras que en la segunda estos depósitos tienen una textura isótropa dominante. A techo aparece una
paleoterraza conglomerática y materiales cubiertos antes de acceder a la zona de glacis.

Estas secuencias pueden ser interpretadas desde el punto de vista sedimentológico de modo similar a
otras presentes en la ladera Este: implantación de sistemas lacustres a partir de un delta de origen alu-
vial. En relación con la ladera Este, esta zona representaría un borde más proximal o cercano a la zona
de abastecimiento aluvial, como lo demuestra la presencia de arena e intraclastos en las facies de nivel
alto ( calcilutitas y margas).

Por último, el perfil BLW-5 no muestra depósitos de calcarenitas y si materiales (calci)lutíticos ordenados
en 4 niveles: calcilutitas claras lutitas pardas compactadas lutitas pardas compactadas ---> calciluti-
tas claras. Estos últimos materiales dan paso a la zona cubierta previa al glacis. Las características lito-
lógicas de estas facies, ausencia de signos de tracción, etc. conduce a considerar el sector del perfil
BLW-5 como una zona lacustre alejada de las entradas directas de material detrítico grosero (calcareni-
tas). en contra de lo que sucede en los tres perfiles anteriores. Este hecho nos lleva a dibujar una paleo-
geografía bastante definida con una banda de entrada deltáica preferente de orientación SE —› NW
y zonas marginales a estas entradas hacia el Norte de esta banda. En cuanto al origen de estos ciclos
calcarenitas calcilutitas, una vez más cabe considerar la presencia de factores alocíclicos ligados a
cambios climáticos generales.

El grado de correlación de la unidad D entre todos los perfiles donde aparece es bastante alto en general.
El escenario sedimentario correspondería con al menos tres ciclos de implantación lacustre tras la entra-
da de un episodio detrítico deltáico de caracteres distales y desarrollo espacial limitado. Las etapas de
nivel alto (highstand) representadas por calcilutitas dibujan lagos con aportes aluviales y desarrollo
biológico limitado, mientras que las etapas de nivel bajo (lowstand) corresponderían a estos eventos
deltáicos de origen aluvial distal que produciría una reducción de la superficie lacustre.

Modelo sedimentario propuesto: escenarios y evolución temporal

A la vista de los datos anteriores se va a proponer un modelo sedimentario integrado del sector Barran-
co León a partir de los cuatro niveles estratigráfícos correspondientes a cada una de las unidades defini-
das. En este modelo se integrarán además datos sobre tectónica, clima y discontinuidades como
expresión de los controles autocíclicos y alocíclicos que han gobernado la sedimentación en la zona
durante desde el plioceno superior al pleistoceno medio.

La unidad A representa en Barranco León un sistema lacustre marginal de cierta profundidad dominado
por procesos de decantación. Este sistema se situaría de modo perimetral a otro margoso-evaporítico
más somero que ocupaba toda la zona central de la depresión de Baza. Los sectores marginales habrían
sido alimentados por flujos aluviales procedentes desde los paleorelieves exteriores. El escenario paleo-
zlirnjtico propuesto para este momento sería de tipo cálido y semi-seco en líneas generales, mientras
que el contexto tectónico habría resultado especialmente activo con movimientos distensivos preferentes
NE-SW a lo largo de toda la depresión de Baza y a favor de fracturas N 150-170 E (García Aguilar,

95
El Pleistoceno inferior de Barranco León y Fuente Nueva 1 Orce (Granada)

1997). Esta actividad tectónica habría conducido hacia la actual configuración geográfica de la depre-
sión de Baza y a otros importantes fenómenos como el aumento de la subsidencia, hidrotermalismo y
aparición de sismitas. En la zona de estudio no ha sido posible establecer diferencias paleogeográficas
de detalle dentro este modelo sedimentario propuesto.

El tránsito vertical entre la unidad A y la unidad B (pleistoceno inferior) aparece marcado geométrica-
mente por una superficie de disconformidad que supone el cambio hacia un modelo tectónicamente
mucho más pasivo en la cuenca y donde disminuye drásticamente la velocidad de subsidencia y la entra-
da de flujos aluviales. En este caso el modelo sedimentario propuesto se caracteriza por un sistema
lacustre carbonatado y somero en líneas generales con importante actividad (micro)biológica y un
régimen climático cálido-seco.

Los ciclos climáticos con una duración de decenas de miles de años habrían producido cambios periódi-
cos en el nivel de este sistema lacustre generando las características secuencias sedimentarias de some-
rización calcilutitas (margo)calizas. El modelo paleogeográfico existente en la zona de Barranco
León correspondería a una serie de sectores de tendencia concéntrica desde una menor profundidad
en la zona Oeste-central hasta mayores profundidades en las zonas Norte y Sur a nivel de los perfiles
BLW-5 y BLE-1 respectivamente.

El tránsito vertical entre las unidades B y C (intrapleistoceno inferior) aparece nuevamente marcado por una
superficie de disconformidad con carácter erosivo en este caso. Por encima de este límite suceden una serie
de importantes cambios paleoambientales. De entrada tenemos una mayor diversificación de los ambientes
sedimentarios tanto en sentido vertical como lateral, lo que nos dibuja un complejo escenario donde se
suceden etapas de sedimentación fluvial s.1, lacustre (tanto carbonatada como calcilutítica) y deltáica.

Por otro lado, los factores paleoclimáticos se transforman hacia un modelo de mayor humedad y menor
temperatura generales, mientras que desde el punto de vista tectónico volvemos a tener una activación
erosiva de los relieves exteriores y mayor actividad hidrotermal, suficiente para generar en si misma
sistemas lacustres.

Este panorama paleogeográfico y paleoambiental se traduce en la zona de estudio en un complejo esce-


nario deposicional con un orden genérico de distalidad en sentido NE. En el sector SW tenemos la
presencia de sistemas aluviales s.1 asociados a fenómenos deltáicos y presencia de costas lacustres,
mientras que hacia el Este y el Norte estas áreas marginales daban paso a zonas de mayor profundidad.
En la zona Este, los sistemas lacustres habrían tenido como característica fundamental su asociación
con fenómenos hidrotermales.

Toda esta diversidad paleogeográfica evoluciona en el tiempo hacia una mayor estabilidad. Los fenóme-
nos aluviales e hidrotermales se atenúan y se instaura un modelo sedimentario similar al caso de la uni-
dad B: sistemas lacustres de sedimentación carbonatada gobernados por un régimen climático de mayor
aridez general y presencia de ciclos que inducen cambios en la profundidad de estos sistemas. En el sec-
tor de estudio, este modelo de lago carbonatado habría tenido una zona más somera hacia el Sur y otra
más profunda en sentido Norte.

Las dos etapas sedimentarias definidas dentro de la unidad C se relacionan estratigráficamente


mediante una superficie de paraconformidad pudiendo estar asociadas a un ciclo glaciar, de modo que

96
ESTRATIGRAFÍA Y SEDIMENTOLOGÍA DEL YACIMIENTO PALEONTOLÓGICO BARRANCO LEÓN (ORC E, ESPAÑA)

el tramo inferior correspondería con la etapa fría (glaciar) y la superior con la etapa cálida (intergla-
ciar). Cabe recordar que precisamente el tramo inferior de la unidad C incluye los actuales yacimientos
paleontológicos.

Nuevamente, el tránsito entre las unidades C y D aparece asociado a una superficie geométrica de dis-
conformidad que en este caso supone otra importante transformación del escenario paleogegráfico y
paleoambiental de la zona. Así, los sistemas lacustres carbonatados anteriores se sustituyen por lagos
de decantación, probablemente de mayor profundidad, y sistemas aluvial-deltaicos que llegan perió-
dicamente desde el SE. Estos cambios estarían asociados con toda seguridad a modificaciones en el
régimen paleoclimático hacia parámetros de mayor humedad y menor temperatura, que a su vez serí-
an compatibles con una mayor presencia de sistemas aluviales. La evolución temporal de este escena-
rio deja de apreciarse en las zonas inmediatamente infrayacentes al glacis, donde ya resulta muy difí-
cil la identificación sedimentaria de los depósitos allí expuestos. El final de la etapa sedimentaria de
Barranco León esta representada, como en la mayoría de la cuenca, por la superficie morfológica
del glacis.

Una síntesis gráfica de todos los datos antes propuestos aparece en la figura 8, donde de modo con-
secutivo (desde el Plioceno superior hasta el Pleistoceno medio) se propone una secuenciación pale-
ogeográfica de medios sedimentarios a lo largo de cinco etapas (unidad A, unidad B, unidad C-tramo
inferior, unidad C-tramo superior y unidad D) a través de la sucesión de ambientes deposicionales
deducidos.

En cuanto a las tendencias secuenciales a gran escala, tenemos como la serie de Barranco León (fig. 7)
demuestra una expansión general de las facies detríticas tractivas a techo, aunque dentro de diversos ran-
gos cíclicos. Esta tendencia regresiva a lo largo del período plioceno superior-pleistoceno medio podrí-
amos asociarla tanto a factores alocíclicos (paleoclimáticos) como autocíclicos (activación erosional de
los relieves externos situados al Sur de la cuenca).

Modelo estratigráfico y sedimentario propuesto para los niveles


paleontológicos

Los actuales yacimientos paleontológicos de Barranco León se hallan en el tramo inferior proximal de
la unidad estratigráfica C. Esta posición estratigráfica se caracteriza por estar muy cerca del límite
geométrico entre las unidades B y C (menos de un metro a techo de este límite) además de estar aso-
ciada a la aparición de litologías detríticas de bajo tamaño de grano como areniscas, calcarenitas y luti-
tas. Desde una perspectiva sedimentológica, los yacimientos se sitúan dentro de un modelo deposicio-
nal lacustre en sentido amplio sometido a continuos cambios espacio-temporales de pequeña escala.
De este modo. habrían sido posibles tránsitos entre zonas fluviales, playas, lagos marginales de peque-
ño tamaño. zonas centrales lacustres de mayor profundidad o zonas someras en apenas 200 m de lon-
zitud. Por otra parte. estos mismos cambios podrían haberse producido en el tiempo para períodos de
pocos miles de años.

Otro hecho a tener en cuenta es el control sedimentario impuesto por factores tanto autocíclicos como
alocíclicos durante esta etapa del pleistoceno inferior. En el primer caso, tendríamos una reactivación

97
El Pleistoceno inferior de Barranco León y Fuente Nueva 3, Orce (Granada)

de los procesos aluviales en la cuenca y una mayor erosión de los paleorrelieves exteriores, así como
una virtual actividad tectónica traducida en fenómenos hidrotermales causantes de un escenario paleo-
ecológico particular en la zona. En el caso de los factores alocíclicos, el clima reinante habría sido de
tipo templado-húmedo e incluso frío-húmedo en distintos momentos, con toda probabilidad asociado a
una etapa glaciar.

En cuanto a la reconstrucción sedimentaria del yacimiento, habríamos tenido una biocenosis diversa con
relaciones tróficas entre herbívoros, carnívoros y carroñeros. Los dos últimos grupos habrían generado
una apreciable cantidad de restos esqueléticos concentrados en zonas de comederos, posiblemente en
zonas de mayor ventaja ecológica como por ejemplo en las cercanías de cauces u orillas de lagos. Estas
tanatocenosis habrían sufrido entonces un proceso de transporte y acumulación asociado en este caso a
etapas eventuales de escorrentía con una orientación preferente SW NE que habrían desplazado los
restos óseos a distancias cortas (posiblemente pocos metros) desde sus emplazamientos originales hasta
las zonas de playa lacustre donde se habrían depositado, concentrado (tal vez mediante oleajes y/o
corrientes del lago) y enterrado (tafocenosis), favorecidos por una subsidencia apreciable. Este modelo
se apoya en los siguientes caracteres de la orictocenosis final:

1. Los restos fósiles no aparecen granoclasificados ni con orientaciones preferentes.

2. Los restos fósiles muestran marcas erosivas originadas más por la acción de los carroñeros y/o
carnívoros que por la acción erosiva de flujos tractivos.

3. Las concentraciones de restos fósiles en espacios reducidos resultan habituales.

4. El nivel sedimentario correspondiente a los yacimientos indica un medio lacustre marginal (playa)
con entradas periódicas de flujos aluviales distales según un modelo deltáico

Teniendo en cuenta estos factores, los niveles más favorables dentro de la unidad C para la aparición y
prospección de restos fósiles serían todos aquellos estratos de litología arenosa, lutítica, calcarenítica o
margoso-detrítica pertenecientes al tramo inferior proximal. Estos niveles detríticos aparecen de modo
casi exclusivo en la ladera W de Barranco León entre los perfiles BLW-1 y BLW-4 con un descenso en
su espesor total de Sur a Norte. Estos datos permiten recomendar la realización de futuras prospeccio-
nes paleontológicas en dirección Sur y dentro de los mismos niveles estratigráfícos donde se realizan
las actuales prospecciones. Otros niveles de potencial interés paleontológico se situarían en la ladera
Este (perfiles BLE-1 y BLE-2) dentro del tramo inferior de la unidad D (Pleistoceno inferior termi-
nal – Pleistoceno medio), donde resulta frecuente la aparición de facies calcareníticas asociadas a
deltas lacustres. Además, Barranco León presenta otros niveles con probabilidad de concentración
fosilífera desde el punto de vista sedimentario (ver figura 6): niveles (margo)calizos de las unidades
B y C sobre todo en la ladera Este, y tramo inferior de la unidad C en la ladera Este asociado
a litologías calcilutíticas.

98
ESTRATIGRAFÍA Y SEDIMENTOLOGÍA DEL YACIMIENTO PALEONTOLÓGICO BARRANCO LEÓN (ORC E, ESPAÑA)

EVOLUCIÓN PALEOGEOGRÁFICA DE LA ZONA

Todos los datos planteados hasta el momento permiten establecer una evolución paleogeográfica deta-
llada para Barranco León. Este modelo aparece en la figura 8 a través de cinco bloques diagrama corres-
pondientes a las unidades A, B, Cl (tramo inferior, donde tenemos los actuales yacimientos paleontoló-
gicos), C2 (tramo superior) y D. En ellos, además de mostrar los diversos escenarios deposicionales,
aparecen una serie de iconos significativos que intentan aportar datos sobre la situación climática
general, actividad tectónica o grado de activación erosiva de los paleorrelieves exteriores.

CONCLUSIONES

Como resultado de toda la información aportada anteriormente pueden ser establecidas las siguientes
conclusiones:

Barranco León presenta un registro sedimentario compuesto por cuatro unidades estratigráficas prin-
cipales de edades comprendidas entre el plioceno superior y el pleistoceno medio a lo largo de un
espesor máximo observable de 45 metros. Estas unidades se han denominado de modo informal A,
B, C y D. Los yacimientos paleontológicos actuales aparecen en la base de la unidad C

Estas unidades se relacionan verticalmente entre si mediante superficies de disconformidad estrati-


gráfica que suponen importantes cambios sedimentarios reflejo así mismo de cambios en las condi-
ciones paleoambientales asociadas a cada etapa. Así mismo, la unidad C presenta una división
interna en dos tramos estratigráficos separados por una superficie de paraconformidad que supone
un cambio en el modelo deposicional

Los rangos de espesor y geometría de las unidades pleistocenas denuncian una estabilidad tectónica
en el sector a lo largo de este período que induce tasas de sedimentación constantes en torno a
1,5 cm/ka y ausencia de fenómenos tectónicos sinsedimentarios a gran escala, si exceptuamos
la virtual presencia de actividad hidrotermal

— Los medios deposicionales asociados a cada unidad estratigráfica, así como su calibración cronologica
son los siguientes:

A: sistema lacustre marginal de cierta profundidad con depósito preferente de margas. Máximo
espesor observado: 25 m

B: sistema lacustre con deposito preferente de carbonatos ordenados hasta en 10 secuencias de


somerización margas --+ (margo)calizas generadas por ciclos climáticos periódicos de origen
orbital. El orden proximal distal es W --4 E. Espesor medio de la unidad: 6 m. Rango temporal
1.8 a 1,3 M.a (500 ka.)

C: sistema formado por tres medios deposicionales principales: sistemas deltáicos lacustres detríti-
cos. lagos carbonatados y lagos de sedimentación calcilutítica. Estos sistemas presentan una evo-
lución espacio -tiempo de gran dinamismo y tendencia retrogradante frente a las facies detríticas.
Las paleocorrientes medidas en esta unidad demuestran un sentido SW NE en los aportes.
Espesor medio de la unidad: 6 m. Rango temporal 1,3 a 0,8 M.a (500 ka.)

99
El Pleistoceno inferior de Barranco León y Fuente Nueva 3, Orce (Granada)

Figura 8. Modelo de evolución sedimentaria y paleogeográfica tridimensional propuesto para el sector de Barranco León a través
de las distintas unidades definidas en la zona: A (Plioceno superior), B (Pleistoceno inferior), Cl (Pleistoceno inferior), C2 (Pleis-
toceno inferior terminal), D (Pleistoceno inferior, transito a Pleistoceno medio).

100
ESTRATIGRAFÍA Y SEDIMENTOLOGÍA DEL YACIMIENTO PALEONTOLÓGICO BARRANCO LEÓN (ORC E, ESPAÑA)

D: sistema formado por lagos de sedimentación calcilutítica preferente y zonas de costa con depósi-
to de calcarenitas. Esta unidad supone una mayor presencia de aportes detríticos externos desde
las áreas fuente. El orden proximal --> distal es SE —› NW. Espesor máximo de la unidad: 6 m.
Rango temporal 0,8 a 0,4 M.a (400 ka.)

El escenario deposicional de los niveles que incluyen los yacimientos paleontológicos aparece aso-
ciado a zonas deltáicas lacustres donde fue posible la acumulación preferencial de restos óseos gra-
cias a fenómenos de transporte en zonas de costa. Estos restos fueron redepositados desde distancias
no muy altas (quizás 10 o 20 m) en dirección media SW NE.

— Otros sectores de interés dentro de Barranco León para posibles prospecciones paleontológicas son
aquellos con un modelo sedimentario similar al yacimiento: zonas proximales de la unidad C en su
tramo inferior (sector SW del barranco) y estratos calcareníticos de la unidad D

* Se ha valorado que las estimaciones de edad absoluta asignadas a cada unidad cuentan con un error
promedio de mas-menos 0,2 M.a (200 ka.)

Lán. 1. Vista general de Barranco León.

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ESTRATIGRAFÍA Y SEDIMENTOLOGÍA DEL YACIMIENTO PALEONTOLÓGICO BARRANCO LEÓN (ORC E, ESPAÑA)

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IV Jornadas de Paleontología. 1-20.

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